Fodesam-Biocultura_campaña reconocimiento del SQM_Integral abril 2011

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Salud pública

Manifiesto de la SQM http://mi-estrella-de-mar.blogspot.com

Entidades sociales piden a Sanidad que se reconozca ya la enfermedad

N

umerosos colectivos ciudadanos han dirigido al Ministerio de Sanidad un manifiesto “en apoyo de los enfermos ambientales y por el reconocimiento de la sensibilidad química múltiple”, promovido por el Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental (Fodesam, creado por el periodista Carlos de Prada) y la Asociación Vida Sana. La iniciativa tiene el objetivo de que los afectados reciban los tratamientos adecuados en nuestro país (ahora, muchos de ellos deben buscarlo en otros países a costes altísimos) y que el Estado financie esos tratamientos como lo hace con cualquier otra dolencia. La iniciativa lleva aparejada una recogida de firmas física y digital (a través de www.peticionpublica. es) que serán enviadas a la ministra de Sanidad, Leire Pajín. A la propuesta se ha sumado, entre otros colectivos, la Coordinadora Verde, que en los próximos meses deberá fusionarse con la asociación Equo de Juantxo López de Uralde para conseguir por fin que los Verdes entren en el Parlamento español. Si lo consiguen, estaría prácticamente asegurada una iniciativa parlamen-

taria para que la sanidad pública asuma un problema que ha ignorado hasta ahora. El síndrome de sensibilidad química

múltiple es una dolencia poco conocida por falta de investigación que afecta a un número importante y creciente de personas en los países industrializados, y que ya ha sido reconocida oficialmente en países como Alemania, Austria o Japón. Consiste en una alergia o intolerancia a un gran número de sustancias tóxicas, incluso, en niveles considerados bajos, presentes en pesticidas, gasolinas, productos de la limpieza, productos de aseo personal, suavizantes de ropa, colonias, ambientadores y cientos de productos de la vida cotidiana. Al entrar en contacto con esas sustancias –que son nocivas para el ser humano en cualquier circunstancia, aunque generalmente el cuerpo los detoxifica–, se producen en estas personas una serie de

problemas neurológicos, respiratorios, dermatológicos, hormonales o cardiacos. Especialistas en Medicina Ambiental han desarrollado tratamientos eficaces en la mayoría de los casos, pero la mejor terapia es el aislamiento de toda agresión química, motivo por lo que se conoce a los afectados como personas burbuja. “Las personas y entidades que le dirigimos este escrito –explica el manifiesto a la ministra– estamos comprometidas en favor de un modelo productivo que contribuya a la salud de las personas y de la naturaleza y, por nuestra especial sensibilidad en estos asuntos, no podemos permanecer indiferentes viendo cómo crece el número de personas que enferman a consecuencia de la creciente presencia de sustancias y elementos tóxicos presentes en nuestro entorno y frecuentemente en productos de consumo cotidiano”. R. C.

Freno en Argentina al glifosato Después de dos años de litigios, la Justicia de Santa Fe ha dictado una sentencia en firme prohibiendo el uso de glifosato en las cercanías de San Jorge (Argentina), la zona de cultivo de soja por excelencia, para proteger la salud de las personas que viven cerca de los campos. Es la primera vez que se aplica el principio de precaución y se antepone la salud humana a los monocultivos de soja, sean convencionales o transgénicos, pero adictos en los dos casos al plaguicida Roundup de Monsanto (conocido genéricamente

como glifosato), un cóctel que, además de peligroso para las personas, está arrasando los bosques de media Sudamérica. “Me decían que estaba loca, pero desde que frenamos las fumigaciones, nuestros hijos dejaron de enfermarse”, resumía hace unas semanas Viviana Peralta, vecina de Santa Fe, al diario argentino Página 12. La sentencia es un precedente esperanzador para cientos de denuncias similares presentadas a lo largo del país sudamericano. Pedro Nogueroles

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