El Paisaje Urbano N°1

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EL PAISAJE URBANO N Ú M E R O

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V E R A N O

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Arbolado urbano Porqué son importantes los árboles en la ciudad

Parque Rivadavia

Cómo será la restauración completa

Obras en plazas con participación vecinal: Villa Real, Est. Coghlan, Est. Devoto, Velasco Ibarra, Garay y más.... ELI PAISAJE URBANO

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PATIOS DE JUEGOS

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TEMA PERROS

I

HISTORIA DE PARQUE CHACABUCO

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ÍNDICE 3

EL PAISAJE URBANO

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ARBOLADO URBANO

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FICUS BENJAMINA: MONSTRUOS EN CRECIMIENTO

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¿CÓMO DEBEMOS PLANTAR UN ÁRBOL?

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POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS ÁRBOLES

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HACIENDO PLAZAS CON LOS VECINOS

10

RESTAURACIÓN DE PARQUE RIVADAVIA

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JARDÍN DE LAS ESCULTURAS

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RECUPERACIÓN DE PATIOS DE JUEGOS

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MANEJO RESPONSABLE DE ANIMALES DOMÉSTICOS

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HISTORIA DE PARQUE CHACABUCO

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¿QUÉ PAISAJE FUTURO DESEA BUENOS AIRES?

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LIBROS RECOMENDADOS

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PATA DE VACA

GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES

JEFE DE GOBIERNO ANÍBAL IBARRA

VICEJEFA DE GOBIERNO CECILIA FELGUERAS

SECRETARIO DE MEDIO AMBIENTE Y ESPACIO PÚBLICO EDUARDO RICCIUTI

DIRECTOR GENERAL DE ESPACIOS VERDES JOSÉ SAN MARTÍN

EL PAISAJE URBANO es una publicación trimestral de la Dirección General de Espacios Verdes coordinación general: Fabio Márquez I colaboradores: Horacio Wilder Larrea, Maia Benevicius, Iván Hurovich, Miguel D´Arienzo, Jorge Freitas, Federico Hamilton agradecimientos: Marta Méndez, Mariana Gastellú, Devoto Magazine

avenida Santa Fe 3951 I cp 1425 I ciudad de Buenos Aires I tel: 4833-1455 / 4831-4614 e-mail: espaverde@buenosaires.gov.ar I número 1 I diciembre 2001

Arboleda de parque Del Centenario. 2

EL PAISAJE URBANO


EL PAISAJE URBANO La imagen urbana de la ciudad de Buenos Aires está sostenida por el gran patrimonio natural-cultural de su sistema de parques y arbolado en la vía pública. El paisaje de la ciudad durante el siglo XX fue cambiando su fisonomía, perdiendo su homogeneidad y la armonía de sectores caracterizados por la arquitectura del liberalismo. Esos parques, y también algunas plazas y calles barriales, sin embargo han permanecido como centros de significado y sostén de la imagen urbana alcanzando actualmente una edad crítica por su carácter de estructuras espaciales construidas José San Martín con elementos vivos. Director General de Espacios Verdes Por esto, referirnos a los espacios verdes y árboles de las veredas de nuestra ciudad es estar refiriéndonos a una de las improntas más fuertes del paisaje urbano. Paisaje en el cual años de quebrantos del sistema democrático, administraciones desafortunadas, y falta de planificación han deteriorado su calidad tanto desde una mirada estética como ambiental. En este naciente siglo XXI deberemos encontrar los nuevos diseños para nuestras plazas, que contengan las necesidades actuales tanto para sus usuarios como para el rol ambiental que deben cumplir, priorizando las masas vegetales que deben proporcionar al ser humano el contacto con la naturaleza en un marco de colores y formas que brinden sosiego y un esparcimiento relajante. En este sentido, resulta necesario comprender que al trabajar con materia vegetal la planificación es muy importante, y la paciencia que requiere darle el tiempo biológico al crecimiento de las especies botánicas que se planten es fundamental. Disfrutar de una calle con una arboleda madura y llena de flores es un bien impagable. Construyendo una línea de diseño y obras acompañada por mecanismos de participación con los vecinos, a los que pedagógicamente ir revirtiendo la lógica de abandono del espacio público instalada en el sentido común de la sociedad, optimizando la calidad ante el déficit cuantitativo de espacios verdes que sufre la ciudad, lograremos mejoras sustanciales de manera austera y embellecedora. Esta publicación es un espacio de comunicación de la Dirección General de Espacios Verdes con la comunidad, difundiendo las acciones que se lleven adelante y los temas vinculados con los espacios verdes y el paisaje urbano.

Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires «Carlos Thays».

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ARBOLADO URBANO Cuando pensamos en el paisaje de la ciudad acostumbramos recordar imágenes de calles arboladas, de las chapas con vivos colores en la calle Caminito, de la plaza de nuestro barrio, de la avenida 9 de julio con el Obelisco y tantas otras que se van registrando en nuestra memoria. Una de las tantas formas de pensar la ciudad es como un conjunto de escenarios en los cuales se desarrolla la vida del hombre, entonces, ¿no es verdad que pensar en el paisaje de la ciudad es en realidad pensar en el paisaje del hombre? El paisaje y el h o m b r e conforman

una unidad, el paisaje es una manifestación que las personas necesitan para poder vivir, reconociéndose en él, guardando su memoria y reproduciendo características muy ligadas a su calidad de vida. Como la sociedad es vida en constante cambio, y el paisaje es un reflejo de ella, también se ve dominado por los procesos que la afectan, y como todo bien es posible perderlo si no lo cuidamos. Pensemos sobre las respuestas a las siguientes preguntas: ¿podemos ignorar aquello que está ligado a nuestros recuerdos más queridos?, ¿deseamos vivir en un paisaje que nos parece ajeno?, ¿es bueno que los continuos cambios en la ciudad estén enfocados a elevar nuestra calidad de vida? Las respuestas siempre estarán ligadas al paisaje del hombre, que es el paisaje de la ciudad, el que debemos preservar, planificar y pensar a modo de elemento tan vital como el aire y el agua. Recordemos cómo eran los barrios en Buenos Aires cuarenta años atrás. La edificación formaba conjuntos más armónicos, el aire era más limpio, había menos ruido, las calles en verano eran más frescas y sobre todo había una imagen urbana que nos acompañaba con cierta homogeneidad cuando nos trasladábamos desde un punto a otro de la ciudad sin tantos sobresaltos como en la actualidad. Uno de los protagonistas de tantas bondades era el árbol de alineación de vereda plantado en las primeras décadas del siglo y que en esos años estaba en el esplendor de su

Un Ceibo añoso lleno de flores.

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madurez. Recordemos las avenidas de Tipas y Plátanos que trepaban frondosos hasta las azoteas, de las que hoy sólo quedan vestigios diezmados por los años y por el hombre. El arbolado urbano además de su poder benefactor como regulador bioclimático, cuestión bien sabida por los mendocinos, tiene un poder impresionante como formador y sostén de la imagen de la ciudad. Las cuadras con casas de estilo italianizante características de los barrios de nuestra niñez fueron transformándose en conjuntos arquitectónicos heterogéneos en su forma, su altura y en su piel, apareciendo como un nuevo protagonista del paisaje «la medianera», suerte de «alter ego» no deseado pero siempre presente. Ni que hablar de la publicidad y de toda la polución visual que ha invadido nuestro espacio público. Cuánto necesitamos ahora de las bondades del arbolado urbano como forma natural, con la potencia necesaria para servir de sostén a esa imagen urbana degradada, e importante también es saber qué árboles elegir para poblar las calles de la ciudad. Una característica de Buenos Aires ha sido poseer sus veredas arboladas con flores de Jacarandaes, Lapachos y Tipas. ¿Porqué no desarrollar este potencial que identificaría a nuestra ciudad con un paisaje privilegiado? El árbol de vereda siempre ha sido un eslabón entre el hombre y los edificios que forman la piel de la ciudad, brindando sus bondades tanto al caminante como al vecino que desde su ventana puede gozar también del verde. Hoy le agregamos una responsabilidad más que es sostener una imagen urbana deteriorada creando otra forma de ver corredores verdes, conectando paisajes y generando una imagen urbana más ligada a una buena calidad de vida. EL PAISAJE URBANO

Calle con arbolado homogéneo.

Espectacular Lapacho rosado en flor.

Jacarandaes en flor.

Calle con Tipas.

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FICUS BENJAMINA: MONSTRUOS EN CRECIMIENTO El Ficus benjamina es un árbol muy hermoso, en realidad todos los árboles pertenecientes a este género son espectaculares. Pensemos en sus primos cercanos, los monumentales gomeros (Ficus elástica) de Recoleta. Sus características más notables son las poderosas ramas, la plasticidad de sus raíces —que en ejemplares viejos parecen esculturas vivientes— y el follaje verde oscuro y brilloso con su característico látex. La copa globosa es bien densa, su desarrollo es rápido y el follaje es perenne. Estas cualidades, que lo convierten en un árbol muy interesante para ser plantado en un parque, lo hacen inadecuado como árbol de vereda. Su desarrollo es demasiado importante y al mantener sus hojas en invierno —cuando el sol es más apreciado— la sombra que provoca es muy densa. Pero el problema más serio es su gran tamaño cuando adulto y los gastos que implicaría su desmonte en

mano de obra y fletes, y sobre todo los años de crecimiento desperdiciados cuando el árbol en realidad se encuentra en su plenitud. En los últimos años, los vecinos han plantado inadecuadamente en las veredas muchos Ficus pequeños, que pasaron de ser plantas de interior a gigantes de vereda, destruyendo con sus raíces veredas y cordones. Pensemos en el costo para el contribuyente de la ciudad de Buenos Aires de eliminar gran cantidad de los Ficus que entorpezcan la circulación en veredas angostas o que su follaje obstruya la iluminación nocturna. Pensemos también que sus hojas con látex tardan mucho tiempo en descomponerse dentro de las cañerías de desagüe pluvial y bocas de tormenta, con todos los inconvenientes que en los últimos tiempos produce la lluvia en la ciudad de Buenos Aires. Por todo esto... pensemos y... ¡No ponga Ficus en su vereda!

Ficus benjamina aún joven que ya está levantando la vereda.

¿CÓMO DEBEMOS PLANTAR UN ÁRBOL? Los siguientes datos son consejos prácticos. Léalos, preste atención y manos a la obra. ❙ Hay árboles adecuados e inadecuados para las veredas de la ciudad. Son recomendables aquellos que no dañan cañerías, desagües y veredas con sus raíces, que no tienen espinas ni ramas bajas, y que no desprenden sustancias perjudiciales para la salud de las personas. ❙ Primero elegir la planta. Ésta deberá ser sana, vigorosa y bien formada. Es mejor que su altura supere el metro y medio si es ubicado en lugares donde transita gente. 6

❙ La forma más común de comercialización es: a raíz desnuda, en terrón, o envasados. Estos dos últimos se pueden plantar durante todo el año, siempre y cuando no se rompa el pan de tierra. El primero sólo en invierno. ❙ Es conveniente preparar el sitio antes de colocar la planta. ❙ El pozo que alojará el futuro árbol, deberá tener la profundidad del pan de tierra (conjunto de raíces y tierra). El diámetro tendrá de dos a tres veces el tamaño del pan. ❙ Rompa el suelo compactado, saque piedras y otros restos.

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POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS ÁRBOLES EN LA CIUDAD Son varios los motivos por los cuales es muy importante que haya árboles en nuestras plazas, parques y sobretodo en nuestras veredas. Quizás, la más frecuente asociación de los árboles sea con nuestros pulmones, porque limpian el aire y oxigenan la ciudad. Esto por supuesto es muy cierto, y debería haber más árboles sólo por ello, pero hay otros motivos no menos importantes que podemos agregar. La ciudad de Buenos Aires tiene contaminación acústica, esto es, altos niveles de ruido por efectos del tránsito automotor. El ruido es algo que no se vé, pero que produce enfermedades —aunque no mortales— que deterioran la salud de la gente con ateraciones en el humor y en la concentración mental. Los árboles en las veredas son el elemento ideal para absorber los ruidos, pues hacen un efecto de «colchón acústico» que disminuye notoriamente los perjuicios sonoros del tránsito hacia nuestro hogar o lugar de trabajo. También son reguladores de la temperatura, sobre todo en verano cuando absorben el

agobiante calor de la ciudad. Al respecto, podemos observar que las calles arboladas en los días cálidos, otorgan descanso a la intensidad del sol gracias a la sombra refrescante que brindan. Seguramente una calle que tiene sus veredas con la cantidad de árboles sanos necesarios, con sus copas frondosas, nos produce una sensación de bienestar que difícilmente podamos experimentar en otras calles donde no hay ni un arbusto, y donde reina el cemento y el asfalto. Además las copas de los árboles mantienen el polvo en suspenso, y cuando llueve reducen notoriamente el volumen de agua que llega al piso al retenerlo en sus hojas. Los árboles de nuestras veredas están llenos de vida, y cumplen una función fundamental para nuestra salud. Les recomendamos para su cuidado no descargar sobre el cantero del árbol, detergentes, jabón, ni lavandina, ya que estos elementos llegan a las raíces y dañan su salud. Cuidar los árboles que tenemos es tan importante como cuidarnos a nosotros mismos.

Corte el envase plástico o aquello que envuelve al terrón. ❙ Ubique la planta en el centro del pozo, con cuidado de no romper el pan de tierra. ❙ Comience a rellenar el pozo con la tierra que sacó ya removida, compactando esta con la ayuda del pié, hasta llegar a la altura del cuello de la planta (sin taparlo). Si el suelo fuera muy pobre coloque algún fertilizante o abono, preferentemente de tipo orgánico. ❙ En el caso de que haya ramas quebradas o secas, pódelas. ❙ Riegue.

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Coloque el tutor sin romper el pan de tierra, clavelo firmemente en el suelo. Las ataduras deben ser firmes, recubra al tronco con una goma, tela u otro material con el fin de que la atadura no dañe la corteza del árbol. ❙ Después de la plantación, riegue periodicamente una o dos veces por semana. (no riegue en exceso). Cuide su árbol y el de su vecino. De esta manera contribuirá a mejorar la calidad de vida de su barrio.

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HACIENDO PLAZAS CON LOS VECINOS Intervenir en la remodelación de una plaza existente o crear una nueva, puede llevarse adelante desde el profesional que diseña a su propio gusto y después aplica la idea en el lugar (sin importar el contexto social o las necesidades de los vecinos), o desde otra metodología que apueste a la participación vecinal. Esta última, aunque puede que sea inicialmente un poco más trabajosa, garantiza compromisos colectivos, procesos democratizadores y eficacia en el proyecto a concretar, dando resultados mucho más acertados. Desde la Dirección General de Espacios Verdes hemos implementado en la mayoría de los proyectos de las obras realizadas en el 2001 mecanismos de participación con los vecinos, con apoyo de los CGP de cada lugar, para definir los usos y características de la obra a realizarse, y debatir públicamente las propuestas de diseño que contemplen esos usos o explicar las cosas que pudieran no corresponder a un espacio verde público. Estimulando el pensamiento solidario de organización de los usuarios

de una plaza, revirtiendo un concepto que caló en el sentido común de muchas personas: que el espacio público es de nadie en vez de ser el de todos. Incentivando la participación, pero no desde el individualismo sino desde el compromiso colectivo y la tolerancia, para lograr marcos de reapropiación de los espacios verdes que los hagan menos vulnerables al vandalismo, usurpación o uso indebido al lograr cambios de actitud de la mayoría de los concurrentes. La ciudad de Buenos Aires mejorará sustancialmente la calidad de sus espacios verdes con proyectos diseñados respetando una estética paisajística funcional, que sean austeros y con la participación de la gente. Esta apuesta es la que hemos desarrollado este año en las plazas nuevas de Villa Real, Estación Coghlan, Estación Devoto, y las remodelaciones de las plazas Velasco Ibarra, Félix Lima, Garay, parque Rivadavia y también en el Jardín de las Esculturas, entre otras obras. Hacer el proyecto de una plaza es mucho más que dibujar un plano, y por ello es tan importante valorar

Definiendo con los vecinos el proyecto para la plaza de Estación Devoto.

Detalle de la jardinería en la plaza de Estación Coghlan.

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cada paso que signifique hacer una obra concreta. Está en juego el dinero de todos, y está en juego el espacio que también es de todos. Cuando se hace una plaza nueva o se restaura una existente, hay que entender que estamos haciendo una obra que perdurará en el tiempo y que muchas personas disfrutarán, o sufrirán las consecuencias de como se haya proyectado la misma. Participación con compromiso, proyectos con planificación, obras con transparencia. Este es el concepto central de la actual Dirección General de Espacios Verdes: participación social y transparencia en la gestión con los vecinos, buscando mejorar los mecanismos y la acción embelleciendo los espacios verdes públicos y el paisaje de la ciudad.

Aníbal Ibarra y Eduardo Ricciuti en la inauguración de la plaza Villa Real.

Albañiles trabajando en plaza Garay.

Vista aérea de la plaza Villa Real.

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RESTAURACIÓN DE PARQUE RIVADAVIA

La obra a concretarse en el parque Rivadavia, ubicado entre la avenida Rivadavia y las calles Rosario y Doblas (con una superficie de 55.519 metros cuadrados), será realizada sobre la base del Plan de Usos del mismo consensuado en 1999 entre el Gobierno de la Ciudad y las entidades vecinales, donde se definió la intervención de puesta en valor y mejoramiento del parque Rivadavia. Considerándose el parque como una totalidad con características propias y reconocibles mediante la conservación de sus elementos significativos como ser monumentos, árboles añosos, circulaciones, etc. Para la elaboración del proyecto recurrimos a fuentes documentales sobre los distintos cambios que habían sucedido en la historia de este espacio verde. El entorno del monumento a Simón Bolívar fue modificado en tiempos de la última dictadura militar, realizándose una intervención desafortunada, de características tanto arbitrarias como autoritarias. Consultando diversas referencias se recuperará el formato original que tenía el entorno del emplazamiento, 10

que será mucho más adecuado tanto por una cuestión estética como de mejoramiento para los paseantes para circular o sentarse a apreciar las vistas en su derredor. Realzando la monumentalidad del grupo escultórico ambientando con masas verdes de árboles en los entornos, generando telones en distintos tonos de colores cambiantes según las estaciones climáticas. Se erradica la reja perimetral que lo rodeaba para permitir la comunicación del observador con la obra artística. El borde del basamento estará circundado por arbustivas florales y suelo de piedritas de binder generando un límite para evitar situaciones destructivas con esta superficie. Con respecto a la fuente circular se estableció lo que proponían las entidades vecinales: reciclarla en un anfiteatro para espectáculos dirigidos a niños y niñas (como títeres o payasos). Priorizando a los más pequeños también remodelamos a nuevo el patio de juegos, garantizando la seguridad a partir de un cerco perimetral que evite el ingreso de animales, y optimizando el EL PAISAJE URBANO


Perspectiva ilustrada del área del monumento a Bolívar al finalizar la obra.

equipamiento de juegos adaptándolo a las nuevas normas de seguridad en patios de juegos. En el estanque hacemos una remodelación en la que le modificamos algunos bordes que generaban rincones de acumulación de basura, y le imprimimos una impronta vegetal que simule un ambiente lacustre. Colorido por la aplicación de variedad de arbustos tanto en los márgenes del estanque-lago, como la plantación de especies en el mismo espejo de agua. Un camino paralelo a la calle Rosario que atraviesa el parque casi por la mitad, que va desde la feria de libreros hasta la calle Doblas, será de un ancho superior a la media del resto de los senderos, transformándose en una avenida peatonal, bordeada por alineaciones de Magnolias. En todo el proyecto de restauración del parque Rivadavia se priorizó el enriquecimiento de la variedad de plantas existentes en el parque, incorporando nuevos colores y texturas de follaje contrastantes y efectos estacionales provocados por el EL PAISAJE URBANO

color de las floraciones, de los frutos y de los efectos otoñales de cambio de color de las hojas. De este modo podrán manejarse las sensaciones de sorpresa, anticipación, curiosidad, misterio, que convertirán la acción de recorrer el parque en una experiencia siempre novedosa a lo largo del año. En las zonas de pradera demasiado sombreadas se colocarán plantas cubresuelos adaptadas a las condiciones del terreno, humedad y luminosidad existentes para evitar la aparición de superficies de suelo desnudo con la tierra expuesta, barro y procesos de erosión de su capa de mayor fertilidad. En todo momento se evita el aumento de las superficies cementadas en contraposición con el suelo absorbente, por ésto se proyectó una ampliación de las superficies de césped pese al incremento de ancho de los caminos. Se recuperarán las pendientes originales y se resolverán las situaciones de anegamientos y problemas de drenajes por los mecanismos que se consideren más óptimos en cada sector del parque. Generando un completo sistema de riego 11


que permita el mantenimiento de la cubierta cespitosa y del cuidado de las masas arbustivas. Esta obra pondrá en valor un parque emblemático no sólo para el barrio de Caballito, sino que para toda la ciudad. Habiendo equilibrado la preservación de lo patrimonial con nuevos diseños que mejorarán el paisaje y la calidad de uso. Rodeado de una abrumadora masa de cemento y asfalto, este espacio verde podrá ser disfrutado por los vecinos y paseantes adecuado a la recreación y esparcimiento en contacto con la naturaleza, ofreciendo un lugar de calma y relajación ante el hacinamiento urbano.

Foto aérea de la situación actual.

NORIA

MONUMENTO A SIMÓN BOLIVAR

CAMINO DE LAS MAGNO LIAS

Detalle de plano del nuevo entorno del monumento a Bolívar y el camino de las Magnolias.

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JARDÍN DE LAS ESCULTURAS Hace un par de años, transitar por la esquina de Monroe y Húsares, en el barrio de Belgrano, significaba una mala experiencia en todo sentido, pues se trataba de un basural que ocupaba casi un cuarto de manzana. Este sitio que se acaba de recuperar como espacio verde público al convertirlo en un cuidado jardín con esculturas al aire libre, es por ahora el único en la ciudad de Buenos Aires con estas características. Debajo de este terreno se encuentra el cauce del arroyo Vega y esto da ciertas cualidades que no son adecuadas para la construcción de viviendas. Así fue que surgió la idea, una solución colectiva imaginada por el CGP Nº 13 y vecinos: construir un espacio cultural donde exponer esculturas. La obra inicial la realizó la Secretaría de Planeamiento Urbano, aunque no pudo ser terminada según lo proyectado ya que parte del terreno estaba intrusado por un vecino que había extendido su jardín. De todas maneras se inaugura inconclusa en julio de 2000 con una muestra de cuatro escultores. A partir de allí, y luego del fervor inaugural, la falta de mantenimiento y seguridad hicieron que el sitio se degradara y se decidiera cerrar las puertas de su gran reja perimetral. Recién en septiembre pasado la Secretaría de Medio Ambiente a través de la Dirección General de Espacios Verdes, se hace cargo del lugar tomando el compromiso público ante los vecinos de hacer una intervención rápida e integral. En escasos dos meses se finalizó la obra (con el intruso ya desalojado) y se puso en valor lo existente. Su diseño paisajístico cuenta con 40 especies de árboles, arbustos, florales y enredaderas y se concretó el compromiso de la muestra escultórica. La inauguración definitiva dio pie a una exposición colectiva de quince escultores entre los que se encuentran Carlos Herzberg, Edgardo Madanes, Oscar Staffora y Guillermo Tazelaar. Esta muestra permanecerá hasta

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febrero de 2002 inclusive, y puede visitarse todos los días de 10 a 21 hs. Es nuestra intención construir otros jardines similares donde el ciudadano pueda disfrutar de las bellas artes, en el espacio público y con la tranquilidad de un entorno natural.

La primer escultura permanente El escultor Carlos Herzberg ha donado para el Jardín su obra “Árbol de la Vida”, una pieza de cinco metros de altura en hierro y vitraux que fuera realizada en homenaje a los refugiados de Naciones Unidas.

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RECUPERACIÓN DE PATIOS DE JUEGOS Más limpieza, espacio y seguridad. Los patios de juego de la Ciudad de Buenos Aires constituyen un espacio necesario de esparcimiento y aprendizaje para los chicos. Su existencia es histórica, y en la actualidad resulta imprescindible dar un paso adelante en materia de diseño y de conservación. Así fue que desde hace un año se vienen transformando los juegos de plazas de la ciudad en lugares integralmente seguros, en cumplimiento con las normas IRAM (según la nueva ley 455) y estándares internacionales. Hasta el momento, se trabajó con más de cuarenta patios representativos que se encontraban en mal estado. Cuando hablamos de «seguridad», desde el Programa de Recuperación de Patios de Juego, esto significa varias cuestiones: Reparar los juegos, y colocarlos respetando la Ley 455 y el Manual de Seguridad en Patios de Juego desarrollado a fines del 2000 por la Subsecretaría de Medio Ambiente. ❙ Enrejar el perímetro del patio para evitar la contaminación de la arena (originada en general por las deposiciones de perros y gatos). ❙ Realizar pozos de drenaje para permitir el rápido desagote del agua de lluvia. ❙ Cambiar la arena existente por nueva, con condiciones microbiológicas y parasitológicas adecuadas. ❙ Análisis y controles por parte del Instituto Pasteur y del Laboratorio de la Dirección General de Control de la Calidad Ambiental.

Plaza de la Misericordia.

Es decir, todo lo necesario para que estos lugares sean saludables y confortables para el disfrute y buen desarrollo de nuestros niños, con zonas de uso diferenciadas para los más chiquitos y espacios más amplios entre cada juego para evitar riesgos. Respecto a las superficies de impacto, en 14

Parque Las Heras.

caso de golpes y caídas, también ha habido avances. En la plaza Misericordia se colocó el primer piso de caucho a modo de prueba alternativa a la arena como solado de seguridad, colocando a su vez un arenero exclusivo en otro sector. En definitiva, es intención de esta gestión el recuperar la totalidad de los patios de juego de la ciudad, e incorporar otros en las nuevas plazas, de acuerdo a las modernas normativas vigentes. EL PAISAJE URBANO


MANEJO RESPONSABLE DE ANIMALES DOMÉSTICOS (O DE PERROS) Si incorpora un perro a su casa y se hace cargo de su cuidado, a la vez está tomando un compromiso importante de respeto hacia su comunidad; respeto sobre la higiene, salubridad, seguridad y economía de todos. Por eso, cuando saque a pasear su perro a cualquier espacio público hágalo utilizando la correa, el bozal (si es agresivo) y no olvide de levantar sus excrementos. La convivencia y la calidad de vida mejorarían si los ciudadanos hiciéramos un manejo responsable de nuestros perros. Hay ordenanzas y decretos que tratan de regular y poner orden a esta situación pero son sistemáticamente incumplidos por vecinos y paseadores. Hace quince años que se promulgaron las vigentes condiciones de tránsito y permanencia de perros en la ciudad (con correa y bozal), y se dispuso la recolección de sus deyecciones con las famosas bolsitas y escobillas. Recientemente, un nuevo decreto (Nº 1972/ 01) estipula que los perros no pueden permanecer atados a árboles, monumentos públicos, postes o mobiliario urbano; y limita a ocho el número de perros que pueden pasearse en forma simultánea. Además crea el «Registro de Paseadores de Perros» donde obligatoriamente deberán inscribirse todos aquellos que transiten con más de tres perros a la vez (sean propietarios, tenedores o paseadores) obteniendo una credencial habilitante para desarrollar esa actividad. Con el incumplimiento de cualquiera de las disposiciones es de aplicación el Régimen de Faltas vigente, siendo la autoridad competente la Dirección General de Higiene Urbana. Esto es: habrá multas y controles. Para colaborar a resolver la problemática, servicios para perros y sus paseadores fueron implementados en la ciudad. Desde hace poco, caniles (por ahora sólo diez) se instalaron en algunos espacios verdes; así como contenedores donde proveer y depositar las «bolsitas». EL PAISAJE URBANO

De todas maneras, la única vía posible para una solución de fondo del problema radica en extender la buena costumbre de levantar los excrementos caninos por parte de los ciudadanos, y ejercer un control efectivo del lado del gobierno.

Paseadores en la mira.

¿Quién limpia las veredas? Muchas veces, se culpa al gobierno de turno por la suciedad de todas las veredas de la ciudad. En este sentido, se hace necesario aclarar que el gobierno tiene la responsabilidad de mantener limpias sólo las veredas de los espacios públicos (plazas, hospitales, escuelas, etc.); y para esto gasta anualmente importantes recursos que en otra situación podrían economizarse. El resto de las veredas corresponden a los particulares, y están a cargo exclusivo de los frentistas. Es aquí donde el tema del respeto debería de cobrar valor, pues los espacios que el paseador del perro deja ensuciar nunca son los propios. Cuando contrata a un paseador, contróle 1) La cantidad de perros con los que pasea: Un grupo numeroso incrementa el riesgo de que contraiga enfermedades, o de que resulte lastimado. Además, más de ocho está prohibido. 2) Los tipos de perro con los que pasea: Si usted tiene un perro pequeño, no permita que lo conduzcan con perros de gran tamaño; y viceversa 3) Adónde «pasea» su perro: Estar atado a un árbol por horas no es «ir a pasear». Tampoco lo es trasladarse enjaulado en una camioneta.

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HISTORIA DE PARQUE CHACABUCO Este parque, que extendió su denominación al barrio que lo circunda, parece signado por el nombre de una batalla de la gesta sanmartiniana. Es que ha debido librar varios embates subsistiendo con las marcas de intervenciones agresivas que modificaron sus características originales. En los inicios, fue un gran terreno descampado que por la ausencia de población cercana alojó un polvorín (en la parte sur del parque) desde la época colonial hasta fin del siglo XIX. También allí hubo hornos de ladrillos que proveyeron a las primeras casas que fueron levantándose en la zona. Pese a dictarse la Resolución Municipal el 15 de mayo de 1903 de creación del parque Chacabuco, intervino Carlos Thays recién en 1908 para comenzar a darle forma a este espacio verde integrándolo con espacios deportivos, característica que aún mantiene. Rodeado por un alambrado romboidal revestido por ligustrina (que estuvo hasta los años veinte), que solo se interrumpía por donde se encontraba el portón de acceso para los visitantes en la esquina de Asamblea y Emilio Mitre, supo contener la cancha del Club Atlanta (con tribuna y platea techada de madera).

Su peor desgracia ocurrió en la última dictadura militar, cuando es cortado por arriba y por abajo. Una gran barrera lo dividió definitivamente con la construcción de la autopista 25 de Mayo y el subterráneo, volando para siempre el rosedal diseñado por el prestigioso paisajista francés Jean Forestier. Este rosedal había sido inaugurado en la década del treinta, cuando se hizo una remodelación completa del parque. La construcción de la autopista también se llevó la fuente «de los sapitos», pieza emblemática del parque y de aquél rosedal. Recientemente se ha ido reparando en parte el daño hecho con un nuevo rosedal y prontamente con la reconstrucción de la fuente mencionada. Parque por el que circularon esculturas que fueron y vinieron, como «La Aurora» de Peynot, ocupó la plaza Rodríguez Peña, pasó por parque Rivadavia, llegó en 1933 al parque Chacabuco y en 1980 se destinó para parque Centenario. También «La Adolescencia» de Roselli, que estaba en el centro de la fuente «de los sapitos», que fue a parar a la plaza Palermo Viejo, donde la robaron a principios de los noventa. Una que se fue y que regresó es «El Yaguareté» de Sarniguet; retirada del parque en 1975 para depositarla

Imágenes del antiguo rosedal

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Chicos jugando en la fuente “de los sapitos”.

en el Zoológico, este año volvió a componer el paisaje en el que estuvo por décadas. Parque que a principios de los sesenta fue trinchera de soldados y tanques en la revuelta militar de «azules y colorados», manteniendo en vilo al barrio con semejante ocupación armada. Rodeado por calles que fueron conocidas como «De La Pólvora» (hoy Curapaligüe) y «Polvorín», (la actual Emilio Mitre), hoy va reponiéndose de sus heridas con intervenciones que se han ido realizando en este último tiempo, como la restauración de la fuente monumental, la plantación de árboles nuevos y la recolocación del Yaguareté, entre otras obras. Parque tradicional de nuestra ciudad, sus 17 hectáreas son espacio de recreación y esparcimiento para la salud de los vecinos, rodeado por la escuela, el polideportivo, el centro cultural, también es un lugar de encuentro social e identidad con personalidad propia de barrio porteño.

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¿QUÉ PAISAJE FUTURO DESEA BUENOS AIRES? Charla-Debate El viernes 26 de octubre la Dirección General de Espacios Verdes organizó una charladebate sobre el paisaje de la ciudad. Con un panel integrado por José San Martín (Director General de Espacios Verdes), Horacio Wilder Larrea (Arquitecto Paisajista), Carlos Thays (h) (Ingeniero Agrónomo Paisajista), Raquel Perahia (Arquitecta y Planificadora Urbana), Nicolás García Uriburu (Artista Plástico), y como moderador Fabio Márquez (Coordinador de la Dirección General de Espacios Verdes). La convocatoria fue dirigida hacia las entidades vecinales, académicas, ongs, y público en general, realizándose el evento en el Centro Cultural San Martín. Con la consigna: ¿qué paisaje futuro desea Buenos Aires?, los panelistas expusieron sus consideraciones sobre el tema. San Martín presentó un trabajo de diagnóstico y propuesta con imágenes proyectadas, planteando el déficit de metros cuadrados de espacio verde por habitante que posee la ciudad, y mostrando malas intervenciones hechas en la ciudad tanto en épocas de autoritarismo, como de traslación mal copiada de estilos de otras ciudades. Propuso mecanismos para definir, con participación social, planificación y criterios paisajistas, un camino que encuentre los espacios verdes que se requieren en el siglo XXI. Carlos Thays tomó el ejemplo de su bisabuelo con respecto al modelo de gestión y de plaza que legó a Buenos Aires, representado principalmente en el parque Tres de Febrero. Raquel Perahia ofreció su visión de relaciones entre las estructuras espaciales de la ciudad y los procesos sociales. Nicolás García Uriburu, ansioso por escuchar lo que pensaba el público, expresó las diferencias existentes entre diversos puntos de vista de personas que tienen incidencia sobre la ciudad. Fabio Márquez fue cediendo el micrófono al público para que opine, resaltando la voluntad de la Dirección General de Espacios Verdes de llevar adelante una gestión participativa, innovadora, que promueva el compromiso de los vecinos con el espacio público, y que con transparencia administrativa y criterios paisajistas logremos una mejor calidad de

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espacio verde y público. La gente asistente expresó sus ideas, demandas y conflictos de la ciudad en las plazas y parques. La riqueza de la charla no puede volcarse aquí por razones de espacio, pero pueden solicitar una desgrabación por correo electrónico enviando un e-mail a espaverde@buenosaires.gov.ar

Raquel Perahia, Horacio W. Larrea, José San Martín, Fabio Márquez, Carlos Thays (h) y Nicolás García Uriburu.

Un momento de la charla-debate.

Horacio W. Larrea, José San Martín y Fabio Márquez.

EL PAISAJE URBANO


LIBROS RECOMENDADOS “Árboles urbanos” y “Árboles urbanos 2” Héctor B. Lahitte – Julio A. Hurrell Juan José Valla – Leandro Jankowski – Daniel Bazzano Ana Jesús Hernández - Alcides Saénz – Stella Rivera

Estas dos obras forman parte de una colección hermosa denominada Biota Rioplatense. Con información actualizada, un diseño práctico y con una diagramación didáctica los autores nos proponen en sus páginas la información de 150 especies arbóreas (entre los dos tomos), nativas y exóticas, que pueblan las calles, plazas y parques de la región rioplatense. Se describen las especies, su distribución, ecología, fenología, nombres científicos y vulgares (en castellano, inglés, portugués y guaraní), utilidades, modos de multiplicación, y características de la madera. Los textos y fotografías fueron producidos por un grupo interdisciplinario de especialistas, ofreciendo una visión dinámica de nuestra flora arbórea urbana. Es un importante aporte para aficionados, profesionales, estudiantes y público en general. Edición L.O.L.A. (Literature of Latin America). Buenos Aires 1999 y 2001. 320 y 287 páginas.

“Flora indígena del Uruguay – Árboles y arbustos ornamentales” Julio Muñoz – Pablo Ross – Pedro Cracco Esta obra que nos brinda aspectos taxonómicos, ecológicos y utilitarios sobre especies arbustivas y arbóreas uruguayas, con excelentes ilustraciones que artísticamente enriquecen sus páginas para nuestro deleite y admiración visual. Nos muestra una significativa parte de la riqueza vegetal que tan generosamente volcara la naturaleza en el querido suelo del Uruguay. Editorial Hemisferio Sur. Montevideo 1993. 284 páginas.

“Historia de los parques en la pampa” Silvina Ruíz Moreno de Bunge. Obra rigurosa y amena, documentada con un largo trabajo en archivos y bellamente ilustrada con fotos, planos y dibujos, la «Historia de los parques en la pampa» ofrece un panorama del arte del paisaje en la Argentina. Desde las viejas quintas del Buenos Aires colonial y las primeras estancias acosadas por el indio, hasta la actualidad pasando por los grandes parques «a la europea» de la belle epoque. Editorial El Ateneo. Buenos Aires 1998. 251 páginas. EL PAISAJE URBANO

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PATA DE VACA Este árbol nativo, cuyas hojas recuerdan la forma de una huella de pezuña de vaca, es una belleza que debería estar más presente en la ciudad. En el hemisferio norte se lo conoce como «árbol de las orquídeas» y esto nos da la pauta de su característica más notable: a partir de diciembre hasta el mes de marzo se cubre de unas bellas flores blancas dispuestas en racimos, con cinco pétalos muy delicados y elegantemente realzados por unos largos estambres. Una verdadera joya. Apreciamos la flor de la Bahuinia forficata.

Ramilla con frutos y aguijones

Primavera, Verano y Otoño

Aspecto invernal

La estructura de su tronco y ramas no es muy grande. Podría considerarse un árbol mediano, bueno para el arbolado de las calles de Buenos Aires que deberían estar siempre engalanadas por algún árbol nativo de bellas flores. También es posible plantarlos más juntos para formar un montecito, ya que su aspecto es liviano y su follaje verde claro es bastante transparente. Su nombre científico es Bahuinia forficata, y pese a ser nativas de nuestra tierra llevan su nombre en honor de Juan y Gaspar Bahuin, botánicos suizos, que dejaron importantes aportes a la botánica en el siglo XVI. Un árbol interesante para recuperar en el arbolado de la ciudad de Buenos Aires.

Semilla

Fruto abierto

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Ilustración de P. Cracco de “Flora indígena del Uruguay”

EL PAISAJE URBANO


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