Escuchar es voluntad

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SECRETARÍA DE CULTURA Alejandra Frausto Guerrero Secretaria Omar Monroy Unidad de Administración y Finanzas Natalia Toledo Subsecretaria de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura Marina Núñez Bespalova Subsecretaria de Desarrollo Cultural Antonio Martínez Velázquez Enlace de Comunicación Social y Vocería

INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES Y LITERATURA Lucina Jiménez Directora General Dolores Martínez Orralde Subdirectora General de Patrimonio Artístico Inmueble Mariana Munguía Matute Coordinadora Nacional de Artes Visuales Francisco J. Rivas Director del Museo Ex Teresa Arte Actual Lilia Torrentera Gómez Directora de Difusión y Relaciones Públicas

EX TERESA ARTE ACTUAL Licenciado Primo Verdad 8, Centro Histórico, 06060, Ciudad de México, +52 (55) 4122 8020 www.exteresa.inba.gob.mx Entrada libre

6 de febrero al 5 de abril de 2020


EX TERESA ARTE ACTUAL Francisco J. Rivas Director Valeria Macías Rodríguez Subdirectora Mirna Castro González Servicios Educativos y Artísticos Lilia Díaz Rodríguez Asistente de Dirección Luis Manuel Ortiz Paredes Difusión y Relaciones Públicas Rosario Trejo García Asistente de Difusión y Relaciones Públicas Talia E. Martínez Téllez Mediación Maribel Escobar Varillas Documentación David Díaz Rocha Asistente del Centro de Documentación Gerardo Sánchez Aguilera Registro y edición del Centro de Documentación Raúl Flores Uscanga Administrador Humberto Dijard Cervantes Auxiliar Administrativo Elizabeth Romero Asistente de Administración Mayra Chávez Otero Servicios Generales Saúl Martínez García Enlace Institucional Ana Amelia Gatica Rosa Isela Monares Archivo Antonio Mendoza Audelo Inventario Sergio Mauricio Islas Mensajería Carlos Padró de la Rosa César Cortés Hernández Miguel Ángel Palacios Jorge Palacios Valencia Producción Fernando Espinosa Formación y diseño

José Olimpo Ocampo Cortés Seguridad



ISRAEL MARTÍNEZ Guadalajara, México, 1979

Trabaja con el sonido como punto de partida, temático o investigativo, creando obras y proyectos materializados generalmente en instalaciones de audio multicanal, video, fotografía, acciones o performances, texto, publicaciones e intervenciones en espacios públicos, con el objetivo de generar reflexiones sociales y políticas de forma crítica, y a menudo explorando el sigilo como una situación comunicativa de mayor pertinencia en la actualidad. Acreedor en 2007 de un Premio de Distinción en Prix Ars Electronica, y en 2019 ganador del CTM Radio Lab Call en Berlín, ha expuesto de forma individual y colectiva en espacios como Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, MuseumsQuartier, MACBA, Bienal de Moscú, daadgalerie, Haus der elektronische Künste Basel, Los Angeles Contemporary Exhibitions, Mission Cultural Center for Latino Arts, MUAC, Museo Universitario del Chopo, Museo Arte Carrillo Gil, Ex Teresa Arte Actual, MUCA Roma, Museo de Arte de Zapopan, entre otros, principalmente en Europa y México. En 2012 fue parte del Programa de Artistas en Berlín de DAAD, y en 2014 del MuseumsQuartier en Viena. Ha publicado trabajo discográfico y editorial a través de Sub Rosa, Errant Bodies Press, Aagoo, The Wire, Hatje Cantz, Abolipop Records y Suplex.

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Escuchar es voluntad es un título que bien podría ser una sentencia o acaso una pregunta. Una idea que engloba provocadora y sintéticamente las reflexiones a las que nos invita el reciente trabajo de Israel Martínez, bajo la curaduría de Amanda de la Garza, creado exprofeso para esta exposición en Ex Teresa Arte Actual. Si escuchar es voluntad es porque atisbaríamos que la escucha se puede poner al servicio de algo que no es ella misma sino de aquello hacia lo que la escucha tiende: la vibración creada por lo otro, el gesto sonoro de lo que no está aquí o no somos nosotros, pero también el estruendo o el silencio que se emite desde y hacia nosotros mismos. Usualmente escuchamos sin que nos propongamos hacerlo, debido a que no podemos controlar el flujo acústico que inunda nuestros tímpanos y nuestro cuerpo, que es, también, una membrana resonante. Sabemos de igual modo que esta escucha involuntaria puede proyectarnos, a veces voluntariamente, hacia un no-escuchar, a no atender lo que como vibración se manifiesta y nos está diciendo algo. Esta exposición de Israel Martínez es, desde esta perspectiva, una incitación a pensarnos como sujetos desde y en la escucha, pero también como individuos insertos en un complejo entramado político y económico. ¿Podemos entendernos mejor abriendo un espacio de atención a lo que escuchamos y a la forma en que lo escuchamos? ¿Podemos también comprender qué es aquello que no estamos escuchando y por qué? La escucha volitiva, la escucha como forma de la voluntad, ¿sería una vía libertaria mediante la que podríamos transformarnos en agentes de cambio de nuestras realidades más dolorosas y urgentes? Éstas son sólo algunas de las múltiples preguntas e ideas que atravesaron el proceso para crear las obras de esta muestra, mediante la cual se invita a los espectadores-escuchas a una sincera reflexión sobre nuestro papel como individuos y como comunidad en este mundo convulso y estridente. Más allá 3


ISRAEL MARTÍNEZ Guadalajara, México, 1979

Trabaja con el sonido como punto de partida, temático o investigativo, creando obras y proyectos materializados generalmente en instalaciones de audio multicanal, video, fotografía, acciones o performances, texto, publicaciones e intervenciones en espacios públicos, con el objetivo de generar reflexiones sociales y políticas de forma crítica, y a menudo explorando el sigilo como una situación comunicativa de mayor pertinencia en la actualidad. Acreedor en 2007 de un Premio de Distinción en Prix Ars Electronica, y en 2019 ganador del CTM Radio Lab Call en Berlín, ha expuesto de forma individual y colectiva en espacios como Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, MuseumsQuartier, MACBA, Bienal de Moscú, daadgalerie, Haus der elektronische Künste Basel, Los Angeles Contemporary Exhibitions, Mission Cultural Center for Latino Arts, MUAC, Museo Universitario del Chopo, Museo Arte Carrillo Gil, Ex Teresa Arte Actual, MUCA Roma, Museo de Arte de Zapopan, entre otros, principalmente en Europa y México. En 2012 fue parte del Programa de Artistas en Berlín de DAAD, y en 2014 del MuseumsQuartier en Viena. Ha publicado trabajo discográfico y editorial a través de Sub Rosa, Errant Bodies Press, Aagoo, The Wire, Hatje Cantz, Abolipop Records y Suplex.

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Escuchar es voluntad es un título que bien podría ser una sentencia o acaso una pregunta. Una idea que engloba provocadora y sintéticamente las reflexiones a las que nos invita el reciente trabajo de Israel Martínez, bajo la curaduría de Amanda de la Garza, creado exprofeso para esta exposición en Ex Teresa Arte Actual. Si escuchar es voluntad es porque atisbaríamos que la escucha se puede poner al servicio de algo que no es ella misma sino de aquello hacia lo que la escucha tiende: la vibración creada por lo otro, el gesto sonoro de lo que no está aquí o no somos nosotros, pero también el estruendo o el silencio que se emite desde y hacia nosotros mismos. Usualmente escuchamos sin que nos propongamos hacerlo, debido a que no podemos controlar el flujo acústico que inunda nuestros tímpanos y nuestro cuerpo, que es, también, una membrana resonante. Sabemos de igual modo que esta escucha involuntaria puede proyectarnos, a veces voluntariamente, hacia un no-escuchar, a no atender lo que como vibración se manifiesta y nos está diciendo algo. Esta exposición de Israel Martínez es, desde esta perspectiva, una incitación a pensarnos como sujetos desde y en la escucha, pero también como individuos insertos en un complejo entramado político y económico. ¿Podemos entendernos mejor abriendo un espacio de atención a lo que escuchamos y a la forma en que lo escuchamos? ¿Podemos también comprender qué es aquello que no estamos escuchando y por qué? La escucha volitiva, la escucha como forma de la voluntad, ¿sería una vía libertaria mediante la que podríamos transformarnos en agentes de cambio de nuestras realidades más dolorosas y urgentes? Éstas son sólo algunas de las múltiples preguntas e ideas que atravesaron el proceso para crear las obras de esta muestra, mediante la cual se invita a los espectadores-escuchas a una sincera reflexión sobre nuestro papel como individuos y como comunidad en este mundo convulso y estridente. Más allá 3


del ruido existiría ese territorio en el que podemos descifrar la vibración de nuestro propio cuerpo y del mundo que formamos. Para Ex Teresa Arte Actual resulta de gran interés posibilitar e invitar a una reflexión como la que se ha planteado el artista en esta exposición, en conjunto con sus colaboradores, de cuyo proceso y concepto da cuenta este cuadernillo. No sólo porque percibimos que en efecto hay una necesidad grande de pensar las posibilidades del cambio social desde el arte y producir formas nuevas de comunicación y empatía; también porque no se ve cómo se podría guiar una acción transformadora si ésta no nace de una escucha sincera de nosotros mismos, de lo que en cada una y uno de nosotras y nosotros vibra y resuena. Esperamos que estas instalaciones creadas y adaptadas para el espacio arquitectónico del ex Templo de Santa Teresa, detonen en los visitantes una experiencia sensorial que derive en reflexión: qué escuchamos, cómo lo hacemos y a qué estamos dispuestos para conseguir hacernos escuchar. Francisco Tito Rivas Director de Ex Teresa Arte Actual

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del ruido existiría ese territorio en el que podemos descifrar la vibración de nuestro propio cuerpo y del mundo que formamos. Para Ex Teresa Arte Actual resulta de gran interés posibilitar e invitar a una reflexión como la que se ha planteado el artista en esta exposición, en conjunto con sus colaboradores, de cuyo proceso y concepto da cuenta este cuadernillo. No sólo porque percibimos que en efecto hay una necesidad grande de pensar las posibilidades del cambio social desde el arte y producir formas nuevas de comunicación y empatía; también porque no se ve cómo se podría guiar una acción transformadora si ésta no nace de una escucha sincera de nosotros mismos, de lo que en cada una y uno de nosotras y nosotros vibra y resuena. Esperamos que estas instalaciones creadas y adaptadas para el espacio arquitectónico del ex Templo de Santa Teresa, detonen en los visitantes una experiencia sensorial que derive en reflexión: qué escuchamos, cómo lo hacemos y a qué estamos dispuestos para conseguir hacernos escuchar. Francisco Tito Rivas Director de Ex Teresa Arte Actual

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FLUJO

MANIFIESTO Manifestamos estas verdades, evidentes en sí mismas, para despertar la voluntad colectiva. La mayor amenaza de nuestra sociedad no es la pobreza, es la desigualdad. En este mundo, 26 personas tienen la misma riqueza que la mitad de la población humana. La desigualdad es tan absurda que, si una persona hubiera trabajado desde el nacimiento de Cristo hasta el día de hoy, ganando un millón de dólares al año sin gastar nada, tendría sólo el 1.2% del patrimonio del hombre más rico del mundo. Pese a toda la riqueza que absorbe, su empresa no paga impuestos. Los ingresos de sus empleados están debajo del nivel de subsistencia básica. Un sistema que recompensa la riqueza y castiga la pobreza concentrará la riqueza extrema en las manos de muy pocos. Las fortunas de los billonarios se incrementan en $2,500 millones de dólares al día. Las 500 personas más ricas del mundo incrementaron su riqueza en 25% durante 2019. La mitad más pobre del planeta perdió 11% de su riqueza durante 2018. La misma desigualdad impera entre países del centro y la periferia. Durante siglos, los recursos y la fuerza de trabajo de los países en desarrollo fueron canalizados a desarrollar a sus colonizadores. Los países del Sur Global pagan seis veces más en deuda externa de lo que reciben en asistencia económica. Un impuesto de 1% sobre la riqueza de los multimillonarios del mundo sería suficiente para educar a toda la infancia del mundo. Los alimentos que desperdiciamos son suficientes para erradicar el hambre mundial cuatro veces. La solución no es el crecimiento, es la redistribución. 10

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MANIFIESTO Manifestamos estas verdades, evidentes en sí mismas, para despertar la voluntad colectiva. La mayor amenaza de nuestra sociedad no es la pobreza, es la desigualdad. En este mundo, 26 personas tienen la misma riqueza que la mitad de la población humana. La desigualdad es tan absurda que, si una persona hubiera trabajado desde el nacimiento de Cristo hasta el día de hoy, ganando un millón de dólares al año sin gastar nada, tendría sólo el 1.2% del patrimonio del hombre más rico del mundo. Pese a toda la riqueza que absorbe, su empresa no paga impuestos. Los ingresos de sus empleados están debajo del nivel de subsistencia básica. Un sistema que recompensa la riqueza y castiga la pobreza concentrará la riqueza extrema en las manos de muy pocos. Las fortunas de los billonarios se incrementan en $2,500 millones de dólares al día. Las 500 personas más ricas del mundo incrementaron su riqueza en 25% durante 2019. La mitad más pobre del planeta perdió 11% de su riqueza durante 2018. La misma desigualdad impera entre países del centro y la periferia. Durante siglos, los recursos y la fuerza de trabajo de los países en desarrollo fueron canalizados a desarrollar a sus colonizadores. Los países del Sur Global pagan seis veces más en deuda externa de lo que reciben en asistencia económica. Un impuesto de 1% sobre la riqueza de los multimillonarios del mundo sería suficiente para educar a toda la infancia del mundo. Los alimentos que desperdiciamos son suficientes para erradicar el hambre mundial cuatro veces. La solución no es el crecimiento, es la redistribución. 10

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Los nuevos objetivos de desarrollo sustentable plantean que el crecimiento va a terminar con la pobreza. De los ingresos generados por el crecimiento del PIB global en diez años, el 60% más pobre del mundo sólo recibió el 5%. No es posible terminar con la pobreza dentro de este sistema. Aún creciendo a una velocidad extraordinaria, el 10% más pobre rebasaría la línea de pobreza dentro de 100 años. Para erradicar la pobreza bajo este sistema de crecimiento, la economía tendría que ser 175 veces más grande. Tendríamos que extraer, producir y consumir 175 veces más bienes y servicios en un planeta que ya está en emergencia climática. Para que los pobres puedan ganar $5 dólares al día, el ingreso promedio global tendría que ser de $1.3 millones de dólares al año. La desigualdad no tiene solución dentro de este sistema. Es necesario cambiar el sistema. Hay suficiente riqueza en este mundo para que todos tengamos un nivel de vida digno. LETANÍA Aplicación de leyes antimonopolio A las grandes corporaciones. Impuestos sobre la contaminación que reflejen el daño realizado a los ecosistemas A las grandes corporaciones. Limitación del consumo energético A las grandes corporaciones. Eliminación de exenciones fiscales Para multimillonarios y las grandes corporaciones. Eliminación de paraísos fiscales Para multimillonarios y las grandes corporaciones. Impuestos progresivos Para multimillonarios y las grandes corporaciones. Regulación de los mercados A todos los niveles de la cadena de producción. Comercio justo A todos los niveles de la cadena de producción. Restricción a mecanismos de recompra de acciones En el mercado de valores. Impuestos sobre la especulación en materias primas En el mercado de valores. Regulación del sistema bancario Para la redistribución de la riqueza. Reestructuración del sistema de deuda Para la redistribución de la riqueza. Impuestos progresivos a las herencias Para la redistribución de la riqueza. Multas justas y rendición de cuentas para individuos y empresas que desvían impuestos Para la redistribución de la riqueza. Protección y administración colectiva de los recursos naturales comunes Para la conservación de nuestra Tierra. 12

Protección y reforestación de los bosques y selvas Para la conservación de nuestra Tierra. Implementación de un sistema de reservas naturales que ocupe la mitad de la tierra Para la conservación de nuestra Tierra. Desinversión en combustibles fósiles en favor de sistemas de energía renovable Para la conservación de nuestra tierra. Localización de la economía Para nuestra sustentabilidad. Transición del sistema extractivista a una economía circular Para nuestra sustentabilidad. Transición del sistema basado en el crecimiento a una economía de estado estacionario Para nuestra sustentabilidad. Educación de calidad Para la igualdad de oportunidades. Equidad de género Para la igualdad de oportunidades. Infraestructura de cuidado infantil gratuita y digna Para la igualdad de oportunidades. Un año de maternidad y paternidad pagada Para la igualdad de oportunidades. Condonación de la deuda A países en desarrollo. Apertura de fronteras A países en desarrollo. Derechos humanos plenos Para todas y para todos. Salud pública digna Para todas y para todos. Acceso a agua limpia Para todas y para todos. Transporte público gratuito Para todas y para todos. Ingreso básico universal digno Para todas y para todos. Reducción de horarios laborales Para todas y para todos. Diversidad a todos los niveles de toma de decisiones Representación para todas y para todos. Implementación de sistemas de voto preferencial Representación para todas y para todos. Adopción explícita de medidas de bienestar para medir el progreso económico Dignidad para todas y para todos. Legalización de las drogas y desmilitarización Justicia y paz para todas y para todos. Seguridad y vida libre de violencia Justicia y paz para todas y para todos. La justicia económica, el bienestar social y la regeneración ecológica son posibles sólo si la riqueza se distribuye equitativamente y el dinero circula dentro de la economía. Es necesario generar nuevos conceptos de progreso basados no en la riqueza, sino en el bienestar. Redistribución. Elisa Schmelkes, Israel Martínez. 13


Los nuevos objetivos de desarrollo sustentable plantean que el crecimiento va a terminar con la pobreza. De los ingresos generados por el crecimiento del PIB global en diez años, el 60% más pobre del mundo sólo recibió el 5%. No es posible terminar con la pobreza dentro de este sistema. Aún creciendo a una velocidad extraordinaria, el 10% más pobre rebasaría la línea de pobreza dentro de 100 años. Para erradicar la pobreza bajo este sistema de crecimiento, la economía tendría que ser 175 veces más grande. Tendríamos que extraer, producir y consumir 175 veces más bienes y servicios en un planeta que ya está en emergencia climática. Para que los pobres puedan ganar $5 dólares al día, el ingreso promedio global tendría que ser de $1.3 millones de dólares al año. La desigualdad no tiene solución dentro de este sistema. Es necesario cambiar el sistema. Hay suficiente riqueza en este mundo para que todos tengamos un nivel de vida digno. LETANÍA Aplicación de leyes antimonopolio A las grandes corporaciones. Impuestos sobre la contaminación que reflejen el daño realizado a los ecosistemas A las grandes corporaciones. Limitación del consumo energético A las grandes corporaciones. Eliminación de exenciones fiscales Para multimillonarios y las grandes corporaciones. Eliminación de paraísos fiscales Para multimillonarios y las grandes corporaciones. Impuestos progresivos Para multimillonarios y las grandes corporaciones. Regulación de los mercados A todos los niveles de la cadena de producción. Comercio justo A todos los niveles de la cadena de producción. Restricción a mecanismos de recompra de acciones En el mercado de valores. Impuestos sobre la especulación en materias primas En el mercado de valores. Regulación del sistema bancario Para la redistribución de la riqueza. Reestructuración del sistema de deuda Para la redistribución de la riqueza. Impuestos progresivos a las herencias Para la redistribución de la riqueza. Multas justas y rendición de cuentas para individuos y empresas que desvían impuestos Para la redistribución de la riqueza. Protección y administración colectiva de los recursos naturales comunes Para la conservación de nuestra Tierra. 12

Protección y reforestación de los bosques y selvas Para la conservación de nuestra Tierra. Implementación de un sistema de reservas naturales que ocupe la mitad de la tierra Para la conservación de nuestra Tierra. Desinversión en combustibles fósiles en favor de sistemas de energía renovable Para la conservación de nuestra tierra. Localización de la economía Para nuestra sustentabilidad. Transición del sistema extractivista a una economía circular Para nuestra sustentabilidad. Transición del sistema basado en el crecimiento a una economía de estado estacionario Para nuestra sustentabilidad. Educación de calidad Para la igualdad de oportunidades. Equidad de género Para la igualdad de oportunidades. Infraestructura de cuidado infantil gratuita y digna Para la igualdad de oportunidades. Un año de maternidad y paternidad pagada Para la igualdad de oportunidades. Condonación de la deuda A países en desarrollo. Apertura de fronteras A países en desarrollo. Derechos humanos plenos Para todas y para todos. Salud pública digna Para todas y para todos. Acceso a agua limpia Para todas y para todos. Transporte público gratuito Para todas y para todos. Ingreso básico universal digno Para todas y para todos. Reducción de horarios laborales Para todas y para todos. Diversidad a todos los niveles de toma de decisiones Representación para todas y para todos. Implementación de sistemas de voto preferencial Representación para todas y para todos. Adopción explícita de medidas de bienestar para medir el progreso económico Dignidad para todas y para todos. Legalización de las drogas y desmilitarización Justicia y paz para todas y para todos. Seguridad y vida libre de violencia Justicia y paz para todas y para todos. La justicia económica, el bienestar social y la regeneración ecológica son posibles sólo si la riqueza se distribuye equitativamente y el dinero circula dentro de la economía. Es necesario generar nuevos conceptos de progreso basados no en la riqueza, sino en el bienestar. Redistribución. Elisa Schmelkes, Israel Martínez. 13


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ESCUCHAR ES VOLUNTAD

La ciudad se expresa como auralidad. Lo que se escucha es un tremor, una marcha constante de fricciones, de sonidos descritos amorosamente por la poesía futurista desde el inicio del siglo XX. ¡Dios vehemente de una raza de acero, automóvil ebrio de espacio, que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes! La oda maquínica del poeta Marinetti nos parece a la luz del tiempo un presagio funesto. Las ciudades son la expresión de ese motor incesante producto de las máquinas y de la vida moderna, y ahora más que nunca de la ciudad neoliberal. Ese mar de ritmos y frecuencias se vuelve ensordecedor. Se trata de una disonancia que no es música o ruido, está atravesada por una agresividad en donde el otro es anulado. Máquinas y humanos compiten por ejercer el poder de callar al otro, de enmudecerlo por medio de un sonido aún más agresivo y apabullante. En el tercer mundo una mezcla de organización y caos domina los entornos urbanos y su sociabilidad. El resultado son ciudades desiguales; es decir, el territorio está segmentado por la clase social. Las consecuencias de esta lógica espacial son profundas alteraciones urbanísticas y diferentes formas de exclusión social. El paisaje sonoro de las urbes adquiere una dimensión política. En medio del marasmo, la escucha se vuelve un acto comunicativo, y por ello la necesidad de silencio, más no sólo como introspección, sino como la manera en que el otro está presente. Podemos pensar al silencio como compuesto de intensidades, expulsando la dicotomía entre ruido y silencio. A través de este acto logramos parar, al menos momentáneamente, la maquinaria de producción de la ciudad máquina, el ritmo frenético del capitalismo y su colonización de la vida y la subjetividad.

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ESCUCHAR ES VOLUNTAD

La ciudad se expresa como auralidad. Lo que se escucha es un tremor, una marcha constante de fricciones, de sonidos descritos amorosamente por la poesía futurista desde el inicio del siglo XX. ¡Dios vehemente de una raza de acero, automóvil ebrio de espacio, que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes! La oda maquínica del poeta Marinetti nos parece a la luz del tiempo un presagio funesto. Las ciudades son la expresión de ese motor incesante producto de las máquinas y de la vida moderna, y ahora más que nunca de la ciudad neoliberal. Ese mar de ritmos y frecuencias se vuelve ensordecedor. Se trata de una disonancia que no es música o ruido, está atravesada por una agresividad en donde el otro es anulado. Máquinas y humanos compiten por ejercer el poder de callar al otro, de enmudecerlo por medio de un sonido aún más agresivo y apabullante. En el tercer mundo una mezcla de organización y caos domina los entornos urbanos y su sociabilidad. El resultado son ciudades desiguales; es decir, el territorio está segmentado por la clase social. Las consecuencias de esta lógica espacial son profundas alteraciones urbanísticas y diferentes formas de exclusión social. El paisaje sonoro de las urbes adquiere una dimensión política. En medio del marasmo, la escucha se vuelve un acto comunicativo, y por ello la necesidad de silencio, más no sólo como introspección, sino como la manera en que el otro está presente. Podemos pensar al silencio como compuesto de intensidades, expulsando la dicotomía entre ruido y silencio. A través de este acto logramos parar, al menos momentáneamente, la maquinaria de producción de la ciudad máquina, el ritmo frenético del capitalismo y su colonización de la vida y la subjetividad.

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En Escuchar es voluntad, Israel Martínez explora a través de cuatro instalaciones y dos textiles aspectos particulares del sonido, o mejor dicho de la auralidad y su dimensión política y, por tanto, material y carnal. La escucha, para el artista, nace en el cuerpo, en las entrañas, es a la vez individual y colectiva, forma parte del mundo de la intimidad al mismo tiempo que del ámbito de lo público. En las obras presentadas, la auralidad no es producto de un ejercicio documental, de un retrato del grito y del rumor de la protesta social. En su conjunto, buscan construir una atmósfera, un espacio de experiencia y artificio para abismar la cotidianidad del sonido. Las obras desarrolladas por el artista en este último año abrevan y dialogan con el espacio de exhibición. Al mismo tiempo, son producto de múltiples colaboraciones con otros agentes. La colaboración en este caso fungió como un principio de trabajo, dejarse influir por otro, modificar, rectificar, negociar, distanciarse, volver, discutir, encontrar sentidos no contemplados, cambiar la ruta. Por su parte, la interacción con el espacio no sólo ocurre en términos arquitectónicos, sino a partir de la historia pasada y futura del recinto, al tiempo que de su enclave contextual. Uno de los ejes urbanísticos determinantes del Ex Teresa es el Zócalo de la Ciudad de México, el kilómetro cero, el lugar emblemático de la protesta social donde se convoca a los poderes de la nación y de la historia. La plancha de la plaza es donde todos los gritos y reclamos han sido contenidos por el cuadrante de edificios que la rodean. Sin embargo, mientras unos gritan una demanda, claman por justicia, hambre o rabia, otros callan, se revulsan ante esos gritos, clausuran cualquier posibilidad de empatía, solidaridad y, finalmente, de escucha. El Centro Histórico es uno de los territorios que fungen como una caja de resonancia, al mismo tiempo que sus piedras y monumentos albergan la memoria del pasado y la posibilidad de futuro. En este contenedor se desarrolla la exposición Escuchar es voluntad. El título sigue a una de las primeras piezas, realizada en colaboración con Emicel Guillén, a la que se enfrenta el espectador al arribar al museo. La fachada barroca del antiguo templo de Santa Teresa alberga una lona con la leyenda “Escuchar es voluntad” flanqueada por dos bocinas trompeta silenciadas. Esta obra interviene el espacio de exhibición implantando la posibilidad de un vínculo entre un afuera y un adentro, así como la latencia aural de las bocinas. Busca compeler al espectador a asumir una responsabilidad y al mismo tiempo un deseo. La voluntad comunicativa no aparece solamente como el diálogo sino como la intención activa de escuchar. La escucha en este caso es un acto, implica una intencionalidad y una apertura hacia el otro.

La nave central del recinto y el altar principal tienen en común abrir un espacio de contemplación por medio de la voz como una de las manifestaciones más potentes del sonido. En la pieza Flujo (2020), realizada en colaboración con la compositora Elisa Schmelkes, Martínez despliega cinco videos de riachuelos en donde vemos el agua correr. El agua corre hacia el norte, proveniente de los poblados de San Agustín Etla y San Baltazar Guelavila, Oaxaca. Son al mismo tiempo una metáfora de la economía del libre mercado y de la apuesta por la resistencia y vida comunitaria, modelos sociales opuestos. La pieza es de manera contradictoria una obra coral, una plegaria, una letanía y un manifiesto. Se trata de un canto desesperado ante todo aquello que ha quedado clausurado por la codicia de unos pocos y el sufrimiento de la mayoría. Es también un manifiesto en la medida en que se coloca en la posición de una demanda en donde hay todavía un futuro posible. Se trata de una plegaria laica ante la voracidad del presente, ante la aparente carencia de opciones políticas y económicas que permitan la redistribución de la riqueza. Entrar en ese canto de múltiples voces es participar activamente de la plegaria, de un momento de sustracción del presente. Esta obra es la antesala de otras piezas que convocan de diferente manera a la noción de modulación, a diferentes momentos y posibilidades de escucha. Mientras que Flujo plantea una actitud contemplativa, la pieza Bestias (2020), creada en colaboración con los artistas Edgardo González y Bárbara Lázara, apunta a una experiencia muy distinta. Las voces de Edgardo González, vocalista del famoso grupo de death metal mexicano Cenotaph, y Bárbara Lázara, artista vocal, establecen una conversación desde el sonido que sale de la garganta, la entraña, el piso pélvico, el estómago. Los pulmones explotan y emiten un sonido casi animal, en donde la interacción entre ambos genera una saturación inmaterial del espacio. Sólo podemos escuchar los gritos que nos arropan y nos expulsan simultáneamente. En estos sonidos aparece la memoria de la música, de la contracultura, del death metal, de la improvisación libre, como la representación de un malestar, y, simultáneamente, la apertura del sonido mediante una voz grave que se expande y resuena en nuestro esqueleto —nuestra propia bóveda— y en la cúpula de la capilla de Nuestro Señor de Santa Teresa. La memoria de la música underground está presente también en una de las piezas textiles. Esta memoria no es una reflexión abstracta, sino que parte de la propia experiencia de vida del artista y su pertenencia al movimiento punk en Guadalajara. La obra Punks

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En Escuchar es voluntad, Israel Martínez explora a través de cuatro instalaciones y dos textiles aspectos particulares del sonido, o mejor dicho de la auralidad y su dimensión política y, por tanto, material y carnal. La escucha, para el artista, nace en el cuerpo, en las entrañas, es a la vez individual y colectiva, forma parte del mundo de la intimidad al mismo tiempo que del ámbito de lo público. En las obras presentadas, la auralidad no es producto de un ejercicio documental, de un retrato del grito y del rumor de la protesta social. En su conjunto, buscan construir una atmósfera, un espacio de experiencia y artificio para abismar la cotidianidad del sonido. Las obras desarrolladas por el artista en este último año abrevan y dialogan con el espacio de exhibición. Al mismo tiempo, son producto de múltiples colaboraciones con otros agentes. La colaboración en este caso fungió como un principio de trabajo, dejarse influir por otro, modificar, rectificar, negociar, distanciarse, volver, discutir, encontrar sentidos no contemplados, cambiar la ruta. Por su parte, la interacción con el espacio no sólo ocurre en términos arquitectónicos, sino a partir de la historia pasada y futura del recinto, al tiempo que de su enclave contextual. Uno de los ejes urbanísticos determinantes del Ex Teresa es el Zócalo de la Ciudad de México, el kilómetro cero, el lugar emblemático de la protesta social donde se convoca a los poderes de la nación y de la historia. La plancha de la plaza es donde todos los gritos y reclamos han sido contenidos por el cuadrante de edificios que la rodean. Sin embargo, mientras unos gritan una demanda, claman por justicia, hambre o rabia, otros callan, se revulsan ante esos gritos, clausuran cualquier posibilidad de empatía, solidaridad y, finalmente, de escucha. El Centro Histórico es uno de los territorios que fungen como una caja de resonancia, al mismo tiempo que sus piedras y monumentos albergan la memoria del pasado y la posibilidad de futuro. En este contenedor se desarrolla la exposición Escuchar es voluntad. El título sigue a una de las primeras piezas, realizada en colaboración con Emicel Guillén, a la que se enfrenta el espectador al arribar al museo. La fachada barroca del antiguo templo de Santa Teresa alberga una lona con la leyenda “Escuchar es voluntad” flanqueada por dos bocinas trompeta silenciadas. Esta obra interviene el espacio de exhibición implantando la posibilidad de un vínculo entre un afuera y un adentro, así como la latencia aural de las bocinas. Busca compeler al espectador a asumir una responsabilidad y al mismo tiempo un deseo. La voluntad comunicativa no aparece solamente como el diálogo sino como la intención activa de escuchar. La escucha en este caso es un acto, implica una intencionalidad y una apertura hacia el otro.

La nave central del recinto y el altar principal tienen en común abrir un espacio de contemplación por medio de la voz como una de las manifestaciones más potentes del sonido. En la pieza Flujo (2020), realizada en colaboración con la compositora Elisa Schmelkes, Martínez despliega cinco videos de riachuelos en donde vemos el agua correr. El agua corre hacia el norte, proveniente de los poblados de San Agustín Etla y San Baltazar Guelavila, Oaxaca. Son al mismo tiempo una metáfora de la economía del libre mercado y de la apuesta por la resistencia y vida comunitaria, modelos sociales opuestos. La pieza es de manera contradictoria una obra coral, una plegaria, una letanía y un manifiesto. Se trata de un canto desesperado ante todo aquello que ha quedado clausurado por la codicia de unos pocos y el sufrimiento de la mayoría. Es también un manifiesto en la medida en que se coloca en la posición de una demanda en donde hay todavía un futuro posible. Se trata de una plegaria laica ante la voracidad del presente, ante la aparente carencia de opciones políticas y económicas que permitan la redistribución de la riqueza. Entrar en ese canto de múltiples voces es participar activamente de la plegaria, de un momento de sustracción del presente. Esta obra es la antesala de otras piezas que convocan de diferente manera a la noción de modulación, a diferentes momentos y posibilidades de escucha. Mientras que Flujo plantea una actitud contemplativa, la pieza Bestias (2020), creada en colaboración con los artistas Edgardo González y Bárbara Lázara, apunta a una experiencia muy distinta. Las voces de Edgardo González, vocalista del famoso grupo de death metal mexicano Cenotaph, y Bárbara Lázara, artista vocal, establecen una conversación desde el sonido que sale de la garganta, la entraña, el piso pélvico, el estómago. Los pulmones explotan y emiten un sonido casi animal, en donde la interacción entre ambos genera una saturación inmaterial del espacio. Sólo podemos escuchar los gritos que nos arropan y nos expulsan simultáneamente. En estos sonidos aparece la memoria de la música, de la contracultura, del death metal, de la improvisación libre, como la representación de un malestar, y, simultáneamente, la apertura del sonido mediante una voz grave que se expande y resuena en nuestro esqueleto —nuestra propia bóveda— y en la cúpula de la capilla de Nuestro Señor de Santa Teresa. La memoria de la música underground está presente también en una de las piezas textiles. Esta memoria no es una reflexión abstracta, sino que parte de la propia experiencia de vida del artista y su pertenencia al movimiento punk en Guadalajara. La obra Punks

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contra el sistema (2016) es un gobelino con la imagen de una tocada punk en los años 80 hecho a partir de la fotocopia de una fotografía de época. Evoca el fracaso de las alternativas radicales, pero lo hace sin nostalgia. En el textil, el recuerdo de exacerbación juvenil aparece como un entramado de contradicciones, una urdimbre en donde no todo pasado fue mejor. El segundo gobelino sigue la misma lógica de producción, el ejercicio de traducción es realizado a partir de la fotocopia de una hoja mecanografiada y arrugada. Este tiempo (2020), a la manera de una obra de poesía concreta, plantea un manifiesto personal y estético que pugna por desacelerar y detenerse para poder escuchar lo que está sucediendo alrededor nuestro. Ambos gobelinos sitúan momentos de vida muy distintos, pero nos incitan a pensar sobre las posibilidades de transformación en el ahora. En las modulaciones que plantean las piezas, el momento final del recorrido pone de manifiesto al susurro como estrategia. Se trata de una pieza sonora diseñada para un solo escucha. Un relato personal que oímos en la penumbra. Cruce (2020) nos propone un cambio de juego, introducir la sonoridad de la literatura. Intenta ofrecer un espacio de recogimiento donde estamos solos, completamente solos con dos voces que nos describen sonoramente un encuentro con otro, un paisaje sonoro cuyo núcleo de conducción es la voz. Un texto escrito para ser escuchado a dos voces. La literatura aparece inscrita en el espectro de lo sonoro. De esta manera, ya sea a través de la escucha colectiva o individual, del monólogo interior, de la apertura hacia el otro; el sigilo, el susurro, el grito y el silencio emergen como las vías para encontrar un camino en el laberinto de la compleja y cruenta situación en la que se encuentra el mundo. No solamente aparecen como el paso previo al diálogo, sino que son las pausas en medio de lo que decimos, de lo que pensamos, lo que permite estar frente a un otro. ¿Cómo detener el tiempo para poder escuchar, cómo detener el tiempo acelerado al que hemos sido arrojados? Es la pregunta que es lanzada como un lanzallamas. El sigilo y el recogimiento no son el paraíso, ni tampoco la liberación o un presagio aterrador de la ausencia de alternativas colectivas y políticas. Son vías para habitar, por momentos, un mundo compartido, y no solamente el mundo del yo capitalista que niega la existencia del otro. Amanda de la Garza

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LA SALVACIÓN NO ES PARA TODAS Conversación con la activista Jorge Tadeo Vargas Israel Martínez Noviembre 2019

¿Cuáles son tus labores actualmente? Soy profesora en una escuela de educación media superior y colaboro en un colectivo de activistas / investigadoras en temas relacionados con problemáticas de justicia socio-ecológica. Además escribo tanto ficción como no ficción, ensayos, columnas de opinión, etc.

¿Qué es un o una activista? ¿Qué hace, qué le diferencia de los clicktivistas, de quienes hacemos comentarios sociales y políticos desde el arte, o la academia, o de la misma gente que está volcada publicando demandas todo el día en sus redes sociales? Hay que entender que existen distintos tipos de activismos o activistas como tal. Yo podría definir cuatro. Las primeras son aquellas a las que yo llamo activistas profesionales, es decir, las que trabajan en una ONG y reciben un sueldo por hacer su trabajo, que tienen un horario y una agenda definida muchas veces por las agencias y/o fundaciones que les dan el dinero para su trabajo. Las segundas son aquellas que ven las injusticias —aunque no sean afectadas directamente— y se involucran para hacer un cambio sin recibir remunera-

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contra el sistema (2016) es un gobelino con la imagen de una tocada punk en los años 80 hecho a partir de la fotocopia de una fotografía de época. Evoca el fracaso de las alternativas radicales, pero lo hace sin nostalgia. En el textil, el recuerdo de exacerbación juvenil aparece como un entramado de contradicciones, una urdimbre en donde no todo pasado fue mejor. El segundo gobelino sigue la misma lógica de producción, el ejercicio de traducción es realizado a partir de la fotocopia de una hoja mecanografiada y arrugada. Este tiempo (2020), a la manera de una obra de poesía concreta, plantea un manifiesto personal y estético que pugna por desacelerar y detenerse para poder escuchar lo que está sucediendo alrededor nuestro. Ambos gobelinos sitúan momentos de vida muy distintos, pero nos incitan a pensar sobre las posibilidades de transformación en el ahora. En las modulaciones que plantean las piezas, el momento final del recorrido pone de manifiesto al susurro como estrategia. Se trata de una pieza sonora diseñada para un solo escucha. Un relato personal que oímos en la penumbra. Cruce (2020) nos propone un cambio de juego, introducir la sonoridad de la literatura. Intenta ofrecer un espacio de recogimiento donde estamos solos, completamente solos con dos voces que nos describen sonoramente un encuentro con otro, un paisaje sonoro cuyo núcleo de conducción es la voz. Un texto escrito para ser escuchado a dos voces. La literatura aparece inscrita en el espectro de lo sonoro. De esta manera, ya sea a través de la escucha colectiva o individual, del monólogo interior, de la apertura hacia el otro; el sigilo, el susurro, el grito y el silencio emergen como las vías para encontrar un camino en el laberinto de la compleja y cruenta situación en la que se encuentra el mundo. No solamente aparecen como el paso previo al diálogo, sino que son las pausas en medio de lo que decimos, de lo que pensamos, lo que permite estar frente a un otro. ¿Cómo detener el tiempo para poder escuchar, cómo detener el tiempo acelerado al que hemos sido arrojados? Es la pregunta que es lanzada como un lanzallamas. El sigilo y el recogimiento no son el paraíso, ni tampoco la liberación o un presagio aterrador de la ausencia de alternativas colectivas y políticas. Son vías para habitar, por momentos, un mundo compartido, y no solamente el mundo del yo capitalista que niega la existencia del otro. Amanda de la Garza

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LA SALVACIÓN NO ES PARA TODAS Conversación con la activista Jorge Tadeo Vargas Israel Martínez Noviembre 2019

¿Cuáles son tus labores actualmente? Soy profesora en una escuela de educación media superior y colaboro en un colectivo de activistas / investigadoras en temas relacionados con problemáticas de justicia socio-ecológica. Además escribo tanto ficción como no ficción, ensayos, columnas de opinión, etc.

¿Qué es un o una activista? ¿Qué hace, qué le diferencia de los clicktivistas, de quienes hacemos comentarios sociales y políticos desde el arte, o la academia, o de la misma gente que está volcada publicando demandas todo el día en sus redes sociales? Hay que entender que existen distintos tipos de activismos o activistas como tal. Yo podría definir cuatro. Las primeras son aquellas a las que yo llamo activistas profesionales, es decir, las que trabajan en una ONG y reciben un sueldo por hacer su trabajo, que tienen un horario y una agenda definida muchas veces por las agencias y/o fundaciones que les dan el dinero para su trabajo. Las segundas son aquellas que ven las injusticias —aunque no sean afectadas directamente— y se involucran para hacer un cambio sin recibir remunera-

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ción, usando su tiempo libre, difundiendo las resistencias. Las terceras son aquellas que al ser afectadas por algún megaproyecto, la desaparición de un ser querido, etc., entran al activismo para defender su territorio o encontrar a esa persona que desapareció y que saben que fue el propio sistema. La cuarta es la ciudadana común que de cierta forma con el boom de las redes sociales apoya —no siempre de la manera correcta— el trabajo de todas las activistas antes mencionadas. Lo que una activista busca es cambiar las formas en que desde el propio sistema se están haciendo las cosas y, aunque se puede pensar que incluso la gente de Provida es activista, creo que es importante recalcar que todas aquellas que se movilizan por mantener el sistema igual no hacen activismo. El clicktivismo es una manera de hacer activismo, una forma —muy cómoda eso sí— de involucrarse hasta donde sus propias limitaciones lo permiten. La trampa del sistema con este tipo de activismo es que de pronto nos hace pensar que estamos haciendo todo lo que podemos y caemos en una especie de impasse o de comodidad, que al final resulta contraproducente pues nos inmoviliza; aunque cabe recordar que todas las luchas de la década pasada e inicio de ésta iniciaron desde el clicktivismo, como la Primavera Árabe, por mencionar un solo ejemplo. El arte es útil para difundir un mensaje de lucha y resistencia. Yo diría que tan útil como lo que ofrece la academia con los datos duros. Se es una activista desde la creación artística o desde la academia, pues son fundamentales para la lucha. Esto es un hecho histórico.

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¿Crees que en México vivimos un rezago en cuanto a temas urgentes de escala mundial, quizá por tener que resolver atropellos elementales de nuestros gobiernos y empresarios? ¡Por supuesto! Pero no sólo México, es un mal de todo el Sur Global. Vivimos una ausencia de Estado, o un Estado servil a los intereses del mercado, con lo que nos mantiene en una situación de vulnerabilidad que no permite que nos ocupemos más que de lo inmediato, y lo inmediato es la supervivencia; esto no sólo desde la lógica de las resistencias para la defensa del territorio, esto se da en todos los niveles: desde las ciudadanas que buscan sobrevivir al día a día en trabajos de miseria, el desempleo que arroja más cifras de empleo informal (que no es sino otra forma de mantener a las personas a raya); la inseguridad que es todo un tema que se va desmenuzando en lo que vivimos día a día por “la violencia común”, hasta la producida por este narco-estado en complicidad con las corporaciones, y claro, la propia inseguridad dirigida a las activistas por sus acciones de defensa y resistencia. Habrá que recordar que México, además de todo lo que tenemos encima, es el país latinoamericano donde se inauguró la forma más salvaje del capitalismo neoliberal con los tratados de libre comercio, y esto trajo todo un rezago en muchos temas que con el avance de estas políticas no han hecho más que aumentar.

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ción, usando su tiempo libre, difundiendo las resistencias. Las terceras son aquellas que al ser afectadas por algún megaproyecto, la desaparición de un ser querido, etc., entran al activismo para defender su territorio o encontrar a esa persona que desapareció y que saben que fue el propio sistema. La cuarta es la ciudadana común que de cierta forma con el boom de las redes sociales apoya —no siempre de la manera correcta— el trabajo de todas las activistas antes mencionadas. Lo que una activista busca es cambiar las formas en que desde el propio sistema se están haciendo las cosas y, aunque se puede pensar que incluso la gente de Provida es activista, creo que es importante recalcar que todas aquellas que se movilizan por mantener el sistema igual no hacen activismo. El clicktivismo es una manera de hacer activismo, una forma —muy cómoda eso sí— de involucrarse hasta donde sus propias limitaciones lo permiten. La trampa del sistema con este tipo de activismo es que de pronto nos hace pensar que estamos haciendo todo lo que podemos y caemos en una especie de impasse o de comodidad, que al final resulta contraproducente pues nos inmoviliza; aunque cabe recordar que todas las luchas de la década pasada e inicio de ésta iniciaron desde el clicktivismo, como la Primavera Árabe, por mencionar un solo ejemplo. El arte es útil para difundir un mensaje de lucha y resistencia. Yo diría que tan útil como lo que ofrece la academia con los datos duros. Se es una activista desde la creación artística o desde la academia, pues son fundamentales para la lucha. Esto es un hecho histórico.

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¿Crees que en México vivimos un rezago en cuanto a temas urgentes de escala mundial, quizá por tener que resolver atropellos elementales de nuestros gobiernos y empresarios? ¡Por supuesto! Pero no sólo México, es un mal de todo el Sur Global. Vivimos una ausencia de Estado, o un Estado servil a los intereses del mercado, con lo que nos mantiene en una situación de vulnerabilidad que no permite que nos ocupemos más que de lo inmediato, y lo inmediato es la supervivencia; esto no sólo desde la lógica de las resistencias para la defensa del territorio, esto se da en todos los niveles: desde las ciudadanas que buscan sobrevivir al día a día en trabajos de miseria, el desempleo que arroja más cifras de empleo informal (que no es sino otra forma de mantener a las personas a raya); la inseguridad que es todo un tema que se va desmenuzando en lo que vivimos día a día por “la violencia común”, hasta la producida por este narco-estado en complicidad con las corporaciones, y claro, la propia inseguridad dirigida a las activistas por sus acciones de defensa y resistencia. Habrá que recordar que México, además de todo lo que tenemos encima, es el país latinoamericano donde se inauguró la forma más salvaje del capitalismo neoliberal con los tratados de libre comercio, y esto trajo todo un rezago en muchos temas que con el avance de estas políticas no han hecho más que aumentar.

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Y ahora parece que se lleva a cabo una reconfiguración “mundial”. “Mundial” pero orquestada por y únicamente a beneficio de algunos países como Estados Unidos, Canadá, China y la región de Europa Central y del Norte, en la que supuestamente vendrá una economía para revertir el cambio climático y “humanizar” al individuo, para “mejorar las condiciones del planeta”. Conceptos o proyectos como la Tercera Revolución Industrial y el Green New Deal comienzan a develarse públicamente. ¿Cuál es tu opinión?¿En dónde quedarán América Latina y África, por ejemplo, en esto? Siento que estos proyectos son nuevamente para las naciones que siempre han explotado todo. Jello Biafra (político de izquierda, activista y ex cantante de la banda punk Dead Kennedys) mencionó en las manifestaciones contra la OMC en 1999 que nos estábamos acercando peligrosamente a un neo-feudalismo y fue bastante profético en eso. Los gobiernos del Norte Global han encontrado en la crisis climática el mejor pretexto para reprimir aún más al Sur Global, y uso la palabra “reprimir” pues todos los proyectos extractivos se basan en la represión a los pueblos, a las comunidades. El Green New Deal y esto que llaman la Tercera Revolución Industrial van en ese camino; hablan de descarbonizar al planeta para llevarlo a emisiones cero, pero no hablan de dónde se van a extraer los recursos para ello. Lo sabemos: América Latina, África e incluso la Europa del Sur, se convertirán en grandes zonas/regiones de sacrificio para que los países del Norte mantengan su nivel de vida, eso sí, muy maquillado todo “de verde”.

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Lamentablemente estos proyectos tienen la aprobación de intelectuales e investigadores que antes eran aliados de las luchas del Sur, pero que ahora con el inminente colapso al que nos enfrentamos buscan cómo mantener su nivel de vida. El futuro que se presenta es como lo menciona Biafra, muy similar al feudalismo, sólo que con las corporaciones transnacionales haciendo el papel de la Iglesia, y los países con sus propios feudos a defender, mientras que la población que en este momento ya es vulnerada por el sistema estará en una situación más dramática. Cuando el Green New Deal plantea su plan para descarbonizar, deja fuera las miles de toneladas de minerales y metales que se necesitan para que sus granjas de energía solar o sus parques eólicos funcionen, además de todos los residuos que generan. De nuevo los países del Sur seguirán al servicio de los del Norte.

¿En dónde se encuentra México en estos temas, sobre todo en torno al extractivismo? ¡Uy! En el peor lugar. Más de la mitad del territorio ha sido concesionado a proyectos mineros, hemos perdido más de la mitad de nuestros bosques, los mares privatizados para el turismo; cada vez más proyectos extractivos se ponen en marcha: un gobierno que, a pesar de presumir incluso el fin del neoliberalismo, está al servicio de las instituciones financieras internacionales y las corporaciones; la violencia en todos sus tipos no termina, al contrario, va en aumento, este narco-estado se posiciona a nivel local y esto no parece tener fin. México ha sido el laboratorio para muchos de los proyectos neoliberales y tal parece que en este momento

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Y ahora parece que se lleva a cabo una reconfiguración “mundial”. “Mundial” pero orquestada por y únicamente a beneficio de algunos países como Estados Unidos, Canadá, China y la región de Europa Central y del Norte, en la que supuestamente vendrá una economía para revertir el cambio climático y “humanizar” al individuo, para “mejorar las condiciones del planeta”. Conceptos o proyectos como la Tercera Revolución Industrial y el Green New Deal comienzan a develarse públicamente. ¿Cuál es tu opinión?¿En dónde quedarán América Latina y África, por ejemplo, en esto? Siento que estos proyectos son nuevamente para las naciones que siempre han explotado todo. Jello Biafra (político de izquierda, activista y ex cantante de la banda punk Dead Kennedys) mencionó en las manifestaciones contra la OMC en 1999 que nos estábamos acercando peligrosamente a un neo-feudalismo y fue bastante profético en eso. Los gobiernos del Norte Global han encontrado en la crisis climática el mejor pretexto para reprimir aún más al Sur Global, y uso la palabra “reprimir” pues todos los proyectos extractivos se basan en la represión a los pueblos, a las comunidades. El Green New Deal y esto que llaman la Tercera Revolución Industrial van en ese camino; hablan de descarbonizar al planeta para llevarlo a emisiones cero, pero no hablan de dónde se van a extraer los recursos para ello. Lo sabemos: América Latina, África e incluso la Europa del Sur, se convertirán en grandes zonas/regiones de sacrificio para que los países del Norte mantengan su nivel de vida, eso sí, muy maquillado todo “de verde”.

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Lamentablemente estos proyectos tienen la aprobación de intelectuales e investigadores que antes eran aliados de las luchas del Sur, pero que ahora con el inminente colapso al que nos enfrentamos buscan cómo mantener su nivel de vida. El futuro que se presenta es como lo menciona Biafra, muy similar al feudalismo, sólo que con las corporaciones transnacionales haciendo el papel de la Iglesia, y los países con sus propios feudos a defender, mientras que la población que en este momento ya es vulnerada por el sistema estará en una situación más dramática. Cuando el Green New Deal plantea su plan para descarbonizar, deja fuera las miles de toneladas de minerales y metales que se necesitan para que sus granjas de energía solar o sus parques eólicos funcionen, además de todos los residuos que generan. De nuevo los países del Sur seguirán al servicio de los del Norte.

¿En dónde se encuentra México en estos temas, sobre todo en torno al extractivismo? ¡Uy! En el peor lugar. Más de la mitad del territorio ha sido concesionado a proyectos mineros, hemos perdido más de la mitad de nuestros bosques, los mares privatizados para el turismo; cada vez más proyectos extractivos se ponen en marcha: un gobierno que, a pesar de presumir incluso el fin del neoliberalismo, está al servicio de las instituciones financieras internacionales y las corporaciones; la violencia en todos sus tipos no termina, al contrario, va en aumento, este narco-estado se posiciona a nivel local y esto no parece tener fin. México ha sido el laboratorio para muchos de los proyectos neoliberales y tal parece que en este momento

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la mutación de este capitalismo salvaje se está dando también aquí; tenemos las zonas de sacrificio más devastadas del mundo, como es el Salto en Jalisco y la región Tula-Apaxco en Hidalgo y Estado de México, en estas dos regiones el genocidio ambiental —del que poco se habla— es superior a las muertes por el crimen organizado y, sin embargo, la tendencia extractivista se mantiene. Existen resistencias, como en todo el mundo, son el termómetro para ver hacia dónde nos dirigimos, pero no son suficientes. Por un proyecto extractivo que se detiene, aparecen dos o varios más. La criminalización, los asesinatos de activistas y la represión están a la orden del día. Lamentablemente en los últimos 25 años, con la entrada en vigor del TLCAN, el país ha permanecido en un bache para la población de la cual no se ve muy claro cómo salir; lo único que es claro es que esto no se dará desde arriba, sino desde las propias comunidades.

¿Qué podemos hacer nosotros, nosotras? Como individuos, ¿qué toca hacer? La pregunta más complicada de todas. Esta pregunta sobre el quehacer —aunque no se haga con esa intención, y aparece mucho en foros, conferencias, etc.— tiene una trampa, o al menos muchas veces se percibe así, por una razón: el sistema trata de culpabilizarnos, trata de decir que también somos responsables por lo que pasa, y tiene razón, sólo que existe una responsabilidad diferenciada: no somos todas igual de culpables. Es decir, la ciudadana común no está al mismo nivel de culpabilidad que las corporaciones o los gobiernos, por lo tanto, el quehacer debe ser diferenciado.

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A nosotras nos toca ejercer otras formas de convivencia, de identificar lo que nos está afectando y sacarlo hasta donde se pueda de nuestras acciones diarias, como colectivo y como individuo. Apostar por el apoyo mutuo es importante, buscar esa conexión entre vecinos, entre afines; tomar las calles como está pasando de nuevo en todo el mundo y aprovechar esas coyunturas para el cambio de raíz. No hay una receta de qué hacer, eso se define a la hora de actuar; lo que es importante es tener en cuenta quiénes son los culpables y quiénes son nuestras compañeras, con esto el apoyo mutuo y la colectividad se va dando. Cuestionar el modelo de producción-consumo que mantiene este sistema de clases es un paso muy importante, pero cuando digo cuestionarlo no es sólo hacer una crítica sino salir todo lo que sea posible de él: apostar por la economía local, tejer redes en corto, recuperar aquel concepto que la mercadotecnia nos robó de “piensa global, actúa local”. Soy optimista con respecto a lo que nos espera, lo más optimista que se puede frente al colapso civilizatorio que se avecina, y lo soy justamente porque veo que poco a poco podemos ir avanzando hacia una comunalidad, aunque todo se vea oscuro.

Creo que por más que separes tu basura, moderes tus consumos, usos y reúsos, que transites en bicicleta o camines, y siembres unos cuantos árboles, poco o nada va a cambiar en términos sustanciales. Supongo que la comunalidad, la expresión colectiva, clara, fuerte, es la vía para exigir que se detenga la operación atroz de los

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la mutación de este capitalismo salvaje se está dando también aquí; tenemos las zonas de sacrificio más devastadas del mundo, como es el Salto en Jalisco y la región Tula-Apaxco en Hidalgo y Estado de México, en estas dos regiones el genocidio ambiental —del que poco se habla— es superior a las muertes por el crimen organizado y, sin embargo, la tendencia extractivista se mantiene. Existen resistencias, como en todo el mundo, son el termómetro para ver hacia dónde nos dirigimos, pero no son suficientes. Por un proyecto extractivo que se detiene, aparecen dos o varios más. La criminalización, los asesinatos de activistas y la represión están a la orden del día. Lamentablemente en los últimos 25 años, con la entrada en vigor del TLCAN, el país ha permanecido en un bache para la población de la cual no se ve muy claro cómo salir; lo único que es claro es que esto no se dará desde arriba, sino desde las propias comunidades.

¿Qué podemos hacer nosotros, nosotras? Como individuos, ¿qué toca hacer? La pregunta más complicada de todas. Esta pregunta sobre el quehacer —aunque no se haga con esa intención, y aparece mucho en foros, conferencias, etc.— tiene una trampa, o al menos muchas veces se percibe así, por una razón: el sistema trata de culpabilizarnos, trata de decir que también somos responsables por lo que pasa, y tiene razón, sólo que existe una responsabilidad diferenciada: no somos todas igual de culpables. Es decir, la ciudadana común no está al mismo nivel de culpabilidad que las corporaciones o los gobiernos, por lo tanto, el quehacer debe ser diferenciado.

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A nosotras nos toca ejercer otras formas de convivencia, de identificar lo que nos está afectando y sacarlo hasta donde se pueda de nuestras acciones diarias, como colectivo y como individuo. Apostar por el apoyo mutuo es importante, buscar esa conexión entre vecinos, entre afines; tomar las calles como está pasando de nuevo en todo el mundo y aprovechar esas coyunturas para el cambio de raíz. No hay una receta de qué hacer, eso se define a la hora de actuar; lo que es importante es tener en cuenta quiénes son los culpables y quiénes son nuestras compañeras, con esto el apoyo mutuo y la colectividad se va dando. Cuestionar el modelo de producción-consumo que mantiene este sistema de clases es un paso muy importante, pero cuando digo cuestionarlo no es sólo hacer una crítica sino salir todo lo que sea posible de él: apostar por la economía local, tejer redes en corto, recuperar aquel concepto que la mercadotecnia nos robó de “piensa global, actúa local”. Soy optimista con respecto a lo que nos espera, lo más optimista que se puede frente al colapso civilizatorio que se avecina, y lo soy justamente porque veo que poco a poco podemos ir avanzando hacia una comunalidad, aunque todo se vea oscuro.

Creo que por más que separes tu basura, moderes tus consumos, usos y reúsos, que transites en bicicleta o camines, y siembres unos cuantos árboles, poco o nada va a cambiar en términos sustanciales. Supongo que la comunalidad, la expresión colectiva, clara, fuerte, es la vía para exigir que se detenga la operación atroz de los

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corporativos y los países que están al mando de esta explotación o extracción, ¿hace sentido? Completamente. Aquí vale la pena mencionar uno de los mantras del decrecimiento y de la ecología social que hablan de que tenemos que ir una comunidad a la vez, aunque todas se organicen al mismo tiempo. Necesitamos detener el extractivismo que sustenta al modelo de producción-consumo que busca dominar y mantener el poder en una clase, mientras la otra paga junto a la naturaleza los costos socio-ecológicos. Para esto tenemos que entender que las luchas son locales con un impacto global, pero al final son locales y cuando hablo de locales no me refiero a un país, sino por territorios. Las comunidades deben de organizarse por territorio, no sólo para resistir sino para construir sus alternativas, claro, sin perder de vista el apoyo global y la red de acción. Pienso que uno de los errores que cometemos es olvidar la diversidad de los países y tratar de homogeneizar las resistencias. Esto nos lleva muchas veces a perder terreno ganado en las luchas. El enemigo es el mismo: las corporaciones y sus gobiernos cómplices, y actuar sobre ellos desde la diversidad es lo que nos puede dar esa comunalidad y colectividad que necesitamos.

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¿Qué sonidos, filmes, libros, u otros intereses culturales, acompañan tus días de reflexión y acción? ¿Eres también una exploradora de la gastronomía, cierto? Me gusta presumir que soy panadera artesanal pero en realidad soy panadera casera, me gusta hacer pan en casa, para la familia y amigas. El arte, la cultura contestataria, son fundamentales para mí y pienso que deben serlo para todas las resistencias. Está en la historia: todas las revueltas populares tienen su expresión artística muy bien definida. Provengo de la escena punk de la década de los noventa, que fue posiblemente la más contestataria en el mundo. Las resistencias de ese movimiento (en esos años llamado “altermundista”) fueron musicalizadas en gran parte por el punk y todas sus variantes, así que parte de la música que escucho es esa, sumado a mucho rap político, grunge por supuesto, hardcore. Tengo muy buenas amigas que han sabido mantener su crítica desde el arte, tú por ejemplo, eres una de ellas que sabe que el arte y el activismo van de la mano, que se complementan. En este momento mientras platicamos, en mi reproductor paso de Neil Young a los Public Enemy, además de Anarchus, Doom y Ani Difranco. En cuestión de libros, son muchas las autoras que me llevan a la reflexión: Naomi Klein como un buen hijo bastardo de la Generación X es de mis referentes, aunque esté un poco en desacuerdo con ella en estos días; al igual que Murray Boockchin, Miquel Amoros, en fin, son muchas: la resistencia debe nutrirse del arte y viceversa.

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corporativos y los países que están al mando de esta explotación o extracción, ¿hace sentido? Completamente. Aquí vale la pena mencionar uno de los mantras del decrecimiento y de la ecología social que hablan de que tenemos que ir una comunidad a la vez, aunque todas se organicen al mismo tiempo. Necesitamos detener el extractivismo que sustenta al modelo de producción-consumo que busca dominar y mantener el poder en una clase, mientras la otra paga junto a la naturaleza los costos socio-ecológicos. Para esto tenemos que entender que las luchas son locales con un impacto global, pero al final son locales y cuando hablo de locales no me refiero a un país, sino por territorios. Las comunidades deben de organizarse por territorio, no sólo para resistir sino para construir sus alternativas, claro, sin perder de vista el apoyo global y la red de acción. Pienso que uno de los errores que cometemos es olvidar la diversidad de los países y tratar de homogeneizar las resistencias. Esto nos lleva muchas veces a perder terreno ganado en las luchas. El enemigo es el mismo: las corporaciones y sus gobiernos cómplices, y actuar sobre ellos desde la diversidad es lo que nos puede dar esa comunalidad y colectividad que necesitamos.

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¿Qué sonidos, filmes, libros, u otros intereses culturales, acompañan tus días de reflexión y acción? ¿Eres también una exploradora de la gastronomía, cierto? Me gusta presumir que soy panadera artesanal pero en realidad soy panadera casera, me gusta hacer pan en casa, para la familia y amigas. El arte, la cultura contestataria, son fundamentales para mí y pienso que deben serlo para todas las resistencias. Está en la historia: todas las revueltas populares tienen su expresión artística muy bien definida. Provengo de la escena punk de la década de los noventa, que fue posiblemente la más contestataria en el mundo. Las resistencias de ese movimiento (en esos años llamado “altermundista”) fueron musicalizadas en gran parte por el punk y todas sus variantes, así que parte de la música que escucho es esa, sumado a mucho rap político, grunge por supuesto, hardcore. Tengo muy buenas amigas que han sabido mantener su crítica desde el arte, tú por ejemplo, eres una de ellas que sabe que el arte y el activismo van de la mano, que se complementan. En este momento mientras platicamos, en mi reproductor paso de Neil Young a los Public Enemy, además de Anarchus, Doom y Ani Difranco. En cuestión de libros, son muchas las autoras que me llevan a la reflexión: Naomi Klein como un buen hijo bastardo de la Generación X es de mis referentes, aunque esté un poco en desacuerdo con ella en estos días; al igual que Murray Boockchin, Miquel Amoros, en fin, son muchas: la resistencia debe nutrirse del arte y viceversa.

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Recomiéndanos 5 o 6 o el número que gustes, de discos, para escuchar profundamente, prestarles toda atención y recordar, o reafirmar, que la escucha es un acto poderoso y tremendamente disfrutable. 1 Pearl Jam - Vitalogy 2 Public Enemy - Fear to Black Planet 3 Extreme Noise Terror - In it for Life 4 Rage Against the Machine - Rage Against the Machine 5 Wakrat - Wakrat 6 Beastie Boys - Hot Sauce Committee Part Two 7 Tori Amos - Strange Little Girls 8 Doom - Police Bastard 9 Solución Mortal - Live at Iguanas 10 Political Asylum - Winter 11 The No WTO Combo - From the Battle in Seattle 12 Riot Propaganda - Riot Propaganda 13 Napalm Death - Scum 14 Naked Aggression - March March Along

Nota del entrevistador: El uso de artículos es diferenciado porque no se identifica sólo con un género.

Jorge Tadeo Vargas (Hermosillo, 1973) es anarquista, activista, escritor, biólogo, panadero casero y coordinador de LIDECS, organización social que incide en los marcos regulatorios para el desarrollo comunitario en temas relacionados a sustentabilidad y salud.

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Recomiéndanos 5 o 6 o el número que gustes, de discos, para escuchar profundamente, prestarles toda atención y recordar, o reafirmar, que la escucha es un acto poderoso y tremendamente disfrutable. 1 Pearl Jam - Vitalogy 2 Public Enemy - Fear to Black Planet 3 Extreme Noise Terror - In it for Life 4 Rage Against the Machine - Rage Against the Machine 5 Wakrat - Wakrat 6 Beastie Boys - Hot Sauce Committee Part Two 7 Tori Amos - Strange Little Girls 8 Doom - Police Bastard 9 Solución Mortal - Live at Iguanas 10 Political Asylum - Winter 11 The No WTO Combo - From the Battle in Seattle 12 Riot Propaganda - Riot Propaganda 13 Napalm Death - Scum 14 Naked Aggression - March March Along

Nota del entrevistador: El uso de artículos es diferenciado porque no se identifica sólo con un género.

Jorge Tadeo Vargas (Hermosillo, 1973) es anarquista, activista, escritor, biólogo, panadero casero y coordinador de LIDECS, organización social que incide en los marcos regulatorios para el desarrollo comunitario en temas relacionados a sustentabilidad y salud.

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CRUCE

Me pregunto si las cigarras se escuchan unas a otras y dialogan entre sí, creando ese paisaje auditivo excelso; con timbres y gestualidades sorprendentes, ritmos y pausas de genuina musicalidad; yendo y viniendo, con trayectorias inesperadas, como trazos en respuesta una a otra. Los machos emiten su canto como un llamado de apareamiento. Algunos investigadores dicen que al hacerlo, cubren su tímpano para protegerse de su propia audición. En el coro de las cigarras sólo participan los machos. – Quisiera compartirles algunas historias que fueran incapaces de imaginar, y convencerles de que es razonable querer que lo inimaginable suceda. Historias de transición. Una transformación constante, sin identidad fija, sin dirección fija, sin país. Recuerdo mis años adolescentes y mi temprana juventud, de pretensiones apátridas, o por lo menos, internacionalistas. Sin fronteras. Sin distinciones por género. Todas libres, libertarias y libertinas. Pero lo de hoy es el retorno de los nacionalismos, el conservadurismo y la cerrazón. Una actitud acrítica, binaria y en la eterna espera de caudillos. Lo que hoy yo quisiera transmitirles es un pesimismo optimista. – Dice Trinidad que en los años 70 escuchó el primer disco de Black Sabbath y que fue una experiencia que le marcó de por vida. “Escuchar esa entrada espesa, sepulcral… me hizo pensar que si había una música para panteones era justamente la que

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CRUCE

Me pregunto si las cigarras se escuchan unas a otras y dialogan entre sí, creando ese paisaje auditivo excelso; con timbres y gestualidades sorprendentes, ritmos y pausas de genuina musicalidad; yendo y viniendo, con trayectorias inesperadas, como trazos en respuesta una a otra. Los machos emiten su canto como un llamado de apareamiento. Algunos investigadores dicen que al hacerlo, cubren su tímpano para protegerse de su propia audición. En el coro de las cigarras sólo participan los machos. – Quisiera compartirles algunas historias que fueran incapaces de imaginar, y convencerles de que es razonable querer que lo inimaginable suceda. Historias de transición. Una transformación constante, sin identidad fija, sin dirección fija, sin país. Recuerdo mis años adolescentes y mi temprana juventud, de pretensiones apátridas, o por lo menos, internacionalistas. Sin fronteras. Sin distinciones por género. Todas libres, libertarias y libertinas. Pero lo de hoy es el retorno de los nacionalismos, el conservadurismo y la cerrazón. Una actitud acrítica, binaria y en la eterna espera de caudillos. Lo que hoy yo quisiera transmitirles es un pesimismo optimista. – Dice Trinidad que en los años 70 escuchó el primer disco de Black Sabbath y que fue una experiencia que le marcó de por vida. “Escuchar esa entrada espesa, sepulcral… me hizo pensar que si había una música para panteones era justamente la que

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estaba oyendo. Y después, cuando entró la voz de Ozzy, sentí que me hablaba un muerto”. “Nunca antes había escuchado a un muerto, hasta que oí la voz de Ozzy”. “Desde entonces y por un tiempo, visité varios panteones a eso de las seis de la tarde, hacia la noche, para escuchar a Black Sabbath en mi walkman, mientras miraba el cielo”. – La religión antigua era politeísta. Su deidad más importante era una diosa que se veneraba como la Gran Madre. Su segunda deidad era el dios cornudo, asociado con los animales y la sexualidad, incluyendo la homosexualidad. Estas y otras deidades eran veneradas en el campo, de noche y mediante fiestas, danzas, mascaradas animales, travestismo, orgías sexuales y el uso de drogas alucinógenas. Los actos sensuales estaban en el corazón de la religión antigua, ya que se trataba de una religión mundana de alegría y celebración. Todos los pájaros responden, e incluso su sorprendente silencio responde cuando llegan a callarse. Los signos de los pájaros son más dulces que la pena que ustedes sienten. Son más comprensibles para mi oído que las lenguas que articulan los hombres. Cuando el alma presta oídos a la voz de un pájaro es transportada al otro mundo. El dinero no importará cuando estemos muertos. No podemos resolver una emergencia sin tratarla como una emergencia. No se puede tener cáncer y tomar aspirinas para eliminarlo. Vivimos en una política de paliativos, procrastinando las acciones reales para intentar revertir el desastre, o por lo menos postergarlo. Para escuchar hay que tener la voluntad de hacerlo.

El sonido es transitorio; el sonido es pasajero, migrante. La vetusta dicotomía entre el ruido y el silencio es reflejo de un obsoleto pensamiento binario. Me he masturbado frente a la montaña, desde la montaña. Sin imaginarme un cuerpo. – Gastamos el tiempo en simulacros. Sabemos cuáles son las heridas de muerte y sabemos cómo sanarlas; pero seguimos atados a viejas fórmulas, arcaicas, envenenadas. El antiguo régimen criminaliza toda práctica de cruce. Pero allí donde el cruce es posible, empieza a dibujarse el mapa de una nueva sociedad. Por todas partes se oye el rumor de la batalla entre la permanencia y el cambio. A menudo el cambio se disfraza y en realidad es la permanencia. Nos perderemos para siempre en la noche oscura. Una oscuridad oscurísima. El canto de Ozzy, la música de Black Sabbath. Si la noche nos ha sorprendido, nuestra vista no es la única que tiene la culpa.

Palabras, frases, párrafos: Israel Martínez 2019

David Attenborough Life In the Undergrowth BBC Studios, 2008

Ella se llama como su abuelo y como su abuela. Es ella pero pudo ser él. En cualquier forma, su nombre hubiera sido el mismo.

Paul B. Preciado Un apartamento en Urano Anagrama, 2019

El universo entero cortado en dos y solamente en dos. En este sistema de conocimiento, todo tiene un derecho y un revés. Somos el humano o el animal. El hombre o la mujer. Lo vivo o lo muerto. Somos el colonizador o el colonizado. El organismo o la máquina. La norma nos ha dividido. Cortamos en dos.

Arthur Evans Brujería y contracultura gay Pensaré Cartoneras, 2017

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Pascal Quignard Las lágrimas Sexto Piso, 2019 Naomi Klein On Fire Simon & Schuster, 2019 Luis Felipe Fabre Declaración de las canciones oscuras Sexto Piso, 2019 Pascal Quignard Pequeños tratados I Sexto Piso, 2016

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estaba oyendo. Y después, cuando entró la voz de Ozzy, sentí que me hablaba un muerto”. “Nunca antes había escuchado a un muerto, hasta que oí la voz de Ozzy”. “Desde entonces y por un tiempo, visité varios panteones a eso de las seis de la tarde, hacia la noche, para escuchar a Black Sabbath en mi walkman, mientras miraba el cielo”. – La religión antigua era politeísta. Su deidad más importante era una diosa que se veneraba como la Gran Madre. Su segunda deidad era el dios cornudo, asociado con los animales y la sexualidad, incluyendo la homosexualidad. Estas y otras deidades eran veneradas en el campo, de noche y mediante fiestas, danzas, mascaradas animales, travestismo, orgías sexuales y el uso de drogas alucinógenas. Los actos sensuales estaban en el corazón de la religión antigua, ya que se trataba de una religión mundana de alegría y celebración. Todos los pájaros responden, e incluso su sorprendente silencio responde cuando llegan a callarse. Los signos de los pájaros son más dulces que la pena que ustedes sienten. Son más comprensibles para mi oído que las lenguas que articulan los hombres. Cuando el alma presta oídos a la voz de un pájaro es transportada al otro mundo. El dinero no importará cuando estemos muertos. No podemos resolver una emergencia sin tratarla como una emergencia. No se puede tener cáncer y tomar aspirinas para eliminarlo. Vivimos en una política de paliativos, procrastinando las acciones reales para intentar revertir el desastre, o por lo menos postergarlo. Para escuchar hay que tener la voluntad de hacerlo.

El sonido es transitorio; el sonido es pasajero, migrante. La vetusta dicotomía entre el ruido y el silencio es reflejo de un obsoleto pensamiento binario. Me he masturbado frente a la montaña, desde la montaña. Sin imaginarme un cuerpo. – Gastamos el tiempo en simulacros. Sabemos cuáles son las heridas de muerte y sabemos cómo sanarlas; pero seguimos atados a viejas fórmulas, arcaicas, envenenadas. El antiguo régimen criminaliza toda práctica de cruce. Pero allí donde el cruce es posible, empieza a dibujarse el mapa de una nueva sociedad. Por todas partes se oye el rumor de la batalla entre la permanencia y el cambio. A menudo el cambio se disfraza y en realidad es la permanencia. Nos perderemos para siempre en la noche oscura. Una oscuridad oscurísima. El canto de Ozzy, la música de Black Sabbath. Si la noche nos ha sorprendido, nuestra vista no es la única que tiene la culpa.

Palabras, frases, párrafos: Israel Martínez 2019

David Attenborough Life In the Undergrowth BBC Studios, 2008

Ella se llama como su abuelo y como su abuela. Es ella pero pudo ser él. En cualquier forma, su nombre hubiera sido el mismo.

Paul B. Preciado Un apartamento en Urano Anagrama, 2019

El universo entero cortado en dos y solamente en dos. En este sistema de conocimiento, todo tiene un derecho y un revés. Somos el humano o el animal. El hombre o la mujer. Lo vivo o lo muerto. Somos el colonizador o el colonizado. El organismo o la máquina. La norma nos ha dividido. Cortamos en dos.

Arthur Evans Brujería y contracultura gay Pensaré Cartoneras, 2017

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Pascal Quignard Las lágrimas Sexto Piso, 2019 Naomi Klein On Fire Simon & Schuster, 2019 Luis Felipe Fabre Declaración de las canciones oscuras Sexto Piso, 2019 Pascal Quignard Pequeños tratados I Sexto Piso, 2016

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LISTA DE OBRA

Escuchar es voluntad, 2020 Instalación Lona 200 x 700 cm 2 bocinas trompeta En colaboración con Emicel Guillén Flujo, 2020 Instalación Audio en 4 canales, 17’16” Video en 5 canales, distintas duraciones Hoja de pino En colaboración con Elisa Schmelkes, No Coro y Diego Martínez (Suplex Estudio) Bestias, 2020 Audio en 8 canales, 35’22” Neón 120 x 240 cm En colaboración con Edgardo González (Cenotaph), Bárbara Lázara, Emicel Guillén y Diego Martínez (Suplex Estudio) Punks contra el sistema, 2016 Gobelino 200 x 277 cm En colaboración con Taller Mexicano de Gobelinos Este tiempo, 2020 Gobelino 220 x 172 cm En colaboración con Taller Mexicano de Gobelinos Cruce, 2020 Audio en 5 canales, 6’16” En colaboración con Fabiola Torres-Alzaga, José Robles y Diego Martínez (Suplex Estudio)


EX TERESA ARTE ACTUAL Francisco J. Rivas Director Valeria Macías Rodríguez Subdirectora Mirna Castro González Servicios Educativos y Artísticos Lilia Díaz Rodríguez Asistente de Dirección Luis Manuel Ortiz Paredes Difusión y Relaciones Públicas Rosario Trejo García Asistente de Difusión y Relaciones Públicas Talia E. Martínez Téllez Mediación Maribel Escobar Varillas Documentación David Díaz Rocha Asistente del Centro de Documentación Gerardo Sánchez Aguilera Registro y edición del Centro de Documentación Raúl Flores Uscanga Administrador Humberto Dijard Cervantes Auxiliar Administrativo Elizabeth Romero Asistente de Administración Mayra Chávez Otero Servicios Generales Saúl Martínez García Enlace Institucional Ana Amelia Gatica Rosa Isela Monares Archivo Antonio Mendoza Audelo Inventario Sergio Mauricio Islas Mensajería Carlos Padró de la Rosa César Cortés Hernández Miguel Ángel Palacios Jorge Palacios Valencia Producción Fernando Espinosa Formación y diseño

José Olimpo Ocampo Cortés Seguridad


SECRETARÍA DE CULTURA Alejandra Frausto Guerrero Secretaria Omar Monroy Unidad de Administración y Finanzas Natalia Toledo Subsecretaria de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura Marina Núñez Bespalova Subsecretaria de Desarrollo Cultural Antonio Martínez Velázquez Enlace de Comunicación Social y Vocería

INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES Y LITERATURA Lucina Jiménez Directora General Dolores Martínez Orralde Subdirectora General de Patrimonio Artístico Inmueble Mariana Munguía Matute Coordinadora Nacional de Artes Visuales Francisco J. Rivas Director del Museo Ex Teresa Arte Actual Lilia Torrentera Gómez Directora de Difusión y Relaciones Públicas

EX TERESA ARTE ACTUAL Licenciado Primo Verdad 8, Centro Histórico, 06060, Ciudad de México, +52 (55) 4122 8020 www.exteresa.inba.gob.mx Entrada libre

6 de febrero al 5 de abril de 2020


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