EVALUAR PARA APRENDER: CUATRO VENTANAS HACIA LA ENSEÑANZA DEL LENGUAJE ESCRITO EN LA EDUCACIÓN BÁSICA ALEJANDRA MEDINA MORENO Consultora en educación almedina@ctcinternet.cl INTRODUCCIÓN Los procedimientos que utiliza el maestro o la maestra para evaluar a sus alumnos en la sala de clases, pueden considerarse como “ventanas” que permiten descubrir al menos cuatro elementos importantes que forman parte de sus competencias pedagógicas. Una primera ventana, refleja los conceptos del maestro sobre los actos de leer y escribir y la forma de aprenderlos. Una segunda ventana, refleja cómo el maestro conceptualiza el aprendizaje, qué es aprender y la forma en que el niño aprende. La tercera ventana se refiere a lo que el maestro enseña a sus alumnos; es decir, su propia lectura y selección de las competencias y contenidos propuestos por el marco curricular y los programas de estudio. Por último, una cuarta ventana, abierta por los procedimientos evaluativos, refleja en qué situaciones el maestro o la maestra considera que estos aprendizajes deberían manifestarse. La Reforma Curricular implementada en Chile, desde 1995, ha propuesto profundos cambios, tanto de los objetivos y aprendizajes esperados de la enseñanza -surgidos de las necesidades actuales que la sociedad plantea a la educación-, como de las prácticas de los maestros –surgidas de las nuevas formas de comprensión de los actos de aprender y enseñar-, los cuales deberían verse reflejados en las aulas. Sin embargo, si bien algunos estudios cualitativos muestran una corriente de cambio de las prácticas docentes (Sun, 1999; Mineduc, 2000; Belleï, 2001; Sotomayor, 2002), éstas aún revelan importantes carencias. Adicionalmente, los resultados de las pruebas del SIMCE1 y otros estudios internacionales, tales como el TIMMS, IALS2, UNESCO3 y PISA4, revelan que el nivel de comprensión lectora y de razonamiento matemático de los escolares chilenos es muy insuficiente, comparado con el de otros países. Conscientes de la fuerza modeladora de los procedimientos de evaluación sobre las prácticas de los maestros, el presente trabajo, pretende compartir algunos planteamientos de la 5 “Evaluación Auténtica” , como una contribución a este cambio propuesto por la Reforma 1
Los resultados del SIMCE de 4º básico, 2002, muestran un promedio nacional de 251 en Lenguaje, con una variación de 1 punto y, lo que es más grave, revelan una gran brecha entre los establecimientos de nivel socioeconómico bajo (226 puntos) y los de nivel socioeconómico alto (302 puntos). (Ver www.mineduc.cl) 2 Mas del 50% de los encuestados por el International Adult Literacy Survey, (IALS) en 1997, se situó en el nivel lector más bajo y sólo alrededor de 14% se situó en un nivel aceptable. Este estudio muestra que alrededor del 80% de la población chilena no entiende lo que lee, sólo puede realizar inferencias muy básicas a partir de materiales impresos y, estos déficit son aún más graves en el área del cálculo y operaciones matemáticas. (Bravo, D y Contreras, D. (2000) Competencias y destrezas básicas de la población adulta. Chile, 1998. Resumen ejecutivo. Departamento de Economía, Universidad de Chile, abril, 2000. Estudio realizado por el Ministerio de Economía y CORFO, en base a los resultados de la Encuesta Internacional de Alfabetización de Adultos. 3 Este estudio, realizado en adultos de entre 15 y 54 años, en siete países de A. L. muestra que el 50% de las personas que han cursado siete años de escolaridad, aún se ubica en el primer y segundo nivel de resultados en los tests aplicados, mientras que entre un 20 y 30% de quienes cuentan con educación media, alcanzan el cuarto nivel. (Infante, M.I.. (2000) Analfabetismo funcional en siete países de América Latina. UNESCO, Santiago.) 4 (Ver www.mineduc.cl) 5 Este artículo está basado fundamentalmente en el libro Evaluación auténtica de los aprendizajes; un medio para mejorar las competencias en lenguaje y comunicación, de Mabel Condemarín y Alejandra Medina, cuya referencia se encuentra al final de este trabajo.