La justicia en su laberinto

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Nació el 16 de noviembre de 1937 en Trujillo, Perú. Se graduó en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de Lima. En 2001 creó en su ciudad natal la Fundación Gerardo Chávez y el Museo del Juguete Antiguo. En 2006 inauguró el primer Museo de Arte Moderno del Perú en Trujillo. Ha sido condecorado con la Orden del Sol y nombrado Caballero de las Artes y las Letras por el gobierno francés. Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Sus obras se encuentran en colecciones privadas y algunos museos. 1999. “Ritmo de lo fantástico”. Museo de Arte Latino. Long Beach, Estados Unidos. 2001. Retrospectiva. Instituto de Cultura Peruano Norteamericano (ICPNA Miraflores). Lima, Perú. 2004. “El país de Roberto Matta”. Exposición homenaje. Museo de las Artes Visuales. Santiago, Chile. 2008. “La Reconquista”. Chapelle des Ursulines. Quimperlé, Francia. 2009. “La justicia en su laberinto”. Museo Pedro de Osma. Lima, Perú.


Gerar do Chzá ve

“La justicia en su laberinto”


La justicia en su laberinto gerardo Chavéz desarrollo gráfico y contenidos: Xabier Diaz de Cerio www.fabricadeideas.pe Diseño y diagramación: Roger Hiyane Fotografías: Daniel Giannoni, Carlos Pichón y Jaime Chavéz


El artista

Gerardo Chávez es, sin duda, uno de los artistas contemporáneos más relevantes del Perú. A partir de una especial sensibilidad, su obra propone una visión particular del entorno, el tiempo y la historia. La exhibición “La justicia en su laberinto” constituye una excelente selección del trabajo de Gerardo Chávez por sus características estéticas y técnicas de gran singularidad. La muestra reúne once cuadros de gran formato que ofrecen una mirada del mundo ancestral. Desde 1994, cuando Telefónica inició sus operaciones en el país, asumimos el compromiso de participar activamente en el desarrollo de la sociedad en su conjunto por medio de actividades educativas, culturales y artísticas. En este contexto, uno de nuestros principales objetivos ha sido impulsar y difundir el arte del Perú para acercar a todos los ciudadanos a la riqueza de su bagaje cultural. Es un honor para Telefónica participar en la presentación de un proyecto de arte peruano con gran valor cultural y artístico. Javier Manzanares Presidente de Telefónica del Perú.


En cada

Gerardo Chávez o el triunfo de eros

oportunidad en Mercantil, sí. Aquel ajetreo de dinero que Gerardo e intereses que amenaza con asesinar Chávez nos invita a una exhibición de algo esencial del genio: la gratuidad. sus obras, el ambiente se impregna Esa generosidad esencial que es el sello de una atmósfera pagana. O, dicho indeleble que todo gran creador deja de otra forma, el espacio en que se grabado a fuego en su obra. Aquello que realiza la muestra se transforma palpita en la profundidad de su ser y que en un festival mágico en que este es más grande que él pues lo empuja, chamán convoca a seres de otros con frecuencia a pesar suyo, a hacer lo mundos que ¡al fin! vienen a trastocar que hace. con sus danzas, sus movimientos eróticos, sus sonrisas, su música, la Aquello de “pagano” le viene a Chávez densa solemnidad post burguesa de Luis Enrique Tord desde antiguo. Ahí está su juvenil nuestra época. Y a burlarse y remover fascinación por las figuras rupestres a la peor de las solemnidades: la de de Tasili n´Adyer en Argelia, los monolitos de la Isla las revoluciones disecadas que repiten gestos sin alma, Pascua, las pinturas de la cueva de Altamira, los textiles rebeliones de salón, conversaciones de té de tías, la de y ceramios prehispánicos mochicas, las máscaras esa palabrería abstrusa de los comentadores que ven en africanas. Es decir, todo un viaje a los fundamentos de cada pincelada una renovación que ya parece imposible la humanidad, a los primeros trazos de su genio, a sus luego de que alguien exhibiera un lienzo que mostraba iniciales manifestaciones lúdicas. Un dejar descansar lo que en gran parte es el arte plástico actual: una tela la fatigada, la limitada, la impotente Razón, para seguir en blanco. el camino de los héroes: internarse en el laberinto para enfrentar al Minotauro cara a cara. Sin subterfugios. El artista como chamán. Sí. Alguien capaz de Como sólo lo puede hacer un artista: sin fragmentar la invocar las fuerzas profundas que hacen marchar realidad en la azarosa busca de mil y una explicaciones el mundo. Alguien que es entusiasmado por un que tienden a concluir en un pantano de raciocinios maravilloso sentido lúdico en que reina Eros venciendo del cual se hace difícil liberarse para volver a intentar a Tánatos. Entusiasmado, sí, en la formidable acepción la comprensión de la unidad. Ir en busca de ella, de griega de este concepto: el que es animado por los la unidad, mediante la intuición, la iluminación si se dioses. De similar manera que en la poesía, en que quiere, mediante aquella llama que alumbra como un abundan los versificadores pero son escasos los poetas fogonazo aquello que la rutina impide ver, es lo que -entendidos como profetas, reveladores, inspiradores-, logra la penetrante mirada del artista, capaz de percibir en la plástica hay una inflación de pintores y una la maravillosa multiplicidad del mundo tras el velo de preocupante carencia de maestros de la pintura. Y las apariencias. afloran muy de vez en cuando el Amor y el Juego, esas dos poderosas fuerzas míticas irresistibles que en la época contemporánea se expresan a través de un talento, como el del maestro trujillano, que escapa al espacio ocupado por el decorativismo, el espectáculo pasajero y el banal entretenimiento a que se ha reducido mucho de la actividad pictórica actual, peligrosamente entremezclada con el disolvente mercantil.


En esta aventura se agita desde hace cincuenta años este maestro nacido en La Libertad, en aquel norte que hoy revive más vital que nunca en la vastedad de sus playas calientes, en el poderoso movimiento de su mar, en sus alimentos sabiamente condimentados, en el continuo descubrimiento de sus refinadas e inteligentes culturas constructoras de acueductos, de cerámicas que narran los avatares de su existencia, de exquisita orfebrería, en los edificadores de su serena arquitectura virreinal, en los forjadores de la emancipación americana, en sus trágicas revoluciones republicanas y en la generosidad de sus filántropos, como es el propio Chávez, fundador del Museo del Juguete y del admirable Museo de Arte Moderno de Trujillo. En esta ocasión, como un adelantado de otros tiempos, el maestro cuelga su obra reciente bajo un nombre de resonancias tormentosas: “La justicia en su laberinto”. Y allí están sus intensos personajes fantásticos que se entreveran en el quehacer humano, naciendo de la tela de yute color barro y pintados con pastas policromadas fabricadas por el propio artista. Personajes que se apoderan del espacio y que vibran como aquellos espléndidos dibujos de los cerámicos mochicas que narran historias de éste y de otros mundos. Personajes que constituyen la mitología particular del maestro y que transcurren en una danza de cuerpos antropomorfos y zoomorfos en que no falta la nota musical, los remotos sueños infantiles, la alegría del amor y de lo erótico o la alegoría de la ciega justicia blandiendo una aguda espada en el aire en ese lienzo imponente, que da nombre a la exposición, que es La justicia en su laberinto. Una reconquista, sí: la de los seres que pueblan sus sueños ancestrales -y sus pesadillas- trabajados con el barro, las anilinas y los vegetales de la propia naturaleza.

En algunas telas –Los de acá y los de allá- otros personajes parecen decomponerse en una sucesión de cabezas cuyas expresiones logradas con trazos ágiles y sencillos insinúan como una intimidad oculta y sorprendida encerrada en esos ojillos minúsculos que observan con desconfianza al espectador. Y las inquietantes efigies de La señora de Cao, que son como apariciones de otro mundo. O aquellas vibrantes y complejas del lienzo Los invisibles. O el que nos remite a su célebre Procesión de la papa, de 1995, aunque en Hombres de Chan Chan IV es más bien una figura humana la que es llevada a hombros del cortejo. Estos personajes lo persiguen a Chávez desde sus inicios, hace ya medio siglo, cuando en sus obras primerizas los fijaba como seres tensos y desgarrados. Más tarde, la larga estadía en Francia, los encuentros decisivos con Roberto Matta y Wifredo Lam, la atmósfera surrealista, la observación de las obras originales de los grandes maestros, la lectura de Lautréamont, Nerval, Rimbaud, Baudelaire, Eluard, Bachelard, gravitarían en la evolución de una obra en que ha forjado series memorables –El último ídolo, El otro Ekeko, La procesión de la papa, Mitologías del futuro, Los caballitos de Amador, Aenigma- hasta las magníficas realizaciones actuales en que los seres que lo habitan son personajes coloridos, exultantes, vitales, que exhalan una sensualidad entre carnal y onírica, regocijados siempre en la existencia misma. Una existencia que es una perpetua celebración. Una celebración de la que están concientes esos personajes que exaltan la plenitud que ha alcanzado la obra de su creador, uno los más brillantes pintores de nuestro continente, como se aprecia en Los de afuera, en que los hijos de su imaginación saltan eufóricos fuera de los extremos del lienzo. Esa fiesta original, lúdica, pagana, invade así, una vez más, el alma de los contempladores a los que el maestro permite participar en el breve pero intenso momento de una notable exhibición.


Es el elemento que me permite ser mĂĄs claro y trasparente. Pertenece a las raĂ­ces, a lo ancestral y puro, La tierra me permite actuar como un niĂąo y abandonar todo lo bonito, lo decorativo que puede tener una obra. Chorrear los colores me permite jugar, escaparme un poco de la prisiĂłn de la belleza bonita. Ensuciarme las manos con barro, la tierra mojada, es regresar a mi infancia.

Es la tierra hecha piedra. Cada duna y cerro del desierto que me rodea tiene su propio color, un mineral del que extraigo mis tonalidades de ocre, mis pigmentos, mis colores petrificados.


La justicia en su laberinto (2008) TĂŠcnica mixta. Barro sobre tela de yute 5x6m


Los de acá y los de allá (2009) Técnica mixta. Barro sobre tela de yute 2 x 12 m



Con él co nsigo una textu ra aterciope lada que la pin tura no me of rece. Trabajar con el carbón v egetal me incor pora a lo lúdico porque mientras yo pinto con él, m e pinta las mano s en un juego cre ativo.

Los invisibles (2006) Técnica mixta. Barro sobre tela de yute 2 x 2,5 m



Los hombres de Chan Chan (2006) TĂŠcnica mixta. Barro sobre tela de yute 2 x 2,5 m


Los hombres de Chan Chan (2005) TĂŠcnica mixta. Barro sobre tela de yute 2 x 2,5 m


Los hombres de Chan Chan (2008) TĂŠcnica mixta. Barro sobre tela de yute 2 x 2,5 m


Es la superficie más sensual que he encontrado. Me remite a los costales de papas y camotes que descubrí a muy corta edad, los cuales eran cosidos y descosidos según la necesidad. Recordé que en mi niñez las habitaciones eran divididas con yute revestido con barro y papel periódico. Esa imagen en mi memoria me llevó a adoptar esta tela como el mejor soporte de mis cuadros.


La justicia en su laberinto (Estudio) (2008) TĂŠcnica mixta. Barro sobre tela de yute 1,9 x 2,3 m


Los de afuera (2009) TĂŠcnica mixta. Barro sobre tela de yute y madera 1,6 x 2,3 m



La comparsa (2008) TĂŠcnica mixta. Barro sobre tela de yute 2 x 2,5 m


blanco

Es un color neutro y al mismo tiempo lleno de contrastes. Los personajes que pinto en blanco son una revelaciĂłn de paz, poseedores de una luminosidad que les brota de su interior. El blanco tiene un ritmo, genera una danza y un movimiento que ayuda a que mis obras se desplacen en el espacio. La seĂąora de Cao (2006) TĂŠcnica mixta. Barro sobre tela de yute 2 x 2,5 m

negro

Es el contraste, el negativo, el opuesto complementario del blanco. Blanco y negro son como una pareja que no puede vivir el uno sin el otro, que no se acuesta con un tercero y que siempre se dice la verdad. El negro es quien sufre por su entorno y vibra en la oscuridad.




Los Cautivos (En constante evolución) Técnica mixta. Barro sobre tela de yute y madera

Es como un volcán permanente que nunca explotó y que permanece en las entrañas de la tierra. Está afincado en el mundo interior de cada uno, y los artistas, como figuras mediadoras, lo exploramos como si fuera una mina.



Nació el 16 de noviembre de 1937 en Trujillo, Perú. Se graduó en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de Lima. En 2001 creó en su ciudad natal la Fundación Gerardo Chávez y el Museo del Juguete Antiguo. En 2006 inauguró el primer Museo de Arte Moderno del Perú en Trujillo. Ha sido condecorado con la Orden del Sol y nombrado Caballero de las Artes y las Letras por el gobierno francés. Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Sus obras se encuentran en colecciones privadas y algunos museos. 1999. “Ritmo de lo fantástico”. Museo de Arte Latino. Long Beach, Estados Unidos. 2001. Retrospectiva. Instituto de Cultura Peruano Norteamericano (ICPNA Miraflores). Lima, Perú. 2004. “El país de Roberto Matta”. Exposición homenaje. Museo de las Artes Visuales. Santiago, Chile. 2008. “La Reconquista”. Chapelle des Ursulines. Quimperlé, Francia. 2009. “La justicia en su laberinto”. Museo Pedro de Osma. Lima, Perú.



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