Población y Desarrollo argonautas y caminantes Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014 ISSN 2221-7002 Edificio F1, 3ra. planta, MDD-UNAH, Ciudad Universitaria, Blvd. Suyapa, Tegucigalpa, M.D.C., Correo electrónico: maestriademografiasocial@yahoo.es mae.demografiasoc.cu@unah.edu.hn Sitio Web: www.maestriademografiaydesarrollo.com twitter:Maedemografiahn facebook:maestriademografia
CONSEJO EDITORIAL Martha Lorena Suazo Matute Editora Marysabel Zelaya Ochoa Editora Adjunta Marcos Carías Chaverri Rolando Sierra Fonseca Raúl Hernández Castellón Marcelina Castillo Venerio
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS MAESTRÍA EN DEMOGRAFÍA Y DESARROLLO Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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304.6 Universidad Nacional Autónoma de Honduras Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes es una U38 Postgrado Latinoamericano en Trabajo Socia.por Maestría en revista anual de carácter académico editada la Maestría en Demografía Social. de la Universidad Nacional Autónoma Demografía y Desarrollo C.de H. Población Desarrollo: y Caminantes 2008 / Honduras. Su yobjetivo esArgonautas dar a conocer de forma permanen Universidadcientífica Nacional Autónoma de Honduras. Postgrado te la producción de los resultados de investigación en Latinoamericano en Trabajo Social. Maestría en Demografía temas relacionados con población y desarrollo. Socia.-- (Tegucigalpa): (Litografía López), (2009) 110 p.: Cuadros, fotos, gráficos.
ImpresaISBN: en la Litografía López, S. de R.L. 978-99926-724-1-9 Barrio La Ronda, ave. Jeréz, casa 1153
Tel. 2237-3178 1.- HONDURAS-DEMOGRAFÍA. 2.- DESARROLLO SOCIAL. 3.- MIGRACIÓN.
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Población y Desarrollo argonautas y caminantes
Índice Presentación........................................................................ 5 1. La mortalidad infantil en Argentina. Análisis de sus cambios y de las diferencias regionales.
Victoria Mazzeo....................................................................................................... 9
2. Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad: estudio de tres cohortes de mujeres mexicanas Julián Govea Basch................................................................ 23 3. Académicos universitarios y salud ocupacional. Importancia de los factores psicosociales y variables sociodemográficas, el caso de un centro universitario regional de la Universidad de Guadalajara, México Blanca Noemí Silva Gutiérrez, Raúl Vicente Flores................................. 33
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4. Honduras, 2015-2050: algunas consecuencias del envejecimiento de la población sobre la planificación de los servicios de educación y salud José Arnoldo Sermeño Lima, Ph.D.i............................................... 45 5. Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios laborales hacia Estados Unidos Ofelia Woo Morales............................................................... 55 6. Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud. Tres años de revisión: 2009-2011 Ma.Guadalupe Romero-A., Ingrid Carolina Garay-R............................... 71 7. Los jóvenes: mujeres y hombres, excluidos de las oportunidades de educación y trabajo en Honduras. Una mirada exploratoria acerca de las percepciones sociales sobre los NINI. José Acevedo...................................................................... 81 8. Estimación y proyección de la población económicamente activa de la ciudad de San Pedro Sula, 2015- 2030 Juan Manuel Ciudad.............................................................. 91 9. El bono demográfico en los países centroamericanos Manuel Antonio Flores Fonseca................................................. 105
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Presentación La Maestría en Demografía y Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras presenta el volumen 10 de la revista Población Desarrollo Argonautas y Caminantes; un espacio de difusión del conocimiento científico producido en América Latina en temas relacionados con la dinámica demográfica y el impacto que tienen en las diversas esferas de la población. Comprender en prospectiva el impacto de los cambios demográficos, brinda la posibilidad de anticiparse a escenarios futuros y plantear propuestas de solución que faciliten el manejo de los mismos. La revista, como espacio de reflexión permite a todos sus lectores informarse y debatir la problemática sociodemográfica que se vive en diversas regiones del país y de América Latina, las cuales comparten problemáticas demográficas comunes en diferentes ritmos y periodos de tiempo. En esta oportunidad se presentan 9 artículos que representan el esfuerzo y el compromiso social de investigadores e investigadoras de países como México, Argentina, y Honduras: La mortalidad infantil en Argentina. Análisis de sus cambios y de las diferencias regionales, de Victoria Mazzeo; Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad, estudio de tres cohortes de mujeres mexicanas, de Julián Govea Basch; Académicos universitarios y salud ocupacional. Importancia de los factores psicosociales y variables sociodemográficas, el caso de un centro universitario regional de la Universidad de Guadalajara, México, de Blanca Noemí Silva Gutiérrez y Raúl Vicente Flores; Honduras, 2015-2050: algunas consecuencias del envejecimiento de la población sobre la planificación de los servicios de educación y salud, de José Arnoldo Sermeño Lima; Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios laborales hacia Estados Unidos, de Ofelia Woo Morales; Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud. Tres años de revisión: 2009-2011, de María Guadalupe Romero-A., e Ingrid Carolina Garay R; Los jóvenes: mujeres y hombres excluidos de las oportunidades de educación y trabajo en Honduras; una mirada exploratoria acerca de las percepciones sociales
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sobre los NINI, de José Acevedo; Estimación y proyección de la población económicamente activa de la ciudad de San Pedro Sula, 2015- 2030, de Juan Manuel Ciudad; y El bono demográfico en los países centroamericanos, de Manuel Antonio Flores Fonseca. La indexación de la revista con criterios LATINDEX y la visibilidad que tiene en LAMJOL (Latin American Journal, plataforma de revistas en línea de América Latina), ha permitido que los artículos publicados lleguen a lectores y lectoras de todos los países de América Latina, España y Portugal, lo que ha generado la oportunidad que cada año se agreguen nuevos autores y autoras, que con sus aportes enriquecen las publicaciones y ven en la revista un espacio comprometido con la difusión del conocimiento científico-académico en el campo de población y desarrollo. Un agradecimiento especial al artista hondureño José Francisco Reyes Orozco que en esta oportunidad apoyo la publicación del presente número, facilitando una muestra pictórica de su obra, la cual engalana cada uno de los artículos presentados.
Marysabel Zelaya Ochoa Editora Adjunta
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Revista Poblaciรณn y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
La mortalidad infantil en Argentina
1 La mortalidad infantil en Argentina. Análisis de sus cambios y de las diferencias regionales. Victoria Mazzeo*
RESUMEN. El objetivo de este artículo, es analizar, a partir de mediados del siglo XX, los cambios en el nivel de la mortalidad infantil de Argentina observando las diferencias regionales. Una primera lectura indica que en Argentina, entre los años 1950 y 2010, el nivel de la mortalidad infantil descendió más del 80%, siendo su nivel de 11,1 por mil en 2012. Al tener en cuenta el comportamiento de las distintas jurisdicciones se advierte que sólo una tercera parte de ellas se mantuvieron durante el siglo XXI por debajo del promedio del país y otra tercera parte estuvo por encima, el resto presentó altibajos. Palabras clave: mortalidad infantil – neonatal – postneonatal – causas reducibles. SUMMARY. The objective is to analyze, from the mid-twentieth century, changes in the level of infant mortality in Argentina watching, regional differences. A first reading indicates that in Argentina, between 1950 and 2010, the level of infant mortality declined more than 80%, being its level of 11.1 per thousand in 2012. Considering the behaviour of the various jurisdictions, only a third of them remained in the XXI century below the national average and a third part over, the rest presented ups and downs. Keywords: infant mortality - neonatal - postneonatal - preventable causes.
I. Introducción Disfrutar de buenas condiciones de salud es un derecho fundamental, cuyo logro, debe ser un objetivo prioritario de las políticas públicas. En el caso de los menores de un año, los principios de universalidad, interdependencia e indivisibilidad de los derechos, así como el principio del interés superior del niño, contenidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, significó un cambio de paradigma respecto del concepto de infancia. A partir de allí, se los reconoce como sujetos plenos de derecho y se los considera como personas con necesidad de cuidados especiales. Al mismo tiempo, se otorgó un papel esencial a la familia en cuanto a la crianza, siendo reconocida como el lugar propio de convivencia y pertenencia de los niños. Se introdujo el nuevo paradigma de “protección integral”, en el que la infancia es considerada una sola y
su protección se expresa en la exigencia de formulación de políticas básicas universales para todos los niños (Mazzeo, 2006 y 2007). La mortalidad infantil ha sido considerada como uno de los indicadores más sensibles de las condiciones de salud de la población, bajo el supuesto de que el niño al nacer está expuesto a ciertos factores del medio que inciden en su salud y que se reflejan en el nivel de la tasa de mortalidad infantil. Esos factores (ambiente sanitario, nutrición de la madre y del niño, programas de inmunización y control de enfermedades) se relacionan con el significado que tiene para un gobierno el concepto de bienestar social y con las políticas gubernamentales que lleva a cabo con ese fin. Por lo tanto, el estudio de la mortalidad infantil merece un lugar destacado entre los indicadores relativos al grado de desarrollo socioeconómico de una determinada sociedad. Esto explica por
Recibido: febrero de 2014 /Aceptado y versión final marzo de 2014. * Jefa Departamento de Análisis Demográfico (dgesyc-gcba), Profesora Titular Regular de la Maestría Demografía Social (fsoc-uba) e Investigadora del Instituto Gino Germani (fsoc-uba), mail: victoria.mazzeo@gmail.com Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Victoria Mazzeo
qué en los discursos de la dirigencia política se alude con frecuencia a esta variable y los responsables del sector salud se muestran muy sensibles a los cambios registrados en su nivel (Mazzeo, 2006). Desde hace varios años, pero especialmente durante las tres últimas décadas, estudios teóricos y empíricos demostraron significativas diferencias en las condiciones de salud entre diferentes grupos sociales definidos de acuerdo con su nivel de ingresos, educación, origen étnico, género, área de residencia o factores ambientales. En América Latina, varios estudios confirmaron la existencia de una elevada asociación entre las probabilidades de sobrevivencia de los niños y los niveles socioeconómicos de los hogares (Breilh y Granda, 1983; Ruzicka, 1983; Bronfman y Tuirán, 1983; Mosley y Chen, 1984; Laurell, 1986; Puffer y Serrano, 1988; Behm, 1992; Menéndez, 1992; Moreno, 1999; Vinocur, 1999; CEPAL, 2000; Delamonica et. al., 2000; Mc Question, 2001; Mazzeo y Pollero, 2005). En Argentina, varios estudios confirmaron la existencia de una elevada asociación entre las probabilidades de sobrevivencia de los niños y los niveles de pobreza de sus hogares (indec, 1984; Torrado, 1986 y 1992). También se investigaron las relaciones entre infancia y condiciones de vida (López y Tamargo, 1995 y Cid, 1995), observando que el riesgo de muerte y el deterioro en su crecimiento era sensiblemente más elevado entre los niños nacidos en hogares de pobreza estructural. Otros trabajos relacionaron el estado nutricional con el nivel económico-social de los hogares (Calvo, 1995 y Ministerio de Salud, 1999), todos ellos confirmaron una fuerte asociación entre prevalencia de desnutrición y pobreza. Se afirmó que el déficit de talla es reflejo de un proceso crónico en el que confluyen varios factores, particularmente el bajo peso al nacer, la carencia marginal de energía y nutrientes, la reiteración de procesos infecciosos agudos y las condiciones desfavorables del medio en que vive el niño.
A principios de este siglo, se encuentran los trabajos que analizan los diferenciales de la mortalidad infantil por tamaño de las localidades. Aportes a esta línea de investigación (unicef-indec, 2003; Celton y Ribotta, 2004; Ceballos, 2005; Trifiró, 2007; Mazzeo, 2008) muestran las diferencias en la sobrevivencia cuando se consideran las condiciones de la vivienda, el saneamiento ambiental y el nivel educativo de las madres, variables muy relacionadas con las condiciones socioeconómicas de los hogares. Se concluye que, independientemente de la región de residencia, son las condiciones socioeconómicas las que tienen mayor incidencia en la tasa de mortalidad de la infancia. En otra línea de investigación, se verificó el cumplimiento de las metas del año 2000 para la mortalidad infantil en Argentina (Mazzeo, 2003). En síntesis, todos los estudios enfatizan la existencia de sistemáticas diferencias entre los grupos sociales, cualquiera sea el indicador que se utilice para clasificar estos grupos. Aquellos donde el riesgo es mayor son siempre los conglomerados sociales de más bajo nivel socioeconómico.
II. Objetivo y metodología El objetivo es investigar, a partir de mediados del siglo XX, los cambios en el nivel de la mortalidad infantil de Argentina, observando su composición por grupo etario (neonatal y postneonatal1) y los diferentes comportamientos regionales. Además, a partir de los 80, es analizar la participación de las causas de muerte y en el período 2000-2012, comparar las diferencias jurisdiccionales. Para la medición del nivel de la mortalidad infantil, se utilizó la tasa definida como la relación entre las defunciones de niños menores de un año, en un año dado y los nacidos vivos en el año2. Los datos provienen de las estadísticas vitales del período. En Argentina, los dos hechos vitales que intervienen en esta tasa (nacido vivo y defunción) son de inscripción obligatoria y las
1. Las muertes neonatales transcurren desde el nacimiento hasta los 27 días cumplidos y las postneonatales desde los 28 días hasta los 11 meses cumplidos. 2. Se discriminan en el análisis los grupos etarios que abarca la mortalidad infantil (neonatal y postneonatal). 10
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
La mortalidad infantil en Argentina
definiciones conceptuales son las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. Se ha demostrado que el nivel de la mortalidad está relacionado con la evolución de la estructura de las causas de muerte. Para efecto de observar este proceso se consideraron ocho grupos de causas, a saber: ciertas afecciones originadas en el período perinatal (complicaciones del embarazo, trabajo de parto y del parto, trastornos relacionados con la duración corta de la gestación y el crecimiento fetal lento, etc.); anomalías congénitas (hidrocefalia, espina bífida, vicio orgánico al corazón y otras malformaciones congénitas); infecciones respiratorias agudas (neumonía, influenza, bronquitis y bronquiolitis agudas y las demás infecciones respiratorias agudas); enfermedades infecciosas intestinales (infecciones intestinales debidas a virus y otros organismos especificados, diarrea y gastroenteritis de presunto origen infeccioso, etc.); enfermedades del corazón (insuficiencia cardíaca, enfermedades isquémicas del corazón, etc.); deficiencias de la nutrición (desnutrición); accidentes (de transporte y otras traumatismos accidentales) y resto de las causas bien definidas. Además, para el último año del período en estudio, se analiza la mortalidad según criterios de reducibilidad3. El estudio de las desigualdades regionales, se realizó a partir del agrupamiento de las 24 jurisdicciones que componen el país, en seis regiones. La primera está integrada por la Ciudad de Buenos Aires (capital del país) y el resto son: Pampeana (Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe); Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis); Noreste (Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones); Noroeste (Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán) y Patagónica (Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego). Finalmente, con el objeto de mostrar cómo el promedio nacional ha evolucionado en sus componentes jurisdiccionales a lo largo del siglo XXI, se examina, para el período 2000/2012, la distribución de la mortalidad
infantil en el país. Con ello se busca poner de relieve las desigualdades que en materia de mortalidad infantil se dan en el territorio nacional, y mostrar la necesidad de prestar atención focalizada hacia regiones y sectores de la población postergados en el acceso a servicios básicos de salud. A tal efecto, se han agrupado los comportamientos de la mortalidad infantil según división política territorial en cinco categorías: provincias que durante todo el período estuvieron por encima del promedio de país; las que estuvieron por debajo; las que comenzaron el período por encima y luego estuvieron por debajo; las que comenzaron por debajo y luego estuvieron por encima y las provincias con altibajos.
III. La inserción de la mortalidad infantil de Argentina en el contexto internacional Con el objeto de conocer la inserción de la mortalidad infantil de Argentina en el contexto internacional, se comparó su nivel con las cifras de la estadística internacional de los países europeos y latinoamericanos. En el Cuadro 1 se observa que desde mediados del siglo XX se produce un descenso sostenido de la mortalidad infantil en la mayoría de los países europeos. Por su Cuadro 1. Tasa de mortalidad infantil en países europeos seleccionados y en Argentina, años 1950-2010. Países
1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
Alemaniaa
56
34
24
13
7
5
3
Argentina
68
62
61
33
26
17
12
Austria
66
38
26
14
8
5
4
Bélgica
53
31
21
11
8
5
4
España
70
46
28
12
8
4
4
Francia
52
27
15
10
8
4
3
Hungría
-
48
36
23
15
8
5
Italia
64
44
29
14
9
5
3
Portugal
94
78
58
26
13
6
3
Suecia
21
17
15
7
6
3
2
Nota: a Las tasas presentadas corresponden a la República Federal de Alemania y a partir de 1990 nuevamente a Alemania. Fuente: elaboración propia en base a Mazzeo, 2006 y UNICEF, 2012.
3. El Sistema Estadístico de Salud de Argentina utiliza la clasificación de causas de muerte según Criterios de Reducibilidad, basada en la clasificación según criterios de “evitabilidad” elaborada en Chile por la Dra. Erica Taucher y que con su asesoramiento, fue adaptada a las modalidades de atención de la salud en Argentina. Su última revisión es de 2011. (Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación y Sociedad Argentina de Pediatría, 2012). Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Victoria Mazzeo
parte, Argentina inició el período con valores similares a algunos de los países europeos seleccionados (Austria, España, Italia) e incluso menor (Portugal). Esta situación se modificó a partir de 1970, cuando comenzó a registrar niveles superiores a los países europeos seleccionados, y aumentó la brecha que la separaba del país de menor nivel: en 1970 era cuatro veces el nivel de Suecia y seis veces en 2010. Argentina, partiendo de un nivel alto en 1950 (tres veces superior a Suecia), se redujo el 82%, mientras que Suecia lo hizo el 90%. Es decir, a pesar de iniciar el período con un nivel bastante más alto, su reducción fue menor. Un párrafo aparte merece la comparación con la mortalidad infantil de América Latina. Argentina, durante todo el período (Cuadro 2) se mantuvo en un nivel intermedio entre los países latinoamericanos. Aquí también aumentó la brecha respecto al nivel mínimo. En 1950-55, era 1,1 veces el nivel mínimo latinoamericano (Uruguay) y en el quinquenio 2005-2010 aumenta a 2,6 veces el nivel mínimo, que desde 1970-1975 pertenece a Cuba. El descenso sostenido de la mortalidad infantil de Argentina cercano al 80% no fue suficiente, la hizo descender en el ranking latinoamericano del segundo Cuadro 2. Tasa de mortalidad infantil (por mil) estimada según quinquenios. América Latina y Argentina, años 19502010. Quinquenio
América Latina
Nivel máximo
Nivel mínimo
Argentina
1950-1955
127,7
219,6
57,5
65,9
1955-1960
114,2
193,5
53,0
60,4
1960-1965
102,0
170,5
47,9
59,7
1965-1970
92,1
157,5
47,1
57,4
1970-1975
81,4
151,3
38,5
48,1
1975-1980
69,6
131,2
22,3
39,1
1980-1985
57,3
122,1
17,4
32,2
1985-1990
47,3
100,1
15,9
27,1
1990-1995
38,7
85,5
15,3
24,4
1995-2000
31,9
70,3
9,6
21,8
2000-2005
25,4
56,3
6,1
15,0
2005-2010
21,7
48,8
5,1
13,4
V.R.% 2010/1950
-83,0
-77,8
-91,1
-79,7
Nota: nivel máximo: Haití (1950-1965 y 1980-2010) y Bolivia (1965-1980) y nivel mínimo: Uruguay (1950-1970) y Cuba (1970-2010). Fuente:elaboración propia en base a CELADE, 2010.
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
lugar que tenía en el quinquenio 1950-1955 (detrás de Uruguay) al quinto puesto, detrás de Cuba (5,1 por mil), Chile (7,2 por mil), Costa Rica (9,9 por mil) y Uruguay (13,1 por mil). Indudablemente, Cuba, Chile y Costa Rica, han sido los países que, en el concierto latinoamericano, aplicaron las políticas públicas más eficaces en la reducción de la mortalidad infantil. 3.1 La estructura por edad en la determinación del nivel de la mortalidad Con la finalidad de explicar la tendencia seguida por la mortalidad infantil, se consideró necesario examinar su composición por edad. La mortalidad infantil abarca dos etapas: la neonatal que ocurre durante las primeras cuatro semanas y la postneonatal que se produce durante el resto del primer año de vida. Antes de abordar el análisis de los componentes de la mortalidad infantil conviene recordar que existe relación entre la edad del fallecido y la etiología del fallecimiento, pues la mayoría de las muertes por causa endógena (inmadurez del recién nacido, malformación y debilidad congénita y traumatismos del parto) se producen en el período neonatal y casi la totalidad de los fallecimientos postneonatales se deben a causas exógenas (enfermedades infecciosas, desnutrición o alimentación inadecuada y accidentes). Esto se explica en relación con la naturaleza de las causas de muerte, cuya gran mayoría después del primer mes de vida, están relacionadas con el medio ambiente en el que se desarrolla el niño y cuyo control se logró con los avances de la sanidad y la medicina. En cambio, una parte considerable de las causas de muerte en el primer mes de vida tienen un origen endógeno y son debidas a factores congénitos durante la vida intrauterina y otros asociados al parto. Sobre éstas los progresos fueron más lentos y su reducción requirió mayores esfuerzos (Mazzeo, 2006). Cuando se observa la evolución de la mortalidad infantil distinguiendo los grupos etarios que la componen (Cuadro 3), se detectan claramente dos períodos de similar amplitud, pero con diferente ritmo de descenso: 1950-1975 y 1975-2010. Durante los primeros veinticinco años la mortalidad infantil desciende el 35%, la neonatal el 15%
La mortalidad infantil en Argentina
Cuadro 3. Tasa de mortalidad infantil (por mil) y composición porcentual por grupo etario. Argentina, años 1950-2010. Año
Total
Neonatal
Postneonatal
Total
Neonatal
Postneonatal
1950
68,2
26,0
42,2
100,0
38,1
61,9
1955
61,8
24,8
36,9
100,0
40,1
59,7
1960
62,4
26,6
35,8
100,0
42,6
57,4
1965
56,9
24,8
32,1
100,0
43,6
56,4
1970
61,2
25,5
35,7
100,0
41,7
58,3
1975
44,4
22,0
22,4
100,0
49,5
50,5
1980
33,2
18,7
14,5
100,0
56,3
43,7
1985
26,2
16,4
9,8
100,0
62,6
37,4
1990
25,6
15,6
9,4
100,0
60,9
36,7
1995
22,2
13,6
8,1
100,0
61,3
36,5
2000
16,6
10,9
5,7
100,0
65,7
34,3
2005
13,3
8,8
4,5
100,0
65,9
33,7
2010
11,9
7,9
4,0
100,0
66,7
33,8
Fuente: elaboración propia en base a Mazzeo, 2001 y MSAS, 2013.
y la postneonatal el 47%. En los segundos treinta y cinco años decrecen el 73%, el 64% y el 82%, respectivamente. Evidentemente, el segundo período presenta un ritmo de descenso mayor: en el período 1950-1975 decrece en promedio el 1,4% por año y en 1975-2010, el 2,1% por año. Como se muestra en el Gráfico 1, la evolución de la mortalidad infantil está fuertemente asociada al comportamiento del componente postneonatal. Es sabido que al disminuir el nivel de la mortalidad infantil adquiere importancia relativa la mortalidad neonatal. Esta última, en 1950 concentraba el 38% de las muertes de menores de un año y aumenta al 67% en 2010. Gráfico 1. Tasa de mortalidad infantil (por mil) y estructura de sus componentes. Argentina, años 1950-2010
Fuente: elaboración propia en base a Mazzeo, 2001 y MSAS, 2013.
El ritmo de descenso de la mortalidad hacia el interior del país, fue muy heterogéneo (Cuadro 4). Las regiones de Cuyo, Noroeste y Patagónica, son las que descendieron más que el promedio del país (82,6%), evidentemente partieron de niveles muy superiores (82,1; 103,4 y 97,6 por mil, respectivamente). La brecha entre el valor máximo y mínimo se redujo muy poco en el período presentado; si bien se destaca que se modificó la región que registraba el máximo. En 1950 la mortalidad infantil de la Región Noroeste era 2,8 veces la de Ciudad de Buenos Aires; mientras que en 2010 la Región Noreste registra 2,1 veces la de la ciudad. En la Ciudad de Buenos Aires (durante todo el período registra el nivel menor), y en las Regiones Cuyo, Noroeste y Patagónica, el descenso de la mortalidad neonatal fue superior al promedio del país (69,8%). En el caso de la mortalidad post-neonatal, como partieron de niveles más altos, fue mayor la caída en las Regiones Noroeste y Patagónica. 3.2 La participación de las causas de muerte en la determinación del nivel de la mortalidad Existen evidencias de la relación entre el nivel de la mortalidad infantil por grupo etario y la evolución de la estructura de las causas de muerte. Por lo tanto, para una mejor comprensión del proceso del descenso Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Victoria Mazzeo
Cuadro 4. Tasa de mortalidad infantil por grupo etario (por mil) según región. Argentina, años 1950-2010. Región
Tasa de mortalidad infantil 1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
V.R. %
Total
68,2
62,4
61,2
33,2
25,6
16,6
11,9
-82,6
Ciudad de Buenos Aires
37,5
40,4
31,5
18,5
16,8
9,4
7,0
-81,2
Pampeana
58,8
53,7
54,3
29,0
24,4
15,1
13,2
-77,5
Cuyo
82,1
66,2
63,6
31,9
23,1
16,0
11,4
-86,1
Noreste
71,4
69,4
75,4
48,8
33,1
24,3
15,2
-78,7
Noroeste
103,4
88,6
86,8
44,8
30,9
19,9
13,6
-86,8
Patagónica
97,6
97,4
77,8
33,5
20,8
14,8
9,2
-90,6
Región
Tasa de mortalidad neonatal 1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
V.R. %
Total
26,0
24,5
25,5
18,7
15,6
10,9
7,9
-69,8
Ciudad de Buenos Aires
16,4
20,1
18,7
13,5
11,2
6,1
4,6
-71,9
Pampeana
22,1
22,0
23,9
17,9
15,4
9,7
8,6
-61,1
Cuyo
32,1
26,4
25,9
19,8
14,9
10,6
8,1
-74,7
Noreste
24,2
24,3
27,4
22,5
19,4
16,4
10,2
-57,7
Noroeste
39,8
32,3
32,0
20,2
16,8
13,3
9,1
-77,2
Patagónica
44,0
32,1
30,2
18,3
13,2
10,0
6,5
-85,3
Región
Tasa de mortalidad post-neonatal 1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
V.R. %
Total
42,2
37,9
35,7
14,5
9,4
5,7
4,0
-90,5
Ciudad de Buenos Aires
21,0
20,3
12,8
5,0
5,5
3,2
2,4
-88,4
Pampeana
36,7
31,7
30,4
11,1
8,6
5,4
4,6
-87,4
Cuyo
50,0
39,8
37,7
12,1
8,0
5,4
3,3
-93,5
Noreste
47,2
45,1
48,0
26,3
13,6
7,8
5,0
-89,5
Noroeste
63,7
56,3
54,9
24,6
12,5
6,5
4,5
-92,9
Patagónica
58,8
65,2
47,6
15,2
7,2
4,8
2,7
-95,4
Fuente: elaboración propia en base a Celton y Ribotta, 2004 y Ministerio de Salud, 2011.
de la mortalidad de los menores de un año, se consideró imprescindible efectuar el análisis de la mortalidad por causas. En general, el descenso de las muertes por causas exógenas (principalmente las enfermedades infecciosas y parasitarias y la diarrea) respondió al control de los factores del ambiente y también de la inmunización masiva de la población y al uso de nuevas drogas. De este modo, la estructura de la mortalidad por causas de muerte se modifica y cobran progresiva importancia otros grupos de causas, entre ellas, las de origen endógeno, es decir, las malformaciones congénitas y las originadas en el período perinatal (Mazzeo, 2006). Como se observa en el Cuadro 5, en Argentina en 1980, ya resulta evidente la menor proporción de muertes por causas de origen exógeno (in14
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
fecciosas y parasitarias, diarrea y enteritis y respiratorias agudas) y la importancia de las muertes por causas de origen endógeno (anomalías congénitas y perinatales), llegando a representar estas últimas, a finales del período el 80% de las muertes de menores de un año. Se destaca, el mayor aumento de las anomalías congénitas, que casi triplicó su participación. Otra manera de abordar el análisis de la mortalidad infantil es a través de la clasificación de las causas de muerte según criterios de reducibilidad. Los criterios se refieren a la reducibilidad por distintas acciones, principalmente las desarrolladas en los servicios de salud. Se ha afirmado que la mayor incidencia de las muertes reducibles en el total de muertes neonatales y postneonatales
La mortalidad infantil en Argentina
Cuadro 5. Mortalidad infantil, composición porcentual de las causas de muerte. Argentina, años 1980 - 2010. Causas de muerte
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010
Total
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Ciertas afecciones originadas en el período perinatal
45,2
50,2
49,6
48,8
54,3
55,0
53,2
Anomalías congénitas
10,3
13,0
14,6
17,9
22,5
24,6
27,0
Infecciones respiratorias agudas
8,2
5,1
3,9
4,7
3,5
3,2
3,8
Enf. Infecciosas intestinales
7,3
4,3
3,1
2,2
1,4
0,9
1,2
Enf. del corazón
3,0
2,9
4,1
3,4
1,1
0,9
0,9
Deficiencias de la nutrición
2,6
3,1
3,3
1,6
1,0
0,9
0,3
Accidentes
2,7
2,8
3,8
3,9
4,4
3,4
2,6
Resto de las causas bien definidas
20,7
18,6
17,6
17,5
11,6
11,0
11,1
Fuente: elaboración propia en base a Mazzeo, 2001 y MSAS, 2002, 2007 y 2012.
es un indicador de la mala atención de la salud. Como ya se señalara, la última revisión de esta clasificación es de 2011, por lo tanto se presenta la composición de las muertes infantiles según estos criterios para el bienio 2011-2012. Al analizar la participación de las muertes reducibles tanto en la mortalidad neonatal como postneonatal (Cuadro 6), se observa que las mismas representan una altísima proporción de muertes infantiles. En la mortalidad neonatal el 61% y en la mortalidad postneonatal el 67% de la muertes podrían evitarse. Del análisis detallado de las causas de muerte reducibles se deduce que en la mortalidad neonatal prevalecen los factores relacionados preferentemente con el adecuado cuidado y tratamiento del recién nacido (enfermedades infecciosas intestinales, enfermedades bacterianas, anemias hemolíticas, tumores malignos, hidrocefalia, espina bífida, etc.) y en el período perinatal (vih, trastornos relacionados con la duración de la gestación y el crecimiento fetal, etc.). Por su parte, en la mortalidad postneonatal tienen mayor impacto las reducibles mediante la implementación adecuada y oportuna del tratamiento correspondiente y la prevención (enfermedades infecciosas intestinales, enfermedades bacterianas, encefalitis, trastornos del metabolismo, etc.). Si bien en las últimas décadas se ha comprobado la disminución de la mortalidad, pareciera que se ha producido un deterioro de ciertos indicadores de la salud infantil. Probablemente, el inestable contexto político e
institucional haya imposibilitado la continuidad de algunos programas de atención de la salud materno-infantil y de esta manera, se haya frenando el descenso de la mortalidad infantil. Esto, a su vez, habría provocado la ampliación de las desigualdades sociales y espaciales en Cuadro 6. Composición porcentual de la mortalidad infantil según grupo de edad y criterios de reducibilidad. Argentina, años 2011 y 2012. Mortalidad neonatal
2011
2012
Total
100,0
100,0
Reducibles
61,2
61,0
2,3
2,7
Preferentemente en el embarazo Preferentemente en el parto
0,8
0,7
Preferentemente en el recién nacido
28,7
30,5
Por tratamiento clínico
16,7
17,4
Por tratamiento quirúrgico
1,8
1,5
Por tratamiento clínico y quirúrgico
10,2
11,6
En el período perinatal
28,8
26,4
Otras reducibles
0,7
0,7
Difícilmente reducibles
26,7
28,0
No clasificables
9,4
9,3
Mal definidas e inespecíficas
2,7
1,7
Mortalidad postneonatal
2011
2012
Total
100,0
100,0
Reducibles
67,4
66,8
Por prevención
0,2
0,4
Por tratamiento
24,4
25,9
Por prevención y tratamiento
36,1
33,1
6,7
7,4
Difícilmente reducibles
Otras reducibles
13,4
15,3
No clasificables
8,0
7,7
Mal definidas e inespecíficas
11,2
10,1
Fuente:elaboración propia en base a MSAS, 2012 y 2013.
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
15
Victoria Mazzeo
la atención de la salud. Como se muestra en el Gráfico 2, a fines del período analizado persisten altos niveles de mortalidad reducible.
3.3 La situación de la mortalidad infantil en el siglo XXI Durante el siglo XXI, al igual que en períodos anteriores, el nivel del componente post-neonatal determina la tendencia de la mortalidad infantil. Es decir, las reducciones más importantes de la mortalidad de menores de un año se deben a la disminución del componente post-neonatal (Cuadro 7). Entre los años 2000 y 2012, la mortalidad infantil desciende el 33%, la neonatal el 31% y la postneonatal el 36%. La participación del componente neonatal se incrementa el 2,5%. La reducción del nivel de la mortalidad neonatal es más difícil y requiere de acciones más complejas y costosas que la post-neonatal. Si bien hasta aquí se ha analizado el comportamiento de la mortalidad infantil del total del país y por regiones, dicho comportamiento es diferencial en las jurisdicciones que lo componen. El propósito de considerar la distribución de la mortalidad infantil en el espacio, para el período 2000-2012, es mostrar cómo el promedio nacional ha evolucionado en sus componentes jurisdiccionales a lo largo del siglo XXI. Se busca poner de relieve las desigualdades que en materia de mortalidad infantil se dan en el territorio nacional, prestando atención a las jurisdicciones con mayores niveles.
Gráfico 2 Composición de las causas de mortalidad según criterios de reducibilidad en la mortalidad neonatal y postneonatal. Argentina, año 2012. Mortalidad neonatal
2.7 9.4 26.7 61.2
Mortalidad postneonatal
8.0
11.2
13.4 67.4
Fuente: elaboración propia en base a MSAS, 2013.
Cuadro 7. Tasa de mortalidad infantil según grupo etario (por mil) y su composición porcentual. Argentina, años 2000/2012. Año
Total
Neonatal
Postneonatal
Total
Neonatal
Postneonatal
2000
16,6
10,9
5,7
100,0
65,7
34,1
2001
16,3
10,6
5,6
100,0
65,2
34,5
2002
16,8
11,3
5,6
100,0
66,9
33,1
2003
16,5
10,5
5,9
100,0
63,9
36,1
2004
14,4
9,7
4,6
100,0
67,8
32,2
2005
13,3
8,9
4,5
100,0
66,3
33,7
2006
12,9
8,5
4,4
100,0
65,7
34,3
2007
13,3
8,5
4,8
100,0
64,1
35,9
2008
12,5
8,3
4,2
100,0
66,3
33,7
2009
12,1
8,0
4,1
100,0
66,0
34,0
2010
11,9
7,9
4,0
100,0
66,3
33,7
2011
11,7
7,6
4,1
100,0
64,8
35,2
2012
11,1
7,5
3,6
100,0
67,3
32,3
V.R. %
-32,9
-31,2
-36,3
V.R. %
2,5
-5,1
Fuente:elaboración propia en base a MSAS, 2013.
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
La mortalidad infantil en Argentina
A tal efecto, como ya se señalara, se han agrupado los comportamientos de la mortalidad infantil según división política territorial en cinco categorías (Cuadro 8). Se observa que cerca de la mitad del país (42%) se encuentra en condiciones desfavorables con respecto al promedio del país; allí se ubican las jurisdicciones que durante todo el período estuvieron por encima de dicho promedio (Catamarca, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta y Tucumán) y la que empeoró su situación, es decir comenzó el período por debajo del promedio del país y luego estuvo por encima (Buenos Aires). Otro 42% concentran las provincias que muestran condiciones favorables. Están las que durante todo el período estuvieron por debajo del promedio del país (Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Santa Fe y Tierra del Fuego) y las que mejoraron su situación (San Juan y Santa Cruz). Cabe destacar que en un estudio anterior, referido al comportamiento de la mortalidad infantil por jurisdicciones, para la década de los 90 (Mazzeo, 2003), se muestra que, con excepción de San Luis, fueron las mismas jurisdicciones las que se situaron, durante toda la década, por encima del promedio del país. Esto muestra, que si bien el nivel de la mortalidad infantil descendió, se mantuvieron las desigualdades, que se ubicaron en los mismos lugares geográficos.
3.4 Las políticas y programas de salud y su relación con la mortalidad infantil Se considera que el análisis de las políticas y programas, quizás ayude a identificar algunos factores explicativos relacionados con la tendencia de la mortalidad infantil. En Argentina, en el campo de la salud materno-infantil, las estrategias y acciones desarrolladas por el Ministerio de Salud de la Nación, en las últimas dos décadas, buscaron asegurar el derecho de los niños en concordancia con los principios y recomendaciones contenidos en el Artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989. Estas estrategias se implementaron a través de la Dirección de Salud Materno Infantil, instancia responsable del desarrollo y monitoreo de las acciones tendientes al cumplimiento del Plan Nacional de Acción a favor de la Madre y el Niño (Mazzeo, 2003). Las líneas de acción se desarrollaron a través de programas focalizados: Programa Nacional de Salud MaternoInfantil, Programa Nacional de Alimentación y Nutrición, Programa Nacional de Educación Alimentaria Nutricional, Programa Ampliado de Inmunizaciones, Programas Especiales (de erradicación del sarampión, de la poliomielitis y del tétanos neonatal) y el Programa Materno Infantil y Nutrición (promin). En el 2000 se creó el Programa Nacional de Médicos de Cabecera y la Unidad Coordinadora Ejecutora del Programa de Atención de la Salud Materno Infantil para coordinar las actividades de la Dirección de
Cuadro 8. Categorías de comportamiento de la tasa de mortalidad infantil según división política territorial. Argentina, años 2000-2012. Categoría
Jurisdicción
Durante todo el período estuvieron por encima del promedio del país
Catamarca - Corrientes - Chaco - Formosa - Jujuy La Rioja - Misiones - Salta - Tucumán
Durante todo el período estuvieron por debajo del promedio del país
Ciudad de Buenos Aires - Córdoba - Chubut Mendoza - Neuquén - Río Negro - Santa Fe - Tierra del Fuego
Comenzaron el período por encima del promedio del país y luego estuvieron por debajo
San Juan - Santa Cruz
Comenzaron el período por debajo del promedio del país y luego estuvieron por encima
Buenos Aires
Con altibajos.
Entre Ríos - La Pampa - San Luis - Santiago del Estero
Fuente: elaboración propia en base a MSAS, 2013.
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Victoria Mazzeo
Maternidad e Infancia con el promin. Esta unidad cooperó con las provincias mediante transferencias de fondos, según el grado de vulnerabilidad social de cada jurisdicción, para la compra de insumos, capacitación y recursos de asistencia técnica (Mazzeo, 2006). También se implementó el Programa de Salud Perinatal para disminuir la morbimortalidad materno-infantil, promoviendo en todo el país la salud de las mujeres durante la etapa preconcepcional, el embarazo, el parto y el puerperio y la de sus hijos durante el período fetal y neonatal. Posteriormente, se agregó el Programa Remediar para garantizar el acceso a los medicamentos de quienes están bajo la línea de pobreza o sin cobertura de obra social, prepaga o mutual y que se atienden en los centros de atención primaria de la salud. En el 2005 surge el Plan Nacer, con el objeto de mejorar la cobertura de salud y la calidad de la atención de las mujeres embarazadas, puérperas y de los menores de 6 años sin obra social. Surge para las regiones del Noreste y Noroeste y en 2007 se extendió a todo el país. Finalmente, en el 2008, el Consejo Federal de Salud, elaboró un Plan para la Reducción de la Mortalidad Infantil, de la Mujer y Adolescentes. Se trata de focalizar en la modificación de los procesos de gestión, recursos humanos, insumos e infraestructura que resulten un obstáculo para la correcta atención de la población en cada jurisdicción. Es sabido que las acciones de salud más importantes, por su efecto poblacional, son las preventivas que se brindan a través de la atención primaria. A través del contacto con los servicios de atención pueden detectarse oportunamente riesgos o patologías y revertirlos, así como orientar el comportamiento de las familias hacia conductas de vida más saludables en beneficio directo de los niños (Mazzeo, 2003 y 2006). Al respecto, cabe mencionar que según datos del censo 2010, el 36% de la población no tenía cobertura en salud y para el grupo menor de 5 años esta proporción se elevaba al 45%. La salud de los niños es altamente dependiente de las
condiciones de vida en que se desarrolla. La pertenencia a hogares pobres es un factor que puede condicionar tanto las posibilidades de acceso a los servicios como las actitudes en relación con el proceso de salud-enfermedad. Se ha demostrado que la conducta de prevención de la salud infantil por parte de las familias aparece condicionada por la situación de pobreza y por la falta de cobertura médica y que la alta cobertura referida a la consulta durante el primer año de vida está fuertemente asociada a la institucionalización del parto (Mazzeo, 2003). Con referencia a este tema, justamente las jurisdicciones que tienen mayores niveles de mortalidad infantil, son las que registran menores coberturas en salud, llegando en algunos casos incluso a superar el 50% de falta de cobertura en salud (Catamarca: 39,1%); Chaco: 57,9%; Corrientes: 48,4%; Santiago del Estero: 55,9%; Formosa:56,9%; Jujuy: 45,2%; Misiones:43,6%; Salta: 47,6%; San Juan: 44% y Santiago del Estero: 55,9%). Asimismo, tiene relación con el porcentaje de parto institucionalizado. Para el total del país se ha incrementado paulatinamente: en 1980 era 89,8%, en 1990 subió a 95,4%, en 2000 era 97,9%, llegando a representar en 2012 el 99% de los nacimientos. Lamentablemente, las jurisdicciones de mayor nivel de mortalidad son también las que presentan menores niveles de parto institucionalizado. Seguramente, esto se relaciona con los niveles de precarización laboral y de pobreza estructural4 que poseen las jurisdicciones. En el total del país, el nivel de hogares con pobreza estructural en 2010 alcanza el 9,13%, pero es superior en las jurisdicciones con niveles altos de mortalidad infantil (Catamarca: 11,3%; Corrientes: 15,1%; Chaco: 18,2%; Formosa: 19,7%; Jujuy: 15,5%; Misiones: 15,6%; Salta: 19,4%; San Juan: 10,2%; Santiago del Estero: 17,6% y Tucumán: 13,3%). Esto demuestra que si bien la amplia mayoría de la población con carencias dirige su demanda de atención a los servicios públicos, parecería que no todos cuentan con este acceso asegurado.
4. Pobreza medida a partir de los hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas, es decir hogares que reunieran al menos una de las siguientes características: hacinamiento; vivienda de tipo inconveniente, condiciones sanitarias inconvenientes, niño en edad escolar que no asistiera a la escuela y capacidad de subsistencia. 18
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
La mortalidad infantil en Argentina
IV. Reflexiones finales En Argentina aún no se han alcanzado niveles deseables de mortalidad infantil en todo el país Esto lleva a pensar en la insuficiencia de las acciones destinadas a promover y proteger la salud materno-infantil, especialmente en aquellas jurisdicciones que presentan niveles críticos en lo referente a la salud de sus niños. Evidentemente, la creciente desigualdad socioeconómica incidió en las condiciones de salud de los niños de los hogares más pobres, especialmente en aquellos riesgos que pueden ser controlados a través de la estrategia de la atención primaria. Los recursos financieros constituyen un requisito necesario pero no suficiente, sólo con el respaldo de un compromiso político continuado será posible avanzar hacia la consecución de las metas sociales básicas. La adopción del método de la planificación normativa, a través de la implementación de programas verticales diseñados desde los niveles decisorios centrales, sin la participación de la comunidad, de las autoridades locales y carentes del debido seguimiento y evaluación, revela el carácter tecnocrático de las políticas sectoriales implementadas. Para reducir las actuales desigualdades, será necesario definir otro tipo de política pública, más inclusiva, que reconozca el carácter médico-social del proceso saludenfermedad y que asegure la protección de los grupos más vulnerables.
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Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad
2 Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad: estudio de tres cohortes de mujeres mexicanas Julián Govea Basch* RESUMEN: En este documento se estudia el cambio en la intensidad y el calendario de la paridez en tres cohortes de mujeres mexicanas, las nacidas entre 1936- 1938; 1951-1953 y 1966-1968 mediante la técnica de historia de eventos aplicada a una encuesta demográfica retrospectiva. Se hallaron importantes cambios en ambas dimensiones para la cohorte más joven en relación con las anteriores, disminuye la proporción de mujeres con al menos tres hijos y se retrasa el calendario de su fecundidad, signos inequívocos de la difusión del control natal que la sociedad mexicana experimenta desde mediados de la década de 1970. Este cambio generacional se relaciona con otra serie de transiciones vitales que experimentaron las cohortes transicionales en lo personal y también en lo familiar. Palabras Clave. Transición de la fecundidad, historia de eventos, análisis del curso de vida. ABSTRACT. This paper studies the changes in parity in terms of intensity and age at births for three cohorts of Mexican women— those born in 1936-1938; in 1951-1953, and in 1966-1968—by applying the event history techniques to a retrospective demographic survey. Important changes in both aspects can be seen for the younger cohort in comparison with the older ones. The proportion of women with at least three children is lower, and the births takes place later in life. These are unmistakable signs of how spread birth control has been in Mexican society since the 1970s. This generational shift is related to another set of vital transitions undergone by transitional cohorts in the personal and also in the family. Keywords. Fertility Transition, Event History Techniques, Life Course Analysis.
I. Introducción La sociedad mexicana experimentó una acelerada transición de su régimen demográfico durante las últimas décadas del siglo pasado, en especial en relación a su fecundidad. El proceso -iniciado a comienzos de los años ´70- ha tenido una intensidad muy particular, de modo que en el transcurso de algunas décadas se ha pasado de un régimen de fecundidad natural a otro, de control natal muy generalizado (Juárez, Quilodrán y Zavala de Cosío, 1989). En efecto, México representa un caso emblemático en el contexto de los países de América Latina por ser un país de transición tanto “tardía” como “sumamente veloz” (Zavala, 2014, 2); en apenas 30 años, la descendencia final de las mujeres mexicanas cayó de 6,8 a 3,5, hijos
por mujer, para las generaciones 1927-1931 y 1956-1961, respectivamente (Zavala de Cosío, 2001, 147). El profundo cambio en el comportamiento reproductivo de las mujeres mexicanas estuvo impulsado por fuertes campañas gubernamentales a favor de la planificación familiar y el cuidado de la salud reproductiva, contexto propicio para la difusión masiva del conocimiento y uso de los métodos anticonceptivos modernos, que habían estado vedados a la mayor parte de la población hasta esa época.1 Como en los modelos transicionales clásicos, los cambios en el control natal fueron antecedidos por un importante descenso de la mortalidad; para principios de la década de 1970, la transición de la mortalidad se encontraba en una etapa bastante avanzada, fue sin embargo, también muy importante la ganancia obtenida
Recibido: junio 2014 / Aceptado y versión final: julio 2014. * Profesor e Investigador, Maestría en Demografía Social, Universidad Nacional de Luján. jgovea@mail.unlu.edu.ar. El autor agradece los comentarios de Patricio Solís a una versión previa de ese documento. 1. Además de las obras mencionadas, sobre los cambios en la fecundidad mexicana y su relación con las políticas de población, pueden consultarse entre otros los trabajos de, Quilodrán (1991) y Zavala de Cosío (1992). Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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en el último cuarto del siglo pasado.2 Durante los años recientes la caída de la fecundidad no se detuvo, si bien por supuesto su ritmo se desaceleró. Con una tasa global para el quinquenio 2010-2015 del orden de los 2,2 hijos por mujer, su nivel se sitúa en la actualidad apenas por encima del reemplazo generacional (CEPAL-CELADE, 2013, 96). Durante las transiciones de la fecundidad, un calendario más tardío y el mayor espaciamiento entre los hijos, no sólo repercuten en la intensidad final del fenómeno, estos hechos suelen traer aparejados muchos otros cambios para las mujeres, por ejemplo mayores posibilidades de alcanzar niveles elevados en el sistema educativo formal, de insertarse en el mercado laboral, o de alcanzar una mayor autonomía en el ámbito familiar. Y así cambia necesariamente también la duración del tiempo que, durante su trayectoria vital, las personas pasan en determinada situación o estado –por ejemplo el ser hija o madre- Este cambio en la duración contribuye también a la redefinición de las características que asumen estos estados (CONAPO, 1999, 213). En el marco señalado en los párrafos precedentes interesa explorar de qué manera se redefine durante la transición de la fecundidad la duración del tiempo de vida que pasan las mujeres sin tener hijos, o tendiendo una fecundidad baja.3 En particular se intenta determinar si en las cohortes que experimentan la transición, incluso las mujeres que superan determinado umbral en términos de la constitución de su descendencia, espacian, y en cuanto, el tiempo transcurrido desde el momento de la unión hasta experimentar dicho cambio de estado significativo, o -turning point- concepto que refiere a “eventos que provocan fuertes modificaciones que, a su vez, se traducen en virajes en la dirección del curso de vida” (Blanco, 2011,
13). La perspectiva del curso de vida brinda elementos teóricos para encuadrar conceptualmente nuestro tema de investigación. Se trata de un esquema analítico que se caracteriza por su rechazo al uso de tipologías familiares, y en cambio centrar su atención en el estudio de las trayectorias individuales. En el curso de vida las transiciones familiares son concebidas como siguiendo un orden secuencial no pre-determinado y el énfasis se pone en la temporalidad que presentan las transiciones, en lugar de, en el carácter de las etapas familiares per se: “El eje de investigación más general del enfoque del curso de vida es analizar cómo los eventos históricos y los cambios económicos, demográficos, sociales y culturales moldean o configuran tanto las vidas individuales como los agregados poblacionales denominados cohortes o generaciones” (Blanco, 2011,1).4 II. Metodología 2.1 El análisis de historia de eventos Mediante la técnica de historia de eventos aplicada a una encuesta demográfica retrospectiva, se aborda el cambio en la intensidad y el calendario de la paridez en tres cohortes de mujeres mexicanas, las nacidas entre 1936 y 1938; 1951 y 1953 y 1966-1968. Se aplicará una técnica paramétrica para el análisis de historia de eventos: se trata de un modelo de regresión logística de tiempo discreto, variante en la que el tiempo se segmenta en diversos registros. Esta metodología permite poner en términos longitudinales la historia de vida de los individuos, siendo el centro del análisis las transiciones vitales -por ejemplo, la llegada de un hijo, la edad a la primera unión, el ingreso al mundo laboral, etc.- En el
2. El análisis longitudinal de la mortalidad da cuenta de una ganancia de 10 años en la esperanza de vida al nacimiento entre 1970 y 2000: 70 y 80 años respectivamente (Camposortega Cruz, 1997). 3. Dado que a nivel colectivo dos hijos por mujer es el número que determina si la fecundidad se encuentra por debajo o por encima del nivel de reemplazo generacional, la llegada de un tercer hijo constituirá una medida de referencia del cambio de estado estudiado. Con fines prácticos el conjunto de mujeres con 3 ó más hijos serán consideradas como de paridez alta, independientemente del número final de hijos que llegaran a tener, lo cual escapa a la consideración de esta investigación. 4. Un desarrollo del origen y la historia del concepto de curso de vida, sus alcances teóricos y metodológicos, se encuentra en la citada obra de Ojeda de la Peña (1989), y más recientemente en la de Blanco (2011), quien a la vez da cuenta de las líneas de investigación que se han desarrollado sobre esta materia en la región Latinoamericana. 24
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Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad
tema que nos ocupa, las preguntas de investigación que pueden responderse a través del análisis de historia de eventos refieren a: • Cambios en la intensidad de un evento a través de las cohortes. • Diferencias en la intensidad de un evento entre grupos poblacionales. • Cambios en el calendario de un evento a través de las cohortes. • Diferencias en el calendario de un evento entre grupos poblacionales. La historia de eventos se utiliza para el estudio de las transiciones en el tiempo, a partir de un estado inicial. Entre un estado y otro, hay un evento. La ocurrencia del evento, por lo tanto, implica siempre un cambio de estado durante el transcurso del tiempo -paso del estado de origen al de destino-.5 El siguiente esquema da cuenta de los estados de origen y destino de las mujeres en estudio. Esquema de Estados y Transición Estado de origen: paridez baja
Número de hijos 0, 1 ó 2
Evento: tener el tercer hijo
TIEMPO
Estado de destino: paridez alta
Número de hijos 3 ó más
La variable dependiente del estudio es el número acumulado de hijos, (Acuhijo) donde 0 corresponde a la paridez baja (0, 1 y 2 hijos) y 1 a la paridez alta (3 ó más
hijos), mientras que las independientes son la duración, es decir, los años transcurridos desde el momento de entrada a la primera unión hasta que se experimenta el evento (0=1/5; 1=6/10 y 2=11/16) y la cohorte de pertenencia (0=1936-1938, edad al momento de la encuesta 60-62 años; 1=1951-1953, edad al momento de la encuesta 4547 años; 2=1966-1968, edad al momento de la encuesta 30-32 años). 2.2 Fuente de datos y métodos La fuente de datos de esta investigación es la Encuesta Demográfica Retrospectiva Nacional 1998 (EDER98).6 La misma fue relevada con el propósito general de recolectar información sobre la naturaleza temporal de los procesos sociales y demográficos que ha experimentado México en los últimos cincuenta años, así como sobre las interrelaciones que los distintos fenómenos demográficos guardan entre sí en las trayectorias de los individuos.7 Su población objeto de estudio la constituye un subconjunto de la muestra de una encuesta anterior, la ENADID-97. Se trató de 32,000 personas distribuidas en forma uniforme en las 32 entidades federativas de México -la mitad de ellas mujeres- pertenecientes a alguna de estas tres cohortes: 1936 y 1938; 1951 y 1953 y 1966-1968. Los resultados de la encuesta determinaron que se contara con información completa para 2,496 personas, siendo los resultados representativos a nivel de todo el país, para cada cohorte y sexo, y por nivel de urbanización (localidades con menos de 15,000, y con 15,000 y más habitantes).8 Interesa destacar finalmente que la base de datos de esta encuesta es una base de años-persona, es decir, que posee un registro de los cambios –o continuidades- de cada una de las variables investigadas,
5. Debe destacarse asimismo, que estas técnicas, a diferencia de las de regresión, permiten salvar dos importantes dificultades metodológicas que existen en el análisis longitudinal: El tratamiento de los casos truncados y la posibilidad de analizar los efectos de variables que cambian con el tiempo. No puede, por el contrario resolverse el problema de la selectividad, la población al momento de la entrevista es selecta, ya que sólo se cuenta con sobrevivientes. Para una discusión acerca de las ventajas de esta técnica en relación a otras técnicas de análisis, ver Heaton y Call (1995, 1078 y sigs.) y Blossfeld y otros (1989, cap. 2). 6. Trabajada con el Programa para análisis estadístico Stata. 7. Participaron las siguientes instituciones: INEGI, CEPED, Colegio de la Frontera Norte, CREDAL, Universidad de París X-Nanterre, Universidad de Pennsylvania y Universidad Autónoma de Baja California. 8. Una descripción detallada de los restantes objetivos de esta encuesta, sus características metodológicas y los temas que abarcan sus cuestionarios se encuentra en Rojas y Lerner (2001). Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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para cada año de vida de los individuos entrevistados.9 La unidad de análisis son mujeres pertenecientes a las cohortes 1936-1938; 1951-1953 y 1966-1968 que no hayan tenido más de tres hijos antes de su primera unión conyugal10. La base de años-persona para el cálculo de la intensidad se limita inicialmente a las edades entre los 15 y los 30 años, por ser esta la edad que tenían las mujeres nacidas en 1968 -las más jóvenes de la tercera cohorte-, al momento de la encuesta11.En una segunda etapa, y para correr el modelo de regresión logística, se vuelve a delimitar la unidad de análisis; sólo se toma en cuenta en este caso a las mujeres que experimentaron el evento en algún momento del período de observación, con el objetivo de poder realizar una comparación más homogénea de los calendarios de las distintas cohortes al pasar de un estado al otro. El período de análisis comprendido abarca entonces desde el momento de la primera unión hasta el momento en que se tiene el tercer hijo, se trata de un período de, como máximo, 16 años-persona observada, comprendido entre los 15 y los 30 años de edad12.
mujeres que experimentaron la salida de la paridez baja durante el período de referencia, se obtiene una nueva serie de indicadores descriptivos, y se aplica el modelo de regresión logística de tiempo discreto. 3.1 Análisis de la intensidad El Gráfico 1 presenta las funciones de sobrevivencia para las mujeres pertenecientes a cada una de las cohortes en estudio. Gráfico 1. Proporción de mujeres con baja paridez por años desde la unión según cohorte.
III. Discusión de resultados
Fuente: elaboración en base a EDER-98
En primer término se presenta una serie de medidas de índole descriptiva, obtenidas a partir del cálculo de las correspondientes tablas de vida.13 En esta sección se calcula la intensidad al final del evento durante el período de observación14. Luego, para estudiar las diferencias en el calendario considerando en cada cohorte al grupo de
El gráfico permite señalar diferencias importantes en el calendario y la intensidad en el caso de la cohorte más joven, ya a partir del tercer año de unión. La intensidad final de la paridez en esta cohorte también es mucho menor en relación a la de las otras dos consideradas. Comparando las cohortes 1936-1938 y 1951-1953,
9. Courgeau y Lelievre (2001, 21 y sigs.) detallan las características de los diversos tipos de encuestas que resultan útiles para el estudio de las biografías y algunos problemas y alternativas relacionados con las imperfecciones, las observaciones erróneas e incompletas y los casos truncados en las encuestas .Las encuestas retrospectivas -tal el caso de la EDER1998- son según este autor, la fuente mas usada y la mas fácil y cómoda. Entre sus principales problemas detallados se encuentran los sesgos que se pueden introducir con la selección de los individuos sobrevivientes al momento del relevamiento y los problemas de memoria de los informantes, sobre todo en las cohortes más años. 10. Se deja fuera del análisis a las mujeres con hijos, pero nunca unidas. Echarri (2003, 227) en base a información de la Encuesta sobre Fecundidad y Salud (Enfes) llevada a cabo en 1987 encuentra que sólo el 1.8% de los hijos son nacidos de madres que nunca han entrado en unión conyugal. 11. Si bien esta decisión imposibilita dar cuenta de la fecundidad final de las dos cohortes mayores, permite comparar la intensidad de la fecundidad de las tres cohortes durante los años en los que se constituye la mayor parte de la descendencia. 12. En el apéndice metodológico se detallan las operaciones que posibilitaron adecuar la base de datos a las decisiones metodológicas tomadas, incluyendo referencias sobre el supuesto de que la primera unión de las mujeres es estable durante todo el período de observación. 13. Como refieren Heaton y Call (1995, 1081) las tablas de vida proporcionan el fundamento conceptual a los modelos de historia de eventos. Esto es debido a que la idea básica de las tablas de vida consiste en hacer el seguimiento de un grupo de personas desde su momento inicial de entrada en riesgo de experimentar determinado evento, calculando las probabilidades de experimentar el evento en estudio para determinados periodos de tiempo, y asimismo el porcentaje acumulado de personas que ya ha experimentado el evento en cuestión para cada momento de tiempo determinado. 14. Como quedara dicho se trata de la intensidad a los 30 años. 26
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interesa destacar cierta similitud en los calendarios que se da hasta los 10 años de unión, cuando la intensidad se equipara. Es durante los 6 años siguientes que se observan las mayores diferencias en el calendario, pero llamativamente la intensidad final vuelve a ser muy similar al finalizar el período de observación. Es interesante señalar también que la cohorte más antigua alcanza el valor de su intensidad final a los 14 años de unión. En suma, entre las cohortes más antiguas también existen algunas diferencias de calendario, pero la intensidad final apenas difiere. La información presentada en el Cuadro 1 permite analizar los resultados anteriores con mayor detalle.
alcanzan la paridez alta en algún momento del período bajo estudio. El Gráfico 2 y el Cuadro 2 dan cuenta de las particularidades de dichos calendarios. Gráfico 2. Mujeres con paridez final alta (3 ó más hijos). Proporción con baja paridez por años desde la unión según cohorte.
Cuadro 1. Intensidad de la paridez alta (3 ó más hijos) transcurridos 5, 10 y 16 años desde la unión por cohorte. Cohorte
i.5
i.10
i.16
1936-1938
0,33
0,80
0,90
1951-1953
0,29
0,79
0,92
1966-1968
0,12
0,52
0,76
Fuente: elaboración en base a EDER-98
A los cinco años de unión, la intensidad es muy similar entre las dos primeras cohortes: 33% y 29%, respectivamente. En cambio sólo el 12% de las mujeres pertenecientes a la cohorte 66-68 han dejado la paridez baja transcurrido dicho lapso en unión. Al contabilizarse otros cinco años desde la primera unión, el 80% y 79% de las mujeres pertenecientes a las dos cohortes más antiguas ya experimentaron la llegada de su tercer hijo, situación que se da en poco más de la mitad de las mujeres de la cohorte más joven (52%). Apuntemos la intensidad a los 16 años de unión: es muy similar en las dos primeras cohortes, apenas mayor en la cohorte 51-53 (92% y 90%, respectivamente). La cohorte 66-68 presenta en este momento una intensidad del 76%. 3.2 Análisis del calendario La siguiente sección hace referencia a la evolución de los calendarios de las distintas cohortes con mayor detalle, pero controlando las diferencias de intensidad ya apuntadas. Por lo tanto sólo se observan a las mujeres que
Fuente: elaboración en base a EDER-98.
Las mujeres de la cohorte más joven tienen un calendario mucho más tardío en relación a los calendarios que presentan las otras dos, cuya similitud es llamativa. Cuadro 2. Mujeres con paridez final alta (3 ó más hijos) Intensidad de la paridez transcurridos 5, 10 y 16 años desde la unión por cohorte. Cohorte
i5
i10
i16
1936-1938
0,40
0,93
1,00
1951-1953
0,38
0,96
1,00
1966-1968
0,23
0,83
1,00
Fuente: elaboración en base a EDER-98
Con apenas 5 años de unión ya el 40% y 38% de las mujeres de las dos primeras cohortes había tenido su tercer hijo, y a los 10 años de unidas dichas proporciones se asemejan mucho a la intensidad final. La intensidad parcial es menor en el caso de las mujeres de la tercera cohorte: 23% a los 5 años de unidas y 83% a los 10 años. Los cuadros 3 y 4 muestran los resultados del modelo de regresión logística siendo la variable que da cuenta del número acumulado de hijos la dependiente, y la variable independiente, la variable de duración de la unión. Se trata de un modelo de momios constantes por Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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segmentos15,16. Se estima que los momios de tener paridez alta se incrementan 79% habiendo transcurrido entre 6 y 10 años de la unión en relación a cuando han transcurrido entre 1 y 5 años y que por el contrario, cuando la unión lleva entre 11 y 16 años los momios serían 64% menores. En lo que se refiere a las cohortes, en ambos casos los momios no difieren significativamente de los de la cohorte de referencia, dado que todas las mujeres de las tres cohortes llegan a la alta paridez, no existen entonces entre ellas diferencias en los momios de tener alta paridez, dicho en otras palabras no hay efecto intensidad. Interesa en este punto determinar las diferencias de calendario entre las cohortes, partiendo de la idea de que el efecto de la cohorte de pertenencia sobre el tránsito a
la paridez alta cambia en los distintos tramos de tiempo de unión. Por ello se incorpora al modelo de regresión logística un efecto de interacción entre los años de unión y la cohorte de pertenencia.17 Según el modelo de momios no proporcionales, se estima que los momios de tener alta paridez se incrementan 43% habiendo transcurrido entre 6 y 10 años de la unión en relación a cuando han transcurrido entre 1 y 5 años y que por el contrario, cuando la unión lleva entre 11 y 16 años los momios son 76% menores. Si bien los momios de la cohorte 51-53 no difieren significativamente de los de la cohorte de referencia, su valor es 8% menor a los de dicha cohorte. Por el contrario, en este caso los momios de la cohorte 6668 disminuyen en un 47% en relación a la cohorte de
Cuadro 3. Modelo de regresión logística. Años desde la unión y cohorte. Acuhijo3
Odds Ratio
Std. Err.
z
P>|z|
[95% Conf. Interval]
Años 6/10
1.79452
Años 11/16
.3608316
.1554054
6.75
0.000
1.514378 2.126486
.0535756
-6.87
0.000
.269724 .4827135
Cohorte5 1-53 Cohorte 66-68
.9892491
.0131476
-0.81
0.416
.963813 1.015356
.9985039
.0154561
-0.10
0.923
.9686654 1.029261
Z
P>|z|
[95% Conf. Interval]
Años 1/5
Cohorte 36-38
Fuente: elaboración en base a EDER-98
Cuadro 4. Modelo de regresión logística con interacción. Acuhijo
Odds Ratio
Std. Err.
Años 6/10
1.434631
.2000492
2.59
0.010
1.091557 1.885534
Años 11/16
.2466582
.0639738
-5.40
0.000
.1483631 .4100768
Cohorte 51-53
.9255967
.1058462
-0.68
0.499
.7397468 1.158139
Cohorte 66-68
.5365082
.0894395
-3.74
0.000
.3869683 .7438363
I_A6/10XC_51-53
1.175509
.2287023
0.83
0.406
.8028225 1.721204
I_A6/10XC_66-68
2.159669
.5234729
3.18
0.001
1.342975 3.473012
I_A11/16XC_51-53
.6903492
.2793898
-0.92
0.360
.3123064 1.526008
I_A11/16XC_66-68
5.051874
1.842856
4.44
0.000
2.471414 10.32665
Años 1/5
Cohorte 36-38
Fuente: elaboración en base a EDER-98
15. Se asume que las q serán constantes al interior de los segmentos de tiempo que integra cada una de las categorías de duración de la variable dummy. 16. El modelo asume el supuesto de la independencia de las observaciones, que en este caso no se cumple. El problema con el supuesto de la independencia de las observaciones se genera al repetirse los individuos -en la base de años persona- tantas veces como años-persona estén en riesgo de experimentar el evento. Para corregir los valores de los errores standard, afectados por la repetición de individuos en la base, el modelo se ajustó por el comando robust cluster. 17. Cabe señalar que al introducir una interacción en un modelo de regresión logística se rompe el supuesto de proporcionalidad de los momios, que indica que las razones de momios asociadas a las variables independientes son constantes a lo largo de las duraciones, o sea que el efecto de las variables independientes es constante en los distintos tramos de tiempo. 28
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Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad
referencia. En relación a las interacciones entre las cohortes y las duraciones de las uniones se observan las siguientes diferencias: • La cohorte 51-53 duración 6/10 ha aumentado sus momios de alta paridez en un 17% con respecto a la cohorte 36-38 duración 1/5 y los ha disminuido 31% para esa misma cohorte en la duración 11/16. • Sin embargo, esas diferencias no son estadísticamente significativas. Por el contrario, en el caso de la cohorte 66-68, sus interacciones con la duración de la unión si resultan significativas: en interacción con la duración 6/10 años, los momios se incrementan 2.15 veces, y en interacción con la duración 11/16 años, los momios se incrementan 5 veces. IV. Consideraciones finales En este trabajo se han estudiado las diferencias en el calendario y la intensidad de la fecundidad –medida por el tránsito a la paridez del tercer hijo– en tres cohortes de mujeres, la nacidas entre 1936 y 1938, entre 1951 y 1953 y entre 1966 y 1968; el período de observación comprendió desde el momento de la unión hasta los 30 años. La cohorte 1936-1938 constituyó su descendencia bajo un régimen de fecundidad natural, como consecuencia de una nupcialidad temprana y casi universal y cortos intervalos intergenésicos. Los cálculos realizados en este trabajo en referencia a su calendario e intensidad dan buena cuenta de ello. Entre esta cohorte y la de nacidas entre 1951 y 1953 media un período de 15 años. No obstante la proporción de mujeres con al menos tres hijos no fue menor para esta cohorte, y apenas se encontraron diferencias muy incipientes en lo que respecta a su calendario. Por el contrario se hallaron importantes cambios en ambas dimensiones para la cohorte más joven en relación con las anteriores. Disminuye la proporción de mujeres con alta paridez y se retrasa su calendario, signos inequívocos de la difusión del control natal que la sociedad mexicana experimenta desde mediados de la
década de 1970. Los resultados obtenidos muestran como los cambios en el calendario y la intensidad de la fecundidad se aceleraron muy rápidamente a partir de las últimas décadas del siglo pasado en México, resultando acordes con la investigación que sitúa el comienzo de la transición a partir del nacimiento del cuarto hijo de las generaciones 1937-1941 (Zavala de Cosío, 1992). No sólo la fecundidad de las cohortes posteriores se encontró en pleno período de descenso, sino que al interior de éstas incluso las mujeres que llegaron a tener al menos 3 hijos se tomarán más tiempo para tenerlos. Lo antedicho sin dudas potenció el conjunto más amplio de cambios que tanto en la esfera individual como en la familiar, se encuentran relacionados con el descenso de la fecundidad. Se trata esta de una de las muchas dimensiones de lo social determinadas por la dinámica demográfica durante los períodos transicionales. V. Bibliografía • Blanco, Mabel (2011), El enfoque del curso de vida: orígenes y desarrollo, en Revista de la Asociación Latinoamericana de Población, año 5, núm 8, enerojunio. • Blossfeld, Hans y otros (1989), Event History Análisis, Lawrence Erlbaum Associates, Publishers, New Jersey. • Camposortega Cruz, Sergio (1997), Cien años de mortalidad en México, en Demos, Carta Demográfica sobre México, No 10. • CEPAL-CELADE (2013), Proyecciones de Población 2012, Santiago de Chile. • CONAPO (1999), Situación demográfica de México, México D.F. • Echarri, Carlos (2003), Hijo de mi hija… Estructura familiar y salud de los niños en México, El Colegio de México, México D.F. • Courgeau, Daniel y Lelievre Eva (2001), Análisis demográfico de las biografías, El Colegio de México, México D.F. • Heaton, Tim y Call, Vaughn (1995), Modeling Family Dynamics with Event History Techniques, en Journal Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Julián Govea Basch
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Anexo metodológico Delimitación de la unidad de análisis La base de datos se trabajó con el Programa Estadístico Stata. Para la delimitación de la unidad de análisis a partir de la base original de la EDER-98, se realizaron los siguientes procedimientos: se descartó a los hombres, a las mujeres que al momento de la entrada en unión conyugal tenían tres o más hijos, a los años-persona correspondientes a las edades menores de 15 y mayores de 30, y a unos pocos casos más, correspondientes a personas que no pertenecían a ninguna de las cohortes en estudio y a las personas que, formando parte de la cohorte 66-68, contaban con menos de 30 años de edad cumplida en el año de la encuesta. La base de datos quedó compuesta por 19,536 añospersona, con la siguiente desagregación por cohorte: Cohorte
Frecuencias
Porcentaje
1936-1938
6,112
31.3
1951-1953
7,024
36.0
1966-1968
6,400
32.8
Total
19,536
100.0
Cambios en la intensidad y el calendario durante la transición de la fecundidad
El supuesto de la unión única y estable durante todos los años del período en observación El siguiente cuadro da cuenta de la distribución de los años-persona por estado civil. Se observa que entre las categorías soltera y unida con el primer cónyuge suman el 93.9% del total de años-persona. Otro 2.7% corresponde a aquellas mujeres en unión con un segundo o tercer cónyuge. Edo. Civil
Frecuencias
Porcentajes
Solteras
7,047
36.07
Unidas Cony1
11,295
57.82
Unidas Cony2
505
2.6
Unidas Cony3
12
0.1
Unidas Cony4
1
0.0
Sep/Dic Cony1
557
2.8
Sep/Dic Cony2
29
0.2
Sep/Dic Cony3
4
0.0
Viudas Cony1
86
0.4
19,536
100.0
Total
Los años-persona desde el momento de la primera unión (estado inicial) El siguiente es el detalle por cohorte de la base resultante si se consideran solamente los años-personas vividos desde el momento de la entrada en unión hasta la edad 30, momento en que cada individuo sale de observación: Cohorte
Frecuencias
Porcentaje
1936-1938
4,162
33.3
1951-1953
4,588
36.7
1966-1968
3,739
29.9
Total
12,489
100.0
Los años-persona para el modelo de regresión logística Descartando los años-persona correspondientes a quienes no experimentaron la transición hacia la alta paridez, la base a partir de la cual se construyen los modelos, presenta los siguientes valores: Cohorte
Frecuencias
Porcentaje
1936-1938
3,511
37.0
1951-1953
3,706
39.1
1966-1968
2,270
23.9
Total
9,487
100.0
Comentarios generales del documento. • Las observaciones que se realizaron al documento son más de redacción y se señalan en color amarillo. • Profundizar más en la explicación de la metodología de cómo funciona el modelo de regresión que se utilizó. • En general el documento está muy bien; no obstante el documento es histórico por los años de análisis, sería interesante analizar estos cambios en año más recientes.
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Revista Poblaciรณn y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Académicos Universitarios y Salud Ocupacional
3 Académicos universitarios y salud ocupacional. Importancia de los factores psicosociales y variables sociodemográficas, el caso de un centro universitario regional de la Universidad de Guadalajara, México Blanca Noemí Silva Gutiérrez, Raúl Vicente Flores* RESUMEN. El objetivo de este artículo es analizar la presencia de factores psicosociales negativos percibidos por los profesores y determinar las asociaciones con las variables sociodemográficas y laborales, en la población estudiada. Es un estudio transversal y correlacional que incluye el total de profesores de un centro universitario regional. Se utilizaron tres instrumentos de investigación, el cuestionario de datos sociodemográficos y laborales, la Escala de Factores Psicosociales en el Trabajo Académico y la Escala de Síntomas de Estrés. Se encontraron asociaciones significativas entre los factores psicosociales, variables sociodemográficas y laborales, además de problemas de salud. Esta investigación aporta evidencias empíricas acerca de características y riesgos del trabajo académico. Es importante considerar evaluaciones periódicas y cambios organizacionales eficientes. Palabras clave: Factores psicosociales, académicos, trabajo académico, salud ocupacional. ABSTRACT. The objetive is analyse the presence of negative labor psychosocial factors percived by the professors and to determine what negative psychosocial factors of work are associated to Socio-demographic and work-related variables in this population. It is a transversal, correlational study, comprising all teachers of the campus. Three instruments were used: the socio-demographic and work-related questionnaire, the Scale of Psychosocial Factors in Academic Work and Scale of Stress Symptoms. Significant associations between psychosocial factors and socio-demographic and work-related variables exist, and health problems. This investigation contributes empirical facts about the characteristics and risks of academic work. It is very important to consider the periodic evaluations and efficient organizational changes. Keywords: Psychosocial factors, professors, academic work, occupational health.
I. Introducción En el contexto de la globalización y los cambios generados en los últimos años, el estudio de los factores psicosociales en el trabajo y la salud ocupacional, adquieren cada vez mayor relevancia. La conformación actual del profesorado universitario, los cambios y exigencias en el ámbito laboral de las instituciones de educación superior hacen necesaria la investigación de la salud y los riesgos a los que están expuestos los académicos.
Las universidades latinoamericanas experimentan transformaciones importantes a partir de la influencia y el énfasis por el desarrollo del conocimiento, la preeminencia que ha adquirido la investigación, las innovaciones científicas y tecnológicas, el enfoque transdisciplinar, la aparición de nuevas áreas del conocimiento y la creciente demanda estudiantil (Pereira, Pereira, Suárez y Díaz, 2009). A lo antes expuesto se agrega la crisis que experimentan las instituciones de educación superior respecto a la interrelación de políticas para obtener financiamiento,
Recibido: agosto 2014 / aceptado y versión final septiembre 2014. * Blanca Noemí Silva Gutiérrez. Profesor Investigador Titular en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, Universidad de Guadalajara. Licenciada en Psicología, Maestra en Educación y Doctora en Ciencias de la Salud en el Trabajo. 2. Raúl Vicente Flores. Profesor Investigador Titular en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. Licenciado en Psicología, Maestro en Educación y Doctor en Ciencias del Desarrollo Humano. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Blanca Noemí Silva Gutiérrez, Raúl Vicente Flores
las demandas respecto a la ampliación de la matrícula, el mejoramiento de la calidad de los programas educativos, el desarrollo de la investigación, el posgrado y la profesionalización e internacionalización de la planta académica; elementos que dependen necesariamente de las condiciones y características de la población académica en los que es importante considerar los factores demográficos, de salud y laborales. En el ámbito educativo la salud laboral se consolida como una temática relevante en las últimas décadas, especialmente cuando se estudia la relación entre el ser humano y el trabajo, ya que se ha encontrado que pese a algunos avances importantes realizados por los organismos internacionales, gobiernos, empresas, sindicatos y universidades, el número de accidentes mortales, lesiones y enfermedades ocupacionales sigue siendo elevado (Chu, 2003). Así como los fallecimientos, las lesiones, las enfermedades, los costos por los accidentes en el lugar de trabajo y la baja productividad, existen otras razones para justificar la importancia que tiene investigar, reflexionar y establecer soluciones frente a las problemáticas que se originan en detrimento de la salud en relación con el trabajo: ofrecer condiciones de trabajo seguras y saludables conduce en la práctica, a tener organizaciones más productivas (Andrade y Gómez, 2008). A esto se suma la necesidad de generar investigaciones que den cuenta de esta problemática en el ámbito educativo, en razón de que no existen estudios suficientes sobre la salud de los docentes, especialmente en el nivel de educación superior. Investigadores destacados en el campo de la salud ocupacional reconocen que el proceso de trabajo docente es mucho más complejo que el mismo trabajo industrial en tanto que los objetos que se transforman en esta acción son sujetos con los que se establece una relación que sobrepasa el uso de un espacio que no es fijo e inmóvil (Parra, 2005). La Universidad de Guadalajara considerada a partir del número de estudiantes como la segunda institución más grande de México, no es ajena a la problemática 34
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
antes expuesta. El personal académico vive cotidianamente exigencias laborales y profesionales derivadas del contexto mundial actual, incertidumbre relativa a la estabilidad laboral, salarios insuficientes y dificultades para el acceso a prestaciones que garanticen servicios de salud y la obtención de una pensión que permita contar con condiciones de vida dignas. La importancia del estudio de las condiciones de trabajo y la salud laboral ha sido reconocida por los efectos que tienen en los individuos y en las organizaciones. Desde la perspectiva psicosocial los riesgos a los que están expuestos los trabajadores en el transcurso de su jornada laboral tienen su origen en el terreno de la organización del trabajo y aunque sus consecuencias no son tan evidentes como las de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, no por ello son menos reales. Estos problemas se manifiestan en aspectos como ausentismo, desempeño, estrés, conflictos interpersonales, ansiedad y de manera general en la calidad de vida y la salud de los trabajadores. El centro universitario que se analiza en este estudio es uno de los campus regionales de la Universidad de Guadalajara creado en el contexto de la reforma académica vigente a partir del año 1994. En este campus, más del 60% de los académicos son profesores contratados por asignatura. La proporción de profesores de tiempo completo es del 36%. Del total de la planta académica más del 50% tiene una relación de trabajo de tipo temporal. De acuerdo con las edades y antigüedad laboral, el personal académico va a permanecer vinculado a la institución hasta la edad mínima de 65 años; criterio establecido a partir del actual Sistema de Pensiones y Jubilaciones de la Universidad de Guadalajara. El perfil de los académicos de este centro universitario destaca por la conformación de una planta académica con edades promedio de 38 años; trayectorias académicolaborales que incluyen actividades no solo de docencia sino también de investigación, gestión, difusión y tutoría, además de diversas actividades adicionales que significan niveles de estrés y de desgaste profesional específicos. Lo anterior a pesar de tratarse de un Centro Universitario de
Académicos Universitarios y Salud Ocupacional
reciente creación, en comparación con los Centros Universitarios Metropolitanos de la Universidad de Guadalajara que poseen antecedentes y trayectorias diferentes. Esta población académica participa a la vez de un conjunto de condiciones y relaciones laborales generadas en el marco normativo institucional que posee un clima organizacional particular; importante para la comprensión del conjunto de factores que intervienen en las condiciones de salud laboral de los académicos. En el marco institucional parte del personal académico de este centro universitario se incorporó en el contexto de los cambios del proceso de reforma académica. En este sentido los académicos han experiementado cambios respecto a lo que tradicionalmente se consideraban funciones básicas de un profesor universitario, y se incorporaron a un esquema que conlleva una amplia gama de actividades que caracteriza en la actualidad el trabajo académico universitario. Las expectativas y motivaciones iniciales del personal se transforman con el paso del tiempo, confrontando realidades, cotidianidades y aspiraciones (Silva, 2006). Para el personal académico procedente de escuelas y facultades propias del modelo previo a la reforma académica, la integración a un nuevo modelo de organización académica y administrativa, de igual manera ocasionó conflictos, incertidumbre, resistencias y a la vez expectativas y aspiraciones. Ante estos antecedentes y el contexto actual, es relevante indagar acerca de las condiciones de trabajo y aspectos específicos de la salud de los académicos de este centro universitario, para conocer las percepciones que poseen acerca de las dificultades en el contexto laboral. La investigación tuvo como objetivo analizar las posibles asociaciones entre variables sociodemográficas y laborales y los factores psicosociales que pueden constituir riesgos para la salud, en el trabajador académico. El modelo de referencia para el análisis del fenómeno antes expuesto recupera algunos de los elementos teóricos desarrollados por la Organización Internacional del Trabajo (1998); integra además la perspectiva psicosocial representada por Gil-Monte y Peiró (1997) y Peiró (1999).
Se trata de un estudio que analiza la interacción entre el académico, las características del puesto que desempeña, los riesgos a la salud y los aspectos organizacionales involucrados. Se aportan datos relevantes acerca del perfil sociodemográfico de la población académica, asociaciones significativas de las variables sociodemográficas y laborales respecto a los riesgos psicosociales y los padecimientos actuales de la población académica. Los resultados presentan los principales riesgos psicosociales en el desempeño de las actividades cotidianas que realizan los académicos y el nivel en el que se considera que estos aspectos están presentes y afectan las labores cotidianas; se identificaron a la vez los principales síntomas de estrés laboral en este grupo poblacional, además de analizar las asociaciones y los valores Odds Ratio (OE) para determinar factores de riesgo específicos, respecto a las variables sociodemográficas y factores psicosociales. II. Metodología El diseño de investigación corresponde a un estudio de tipo no experimental. Es una investigación transversal y correlacional en la que participaron ciento noventa y un académicos vigentes en el año 2010, por medio de un censo de la población académica del centro universitario. Los nombramientos de los académicos incluyen (docentes, investigadores y técnicos académicos de tiempo completo, medio tiempo y por asignatura). Se logró la participación voluntaria del 91.3% del total de la población académica del centro universitario en el período de la aplicación (209 académicos). Once académicos tienen dos contratos, como técnicos y profesores por asignatura o tiempo completo y asignatura. Se eliminaron los cuestionarios de cuatro participantes por no proporcionar las respuestas completas a los distintos instrumentos entregados. No se localizó a ocho profesores por motivo de licencia o estudios de posgrado y seis se negaron a contestar argumentando falta de tiempo. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Blanca Noemí Silva Gutiérrez, Raúl Vicente Flores
Se aplicaron de manera auto-administrada los siguientes instrumentos de investigación: 1. Cuestionario sociodemográfico y laboral. Diseño propio. 2. Cuestionario de Factores Psicosociales en el Trabajo Académico. (Silva,2006). Se integra por cuatro dimensiones: Factor I “Interacción y Aspectos Organizacionales”, Factor II “Características del Trabajo”, Factor III “Condiciones del Lugar de Trabajo” y Factor IV “Contenido del Trabajo”. Cumple satisfactoriamente con los criterios de validez de constructo establecida por análisis factorial exploratorio. La confiabilidad del instrumento se obtuvo mediante la prueba Alfa de Cronbach. Se integra por cuatro factores usando valores propios (eigenvalue) >1. El promedio de Alfa de Cronbach fue de 0.8817. Es un cuestionario para poblaciones equivalentes, con validez de constructo y confiabilidad interna. 3. Cuestionario de síntomas de estrés (Valderrama y Domínguez, 1994). El procedimiento para aplicar los cuestionarios se llevó a cabo en los departamentos de adscripción de los académicos. Para ello se entregaron los instrumentos de investigación en el lugar de trabajo. Con el propósito de garantizar el uso confidencial de la información se solicitó a los académicos que depositarán las respuestas en un sobre que ellos mismos sellaron. Debido a la diversidad de horarios de los profesores fue necesario acudir durante un promedio de cuatro semanas a los distintos departamentos para obtener las respuestas de los académicos. • Consideraciones éticas. De acuerdo con la normatividad mexicana vigente se trata de una investigación sin riesgo, debido a que no se realizó intervención o modificación intencionada en las variables fisiológicas, psicológicas y sociales de los participantes en el estudio. Se proporcionó a cada sujeto la Carta de Consentimiento informado en la que se explicó que la participación en el estudio no conlleva riesgo para su integridad personal o laboral, se pidió la aprobación para participar por escrito, se garantizó la confidencialidad y uso de la información con fines estrictamente académicos y se informó de la posibilidad de conocer los resultados 36
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individuales de la investigación. Las cartas de consentimiento firmadas por los académicos, se separaron de los cuestionarios que contenían las respuestas. Se realizó el análisis descriptivo y correlacional necesario para lograr los objetivos del proyecto. Para ello, se detectaron los principales riesgos psicosociales en el desempeño de las actividades cotidianas que realizan los académicos y el nivel en el que se considera que estos aspectos están presentes y afectan las labores cotidianas; se identificaron a la vez los principales síntomas de estrés laboral en este grupo poblacional, además de analizar las asociaciones y los valores Odds Ratio (OR) para determinar factores de riesgo específicos respecto a las variables sociodemográficas y los factores psicosociales. El análisis correlacional recurre al valor de la Chi cuadrada (con o sin correlación de Yates) que para ser significativa requiere un valor de p < 0.05, así como el factor de riesgo a partir de Odds Ratio (OR), obtenidos con el uso del programa Epi Info6. Los elementos para un OR significativo consideran por lo menos dos de los aspectos principales; el valor OR mayor a 1 y la p < 0.05. III. Discusión de resultados Los resultados de esta investigación respecto a la evaluación de factores psicosociales en el trabajo académico identificaron en nivel alto y en orden de importancia los siguientes aspectos: “Condiciones del Lugar de Trabajo” (57.3%), “Interacción y Aspectos Organizacionales” (49%), “Características del Trabajo” (32.8%), y “Contenido del Trabajo” (3.1%). Los porcentajes se refieren a la percepción de los trabajadores académicos en el sentido de que existen elementos negativos que están presentes y caracterizan a las actividades que realizan en su centro de trabajo. La evaluación de los aspectos psicosociales en el trabajo académico también se analizó a partir del número de factores que obtuvieron el nivel alto en el total de la población participante: con cero factores en nivel alto se reportan 46 sujetos participantes (24%), con un factor el 29.2%, con dos 29.7%, con tres el 15.6% y con los cuatro
Académicos Universitarios y Salud Ocupacional
factores el 1.6% del total de académicos. De acuerdo con lo anterior, el 76% del total de los participantes consideraron que estaban expuestos a factores psicosociales negativos o de riesgo a la salud en el contexto laboral. La evaluación de los factores psicosociales se considera independiente entre cada uno, por lo que el criterio para que exista factor de riesgo indica que es suficiente la calificación alta en uno de ellos. La percepción negativa de factores psicosociales en el lugar de trabajo de los académicos es preocupante respecto a las consecuencias que puede tener a nivel individual, organizacional y social. En el ámbito personal implica una valoración relacionada con temas como la calidad de vida, la salud y la satisfacción personal; aspectos fundamentales en el campo del desarrollo humano, elementos que impactan a la vez el nivel organizacional respecto a situaciones como el desempeño o la productividad, la calidad de las funciones sustantivas de docencia e investigación y particularmente el tipo de educación que se proporciona a los estudiantes; así como a nivel general en cuanto al compromiso social de las instituciones de educación superior. La investigación realizada por Pando et al. (2006), acerca del los factores psicosociales en el trabajo docente en una Universidad privada de Guadalajara, México; reporta los siguientes resultados: La mayor presencia de factores psicosociales negativos en los docentes de esta universidad se ubicó en los correspondientes a las “exigencias laborales” con un 22.3% en nivel alto y un 58.7% en nivel medio, lo que representa el 81% de exposición a requerimientos constantes de creatividad e iniciativa, uso de verbalización, concentración y esfuerzo visual; mientras que los factores relativos al “contenido y características de la tarea” sólo se presentan de manera negativa en el 16.8% de los sujetos estudiados. Estudios como el de Caramés (2001), presenta cuatro condiciones que caracterizan el trabajo del docente universitario, la carga física, la sobrecarga mental -combinación de elementos perceptivos, cognitivos-, las relaciones emocionales y los factores ambientales. Esta última condición coincide con el Factor “Condiciones del Lugar de Trabajo” que en la investigación
actual representa el segundo lugar de importancia por el porcentaje más alto en la evaluación de factores psicosociales negativos. En lo relativo al análisis de los factores psicosociales y la relación de estos con las variables sociodemográficas y laborales la investigación actual arrojó asociaciones estadísticas significativas (p<0.05). En el centro universitario regional que se analizó en esta investigación, quince variables sociodemográficas y laborales arrojaron asociaciones significativas con los factores psicosociales (edad, sexo, grado académico, adscripción, nombramiento –docente, investigador, técnico académico-, categoría, nivel, tipo de contrato, horas de docencia, puesto directivo, otro trabajo, participación en el programa de estímulos, contar con perfil Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), ser miembro del Sistema Nacional de Investigadores, tener alguna enfermedad). Solo dos -estado civil y antigüedad en la institución- no arrojaron relación. La mayoría de las variables también obtuvieron datos válidos para considerarlas como factores de riesgo respecto a la salud de los académicos. Una de las variables importantes en el análisis se refiere al tipo de nombramiento. En este centro se encontró que una proporción importante de académicos corresponde a profesores contratados por asignatura (63.8%). A partir de este dato es importante considerar este estatus laboral respecto a las condiciones de trabajo de los profesores y el análisis de los factores psicosociales involucrados. Sin embargo, los resultados indicaron que el tipo de nombramiento (académico de carrera: docentes, investigadores y técnicos académicos) es factor de riesgo respecto a tres factores; “Características del Trabajo” e “Interacción y Aspectos Organizacionales” y “Condiciones del Lugar de Trabajo”, y ser profesor de asignatura obtuvo factor de riesgo en cuanto al número de factores en nivel alto. Ser profesor de carrera presentó un peso muy importante como factor de riesgo en la población académica de este centro universitario, en congruencia con las funciones, exigencias, tiempo de exposición, expectativas y condiciones psicosociales del trabajo académico. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Blanca Noemí Silva Gutiérrez, Raúl Vicente Flores
En congruencia con los resultados obtenidos para los profesores contratados por asignatura, que también presentaron factor de riesgo, se ha reportado en investigaciones recientes como la realizada en una universidad de Medellín, Colombia, con docentes contratados por hora cátedra, que la población docente vinculada bajo esta modalidad, por las condiciones de la tarea, la forma de contratación y diversas condiciones del contexto laboral, se encuentran en un nivel medio de exposición a factores de riesgos psicosociales. Se destacan situaciones de vulnerabilidad relacionadas principalmente con una alta carga mental, un mediano riesgo en relación con el contenido específico del trabajo y en lo relacionado con la organización del mismo. En este estudio se concluye que las formas de contratación y la realidad que hoy viven las instituciones, afectan las condiciones físicas y mentales de este grupo poblacional, y que por su relación con los resultados de la calidad de los estudiantes que tienen bajo su cargo, ameritan una intervención directa que permita mitigar dichos riesgos (Velásquez y Bedoya, 2010). Por otra parte, en la población participante la evaluación de los aspectos psicosociales en nivel alto, el factor que representó los porcentajes más bajos al respecto fue el “Contenido del Trabajo”, con el 3.1%. Lo anterior indica que los académicos se encuentran satisfechos respecto a las tareas propias de la docencia, siendo ésta la actividad principal en este centro universitario, al estar constituido en más del 60% por profesores de asignatura. Desde esta perspectiva los resultados de la investigación de Herranz, Reig, Cabrero, Ferrer y González (2007), realizada en España, indican que las dos actividades académicas que producen mayor satisfacción entre el profesorado son la docencia y la relación con los estudiantes. Atendiendo a la variable categoría académica, en el estudio anterior se concluye que los profesores más satisfechos con la docencia son los Ayudantes y los Titulares de Escuela Universitaria. Se encontró que ni la edad, ni el género del profesorado parecen afectar al grado de satisfacción con la docencia desempeñada. Respecto de la actividad investigadora, los más satisfechos de todo el profesorado son los Catedráticos de Universidad. El 38
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
resto de los profesores muestran niveles de satisfacción bajos con la investigación que hacen o que no pueden hacer. La relación con los estudiantes es referida como una fuente de satisfacción en el trabajo de los profesores. También se aprecia que no está influida por la categoría académica, la edad o el género del profesorado. La relación que se establece con los compañeros representa el cuarto lugar en el orden de actividades percibidas como satisfactorias por el profesorado, es decir, se trata de uno de los aspectos de la vida académica que produce menos satisfacción (Herranz et al., 2007). • Análisis de Factores de Riesgo (OR). Variables sociodemográficas- laborales y factores psicosociales. En el centro universitario, las variables sociodemográficas y laborales arrojaron valores que indican factores de riesgo (OR) para la salud de los trabajadores académicos, respecto al análisis de las dimensiones que incluye la Escala de “Factores Psicosociales en el Trabajo Académico”. De acuerdo con los resultados obtenidos respecto a las variables sociodemográficas - laborales y los factores psicosociales, los factores de riesgo con valores OR significativos estadísticamente se localizaron fundamentalmente en los factores de “Interacción y Aspectos Organizacionales” y en las “Características del Trabajo”. El factor que agrupa las “Condiciones del Lugar de Trabajo” a pesar de representar el primer lugar en cuanto a niveles altos de presencia de aspectos negativos alrededor del trabajo académico, no constituye factor de riesgo a partir de los resultados que arrojó el análisis estadístico efectuado con el programa Epi Info 6. Las Condiciones del Lugar de Trabajo sólo obtienen relevancia respecto al tipo de nombramiento, particularmente para los académicos de carrera; es decir, que los nombramientos de docente, investigador y técnico académico arrojaron factor de riesgo con dicho factor. • Salud y síntomas de estrés en personal académico. Con el propósito de exploración y descripción se realizó el levantamiento de información acerca de los
Académicos Universitarios y Salud Ocupacional
padecimientos y enfermedades con diagnóstico médico previo, y los síntomas de estrés presentes en la población académica del centro universitario. El 10% de los académicos participantes en esta investigación señalaron que padecían enfermedades con diagnóstico médico (21 sujetos), y han vivido con la enfermedad reportada hasta por siete años. Las cuatro principales enfermedades reportadas son la hipertensión, diabetes, colitis y cardiopatías. El análisis de la exposición a factores psicosociales y la presencia de enfermedades obtuvo asociación estadística significativa con el total de factores psicosociales p=0.03 y con el número factores psicosociales considerados de riesgo p=0.04 Entre quienes manifestaron padecimientos o enfermedades con diagnóstico médico, el 71.4% también posee manifestaciones de desgaste profesional. Este grupo representa respecto al total de los participantes el 7.85%. En cuanto a la identificación de factores de riesgo (OR), tener padecimientos o enfermedades y el Total de Factores Psicosociales obtienen valores significativos (OR= 2.96, (1.07-8.39), chi=4.45, p= 0.03). Además de encontrar que las cuatro principales enfermedades son la hipertensión, diabetes, colitis y cardiopatías, se identificaron los principales síntomas de estrés en la población académica, por medio del “Inventario de Síntomas de Estrés”. Con base en los resultados de este cuestionario, el 35% de los académicos reportaron síntomas de estrés durante los seis meses previos a la aplicación. Los tres principales síntomas registrados por los académicos fueron: Dolor de cuello y espalda (14.06%), Gastritis (12.5%) y Fatiga (9.37%). Es importante señalar que el estrés se manifiesta a través de síntomas físicos y psicológicos y que precisamente el estrés laboral crónico tiene como consecuencia el desgaste profesional o burnout, y esta patología laboral está presente el la población académica de este centro universitario en una proporción del 61.7%. La población académica del centro universitario reportó síntomas de estrés presentes de manera cotidiana
durante los últimos seis meses previos a la aplicación del cuestionario de síntomas de estrés, a pesar de que de manera global el 65,1% del total de las respuestas respecto a los 42 reactivos analizados se reportan en la escala de “nunca”. Es decir, que el 35% de los académicos presentaron problemas de estrés durante los seis meses previos a la aplicación del cuestionario. Si se considera que la edad promedio de los académicos de este centro universitario es de 38 años, este puede ser un factor que amortigua o retrasa la presencia de padecimientos, aunque a pesar de la edad el 10% de la población reportó enfermedades. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO] (2005), señala que el perfil patológico de los profesores indica que las principales enfermedades diagnosticadas a los docentes son: Distonía, enfermedad de la columna, gastritis, varices y estrés. Los principales malestares percibidos por los docentes en forma persistente en el último año son: dolor de espalda, dificultad para concentrarse e insomnio. Los síntomas reportados por los académicos del centro regional, coinciden de manera general con los estudios anteriores. Respecto a otras investigaciones que estudian la salud de los profesores, en una muestra nacional de profesores de Perú, el 52% de los docentes refieren haber presentado alguna dolencia o daño a su salud en el año previo. Las enfermedades atribuidas al aparato respiratorio se encuentran en primer lugar por ser las más frecuentes, específicamente la faringitis aguda, faringitis crónica y laringitis. En segundo lugar se encontraron las enfermedades y síntomas del aparato digestivo, fundamentalmente gastritis aguda o crónica. En tercer lugar se encuentran en mujeres las afecciones del aparato genitourinario. Las enfermedades del sistema osteomuscular y las afecciones del estado emocional también son frecuentes entre maestros (Soria y Chiroque, 2004). Al igual que en el centro universitario regional de la Universidad de Guadalajara, en la investigación de Restrepo et al., (2006), las manifestaciones orgánicas más frecuentes de una muestra de participantes en el estudio Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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con docentes de Medellín Colombia, fueron las de naturaleza músculo-esquelética y gastrointestinales (37.8%). Existen estudios como el realizado en la Universidad de Córdoba Argentina que analizó la salud femenina en población docente universitaria de la Universidad de Córdoba, Argentina. En esta investigación se encontró que el 38% de las entrevistadas dijeron tener dificultades de salud. Los procesos relacionados al trabajo docente, a la multifuncionalidad o distintos trabajos en dos o tres instituciones diferentes, las cargas excesivas que no dan tiempo para desarrollarlas adecuadamente, las actividades pocas veces distribuidas democráticamente, la tensión de la competencia en terrenos desiguales, entre otros, producen desgaste innecesario. Se señala que el trabajo se torna un gasto de energía en el que el producto del esfuerzo aparece ajeno y enfrentado y la actividad productiva como inútil. Las docentes, al no poder desplegar su potencialidad según el desarrollo de las fuerzas productivas, expresan fuerte tendencia a la enfermedad que incrementa el consumo de medicamentos desde edades tempranas. (Giacone y Silva, 2004). Los problemas de salud acompañan a los profesores como lo constata diversos estudios que han señalado que las características del trabajo predisponen a los académicos a presentar ciertas alteraciones en su salud. No se localizaron investigaciones que analicen con la profundidad necesaria la salud de los académicos universitarios, ya sea por institución, entidad y mucho menos por sector. El mayor número de investigaciones en el ámbito educativo ha desarrollado estudios acerca del desgaste profesional, y en una proporción menor los factores psicosociales. En ambos casos, sólo de manera muy general presentan datos respecto a padecimientos o problemas de salud específicos. El tema de la salud de los docentes, en los distintos niveles y especialmente en la educación superior sigue siendo un asunto pendiente y de gran relevancia por el impacto de la salud de los docentes en los procesos educativos y el crecimiento en términos demográficos de una población que envejece en proporciones aceleradas. 40
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
IV. Conclusiones Los resultados presentan las características de los factores psicosociales de trabajo de un grupo de académicos del nivel de educación superior en el que se manifiestan asociaciones significativas entre variables sociodemográficas y laborales, riesgos específicos y problemas de salud en una población con edad promedio de 38 años. El trabajo de los académicos conlleva riesgos que afectan tanto al trabajador como a la organización universitaria. La investigación reveló una proporción alta de exposición a factores psicosociales negativos –casi ocho de cada diez–, de acuerdo con la percepción que tienen los académicos de su contexto laboral cotidiano. Los principales factores psicosociales en nivel alto, en orden de importancia fueron: “Condiciones del Lugar de Trabajo”, “Interacción y Aspectos Organizacionales”, Características del Trabajo” y “Contenido del Trabajo”. Uno de cada diez académicos señaló padecer enfermedades con diagnóstico médico previo, hasta por siete años. Los padecimientos principales fueron hipertensión, diabetes, colitis y cardiopatías. Así mismo la población académica reportó síntomas de estrés presentes durante los seis meses previos al levantamiento de la información. Los tres principales fueron: dolor de cuello y espalda, gastritis y fatiga. En el centro universitario, quince variables sociodemográficas y laborales arrojaron asociación significativa con los factores psicosociales. De estas variables la mayoría constituyen también factores de riesgo: edad menor al promedio -38 años-, grado académico: -posgrado-, ser académico de carrera -docente, investigador, técnico académico, con un peso fuerte en tres factores y en la evaluación total-, tener contratación definitiva, tener puesto directivo, no tener otro trabajo, tener estímulos al desempeño docente, tener perfil PROMEP, ser miembro del Sistema NacionaI de Investigadores y tener padecimientos. También el nivel de estudios de pregrado arrojó valor significativo como riesgo y ser profesor contratado por asignatura. Es necesario tomar en consideración las variables sociodemográficas y laborales que constituyen riesgos tanto
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en la valoración negativa de las condiciones psicosociales como en el desarrollo del estrés laboral, que en su forma crónica conduce al desgaste profesional, considerado en la actualidad como una de las patologías laborales con dimensiones importantes en los docentes de los diferentes niveles educativos. Los factores que agrupan “Interacción y Aspectos Organizacionales” y “Características del Trabajo” destacaron respecto a la identificación de factores de riesgo vinculados con las variables sociodemográficas y laborales. El factor que comprende las “Condiciones del Lugar de Trabajo” a pesar de representar el primer lugar en cuanto a niveles altos de presencia de aspectos negativos alrededor del trabajo académico, solo obtuvieron factor de riesgo respecto al tipo de nombramiento, particularmente para los académicos de carrera. Ser académico de carrera –docente, investigador, técnico académico- se identificó como factor de riesgo respecto a tres dimensiones; “Características del Trabajo”, “Interacción y Aspectos Organizacionales” y “Condiciones del Lugar de Trabajo”, y con el puntaje total de factores psicosociales en nivel alto. Los académicos de carrera –docentes, investigadores y técnicos académicos- con posgrado y la contratación definitiva, se identificaron como las variables críticas en el desarrollo de propuestas de prevención, atención y de ajustes en los procesos organizacionales. Estos resultados son relevantes y preocupantes en razón de las consecuencias a mediano y largo plazos respecto a la salud, la productividad académica y la calidad de los servicios universitarios ya que este grupo de académicos constituye el soporte fundamental en el desarrollo de las funciones sustantivas de la universidad y son precisamente quienes representaron las mayores dificultades. Los datos anteriores no eliminan la importancia de considerar también las repercusiones que puede tener la conformación en este centro universitario de una alta proporción de profesores contratados por asignatura (63.8%) con condiciones de trabajo y exigencias diferentes a las que viven los académicos de carrera y de igual manera,
con riesgos importantes para la salud y consecuencias en la productividad y desempeño. Estudios como el de Velásquez y Bedoya (2010), han señalado que el tipo de contratación afecta las condiciones físicas y mentales de los profesores. La realidad que hoy viven las instituciones de educación superior no es alentadora al respecto ya que las contrataciones son mayoritariamente de profesores por hora y escasos o nulos incrementos de académicos de tiempo completo. Este panorama plantea desafíos muy importantes hoy en día para las instituciones de educación superior. Las condiciones de salud de los académicos requieren de investigaciones que analicen las repercusiones para la salud y para la productividad y calidad académica de los servicios educativos. Los costos del acceso a los servicicio de salud en la vida laboral activa y en las etapas de jubilación tienen consecuencias en la erogación de recursos a nivel institucional y social. La importancia de considerar los factores psicosociales cobra relevancia en el contexto de la salud laboral respecto a la formulación de estrategias personales, grupales y organizacionales, así como en el diseño y desarrollo de iniciativas que fomenten políticas públicas que atiendan proyectos particulares de prevención y atención a las condiciones de trabajo y a la salud de los trabajadores académicos. Si se reconoce el papel fundamental que desempeñan los académicos en los procesos educativos y el papel estratégico en la generación de conocimiento; ligados a procesos sociales, culturales y económicos; los esfuerzos que aporten análisis y propuestas tendientes a mejorar la salud laboral de los académicos, posee una innegable utilidad en el corto, mediano y largo plazos; especialmente en el contexto de las instituciones de educación superior donde la investigación es incipiente, pero revela dimensiones importantes. Las instituciones educativas no pueden ignorar los problemas de salud laboral que vive la población académica y el análisis de los aspectos relacionados con el deterioro del bienestar de quienes constituyen el actor fundamental en el cumplimiento de la misión y compromiso social que poseen. El conocimiento y establecimienRevista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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to de programas de acción en los niveles institucional e individual forman parte de los retos actuales de las instituciones educativas. De acuerdo con lo anterior, es importante la creación de programas dirigidos al mejoramiento de las condiciones psicosociales de trabajo y el manejo del estrés, dirigidos a la preservación y promoción tanto de la calidad de vida de los académicos, como de la calidad de la educación superior y de las instituciones universitarias. Estas acciones particulares requieren a la vez de iniciativas que generen políticas públicas de aplicación nacional. El estudio reveló también la importancia de investigar la salud laboral de los académicos universitarios y profundizar en el análisis de las condiciones de trabajo en contextos organizacionales particulares, en los que se manifiestan factores psicosociales específicos. Lo anterior permitirá el avance en la investigación y la posibilidad de establecer análisis comparativos, ya que en la actualidad existen dificultades para valorar resultados en población académica universitaria, debido a que son escasos los estudios que hacen uso de instrumentos de investigación, escalas o criterios homogéneos; además de predominar la presencia de investigaciones en niveles educativos no universitarios.
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Honduras. 2015-2050: Algunas Consecuencias del Envejecimiento
4 Honduras, 2015-2050: algunas consecuencias del envejecimiento de la población sobre la planificación de los servicios de educación y salud José Arnoldo Sermeño Lima, Ph.D.i* RESUMEN. El proceso de envejecimiento en las sociedades tiene consecuencias sobre las subpoblaciones que están en edad de realizar diversas actividades propias de la vida del ser humano, como estudiar, trabajar o jubilarse. Este artículo analiza esas consecuencias en la República de Honduras, poniendo especial atención sobre algunas derivaciones que ese proceso tiene para la planificación de los servicios de educación y salud durante el período 2015-2050. Palabras Claves: Población, envejecimiento, planificación, educación, salud. ABSTRACT. The aging process has several implications for subpopulations that are old enough to perform various typical activities, such as study, work or retire. This article discusses these implications in the Republic of Honduras, with special attention on processes that might affect the planning of education and health services during the period 2015-2050. Keyword: Population aging, planning, education, health.
I. Introducción El principal objetivo de este artículo es describir algunas consecuencias del envejecimiento de la población hondureña en el período 2015-2050, poniendo un énfasis especial en los retos que dicho proceso tendrá sobre la planificación de la educación y salud del país. En la historia de la humanidad, la transición demográfica relativamente más reciente y significativa es la experimentada por los países ahora desarrollados cuando disminuyeron sus elevadas tasas de natalidad y mortalidad –lo que producía un modesto crecimiento de la población- principalmente por el desarrollo socioeconómico, que incidió en el descenso de la fecundidad por una mayor incorporación de la mujer al estudio y al trabajo remunerado así como por el uso de métodos anticonceptivos; mientras que en la mortalidad influyeron las
campañas masivas de vacunación e higiene, así como los progresos de la medicina. Como ambos descensos fueron relativamente contemporáneos, tuvo por resultado que la tasa de crecimiento poblacional se mantuviera reducida. Desde hace décadas esos países experimentan no sólo un envejecimiento de su población sino que también mantuvieron o profundizaron su ya modesta tasa de crecimiento demográfico. Aunque los países latinoamericanos no tienen ni tuvieron un comportamiento uniforme, los factores inductores del descenso de la mortalidad precedieron y fueron más intensos que los de la fecundidad al inicio de su transición, generando así un elevado crecimiento de la población. Sin embargo, a medida que el tiempo ha pasado ambas variables han disminuido sus valores con diferente cronograma, teniendo como consecuencia que en diferentes momentos e intensidades ingresen a un
Recibido: junio 2014 / Aprobado y versión final: agosto de 2014. * Director de Investigación de la Universidad Tecnológica Centroamericana, UNITEC, Honduras. Tiene un Ph D en Demografía de la Universidad de Montreal, Canadá; graduado de los Cursos Básico y Avanzado del Centro Latinoamericano de Demografía; Licenciado en Ciencias Sociales y en Ciencias Naturales y Matemática de la Universidad de El Salvador. El autor agradece a la estudiante Indira Patrice Brooks Kelly el apoyo en la obtención de información para este artículo. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Los gráficos a continuación muestran que durante el período 1950-2050 la relación de dependencia5 desciende en Honduras desde 1970, coincidiendo con un incremento en la edad mediana de la población y de la relación viejos-jóvenes6, que se acelerará especialmente a partir de 2015.7 Gráficos 1. Honduras, 1950/2050: evolución de tres indicadores de la estructura por edad 120.0 100.0 80.0
Relación de dependencia (por 100)/ Edad mediana de la población/
60.0 40.0 20.0
Relación viejos/ jóvenes (por 100)/ 2040 2050
2020 2030
2000 2010
1980 1990
1950
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0.0 Año
Honduras, 2015/2050: evolución de tres indicadores de la estructura por edad 120.0 100.0 80.0
Relación de dependencia (por 100)/ Edad mediana de la población/
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El proceso de envejecimiento de la población ha sido estudiado de diferentes maneras, la mayoría de veces cuantitativamente (por ejemplo: (Torres-Degró, 2010:77-98). En el caso de la República de Honduras, hay autores que han estudiado las características educativas, económicas, la distribución geográfica y por género del adulto mayor (Zelaya Ochoa, 2012), enfatizando que la mayoría alcanza como máximo un nivel de instrucción de escuela primaria, teniendo estudios universitarios sólo 1.9% de ellos;2 debiendo continuar participando en actividades laborales especialmente en el sector primario de la economía, o en el sector informal, en condiciones de subempleo invisible, con mínima cobertura de la seguridad social.3 Se encuentran también estudios que muestran las dificultades de las personas de edad avanzada en el país (Trejo, 2012). El índice compuesto desarrollado por HelpAge International ubica a Honduras como el peor país para envejecer en el continente americano, y de los últimos a nivel mundial (HelpAge International, 2013).4 El presente artículo tiene un alcance metodológico descriptivo, habiéndose utilizado proyecciones de población efectuadas por el Centro Latinoamericano de Demografía de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL, 2012), así como también información
III. Resultados
Indicador
II. Metodología
proporcionada por la Secretaría de Salud de Honduras sobre egresos hospitalarios.
Indicador
proceso de envejecimiento de sus poblaciones así como a la reducción de su tasa de crecimiento. En Centroamérica los países con un envejecimiento más acelerado son Costa Rica, Panamá y El Salvador (Estado de la Región, 2011:108). Pero, como se verá en este artículo, Honduras enfrentará en poco tiempo los efectos de ese proceso, para lo que debería prepararse de inmediato.
Año
CEPAL (2012) Honduras. Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, recuperado de www.eclac.cl/celade/noticias/ paginas/8/45838/HON_Internet.xlsx
2. Pag. 89 3. Pag. 92 4. Posición 82 de 91 a nivel mundial, utilizando un índice global que considera los siguientes indicadores: seguridad de ingreso, estatus de salud, empleo y educación y entorno (pags 17, 42, 43, 47, 48, 49). 5. (Población de 0-14 años + 65 años y más) / (Población de 15-64) por cien 6. (Población de 65 años y más) / (Población de 0-14 años) por cien 7. A menos que se precise otra fuente de información, la utilizada en este artículo proviene de la página en Internet del Centro Latinoamericano de Demografía, división de la Comisión Económica para América Latina (revisión 2012), que aparece citada en la bibliografía. 46
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Honduras. 2015-2050: Algunas Consecuencias del Envejecimiento
Como consecuencia, la pirámide de población hondureña, que en el año 2015 todavía será de base ancha, en lo que falta por llegar al 2050 tendrá un achatamiento acelerado en sus edades jóvenes y una ampliación en sus edades intermedias y avanzadas, como puede observarse en los Gráficos 2: Gráficos 2. Honduras, 2015: estructura por edad y sexo 100 y más 95-99 90-94 85-89 80-84 75-79 70-74 65-69 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-9 0-4
Los gráficos para los años 2030 y 2050 muestran el incremento de la feminización en edades avanzadas, pues para esos años y edades la clásica sobremortalidad masculina hará que el número de mujeres sobrevivientes en dichas edades sea cada vez mayor que el de los hombres. En el Gráfico 3 se observa que a medida que pasa el tiempo la esperanza de vida a los 60 años de las mujeres no sólo es más elevada que la de los hombres, sino que además se incrementa más rápidamente. Igual situación se observaría con dicho indicador para edades aún mayores.
Hombres / Males 1950-1955
Honduras, 2030: estructura por edad y sexo 100 y más 95-99 90-94 85-89 80-84 75-79 70-74 65-69 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-9 0-4
2040-2045 2050-2055
6
2030-2035
4
2020-2025
2
2010-2015
Hombres
2000-2005
0
1990-1995
Mujeres
1980-1985
2
1970-1975
4
27.0 25.0 23.0 21.0 19.0 17.0 15.0 13.0 1960-1965
6
Años
Gráfico 3. Honduras, 1950-2055: esperanza de vida a los 60 años, por sexo
Mujeres / Females
Quinquenio / Quinquennia CEPAL (2012) Honduras. Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, recuperado de www.eclac.cl/celade/noticias/ paginas/8/45838/HON_Internet.xlsx
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Mujeres
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Hombres
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Honduras, 2050: estructura por edad y sexo 100 y más 95-99 90-94 85-89 80-84 75-79 70-74 65-69 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-9 0-4
6
4
2
0
Mujeres
2
Hombres
La terminación del bono demográfico en Honduras durante la primera mitad del siglo XXI se evidencia en los Gráficos 4, que muestran la evolución de las poblaciones en edad de estudiar en el conjunto de niveles educativos (5-29 años),así como también la que está en edad de trabajar (15-64 años) y la que está en edad de estar jubilada (65 y más). En esta sección y las siguientes se trabaja con las edades disponibles en la proyección de CEPAL, que no necesariamente coinciden exactamente con las de realizar dichas actividades, pero es una aproximación válida.
CEPAL (2012) Honduras. Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, recuperado de www.eclac.cl/celade/noticias/ paginas/8/45838/HON_Internet.xlsx
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Gráficos 4. Honduras, 1950-2050: evolución de tres subpoblaciones
Edad de Estudiar
2040 2050
2030
2020
2010
2000
1990
1980
1970
1960
1950
Edad de Trabajar Edad de Jubilarse
Honduras, 2015-2050: evolución de tres subpoblaciones 90.0 80.0 70.0 60.0 50.0 40.0 30.0 20.0 10.0 0.0
En Edad Secundaria En Edad Universitaria
650000 150000 1950 1960 1970 1980 1990 20002010 2020 2030 2040 2050
1800000 En Edad Primaria
1600000
En Edad Secundaria
1400000
En Edad Universitaria
1200000 1000000 800000
2015
2020 2025 2030
2035 2040
2045 2050
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Edad de Estudiar
2040 2050
2030
2020
2010
2000
1990
1980
1970
1960
Edad de Trabajar 1950
Años
En Edad Primaria
1150000
2000000
0.5
Edad de Jubilarse
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A continuación se describen algunas consecuencias generales de esta situación sobre la planificación de los servicios educativos y de salud. Con la información disponible no puede pretenderse más que acercarse a estimar la proyección de la población en edad de cursar estudios primarios,8 secundarios9 y universitarios,10 lo que se representa en los Gráficos 5, donde se observa que la primera empezará a decaer a partir del año 2020, la segunda desde el 2030 y la tercera iniciará su descenso en 2035.
8. 5 a 14 años 9. 15 a 19 años 10. 20 a 29 años 48
1650000
Honduras, 2015- 2050: población en edad de estudiar primaria, secundaria y universidad Población en edad de estudiar
Años
80.5 70.5 60.5 50.5 40.5 30.5 20.5 10.5
Gráficos 5. Honduras, 1950- 2050: población en edad de estudiar primaria, secundaria y universidad Población en edad de estudiar
El gráfico muestra un crecimiento sostenido de quienes estarán demandando un empleo o una jubilación, mientras que la reducción de la fecundidad tendrá su efecto a partir del año 2025 cuando empezará a reducirse la población en edad de estudiar.
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Esto implica que el sistema de planificación educativa del país tendrá que prever, por una parte, qué hacer con los docentes e instalaciones educativas “sobrantes” a partir de esos años y, asimismo, deberá analizar en primer lugar cómo aumentar la matrícula escolar para que –aún con menos población en edad de estudiar en los diferentes niveles– el número de personas instruyéndose pueda ser suficiente para mejorar la competitividad de la producción del país, lo que requiere, especialmente, de políticas para mejorar la calidad de la enseñanza. Esto último necesita que desde ya se tomen medidas para efectivizar al sistema que en el futuro inmediato promueva mejores estudiantes y graduados, lo que requiere como mínimo de mejores maestros, contenidos educativos que combinen la profundidad de los clásicos
Honduras. 2015-2050: Algunas Consecuencias del Envejecimiento
con los avances tecnológicos de esta época y las que están por venir, abrirse a otras culturas e idiomas, así como de infraestructura escolar acorde al desarrollo de los tiempos. Al calcular la proyección de la matrícula escolar hasta 2050 utilizando la del período 2000-2009 (FEREMA, 2010: 6),11 el Gráfico 6 muestra lo señalado previamente: en primaria bajaría el número de estudiantes a partir de 2020, en secundaria desde 2030 y en la universidad iniciando en 2035. Comparándolo con los Gráficos 5 se constata el considerable esfuerzo que debe hacer el país para aumentar la tasa de matrícula en sus diferentes niveles, especialmente el universitario. Gráfico 6. Honduras, 2015- 2050: estimación de martícula escolar en tres niveles. 1000000 8000000 Matrícula
En Edad Primaria 6000000
En Edad Secundaria En Edad Universitaria
4000000 2000000 0 2015 2020 2025
2030 2035 2040 2045 2050
CEPAL (2012) Honduras. Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, recuperado de www.eclac.cl/celade/noticias/ paginas/8/45838/HON_Internet.xlsx
La productividad y competitividad de todo país están vinculadas a la calidad de la enseñanza que recibe su población, lo que requerirá que los responsables de la política educativa hondureña no sólo diseñen estrategias que impacten significativamente aumentando la matrícula escolar en todos los niveles de instrucción
-aun cuando la población disminuya entonces-, sino que además logrando una mejora sustancial en la calidad de la enseñanza en todos ellos. Un ejemplo reciente de la articulación entre dicha calidad educativa, por un lado, y el desarrollo socioeconómico de los países además de la evolución del entorno internacional -por el otro- puede observarse en la vecina Costa Rica, reputada internacionalmente por ofrecer mejor calidad de instrucción a su población que otros países de la región. Sin embargo, por la actual crisis económica y financiera internacional, el fabricante de microprocesadores INTEL ha anunciado el cierre de la parte productiva en Costa Rica trasladándola al Asia, donde estiman que los operarios –con estudios de primaria y secundaria- tienen mejor formación que en Costa Rica donde “ha venido disminuyendo su calidad, mientras la educación superior universitaria pública ha venido aumentando” en calidad. Debido a lo último, dejan en el país centroamericano lo correspondiente a diseño e investigación (La Tribuna, 2014:35). Ese cierre implica no sólo la pérdida de 1,500 empleos sino que también el 20% de las exportaciones del país (La Nación, 2014). Para analizar algunas consecuencias del fin del bono demográfico sobre la salud de la población hondureña enfrenta la dificultad de obtener información sobre la morbimortalidad en los centros de atención pública y privada, la que tiene limitaciones en su cobertura y calidad. Para lograr una aproximación a ella, el Gráfico 7 se concentra en la información sobre egresos hospitalarios del último año disponible (2012) en la Secretaria de Salud, utilizando la décima versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud (Secretaría de Salud, 2014).
11. Para la información de matrícula, el documento de FEREMA utilizó información de las Encuestas de Hogares de Propósitos Múltiplos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Deben enfatizarse dos de las limitantes que tienen las estimaciones utilizadas para elaborar el Gráfico 6: en primer lugar, la proyección se basa en el crecimiento de la población pues se mantiene la tasa de matrícula del período 2000-2009; y en segundo lugar, los grupos de edad considerados en dicho documento no coinciden con los utilizados en este artículo. Debido a lo anterior, estas proyecciones sólo son una aproximación obligada por las limitaciones de información..
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Gráfico 7. Honduras, 2012: egresos hospitalarios por causa de enfermedad (CIE-10) y edad (%) 100%
90%
80%
XX Contacto con los servicios de salud XIX Traumatismos y envenenamientos XVIII Indeterminados XVII Malformaciones congénitas XVI Afecciones Perinatales XV Embarazo, parto y puerperio XIV Enfermedades del sistema genitourinario XIII Sistema osteomuscular y conjuntivo XII Piel XI Sistema digestivo X Sistema respiratorio IX Sistema circulatorio VIII Oído VII Oculares VI Enfermedades del sistema nervioso V Mentales IV Endocrinas, nutricionales y metabólicas III Sangre, hematopoyéticos e inmunidad II Tumores [neoplasias] I Infecciosas y parasitarias
Porcentaje de Egresos
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0% < 1´1-4´5-9´10-1415-1920-2425-2930-3435-3940-4445-4950-5455-5960-6465-6970-7475-7980-8485-89 Grupos de Edad
Fuente: Secretaría de Salud (2014), Tabulados Especiales
Asumiendo que esa distribución refleje la morbilidad de la mayoría de la población hondureña, se observa que al inicio de la vida la población está más afectada por enfermedades perinatales; enfermedades de los sistemas respiratorios, infecciosos y parasitarios; así como por traumatismos. Las edades jóvenes lo están especialmente por egresos relacionados con embarazo, parto y puerperio y por traumatismos. Por su parte, en el Gráfico 8 se observa que en los adultos mayores los porcentajes más altos denotan afecciones en los sistemas circulatorio, respiratorio, digestivo y genitourinario; seguidos por enfermedades endocrinas, tumores (neoplasias), traumatismos y enfermedades infecciosas y parasitarias.
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Es decir, el envejecimiento de la población en las próximas décadas alterará el cuadro de las enfermedades más comunes que actualmente son atendidas en los centros hospitalarios, lo que tendrá varias consecuencias. En primer lugar, este cambio desde una población joven -afectada principalmente por enfermedades pediátricas y ginecológicas- hacia una población envejecida –que requerirá de atenciones gerontológicas- tendrá repercusiones económicas importantes en el presupuesto y la seguridad social nacionales, pues las segundas son más caras de atender que las primeras. El cuadro 1 muestra el costo por asistir diferentes rubros del sector salud según la edad de los pacientes (INE, Instituto Nacional de Estadística, 2013).
Honduras. 2015-2050: Algunas Consecuencias del Envejecimiento
Gráfico 8. Honduras, 2012: egresos hospitalarios por causa de enfermedad (CIE-10) en población de 60 años y más de y edad (%) 100% 90% 80% XX Contacto con los servicios de salud XIX Traumatismos y envenenamientos XVIII Indeterminados XVII Malformaciones congénitas XVI Afecciones Perinatales XV Embarazo, parto y puerperio XIV Enfermedades del sistema genitourinario XIII Sistema osteomuscular y conjuntivo XII Piel XI Sistema digestivo X Sistema respiratorio IX Sistema circulatorio VIII Oído VII Oculares VI Enfermedades del sistema nervioso V Mentales IV Endocrinas, nutricionales y metabólicas III Sangre, hematopoyéticos e inmunidad II Tumores [neoplasias] I Infecciosas y parasitarias
Porcentaje de Egresos
70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 60-64
65-69
70-74
75-79 80-84 Grupos de Edad
85-89
90 y +
Fuente: Secretaría de Salud (2014), Tabulados Especiales
Cuadro 1. Honduras, 2011-2012: indicadores de costo en el sector salud por edad de los pacientes Edades
Indicadores de Costo (en Lempiras) A
B
C
D
<5
84,604
218
321
1,514,315
5a9
45,954
232
346
658,261
15 a 19
76,684
302
454
1,894,718
20 a 24
48,978
299
455
2,324,668
25 a 29
80,434
308
494
2,353,739
30 a 34
82,646
332
512
1,780,502
35 a 39
50,240
336
507
2,060,365
40 a 44
72,108
453
654
1,531,414
45 a 49
81,311
523
719
1,039,549
50+
482,749
679
946
8,385,634
A. Gasto total por exámenes y laboratorio por enfermedades ne los últimos 30 días. B. Gastos promedio por enfermos amulatorios en los últimos 3o días; por persona a quien se consultó la primera vez. Pág. 375. C. Promedio de los gastos ambulatorios (consultas, medicamentos y exámenes) en los últimos 30 días que consultaron a un profesional de la salud y que pasaron. Página 382. D. Gastos de enfermos que se internaron en el último año. Página 395. Fuente: INE: mayo 2013. Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDESA) 2011-2012.
Esos datos indican que es más caro atender en materia de salud a una población envejecida –como la que tendrá el país en las próximas décadas- que a otra joven, como la que tiene actualmente. Además de lo anterior, varias de las enfermedades propias de la infancia pueden incluso prevenirse con campañas masivas de vacunación y de educación, evitando así posteriormente gastos hospitalarios que serían más caros de atender; pero en cambio son escasas las enfermedades propias del adulto mayor que pueden prevenirse. Se podrá dimensionar mejor lo que ello significa si se considera que, usando los mismos grupos de edad del cuadro anterior, las proyecciones de CELADE muestran que las personas con 50 años y más de edad pasarán de significar 13% en el año 2015 a 18% en el 2030 y a 31% en el 2050, como puede verse en el Cuadro 2.
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Cuadro 2. Honduras 2015, 2030, 2050: distribución por edad de la población de ambos sexos Población
Distribución Porcentual
Edad
2015
2030
2050
2015
2030
2050
Hasta 5
974.558
882.320
712.186
12
9
6
5a9
953.535
913.092
743.939
11
9
6
10 a 14
918.325
938.397
779.289
11
9
6
15 a 19
896.800
943.144
812.958
11
9
7
20 a 24
850.959
923.762
845.217
10
9
7
25 a 29
746.715
884.257
874.354
9
9
7
30 a 34
640.304
857.997
894.291
8
8
7
35 a 39
525.488
809.378
894.411
6
8
7
40 a 44
418.863
706.465
871.915
5
7
7
45 a 49
353.391
602.913
831.298
4
6
7
50 y +
1.099.129
1.916.888
3.793.873
13
18
31
Total
8.378.067
10.378.613
12.053.731
100
100
100
CEPAL (2012) Honduras. Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, recuperado de www.eclac.cl/celade/noticias/paginas/8/45838/HON_Internet.xlsx
En segundo lugar, el país requerirá de un cambio en sus especialistas en salud, para atender apropiadamente el paso de la situación actual –con población joven, que requiere principalmente de atenciones pediátricas y ginecológicas- a otra donde deberá aumentar el personal médico y paramédico especializado en enfermedades gerontológicas. El país debe entonces formular políticas sostenibles para la atención paliativa de dolencias de larga duración, así como prever servicios y entornos adaptados a las personas de edad avanzada (Organización Mundial de la Salud, OMS, s.f.), cuyo número aumentará significativamente en las décadas inmediatas. Debe prepararse además para cumplir convenios internacionales como la Declaración de Toronto para la Prevención Global del Maltrato de las Personas Mayores (Organización Mundial de la Salud, OMS, 2002), que trata de contraponerse a un drama cuya magnitud ha sido relativamente poco estudiada en general así como también en el país.12
IV. Conclusiones Es fundamental que el país se prepare para encarar las consecuencias del proceso de envejecimiento de su población, lo que ya inició, y que se volverá cada vez más evidente en las próximas décadas. En este artículo se ha enfatizado algunas consecuencias a tomar en cuenta en la planificación de los sistemas educativo y de salud, pero además el país debe hacerlo también para enfrentar la elevada cantidad de personas que demandarán empleo, pues no hacerlo implicaría consecuencias en el aumento de la delincuencia y violencia actuales. Asimismo, deben preverse las consecuencias sobre los sistemas previsionales, dado que no hacerlo provocaría ponerlos en precario por el incremento de personas demandando jubilaciones y atención médica para enfermedades más caras de atender que las actuales. Como siempre ha ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad, de las medidas que se tomen hoy dependerá la forma como se vivirá en el futuro. Pero ahora el
12. En el caso de Honduras, la magnitud de la causa Traumatismos y Envenenamientos en edades avanzadas -así como en la infancia- provoca hipótesis de maltrato (ver Gráficos 7 y 8). 52
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país puede prever racionalmente los retos del mañana si los dirigentes actuales y de las próximas décadas lo hacen con visión de estadistas y no de corto plazo, pues los cambios que se avecinan serán de naturaleza nueva lo que requiere tomar medidas originales en lo inmediato. Hacerlo o no implicará que las actuales condiciones de subdesarrollo se aminoren o se profundicen en el futuro próximo.
• •
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•
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•
•
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Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios
5 Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios laborales hacia Estados Unidos Ofelia Woo Morales* RESUMEN. El escenario demográfico de la migración internacional y específicamente desde México hacia Estados Unidos ha tenido cambios significativos, entre éstos interesa destacar la creciente presencia de las mujeres como migrantes no solo como acompañantes en un proceso de reunificación sino también por su participación en el mercado laboral. En este artículo se presentarán las tendencias del flujo migratorio femenino y masculino respecto a sus características migratorias y laborales a través del tiempo (2000-2012), se recupera la información de la base de datos de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (EMIF Norte). En el documento se expone de manera sucinta la participación de las mujeres mexicanas en el proceso migratorio como migrantes laborales que conforman parte de un nuevo patrón migratorio diferente al tradicional de reunificación familiar, identificado en la migración de mexicanos hacia Estados Unidos. También se presentan las características de los flujos migratorios del grupo que la encuesta denomina Migrantes Procedentes del Sur que van a Estados Unidos y finalmente se hace algunas reflexiones sobre las diferencias de la migración femenina y masculina en el flujo migratorio en el periodo aludido. Palabras claves: 1.- migración internacional 2.- flujos laborales 3.- migración laboral femenina 4.- México 5.- Estados Unidos. SUMMARY. The demographic scenario of the international migration and specifically from Mexico to the United States has had significant changes, notable amongst those is the increasingly presence of women migrants not only as companions in a reunification process but also for their participation in the labor market. This article will present the trends of the female and male migratory flows with respect to their migratory and labor features through time (2000-2012), the information is retrieved from the database of the Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (EMIF Norte). The document displays succinctly the participation of the mexican women in the migratory process as labor migrants that conforms part of a new migratory pattern different from the traditional of family reunification, identified in the migration of mexicans to the United States. We also present the migratory flow characteristics of the group which the survey called Migrantes Procedentes del Sur que van a Estados Unidos (Migrants From the South who go to United States) and finally, we make some reflexions about the female and male migration differences in the migratory flow in the afore mentioned period. Keywords: 1.- International Migration 2.- labor flows 3.- female labor migration 4.-México 5.- United States of America.
I. Introducción El escenario demográfico de la migración internacional y específicamente desde México hacia Estados Unidos ha tenido cambios significativos, entre éstos interesa destacar la creciente presencia de las mujeres como migrantes específicamente en el registro del flujo migratorio.
Las mujeres siempre han estado presentes en la migración mexicana hacia Estados Unidos. Es una emigración de mexicanos hacia el vecino país del norte que inicia desde finales de siglo XIX y continúa hasta la fecha, como señala Massey y Durand (2003), este proceso migratorio es complejo, cambiante y dinámico. El flujo migratorio ha cambiado en su composición, rutas, lugares de origen y destino.1 Para explicar la parti-
Recibido: julio 2014 / Aceptado y versión final agosto 2014. * Investigadora-Profesora Departamento de Estudios Socio Urbanos, Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de Guadalajara. 1. Para una explicación más detallada de nuevas rutas para cruzar Estados Unidos, lugares de origen y destino de migrantes mexicanos se puede revisar la publicación de 2013 de la Encuesta de la Migración en la Frontera Norte de México. Serie anualizada en el capítulo 1. 2. Para Corona (1995) al revisar el levantamiento de la EMIF 1995, señala que “las mujeres tienen una carrera migratoria corta, prácticamente reducida a un viaje, abandonan muy pronto la circularidad” (9). Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
55
Ofelia Woo Morales
cipación de las mujeres en los flujos migratorios Escobar (1999), Trigueros (1999), Corona (1988, 1995) hacían referencia que la migración femenina respondía a ciclos migratorios más prolongados a diferencia de la migración masculina2, relacionados a la reunificación familiar y a los riesgos que implica para las mujeres realizar un cruce hacia Estados Unidos de manera indocumentada3. Diversos autores (Escobar 1999; Ávila et al 2000), dan cuenta de la participación de hombres y mujeres en el registro de la población migrante, respecto del volumen de migrantes mexicanos en Estados Unidos, las mujeres han representado un porcentaje significativo, más del 45% desde 1980, en términos relativos no ha aumentado mucho pero en números absolutos la presencia de mujeres es cada vez más notoria. En la Encuesta de la Migración en la Frontera Norte (EMIF) en sus primeras emisiones (1994-1995) sólo el 5.6% de los flujos registrados eran mujeres, sin embargo para el 2000 llegó al 20%. Se ha demostrado con diversas metodologías que la migración femenina es heterogénea Massey y Durand (2003) Durand (1994), Woo (2001), Ávila et al (2000) Arias y Woo 2004, Alonso (2012b) y por su condición de género tiene un patrón migratorio diferente a la migración masculina. El objetivo de este documento es presentar la participación de las mujeres en los flujos migratorios a través de la Encuesta de Migración de la Frontera Norte de México, en adelante referida EMIF Norte. Se recupera el supuesto de Trigueros que estamos observando una mayor participación de las mujeres en el flujo de migración femenina que tiene un componente laboral y “lo específico de la EMIF es que se enfoca al flujo laboral migratorio” (Boletín CONAPO, 1999:18). Se presentan las tendencias del flujo migratorio femenino y masculino respecto a sus características migratorias y laborales a través del tiempo de 2000-2012.
En el documento se expone de manera sucinta la participación de las mujeres en el proceso migratorio como migrantes laborales, que conforman parte de un nuevo patrón migratorio diferente del patrón tradicional de reunificación familiar, que Alonso (2012b) denomina patrón emergente, -no necesariamente excluyentes-. Posteriormente, se presentan las características de los flujos migratorios de hombres y mujeres de acuerdo a la EMIF Norte, del grupo que la encuesta denomina Migrantes Procedentes del Sur que van a Estados Unidos y finalmente se hacen algunas reflexiones sobre las diferencias de la migración femenina y masculina en el flujo migratorio. II. Nota metodológica sobre la información de la EMIF Norte4 La Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México, EMIF Norte, contempla un procedimiento de muestreo de poblaciones móviles en localidades fronterizas del norte del país que se realiza desde 1993 a la fecha. A veinte años de su aplicación “La encuesta es única en su tipo en México ya que la metodología y marco muestral aplicados están diseñados para captar personas en movimiento, de tal suerte que puede recabar aspectos más detallados del fenómeno en estudio que no es posible obtener con cuestionarios diseñados para aplicar en hogares” (“Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte: 2012:24). Las instituciones que participan en esta Encuesta son: El Colegio de la Frontera Norte, Secretaría de Gobernación, Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Secretaría de Relaciones Exteriores. Las ventajas de esta encuesta son: • Es una encuesta continua y sistemática de tal manera que se puede podemos observar cambios y continuidades en el desplazamiento de la población.
3. De acuerdo al boletín de CONAPO respecto a la documentación de los y las migrantes con información de la EMIF Norte “ las mujeres procuran más que los varones de allegarse algún documento al ingresar a Estados Unidos 55% pero solo 1 de cada 5 contaba con documentos para trabajar “ (Boletín CONAPO, Año 5, número 13, 2001:5). 4. Quiero agradecer a Orlando García Vega, Jefe del departamento de Estudios de Flujos Migratorios Internacionales de la Secretaría General del Consejo Nacional de Población por apoyarme en el procesamiento de la información estadística de la EMIF Norte. 56
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Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios
• La encuesta se aplica al migrante en el momento del desplazamiento. • Permite realizar análisis estadísticamente representativo para cada una de las poblaciones objetivo desagregado en dos direcciones: geográfica y temporal. Las limitaciones que se reconocen son: • La sobre-enumeración ya que capta desplazamientos no individuos • Una subestimación de la población femenina porque la encuesta tiene un enfoque laboral. El objetivo general de la encuesta es “Profundizar en el conocimiento del fenómeno migratorio laboral a la frontera norte de México y a Estados Unidos, destacando sus características, volumen y tendencias, así como sus efectos en el mercado de trabajo e impactos en ambas sociedades” (2013:26). La población objetivo se han clasificado en los siguientes grupos: migrantes laborales procedentes del sur del país con dirección a Estados Unidos o la frontera norte; procedentes de Estados Unidos y de la frontera norte de México hacia el interior del país (retorno voluntario); los migrantes que son devueltos a México por la Patrulla Fronteriza Estadounidense (retorno forzado). En este documento se hace referencia al grupo de población que la encuesta identifica migrantes procedentes del sur que emigran a Estados Unidos población mexicana de 15 años5 y más6. Se recupera la información de los años del 2000 al 2012, de acuerdo a los expertos que han trabajado esta encuesta los años 93, 94, 96, 97 y
98 el levantamiento no se realizó durante todo el año por eso se concentra en el periodo señalado. El periodo que se analiza resulta bastante útil para ver a través del tiempo las variaciones del flujo migratorio de hombres y mujeres y algunas de sus características migratorias y laborales. Cabe mencionar que en este periodo se presentan dos acontecimientos que marcan efectos importantes en la composición y perfil de los flujos migratorios, el ataque terrorista a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 y con ello la modificación y aumento de los recursos destinados a vigilar la frontera sur y las reformas de política migratoria generando una política de disuasión a la migración. Segundo, la crisis económica que afectó principalmente la economía estadounidense desde 2008 y con ello el empleo tanto de nativos como de migrantes, llevando al país a una crisis que se compara a la que vivieron en 1929 con la Gran Depresión. La información que se recupera de los cuestionarios aplicados a la población objetivo es muy vasta y no podríamos en este documento dar cuenta de todos los registros de la base de datos; se seleccionaron algunas variables que permiten identificar por diferencia de sexo: participación en el flujo; motivos para emigrar; ocupación en México; procedencia, edad, escolaridad. Se presentan en el cuadro 1 los números absolutos de la población referida en este artículo. En las gráficas y cuadros7 se registran los porcentajes de estas cantidades por flujo y sexo, de tal manera que se puede observar el comportamiento de las variables en las mujeres y hombres de manera particular, pero también hacer comparaciones cuando sea necesario destacarlo.
5. En el diseño original de la EMIF NORTE, el límite inferior de edad para aplicar la entrevista era de 12 años; sin embargo, dado que este grupo es relativamente pequeño, a partir de 2010 la encuesta se aplica a la población de 15 años o más. 6. De acuerdo al glosario de la EMIF Norte “Los migrantes procedentes del sur. Personas que provienen del sur con respecto a la Frontera Norte de México y se dirigen a Estados Unidos o a una ciudad fronteriza, de 15 años o más, nacidos en México, que llegan a alguna de las ciudades de muestreo y no viven en la localidad de la entrevista o en un país distinto a México, cuyo desplazamiento tiene como motivo trabajar, buscar trabajo, cambiar de residencia u otra razón, siempre y cuando, en este último caso, no tengan fecha comprometida de regreso o trabajo en su lugar de residencia”. (Encuesta de la Migración en la Frontera Norte:2013, 386). 7. Quiero agradecer a Ofelia Medrano por el apoyo en la elaboración de las gráficas y cuadros. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
57
Ofelia Woo Morales
Cuadro 1. Migrantes procedentes del sur con destino a Estados Unidos Valores Absolutos AÑOS
Total
2000
Valores Absolutos
Hombre
Mujeres
Total
Hombre
Mujeres
454,707
362,325
92,383
100
79.7
20.3
2001
405,854
303,197
102,657
100
74.7
25.3
2002
728,518
614,986
113,533
100
84.4
15.6
2003
628,175
537,094
91,081
100
85.5
14.5
2004
542,153
482,242
59,911
100
88.9
11.1
2005
708,747
601,137
107,610
100
84.8
15.2
2006
815,569
730,495
85,074
100
89.6
10.4
2007
855,682
750,863
104,819
100
87.8
12.2
2008
748,393
608,278
140,115
100
81.3
18.7
2009
630,449
515,685
114,764
100
81.8
18.2
2010
492,876
365,090
127,786
100
74.1
25.9
2011
317,105
230,474
86,631
100
72.7
27.3
2012
276,145
227,976
48,169
100
82.6
17.4
Fuente: Elaboración propia Encuesta sobre Migración a la Frontera Norte 2000-2012
III. Rompiendo estereotipos. La visibilidad de las mujeres en la migración hacia Estados Unidos. La producción académica sobre la migración mexicana hacia Estados Unidos es vasta y diversa, pero privilegiada desde una visión androcéntrica desde sus inicios. De tal manera que la participación de las mujeres que se quedaba o emigraban era resultado de la migración masculina y poco habría que dar cuenta. Para Greco y Boyd (2003) y Pessar (1999, 2007) ése carácter asociativo llevó por mucho tiempo a la invisibilidad de las mujeres en los estudios de la migración. El pionero en registrar desde México y dar cuenta de la participación de las mujeres en la migración hacia Estados Unidos como parte del proceso de reunificación familiar desde principios del siglo XX fue Gamio (1930), sin embargo, tuvieron que pasar muchas décadas para que la mujeres aparecieran nuevamente en el escenario de la migración hacia Estados Unidos, es hasta la década de los ochenta con Bustamante (1988) que da cuenta de la presencia de las mujeres en los flujos migratorios y Durand (1994 ), señalaba en el periodo de la migración 58
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
indocumentada (1964-1986), “se modificó paulatinamente el patrón migratorio de hombres solos, promovido por le época de braceros, la migración femenina rebasó con mucho la proporción de épocas anteriores (1994:135). Aunque hubo el reconocimiento de una mayor participación de la mujer en la migración poca atención se daba como actor social. En esta década de los noventa hasta la fecha, se iniciaría una generación de nuevos estudios de académicos mexicanos que centran la atención a la migración de las mujeres. Se realizaron estudios importantes con metodologías cualitativas y cuantitativas que exponen la experiencia de las mujeres mexicanas al emigrar, documentan quienes son, por qué emigran, hacia dónde se dirigen, que diferencias existe con los hombres migrantes. (Avila et. al. 2001, CONAPO 2000, Woo 2001, Arias y Woo 2004, Alonso (2012b), Berumen y Santiago, (2012), así también se realizan artículos que presentan los riesgos a los que se enfrentan las mujeres al realizar una emigración sin documentos, cruzando la frontera norte de México hacia Estados Unidos (Woo 2004), Marroni (2005), Alonso (2012a). Ávila et. al. (2001) hace referencia a la participación de las mujeres en la migración temporal antes de los noventa con registros de la Encuesta de la Dinámica Demográfica (ENADID) demostrando que no es un fenómeno reciente. Sin embargo, se puede considerar un hito la participación femenina y registro de la misma después que fue aprobada la Ley de Inmigración de 1986 Immigration Reform and Control Act (IRCA) mejor conocida como Simpson-Rodino. Del total de solicitudes de legalización amparadas en la Ley Simpson Rodino en los programas “Normal” (Legaly Autorizad Workers) y de trabajadores agrícolas especiales (Special Agricultural Workers) 43 y 17 por ciento era mujeres (Bean et al 1989). Las estadísticas sobre migración -específicamente sobre las mujeres- difieren porque son captadas con metodología y conceptos diferentes, como señala López Villar (2002), las distintas categorías de migrantes y cuestiones conceptuales no posibilita recolectar un total
Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios
de los mismos. De ahí que la visibilidad de las mujeres en la migración hacia Estados Unidos depende de la metodología empleada y la población estudiada, es diferente cuando se hace referencia al stock de población y cuando habla de flujos migratorios. 3.1 La migración femenina, migración laboral De acuerdo a las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas Geografía e Informática (INEGI), México contaba con una población de 112,336, 538 personas para el 2010. Berumen y Santiago mencionan que para el mismo año existía aproximadamente 12 millones de inmigrantes mexicanos (2012:233), el 46.5 por ciento mujeres (ibídem). Para los autores la tasa de crecimiento estimada en 1980 era 11.8 y para el 2010 fue de 2.3 en el caso de los migrantes varones, con respecto a las mujeres fue en 1980 de 10.6 y para el 2010 fue de 3.1. Los autores hacen una crítica al registro de la migración masculina en los censos de Estados Unidos.8 Berumen y Santiago plantean que es difícil precisar si existe una feminización o masculinización cuantitativa, pero reconocen la necesidad de analizar la participación de la mujer con mayor detalle, considerando el contexto histórico y el carácter temporal/estacional del patrón migratorio que prevaleció el siglo pasado y el patrón de migración de mayor pertenencia al que transitó (2012:233). Coincidimos con los autores, la migración de mexicanos hacia Estados Unidos ha presentado cambios importantes en el patrón migratorio y el perfil del migrante de tal manera que es difícil precisar estadísticamente sí existe una feminización cuantitativa de la migración, sin embargo, lo que es evidente es una feminización cualitativa9, que
refleja un cambio en el patrón y perfil del migrante y la participación de la mujer en la migración y en el mercado laboral en Estados Unidos ha estado sub-representada en los diferentes periodos que ha tenido el proceso migratorio. Como se decía al inicio del artículo, la migración desde México hacia Estados Unidos, es de larga data. En un principio estuvo caracterizada por la inestabilidad política de México (Revolución de 1910 y la Guerra de los Cristeros 1930) y posteriormente por la demanda laboral de Estados Unidos cuando participa en la segunda guerra mundial y necesita mano de obra para trabajar, principalmente en el sector agrícola y la construcción de las vías férreas, Durand (1994) hace referencia a diferentes etapas de la migración: la del enganche, la deportaciones, del programa bracero, la de los indocumentados y los rodinos. Lo que interesa destacar de estas etapas es que era una migración de carácter laboral, predominantemente masculina, provenía del sector agrícola y era temporal. Diversos autores mencionan que IRCA no sólo cambio el perfil demográfico de los migrantes, al observar una mayor presencia de mujeres y familias, sino también, cambió el patrón migratorio de ser temporal, circular, a uno de mayor permanencia en Estados Unidos, provocado por el proceso de reunificación familiar, pero también por el aumento en la vigilancia de la frontera sur de Estados Unidos para detener y contener el flujo migratorio. De manera paradójica, las políticas migratorias de disuasión a la migración -principalmente indocumentadano contuvo ni detuvo, al contrario se observa un mayor crecimiento desde 1980, algunos autores como SassenKoob y Smith (1992) y Portes (1995) lo atribuyen a la reestructuración de la economía estadounidense, señalaban que las principales ocupaciones de la población migrante estaban relacionadas a este proceso de reestructuración
8. Ver cuadro 7.1 Población nacida en México con residencia en Estados Unidos, según sexo, 1970-2010, página 233 en Berumen Sandoval Salvador y Julio Santiago Hernández (2012), “Las mujeres en el proceso migratorio México-Estados Unidos. ¿Hacia una feminización de la migración?, en Migración y familia. Una mirada más humana para el estudio de la migración internacional. Salvador Berumen, Nina Frías y Julio Santiago (coordinadores) México, SPMAR-UPMCEM, INM Colección Migración. 9. Podemos encontrar una discusión muy importante sobre el registro de la migración femenina y la feminización cuantitativa y cualitativa de las migraciones en América Latina en el documento de Pizarro Martínez Jorge (2003). El mapa migratorio de América Latina y el Caribe, las mujeres y el género, Serie Población y Desarrollo, Santiago de Chile, CEPAL. ttp://www.catedradh.unesco.unam.mx/BibliotecaV2/Documentos/Trata/Libros/mapa_genero.pdf consultado 10 de abril de 2010. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
59
Ofelia Woo Morales
en el que prevalecen trabajos de subcontratación, flexibles, poco calificados y de bajos salarios, y la convivencia con trabajos altamente calificados que demandan trabajadores de baja calificación para ocuparlos principalmente en el sector servicios. 3.2 Migración familiar vs migración laboral Las mujeres mexicanas en el flujo migratorio laboral hacia Estados Unidos. Como se puede observar en los registros de 20002012, en la gráfica 1 en el flujo de migrantes procedentes del sur hacia Estados Unidos existen variaciones significativas en el porcentaje de la participación de las mujeres10 a diferencia de los hombres que es más constante. Existe un comportamiento inverso del porcentaje de los hombres con respecto a las mujeres a partir de 2008 cae la participación de los hombres y el de las mujeres aumenta. Lo anterior se puede explicar por el patrón migratorio de los hombres que se vio afectado por la crisis económica de Estados Unidos, en cambio la migración de las mujeres al ser multicausal no se observa este efecto, además, de que se ha documentado que la participación laboral de las mujeres no se redujo tan drásticamente como la de los hombres con la crisis aludida. Gráfico 1. Migrantes procedentes del sur hacia Estados Unidos, hombres y mujeres 100% 90% 80% 70%
84
86
89
85
90
88
81
82
83 74
73
60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%
16
15
11
15
10
12
19
26 18
27 17
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Hombres
Mujeres
Fuente: elaboración propia. Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México 2000-2012
Como se señala en el reporte de la EMIF en 2010 “- Aunque históricamente la participación femenina en el flujo migratorio internacional ha sido baja en comparación con los hombres, cada vez son más las mujeres que llegan a la frontera norte con la intención de llegar a Estados Unidos para trabajar o buscar trabajo y mejorar sus condiciones de vida. Asimismo, en algunas ciudades fronterizas se ha observado una mayor presencia de niños, niñas y adolescentes (NNA) migrantes, quienes no sólo migran por motivos de acompañamiento y reunificación familiar, sino también con objetivos laborales” (2012:16)11. Se menciona esta referencia porque es importante reconocer que existe la incorporación a estos flujos migratorios de otras poblaciones como niños, niñas y adolescentes que no se está registrando y que la EMIF deja de lado toda población menor de 15 años. La emigración de familias y otros grupos etarios (NNA) se puede relacionar con el incremento en la pobreza en el país, desde 2000 a la fecha (2014) pasó de 41.% a 52%, como resultado del modelo neoliberal que provocó la retirada del Estado en la provisión de servicios de salud (educación, salud, etc). “Se estableció una forma de política pública que introdujo una fragmentación y exclusión permanente de grandes sectores de la sociedad…) Damian (2012:295-296). 3.3 Motivos de migración La migración de los mexicanos hacia Estados Unidos ha estado vinculada históricamente a la oferta y demanda de mano de obra además de las condiciones estructurales que mencionamos párrafos arriba. De ahí que los acercamientos teóricos para explicarla predominaba la teoría neoclásica que privilegiaba las diferencias salariales, condiciones de empleo y costos de migración como una decisión personal para maximizar el ingreso, o como la Nueva Economía de la Migración que analiza las condiciones de mercados diversos (mercados laborales,
10. En los registros de la EMIF en la década de los noventa era tan baja (5.3% en 1993) que creemos que los doce años que analizamos nos dan cuenta de un aumento significativo de la participación de las mujeres en el flujo migratorio. 11. En el reporte de la EMIF 2010 hace referencia de que se trata de un flujo principalmente de indocumentados. 60
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios
mercados de futuro, mercados de capital, mercados de seguro), para reducir riesgos en el ingreso familiar; hasta las teorías que conceptualizan los procesos causales a diferentes niveles de análisis (individual, familiar, nacional e internacional) como la Teoría de Mercados Duales en donde la migración está vinculada a los requerimientos estructurales de las economías. Estos modelos teóricos dejaban de lado la migración femenina y su participación en los flujos migratorios y en el mercado laboral en el vecino país, ya que se aludía que las mujeres emigraban solo por reunificación familiar, sin embargo, la perspectiva de género nos ha permitido explicar que la migración de las mujeres tiene un patrón migratorio diferente respecto al de los hombres, son actores sociales que emigran por diversos factores, no necesariamente excluyentes, que responde a su condición de género, curso y ciclo de vida individual y familiar tales como: reunificación familiar, buscar trabajo, refugio, asilo, mejores condiciones económicas, laborales, profesionales, mayor independencia familiar, hasta huir de la violencia doméstica. Pessar (1999 y 2007), Hondagneu-Sotelo (1994), Woo (1995 y 2007).
Como se observa en el cuadro 2, respecto a los motivos para emigrar, en el caso de los hombres es contundente para trabajar o buscar trabajo, en cambio en el caso de las mujeres se diversifican los motivos, pero hay un aumento significativo para buscar trabajo, aunque predomine la reunificación familiar como muestra el cuadro 3. Diversos estudios con metodología cualitativa dan cuenta que las mujeres se incorporan al mercado laboral en Estados Unidos independientemente de los motivos de emigración, porque como dicen ellas “si no trabajas no comes”. También es importante considerar que este patrón de emigración femenino llamado “emergente” por Alonso ya se había identificado desde la década de los ochenta, por lo que se puede recuperar de esta denominación es que efectivamente nos ayuda a diferenciar del que llama el patrón “tradicional”, al de reunificación familiar. 3.4 Condición laboral en México México así como los países de América Latina ha tenido importantes transformaciones en su economía, el modelo neoliberal aplicado en nuestro país desde 1983 a
Cuadro 2. Motivo de los hombres para cruzar la frontera de Estados Unidos Motivos para cruzar a Estados Unidos
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Trabajar o buscar trabajo
71.7
68.4
82.3
86.2
89.0
86.2
88.7
85.2
80.9
82.4
81.0
78.1
82.0
Reunirse con familiares o amigos
14.9
14.3
8.5
6.8
7.5
9.8
8.5
11.2
12.5
12.3
14.3
18.6
11.6
Paseo, negocio, compras o estudiar
12.2
16.4
8.9
6.5
3.4
3.7
2.7
3.4
6.5
5.1
3.3
2.3
3.9
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
0.5
1.0
2.4
1.2
0.9
0.4
0.5
0.1
0.3
0.0
0.1
0.1
0.2
0.9
0.1
0.1
Para quedarse a vivir allá * Otro
Fuente: elaboración propia. Encuesta sobre la migración a la Frontera Norte de México, 2000-2012 *Nota: quedarse a vivir allá se refiere quedarse a vivir en Estados Unidos
Cuadro 3. Motivo de las mujeres para cruzar la frontera de Estados Unidos Motivos para cruzar a Estados Unidos
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Reunirse con familiares o amigos
56.5
47.4
25.7
48.2
42.0
42.0
46.2
47.7
48.0
63.5
76.3
76.9
52.7
Paseo, negocio, compras o estudiar
24.8
34.2
43.6
21.1
11.8
10.6
14.1
13.3
28.7
14.9
8.3
11.1
16.3
Trabajar o buscar trabajo
17.7
15.9
26.8
25.9
45.5
46.9
37.6
37.7
22.1
21.2
13.0
9.8
20.7
Para quedarse a vivir allá * Otro
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
1.6
2.2
10.0
1.0
2.6
3.9
4.8
0.7
0.6
2.1
1.3
1.2
0.4
0.9
0.0
0.3
Fuente: elaboración propia. Encuesta sobre la migración a la Frontera Norte de México, 2000-2012 * Nota: quedarse a vivir allá se refiere quedarse a vivir en Estados Unidos
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
61
Ofelia Woo Morales
la fecha ha dejado profundas crisis económicas y sociales. Calva y Salazar señalan que en México durante el periodo de 1953 y 1982 con el modelo precedente al neoliberal, el Producto Interno Bruto (PIB) creció a 6.3% anual y el empleo a una tasa media de 9.7. En cambio de 1983 a 2010 con el modelo neoliberal el PIB creció a una tasa media de 2.2 y el empleo formal 2.7 anual (2012:23). Los autores no sólo demuestran el fracaso y el deterioro de la economía y del empleo sino también la precariedad del mismo. De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Geografía (INEGI), la población ocupada por sector de actividad económica para 2012 fue: 13.6% para el sector agrícola, 23.3% al sector industrial, 62.4% al sector servicios12. Es importante mencionar que en la misma fuente se registra una disminución significativa en 1995 para el sector agrícola que contaba con 23.7 % de población ocupada, un crecimiento del sector industrial pues contaba con 53% y sin variaciones en
el sector industrial. Cabe señalar que la participación económica de las mujeres tuvo un aumento significativo de 1995 a 2012, de 36.8% a 43.5% y una disminución en el caso de los hombres para el mismo período de 80.9% a 77.5%. Lo anterior es necesario tomarlo con cautela no significa que las mujeres estén en ventaja respecto a los hombres, lo que se ha demostrado por varios estudiosos del tema es que las mujeres se incorporan en actividades más precarias principalmente en el sector servicios. La participación de las mujeres en el mercado laboral tanto en México como en otras latitudes principalmente en América Latina es un tema ampliamente estudiado considerado como un cambio significativo en la dinámica de las familias y de las mujeres. Se hace referencia que existe un cambio importante en la participación económica ya que predominaban las mujeres jóvenes y solteras las que se incorporaban y permanecían en el mercado laboral, actualmente las mujeres
Grafico 2. Condición laboral de hombres y mujeres migrantes hacia Estados Unidos 2000-2012 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
2000
2001
Trabajó Hombres
2002
2003
2004
2005
No Trabajó Hombres
2006
2007
2008
Trabajó Mujeres
2009
2010
2011
2012
No Trabajó Mujeres
Fuente: Elaboración propia, Encuesta sobre migración en la Frontera Norte de México, 2000-2012
12. El sector agrícola comprende: agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; el industrial, industrias extractivas, manufactureras, de electricidad y construcción; el de servicios, comprende restaurantes y servicios de alojamiento, comunicaciones y transportes, correo y almacenamiento, servicios financieros y otros servicios, gobierno y organismos internacionales, fuente: México de un vistazo 2012, Instituto Nacional de Geografía, 2012 consultado en http://www.inegi.org. mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/integracion/pais/mexvista/2012/Mex_vi12.pdf 28 de julio de 2014. 62
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios
permanecen en su etapa reproductiva y se registra la participación más elevada en las mujeres de 30 y 40 años.13 En el caso de las mujeres que emigran esta condición no parece muy elevada, ya que de las migrantes que declararon que trabajaba antes de emigrar oscila entre el 20 y 30%, muy bajo en relación a las mujeres que trabajan en México y muy por debajo el porcentaje en relación con los hombres migrantes como se puede observar en la gráfica 2 más del 60% de los hombres trabajó antes de emigrar. De los hombres que trabajaban, lo hacían principalmente en agricultura e industria, cabe destacar que en el 2000, 2001 y 2002 responde en mucho a la relación de oferta y demanda de mano laboral en Estados Unidos, cabe recordar que más del 80% de los trabajadores en la agricultura en el vecino país son mexicanos (Ver cuadro 4). En cambio en las mujeres el porcentaje de profesionistas, técnicos, administrativos es superior a cualquier otro oficio declarado, a excepción de 2004,
2005 y 2009 que predomina comercio, le sigue trabajadores en servicios personales y públicos (Ver cuadro 5), a diferencia de los hombres la participación de profesionistas y posteriormente sobresale, en 2000, 2001 y 2002, después disminuye considerablemente. Como parte de la transformación de los mercados laborales se hace referencia a la tendencia de emigración de población altamente calificada y México forma parte de la misma, aunque no necesariamente la población que aludimos, ya que, es una población que tiene un nivel de escolaridad elevada que lamentablemente se incorpora a trabajos precarios, flexibles y no necesariamente en la formación profesional adquirida. 3.5 Procedencia de migrantes Una de las características que diferenciaba al flujo de migrantes en la década de los ochenta era que había aumentado la procedencia de localidades urbana respecto
Cuadro 4. Oficio desempeñado en México por hombres migrantes 2000-2012 Oficios desempeñados
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Trabajadores agropecuarios
39.8
41.3
52.8
51.1
45.4
47.6
52.3
50.1
42.6
42.3
48.5
48.0
50.3
Trabajadores industriales
28.8
22.8
19.9
28.0
32.1
32.2
31.3
32.4
33.6
36.2
32.1
33.2
31.4
Profesionistas, técnicos y personal administrativo
11.7
19.5
15.3
6.8
6.6
5.2
3.7
5.2
7.1
5.3
3.4
3.5
4.7
8.4
6.6
6.5
7.4
7.3
7.9
5.4
5.8
8.5
8.6
6.9
6.3
5.6
Trabajadores en servicios personales y públicos
11.2
9.7
5.4
6.8
8.7
7.1
7.4
6.6
8.1
7.6
9.1
9.0
8.0
Total
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Comerciantes
100.0
Fuente: Elaboración Propia. Encuesta sobre migración en la Frontera Norte de México, 2000-2012
Cuadro 5. Oficio en desempeñado en México por mujeres 2000-2012 Oficios desempeñados Trabajadores agropecuarios
2000 5.7
2001 12.7
2002
2003
2004
10.7
12.8
16.6
2005
2006
6.1
5.4
9.8
9.8
7.4
9.0
9.3
7.1
Trabajadores industriales
15.7
9.6
8.2
14.1
8.6
8.1
14.8
20.1
16.4
13.8
20.7
7.6
5.7
Profesionistas, técnicos y personal administrativo
37.5
34.6
41.6
31.2
9.1
25.4
28.0
28.9
32.0
26.8
18.6
56.0
53.4
Comerciantes
19.3
23.5
19.9
31.6
42.4
43.6
25.7
11.8
25.9
32.0
19.8
12.5
19.2
Trabajadores en servicios personales y públicos
21.8
19.6
19.5
10.3
23.3
16.9
26.1
29.4
15.9
20.0
31.9
14.7
14.5
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
Total
Fuente: Elaboración Propia. Encuesta sobre migración en la Frontera Norte de México, 2000-2012
13. Fuente: Sistema de indicadores de género del Instituto Nacional de las Mujeres obtenido de la Encuesta Nacional de Ocupación. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Ofelia Woo Morales
• Edad Avila et al (2000) hacían referencia a una migración masculina joven, el 40% oscilaba de 15 a 25 años, en la serie histórica que se muestra de la EMIF Norte se encuentra un aumento significativo de migrantes varones que tiene un promedio de edad de 30 a 35 años, sin embargo en el caso las mujeres es desde los 35 a los 50 principalmente en 2010 y 2011 (ver cuadro 6), existen
Gráfico 3. Tipo de localidad de hombres y mujeres migrantes 2000-2012 90 80 70 60 50 40 30 20 10
Urbana Hombres
No Urbana Hombres
Urbana Mujeres
Fuente: Elaboración propia: Encuesta sobre migración en la Frontera Norte de México, 2000-20012
varias hipótesis, la falta de oportunidades laborales para hombres de 35 y 40 años y más, y en el caso de las mujeres porque responden a diversos ciclos de vida, en el que las mujeres están emigrando no para reunirse con su marido, sino para reunirse con sus hijos; otra hipótesis, es que la falta de oportunidades obliga a las mujeres en edades avanzadas buscar mejores oportunidades de vida en Estados Unidos. • Escolaridad Uno de los pocos logros se puede reconocer es el avance en el acceso de la educación para las mujeres en México, de tal manera que se redujo la brecha de género en matricula del Sistema de Educación Pública, de ahí que cuando autores como Corona (1988) y Bustamante
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Hombres
35.2
36.2
35.2
32.3
31.1
29.6
30.1
30.3
32.4
33.5
35.4
35.1
32.6
Mujeres
40.4
39.9
34.5
32.5
34.9
34.9
38.2
38.5
40.3
42.3
50.8
50.5
41.6
total
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
Fuente: Elaboración propia. Encuesta migración en la Frontera Norte de México, 2000-2012
14. En la EMIF Norte se consideran poblaciones urbanas a localidades con más de 15,000 habitantes 64
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
2012
No Urbana Mujeres
Cuadro 6. Edad promedio hombres y mujeres migrantes 2000-2012 Edad
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
0 2000
a las rurales (Bustamante 1988, Corona 1988, Massey y Durand 2003; Durand 1994); lo anterior se podía explicar por la tendencia nacional al convertirse México en un país con población más urbana desde la década de los setenta, por el desplazamiento de la población de las áreas rurales a las ciudades por el proceso de modernización que llevó a la crisis del sector agrícola en nuestro país y el crecimiento de las ciudades. En el caso de la población que participa en los flujos migratorios se supone que las ocupaciones de las y los migrantes pueden estar ampliamente relacionadas con los lugares de procedencia. De acuerdo a la EMIF Norte destaca el porcentaje de las mujeres que provienen de localidades urbanas14 a diferencia de los hombres (Gráfico 3). Aunque no hay que desdeñar el aumento significativo que se observa en el 2004, 2005, 2007 y 2012 para el caso de los hombres de localidades no urbanas y en el 2004 y 2005 en los mujeres. Diversos estudios nos dan cuenta de la incorporación de Estados de emigración emergente como Veracruz y Chiapas que están expulsando población de áreas rurales que han sido afectadas por la crisis del sector agropecuario en México.
Las mujeres mexicanas en los flujos migratorios
(1988), identificaron desde la década de los ochenta que las mujeres tenían un nivel más elevado de escolaridad respecto al de los hombres se aludía que respondía a la tendencia nacional. Sin embargo, es interesante observar actualmente que la escolaridad de las mujeres sigue en niveles escolares más elevados sino que en bachillerato completo y licenciatura los porcentajes casi se duplican, en la serie histórica en 2012, el 23.8% de las mujeres tenía licenciatura y sólo el 4.6% los hombres (ver gráfica 4). Si relacionamos estos datos con el oficio de las migrantes y los migrantes se puede inferir que existe una fuga de cerebros, que independientemente de su incorporación en el mercado laboral, México está subsidiando mano de obra barata pero sobre calificada.
el modelo neoliberal que ha llevado al deterioro de la calidad de vida de la población. Los flujos migratorios se deben entender y explicar en los contexto de origen, tránsito y destino de la población migrante pero también de los proyectos de vida individual y familiar, no fue el objetivo de este artículo pero se reconococe la necesidad de tenerlo presente. El objetivo fue más modesto, presentar la migración de las mujeres mexicanas en el flujo migratorio hacia Estados Unidos con un patrón de migración laboral. Existe una transformación de los mercados laborales internacionales que hace necesaria la mano de obra migrante, excedente, precaria y desechable, que responda a los ciclos económicos de los países desarrollados. Las mujeres como los hombres, emigran para buscar trabajo en Estados Unidos, se parte del supuesto, que las mujeres que declaran motivos familiares saben que en algún momento tienen que buscar trabajo, porque vivir en Estados Unidos implica gastar dólares, por lo que se necesita ganar dólares. Con la crisis del 2008 se demostró que la principal población migrante afectada fue la masculina, ya que participa más en los sectores de la economía que tuvieron importantes caídas, como la construcción.
IV. Algunas reflexiones México es un país expulsor de emigrantes y el principal lugar de destino ha sido históricamente Estados Unidos. El inicio del nuevo siglo y milenio parece indicar que la migración no se detendrá a pesar de las crisis económicas internacionales, ni cambiará en corto plazo
Gráfico 4. Escolaridad de hombres y mujeres migrantes 2000-2012 40.0 35.0 30.0 25.0 20.0 15.0 10.0
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2010
Sin escolaridad
Primaria completa
Primaria completa
Secundaria completa
Secundaria completa
Bachillerato completo
Bachillerato completo
Licenciatura o más
2011
Femenino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
Femenino
2009
Masculino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
Masculino
Femenino
––
Masculino
5.0
2012
Fuente Elaboración propia, Encuesta sobre migración en la Frontera Norte de México, 2000-2012
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Ofelia Woo Morales
El análisis descriptivo de 12 años de la EMIF Norte (2000-2012) presenta información que se muestra en el tiempo las características específicas de cada grupo de población por sexo, el comportamiento de las categorías no es uniforme para los hombres ni para las mujeres, porque es una población heterogénea y su participación en la migración depende de factores estructurales como las crisis económicas tanto del país de origen como de destino, las reformas de políticas migratorias, pero también de proyectos individuales y familiares que responden a contextos comunitarios. Sin duda, existe una migración femenina por motivos laborales que responde nichos laborales feminizados principalmente en el sector servicios, pero también a proyectos individuales y familiares como se ha demostrado en literatura que aludimos en otros apartados. La migración de los hombres sigue muy vinculada a la demanda de mano de obra del mercado laboral y es la principal afectada en las crisis económicas. Se hace referencia a una población que proviene de localidades urbanas y no urbanas estas últimas posiblemente de estados como Veracruz y Chiapas en donde se ha deprimido la economía regional principalmente agrícola, obligando a la población que no tenía experiencia migratoria y redes a emigrar a Estados Unidos. Pero también esta base presenta datos muy significativos respecto a la edad y escolaridad de la población migrante. Específicamente en el caso de las mujeres que tienen más de 40 años, es necesario conocer el ciclo de vida y familiar de estas mujeres que deciden dejar su lugar de origen. También llama la atención de la escolaridad tan alta de las mujeres respecto a los hombres, se parte del supuesto que son de procedencia urbana, profesionistas, que no necesariamente se están incorporando en trabajos acorde a su preparación. Sin duda, el aumento del desempleo, el bajo poder adquisitivo del salario y la reducción en la calidad de vida de la población, pueden ser factores que ayuden a explicar la emigración de hombres y mujeres en México.
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Lo que demuestra la información de la EMIF es que las características de los hombres y de las mujeres son diferentes, e inclusive existe diversidad en la población masculina y femenina a través del tiempo. Se hace referencia a una población heterogénea que requiere ser estudiada con mayor profundidad. V. Bibliografía • Alonso Meneses Guillermo (2012). “Los riesgos y estrategias del cruce clandestino de la frontera México-Estados Unidos desde un enfoque de género y familia: algunos datos y consideraciones para el periodo 1993-2010. En Migración y familia. Una mirada más humana para el estudio de la migración internacional. Salvador Berumen, Nina Frías y Julio Santiago (coordinadores) México, SPMAR-UPMCEM, INM Colección Migración. • Alonso Meneses Guillermo (2012). “Rastros femeninos en el cruce clandestino de la frontera México-Estados Unidos. Algunos hechos, datos y sugerencias”. En Género y Migración. Coordinadoras Esperanza Tuñón Pablos, Martha Luz Rojas Wiesner. México, ECOSUR, El Colegio de Michoacán, El Colegio de la Frontera Norte, CIESAS. Volumen II. • Arias Patricia y Ofelia Woo (2004). “Migración de la Zona Metropolitana de Guadalajara hacia Estados Unidos”, en Papeles de Población, vol 10. núm. 42, octubre-diciembre p 37-72. • Ávila José Luis, Carlos Fuentes, Rodolfo Tuirán (2000), “Mujeres mexicanas en la migración a Estados Unidos”, en Migración México-Estados Unidos, continuidad y cambio. Rodolfo Tuirán (Coordinador), México, CONAPO, p 150-172 http://www.conapo. gob.mx/es/CONAPO/Migracion_Mexico-Estados_ Unidos_Continuidad_y_cambio consultado 24 de febrero de 2005. • Berumen Sandoval Salvador y Julio Santiago Hernández (2012), “Las mujeres en el proceso migratorio México-Estados Unidos. ¿Hacia una feminización
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Revista Poblaciรณn y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud
6 Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud. Tres años de revisión; 2009-2011 María Guadalupe Romero-A., Ingrid Carolina Garay-R.* RESUMEN. La disponibilidad de programas orientados a disminuir la mortalidad, sobre todo, por causas prevenibles define vínculos importantes, como la de garantizar la disponibilidad de proveedores. La mortalidad infantil ha ido disminuyendo con diferentes estrategias que los países cimentan con este objetivo. El presente trabajo es una investigación descriptiva retrospectiva que toma los datos del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud de Honduras en cuanto a los datos de mortalidad infantil en el período 2009 a 2011 y los datos que se encuentran en el Anuario Estadístico de la Secretaría de Salud de los años en mención para el recurso humano hospitalario y no hospitalario, específicamente médicos, profesionales de enfermería y auxiliares de enfermería. Los resultados señalan que el año con mayor cantidad de muertes infantiles fue el año 2011. Los departamentos con mayores tasas de mortalidad en los tres años, fueron Francisco Morazán, Cortés, Olancho. Las mayores tasas de cobertura del recurso humano para la población en general, se encuentran en los departamentos de Islas de la Bahía, Atlántida y Valle. Los que presentaron menor oportunidad de cobertura para este grupo son: Santa Bárbara y El Paraíso. Para el grupo específico de menores de un año, los departamentos que tienen mayor oferta son: Islas de la Bahía, Gracias a Dios, Francisco Morazán. Los que menos ofertan son: El Paraíso, Santa Bárbara, Olancho e Intibucá. Palabras claves: mortalidad infantil, recurso humano, acceso. ABSTRACT. The availability of programs designed to reduce mortality, especially from preventable defines important links, such as ensuring the availability of providers. Infant mortality has declined over different strategies that underpin countries for this purpose. The present work is a retrospective descriptive research data takes Epidemiological Bulletin of the Ministry of Health of Honduras regarding infant mortality data for years 2009-2011 and the data found in the Statistical Yearbook of the Ministry of Health of the years in question for human resources and hospital inpatient, specifically doctors, nurses and nursing assistants. The results indicate that the year with the highest number of infant deaths was 2011. The departments with the highest mortality rates in the three years were Francisco Morazán, Cortes, Olancho. The highest rates of coverage of human resources for the general population, are in the departments of the Bay Islands, Atlantis and Valle. The less chance we have coverage for this group are: Santa Barbara and El Paraíso. For the specific group under one year, the departments that have greater offer are: Bay Islands, Gracias a Dios, Francisco Morazán. The least offered are: El Paraíso, Santa Barbara, Olancho, Intibucá. Keywords: infant mortality, human resources, access.
I. Introducción Existen vínculos importantes entre la salud y el desarrollo de los países. Entre esos vínculos se encuentra, la disponibilidad de programas muy bien orientados para disminuir la mortalidad, sobre todo, por causas prevenibles y otro vínculo importante es garantizar la disponibilidad de proveedores y de infraestructura (Rodríguez Acosta, 2010). A nivel de todos los países del mundo, la mortalidad ha ido disminuyendo independientemente de las dife-
rencias económicas y las diferentes estrategias que los países cimentan en ese aspecto. Entre estas estrategias se permite mencionar la vacunación que se lleva a los hogares en forma directa, obstaculizando a partir de esta acción, las causas que en un momento determinado, se establecieron como únicas. El logro se estableció con los datos en un período de tiempo determinado, sin embargo, posteriormente en los países en vías de desarrollo, se plasma con mayor precisión requeriendo revisar otro tipo de determinantes, que no fueran la prevención de ciertas enfermedades, las
Recibido: abril 2014/Aceptado y versión final agosto 2014 * Médico y Cirujano. Máster en Salud Pública. Máster en Administración de Servicios de Salud. PhD. ** Ingeniera en Ciencias Ambientales. Máster en Ciencias, Tecnología y Gestión del Agua .PhD. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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María Guadalupe Romero-A., Ingrid Carolina Garay-R.
que también tenían presencia en la mortalidad y en este caso la mortalidad infantil. La Cumbre Mundial a favor de la Infancia fijó para el año 2000 metas precisas y para realizarlas, requería evaluaciones que permitieran visualizar los avances en las mismas. La información fue necesaria para que cada país pudiera asignar recursos y obtener resultados con eficiencia (Ahmad, López, & Inoue, 2000). Con esto se logró que aumentaran los datos disponibles y se evidenció el aumento o la disminución de las tasas de mortalidad infantil en regiones y países. El presente trabajo realiza una revisión documental de los datos de mortalidad infantil que aparecen en el Boletín Epidemiológico del año 2009 al año 2011 de la Secretaría de Salud y lo relaciona con los datos que el Sistema de Salud proporciona a través de los Anuarios Estadísticos de los años en observación, logrando relacionar la mortalidad notificada con la disponibilidad del recurso humano en salud. II. Aspectos conceptuales 2.1 Mortalidad infantil Es una variable demográfica que indica el número de niños menores de un año fallecidos a lo largo de un período de tiempo determinado. También se define como la razón de defunciones a la edad de 0 a 1 años, frente a los nacimientos del mismo período (Urdinola, 2011). Por lo general, la mortalidad infantil, se expresa como tasa y es aquella que da la proporción existente entre el número de niños menores de un año fallecidos en el curso de un año y el número de nacimientos vivos durante el mismo año, se expresa en tanto por mil y se puede agrupar por localidad, país y sexo. La Secretaría de Salud de Honduras, define la mortalidad infantil, como la muerte de un niño (a) en la edad comprendida entre los 0 y 11 meses 29 días (Honduras, 2008). La tasa de mortalidad infantil es uno de los indicadores demográficos que mejor refleja el contexto socioeconómico de un país. Amén de ser un indicador efectivo en describir las condiciones de mortalidad, la 72
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
TMI es muy eficiente en capturar diferentes problemas de bienestar social y de desarrollo socioeconómico de cualquier población que se asocia a las mejoras en capital físico (infraestructura y hospitales) y humano (como la educación de los padres) que debe hacer una sociedad por mejorar las condiciones de vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto énfasis en los determinantes sociales de la salud, de tal forma, que a partir del año 2005, crea la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud (CDSS) con el fin de aportar conocimientos y sensibilizar sobre el tema. Los ejes de la desigualdad están relacionados con el nivel socioeconómico y pueden expresarse bajo el nivel de ingresos, nivel de instrucción, lugar de residencia (Dirección de Planificación, 2009). Las desigualdades en salud, son diferencias en salud producidas socialmente que se distribuyen de manera sistemática entre la población y que son injustas (OMS C. d., 2007). En ese sentido, los sistemas de salud, tienen la obligación de ser asequibles, equitativos, accesibles, sostenibles y de buena calidad, sin embargo, bajo la visión de la (OMS), ciertos objetivos deseados como la accesibilidad, son un medio para alcanzar un fin, son metas instrumentales. Cuanto más accesible sea un sistema, más debería de utilizarlo la gente, para mejorar su salud (Rodríguez, 2010). De acuerdo con los principios de equidad sanitaria, todos los ciudadanos deberían tener las mismas oportunidades de gozar de un buen estado de salud, sin embargo, en muchos países existen grandes desigualdades. El no lograr acceder a prestadores de atención sanitaria capacitados, es una de las primeras causas de inequidad sanitaria y adquiere importantes dimensiones en las zonas rurales (OPS, 1998). La literatura reporta una relación positiva entre la supervivencia infantil y el acceso a los servicios de salud; pocos estudios han incluido dentro de sus determinantes, alguna medida de utilización de esos servicios. El estudio de Forste en 1994 estimó para Bolivia el impacto de la variable atención recibida por un profesional de salud
Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud
(médico, enfermera u obstetriz) sobre el riesgo de morir, encontrando una relación positiva aun cuando no significativa estadísticamente, mientras que otros factores como atención prenatal, si lo son. Un estudio efectuado por el INEI para el caso peruano reporta que el parto atendido por un profesional de la salud u otro técnico reduce significativamente el riesgo de morir, siendo el resultado estadísticamente significativo (Dammert, 2001). Estudios como el de Panis y Lillard en 1995, estiman mediante una ecuación de riesgos proporcionales una ecuación de mortalidad infantil junto con dos ecuaciones de demanda por atención médica, es decir, incorporan en la ecuación de mortalidad infantil la probabilidad de atención médica y lugar de atención del parto (et al, 2001). 2.2. Recurso humano en salud Existe una escasez crónica de personal sanitario bien preparado. Tiene carácter mundial pero es de especial gravedad en los países que más los necesitan. El factor humano es un elemento indispensable para reforzar los sistemas de salud. Abundan las pruebas de que el número y la calidad de los trabajadores sanitarios están efectivamente relacionados con la supervivencia de los lactantes y de los niños. Se ha constatado que la combinación de capacidades de los equipos sanitarios varía enormemente de unos países a otros. El número de enfermeras por cada médico en el Canadá y en los Estados Unidos de América es de aproximadamente 4 enfermeras por cada médico frente a menos de una en Chile, Perú, El Salvador y México (OMS, 2006). En relación a la distribución del recurso humano por área geográfica, son muchos los factores que influyen en la densidad del personal sanitario. Las zonas donde existen hospitales docentes y cuya población cuenta con medios suficientes para pagar servicios de salud, atraen a más trabajadores de salud que aquellas que carecen de este tipo de instituciones y de los medios de financiamiento, razón por la cual, las áreas urbanas se ven favorecidas. (OMS, 2006).
III. Metodología Se trata de un diseño de investigación descriptivo y retrospectivo. Se revisaron los datos proporcionados por el Boletín Epidemiológico de la Dirección de Vigilancia de la Salud del año 2009 al 2011 con respecto a mortalidad infantil por departamentos y los datos proporcionados en el Anuario Estadístico de la Secretaría de Salud, de los años 2009 al 2011, con respecto al recurso humano. Las variables analizadas fueron: mortalidad infantil por región departamental, recurso humano médico, recurso humano de profesionales de enfermería, recurso humano auxiliar de enfermería, recurso humano hospitalario y no hospitalario. Se agrupó en una sola categoría denominada enfermería a las profesionales de la enfermería y a las auxiliares de enfermería. El recurso humano no hospitalario que incorpora a los datos, contempla las categorías médico y enfermería. IV. Resultados de la investigación Honduras, ha evidenciado un descenso importante en la tasa de mortalidad infantil, pero este descenso es más lento que en otros países de la Región Centroamerica; considerándolo como uno de los logros más importantes en la Salud Pública. Los determinantes en el país, están relacionados con el área geográfica, siendo más vulnerable el área rural; el nivel educativo alcanzado por la madre, de tal forma que los niños cuyas madres no tienen educación, tienen dos veces más riesgo de morir en el primer año de vida, que la de aquellos niños cuyas madres tienen educación superior. El índice de riqueza es también determinante en la mortalidad y los datos señalan que la mortalidad en los hogares en el quintil inferior es el doble comparado con el estrato superior; de igual forma, existe una fuerte relación entre fecundidad y mortalidad infantil; si disminuye la fecundidad, disminuyen mucho los factores de alto riesgo para la mortalidad infantil: embarazos en edades avanzadas, intervalos con el parto anterior cortos (UNFPA, 2009). Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
73
María Guadalupe Romero-A., Ingrid Carolina Garay-R.
Los resultados permiten ver la notificación de casos de mortalidad infantil en los tres años sujetos a observación: 2009 a 2011, los promedios de muerte por año por departamento, los rangos de los datos por cada año por región departamental de salud, la velocidad de muerte por semana epidemiológica, así como las tasas de mortalidad infantil por departamento por año, las tasas de recurso humano de salud por población total por año y las tasas de recurso humano por grupo específico de análisis que corresponde a los menores de un año por región departamental. El año 2011, reporta la mayor cantidad de notificaciones de mortalidad infantil en el período de tres años sujetos a observación. En ese año, el primer lugar lo ocupa el departamento de Francisco Morazán, continuando el departamento de Cortés que ocupa el segundo lugar y Olancho en el tercer lugar y Choluteca enel cuarto lugar. La velocidad de muerte es de 54 muertes por semana epidemiológica. El rango de los datos para este año es de
8 (valor mínimo) a 872 (valor máximo). En el año 2010, el primer lugar lo ocupa el departamento de Francisco Morazán, el segundo lugar el departamento de Cortés, el tercer lugar el departamento de Copán y el cuarto lugar, Olancho. La velocidad de muerte es de 52 muertes por semana epidemiológica. El rango de los datos es de 11 (valor mínimo) a 764 (valor máximo). En el año 2009, el primer lugar lo ocupa el departamento de Francisco Morazán, el segundo lugar, el departamento de Cortés, el tercer lugar, el departamento de Copán y el cuarto lugar, Choluteca. La velocidad de muerte es de 43 muertes por semana epidemiológica. El rango de los datos se encuentra de 8 (valor mínimo) a 684 (valor máximo) (Cuadro 1 y Gráfico 1). Para el año 2009 a nivel de la población menor de 1 año los departamentos con mayor oportunidad de ofertar recurso humano médico son: Francisco Morazán, Gracias a Dios, Islas de la Bahía, Ocotepeque y Valle. Desde el punto de vista de enfermería, los departamentos que ofer-
Cuadro 1. Casos notificados de mortalidad infantil por departamento, años 2009-2011 2009 DEPARTAMENTO
2010
2011
CASOS NOTIFICADOS
PORCENTAJES
CASOS NOTIFICADOS
PORCENTAJES
CASOS NOTIFICADOS
PORCENTAJES
Atlántida
83
3.75
77
2.84
65
2.29
Colón
48
2.16
88
3.24
86
3.04
Comayagua
54
2.44
83
3.05
94
3.32
Copán
163
7.36
174
6.42
161
5.69
Cortés
483
21.83
641
23.67
647
22.8
Choluteca
116
5.24
120
4.76
125
4.42
El Paraíso
51
2.30
63
2.32
71
2.5
Francisco Morazán
684
30.92
764
28.21
872
30.83
Gracias A Dios
20
0.90
32
1.18
10
0.35
Intibucá
85
3.84
84
3.10
98
3.46
Islas de la Bahía
8
0.36
18
0.66
8
0.28
La Paz
49
2.21
57
2.10
65
2.29
Lempira
108
4.88
106
3.91
108
3.81
Ocotepeque
37
1.67
57
2.10
44
1.55
Olancho
109
4.92
150
5.53
181
6.4
Santa Bárbara
35
1.58
93
3.43
78
2.75
Valle
12
0.54
11
0.40
29
1.02
Yoro
67
3.02
94
3.47
86
3.04
Total
2,212
100.0
2,708
Fuente: Secretaría de Salud, Boletín Epidemiológico. República de Honduras. 2009-2011
74
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
2,828
Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud
Gráfico 1. Tasas de mortalidad infantil por departamento. Tres años: 2009-2011. (por mil habitantes)
TM12009
TMI2010
TMI2011
Fuente: Boletín Epidemiológico. República de Honduras. 2009.
tan más recurso son: Islas de la Bahía, Francisco Morazán, Ocotepeque y Valle. En ese año, el recurso de enfermería supera el de los médicos en una relación 2 a 4 veces más por cada 1,000 habitantes. Los que menos oferta brindan a nivel de médicos son: El Paraíso, Intibucá, Lempira, Olancho y Santa Bárbara. Estos tres departamentos presentan la misma tasa. A nivel de enfermeras, los departamentos con menos oportunidad son: Cortés, Santa Bárbara, El Paraíso, Olancho. En relación a la población total, la oferta del sistema de salud del recurso humano médico, se encuentra en los departamentos de Francisco Morazán, Choluteca e Islas de la Bahía. El recurso de enfermería, supera al médico a razón de 2 a 3 más enfermeras que médicos. Los que menos oportunidad tienen son: El Paraíso, Santa Bárbara, Olancho e Intibucá, pero el que refleja problemas en mortalidad infantil, es Francisco Morazán (Cuadro 2). La tasa de recurso humano en el año 2010, para la población total en los departamentos que ofrecen mayor oportunidad de atención por parte de ellos son: Gracias a Dios con 1 médico por 1,000 habitantes; Islas de la Bahía, con aproximadamente 1 médico por 1,000 habitantes; Copán y Valle, con menos de 1 médico por 1,000 habi-
Cuadro 2. Tasa de recurso humano, año 2009 POR MIL HABITANTES DE POBLACIÓN TOTAL
Departamento
POR MIL HABITANTES DE POBLACIÓN MENOR DE 1 AÑO
Médico
Enfermera
Médico
Enfermera
Atlántida
0.33
0.8
14
35
Colón
0.21
1
9
40
Comayagua
0.22
0.8
9
33
Copán
0.4
1
15
48
Cortés
0.4
1
9
23
Choluteca
0.6
2
13
47
El Paraíso
0.1
0.6
6
26
Franco Morazán
2.7
7
27
69
Gracias a Dios
0.8
2
27
56
Intibucá
0.2
0.8
8
30
Islas de la Bahía
0.6
2
27
81
La Paz
0.2
1
10
44
Lempira
0.2
0.7
7
28
Ocotepeque
0.4
1.4
16
61
Olancho
0.2
0.7
7
28
Sta. Bárbara
0.1
0.5
7
26
Valle
0.4
1.3
16
60
Yoro
0.2
0.8
10
37
Fuente: Anuario Estadístico. Departamento de Planillas. Área de Sistemas de Información. Secretaria de Salud.2009
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
75
María Guadalupe Romero-A., Ingrid Carolina Garay-R.
tantes ocupando el tercer lugar. A nivel de enfermería, Islas de la Bahía ocupa el primer lugar, con 1.7 enfermeras por 1,000 habitantes; Valle con 1,2 y Atlántida, Colón, Copán, Choluteca, Francisco Morazán tienen la misma tasa de 1 por 1,000 habitantes. Entre los que menos ofertan, se encuentran: Yoro, Santa Bárbara, El Paraíso y Comayagua. En el año 2010 la oferta de médicos para el grupo de menores de un año, lo tiene en primer lugar el departamento de El Paraíso, Islas de la Bahía; el segundo lugar lo ocupa, Copán; el tercer lugar, Islas de la Bahía, Copán y Valle. El departamento que presenta la menor oferta es Francisco Morazán (Cuadro 3). Los departamentos que ocupan los primeros lugares en la oferta de recurso humano médico para la población total, son: Gracias a Dios, Islas de la Bahía y Francisco Morazán. Los que ofertan menos, son: El Paraíso, Santa Bárbara, Lempira y Olancho, con menos de 1 médico por 1,000 habitantes. A nivel de enfermeras, la mayor
oferta la brindan los departamentos de: Islas de la Bahía, Atlántida, Colón, Copán, Choluteca. En este grupo de trabajadores de la salud los departamentos que menos ofertan son: Cortés, Santa Bárbara, Lempira y El Paraíso con menos de 1 por 1,000 habitantes (Cuadro 3). En el año 2011, la oferta de recurso humano a nivel de médicos para el grupo poblacional de menores de un año, se privilegió para los departamentos de Francisco Morazán, Gracias a Dios e Islas de la Bahía. Los que menos oferta tienen son: El Paraíso, Santa Bárbara, Lempira, Intibucá. En cuanto al recurso humano de enfermería, el departamento que mayor oferta brinda es: Islas de la Bahía, Francisco Morazán, Ocotepeque, Valle. Los que menos oferta presentan son: Cortés, Santa Bárbara, El Paraíso, Olancho (Cuadro 4). El análisis de los determinantes de la mortalidad infantil es relevante, no solo porque la salud tiene valor en sí misma, sino porque las condiciones de salud en la infancia
Cuadro 3. Tasa de recurso humano, año 2010
Cuadro 4. Tasa de recurso humano, año 2011
POR MIL HABITANTES DE POBLACIÓN TOTAL
Departamento
POR MIL HABITANTES DE POBLACIÓN MENOR DE UN AÑO
POR MIL HABITANTES DE POBLACIÓN TOTAL
POR MIL HABITANTES DE POBLACIÓN MENOR DE UN AÑO
Médico
Enfermera
Médico
Enfermera
Médico
Enfermera
Médico
Enfermera
Atlantida
0.3
1
15
42
Atlantida
0.3
1
15
43
Colón
0.2
1
14
38
Colón
0.2
1
9
38
Comayagua
0.2
0.8
12
33
Comayagua
0.2
0.7
9
33
Copán
0.4
1
40
47
Copán
0.3
1
15
47
Cortés
0.2
0.4
3
19
Cortés
0.2
0.5
9
22
Choluteca
0.3
1
6
46
Choluteca
0.3
1
13
46
El Paraíso
0.1
0.6
88
47
El Paraíso
0.1
0.6
6
25
Franco Morazán
0.6
1
2
52
Franco Morazán
0.6
1
28
66
Gracias a Dios
0.8
1
20
54
Gracias a Dios
0.7
1
28
55
Intibucá
0.2
0.8
5
30
Intibucá
0.2
0.8
8
30
Islas de la Bahía
0.6
1.7
42
74
Islas de la Bahía
0.6
2
28
75
La Paz
0.2
1
13
41
La Paz
0.2
1
10
41
Lempira
0.2
0.7
6
27
Lempira
0.2
0.7
7
28
Ocotepeque
0.3
1
30
59
Ocotepeque
0.3
1
15
59
Olancho
0.2
0.7
4
28
Olancho
0.2
0.7
7
28
Sta. Bárbara
0.1
0.5
7
24
Sta. Bárbara
0.1
0.5
7
24
Valle
0.4
1.2
32
56
Valle
0.3
1
16
57
Yoro
0.2
0.5
11
23
Yoro
0.2
0.7
11
33
Fuente: Anuario Estadístico. Departamento de Planillas. Área de Sistemas de Información. Secretaria de Salud.2010
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Departamento
Fuente: Anuario Estadístico. Departamento de Planillas. Área de Sistemas de Información. Secretaria de Salud. Año 2011
Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud
condicionan la salud en la adultez. No existe un consenso en relación a los factores que explican la mortalidad en general y en la mortalidad infantil, en particular. Sin embargo, se ha destacado la existencia de intervenciones públicas v.g. estrategias que han contribuido a disminuir la mortalidad infantil entre las que se puede mencionar: desarrollo y aplicación de las políticas públicas apropiadas y sostenibles y de mecanismos de protección social; fortalecer los sistemas de salud para asegurar el acceso en forma efectiva, incluyendo atención calificada del recién nacido organizando los servicios como respuesta a las demandas o cómo búsqueda de satisfacción de las necesidades de salud. Esto requiere que se realice un proceso de gestión que exige la observación cuidadosa de las muchas características peculiares del sector salud (Dussault & Souza, 2000). Filmer y Pritchett en el año de 1997, realizaron investigaciones y entre los resultados que encontraron destacan que deben tomarse en cuenta la eficiencia del sector público y el impacto neto de la provisión pública. Abbas, en el año de 2009, encuentra que la disponibilidad y el acceso a los servicios de salud, son relevantes para determinar el estado de salud de la población, sobre todo en lo que se refiere a la tasa de mortalidad infantil (Tomado de Perazzo, 2011). La mortalidad infantil, como problema de salud pública ha recibido un tratamiento central desde hace décadas. Se han realizado acciones y se han comprometido metas por parte de todos los países y de Honduras en particular, pero se debe realizar la búsqueda de los diferentes determinantes que se relacionan y que permitan fundamentar líneas de acción para alcanzar los propósitos establecidos tanto a nivel local, como a nivel nacional (OPS, 1998). Honduras, en el año 2000, suscribe el compromiso de disminuir la mortalidad de los menores de 5 años, siendo la mortalidad infantil uno de los indicadores relevantes en este compromiso. De acuerdo al informe ODM 4 de Honduras, se ha llevado a cabo una reducción en la mortalidad infantil, la reducción de la misma no ha sido tan acelerada como requiere el cumplimiento de la meta al año 2015. Entre los obstáculos que se han presentado
para llevar a buen recaudo la meta comprometida, se encuentra, el área de residencia urbana o rural, la deficiente cobertura hospitalaria y la calidad de los servicios de atención sanitaria y hospitalaria (UNPFA, 2010). Basado en esa perspectiva, la atención sanitaria es una industria de servicios basada fundamentalmente en el capital humano. Los proveedores de atención en salud representan los valores esenciales del sistema porque curan y atienden a las personas. Son el vínculo humano entre el conocimiento y la acción sanitaria. La fuerza de trabajo es el elemento clave de todos los sistemas sanitarios para hacer progresar la salud. Existen pruebas contundentes de la relación entre el número y la calidad de los trabajadores sanitarios y la supervivencia de los lactantes y de los infantes. Los trabajadores no son solo individuos sino que son componentes básicos de equipos sanitarios operativos en los que cada miembro aporta competencias distintas y desempeña funciones diferentes. La combinación de capacidades de los equipos sanitarios, varía entre los países, de tal forma que, la relación entre enfermeras y médicos varía de 8 a 1.5 en África, de 4 enfermeras por cada médico en Canadá y los Estados Unidos, frente a menos de una en Chile, Perú, El Salvador y México (OMS, 2006). Los datos que se presentan en esta revisión establecen que la razón entre médico y enfermera en Honduras durante el período observado, es de 2 a 4 enfermeras por médico. Uno de los aspectos relevantes, es la concentración del recurso humano en las zonas urbanas en detrimento de las rurales produciendo crisis de personal sanitario en las zonas que más requieren su presencia. Evidencia de esto, se observa en los departamentos de El Paraíso, Olancho e Intibucá. Los datos analizados proceden de las planillas de personal de acuerdo a nombramiento, pero no reflejan el movimiento del recurso humano una vez nombrado hacia áreas de alta concentración como ser las grandes urbes. La OMS, ha identificado un umbral de densidad de personal sanitario por debajo del cual es muy improbable lograr una alta cobertura de intervenciones esenciales, Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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María Guadalupe Romero-A., Ingrid Carolina Garay-R.
como las necesarias para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), relacionados con la salud. La OMS, establece que en un mismo país, coexistan insuficiencias con un gran número de personal sanitario que por razones de falta de fondos públicos e interferencias políticas, generan escasez, generando una distribución inadecuada del recurso que no apoya expectativas de la población ni el cumplimiento de metas esenciales en grupos identificados de alta vulnerabilidad. Los ODM, apuntan que los países más pobres están ligados a enfermedades que se centran en el grupo materno infantil, tal como ocurre en Honduras y las grandes dificultades para alcanzar las metas previstas, se relacionan con limitación del recurso humano o una inadecuada distribución del mismo. Honduras, en ese sentido ha asumido compromisos desde el declaratorio de Alma Ata, en el año de 1978 en el cual se menciona el hecho de que la desigualdad existente en el estado de salud de la población, es política, social y económicamente inaceptable, incorporando por lo tanto, compromisos de acceso a los servicios de salud (OPS, 1978, 2009). Uno de los aspectos más importantes de este acceso, es la presencia de recurso humano calificado. En la revisión de los tres años, conducida por el indicador de mortalidad infantil, se logra entrever que la distribución del recurso humano, sobre todo, el médico, decreció, aun en las zonas centrales y de alta producción económica, como departamento de Francisco Morazán y Cortés, que por el alto crecimiento de la población requerirían mayor contratación de personal para la cobertura adecuada de los servicios de salud y que en el contexto de las estrategias, la movilidad del personal se relacione para mejorar la cobertura, no obedeciendo a otras razones que no sean las que se encuentren acordes con los compromisos contraídos. Los datos revelan que las tasas de cobertura tanto para la población general como para la población menor
78
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
de un año, se mantuvo y no hubo crecimiento vegetativo del recurso humano, en aras del crecimiento de las poblaciones. También llama mucho la atención que con el mismo recurso, se logra ver el aumento de la tasa de mortalidad infantil en el último año. Este dato, debe llamar a la reflexión. Es sabido que hay varios aspectos que se relacionan con la mortalidad de los niños en su primer año de vida, pero lograr garantizar la presencia del recurso humano, debe ser una garantía así como la concienciación, el compromiso y el liderazgo político, asegurando de esta forma, la salud infantil. Honduras, define en el marco Conceptual, Político y Estratégico de la Reforma del Sector Salud, que la exclusión es un fenómeno complejo y que la falta de acceso a los sistemas de salud destacan entre las causas que contribuye a condenar a amplios sectores de la población por lo que es importante establecer mecanismos impostergables que garanticen la protección social de la población a través de la accesibilidad a servicios de salud adecuados y eficientes (Honduras, 2009). No existe suficiente información y análisis sobre los problemas referidos a los recurso humanos en las reformas sectoriales de salud, teniendo como resultado que la política de recurso humano, no siempre surge de opciones explicitas y claras, sino de problemas fragmentados producto de la aplicación de los nuevos modelos de organización y financiamiento de la atención de la salud. Se requiere construir una nueva perspectiva estratégica que privilegie las relaciones sociales e institucionales del sistema de salud. No se puede concebir ninguna transformación en ninguna de las dimensiones del sistema de servicios, sin considerar el papel fundamental que tiene el personal de salud. Este actor es indispensable para el logro de la calidad y la eficiencia de la atención, así como para una perspectiva política, asegurar los compromisos que asume el país en el contexto de los grupos vulnerables, como ser, los menores de un año (OPS, 2000).
Mortalidad infantil y el acceso al recurso humano de salud
V. Bibliografía • Ahmad, O., López, A., & Inoue, M. (2000). Reevaluación de la disminución de la mortalidad infantil. Ginebra: Bulletin of the World Health Organization. • Behm, H. (2011). Determinantes económicos y sociales de la mortalidad en América Latina. Buenos Aíres: CELADE. • Dammert, A. C. (2001). Acceso a servicios de salud y Mortalidad Infantil. Lima: Consorcion de Investigación Económico y Social. • Dirección de Planificación, E. (2009). Análisis de la mortalidad infantil según condicionantes sociales de la salud en la Provincia de Mendoza. Mendoza: Ministerio de Salud-Mendoza. • Dussault, G., & Souza, L. E. (2000). La Gestión Estratégica de los Recursos Humanos en Salud. Montreal: Facultad de Medicina. • Honduras, S. d. (2009). Marco Conceptual Pólitico y Estratégico de la Reforma del Sector Salud 2009. Tegucigalpa. • Honduras., S. d. (2008). Guía para la vigilancia de la mortalidad en el menor de 5 años en Honduras. Tegucigalpa. • OMS. (2006). Colaboremos por la salud. Informe sobre la salud del mundo. Ginebra. • OMS, C. d. (2007). Determinantes Estructurales de las Desigualdades de Salud. Ginebra.
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
79
80
Revista Poblaciรณn y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Percepciones sociales sobre los NINI
7 Los jóvenes: mujeres y hombres, excluidos de las oportunidades de educación y trabajo en Honduras. Una mirada exploratoria acerca de las percepciones sociales sobre los NINI. José Acevedo* RESUMEN. Se presenta una mirada exploratoria sobre el fenómeno de los jóvenes NINI en Honduras, basada en la revisión de bibliografía básica acerca del tema y datos estadísticos de fuentes secundarias. Un elemento central del argumento es que la comprensión del fenómeno NINI requiere una clara conceptualización acerca de la juventud y las juventudes. El fenómeno NINI está ligado con la desigualdad social, porque se trata de jóvenes en quienes se combina una doble exclusión, del trabajo y la educación. Los NINI no son nuevos, pero sí relativamente desconocidos en Honduras. El estudio de este fenómeno es clave para visibilizarlos y para el diseño e implementación de políticas, programas y proyectos enfocados en sus necesidades. Palabras Claves: jóvenes NINI, juventudes, exclusión. ABSTRACT. An exploratory look at the phenomenon of young NEET in Honduras based on a review of basic literature on the subject and statistical data from secondary sources is presented. Central to the argument is that the understanding of the NEET phenomenon requires a clear conceptualization about youth and youths. Also, young NEET phenomenon is linked to social inequality because they are young who combine a double exclusion, from work and education. The NEET are not new, but relatively unknown in Honduras. The study of this phenomenon is key to get them visible and designing and implementing policies, programs and projects focused on their necessities. Keywords: young NEET, Youths, exclusion.
I. Introducción El término NINI designa a los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Este término se originó en Inglaterra para designar a jóvenes de 16 a 18 años en esa condición, extendiéndose su uso al resto del mundo. Actualmente, las estadísticas en Europa utilizan el rango de 15 a 29 años para calcular los porcentajes de jóvenes que se ubican en la condición de NINI. En Suecia, por ejemplo, la población afectada es el 7.8%, en Holanda del 5.5%, mientras que en Bulgaria e Italia, los porcentajes ascienden al 24.6% y 22.7%, respectivamente (Change, 2014). Los jóvenes que no estudian ni trabajan constituyen un grupo social extremadamente vulnerable y, por tanto,
afectado por la pobreza e inequidad. Afrontan riesgos y desafíos debido a la dificultad que tienen de acceder a oportunidades de educación y al trabajo, especialmente en los ámbitos de seguridad y respeto a los derechos económicos y sociales. Las investigaciones sobre la magnitud y características de este grupo social deberían ser un paso previo para la formulación de políticas, programas y proyectos enfocados en esa población juvenil.
II. Metodología El presente trabajo se enfoca en responder la siguiente pregunta: ¿Cuál es la magnitud del fenómeno NINI
Recibido: agosto 2014/Aceptado y versión final septiembre 2014 * Dr. en Ciencias Sociales con Orientación en Gestión del Desarrollo, Docente de la carrera de Sociología de la UNAH. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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José Acevedo
en Honduras, su contexto en América Latina y el marco conceptual para su estudio? Dado que se trata de una mirada exploratoria, cuyo objetivo es situar el tema en el imaginario de los profesionales de las ciencias sociales de Honduras, es fundamental la revisión de la literatura general sobre juventud y, la específica, sobre los NINI. El primer paso consiste en el análisis del concepto juventud. Ese análisis permitirá identificar los diferentes significados que se le atribuyen al concepto, evidencia de su complejidad y, por tanto, de la imposibilidad de identificarlo con un grupo de edad. Es preciso observar que la existencia de diferentes significados constituye, también, una muestra de las diferentes perspectivas acerca de la juventud. En segundo lugar, es preciso poner en discusión el concepto mismo de juventud, frente al de juventudes. Es necesario porque si bien es posible identificar algunos rasgos comunes entre los diferentes grupos de jóvenes, las condiciones económicas, sociales y culturales, como el género, la educación o el estado civil, moldean la vida de los jóvenes en cada sociedad, generando profundas diferencias entre grupos de jóvenes. Esta diferenciación justifica la adopción del concepto juventudes, en lugar, del concepto juventud. En tercer lugar, hay que someter a análisis el concepto NINI, teniendo en cuenta su origen y sus relaciones con la exclusión de oportunidades de educación y trabajo. Para completar la exploración del tema es imprescindible una revisión de algunas cifras acerca del fenómeno de los NINI, tanto a nivel de Europa como de América Latina y Honduras. En los dos últimos casos, las fuentes son la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), de Honduras. La revisión de las cifras muestra el distinto abordaje etario de las instituciones. Mientras la CEPAL y la OIT, se enfocan en la población de 15 a 24 años, el INE lo hace en la población de 12 a 30 años. En el análisis de las cifras disponibles en las fuentes mencionadas, hay por los menos dos variables cuyo aná82
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lisis es muy importante. La primera de ellas es la zona de residencia, que permite ver las diferencias entre zona rural y urbana. La segunda es el sexo, porque las variaciones del fenómeno entre hombres y mujeres, constituyen una muestra de las relaciones subyacente de género. En resumen, el estudio de los NINI permite ampliar la comprensión de la desigualdad social, mediante el análisis de los jóvenes que padecen la doble exclusión de educación y trabajo.
III. Marco teórico Como punto de partida es necesario precisar qué se entiende por esa etapa de la vida de las personas, mujeres y hombres, llamada juventud. La juventud se puede definir de múltiples maneras: • Como una etapa de la vida. Apuntando que “Dicha definición tiene al menos dos acepciones, por una parte sería una etapa distinguible de otras que se viven en el ciclo de vida humano, como la infancia, la adultez, la vejez; y por otra, es planteada como una etapa de preparación de las y los individuos para ingresar al mundo adulto”. • Como un grupo social definido a partir de la edad. Esta variable “(…) permitiría construir un grupo dentro de las sociedades, a los que se denomina los (y las) jóvenes. En esta versión, se tiende a confundir lo netamente demográfico, un grupo de cierta edad en una sociedad, con un fenómeno sociocultural que es lo juvenil como momento de la vida o como actitud de vida, (…).” • Como un conjunto de actitudes ante la vida. Donde, “Por ejemplo, se habla de la juventud para decir un estado mental y de salud vital y alegre; se usa también para referirse a un espíritu emprendedor y jovial; también se recurre a ello para hablar de lo que tiene porvenir y futuro; en otras ocasiones se le utiliza para designar aquello que es novedoso y actual, lo moderno es joven (...) Dichas actitudes son mayormente definidas desde el mundo adulto, a partir de una matriz adultocéntrica de comprender y comprenderse en el
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mundo y en las relaciones sociales que en él se dan. Visto así, el mundo adulto se concibe a sí mismo y es visto por su entorno como las y los responsables de formar y preparar a las «generaciones futuras» para su adecuado desempeño de funciones en el mundo adulto, vale decir: como trabajadores, ciudadanos, jefes de familia, consumidores, (…)”. • Como la generación futura. Serán “(…) aquellos y aquellas que más adelante asumirán los roles adultos que la sociedad necesita para continuar su reproducción sin fin. Esta versión tiende a instalar preferentemente los aspectos normativos esperados de las y los jóvenes en tanto individuos en preparación para el futuro (…), sus modos contraculturales de generar agrupamientos, de relacionarse, de comunicarse, de vestirse (...) son vistos como acciones de rebeldía y de no-adaptación social, en tanto no dan cuenta de lo que se espera: la subordinación de las y los jóvenes a lo que cada generación adulta les ofrece en el tiempo que les corresponde vivir. He aquí una franca lucha de poder, entre quienes ofrecen modelos a los cuales adaptarse y quienes intentan producirse y reproducirse desde parámetros propios que las más de las veces contradicen la oferta mencionada” (Duarte Quapper, 2000: 61-66). Esas distintas concepciones acerca de la juventud, muestran que se trata de una compleja categoría social. Aunque a simple vista la juventud parece ser meramente una categoría natural, asociada a la edad, se trata de una categoría social y, por tanto, sujeta a cambios como resultado del devenir histórico. En otros términos, “(…) se puede afirmar que cuando se hace referencia a la juventud se alude a una condición social con cualidades específicas que se manifiestan, de diferentes maneras, según la época histórica y la sociedad específicamente analizada en cada época” (Villa Sepúlveda, 2011:148). Hay que agregar que no sólo cambia a lo largo de la historia y sociedades específicas, sino también, en cada sociedad. Es decir, no existe una sola juventud.
Aunque el concepto juventud se usa con frecuencia, algunos autores plantean que es preferible hablar de juventudes debido a que los jóvenes tienen características diferentes dependiendo de factores económicos, sociales o culturales. Por ejemplo, algunos autores plantean que “(…) en la sociedad contemporánea, la noción de juventud se resiste a ser conceptualizada partiendo únicamente de la edad, a ser reducida a mera categoría estadística. De hecho, no hay “juventud”, sino juventudes. Se trata de una concepción históricamente construida y determinada, cuya caracterización depende de diferentes variables: la diferenciación social, el género y la generación son las más notorias” (Katoki & Merli, 2010:14). La juventud, entendida simplemente como un grupo de edad, tiende a pensarse solo como un período en la vida de las personas. Período durante el cual se pueden dedicar al desarrollo de sus capacidades y a conectarse con el mundo laboral. Esta visión de la juventud no es aplicable a todos los jóvenes, ya que si bien es cierto, los jóvenes que provienen de familias de ingresos altos y medios pueden ajustarse a la misma, los jóvenes pobres de las zonas urbanas y rurales tienen condiciones de vida que no son compatibles con esa imagen (Posas, 2011:7). Por ejemplo, los niños y niñas que se incorporan al mundo del trabajo, abandonan prematuramente el sistema educativo y terminan enfrentando los desafíos de la vida adulta sin las capacidades que éste suministra y, además, con unas oportunidades limitadas para incorporarse al mundo laboral. Las adolescentes que resultan embarazadas se incorporan de una manera rápida y brutal al mundo adulto. Lo hacen sin la oportunidad de desarrollar suficientes destrezas laborales y, además, con muy limitadas posibilidades de trabajar y, muchas, de reproducir y feminizar la pobreza. Aunque existen muchas otras fuentes, estos casos representan ejemplos clave para entender la existencia de vastos grupos de jóvenes excluidos de la educación y el trabajo.
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3.1 Los NINI, mujeres y hombres, que ni estudian ni trabajan Los jóvenes que ni estudian ni trabajan no son un fenómeno reciente, pero sí constituyen una preocupación que se viene expresando con mayor fuerza hace poco tiempo, porque ya resulta evidente que este “…fenómeno pone de manifiesto los altos costos sociales de la marginación de los jóvenes dos de los principales mecanismos de integración social, la escuela y el trabajo, observándose el problema como una cuestión de exclusión social, falta de oportunidades de los jóvenes y abandono del Estado”. (OIT. Oficina Regional para América Latina y el Caribe, 2013:72-73). Así como se debe hablar de juventudes, también, se debería hablar de diversas juventudes NINI. La razón por la que se les aborda como una unidad es porque hay una característica común “(…) que los ubica en una misma categoría es precisamente el permanecer al margen de algunas de las instituciones clave de socialización e integración social durante esa etapa de la vida. Tal condición de exclusión los coloca en una situación de indefinición cercana a la inexistencia social, por cuanto la sociedad contemporánea no logra asignarles un reconocimiento y/o estatus social particular: No son estudiantes, trabajadores, desocupados, ni amas de casa. Esa situación extrema de exclusión, en términos de desafiliación social, convierte a este grupo no solo en manifestación evidente de la crisis por la que atraviesan los canales tradicionales de integración social, sino al mismo tiempo en una caja negra de la que poco sabemos, pero que fácilmente se asocia con diversos e incluso contrastantes prejuicios sociales: desde una prolongada adolescencia que se resiste a asumir responsabilidades adultas, hasta la estigmatización de este grupo con actividades delictivas, consumo de drogas y otras prácticas socialmente sancionadas” (Saraví, 2004:71). 3.2 Las percepciones La identificación y análisis de los riesgos y desafíos de los jóvenes, mujeres y hombres, sin acceso a educación y trabajo, a través del estudio de una doble perspectiva, 84
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la de los adultos y, la de los propios jóvenes, requiere una investigación rigurosa de las percepciones de ambos grupos. En el caso de los adultos y las instituciones, generalmente dirigidas por los adultos, se trata de auscultar sus actitudes y concepciones frente a los jóvenes y, particularmente, los NINI. En el caso de los jóvenes, el estudio deberá de enfocarse en las percepciones que los jóvenes tienen de sí mismos y de su propia situación. Así como sobre las políticas públicas elaboradas, generalmente, por adultos, para mejorar su situación. En el análisis de esas percepciones habrá que tener en cuenta la relación de poder existente entre juventud y adultez, lo que se expresa en la subordinación de los jóvenes a los adultos. Según Villa Sepúlveda, “Lo que sueñan que debe ser lo social tiende a ser distinto a las concepciones y a las prácticas adultas. En consonancia, las y los jóvenes construyen concepciones sociales, teorías sociales, imaginarios sociales y utopías que prescriben sus prácticas por las que es necesario indagar para entender los sentidos por los que van transitando las sociedades occidentales y occidentalizadas, que tienden, en la actualidad, a la juvenilización y a la infantilización de la cultura. Es decir, a asumir como legítimos los sentidos que producen las nuevas generaciones, en tanto éstos sean simétricos a lógica mercantil en la que, paulatinamente, se van sumergiendo” (Et al, 2011:156). Parafraseando a esta autora, se puede afirmar que los adultos tienen sus propias concepciones e imaginarios sobre lo que deberían ser las prácticas de los jóvenes y, más aún, sobre los riesgos que representan las prácticas colectivas de los jóvenes. El estudio de las percepciones deberá hacerse a través de la identificación y análisis de las representaciones sociales de ambos grupos, las cuales adquieren una gran importancia porque orientan las prácticas colectivas, tanto de jóvenes como de adultos. En este estudio, la identificación de varias juventudes cobra importancia porque cada una de ellas puede tener diferentes representaciones1. Al respecto, Klaudio Duarte, plantea que “Cuando en nuestras sociedades
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IV. Análisis preliminar del problema
puesto que en el 2001 alcanzó el 30.7%, disminuyendo a 29.1%, en el 2010. Solamente en el grupo de 15 a 19 años hubo una disminución de mayor magnitud, considerando que en el 2001 alcanzó el 26.3%, llegando al 21.8%, en el 2010 (Gráfico 1). Gráfico 1. Honduras: jóvenes que no estudian ni trabajan 35 30 25 Porcentaje
se habla de la juventud, se está haciendo referencia a varios sentidos simultáneamente. La necesaria contextualización de los discursos y acciones al respecto, y el reconocimiento de la posición de quien habla, permitirá una mejor comprensión de estos discursos. Una primera idea fuerza de esta reflexión es que la nominación en singular de la juventud no es tal, ya que sus significantes son diversos y refieren a varias imágenes desde un mismo habla con diversos hablantes. ¿Cuáles son esos diversos significados o usos que se hace de la categoría juventud?” (Et al, 2000:61).
30,7 28,2 26,3
26,5 24,7 23,2
29,6 26,5 24,1
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En un estudio para 18 países latinoamericanos, que incluye los cinco países centroamericanos, la OIT encontró que, en 2011, el 20.3% de los jóvenes de 15 a 24 años eran NINI, es decir no trabajaban ni estudiaban. Las cifras, también, indican la existencia de una importante brecha de género entre ellos, ya que el 12.0% eran hombres y, el 28.6%, mujeres. En Honduras esta situación es particularmente grave. De acuerdo con los datos de la Encuesta de Hogares de Mayo del 2013 (publicados por el INE), se señala que los jóvenes de entre 12 y 30 años de edad, ascienden a 3,302,206, representando el 43.2% de la población hondureña. De éstos, 1,630,291 son hombres (49.4%) y, 1,671,916 (50.6%), son mujeres. Del total de jóvenes, un 26.4% que equivale a aproximadamente 872,994 personas, ni estudia ni trabaja, lo que les ubica en la categoría de NINI. Las cifras de la CEPAL referidas únicamente a la población de 15 a 24 años, por su parte, muestran que el fenómeno ha experimentado pocas variaciones cuantitativas en el período 2001-2010, ya que apenas pasó de 26.3% a 25%. En el grupo de 20 a 24 años, con un mayor porcentaje de población NINI, la variación fue mínima
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2001
15 de 24 años
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Fuente: elaboración propia con datos de http://interwp.cepal.org/sisgen/ConsultaIntegradaFlashProc_HTML.asp
Las disparidades de género en materia laboral son significativas. Entre la población juvenil que trabaja, el 69.3% son hombres y, apenas, el 30.7% lo constituyen mujeres. Esta disparidad se profundiza al analizar el caso de los NINI, donde el 80.3% son mujeres y, solamente, el 19.7% son hombres (INE, EPHPM, 2013). Un dato a destacar entre la población NINI es en términos de concentración geográfica. Los jóvenes que no estudian y tampoco trabajan, son más en la zona rural que en la urbana. Eso hace que el fenómeno NINI sea más rural que urbano, lo que probablemente está relacionado con el menor acceso a educación en el área rural. Los NINI están lejos de ser un grupo homogéneo. Sobre este particular, un estudio de la OIT precisa que es “(…) necesario señalar que los NINI son un grupo muy heterogéneo, conformado por realidades muy disímiles.
1. .Aunque en esta propuesta se plantea la existencia de los NINI, es muy probable que haya que realizar importantes distinciones. Por ejemplo, entre, NINI urbano y rural, o, entre mujeres y hombres NINI. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Se incluyen quienes no trabajan ni estudian pero buscan empleo, a los jóvenes dedicados a los quehaceres de hogar (en su mayoría mujeres) y, a otros inactivos (principalmente hombres), que no trabajan, ni estudian, no buscan empleo ni realizan tareas del hogar. Este último es un “núcleo duro”, sin actividad específica, muchos de los cuales se encuentran transitoriamente en esta situación, o en una transición entre diferentes actividades laborales o educativas”. (OIT, 2013) Precisamente, debido a esta heterogeneidad, la identificación de las causas resulta un ejercicio complejo. La exclusión del sistema educativo se puede atribuir, de entrada, a la situación de pobreza de las familias de las cuales provienen. En tanto, que la exclusión del mundo laboral se origina, parcialmente, por el escaso dinamismo del sistema económico que no genera suficientes empleos para la población juvenil que se incorpora anualmente al mercado de trabajo. La disparidad entre las cifras de NINI mujeres y NINI hombres, parece indicar, también, que la desigualdad de género que prevalece en Honduras profundiza la exclusión de las mujeres del mundo laboral y educativo. Debido a las disparidades de género, las jóvenes NINI representan el 21.2% de la población total femenina de Honduras. Con, alrededor, de 701,007 mujeres jóvenes excluidas de la educación y el empleo. En tanto, los hombres jóvenes NINI, representan el 5.2% de la población masculina total, es decir, unos 171,987 jóvenes (INE, 2013). La realización de estudios sobre los jóvenes resulta de considerable importancia. Especialmente en países, que como Honduras, presentan elevados niveles de exclusión, debido a que esta categoría social es muy vulnerable. Por ejemplo, “el ingreso promedio nacional que percibe esta población incorporada en el mercado laboral es de 4,574 .00 Lempiras mensuales, en el área urbana y rural se estiman en 5,644.00 Lempiras y 3,165.00 Lempiras respectivamente” (INE, 2013:9). Entre ellos, los NINI se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, ya que la misma definición supone que ellos están excluidos de la educación y el trabajo, lo que significa que carecen de ingresos propios. 86
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V. Las percepciones acerca de los NINI Varias son las preguntas que sobre este grupo, NINI, se pueden formular: ¿Cuáles son las percepciones que tienen los actores relevantes sobre los riesgos que enfrentan los jóvenes excluidos del mundo de la educación y el trabajo? ¿Cómo enfrentar el estigma colectivo de que los NINI representan un riesgo por violencia y consumo de drogas? ¿Cómo entender el impacto que tiene la exclusión sobre la imagen de sí mismos, acerca de su presente y su futuro? De igual forma, se deben identificar los desafíos desde su propia perspectiva, pero, también, desde la visión del resto de la sociedad. Esto implica conocer las percepciones acerca del impacto de las políticas públicas enfocadas, directa o indirectamente, en este sector de juventud excluida. Así, este conocimiento puede ser un aporte para diseñar nuevas orientaciones para la formulación de políticas públicas que contribuirán a la reducción de la exclusión y sus consecuencias. En todo caso, los NINI hombres y mujeres, especialmente urbanos, son percibidos como un grupos en riesgos y riesgosos en el contexto de la vulnerabilidad juvenil. No obstante, el conocimiento que existe en Honduras sobre los diferentes tipos de NINI, según los factores causantes de su exclusión en términos de educación y empleo, es notoriamente insuficiente. También, es escaso el conocimiento sobre las percepciones que tienen los diferentes sectores sociales acerca de estos jóvenes. Más escaso aún es el conocimiento generado acerca de las percepciones que tienen los jóvenes sobre los desafíos que enfrentan debido a la exclusión. Es preciso anotar, también, que los jóvenes que viven en situación de pobreza y, particularmente los NINI, son percibidos como una fuente de riesgo y, lo que es aún peor, se perciben a sí mismos como personas sin futuro. Esta auto-percepción está basada en el nulo o insuficiente acceso a formación en habilidades para la vida. La situación de los jóvenes en Honduras se complica mucho más debido a la situación de violencia generali-
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zada que hay en el país y que le posiciona entre los más violentos del mundo. Eso hace que los jóvenes en Honduras constituyan uno de los grupos con mayor riesgo de muerte por violencia homicida. Por ejemplo, según datos del Observatorio de la Violencia del IUDPAS, el 44% de los homicidios del 2013, tuvieron como víctima a un joven de entre 15 y 29 años. De igual manera, en ese mismo año, el 48% de los suicidios ocurrió en ese mismo grupo de edades. Considerando su elevado nivel de vulnerabilidad, es muy probable que una cantidad importante de homicidios y suicidios hayan tenido a un NINI como víctima. En los últimos años la situación de inseguridad que enfrentan los jóvenes ha elevado la tasa de migración juvenil. Lo que significa que Honduras está perdiendo la oportunidad de aprovechar su bono demográfico. Se pierde al excluir a jóvenes del mundo educativo y laboral. Igual se pierde como resultado de la violencia criminal y los suicidios y, también, se pierde debido a la migración por la inseguridad. Es preciso señalar que aunque en los últimos años han sido aprobadas políticas públicas, a nivel nacional y municipal, enfocadas en los jóvenes, no existen políticas específicas para los NINI, lo que indica que este grupo de jóvenes se ha mantenido en la invisibilidad.
la Política Nacional de Prevención de Violencia hacia la Niñez y Juventud en Honduras. Además de estas políticas, existen políticas transversales que pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de los jóvenes, entre las que se cuentan: la Política de Protección Social, la Política Pública en Derechos Humanos y, la Política Nacional de la Mujer, Primer y Segundo Plan Nacional. Es preciso reconocer que a nivel municipal (aunque sólo en algunos municipios), se están realizando acciones para combatir la problemática a través de políticas municipales de juventud. Estas medidas sirven como instrumento para guiar la gestión e inversión de las municipalidades para satisfacer las necesidades y resolver problemas de sus comunidades. No obstante, la eficacia de las políticas es muy limitada debido a la carencia de un enfoque integral para la ejecución de las políticas públicas, a nivel nacional y municipal. Esto resulta en esfuerzos aislados para responder al incumplimiento de los derechos de los jóvenes. Aunque la legislación nacional y su institucionalidad parecen estar encaminadas a la protección social, carecen de un enfoque integral, de modo que no aportan los insumos necesarios para su adecuada ejecución a nivel nacional y local.
VII. Reflexión final VI. La respuesta desde las políticas sociales Hay que reconocer, como ya fue apuntado, que aunque el fenómeno de los NINI no es nuevo, es relativamente desconocido en el país. Explorar este fenómeno desde una perspectiva de investigación no sólo sirve para informar a los tomadores de decisiones, sino también, para sensibilizar a la población, creando así un ambiente más favorable para el diseño e implementación de políticas, programas y proyectos enfocados en los jóvenes que presentan mayores niveles de vulnerabilidad: los NINI. Las políticas públicas elaboradas a favor de los jóvenes son: la Política Pública Nacional de la Juventud y,
En síntesis, los elevados niveles de exclusión social que caracterizan a Honduras, combinados con la poca eficacia de las políticas de juventud, dan lugar a fenómenos como los NINI. A pesar de que hay algunos estudios sobre la situación de la juventud en Honduras, los estudios sobre los NINI son inexistentes. De hecho, no es sino hasta en el año 2001, que el término comenzó a ser utilizados en las publicaciones y/o estadísticas oficiales. La falta de estudios que incluyan las perspectivas de los jóvenes y los adultos sobre la población NINI y que, además, contribuyan a su caracterización, constituye un importante desafío para las ciencias sociales y los investigadores nacionales. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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VIII. Bibliografía • Change, E. m. (9 de Abril de 2014). Young people and ‘NEETs’. Obtenido de http://www.eurofound. europa.eu: http://www.eurofound.europa.eu/emcc/ labourmarket/youth.htm • Duarte Quapper, K. (2000). ¿Juventud o juventudes? Acerca de como mirar y remirar a las juventudes de nuestro continente. Ultima década Nº13, 59-77. • Duarte Quapper, K. (2000). Duarte Quapper, Klaudio. ¿Juventud o juventudes? Acerca de cómo mirar y remirar a las juventudes en nuestro continente. 2000. Ultima Década. No. 13. Recuperado el 25 de Agosto de 2014, de http://www.captura.uchile.cl/bitstream/ handle/2250/131803/Juventud_o_juventudes_versiones.pdf?sequence=1 • INE. (2013). Resumen ejecutivo. XLIV encuesta de hogares de propósitos múltiples Mayo 2013. INE, Tegucigalpa.
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Población económicamente activa en San Pedro Sula
8 Estimación y proyección de la población económicamente activa de la ciudad de San Pedro Sula, 2015- 2030 Juan Manuel Ciudad* Resumen. Este documento, que tiene como objetivo realizar una proyección de la Población Económicamente Activa en la ciudad de San Pedro Sula para el período 2015 - 2030; sirve como insumo necesario para los planes de desarrollo económico y social desde dos puntos de vista: la población como productora (fuerza de trabajo) y como consumidora de bienes y servicios. Es de gran importancia contar con proyecciones por sexo y grupos de edad, pues, además de la relevancia que tienen por sí mismas, de ellas se derivan una serie de proyecciones más desagregadas que permiten brindar información útil para la planificación de las ciudades y precisar con mayor detalle las futuras necesidades básicas (salud, vivienda y educación, entre otras), Sobre esta base se establecen tres variantes de proyección, que a su vez permiten establecer perspectivas demográficas muy diferenciadas. Así, se fijan tendencias diversas en la Población Económicamente Activa de esta ciudad sampedrana. Sin dudas, son notables los aportes de la investigación. Se anticipa el volumen de la fuerza laboral, el cual constituye un elemento crucial en la elaboración de planes de desarrollo a fin de garantizar el uso racional de los recursos laborales en el mediano plazo. Palabras claves: Proyecciones, Población Económicamente Activa. Abstract. The objective of this paper is to make an Economically Active Population projection of the city of San Pedro Sula in Honduras from the period 2015 – 2030; serves as necessary input for the planning of economic and social development from two perspectives: as a producer population (labor force) and as a consumer of goods and services. It is very important to have projections by sex and age, in addition to the relevance in and of themselves, there are a series of disaggregated projections which provide useful city planning information and requires cities to derive more detailed plans for people’s basic needs (health, housing and education, among others) as well as determines the labor supply that will be available. On that bases they establish three variant projections, which in turn allow us to establish very different demographic perspectives. It establishes diverse trends in the economically active population of San Pedro Sula. Undoubtedly, this is a notable research contribution because it anticipates the size of the labor force, which is a crucial element in preparing medium-term development plans that ensure a rational use of labor resources. Keywords: Projections, economically active population.
I. Introducción El presente artículo contempla la estimación y proyección de la Población Económicamente Activa (PEA) de la ciudad de San Pedro Sula, considerada la capital industrial del país por el gran crecimiento y desarrollo Industrial que ha alcanzado durante las últimas tres décadas. La creciente gravitación de la ciudad en la economía del país, y su cambiante dinámica poblacional, junto con la importancia de la proyección de la PEA para actividades de planificación económica y social, son
factores que justifican el objetivo de estimar y proyectar la PEA de la ciudad sampedrana por sexo y edad, para cada quinquenio entre los años 2015 y 2030. Este documento describe las metodologías utilizadas para proyectar la población de la ciudad y la PEA por sexo y grupos de edad, las cuales se caracterizan, fundamentalmente, por ser muy simples, flexibles y rápidas de calcular. La PEA fue proyectada asumiendo tres hipótesis de crecimiento, en base a tres escenarios diferentes de comportamiento de las tasas especificas de actividad económica: la Hipótesis Optimista, la Hipótesis Media o Recomendada,
Recibido: julio 2014/Aceptado y versión final septiembre 2014 * Maestría en métodos cuantitativos de la economía y en educación superior, Estudios de postgrados en demografía aplicada, técnicas de encuestas por muestreo y procesamiento electrónico de datos para la investigación social, comercial y formulación, gestión, administración y evaluación de proyectos. Docente de la UNAHVS. jciudad02@yahoo.com Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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que representa la evolución más plausible de la PEA en las próximas dos décadas, y la Hipótesis Pesimista. En la primera parte, se presentan las consideraciones teóricas y la evolución de la estructura de la participación en la actividad económica durante las dos últimas décadas. Seguidamente se presenta un método alternativo como técnica de proyección de la PEA. Por último, luego de la presentación de los resultados se exponen algunas conclusiones más relevantes.
II. Marco referencial La fuerza de trabajo la constituye lo que se conoce como la Población Económicamente Activa (PEA), definida como el grupo de personas en edad de trabajar y que están efectivamente empleados, o que buscan empleo; constituye la oferta efectiva de fuerza de trabajo en la economía. Su estudio reviste mucha importancia porque trata de los recursos humanos disponibles para la producción de bienes y servicios que demanda la población, la administración pública y privada, y las fuerzas vivas del país. Hablar de tasa de participación económica implica relacionar la PEA con la población en edad de trabajar (PET), permitiendo así medir el grado de participación de hombres y mujeres en la actividad económica. Cuando un país tiene altas tasas de crecimiento demográfico la tasa de participación económica suele ser baja, pues existe un alto número de menores de edad y estudiantes en relación al total. Ello ocurre frecuentemente en los países menos desarrollados, como producto de la llamada transición demográfica, constituyéndose en una traba para alcanzar un mayor crecimiento económico, pues las personas que laboran tienen que producir -directa o indirectamente- para un gran número de personas que no generan bienes. La dimensión de la PEA de un país, en relación al tamaño de la población, depende directamente de tres factores: a) La composición por sexo y edad de la población; b) el nivel de participación económica masculina en la fuerza de trabajo; y c) el nivel de participación económica femenina. 92
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El primer factor está relacionado con el tamaño relativo de la población en las edades que participan en el proceso productivo, que para el caso de Honduras es de 10 años y más. Así, manteniendo los otros factores constantes, una población muy joven tiene una PEA relativamente menor que una donde predominan los adultos. Dado que la participación masculina en la fuerza de trabajo es mayor que la femenina en la mayor parte de las sociedades, una población con una composición por sexo sesgada a favor de las mujeres, manteniendo los otros factores constantes, tendrá una PEA menor que una de igual tamaño, donde la composición por sexo es más equilibrada. Cabe señalar que cuando en una población pasa a disminuir la proporción de hombres, ya sea por una fuerte emigración u otras causas, la participación femenina en la fuerza de trabajo tiende a aumentar. Los otros dos determinantes directos del tamaño de la PEA y el nivel de participación masculina y femenina, se relacionan con las oportunidades de trabajo existentes y con un conjunto de condicionantes económicos, sociales y culturales, que dependen de qué segmento de la población aprovechen las oportunidades existentes de empleo, el tipo de producción predominante en la sociedad, y el progreso técnico alcanzado en la misma. Estos aspectos del desarrollo económico están relacionados, a su vez, con el proceso de urbanización, la elevación de los niveles de ingreso, la extensión y prolongación de la escolaridad, la legislación laboral y la implantación o el mejoramiento de los sistemas de seguridad social. Todos estos mecanismos imponen limitaciones a la cantidad de mano de obra disponible en la sociedad, por factores exclusivamente demográficos. Teniendo en cuenta los factores citados anteriormente, Honduras ha experimentado en las últimas décadas cambios importantes relacionados con la participación laboral, donde es muy probable que la participación de la mujer en la actividad laboral tenga un efecto más significativo que la fecundidad, cuyo descenso facilite el ingreso de contingente femenino al mercado de trabajo por el hecho de acortar el periodo del ciclo de vida familiar donde los roles maternal y laboral entran en conflicto. Esto da a
Población económicamente activa en San Pedro Sula
entender que la dinámica demográfica experimentada por la población hondureña durante las últimas décadas va a aumentar la oferta de mano de obra, al menos durante las próximas dos décadas. Con respecto a la ciudad de San Pedro Sula, esta se encuentra ubicada en uno de los polos de desarrollo más importantes del país y es una de las de mayor crecimiento de población del país durante la última década (4%, entre 2004-2012). Este crecimiento poblacional es debido principalmente a la migración interna, sobre todo en edad de trabajar, por las oportunidades de empleo creadas por el auge de la industria maquiladora la cual se concentro fuertemente en la ciudad desde hace 25 años, seguida de los sectores comercio y servicio. San Pedro Sula cuenta con una población que está muy concentrada en las edades que demarcan la PET, abarca más del 81% de la población total del país (EPHPM, 2012). El total de la PEA en San Pedro Sula, representa el 44.7% de la población y está distribuida en 41.8 ocupada y 2.8% desocupada. El resto de la población lo constituye la Población Económicamente Inactiva (PEI). Por sexo, existen más hombres dentro de la PEA ocupados que mujeres, sin embargo en la PEI las mujeres duplican la cifra de los hombres, lo que denota que a pesar de los avances que ha logrado la mujer en cuanto a inserción laboral se refiere, su participación económica sigue siendo baja (EPHPM, 2012). Entre los componentes del crecimiento de la población sampedrana, la fecundidad de sus mujeres tiene una importancia significativa ya que el nivel de fecundidad aunque ha disminuido, aún es alto (ENDESA 2005-2006 y 20112012). Esto significa que son las mujeres jóvenes las que están contribuyendo significativamente en la fecundidad, lo cual puede ser producto del incremento de la migración rural-urbana femenina como consecuencia del empleo generado en la industria de las maquilas, que ha venido trayendo sobre todo a mujeres entre 15 y 24 años de edad.
III. Metodología y datos La metodología para este trabajo fue utilizada en tres momentos: la primera, con un procedimiento para estimar
la evolución de las tasas de participación económica, la segunda, construcción de la distribución límite hipotética para la proyección de la Tasa Específica de Participación (TEP), y la tercera, utilización de métodos matemáticos para la proyección de la PEA. 3.1 Evolución de las tasas de participación económica Las tasas de participación económica de 1988 y 2001 de la ciudad de San Pedro Sula se calcularon con los datos de los censos levantados en esos años y el resto (2002 a 2012) con los datos procedentes de las Encuestas Permanentes de Hogares y de propósitos Múltiples (EPHPM), modalidad continua, correspondiente al mes de mayo. Esta última serie parece bastante afectada por problema de estacionalidad y muestreo, motivo por el cual se optó por calcular un “promedio de participación”, utilizándose la técnica de promedios móviles sucesivos, el cual fue consignado al año 2007. De esta forma se dispuso de tres puntos en el tiempo (1988, 2001 y 2007), en base a los cuales se pudo observar algunas tendencias importantes. Con respecto a la estructura de la participación masculina, esta es similar a la de la mayoría de los países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Las tasas específicas de participación económica aumentan rápidamente desde el primer grupo de edad decenal hasta llegar al tercer grupo (30 a 39 años), que es cuando asumen sus máximos valores (Cuadro 1 y Gráfico 1).
Cuadro 1. Tasas especificas de participación económica masculina, 1988-2007 Grupos de edad
1988
2001
2007
Total
54.7
59.8
68.2
10-19
30.2
26.7
24.9
20-29
48.8
61.8
88.9
30-39
96.8
90.4
97.1
40-49
96.3
87.9
96.2
50-59
93.6
82.2
90.9
60-69
85.9
62.9
66.2
70 y +
65.5
35.0
31.6
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1988-2007. Encuesta Permanente de Hogares Múltiples, 2001.2012
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
93
Juan Manuel Ciudad
Gráfico 1. Tasas de especificas de participación económica masculina, 1988-2007 12 0,0 10 0,0 80 ,0 60 ,0 40 ,0 20 ,0 0,0 10 -1 92
0- 29
30 -3 94
19 88
0- 49
50 -5 96
20 01
0- 69 70 y + 20 07
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1988-2007. Encuesta Permanente de Hogares Múltiples, 2001-2012.
Hasta los 50 años se mantienen relativamente constante en niveles altos para luego comenzar a descender rápidamente. Como en otros países menos desarrollados, esta estructura revela una entrada temprana al mercado laboral, posiblemente como resultado de que una importante proporción de la población infanto-juvenil abandona prematuramente el sistema educativo presionado por la necesidad de comenzar a contribuir al sostenimiento del hogar. También, estos datos revelan que una proporción significativa de personas continúan participando hasta edades avanzadas en la actividad económica. En general, no se han registrado cambios sustanciales en la participación masculina durante el período considerado. Tal como se observa en la tabla 1 y gráfico 1, los únicos grupos decenales que han experimentado algunas variaciones relativamente importantes son el de 10 a 19 y el de 70 años y más. En el primer grupo decenal se observó un descenso de la participación laboral infantojuvenil, el cual puede estar relacionado con el incremento en la asistencia escolar en los centros educativos como resultado de la gama de programas o iniciativas que el Estado ha venido desarrollando hacia la educación básica en los últimos para el mejoramiento de la tasa de cobertura educativa, permitiéndose la reducción de esta manera la entrada de menores en la fuerza de trabajo en este período. 94
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Con respecto a los grupos de más edad (70 años y más), esta tendencia puede estar relacionada con la desaceleración del crecimiento económico experimentado por el país durante los últimos quince años, el cual trajo como consecuencia una disminución de la demanda de mano de obra, sobre todo de estos grupos de edad, a los cuales les es más difícil reingresar al mercado laboral. (Cuadro 1 y gráfico 1). El cuadro 2 y el gráfico 2 muestran las tasas específicas de participación económica para la población femenina durante el período considerado. Cabe señalar que la participación femenina difiere de la masculina por el grado de heterogeneidad con respecto a la comparación con los patrones internacionales. En este caso particular, en el que se analiza la ciudad de San Pedro Sula, no es de Cuadro 2. Tasas específicas de participación económica femenina, 1988-2007 Grupos de edad
1988
2001
2007
Total
28.5
31.1
45.3
10-19
19.4
15.8
19.2
20-29
28.7
35.7
59.1
30-39
46.9
47.7
63.8
40-49
43.1
42.2
62.0
50-59
31.1
31.3
49.5
60-69
23.5
16.7
31.9
70 y +
22.4
8.0
12.7
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1988-2007. Encuesta Permanente de Hogares Múltiples, 2001-2012.
Gráfico 2. Tasas de especificas de participación económica femenina, 1988-2007. 70 ,0 60 ,0 50 ,0 4 0, 0 3 0, 0 20 ,0 10 ,0
0,0 10 -1 92
0- 29
30 -3 94
19 88
0- 49 20 01
50 -5 96
0- 69
70 y +
20 07
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1988-2007. Encuesta Permanente de Hogares Múltiples, 2001-2012
Población económicamente activa en San Pedro Sula
extrañar, que comparativamente, la participación femenina sea bastante elevada (La tasa global de participación económica correspondiente a 2007 es cerca de 50%). Los datos revelan que la participación de la mujer en la actividad económica en la ciudad de San Pedro Sula ha aumentado considerablemente, además esta creció en todos los grupos decenales. Esta presenta casi la misma tendencia observada en otros países latinoamericanos, donde la participación femenina era comparativamente baja y durante las dos últimas décadas comenzó a aumentar aceleradamente. Los principales determinantes de esta tendencia que parecen haber influido de manera decisiva en el aumento de la participación femenina en la actividad económica han sido la disminución real de los ingresos de las familias, problemas de desempleo y las presiones inflacionarias. Es importante destacar que este hecho le imprime un protagonismo claro a la mujer en la actividad económica y evidencia un cambio trascendental en el rol tradicional de la mujer. Cada vez más mujeres se ven obligadas a salir a trabajar sobre todo ante la oferta de mano de obra femenina ofrecido por el sector maquila, comercio y servicio, lo cual viene implicando necesariamente cambios en las pautas y valores vigentes en el medio sociocultural hondureño. En los tres años de estudios, las tasas específicas de actividad femenina aumentan hasta el grupo decenales 30-39 años. A partir de ese intervalo las tasas empiezan a descender lentamente, lo que posiblemente esté asociado a la maternidad y al cuidado de los hijos. Estas tasas experimentan un notable aumento en 2007 de la participación laboral en todos los grupos decenales de edad, que posiblemente podría ser como resultado de la crisis económica que afecta al país, lo que ha obligado a que más mujeres entren al mercado laboral, aún durante la etapa de la reproducción y crianza de los hijos, como estrategia de sobrevivencia para enfrentar la crisis. 3.2 Construcción de distribución limite hipotética para la proyección de la TEP Segundo método.- La proyección de la PEA consiste en la estimación de los futuros niveles de participación
de la población en la fuerza de trabajo por sexo y edad, dichos niveles se expresan operacionalmente en términos de tasas específicas de participación económica (TEP). Estas tasas específicas proyectadas se aplican a una población proyectada por sexo y edad, para obtener la PEA propiamente tal. Para realizar las proyecciones se utilizó como técnica la distribución límite de la TEP, las cuales generalmente se asignan al último año de la proyección. Para este caso, se construyeron tres distribuciones límites para cada sexo, cada una basada en hipótesis diferentes con respecto al comportamiento futuro de la participación laboral. Las distribuciones límites hipotéticas fueron asignadas al último año de la proyección, o sea, al año 2030. El año 2007 fue considerado como el año base de la proyección. Para la participación masculina se plantearon las siguientes hipótesis: - Hipótesis 1 o hipótesis optimista. Esta hipótesis supone que la distribución de las tasas específicas de participación económica tenderá a aproximarse a una situación similar a la observada en los países más desarrollados. Así, se propone una disminución importante en el primer y último grupo decenal. Se supone en ambos casos, que la tasa específica estimada para el año 2007 disminuirá hasta 3/4 de su valor en el año 2030. Las tasas correspondientes a las edades comprendidas entre 20 y 69 años se suponen constantes durante todo el período de la proyección. - Hipótesis 2 o hipótesis media. Acá también se supone que la futura participación masculina sólo variará en los extremos. En ambos casos la disminución de las tasas especificas de participación estimadas para 2007 será de 1/2 hasta el año 2030. Las tasas correspondientes a las edades intermedias permanecerán constantes. - Hipótesis 3 o hipótesis pesimista. En esta hipótesis se supone que las tasas específicas de participación calculadas para el año 2007 no experimentarán ninguna variación entre esta fecha y el año 2030. Con respecto a la participación femenina también se propusieron las tres hipótesis las cuales tienen coherencia con las formuladas para la participación masculina. Cabe Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
95
Juan Manuel Ciudad
señalar que se supone que las tasas específicas de participación femeninas continuaran su tendencia creciente en el futuro y tenderá a disminuir la brecha existente entre las tasas de participación femenina mismas y las masculinas. De esta forma, las distribuciones límites se construyeron en base a un procedimiento, donde se supone que las diferencias observadas entre las tasas especificas de participación masculinas y femeninas en el año 2007 van a disminuir en una determinada proporción en el año 2030. Para la participación femenina se plantearon las siguientes hipótesis: Hipótesis 1 o hipótesis optimista. En esta hipótesis se supone que las tasas específicas de participación económica femeninas para las edades comprendidas entre los 30 y 69 años aumentaran sensiblemente en el futuro. Se prevé que sus diferencias con respecto a las tasas específicas de participación masculina observadas en el año 2007 disminuirán en 1/3 en el año 2030. Por otra parte, se supone que las tasas específicas de participación femenina disminuirán en forma considerable en el primer y último grupo decenal. La tasa estimada al año 2007 para el grupo de 10 a 19 años disminuirá hasta 1/2 en el año 2030 y la del grupo de 70 años y más hasta 1/4. La tasa del grupo 20 a 29 años se mantiene constante al nivel de 2007. - Hipótesis 2 o hipótesis media. Acá se supone una disminución moderada de la diferencia entre las tasas específicas de participación económica masculina y femenina para el año 2030. Las tasas correspondientes al grupo
de 20 a 29 años aumentará en 1/8 de la diferencia entre las tasas específicas de participación masculina y femenina. Para las tasas comprendidas entre las edades de 30 a 69 años el incremento será de 1/4 de la diferencia. La tasa del grupo de 10 a 19 años decrecerá en 1/4 de su valor; el grupo de 70 años y más disminuirá en 1/8 de su valor - Hipótesis 3 o hipótesis pesimista. En esta hipótesis se supone que las tasas específicas de participación observadas en el 2007 permanecerán constantes durante todo el período de la proyección. Las hipótesis propuestas para la proyección de la PEA se encuentran en las cuadros 3 y 4. Una vez que se calcularon las distribuciones límite de las tasas específicas de participación económica tanto masculina como femenina se analizó su coherencia, se estimaron las tasas correspondientes a los quinquenios intermedios entre 2015 y 2030. Los resultados respectivos aparecen en las Cuadros de 5 a 8. Las tasas obtenidas se aplicaron a la proyección de población de la ciudad de San Pedro Sula y se obtuvieron las proyecciones de la PEA por sexo y grupos de edad.
Cuadro 3. Tasas de participación económica masculina para la proyección de la PEA
Cuadro 4. Tasas de participación económica femenina para la proyección de la PEA
3.4 Proyección de la PEA Para realizar la proyección de la PEA de la ciudad de San Pedro Sula, se utilizó como procedimiento los métodos matemáticos de proyecciones y, como tal, tiene diversas limitaciones. Sin embargo, un análisis de los resultados obtenidos muestra que la proyección se mantuvo dentro de límites razonables y las cifras respectivas
Hipótesis 1 (Optimista)
Hipótesis 2 (Media)
Hipótesis 3 (Pesimista)
Grupos de edad
Grupos de edad 10-19
6.2
12.4
24.9
Hipótesis 2 (Media)
Hipótesis 3 (Pesimista)
10-19
9.6
14.4
19.2
59.1
62.8
59.1
20-29
88.9
88.9
88.9
20-29
30-39
97.1
97.1
97.1
30-39
74.9
72.1
63.8
73.4
70.6
62.0
40-49
96.2
96.2
96.2
40-49
50-59
90.9
90.9
90.9
50-59
63.3
59.8
49.5
66.2
60-69
43.3
40.4
31.9
31.6
70 y +
9.5
11.1
12.7
60-69 70 y +
66.2 7.9
66.2 15.8
Fuente: Cálculos propios
96
Hipótesis 1 (Optimista)
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Fuente: Cálculos propios
Población económicamente activa en San Pedro Sula
Cuadro 5. Tasas especificas de participación económica masculina de la ciudad de San Pedro Sula, Hipótesis 1 (Optimista)
Cuadro 6. Tasas especificas de participación económica femenina de la ciudad de San Pedro Sula, Hipótesis 1 (Optimista)
Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
10-19
18.4
14.3
10.3
6.2
10-19
15.8
13.8
11.7
9.6
20-29
88.9
88.9
88.9
88.9
20-29
59.1
59.1
59.1
59.1
30-39
97.1
97.1
97.1
97.1
30-39
67.7
70.1
72.5
74.9
40-49
96.2
96.2
96.2
96.2
40-49
66.0
68.5
70.9
73.4
50-59
90.9
90.9
90.9
90.9
50-59
54.3
57.3
60.3
63.3
60-69
66.2
66.2
66.2
66.2
60-69
35.8
38.3
40.8
43.3
70 y +
23.4
18.2
13.1
7.9
70 y +
11.6
10.9
10.2
9.5
Fuente: Cálculos propios
Fuente: Cálculos propios
Cuadro 7. Tasas especificas de participación económica masculina de la ciudad de San Pedro Sula Hipótesis 2 (Media)
Cuadro 8. Tasas específicas de participación económica femenina de la ciudad de San Pedro Sula Hipótesis 2 (Media)
Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
Grupos de edad
2015
2020
10-19
20.5
17.8
15.1
12.4
10-19
17.5
16.5
20-29
88.9
88.9
88.9
88.9
20-29
60.4
61.2
30-39
97.1
97.1
97.1
97.1
30-39
66.7
68.5
40-49
96.2
96.2
96.2
96.2
40-49
65.0
66.8
50-59
90.9
90.9
90.9
90.9
50-59
53.1
55.3
60-69
66.2
66.2
66.2
66.2
60-69
34.9
36.7
70 y +
26.1
22.7
19.2
15.8
70 y +
12.1
11.8
Fuente: Cálculos propios
Fuente: Cálculos propios
Cuadro 9. Tasas especificas de participación económica masculina de la ciudad de San Pedro Sula, hipótesis 3 (Pesimista)
Cuadro 10. Tasas especificas de participación económica femenina de la ciudad de San Pedro Sula, hipótesis 3 (Pesimista)
Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
Grupos de edad
2015
2020
2025
10-19
24.9
24.9
24.9
24.9
10-19
19.2
19.2
19.2
20-29
88.9
88.9
88.9
88.9
20-29
59.1
59.1
59.1
30-39
97.1
97.1
97.1
97.1
30-39
63.8
63.8
63.8
40-49
96.2
96.2
96.2
96.2
40-49
62.0
62.0
62.0
50-59
90.9
90.9
90.9
90.9
50-59
49.5
49.5
49.5
60-69
66.2
66.2
66.2
66.2
60-69
31.9
31.9
31.9
70 y +
31.6
31.6
31.6
31.6
70 y +
12.7
12.7
12.7
Fuente: Cálculos propios.
Fuente: Cálculos propios.
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
97
Juan Manuel Ciudad
muestran una tendencia bastante probable con respecto a la evolución futura de la población. En primer lugar, se calculó la proporción de la población total de la ciudad de San Pedro Sula con respecto al total del país para el período 1988-2001, los cuales se obtuvieron de los censos de 1988 y 2001. Disponiendo de esta información, se proyecto la proporción de la población total de la ciudad de San Pedro Sula con respecto a la población nacional, suponiéndose una tendencia lineal, para los quinquenios 2010-15, 2015-20, 2020-25 y 2025-30. Las proporciones así obtenidas se aplicaron a las proyecciones de la población total del país para esos mismos quinquenios obteniéndose de este modo la población de la ciudad de San Pedro Sula. Este mismo procedimiento se utilizó para estimar la población en edad de trabajar (PET). En segundo lugar, se desagregó la población total proyectada por grupos de edad decenal. Para esto se utilizó el método de los mínimos cuadrados de cada grupo decenal de las EPHPM desde el 2002 al 2012 correspondiente al mes de mayo, para identificar la tendencia que más se
aproxime a la línea real. Lo más importante es que los parámetros y de la línea recta va a indicar el grado de envejecimiento de la población en cuestión. Obviamente que en caso de estructuras decenales atípica, la recta respectiva puede inducir a apreciaciones erróneas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la estructura decenal puede ser evaluada por este método. Seguidamente estos parámetros se proyectaron para cada quinquenio de la proyección. En base a los parámetros proyectados se calcularon los porcentajes respectivos a cada grupo decenal obteniéndose de este modo la distribución relativa de la población para cada quinquenio del periodo de la proyección. Es importante notar que este método permite que la población proyectada total y en edad de trabajar, por sexo se mantenga dentro de un margen razonable. Multiplicando la proyección de la PET por la tasa especificas de participación económica de las hipótesis optimistas, media y pesimista, por sexo y grupos de edad decenal, se obtiene la Población Económicamente Activa proyectada para los años 2015, 2020, 2025 y 2030. Los resultados se encuentran en los Cuadros del 11 al 16.
Cuadro 11. Proyección de la PEA masculina, hipótesis 1 (Optimista)
Cuadro 12. Proyección de la PEA femenina, hipótesis 1 (Optimista)
Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
2015
2020
2025
2030
Total
188297
215490
243768
272631
Total
154716
187380
224711
266772
10-19
15236
13508
10939
7420
10-19
12921
12782
12305
11407
20-29
62808
73261
84515
96441
20-29
49135
57074
65861
75437
30-39
44073
50981
58406
66261
30-39
37891
46719
56923
68548
40-49
28607
32504
36676
41066
40-49
27849
35021
43358
52912
50-59
24520
30002
35941
42285
50-59
17507
23378
30372
38573
60-69
10049
12281
14698
17281
60-69
7058
9506
12453
15942
70 y +
3006
2953
2593
1878
70 y +
2354
2901
3439
3952
Fuente: Cálculos propio en base a datos del INE; Honduras.
98
Grupos de edad
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Fuente: Cálculos propio en base a datos del INE; Honduras.
Población económicamente activa en San Pedro Sula
Cuadro 13. Proyección de la PEA masculina, hipótesis 2 (Media)
Cuadro 15. Proyección de la PEA masculina, hipótesis 3 (Pesimista)
Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
Total
190443
219528
250178
281929
Total
194735
227603
262998
300525
10-19
17028
16822
16121
14841
10-19
20613
23448
26485
29682
20-29
62808
73261
84515
96441
20-29
62808
73261
84515
96441
30-39
44073
50981
58406
66261
30-39
44073
50981
58406
66261
40-49
28607
32504
36676
41066
40-49
28607
32504
36676
41066
50-59
24520
30002
35941
42285
50-59
24520
30002
35941
42285
60-69
10049
12281
14698
17281
60-69
10049
12281
14698
17281
70 y +
3359
3677
3821
3755
70 y +
4066
5126
6277
7510
Fuente: Cálculos propio en base a datos del INE; Honduras.
Fuente: Cálculos propio en base a datos del INE; Honduras.
Cuadro 14. Proyección de la PEA femenina, hipótesis 2 (Media) Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
Cuadro 16. Proyección de la PEA femenina, hipótesis 3 (Pesimista) Grupos de edad
2015
2020
2025
2030
Total
155722
189099
227215
270131
Total
151494
180628
213013
248503
10-19
14281
15300
16260
17111
10-19
15641
17817
20216
22815
20-29
50210
59103
69103
80182
20-29
49135
57074
65861
75437
30-39
37350
45673
55218
66009
30-39
35729
42536
50102
58390
40-49
27431
34197
41995
50858
40-49
26176
31725
37906
44698
50-59
17120
22581
29011
36470
50-59
15959
20193
24929
30159
60-69
6862
9105
11771
14890
60-69
6275
7904
9725
11734
70 y +
2466
3140
3857
4611
70 y +
2579
3379
4276
5269
Fuente: Cálculos propio en base a datos del INE; Honduras.
Fuente: Cálculos propio en base a datos del INE; Honduras.
IV. Análisis de resultados Para una correcta interpretación de los resultados se debe tener en cuenta las distintas hipótesis que han sido planteadas, las mismas que se basan principalmente en supuestos que contemplan, por un lado, disminuciones proporcionales de la participación laboral, tanto masculina como femenina, en los primeros y últimos grupos decenales. Por otro parte, se supone que la participación laboral femenina continuará incrementándose en el futuro, en coherencia con la tendencia histórica de la misma. La Cuadro 17 muestra un resumen de los resultados obtenidos según las diversas hipótesis. La hipótesis optimista (H1), por el hecho que supone una mayor disminución de los primeros y últimos grupos decenales, como consecuencia de una mejoría en el nivel de desarrollo socioeconómico, que implica un incremento
Cuadro 17. Población económicamente activa proyectada, según diversas hipótesis (Tabla resumen) 2015
2020
2025
2030
Hipótesis 1 (Optimista) Total
343013
402870
468479
539403
Hombres
188297
215490
243768
272631
Mujeres
154716
187380
224711
266772
Hipótesis 2 (Media) Total
346165
408627
477393
552060
Hombres
190443
219528
250178
281929
Promedio
155722
189099
227215
270131
Hipótesis 3 (Pesimista) Total
346229
408231
476011
549028
Hombres
194735
227603
262998
300525
Mujeres
151494
180628
213013
248503
Fuente: Cálculos propio en base a datos del INE; Honduras.
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Juan Manuel Ciudad
en el nivel de retención del sistema educativo y mejor cobertura de la seguridad social. Por otra parte, de acuerdo a la experiencia de otros países, una elevación en el nivel de desarrollo va acompañada de una mayor participación laboral femenina. De cumplirse estas condiciones, el crecimiento de la PEA femenina de la ciudad de San Pedro Sula será mayor durante el periodo de la proyección (2015-2030), llegando al 72% de crecimiento porcentual en 15 años, siendo la tasa de crecimiento medio anual de 3.63%. La PEA masculina por el contrario registra un incremento menor en la H1 con respecto a las otras hipótesis. Esto se debe a la reducción importante en los primeros y últimos grupos de edad. El incremento porcentual al año 2030 con respecto al 2015 es 45%, que medidos en términos de tasa de crecimiento medio anual equivale a 2.47%, menor por tanto al crecimiento de la PEA femenina registrada para la H1. Según la hipótesis optimista, que establece un crecimiento anual de 3.02% para ambos sexos, se estima que la PEA del año 2015 será aproximadamente de 343,013 trabajadores, y en el año 2030 la misma será de 539,403, existiendo un incremento de 196,390 trabajadores en dicho periodo. Para satisfacer esta demanda, se requerirán en promedio 13,093 nuevos puestos de trabajo anuales. Este incremento es causado principalmente por alteraciones en la participación proyectada de las mujeres, debido a que la PEA femenina ha crecido a un ritmo más acelerado que la PEA masculina, tal como se observa en la tabla 18, que muestra la tasa de crecimiento medio anual de la PEA según las diversas hipótesis. Considerando la hipótesis pesimista (H3), que supone que las tasas de actividad de 2007 permanecerán constantes durante todo el periodo de la proyección, el crecimiento de la PEA femenina también supera a la masculina. En otras palabras, si no se producen cambios en el nivel de desarrollo, la PEA femenina seguirá aumentado a un ritmo más acelerado que la masculina. La PEA para ambos sexos pasará de 346,229 trabajadores en el 2015 a 549,028 trabajadores en el año 2030. Para cubrir
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
Cuadro 18. Incremento de la PEA, según las diversas hipótesis, período 2015 – 2030 Incremento porcentual
Tasa de crecimiento anual (%)
Total
57
3.02
Hombres
45
2.47
Mujeres
72
3.63
Total
59
3.11
Hombres
48
2.62
Mujeres
73
3.67
Total
59
3.07
Hombres
54
2.89
Mujeres
64
3.30
Hipótesis 1 (Optimista)
Hipótesis 2 (Media)
Hipótesis 3 (Pesimista)
Fuente: Cálculos propio en base a datos del INE; Honduras.
esta demanda de empleos será necesaria la creación de 13,520 puestos de trabajo en promedio, por año, durante el periodo 2015-2030. Es más probable que la evolución de la PEA se dé de acuerdo a la hipótesis media o recomendada (H2). Lo más importante en todo este análisis consiste en destacar, que aún considerando un crecimiento moderado de la PEA, como supone la H2, la PEA de la ciudad de San Pedro Sula podrá pasar de 346,165 en el 2015 a 552,060 en el año 2030, para absorber todo este contingente que ingresa a formar parte de la fuerza de trabajo, en este contexto será necesario la creación de 13,726 empleos por año aproximadamente.
V. Conclusiones La elaboración en una proyección basada en las tasas de participación promedio del año 2007, que se obtuvieron por promedios sucesivos de valores correspondientes al periodo 2002 a 2012 de las EPHPM, permitió obtener la previsión regular de la evolución de la Población Económicamente Activa. A partir de las tasas correspondientes a 2007, fueron construidas tres hipótesis, con las cuales se intentó establecer la posible variación futura máxima y mínima de la PEA.
Población económicamente activa en San Pedro Sula
De acuerdo a la hipótesis optimista se prevé un crecimiento medio anual de la PEA de ambos sexos de 3.63%, que representa un incremento de 57% de la fuerza de trabajo desde 2015 a 2030. Si el crecimiento medio anual es de 3.11% como sugiere la hipótesis media, la PEA registrará un aumento del 59% en el mismo lapso de tiempo. Considerando el crecimiento medio anual obtenido de 3.07%, según la hipótesis pesimista, la PEA total se incrementará en 59%. Estos indicadores muestran claramente, que el aumento en el volumen de la PEA será considerablemente alto, cualquiera sea la hipótesis alternativa propuesta en este trabajo. Este hecho merece una consideración especial por parte de las autoridades y organismos de planificación, por las implicancias socieconómicas que emergerán como consecuencia de un aumento acelerado en el volumen de la mano de obra disponible, considerando que los niveles de empleo se encuentran relativamente en descenso. La situación actual de la economía del país implica por una parte, una contracción del ritmo de crecimiento de las oportunidades ocupacionales, lo que podría inhibir el aumento de la participación femenina en el trabajo remunerado. Pero, a la vez, frente al descenso del ingreso promedio familiar, un número mayor de miembros de cada familia, entre ellos las mujeres que se encontraban al margen de la actividad económica, se ven en la necesidad de contribuir al sostén familiar mediante la inserción en la fuerza laboral, ya sea formal o informal, que le proporcione alguna fuente de ingreso. El nivel macro estructural, para entender el fuerte aumento de la presencia femenina en el mercado laboral se deben tener en cuenta el efecto acumulado de varias condicionantes. En un análisis a largo plazo ha tenido un papel relevante el proceso de modernización de la ciudad de San Pedro Sula en las últimas dos décadas, el cual ha traído cambios trascendentales en la sociedad que propician el trabajo femenino: a) La urbanización creciente; b) La migración rural – urbana con predominio de flujos femeninos;
c) La expansión de los sectores comercio, servicio e industria; d) El incremento de los niveles educativos de la población; e) El deterioro del salario; y f) La reducción de los niveles de fecundidad. A estas transformaciones se unen otras, como la expansión del sector informal, que reúne a una proporción importante de mujeres, debido a que este tipo de actividad otorga a la mujer cierta ventaja que le permiten compatibilizar su doble rol de productora y reproductora. Es importante destacar que probablemente en el país continuará experimentando una disminución del empleo agrícola, una de las causas principales para que se produzcan importantes movimientos migratorios con destino a las ciudades, lo que implica que los nuevos empleos creados deberán ser mayoritariamente urbanos. Uno de los principales aspectos en la absorción de mano de obra en la ciudad de San Pedro Sula en los próximos años será un crecimiento significativo de la PEA, por efecto combinado tanto del crecimiento natural de la población, la migración interna, y por sobre todo un crecimiento notable de la participación laboral femenina.
VI. Bibliografía • Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) / Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE). Boletín Demográfico No. 64. “América Latina: Población Económicamente Activa, 19802025”. Julio 1999. • Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) / Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE). Observatorio Demográfico No. 2. “Metodología de las Estimaciones y Proyecciones de la Población Urbana y Rural y de la Población Económicamente Activa”. Octubre 2006. • Ciudad, J. (2005) “Breviario Estadístico: Características Demográficas y Sociales del Municipio de San Pedro Sula, 2001-2004”. Departamento de InvestigaRevista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Juan Manuel Ciudad
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Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Revista Poblaciรณn y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Revista Poblaciรณn y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
El bono demográfico en los países centroamericanos
9 El bono demográfico en los países centroamericanos Manuel Antonio Flores Fonseca*
RESUMEN. La transición demográfica como teoría que explica los cambios demográficos sigue vigente en la región Centroamericana, donde los países transitan en diferentes estadios por las consecuencias de los descensos no sincronizados de la fecundidad y mortalidad que explican el aumento de la población y las transformaciones en las estructuras por edad, que conducen a descensos en la relaciones de dependencia demográfica (poblaciones dependientes entre potencialmente activos) a valores nunca vistos en la historia, proporcionando una oportunidad para el crecimiento de la economía, denominada bono demográfico. El artículo incluye un repaso de las principales tendencias demográficas experimentadas por los países centroamericanos en las últimas décadas, donde los cuatro ubicados en la parte norte tienen un estadio relativamente similar en la clasificación según las etapas de la transición demográfica, mientras los ubicados en el sur tienen una posición más avanzada en el proceso. A su vez se analizan los cambios surgidos en los indicadores demográficos, el aumento de la población, el crecimiento y los cambios en las estructuras etarias, como en las relaciones de dependencia y el umbral del bono demográfico en cada país. Seguidamente se analiza como los cambios demográficos influyen en el crecimiento económico, tomando en cuenta las poblaciones productoras y consumidoras en la tasa de dependencia económica. En el análisis se utilizará el banco de datos de población y las proyecciones de población de cada país que construye el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) y la División de Población de Naciones Unidas. Palabras clave: Transición demográfica, bono demográfico, población. ABSTRACT. The demographic transition theory as explaining demographic change continues in the region, where the Central American countries move in different stages of the consequences of non- synchronized declines in fertility and mortality that explain the increase in population and changes in the structures age, leading to declines in demographic dependency ratios (dependent populations between potentially active) values n ever before seen in history, providing an opportunity for economic growth, called demographic dividend. The test includes a review of the main demographic trends on the Central American countries in recent decades, where the four located in the northern part have a similar stage in the classification according to the stages of the demographic transition, while those in the south have a more advanced position in the process. In turn, the changes made in demographic indicators are analyzed, increasing population growth and changes in age structures, such as dependency ratios and the threshold of the dividend in each country. Then analyzes how demographic changes affect economic growth, taking into account the producer and consumer populations in the economic dependency ratio. In analyzing the database population and the projected population of each country building Latin American Demographic Centre (CELADE) and the Population Division of the United Nations will be used. Keywords: Demographic Transition, Bonus Demographic, Population.
I. Introducción La transición demográfica como teoría explicativa de los cambios que se producen en la población a través del tiempo continúa vigente, aun cuando han surgido refutaciones e incluso otras teorías que tratan de explicar las transformaciones. Explica la teoría de la transición demográfica que a través del tiempo se producen cambios de altas a bajas
tasas de mortalidad y fecundidad producto de la modernización de la sociedad. Estos cambios en los descensos de la mortalidad primero que la fecundidad produjo desequilibrios que determinaron el crecimiento acelerado de la población. En la región alcanzó para algunos países centroamericanos tasas elevadas de crecimiento, (superiores al 3%) que llevaron al incremento de los volúmenes de población. Sin embargo, al mismo tiempo se estaban produciendo
Recibido: agosto 2014/Aceptado y versión final septiembre 2014 * Master en Población y Desarrollo. Docente Investigador del Instituto de Investigación de Estudios Económicos y Sociales, UNAH. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Manuel Antonio Flores Fonseca
cambios en la estructura etaria de la población, visibles en los cambios de las pirámides poblacionales que pasaron de expansivas a constrictivas que continúan en el proceso. A su vez han ocurrido cambios en los indicadores de estructura, especialmente en las relaciones de dependencia, que desde la segunda mitad de siglo pasado vienen en descenso, de valores elevados generados por el número de niños dependientes que cambian por el descenso de la fecundidad y conducen a valores mínimos en la dependencia por varias décadas que son beneficiosos desde el punto demográfico para contribuir con la economía. En las transformaciones etarias se producen altos niveles de poblaciones en edad de trabajar que originan una fuerza laboral significativa motor económico de las sociedades, siempre y cuando se inserte en el mundo del trabajo con calidad y con las competencias necesarias de competitividad. Transcurrido el tiempo las relaciones de dependencia aumentarán por el envejecimiento de la población, planteando otros escenarios demográficos. Es de hacer notar, que en la franja angosta de Centroamérica donde se ubican seis países tienen una historia común, características físicas y geográficas, una sola lengua, tradiciones similares, estructuras sociales y económicas, en los comportamientos demográficos se perciben dos grupos generales con características generales homogéneas, los cuatro del norte (Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua) y los dos del sur (Costa Rica y Panamá), pero todos están insertos en los cambios generados en la transición demográfica en diversos niveles.1 Estudios demográficos regionales en América Latina clasifican a Costa Rica como un país en Transición Demográfica Avanzada; El Salvador, Panamá, Honduras y Nicaragua en Transición Demográfica Plena y a Guatemala en Transición Demográfica Moderada (Saad, Miller, Martínez, & Holz, Juventud y Bono Demográfico en Iberoamérica, 2009).
El objetivo general de este trabajo es presentar las principales tendencias demográficas de la región centroamericana en el marco de la teoría de la transición demográfica y de las transformaciones que se generan en un panorama de largo plazo.
II. Antecedentes generales de Centroamérica La región centroamericana ubicada en la parte central del continente americano es una angosta porción de territorio de 523 mil kilómetros cuadrados compuesta por siete países, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Aunque Belice hasta hace poco territorio dependiente de Inglaterra, este inserto en la porción continental es miembro de la Mancomunidad Británica de Naciones (en inglés, Commonwealth of Nations) y Caribbean Community (CARICOM) que hace su relación más fluida con las naciones del caribe. La mayoría del territorio centroamericano en la época prehispánica fue parte de la civilización mesoamericana cuyas culturas comerciaban en toda la región con el norte y Suramérica. Con el descubrimiento del nuevo mundo en 1492 y de la región en 1502 siguió la conquista y colonización de parte de España. Desde el siglo XVI hasta principios del siglo XIX la región fue parte del dominio español a través de la Capitanía General, con sede en Antigua y después en la ciudad de Guatemala. A partir de principios del siglo XIX algunas de las provincias se declaran independientes, pero hasta 1821 se obtienen de la independencia de las cinco provincias de países de Centroamérica, que eran parte de la Capitanía General de Guatemala dando lugar al nacimiento de las repúblicas, aunque seguidamente se llevaron a cabo anexiones e intentos de conformación de una sola
1. CEPAL-CELADE ha clasificado la ubicación de los países de América Latina en la transición demográfica en cuatro etapas de acuerdo a sus niveles de fecundidad y de esperanza de vida: la primera llamada Muy Avanzada está Cuba, en la Avanzada están Argentina y Uruguay en el primer subgrupo y Chile en el segundo, mientras Brasil, Colombia, Costa Rica y México en el tercer subgrupo. En la etapa de Plena Transición hay dos subgrupos, en el primero está Ecuador, El Salvador Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela, en el segundo está Honduras, Nicaragua y Paraguay. Bolivia, Haití y Guatemala se encuentran en la etapa de Transición Moderada. 106
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El bono demográfico en los países centroamericanos
nación, lo mismo que enfrentamientos bélicos generados del ambiente político. Las naciones centroamericanas como tales en el siglo XIX son territorios conformados por estructuras político administrativas distintivas y que se basan de una economía ligada a la explotación del sector agro extractivo, generalmente productos primarios, cuya diversificación ocurre hasta el siglo pasado con la introducción de otros productos agropecuarios y pesqueros para la exportación (café, banano, azúcar de caña, carne bovina, aceite de palma, pescados y camarones y otros), los extractivos como los minerales, manufactureros como los textiles y otros rubros económicos como el turismo. La construcción de los estados modernos en Centroamérica data de los años cincuenta, lo mismo que el desarrollo de una mayor infraestructura sanitaria, educativa, vial y de los demás aspectos de la sociedad. En los años sesenta, sobresale el nacimiento del Mercado Común Centroamericano (MCCA), iniciativa comercial de gran envergadura regional de sustitución de importaciones que es afectado por las tensiones políticas y el conflicto entre El Salvador y Honduras, los conflictos armados en Nicaragua e inestabilidad política de gobiernos autoritarios en El Salvador, Honduras y Nicaragua. La década de los ochentas la región es caracterizada por el agotamiento del modelo de sustitución de importaciones, en algunos países la vuelta a la democracia con la participación electoral, la crisis de la deuda, la reducción del comercio, la agudización de la crisis económica, la continuación de la violencia por los conflictos armados en Guatemala, Nicaragua y El Salvador y el recrudecimiento de la guerra fría en la región, que a su vez genera traslados forzosos y el inicio de la profundización de la emigración internacional principalmente extra-regional a los Estados Unidos de América (INTAL, 2010). Los noventas significan la profundización del neoliberalismo, la liberación de mercados, los efectos de las crisis económicas y visibilización de la pobreza y la desigualdad y la culminación de los procesos de paz en Centroamérica. A su vez la región es azotada cíclicamente por desastres naturales como sismos, terremotos, erupciones, inunda-
ciones, deslizamientos, huracanes que producen víctimas y pérdidas económicas de gran magnitud. El nuevo milenio significa para la región la profundización de sociedades imbuidas en fenómenos como la violencia, la proliferación de grupos irregulares (delincuentes, maras y pandillas), narcotráfico y crimen organizado, deterioro del Estado de bienestar y su acelerada privatización, diversificación económica, Tratados de Libre Comercio, avance del neoliberalismo y de la globalización, crisis políticas y golpe de estado, disminución de la pobreza, persistencia de la desigualad y la profundización de cambios demográficos.
III. Metodología y fuente de datos El artículo pretende describir un panorama global de las tendencias demográficas de los países que conforman Centroamérica, derivadas de los principales cambios explicados en la Transición Demográfica y que llevan a transformaciones de la sociedad. Partiendo de una delimitación temporal basada en el comportamiento de los principales indicadores de la población de los últimos sesenta años para llegar una situación actual y en perspectiva que transformaciones se avizora que ocurrirán en todo el presente siglo. Es un trabajo descriptivo que aspira a visibilizar los cambios demográficos en la región, especialmente los derivados de la transición demográfica y de bono demográfico como fenómeno relevante, que impone desafíos para su aprovechamiento en cada sociedad. Además incluye el estudio de las principales variables demográficas (fecundidad, mortalidad y migración), el volumen, estructura etaria, relaciones de dependencia, grupos etarios especiales, etc. Para este menester se utilizaron los datos demográficos contenidos en las publicaciones del Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) que desde su creación a través del tiempo ha recopilado, ajustado, analizado y modelado la información de las poblaciones de cada uno de los países de América Latina y el Caribe, entre ellos los países de Centroamérica (se excluye BeRevista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Manuel Antonio Flores Fonseca
lice)2, para incrementar el conocimiento científico de la información regional. Específicamente se uso como fuente de datos principal los contenidos en las proyecciones de países de América Latina, que contiene detalladamente indicadores regionales y por cada país de los temas de población, envejecimiento, área de residencia y población económicamente activa (CEPAL, 2014).
agrega el comportamiento de la migración, especialmente de la emigración que ha tenido un impacto muy fuerte en países como El Salvador y Nicaragua, que se desprenden de los conflictos armados en la región en las décadas de los setenta y ochenta. Más recientemente la emigración tiene impacto en Guatemala y Honduras, mientras en Costa Rica y Panamá más bien resultan países atractivos desde el punto de vista migratorio.
IV. Discusión de resultados 4.1. Tendencias demográficas de Centroamérica 4.1.1. Tamaño y crecimiento. La población de Centroamérica en los últimos sesenta años registro un aumento sin precedentes en su tamaño, de 9.9 millones en la mitad del siglo anterior alcanza los 42.3 millones al final de la década anterior, un aumento de más de cuatro veces (32.4 millones) del tamaño que tenía a inicios de la década del cincuenta. Todos los países de la región contribuyeron a ese aumento de personas, especialmente Guatemala y Honduras, incluso también todos aumentaron su peso del total, a excepción de El Salvador. Este aumento poblacional hay que enmarcarlo en la transición demográfica, que produjo el descenso de la mortalidad antes que la fecundidad, desde antes de los años cincuenta, mientras que la última su descenso fue generalmente tardío y lento, teniendo en cuenta siempre las diferencias entre países de la región. La brecha entre la mortalidad y la fecundidad se amplia y se traduce en altas tasas de crecimiento demográfico natural en la región y entre países, que incluso se elevan en las dos primeras décadas del periodo de estudio, superiores al 3%, para luego tener la tendencia hacia el descenso, aunque algunos países como Honduras, Nicaragua y Guatemala las mantuvieron elevadas unas décadas más (Panamá, El Salvador y principalmente Costa Rica desde los años setenta vienen reduciendo su tasas de crecimiento natural). En las tasas de crecimiento total en la región se
4.1.2. Estructura por edad y sexo. En Centroamérica los esfuerzos para incidir en la dinámica demográfica se han orientado en las acciones de políticas públicas, primeramente encaminadas hacia la reducción de la mortalidad y después de la fecundidad, ya que el interés se enfocó en las demandas sociales y económicas generadas del incremento del volumen de las personas y todavía se mantienen, sin embargo, las transformaciones en la estructura por edad no han sido consideradas como elementos sensibles de cambio demográfico sino recientemente. Sólo en los países de mayor avance en el proceso de la transición demográfica como Costa Rica y Panamá demostraron interés en los cambios demográficos, principalmente asociados al bono demográfico y el envejecimiento, aparte de contar con una masa crítica consolidada en materia demográfica que apoya con la investigación al Estado. Las transformaciones de la estructura etaria llevó en los últimos sesenta años a procesos de ampliación de las poblaciones de grupos de edad de la base piramidal, que ocurrieron entre los años cincuenta a setenta, para luego consecuentemente con la reducción de la fecundidad tender a su reducción desde los años setenta hasta la actualidad, llevando a una pirámide poblacional con una tendencia constrictiva, principalmente visible en las edades menores de quince años. Durante el periodo de estudio en retrospectiva el índice de masculinidad tiende al descenso, asimismo un descenso y aumento de la edad mediana de la población
2. Se excluye en este trabajo Belice, ya que sus estimaciones y proyecciones de los países del Caribe de habla inglesa son elaboradas por la División de Población de las Naciones Unidas. (http://www.un.org/esa/population/unpop.htm) 108
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y la relación de dependencia total aumenta y después disminuye, aunque los países más avanzados en la transición demográfica de la región, como Costa Rica y Panamá la iniciaron unas décadas de tiempo atrás que los demás países de la región. El índice de envejecimiento tiene un comportamiento que indica que en los años sesenta y setenta llegó a sus niveles más bajos para de allí empezar su tendencia al incremento debido al cambio de estructura por edad que está en proceso. 4.1.2. Fecundidad y mortalidad. En las variables centrales de la transición demográfica las tendencias en la región describen descensos tanto de la mortalidad como de la fecundidad a nivel general, aunque algunos países como Costa Rica y Panamá iniciaron ese proceso antes que el resto de los países centroamericanos. En el primer caso, los descensos de la mortalidad surgen a raíz de las mejoras de los sistemas de salud, infraestructura sanitaria, sistemas de eliminación de excretas, mayor número de recursos humanos médicos y de la introducción de medicamentos de bajo costo que en suma llevan a un mayor acceso a la salud por la población. La reducción de la mortalidad fue favorecida por la estructura joven de la población, ya que las principales acciones se enfocaron en los primeros grupos de edad donde las enfermedades prevenibles fueron objeto de la atención de los sistemas de salud (mortalidad infantil y de la niñez). Teniendo en cuenta que en la actualidad ya se perciben en algunos países de la región la importancia de las edades avanzadas donde los efectos de la mortalidad son palpables por el cambio de estructura por edades. En los años ochenta los conflictos armados tuvieron impacto en la mortalidad de El Salvador y Nicaragua. En la fecundidad las reducciones ocurrieron después que la mortalidad, incluso algunos países incrementa sus tasas brutas de natalidad al inicio del periodo de estudio para después entrar en la tendencia del descenso que continúa en la actualidad. Panamá y Costa Rica empezaron sus descensos primero y de niveles menores y los ubicaron en la vanguardia, mientras en Guatemala y Honduras sus descensos en este indicador han sido
tardíos. En el indicador insigne de la variable, la Tasa Global de Fecundidad (TGF) todos los países de la región arrastran descensos en el indicador desde las décadas del cincuenta y sesenta, con valores incluso superiores a seis y siete hijos por mujer, para en la actualidad en Costa Rica y El Salvador estar en la línea de reemplazo. Guatemala y Honduras aunque han logrado grandes descensos todavía sus valores son elevados en el contexto regional (alrededor de 3 hijos por mujer). Las poblaciones femeninas en edades reproductivas son elevadas en la región como potenciales productoras de nacimientos (entre 45% y 52% del total de mujeres), su efectividad depende del acceso a la planificación familiar. 4.1.3. Migración La migración interna siempre ha estado presente en el área centroamericana a través del tiempo, generalmente en la búsqueda de oportunidades en otras zonas de los países, aunque algunas veces no de manera voluntaria, sino por los desplazamientos debido a los conflictos armados y a los desastres naturales. Al mismo tiempo es inobjetable que ha contribuido a la configuración de la distribución espacial de la población en los países, especialmente aquella que permitió colonizar las zonas de frontera agrícola, de territorios dedicados a la producción agrícola y ganadera, de atracción de las ciudades capitales (metrópolis) y de ciudades intermedias dedicadas a la fabricación manufacturera, portuaria, turística o cercanas a zonas de producción agrícola. Las estimaciones de los migrantes internos en los países centroamericanos han sido realizadas por el (CELADE) a nivel de División Administrativa Mayor (DAM) que es departamento y Provincia en la región, y a nivel de División Administrativa Menor (DAME) que es Municipio y Cantón, tanto para la migración de toda la vida y la reciente, con los datos censales alrededor de la década del dos mil. Las proporciones de migrantes internos absolutos a nivel de DAM están en un rango entre 20.2% en Costa Rica y 14.7% en Nicaragua, asimismo en la migración reciente se ubica entre 6.2% en Panamá y 3.5% en Nicaragua. En el caso del nivel de DAME las Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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proporciones de migrantes absolutos se ubican entre 34.4% en Costa Rica y 19.4% en Nicaragua, mientras en los migrantes recientes las proporciones está entre 12.3% en Panamá y 5.2% en Nicaragua. En Centroamérica resulta llamativo los niveles de proporción de migrantes absolutos y recientes de Nicaragua y Honduras teniendo en cuenta su pequeña extensión y la cantidad de departamentos con que cuentan. Ocurre similar comportamiento con las proporciones de migrantes recientes a nivel de DAM y DAME en los países mencionados y la explicación estaría en los niveles de pobreza que incide en la capacidad para solventar los traslados y produciría menos desplazamientos (Rodriguez Vignoli, 2004). Aún con todo las poblaciones de los países de Centroamérica la mayor parte generalmente reside en la DAM e incluso en la DAME en que nació y los niveles más elevados de proporción de migrantes están influenciados por los niveles de pobreza de las poblaciones de los países, siendo más elevados en Costa Rica y Panamá y menores en Nicaragua y Honduras. La región también ha estado inmersa en el fenómeno migratorio internacional en el periodo estudiado, convirtiéndose a través del tiempo en expulsora de población, esto debido a varios factores entre ellos los generados de los conflictos armados, las crisis económicas, los desastres naturales y en los últimos años por la violencia. Si bien es cierto, El Salvador y Guatemala fueron los primeros en el proceso emigratorio principalmente hacia los Estados Unidos de América, después se agregó Nicaragua3 y por último Honduras. Costa Rica y Panamá actualmente tienen un comportamiento inverso, donde prima la inmigración, siendo atractivos como destinos en la región. Actualmente los países del triángulo norte de Centroamérica generan los mayores flujos migratorios hacia los Estados Unidos de América, en orden El Salvador,
Guatemala y Honduras4, incluso niños no acompañados5, estos países contribuyen con alrededor del 85% de la población de origen hispano centroamericano residente en ese destino (4 de 4.7 millones de personas en el 2012). De la población de origen hispano de la región centroamericana los de Costa Rica y Panamá tienen un mayor porcentaje de declaración de haber nacido en los Estados Unidos de América con respecto a los demás países. 4.1.4. Distribución espacial de la población. La distribución de la población en el territorio Centroamericano sigue el patrón de asentamientos humanos orientado hacia el centro-sur, patrón heredado desde tiempos precolombinos y que después fue fortalecido por los españoles. Se ubican las ciudades capitales de los países que albergan grandes concentraciones unipolares de las poblaciones formando áreas metropolitanas de alta densidad demográfica, solo Honduras tiene una concentración bipolar conformada por Tegucigalpa (capital) y San Pedro Sula (industrial). En Centroamérica, se distingue un área de alta densidad de población en Guatemala y El Salvador cuyos centros principales son interiores, siendo esta densidad muy superior a los demás países de la región, la primera influenciada por su tamaño de población y la segunda por su extensión territorial. La región ha tenido una creciente urbanización principalmente desde los años setenta, cuando giraba alrededor del 38% la población urbana para alcanzar en el 2010, el 68%. Es necesario acotar, que hay países donde el nivel de urbanización es más alto como Costa Rica y Panamá que tienen más de dos tercios de la población considerada urbana, mientras Guatemala, Nicaragua y principalmente Honduras tienen niveles de urbanización menores. En el caso de Guatemala y Honduras tienen un porcentaje menor de población que vive en ciudades de
3. En la migración Nicaragüense no solo se produce hacia los Estados Unidos de América, sino para Costa Rica, país que absorbe importantes flujos de migrantes. 4. Reportan también el mayor número de deportaciones desde los Estados Unidos de América y México. 5. Incluso en los últimos meses (octubre 2013 a mayo 2014) han generado un flujo de migrantes niños y adolescentes (0 a 17 años) que viajan no acompañados, que ha sido detenido por las autoridades estadounidenses al cruzar las fronteras para cruzar a ese país, procedentes de Guatemala 11,479 niños, El Salvador 9,850 y Honduras 13,282 niños. (Wola, 2014. La otra fontera-México, Seguridad, Migraciones y Crisis Humanitaria en los límites de C.A.) 110
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más de veinte mil habitantes e incluso en este último el índice de primacía6 es el menor de la región. 4.2. Perspectivas demográficas de Centroamérica. 4.2.1. Tendencias en el volumen y crecimiento. La población Centroamericana en el futuro continuará aumentando en efectivos, de 42 millones en el 2010 alcanzará su cumbre en el 2075 cuando alcance los 71.2 millones, para luego mostrar la tendencia al descenso lentamente. Este incremento demográfico estará determinado por la contribución de Guatemala y Honduras que en largo plazo aportarán más del 70% del total, el primero alrededor del 45% y el segundo el 15%. Por lo anterior, estos dos países se convierten en los países prioritarios desde el punto de vista demográfico como contribuyentes al aumento de la población regional (Gráfico 1). Gráfico 1. CA: Población total según país, 1950-2100 Guatemala 35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 0
Fuente: Elaboración propia en base a datos de CELADE, América Latina: Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, Revisión 2012.
El crecimiento demográfico total de la región en el quinquenio 2005-2010 estaba determinado por las tasas más altas de Guatemala y Honduras, ya que los demás países sus tasas eran mucho más bajas, incluso El Salvador crece muy poco en su dinámica por efecto de la emigración. Una visión prospectiva, indica que aunque
la tendencia al descenso del crecimiento, algunos países como Costa Rica tendrán tasas negativas a partir de la mitad de la actual centuria y más a largo plazo todos los demás (Gráfico 2). Gráfico 2. CA: Tasas de crecimiento total según países, 1950-2100 40.0 35.0 30.0 25.0 20.0 15.0 10.0 5.0 0.0 -5.0 0 Fuente: Elaboración propia en base a datos de CELADE, América Latina: Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, Revisión 2012.
4.2.2. Descensos de la fecundidad y la mortalidad. En Centroamérica todos los países están en el proceso de la transición demográfica evidenciando los cambios de altas a bajas tasas de fecundidad y mortalidad producto de la modernización. Las reducciones de ambas variables no han sido simultáneas, la mortalidad antecedió al descenso de la fecundidad lo que ha incidido en el aumento y crecimiento de la población que continuará en la región hasta el largo plazo y a la vez los cambios en la estructura por edad (Gráfico 3). La mortalidad general (medido por las TBM) en el corto plazo homogeniza sus valores en los países de la región, pero por efecto de las estructura por edades tendera hacia incrementos. Aunque hay que dejar claro que los principales indicadores de la mortalidad como la mortalidad infantil, niñez, materna continuaran descendiendo, aunque a menor ritmo, por las mejoras sanitarias y consecuentemente la esperanza de vida
6. El índice de primacía es una medida útil para estudiar variaciones en la importancia relativa de la ciudad más populosa de un país en relación con tres ciudades que le siguen en cantidad de habitantes. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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Gráfico 3. CA: Tasas brutas de natalidad y mortalidad según países, 1950-2100 60.0 50.0 40.0 30.0 20.0 10.0 0.0
Fuente: Elaboración propia en base a datos de CELADE, América Latina: Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, Revisión 2012.
incrementará, llegando en el mediano plazo a superar los ochenta años. En la fecundidad continuaran los descensos de los principales indicadores, a nivel de la tasas brutas de la fecundidad de los países se homogenizaran hasta el largo plazo. En el indicador emblemático la Tasa Global de Fecundidad (TGF) alcanzarán sus niveles de reemplazo en la primera mitad del siglo y continuará en niveles bajos, aunque es de mencionar que Costa Rica y El Salvador actualmente tienen valores menores del reemplazo. Guatemala y Honduras tienen los niveles más altos de fecundidad y también generarán los niveles más elevados de nacimientos en la región (más del 60% de Centroamérica). Las mujeres en edad fértil en la región ya superan la mitad del total de las mujeres y en el corto y mediano plazo incrementaran su representatividad para finalmente llegar en el largo plazo a un tercio del total de mujeres. La intercepción de la mortalidad y de fecundidad (en las tasas brutas7) se produce en la segunda mitad del siglo, especialmente entre 2065-2080, la excepción de Costa Rica que ocurre en la mitad y Guatemala al final de la centuria.
4.2.3. Cambios en la estructura por edades. La estructura por edad de la población Centroamericana sufrirá grandes transformaciones en el presente siglo será testigo del cambio de una estructura por edades joven a una envejecida. De una pirámide de población expansiva pasará a una constrictiva, de estructuras demográficas que prima el peso de las primeras edades, producto de reducción de la mortalidad y después de la fecundidad, pasará en el mediano plazo a un estadio donde las edades centrales (juventud y adultos jóvenes) adquieren pesos significativos, para en el largo plazo en las edades superiores, donde se ubican los adultos, prejubilados y adultos mayores (Gráfico 4). Todos los países de la región están inmersos en las transformaciones de la estructura poblacional, aunque Costa Rica y Panamá los cambios han sido más visibles ya que en el proceso de la transición demográfica su ubicación es más avanzada (Anexo 1). Gráfico 4. CA: Pirámides de población 1950-2100 100 y más 95-99 90-94 85-89 80-84 75-79 70-74 65-69 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-9 0-4
Fuente: Elaboración propia en base a datos de CELADE, América Latina: Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, Revisión 2012.
Por grandes grupos de edad8 la población de la región experimentara grandes cambios en prospectiva, la población en edades potencialmente activas alcanzará valores
7. No hay que olvidar que en los niveles de las Tasas Brutas de Mortalidad y las Tasas Brutas de Natalidad no está introducido el efecto de la estructura por edad, que dificultad su comparación con otras poblaciones. 8. Población dependientes; de menores de quince años (0-15 años) y mayores de sesenta y cinco (65 años y más) y potencialmente productivas (15 – 64 años). 112
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como nunca en la historia demográfica de Centroamérica hasta el mediano plazo (2055), esto significa desafíos y oportunidades demográficas que pueden contribuir al crecimiento económico. Guatemala y Honduras serán los grandes aportantes de poblaciones activas en la región, alrededor de un tercio del total. La población del grupo de la niñez en el corto plazo está llegando su cúspide para tender al descenso, donde la fecundidad ha jugado un papel fundamental. La población adulta mayor viene en aumento en todo el periodo de estudio, es la que más crece y llegará a largo plazo a valores significativos producto del fenómeno de envejecimiento que viven todos los países. 4.2.4. Umbral del bono demográfico. El avance de la transición demográfica en la región que inicialmente se produjo con la reducción de la mortalidad y después de la fecundidad que ha llevado a un aumento de la población, continuará hasta el mediano plazo, y las transformaciones de la estructura por edad se han convertido en un fenómeno de importancia que trasciende los ámbitos demográficos. Por un lado, hay un elevado aumento en las poblaciones en edades potencialmente activas, a su vez que una reducción de la relación entre poblaciones en edades dependientes y las potencialmente activas9 por un periodo de varias décadas que se convierte en una etapa demográficamente favorable que puede generar beneficios económicos10, en otras palabras un periodo de oportunidades que desde la Demografía contribuyen con la economía, siempre y cuando se diseñen políticas y acciones para aprovechar este periodo llamado “umbral del bono demográfico”. En el caso de Centroamérica como un todo este umbral del bono demográfico se ubica entre los años 2020 al 2045, cuando la relación de dependencia tenga valores mínimos, en el inicio alrededor de sesenta por cien y culmine cuando la obtenga su menor valor y la población en edades potencialmente activas llegue a su
cúspide (Gráfico 5). Aunque es necesario apuntar que la región desde 1965 viene descendiendo la relación de dependencia hasta alrededor del 2045 cuando alcance su valor mínimo, pero seguirá teniendo valores bajos hasta el 2065. Cada país de la región alcanzará el umbral del bono demográfico en la primera mitad del siglo en diferentes años, Costa Rica y Panamá en el periodo de 2000 al 2020 y 2025, el Salvador y Nicaragua en el periodo entre 2015 al 2040 y por último están Honduras entre los años 2020 al 2045 y Guatemala entre los años 2030 al 2055. Claramente los datos muestran como los países de la región viven o están a las puertas del umbral del bono demográfico, esto por las transformaciones de sus estructuras por edades efecto de la dinámica poblacional que determina su avance en la transición demográfica (Anexo 2). Gráfico 5. CA: Umbral del bono demográfico 120.0 100.0 80.0 60.0 40.0 20.0 0.0
Fuente: Elaboración propia en base a datos de CELADE, América Latina: Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, Revisión 2012.
En la extensión del bono demográfico existen otras definiciones que incluyen varias décadas que van desde cuándo empieza la reducción de las relaciones de dependencia. Otra definición del periodo del bono demográfico incluye no sólo el tramo de descenso de las relaciones de dependencia sino también una parte del segmento creciente de las mismas hasta cuando alcanzan un valor
9. RD: Relación de dependencia Total. 10. Se refiere a las posibilidades que ofrece aumentar las tasas de crecimiento económico per cápita y los niveles de bienestar de la población. Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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de (2/3) dos dependientes por cada tres activos (Martínez Gomez, 2014). Para la región centroamericana el bono demográfico se ubicaría en la primera definición entre los años 1965 al 2045 y en la segunda definición entre los años 2015 al 2075, asumiendo que la relación de dependencia se estime con los mayores de 65 años y no con 60 años y más11. 4.2.5. Bono demográfico desde la perspectiva económica12. Otra forma de observar los impactos de las tendencias demográficas del pasado, actuales y futuras en relación a los cambios en la estructura de edades de la población y aparecimiento del bono demográfico es desde la perspectiva económica, utilizando la tasa de dependencia económica, con la que se estudia la determinación de las poblaciones productivas y las poblaciones dependientes recurriendo a la información del consumo y el ingreso por edades de las poblaciones dentro del perfil del ciclo de vida. Los cambios demográficos que se producen por la reducción de la fecundidad en la etapas iniciales de la transición demográfica producen una disminución del peso de los niños con respecto a los adultos en edad de trabajar (disminución de consumidores respecto a los productores), que significaría aumentos de los ingresos en relación al consumo y este periodo de beneficios sería la contribución demográfica a la economía, que puede durar varias décadas. Después de pasada esa oportunidad demográfica vendrá un periodo donde las poblaciones de dependientes viejos aumentan (más consumidores que productores) que es un desafío económico generados del envejecimiento de la población sino se prevén con anticipación acciones durante la anterior oportunidad demográfica. Dentro del ciclo vital de las personas desde la perspectiva económica hay diferentes tramos de edad donde
solo se consume, tal es el caso de los menores de edad, un periodo central de edades donde se produce y se consume (aunque hay mayor producción que consumo que produce un excedente) y por último un periodo de consumo donde se debería utilizar los ahorros que se produjeron en las edades productivas. Desde esta perspectiva la edad es importante desde el punto de vista económico porque cada grupo de edad de la población tiene conductas diferentes con consecuencias económicas, tal es el caso de los jóvenes que en grandes líneas requieren inversiones principalmente en educación y salud, los activos proveen trabajo y ahorros y los viejos requieren especialmente acceso a salud y jubilaciones. En general, hay perfiles de actividad económica con respecto a la edad, en los países desarrollados (EUA y algunos países de Europa) suelen mostrar un aumento paulatino de los ingresos laborales con la edad, siendo parte la retribución de la experiencia y la educación para después disminuir a edades avanzadas por la jubilación. En América Latina, la dependencia de los ingresos laborales es alta y se produce hasta donde las posibilidades físicas lo permiten. La CEPAL-UNFPA-OIJ afirma para Iberoamérica que entre los dos periodos de dependencia económica, al principio de la vida (niñez) y al final de la vida (vejez) está la etapa de independencia que se ubica desde los 26 hasta los 55 años, donde los ingresos laborales superan al consumo, siendo un periodo corto de 29 años para financiar a la población dependiente de niños y adultos mayores a través de las transferencias familiares, las transferencias gubernamentales y las inter-temporales. La tendencia general de la tasa de dependencia económica13 aumentó entre 1950 y 1971 cuando alcanzó su máximo de 1.2 consumidores por productor y desde
11. Ciro Martínez Gómez utilizando en la RD la población mayor de 60 años y más, estima con la primera definición que los países de Centroamérica su extensión del bono demográfico será: Guatemala de 1988-2050, El Salvador del 1968-2028, Honduras de 1972 al 2040, Nicaragua del 1965 al 2035, Costa Rica del 1965 al 2014 y Panamá del 1968 al 2020. En el caso de la segunda definición la estimación es: Guatemala del 2030 al 2055, El Salvador del 2015 al 2040, Honduras del 2020 al 2045, Nicaragua del 2015 a 2040, Costa Rica del 2000 al 2020 y Panamá de 2000 al 2025. 12. Este apartado se basa en los resultados del estudio que sobre “Juventud y Bono demográfico en Iberoamérica” que realizó la CEPAL, UNFPA, OIJ 13. Operacionalizando el número efectivo de consumidores que se calcula ponderando la distribución etaria de la población de cada país por el perfil de edad estándar de consumo, basado en el promedio simple de Brasil, Chile, México y Uruguay. De igual manera, el número efectivo de productores se calcula utilizando el perfil de edad estándar de los ingresos laborales. De esta forma, el análisis se centra exclusivamente en el impacto económico surgido a partir de las diferencias demográficas entre los países (Saad, P. Miller, T. Martínez, C. y Holz, M. Juventud y Bono demográfico en Iberoamérica). 114
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allí disminuye por la proporción decreciente de niños, alcanzará su menor valor en el 2025 para luego aumentar por la proporción creciente de personas mayores. Al hacer estimaciones de la magnitud utilizando la tasa de dependencia económica la tendencia regional tiene profundas diferencias entre países, que se resumen en cuatro, la tendencia I que incluye a Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú, República Dominicana y República Bolivariana de Venezuela, la tendencia II, que están Bolivia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua y Paraguay, la III España, Portugal, Cuba y Chile y la IV a Argentina y Uruguay, ocupando los países centroamericanos las tendencias I y II de acuerdo al tránsito de sus etapas en la transición demográfica. En el pasado decenio, el cambio demográfico contribuyó positivamente al crecimiento del bienestar económico en casi todos los países de la región, en su conjunto para América Latina fue equivalente a un crecimiento anual de aproximadamente un 0,6% de los ingresos laborales por consumidor entre 1998 y 2008, lo que representó más de una tercera parte del crecimiento general del PIB per cápita en ese lapso. En la década posterior a 2008 se espera un bono demográfico notablemente inferior, con un aumento de los ingresos laborales por consumidor equivalente a menos del 0,3% anual durante todo el decenio. Para los países centroamericanos como Honduras, Nicaragua se prevén bonos todavía importantes, de alrededor del 0,8% al 0,9% anuales, Guatemala 0.7%, El Salvador 0.59%, mientras Costa Rica y Panamá en 0.40% y 0.15% (Saad, Miller, Martínez, & Holz, Juventud y bono demográfico, 2008).
V. Consideraciones finales Los cambios demográficos en Centroamérica están enmarcados en los procesos generados de la transición demográfica, especialmente con la reducción de la mor-
talidad antes que la fecundidad que llevó a efectos en volumen, crecimiento y en la estructura por edad de las poblaciones. Si bien es cierto no todos los países de la región recorren la transición demográfica en la misma etapa, unos como Costa Rica y Panamá más avanzados y otros como Guatemala y Honduras van atrasados, pero en todos se están produciendo cambios en la misma tendencia general que se espera en la transición demográfica. El aumento del volumen de la población de la región Centroamérica constituye un desafío (de 42 millones en el 2010 alcanzará su cumbre en el 2075 cuando alcance los 71.2 millones), por las demandas de infraestructura, económicas y sociales que se generan de este aumento. Al mismo tiempo, puede producir una oportunidad si se agrega que se está produciendo producto de los cambios demográficos se genera un bono demográfico que puede utilizarse para producir crecimiento económico. Todos los países de la región viven o están a las puertas del umbral del bono demográfico, aunque cada país lo alcanza en diferentes años, Costa Rica y Panamá en el periodo de 2000 al 2020 y 2025, El Salvador y Nicaragua en el periodo entre 2015 al 2040 y por último Honduras entre los años 2020 al 2045 y Guatemala entre los años 2030 al 2055. Como región el umbral del bono demográfico se ubica entre los años 2020 a 2045. Desde la perspectiva económica utilizando las tasas de dependencia económica para estimar el bono demográfico para los países centroamericanos como Honduras, Nicaragua se prevén bonos todavía importantes, de alrededor del 0,8% al 0,9% anuales, Guatemala 0.7%, El Salvador 0.59%, mientras Costa Rica y Panamá en 0.40% y 0.15% anual de aumento de los ingresos laborales por consumidor. Desde ambas perspectivas, ya sea utilizando las tasas de dependencia demográfica o las tasas de dependencia económica todo apunta a que los cambios demográficos trascienden sus ámbitos e inciden en las sociedades de la región Centroamérica.
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VI. Bibliografía • CEPAL. (2014). América Latina: Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, Revisión 2012. Santiago de Chile: CEPAL. • INTAL. (2010). Cincuenta años del Tratado General de Integración Económica Centroamericana. Carta Mensual de INTAL, 2-4. • Martinez Gomez, C. (2014). Bono demográfico, bono educativo y sus impactos en Colombia. Programa Científico de VI Congreso de la Asociación
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Latinoamericana de Población (ALAP) (pág. 12). Lima: ALAP. • Rodriguez Vignoli, J. (2004). Migración interna en América Latina y el Caribe: estudio regional del período 1980-2000. Santiago de Chile: CEPAL. • Saad, P., Miller, T., Martínez, C., & Holz, M. (2008). Juventud y bono demográfico. Santiago de Chile: CEPAL. • Saad, P., Miller, T., Martínez, C., & Holz, M. (2009). Juventud y Bono Demográfico en Iberoamérica. Madrid: CEPAL/UNFPA/OIJ.
El bono demográfico en los países centroamericanos
ANEXO No.1 CA: Pirámides de Población por países, 1950 – 2100
Fuente: Elaboración propia en base a datos de CELADE, América Latina: Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, Revisión 2012.
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ANEXO No.2 CA: Umbral del Bono Demográfico por países, 1950 - 2100
Fuente: Elaboración propia en base a datos de CELADE, América Latina: Estimaciones y Proyecciones de Población a Largo Plazo 1950-2100, Revisión 2012
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El artículo debe ser inédito.
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La temática de los trabajos deberá ser vigente y de interés para el desarrollo.
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La bibliografía debe ir en orden alfabético, y solamente se pueden incluir referencias a documentos que contengan información importante que haya sido citada o discutida en el texto.
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La estructura de los trabajos deberá contener al menos lo siguiente: • Resumen y palabras clave en español e inglés (150 a 200 palabras), introducción, metodología, discusión de resultados, conclusiones y bibliografía. • El documento debe contar con todas las referencias bibliográficas de acuerdo a la normativa APA versión 6. • Se deben escribir en el apartado de bibliografía, solo las fuentes citadas en el texto. • Las tablas y gráficos deberán tener fuente y estar enumerados • La ortografía debe estar cuidadosamente revisada.
Los trabajos enviados a la Revista serán sometidos a conformidad por el Consejo Editorial, lo que no implica compromiso de publicación.
Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014
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CONSEJO EDITORIAL DE LA REVISTA EDITORA FUNDADORA Martha Lorena Suazo Matute: Msc. en Trabajo Social con Orientación en Gestión del Desarrollo, Abogada, con estudios de Doctorado en Ciencias Sociales con Orientación en Gestión del Desarrollo. Decana de la Facultad de Ciencias Sociales UNAH. EDITORA ADJUNTA Marysabel Zelaya Ochoa: Phd. Ciencias Sociales con Orientación en Gestión del Desarrollo. Coordinadora de la Maestría en Demografía y Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. CONSEJO EDITORIAL Marcos Carías Chaverri: Msc. en Economía y Política Internacional, Centro de Investigación y Docencia Económica, México D.F., Gerente de Proyectos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Honduras. Rolando Sierra Fonseca: Msc. en Ciencias Sociales y Desarrollo con Mención en Doctrina y Ética Social, Universidad Gregoriana de Roma, Santiago de Chile, Msc. en Sociología con Mención en Estudios de la Cultura, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago de Chile. Raúl Hernández Castellón: Doctor en Ciencias Geográficas especializado en Demografía, Universidad Carolina de Praga Profesor Titular, Consultante e investigador titular, Centro de Estudios Demográficos Universidad de la Habana, Cuba. Marcelina Castillo Venerio: Msc. en Economía para el Desarrollo y Proyectos de Inversión, Universidad Centroamericana, Nicaragua; Msc. Administración y Gestión de Políticas Públicas; Universidad de Popeu Fabra, Barcelona España, con estudios de Doctorado en Ciencias Sociales con Orientación en Gestión del Desarrollo, Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Investigadora Independiente. ASUNTOS ADMINISTRATIVOS Y LOGÍSTICOS PM. Dania Concepción Rodríguez Lic. Helen Alexandra Ventura Villalta Ing. Ana Carolina Paz Delgado Sr. Erick Norman Galindo Regner Asís Castellanos DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Hektor Varela IMPRESIÓN Litografía López, S. de R. L. Tegucigalpa, MDC, Honduras Universidad Nacional Autónoma de Honduras Maestría en Demografía y Desarrollo Edificio F1, 3ra. planta, PBX (504) 2213-4928, Cel. 9988-4401 E-mail maestriademografiasocial@yahoo.es mae.demografiasoc.cu@unah.edu.hn www.maestriademografiaydesarrollo.com twitter:Maedemografiahn facebook:maestriademografia PINTURAS 120 Revista Población y Desarrollo: Argonautas y Caminantes, Vol. 10, 2014 La pinturas de este número fueron realizadas por José Francisco Reyes Orozco.