MUSEO DE LA FILATELIA DE OAXACA
Incógnitas de una emisión: Serie Pro Universidad Mónica Ocampo
La capacidad de un museo para proporcionar a la gente de hoy y a la gente del mañana experiencias con sentido depende de la forma en la que trata a sus colecciones y a la información acerca de las mismas.1
“
C
atalogar lo que vemos” es una pauta común para todo aquel que colabora en la ardua tarea de registrar las piezas que conforman el acervo de un museo, ya sea de obra plástica, gráfica, objetos, libros o timbres postales. ¿Quién es el autor de la obra?, ¿cuándo se creó?, ¿en dónde se realizó? O ¿cuáles son las características físicas? La información obtenida, por breve que esta sea, permitirá contextualizar la pieza, pero ¿por qué fue hecha? y ¿para qué? Lo anterior adquiere sentido cuando se catalogan timbres postales: al observar sus características se encuentran variedades que despiertan nuestra curiosidad para indagar más acerca de esa pieza y recurrir a la literatura filatélica. De acuerdo con el Catálogo Scott, especializado en timbres postales, México cuenta con más de 4 000 piezas, entre emisiones ordinarias, aéreas, semipostales, servicio oficial ordinario y aéreo, entrega inmediata, seguro postal, complementarios, porte de mar, bultos postales, beneficencia, provisionales y revolucionarios; emitidos desde 1856 hasta la fecha. Actualmente, el Repositorio Digital FAHHO reúne más de 2 000 piezas de la colección México, resguardados en el Museo. Se trata de un gran legado de la filatelia mexicana comprendida en los periodos clásico, antiguo, revoluciona-
rio y moderno. Recientemente, se inició la digitalización de los timbres postales del siglo XXI. Esta colección posee piezas de gran interés, ya sea por tratarse de las primeras emisiones, o porque su motivo representa algún personaje célebre o acontecimiento histórico; si bien cada una ha sido realizada con un objetivo propio, existen casos de emisiones postales que, entre los coleccionistas, resultaron polémicas. Tal es el caso de la serie Pro Universidad, autorizada por decreto del presidente Lázaro Cárdenas del Río, a beneficio de la Universidad Nacional Autónoma de México, en 1934. Se trata de una emisión semipostal que marca el inicio del cambio de poderes gubernamentales y, “filatélicamente” hablando, se identifica un cambio relevante en los valores faciales pues, por primera vez, se ponía en circulación un timbre con valor de 20 pesos y dos de 10 pesos. El propósito de esta serie fue recaudar 600 mil pesos para el Patronato Pro
Lord, Barry y Gail Dexter. Manual de gestión de museos. Arte y Patrimonio. Ariel. Barcelona España, 2010. p. 79 1
BOLETÍN DIGITAL DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA • NÚMERO 05 • MAYO-JUNIO DE 2021 55