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POR SUS PROTOCOLOS, SU COMIDA Y HASTA SUS PAISAJES, BANYAN TREE CABO MARQUÉS ES COMO UN PEDACITO DE ASIA EN MÉXICO.

EN EL MAR, ME QUIERO MUCHO MÁS.

TODAS LAS TERAPEUTAS DE BANYAN TREE RECIBEN MÁS DE 630 HORAS DE FORMACIÓN PRÁCTICA Y TEÓRICA EN LA ACADEMIA BANYAN TREE SPA EN TAILANDIA.

POR JORDI LINARES RIVAS

¿En qué piensas cuando te dan un masaje? Para mí, se ha convertido en una forma de meditar, concentrándome en los sentidos y apagando la mente. Dejando que la música haga su efecto relajante, transportándome con los aromas y descubriendo, a través del tacto, sensaciones que no sabía que necesitaba. Tomarme el tiempo de darme un masaje se ha vuelto un acto de amor propio, y en el mar, me quiero mucho más.

Momentos antes de entrar a mi masaje en Banyan Tree Cabo Marqués, escuché a alguien decir que para ella, el momento más triste de un tratamiento era cuando escuchaba la campana que indicaba que la experiencia había terminado. Me sentí identificado, porque salir de la cabina de regreso al mundo real puede llegar a sentirse como un domingo de bajón, excepto porque lo que te espera afuera es tan bueno como lo que viviste dentro. Así es Banyan Tree Cabo Marqués. Antes de llevarte de regreso a la cabina de masajes, hagamos un pequeño recorrido por la propiedad. Construido en la punta de Cabo Marqués, en Acapulco, Guerrero, no hay un solo espacio del lugar que quede exento de una vista digna de ser Instagrameada. Esto es más que ir a la playa, porque estarás inmerso en la selva tropical rodeado de flora y fauna que no creerías encontrar en Acapulco. Me atrevo a decir que es como transportarte a un destino paradisiaco del sudeste asiático, lo cual viene muy ad hoc porque Banyan Tree tiene su origen en Phuket, Tailandia. Además, es un hotel que se rige bajo los principios de hospitalidad tailandesa y está lleno de guiños a su cultura, así que sí, desde que pones un pie ahí será como haberte transportado muy lejos (aunque en realidad te encuentres a tan solo un vuelo de cincuenta minutos de la Ciudad de México, pero no pienses en eso porque para estar aquí se recomienda dejar pendientes y preocupaciones en casa).

Supe que estaba en buenas manos cuando me dijeron que más que considerarse un hotel con spa, se consideran un spa con hotel, pues la marca inició así, como un spa de jardín tropical con un enfoque holístico. Y si no me crees qué tan en serio lo toman, comenzaré por decir que todas sus terapeutas aprenden las técnicas tailandesas con los más altos estándares en la Academia Banyan Tree Spa en Tailandia. Así que sin importar en qué parte del mundo te encuentres, si visitas un spa Banyan Tree, la calidad y el servicio serán los mismos y como si estuvieras en Asia.

Ellos mismos elaboran los productos que utilizan en los tratamientos con ingredientes naturales, pensados para aprovechar las propiedades de las plantas y flores. Yo te recomiendo el masaje balinés, un masaje de presión media a alta para liberar tensiones. Pero ¿sabes qué? Ya que estás ahí, consiéntete por completo y aprovecha para hacerte una exfoliación corporal y de paso, un tratamiento envolvente. Mi piel terminó tan suave y mi mente tan calmada que definitivamente puedo decir que salí otro.

Otra vez llegamos a la parte no tan favorita, la de “salir” del tratamiento. Pero no tengo duda de que la mejor manera de prolongar esta paz mental es hospedándote aquí. Cada una de sus villas tiene alberca privada, una vista que te mueres y una tina desde la que puedes ver el mar y terminar el día con una copa de vino en la mano y decir “me lo merezco”.

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