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ACAPULCO
ACUÉRDATE DE ACAPULCO
POR FERNANDA SELA
SI HAY UN SITIO EN EL QUE PENSAMOS CUANDO DECIMOS ACAPULCO ES EN LAS BRISAS. ESTE HOTEL QUE ABRIÓ DURANTE LA ÉPOCA DORADA DEL DESTINO TIENE TANTA HISTORIA Y REPRESENTA TANTO PARA EL LUGAR, QUE SIEMPRE ESTARÁ EN NUESTRA LISTA DE FAVORITOS.
ACAPULCO BAY Las Brisas nos hace viajar en el tiempo, cuando Acapulco ganó fama mundial en gran parte gracias a la industria del cine y a las celebridades que lo visitaban, desde personajes como Elvis Presley hasta Elizabeth Taylor y John F. Kennedy.
En esta playa mexicana, que ha quedado grabada en títulos y frases de diferentes canciones, además de en la memoria de muchos, abrió Las Brisas en diciembre de 1954, un hotel que hasta la fecha sigue siendo uno de nuestros favoritos para hospedarnos. Aparte de su ubicación, en lo alto de una colina de la carretera escénica, entre el Acapulco de antaño y el inicio de la parte moderna de Acapulco Diamante, con una increíble vista a la bahía, su concepto de “casitas” es lo que más nos gusta, pues nada tiene que ver con las torres y los edificios de hoteles a los que estamos acostumbrados. Este es un lugar mucho más privado en el que puedes ir a pasar unos días en pareja, con amigos o en familia y sentir que estás en tu propia casa, sin nadie más alrededor. No dudaría en escogerlo como opción para una escapada rápida de fin de semana o hasta una estancia más larga para hacer home office.
Las Brisas también se conoce por los colores blanco y rosa que enmarcan la arquitectura y distinguen a los jeeps en los que te transportan dentro de la propiedad, aparte de la flor insignia que es parte de su logo. Pero además, este lugar tiene una magia distinta, por la manera en que la luz anaranjada del atardecer o del amanecer baña el hotel durante la hora mágica.
La sensación de volver a otra época se siente aún más en la decoración y el mobiliario, los dos tienen un toque que hasta, podría decir, me pone de buenas. Mientras escribo esto, no puedo evitar decir que mentalmente estoy en el Sunset Bar, tomándome un coctel mientras veo cómo se despide el sol.
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La suite para parejas, donde se recibe a los huéspedes con una botella de vino y botanas, tiene alberca privada y una vista increíble de la bahía.
NUEVA YORK
BROOKLYN BOUND
FOTOS: CORTESÍA 1 HOTEL BROOKLYN BRIDGE. PÁGINA OPUESTA FOTOS: XIMENA MORFIN Y CORTESÍA GRUPO BRISAS POR DANIELA KAM
EN EL MUELLE FRENTE AL AGUA, CON IMPRESIONANTES VISTAS DE MANHATTAN Y RODEADO DE LAS TIENDAS Y GALERÍAS MÁS COOL DEL DUMBO, ESTÁ EL 1 HOTEL BROOKLYN BRIDGE, CON UN CONCEPTO EN EL QUE LA NATURALEZA SIEMPRE ESTÁ PRESENTE.
EL LADO MÁS GREEN DE BROOKLYN Solo con saber que los cuartos de este hotel están inspirados (y rodeados) de naturaleza y vistas de puntos emblemáticos como el Empire State o la Estatua de la Libertad, sentí la necesidad de despertar en una de sus 194 habitaciones (y no, no me quejaría si es la Riverhouse Suite, la más grande de todo el hotel).
Quienes son como yo, amantes de lo orgánico y lo natural, y que en cada cosa que hacen buscan poner su granito de arena en beneficio del medio ambiente, pongan mucha atención porque este lugar es muy eco-friendly.
Por donde lo veas, se nota su compromiso con la sustentabilidad. Desde los ganchos del clóset, pasando por los productos de baño, hasta parte del mobiliario, están hechos con materiales reciclados o naturales. Las camas tienen colchones de algodón orgánico y son como una nube (¿o un bombón?) gigante que te mueres. La máquina de café viene con pods reciclables, y si te tomas diez cafés, nadie te va a juzgar. Y por todos lados hay agua filtrada en jarras, por lo que las botellas de plástico no existen en el hotel y están casi prohibidas mientras estés aquí.
No se puede hablar de un hotel como este sin darle una mención honorífica a su gastronomía. La comida es deliciosa, está preparada con ingredientes orgánicos y lo mejor de todo es que cada uno de los restaurantes se presta para un plan diferente. Puedes comprar algo en el Neighbors Café, tomar prestada una bici y hacer un picnic en el parque (*el date pefecto no existe*), tomarte un drink en la fogata del rooftop mientras ves el atardecer, picar algo en Harriet’s Lounge con vista al puente de Brooklyn o hasta reservar la sala de cine, donde caben cincuenta personas.
Ahora que Nueva York ya está abierto, lo único que quiero es tomar el primer vuelo para quedarme en el 1Hotel Brooklyn Bridge todo el verano. +INFO
El primer Bamford Haybarn Spa de Nueva York está aquí y es un lugar dedicado a nutrir la mente, el cuerpo y el espíritu.
Además de ser pet-friendly, también hay amenidades para tus mascotas.