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BS BIBLIOTECA INFANTIL DE OAXACA

Escribir en la pandemia desde la mirada infantil: Decamerón 2020

Nancy Mariano Rojas

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El mundo puede existir porque todavía hay niños, o porque hay infancia. El mundo es un infante. El día que el mundo deje de ser un infante, desaparecerá. Yo diría que la infancia es la sangre de la existencia y creo que una vida en la que no hay infancia no tiene sentido, ni es buena para nadie. La infancia es la esencia del mundo y de la naturaleza.

Infancia sin fin, Fernando Pessoa

Desde el inicio del confinamiento, empezamos a vivir una realidad que estaba muy lejos del imaginario colectivo, lo que nos llevó a generar contenidos pensando en los diferentes públicos que nos acompañan en la red de bibliotecas BS. Gracias a la virtualidad, nuestros corazones han permanecido cercanos con los usuarios. Pensábamos en las infancias y en cómo estarían viviendo esta pandemia desde sus hogares. Fue así como María Isabel Grañén, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú, junto con Claudia Madrazo, directora de la editorial La Vaca Independiente A. C., unieron sus súper poderes y pusieron la semilla que originó el concurso de cuento infantil y juvenil Decamerón contado por niñas y niños mexicanos, 2020, en el que niñas, niños y jóvenes abrieron la puerta de la imaginación y escribieron sus propios relatos.

El concurso nació en circunstancias que pudieran parecer adversas, pero ellos y ellas —los participantes— las convirtieron en una oportunidad de creación. Escribían a partir de sus propias vivencias durante la pandemia, cada uno con su propio punto de vista y ofreciendo soluciones; teniendo como aliados a la imaginación, al mismo confinamiento y, por supuesto, al lápiz y al papel.

En los primeros días, los correos llegaron tímidamente, poco a poco fueron tomando confianza hasta convertirse en ríos de palabras que viajaban a través del mundo virtual. Recibimos más de seiscientos trabajos de varios estados de la república, desde Chihuahua, pasando por Guanajuato, Querétaro, hasta llegar a Quintana Roo y Yucatán, incluso llegaron de países tan lejanos como Líbano y Holanda.

La imaginación no tiene límites, las y los niños nos demostraron que no necesitaban salir de sus casas para realizar grandes viajes y tener aventuras. La felicidad se encuentra en cosas tan diminutas, como cortar manzanas, escuchar las historias de los abuelos o imaginar que una piedra es mágica... todo eso nos han enseñado los niños y jóvenes concursantes. Y qué decir de las ilustraciones llenas de colores, trazos, personajes…

La aventura todavía no termina y creemos que seguiremos hablando de ella por mucho tiempo. Este hermoso proyecto permitió reunir a niñas, niños y jóvenes de diferentes regiones geográficas, así como al niño de la vida rural con el de la vida urbana. Los textos que integrarán el libro conmemorativo se convertirán en un invaluable registro social del pensamiento infantil y juvenil a raíz de la pandemia del año 2020. …Los premios viajan a sus destinos, el libro se encuentra en manos de las magas de la edición, la pandemia sigue, la esperanza nos acompaña, la infancia duerme y sueña con historias maravillosas…

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