Museo Portรกtil LRS Nยบ4
Publicaciรณn de bajo costo, laboratorio DobleYo 2013
Imágen de portada y contra-portada dibujo del proyecto “jardín errante” de Antonio Diez
Ministerio de Cultura República de Colombia Dirección de Artes Programa Nacional de Estímulos Coordinación Lab DobleYo Laura Wiesner Ingrid Torres Violeta Ospina Frey Español Karina Perdomo (local) Publicado en Bogotá, octubre del 2013
Contenido
*Editorial: innovaciones e invocaciones Frey Alejandro Español
*Convocatoria de dibujos ¿cómo imagina a Amborco”?
* Brindis por el Museo portátil del Huila Violeta Ospina
*Convocatoria abierta y descarada “El retorno de los ídolos (San Agustín)” en el Museo Nacional de Colombia Violeta Ospina
* Memorias del museo: esto no es un aerolito Leonato Povis
*Historias de Museo: trabajo en casa Violeta Ospina
* Jornadas de dibujo en la UniversidadAntonio Nari単o Lab DobleYo (artistas del Huila)
* Instrucciones para hacer un cuento sonoro ampliado Karina Perdomo y Laura Wiesner
* Instrucciones para crear un relato grupal sonoro (en el aula de clase) Leonardo Ortiz
* Imagen invisible Mauricio Rojas
*Editorial innovaciones e invocaciones Frey Alejandro Español Rairàn
Esta sesión del Lab Dobleyo surge como una apuesta al cambio, derivado de sircunstancias personales: pequeñas crisis que nos hacen terminar con procesos de largo aliento y nos obligan a proponernos cambios y nuevos rumbos. Del proyecto expositivo regular del año anterior, con ploter de corte y cuadros sobre la pared blanca del edificio de artes de la USCO, este año queremos proponer la movilidad, la levedad, el viaje; una estrategia de innovación para lo que está por venir. Esta situación de crisis por la cual atravesamos en los ùltimos días, se manifiesta, segùn creo, en esta nueva propuesta de Museo Portátil. Para contextualizar, la idea de museo surge en el siglo XIX de una supuesta apertura democrática de lo que eran las colecciones imperiales, en su mayoría fruto del saqueo realizado en viajes y expediciones a lugares lejanos. Desde el comienzo estos lugares fueron un espacio de legitimación de un poder colonial. Debido al objetivo mismo del museo, entendido este como un traslado de piezas, la idea del museo portátil la podemos rastrear desde el origen mismo del museo, Antes del XIX los gabinetes de curiosidades; al igual que los gabinetes coloniales; e incluso los altares móviles que se usaron en los procesos de conquista. Complejos procesos museográficos, aunados a proyectos arquitectónicos, políticos y culturales diferentes, paulatinamente fueron encerrando al museo en dinámicas sedentarias de palacetes y galerías comerciales, que propusieron modelos culturales e ideológicos al visitante. Visitar el museo se convirtió en una experiencia paradójica, ya que reúne el goce estético y también la posibilidad supuestamente “democrática” de acceder al conocimiento de forma incluyente, ya que se empieza a entender a este lugar como un espacio de archivo y generación de conocimiento, donde se ejemplifica que el saber es la principal forma de poder, y por ende la participación en la configuración del museo es una forma de ejercer el poder para grupos culturales mayoritarios.
Todo lo anterior surgió como producto de un proyecto moderno, de un saber positivista que tuvo plena vigencia hasta la segunda guerra mundial con millones de muertos y recursos bélicos que abrieron la posibilidad de una catástrofe planetaria, demostró el fracaso de ese conjunto de ideas. Algunos de los artistas que tenían como centro de operaciones a París, previeron el debacle de aquel proyecto y mudaron, la mayoría hacia Nueva York. Entre éstos artistas que tuvieron que asumir un “trasplante cultural” se encontraba Marcel Duchamp, quien armó una maleta “Boîte-en-Valise” con réplicas en miniatura de sus obras. Este gesto, que luego sería socializado en público a través de una exposición en la galería Peggy Guggenheim en 1942, también fue documentado en publicaciones editadas por él mismo, a modo de catálogo, de dicho museo. De la vieja Europa del museo del conocedor, se pasó al espacio nuevo de galerías comerciales y de la mercancía artística. Allí estas obras pequeñitas de Duchamp, precursoras críticas de la idea misma del arte y de “lo museal”, se sumergieron en un contexto nuevo de libre mercado. Estas obras de Duchamp asumieron posiciones desconcertantes, para algunos pueden ser vistas como un juego sin propósito, que paulatinamente comenzó a plantear un campo del arte donde la idea de museo y de pieza museográfica es ambigua, planteando que el espectador es parte integral de eso que se puede llamar “obra” y por tanto exigiendo de éste por ejemplo, desenmarañar “eso ambiguo” que era un ready-made, un orinal fabricado industrialmente, comprado, firmado y puesto a circular como “la fuente”, una escultura. El espectador debía descifrar la sintaxis de un gesto como “la fuente” y más allá, encontrar un sentido para el objeto ahora reproducido en miniatura, orinal portátil diferente del ready-made inicial. Pero los reclamos para que el espectador decodificara o interpretara se articularon con la popularización del trabajo del crítico y del historiador de arte, oficios que daban luces
al espectador en esta dialéctica, su oficio era el de “opinador” o “explicador” y que en prácticas posteriores tornaron hacia prácticas de intervención, como el caso del “museo de la calle” de Federico Guzmán o del “colectivo cambalache” en Bogotá, ejemplos donde el espectador ya no es un interprete sino un actor de la obra, algo de esto se resulto en una advertencia de Daniel Buren sobre esos nuevos actores, llamados “curadores” que amenazaba con tomarse para sí todo el crédito de la creación. Es así que llegamos a casos como la llamada “curaduría del vacío” de la Bienal de San Pablo en Brasil, con muchos metros cuadrados sin obras, solo el aire y la arquitectura; una exposición del vacío, según su curador una invitación a la reflexión, que fue entre otras cosas, un desafío al papel pasivo del espectador. En años recientes con el desarrollo de dispositivos móviles llamados “inteligentes” hemos sido testigos de una “realidad aumentada”, como si ese vacío que nos propuso La Bienal del vacìo no fuera suficientemente aburrido, estas herramientas permitieron nuevas formas de poblar el espacio desde la virtualidad de la web. Como en el manifiesto de “zona temporalmente autónoma” de Hakim Bey, el espectador es un desarrollador de software, quien puede generar sus propios contenidos al margen de las discursivas propuestas por artistas, críticos o curadores. No obstante las limitaciones de acceso a teléfonos inteligentes o la limitación de la la inteligentizia a la cual se refería Leonardo en su tratado de la pintura, nos deja con el doble malestar de no tener el teléfono adecuado (no tan inteligente); de no haber instalado el app adecuado para la ejecución del programa; para al final sentirse parte de un club, el de los que entienden un conjunto de invocaciones al colonialismo del museo del siglo XIX, al museo de Duchamp y demás referencias culturales que nos permiten entrar o no al museo; el club de los que entienden nada; el club de los que le apuestan a un juego implícito y deliberado; EL club de los que tenemos nuestro propio museo. Para este club es ésta publicación, que incluye dos convocatorias que invitan a la participación (este es un club abierto), y como de costumbre dejamos algunas hojas y espacios sin contenidos para que sean llenados por los lectores, dejando la puerta abi-
Dibujo Amborco, Juan Ricardo Rey Marquez, 2013
*Convocatoria de dibujos e instrucciones: ¿cómo imagina a Amborco”? Convocatoria abierta en dos modalidades: 1. Dibuje un lugar llamado Amborco (su dibujo estará en la exposición del Museo Portátil del Huila y será incluido en el catálogo impreso -LRS (Like a rolling stone) de 500 ejemplares (RECIBIMOS DIBUJOS HASTA EL 24 DE NOVIEMBRE). 2. Done obras para el Museo Portátil del Huila (instrucciones para acciones, postales, libroarte, textos, copias de sus obras, maquetas, sonidos...) * * * * * ¿Cómo imagina un lugar llamado “Amborco”? Lanzamiento del Museo portátil del Huila (Laboratorio de investigación-creación Dobleyo - Huila) El lugar señalado para el gran lanzamiento de la primera exposición itinerante del Museo portátil del Huila es un lugar llamado “Amborco” (conocido por ser una lugar de ocio para la familias en Neiva). Esta exposición itinerante viajará por varios municipios del Huila e irá nutriendo su colección a lo largo del viaje. El Museo será una plataforma que inaugure espacios de visibilización y distribución de diferentes prácticas artísticas y su crítica en el departamento del Huila.
Para nuestra primera muestra queremos conformar una colección de trabajos sobre el imaginario de este departamento: el río Magdalena, las nieves del Nevado, los solazos intensos y brillantes en Neiva, las reinas y los reinados, el bambuco, el folclor, las carrozas, la represa del Quimbo y Betania, el parque arqueológico de San Agustín e Isnos, los municipios de Acevedo, el Agrado, Aipe, Algeciras, Altamira, Baraya, Campoalegre, Colombia, Elias, Garzón, Gigante, Guadalupe, Hobo, Iquira, La Argentina, La Plata, Nataga, Oporapa, Paicol, Palermo, Palestina, Pital, Pitalito, Rivera, Saladoblanco, Santa María, Suaza, Tarqui, Tello, Teruel, Tesalia, Timana, Villavieja, Yaguara. El Museo portátil del Huila también se aprovecha vilmente de esa fama de que el Huila ha sido cuna de muchos artistas importantes en la escena del arte nacional, con el pesar de dejar muchos nombres por fuera podemos recitar el texto promocional de exposición en la Sala de exposiciones de la Biblioteca del Banco de la República de Neiva y decir que el Huila es una “Tierra de talentos” partiendo de Ricardo Borrero Álvarez, y especialmente de los jóvenes maestros de hoy, baste mencionar los nombres de Adolfo Suaza, Álex Rivera, Arturo Flórez, Diana Ortiz, Filomeno Hernández, Gabriel Nieto Nieto, Helmut Soltau, Ignacio Monge, Jairo Plazas, Milton Morales Grillo, Margarita Rosa Gómez Vélez, Mario Ayerbe, Marta Vega, Miguel Darío Polanía, Nubia Lamilla, Pedro Cabrera, Reinaldo Tamayo, Juan Diego Guzmán Tafur (a quienes no conocemos). Y en nuestra nómina incluiríamos a algunos que si conocemos, como Wilson Diaz, Ramiro Losada, Leonardo Munar, Edinson Quiñonez, Karina Perdomo, Carlos Salas, Leonardo Ortiz, Victor Albarracín y Pablo Mosquera Trujillo entre otros.
¿Quiénes pueden participar? Cualquier persona puede participar. ¿Cómo participar? Hay dos formas de participar enviando dibujos e instrucciones para la muestra inaugural del Museo portátil del Huila y enviando donaciones de obras para la colección del Museo.
En ambos casos envíe un correo electrónico con una(s) imagen(es) (.jpg) o una serie de instrucciones de la obra que quiere presentar o donar al Museo portátil de Huila al correo electrónico faer88@ gmail.com y a laboratoriodobleyo@gmail.com. Después de recibir su comunicación integrantes del Laboratorio DobleYo se comunicarán con usted para agendar una reunión privada con el fin de establecer las condiciones de donación de su obra a la colección y/o las condiciones de su exhibición. ¿Qué pasará con mis dibujos o instrucciones? Integrantes del Laboratorio DobleYo (Laboratorio de Investigación - Creación en el Huila del Ministerio de Cultura) se encargarán de la primera muestra inaugural del Museo, programada para el sábado 12 de octubre en el sitio denominado “Amborco”, luego según las condiciones de participación de cada artista, la obra pasará a ser parte de la colección del museo o será devuelta a su autor. Junto con la exposición se imprimirá un pequeño tiraje de 500 ejemplares numerados del catálogo de dibujos e intervenciones realizadas en dicha muestra. La distribución de este catalogo será gratuita. ¿Hasta cuándo? El sábado 5 de octubre del 2013 habrá una primera jornada de dibujo en el taller 4/4 de Bogotá desde las 6:00pm, todos invitados, habrá vino y galletas. La exposición inaugural del Museo será en Amborco el día sábado 12 de octubre del 2013. No obstante la convocatoria permanecerá abierta hasta el 24 de noviembre del 2013.
* Brindis por el Museo portátil del Huila Violeta Ospina
¿Podemos inaugurar un Museo de gestos? Un museo que nos continúe reuniendo a pesar del Laboratorio, con la idea de ir construyendo plataformas para el arte en el Huila, políticas del cambalache y el deseo, contra políticas museales dependientes de los recursos del sanjuanero o del presupuesto para el folclor y su administración. Tendremos la oportunidad de abrir el Museo cuando queramos, de intercambiar proyecciones y acciones plásticas por espacios temporales de refugio, por la casa e algún amigo. Un museo que revele el gusto por la economía informal del arte en el Huila. Donde se donen obras, se donen gestos y se intercambien obras por afectos, más obras, más gestos. No hay espacio así, dicen los jóvenes en Neiva. Un espacio de distribución de un espacio de distribución de un espacio... Un museo que funcione como una muñeca rusa, que se despliegue en el espacio que nos acoja. La agencia de nuestro museo será encontrar puntos de encuentro, redes para suspenderse, vectores para desplegarse. El acervo del museo portátil será riguroso en su escritura, consignando cada cosa y cada gesto que sale y que entra del museo.
Llevaremos al hombro la carga de proyectos semejantes como los de Alexandra Marcomick, Federico Guzmรกn, Raimond Chaves, entre muchos otros museรณlogos de lo portรกtil. Esperaremos no volvernos pesados por los objetos, sino pesados por los gestos y la experiencia acumulado. Inauguremos hoy, de nuevo, el Museo portรกtil del Huila.
Dibujo Amborco, Violeta Ospina, 2013
Convocatoria abierta y descarada “El retorno de los ídolos (San Agustín)” en el Museo Nacional de Colombia Violeta Ospina
INSTRUCCIONES PARA ACCIONES DE CORTA Y LARGA DURACIÓN Ejecutante: Violeta Ospina Envíe instrucciones a la artista para que realice una acción plástica en la sala de la exposición “El retorno de los ídolos” en el Museo Nacional de Colombia (puede ser también en los alrededores del Museo). Tenga en cuenta que a la sala no se puede entrar comidas ni bebidas y que acciones contra el patrimonio sólo se podrán hacer de forma virtual (animadas). Su instrucción será puesta en una gran bolsa de acciones y será grabada en video. En el video editado de la acción aparecerá su nombre como creador, el video hará parte de una de las primeras piezas del Museo portátil del Huila. Por los pormenores de cada acción sólo serán escogidas al azar un máximo de acciones (por definir), que podrán ser realizadas una después de otra dependiendo de su duración. Tenga en cuenta cierta economía de los materiales, el diálogo con la piezas, su desplazamiento desde San Agustín y su emplazamiento temporal en el Museo. Fecha límite de envío de sus instrucciones: 15 de diciembre. Apoya: Laboratorio de Investigación y Creación en el Huila - Dobleyo - del Ministerio de Cultura Fecha límite de envío de sus instrucciones: 15 de diciembre de 2013. Envíelas a LABORATORIODOBLEYO@GMAIL.COM
* Memorias del museo: esto no es un aerolito Leonato Povis
Historia natural:
La visita al Museo Nacional comienza casi siempre con un objeto enblemático: un aerolito de más de 400 kg de peso encontrado por una niña cerca de Santa Rosa de Viterbo y luego coleccionado como la primera pieza del antes llamado museo de historia natural. Un objeto único que parece partir el edificio en pedazos: aquí de un lado la naturaleza y allá, en partes, la historia. Para los niños y los adultos es una gran sorpresa saber que el objeto es “real”(¿es de verdad? ¿es una copia? ¿es un meteorito? ¿es el original?). El paso por este objeto significa la primera prueba de fe en el discurso del guía, o quizá todo lo contrario: el umbral a la ilusión de la historia, las verdades científicas y el arte de una nación suspendida en el aire.
Un día me topé con las mismas preguntas, esta vez con un grupo de niños de la periferia de Bogotá y antes de afirmar su validez, les pregunté por qué creían que no era real, un niño me respondió rápidamente y sin dudarlo que no podía ser sino una replica del verdadero hecha en otra material. ¿Qué material? Metal y... plástico. ¿Y el metal es artificial? Sí... ¿Y este objeto es artificial? Síííí, respondieron en coro. Bueno, ¿y dónde creen que está el verdadero? En Europa. La respuesta partía, quizá, de un supuesto todavía más sorprendente: el aerolito no es el verdadero porque está en un museo de Colombia, y Colombia es el país donde todo es replicable. O un supuesto todavía más antiguo: en los museos las cosas son replicas de ideas como en la caverna de Platón.
El niño empezaba a tener razón, cada objeto hoy es reproducible como una alcancía de plástico, un juguete, una foto y quizá los museos sean la copia de una idea de la que ni él ni yo llegaremos a conocer sino a través de su copia. Temeroso de perder el criterio de autoridad frente a los pequeños, la única razón que podía dar fe de que era un aerolito y, además, que le daba razón a mi estar ahí, era que lo tocaran. ¡Tóquenlo! Todas su manitos se abalanzaron al objeto, entonces les dije: “así de frío es el universo”. Los niños se estremecieron con un gran ¡ahh!, y seguido, ya recuperado todo mi aliento, les pedí que intentaran levantarlo para comprobar su peso. Los veinte niños se abalanzaron para sostenerlo en brazos y despegaron con el objeto atravezando las claraboyas de los tres pisos el edificio.
Museo, fotografìa capturada por Frey Español el vierenes 21 de junio del 2013 en el espacio del Museo de Arte Contemporáneo de Neiva, en la exposición “100 años del descubrimiento científico de San Agustín”
*Historias de Museo: trabajo en casa Violeta Ospina
Papá: - Oiga, si sabe que en el Museo Nacional al parecer se momificó un loco, un tal Pedro Figueredo... Figuero...? Hija: - Pedro Manrique Figueroa, el precursor del collage en Colombia. Papá: Ese mismo, él tipo desapareció totalmente, parece que fue y se metió en un nicho y se quedó quietico hasta que se momificó... Hija: ¿Dónde lo supo? Papá: Uy, ayer me trasnoché viéndolo en un programa en Señal Colombia... el tipo fue todo un trashumante, militó en el PC, conoció a un hippie que empelotaba las viejas, del que todos oímos hablar en el barrio y como yo, cuando éramos muchachos, él fue a parar donde Jon Broderick, a ese yo lo conocí de pelado... Hija: ¿En serio? Papá: Sí, el biógrafo del cura Camilo... Luego se fue a la URSS, también hizo parte de los Tupamaros pero se salió... Y además hacía unos collages berraquísimos... pero el tipo no se quedaba quieto, incluso rechazó a una gringa que todavía está enamorada de él, otra loca... De pronto el amor lo hubiera salvado. Hija: Si se salvo fue en el Museo. Bueno Pa, mañana pregunto en el museo a ver qué... a ver si es cierto... Papá: Pero claro que es cierto, y pregunte sino tienen un collage de él por ahí en el Museo para ir a verlo...
* Jornadas de dibujo en la UniversidadAntonio Nari単o Lab DobleYo (artistas del Huila)
* Instrucciones para hacer un cuento sonoro ampliado Karina Perdomo y Laura Wiesner
Este instructivo se divide en tres partes, la primera es una exploración sonora, la segunda es la construcción de un evento sonoro y la tercera es la escritura o fijación de dicho evento. EXPLORACIÓN SONORA Para hablar de exploración sonora, debemos pensar que vamos a hacer un viaje, por una historia que no se sabe qué va a contar, una sorpresa. Para ello, necesitamos algunas herramientas indispensables que nos ayudarán a surcar los más asombrosos e inauditos paisajes, así mismo de un lavado de oídos y apertura a la escucha (1). En ese caso, debe usted tratar de poner su mente en blanco y olvidar (si es que tuvo) sus lecciones de música, pues no ayudarán a nuestro propósito. Recuerde, hay que olvidar las lecciones de música. 1. tes.
Reúna un grupo de personas, mínimo dos integran-
2. Seleccionen, cada uno un objeto que suene, puede ser un elemento cotidiano, instrumento musical, es decir cualquier elemento del cual pueda usted extraer o generar un sonido. Ojalá, sea algo que tenga a la mano de fácil traslado y manipulación. 3. Exploren si dichos objetos suenan al rozar, golpear, soplar, sacudir, etc. Si es un instrumento traten de revisar de qué otra manera puede sonar, que no necesariamente sus sonidos sean para los cuales están diseñados. Piensen en las (1) Una escucha “acusmática”, noción que nos permite desligar el sonido de su fuente o de su causa. Según Mauricio Bejarano: “escuchar sin ver, negro absoluto, ausente de toda referencia visual”.
miles de posibilidades que pueden existir; lo importante es que los “hagan sonar” de muchas maneras. Variación. Pueden realizar estas exploraciones en diferentes espacios, usando los elementos que componen dichos lugares. Por ejemplo: Una habitación, una cocina, un parque, una plaza, un salón de clases, la rivera del río, etc. ¿Qué elementos habría en cada uno de estos sitios? EVENTO Las improvisaciones nos sirven como guía para la configuración del evento sonoro, pues a partir de ellas, encontramos sucesos y gestos que narran algún acontecimiento. Este es el principio de nuestro cuento. Dicho acontecimiento narrado, puede estar relacionado o no al espacio en el que se encuentren haciendo este cuento sonoro y oreja, es mejor evitar el uso de palabras. 4. En ese sentido, lo mejor es improvisar en una primera medida, haciendo sonar simultanea (al mismo tiempo) o consecutivamente (uno después del otro) sus objetos sonoros. Identifiquen esos momentos que les parecen interesantes y que les llaman la atención. 5. Recuerden que para las improvisaciones hay que continuar “parando la oreja” a lo que está sucediendo. 6. Si desea que este sea “un evento”, invite a más gente a participar y a varios espectadores para que vivan la experiencia. 7.
Recuerden la exploración y procuren sorprenderse.
ESCRITURA DEL CUENTO O FIJACIÓN DEL EVENTO En la mayoría de los casos, el común denominador piensa que fijar un sonido es grabarlo a través de un dispositivo de (valga la redundancia) grabación. Sin embargo, los sonidos también se pueden fijar a través de la escritura y la memoria, es por ello que aun hoy en día conocemos historias lejanas que se transmitieron a través de la oralidad y los libros. He aquí una reflexión para ampliar nuestra noción
de conservación de este viaje sonoro: 8. Una opción es escribir (y/o describir) aquellos sonidos interesantes, tensos, suaves, suspendidos y elaborar un texto, de acuerdo a su intuición. Pueden incluir en este texto el silencio, en el momento que consideren necesario. Este texto no necesariamente debe ser verbal, aunque si así lo desean, adelante. Tengan en cuenta los trazos, manchas, garabatos y las manos de los integrantes. 9. Si su opción es más convencional, en este punto ya deberían contar con una grabadora de sonido, pueden usar una o varias. En el mejor de los casos, se optaría por una especializada, con micrófono direccional para cada uno de los objetos, empero, dichos transductores pueden provenir de una cámara de video, un celular, un computador o cualquier dispositivo móvil. No hay que descartar la captura con ruido o en baja calidad, pues significaría sesgar la puerta de la experimentación. 10. Si desean rescatar la oralidad, después de una semana, hable con las personas que estuvieron en el evento y compruebe qué fue lo que les impactó, qué les llamó la atención, cuáles fueron los momentos que más se fijaron en la memoria, qué se olvidó. Y teniendo en cuenta estos comentarios, recomponga el evento, otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra
vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez, y otra vez. Adenda 1_ En el caso de la captura de sonido por medio de un dispositivo de grabación, se puede realizar a posteriori la edición por medio de un software. Recomendamos, en este caso uno muy elemental y de libre acceso, el cual se llama AUDACITY (2) . Adenda 2_ Este cuento se ha realizado con el fin de mostrarse o contarse, así que recomendamos ponerlo en circulación, a través de los medios de comunicación posibles: Internet, redes sociales (que también puede vincularse en el sentido más literal de la palabra a la oralidad), libros, espacios de exhibición, etc.
(2) En el siguiente link se puede descargar el programa: http://audacity.joydownload.com/&c=163?gclid=CJfD0bCyi7oCFUkS7AodXywAPQ
* Instrucciones para crear un relato grupal sonoro (en el aula de clase) Leonardo Ortiz
El relato grupal sonoro es un ejercicio melódico-literario en el que se crea y se graba en audio un relato colectivo,acompañado por un fondo musical creado por los mismos narradores del relato. El ejercicio propone una deriva de creación, la cual debe presentarse en forma espontánea en el momento de la grabación. El objetivo es estimular la creación literal y musical de los participantes, así como la sensibilidad de escucha y el trabajo en grupo. El ejercicio puede tener una amplia aplicabilidad en la educación, como base para la estimulación de la percepción sonora en los estudiantes y el desarrollo de la creatividad. INSTRUCTIVO: 1. Integren un grupo heterogéneo compuesto por entre dos y diez personas. 2.
Escojan por unanimidad un instrumento musical.
3. Habiten un espacio cualquiera en el cual puedan trabajar sin interrupciones. 4. Entre los elementos que reposen en el lugar seleccionado, escojan aquellos con los que puedan generar algún tipo de sonido. 5. Cada integrante del grupo tomará sus elementos sonoros y se unirá a sus compañeros alrededor de un dispositivo de grabación.
6. Cada integrante escribirá un breve relato basado en las sensaciones que le suscite el sonido de uno de los elementos que encontró en el espacio. 7.
Compartan su relato leyéndolo en voz alta.
8.
Activen el dispositivo de grabación.
9. Uno de los integrantes del grupo comenzará a interpretar el instrumento musical seleccionado y el resto del grupo se unirá al concierto haciendo sonar sus objetos. 10. Cuando así lo sintiere, otro de los integrantes comenzará a leer su relato en medio de la melodía grupal y será interrumpido por uno de sus compañeros que a su vez leerá el suyo. 11. Este proceso se repetirá sin importar el orden ni el sentido del relato. Los miembros del grupo tendrán la plena libertad de leer el su relato en el orden y la manera que deseen. 12. Cuando crea haber terminado, cada integrante del grupo dejará su escrito y sus objetos sobre el suelo y se limitará a escuchar a los demás. Cuando el silencio se apodere del espacio, el dispositivo de grabación se pondrá en pausa. 13. Escuchen la grabación resultante y transcriban el relato grupal final. Nota: La grabación de la melodía grupal se puede hacer aparte de la grabación del relato colectivo. Luego, en edición, se unirán los audios para proceder a escuchar el producto final.
Dibujo Amborco, Violeta Ospina, 2013
* Imagen invisible Mauricio Rojas