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ROBERT SCHUMANN (1810-1856)

Obertura, scherzo y finale, Op. 52

Andante con moto – Allegro

Scherzo: Vivo -Trío – Scherzo

Finale: Allegro vivace

Datos de interés cronológico y musical:

En 1841, Robert Schumann compuso su Sinfonía No. 1, Op. 38, que es su primera obra orquestal completa.

Ese mismo año, escribió la Obertura, scherzo y finale Op. 52.

Originalmente, el compositor iba a designar este Op. 52 como su Sinfonía No. 2

En 1845, revisó la partitura de la Obertura, scherzo y finale Op. 52, revisión enfocada básicamente en una nueva orquestación.

Más tarde, Schumann compuso en 1846 una nueva obra, la Sinfonía No. 2 Op. 61, que no guarda relación alguna con los materiales del Op. 52.

Si se incluyen algunos bosquejos y obras de juventud que quedaron inconclusas, Schumann compuso poco más de una veintena de obras orquestales, las más importantes de las cuales son sus cuatro sinfonías.

¿Qué ocupaba a Schumann en el año 1841? En apenas cuatro días, entre el 23 y el 26 de enero, realizó el bosquejo completo de su Primera sinfonía, cuyo título y espíritu le fueron inspirados por un poema de Adolph Böttger. Hacia el final de febrero, el compositor terminó de orquestar la sinfonía, y en marzo la obra ya era ensayada por Félix Mendelssohn (1809-1847), quien se encargaría del estreno de la obra. Como ocurrió en el caso de tantos otros compositores (y quizá siga ocurriendo), dar a la luz pública su primera composición orquestal realmente relevante le dio alas a Schumann para planear la creación de más música sinfónica. Para poner este hecho en perspec- tiva, vale la pena saber que antes de la Primera sinfonía, Schumann sólo había podido bosquejar un puñado de obras, todas ellas incompletas, incluyendo un concierto para piano que nunca se materializó, parte de cuyos materiales originales fueron a parar a la Sinfonía No. 2, escrita en 1845-1846.

Un par de semanas después del estreno de su Sinfonía No. 1, Schumann abordó la composición de su siguiente partitura sinfónica: Obertura, scherzo y finale, Op. 52. Según algunas fuentes documentales, Schumann concibió originalmente la obertura, y más tarde añadió el Scherzo, y después el Finale. No es del todo imposible que algún estudioso musical pudiera querer catalogar esta obra como una breve sinfonía en tres movimientos. En todo caso, esta visión de la obra se referiría al espíritu de la obra y el contraste entre sus movimientos, porque estrictamente, el Op. 52 de Schumann no cumple cabalmente con las características sinfónicas tradicionales en lo que se refiere a las formas, el tratamiento armónico y el desarrollo temático.

Como tantas oberturas románticas, el primer movimiento de esta obra se inicia con un episodio lento, Andante, con ciertas pinceladas expresivas oscuras y dramáticas. El Allegro que le sigue es fresco y ligero y, al igual que muchas de las obras de Schumann (sinfónicas o no), presenta claras afinidades con la música de Mendelssohn y la de Johannes Brahms (1833-1897). El movimiento central, Scherzo (con su respectivo trío), está sustentado en una breve y característica figura rítmica que es posible hallar en otras composiciones de aquel tiempo, como por ejemplo las sinfonías Nos. 7 y 9 de Ludwig van Beethoven (1770-1827). El Finale es un movimiento luminoso y optimista en el que, quizá, pueda percibirse el ambiente pastoral de algunos episodios de la Sinfonía No. 1, Primavera, de Schumann.

El compositor dedicó la partitura de la Obertura, scherzo y finale Op. 52 a su amigo Johannes Josephus Hermanus Verhulst (1816-1891), influyente compositor, director y administrador musical neerlandés.

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