3 minute read
Las feromonas
M.V. Mónica Melis PET EMPORIUM
Advertisement
Para comenzar a hablarles de feromonas, debemos remontarnos a finales de la década de 1950 donde se define el término de las raíces griegas φeρω, ‘llevar’, y oρμoνη, ‘estímulo. Se define básica y biológicamente como una sustancia secretada por un animal que actúa sobre el comportamiento de los seres vivos de la misma especie.
Estas regiones reciben el nombre de rinencéfalo o sistema límbico. Varias conductas como la búsqueda de alimento, de la bebida, el temor, el placer sexual están superdotadas o controladas por estas regiones. Estas conductas son gratificantes en su gran mayoría.
Las feromonas son captadas por receptores similares a las células ciliadas olfativas, pero carecen de cilios y están ubicados en el órgano vomeronasal. El acceso de las feromonas a dichos receptores es controlado por una especie de bomba vascular, que está muy bien desarrollada en animales domésticos y de granja.
Como dato curioso, una conducta típica asociada a la facilitación de la entrada de feromonas a las vías aéreas en animales ungulados, es el llamado flehmen, que consiste en el doblado de labios superiores y estiramiento del cuello.
En Perros, es lo que se llama “tounguing”, y consiste en hacer un movimiento con la lengua hacia el paladar, apretándolo varias veces y sacando la punta de la lengua hacia fuera. Así el perro huele y “saborea” los olores llevando a cabo una conducta relacionada con el comportamiento social y sexual.
Al igual que otros seres vivos, el humano segrega feromonas que son producidas de manera natural, para transmitir su estado de ánimo, de salud o para indicar su deseo o apetito sexual.
En animales superiores, las feromonas son producidas y secretadas en glándulas odoríficas, la piel es la fuente principal de estás glándulas así como las sudoríficas.
Por otra parte si bien es cierto que las feromonas actúan frecuentemente como un estímulo que causa reacciones conductuales en el ser vivo que las percibe, también lleva información acerca del animal emisor y son comúnmente llamadas feromonas de reconocimiento o apreciación.
Hay otros tipos de feromonas como lo son de demarcación, sexuales y de alarma. La primera suele ser secretada por la orina y es utilizada por muchos animales para marcar su territorio. La segunda es generada a través de la orina y sudor y es vital para la temporada de apareamiento.
Finalmente, la feromona de alarma se genera cuando el animal percibe algún tipo de amenaza o peligro.
En el caso de los perros, las feromonas tienen diferentes funciones: tranquilizar a los cachorros, atraer a perros del sexo opuesto para reproducirse y marcar el territorio, entre otras. Algunas de estas feromonas las pueden oler a gran distancia, pero otras solo al establecer contacto.
Estas sustancias las segregan mediante unas glándulas especiales situadas principalmente por zonas de la cabeza, el perineo y la zona perianal
Aunque las feromonas no son percibidas conscientemente por los animales, una pequeña cantidad de ellas es suficiente para desencadenar una reacción en otros de la misma especie.
Además, los perros siempre notarán el olor de las feromonas, es decir, siempre detectan los olores nuevos sin acostumbrarse a ellos, por lo que no pasarán desapercibidos.
Con las feromonas marcan su territorio, detectan a los intrusos y reconocen a los perros del vecindario. Las emiten por la orina, las heces y a través de glándulas especiales para ello, y con los movimientos del rabo las esparcen por el aire de un lado a otro.
Hoy en día, existen en el mercado una variedad de productos que contienen feromonas para utilizar en los perros en determinadas situaciones que les pueden causar estrés, ya que estas sustancias funcionan como un tranquilizante natural.