O.J.D.: 296614
Fecha: 18/03/2013 EL PAÍS, lunes 18 de marzo de 2013 Sección: CULTURA Páginas: 40,41
40 vida & artes1899000 E.G.M.:
cultura Área: 1470 cm2 - 130% Tarifa:
37453 €
Pritzker para la arquitectura mutante Toyo Ito logra el máximo reconocimiento de su disciplina gracias a una trayectoria al servicio de las necesidades reales y alejada del vacuo espectáculo del diseño ANATXU ZABALBEASCOA Madrid El Pritzker de hace tres años a Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa debió de sorprender a Toyo Ito (Seúl, 1941). Puede que gratamente. Sejima había trabajado para él en la época más vanguardista del arquitecto japonés, cuando levantó la Torre de los Vientos de Yokohama, cuya iluminación cambiaba con la brisa. Luego, como ella misma respetuosamente admitió, sus intereses se alejaron. Es cierto, pero también incompleto. Ito se había apartado de la ligereza anterior porque, a sus 71 años, sigue buscando. Esa búsqueda define sus intereses y su obra. También le ha valido el Premio Pritzker. “He proyectado arquitectura teniendo en cuenta que esta será mejor si nos libramos, aunque sea un poco, de cualquier limitación. Sin embargo, cuando termino un edificio, me doy cuenta con dolor de mi propia incapacidad. Esa incapacidad se convierte en energía para abordar el siguiente proyecto.
“Mi arquitectura nunca tendrá un estilo fijo ni yo quedaré satisfecho” La suya es una obra en marcha, responde a contextos y se opone a la firma Ese es mi proceso creativo y, seguramente por eso, mi arquitectura nunca tendrá un estilo fijo ni yo quedaré satisfecho con ninguno de mis trabajos”. Esa ha sido la reacción del arquitecto al saberse, finalmente, ganador del Pritzker. El reconocimiento le llegó mucho antes. El mismo año en que Sejima y Nishizawa recibían este galardón, su país le concedió el Praemium Imperiale. El RIBA londinense lo había condecorado en 2006 y la Bienal de Venecia madrugó para reconocer con un León de Oro toda su
trayectoria en 2002. El pasado verano Toyo Ito regresó a esa ciudad italiana. Su propuesta Home-for-All, en el pabellón japonés, no hablaba de experimentación tecnológica ni de innovación material, ni siquiera de formas orgánicas para mejorar la huella dejada por el Movimiento Moderno. Hablaba de la gente que se había quedado sin casa en Fukushima. También allí debía llegar la mejor arquitectura. Ito no se conforma con ahondar en una investigación o perfeccionar un estilo. Por eso al amplio espectro tipológico de su obra se une un abanico formal que impide clasificarlo. La suya es una obra en marcha, una arquitectura que responde a contextos, programas y necesidades concretas: lo opuesto a una firma de autor. No es esclavo de las formas ni de las tecnologías. Y mucho menos, de su propio sello. Tal vez por eso, el arquitecto chino Yung Ho Chang, jurado del Pritzker, ha resumido sus trabajos en uno solo: “Hace avanzar la arquitectura y para conseguirlo no tiene miedo de soltar lo que ya ha logrado”. La versatilidad de Ito está así cimentada en una investigación insaciable que le lleva a la vez a levantar obras que rompen con las jerarquías y las separaciones espaciales, como la Mediateca de Sendai (2001); edificios que emplean la piel como ornamento y estructura, como el rascacielos para Tod’s en Omotesando en Tokio (2004); inmuebles que exprimen un peldaño más las posibilidades constructivas del hormigón, como el Tanatorio en Gifu (2006); o pequeñas obras de arte, como el pabellón abandonado hasta su incendio y destrucción en lo que debería haber sido el Parque de Relajación de Torrevieja (Alicante). Ese etéreo pabellón helicoidal de madera corona la mala fortuna de los trabajos de Ito en España. No es casualidad que ninguno de ellos figure en la galería de imágenes que acompaña el dossier del Premio Pritzker. En Logroño, sus viviendas de protección oficial no han encontrado compradores. Y en Barcelona, sus dos torres de la
El arquitecto Toyo Ito con la maqueta de uno de sus proyectos. / gorka lejarcegi
Complejidad y misterio al margen del tiempo BENEDETTA TAGLIABUE Celebro que el Pritzker 2013 sea para Toyo Ito. No he formado parte del jurado, pero de haberlo hecho, también le habría votado. Lo hice en la última Bienal de Arquitectura de Venecia, cuando lo elegimos mejor comisario de los pabellones nacionales. En el pabellón de Japón, Ito
hizo un impresionante montaje con troncos de árboles que, cuando estaban enteros, parecían atravesar el techo del pabellón y otras veces, cortados, fueron utilizados como base para maquetas de cartón que, además de ser muy hermosas, enviaban un mensaje: querían ser una casa para todos después del tsunami de Fukushima.
Toyo Ito conseguía así aplicarse a la difícil tarea de ayudar en la emergencia sin perder la fe en la calidad de la arquitectura como el lugar para un “confort” colectivo. Ito no apareció solo el día de la inauguración. Estaba siempre allí, constantemente trabajando en el montaje, de forma personal, vestido con una camiseta, alejado de divismos. Una
vez más nos conquistó. Le dimos el premio por unanimidad. Digo que nos conquistó “una vez más” porque, mirando atrás a los muchos años que hace que lo conozco, recuerdo muchos momentos en los que ha sabido conquistar mi admiración. Lo hizo explicando, magistralmente, su mediateca de Sendai en una conferencia tan comunicativa
que llevaba a olvidar la dificultad del idioma japonés, que él estaba hablando. Sus proyectos son así, en ellos se intuye una arquitectura compleja y misteriosa, la misma por la que uno puede pasearse en el nuevo edificio de la feria de Barcelona. Como habitante de esta ciudad le agradezco a ese inmueble su capacidad de transformar esos lu-
O.J.D.: E.G.M.: Tarifa: Área:
296614 1899000 37453 € 1470 cm2 - 130%
Fecha: 18/03/2013 Sección: CULTURA Páginas: 40,41
EL PAÍS, lunes 18 de marzo de 2013
a mutante
HARMONY KORINE Director de ‘S
“No quiero asustar padre con esta pel
ias a una trayectoria táculo del diseño
GREGORIO BELINCHÓN Madrid
Arriba, mediateca de Sendai, su proyecto más celebrado. A la izquierda, boceto de su diseño del parque de La Gavia que hizo para EL PAÍS. / naoása & partners inc
Fira, la nueva feria de muestras, buscaron ensamblar los edificios existentes y dotar de identidad a un barrio emergente con dos iconos difíciles de olvidar. Es cierto que esos rascacielos son más llamativos que excelentes, pero también lo es que cuando el presupuesto y el
Su producción en España retrata a la Administración por su peor perfil Toda su familia trabajó fabricando miso para hacer sopa
/ gorka lejarcegi
tiempo
e dimos ad. tó “una do atrás ace que muchos a sabido n. Lo hilmente, en una nicativa
que llevaba a olvidar la dificultad del idioma japonés, que él estaba hablando. Sus proyectos son así, en ellos se intuye una arquitectura compleja y misteriosa, la misma por la que uno puede pasearse en el nuevo edificio de la feria de Barcelona. Como habitante de esta ciudad le agradezco a ese inmueble su capacidad de transformar esos lu-
tiempo se apuran, la arquitectura solo se puede envolver con papel de regalo: pura fachada. Eso sucedió en Barcelona. En Madrid fue peor: el parque ecológico de La Gavia, en el ensanche de Vallecas, debía aprovechar el arroyo que lleva ese nombre, recuperar la antigua topografía del lugar, reciclar el agua de lluvia en uno de sus lagos y esperar a que la biodiversidad también regresara. Solo realizó una primera fase. Una vez inaugurado, dejó de interesar. Se acabó el dinero. La planificación fue nula. El par-
Fascina escucharle hablar de conceptos zen o explicar sus primeras obras gares tan cansinos que son las ferias en un espacio familiar donde te entran ganas de pararte a disfrutar. En los 20 años que hace que conozco a Ito no he perdido nunca la fascinación por el hombre y por su arquitectura.
que hoy es vulgar: lo que debía ser un modelo de sostenibilidad no se sostiene ni él. Así, aunque el nuevo Pritzker retrate a la Administración española por su perfil más horrendo, premia sin duda a un profesional que, todavía hoy, con muchas más luces que sombras, merece el galardón. En activo y activando a los más jóvenes, Ito no solo ha demostrado ser incansable a la hora de repensar la arquitectura: lleva unos años repensando también el mundo. Nacido en la Corea ocupada por los japoneses, llegó a su país con dos años. Instalados en Nagano, su madre le encargó una casa a Yoshinobu Ashihara, que había trabajado con Marcel Breuer. Con 12 años perdió a su padre y toda su familia trabajó fabricando miso para hacer sopa. De aquella familia solo sobrevive su hermana. El arquitecto, que tiene una hija de 40 años, enviudó en 2010. Tal vez por eso, en 2011, decidió ceder buena parte de su legado a un museo que lleva su nombre en la isla de Omishima. El nuevo edificio está formado por sólidos poliedros amontonados, pero junto a él se levanta la reconstrucción de la vivienda de aluminio que construyó para sí mismo en 1984. Su mensaje como arquitecto está en ese diálogo: los tiempos, las necesidades y los contextos cambian; la arquitectura debe responder a esos cambios. Fascina escucharle hablar de conceptos zen, escucharle explicar sus primeras obras o cenar con él pescado en el Carvallheira de Barcelona. En este tiempo, su arquitectura ha ido aceptando nuevos retos. Pero su aspecto no ha cambiado. Con 70 años mantiene el talante, y el físico, de un treintañero de pelo oscuro. Parece que los años no pasan por la obra o la persona de Toyo Ito. Y en eso también sabe fascinarnos. Benedetta Tagliabue es arquitecta.
aquella energía loca y vo en pantalla”. A Korine la idea de c una historia le pone nervi por eso optó en Spring bre por una construcción mu que superara el lenguaje matográfico: “Me acaban rriendo las narrativas tra nales. Así que me fui a las de electrónica y cree una cie de loop visual, microse
Harmony Korine cumplió el 4 de enero 40 años. La cosa tiene su miga, porque el guionista y director ha trabajado siempre con mimbres como la adolescencia vibrante y el peterpanismo salvaje. A los 19 años escribió Kids, el guion que Larry Clark llevó a la pantalla en 1995, y Nueva York, el cine juvenil y la irreverencia no volvieron a ser lo mismo. Cuatro años más tarde ya había debutado como director con Gummo y filmado un dogma, Julien Donkey-Boy. Korine ahora es padre de familia, ha acumulado más títulos a su filmografía, aún cree en un cine simbólico más que narrativo, y acaba de estrenar Spring breakers, que sin dejar de lado sus impulsos creativos, parece pensada para un público más general. Por de pronto en el cuarteto de chicas protagonistas están Selena Gómez y Vanessa Hudgens, procedentes del mundo Disney. Las cuatro quieren disfrutar de unos días locos de vacaciones en primavera, en el equivalente estadounidense a la semana blanca escolar española, pero tanta fiesta, alcohol y drogas les lleva a congeniar con un matoncillo —un DJ que se dedica más a ser camello y ladrón…— con ambiciones de esEl director de cine Harmony Korine. calar en el hampa. Para darle verosimilitud, Korine rodó de verdad en mitad de estas hordas de vein- La película se ro teañeros salidos… y con paparazis locos por fotografiar a las entre hordas chicas Disney en biquini. “Fue de veinteañeros horrible. Nunca tengo suficiente tiempo, porque soy muy am- de verdad bicioso con mis proyectos. En esta ocasión, además, la película era distinta, tenía otras com- “Me gusta plasma plejidades, que complicaron el la adolescencia y rodaje. Me apoyé en amigos. Me quitaron tiempo encima del final. Vives como rodaje…”. De aquel caos, Kori- no hubiera maña ne recuerda algunos detalles desternillantes. Como que la madre de Selena Gómez es más cias muy rápidas que se re joven que él. “No me lo podía de vez en cuando para q creer. ¡Tiene cinco años menos película dé una sensació que yo y dice que es mi fan! consumo de drogas”. James Franco, que en Tanto Selena como Vanessa mueven a su alrededor… una lo- al DJ, aseguraba que S cura. Seguidores, merchandi- breakers es como un víd sing propio… Jamás había lidia- Britney Spears —presente do con algo así. Yo trabajaba calmente en el filme— ro con un equipo reducido, y de con el ojo de Gaspar Noé repente veías helicópteros de divertido, y me siento mu paparazis con más cámaras de presentado en esa frase. N las que yo disponía. Deseaba fil- Leos Carax, ambos am mar con ritmo frenético, en mi- míos desde hace casi 20 tad de los chicos que estaban son cercanos. No los sien de vacaciones, absorber toda mo influencia, sino como