BOLETÍN DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA
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NÚMERO 27
www.fahho.mx
ENERO - FEBRERO 2019
ACADEMIA AHH FESTEJO DE GRANDES LIGAS EN LA ACADEMIA
CITIBANAMEX / FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ
Agustín Castillo
HOME RUNS CITIBANAMEX
Apenas pasaron nueve años para que la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú tuviera de regreso a los primeros egresados que ya alcanzaron la cima del firmamento beisbolero. Jugadores de grandes ligas y campeones mundiales estuvieron en San Bartolo Coyotepec para recibir un justo homenaje, y dejar un testimonio irrefutable del buen funcionamiento del programa establecido el 12 de noviembre de 2009. Con los mismos ojos de sorpresa que cuando llegaron por primera ocasión, Roberto Osuna, Víctor Arano y Giovanni Gallegos volvieron a recorrer los rincones de las instalaciones que se han adecuado a los tiempos modernos, pero que conservan la esencia que mezcla beisbol, cultura y educación. Mientras se acercaba la hora de la ceremonia, encabezada por don Alfredo Harp, los tres ligamayoristas mexicanos tuvieron la oportunidad de conocer a cuatro de los seleccionados sub-23 que días antes conquistaron el título mundial en Colombia. Como en el día de la inauguración, representantes de los medios de comunicación aguardaban con inquietud el inicio del evento, lo mismo que los pequeños invitados de la Liga Infantil Monte Albán, quienes buscaban a sus ídolos y esperaban la oportunidad de llevarse alguna firma en sus gorras. Al tomar la palabra, don Alfredo Harp expresó que desde sus primeros años dentro del beisbol profesional imaginó crear un espacio como el que hoy está de fiesta, un sitio que no tuviera comparación en América Latina. También recordó el largo proceso de espera para cumplir con los requisitos para iniciar su construcción. Durante la conferencia, fue Roberto Osuna quien tomó la palabra con más frecuencia, siempre muy orgulloso por ser el primer egresado que escaló a las Ligas Mayores. Esto sin olvidar que antes de firmar con los Azulejos de Toronto debutó con los Diablos Rojos del México en 2011, cuando se convirtió en el jugador debutante más joven en la historia de nuestra pelota profesional. Giovanni Gallegos, actual lanzador de los Cardenales de San Luis, arrancó aplausos cuando contó que su
Compromiso Social Citibanamex y la
estancia en Oaxaca fue mucho más corta que la del resto de sus compañeros. Comentó que también sentía que el tiempo era su principal rival, por eso, cuando vio los campos por primera vez, confirmó que verdaderamente su futuro estaba en el rey de los deportes. Fue muy emotivo observar que, a pesar de cierto nerviosismo, la mirada de Gallegos se dirigía constantemente a los asistentes de menos edad, a quienes aconsejó: “No permitan que su estatus social limite sus sueños. El dinero no es la diferencia para llegar adonde se lo propongan”. A continuación confesó que cuando le preguntan en Estados Unidos la razón por la que no hay más compatriotas de aquel lado, le gusta responder que es porque se están preparando muy fuerte para no fallar a la hora cero. Miembro de una dinastía de gran prestigio en el beisbol nacional, Víctor Arano, de los Filis de Philadelphia, viajó por el tiempo para señalar las hazañas de sus tíos Ramón y Wilfredo, quienes a pesar de no alcanzar las grandes ligas, brillaron en los juegos amistosos que sostuvieron ante sus equipos, cuando fueron parte de los Diablos Rojos en la década de 1960. “Teo”, como era conocido cuando ingresó a la Academia, aprovechó para agradecer a cada uno de sus coaches el tiempo que le dedicaron, lo mismo que a todo el personal que se preocupó para que nada le faltara mientras se encontraba lejos de su familia. De igual forma, aseguró que cuando llegó a la Unión Americana, le resultó más sencillo adaptarse al régimen de entrenamiento, que es muy parecido al que se emplea en San Bartolo Coyotepec. Un precioso jaguar de barro negro fue el reconocimiento que se llevaron
los campeones mundiales sub-23 que asistieron a la ceremonia, además de llevarse palabras de aliento y motivación de cada uno de los invitados especiales. Cuando el evento estaba cerca de culminar, un peloterito de la Liga Monte Albán se armó de valor para lanzar una pregunta que seguramente era una inquietud de sus compañeros. “¿Qué tengo que hacer para ser como ustedes?”. Como si buscara hacer un
doble play, Roberto Osuna tomó de inmediato el micrófono y le respondió: “Por ahora estás muy chiquito, pero puedes empezar disfrutando tu infancia, sin perder el objetivo. Estoy seguro de que lo vas a lograr”. Así concluyó el primero de los festejos por el noveno aniversario de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú, una fiesta de diez, entre egresados brillantes, monarcas universales y futuros prospectos.
Fundación Alfredo Harp Helú celebraron el XXII aniversario del programa Home Runs Citibanamex, en una ceremonia de entrega de donativos celebrada en el Centro Cultural San Pablo. Home Runs Citibanamex es un programa que apoya a instituciones no lucrativas, que destacan en la labor de impulsar el bienestar social de grupos sociales vulnerables en el estado de Oaxaca, la Ciudad de México y su Zona Metropolitana. El monto total de los donativos entregados en 2018 asciende a 4.25 millones de pesos, los cuales se destinarán a 85 organizaciones seleccionadas por su trayectoria institucional, la viabilidad de los proyectos presentados, la transparencia en el manejo de los recursos y el impacto en la calidad de vida de la población menos favorecida. En conjunto, se beneficiará directamente a más de 105 000 personas mediante la instalación de aulas, equipos de cómputo, bibliotecas digitales, equipo quirúrgico y hospitalario, la rehabilitación y mejora de espacios deportivos, etcétera. Durante la ceremonia de entrega de donativos, Alfredo Harp Helú reconoció la valiosa aportación de las instituciones no lucrativas para impulsar el desarrollo de México y el bienestar social de los grupos con mayores necesidades. Home Runs fue el primer programa de donativos en vincular el deporte y el compromiso social en México. Desde 1996 toma en cuenta el desempeño deportivo de los equipos participantes, Diablos Rojos del México y Guerreros de Oaxaca, durante la temporada regular de la liga de beisbol, para determinar el monto que se dona a las instituciones. Los hits, las carreras, home runs y partidos ganados por estos equipos se contabilizan en “pesos”, que Citibanamex y la Fundación Alfredo Harp Helú aportan conjuntamente en beneficio de organizaciones no lucrativas en el estado de Oaxaca y la zona metropolitana del Valle de México. Los recursos donados entre 1996 y 2018 suman un total de 327.41 millones de pesos (precios constantes, sin tener en cuenta la inflación), que han contribuido a la realización de más de 3 200 proyectos en beneficio de poblaciones en condición vulnerable. ENERO - FEBRERO DE 2019 1
MUSEO TEXTIL DE OAXACA HILOTECA Hector Meneses
Cuando el MTO abrió sus puertas al público en 2008 y mostró los tejidos y bordados de Oaxaca como expresiones artísticas en salas bien iluminadas, con suficiente espacio para apreciar cada una de las obras, como dignas creaciones de la sensibilidad humana, sorprendió. No porque fuera la primera vez (el Centro de las Artes de San Agustín había presentado una exposición pocos meses antes), sino porque las salas de la Casa Antelo prometían un espacio permanente para la valoración, sensibilización y reconocimiento de las culturas vivas de Oaxaca, guardianas del legado que durante generaciones han preservado, portado y adaptado a su época. Los textiles no solo se mostrarían en las salas de exhibición, sino que el Museo se complementaría con una tienda que permitiera tocar el arte textil con el que se cohabita en Oaxaca. Así, la vinculación entre la tienda y el acervo del MTO ha sido fundamental para reconectar a personas de distintas comunidades con sus familiares del pasado y con su historia. Con los años, la variedad y novedad de las exposiciones del Museo, en combinación con un dinámico programa educativo, comenzaron a tener repercusiones en las escenas local y regional. Un factor imprescindible en el desarrollo de este proceso ha sido el establecimiento de la “hiloteca”, término que acuñamos cuando, en conversaciones con Remigio Mestas, se planteó la propuesta de establecer un espacio donde los artistas del telar tuvieran acceso a materia prima de buena calidad. El hilado es una etapa crucial en la elaboración de un textil,
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pues aun la mejor de las técnicas en combinación con los diseños más hermosos pueden verse arruinados por un hilo de pobres cualidades. Así, en julio de 2015, comenzamos el proyecto de la hiloteca con una oferta inicial compuesta principalmente por hilos de algodón para tejer y bordar. Después incluimos algunas hilaturas más especiales con la intención de brindar un valor agregado al tejido/ bordado final, y, al mismo tiempo, ofrecer un apoyo directo a los hilanderos. Fue así como la seda criolla de la Sierra Norte de Oaxaca y el algodón hilado a mano con malacate se incorporaron a este programa. Más recientemente hemos traído seda, lino y bambú de Oriente (como en el pasado lo hubiera hecho la Nao), hilos de gran calidad que se han “oaxaqueñizado” al recibir, por ejemplo, un baño de grana cochinilla criada en los Valles, o uno de añil istmeño. Quizás el hilo más inusual deriva de un proyecto de investigación que inició el Museo hace más de diez años: el vaporoso hilo emplumado. Con la red de contactos que el Museo ha ido tejiendo con los años, hemos ido conociendo las personalidades de las tejedoras y hemos establecido lazos de confianza. Por esta razón, las invitamos a emplear algunos de los materiales de la hiloteca para sus propios trabajos; con ello buscamos que se den el tiempo de experimentar, sabiendo desde el inicio que su tiempo será remunerado. De igual modo, deseamos ofrecerles una motivación más para aumentar las posibilidades de venta de sus trabajos. La hiloteca del MTO va más allá de una compraventa de hilos. La concebimos como un espacio de descubrimiento, intercambio y experimentación; como un árbol cuyas raíces están fuertemente ancladas en la historia y la identidad de cada pueblo, y cuyo tronco se templa con los nuevos vientos que llegan con cada exposición, cada visita al acervo, cada conversación, cada entramado del telar. La hiloteca es un punto de encuentro entre distintas culturas y personalidades que, sin embargo, siempre hallan su quintaesencia en el diálogo y en la colectividad que implica el quehacer textil.
CENTRO CULTURAL SAN PABLO DÍA DE REYES Gabriela Mendoza Las acciones en bien de la gente son “semillas” que germinan ahora, pero crecen para el bienestar de futuras generaciones. Alfredo Harp Helú
SEGUIMOS LEYENDO BIBLIOTECAS MÓVILES PRESENTES EN EL XX SEMINARIO DE FOMENTO A LA LECTURA 2018 Edgar Adrián Olmedo Méndez Aunque me tiren el puente y también la pasarela me verás cruzar el Ebro en un barquito de vela. Canción popular española
La Biblia cuenta que tres reyes magos caminaron siguiendo la estrella del oriente, llenos de fe y esperanza hasta encontrar al niño Jesús, para ofrecerle sus atenciones y obsequios. En México esta tradición se ha adoptado y sigue vigente en diversos hogares, en los que la noche del 5 de enero los pequeños dejan su zapato en el nacimiento para recibir a la mañana siguiente los obsequios que les dejan Melchor, Gaspar y Baltazar, los tres Reyes Magos. Son pocos los espacios donde niños y niñas en situaciones adversas pueden disfrutar de esta fecha, por lo que la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca organiza el Festival de Día de Reyes en el Centro Cultural San Pablo. El 6 de enero, el Atrio del Centro Cultural San Pablo se llena de alegría y vida con la presencia de más de 300 niños de diversas casas hogar y albergues como CANICA de Oaxaca, la Ciudad de los Niños, el Hogar de la Niña y el DIF Oaxaca. El festival incluye un concierto, algodones, dulces, esquites y diversos bocadillos, la entrega de libros para fomentar la lectura entre los pequeños, el obsequio de balones y, por supuesto, juguetes, que son conseguidos a través de la Coordinación de Arte Popular de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, buscando conservar en niños y niñas el gusto por los juguetes tradicionales hechos a mano. La fiesta continúa con el carrusel de Atracciones Salazar al que chicos y grandes se pueden subir. Así, la FAHHO comparte con los pequeños estra tradición llena de magia y refrenda su compromiso por México, disfrutando y trabajando diariamente por servir a la sociedad.
Cuando Socorro Bennetts me dio la noticia, no lo podía creer; “¿Le entras?”, me preguntó, “¡Le entramos!”, respondí. No había mucho que pensar. Me emocionó participar en el XX Seminario de Fomento a la Lectura que se celebró en el marco de la 38 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, en el museo del Parque Bicentenario de la Ciudad de México. Tomar la palabra en tan importante foro internacional de promoción a la lectura, y hablar sobre nuestra experiencia con la biblioteca móvil “Ando Leyendo-Leyendo Ando” de la FAHHO en la región del Istmo tras los terremotos que la devastaron el año pasado, representaba una oportunidad única y un gran reto. Signi-
ficaba hacer visible la tragedia que desde entonces han estado viviendo nuestros hermanos istmeños, mostrar al mundo la grandeza de espíritu que poseen, su riqueza cultural, la alegría que los caracteriza aún en situaciones adversas y su cálida hospitalidad, visibilizar las condiciones de miseria y marginación que enfrentan muchas de sus comunidades, pero sobre todo, mostrar que el poder de la palabra nos hermana, nos alienta, nos sana y es fuente de esperanza. Nuestra participación se dio en la mesa de diálogo Leer en cualquier momento y en cualquier lugar. La compartimos con las chilenas Fernanda Arrau, de la Fundación CreaMundos, y Verónica Abud, de la Fundación La Fuente, también nos acompañó la argentina Larisa Chausovsky de la Fundación Filbita. Escuchamos sus experiencias y las estrategias que aplican en el fomento a la lectura; a nosotros nos tocó cerrar y lo hicimos con mucho entusiasmo y emoción. “Nadie crece en la felicidad”, me dijo en una ocasión un gran amigo, y ahora felizmente me consta. Si el dolor no nos uniera, si en la adversidad no floreciera la amistad, la solidaridad y la hermandad, nuestra humanidad estaría muy cerca ya de su fin. Nuestra participación en el XX Seminario de Fomento a la Lectura fue un mensaje de esperanza, así lo percibieron los cerca de 400 promotores de lectura reunidos en el Museo del Parque Bicentenario. La situación que vivimos en nuestro país es crítica, los desastres naturales la agravan. Aun así, no todo está perdido, una minoría nos ha llevado a estos extremos, pero somos mayoría los que deseamos vivir en un mejor país, más justo, con oportunidades para todas y todos. Vendrán más desastres, de todo tipo, ahora sabemos que de la unión nos viene la fuerza y saldremos adelante. Los libros son amigos, no nos dejan solos y nos arropan.
TALLER DE RESTAURACIÓN PREMIO FRANCISCO DE LA MAZA RESCATE DE LA ANTIGUA ESTACIÓN DEL FERROCARRIL DE OAXACA Ana Rodríguez García
Desde hace 33 años, el Instituto Nacional de Antropología e Historia reconoce los proyectos más relevantes de restauración y conservación del patrimonio arquitectónico y urbanístico por medio del Premio Francisco de la Maza. El pasado mes de noviembre de 2018, el premio fue otorgado al Taller de Restauración de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca por su trabajo “Rescate y restauración del conjunto de la antigua estación del ferrocarril de Oaxaca” y entregado a su presidenta, la doctora María Isabel Grañén Porrúa, quien además de reconocer la importancia del inmueble, se comprometió con la recuperación y el uso del conjunto; al arquitecto Gerardo Virgilio López Nogales, que con dedicación dirige el Taller en su tarea de conservar el patrimonio del estado; al arquitecto Carlos Vichido Hernández, quien condujo esta intervención y cada uno de sus retos, y a todo el equipo que integra el Taller de Restauración. Se reconoce en este premio la loable participación de cada una de las personas e instituciones que iniciaron la gestión del proyecto, hasta llegar a quienes se sumaron a lo largo de la intervención para poder ver renovado el antiguo conjunto. Ojalá que los antiguos cascos e inmuebles que han subrayado una época importante en la historia lucieran siempre renovados. De esta forma, la entrañable estación de los oaxaqueños se mostraría a nosotros ostentando la sutileza victoriana de su arquitectura, la maquinaria y los componentes que surcaron valles y montañas del estado trasladando a las multitudes. Sin embargo, este acertado sistema de comunicación duró apenas 122 años desde su inauguración, acentuada en la historia con la llegada del primer tren en el año de 1892. La estación del actual Barrio del Exmarquesado, aquella que había marcado el inicio de los nuevos tiempos y movimientos para Oaxaca, fue trasformada e invadida, perdiendo el tilde de su diseño y la composición arquitectónica. El terremoto de 1931 abatió el torreón, y provocó con ello que la cubierta de tejas planas de barro y armaduras también fuera transformada en una cubierta de bóvedas catalanas con rieles que los muros no soportaban, lo cual causó daño en la estructura. En 1952 ocurrió el cambio de las vías angostas y en el 2012 un sismo más. En el transcurrir del tiempo, los vagones pasaron a ser propiedad de nadie y de todos, siendo despojados, rayados e incluso uno de ellos fue quemado. La bodega caía en partes debido al abandono y comenzaba la oxidación
de sus armaduras de diseño del siglo XIX. Finalmente, en 2013, una parte de la barda se cayó hacia una de las avenidas principales que conducen al centro de la Verde Antequera. Se derrumbó como un ente que reclamaba atención. En ese año de 2013, el Taller puso sobre la mesa la primera de las dos grandes etapas de rescate del conjunto, pronunciadas en favor del esfuerzo que realizaron una incontable cantidad de personas, tal vez desde antes de 1848 cuando Benito Juárez, gobernador del estado en aquellos años, expuso al Congreso la necesidad de comunicar a Oaxaca a través del ferrocarril. La realización del proyecto en sus dos etapas de restauración fue financiado por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, el municipio de Oaxaca de Juárez y el Gobierno federal, a través de los programas Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y el Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados, pertenecientes a la Secretaría de Cultura. Fueron más de seis años los que trascurrieron entre la gestión y ejecución del proyecto. La notable recuperación se fincó en una minuciosa investigación fotográfica y de análisis de casos análogos, como el de las estaciones de Ciudad Ixtepec, Guanajuato y Aguascalientes, tan solo para poder reconstruir el torreón y la cubierta del edificio de la estación lo más semejante a como pudo ostentarse en la era del ferrocarril. Entre los trabajos más notables del edificio de la bodega se encuentran la recuperación de la composición y el ritmo de vanos y macizos, así como de la cubierta de armadura de acero, sin olvidarnos de los furgones, componentes del conjunto que también fueron restaurados. Cada detalle, vestigio, color o referencia fue cuidadosamente analizado para lograr una significativa recuperación de los elementos, incluso los antiguos letreros. Al exterior, las áreas verdes fueron rehabilitadas para ser parte de un espacio en el que participaron directa e indirectamente artistas como el maestro Francisco Toledo a través de sus diseños, o la obra de Rodolfo Morales para recreación de sus nuevos ocupantes, que dan vida y dinamismo al espacio al abrir sus puertas
como una extensión de la Biblioteca Infantil y Juvenil BS, o como el Museo Infantil de Oaxaca, que arropa a la niñez oaxaqueña y rememora su origen a través del Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur.
BIBLIOTECA ANDRÉS HENESTROSA XV ANIVERSARIO María Isabel Grañén Porrúa Querido don Andrés: Sí, otra vez soy yo, María Isabel. Escribo esta carta porque hoy me hubiera gustado invitarte a comer y platicarte tantas cosas que han sucedido. Sí, por supuesto tendría listo un buen whisky, no lo olvido, aunque, claro, también podría ofrecerte un mezcal. Quisiera volver a escuchar esas aventuras fabulosas que solías contar con una gracia inigualable, eras un Sherezado que nos tenía maravillados cuando nos describías escenas deslumbrantes con imágenes elocuentes y cargadas de poesía. Boquiabiertos ante el mundo zapoteco y huave, nos transportabas después por las calles de la Ciudad de México, a tus encuentros con José Vasconcelos y Antonieta Rivas Mercado, saboreábamos también tus desayunos en el Sanborns de los Azulejos o la deliciosa comida del Istmo que nos describías. Nos hechi-
zabas con tus palabras, eran un canto de humor e ingenio. Pues bien, don Andrés, hoy celebramos los quince años de la apertura al público de tu biblioteca, el gran tesoro acumulado durante tu vida, ese que te inspiró y se hizo parte de ti. Gracias, Andrés, porque tu decisión fue acertada, tus libros han fortalecido a las nuevas generaciones de poetas, escritores, lingüistas, historiadores y bibliotecarios de Oaxaca. No son páginas cerradas, son veneros que nutren el alma. Sí, en esta hermosa casa que recorriste con un beso pintado en la mejilla el día de la inauguración, han sucedido eventos increíbles. Todas las semanas tenemos cursos, conferencias, conciertos y exposiciones, nos reúne la palabra, el arte y la cultura, celebramos la poesía, la gráfica, la caricatura, la música, la historia, el pasado y el futuro. Recuerdo muy bien cómo forjamos aquél sueño, fue un domingo que te pregunté: “¿Qué vas hacer con tu biblioteca?...”. Convencido me contestaste: “Quiero donarla al pueblo de México, pero no sé cómo”. Entonces respondí: “Confía en mí, don Andrés”. Como si en el libro del destino estuviera escrito, aceptaste. Cibeles y tus nietos estuvieron de acuerdo en que la familia Harp Grañén se encargara del asunto. Sin esperar las grandes ayudas que jamás llegaron, nos pusimos a trabajar. Y para lograr el anhelo, supe desde el primer momento quién era la persona indicada para echar a andar los motores. Hablé con Freddy Aguilar y jamás le pregunté, sólo le dije: “Te necesito, urge que hagamos el inventario de la biblioteca de don Andrés Henestrosa. Empecemos por la de su despacho en la calle de Motolinía en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La parte más sustanciosa está en su casa, y también tendremos que ir a la de Tlacochahuaya”. Freddy se subió en el tren sin pensarlo dos veces y, cada vez que nos veíamos, me contaba de los avances y de una cantidad de anécdotas dignas de la biblioteca de don Andrés. Freddy logró meter más de cuarenta mil
ejemplares en cajas y guardó cientos de historias en su corazón. Mientras tanto, el ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca puso a disposición una bellísima casa ubicada en la esquina de la calles Porfirio Díaz y Morelos, que requería ser restaurada. La Fundación Alfredo Harp Helú asumió el 50% de la inversión y la operación completa del proyecto. En siete meses logramos dejar lista la planta baja, con todo y libreros. El Servicio Panamericano de Protección se encargó de trasladar gratuitamente las cajas del Distrito Federal a la ciudad de Oaxaca. Un tráiler blindado de treinta toneladas se estacionó frente a la Casa de la Ciudad, la calle de Porfirio Díaz estaba bloqueada al paso por otros dos camiones de seguridad bancaria. Los policías armados bajaron de sus vehículos, la gente pasaba asombrada, preguntaban: “¿Qué pasa?..., ¿qué traen?...”, pues algo increíble: libros. Se abrieron las puertas del camión, vimos las 630 cajas flejadas que llenaban el tráiler hasta el tope. El personal del Servicio Panamericano me comentó: “Nosotros acostumbramos transportar valores, billetes y monedas, pero estos libros representan un valor mayor”. Así fue, el entusiasmo se contagiaba, era cierto, entendimos tu mensaje, Andrés: “Yo he querido que esta riqueza quede en la ciudad de Oaxaca, a la que pertenece por ser yo nativo de este ilustre estado, que tantos hombres distinguidos ha dado a México, y entre los que se encuentran modelos que quise emular, a sabiendas de que me enfrentaba con enormes dificultades para alcanzarlo. Un sueño, el penúltimo que tengo, que deseo ver realizado”. El anhelo se cumplió justamente el día de tu cumpleaños 97. Organizamos una gran fiesta llena de color y alegría. No sé de dónde salieron tantas paisanas tuyas del Istmo. Como siempre, llegaron bellísimas con sus trajes despampanantes de flores, sus joyas y su boca pintada de grana. Te abrazaban, te besaban y una de ellas dejó la huella de sus labios en tu mejilla, era como un trofeo, caminabas erguido, pleno en medio de un jardín de mujeres hermosas. Recorriste los pasillos satisfecho. Así lo hiciste notar en las palabras inaugurales. Pues bien, don Andrés, han pasado quince años y tu biblioteca ha sido un lugar de encuentros para la reflexión y el arte en Oaxaca. Seguiremos cuidando de ella en manos de Freddy Aguilar, que ha sabido reproducir muy bien las semillas aquí depositadas y que ahora florecen también en las bibliotecas infantiles de la Fundación Harp. Por ello, este día de celebración, en el que han venido tantas quinceañeras y amigos, es merecedor hacer un reconocimiento a un hombre que ha entregado su vida a los libros, siempre dispuesto a ayudar de la manera más respetuosa a las bibliotecas y a los lectores de los lugares más apartados. Ese ángel guardián y discreto se llama Freddy Aguilar, para quien pido un fuerte aplauso. ENERO - FEBRERO DE 2019 3
FONOTECA JUAN LEÓN MARISCAL
ADABI DE MÉXICO
MACEDONIO ALCALÁ, 150 ANIVERSARIO LUCTUOSO
PARTICIPACIÓN DE ADABI DE MÉXICO EN EL PREMIO JIKJI 2018
Ryszard Rodys, Daniel Olivo
Amanda Rosales
Entre los días 1 y 3 de octubre de 2018
Este año, 2019, se cumplen 150 años del fallecimiento de uno de los músicos más trascendentes de Oaxaca, Macedonio Alcalá Prieto. El autor de Dios nunca muere nació en la ciudad de Oaxaca en el seno de una familia musical; su padre, Gabriel, era el cantante de la Catedral de Oaxaca y fue él quien dio las primeras clases de música a sus hijos, tanto a Macedonio como a sus hermanos: Nabor, Bernardino y Bernabé. Macedonio continuó su preparación musical en la escuela de José Domingo Martínez, el organista y compositor oaxaqueño, y posteriormente fue becado y enviado a la Ciudad de México para estudiar en la Academia de Joaquín Beristáin y Agustín Caballero, la que hoy conocemos como el Conservatorio Nacional de Música. Después de su regreso a Oaxaca como un hábil violinista, desarrolló una intensa actividad artística relacionada con el estilo de vida bohemio, lo que lo llevó a la pobreza, enfermedad y finalmente la muerte, la que ocurrió el 24 de agosto de 1869. En su legado nos dejó una composición inmortal, el vals Dios nunca muere, sin embargo, no es la única de este autor, y valdría la pena sacar a la luz del día las demás obras injustamente olvidadas. Por esta razón, y en relación con el 150 aniversario luctuoso de Macedonio Alcalá, la Fonoteca Juan León Mariscal dedica el año 2019 a este compositor y planea una serie de eventos que darán al público oaxaqueño la oportunidad de acercarse a la vida y obra de su eminente paisano. También propone emprender una compleja investigación sobre este músico, para poder publicar su biografía actualizada y libre de errores y mitos. Asimismo, la fonoteca convoca a las instituciones y personas interesadas, para establecer el comité ciudadano “Pro 150 aniversario luctuoso de Macedonio Alcalá”, el cual coordinará los mencionados eventos para brindarle un homenaje más que merecido.
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se realizó en la ciudad de Cheong Ju, Corea del Sur, el encuentro que reúne a las instituciones que han sido galardonadas con el Premio UNESCO/ Jikji Memoria del Mundo. Desde hace catorce años que se instituyó el Premio UNESCO / Jikji Memoria del Mundo, su propósito ha sido tanto conmemorar la inscripción del Buljo jikji simche yojeol, el libro impreso con tipos móviles de metal más antiguo existente en el Registro de la Memoria del Mundo, así como recompensar los esfuerzos que contribuyan a la preservación y accesibilidad del patrimonio documental como legado común de la humanidad. El objetivo del Premio, que se otorga cada dos años desde el año 2001, está planteado de conformidad con las políticas de la UNESCO, y relacionado con el programa de la Organización para fomentar el acceso universal a la información y los conocimientos de la humanidad. En el año 2013, ADABI de México recibió esta distinción “por su iniciativa innovadora para preservar, digitalizar y promover la accesibilidad de los archivos, así como sus programas de capacitación educativa y profesional”. A partir de entonces, ADABI ha sido invitado en dos ocasiones a participar en la mesa redonda que reúne a los representantes de las instituciones que han sido reconocidas con este premio, a fin de aportar sus experiencias en el tema de la preservación del patrimonio documental universal. Este año, como subdirectora de ADABI, fui en representación de nuestra institución y participé junto con los otros seis delegados de las instituciones premiadas, más el representante de la organización galardonada en este año, que fue la organización no gubernamental Sauvegarde et Valorisation des Manuscrits pour la Defense de la Culture Islamique (SAVAMA DCI). En la mesa redonda correspondiente al día 2 de octubre, que tuvo como tema “En busca de la corporación global y agenda del patrimonio documental para el Premio Jikji de la UNESCO 2.0”, participaron representantes de la Biblioteca Nacional de la República Checa, el Archivo de la Fonoteca de la Academia Austriaca de Ciencias, Archivos Nacionales de Malasia, Archivos Nacionales de Australia y la Unidad Técnica de Iberarchivos (antes ADAI). Con la ponencia titulada “En busca de la cooperación global y agenda para la preservación documental de la UNESCO”, destaqué los méritos por los cuales la asociación se hizo acreedora al Premio Jikji en el año 2013.
Señalé cuáles son los objetivos y las líneas de acción que ADABI ha adoptado para llevar a cabo su misión, la cual se define como “la defensa del patrimonio documental y bibliográfico de México, y en consecuencia la revaloración y el uso de la memoria histórica como fuente para el fortalecimiento de la identidad nacional”. La celebración del XV aniversario de ADABI ha sido motivo para una autorreflexión, misma que arroja resultados sorprendentes, los cuales enfaticé en la presentación. Hice referencia al número de proyectos realizados (1 877), 745 archivos rescatados con un total de 14 000 metros lineales, 770 títulos publicados, 54 colecciones bibliográficas rescatadas que se incorporan al Catálogo Colectivo de Fondos Bibliográficos Antiguos de México, un total de 186 383 registros y 66 colecciones fotográficas, estabilizadas, organizadas y catalogadas. Y por último, la inversión realizada a lo largo de estos años: 10 millones 194 637 dólares, cifra nunca antes vista en cuanto a inversión realizada para el rescate de archivos y bibliotecas en México. Por último, el representante de la organización premiada en este año, en su presentación titulada “Descubra a SAVAMA-DCI NGO”, Banzoumana Travore, coordinador de esta “asociación especializada en la preservación y valoración de manuscritos para la defensa de la cultura islámica”, presentó los antecedentes de esta ONG señalando que la iniciativa partió de una llamada de auxilio, poniendo énfasis en la forma en que las familias guardan los manuscritos, y en la ausencia de estructuras especializadas y organizativas para apoyar a estas bibliotecas familiares. La asociación nació el 10 de junio de 2005, mediante un acuerdo con el gobierno de la República de Mali que fue renovado en diciembre de 2007, y que aún conserva los mismos objetivos, a saber: Preservar y mejorar viejos manuscritos para la defensa de la cultura islámica. En la mesa redonda del 3 de octubre se llevó a cabo la sesión que tuvo por tema “La expectativa global y cooperación para el Centro de Información del Patrimonio Documental de la UNESCO (ICDH) “, en la cual
el Dr. Kwon Hu, representante de la UNESCO, hizo los comentarios de apertura de la sesión e introdujo a los participantes. El Dr. Du Won Lee, coordinador académico y maestro de la Universidad de Cheong Ju, presentó el proyecto de creación, señalando sus antecedentes, los cuales partieron de una iniciativa propuesta en la mesa redonda que tuvo lugar dos años atrás, durante la reunión del Premio Jikji Corea 2016. Señaló que el objetivo principal de la creación del Centro era contribuir a salvaguardar y dar acceso al patrimonio documental del mundo, con la finalidad de apoyar y fortalecer el Programa Memoria del Mundo. Comentó que los organizadores de la mesa redonda y autoridades de Cheong Ju tenían grandes expectativas en la participación de los siete representantes de las instituciones galardonadas, y que con su experiencia contribuyeran a la conformación del Centro, que tendrá su sede en Cheong Ju. Hizo énfasis en que esperan que estas aportaciones logren configurar su agenda, y habló de la posibilidad de realizar intercambios con especialistas que aporten sus conocimientos y experiencia. Durante la sesión, los representantes de las siete instituciones acreedoras a los Premios Jikji hicieron sus comentarios respecto a lo que podrían aportar, tomando en cuenta su especialidad o fortaleza, que incidiera en alguno de los cuatro programas contemplados en el esquema de creación del Centro planteados por el Dr. Lee: Preservación, Investigación, Educación y Relaciones Públicas. Así, todos y cada uno mencionaron sus puntos de vista y su posible aportación al fortalecimiento de los objetivos del Centro. En el caso de ADABI, mencioné sus propuestas y subrayé la experiencia de la asociación en el rescate, preservación y difusión de archivos, así como en el tema de la restauración de las colecciones. Por último el Dr. Kwon Hu, representante de la UNESCO, hizo hincapié en que eran relevantes los objetivos del Centro para apoyar al Programa Memoria del Mundo de la UNESCO. Para ello convocó a los miembros de la
mesa redonda a cooperar en los fines que se persiguen, señalando la importancia de la cooperación interinstitucional. Es un orgullo para ADABI formar parte de este grupo y participar con sus propuestas en la creación de este Centro.
CASA DE LA CIUDAD GRAFITI EN CONTEXTO PATRIMONIAL Fernanda Martínez / Víctor Mendoza
La calle, el espacio público por excelencia, elegido por el ciudadano para manifestar cualquier actividad, ya sea cultural o social, forma parte también de la identidad de una comunidad. Entender que juega el papel de escaparate de la manifestaciones creativas o estéticas de una cultura es de gran importancia para la Casa de la Ciudad. Hoy en día los contextos patrimoniales tienen un valor intangible que conlleva la idea de mantenerlos intactos, por lo tanto, ¿cualquier expresión cultural contemporánea dentro de estos contextos debe ser regulada? ¿Hasta qué grado es válida la conservación intacta de nuestros centros históricos patrimonio de la humanidad? ¿El grafiti es una expresión contemporánea de nuestra cultura? Con el objetivo de generar en Oaxaca un espacio de diálogo sobre las manifestaciones creativas o estéticas callejeras en espacios públicos con declaratoria patrimonial a través de la reflexión y el análisis, se llevó a cabo en la Casa de la Ciudad el foro “Grafiti en Contexto Patrimonial”, el cual reunió a sociedad en general, actores sociales, artistas y académicos en un formato de diálogo incluyente donde se tocaron temas sobre las condiciones actuales de viabilidad, acción y apariencia en el espacio público de la ciudad de Oaxaca. Distintas personalidades y sociedad civil en general estuvieron presentes en el foro dentro de las cuales se pueden mencionar a: Ana Lizeth Mata Delgado de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo Negrete (INAH), con la ponencia “Definiciones y alcances”; el colectivo Lapiztola con la ponencia “La gráfica urbana como parte de la identidad de una ciudad”; Arturo Alvarado Mendoza del Colegio de México, con la ponencia “Centro Histórico de la Ciudad de México y la política respecto al grafiti’; y Olivier Dabène del Science Po de Francia, con la ponencia “Arte urbano y espacio público”. El objetivo fue hablar de la importancia de la reflexión entre las diferentes instancias de gobierno, actores sociales y habitantes de la ciudad sobre la complejidad de las manifestaciones creativas o estéticas callejeras en el contexto oaxaqueño, para generar propuestas viables en el uso plural de los espacios con conciencia social y participativa.
MUSEO INFANTIL DE OAXACA MIO SOBRE RUEDAS: UN ESPACIO PARA TODOS Dulce Rodríguez Jugar le da la oportunidad al niño de practicar lo que está aprendiendo. Fred Rogers
Actualmente el espacio público se considera una zona de riesgo para los niños, en consecuencia, cuando se piensa en espacios de juego y recreación para los niños, se consideran lugares cerrados y privados. En este contexto, los espacios de juego resultan un salvavidas para los niños y niñas que se reúnen y apropian de esos lugares con una intensidad placentera y gozosa. De ahí que se desprendan las experiencias de juego que influyen de manera positiva en la socialización, fortalecimiento de los vínculos de amistad, emociones y autoestima, por lo tanto, los niños se observan y reconocen desde una mirada libre, consciente y feliz. Desde 2017, fecha en la que inició el programa permanente MIO Sobre Ruedas en colaboración con la Casa de la Ciudad, niños, niñas y familias se han dado cita mes con mes para desarrollar sus habilidades ciclistas. Desde los más pequeños hasta los más experimentados se reúnen para compartir sus experiencias con el uso de la bicicleta como medio de transporte. Y es que el ciclismo comienza con las primeras pedaleadas de triciclos y bicicletas, pero puede también convertirse en un forma de vida. Es por ello que uno de los objetivos del programa es fomentar el uso de la bicicleta desde la infancia y con ello recuperar los espacios públicos para todos. La respuesta de las familias ante este programa ha permitido llevarlo a nuevos escenarios como el atrio del templo de Santa María del Marquesado, un lugar generoso en su arquitectura y naturaleza, construido por los franciscanos en 1550. Ahí niños y niñas se sienten identificados con su espacio de juego, en consecuencia, se promueve la adquisición de valores culturales, la participación y apropiación de entornos seguros de juego y recreación. La necesidad de generar este tipo de espacios se hace visible cuando los niños y niñas participantes portan su chaleco, casco y rodilleras y comienzan sus primeros pedaleos. El asombro de las personas que pasan por la avenida no se hace esperar, y la alegría de los papás al ver a sus hijos aprender a andar en bicicleta es sumamente emotiva. Las experiencias y testimonios durante estos meses nos permiten enriquecer nuestra labor y la complicidad de generar, con ayuda de otras instituciones y colectivos, nuevas actividades que permitan una gran diversidad de intercambios sociales, áreas de juego y consciencia de espacios seguros para la infancia.
BIBLIOTECA DE INVESTIGACIÓN JUAN DE CÓRDOVA LA REUNIÓN ANUAL DE LA SOCIEDAD AMERICANA PARA LA ETNOHISTORIA 2018 EN OAXACA Maribel Alvarado García
Los
libros de historia de educación básica que distribuye la Secretaría de Educación Pública en México hacen una clara invitación al lector, a estudiar “la historia de nuestro país” para conocer la sociedad en la que vive y así conformar su “identidad como mexicano”. Y es verdad que hay una historia de México, la que cuenta la construcción de la nación actual y la que la nación promueve para explicarse, justificarse y para inspirar sentimientos nacionalistas. Pero no es la única historia: también los pueblos indígenas tienen sus historias y maneras de contarlas, y a menudo se trata de historias antihegemónicas, cuyos eventos cruciales, héroes, valorizaciones y esquemas causales no son los mismos que marca la historia patria. Y es justamente este tema el de interés para la etnohistoria, disciplina que convoca a especialistas en antropología, historia, estudios patrimoniales, arqueología, ecología, lingüística, entre otras disciplinas relacionadas con la historia de estos pueblos. Durante el siglo XX, tanto en Estados Unidos como en México y otros países del continente americano, se ha ido construyendo un campo de estudio que cubre a los pueblos indígenas desde el Ártico hasta la Patagonia. Sus trabajos no solo se quedan en los libros. En muchos casos tienen repercusiones en el ámbito social, como la defensa de territorios o el reconocimiento y resguardo de acervos locales. Desde 1954, la Sociedad Americana para la Etnohistoria (ASE por sus siglas en inglés) convoca anualmente a sus miembros afiliados y a todos aquellos interesados en presentar trabajos que abonen al objetivo principal: crear una imagen más incluyente de las historias de los pueblos indígenas de América. Se ha convertido en la reunión más importante a
nivel internacional para especialistas en este tema. Durante la segunda semana de octubre de este año, se llevó a cabo en la ciudad de Oaxaca su segunda vez en México. En esta ocasión los organizadores-anfitriones fueron la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM y la Universidad de California en Los Ángeles. En esta reunión se presentaron más de 300 investigadores de más de 170 instituciones (nacionales y de otros países, sobre todo de Estados Unidos), quienes expusieron y discutieron 264 estudios en seis sesiones simultáneas durante tres días. De estos trabajos, 147 estudios trataron sobre los pueblos indígenas que se encuentran en el territorio de México, y 35 versaron sobre los pueblos de Oaxaca. ¿Pero qué significan estos números? Es bien sabido que el trabajo de los historiadores consiste sobre todo, en elaborar un camino de interpretación entre los acervos documentales (los archivos) –muchas veces no accesibles sin estudios previos– y la sociedad en general. Es así que los números citados dan cuenta de la cantidad de estudiosos trabajando sobre uno de los temas centrales para la etnohistoria de las Américas: interpretar las consecuencias tan variadas de la conquista europea sobre los pueblos indígenas a lo largo del continente. Además de las sesiones académicas, la noche del 12 de octubre, la ASE, junto con los anfitriones y asistentes, se dieron cita en el Teatro Macedonio Alcalá para reconocer y premiar, como cada año, la extraordinaria contribución que algunos investigadores han hecho a las historias de los pueblos de América. Esta vez fueron Rayna Green, Fred Hoxie, Susan Deeds y Frank Salomon quienes recibieron el reconocimiento y aplausos de sus colegas y público presente. Asimismo se otorgó una mención especial al reciente libro de Lisa Sousa. Estos nombres nos llevan a historias concretas; por ejemplo, el libro de Lisa Sousa, La mujer que se convirtió en un jaguar y otras narrativas de mujeres nativas en Archivos del México Colonial (The Woman Who Turned into a
Jaguar, and Other Narratives of Native Women in Archives of Colonial Mexico) revela historias sobre las relaciones de género en los pueblos indígenas de la Nueva España (siglos XVI, XVII y XVIII). Sobre todo, muestra que las mujeres nativas eran actores dinámicos en la vida cotidiana de sus comunidades y en sus hogares. Para este estudio utilizó desde manuscritos pictográficos hasta fuentes alfabéticas en náhuatl, mixteco, zapoteco y mixe, así como en español. Otra característica de esta reunión es que al paso de los años se han sumado al estudio etnohistórico miembros de los pueblos indígenas. Cabe destacar en esta reunión la participación de investigadores de pueblos zapotecos, mixes, mixtecos, cree y mashpee wampanoag, representando, sin duda, una perspectiva etnohistórica que se nutre en muchos casos con el activismo por los derechos de sus pueblos. Por mencionar un caso, la presentación en mixe del ponente Juan Carlos Reyes fue un buen ejercicio de derechos lingüísticos en el contexto de esta reunión. Sin embargo, hay que ser sinceros y reconocer que la etnohistoria misma sigue siendo un campo de estudio dominado por historiadores no-indígenas. Oaxaca se ha convertido en una ciudad ideal para acoger reuniones académicas. Esto se debe en gran medida a la vitalidad de la diversidad cultural que caracteriza a los pueblos de Oaxaca. Pero para los estudios etnohistóricos es, además, un lugar clave por la riqueza y diversidad de las fuentes documentales: tradiciones escriturales que datan de hace más de 2000 años y que trascendieron al período virreinal, cuando se desarrollaron tradiciones alfabéticas en zapoteco, mixteco, náhuatl y chocholteco. Es por eso que esta reunión enfatizó el trabajo clave de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, al articular actividades de investigación con el propósito de promover las herencias culturales de Oaxaca y México, al hacer accesible recursos especializados principalmente sobre y en lenguas de los pueblos indígenas de Mesoamérica. Así que seguiremos insistiendo en que se acerquen a los distintos proyectos que tiene la Biblioteca para hablarles de las historias de los pueblos de Oaxaca.
CASA DE LA CIUDAD LÍMITES URBANOS Alejandra Ortega / Sandra Fernández
Límites urbanos para la diversidad funcional es una muestra fotográfica con los resultados del Laboratorio Sensorial Fotográfico impartido por las fotógrafas Tania Rubiños y Alejandra Ortega de Laboratorio Visual, en la Casa de la Ciudad. Durante un recorrido por algunas calles de la ciudad de Oaxaca, los participantes del taller hicieron un ejercicio de privación temporal de la vista y parte de la motricidad, con el fin de disparar la cámara en el momento en que se hicieran conscientes de los obstáculos que se presentan en el diseño urbano. El ejercicio planteaba una forma de percibir aquellos límites que las personas con diversidad funcional viven día a día. Para llevar a cabo la actividad, se hicieron ejercicios previos que generaron confianza entre alumnas y alumnos, así como presentaciones de fotógrafos profesionales que han trabajado como tema central la ceguera desde diferentes perspectivas, con el fin de disolver el concepto de visión como eje central de la fotografía. En el mundo contemporáneo, la fotografía desempeña un papel clave. Su relación con la idea de una reproducción fiel a la realidad le asigna un carácter documental, y la presenta como la herramienta por antonomasia para ilustrar los acontecimientos de la vida social. Uno de los temas que atañen a la sociedad oaxaqueña es el diseño de la arquitectura urbana, su funcionalidad y los límites con los que se encuentran personas con discapacidad visual, discapacidad motriz, tercera edad, embarazadas, lesionados temporales, etcétera. La Casa de la Ciudad pone sobre la mesa el tema de la inclusión en el espacio público, y pretende sensibilizar acerca de la importancia del derecho que tienen las personas a gozar del libre tránsito y la movilidad en la ciudad, sin importar su capacidad física, edad o género. La exposición estará abierta al público hasta el mes de marzo de 2019, en la sala de exposiciones de la Casa de la Ciudad (Porfirio Díaz 115, Centro, Oaxaca).
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MUSEO TEXTIL DE OAXACA UMBRAL DE RECUPERACIÓN Eva Romero
¿Qué sucede cuando una hija pierde a su madre? Sucede que de repente te haces un montón de preguntas que, casualmente, solo la madre debería o podría contestar. La pérdida de una madre es siempre un proceso de redescubrimiento y reaprendizaje, una autoevaluación transformadora. Sucede que la vida sucede, sin ella, sin su guía, sin su mano. De pronto te vuelves autosuficiente. El título de la exposición de Emilia Sandoval Nos buscas aún, nos buscas lugar es clave para iniciar la conexión con las imágenes representadas dentro de la sala, a partir de esto es fácil crear un vínculo con cada pieza, pues son objetos realmente cotidianos y presentes en la vida de todos, como las cartas infantiles hechas en la escuela, en una tarde o en un momento cualquiera, solo para recordarle a nuestra madre nuestro cariño (no lo fuera a olvidar); cartas que se vuelven testimonios de nuestros primeros intentos de expresarle a alguien nuestros sentimientos con las herramientas recién adquiridas en las primeras etapas escolares, como la escritura de trazos inseguros, inciertos, novedosos, dibujos amorfos de formas geometrizadas, mezcladas con los tesoros de la madre como persona. El umbral de recuperación es el término empleado por la ciencia, que explica el proceso por el cual la memoria se activa ante la presencia de eventos cada vez más familiares, estimulando el recuerdo original. Los recuerdos y memorias siempre son compartidos, se mezclan con nuestras experiencias y también se transforman, se le añaden cargas disímiles, comienzan a cambiar sus formas, sus bordes definidos comienzan a serlo un poco menos. Tus recuerdos, los de ella –que de alguna manera son tuyos ahora–, serán la caja fuerte de sus anécdotas. De pronto, es la memoria el elemento más importante que tienes, el que comienza a darte miedo perder, lo quieres recordar todo y con lujo de detalle: el dedo que se pasea por la ceja espesa, el fuerte apretón de unas manos amorosas, el olor característico de la paciencia y la voluntad, de la protección y el amor. ¿Cómo has de conservarlo todo? ¿Cómo le dictas a tu cerebro cómo ha de almacenarlo todo? No es posible, el cerebro hace lo que puede y lo que necesita, roba fragmentos de ti y de ella y los mezcla en una nueva forma. El cuerpo, además del cerebro, también tiene memoria, la perpetúa en tus nuevos gestos e inflexiones, un poco tuyos, un poco de ella. Cuando la madre muere, se vuelve más mujer que madre. Descubres la persona detrás de la madre, sus secretos y sus aficiones, sus colecciones y sus objetos importantes; es grato en6 ENERO - FEBRERO DE 2019
contrar que muchas de tus aficiones también fueron de tu madre, te sientes más unida a ella. Los objetos cotidianos se vuelven ofrendas cargadas de significados personales, testigos mudos de la vida que se apaga, símbolos de transición. La obra de Emilia relata la vida y muerte de una madre a través de la reapropiación y reinterpretación de los objetos-memorias que conserva de ella, para llevarlos a una resignificación personal con sus propias veladuras inmateriales dentro de un mundo material. Es por eso que la historia que cuenta la artista durante el recorrido de su exposición es una historia que bien podría ser contada por alguien más, es la historia que contamos los huérfanos porque su historia es la mía, la tuya, es una historia de soledad, ternura y fuerza.
MUSEO DE FILATELIA DE OAXACA DEL MUFI AL SMITHSONIAN NATIONAL POSTAL MUSEUM Dulcina Abreu
Fui enviada por el curador del Smithsonian National Postal Museum, Daniel Piazza, quien meses antes estuvo como invitado en la conferencia anual de la Mexico Elmhurst Philatelic Society International (MEPSI Oaxaca 2018). Llegué a la ciudad de Oaxaca el 27 de octubre del mismo año. Mi visita coincidía con las festividades de la ciudad. En Oaxaca el tiempo parece detenerse, abriendo un espacio en donde la celebración de la vida y la muerte coexisten de forma simultánea sin ninguna aparente contradicción. Piazza había quedado impresionado con el Museo de la Filatelia de Oaxaca, junto con los proyectos impulsados por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. Así me lo hizo saber. Gracias a la previa coordinación con el director del Museo de Filatelia, Eduardo Barajas, y el Arq. Edu Nieto, mi estancia se prolongó hasta el 4 de noviembre del mismo año. La oportunidad fue propicia para entablar conversación con artistas locales de gran talento, gracias al apoyo de la coordinadora de Educación, Luz Santiago, y el coordinador de Comunicación, Farid Rodríguez, ambos parte del equipo del MUFI. Tuve la fortuna de visitar los estudios de este grupo de artistas y conocer de primera mano sus metodolo-
gías de trabajo y el contexto de sus creaciones artísticas. En ocasiones, los encuentros ocurrieron en los más improvisados puestos de tacos. En todo momento, la atmósfera envolvente del lugar, cual nube ritual de un incensario con copal, me envolvía en su encanto. El objetivo principal de mi estancia era recopilar información e identificar piezas que pudieran ilustrar posturas diversas sobre la evidencia histórica o mitológica de los juegos de pelota prehispánicos con las prácticas deportivas actuales. Dado que la Biblioteca Juan de Córdova apoya y trabaja directamente con comunidades indígenas para el fomento del estudio de lenguas madres y su preservación, el apoyo en la investigación por parte de Gabriela Díaz fue fundamental para extender nuestro conocimiento acerca de la organización regional de campeonatos de pelota mixteca y el desarrollo del juego hasta nuestra generación. Esta investigación pretende revisitar narrativas sobre el beisbol, haciendo un viaje en el tiempo hasta los períodos Preclásico y Clásico de las culturas mesoamericanas, utilizando las herramientas de interpretación de las propias culturas en las que aparecen insertadas, evitando así la hegemónica visión anglosajona. Un antecedente indiscutible sobre el tópico es la exposición Grand Slam del Arte: Beisbol Filatélico que se exhibe actualmente en el MUFI; es considerada una colección emblemática y arquetípica, pues hasta el momento no se había producido una muestra similar en términos de sus alcances. Las piezas de la colección Grand Slam del Arte hablan de la relación personal de cada artista con el beisbol. Su perspectiva multigeneracional resignifica los artefactos deportivos elevándose hasta un imaginario ilimitado. Con frecuencia, los relatos de los artistas gravitaban en torno a la utilidad original de los objetos y a su relación con el tiempo. En cierta medida estas cuestiones significaban una suerte de continuidad a las celebraciones del Día de Muertos: la musicalidad de las comparsas, la vistosidad de sus ajuares y la gran energía comunitaria que experimenté al confundirme en medio de las multitudes cuando caminaba de regreso al hotel. La exhibición Grand Slam del Arte reunió a grandes artistas como el maestro surrealista Pedro Friedeberg, quien me impresionó desde el primer instante con Razones para meter muchas carreras, las instalaciones de la artista multidisciplinaria Mariana Grapain, una de ellas en especial, Indumentaria en juego, donde la artista presenta el icónico bordado de una pelota de beisbol en un huipil, legendaria indumentaria de herencia istmeña. Al igual quiero destacar la pieza del colectivo oaxaqueño Lapiztola, que inserta el bat dentro de un diorama enmarcado en un timbre postal, con sus distintivas aves migratorias, y colaboraciones especiales como la
pieza Peticiones del juego de Baltazar Castellano Melo. Algunas otras piezas también llamaron poderosamente mi atención. Recuerdo la obra de Sabino Guisu reimaginando los bates como si fuesen una herramienta militar. Y es que en el planteamiento de Guisu coinciden usos actuales de los bates, cuando en ciertos contextos son utilizados como herramienta de defensa personal, haciendo un híbrido en un mismo objeto el bate y el garrote. Durante mi visita a Monte Albán, nuestra guía nos comentaba, siguiendo una teoría no exenta de elementos míticos, que el juego de pelota prehispánico jugado allí 1 200 años atrás tenía connotaciones de un duelo político-religioso, en donde la decisión del futuro liderazgo del pueblo se definía a partir del desempeño en el campo de batalla ocupado por dos equipos, cada uno con tres jugadores. Esta acción performática –que mostraba las destrezas deportivas de los atletas– servía para elegir a las élites directivas, pero el mejor jugador del equipo ganador ofrendaba su vida en un sacrificio sagrado. Estas connotaciones político-religiosas del juego recuerdan los planteamientos de Roland Barthes en su libro Mitologías, en donde compara los deportes contemporáneos con la violencia y los rituales de los escenarios bélicos. Mi labor como asistente curatorial para un proyecto como Baseball: America’s Home Run fue una reivindicación de raza y de género. La supremacía masculina entre historiadores del juego ha sido la norma durante siglos, pero esta realidad ha empezado a cambiar. Otro logro de este proyecto ha sido tener la oportunidad de conocer a dos profesionales en el campo que han estado en colaboración mano a mano, identificando materiales visuales, textuales y artefactos de altísima relevancia histórica, política y cultural. Me refiero a Daniela Antunez, directora del Archivo de Diablos Rojos del México, y Sara Coffin, curadora en jefe de la colección de los Red Sox de Boston. Todo este trabajo de visita-enlace es con el fin de hacer posible la exhibición Baseball: America’s Home Run que tendrá lugar en el Smithsonian National Postal Museum en Washington D.C. Abrirá en primavera de 2020.
ARTE POPULAR TECNOLOGÍA Y ARTE POPULAR Diego Morales
Los procesos artesanales han sufrido cambios que corresponden a diferentes momentos en la historia y evoluciones que como sociedad hemos tenido, pero hay un detonante que sirve de parteaguas para abrirse a la modernidad: la Revolución Industrial significa no sólo el cambio de pensamientos, sino la mecanización de mu-
chos procesos que se entendían como artesanales. El uso de tecnologías para crear sistemas de producción llegó para satisfacer demandas mundiales, y representa el inicio de nuevas especializaciones y la desaparición de algunas que quedaron obsoletas. Proliferó la diversificación de la labor de los artesanos, quienes comienzan a experimentar con nuevos materiales, fusionar técnicas, utilizar nuevas herramientas o adaptar otras más a sus procesos, dándose cuenta de que los alcances de sus conocimientos y la reinterpretación de sus habilidades, en específico del arte popular, mejoran sus sistemas de producción. En México y América, tras la colonia, se quedan los diferentes oficios que servían para embellecer los espacios de esos tiempos, que se unieron y mezclaron con los antiguos oficios artesanales que transformaban materias primas en elementos rituales y objetos también utilitarios en las sociedades que precedieron, así comenzamos a identificar las técnicas artesanales que en la actualidad conocemos. La alfarería por ejemplo, ha evolucionado mucho, desde el mismo torno, que tiene algunos registros prehispánicos en San Bartolo Coyotepec. Las piedras cóncavas que servían para levantar ollas y darles vueltas sosteniéndolas con la mano pasaron a los registros del torno de pie, que evolucionó al del motor. Este cambio respondió a la demanda industrial y a la necesidad de aumentar la producción, pero siempre respetando procesos como la extracción del barro, el horneado, el decorado manual, que no han cambiado mucho. La intervención en la técnica es puntual, pues significa un quehacer que representa respeto. Las modificaciones merecen hacerse con cuidado. Por eso recalcamos la manera en que un diseñador colabora con artesanos, pues merece hacerse con el respeto y la prudencia que la labor exige. Los avances tecnológicos y el interés de los artesanos por conocerlos y aplicarlos en sus talleres ha hecho que la variedad de posibilidades se amplíe y que las producciones sean más competitivas en el mundo moderno. Como ejemplo están los artesanos alfareros, quienes han investigado los componentes químicos y han encontrado nuevas posibilidades en colores y acabados que muestran de manera diferente su trabajo. La entrada de nuevos hornos de gas que apresuran las quemas y hacen más controlable el resultado, así como el uso de impresiones 3D para crear moldes de piezas modeladas en programas especializados son otros ejemplos. Lo importante es el respeto y el valor que le dan a su trabajo. Podemos apreciar la labor de los artesanos que mantienen vivas tradiciones de nuestros pueblos. En Andares del Arte Popular trabajamos para llevar al mundo el trabajo de artesanos que buscan mejorar la calidad de sus piezas capacitándose para mejorar sus habilidades.
TALLER DE RESTAURACIÓN AL MAR DEL SUR, CONJUNTO CONVENTUAL DE SANTO DOMINGO TEHUANTEPEC Ana Rodríguez García
En una mirada al pasado de Teguantepeque, la tierra que Cortés hallaría a su paso en la búsqueda del rumorado Mar del Sur, incierto en aquel siglo, nos es mostrada como la tierra sobre la que las órdenes mendicantes realizarían un esmerado quehacer para llevar a cabo la evangelización, iniciando con los franciscanos. Sin embargo, sería la Orden dominica la que brindaría su icónica contribución en aquel lugar conocido como Santo Domingo Tehuantepec. Aquella amplia extensión de territorio de ásperas condiciones –donde la gente se hallaba esparcida hablando diferentes lenguas– se convirtió más tarde en uno de los principales hitos del Camino Real que conducía de México a Guatemala. De Tehuantepec a México sería denominado como el Camino de los Salazones. Sin olvidar que en su itinerario, el conjunto religioso construido en el siglo XVI haría también de Santo Domingo Tehuantepec parte de la Ruta Dominica. “Un convento dominico había sido construido en Tehuantepec”, corría el año de 1554 cuando el virrey Velasco anunciaba aquella noticia a Felipe II, enunciando también que su construcción se realizaba con la donación de un gobernador zapoteca. Era don Juan Cortés, el citado personaje, quien antes de ser bautizado fue Cocijopij, Cociyobij o Cosiobi, de la dinastía zapoteca que gobernaba en aquel lugar cuando llegaron los españoles, el mismo que mandaba en aquel año que el barrio de pescadores, el de San Blas, llevara su producto todos los días a la edificación de la suntuosa bóveda que estaba en proceso. Se sabe que para el año de 1545 la obra ya había iniciado, pues se había pagado a un albañil la cantidad de 73 tepuzques por sus servicios realizados en el molino y en la iglesia. En torno a ese sitio se desarrolló una particular
arquitectura que es reconocida por sus características icónicas. La monumental obra religiosa era dominada en el siglo XVI por un atrio en el cual se hallaba la capilla abierta con sus contrafuertes de remarcado esviaje, detallados con casetones; sitio donde los naturales tomaban la misa. A un lado se hallaba la iglesia para los españoles, con su interior de arcos apuntados, bóvedas nervadas y su campanario separado. Probablemente la iglesia era más larga y fue modificada años más tarde, de acuerdo a un levantamiento de Robert Mullen en el que representa las ruinas de aquel espacio. Asimismo, es probable que justo al lado de la iglesia se encuentre oculta, entre agregados y transformaciones, una segunda capilla abierta (o tal vez la primera) a la que fue adosado el convento dominico, atendido en el siglo XVI por seis frailes que imaginamos recorriendo las celdas y deambulatorios, entre muros y bóvedas que con seguridad se mostraban mucho más esplendorosos y ricamente decorados con pintura. En el siglo XIX, con el porfiriato, una época de notable influencia en la zona, en la capilla en la que los naturales escucharon la misa fue incorporado un techo de lámina apoyado en columnas de hierro que duró hasta el siglo XX, cuando el sistema fue sustituido por uno de concreto reforzado. El espacio es ahora conocido por sus devotos como la Catedral de San Pedro, adquiriendo mayor relevancia religiosa respecto al antiguo templo; el atrio fue adicionalmente ocupado por el edificio del obispado, que se construyó probablemente en el siglo XIX al frente del convento. Con esa composición, el conjunto arquitectónico es uno de los edificios que más conmueven la vista dentro del tejido de la antigua villa. Ha prevalecido por varios siglos y, muy recientemente, a los movimientos sísmicos que dañaron gravemente al estado de Oaxaca en el año de 2017. Es por ese motivo que desde hace un año los interiores descansan en apuntalamientos de madera y cerchas, los contrafuertes que dan al patio del exconvento se encuentran gravemente fracturados y en la planta alta colapsó parte de una de las altas
bóvedas de cañón corrido que tanto deseó el gobernador zapoteca, de la misma manera que los arcos ojivales del templo. En ese mismo mes de septiembre, el Instituto Nacional de Antropología e Historia comenzó con el apuntalamiento preventivo de los arcos y cubiertas más afectados. Los contrafuertes fueron asegurados mediante un cinturón de tensores y tablas que ampara de la gravedad a los robustos soportes estructurales. Dentro del inmueble, en la sala del profundis, el noble espacio dio cabida para desarrollar el proyecto de intervención. Desde ahí, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca avanzó en la propuesta de intervención para recuperar integralmente el conjunto y las pintorescas casas tradicionales que embellecen las calles de Santo Domingo Tehuantepec, las cuales se continúan recuperando desde aquel suceso. Dentro de la vulnerable estructura del inmueble, que sostiene delicadamente la pintura mural entre grandes aberturas que atraviesan significativamente o en su totalidad la fábrica de ladrillo de barro rojo y los aplanados, el equipo multidisciplinario, en coordinación con el INAH en sus diferentes secciones (Monumentos Históricos y de Conservación y Restauración de Bienes Muebles e Inmuebles por Destino), valoró los daños y resolvió el complejo criterio con que dio inicio la intervención. El 26 de noviembre del año 2018, como la vida de una maravillosa obra de arte, comenzó la restitución de la fuerza a las piernas y brazos de la Casa de la Cultura de Tehuantepec, asimilada en sus contrafuertes y muros, al tiempo que se levanta y asegura la piel que se muestra detallada a tramos, con los matices que siglos atrás absorbió la cal, ahí mismo donde distintas manos en diferentes siglos aseguraron el deleite de las siguientes generaciones.
CENTRO CULTURAL SAN PABLO EXPOVENTAS 2019
El apoyo a los maestros del arte popular representa una de las principales preocupaciones de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. La búsqueda constante de plataformas de difusión y conservación de sus técnicas ancestrales ha resultado en la generación de diversas líneas de acción, entre ellas, las expoventas artesanales. Durante diversas fechas del año, en las expoventas artesanales organizadas por Andares del Arte Popular y el Museo Textil de Oaxaca, convergen maestros del arte popular de diversas comunidades de Oaxaca y otros estados del país. Visitar una expoventa es poder adquirir productos elaborados
a mano, únicos en su tipo, que llevan impregnada la maestría y dedicación que cada artesano vierte en sus creaciones, todo esto directamente del productor y a precios justos. Los visitantes pueden disfrutar también de diversas demostraciones de bordado, talla de madera y telar de cintura entre otras técnicas. Este 2019 no pierdas al oportunidad de consumir productos locales y apoyar a la dinámica económica de los maestros del arte popular, que día a día trabajan a favor de conservar las técnicas ancestrales y tradiciones de nuestras comunidades. Agenda las fechas y asiste al Atrio del Centro Cultural San Pablo a maravillarte con piezas en hojalata, barro, talla de madera, orfebrería, textiles y mucho más. Fechas: Enero 31 al 3 de febrero, abril 26 al 28, agosto 2 al 4, noviembre 15 al 18 y diciembre 13 al 15.
CENTRO CULTURAL SAN PABLO NUMERALIA 2018
El Centro Cultural San Pablo se encuentra en el antiguo convento de San Pablo, en el centro histórico de Oaxaca. Brinda a sus visitantes un espacio de convivencia y aprendizaje en donde se promueven la investigación y la difusión del arte y el conocimiento. Cerramos el año 2018 agradeciendo a todas las personas que llenan de vida este espacio histórico y arquitectónico, y orgullosos de la actividad académica y cultural generada en cada uno de sus rincones. Visitantes totales: 206 000 Eventos culturales y académicos: 197 Exposiciones: 10 Así, entre exposiciones artísticas, conciertos, expoventas, conferencias, festivales, congresos y muchas otras actividades, el Centro Cultural San Pablo, al ser sede de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxca, continúa heredando a las nuevas generaciones el interés por la valoración y el cuidado del patrimonio histórico edificado, el gusto por la lectura, el compromiso con las culturas originarias, el aprecio por el medio ambiente y el deporte, así como la curiosidad por el conocimiento. En 2019 la tarea continúa.
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SEGUIMOS LEYENDO DIPLOMADO EN PROMOCIÓN Y ESTRATEGIAS LECTORAS Luis Ignacio Salgado Fernández El diplomado cambia vidas, cambia familias.
Ya
son cuatro las generaciones que se han formado en el Colegio La Salle con el Diplomado en Promoción y Estrategias Lectoras que ofrece con gran acierto la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, y que es avalado por la Universidad La Salle Oaxaca. Son más de 120 padres de familia que se han formado en este diplomado, y que ahora son capaces de leer a públicos muy diversos y de realizar actividades de promoción de la lectura. Quienes asisten al diplomado lo hacen sabiendo que se forman para beneficiar a otros, que en muchos casos son sus propios hijos, pero también a diferentes niños y jóvenes a quienes leen y que se encuentran en escuelas, hospitales o centros infantiles de Oaxaca. María Isabel Grañén Porrúa, patrocinadora e impulsora, y Socorro Bennetts, creadora del diplomado, han logrado traer a expositores fenomenales. Hemos recibido la visita de escritores e ilustradores de fama mundial. La calidad del diplomado es extraordinaria. De ahí que no pocos papás mencionan al finalizar las sesiones: “el diplomado cambió mi vida”. No es una exageración, soy testigo de ello: sí cambia vidas. En una ocasión Leticia Aquino, participante de la segunda generación, nos relató la manera en que el diplomado había mejorado la relación con su hija. Aún conservo el grato recuerdo del momento en que la Dra. Aquino nos compartió esta experiencia de vida, la cual parafraseo a continuación: “Acostumbraba leerles cuentos a mis hijos, quizá no todos los días, pero tomaba tiempo frecuentemente para estar con ellos y leer libros clásicos infantiles o de aventuras. Con mi hijo nunca tuve problema, a él le encantaban las historias y podía estar horas escuchando relatos. Con mi hija fue muy diferente. Ella se sentaba en la cama para escuchar, pero fácilmente se distraía y muy pronto se dedicaba a hacer otras cosas. Con su actitud yo me preguntaba: ¿qué hago para mejorar la atención de mi hija? En algún momento en el Diplomado, me di cuenta que estaba suponiendo que los libros que le gustaban a mi hijo eran los que debían gustarle también a mi hija, pero ella, por supuesto, tenía otros gustos e intereses. Pronto me percaté de que mi hija no tenía un problema de atención y fue entonces que mi pregunta cambió. Ya no era: ¿Qué hacer para que mi hija ponga atención a la lectura? Ahora era: ¿Qué le gusta a mi hija? ¿Qué temas le interesan? En una oportuni-
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dad que tuvimos acudí con mi hija a una librería para que escogiera lo que quisiera. Ella se emocionó al ver los libros ilustrados o libros-álbum. Yo solía pensar que los libros con “dibujitos” eran de segunda categoría, hechos para quienes comienzan a leer y necesitan un apoyo visual, mientras llega el momento de adquirir libros de verdad, sin ilustraciones. Pero en otro momento en el Diplomado descubrí el gran valor no sólo artístico sino también literario que tienen los libros-álbum. Por otro lado, también aprendí que el mejor libro es aquel que despierta nuestro interés y curiosidad. Acondicioné entonces un espacio en casa para mi hija y para mí, con un librerito, cojines y una mesita. Mi hija puede pasar horas mostrándome sus libros-álbum. Me asombra cómo ella puede descubrir detalles en las imágenes que yo nunca hubiera podido percibir sin su ayuda. La relación con mi hija ha cambiado. He descubierto habilidades en ella que no conocía. Nuestra relación ya no pasa por los gustos e intereses de mi hijo, ahora es directa, personal. Me encanta estar con mi hija”. Así es, el diplomado tiene el potencial para cambiar personas, relaciones, familias y vidas.
MUSEO DE FILATELIA DE OAXACA VISITAS AL MUFI Francisco Hinojosa
De
adolescente (hacia los trecequince años) fui aficionado a la filatelia por influencia de mi padre, de quien aprendí todo lo que sé al respecto. Recuerdo haber comprado la serie completa de los sellos postales dedicados a las Olimpiadas del 68 y coleccionarlos en un álbum especializado. Uno de ellos, el de veinte centavos, fechado tres años antes de los juegos, tenía un error de imprenta: la imagen (una pieza prehispánica del Museo de Antropología) estaba movida: eso le daba un plus de valor al timbre, que atesoré como si fuera un billete de lotería premiado. Iba a las tiendas especializadas a comprar los sellos porque sabía que si ya tenían la marca de haber sido enviados en una carta, su valor bajaba. Mi padre tenía un don natural para vender publicidad en una revista que él manejaba: Cosmopolitan. A la vez era un pésimo comerciante en otras empresas propias que emprendía: una tienda de tapices, que fue la que más éxito tuvo y que nos dio de comer por algunos años, otra de discos de jazz, que quebró al poco tiempo, y una más, entre las que me acuerdo: una miscelánea en San Miguel de Allende que quiso convertir en un establecimiento gourmet; entre él y su pareja de entonces terminaron comiéndose la tienda y regresaron a la capital con lo suficiente para pagar la gasolina del coche. Antes de que
esto sucediera, confiaba en que su colección de sellos postales tendría algún día un gran valor. Luego de un aneurisma que lo dejó sin trabajo, creyó que venderla sería una salvación económica para la familia. Lo que le ofrecieron por tantos años de comprar, clasificar y ordenar su acervo fue una cantidad muy por debajo de sus expectativas. Aun así la vendió con una frustración evidente. Sucede algo similar con quienes tienen una cuantiosa biblioteca que esperan dejar como legado a sus hijos: a la hora de venderla se compra por metro, y un libro, por ejemplo, que costó en su momento el equivalente de trescientos pesos de hoy, pagarán por él cuatro o cinco pesos a lo mucho. Mi afición por la filatelia duró poco. Mis álbumes se perdieron cuando mi padre se enemistó con su madre y su padrastro: en su casa, donde yo guardaba mi afición por la filatelia, se perdieron, y seguramente fueron a dar a la basura, junto con un álbum de recortes de periódico que había hecho acerca de la muerte de Kennedy en el 63. Sin embargo, los timbres siguieron teniendo un sentido para mí: me gustaba escribir cartas a varios amigos que vivían entonces fuera de México y a una novia eventual que vivía en León, Guanajuato. Tenía una caja postal cerca del lugar en el que trabajaba entonces: IIISEO (Instituto de Investigación e Integración Social del Estado de Oaxaca), ubicado en el Convento del Carmen, sobre Avenida Revolución. Y por supuesto elegía con qué timbres enviar mi correspondencia. Escribir cartas y recibir respuesta era para mí entonces un gran motivo de felicidad: un diálogo a distancia que podía tardar entre una y tres semanas en completarse.
En el 2012 recibí una invitación por parte de la Editorial Nostra, en convenio con el MUFI (Museo de la Filatelia de Oaxaca), para que escribiera un cuento para niños que tuviera que ver con el tema. Me rehusé al principio porque ya no tenía sentido para mí el intercambio epistolar: las redes sociales habían acabado con ese tipo de comunicación escrita a mano o con una máquina de escribir que no obtuviera una respuesta muy inmediata. ¿Qué niño de hoy escribe cartas de esa manera? Ahora son mensajes, por lo general cortos, y llenos de emoticones con aplausos, corazones, sonrisas, disgustos, pasteles y demás. Sin embargo, alguna musa me advirtió que tenía una deuda con el MUFI y nació la historia de un niño que reprueba el quinto de primaria (algo que a mí me sucedió) y sus padres le prohíben usar la computadora hasta que les mostrara una boleta de calificaciones con un mínimo de promedio de siete, lo que significaba muchos meses por delante. Al personaje le preocupaba una cosa: tenía una amiga por Facebook con la que se comunicaba con ella cotidianamente. Le dijo a su madre: “si no le escribo va a pensar que ya no me cae bien. O que ya me morí”. La respuesta fue natural: “escríbele una carta y mándasela por correo, así de simple”. Y aquí empieza un intercambio epistolar atípico entre dos niños que descubren la importancia de la espera, las imágenes de los sellos. El libro se llama El castigo de Lucas. Voy con frecuencia a Oaxaca, entre una y cuatro veces por año, gracias a la FILO (Feria Internacional del Libro de Oaxaca), la más festiva y acogedora de todas las que conozco, y otras veces por distintos motivos: invitaciones de maestros o promotores de lectura para dar charlas o talleres,
presidir una calenda dedicada a los libros, leer en distintas escuelas o bien por viajes familiares. Y casi siempre la visita al MUFI está en la agenda. Además de poseer una de las más grandes y ordenadas colecciones de filatelia en el mundo, con seguridad es el espacio mejor diseñado para acogerla. Posee una buena cantidad de cartas que Frida Kahlo le escribió a su médico Leo Eloesser, misivas con un gran poder narrativo que la exhiben también como una escritora detallada, amena y llena de una profunda sensibilidad, que no solo muestran sus preocupaciones por su salud sino que dejan al descubierto su amistad. También guarda el MUFI quizás la más amplia compilación de timbres dedicados al beisbol (más de cinco mil piezas), que conjuga dos de las grandes pasiones de su fundador, Alfredo Harp Helú, y la Fundación que lleva su nombre: el deporte de la bola caliente y la filatelia. Sus exposiciones temporales también sorprenden por su creatividad y pulcra museografía. Al menos habré visto una docena de ellas. Recuerdo una, montada en el 2009, llamada Puentes, librando obstáculos, una colección temática perteneciente a David Braun que incluye, además de sellos postales, otros elementos que dan muestra de su pasión por el tema: desde los puentes naturales, como el Inca de Argentina, formado por la acción erosiva de las aguas, hasta el de Brooklyn, el de Winch en Inglaterra o el Acueducto de Querétaro, por mencionar una minúscula selección de la expo. A pesar de no exhibirse en un espacio muy amplio, alguien como mi amigo Alfonso Morales podría haber tardado muchas horas en contemplarla y fascinarse con ella. A los veinte años de su apertura (2018), mi esposa Tanya y yo fuimos al MUFI sin saber qué exposición temporal visitaríamos: sabíamos que lo que fuera nos sorprendería: Grand Slam del Arte. Beisbol Filatélico. El proyecto, según lo explica en el catálogo el director del museo, Eduardo Barajas, surgió de una colaboración con los Diablos Rojos del México, los Guerreros de Oaxaca y la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú. Al ver la cantidad de bates y pelotas en desuso de ambos equipos, tuvieron la atinada idea de proponerle a una veintena de artistas, la mitad oaxaqueños, que los intervinieran y que los combinaran con el mundo de la filatelia. Y la convocatoria que hicieron tuvo un gran sentido: hay obras de Francisco Toledo, Alejandro Magallanes, Demián Flores, Pedro Friedeberg, Mauricio Gómez Morín, Alberto Ibáñez, Guillermo Olguín, Joel Rendón, Sergio Hernández y Lapiztola, entre otros. Había que intervenir los bates y las pelotas para convertirlos en arte postal y beisbolero. Agradecemos a Tanya Huntington, Rose Mary Salum y a la revista Literal Latin American Voices por la autorización de reproducción.
MUSEO TEXTIL DE OAXACA LA VINCULACIÓN COMO ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO ACADÉMICO Elisa Luna
Hoy en día, profesionistas de generaciones antecesoras han manifestado que las nuevas generaciones son de cristal, ya que son vistas como jóvenes temerosos al fracaso y poco fieles al compromiso. Las instituciones educativas tienen el compromiso de potencializar el talento de sus alumnos y no dejar que los estereotipos opaquen el brillo que un estudiante pueda tener. En la actualidad, la oportunidad de compartir el conocimiento en las diferentes disciplinas ha generado que catedráticos y alumnos puedan intercambiar opiniones y críticas para generar nuevas estrategias de aprendizaje, en las que se ponga en práctica lo adquirido en las aulas para generar en el alumno una visión amplia del conocimiento humano. En la Universidad Mesoamericana tenemos el firme propósito de formar estudiantes con base en el estudio, la investigación, la reflexión crítica y la interacción humana, pretendiendo que sea catalizadora del desarrollo de sus alumnos y, principalmente a través de ellos, que contribuya al progreso social. Por lo anterior, la vinculación de proyectos reales deja atrás la antigua forma de enseñanza, en donde el catedrático era la persona que tenía la razón absoluta y los alumnos eran pasivos y conformistas; no obstante, en nuestras aulas las bases del conocimiento se fortalecen día a día con catedráticos comprometidos con las materias a impartir, lo cual da como resultado el crecimiento profesional y personal de nuestros alumnos, con voluntad e iniciativa para atreverse a poner en práctica los conocimientos adquiridos en las aulas. De esta forma, el séptimo semestre de Comunicación colaboró con un proyecto colegiado entre dos materias –Diseño y producción editorial impartida por Estephania Díaz Fernández, y Tecnologías de Información y Comunicación bajo la titularidad de Marco Antonio López Manzano– quienes en su pasión por la docencia y su disciplina involucraron a sus alumnos en la experiencia de elaborar una memoria digital del Tercer Encuentro de Textiles Mesoamericanos (TEXTIM). Agradecemos la confianza del Museo Textil de Oaxaca en la Comunidad Mesoamericana para llevar a cabo dicho proyecto. Los alumnos vivieron una semana de exhaustivo trabajo durante la cobertura del evento, pero detrás de ese esfuerzo y compromiso hubo meses anticipados de planeación correspondiente. No cabe duda que fue la mejor forma de involucrar a los alumnos en el campo laboral, de colocarlos en una situación real, en la que tuvieron que
aprender a organizarse, trabajar en equipo y tomar decisiones, atributos que no se aprenden en una materia en específico, pero que son elementos básicos para un profesionista exitoso. La educación es cambiante y los alumnos cada vez son más demandantes –ávidos de conocimientos–, por ello, el puntual seguimiento de las coordinaciones permite la vinculación de proyectos académicos con instituciones, de tal forma que el trabajo de los alumnos aporte a la sociedad conocimiento con valor humano.
BIBLIOTECA DE INVESTIGACIÓN JUAN DE CÓRDOVA CONGRESO POR LA GOBERNANZA COMUNITARIA E INTERCULTURAL CEPIADET
En las discusiones acerca de la relación entre el estado y los ciudadanos, se recurre al concepto de gobernanza desde la década de 1990. Según las Naciones Unidas, la buena gobernanza promueve la equidad, la participación, el pluralismo, la transparencia, la responsabilidad y el estado de derecho, de modo que sea efectivo, eficiente y duradero. Con el objetivo de mejorar el diálogo y la articulación entre ciudadanía y gobierno para generar propuestas que contribuyan a la gobernanza y la participación social, organizaciones de la sociedad civil, cofinanciadas por la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y el Laboratorio de Cohesión Social México (AMEXCID) – Unión Europea, realizaron en Oaxaca el Congreso por la Gobernanza Comunitaria e Intercultural. El evento, que congregó la exposición de procesos y experiencias de los Valles Centrales y la región de la Mixteca Oaxaqueña, contó con la participación de destacadas personalidades a nivel nacional en el tema de gobernanza. La actividad tuvo como sede la
Biblioteca de Investigación Juan de Córdova ubicada dentro del Centro Cultural San Pablo, los días 17 y 18 de octubre de 2018. Las actividades del primer día iniciaron con el acto inaugural y el panel de apertura denominado La Construcción de la Gobernanza Comunitaria desde el enfoque de Derechos Humanos, en el cual participaron Víctor Leonel Martínez Juan del CIESAS Pacífico Sur; Etelvina Inés García López, de la comunidad zapoteca de Villa Díaz Ordaz, Tlacolula y Guillermo Padilla Rubiano de Plural, Colombia quienes reflexionaron acerca de la conceptualización de las bases de la gobernanza intercultural, desde la teoría y la vida comunitaria. Cabe señalar que las actividades se desarrollaron a través de mesas de trabajo en las que destacan los siguientes temas: a) La participación ciudadana y contraloría social desde una perspectiva intercultural; b) Las identidades en la construcción de ciudadanía en contextos diferenciados; c) Territorios y sustentabilidad en comunidades indígenas; d) Mujeres en las comunidades indígenas; para finalmente cerrar con el panel denominado Políticas públicas en contextos multiculturales y el enfoque de derechos humanos. Las actividades del congreso concluyeron con la presentación, lectura y firma del Pronunciamiento por la Gobernanza Comunitaria e Intercultural del estado de Oaxaca, el cual va dirigido al Poder Ejecutivo local y federal; al Poder Legislativo local y federal; al Poder Judicial local y federal; a los organismos constitucionales autónomos, a las organizaciones de la sociedad civil y a los pueblos de Oaxaca, México y el mundo. Este pronunciamiento, que puede consultarse en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, tiene por objetivo reconocer y establecer elementos mínimos para que el Estado y los distintos actores sociales se comprometan a respetar, promover y garantizar el pleno ejercicio de los
derechos humanos, derechos de los pueblos indígenas, de las mujeres, las juventudes, las niñas y los niños, abrir espacios de interlocución y diálogo, de consulta y consenso en un marco de respeto, igualdad, justica y equiparación de oportunidades, a fin de afianzar la gobernanza comunitaria e intercultural que descentre la toma de decisiones de los gobiernos estatal y federal. La iniciativa fue impulsada e implementada por las asociaciones civiles SiKanda, Propuesta, Ideas Comunitarias, Diversidades y el Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción (Cepiadet,) quienes durante dos años desarrollaron diversas acciones que fortalecen el trabajo colectivo de las comunidades participantes. Finalmente, se agradece la colaboración de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova dependiente de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, quien facilitó los espacios para el desarrollo del Congreso Gobernanza Comunitaria e Intercultural.
ARTE POPULAR DERECHO DE AUTOR Lorena De la Piedra
El pasado mes de octubre se llevó a cabo el Tercer Seminario Internacional sobre Derecho de Autor UNAMIIDA (Instituto Interamericano de Derecho de Autor) en la Facultad de Derecho de Ciudad Universitaria, en la Ciudad de México, y la maestra Carmen Arteaga hizo una invitación a la FAHHO para participar en la mesa de Diversidad Cultural. La maestra nos pidió hablar sobre nuestra experiencia en Oaxaca, con el tema de “apropiación cultural”, y lo que nos cuentan los artesanos con respecto a las reproducciones arbitrarias de sus diseños por parte de personas ajenas a sus contextos culturales, también llamados “plagios”. Platicamos también acerca del lado
bueno de estas malas prácticas, argumentando que, desde el punto de vista optimista, no todo ha sido una derrota, ahora la gente sabe dónde se hacen originalmente algunos bordados y las artesanas comercializan mejor esos productos con un nuevo estándar de calidad. Explicamos lo que hace la comercializadora y la FAHHO para apoyar a los artesanos y, como representantes de esos artesanos, exigimos a los jóvenes abogados y a los representantes de algunas firmas que estuvieron ahí, que queremos más respuestas positivas, partiendo de que en México no existe un esquema jurídico idóneo para proteger y defender las creaciones intelectuales tradicionales, y que la realidad en la que vivimos es una donde la mayoría tiene fácil acceso a la información, por lo tanto a su reproducción y explotación inconsciente de su valor. La pregunta para los jóvenes fue: ¿cómo deberíamos organizarnos para generar mejores mecanismos de protección al patrimonio cultural comunitario? La respuesta quizá debería venir de las comunidades, para después resolver en conjunto. Actualmente en la legislación existen dos alternativas para que un producto lleve asociados componentes geográficos o naturales: las marcas colectivas y las denominaciones de origen; en México existen únicamente 16 denominaciones de origen. Sin embargo, la buena noticia es que ahora se ofrece un marco de protección a través del registro de Indicaciones Geográficas (IG), que da reconocimiento sobre los productos asociados a su ubicación geográfica y a las habilidades de artesanos para transformar la materia de esa región en específico. Se puede poner una IG para marcar cada producto en una etiqueta, señalando que está protegido y que se debe tener cuidado si se pretende copiar. El producto debe tener características especiales atribuibles al origen geográfico. Suponiendo que este esquema de proteger a través de Indicaciones Geográficas funcione de manera correcta, esto no será suficiente, también debe custodiarse la adecuada y veraz información al consumidor, así como el respeto a la competencia leal entre productores, diseñadores y comerciantes. Partiendo de la conclusión de la maestra Carmen Arteaga donde dice que: “No siempre la ley es la mejor solución a los problemas”, nosotros podemos proponer más foros para maestros artesanos y creadores, reforzar la valoración de la tradición artesanal, difundir lo que hemos aprendido y buscar colaboraciones horizontales. En un mundo donde todo se hace en serie y se consume de manera masiva, la creatividad y originalidad se han convertido en importantes activos económicos. Nuestra tarea es promover el talento nacional y estudiar el esquema de Indicación Geográfica como mecanismo de protección, para que así se pueda respaldar la identidad nacional. ENERO - FEBRERO DE 2019 9
ADABI OAXACA PRESERVANDO LA MEMORIA María Oropeza Orea
El trabajo archivístico se ha profesionalizado a lo largo de varias décadas. Cada vez más reglamentado, requiere de mayor capacitación y estudio, de experiencia, interés y dedicación. Con el equipo formado en las filas de ADABI de México, concretado en la Coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos que se ha enfocado en el rescate de la memoria escrita en el estado de Oaxaca, hemos pasado un año realizando rescates documentales y bibliográficos, organizando archivos municipales y parroquiales en el Istmo de Tehuantepec, la Sierra Norte, la Mixteca y los Valles centrales. Todos los archivos tienen historias que contar, documentos valiosos que es necesario guardar, limpiar y registrar. Para lograr este objetivo, es necesario llevar a cabo varios procesos: clasificación, ordenación, resguardo, realización del inventario y, paralelamente, la conservación. Clasificación: Es transcendental, porque determina el lugar de un documento en el ámbito total del archivo, que se diferencia en categorías de lo general a lo particular, desde fondo, sección y serie, añadiendo el año o años extremos del documento o expediente. Este proceso es el que permite darle estructura al archivo, conocer las funciones y actividades de la institución pública o privada, civil o eclesiástica, además de conocer la información que sirve con posterioridad para la elaboración de la síntesis histórica, que permite la entrada a la investigación. Ordenación: Este proceso, que parece simple, es delicado. La ordenación es alfabética en las secciones y series, y cronológica en cada una de ellas, lo que permite el control y búsqueda de los documentos. Darle a este proceso la importancia debida es lo que permitirá conservar por más tiempo íntegro el archivo, pues una mala ordenación demerita la clasificación y abona a la pérdida de información. Resguardo: Se contempla en la actividad de colocar en cajas; requiere de un elemento necesario y visible que sirve de identificación y control:
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la etiqueta que consigna la información del contenido, nombre del fondo, sección, serie, años, número de expedientes o libros y número de caja; esta misma información está contenida en el inventario, que es un registro digital, en el que es posible mencionar y recuperar observaciones y descripciones de los expedientes, lo que facilita aún más la búsqueda y permite agregar información descriptiva del contenido por caja. A la par de estos procesos se realiza también trabajo de conservación preventiva, la remoción de la suciedad provocada por el polvo, el retiro de la concreción por hongos y deyección de insectos mediante una aspiradora especializada; el uso de bisturís, espátulas, goma rallada, algodón y brochas como herramientas básicas o de primeros auxilios para complementar la limpieza. Otro principio de conservación es el retiro de los elementos metálicos como broches, clips, alfileres y grapas que deben ser separados de la documentación, debido al deterioro que provocan en el papel al oxidarse. Estas medidas ayudan a evitar o detener la degradación de los documentos, alargando la vida de ese testimonio de la historia escrita. El inventario es el producto final del proceso de organización, un instrumento de control y consulta que permanecerá como testimonio de lo recuperado. Desde la creación de la Coordinación de Archivos se han organizado los archivos municipales de Teococuilco de Marcos Pérez, Santiago Lalopa y San Baltazar Yatzachi el Bajo; el archivo de la alcaldía de San Pablo Huixtepec; los archivos parroquiales de Santa María de la Natividad, de Tecomaxtlahuaca, San Miguel Tlacotepec, Santo Domingo Tehuantepec y Santa María Magdalena Tequisistlán. Tuvimos una participación especial en la recuperación de material documental en la Casa de la Cultura de Juchitán de Zaragoza y Santo Domingo Tehuantepec, con importantes acervos bibliográficos, fotográficos y colecciones que son legado para la historia local. Cada archivo nos regala un aprendizaje que no sería posible comprender sin la participación de los lugareños, pues la contextualización de su
historia enriquece y da vida a lo escrito hace cientos de años, otorga significado para ellos y para la historia del lugar. Es por ello que los archivos son considerados fuentes de conocimiento primario que nos permiten conocer las entrañas de las instituciones. Darle valía a este trabajo archivístico por su aportación a la conservación de la memoria escrita histórica y vigente, debe alcanzar todos los ámbitos de reconocimiento.
MEDIO AMBIENTE PROHIBIR O NO PROHIBIR LOS PLÁSTICOS, ÉSA ES LA CUESTIÓN Miguel Rivas
Vivimos
momentos inciertos sobre el costo-beneficio ambiental que tienen los plásticos en nuestras vidas. Por un lado, estos polímeros nos han ayudado a disminuir la cantidad de metal, madera y otros materiales, ahorrándonos mucha energía y materias primas, a tal punto que algunos creen que usarlo es una solución verde. Pero por otro lado, somos testigos de la devastación y el daño ecosistémico que deja el abuso de este material, creando artículos que llamamos desechables y que luego afectan a otros seres vivos de este planeta. El punto es que mientras nuevos materiales más amigables con el medio ambiente son creados, debemos decidir qué pasará con los actuales. Los mismos que colapsan nuestros sistemas de drenaje, van a dar al mar y allí son ingeridos por más de 700 especies, causando su intoxicación y muerte, haciendo un daño irreparable a los ecosistemas y a las personas que subsisten directa o indirectamente de los recursos del mar. Iniciativas como el cambio de legislación en los estados de Querétaro, Veracruz, Baja California y San Luis Potosí, entre otros, muestran que una forma de poner un alto a la contaminación por plástico se puede lograr por medio de prohibiciones. Muchos países están adoptando estas medidas, poniendo sobre la mesa el debate de cómo podemos prescindir de estos artículos superfluos como las bolsas o los popotes y, además,
ponen presión a la industria para la creación de nuevos materiales 100% biodegradables e inocuos que permitan seguir conservando y distribuyendo los productos. Como es de esperarse, la industria del plástico requiere defender sus negocios. Seguro nos hablarán de las miles de bondades de estos materiales y resaltarán cómo no podemos vivir sin ellos, de lo contrario tendríamos que volver a lo compleja que era la vida antes de 1950, cuando los primeros polímeros plásticos se crearon. Nos dirán que la solución es el reciclaje y que si lo hacemos más y mejor el problema se soluciona, pero eso no será cierto del todo. Menos del 10% del plástico se ha reciclado desde su creación. Diversos estudios han demostrado que el reciclaje no es una solución para la actual crisis de la contaminación plástica. En el mejor de los casos, si aplicáramos la mejor tecnología disponible, la reciclabilidad alcanzaría el 53%, y para ser honestos, no todo lo que es reciclable necesariamente se recicla. Recientemente el Panel Asesor Científico y Técnico (STAP) del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA) indicó que la economía circular en sí misma no resolverá el problema de la contaminación plástica, si dichas medidas no van acompañadas de políticas serias de reducción en la fabricación de nuevo material plástico. No podemos esperar a que todo el plástico sea reciclado porque ésta es una utopía que no ocurrirá al 100%. Prohibir los plásticos de un solo uso es el primer paso para cuestionarnos sobre el abuso que hemos hecho de estos polímeros en nuestras vidas y la responsabilidad que tienen las corporaciones que decidieron vendernos todo, absolutamente todo, en este material. Aclaro que no se trata de acabar con este material para siempre, pero al menos deben estar prohibidos cuando su vida útil es infinitamente inferior a la cantidad que demorarán en descomponerse en el ambiente. Por ejemplo, una bolsa plástica de polietileno tiene una vida promedio de 12 minutos y luego demora entre 150 y 400 años en descomponerse. En el estado de Oaxaca han sido los municipios quienes han marcado la pauta prohibiendo estos plásticos innecesarios. Esto sin duda trae beneficios como: mayor eficacia del sistema de recolección de basura, ahorro para los comercios, beneficios para el turismo, pero, sobre todo, un beneficio para el medio ambiente local y aquellos que gozan de sus bondades en el estado. Es hora de que el gobierno estatal haga eco de estas iniciativas y legisle sobre el tema. Esperemos que Oaxaca y más estados se atrevan a regular y legislar sobre prohibiciones a este tipo de plásticos de un solo uso, y tomemos conciencia como sociedad acerca de terminar con este modelo cultural ba-
sado en usar y tirar, el cual no es sostenible en el tiempo, en este planeta de recursos finitos, y que pronto el modelo económico migre hacia nuevas formas de entregar los productos a los consumidores en armonía con los ciclos biogeoquímicos del planeta.
ARTE POPULAR IDENTIDAD GRÁFICA QUIAVINÍ – TEXTILERÍA ARTESANAL Valeria Morales
El principal propósito del proyecto de Andares del Arte Popular es el apoyo a la comercialización y la difusión del arte popular. Es por eso que además de la compra directa a artesanos, se ofrecen otros servicios y programas que abarcan distintos ámbitos profesionales que aportan beneficios a los artesanos y a sus talleres. Contamos con diversas áreas que brindan servicios y apoyo en temas de contabilidad, administración, ventas y diseño. Éste último cuenta con un laboratorio, que se encarga de aportar ideas y elementos que acompañan a los talleres en su desarrollo y crecimiento, así como herramientas y consejos para la mejora de sus piezas al momento de su creación. De acuerdo a lo anterior, el laboratorio de diseño realizó por primera vez la aportación teórica y física de un logotipo, el cual es una de las necesidades esenciales para toda empresa, establecimiento y, en este caso, taller. Este elemento dará pauta para que el público comience a familiarizarse aún más con ellos y con el trabajo que realizan. En esta ocasión el ejercicio fue realizado con el taller Quiaviní Textilería Artesanal, de San Lucas Quiaviní, Oaxaca, conformado por Isabel Hernández y Romualdo Curiel, un matrimonio que trabaja día con día para dar a conocer y comercializar su trabajo. Con base en una visita previa a los artesanos y a la serie de inquietudes y deseos manifestados, se inició con el proceso de diseño, en el cual se buscó responder y plasmar lo expresado por Isabel y Romualdo, para llegar a un correcto y funcional resultado final. La entrega consistió en un logotipo que representa elementos y características enraizadas a sus textiles, el diseño de tarjetas de presentación, etiquetas de instrucciones de lavado de sus piezas y por último un sello para las bolsas donde coloquen sus productos. Todo lo aportado a los artesanos fue tomado por los mismos de manera satisfactoria y de total agrado, lo cual fue otra de las intenciones que se tenía al principio del proyecto. Al ser el primer ejercicio de este tipo se espera que en el futuro se aporten más servicios y que además el arte popular se lleve a más lugares a través de su difusión.
SEGUIMOS LEYENDO ALLÁ, EN SAN MATEO, UNA VEZ UNA MUJER: Emiliano Aréstegui Para las maestras: Mercedes, Edith, Zoraida, Nubia, Roselia, Griselda, Lupe, Wendolyn, Luz, Flavia, Tomasa, Brenda y Alina.
San Mateo del Mar es un lugar en el que la magia pervive. Antes de llegar nos topamos con un descampado en el que, además de breves y ligeras sábanas de sal, se encuentran un par de furgones derrengados que bien pueden confundirse con los guardianes del lugar, dos viejos camiones de volteo de un blanco jaspeado por la herrumbre, el polvo y el olvido. Estamos en San Mateo. El viento aligera la pesadez de un sol pleno antes del mediodía. El aire se pinta de colores con el andar de las mujeres. Las faldas vuelan luciendo sus morados, naranjas, verdes y azules, mismos que hace sesenta años sorprendieron a Lourete Sejourné y que hoy siguen presentes. Ella hizo catorce horas en una carreta jalada por bueyes, ahora se hacen poco más de cuarenta minutos. Ya en pláticas y lecturas había venido a San Mateo, ya me había bañado pues en sus lagunas. Un amigo se vino a vivir para darle vida a Nosotros el viento, una novela polifónica que se nutre de la filosofía ikoot; y en enero de este año me encontré Supervivencias de un mundo mágico, libro en el que Lourete Sejourné busca los recaudos de la magia y la filosofía de algunos pueblos de Oaxaca. El último ensayo, el más extenso, está dedicado a San Mateo del Mar. El primero tampoco tiene desperdicio, en él se retrata lo que pasaba en Juquila una vez llegada la procesión. Estamos en una extensión del preescolar: una maestra, un baño portátil, siete sillas, una mesa, siete niños y una sombra (no es adivinanza), son el preescolar que aparece y desaparece en los brazos de la persona encargada de montarlo y desmontarlo. Aquí cantamos, leemos, compartimos libros de cartoné y moldeamos plastilina. Luego de trabajar con los pequeños, nos vamos a la primaria. Hay algo en los ojos ikoots que los presume inteligentes. Edgar Olmedo (compañero de ruta, maestro y amigo) sugiere que se debe a la alta ingesta de Omega 3 de un pueblo en el que los más dependen del mar y sus lagunas. Supongo lo mismo, mas sospecho otras razones un poco menos intestinales… En los salones de palma y piso de arena devoran historias los niños tragacuentos. Nosotros leemos y ellos escuchan. Ahí surge y hace de las suyas Malvado conejito, se subleva El pequeño Cuchi Cuchi, espuma rabia La peor señora del mundo, y Yoavi, protagonista de Romper el cerdito, libera a Pesajson en un campo de ortigas. Bajo esa sombra: pájaros, ranas, avio-
nes y conejos papirofléxicos se mezclan con las sonrisas. El asombro escapa de los ojos niños, cargados todos de un negror espléndido. Roselia es la directora del colegio de bachilleres, una mujer práctica e inteligente. Abundan en el Istmo, pero en San Mateo son más que evidentes. Aquí no hay ceibas, pochotes ni huanacaxtles, quizá por eso las mujeres de San Mateo adquieren esas dimensiones. Es digno de admirar su feminismo pleno y natural. Ese liderazgo suyo que fluye como el agua que fluye. En el BAI leo fragmentos del ensayo sobre San Mateo. Nada en específico, quiero que ellos se busquen por su cuenta. Los invito a que dialoguen y se reconozcan, o no, en la mirada de la antropóloga. Aquí voy a dejar el libro, para los que quieran leerlo, les digo. Y sé que muchos lo leyeron; lo leí en sus semblantes. Sé también que además de leerlo, van a confrontarlo. Ésa es pues la intención más última de nuestro trabajo: que los chavos se cimbren con lo que leen, lo cuestionen, lo hagan propio. El maestro Juan nos invita a leer en la radio comunitaria. Edgar elige Sopa de clavo, yo el primer capítulo de Recuerdos del porvenir: “Aquí estoy, sentado sobre esta piedra aparente. Sólo mi memoria sabe lo que encierra. La veo y me recuerdo, y como el agua va al agua, así yo, melancólico, vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo…”, escribe Elena Garro en voz de ese pueblo llamado Ixtepec. Y acá, en esta tierra de hombres tecuanes, bajo la sombra de mujeres ceibas, pochotas y huanacaxtles: Andamos leyendo, leyendo andamos y leyendo seguiremos.
MUSEO INFANTIL DE OAXACA PATRIMONIO Y MUSEOS COMUNITARIOS EN OAXACA* Nubia Vásquez
Inmersa
en su multiculturalidad geográfica y sus diversas construcciones identitarias, Oaxaca manifiesta y plantea la diversidad en la manera
de hacer y pensar un museo donde la construcción contemple la participación desde niños hasta adultos. Una prueba de ello es la apropiación de estos espacios creados y pensados desde una visión comunitaria, concebidos desde acuerdos que la misma comunidad asume, ya sea por asamblea u otras formas de organización propia. Estos espacios son lugares colectivos que proponen un autoconocimiento y una reflexión, con el fin de reforzar la identidad a través de su historia y así fortalecer la memoria. Un museo comunitario es un espacio donde los integrantes construyen un autoconocimiento colectivo, propiciando la reflexión, la crítica y la creatividad. Por supuesto fortalece la identidad, porque legitima la historia y los valores propios, proyectando la forma de vida de la comunidad hacia adentro y hacia afuera de ella, consolidando la memoria que alimenta sus aspiraciones de futuro. En esta dinámica es importante resaltar que es el colectivo quien decide abrir un espacio para sus miembros, desde ellos, para compartir. No se toma la decisión de crear un museo comunitario y proporcionarlo a la comunidad. El deseo, las ideas y las acciones de un museo comunitario parten de la asociación y la voluntad común en cada grupo. El museo funge como una herramienta para que la comunidad afirme la posesión física y simbólica de su patrimonio, a través de sus propias formas de organización. Actualmente existen museos comunitarios en las poblaciones de San Pedro y San Pablo Tequixtepec, San Martin Huamelúlpan, Santa María Cuquila, San Miguel del Progreso, Santa María Yucuhiti, San Pedro Molinos, Magdalena Jaltepec, Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, San Juan Guelavía, Santa Ana del Valle, Santiago Matatlán, Santa Ana Tavela, San Juan Bosco Chuxnabán, San Francisco Cajonos, San Miguel Tequixtepec, Natividad, Santo Domingo Yanhuitlán y San José Chichihualtepec. Portadoras de su propia identidad, cultura y cosmovisión, cada comunidad tiene sus formas propias de desarrollo y comunicación. El museo comunitario es un instrumento de la acción organizada de comunidades
conscientes de su origen, pueblos originarios y mestizos que buscan manejar su patrimonio cultural por sí mismos. Son las comunidades, desde la voz de sus propios participantes, representantes comunitarios, niños, jóvenes y adultos, quienes sostienen y dan vida a estos espacios culturales. *Texto leído el Día de los Museos Comunitarios celebrado en MIO por la Unión de Museos Comunitarios de Oaxaca.
TALLER DE RESTAURACIÓN LA CASA VERDE Haydeé Cruz
José Alfredo Santiago Jiménez cumplirá 59 años de edad, es de la comunidad de Asunción Ixtaltepec en el Istmo de Tehuantepec. Tras los sismos de septiembre, su vivienda casi colapsó. La Fundación Alfredo Harp Helú, a través del Taller de Restauración, le ofreció su ayuda para restaurarla y conservar su estilo tradicional. El señor Alfredo es hablante del zapoteco, se dedica al campo, a sembrar maíz y también le ayuda a ordeñar vacas a su papá. Tiene más de veinte años viviendo en el rancho que compraron sus papás. En un principio, el rancho tenía únicamente la casa, pero luego le pusieron barda y lo rentaron. Cuando se iba a casar, el señor Alfredo arregló el rancho para irse a vivir con su esposa. Sentado debajo de un árbol narra lo sucedido el pasado 7 de septiembre. Menciona que se encontraba dentro de su casa viendo una película, de repente escuchó un ruido, apagó la televisión y salió al patio: “Sonó la puerta, parece que están golpeando la puerta, me agarró así de marometa, empecé a rodar como una pelota”. Ya en el patio, recuerda haber visto cómo la casa se cuarteaba, había mucho polvo y el poste de electricidad se movía de un lado a otro, de tal modo que llegó a pensar que se caería sobre la cubierta. Fue cuando sufrió una caída y se le fracturaron unos
dedos de los pies, hubo un momento en que no se podía levantar, lo cual le dio coraje y entonces habló fuerte: “¡Síguele Cristo, síguele! Si ya estoy golpeado, le grité y al rato otra vez, no te canses Cristo, ¡síguele!”. Debido a los movimientos del sismo la vivienda quedó cuarteada, lo cual significó un daño muy grave. Es por eso que hoy, como hace meses, el señor Alfredo volverá a dormir en la camioneta del patio de su casa, ya que al verla en esas condiciones ya no quiso entrar: “Cuando se termine, si Dios quiere, entonces ya voy a entrar ahí”. Alfredo vive solo, su casa era de ladrillos y calidra, con cubierta de tablas, morillos y tejavana: fachada con dos ventanas y una puerta principal; gracias a los trabajos realizados, mucho de ese material fue rescatado y es utilizado para la reconstrucción. El papá del señor Alfredo ya había mandado traer la máquina para demoler la casa, pero el equipo de la FAHHO le habló sobre el proyecto de rescate de arquitectura vernácula y él aceptó participar. “Está bueno que me están apoyando. Mucha gente me dice: ‘¡Qué suerte tienes José!’, Gracias a Dios, les dije, del cielo cayó la suerte. Pues sí, estoy feliz”, comenta. Con melancolía recuerda que hacía dos meses acababa de pintar de verde su casa y menciona con alegría: “Será de color verde de nuevo, ¡se ve bonito!”. Don Alfredo afirma que con la ayuda que está recibiendo está conforme, y que sólo espera que su casa sea terminada. Les da las gracias a los encargados de la Fundación y menciona que al terminar su vivienda los invitará y les ofrecerá una comida para agradecerles. Buscará a alguien que le ayude a traducir su idioma al español, para que ellos comprendan sus palabras. Además, les manda: “Un millón de gracias y que Dios los bendiga”. Su vecina, la señora Lupita, que lo conoce desde hace mucho tiempo, le ayuda a conversar con los arquitectos y con las personas que no hablan el zapoteco. Nos comparte que Alfredo “está feliz de que hagan su casa, y que les da las gracias y que sí era lo que quería”. ENERO - FEBRERO DE 2019 11
BIBLIOTECA ANDRÉS HENESTROSA EL CORNO EMPLUMADO Matt Gleeson
El
corno emplumado es una revista que se publicó en la Ciudad de México entre 1962 y 1969, editada principalmente por el poeta mexicano Sergio Mondragón y la poeta estadounidense Margaret Randall. Han pasado casi cincuenta años desde su fin; sin embargo, la revista sigue siendo una referencia vital y una fuente de inspiración cuyas páginas vale la pena explorar. De una manera asombrosa y tal vez nunca igualada, El corno unió los entornos literarios de una gran parte de Latinoamérica y más allá durante una época de experimentación poética y ebullición política. Fue fundada como una revista bilingüe que mezclaba textos en inglés y español, junto con traducciones entre los dos idiomas, en busca de un acercamiento entre los y las poetas de Estados Unidos y México. De inmediato se expandió hasta abarcar los mundos literarios de Nicaragua, Brasil, Cuba después de la revolución (en tiempos de escaso acercamiento gracias al bloqueo cultural fomentado por Estados Unidos), Argentina, Uruguay, Chile, Guatemala, Finlandia, Canadá.... la lista sigue. Es sorprendente contemplar los nombres que aparecen en sus páginas. Al contemplar una revista que en sus dos primeros números publica a los jóvenes Homero Aridjis y Ernesto Cardenal (al comienzo de sus carreras) al lado de los norteamericanos Robert Creeley y Allen Ginsberg (en traducción al español), junto con un cuento de Rosario Castellanos, una traducción al inglés de César Vallejo y un poema del exiliado español León Felipe, ¿cómo no maravillarse de su alcance, calidad y visión internacional? Desafortunadamente, el fin de la revista se sembró en 1968, cuando tomó una postura contundente en apoyo al movimiento estudiantil y en contra de la respuesta trágicamente sangrienta del gobierno mexicano. Tras el recorte de recursos y el hostigamiento abierto por parte del gobierno, primero Mondragón y luego Randall cesaron sus actividades editoriales y se fueron de México. Entre otros tesoros en sus acervos, la Biblioteca Andrés Henestrosa tiene casi todos los números de El corno emplumado, con la falta de solo uno. Aunque la revista se puede leer hoy en forma digitalizada en línea, estamos aprovechando la presencia de los originales para explorar su trayectoria en un taller de tres semanas titulado “El corno emplumado y la vanguardia poética de los años 60”. Haremos un viaje cronológico a través de sus páginas, escogiendo lecturas que iluminan la literatura de la década fecunda de los años sesenta. Nos enfocaremos en textos en español, que no obstante abarcan corrientes desde los beats de Estados Unidos hasta la poesía con-
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Ilustración de Leonora Carrington en El corno emplumado, ejemplar disponible para consulta en la Biblioteca Andrés Henestrosa
las cartas que dan noticias de varias partes del mundo, los encuentros de poetas que su comunidad organiza, todo da una muestra vital de los vínculos y las simpatías a través de las fronteras arbitrarias de los estadosnación: un acercamiento que ya es parte irrevocable de nuestra historia.
BIBLIOTECA ANDRÉS HENESTROSA LLAMADOS POR LAS LLAMAS DE MARCO ANTONIO MONTES DE OCA El corno emplumado, (Joyas de la Biblioteca Henestrosa).
creta de Brasil, desde William Carlos Williams hasta Nicolás Guillén y Efraín Huerta, desde el surrealismo hasta los poetas guerrilleros de Centroamérica. Indagaremos en la historia de la revista, pero como cualquier otra de fama histórica, es más celebrada que leída, así que nuestro enfoque principal será el de leer los textos mismos y dejar que nos hablen. Uno de los aspectos más fascinantes de El corno es la red de comunidad que se muestra tan palpablemente en sus páginas. Desde el contexto de hoy, cuando pensamos estar fácilmente conectados por el internet y las redes sociales, ahí podemos trazar una comunidad literaria quizás más estrecha que las que vemos actualmente. Los textos en El corno emplumado,
José Molina
“Después
de la primera muerte no hay otra”, afirma el poeta inglés Dylan Thomas en el poema “Rechazo al luto por la muerte, a causa del fuego, de un niño en Londres”.
¿Cuántos niños habrán muerto por fuego en Londres? ¿A cuál de todos se referirá el poeta? ¿Y por qué Dylan Thomas rechaza el luto? ¿Es posible que el poeta sea una mala persona? Las preguntas que se derivan de la lectura de los versos, todas válidas, nos acercan a la sinrazón material del lenguaje. Recordamos que el lenguaje es materia, pero un tipo de materia muy particular, producida de manera individual y entendida de manera colectiva. Si prestamos atención a la característica de “producción individual” podríamos extraer la pregunta, ¿será que todos los individuos hablamos bien? ¿Y cómo le llamaríamos a alguien que no hablara bien? Siento que la tradición, a través de los siglos, nos ha llevado a nombrar a las personas que saben que no hablan bien y que tienen un problema con la calidad expresiva de la materia verbal de una forma unánime: Poetas. La cita anterior de Dylan Thomas la encontré en el poema “Un poema en vez de dormir”, del poeta mexicano Marco Antonio Montes de Oca (19322009), en su libro Astillas (Ediciones el Mendrugo, 1973). Si lograra convencer a los lectores de que éste es un buen libro de poesía, quizá correrían a la librería Grañén Porrúa a buscar un ejemplar. Pero lo “ejemplar” del libro radica en que fueron 600 libros únicos firmados por el autor en una edición que no está incluida en el listado de sus obras que aparece en Wikipedia. Puedo describir entonces la edición como un libro muy hermoso con tapas de cartón, diseñado por Manuel Felguérez y editado por Elena Jordana y Tomás Parra. Además que fue parte de una colección de libros hechos a mano, con muy pocos ejemplares y de autores como Octavio Paz, Nicanor Parra, Felipe Orlando, Leonel Góngora, Manuel Durán y Elena Jordana. El libro, además de poemas, contiene fotos y una carta escrita por puño y letra de Montes de Oca donde nos cuenta sus orígenes como poeta. La poesía, en este sentido, no se ofrece como un simple objeto de uso que el lector puede adquirir en cualquier parte. Al contrario, se ofrece como un objeto muy bien pensado y en vías de extinción, el cual, sus lectores tendrán que ir a rastrear en diferentes bibliotecas con la esperanza de encontrarlo, pero, mucho más importante, con la convicción de que existe y que refulge en alguna parte del mundo. Montes de Oca se definía como un poeta de “tono menor”, es decir, alejado del largo aliento, practicante de diferentes metrificaciones y abierto a la exploración. En este gran libro de 55 páginas encontramos toda suerte de acrobacias verbales, desde un poema visual, “Llaves” hasta un tratado de poética e historia llamado “Ofrendas de canto de perfil”. Sigue un fragmento del poema: La casa del hombre pocas veces contiene un atrio y mármoles en tor-
no. En México suele ser choza magra ceñida por cinturones de nopal. A ella nos metemos ebrios de sed, hartos hasta la coronilla de la luz y de la sombra. No buscamos ni encontramos. Conformes con la forma deponemos la pesquisa, soñamos agua a cántaros, agua y viento y restitución a cántaros. Mas lo que abunda es sólo polvo en vilo, terregales que brillan como coronillas afeitadas, promiscuidad del asno con el estiércol y la rata, cerros al rape mondados por la ancha lengua de un mediodía en que hasta el jaguar se espina y sale huyendo. “Yo anhelo expulsar de mí -Decía López VelardeCualquier palabra Cualquier sílaba Que no nazca De la combustión de todos mis huesos”. La poesía de Montes de Oca queda refrendada en su voluntad de escarbar, penetrar en la urdimbre del lenguaje y entregarse en esta gestualidad verbal. Quedan los nombres erigidos, pero también su impronta gracias al fervor de un editor, que al igual que el autor, imprime en el libro la combustión de todo su ser.
Presidencia Alfredo Harp Helú María Isabel Grañén Porrúa Sissi Harp Calderoni Vicepresidencia Carlos Levy Boletín Fahho Consejo editorial Freddy Aguilar, Alejandro de Ávila Blomberg, Eduardo Barajas Mendoza, María del Socorro Bennetts Fernández, Saúl Brena, Eric Chávez Santiago, Sebastián van Doesburg, Stella González Cicero, María Isabel Grañén Porrúa, Nicholas Johnson, Verónica Loera y Chávez, Gerardo López Nogales, Hector Manuel Meneses Lozano, Edú Nieto Cabral, María Oropeza Orea, Penélope Orozco, Waldini Ortega, Félix Piñeiro, Ryszard Rodys, Javier Sánchez Pérez, Guillermo Spíndola, Jorge Spíndola, Michael Swanton, Ignacio Toscano, Jorge del Valle, Mariana Zardain. Coordinación y cuidado editorial Verónica Loera y Chávez Diseño Bernardo Recamier Mesa de redacción Fernando Lobo Cuidado de la impresión Mario Lugos
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