La filantropía de Alfredo Harp Helú, una forma de vida, tomo II.

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La filantropía de

ALFREDO HARP HELÚ una forma de vida


D.R. © 2014, Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca Hidalgo 907, Centro Oaxaca, Oaxaca de Juárez, 68000. ISBN: 978-607-8357-02-4 (Obra completa) ISBN: 978-607-8357-04-8 (Tomo II) Impreso en México Printed in Mexico


La filantropía de

ALFREDO HARP HELÚ una forma de vida TOMO II



ÍNDICE

TOMO I

Presentaciones Un músico que canta a la vida MARÍA ISABEL GRAÑÉN PORRÚA 17 SISSI HARP CALDERONI 19 TUS HIJOS 20 VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 22

Cultura CENTRO CULTURAL SAN PABLO, SEDE DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA El muro hecho ciudad EDÚ NIETO 27 La Biblioteca Fray Juan de Córdova MICHAEL SWANTON / SEBASTIÁN VAN DOESBURG 36 MUSEO DE FILATELIA DE OAXACA Qué es el Museo de Filatelia de Oaxaca EDUARDO BARAJAS MENDOZA 43 Ésta es la historia de un timbre, varias fotos y una impostura VIVIAN MANSOUR MANZUR 50 “Minúsculos documentos” VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 53 MUSEO TEXTIL DE OAXACA La creación del museo HÉCTOR MANUEL MENESES LOZANO / ANA PAULA FUENTES QUINTANA / ALEJANDRO DE ÁVILA BLOMBERG

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Oficio de tejedor HÉCTOR MENESES 67 Tejedoras mapuche en Oaxaca VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 69 CASA DE LA CIUDAD Por una ciudad sustentable GUSTAVO MADRID 74 “Entre todos pesa menos el muerto”. Trabajo colectivo en Las Azucenas VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 79

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INSTITUTO DE ÓRGANOS HISTÓRICOS DE OAXACA Los órganos tubulares y el trabajo del IOHIO CECILIA WINTER

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FOMENTO CULTURAL BANAMEX, OBJETIVOS COMUNES Los grandes maestros del arte popular CÁNDIDA FERNÁNDEZ 93 ALIADOS EN EL MUSEO UNIVERSITARIO ARTE CONTEMPORÁNEO DE LA UNAM Don Alfredo Harp y su vinculación con el MUAC GRACIELA DE LA TORRE 100 CENTRO CULTURAL SANTO DOMINGO, COMPROMISO CON OAXACA Mil secretos, mil vivencias AMELIA LARA 107 ASOCIACIÓN CULTURAL XQUENDA Y OTROS PROYECTOS MUSICALES Desde el alma SUSANA HARP ITURRIBARRÍA 114 Pasión por la música, compromiso con la cultura URIAH SAMUEL BRAVO 120 CENTRO DE CAPACITACIÓN MUSICAL Y DESARROLLO DE LA CULTURA MIXE La música, fuente de amistad CÉSAR DELGADO 123 La banda filarmónica del Cecam en Suiza CRISTINA KAHLO 126 INSTRUMENTA OAXACA Instrumenta Oaxaca, hace 10 años IGNACIO TOSCANO 128 Oaxaca es música FRANCISCO BACA PLASENCIA 130 El fortalecimiento musical FLORENTINO GÓMEZ 134 Ampliar horizontes DANIEL RODRÍGUEZ 134 Una opción diferente JORGE RISI 135 OAXACACINE Cine en el Macedonio Alcalá BRUNO VARELA 137 LA FÁBRICA DE HIELO, TALLER DE DANZA Conocer el arte a través de la danza EMILIA GRACIDA 140 De nuevo con vida MARÍA FERNANDA FERRAEZ CRUZ 142 BECARIOS DEL CENTRO DE LAS ARTES DE SAN AGUSTÍN Historias entretejidas FRANCISCO TOLEDO 145 La pregunta LOURDES BÁEZ 150 San Agustín Etla, Mon amour CRISTINA RIVERA GARZA 153 SECRETARÍA DE LAS CULTURAS Y ARTES DE OAXACA Cultura: impulsora del desarrollo integral EMILIO DE LEO BLANCO 157 Saliendo de un apuro LUIS VICTORIANO DESALES 159 El Rincón de la Marimba ROGER MERLÍN 160 PATRIMONITOS Sembrar la pasión por la historia RUBÉN VASCONCELOS BELTRÁN 164 INSTITUTO CULTURAL MEXICANO LIBANÉS Pozo de sabiduría ANTONIO TRABULSE 168 Pasión por la música EMILIO TRABULSE KAIM 172

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Bibliotecas y fomento a la lectura BIBLIOTECA FRANCISCO DE BURGOA, UABJO El rescate del tiempo MARÍA ISABEL GRAÑÉN PORRÚA 177 De los libros antiguos PENÉLOPE OROZCO 184 BIBLIOTECAS Y FOMENTO A LA LECTURA La lectura como una forma de conocer el mundo FREDDY AGUILAR REYES 187 BIBLIOTECA ANDRÉS HENESTROSA Inauguración de la Biblioteca Henestrosa MARÍA ISABEL GRAÑÉN PORRÚA 192 Los libros de Henestrosa FERNANDO LOBO 196 La voluntad poética y la Biblioteca Andrés Henestrosa JOSÉ MOLINA 199 BIBLIOTECA INFANTIL BS DE OAXACA Maestros silenciosos en Oaxaca ADRIANA MALVIDO 201 Curiosidad por los libros RODRIGO PÉREZ SEGUNDO 205 BIBLIOTECA BS-IBBY MÉXICO/A LEER Resultado de una impactante visita que me inspiró a proponer una alianza BRUNO NEWMAN 208 BIBLIOTECA JORGE LUIS BORGES El conocimiento en las manos ESPERANZA MARTÍNEZ MATUS 216 No imaginaba que al visitar una biblioteca pudiera salir becado PEDRO MIRANDA 222 BIBLIOTECAS MÓVILES Ericel, el niño que se convirtió en pájaro JORGE ANDRADE 223 BIBLIOTECA INFANTIL BS EN LA CASA DE LA CACICA La lectura se contagia SELENE MOLINA CASTANEYDA 227 SEGUIMOS LEYENDO Las andanzas de seguimos leyendo SOCORRO BENNETTS 231 Testimonios RUTH OROZCO / SOCORRO BENNETTS 235 Pedro 235 Asunción y Ana María 236 FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE OAXACA En la Feria todo es posible GUILLERMO QUIJAS 237 PUBLICACIONES DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ Testimonios en tinta y papel VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 241 José María Idiáquez, impresor oaxaqueño JUAN PASCOE 246 El Jolgorio Cultural ALONSO AGUILAR ORIHUELA 252

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Rescate y conservación del patrimonio APOYO AL DESARROLLO DE ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS DE MÉXICO ADABI: El sentir de los archivos y las bibliotecas de México MARÍA ISABEL GRAÑÉN PORRÚA 257 ADABI: Diez años al servicio de México STELLA GONZÁLEZ CÍCERO 263 Reloj de arena JUAN MANUEL HERRERA 267 Archivo Histórico del Poder Ejecutivo de Oaxaca MARÍA ISABEL GRAÑÉN PORRÚA 272 Archivo Histórico de Notarías de la Ciudad de Oaxaca LÉRIDA MOYA 277 El esplendor del silencio. Crónica del rescate y preservación del Archivo Parroquial de San Bartolo Soyaltepec PERLA MIRIAM JIMÉNEZ SANTOS 280 TALLER DE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE DOCUMENTOS Restaurar la memoria MARÍA DEL REFUGIO GUTIÉRREZ 284 El mapa de San Vicente en Oaxaca SEBASTIÁN VAN DOESBURG 288 RESCATE Y RESTAURACIÓN DEL EXCONVENTO DE SAN PABLO San Pablo y los dominicos en Oaxaca SEBASTIÁN VAN DOESBURG 292 Restauración de la pintura mural y el retablo de la Capilla del Rosario en el exconvento de San Pablo FERNANDA MARTÍNEZ / JOSÉ ÁNGEL RODRÍGUEZ 300 Conjunto San Pablo MAURICIO ROCHA 305 Las rejas de San Pablo FRANCISCO TOLEDO 316 RESTAURACIÓN DE LA CASA ANTELO Vestir la memoria JUAN JOSÉ SANTIBÁÑEZ 319 LA REHABILITACIÓN DEL EXCONVENTO DE SANTO DOMINGO DE OAXACA Santo Domingo fue una fiesta ENRIQUE LASTRA DE WIT 324 MUSEO DE FILATELIA DE OAXACA Expansión del Museo de Filatelia de Oaxaca DANIEL LÓPEZ SALGADO 332 LA CASA DE LA CIUDAD Respeto a la integridad del edificio ENRIQUE LASTRA DE WIT 338 YUCUNDAA-PUEBLO VIEJO DE TEPOSCOLULA. PROYECTO ARQUEOLÓGICO-ETNOHISTÓRICO Una ciudad inexplorada RONALD SPORES 344 ARCHIVO HISTÓRICO DE TEPOSCOLULA Linaje prehispánico de Teposcolula SEBASTIÁN VAN DOESBURG 351 RESTAURACIÓN DE LA CÚPULA DE LA CAPILLA ABIERTA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO TEPOSCOLULA El arte de la geometría hecha piedra ENRIQUE LASTRA DE WIT 356 LA CASA DE LA CACICA Un palacio mixteco ENRIQUE LASTRA DE WIT 363 RESTAURACIÓN DEL TEMPLO Y CONVENTO DE SAN JERÓNIMO TLACOCHAHUAYA Tiempo y esfuerzo multiplicado MIREYA OLVERA SÁNCHEZ 369

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TALLER DE ARQUITECTURA Y RESTAURACIÓN DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA San Juan Teposcolula y San Pedro Xicayán GERARDO LÓPEZ NOGALES 377 La Casa Independencia GERARDO LÓPEZ NOGALES 384 RITUAL SONORO CATEDRALICIO EN PARROQUIAS Y DOCTRINAS Becas para la investigación musical SERGIO JAVIER NAVARRETE PELLICER 388 PROYECTO DE DOCUMENTACIÓN, RECUPERACIÓN Y ENSEÑANZA DE LA LENGUA IXCATECA El ixcateco en riesgo de desaparecer MICHAEL SWANTON 391 ARQUEOLOGÍA DEL VALLE DE JALAPA DEL MARQUÉS El granero del Istmo MARCUS WINTER 396 EL PROYECTO ARQUEOLÓGICO DEL CONJUNTO MONUMENTAL DE ATZOMPA El gallo en Atzompa NELLY M. ROBLES GARCÍA 399 PROYECTO ARQUEOLÓGICO SANTA ROSA XTAMPAK Hay que darle tiempo al pasado RENÉE LORELEI ZAPATA 404 SAN MIGUEL TEQUIXTEPEC, MIXTECA ALTA Rehabilitación de espacios ceremoniales ENRIQUE LASTRA DE WIT 411 RESTAURACIÓN DE LOS RETABLOS BARROCOS DE OAXACA Símbolos de integración social SEBASTIÁN VAN DOESBURG 417 RESCATE DE LOS ÓRGANOS HISTÓRICOS DE LA CATEDRAL METROPOLITANA DE LA CIUDAD DE MÉXICO Restauración de los órganos gemelos FELIPE GALICIA 425

TOMO II

Presentaciones La filantropía multidsciplinaria de Alfredo Harp Helú CARLOS LEVY 453 La Fundación Alfredo Harp Helú: Una labor humanista ejemplo para el desarrollo integral de la sociedad ÁLVARO HEGEWISCH 456 Proyecto de vida GABRIELA TORRESARPI MARTÍ 459

Educación HERMANOS LASALLISTAS. FORMACIÓN PARA LA VIDA Entrevista al hermano Gilberto Martínez VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 465 Carta del hermano Jorge Gallardo de Alba 470 SUEÑO COMPARTIDO: EL COLEGIO LA SALLE OAXACA Razón de ser ANDRÉS BALDERAS MUÑOZ 477

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Virtudes cristalizadas MARÍA CRUZ GONZÁLEZ MARTÍNEZ 484 La Salle Oaxaca: Preescolar, primaria, secundaria y preparatoria

DANIEL LÓPEZ SALGADO

IMPULSO A LA PREPARATORIA Y UNIVERSIDAD LA SALLE OAXACA Un alma grande MARÍA DEL ROCÍO OCADIZ 495 Universidad La Salle Oaxaca: Arquitectura que proviene de la tierra ALONSO AGUILAR ORIHUELA 502 UNIVERSIDAD LA SALLE NEZAHUALCÓYOTL Abrir camino RAÚL VALADEZ GARCÍA 508 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Conozco y reconozco a Alfredo Harp JOSÉ NARRO ROBLES 517 La mente abierta y el corazón dispuesto RAFAEL MORENO VALLE 519 FUNDACIÓN UNAM BECARIOS ¿Qué hice con mi beca Harp Calderoni? VÍCTOR ALEJANDRO ORTIZ RIVERA 524 Mi experiencia en la Universidad de California, San Diego IRENE SOBREVILLA QUITON 526 Mi granito de arena VICTORIA PONCE 527 PROGRAMA DE BECAS EN HISTORIA DEL ARTE Picar piedra ANGÉLICA VELÁZQUEZ 530 En el camino de la Historia del Arte JUAN MANUEL YÁÑEZ GARCÍA 534 APOYO AL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL Puntos de cambio YOLOXÓCHITL BUSTAMANTE 537 APORTACIONES A LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA BENITO JUÁREZ DE OAXACA La educación del futuro EDUARDO MARTÍNEZ HELMES 544 Acercar la educación MARÍA DEL REFUGIO CABALLERO MERLÍN 549 INSTITUTO TECNOLÓGICO AUTÓNOMO DE MÉXICO La innovación tecnológica aplicada a la educación ARTURO FERNÁNDEZ PÉREZ 552 UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA Carta de José Morales Orozco, S.J. 557 Proyecto de tecnologías de impacto social LORENA ÁLVAREZ MORENO 563 UNIVERSIDAD DE MONTERREY De lo “Hecho en México” a lo “Creado en México” ANTONIO J. DIECK ASSAD 567 UNIVERSIDAD ANÁHUAC DEL SUR Formación integral ABRAHAM CÁRDENAS GONZÁLEZ 571 Inicio de una larga amistad SUSAN GRILLO 576 El primer empujón EMILIO TRABULSE AMOR 577

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Deporte DIABLOS ROJOS DEL MÉXICO Los Diablos y el ángel JORGE ALUM KAHWAGI 581 GUERREROS DE OAXACA Guerreros de Oaxaca, una franquicia de grandes hazañas GUILLERMO SPÍNDOLA 593 ACADEMIA DE BEISBOL ALFREDO HARP HELÚ Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú EDUARDO DE LA CERDA 600 Los sueños se construyen día a día ERNESTO ALONSO CÁZAREZ ARIAS 604 FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ PARA EL DEPORTE Una razón para estar aquí CLEMENTE GARCÍA 609 Nos han cambiado la vida GERARDO GARCÍA SALAS 614 Transmitiendo la experiencia JORDI LLOPART RIBAS 616 El deporte fue mi verdadera escuela IVÁN GARCÍA NAVARRO 619 Hay que pensar en grande GERMÁN SAÚL SÁNCHEZ SÁNCHEZ 622 Más riesgo, más adrenalina ALEJANDRA OROZCO LOZA 624 El deporte requiere un trabajo integral IVÁN BAUTISTA VARGAS 625 GRUPO MARTÍ / SPORT CITY Trabajar para la salud PAUL SMITH 628 Proyectos sociales de Grupo Martí EMILIO TRABULSE AMOR 631 Donación de balones EMILIO TRABULSE AMOR 636

Salud CONSTRUCCIÓN Y EQUIPAMIENTO DE HOSPITALES EN OAXACA El médico sin bata OCTAVIO MANUEL CORRES CASTILLO 641 REHABILITACIÓN INFANTIL La discapacidad como un motor para la vida MARÍA ELENA MARRUFO 649 Historias que hablan de amor CONCEPCIÓN DEL CARMEN DÍAZ HUERTA 655 INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN SALVADOR ZUBIRÁN Red de apoyo a la investigación DAVID KERSHENOBICH STALNIKOWITZ 658 HOSPITAL INFANTIL DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ. UNIDAD DE HEMATO-ONCOLOGÍA E INVESTIGACIÓN Oncología pediátrica en México y en el mundo JOSÉ ALBERTO GARCÍA ARANDA 662 QUIERO SONREÍR. CIRUGÍAS DE PALADAR HENDIDO La magia está en trabajar MARIEL HAWLEY DÁVILA 668 CAMPAÑA VISUAL La historia de Ignacio Maldonado Domínguez JUANA VÁSQUEZ VÁSQUEZ 672

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CIRCUITOS DE LA SALUD Gimnasios para todos JORGE SPÍNDOLA 677 ALFREDO HARP HELÚ Y LA FUNDACIÓN GONZALO RÍO ARRONTE Profunda vocación humanitaria JAVIER MOCTEZUMA BARRAGÁN 682 BOSTON CHILDREN’S HOSPITAL “Nos dijeron que iban a quitarle la vida” ANDRÉS TREVIÑO 686 CENTRO DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD EN HAITÍ Educación en el barrio de Cazeau ANDRÉS BALDERAS 692

Desarrollo social y proyectos productivos FOMENTO SOCIAL BANAMEX Compromiso con los más desprotegidos FERNANDO PEÓN 697 HOME RUNS BANAMEX Un juego en el que todos ganamos FERNANDO PEÓN 705 Propiciar el cambio MARÍA ISABEL GRAÑÉN PORRÚA 709 FUNDACIÓN VIDA DIGNA Oportunidad para el desarrollo integral VÍCTOR ALMEIDA 713 PROYECTO TRILINGÜE Desarrollar una cultura de participación RICHARD HANSON 720 CENTRO CULTURAL ZAPOTECA UKEN KE UKEN El sueño del Centro Cultural Zapoteca Uken ke Uken JUANA VÁSQUEZ VÁSQUEZ 724 COMEDOR SANTA MARÍA “Están en su casa” VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 729 CENTRO DE DESARROLLO DE LA COMUNIDAD El CDC ante la violencia social JUAN LAFARGA CORONA 734 CENTRO INFANTIL COMUNITARIO NILAHUI Educación comunitaria LUZ ELENA MOCTEZUMA 738 ADULTOS MAYORES. APOYO A CASAS DE RETIRO El Buen Señor y la Casa del Abuelo SUSAN GRILLO 741 Fondo Suhad Helú de Harp MARUS FARAH 745 Ahora ella está bien DIANA CURI DE KATTAS 748 CONVENTO DE AXAPUSCO Las madres clarisas del Sagrado Corazón SUSAN GRILLO 750 TALLERES COMUNITARIOS DE ZEGACHE El arte enriquece la vida GEORGINA SALDAÑA WONCHE 753 TALLER DE ARTES Y OFICIOS POLVO DE AGUA Cómo servir a mi comunidad JOSÉ LUIS GARCÍA 759

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MANOS QUE VEN Taller de alfarería Antonio García GUILLERMO SPÍNDOLA 763 MICROCRÉDITOS Proyectos universitarios de impacto social SUSAN GRILLO 768 Contribuir para la construcción de un mundo mejor CARLOS LABARTHE / CARLOS DANEL

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ORGANIZACIÓN DE CAFÉ EN CHIAPAS. UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA De la mata a la taza LORENA ÁLVAREZ MORENO 773

Ecología y cuidado del medio ambiente VIVEROS DE ALTA TECNOLOGÍA Esperanza de vida VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 783 Viveros de alta tecnología en Morelos SUSAN GRILLO 790 H2A: PLANTACIÓN URBANA Y RESERVA ECOLÓGICA Al rayo del sol VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ 792 FOMENTO ECOLÓGICO BANAMEX Sin prisa, pero sin pausa FERNANDO PEÓN 801 FONDOS PARA DESASTRES NATURALES Compromiso para siempre FERNANDO PEÓN 811 AGUAXACA Regenerando cañadas: El contagio de la esperanza JUAN JOSÉ CONSEJO 815 HUERTOS ORGÁNICOS ESCOLARES De sol a sol, la cosecha en la escuela SAÚL HERNÁNDEZ 820 El cambio empieza en casa LORENA HARP ITURRIBARRÍA 823 Lechugas en el asfalto: Huertos escolares en el corazón de la capital MARGIE SIMÓN DE ORTIZ 828 DESARROLLO INTEGRAL DE MICROCUENCAS Cultivar la lluvia ANTONIO GONZÁLEZ ROSER 833 OAXACA ES MÁS BELLA EN BICICLETA Promover el uso de la bicicleta RUBÉN GARCÍA 839 Ciclovía arco sureste y biciestacionamientos GUSTAVO MADRID

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JARDÍN ETNOBOTÁNICO Resignificar el espacio ALEJANDRO DE ÁVILA BLOMBERG 844 REFORESTACIÓN DE LOS CEDROS DEL LÍBANO Que los montes reverdezcan NABIL SEMAAN 853 SOCIEDAD PARA EL ESTUDIO DE LOS RECURSOS BIÓTICOS DE OAXACA Documentar la biodiversidad y conservar el legado genético ALEJANDRO DE ÁVILA BLOMBERG 860 MOSAICOS MEXICANOS Unidos por una visión común CLAUDIA MADRAZO 868

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LA FILANTROPÍA DE ALFREDO HARP HELÚ, UNA FORMA DE VIDA

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LA FILANTROPÍA MULTIDISCIPLINARIA DE ALFREDO HARP HELÚ

A

lfredo Harp Helú fue amigo de mi padre. Mi papá, quien era mayor, siem-

pre hablaba de él, de Roberto Hernández y de su grupo. Me decía: “Esos muchachos son muy inteligentes, van a llegar muy lejos”. Cuando murió mi

padre, sentí la inquietud de trabajar en una casa de bolsa. El licenciado Juan Mijares, el mejor amigo de mi padre, fue quien me recomendó trabajar en Accival. Su recomendación no era sólo por la calidad del servicio que daban al público y el negocio que hacían, sino por la calidad humana de la gente que conformaba el equipo. Por eso insistía en que los buscara. Finalmente, Mijares habló con Alfredo Harp y en pocos minutos recibí su llamada para darme una cita en las oficinas de Reforma. No lo podía creer, me citó media hora después de la llamada; tal como después aprendí que siempre hacía las cosas: de inmediato. Fue una entrevista de trabajo muy cálida, incluso me contó que comía con mi padre cada determinado tiempo. Fue así cómo, a principios de 1987, empecé a trabajar con ellos. Tenía veintiséis años. En la empresa conocí a un Alfredo Harp eficiente, estructurado, con excelente memoria, con un manejo extraordinario de los números y una serie de cualidades para ver más allá de lo evidente. Además de estas peculiaridades propias de un empresario, Alfredo era la figura paterna del grupo, se interesaba en su gente, interactuaba con todos, por eso lo quieren muchísimo. Él era la figura a quien uno podía acudir cuando tenía un problema y sabíamos que nos ayudaría a resolverlo. Le daba a la empresa un carácter humano muy importante. Todos los del grupo teníamos la camiseta, no sólo bien puesta, sino tatuada. Era un orgullo formar parte de Accival. Siempre se buscaba el beneficio de los clientes, que eran amigos, socios; pero los empleados éramos familia. En un medio tan competitivo como el financiero es difícil que esto se logre, pero Alfredo lo hacía posible. Aquellos años fueron inolvidables. En una comida en Oaxaca con los que trabajaron en esa época, no hubo quien

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no recordara con mucho cariño esa etapa de su vida. Había sido un privilegio haber trabajado con Alfredo Harp. Cuando Alfredo estaba avocado al mundo empresarial dio todo lo que tenía que dar para sacar adelante a la empresa y a muchos que dependíamos de ella, incluyendo a un banco. Una decisión muy sabia en el negocio fue darse cuenta cuándo era el mejor momento para vender. En 2001, los socios vendieron el Grupo Banamex Accival a City Group y tanto Alfredo como Roberto pasaron a ser presidentes de los consejos directivos. Desde entonces, Alfredo se dedicó con mayor ímpetu a la filantropía. Alfredo siempre ha sido un filántropo, inició este tipo de proyectos mucho antes de la venta del Grupo Financiero. Recuerdo proyectos con los Hermanos Lasallistas —el Internado Guadalupano, por ejemplo— y con la UNAM, en una actitud de agradecimiento por lo que estas instituciones le ofrecieron en su infancia y juventud: una educación de primera. Estas escuelas —y su mamá— hicieron de él un hombre muy comprometido y agradecido, siempre dispuesto a ayudar. En Banamex hizo también acciones muy importantes como la creación de Fomento Social Banamex y Fomento Ecológico Banamex. Desde entonces impulsaba proyectos sociales de gran envergadura, ha sido un filántropo de toda la vida. No ha sido a causa de un golpe fuerte de la vida, que por cierto, ha tenido muchos. Su filantropía es la de una persona convencida desde hace mucho tiempo. No da dinero y se olvida; se interesa en el asunto y trata de resolverlo integralmente, se preocupa por quienes ayuda. Además es un filántropo multidisciplinario que se involucra en todos los temas: educación, salud, deporte, cultura, medio ambiente, conservación del patrimonio, proyectos productivos, y busca la forma de que los proyectos concretos se vinculen unos con otros. Alfredo Harp dedica parte importante de su tiempo a analizar cómo atender una problemática particular. Es una persona ordenada, a la que le gusta planear. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que ha diseñado su vida para poder tener más tiempo para dedicarse a la filantropía. Desde que salió de Banamex comenzó a dedicar mucho más tiempo a esta labor altruista. De la mano con María Isabel, quien ha sido la perfecta compañera para desempeñar esta función, comparten ese interés, ese compromiso por México, y por su gente. Programas como Home Runs Banamex y el esquema de cooperación tripartita con los gobiernos locales y federal fueron propuestas de Alfredo, que ahora están siendo replicadas por otras asociaciones, lo cual es totalmente encomiable. El punto es generar alternativas de vida, y la mejor manera de lograrlo es impactando significativamente en la vida de las personas. A los deportistas que patrocina les ofrece una formación integral. No les promete hacerlos más rápidos o más fuertes, pero sí les

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da la oportunidad de mejorar y además de educarse, de tener una formación integral, lo cual ya es bastante. En 2005 Alfredo me hizo una invitación para que dejara el grupo financiero y fuera a trabajar directamente con él. La propuesta era ayudarlo también con todas las fundaciones, de las cuales soy vicepresidente y colaboro principalmente en cuestiones ejecutivas. La mejor prestación que he tenido en la vida ha sido trabajar con Alfredo. La forma, el trato, lo interesante de los proyectos, la mecánica de trabajo, su capacidad de estructurar siempre con una visión integral hacen que cada día se aprenda algo nuevo. Él piensa en un proyecto de aquí a la eternidad y lo estructura para que sea autosustentable, lo cuida para que crezca. No plantea proyectos efímeros, crea cosas perdurables y que logren un cambio. Es muy polifacético y busca hacer todo bien desde el principio. Ésta es una constante en todos los proyectos de Alfredo, incluso en sus negocios. Tiene la capacidad de ver no sólo el árbol, sino el bosque y el ecosistema completo. CARLOS LEVY Vicepresidente del Consejo de Administración de la Fundación Alfredo Harp Helú

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LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ UNA LABOR HUMANISTA EJEMPLO PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA SOCIEDAD

L

a labor filantrópica de Alfredo Harp Helú tiene rostros, nombres e historias de vida que se han transformado. Son huelllas que han dejado una pequeña semilla para me jorar las condiciones de vida en diferentes aspectos del desarrollo hu-

mano: la educación, la salud, el medio ambiente, la cultura, el deporte y la memoria histórica. El sentido humanista, la generosidad, el compromiso, el trabajo en equipo y la capacidad de sumar e integrar destacan y convierten a la Fundación Alfredo Harp Helú y sus filiales en un referente para generar acciones integrales en el desarrollo humano. Es como vislumbrar el tejido que habrá de lograrse uniendo los diferentes aspectos de la vida, como si fueran colores y líneas, entrelazados sobre una obra que, al concluir su trama, expresan la belleza humana, el valor de la historia y el futuro de su cultura. A diferencia de otras organizaciones, la Fundación Harp no es el brazo filantrópico de una empresa, es el compromiso de un hombre generoso y visionario con un profundo y sencillo humanismo, movido por el amor a México. Detrás de ella se encuentra la labor encabezada por una familia y un equipo de personas, con una vocación que nos une en un juego que Alfredo equipara a otra de sus pasiones, el beisbol: un equipo estelar en el que todos jugamos por amor a México. Recuerdo muy bien los primeros encuentros que tuve con Alfredo, fue en los inicios del siglo XXI, por ahí del año 2003, cuando tenía a mi cargo la creación de la red de centros de las artes en el país, particularmente durante el trabajo que desarrollé en Oaxaca para la instalación y puesta en marcha del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa). Siempre amable y curioso por mi vocación en la promoción cultural y la búsqueda compartida de proyectos para el desarrollo integral a través del arte. Desde ese momento Alfredo Harp se convirtió en un referente para mí, un ejemplo de generosidad y humildad. Es curioso, en esos primeros años tuve la fortuna de conocer

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y compartir el trabajo con otro gran hombre: Francisco Toledo. Sin duda Oaxaca es afortunada y yo también lo he sido al aprender de estos dos maestros. A partir de ese momento, y a través de las distintas instancias que tuve a mi cargo en el Conaculta, procuré la participación de la Fundación en diversos proyectos pues me pareció que su modelo de trabajo era una propuesta única en el país, en la que individuos del gobierno y de la sociedad civil habían logrado sumar esfuerzos en torno a un objetivo común. En ese periodo, también tuve la fortuna de conocer y compartir los proyectos con María Isabel Grañén quien, al igual que Alfredo Harp, de inmediato supo sumar a otras personas y orientar los esfuerzos para concretar las ideas. Ahora, es un enorme privilegio y un gran reto formar parte del gran equipo que conforman la Fundación y sus organizaciones. Me siento profundamente agradecido con ellos y comprometido con el objetivo que compartimos. Nuestra sociedad requiere un cambio en la política social, educativa y cultural. Un nuevo modelo en el que se logre de manera eficaz la participación de los distintos actores de la sociedad. Casi sin proponérselo, la Fundación Alfredo Harp Helú genera una nueva propuesta de desarrollo integral, en la que la suma de los actores es fundamental para lograr el éxito. En estas páginas se expresan varios ejemplos en la voz de sus protagonistas. Para mí, éste es un modelo ejemplar de cómo se debe actuar en el México del siglo XXI. Es necesario rescatar la visión humanista, las pequeñas acciones, constantes e integrales, y no aisladas y dispersas; procurar la acción en la identidad local, en la escala humana, para desde ahí irradiar la transformación en los entornos globales sin perder la riqueza de la diversidad cultural. Me gustaría resaltar tres aspectos: I. La ayuda que ofrece la Fundación, no es una ayuda que se base solamente en lo económico o que busque la masificación. Involucra a las personas, busca que desde lo pequeño, desde el núcleo, se logre un beneficio que después se pueda replicar. Ahí se entrelazan distintas acciones: se siembran árboles, se lee, se rescata la memoria histórica de la comunidad, se difunde la cultura, se promueve el deporte, se equipan hospitales y se enseña a cuidar el entorno, a generar un huerto que dé sustento, a escuchar y conocer las diferentes músicas, a creer en los demás, en un lugar donde las historias tienen rostro conocido y pueden ser contadas. II. La labor persona a persona que hace la Fundación ha generado un gran capital en la sociedad, me refiero a la confianza. Es muy alentador vivir la experiencia de lo que esto significa, ser testigo de cómo se acercan a la Fundación las comunidades que celosamente guardan su memoria en un códice, un lienzo, libros antiguos o cualquier documento, para compartirlos y buscar el apoyo en su rescate y cuidado, con la confianza en que ésta es un aliado respetuoso de lo que les pertenece, de su memoria y su futuro. Y también en las calles de la ciudad de Oaxaca, donde prácti-

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camente todos los árboles jóvenes que pueblan las aceras han sido sembrados por la Fundación, y son adoptados y cuidados gustosamente por sus habitantes. III. La capacidad de sumar e integrar equipos truinfadores en donde se pueden incorporar de igual manera ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos de los tres órdenes para buscar un objetivo común, siempre con la convicción de transformar a México en un mejor país. Acciones y proyectos donde la unión es la base para lograr sueños como el Museo de Filatelia, el Museo Textil, la Casa de la Ciudad, el Centro Cultural San Pablo, las bibliotecas infantiles, la reserva ecológica H2A, el cambio de rostro de las calles, ahora arboladas, el rescate de archivos históricos en todo el país, la educación, los jóvenes truinfadores en el deporte, una sociedad que leé, que tiene más acceso a la memoria, a su cultura viva, el arte tradicional, la investigación médica, en fin, el desarrollo integral que procure mejores condiciones y oportunidades a los jóvenes que serán los nuevos líderes de una sociedad que requiere urgentemente la recuperación de sus valores y su historia; transformar el presente y vislumbrar un mejor futuro. MODELOS INTEGRALES La Fundación ha hecho un gran trabajo en la creación de infraestructura cultural que no solo implica el edificio arquitectónico o el rescate de un inmueble, sino algo que quizás es mucho más importante: el desarrollo de nuevos modelos de gestión de museos, bibliotecas, archivos y centros culturales. En estos momentos la Fundación impulsa un gran proyecto que considero reúne todas las características del desarrollo integral: el rescate del Archivo Histórico del Estado de Oaxaca y la renovación del parque de las Canteras. En ese espacio, altamente simbólico para la ciudad, se unirán la memoria histórica, la recreación familiar, el deporte, la salud, el arte y la naturaleza, para que lo disfruten las familias. Con acciones precisas, suma de voluntades, objetivos compartidos y un equipo eficaz dirigido por un excelente mánager; la Fundación Alfredo Harp Helú y sus filiales se han convertido en un referente en nuestro país. Para mí es un gran privilegio formar parte de esta aventura en la que lo importante es la calidad de la semilla, la tierra donde se siembra y las personas que cosechan. Ésta es una de las grandes diferencias que convierte a la Fundación en un modelo ejemplar para el desarrollo integral de la sociedad en México. ÁLVARO HEGEWISCH Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Alfredo Harp Helú

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PROYECTO DE VIDA

H

ace casi doce años, los Harp nos invitaron a comer a mi esposo y a mí. El

motivo era hacerme una propuesta laboral, y la razón de que nos hubieran invitado a ambos era, como lo enfatizó don Alfredo, que no era un trabajo

cualquiera, era un proyecto de vida: la dirección de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. En ese momento, ninguno de nosotros imaginaba cuánto iba a crecer la FAHHO ni los alcances que tendría, pero yo acepté y así empezó mi aventura en el trabajo más emocionante que he tenido. Se trataba de institucionalizar lo que Alfredo Harp ya hacía de manera personal: apoyar a los menos favorecidos en el estado de Oaxaca. En aquel momento, el MUFI ya existía, el IOHIO estaba haciendo sus pininos, se construía el primer campo de beisbol de lo que, con el tiempo, sería la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú, y ya se habían adquirido los terrenos donde construiríamos el Colegio La Salle; obra que comenzamos a fines de ese mismo año, y en tres años terminamos por etapas: preescolar, primaria y secundaria. Así, poco a poco, se fue conformando un pequeño equipo de trabajo y fueron llegando las primeras solicitudes de apoyo, mismas que había que evaluar; en algunos casos no eran viables, en otros sí, pero en todas se hacían patentes las múltiples necesidades de Oaxaca. Una de las grandes pasiones de María Isabel Grañén son las bibliotecas y en aquel tiempo se presentó una coyuntura favorable: don Andrés Henestrosa había entregado en comodato a la FAHHO su biblioteca, y el municipio de la ciudad de Oaxaca, a su vez, dio en comodato una casona para su restauración y para albergar la biblioteca. Así nacieron la Biblioteca Henestrosa y la Casa de la Ciudad. Aliados con el municipio restauramos el edificio, que hoy nadie imagina siquiera en qué estado lo recibimos. Ahí

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se fueron forjando otros proyectos. La BH, por ejemplo, además de sus servicios bibliotecarios, ofrece cine, conciertos, talleres y exposiciones. Desde la Casa de la Ciudad, además de ser una plataforma para que los oaxaqueños conozcan a fondo su ciudad, se conformó el Taller de Arquitectura y Restauración con un equipo de historiadores, restauradores y arquitectos que empezó a generar y atender proyectos de restauración en el interior del estado. Durante el primer año, también me tocó la entrega de donativos del programa Home Runs Banamex, en que la FAHHO participa a partes iguales con Banamex. Es anual y hasta el día de hoy no deja de sorprenderme el número de organizaciones civiles que trabajan por los más necesitados; son creativas y a veces están tan necesitadas como a quienes ayudan. Parafraseando a nuestro presidente vitalicio, el apoyo que da la FAHHO es como anotar un jonrón, pero con casa llena. Estas organizaciones representan la casa llena, tienen un camino andado. Poco a poco nacieron otros proyectos propios: la BS, la biblioteca infantil más bonita de México, después el Museo Textil de Oaxaca, único en el país y otra joya arquitectónica. En 2009 hicimos una presentación sobre el hacer de la FAHHO. Los primeros sorprendidos fuimos nosotros mismos ante la cantidad y diversidad de proyectos en que estábamos o habíamos estado involucrados. Más tarde, la cereza del pastel: el exconvento de San Pablo. El significado del rescate de San Pablo merece un capítulo aparte, fue una historia compleja y llena de retos y, por lo mismo, una historia maravillosa. Hubo un trabajo interdisciplinario en cuanto a las diferentes especialidades que participaron, y también un trabajo de paciencia, negociación y humildad; y el resultado así lo evidencia, me parece. Además de ser un centro cultural, el espacio alberga una biblioteca especializada y es la sede de la FAHHO. Cada mañana al entrar en el callejón celebro mi suerte, poca gente trabaja en un lugar tan bello. Mi puesto me ha permitido estar cerca de diferentes culturas, intereses, puntos de vista. Ha sido muy aleccionador conocer más a fondo las necesidades de otros mexicanos y aprender de ellos, de la manera en que se las arreglan para “seguirle dando” sin darse por vencidos. Desde luego, el equipo ha ido creciendo, y no sólo en cantidad. No exagero cuando digo que me conmueve oír a los coordinadores de los diferentes proyectos cuando hablan de éstos, con tanto cariño y entusiasmo que no queda más que hacerlos tuyos. Bibliotecas que crecen, niños que escriben cuentos, documentos que se descubren, textiles que se aprenden a tejer, hortalizas que cambian la vida de las señoras que las cultivan, árboles frondosos en las calles de Oaxaca, edificios que se rescatan, ancianos tacuates que nos enseñan, con toda dignidad, sus más preciados documentos, lenguas que se aprenden, retablos restaurados a su antiguo esplendor para beneplácito de comunidades enteras.

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Todo ha sido un aprendizaje continuo. Como dije al principio, no sé si los demás, pero cuando menos yo, no me imaginaba hace doce años en lo que me estaba metiendo. Difícilmente puedo pensar en un lugar más enriquecedor. Aprendes a respetar. Aprendes a escuchar. Aprendes a agradecer. Y sobre todo, aprendes a comprometerte porque, volviendo a parafrasear a Alfredo Harp: vale la pena. Han sido casi doce años… ¡Vaya proyecto de vida! GABRIELA TORRESARPI MARTÍ Directora de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca

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Educaci贸n



HERMANOS LASALLISTAS FORMACIÓN PARA LA VIDA

Los colegios La Salle representan una comunidad educativa que ha trabajado arduamente durante más de trescientos años en ochenta países para que sus educandos adquieran conocimientos fundamentales y desarrollen habilidades intelectuales, valores y actitudes necesarias para alcanzar una vida personal y social plena. Los colegios La Salle promueven la conciencia social y comprometen a la comunidad educativa a colaborar en la defensa y promoción de una auténtica justicia social. La Fundación Alfredo Harp Helú se une al esfuerzo de los Hermanos Lasallistas de diversas maneras con proyectos específicos para la creación de nuevos planteles, infraestructura, becas para los estudiantes, subvención de escuelas en comunidades urbanas y rurales, así como la formación de maestros en distintos países.

ENTREVISTA AL HERMANO GILBERTO MARTÍNEZ

VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ

¿Cómo fue que se acercó Alfredo Harp a la familia lasallista? La familia Harp Helú se había establecido en Oaxaca, pero desgraciadamente el padre falleció cuando Alfredo tenía tres años. En ese momento su hermana tenía cuatro años y su mamá estaba embarazada. Su madre decidió mudarse a la Ciudad de México. Al poco tiempo se acercó al Colegio Cristóbal Colón, dirigido por Hermanos Lasallistas. El señor Pierre Lionel aceptó becar a Alfredo para que pudiera realizar sus estudios. Cursó hasta la preparatoria con nosotros. ¿Y usted, cuándo lo conoció? Fui su profesor en sexto año de primaria y desde entonces hemos establecido una verdadera amistad que con el tiempo ha dado múltiples frutos.

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Todo comenzó un día que noté que era necesario renovar las bancas y los escritorios de los salones. Hablé con los superiores al respecto, pero me dijeron que si quería hacerlo habría que conseguir el dinero. Poco tiempo después la escuela adquirió una máquina para hacer paletas heladas y vi en ello una oportunidad. Yo no sabía nada de ese oficio, pero tuve que aprenderlo para lograr lo que me proponía. Así que aprendí a usar la máquina, conseguí las materias primas y puse a Alfredo como administrador de la venta de las paletas. El costo de producción era de un centavo y podíamos vender cada paleta en diez centavos; eran buenas ganancias y en muy corto tiempo pudimos reunir el dinero para cambiar las bancas del colegio. Teníamos un público cautivo y los chamacos estaban felices con las paletas. Además, pudimos hacer otras cosas para beneficio de la escuela con esas ganancias. Alfredo llevaba muy bien las cuentas, era un niño muy ordenado y disciplinado, con un carácter muy sereno y con habilidades de organización. La venta de paletas fue el inicio de múltiples proyectos que hemos emprendido juntos a lo largo de la vida. ¿Qué más recuerda de esa etapa de Alfredo en la escuela? Otra actividad que le asignamos a Alfredo consistía en cuidar a la “patrulla” de los niños del medio internado. La patrulla era un grupo de muchachos que se sentaba en una hilera; cada hilera era una “patrulla” y Alfredo era quien los organizaba y vigilaba para que comieran bien y realizaran los deberes. Así, sereno como es hasta la fecha, sabía tratar a sus compañeros; todos le hacían caso. Después pasó a la secundaria, pero de todas maneras me iba a visitar todos los días y si tenía tiempo se quedaba un rato para atender la venta de las paletas. Así lo hizo hasta que terminó la preparatoria. En ese entonces La Salle no ofrecía carreras universitarias, así que Alfredo ingresó a la UNAM. Un día me comentó que si había estudiado contabilidad había sido por mí, por aquella experiencia de las paletas. ¿Y después de la universidad, qué experiencias recuerda? Ya egresado de la universidad, Alfredo luchó mucho por establecerse. Pasó por varios trabajos hasta que formó Acciones y Valores con Roberto Hernández y les empezó a ir muy bien. En ese entonces yo quería abrir el fondo de ahorro para los profesores de La Salle, un proyecto que por cierto sigue funcionando hasta el día de hoy. El colegio pone un diez por ciento de lo que ganan los profesores y los profesores otro diez por ciento; de esa manera se ha venido reuniendo dinero y ha funcionado muy bien. Los intereses generados se quedan para aumentar el fondo. Un día me invitó Alfredo a conocer sus oficinas y ahí estaban todos los administradores y contadores, así que les pregunté: “¿Cómo se porta con ustedes este señor?” Respon-

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dieron que cuando él llegaba todos se ponían a ordenar porque no le gusta tener nada en desorden. Alfredo les dijo: “Eso se lo debo a mi profesor, porque él nos exigía mucho”. En la primaria les revisaba los escritorios para ver qué tan ordenados estaban. Las calificaciones eran 10, 5 y 0. Si había un cuaderno desordenado: 5, si había dos: 0. Es una disciplina que él supo incorporar a su vida adulta. La semilla del orden da frutos, por eso es importante inculcarla desde edades tempranas. En otra ocasión invité a Alfredo al Internado Infantil Guadalupano, que atiende niños infractores y en situación de calle. El internado estaba en malas condiciones, lo habían hecho con pocos recursos y era muy precario. El hermano encargado murió y había que luchar por conservar y mejorar el proyecto, no podíamos permitir que el esfuerzo se esfumara. Invitamos a Alfredo y a su familia a la colocación de la primera piedra del internado, y en ese momento él se comprometió a ayudarnos. El lugar se encuentra ahora en muy buenas condiciones: limpio, bien presentado, una excelente construcción, perfecto. Ya hay egresados de licenciatura que fueron niños de la calle, con graves problemas de conducta social ahora transformados completamente, y en esto habría que reconocer la enorme contribución de Alfredo. Puso una licenciada especialista en conseguir donativos, Marcela Arregui. Desde que tengo el gusto de conocerla nunca la he visto con el mismo sombrero, le encantan los sombreros. Bellísima persona. Se enamoró tanto del internado que luchó con muchas ganas para conseguir dinero. En ese internado también colaboró el equipo de los Diablos Rojos, porque firmó un convenio que especificaba que por cada jonrón que anotaran darían dinero para el Internado Infantil Guadalupano; ése fue el origen de Home Runs Banamex.

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¿Cómo surge el fondo para las escuelas? Un día Alfredo me llamó y me pidió que fuera a verlo. Tuvimos una larga plática; había estado reflexionando mucho y me dijo que si el Señor le permitía seguir viviendo se iba a dedicar a hacer obras buenas: “Vamos a empezar, vamos a hacer esas obras. Vamos a darle cinco millones al Internado Infantil Guadalupano; cuatro o cinco millones para Promoción Universitaria, y para usted quince millones”. Le respondí que para mí no, que yo no quería nada, que se los diera a la congregación. Así fue como se fundó un fideicomiso para escuelas pobres en diferentes regiones de la república. Es un fondo que se mantiene para ayudar a las escuelas que están en condiciones precarias y que son atendidas por diversas

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FRATELLI DELLE SCUOLE CRISTIANE Seguramente un niño, aproximadamente de la edad de Santiago, aquí presente, tendrá dificultad en comprender por qué los maestros le agradecen al alumno. Le faltarán años para comprender lo que su papá ha dicho en su autobiografía respecto a su propia experiencia: eso de que “cuando se es generoso, Dios regresa con creces”. Cuando tu papá tenía tu edad, iba a la escuela en donde, como buen alumno que era, no faltaba a clases, hacía sus tareas y respondía a las preguntas que sus maestros le hacían. ¿Se te ha ocurrido alguna vez que tu maestro te diga: “Gracias por venir a la escuela” o “Gracias por entregar tu tarea” o, aún más, “Gracias por entender mis enseñanzas?” Pues bueno, ahora, años después de que tu papá estuvo en la misma situación en que tú estás ahora, lo vemos aquí con su antiguo maestro, y en su nombre y en el de otros 5 000 maestros como él le estamos diciendo precisamente eso: “¡Gracias!” Gracias, don Alfredo, por ver en la escuela de su niñez mucho más que cuatro paredes y un pizarrón. Gracias por haber empujado esas paredes hasta rincones tan apartados que ahora pueden recibir en ese enorme “salón de clases” a miles de niños y jóvenes necesitados de la Ciudad de México, de Oaxaca, de todo el país...; un aula que abarca a muchachos y muchachitas tan distantes físicamente de México como son los de Etiopía. Gracias por haber captado que “entregar una tarea” significa mucho más que pasarle al maestro unas hojas de papel. Gracias por hacer vida “la tarea” de ayudar a fortalecer con hechos las ilusiones de miles de niños y jóvenes que sin su ayuda no habrían podido crecer y salir del círculo de pobreza y frustración en que una sociedad injusta los ha colocado. Gracias, en fin, por haber dispuesto sus oídos para escuchar no solamente las enseñanzas de sus maestros, sino también por haberlos dispuesto, junto con sus ojos y su corazón, para oír, ver y seguir la voluntad de Dios, el único y verdadero Maestro. Al echar una mirada hacia atrás en la vida que tan plenamente está viviendo, seguramente estará de acuerdo conmigo en decir que en la vida, como en el beisbol, las predicciones son inútiles: un batazo puede cambiar el resultado no solamente de un juego, sino de toda una temporada. Lo misterioso es que en ello entran tantos factores que van desde las interminables y repetitivas horas de entrenamiento del bateador hasta la velocidad y dirección del viento en el instante mismo en el que la bola y el bat hacen contacto. En realidad..., ¿qué tanto tiene “todo esto” la voluntad humana? El Señor de La Salle, al considerar su obra en favor de la educación de los mas necesitados, escribía: “Dios, que gobierna todas las cosas con sabiduría y suavidad, y que no acostumbra a forzar la inclinación de los hombres, [me ha llevado a ‘todo esto’] de manera totalmente imperceptible y en mucho tiempo; de modo que un compromiso me llevaba a otro, sin haberlo previsto en los comienzos”(Memorial sobre los orígenes, 6). Hoy queremos agradecerle, don Alfredo, por su constante generosidad, siempre congruente con esa docilidad de haberse dejado guiar por Dios, de compromiso en compromiso, para ser cada día su mejor jugador en este campo de juego que es la vida. Este campo en donde usted seguirá jugando todas las posiciones y del cual nunca habrá retiro a tiempo. Ya hace algún tiempo que usted nos ha honrado al aceptar ser afiliado a nuestro Instituto; hoy queremos hacer presente nuestro agradecimiento con este otro gesto simbólico de invitarlo a ésta, su casa, y ofrecerle la medalla San Juan Bautista De la Salle por tantas gracias recibidas de Dios a través de sus manos. Gracias por aceptar nuestra invitación y por hacerlo con las personas más cercanas a su corazón: con doña María Isabel, no solamente su esposa y compañera, sino también su brazo derecho, la inspiración y apoyo de tantos proyectos que juntos han emprendido; el más preciado, sin duda alguna, es el proyecto de, día con día, hacer de Santiago el “novato del año” de su equipo. Pedimos al Señor que los siga bendiciendo con sus dones, los mantenga siempre unidos y les conceda ver crecer y dar fruto las semillas que con tanto cariño y devoción han sembrado. Hermano Jorge Gallardo de Alba Consejero General Roma, 27 de mayo de 2008.

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asociaciones civiles. El fondo está pensado para que los niños se eduquen y aprendan; para elevar su nivel nutricional; para que se le pague bien a los profesores y para apoyarlos si quieren seguir estudiando; para ayudar con las necesidades de la escuela, o para becar a los alumnos. Recuerdo que a los dos días de haber hablado con Alfredo llegaron a mi oficina varios ejecutivos de Banamex. Les habían encomendado atender la operatividad de estos proyectos conmigo, pero yo les dije que mejor fueran con cada responsable: con el del Internado Infantil y con el de Promoción Universitaria; yo vería con mis superiores únicamente la parte de las escuelas pobres en el país. Ya son dieciocho años desde que se formó este fondo y el programa continúa. Una de las escuelas apoyadas mandó una carta para informar que una alumna había obtenido el cuarto lugar en la Olimpiada del Conocimiento en 2012. ¿Y la relación con Oaxaca? Alfredo pasó unos días difíciles en México. Se dedicó a viajar a Oaxaca, para apoyar a su estado natal en lo que se necesitara. Quería hacer el bien. Todavía contaba con el soporte de Banamex y desde ahí creó un fondo especial con su propio dinero para hacer obras de beneficio social. Ayudó cuando se presentaron desastres naturales; apoyó con la introducción del agua en algunas comunidades; contribuyó con la restauración de los conventos de Santo

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Domingo, Yanhuitlán, Teposcolula y Coixtlahuaca; promovió la restauración de órganos, y fomentó el deporte. En fin, surgieron muchos proyectos. Un día me invitó a pasar unas vacaciones en Oaxaca para que conociera los proyectos que apoyaba. Yo tenía mucho interés en ver cómo había quedado Santo Domingo, así que le pedí hacer un recorrido por el exconvento. Estábamos en ésas cuando pasamos a una biblioteca importantísima donde una señorita estaba arreglando los libros de los fondos conventuales. Yo la vi y pensé: “Que esa muchacha sea para Alfredo”. Sólo de verla lo sentí, pero guardé silencio. Me la presentó y me dio un abrazo muy cariñoso. Seguimos nuestro recorrido por el convento. Siempre que a Alfredo le sucede algo bueno o algo importante me lo comenta. Tenemos una relación de mucha confianza y cercanía. Así que cuando avanzamos hacia el patio del noviciado, Alfredo me tomó del brazo y me dijo: “Fíjese que estoy saliendo con una muchacha”. Mi respuesta fue inmediata: “¿De veras?, ¡qué bueno! La de la biblioteca, ¿verdad? Eso fue lo que yo pensé, que ella era lo mejor para ti”. ¿Cómo llega La Salle a Oaxaca? Cada año, el día de la fiesta de San Juan Bautista de la Salle, nuestro fundador, se realiza un desayuno de exalumnos. En uno de esos desayunos le comenté a Alfredo que me gustaría abrir un colegio en Oaxaca. Estaba un visitador y dijo que sería muy bueno hacerlo. Como de costumbre, la idea fue apoyada. En poco tiempo Alfredo compró un te-

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rreno en Guadalupe y se inició la construcción. Primero con el preescolar, en un edificio muy bonito; luego la primaria y la secundaria. Después compró otro terreno para la preparatoria y la universidad. Hoy en día acuden a ese centro escolar miles de alumnos. En una reunión general llegó Alfredo con las escrituras y nos dijo a todos los hermanos: “Es de ustedes, hagan con esto lo que quieran”. Y fíjese cómo Oaxaca en estos momentos está subiendo mucho, por todo lo que pasa en cultura, en educación, en salud; y parte de todo esto es la semilla que Alfredo ha sembrado en Oaxaca, viendo por el bien de México. Hace todo esto con la mirada puesta en Dios y da resultado. ¿Tienen algún otro proyecto juntos? Le voy a platicar cómo surgió un proyecto en África. Resulta que vinieron dos hermanos de Roma a visitarme, porque querían darle un reconocimiento especial a Alfredo por todo lo que ha hecho. Me pidieron que organizara una visita a la Casa Generalicia en Roma, donde está el superior general, porque él sería quien le otorgaría personalmente el reconocimiento a Alfredo. Platicando con los hermanos, les pregunté dónde había más vocaciones para nuestra congregación en el mundo y me contestaron que en África, pero que no podían admitir a todos por falta de recursos económicos, porque no los podían mantener. En ese momento sentí que me enterraban un puñal. ¡Por dinero no poder admitir a los jóvenes que van a hacer el bien a los demás! No puede ser. Alfredo me dijo que iría a Roma el último día de junio y que el primero de julio podría ir a la Casa Generalicia, pero me pidió que lo acompañara, porque de lo contrario no iría. “Está bien, pero primero tengo que ver si va a estar en Roma el superior general”, le respondí. Cuando hablé a Roma y les comenté que Alfredo podría ir el primero de julio, me contestaron que en esa fecha sí podría recibirlo el superior general, pero me pedían que yo también asistiera y que la Casa Generalicia correría con el gasto. La Casa Generalicia es muy grande, así que cuando Alfredo la visitó nos turnamos varios hermanos para explicarle el recorrido. Tal es la extensión de la propiedad que en

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tiempos de la guerra sirvió de hospital. A mí me tocó mostrarle la maqueta; a otro hermano le tocó presentarle el museo del Señor de La Salle y las reliquias de San Juan Bautista de La Salle; a otro, la biblioteca, que es el lugar donde están las firmas del Señor de la Salle, los cuadernos de los primeros alumnos que tuvieron los hermanos —escritos con una letra bellísima, hecha con pluma de ave— y muchos documentos relacionados con el origen de la congregación. En la visita, el superior general tenía pensado solicitar el apoyo de Alfredo para las misiones, pero yo no estaba de acuerdo, porque los hermanos reciben para las misiones la colecta general que hacen todos los colegios del mundo. Entonces le propuse: “Hermano, si Alfredo nos va a ayudar, mejor que nos ayude para la formación de hermanos jóvenes en el África”. Estaba dirigiéndome al superior general, pero debía externar mi opinión porque me parecía que era importante atender la situación en África. Llegó el momento y todos hablaron, cuando tocó el turno de Alfredo comentó: “Como dice don Gilberto, yo les voy a ayudar para la formación de los hermanos jóvenes en África; les voy a dar un millón de dólares”. El superior general aceptó y propuso que el fideicomiso se llamara “Alfredo Harp Helú”, pero Alfredo no aceptó porque ya había demasiadas cosas a su nombre. Entonces le propusieron que se llamara como su esposa, María Isabel, o como su hijo, Santiago; pero tampoco aceptó y pidió que se llamara “Hermano Gilberto”. Así quedó entonces, con mi nombre. Cada dos meses Alfredo Harp manda dinero a África y cada tres o cuatro meses yo recibo el informe que detalla cómo se emplea el dinero para la formación de los hermanos. Hermanos jóvenes que ya terminaron su educación mandan cartas de agradecimiento al señor Harp porque gracias a la aportación económica de ese fondo han podido terminar sus estudios. En esta situación se encuentran unos treinta hermanos, que ya están dando clases. Imagínese lo que puede hacer un hermano con todos sus alumnos, quienes a su vez llevan esas enseñanzas a otros; ahora multiplique esto por todos los hermanos. Es maravilloso lo que se está haciendo. Está también la Universidad La Salle en Nezahualcóyotl; ese edificio lo construyó casi en su totalidad Alfredo. Imagínese el beneficio que da esa universidad a la zona donde se encuentra, con todas las actividades que organiza. Además de la formación académica que ofrece, cada sábado se organizan talleres de carpintería, belleza, cocina o primeros auxilios a los que asisten cerca de mil personas, muchas de ellas porque necesitan salir de la droga y la violencia, y quieren encontrar una manera digna de ganarse la vida. El bien que hace en Nezahualcóyotl esa universidad también se va multiplicando. El superior general Charles Henry me dijo, en una ocasión que vino a México, que él había visitado todas las casas de la congregación en el mundo y que nunca se había encontrado un exalumno que ayudara tanto a los hermanos como Alfredo Harp. La vida de este hombre es excepcional, tiene la bendición de Dios.

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SUEÑO COMPARTIDO: EL COLEGIO LA SALLE OAXACA

El Colegio La Salle Oaxaca labora desde el año 2002 en la ciudad de Oaxaca para atender, en educación bilingüe, a más de 1200 niños y jóvenes de preescolar, primaria y secundaria. El Colegio acompaña la formación humana integral de niños y jóvenes, brindándoles las herramientas necesarias para que vivan cristiana y dignamente en el mundo de hoy. La Fundación Alfredo Harp Helú donó el terreno, la construcción y equipamiento de sus instalaciones.

RAZÓN DE SER

ANDRÉS BALDERAS MUÑOZ

L A FUNDACIÓN DEL COLEGIO LA SALLE OAXACA RECIBIÓ UN IMPULSO decisivo en octubre de 2001, cuando Alfredo Harp Helú decidió la compra de los terrenos y el inicio de la construcción, en acuerdo con los religiosos de La Salle, con el deseo de iniciar clases en agosto de 2002. Actualmente, La Salle Oaxaca es una opción educativa que cuenta con todos los niveles de educación básica, media, bachillerato y diversas opciones en educación superior. En 2001, a pesar de que aún no existía el edificio escolar, muchas familias pidieron admisión para sus hijos durante el laborioso proceso de selección. El equipo fundador tenía como meta conseguir setenta alumnos y había acordado no limitar el número de fichas, pero fue necesario aplicar la valoración de nuevo ingreso a más de quinientos niños. En ese proceso, la labor educativa comenzó con los propios padres de familia, que es el sector más próximo cuando pensamos en el impacto social. —No sabe usted con quién está hablando —replicó a la secretaria una señora que no estaba dispuesta a esperar su turno en la fila. —Supongo que con una persona muy educada —respondió la secretaria.

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El solo nombre de la institución, su pertenencia a la familia La Salle, constituían una forma silenciosa de promoción. —Señores padres de familia: La presencia de La Salle aquí no es fruto de la ocurrencia de alguien que quiso hacer un colegio en Oaxaca. No. La Salle es una célula que forma parte de un cuerpo vivo, diseminado en unas ochenta naciones desde hace más de trescientos años, luchando por mejorar el mundo. Nuestro proyecto educativo no representa las ideas de un director, sino de una familia educadora cuya razón de vivir es la fe. En agosto de 2003, el alumnado creció más de trescientos por ciento. El Colegio recibió a más de seiscientos niños, pues ofreció estudios hasta sexto grado de primaria. La secundaria empezó a funcionar en 2004, y a partir del año 2006 comenzaron a egresar estudiantes para integrarse a alguna preparatoria. En promedio, cada generación ha contado con 105 estudiantes. En cinco años egresaron más de quinientos jóvenes. En el 2007, el Colegio prácticamente había llegado al límite de su capacidad, con 1 150 estudiantes. Las dificultades que conlleva un crecimiento tan acelerado se hicieron patentes, y fue necesario un gran esfuerzo para hacer más consciente la opción de los padres de familia por el Colegio y su sistema educativo. El estudio del constructivismo, a instancias del Hermano José Antonio Vargas Aguilar, sacudió vigorosamente el estilo educativo tradicional no sólo en La Salle Oaxaca, sino en todas las escuelas que promovió su dirección del Secretariado para la Misión Educativa Lasallista. —Se me olvidó la tarea en la casa. —¿Y qué piensas hacer? —Llamar a mi mamá. —Pregunté qué piensas hacer tú, no tu mamá. Las escuelas suelen funcionar bajo un fuerte sistema de estímulos, muchas veces confundidos con la verdadera motivación que mueve a las personas desde su interior. El Colegio quedó definido como un lugar para encuentros musicales, festivales de declamación y de oratoria, pero no para la confrontación. —Señores padres de familia: Los maestros aquí presentes venimos a Oaxaca con la finalidad de colaborar con las demás escuelas que ustedes conocen. No hemos venido a competir con ninguna, porque estamos convencidos de que todas son escuelas hermanas nuestras. Apuntamos hacia el mismo objetivo. Amamos la educación y a las personas. No hay rivalidad alguna que valga la pena.

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Como institución lasallista, el Colegio fue presentado como un lugar abierto, ajeno a las fronteras trazadas por la política, la religión, el estado civil, el nivel socioeconómico… —Mi hija es fruto de inseminación artificial. Tomé la decisión de inscribirla en La Salle después de conocer su forma de pensar, durante la plática de inicio de curso. —Señor director: ¿Cómo es posible que en un colegio que se dice católico tengan a la hija de mi vecina, que es madre soltera? —¿Está usted totalmente segura de que es madre soltera? —¡Claro que sí! ¿Quién lo va a saber mejor que yo? —Entonces, con mayor razón tenemos que apoyarla. La tradición del tequio es una de las fortalezas de Oaxaca. Desde el comienzo, los padres fueron advertidos de que tendrían la obligación de prestar servicio ayudando a agilizar

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la vialidad en las horas de entrada. Ésta es una base para formar a los niños en la actitud del servicio. —Tengo un hijo que va a entrar el año próximo a tercero de primaria. Si lo inscribo con ustedes, ¿pueden garantizarme que llegando a sexto ganará el concurso académico para ir al viaje por la Ruta de la Independencia y saludar al presidente en Los Pinos? —¿No le interesaría más que llegando al sexto grado su hijo haya aprendido a convivir con niños que sobreviven en ambientes de pobreza y soñar con ayudarlos? Con motivo del centenario de la llegada del lasallismo a México, algunos Hermanos de La Salle animaron a las comunidades educativas para crear un proyecto a favor de los pobres, un proyecto para celebrar “hacia afuera”, que no se quedara en banquetes, torneos, ceremonias cívicas o religiosas. Los directivos acordaron invitar a los maestros y padres de familia para realizar talleres entre los internos de la cárcel de Santa María Ixcotel. El director del penal aceptó. Era un hombre entusiasta que componía obras de teatro con mensaje motivacional, y desde luego pidió que hubiera taller de teatro. —Maestros: Les pido que apoyen sobre todo a las mujeres. De cada diez visitas que reciben los internos, nueve son para hombres y una para mujeres. Cuando un hombre entra a la prisión generalmente su mujer lo sigue buscando, y hasta los partidos políticos lo buscan para obtener su voto; pero cuando una mujer llega aquí, casi siempre cae en una situación de soledad terrible, sobre todo las que vienen de la sierra y no hablan español. De acuerdo con el perfil de los maestros que aceptaron la invitación, organizaron talleres de alfabetización, canto, computación y voleibol. Su finalidad era acompañar a los internos. —Maestros: Ayudar al pobre es difícil, pero ayudar al malo es más meritorio. Casi nadie quiere hacer el bien a quien está privado de su libertad a causa de haber cometido un delito. La fe es la razón de ser de las instituciones lasallistas. De acuerdo con el planteamiento original de Juan Bautista de La Salle, el Colegio La Salle Oaxaca propone una educación en la fe, siempre asociada al ejercicio de la caridad y del servicio.

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VIRTUDES CRISTALIZADAS

MARÍA CRUZ GONZÁLEZ MARTÍNEZ Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay hombres que luchan un año y son mejores; hay hombres que luchan muchos años y son muy buenos; pero hay quienes luchan toda la vida: ésos son los imprescindibles. Bertolt Brecht

HABLAR DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA ES HABLAR DE generosidad, de desprendimiento, de compartir, de amor. Pero lo más importante es que también hablamos del ser humano, aquel que es capaz de cambiar su propia vida y la de los demás, de hacer realidad sueños a base de entrega y sacrificio, de dejar un legado y permitirse la alegría de saber que ha hecho algo bueno por sus semejantes. De estas experiencias he podido aprender y deseo, brevemente pero con entusiasmo, transmitirles lo vivido. Conozco la Fundación desde el año 2003, cuando llegué a Oaxaca a trabajar en el Colegio La Salle, pensando que los hermanos lasallistas (con los que estudié en Puebla) habían escogido un cerro para fundar una escuela en la que se atendería a una parte de la población oaxaqueña. El asombro fue grande cuando vi el terreno y las instalaciones donde estaba ubicado el Colegio, pero mayor fue la sorpresa de escuchar que un hombre, exalumno lasallista, había donado todo: terreno, instalaciones, mobiliario. ¿Un hombre? No, eso es cosa de ángeles; o más bien de personas que han aprendido a no reservarse para sí las bendiciones que la vida les regala. Quizá podemos hablar de milagros que suceden de vez en cuando por amor a los demás, por querer compartir lo que se tiene para conseguir una sociedad mejor. Cuando me presentaron a don Alfredo —como él mismo permite que se le llame sin mayor ceremonia— me llevé otra sorpresa: lo descubrí como una persona cercana, sencilla, acogedora, compartida, amable…, que demostraba estas cualidades a través de sus invitaciones a los miembros del Colegio, invitaciones que fueron el vehículo por el que llegué a descubrir Oaxaca y su riqueza. Ejemplo de ello son los conciertos de órganos históricos oaxaqueños y la restauración de inmuebles como los exconventos de Santo Domingo y San Pablo, convertidos ambos en invaluables centros culturales; también pude apreciar el maravilloso exconvento de San Pedro y San Pablo Teposcolula con la Casa de la Cacica, el precioso templo de San Jerónimo Tlacochahuaya y el elegante teatro Macedonio Alcalá —donde asistí a obras de teatro y presentaciones musicales de Alondra de la Parra, Susana Harp y Olivia Gorra—; quedé cautivada con los conciertos de Instrumenta Oaxaca… En fin, es a raíz de todo lo anterior, y de compartir mi vida durante diez años con los niños y familias oaxaqueñas, que ahora valoro y quiero a esta tierra, a este bello lugar que cada día, como abanico multicolor, me ofrece una gran oportunidad de

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llenar el espíritu por medio del arte, la cultura y la belleza de colores, sabores y sonidos tan abundantes en esta región. También se me ha hecho partícipe de una alegría muy familiar. ¿Cómo olvidar las idas al estadio para ver los partidos de beisbol? Y aun sin entender nada del juego (siempre tengo que ver la pizarra para saber si es foul o strike) apoyar al equipo y gritar junto con la afición oaxaqueña, y entre ellos don Alfredo: “¡En Oaxaca todos somos Guerreros!”, convencidos de que la vida nos va dando la oportunidad de caer y seguir levantándonos para ganar muchas carreras. Decía al principio que era mi intención hablar de personas, de virtudes cristalizadas en el plano de la realidad y en directo beneficio de otros seres humanos, porque lo importante no es únicamente tener ideales, sino hacer lo que tengamos en nuestras manos para trans-

El asombro fue grande cuando vi el terreno y las ins-

formarlos en acciones concretas. No se puede,

talaciones donde estaba ubicado el Colegio, pero mayor

por tanto, omitir la alegría que indudablemente

fue la sorpresa de escuchar que un hombre, exalumno experimentan todas esas familias que, por medio lasallista, había donado todo: terreno, instalaciones, de una beca en el Colegio, ven a sus hijos recibir mobiliario. ¿Un hombre? No, eso es cosa de ángeles; o una formación académica en un ambiente permás bien de personas que han aprendido a no reser- meado de valores, lo cual de otro modo difícilvarse para sí las bendiciones que la vida les regala. mente ocurriría. O quizá valga mencionar que obras como nuestro Colegio son también la fuente de esa seguridad que alcanza a otras tantas familias oaxaqueñas por la vía de una fuente de trabajo, de un salario seguro, algo que no podemos menos que agradecer todos los que integramos el equipo de trabajo de la institución. Como alguna vez comentara un hermano lasallista: “Cuando se van viendo los resultados educativos no queda más que agradecer a Dios que te hizo instrumento”. E instrumento somos todos, desde quien tuvo la noción de sembrar generosamente en Oaxaca ya varias semillas de desarrollo, hasta quien se beneficia de ello, de una u otra manera. La riqueza del ser humano se mide entonces en dos direcciones: la del que comparte vida y frutos de su esfuerzo sin pedir nada a cambio y la del que es capaz de reconocer y agradecer cuando recibe del otro. Por eso, todo mi cariño y gratitud para la FAHH y para los que la dotan de rumbo y vida: don Alfredo Harp Helú y la doctora María Isabel Grañén Porrúa, quienes en todo momento me brindan una palabra amiga y cercana, un saludo cariñoso y la disposición de ayudar siempre. La palabra más breve suele ser a veces la más objetiva y elocuente, pero en este caso es también merecida y justa: ¡gracias! “Hay quienes luchan toda su vida: ésos son los imprescindibles”.

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LA SALLE OAXACA: PREESCOLAR, PRIMARIA, SECUNDARIA Y PREPARATORIA

DANIEL LÓPEZ SALGADO

SIEMPRE HE CREÍDO QUE LA ARQUITECTURA ES UN ACTO DE FE, O DEBIERA serlo. Fe en que a través del deseo del arquitecto se transforme y mejore la vida de aquellos que la habitan. Los proyectos para los Lasallistas hechos por la Fundación Alfredo Harp son eso, pero aún más, su origen es un acto mayor de fe y de gratitud, la que tuvo Alfredo Harp con los Hermanos Lasallistas al hacer una donación sin cortapisa y con la mejor voluntad y esperanza en Oaxaca: edificios que trataran de mostrar el ideal educativo, espacios generosos, iluminados, áreas verdes extensas, etc. En este sentido, repito que en la hechura del proyecto y en la construcción no hubo restricciones más que las que cierta lógica y sentido común impusieron. Fue, digamos, una entrega total. También una aventura. En diciembre del 2001 nos mandó llamar el señor Harp y nos pidió que buscáramos un terreno, porque por fin iba a poder lograr un deseo que guardaba: restituir a los Hermanos Lasallistas algo de lo que había recibido de ellos: fundaría una escuela de La Salle en Oaxaca. Las condiciones eran difíciles, porque en esta euforia se había comprometido a que iniciarían clases en agosto del 2002, o sea ocho meses después. Teníamos entonces

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ese tiempo para comprar el terreno, hacer el proyecto del preescolar y construirlo para que a inicios de agosto pudiera entrar la que sería la primera generación de Lasallistas en Oaxaca. Conseguimos un terreno en el ejido Guadalupe Victoria, en una montaña, con árboles y una vista estupenda hacia el cerro de San Felipe. La elección del terreno fue un tema complejo, porque era de los pocos que no tenía propiedad comunal y los vecinos del ejido se opusieron en un principio al proyecto. Hubo que convencerlos. Tras varias negociaciones en las que íbamos principalmente el arquitecto José Ramos y yo, nos dimos cuenta de que a mí me tenían especial deferencia. Creían que yo era un sacerdote, que estaba presente para que se pudiera comenzar la obra sin problemas. En la primera etapa el preescolar se hizo en la parte plana del terreno: un edificio de un solo nivel con esquema de patio abierto en donde se concentrarían los salones. Era un concepto sencillo en donde el piso y el techo serían el mismo elemento desdoblado y sólo separado por columnas. El material elegido fue el concreto: material noble y resistente. El espacio entre el piso y el techo se dividiría con muros ligeros de bloque cerámico y cristal. Finalmente, a marchas forzadas, y llenos de alegría, se pudo inaugurar la escuela en agosto, cumpliendo nuestra promesa —más nos valía— de tenerla terminada. Recuerdo la inauguración: un día antes el Hermano Héctor García Zaragoza trajo la imagen de la Virgen de la Estrella para que estuviera en la capilla de la escuela. Me tocó cargarla y

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llevarla en una curiosa procesión a la escuela y colocarla en el pedestal que habíamos preparado. Vino toda mi familia a acompañarnos. Tocó la Banda Infantil de Tlahuitoltepec; pude cumplir ahí otro capricho: que cuando llegaran las personas que iban a inaugurar se tocaría el Jarabe Mixe, una de mis canciones favoritas. Creo que incluso logré que la repitieran varias veces. También estuvieron presentes la mamá del señor Alfredo, sus hermanas y sus hijos, así como su querido maestro don Gilberto Martínez. El arzobispo de Oaxaca bendijo las instalaciones y doña Suhad Helú cortó el listón, seguramente recordando cuando llevaba a su hijo Alfredo de la mano al colegio. Fue un acto muy emotivo. Tuvimos un tiempo de calma chicha y empezamos a preparar la siguiente etapa: en la zona más montañosa del terreno había que construir la primaria y la secundaria. Teníamos un año para que el grupo de primero de primaria entrara a sus aulas. En ese momento el señor Harp había decidido que la construcción la dirigiera el ingeniero Gabriel Redondo, a quien él tenía total confianza. Creo que Gabriel es la persona que he conocido que más sabe de construcción y con quien he conservado una amistad desde entonces. El proyecto era ahora distinto, no podía ser topográficamente un patio, por las pendientes varias del terreno. Decidí entonces, hacer tres cuerpos paralelos para las aulas, con orientación norte-sur e intersectados por un cuerpo perpendicular que los conectara y contuviera los servicios comunes y la administración. El esquema constructivo era el mismo: losas de concreto que se vuelven techos y separados por columnas. El espacio también se dividiría con muros de bloque cerámico y cristal. El diseño es muy básico y admito que tiene una enorme influencia de la arquitectura de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se cumplió la palabra empeñada y en agosto del 2003 ya entraban a clases los primeros alumnos de primaria; la obra continuó, ya que estaban pendientes algunas terrazas y canchas deportivas. Recuerdo una anécdota que me gusta contar. Mientras comenzaban las clases en el edificio de primaria y la obra no se terminaba, el acceso a la escuela era por un puente provisional, y Gabriel había dispuesto bardas y seguridad suficiente para que los niños no tuvieran contacto con la construcción y evitar así accidentes. Pusimos también un buzón de quejas y sugerencias. Recibimos todo tipo de comentarios, algunos amables, otros no tanto; no sé si debo contarlo, pero el que más recuerdo fue la definición que una señora hizo del proyecto arquitectónico: “Es una plasta de cemento hecha por un chilango”. Al paso de algunos años nos encontramos con la necesidad de comenzar el edificio del bachillerato. Los niños habían crecido y aquellas primeras generaciones estaban por terminar la secundaria. Kelly Bolaños Cacho consiguió entonces varios lotes que se fusionaron cerca del aeropuerto. El terreno era totalmente plano, no era tan bueno sísmicamente, pero contaba con agua. Tras varias propuestas, algunas muy avanzadas, decidí

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finalmente cerrar el proyecto. Así, pensé en un hortus conclusus, en referencia a la Virgen María. Tres cuerpos largos que contienen las aulas con orientación norte-sur; también conectadas por un edificio perpendicular que contiene laboratorios, aulas especiales, un pequeño auditorio y oficinas; un cuerpo que une y cierra al mismo tiempo. Estos tres cuerpos se envuelven de una piel diseñada por Yuri Abad y Demian Flores —a quienes María Isabel Grañén había invitado— y que cierra este hortus conclusus. Esta piel está rasgada y abre ventanas que conectan con el exterior. El espacio entre los edificios se destinó a jardines y plazas, en donde Pina Hamilton sembró palmeras y dos enormes laureles de la India, buscando proveer de sombra y hacer que ese hortus conclusus encerrara algo así como un jardín del edén. La piel del lado poniente es ciega a pesar de pequeñas aberturas que enfocan la vista en Monte Albán. Sembramos enredaderas para que algún día fuera un muro verde. Este edificio tiene una estructura de acero sin decoraciones que busca que la construcción sea lo más sincera posible. Los muros divisorios son de bloque cerámico, que permite un mantenimiento prolongado. Mientras el edificio se construía, se comenzó la capilla. Recuerdo que el Hermano Héctor me comentó que quería algo no muy grande, pero que en algún momento pudiera albergar a mucha gente. Al frente de este hortus conclusus hice una pequeña construcción en concreto aparente y con una fuerte influencia de la Capilla de las Capuchinas de Luis Barragán. Por supuesto, no intentaba superar un espacio tan maravilloso, pero traté de entenderlo a través de la luz. Sólo una vidriera que no se ve dentro de la capilla permite la entrada de luz y ésta es amarilla. Contrario a Barragán, los muros no tienen textura, sólo yeso muy liso y blanco, que con la luz se ve amarillo. Esta capilla tiene una entrada recoleta y muy íntima, pero en algún momento enormes puertas de madera se abren a un jardín y logran el opuesto al edificio del bachillerato. Ya no es un jardín cerrado sino un jardín abierto, un jardín en donde me imaginaba el sermón de la montaña. La experiencia de construir el Colegio La Salle, desde preescolar hasta preparatoria, me hizo crecer profesionalmente. Fue un reto y un privilegio proyectar esta obra que cobra vida diariamente cuando cientos y cientos de alumnos habitan cada rincón.

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IMPULSO A LA PREPARATORIA Y UNIVERSIDAD LA SALLE OAXACA

La Universidad La Salle Oaxaca se ha caracterizado por ser una institución que busca la formación integral de los jóvenes a través de un modelo educativo que responde a la necesidad de formar las generaciones que construirán una sociedad mexicana más justa y equitativa. Gracias a Alfredo Harp Helú, quien donó el terreno, la construcción y el equipamiento de las instalaciones, Oaxaca cuenta ahora con la Preparatoria y la Universidad La Salle. Los Hermanos Lasallistas sostienen y animan la labor educativa en Oaxaca, tal como lo hacen en ochenta países del mundo. La Universidad vio la luz en agosto de 2007, en el municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca.

UN ALMA GRANDE

MARÍA DEL ROCÍO OCADIZ

AMANECE (Agosto 2006)

CON LA LUZ DEL AMANECER SE ALCANZA A DIVISAR, A LO LEJOS, MONTE Albán. Hacia los otros puntos cardinales, un manto de nubes descansa sobre el verde de las montañas. Se escucha el canto de las aves que brincan de rama en rama sacudiendo ese naranja descarado de los flamboyanes, y el de otras más que buscan alimento, revoloteando sobre el verde húmedo del pasto que rodea los edificios de ladrillo rojo. Amanece en la Universidad La Salle Oaxaca. Siete años atrás, en agosto de 2006, 118 alumnos se lanzaron a la aventura de ser pioneros de este sueño hecho realidad, ya que todos ellos fueron inscritos en el primer año de bachillerato. Ese sueño de los Hermanos Lasallistas, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca —cuyo apoyo fue invaluable— y los propios estudiantes ha ido transformándose

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y extendiendo sus horizontes. Desde aquel entonces, varios centenares de historias se han tejido en esta comunidad universitaria. Jóvenes de quince a dieciocho años fueron los primeros en dejar su huella y su crecer entre estos muros. Jóvenes que buscaron un espacio distinto donde moldear los años de su adolescencia, hijos todos ellos de padres de familia que creyeron en la Universidad La Salle y arrancaron con ella su historia. En un principio, los alumnos del bachillerato provenían, en su mayoría, de secundarias particulares de la ciudad. Con el tiempo, el alumnado de bachillerato fue modificando su perfil de origen: hoy, de 755 alumnos que conforman su matrícula, más del treinta por ciento procede de instituciones de educación pública de la ciudad de Oaxaca y su zona conurbada. La fe en la universidad siguió creciendo con el testimonio de cada alumno que acudía diariamente a las aulas de bachillerato, con la superación de los problemas propios de una institución educativa que va iniciando su camino, y con una renovada estructura organizacional y administrativa que tuvo que crecer en complejidad y eficiencia para brindar un mejor servicio a cada alumno que acudía no sólo a sus clases por la mañana, sino también a las clases de formación complementaria en las áreas deportivas y artísticas, y participaba en diversos proyectos de solidaridad con personas más necesitadas. CRECIENDO (Agosto 2010) Son cuatro. Cuatro licenciaturas: Administración Turística, Ingeniería en Software, Psicología y Negocios Internacionales. Son 151 alumnos, algunos de ellos egresados nuestros del bachillerato, quienes comienzan los programas de educación superior y quienes viven, diariamente, la realidad de ver nacer a una comunidad universitaria. La mayoría de ellos proviene de bachilleratos de instituciones públicas; sus historias personales son tan diversas como los cuatro perfiles de sus programas académicos. El apoyo que reciben para transportarse en una red de autobuses que da servicio únicamente a integrantes de la comunidad universitaria, así como las becas de diversos tipos, hacen posible que sean ellos quienes estrenen los edificios del área universitaria. Y no bien concluye esta generación su primer año de estudios, cuando ven llegar más de cuatrocientos nuevos rostros al iniciar el periodo de nuevo ingreso y abrirse además tres nuevos programas de licenciatura. Contaduría, Derecho y Gastronomía vieron una primera generación de alumnos en 2011. Para entonces, la comunidad gestionaba ya una nueva etapa en su crecimiento organizacional y administrativo que le permitiría, un año más tarde, abrir cuatro nuevas licenciaturas: Fisioterapia, Enfermería, Lenguas Modernas e Interculturalidad, y Educación; así como cinco programas de maestría: Administración Educativa, Investigación Educativa, Educación Superior, Comunicación Social y Política, y Mercadotecnia Turística. La

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En las veintiún hectáreas del campus universitario,

matrícula era ya de 1 847 alumnos en todos los

donde la belleza de los edificios se funde con la mara-

programas académicos, incluido el bachillerato.

villosa naturaleza de Oaxaca, las más diversas historias de cada uno de los miembros de la comunidad van

En ese tiempo también, muy diversos alum-

escribiendo día a día esa otra historia de la Universidad La Salle Oaxaca.

nos de programas de educación continua comenzaron a formar parte de la comunidad universitaria: docentes, amas de casa, niños, padres de familia y jóvenes de educación media

empezaban también a dar vida, por las tardes y los fines de semana, a cada rincón del campus, participando en diversos cursos, diplomados y talleres. Para agosto de 2013, siete programas de licenciatura iluminaban las aulas, la biblioteca y el centro de convivencia cada tarde y hasta la noche. Y tres nuevos programas de licenciatura: Arquitectura, Ingeniería en Electrónica y Telecomunicaciones, e Ingeniería Industrial, llevaron nueva vida por las mañanas al campus y a las nuevas aulas y talleres que les esperaban. Nuevas maestrías vendrán para enero y agosto de 2014, así como nuevos programas de educación continua para la comunidad oaxaqueña en general; y, desde luego, nuevos programas de licenciatura —entre otros, Arquitectura y Artes— que serán una realidad en alumnos nuevos para agosto del próximo año.

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Todos vivirán, al igual que sus antecesores, una realidad universitaria en estas aulas, la biblioteca, los talleres, las salas de cómputo, los laboratorios, las oficinas, las áreas deportivas y los jardines, espacios que son el gran escenario que un alma grande no sólo soñó, sino que además construyó para ellos. Y ellos, junto con los hermanos de La Salle que les animan, con cada colaborador que se esmera en crear comunidad, con cada padre de familia que apoya su educación, con cada maestro que se entrega en cada clase —inspirados todos en el espíritu de Juan Bautista de La Salle en su diario aprender y compartir—, son los actores que paulatinamente van dando cada vez más vida a este espacio que alienta a caminar hacia adelante. Con los ojos llenos de luz.

HACIENDO HISTORIA (Agosto 2013)

Perla trabaja en un restaurante para apoyar a sus papás con la colegiatura que debe pagar. Aun cuando su beca parcial alivia un poco la carga económica, ella está muy consciente de que esa experiencia laboral le servirá y hará de ella una mejor profesional al término de sus estudios de gastronomía. ¡Erick está feliz porque aceptaron su intercambio para una universidad en Sevilla! Tiene que dejar todo preparado en Oaxaca; hay muchos trámites que hacer, pero no se preocupa: sabe que lo tendrá todo listo y a tiempo. Ya le dijeron que podrá cursar el próximo semestre de su carrera de Derecho allá, y siente la alegría de vivir lo nunca imaginado. Alexis se siente más tranquilo, pese a la pena de haber perdido a su papá, respira aliviado de saber que a partir de este día su abuela, que vive en una comunidad de la costa, no tendrá que preocuparse más porque la universidad le ha ampliado la beca al cien por ciento. Sabe que ahora sí se dedicará él también “al cien” al estudio, y que ahora menos que nunca le puede fallar a su abuela… y mucho menos a su papá. Éstos son fragmentos de vida de algunos miembros de nuestra comunidad. En las veintiún hectáreas del campus universitario, donde la belleza de los edificios se funde con la maravillosa naturaleza de Oaxaca, las más diversas historias de cada uno de los miembros de la comunidad van escribiendo día a día esa otra historia de la Universidad La Salle Oaxaca. Una historia que se seguirá escribiendo con nuevos sueños para Oaxaca y para México mismo, con nuevos retos que enfrentar, nuevas problemáticas que resolver y nuevos caminos que andar; pero siempre con la mirada puesta en Dios, ese Dios que en Oaxaca nunca muere.

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UNIVERSIDAD LA SALLE. ARQUITECTURA QUE PROVIENE DE LA TIERRA ALONSO AGUILAR ORIHUELA

ANTES DE LA BELLEZA OTORGADA POR LA ARQUITECTURA, PREVIO A LA exactitud de los cálculos matemáticos, aún antes de los recursos invertidos que implica la creación destinada a trascender por generaciones, construimos cualquier edificio para habitarlo; para aprender día a día en él; para vivir experiencias memorables y sentirnos protegidos; para ser parte de un todo que quizá no alcanzamos a comprender, pero que nos abarca. Construimos para vivir y vivimos para construir en perspectiva del otro. Cuando Alfredo Harp Helú decidió apoyar la construcción del Colegio La Salle en Oaxaca, sabíamos que la llegada de esta gran institución no sólo significaba el inicio de un proyecto educativo con un profundo cariz humanista y de excelencia académica, sino que la oportunidad de construir edificios significaba que la arquitectura fuera un proceso de formación armónica para los niños y los jóvenes a través de su entorno. La familia Harp quería ofrecer a los estudiantes un espacio estético, acogedor y habitable, en donde se sintieran a gusto. Un sitio que fuera elocuente en su arquitectura; que a través de un lenguaje contemporáneo se enraizara en lo profundo de esta tierra; que pudiera ser un paradigma de la arquitectura oaxaqueña del siglo XXI. Deseaban un proyecto funcional, conforme a los requisitos estipulados por los Hermanos Lasallistas, quienes, debido a su amplia experiencia educativa, sabían cuáles eran las necesidades de los estudiantes y los requerimientos de una escuela. Pero sobre todo, querían compartir una arquitectura con un sentido y una escala humana. Para la familia Harp era un privilegio participar en un proyecto tan luminoso y esperanzador; al mismo tiempo sabían que significaba una gran responsabilidad. El arquitecto Daniel López Salgado se encargó del proyecto del preescolar, primaria y secundaria en el ejido Guadalupe Victoria, donde hoy podemos sentir su trabajo y percibir un discurso que unifica la obra con el entorno. También fue responsable del bachillerato; cuyo edificio logró la publicación en el libro Lo mejor de lo mejor. Arquitecturas mexicanas 2001-2010 de Humberto Ricalde. Para la proyección de la Universidad, los señores Harp llamaron a Juan José Santibáñez, originario de la Mixteca oaxaqueña, región en donde las tierras pintan el paisaje con colores insospechados y tornan la región aún más bella. Con Juan José, los Harp ya habían trabajado otros proyectos como el del Museo Textil de Oaxaca y la Biblioteca Infantil BS. Ellos creían en el talento del arquitecto Santibáñez y querían que su creatividad estableciera un vínculo profundo con la naturaleza y se hiciera presente en la Universidad La Salle. El deseo era acoger a los jóvenes y no deslumbrarlos con edificios enormes; otorgarles una arquitectura que proviniera de la tierra y tuviera un sentido humanista.

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Juan José y su equipo asumieron varios retos: compaginar en un diseño las necesidades y objetivos educativos, la seguridad de los alumnos, la funcionalidad y el presupuesto asignado. Ingenieros, arquitectos y especialistas en iluminación y acústica, intervinieron para crear un lugar habitable. Artistas como Adán Paredes y Juan José García se sumaron también a esta iniciativa. Cada aspecto en la construcción de la Universidad fue cuidado meticulosamente. La comunicación constante con el hermano Héctor García Zaragoza enriqueció el proyecto y fue un factor decisivo para lograr que el conjunto se entregara a tiempo y se cumpliera lo planeado.

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Hoy, es asombroso ver cómo cada uno de los edificios del complejo arquitectónico tiene características particulares y, al mismo tiempo, forma parte de una unidad visual, funcional y filosófica en la cual el ladrillo rojo, de tierra, cocido en hornos tradicionales que aprovechan un producto de desecho de los aserraderos —el aserrín— para la combustión, hecho por artesanos oaxaqueños, es el elemento plástico, matérico y simbólico que le da cohesión y coherencia: armonía natural. El ladrillo como formador, el depositario del sentido de una construcción hecha por seres humanos para sus semejantes, una obra con vocación de servicio y que tiende hacia lo bello. La luz que hace relucir el rojo de los ladrillos también es la luz que se filtra por los pequeños orificios del Observatorio, construido casi como un destello del asombro de Juan José hacia la naturaleza. Este sitio mágico permite que cualquiera de nosotros comprendamos que aquello que vemos cotidianamente puede sorprendernos si tan sólo lo apreciamos desde otros ángulos, con otra perspectiva, con otra sensibilidad. El Observatorio es un cubo de 3.30 metros por cada lado y es como estar dentro de un ojo. Dentro, se pueden ver imágenes poéticas: cómo pasa el sol y las nubes, y cómo entran las nubes a esa habitación. Cuando hay luna llena y el cielo tiene nubes, dentro se ve como si uno estuviera entre algodones. Es un espectáculo donde se pierde la dimensión de la distancia. A Juan José le gusta decir que los edificios de la Universidad La Salle Oaxaca “están acariciados por las manos de los oaxaqueños”, y es que poética y literalmente, es así. Cada ladrillo está hecho a mano, cada artesano dejó en sus piezas la huella de sus manos, sus marcas digitales, como una especie de vestigio del trabajo individual y del arduo esfuerzo de construir día a día algo. Cada edificio tiene una característica que se nota a través del ladrillo, y justamente ésa es la impronta, la parte amorosa que Juan José y la familia Harp han dejado en esta obra para las siguientes generaciones.

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UNIVERSIDAD LA SALLE NEZAHUALCÓYOTL

La Universidad La Salle Nezahualcóyotl, ubicada en el Estado de México, es una institución que imparte enseñanzas media superior y superior desde el 2006. Como todas las instituciones lasallistas, este plantel se distingue por una estructura educativa de calidad y afín a su entorno; por la pertinencia, diversidad, flexibilidad y acreditación de los programas académicos que ofrece; y por ser promotora de equidad educativa y de responsabilidad social, mediante el ejercicio ético y comprometido de sus egresados. La Fundación Alfredo Harp Helú apoyó la creación de este plantel y continuamente colabora con la construcción de edificios, bibliotecas y zonas deportivas, así como con el otorgamiento de becas. Todo esto con la intención de mejorar la calidad educativa y las condiciones de vida de quienes se acercan a esta institución.

ABRIR CAMINO

RAÚL VALADEZ GARCÍA

LA ESTRECHA RELACIÓN ENTRE LA SALLE Y LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP Helú viene de tiempo atrás. Alfredo Harp, por medio de su fundación, nos ha ayudado en otras obras lasallistas en México y el mundo. La Salle Nezahualcóyotl nace como proyecto en el año 2000, cuando el señor obispo nos llamó para decirnos: “Necesitamos una universidad aquí para los muchachos. En Nezahualcóyotl hay mucha violencia, drogadicción y alcoholismo; los jóvenes no tienen oportunidades, no hay educación”. Lo cierto es que es una zona con muchos problemas sociales. Los Lasallistas, encabezados por el administrador, el ecónomo de nuestro distrito y por mí, que era en ese momento el director de La Salle México, nos reunimos con el obispo y acordamos aceptar el compromiso. Justo cumplíamos cien años en México, y la fundación de una nueva universidad era una forma de mostrar nuestro agradecimiento a la sociedad mexicana por habernos recibido desde entonces.

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Comenzamos a buscar exalumnos que nos ayudaran en este inmenso y ambicioso proyecto. Don Alfredo fue la punta de lanza; desde un principio nos ayudó con esta obra, se sumó de inmediato al proyecto; otros alumnos distinguidos también nos apoyaron. Comenzamos desde cero: Nezahualcóyotl tiene dos millones de habitantes; el lugar donde nos instalamos había sido el basurero de la zona y lo cruzaba un río de agua sucia, ya que en ese terreno desembocaba el drenaje; tuvimos que cambiar el uso del espacio y la mentalidad de la gente con nuestro trabajo. Al principio nos pintaban las paredes: “¡No queremos a La Salle!”; “¡Fuera La Salle!”. Creían que éramos invasores, que venían los ricos a invadir a los pobres, a tomar lo poco que ellos tenían. Nos apoyamos con el señor obispo y algunas organizaciones que trabajaban en la zona. Queríamos convencer a la gente de que no veníamos a eso, veníamos a sumarnos, a apoyar y dar oportunidades a la población de Nezahualcóyotl, que queríamos trabajar con ellos. No fue fácil, incluso hubo amenazas personales. Pasaron unos dos años para que nos aceptaran como parte de la comunidad; fuimos poco a poco convenciendo a la gente de que veníamos a ayudar, no a hacer negocio.

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En este proceso, Alfredo Harp ha sido definitivo; es

En todo este proceso, el apoyo de Alfredo Harp

quien nos ha apoyado más directa y desinteresada- ha sido definitivo; es quien nos ha apoyado más mente. Las aportaciones de su fundación se concentran directa y desinteresadamente. Las aportaciones en tres rubros: construcción, equipamiento y becas. La de su fundación se concentran en tres rubros: biblioteca, los laboratorios, las aulas, las oficinas, los construcción, equipamiento y becas. La bibliorecursos tecnológicos, las canchas de futbol y la cancha teca, los laboratorios, las aulas, las oficinas, los recursos tecnológicos, las canchas de futbol y la de tenis se han podido concluir gracias a su ayuda. cancha de tenis se han podido concluir gracias a su apoyo. Tenemos varias placas de reconocimiento a su labor. Con respecto a las becas, en este momento tenemos 600 alumnos becados de los 3000 inscritos en preparatoria y licenciatura que están estudiando formalmente en la universidad. Se establece un vínculo muy directo entre los becarios y quienes los becan, un vínculo de compromiso mutuo. Los alumnos becados mantienen un promedio mínimo de ocho. Lo primero que construimos fue la iglesia, como muestra de agradecimiento al señor obispo por habernos llamado y cedido su terreno. La iglesia se inauguró un año antes que la universidad porque los trámites jurídicos del terreno tardaron dos años. En 2003 empezamos a preparar el terreno para poner los cimientos, comenzamos a quitar basura, a arreglar, a encauzar el agua; la gente se fue convenciendo de que estábamos aquí para ayudar y brindar oportunidades. Nos ganamos a los habitantes de esta comunidad mostrando el trabajo, la calidad y la atención que caracterizan a las universidades La Salle. Comenzamos con la preparatoria, después la licenciatura, luego la maestría, y ahora también abrimos los fines de se-

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mana para que venga la gente de la comunidad que no está estudiando aquí. Abrimos las instalaciones para que se utilicen a su máxima capacidad. Hicimos un estudio de mercado en la zona, para saber qué carreras eran importantes para los habitantes, para asegurarnos de que serían carreras exitosas y que ayudarían al desarrollo de la comunidad. Las carreras con más demanda son las administrativas, y nos han dado muy buenos resultados. Una de las carreras más solicitadas es la de Medicina, pero no la hemos incorporado aún porque es muy cara; por eso empezamos con Enfermería, que es más accesible y ha sido exitosa. Nos llamó la atención que no se solicitaran carreras de ingeniería, ya que tienen gran demanda en otros lugares. Pronto abriremos la licenciatura en Criminología y Criminalística, porque se ha pedido mucho. Cerca de nuestras instalaciones están los juzgados estatales, los federales y la cárcel; son lugares donde los jóvenes pueden pedir trabajo si llegan con suficiente preparación. Los muchachos están muy interesados y esa carrera va a tener mucha demanda. Tenemos 116 programas extraescolares atendidos por jóvenes que dan servicio a 2000 personas de la comunidad. Los cursos son impartidos por nuestros alumnos. Los benefi-

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ciarios van desde bebés que traen a los talleres de estimulación temprana hasta madres, padres y abuelos que asisten a clases de Psicología, Cocina, Deporte, Computación, Administración de Pequeñas Empresas, Asesoría Jurídica, etc. También tenemos la academia de idiomas, con casi 600 alumnos, que funciona el sábado por la mañana con cursos intensivos. Además, tenemos una liga deportiva para niños y otra para adolescentes, donde hay más de mil inscritos. Las instalaciones se utilizan toda la semana y dan servicio a más de 8000 personas. La Salle tiene la política de cobrar todos los servicios que ofrece, ya que consideramos que lo gratuito no causa un impacto que trascienda, no educa. Nuestros cobros son simbólicos, no son elevados, pero generan un sentido de responsabilidad en quienes usan las instalaciones y aprovechan los servicios. Para los alumnos inscritos en las clases oficiales tenemos un titular que es el responsable del seguimiento de cada grupo; siempre está al pendiente de cada uno de los alumnos. Por las tardes, algunos maestros imparten clases de regularización para los alumnos que están un poco rezagados, para nivelarlos en las materias más difíciles; también tenemos cursos remediales y cursos de preparación para los exámenes finales. El nivel de reprobación ha bajado mucho desde que tomamos estas medidas, es otra forma de apoyarlos. Tenemos 300 personas en nómina y damos trabajo directo a 5000 personas. Con toda esta oferta nos hemos ganado el cariño y el respeto de la comunidad. Hemos cooperado para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y ahora nos cuidan como parte de su familia. En nuestras instalaciones nunca hemos tenido un robo, nunca han entrado con

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esa intención. Por medio de la educación se puede incidir en una comunidad y transformarla; las personas descubren nuevas perspectivas de estudio y buscan una mejora en su vida. Entre nuestros programas comunitarios destaca el de estimulación temprana como uno de los más exitosos: ahora tenemos 60 bebés que traen a las clases cotidianamente. Con los cursos que impartimos los fines de semana se permite la integración de toda la familia: mientras el bebé está en estimulación temprana, el hijo de doce años toma clases de inglés, la madre clases de cocina y el papá el curso de pequeñas empresas. Se promueve la cohesión familiar, se construyen

Por medio de la educación hemos ayudado a mejorar

relaciones más positivas entre los integrantes

la calidad de vida de nuestros alumnos y sus familias. Los problemas de drogadicción y violencia han dismi-

de las familias.

nuido en la zona. Los que podemos, debemos ayudar a podemos decir que el proyecto es un éxito; la generar oportunidades: ése ha sido el gran cambio que mejor promoción que tenemos es la que se hace nosotros hemos logrado en la comunidad. de boca en boca. Nunca nos falta alumnado; por el contrario, en la preparatoria ya no podemos aceptar más alumnos, funcionamos al máximo. En 2006 atendíamos a una población total de 615 alumnos; en el 2013 tenemos 8 201. Por medio de la educación hemos ayudado a mejorar la calidad de vida de nuestros alumnos y sus familias. Los problemas de drogadicción y violencia han disminuido en la zona. Los que podemos, debemos ayudar a generar oportunidades: ése ha sido el gran cambio que nosotros hemos logrado en la comunidad. Ahora ya hay otras universidades, pero nosotros fuimos los primeros. El programa de apoyo e integración con la comunidad circundante al plantel surge aquí, en esta universidad. Desde aquí proponemos que se expanda esta dinámica a las 70 instituciones lasallistas de México. Es un programa viable. Ahora los jóvenes son quienes se apropian de los proyectos y de su difusión a la comunidad. Los jóvenes tienen una oportunidad que nunca tuvieron sus padres; pueden llegar a ser licenciados y hasta obtener maestrías. El impacto de esta universidad contribuyó al desarrollo integral de Nezahualcóyotl. Abrimos camino, fuimos el detonante. Dados los resultados que vamos obteniendo,

UNIVERSIDAD LA SALLE NEZAHUALCÓYOTL

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

La Universidad Nacional Autónoma de México es el centro de estudios superiores más importante y más grande del país; tiene una población aproximada de 400 000 integrantes, y en él se realiza más de la mitad de la investigación científica nacional. La Fundación Alfredo Harp Helú colabora con este valioso esfuerzo y destina recursos para becas, programas de construcción y mejoramiento de las instalaciones universitarias, digitalización de archivos, programas culturales, deportivos y de mejoramiento del medio ambiente.

CONOZCO Y RECONOZCO A ALFREDO HARP

JOSÉ NARRO ROBLES

ALFREDO HARP HELÚ ES UN MEXICANO EXTRAORDINARIO. SE TRATA DE UN personaje completo, de un individuo dotado de grandes cualidades. Me explico, Alfredo Harp es una persona capaz de pensar, proponer, organizar, hacer, valorar, corregir, compartir, producir e innovar. Todo ello es cierto, pero no son ésas sus únicas características. A sus capacidades empresariales y de emprendedor, suma los valores de un ser humano sensible que hace altos en la vida. Que modifica el rumbo y es capaz de construir su destino a pesar de las penas y el dolor. Que a cada paso incrementa su generosidad y su amor por México y sus instituciones. Que sabe sostener sus opiniones y es capaz de ofrecer propuestas para mejorar a nuestro país. Que se preocupa por lo nacional, pero que también se interesa por lo local y lo regional. Para don Alfredo las personas importan en todas condiciones. Lo mismo cuando la referencia es al mundo de los negocios y el trabajo, que cuando se trata del arte y el deporte. Igual en el caso de los jóvenes que en el de los indígenas, en el campo de la educación que en el de la salud. La idea de distribuir para impulsar le mueve todo el tiempo. Su generosidad no radica en dar bienes y recursos, sino en compartir y ayudar a la superación de las personas. No se trata de actos caritativos, sino de conductas éticas y educacionales. Su sencillez no enmarca ningún doblez. Dedica una parte importante de su tiempo a pensar en los demás y siempre está dispuesto a escuchar, a apoyar las buenas causas.

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Sé de Alfredo desde hace muchos años. Supe de él antes de conocerlo y he tenido la oportunidad de tratarlo y valorarlo. Es un amigo extraordinario que entrega su tiempo, su experiencia, sus propuestas y su inteligencia sin regateo alguno. Es sincero y no busca el protagonismo, más bien se caracteriza por la discreción y la decencia. No pone trabas y por el contrario siempre está en la disposición de auxiliar. A él le interesa que pasen cosas buenas y no impone sus razones. Con Alfredo Harp uno tiene confianza apenas se inicia una relación. Con él me unen intereses y convicciones. A él me ligan pasiones y estrategias. Su amor por la Universidad Nacional Autónoma de México está fuera de cualquier duda. Su pasión por el beisbol y por los Diablos Rojos del México me identifican en la misma dirección. Sabe que no todo se puede realizar a pesar de que se tenga la razón. En la UNAM se le quiere y se le respeta. Su capacidad para entender la importancia de la educación y la salud entre los jóvenes le ha llevado a aportar recursos y a colaborar con proyectos trascendentes. Es uno de los indispensables en la Fundación de nuestra casa de estudios. En los poco más de seis años en los que he sido el rector, nunca he sabido que haya dicho que no a algo que se le hubiera propuesto en esa organización. Ahí se ha concentrado el apoyo sistemático que le ha brindado a la Universidad, pero no ha parado en eso. A las becas que ha otorgado, a las ayudas que desde la Fundación ha generado, se han sumado muchas otras en proyectos de investigación y difusión de la cultura. Desde otra Fundación, la que exitosamente preside, también ha extendido sus aportes a nuestra institución. Su amor por México es ejemplar y alcanza muestras numerosas más allá de las palabras. Sus dichos siempre se han acompañado de hechos concretos y objetivos. En el empleo, en la educación, en el deporte, en el arte, en el rescate de lo nuestro, en la salud y en el desarrollo de personas y comunidades, en todo ello y muchas áreas más, está la figura de uno de los nuestros, ¡de uno de los grandes! Al celebrarse los doscientos años de nuestra Independencia, Alfredo Harp nos contagió de su amor por nuestro país y de su visión por el porvenir de la nación. Cómo olvidar que nos recordó que “México, además de su hermosura tiene un alma que palpita y que se refleja en nuestra solidaridad [...]; en los bebés mixes que llevan una flauta en la boca antes de caminar; en las grandes letras que hemos heredado; en el estado de Oaxaca [donde] se hablan más lenguas que en el continente europeo [...]; en la UNAM, que recibe diariamente a cerca de 300 000 alumnos y junto con el Politécnico Nacional y otras instituciones educativas participan miles de investigadores...”. Ése es Alfredo Harp Helú, ése es el mexicano excepcional. A ese personaje lo conozco desde hace ya muchos años. Son muchas las razones que hoy tengo para agradecerle. Son numerosos mis motivos para apreciarlo. Es poco lo que yo puedo ofrecerle, sólo mi aprecio y respeto. Únicamente mi cariño y mi reconocimiento. Sólo mi gratitud y mi amistad. Vayan todos esos sentimientos multiplicados por un millón. ¡Un abrazo sincero los traslada a su persona!

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LA MENTE ABIERTA Y EL CORAZÓN DISPUESTO

RAFAEL MORENO VALLE

LA FUNDACIÓN UNAM TIENE UN SOLO OBJETIVO, QUE ES SERVIR LAS CAUSAS de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su compromiso es con la comunidad de esta universidad. Las distintas facultades solicitan recursos, ya sea para apoyar a estudiantes, investigadores o proyectos específicos. Se mantiene con las donaciones de particulares y con las aportaciones de los centros que producen sus propios recursos, como los centros de enseñanza de idiomas. Uno de los donantes de la FUNAM es la Fundación Alfredo Harp Helú; gracias a su apoyo hemos podido instrumentar diversos proyectos en beneficio de la Universidad, como es el caso de las becas que reciben los estudiantes y múltiples programas de construcción y mejoramiento de las instalaciones universitarias. Por ejemplo, las becas FUNAM Pronabes son para estudiantes de licenciatura que pertenecen a familias que ganan menos de cuatro salarios mínimos. Éstas han demostrado tener una eficiencia terminal extraordinaria: 93.7% de los estudiantes que han gozado de esta beca se han titulado. Otro tipo de becas son las de movilidad internacional, que se otorgan a estudiantes a partir del quinto semestre de su carrera. Estas becas llevan el nombre Beca de Movilidad Alfredo Harp Calderoni, en honor al hijo del señor Alfredo Harp Helú. En este caso, el estudiante tiene que ser parte del 10% de estudiantes con mejor promedio en su carrera y su facultad; debe tener un nivel de inglés al menos de 550 puntos en el TOEFL —o el equivalente en un idioma diferente, dependiendo del país al que vaya—, tiene que ser admitido por la universidad de su elección para cursar un semestre —la universidad debe tener convenio con la UNAM—, tiene que provenir de

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una familia con un máximo de 15 salarios mínimos de ingreso. Con esta beca se propicia que vayan al extranjero los mejores estudiantes de la universidad y eso les ayuda para fortalecer su currículum y construir una visión global de su profesión. Originalmente habíamos limitado las becas de movilidad, pues no tenemos recursos para todos, pero la Fundación Alfredo Harp Helú nos ha apoyado y hemos ampliado el número de facultades en las cuales podemos ofrecer estos programas. Encontramos, por ejemplo, que en las Facultades de Estudios Superiores hay un profundo entusiasmo por parte de los estudiantes por alcanzar estas becas de movilidad. En términos generales, el nivel socioeconómico en las FES es inferior que en Ciudad Universitaria. Para ellos, una beca de movilidad es un sueño casi imposible; el interés por recibirla ha hecho que se eleven en forma significativa las calificaciones de la facultad, por el esfuerzo que hacen los muchachos para obtener estas becas. El compromiso que tenemos con Alfredo Harp y su Fundación es enorme, porque han sido extraordinariamente receptivos a los programas que les presentamos en beneficio de la universidad y de los estudiantes; además, han sido muy sensibles para entender el impacto de lo que estamos haciendo. Estas becas se complementan: idealmente, un estudiante podría tener dos becas conforme avanza su carrera; sin embargo, estadísticamente no hemos alcanzado esta meta. Anhelamos que más adelante los estudiantes que empiezan con la Beca FUNAM Pronabes puedan llegar a obtener las becas de movilidad internacional. La Fundación Alfredo Harp Helú nos apoya en muchos programas, siempre de acuerdo con las necesidades de los universitarios y con el entorno nacional. La Fundación no sólo está tratando de construir y mejorar las condiciones de los estudiantes, lo está logrando de manera concreta y palpable. Uno de los proyectos educativos más importantes y trascendentes apoyados por Alfredo Harp fue la creación y equipamiento del Centro de Alta Tecnología en Educación a Distancia. Fue creado con la finalidad de apoyar a todas las entidades académicas de la UNAM en el desarrollo de su oferta educativa a distancia, proporcionar la infraestructura necesaria con tecnología de punta, como laboratorios de cómputo, estudios de producción de TV y video. En una alianza con el gobierno de Tlaxcala, la UNAM cuenta hoy con este Centro que permite la investigación, la innovación y el desarrollo de modelos y sistemas de educación apoyados en las tecnologías de la información y la comunicación. La administración de cada uno de estos programas es increíblemente compleja, pero funciona bien; de ese modo, nosotros podemos darle cuenta a nuestros benefactores de lo que se está haciendo con sus donativos. Son varios y diversos los programas que apoya Alfredo Harp —ya sea a través de Fomento Social Banamex, a título personal o por parte de la Fundación Alfredo Harp Helú—, desde el Seminario Universitario de la Cuestión

LA FILANTROPÍA DE ALFREDO HARP HELÚ, UNA FORMA DE VIDA

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Entre los programas universitarios que reciben recursos

Social, la integración del Club de Beisbol Pumas,

de Fundación UNAM y FAHH se encuentran: Becas para

el Programa Universitario del Deporte, el Portal

Estudiantes de Alto Desempeño Académico y Bajos Re-

de Visualización; o por ejemplo, en el área de cul-

cursos Económicos (Pronabes), Becas de Excelencia Académica para la Movilidad Estudiantil, Brigadas de Salud

tura, está el apoyo recibido para la construcción del Museo de Arte Contemporáneo de la UNAM,

Bucodental, Digitalización de la Hemeroteca Nacional, para la Academia Mexicana de Artes y Ciencias actividades culturales y programas de radio, entre otros. Cinematográficas, el programa México Vivo de TV UNAM, el Museo de la Ciencia Universum, y el

mejoramiento del Teatro Juan Ruiz de Alarcón, entre otros. También apoya diversos programas de temas ecológicos, como el Programa de Apoyo al Desarrollo Hidráulico de los Estados de Puebla, Oaxaca y Tlaxcala, que fue el resultado de una solicitud que realizamos al Instituto de Ingeniería para formular un proyecto que analizara y elaborara una propuesta para impulsar el desarrollo hidráulico de esos estados. El programa se desarrolló inicialmente en ocho municipios, con la intención de que la experiencia se reproduzca mas adelante en el resto de los estados. La construcción y puesta en marcha de la planta de tratamiento de aguas residuales en la FES Acatlán fue posible gracias al generoso apoyo de la Fundación Harp. La planta se construye con el fin de minimizar el impacto ecológico, pues por medio de la utilización de aguas tratadas tiene capacidad suficiente para el riego de las áreas verdes. Actualmente, el 50% del agua potable consumida en la FES Acatlán se destina al riego de áreas verdes. Otro proyecto interesante que se lleva a cabo con el apoyo de la Fundación Harp es la digitalización de la Hemeroteca Nacional. Con esta acción se pondrá a disposición de los investigadores la información del acervo para facilitar su labor. Se necesita una extraordinaria sensibilidad social para entender la trascendencia de estos programas, y el señor Alfredo Harp la tiene. Cuando se ven en conjunto los resultados, se observa que no se está beneficiando sólo a los estudiantes, sino que el beneficio se transmite a toda la comunidad. La trascendencia de estos programas, apoyados por la FAHH, es infinitamente mayor al número de beneficiarios directos. Me parece que re-

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ferirnos sólo al número de favorecidos es una medida pequeña y parcial de lo que realmente se está haciendo, por el impacto que se tiene en el entorno. Expresar en síntesis el apoyo que la Fundación UNAM ha recibido del señor Alfredo Harp y su Fundación solamente se puede hacer describiéndolo en forma conceptual. La FUNAM

ha encontrado a quienes tienen la mente abierta y el corazón dispuesto; él tiene

como persona —y lo manifiesta por medio de su Fundación— estas dos características. Entiende las causas por apoyar y sabe que los proyectos mejorarán a la sociedad mexicana. Mi esposa, después de conocer la obra de la Fundación Alfredo Harp Helú, me hizo el comentario más profundo respecto a la labor que desempeñan ellos. Me dijo: “Si en cada estado hubiera un Alfredo Harp y una María Isabel Grañén, México sería un mejor país, sin duda alguna”.

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FUNDACIÓN UNAM BECARIOS ¿QUÉ HICE CON MI BECA HARP CALDERONI?

VÍCTOR ALEJANDRO ORTIZ RIVERA

SOY PASANTE DE LA CARRERA DE CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRACIÓN Pública en la UNAM y tuve la oportunidad de contar con la beca Harp Calderoni para estudiar un año en el extranjero. Al reflexionar sobre lo que hice con la beca que la Fundación Alfredo Harp Helú tan generosamente me dio, llegan muy prestas a mi mente varias ideas. La primera de ellas es la gratitud. La beca va más allá del dinero que se encomienda a quien lo recibe: entre esos recursos están aprendizajes y valores por los que se tiene que responder. Ahora sé que tanta generosidad no se debe únicamente a mi buen promedio, al idioma o al esfuerzo y la constancia con las que desarrollé mis estudios de licenciatura, sino también a la magnanimidad de personas como Alfredo Harp Helú, quien está convencido de la importancia de invertir en los sueños y esperanzas de un mejor futuro que tienen muchos jóvenes mexicanos. Esta gratitud no sólo se traduce en agradecimiento por la beca, sino en el compromiso y el sentimiento de responsabilidad de construir un mejor país para las generaciones venideras. La segunda es recordar la maravillosa ciudad que me recibió: Edimburgo. Aquel majestuoso espacio de colores verdes, grises y azules, de castillos, arquitecturas legendarias, música de civilizaciones antiguas, nubes que rápido andan y mares que protegen muy antiguos dioses. Aventurarme en la fría intensidad de los paisajes escoceses hizo crecer rápidamente en mí una semilla creativa e inquieta, que desde entonces busca plasmar en palabras la belleza que, para mis ojos, despertó alrededor. No se queda atrás el vivir la experiencia académica de la movilidad. Aquella beca me permitió recorrer las aulas de la Universidad de Edimburgo, conocer a nuevos y muy destacados profesores, estudiar el pensamiento político y las propuestas de autores con una vocación global en sus reflexiones, conocer cómo otros espacios de estudio hacen las cosas de una manera diferente y, finalmente, cómo nosotros podríamos mejorar a partir de lo que ellos tienen que mostrarnos. Me permitió también experimentar el estudio en una de las mejores universidades del planeta, en sus bibliotecas, en sus espacios de trabajo y en la inmensa cantidad de recursos digitales con los que cuenta. Otra idea importante que viene a mi mente es la posibilidad de construir sueños, muchos sueños del futuro y de todos los mundos posibles que la fuerza de dos personas puede levantar. La experiencia en Edimburgo me permitió conocer a mi primera novia, una patricia romana, una joven austriaca noble, inteligente y trabajadora: el amor al que dedico mis poemas y sonetos, la imagen adorada del templo de mi corazón. La quinta reflexión es que los becarios no podemos, no debemos, ser los últimos beneficiarios de las becas que recibimos. Es nuestra responsabilidad, como exbecarios, que los be-

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neficios de la movilidad no se queden sólo en nosotros. En mi caso, lo que hice fue ahorrar lo más que pude y regresar a casa con todo el dinero que había ahorrado. Luego, el destino me puso en contacto con una joven que estaba luchando por hacer que su sueño de movilidad se hiciera realidad. Ella no fue beneficiada por una beca económica, pero su ímpetu, su pasión y su talento me hicieron darme cuenta de que valía invertir en sus ideas, en sus esperanzas y proyectos, pues invertir en ellos era invertir en el futuro común. Con ella probé mi gratitud hacia Alfredo Harp Helú, ese compromiso que la movilidad deja. Aquella amiga está, hoy en día, utilizando el dinero que ahorré para experimentar su propia movilidad. La sexta está muy relacionada con la anterior. La gratitud en tanto responsabilidad, con la que inicié mi reflexión, se transformó a la larga en un proyecto concreto que ahora, con los valores, apoyo y liderazgo de Fundación UNAM, desarrollo: GIBEx (Grupo Internacional de Becarios de Excelencia). GIBEx parte de las experiencias de movilidad de dos jóvenes becarios de excelencia, Irene Sobrevilla y yo. Esas vivencias nos llevaron a darnos cuenta de que en el extranjero los estudiantes se benefician de sus universidades no sólo por sus clases, sino por el valor agregado que les dan las asociaciones estudiantiles que en esos espacios existen; en el extranjero, los estudiantes con distintos intereses temáticos (que van desde Harry Potter hasta la formación teórica en política y relaciones internacionales) se unen, organizan y asocian alrededor de sus intereses. Sus instituciones los canalizan y la gama de organizaciones resultantes otorgan un gran valor agregado a la comunidad en su conjunto. Estas universidades no sólo son famosas por su nivel académico y por la importante labor de investigación que se realiza en ellas, sino porque sus estudiantes cuentan con estos espacios para fortalecer su desarrollo personal o profesional, construir redes y generar capital social que luego se puede invertir en proyectos o iniciativas productivas que, incluso, pueden plantearse como un futuro profesional para quienes participan en ellas. GIBEx comprende la importancia de invertir en el talento, en el ímpetu y los sueños de

los exbecarios y jóvenes estudiantes de excelencia que tienen el interés de construir y organizarse para beneficiar a sus pares y a sus comunidades. GIBEx es la forma en la que estamos respondiendo, con gratitud, a la generosidad de Alfredo Harp Helú y a la confianza que puso en nosotros. Este proyecto busca a esos jóvenes talentos o a los exbecarios que tienen iniciativas para apoyarlos, darles seguimiento, impulsarlos a alcanzar sus sueños y ampliar lo más posible el valor integral que la movilidad tuvo para nosotros. Éste es el resultado que provocó la beca Harp Calderoni.

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MI EXPERIENCIA EN LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA, SAN DIEGO IRENE SOBREVILLA QUITON

UNO DE MIS SUEÑOS EN LA LICENCIATURA ERA IRME DE INTERCAMBIO, PERO no tenía recursos para hacerlo. Desde la primera semana de clases me acerqué con la responsable de movilidad de mi facultad. Desde ese momento empecé a informarme sobre los requisitos para poder cumplir mi objetivo, que logré tres años después. Participé en la convocatoria de la Dirección General de Cooperación e Internacionalización en noviembre de 2011 y en unos meses recibí el resultado: fui aceptada en la Universidad de California para cursar dos semestres de intercambio, y no sólo eso, sino que recibiría la beca Harp Calderoni de la Fundación Alfredo Harp Helú, con la cual podría cubrir todos los gastos. El día en que recibí la notica sabía que ese intercambio me cambiaría la vida, y que yo no volvería a ser la misma. Gracias a la vivencia del intercambio logré muchos de mis retos académicos y personales, e incluso me dio una visión para mis metas a futuro. La Universidad de California, San Diego (UCSD), se encuentra dentro de las veinte mejores opciones para estudiar economía en el mundo: el reto era grande. Mi formación como estudiante de la UNAM me ha enseñado a ser crítica, comprometida y propositiva; éstos fueron los pilares para poder cumplir mis metas. Gracias a la beca Harp Calderoni descubrí lo que ahora es una de mis más grandes pasiones: el montañismo. Pude conocer algunos de los parques más famosos de California y el más reconocido del mundo: Yellowstone. Un lugar asombroso con bosques interminables, géiseres impresionantes, lagos cristalinos y montañas majestuosas. Esta experiencia influyó de tal manera en mí que ahora busco realizar proyectos que con-

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junten la economía con el cuidado del medio ambiente. Actualmente realizo el servicio social en Pemex, en el área de planeación estratégica, mientras curso el décimo semestre de la licenciatura en Economía. El apoyo de la beca Harp Calderoni no sólo amplió mi visión del mundo, sino que me llevó a ser propositiva en mi área, sabiendo que mi compromiso es con México y con la UNAM, un compromiso que estoy construyendo hoy con el apoyo, asesoría y respaldo de la Fundación UNAM y con el Grupo Internacional de Becarios de Excelencia (GIBEx). Este proyecto busca abrir un espacio de interacción entre exbecarios internacionales de nivel licenciatura para construir redes cooperativas y productivas, así como para compartir experiencias, vivencias e ideas con el fin de crear un futuro diferente para nuestro país.

MI GRANITO DE ARENA

VICTORIA PONCE

QUISIERA HABLAR UN POCO DE MI CONTEXTO SOCIOECONÓMICO ANTES de que entrara a la licenciatura. Mi familia está compuesta únicamente por dos personas: mi mamá y yo. Cuando cursaba la secundaria, mi padre nos abandonó. Vivíamos en Guadalajara y decidimos mudarnos al Distrito Federal para estar un poco mejor. Estudié la preparatoria becada en el Tecnológico de Monterrey. Al terminar, me ofrecieron ahí otra beca para continuar con mi carrera, incluso también lo hicieron en el ITAM, pero preferí estudiar en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Nuestra situación económica no era muy buena, así que pensamos en la Beca Pronabes. Como cumplía los requisitos, postulé y me la otorgaron desde el primer semestre; conservé la beca durante toda la carrera. Mi mamá y yo nos sentimos muy afortunadas al conseguir la beca, ya que era el único ingreso fijo que teníamos. Mi mamá es agente inmobiliario y sus ingresos son muy variables, esporádicos. Esta beca me permitió dedicarme por completo a mis estudios y dejar de lado los problemas económicos que antes me preocupaban; me permitió enfocarme exclusivamente al estudio y a disfrutar la experiencia de estar en la UNAM. Estuve en el equipo de natación y en el equipo representativo de tenis, participé en maratones nocturnos y tomé clases de idiomas; también tuve la oportunidad, gracias a la Beca de Movilidad Académica, de estudiar un semestre en la Universidad de Ottawa, en Canadá. Solicité permiso a Pronabes durante ese tiempo, y regresando de Canadá me la volvieron a otorgar. Tengo mucho que agradecer a la UNAM. Hubo momentos muy difíciles, pero mi mamá y yo estamos muy agradecidas por todo lo que hemos podido conseguir con la beca. El apoyo que me ha dado la universidad es impresionante. Nunca hubiera creído que podría sortear la carrera sin ningún problema económico. Además, siempre quise tener la oportunidad de ir a otro país a estudiar por un semestre: ambos sueños se hi-

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cieron realidad. Yo creo que sin este apoyo hubiera tenido que trabajar y no hubiera podido dedicar el tiempo que quería al estudio. Mi mamá está muy contenta por lo que hemos conseguido juntas en mi educación. Nos ha unido muchísimo. Al principio vivíamos en la casa de mi abuelita, en situaciones muy difíciles: yo dormía en un colchón al lado de la cama de mi abuelita, y mi mamá dormía con ella. Poco a poco conseguimos rentar un lugar sólo para ella y para mí, para poder desarrollarnos mejor. Aunque es un espacio muy pequeño, la pasamos bien, y tengo la ventaja de estar más cerca de la universidad. Como enfoqué todos mis esfuerzos en el estudio, pues no tenía que trabajar para mantenerme, logré un buen promedio: 9.96 en toda la carrera. Estoy nominada para la medalla Gabino Barreda, pero todavía no sabemos a quién se la van a dar. En agosto presento mi examen de titulación, ya tengo los votos aprobatorios del jurado. Al lograr tan buenos resultados en la licenciatura me sentí con impulso de seguir y me di cuenta de que también podría tener buenos resultados en una maestría. Mi campo de posibilidades se amplió y considero que también podría seguir mis estudios en un doctorado. Actualmente estoy aceptada en un plan del programa Erasmus Mundus que se llama maestría en Sistemas Complejos, todo en Matemáticas Aplicadas. Es un programa de diferentes universidades en el mundo. El primer año lo haré en Inglaterra y el segundo, en Francia. También estaré completamente becada. Los becarios retribuimos a la UNAM en forma de servicio social, dando un apoyo comunitario. Hay muchas opciones de ayuda. Personalmente, opté por dar clases de Matemáticas en la facultad, en el Taller de Matemáticas. Ahí brindamos asesorías a cualquier persona que lo requiera; pueden ser estudiantes de la carrera o también de otras facultades, también pueden asistir aspirantes a la UNAM. Les ayudamos a resolver sus dudas para pasar el examen. Estuve en el taller dando asesorías durante un año y fue una experiencia que me satisfizo completamente, pues sentía que estaba retribuyendo algo a la universidad. Eran alumnos de la UNAM y me tocaba ayudarlos en lo que sabía. Estaba haciendo algo a cambio de mi beca; no recibía únicamente los beneficios, sino que podía compartir el conocimiento que había adquirido como estudiante. Ahí en el taller, además de dar clases, me encargaba de hacer difusión a las becas Pronabes y de Movilidad Aca-

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démica entre los estudiantes. Me parece que falta un poco de difusión; la gente no se entera de que existen estas posibilidades y por lo mismo no las aprovecha. Aparte de estar en el taller, di clases como ayudante de profesor en seis semestres diferentes. Me gustó mucho poder compartir los conocimientos en el taller y con los alumnos de la carrera. Creo que en algún momento me gustaría ser académica de la UNAM. Lo haría por el orgullo de pertenecer a la institución y para corresponder por la formación que me dio, como matemática y como persona. Además de otorgar la beca, la UNAM organiza muchos eventos culturales para los becarios. Cada semana nos llegaban invitaciones a conciertos, obras de teatro, conferencias de personajes importantes, mesas redondas, etcétera. Cada uno, dependiendo de sus intereses, decidía a dónde acudir. Pasaba el día entero en diversas actividades: estudiando, en clases, en la biblioteca, en actividades culturales. La vida universitaria es así, puedes tomar clases extracurriculares muy accesibles, clases de idiomas en el CELE, comer baratísimo en la cafetería. Estudié dos semestres

Uno de los programas más exitosos apoyados por la

de francés y utilizaba cotidianamente las aulas

FAHH es el de Becas para Estudiantes de Alto Desem-

interactivas de idiomas, donde cada quien estu-

peño Académico y Escasos Recursos Económicos (Pro-

dia por su propia cuenta.

nabes), el cual a la fecha ha beneficiado alrededor de 130 000 alumnos.

Desde que entré a la UNAM decidí aprovechar lo más posible todas las oportunidades que nos

brinda. Por ejemplo, me iba todos los sábados a los ensayos gratis de la sala Nezahualcóyotl; es una experiencia de cercanía con los músicos: al final del ensayo te puedes acercar al director de la orquesta o a los músicos y conversar. Ninguna otra institución brinda estas posibilidades. En mi experiencia en el intercambio académico en la Universidad de Ottawa, me di cuenta de la buena preparación que tenemos en la UNAM. Recuerdo haber enfrentado varias situaciones en las que me percaté de que yo estaba mucho mejor preparada que otros estudiantes. En la Facultad de Ciencias tenemos una formación teórica muy sólida. Una persona que sale de licenciatura de la UNAM tiene todas las herramientas para poder enfrentarse al campo laboral y al mundo académico internacional. Esto me hace sentir muy orgullosa. Cuando terminé la carrera, cerré un ciclo muy importante en mi vida. Me parece que después de la maestría quiero hacer un doctorado, también en matemáticas aplicadas. Después de hacer algunas estancias de investigación en el extranjero, me gustaría regresar aquí a México e impulsar esas áreas en las que yo haya profundizado. No me gustaría dedicarme sólo a la investigación, sino también dedicar un tiempo a la docencia, para regresar a la UNAM lo que me ha dado y enseñado. Es una forma de poner mi granito de arena.

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PROGRAMA DE BECAS EN HISTORIA DEL ARTE

La Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Instituto de Investigaciones Estéticas, atendiendo una solicitud de la Biblioteca Francisco de Burgoa y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, realizó un diplomado en historia del arte en la ciudad de Oaxaca. Los egresados cursaron una especialización avalada por la UABJO y más adelante estudiaron la maestría y el doctorado en historia del arte en la UNAM. La Fundación becó a algunos estudiantes para ayudarlos a realizar sus estudios.

PICAR PIEDRA

ANGÉLICA VELÁZQUEZ

CONOZCO A MARÍA ISABEL GRAÑÉN DESDE HACE TIEMPO. RECUERDO QUE me llamó al Instituto de Investigaciones Estéticas para comentar una exposición sobre la colección de pintura del siglo XIX que curé para Banamex y hacerme partícipe de su reflexión: el siglo XIX en el arte es el menos investigado en Oaxaca. Coincidimos en que era importante profundizar al respecto. Me invitó a organizar un diplomado en la Biblioteca Francisco de Burgoa donde se presentara un panorama general del desarrollo artístico en el siglo XIX. Teresa Uriarte, quien era directora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM (IIE-UNAM), apoyó la iniciativa. Invitamos a investigadores del Instituto como po-

nentes y diseñamos un programa que cubría diversas temáticas. Atendieron la convocatoria cerca de cien solicitudes; estábamos sorprendidos, no esperábamos tal respuesta. Sin embargo, el espacio físico de la Biblioteca Burgoa es limitado, por lo que tuvimos que restringir el cupo a 85 personas. Admitimos a todo tipo de participantes, fue una experiencia muy agradable. Había jóvenes y viejitos, estudiantes y amas de casa; tuvimos hasta un invidente, nada común en un curso en el que todo es visual. Se planteó como un proyecto de alcance académico y social; fue una actividad de difusión del arte bas-

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tante exitosa. Al final del diplomado se pidió a los alumnos que, de manera optativa, nos compartieran sus intereses sobre temas en los que se pudiera profundizar sobre el siglo XIX

en Oaxaca. Esperábamos algunas ideas, esbozos de proyectos; en cambio, nos en-

tregaron trabajos muy elaborados, profundas investigaciones. Esta inesperada respuesta nos hizo pensar que necesitábamos ampliar el alcance del proyecto. Un diplomado que se centraba en la difusión no era suficiente para satisfacer el anhelo de conocimiento que la gente tenía. La bola de nieve crecía. Surgió entonces la idea de hacer una especialización. Era claro que había que formar gente en serio. Invitamos a Jaime Cuadriello para que se sumara al proyecto y juntos planteamos un programa para una especialización que fuera avalada por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO). El programa abarcaría un semestre de propedéutico y un año de especialización. Planteamos que el curso se impartiría de forma tutorial, muy cercano a los estudiantes. No queríamos un sistema a distancia, despersonalizado, sino un espacio donde acogiéramos a los estudiantes y les ofreciéramos lo mejor de nuestra enseñanza. La formación académica es una tarea titánica. Yo siempre la comparo con la maternidad, pues mis alumnos son como mis hijos; me interesa que su instrucción sea la mejor posible. Por fortuna, la UABJO aceptó avalar la especialización, para lo cual el apoyo de Francisco José Ruiz fue muy importante. Sugerimos que fueran pocos estudiantes para dedicarles mucho tiempo y así lograr una formación muy sólida. A nuestra convocatoria respondieron setenta solicitudes. Jaime entrevistó a una mitad y yo a la otra. Nuevamente, los candidatos eran diversos y teníamos ganas de aceptarlos a todos. Los requisitos principales eran tener licenciatura concluida y dedicarse de tiempo completo a la especialización. Los estudiantes tendrían beca de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. Uno de los criterios que seguimos fue inclinarnos por aceptar a los más jóvenes, para incidir más profundamente en su formación. Nuestra idea era que la formación sirviera para la vida, como una verdadera opción de trabajo, no como un complemento a su trayectoria. Somos conscientes de que nuestra labor es como picar piedra: comienzas aquí y los resultados los ves al paso de muchos años. Las historias de éxito empiezan y después de diez años se gradúa un doctor, tienes un especialista en el tema. Aceptamos 25 alumnos al curso propedéutico, que fue muy intenso. Este propedéutico fungió como filtro, pues algunos de los alumnos no aguantaron el ritmo de trabajo

PROGRAMA DE BECAS EN HISTORIA DEL ARTE

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y la carga de lectura. De cualquier forma, el propedéutico dejó huella en las personas que no pudieron continuar con la especialización. Hemos tenido contacto con algunos alumnos y vemos, con satisfacción, que han incorporado lo que aprendieron en esos seis meses en su quehacer cotidiano. La especialización se llevó a cabo en 2008 y 2009. Impartimos cuatro seminarios: Grabado y Litografía, Pintura y Arte Virreinal, Arquitectura y Fotografía. También dimos un curso muy completo de lectura y redacción. Además, compartimos las técnicas de investigación para el trabajo en archivos (recordemos que Oaxaca tiene una riqueza inmensa en cuestión de archivos y en la pluralidad de las artes). La formación que se les dio en la especialidad fue muy sólida, muy completa. Fue también una labor muy desgastante, pero gratificante al mismo tiempo, a la que nos entregamos de lleno alumnos y profesores. Al final de la especialidad hicimos un coloquio en el que los alumnos presentaron el resultado de su trabajo, los maestros estuvieron presentes y también invitamos a otros especialistas para que comentaran los trabajos. Recolectamos los primeros frutos de la idea que sembramos años atrás. Los resultados que obtuvimos sobrepasaron nuestras expectativas iniciales; los alumnos seguían sedientos de conocimiento, así que nos dimos cuenta de que no podíamos retirarnos en ese momento. Nuestro deber era impulsarlos para que entraran a la maestría. María Isabel Grañén, consciente de la importancia de que los alumnos siguieran su camino, propuso que la Fundación becara a quienes fueran aceptados en la maestría. En 2010, seis alumnos ingresaron a la maestría en Historia del Arte en la UNAM y una en El Colegio de México. Todos terminaron exitosamente, y ahora tres están en el doctorado; su formación sigue, cada vez más especializada. El libro Ciclos pictóricos de Antequera-Oaxaca. Siglos XVII-XVIII. Mito, santidad e identidad, publicado por el IIE-UNAM y la FAHHO, es el resultado de los trabajos de investigación que comenzaron durante la especialidad en el seminario de Arte Virreinal, y que siguieron profundizando en los años posteriores de estudio. Es un libro dictaminado rigurosamente por investigadores especialistas. Todos los artículos abordan contenidos oaxaqueños y muchos rescatan archivos históricos que poca gente conoce. El alcance de esta iniciativa sigue creciendo y ahora se materializa en un espacio de enseñanza permanente: fundamos la primera licenciatura en Historia del Arte en una

LA FILANTROPÍA DE ALFREDO HARP HELÚ, UNA FORMA DE VIDA

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En 2009 vimos también realizados, con el apoyo de la Fundación, tres videos sobre promotoras del arte popular, mujeres enormes que han entregado su vida a la difusión y dignificación del arte popular de México. Ellas son Teresa Pomar, Irmgard Weitlaner Johnson y Claude Stresser. La primera de ellas, doña Tere, como le decíamos, fue muy cercana a Fomento Cultural Banamex; fue nuestra asesora del programa de “Grandes maestros” y vivió sus bondades, particularmente con respecto al libro. La cito a continuación: Yo voy por ahí, por los pueblos […], y todo el mundo dice que lo que han hecho mejor, la mejor ayuda que han recibido, ha sido el libro Grandes maestros. Todos tienen su libro y la gente va a buscarlos [gracias al] libro; llegan a los pueblos: “Venimos a buscar a fulanito de tal, que hace estas cosas”. Dicen que lo mejor que les ha podido pasar ha sido la publicación de ese libro; la constancia por escrito, con su nombre y su fotografía y el pueblo de donde proceden, para abrirse campo en el terreno económico, porque han vendido más […].

F O M E N T O C U LT U R A L B A N A M E X , O B J E T I V O S C O M U N E S

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universidad pública, con un programa muy cuidadoso. Se aprobó e instauró primero en la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM en Morelia, y ahora, en 2013, también en la UABJO. La FAHHO colaborará con becas para los alumnos que cursen la licenciatura en Oaxaca. El IIE propone que se contrate a historiadores del arte como maestros, lo que permite a los muchachos que empezaron con nosotros en el diplomado original, y que han seguido sus estudios hasta el doctorado, ser maestros en esta licenciatura. Ahora tendrán el espacio para enseñar a nuevos estudiantes el camino que han aprendido. Al mismo tiempo, el IIE abrirá, en su sede de Oaxaca, plazas para investigadores para que formen parte del cuerpo docente de la licenciatura. Se vislumbra un futuro muy prometedor en Oaxaca para la Historia del Arte. Sabemos que Oaxaca, a mediano plazo, tiene el potencial para convertirse en un centro de estudio internacional sobre Historia del Arte. El proyecto, que empezó como un pequeño acto de difusión de la Historia del Arte, sigue echando raíces; no termina aquí: renace con nuevo ímpetu.

EN EL CAMINO DE LA HISTORIA DEL ARTE

JUAN MANUEL YÁÑEZ GARCÍA

A MEDIADOS DEL 2007 LEÍ EN EL JOLGORIO CULTURAL UNA CONVOCATORIA para realizar una especialización en Historia del Arte en Oaxaca. El proyecto resultaba muy atractivo, pues me acababa de titular de la licenciatura en Ciencias de la Educación en la UABJO con una tesis enfocada en la historia de la educación, producto del trabajo de organización del archivo histórico de mi universidad, y deseaba seguir en los caminos de la historia, pero sin muchas expectativas académicas o perspectivas laborales a la vista. Por entonces era docente en una escuela privada, justamente en la asignatura de historia, con sólo tres horas-clase al día, y como muchos licenciados que ya no cuentan con apoyos familiares o institucionales para seguir estudiando en Oaxaca, ni encuentran el empleo que les brinde la estabilidad económica esperada, tocaba muchas puertas en busca de un trabajo modesto que me permitiera costear una maestría y así tener mejores oportunidades laborales. Un círculo vicioso del que se puede tardar años en salir. Pero, de manera sorpresiva, aquella convocatoria para estudiar una especialización en Historia del Arte cambió todo mi panorama profesional, pues me daba la oportunidad de tener una formación privilegiada con excelentes profesores de la UNAM, así como una generosa beca otorgada por la Fundación Alfredo Harp Helú, con la que podía dedicarme de tiempo completo a mi estudio. Además, no tenía que dejar mi estado y pagar con ausencias familiares mis empeños académicos, ya que el proyecto consistía en formar investigadores en y para Oaxaca.

LA FILANTROPÍA DE ALFREDO HARP HELÚ, UNA FORMA DE VIDA

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Por mi parte, tenía el compromiso de contri-

La especialización en Historia del Arte, impartida en

buir al conocimiento de la historia oaxaqueña

la Biblioteca Francisco de Burgoa y organizada por el

Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, la el periodo virreinal, y a cuya labor, como mis UABJO y la Fundación Alfredo Harp Helú, tenía el obcompañeros, me dediqué de manera exhaustiva jetivo de formar investigadores locales que hicieran indurante tres semestres de rigurosa formación. vestigaciones sobre la Historia del Arte de Oaxaca. Gracias a la guía de nuestros profesores, las historias prodigiosas de los santos, narradas en pinturas, o las imágenes consideradas en sí mismas milagrosas, se fueron convirtiendo en imágenes históricas que hacíamos dialogar con los textos antiguos para interpretar su significado en un periodo determinado. Algunas de esas primeras investigaciones fueron recopiladas en el libro Ciclos pictóricos de Antequera. Siglos XVII y XVIII. Mito, santidad e identidad, que recientemente han pucon una investigación novedosa sobre su arte en

blicado la Fundación Harp Helú y el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Al terminar esta gran experiencia de la especialización, se presentó la posibilidad de hacer la maestría en la UNAM, bajo un programa intensivo, con una renovada beca de la Fundación Harp y el apoyo de nuestros profesores, ahora como tutores académicos. Sin duda, el panorama profesional había mejorado mucho con la especialización y la maestría. Y ahora, después de seis años, con mi ingreso al doctorado en la UNAM, no sé a dónde me lleve después este camino, como tampoco sé dónde estaría ahora si no hubiese entrado a la especialización en Historia del Arte, pero, sin duda, el proyecto me ha permitido llegar más lejos de lo esperado.

PROGRAMA DE BECAS EN HISTORIA DEL ARTE

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uno de los proyectos más grandes que hemos emprendido con la Fundación y que se ha mantenido ininterrumpido: el programa de becas para nuestros estudiantes. El Instituto tiene una población estudiantil cuyo perfil socioeconómico es mayoritariamente bajo. Un porcentaje muy importante de ellos proviene de familias con menos de cuatro salarios mínimos de ingreso, de manera que el transporte, la adquisición de alimentos en las instalaciones o la compra de materiales pueden representar un verdadero problema. La posibilidad de contar con una beca que les ayude a sufragar esos gastos es una oportunidad extraordinaria. Las becas de la Fundación premiaron inicialmente la calidad académica de los estudiantes —se les pedía un promedio mínimo de ocho para ser candidatos a la beca— y se estableció una relación entre el número de becas que entregaría la Fundación y el número de becas equivalentes y complementarias que otorgaría el Instituto. Muchachos que de otra manera habrían desertado de sus estudios por dificultades económicas o de otra naturaleza han logrado así concluirlos. Si bien el IPN tiene

Uno de los proyectos más grandes que hemos empren-

sus propios programas de becas y el soporte del

dido con la Fundación y que se ha mantenido sin inte- gobierno federal, el presupuesto siempre es esrrupción desde su inicio es el programa de becas para caso, por lo que hemos buscado el apoyo de funnuestros estudiantes, ya que les ha permitido continuar daciones y del Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (Pronabes) para consey terminar sus estudios. guir recursos que nos permitan ayudar a más jóvenes. Nuestra población es muy numerosa, tenemos 171 000 estudiantes en modalidad presencial y a distancia, así que la cantidad de muchachos que necesitan las becas es enorme; en este sentido, el apoyo de la FAHH ha sido fundamental. Existen dos vertientes más de colaboración con la Fundación. La primera surgió de una propuesta que hicimos para crear un aula móvil. La Fundación nos donó las dos primeras Unidades Móviles de Aprendizaje (UMAS). Cada unidad es un camión que cuenta con quince computadoras donde una cantidad equivalente de usuarios pueden trabajar en paralelo. Las unidades cuentan con una planta de luz propia, por lo que pueden viajar a lugares en los que no hay red eléctrica; también cuentan con recepción satelital de internet, lo que permite comunicación en tiempo real, tanto con asesores como especialistas y áreas diversas de atención; también cuenta con materiales y contenidos producidos ex profeso, como programas y cápsulas de información, para las poblaciones en las zonas más recónditas y desprotegidas del país. En breves videos se abordan las áreas de atención de las UMAS, que son: higiene y salud, tecnología, derechos humanos, emprendurismo y no violencia. La finalidad es llevar conocimiento a las comunidades, pero también dar acceso a la tecnología a muchos niños y adultos que de esta manera han podido utilizar por primera vez una computadora y conocer las posibilidades de medios como el internet. Originalmente, el alcance de las unidades móviles se limitaba a las comunidades en Oaxaca; sin embargo, pasado un tiempo, logramos aumentar el número de unidades y

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APOYO AL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

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empezamos a visitar otros estados que así lo solicitaban; de esta manera, las Unidades Móviles de Aprendizaje han recorrido una buena parte del territorio nacional. Tienen una secuencia de trabajo: llegan a una localidad y atienden a la población, dando tiempo para que se acerquen todos los interesados; después se dirigen a otra comunidad y se repite el proceso. Para muchas personas, esta experiencia ha despertado su curiosidad por el conocimiento y por el aprendizaje, lo que les ayuda a entender que la vida no se acaba en la comunidad, sino que hay mucho por descubrir allá afuera. Al extenderse estos recorridos, nos percatamos de que podíamos acoplarlos con nuestras brigadas de servicio social comunitario. Estos grupos, que son una tradición en el IPN,

dan servicio, sobre todo de tipo médico, a las comunidades. Es una actividad asis-

tencial, pero muy solicitada por los habitantes de esas poblaciones, ya que muchas de ellas se encuentran verdaderamente abandonadas. En las brigadas van médicos, que llevan equipamiento básico, medicinas, vacunas e incluso lentes que se gradúan de acuerdo con las necesidades personales. Ante la necesi-

Con la Fundación Alfredo Harp planteamos la crea-

dad de llevar a cabo exámenes o procedimientos

ción de unidades móviles que fueran consultorios médi-

médicos más específicos, como estudios ginecológicos o cuidados dentales, se planteó una

cos. Establecemos un recorrido por diversas comunidades y avisamos con tiempo a los pobladores, para que solici-

forma diferente de apoyo: la creación de unida-

ten consulta en la unidad médica móvil.

des móviles que fueran consultorios médicos. En este caso, se establece un recorrido por diversas comunidades y se avisa con tiempo a los pobladores, para que soliciten consulta en la Unidad Médica Móvil. Las dos modalidades mencionadas de unidades móviles se alternan en las comunidades y de este modo se consigue una cobertura integral. Es importante mencionar que todo este programa inició gracias a las aportaciones de la FAHH, desde 2006. Este contacto cercano y frecuente con las comunidades nos ha llevado a reconsiderar nuestro modelo de relación con ellas, reconociendo que lo puramente asistencial es transitorio, y que si bien puede proveer soluciones para problemas inmediatos no resuelve las cuestiones de fondo, que están relacionadas con la pobreza y los factores que la perpetúan. Buscamos entonces un modelo diferente, al que bautizamos como Proyectos Productivos. Consiste en brigadas interdisciplinarias que al llegar a una comunidad comienzan por hacer un diagnóstico de sus condiciones, como su ubicación geográfica, los recursos naturales que se encuentran próximos a ella y la forma en que los utilizan. En cierta ocasión llegamos a un poblado que se encontraba cerca de un yacimiento de minerales explotables, pero cuyos habitantes carecían de los conocimientos para su extracción; se les apoyó para que desarrollaran el proyecto y actualmente obtienen recursos económicos de esta actividad. En otras localidades, por su ubicación, ayudamos a establecer un comedor con cocina típica del lugar o apoyamos el desarrollo de una empresa familiar de tipo turístico que trataba de aprovechar algunas zonas aledañas a la población.

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En otros lugares se ha hecho el plano regulador de la población, indicando la forma de hacer el trazado para el manejo adecuado del agua. Estos proyectos siguen un mismo esquema: se hace el diagnóstico, se elabora la propuesta y se comparte con la comunidad, para que sean ellos mismos quienes lleven a cabo el proyecto. La intención primordial es ayudarlos a descubrir por sí mismos los medios para mejorar su situación. Los estudiantes, por su parte, se han ido incorporando en número creciente a las brigadas, donde colaboran incluso en periodos vacacionales. El trabajo en las brigadas ha tenido también “efectos secundarios”. Conocer de cerca las difíciles condiciones de vida de muchas comunidades seguramente ha llevado a muchos estudiantes a revalorar su propia situación y a desarrollar una mayor sensibilidad social. Las brigadas también fomentan contactos fructíferos entre estudiantes de distintas carreras y generaciones. Por otra parte, la participación en las brigadas es una opción más para los estudiantes que deben prestar servicio social. Los muchachos encuentran en el trabajo comunitario una oportunidad de probarse a sí mismos como personas, y ponen en práctica sus conocimientos y las herramientas que han adquirido durante la carrera. Deben comprender la situación particular de una comunidad y buscar los medios que pueden contribuir a mejorarla.

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APORTACIONES A LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA BENITO JUÁREZ DE OAXACA

La FAHHO, interesada en el desarrollo educativo de la población oaxaqueña, apoya a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca con recursos que se destinan a diversos programas: otorga becas alimenticias y escolares para estudiantes de licenciatura; aporta infraestructura y equipo al Centro de Educación Continua, Abierta y a Distancia, en el que se imparten, avaladas por la UNAM, seis licenciaturas; apoya la investigación científica orientada al desarrollo de proyectos productivos, y promueve proyectos ecológicos, entre otros.

LA EDUCACIÓN DEL FUTURO

EDUARDO MARTÍNEZ HELMES

CONOZCO DESDE SUS INICIOS LA RELACIÓN DE LA FUNDACIÓN ALFREDO Harp Helú con la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Fui secretario particular de los dos rectores anteriores, durante ocho años, y ahora tengo la fortuna de dirigir la institución. Atesoro dos momentos que me marcaron profundamente en los que don Alfredo hablaba sobre el quehacer de los educadores. El primero fue cuando cobré clara conciencia del concepto de educación a distancia. Durante una reunión en 2005, cuando se dio el primer acercamiento entre la UABJO y la Fundación, don Alfredo nos planteó a los presentes: “La educación a distancia es la educación del futuro”. Esa expresión reflejaba una realidad irrefutable, y más en Oaxaca, considerando las características geográficas, socioeconómicas y de división política del estado. En Oaxaca existen 570 municipios; la educación superior no puede llegar a 570 comunidades, tampoco puede generar procesos de apoyo de gestión en 570 planteles; la inversión de recursos humanos y económicos sería descomunal. Se necesitarían instalaciones, maestros, infraestructura, equipamiento y gastos de operación para cada una. En cambio, con los avances tecnológicos actuales, la

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educación a distancia sí nos permite llegar a las comunidades con soluciones educativas reales y contribuir a que los índices de educación crezcan de manera sistemática. Este anhelo se ha concretado con la creación del Centro de Educación Continua, Abierta y a Distancia (CECAD), el cual ha extendido sus beneficios a diversas poblaciones del estado. Los municipios interesados han aportado la infraestructura y nosotros la plataforma educativa para colaborar por un mismo objetivo: brindar educación de calidad. Estamos convencidos de que la educación a distancia es la educación del futuro. La otra expresión que me quedó muy grabada, y que ha permitido acrecentar la comunicación y la confianza de la Fundación para invertir en la UABJO durante mi rectorado, fue una vez que don Alfredo me dijo: “Mira rector, por muchos años pensé que en Oaxaca se podría hacer industria, pero hoy estoy convencido de que la verdadera riqueza de esta tierra es la cultura: ésa es nuestra industria, la industria de la cultura”. Considero que tiene toda la razón del mundo. El primer apoyo que nos dio la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se destinó a becas estudiantiles y alimentarias. Este programa se ha fortalecido y los beneficiarios han tenido la oportunidad de concluir su carrera en tiempo y forma, logro que quizá no se hubiese dado de no contar con este apoyo. Gracias a la Fundación también se han

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impulsado diversas obras en beneficio de la comunidad universitaria, como la reforestación de áreas verdes en la ciudad universitaria, o bien la renovación de la infraestructura sanitaria de la Preparatoria 1. También se puede mencionar la remodelación de la unidad deportiva de la Universidad, que ahora estará equipada con pista de atletismo y cancha de futbol profesional, entre otras mejoras. Otro proyecto que desarrollamos con la Fundación y que ha rendido muy buenos frutos es el diplomado en Historia del Arte, que se consolidó posteriormente como la licenciatura en Historia del Arte, nuestra carrera número cuarenta. Con el impulso de la doctora María Isabel Grañén Porrúa en la Biblioteca Francisco de Burgoa, el apoyo de la Fundación y la participación del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM establecimos este programa en la Universidad. Esta licenciatura permitirá un estudio más sistemático de nuestro acervo histórico y artístico, la generación de recursos humanos en diversos ámbitos, y contribuirá a difundir nuestro patrimonio cultural en México y el mundo. Oaxaca es un estado que tiene todos los elementos para poder hacerlo, estamos conviviendo día a día con el arte. Cuando comenzamos con el proyecto del diplomado percibimos el interés que despertó en un sector importante de la población, lo que nos motivó a trabajar en su consolidación. Los estudiantes que comenzaron con el diplomado siguieron con la maestría

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La FAHH apoya también la organización de diversas

y el doctorado; ahora regresan al estado a con-

actividades de investigación, educativas y culturales en

vertirse en investigadores o en maestros, algu-

la Biblioteca Francisco de Burgoa, cuyo acervo de más de treinta mil títulos pertenece a la UABJO. Actualmente,

nos de ellos en la Universidad, en el Instituto de

gracias al apoyo de la FAHH, muchos de esos títulos han

nuevos estudiantes y de las investigaciones que

sido organizados y resguardados para la posteridad.

se emprenderán ahora, se fomentará el conoci-

Humanidades. Por medio de la formación de

miento y se rescatará la riqueza de los archivos históricos, de la cultura y del arte que hay en Oaxaca. La Biblioteca Francisco de Burgoa ha hecho una gran labor, no sólo de preservación de libros y documentos, sino también de fomento y de educación. Tuve el privilegio de estar con la doctora María Isabel cuando devolvió un lienzo restaurado a la comunidad de San Bartolo Yautepec para que fuera custodiado por ellos. La emoción que se expresaba en aquella ceremonia era indescriptible. Son documentos históricos que forman parte de la vida de la comunidad. Al ver la importancia de los códices y de los archivos históricos, de la memoria de papel, decidimos emprender un proyecto de gran alcance, impulsados por la iniciativa de la doctora María Isabel: la digitalización de estos archivos, para conocerlos, preservarlos, atesorarlos y difundirlos, y seguir así, ampliando el alcance y el impacto de nuestra universidad. Éstos son algunos de los proyectos que se han materializado gracias al trabajo conjunto de la Universidad y la Fundación Alfredo Harp Helú.

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ACERCAR LA EDUCACIÓN

MARÍA DEL REFUGIO CABALLERO MERLÍN

LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA, EN CONJUNTO CON OTRAS instituciones, brindó su apoyo para emprender la remodelación y el equipamiento de un espacio perteneciente a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, para que fuera utilizado como el Centro de Educación Continua, Abierta y a Distancia (CECAD). Las instalaciones cuentan con la tecnología y el mobiliario adecuados para organizar videoconferencias, talleres, cursos, conferencias y enlaces tecnológicos con el fin de fortalecer el área de educación continua. Por medio de un convenio que el CECAD tiene con la UNAM podemos atender la demanda educativa. Los jóvenes oaxaqueños, y los adultos interesados, han podido cursar el bachillerato o la licenciatura aunque se encuentren en zonas alejadas de la ciudad de Oaxaca. Hemos conseguido acercar la educación a la gente valiéndonos de los recursos que la tecnología nos brinda. Las personas no tienen que salir de sus comunidades o abandonar su trabajo para cursar sus estudios con validez y reconocimiento oficial de la UABJO y la UNAM. Además, buscamos que

El Centro de Educación Continua, Abierta y a Dis-

nuestros planes de estudio estén enfocados al

tancia (CECAD) de la Universidad Autónoma Benito

trabajo que los estudiantes pueden desarrollar

Juárez de Oaxaca es un espacio que ofrece educación

en sus localidades, ya que pretendemos que los

media superior y superior a distancia de carreras y programas de estudio avalados por la UNAM.

jóvenes se queden en sus comunidades ejerciendo su nueva profesión. Los proyectos que

los estudiantes realizan al final de los semestres y de la carrera se dirigen a la problemática de su entorno y a las necesidades de su localidad. Cuando llega el momento de las evaluaciones, los especialistas de la UNAM vienen a Oaxaca para asesorarlos de manera personal. Los estudiantes salen con la preparación que brinda el modelo de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ofrecemos un abanico de carreras: Derecho, Psicología, Pedagogía, Trabajo Social, Ciencias Políticas, Comunicación y, recientemente, Periodismo y Economía. Algunas de estas carreras no se ofrecen actualmente en el sistema escolarizado de la UABJO, sino que, para atender la demanda de la población, fueron instauradas en el sistema abierto. Próximamente haremos otro estudio de mercado, con el fin de proponer nuevas carreras que atiendan a las necesidades específicas de la población oaxaqueña. Los primeros egresados de la carrera de Trabajo Social, por ejemplo, ya están laborando en su ámbito, en instancias gubernamentales. Algunos egresados de las carreras de Psicología y Pedagogía están reintegrándose a esta universidad, ahora como asesores a distancia o como profesores. Éste es un proyecto que está creciendo y tenemos muchos retos todavía. En términos académicos, uno de nuestros principales desafíos es el de contar con nuestras propias plataformas educativas, pues si bien nos apoyamos por ahora en el soporte que nos brinda la

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UNAM, queremos fortalecer nuestros propios recursos educativos y académicos. Necesita-

mos también que los colegas unan esfuerzos en este sentido, con disposición académica y de tiempo, para emprender esta hazaña, pues cada nueva carrera implica el establecimiento de una red muy importante, de un compromiso muy profundo. Otro reto académico está en la educación abierta, donde nuestro mayor problema no es la generación de nuevos planes de estudio, sino la limitación económica. Una empresa de esta naturaleza requiere la contratación de asesores y maestros calificados, lo que implica un incremento importante en el presupuesto de la institución. Lo mismo sucede en términos de infraestructura. El CECAD

Con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú se

es muy pequeño físicamente, así que estamos

adecuaron y equiparon salones de clase y espacios para en el proceso de gestionar más recursos para in- videoconferencias y talleres. El CECAD busca formar crementar nuestras posibilidades de oferta, pues parte integral de una red de centros de educación a disla demanda escolar ha aumentado. tancia desarrollados por universidades públicas, para El Centro de Educación Continua, Abierta y a fortalecer la oferta de educación con el uso de tecnoloDistancia es un proyecto con muchas perspecti- gías de la información y las comunicaciones, así como vas de crecimiento, tanto para los alumnos como parte del Sistema Nacional de Educación a Distancia. para los docentes. Lo deseable es emprender estas tareas con gente joven, deseosa de trabajar, que tenga una calificación académica buena. Quien adquiera un compromiso con el CECAD deberá gozar de una remuneración adecuada, de modo tal que su entrega y compromiso con la educación sean plenos. Necesitamos acercar estas posibilidades educativas a las zonas más remotas, en las que el acceso a la educación media superior y superior es escaso o nulo. Para que una comunidad comience a brindar el servicio de educación a distancia se requiere que nos hagan una petición formal, avalada por el municipio. Ellos deben contar con un pequeño laboratorio de cómputo con acceso a internet. Nosotros brindamos la asesoría y el respaldo administrativo y académico para ingresar al sistema. En esta administración hemos recibido la solicitud de seis municipios. Los interesados están haciendo lo necesario para comenzar a funcionar: equipar las aulas con computadoras sencillas y habilitar la conexión a internet. Nuestro objetivo es que todas las comunidades puedan sumarse a esta oferta educativa, que nadie se quede sin estudiar por más lejos que viva, que la distancia entre las comunidades y las grandes urbes no sea un obstáculo para acceder a la educación de calidad. Poco a poco los alumnos concluyen sus estudios en el CECAD, y cada vez son más. Aunque aún no sean tan numerosos, son logros significativos para esta institución. Cada alumno que se titula es una historia de éxito, una vida que cambia, que se enriquece.

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INSTITUTO TECNOLÓGICO AUTÓNOMO DE MÉXICO

El ITAM se define como una institución dedicada a la educación superior, privada, laica y sin fines de lucro. Aboga por la pluralidad de ideas y aprecia las diferencias culturales, religiosas, étnicas y de género. Desde su fundación, el ITAM se ha propuesto hacer de la educación superior el motor del cambio social y económico de México. Con este mismo interés, la Fundación Alfredo Harp Helú le otorgó un donativo con el fin de apoyar sus programas de educación a distancia y becas para los estudiantes más destacados.

LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA APLICADA A LA EDUCACIÓN ARTURO FERNÁNDEZ PÉREZ

LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN A DISTANCIA EN EL INSTITUTO TECNOLÓGICO Autónomo de México empieza muy temprano, en 1991, con un diplomado en Impuestos. No existía el internet, no había correo electrónico. En aquel entonces, la educación a distancia era completamente diferente a como se le conoce hoy; fuimos pioneros en México. Los cursos se entregaban en diskettes a cada participante, y en eso consistía la vanguardia tecnológica de entonces. La propuesta surgió porque la Secretaría de Hacienda tenía la necesidad de capacitar al personal del Servicio de Administración Tributaria. No se podía abarcar ese universo de atención tan fácilmente con los medios tradicionales, había que diseñar una estrategia para que los cursos se pudieran multiplicar de manera eficaz. Diseñamos el curso con expertos fiscalistas especialmente para atender a esa población y se entregaba en doce diskettes. El diplomado fue muy exitoso, a tal grado que todavía se imparte, con las modificaciones propias de los avances tecnológicos y los cambios conceptuales necesarios. Ése fue el primer paso que dio el ITAM en el campo de la educación a distancia. Al mismo tiempo, a principios de la década de los noventa, surgía la transmisión vía satélite. Proyectamos una serie de conferencias para Canacintra para capacitar a su

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personal vía satélite. Era un momento en el que se vivía la novedad tecnológica con la certeza de que habría cambios en la educación, pero todavía sin saber claramente cuáles. Fue cuando el Tecnológico de Monterrey puso su sistema satelital y todos presentábamos propuestas dispersas. Posteriormente vinieron otras experiencias: en 1996, un diplomado en Mercadotecnia Multimedia y más adelante una práctica con tutoriales, en particular en el área de Finanzas; pero no fue sino hasta 1999 cuando se formó el Centro de Tecnologías para la Educación (CTEE). El Instituto Tecnológico Autónomo de México contaba con el Laboratorio de Educación Asistida por Computadora y con el Laboratorio de Multimedia; ambos se fusionaron para la creación del CTEE. Lo cierto es que todavía faltaba consolidar un equipo. Era necesario desarrollar la parte de diseño instruccional, reunir diversos profesionistas para instrumentar un proyecto multidisciplinario y constituir una propuesta de educación a distancia más eficiente. En el 2002, este Centro recibió un donativo sumamente importante por parte de la Fundación Alfredo Harp Helú, el cual nos permitió consolidar este equipo y cambiar la estrategia en materia de educación a distancia. Gracias a ese apoyo contratamos a los

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expertos para fortalecer al CTEE y capacitar al equipo, pero sobre todo tuvimos el tiempo y las posibilidades reales para la definición de un modelo. Era importante dedicar un espacio para la reflexión de nuestro quehacer, no únicamente atender a los proyectos específicos que se nos presentaban. Capacitamos personal en el área de diseño instruccional y de diseño gráfico y, a partir de ello, empezamos a tener experiencias más sólidas en el terreno de la educación a distancia, pero, sobre todo, sistematizamos una metodología. Anteriormente eran experiencias aisladas; después de 2002, y gracias a esa ayuda, determinamos una metodología en la que identificamos distintas etapas en la educación a distancia. Sistematizamos un procedimiento para cualquier programa que quisiéramos desarrollar, pero lo más importante es que definimos una estrategia clara en función de la filosofía de la institución. Nos permitió financiar nuestro Centro durante tres años, pero además reorganizarlo. El primer programa que lanzamos después de esta importante aportación de la FAHH fue un curso de Finanzas para ejecutivos no financieros. Ese curso también fue muy exitoso y todavía lo impartimos. También ha evolucionado en plataformas, pero está vigente. El curso logró una evaluación muy alta: 4.6 y 4.8 en una escala de 1 a 5. Está en línea en su totalidad y fue pensado para cualquier persona que dirija un negocio. Cualquier ejecutivo o profesionista que no tenga una base financiera puede tomarlo; en él obtiene herramientas básicas para entender las finanzas. Los alumnos participan aproximadamente dos meses, presentan tareas y autoevaluaciones, revisan videos, resuelven

LA FILANTROPÍA DE ALFREDO HARP HELÚ, UNA FORMA DE VIDA

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casos y reciben retroalimentación del profesor titular. Por fortuna, seguimos teniendo alta demanda. Hemos tenido otras experiencias dirigidas a empresas: Banamex, Bimbo, Peñoles, Grupo Val y Siemens, entre muchas otras. Las empresas se acercan y solicitan algún curso, algún programa a distancia, y nosotros lo planeamos específicamente para ellos. Banamex fue pionero en capacitación a distancia, nos pidió muchos cursos y aprendimos juntos las bondades de capacitar a personas en diferentes estados al mismo tiempo, primero con su personal y después para un público más amplio. Hace algunos años realizamos el programa Saber Cuenta y el de Educación Financiera Banamex. Trabajamos con ellos haciendo un portal, un espacio en línea donde se revisaban manuales y materiales de diferentes temas: cómo manejar el crédito; cómo utilizar la tarjeta adecuadamente; cómo hacer una planeación financiera familiar, etc. Ese tipo de temas se abrieron en un portal donde los estudiantes podían ingresar y estudiar, para después hacer autoevaluaciones. Se daban asesorías para que las personas pudieran manejar de la mejor manera posible las finanzas personales. Publicamos también unos manuales para completar el curso. Otros programas de educación a distancia que hemos desarrollado son cursos propedéuticos para la maestría en Economía y Políticas Públicas: Macroeconomía, Microeconomía, Matemáticas, Estadística y Econometría, que los alumnos de estas dos maestrías tienen que cursar. Todos los estudiantes que no aprueban el examen o que quieren prepararse para el examen los utilizan.

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Actualmente manejamos un LMS (Learning Management System), donde ponemos todos los programas a distancia. Hemos tendido más a los modelos mixtos, de manera tal que nuestras páginas funcionan como complemento a lo que nuestros alumnos ven en las salas. En este momento trabajamos un modelo en el que se dan todos los conocimientos fundamentalmente teóricos y conceptuales en el aula, y buscamos que en la página exista una mayor interacción entre los alumnos, ejercitación, acceso a otros recursos o medios y sea también un punto de encuentro de los grupos. En este caminar hemos obtenido aprendizajes que nos ayudan a reflexionar sobre la educación a distancia. En primer lugar, hemos aprendido que la interactividad en el proceso educativo es imprescindible, que los participantes requieren retroalimentación, y

Gracias al apoyo de la Fundación establecimos una

que la interacción es mejor si se combina la edu-

metodología en la educación a distancia; sistematiza- cación a distancia con sesiones presenciales; por mos un procedimiento para cualquier programa que ello hemos optado por modelos mixtos. Los curquisiéramos desarrollar, pero lo más importante es que sos que cuentan con mayor contenido de conodefinimos una estrategia clara en función de la filoso- cimiento se prestan mejor a la educación a fía de la institución. Nos permitió financiar nuestro distancia que aquellos que requieren el desarroCentro durante tres años, pero además reorganizarlo. llo de habilidades. Las tecnologías disponibles en el mercado carecen de la flexibilidad necesaria y no implican un mejor aprendizaje. Estamos convencidos de que la estrategia de educación a distancia debe priorizar los contenidos formativos, por lo que debe estar dirigida por la parte académica y no por la tecnológica. La innovación tecnológica debemos utilizarla en la educación como un medio para transmitir contenidos específicos, no como un fin en sí mismo. Los contenidos deben ser producidos por los especialistas en las diversas ramas del saber con base en un modelo pedagógico que se ajuste a ese saber. El ITAM está comprometido con la educación de excelencia, por lo que sus programas de educación a distancia sólo serán viables si garantizan un aprendizaje de excelencia; cualquier programa de educación a distancia debe involucrar a profesores de primer nivel y exigir a los alumnos un alto desempeño. De la misma manera, nosotros debemos tener un estricto sistema de análisis y evaluación de nuestros programas con el fin de enriquecerlos y mejorarlos cotidianamente. Estas reflexiones surgen de la experiencia en nuestro Centro. Gracias al generoso apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú, el CTEE contó con recursos propios que le permitieron establecer una estrategia clara en función de la filosofía de la institución. Analizamos los proyectos anteriores; contratamos una consultoría especializada para evaluar al personal, los recursos y las capacidades del CTEE; reorganizamos el Centro y empezamos a trabajar con un modelo acorde con los fines de la institución. Actualmente seguimos trabajando para enriquecer y actualizar nuestra propuesta de educación a distancia.

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otros géneros, hasta labores de rescate de la tradición musical mixteca, como la realizada por la agrupación Pasatono, que se nutre de estas raíces y promueve su revaloración con una propuesta sonora creativa y novedosa. En 2008, el Rincón de la Marimba se vio galardonado por el gobierno estadounidense con el premio Comming Up Award. Con ese premio y con apoyo adicional del gobierno estatal, Xquenda y la FAHHO produjeron un CD y un DVD que nos invitan a transitar por esta experiencia musical y educativa tan singular: Las maderas que cantan. La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se ha empeñado en conservar y difundir la música tradicional oaxaqueña, ya que forma parte importante del patrimonio cultural de México y del mundo. Ejemplo de ello es la edición del disco La chilena mixteca de San Sebastián Tecomaxtlahuaca, que es fruto de la colaboración de la FAHHO con el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC). Esta obra registra piezas tradicionales de la región mixteca, y representa un esfuerzo más por divulgar la música representativa de estas tierras, que sin duda forma parte de una preciada herencia cultural que se encuentra en riesgo de desaparecer. Un brazo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca es el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca, creado justo para que los órganos que Fomento Social Banamex ha restaurado sean promovidos y difundidos. Fue así como el IOHIO produjo una colección de cinco discos donde ha quedado registro del peculiar sonido de los órganos oaxaqueños. En los cuatro primeros álbumes de esta colección se pueden apreciar conciertos en vivo con piezas coloniales y modernas, interpretadas por reconocidos artistas nacionales y extranjeros. En el quinto se ha ofrecido al público una selección de música regional oaxaqueña ejecutada en el órgano de la Catedral de Oaxaca, acompañado por instrumentos de percusiones. Más allá del deleite de los melómanos, el fin de esta obra es promover entre la población oaxaqueña la preservación de sus órganos históricos mediante la sensibilización y la promoción de este apasionante instrumento. De este modo, a través de la edición de discos, ya sean de música popular moderna, trova, tradicional, regional oaxaqueña, o incluso ópera y composiciones de la Nueva España barroca, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca apoya el rescate, la conservación y difusión de nuestro magnífico patrimonio musical, que por su carácter intangible es el que corre mayor riesgo de perderse en la bruma del tiempo.

A S O C I A C I Ó N C U LT U R A L X Q U E N D A Y O T R O S P R O Y E C T O S M U S I C A L E S

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Católica de Pernambuco, Brasil: “Las universidades —dijo— deben hacer un esfuerzo en soñar sobre internet y los cursos on line como una alternativa a la exclusión, creando cientos de centros de estudio […] para que con poco gasto se terminen los excluidos de la educación, del conocimiento, y se construya una red de interconexión de personas en vez de invertir en costosas infraestructuras”. Gracias al apoyo de ustedes, dimos un primer paso en esa dirección al equipar e instalar centros de cómputo en las primarias y secundarias públicas de la zona de Santa Fe, y en el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA), universidad confiada a la Compañía de Jesús en la región mixe de tu querida Oaxaca. En ambos casos, se trabajó también en la capacitación de profesores y alumnos, para asegurar el adecuado uso de estos equipos. Podemos imaginar los cambios que los proyectos representaron para las instituciones y personas beneficiados por ellos, pero también podemos dejar que sea el testimonio de algunos, como Dolores, estudiante de la licenciatura en Educación en el ISIA, que lo haga patente: Nuestra formación académica antes de llegar al ISIA —comenta Dolores—, ha sido hasta cierto punto deficiente en varios sentidos, entre ellos el limitado acceso a las tecnologías, lo que ha complicado manejar situaciones de programas o la misma navegación en la red. Sin embargo, aquí en el instituto hemos construido y reforzado conocimientos, gracias a que contamos con un aula de medios que nos facilita el acceso a la información local, al estar en contacto con nuestra gente por medio de las redes

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de las comunidades mixes y de otras regiones del estado de Oaxaca. A raíz de esta plática, el contador Harp se entusiasmó y se comprometió a visitar la escuela para observar personalmente sus actividades. Ya en su visita dijo que desconocía este proyecto y que su compromiso, a partir de ese momento, sería apoyar totalmente la actividad musical y educativa del Cecam. Así lo ha hecho hasta la fecha; anualmente

Las clases de música se han enfocado a la conservación

dispone de un recurso para apoyo alimenticio;

de la música tradicional indígena kë’m xujxën, el proceso de interculturalidad wenk expëjkën y conocimien-

pero su bondad ha traspasado ese compromiso.

tos básicos de música: solfeo, instrumentación, escritura y formación de bandas filarmónicas con el uso de la ciencia y tecnología.

falta en la escuela, donó un equipo de cuerdas

Otorgó también equipos y materiales que hacían para la formación de una orquesta sinfónica, regaló dos autobuses para las giras musicales y otros equipos más. Además, ha invitado a maes-

tros y alumnos a cursos de perfeccionamiento musical, como el de Instrumenta Oaxaca. Doña Isabel Grañén y don Alfredo Harp son de las pocas personas que realmente realizan acciones filantrópicas. Para corresponder de alguna manera a esta acción de la familia Harp, el Cecam como Banda Filarmónica, ha participado con su música en eventos a los que se le invitan; y un detalle más, siempre nos atienden de maravilla. El Cecam cuenta actualmente con dos niveles educativos: Iniciación, que son dos años, y el Bachillerato Musical, que son tres años, al término de los cuales, pueden seguir sus estudios como profesionales de música o pueden optar por otras carreras afines a la música. En este marco, la presencia de la Fundación Alfredo Harp Helú es decisiva en esta institución, ya que recibimos apoyo con el programa Home Runs Banamex. En 2006 hicimos una reflexión sobre el trabajo de la escuela y queríamos publicar, para el 2007, un libro para festejar los treinta años del Cecam. Se trataba de sistematizar la experiencia y la historia de la institución. Fue así que se volvió a dar otro acercamiento con la Fundación y logramos que nos apoyaran con la edición y publicación del libro. Además, nos apoyaron con los festejos de la celebración. Logramos reunir a cientos de músicos que tocaron en esa fiesta. Tenemos varias historias de éxito. Un joven terminó muy bien el Bachillerato Musical, y siempre decía que sería un profesional de la música; buscó distintas oportunidades, entre ellas transmitir sus conocimientos musicales a sus hermanos. Finalmente integraron un grupo musical y se fueron a tocar al norte del país. Tocan ahora en Estados Unidos, se mantienen de la música y siguen difundiendo la música tradicional mexicana. Otros muchachos también viven de la música; son instructores o tocan en otras

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escuela de café Yomol A’ Tel. El proyecto de la cooperativa Ts’umbal Xitalha’ de productores de café y miel orgánicos, la procesadora Bats’il Maya y Capeltic, la cafetería que fue impulsada por alumnos nuestros y ha llegado a ser uno de los elementos característicos en esa animada zona de nuestro campus. Te decía que esa iniciativa me parece especialmente significativa porque en ella la Fundación no sólo estableció otra asociación fructuosa con la Ibero, sino con el trabajo que los jesuitas llevan a cabo en Bachajón, Chiapas, y, a través de ellos, con las comunidades mayas tzeltales en las montañas del norte de Chiapas. Además del beneficio directo a las 244 familias de 65 comunidades, este trabajo sirvió para abrir nuevos espacios de colaboración en donde profesores y alumnos han desarrollado muchas otras actividades, como el proceso productivo de miel de abeja orgánica, la elaboración de jabones de miel, la creación de una segunda marca de café, y un largo etcétera que, desde luego, no sólo ha reportado beneficios en Chiapas, sino aquí mismo: a todos los que tuvimos la oportunidad de participar en esa rica experiencia humana. La ecología, Alfredo, ha sido otra de tus grandes preocupaciones, que coinciden con las grandes aportaciones de la Fundación. En nuestro caso, fue importante el impulso que dieron al programa Ibero Campus Verde, que reúne todos los esfuerzos que llevamos a cabo en la Universidad para reducir nuestra huella ambiental y cuyos resultados, en pocos años, ya son notables. Finalmente, una palabra sobre ese soporte discreto pero eficaz y duradero que la Fundación ha dado a los alumnos cuyas familias se han visto en dificultades económicas.

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Durante la crisis que atravesó el país en el 2009, cuando prometí que ningún alumno quedaría fuera de la Ibero por razones económicas, convinimos en que destinaríamos un fondo, que habías establecido hacía varios años, para sacar adelante a estos jóvenes. Desde entonces han sido cientos de alumnos los que han podido continuar y concluir sus estudios gracias al respaldo que recibieron con esos fondos, pero que, con el tiempo, me he podido percatar de que fue también gracias a lo que muchos alumnos leyeron detrás del apoyo recibido: el que se haya creído en ellos. Lamentablemente —dice una alumna de Diseño Textil—, en agosto del 2010 la compañía donde mi papá trabajaba cerró sus puertas. En este punto sentía que las puertas se me iban cerrando unas tras otra, porque al apenas haber terminado primer semestre, no contaba con la experiencia ni el conocimiento necesario para empezar a trabajar en algo de mi rama, y así poder ayudar a mi familia. No me podía cambiar de universidad a una más económica, ya que la Ibero es de las pocas que ofrece dicha carrera. Sin duda estaba equivocada, Dios me demostró en esos momentos, posiblemente de los más duros, económica y emocionalmente, que he vivido hasta ahora, que como dice el dicho: “Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana”. […] Es por ello que me faltan palabras para agradecerles que creyeran en mí y que me ayudaran a materializar por completo mi principal sueño cuando creí que nadie lo hacía, gracias por enseñarme que lo imposible no existe y que lo extraordinario no son más que cosas ordinarias hechas extraordinariamente bien. No sólo me han permitido adquirir una educación a nivel superior, han despertado en mí aún más la necesidad de ayudar a las personas aunque sea de una manera que a simple vista sea pequeña, porque esas cosas a las que nosotros llamamos pequeñas podrían ser una ventana para el que se ayuda que lo motive y lo haga ver que hay mucho más camino que recorrer del que se cree y hay infinidad de cosas por las que apasionarse en lugar de lamentarse. La gratitud es un bien muy preciado porque, como ves, es origen de mucha generosidad en las personas. Muchas gracias, Alfredo, por todas estas invitaciones que has hecho, a través de tu Fundación, a transformarnos siendo generosos, precisamente aquello en lo que San Ignacio de Loyola tanto insistía y con lo que concluyó sus ejercicios: reconocer todo el bien recibido para poder en todo amar y servir. Con afecto y gratitud. La Verdad Nos Hará Libres. Dr. José Morales Orozco, S. J. Rector Universidad Iberoamericana Ciudad de México

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PROYECTO DE TECNOLOGÍAS DE IMPACTO SOCIAL

LORENA ÁLVAREZ MORENO

EN 2005 LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA ELABORÓ UN DIAGNÓSTICO sobre los principales problemas de la zona aledaña al pueblo de Santa Fe, donde existen varias colonias que fueron fundadas de manera anárquica en una zona de barrancas con escasos espacios públicos y que actualmente conforman una de las zonas más densamente pobladas de la delegación Álvaro Obregón. El diagnóstico hizo evidente que la falta de opciones educativas y laborales era una de las principales causas de la pobreza de sus habitantes. Las cifras mostraron que sólo 60% de la población terminó la secundaria, 18% terminó la preparatoria y que únicamente 5% tenían computadora en su casa, lo cual incidía directamente en el tipo de trabajos que desempeñaban los habitantes y que determinaban que más del 60% careciera de seguridad social. Fue en esta zona donde la Universidad decidió establecer un compromiso a largo plazo con todos sus recursos humanos y su potencial para generar capital social con el fin de promover el desarrollo sustentable de la zona mediante un enfoque interdisciplinario, que propone a los habitantes del lugar crear colectivamente los medios que permitan mejorar su calidad de vida tanto en términos materiales como no materiales. Por ello, para vencer la desesperanza asociada a la pobreza y promover la organización y la participación, buscamos ganar la confianza de la gente planteando un proyecto concreto y que tuviera claras repercusiones sociales. En ese mismo año, la Fundación Alfredo Harp Helú decidió financiar este proyecto, denominado Tecnologías de Impacto Social, que buscaba compensar el analfabetismo digital de la zona mediante la dotación de aulas de medios (en las seis escuelas primarias y tres secundarias de la zona) y la instalación de un pequeño centro de cómputo en la parte más baja de la barranca, que era el sector más desatendido y con menos equipamiento. El proyecto fue diseñado, acompañado y evaluado por docentes e investigadores del Departamento de Educación. En la fase de diseño se hizo un diagnóstico participativo para conocer las habilidades de la población, pero también sus expectativas, temores y resistencias ante el uso de la tecnología. El programa de capacitación buscaba que los docentes desarrollaran nuevas destrezas y estrategias de enseñanza mediante unidades didácticas que integraran la búsqueda de información en internet, el intercambio de información a través del correo electrónico, el aprendizaje del procesador de palabras y la elaboración de presentaciones de PowerPoint que sintetizaran lo aprendido. Los cursos se desarrollaron en tres niveles: básico, medio y avanzado. La relación que se estableció con las escuelas fue muy buena y nos permitió desarrollar otros proyectos conjuntos en favor de la comunidad. Ejemplo de esto fue la organización del concurso “Todos los niños unidos por un Santa Fe más limpio”, en el cual se animó a los maestros de las escuelas a presentar evidencias de trabajos en los que los niños

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crearan campañas para mejorar las condiciones ambientales de la comunidad, apoyándose en el uso de la computadora como medio de investigación, elaboración de presentaciones, folletos, audiovisuales, etc. Los resultados fueron sorprendentes. Esta experiencia piloto nos sirvió como referente y formará parte de una estrategia de educación ambiental más amplia que comenzaremos a implementar próximamente en las escuelas y en la comunidad a través del centro comunitario Casa Meneses. Actualmente se desarrollan nuevos proyectos de colaboración con las escuelas en otras áreas, como la detección de niños con problemas de aprendizaje, la orientación alimenticia para reducir la obesidad infantil y el programa de niños mediadores para prevenir la violencia en las escuelas. El Centro de Cómputo Comunitario también fue un proyecto estratégico porque permitió a la Universidad insertarse en la comunidad, a la que invitó a participar en la toma de decisiones tan importantes como la ubicación de las instalaciones y sus posteriores adecuaciones. Se trata de un pequeño espacio, con once máquinas, que abre sus puertas de nueve de la mañana a nueve de la noche y donde los estudiantes reciben una atención personal. En él se ofrecen cursos adaptados a las necesidades de la gente, pero también es un espacio en donde niños y jóvenes hacen sus tareas e investigaciones y las familias se conectan con sus seres queridos que se encuentran en el extranjero. Desde el principio se determinó que el papel de las personas que laboran en el centro fuera algo más que enseñar. Su cercanía con la comunidad nos permitió establecer una relación de amistad y confianza con la gente, por lo que el centro se convirtió en un generador de ideas y proyectos. Con ello se empezó a soñar la posibilidad de mejorar el barrio de manera más organizada. En el 2008 logramos comenzar con la construcción de un foro, un andador con juegos infantiles y un gimnasio; también se emprendieron los trabajos de recuperación de una parte de la orilla del río, que actualmente se encuentra totalmente contaminado. El compromiso de la Universidad Iberoamericana con los procesos de desarrollo local motivaron el deseo de consolidar un modelo de trabajo interdisciplinario, por lo que en el 2011 se inauguró la Casa Meneses con el objetivo de insertar a la Universidad en el corazón de la comunidad y al mismo tiempo llevar la reflexión sobre la comunidad a la Universidad. Este centro comunitario ha logrado avances en las áreas psicoeducativas y de prevención de riesgos psicosociales, así como en las áreas de nutrición, mejoramiento ambiental, mejoramiento barrial y de vivienda, promoción de proyectos productivos y de empleo, promoción cultural comunitaria y generación de una cultura de paz y de respeto por los derechos humanos. Un gran proyecto empieza por algo muy pequeño. El Centro de Cómputo y la dotación de aulas de medios, que fueron apoyados por la Fundación Alfredo Harp Helú, fueron las semillas que se están convirtiendo en un árbol con muchos frutos.

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UNIVERSIDAD DE MONTERREY

La Universidad de Monterrey se propone ser una comunidad educativa que se distinga por impulsar una cultura académica de excelencia, que infunda en sus miembros el compromiso con la integridad, el apego a los valores y la aspiración común de contribuir a la construcción de una sociedad sostenible a través del conocimiento y el espíritu de servicio. La Fundación Alfredo Harp Helú apoya esta labor por medio de la construcción de infraestructura, equipamiento y un programa de becas para los alumnos que más lo necesitan.

DE LO “HECHO EN MÉXICO” A LO “CREADO EN MÉXICO” ANTONIO J. DIECK ASSAD

QUISIERA EXPRESAR MI AGRADECIMIENTO Y APRECIO A LA FUNDACIÓN Alfredo Harp Helú por el impulso que ha dado a la formación de los estudiantes de bachillerato, profesional y posgrado de la Universidad de Monterrey (UDEM). En la universidad nos sentimos honrados con la amistad y atenciones brindadas por don Alfredo, quien ha contribuido al fortalecimiento de nuestra infraestructura para el aprendizaje, propiciado la colaboración con instituciones hermanas y abierto la oportunidad de que jóvenes procedentes de los estados del sur puedan realizar sus estudios profesionales en nuestra universidad. Cabe destacar el invaluable apoyo de la Fundación para equipar los laboratorios y talleres de Arte, Arquitectura y Diseño del Centro Roberto Garza Sada (CRGS), donde se forma a los jóvenes para impulsar la competitividad y facilitar la transición de lo “hecho en México” a lo “creado en México”. El edificio que alberga al CRGS fue diseñado por Tadao Ando, premio Pritzker 1995, quien lo bautizó como la Puerta de la Creación. Sobre su obra, el reconocido arquitecto japonés afirmó: “Mi deseo es que los estudiantes no

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vean tanto el edificio desde afuera, sino que al estar en él experimenten algo atemporal y eterno que permanecerá en ellos para estimular sus mentes en su carrera como seres creativos”. La tecnología de punta de los diecinueve laboratorios, así como los logros de nuestros estudiantes que han visto potenciado su talento con el uso de estos recursos de aprendizaje, no habrían sido posibles sin el apoyo otorgado por la Fundación y otras personas generosas que se sumaron a nuestro sueño. Como ejemplos de los beneficios obtenidos con estos recursos en la formación de nuestros estudiantes, me gustaría referirme a Abraham Castillo y Bernardo Mellado, jóvenes egresados la licenciatura en Diseño Industrial, quienes se especializaron en Diseño Automotriz y hoy trabajan, respectivamente, en Nissan America, en San Diego California, y en la firma que realiza diseño automotriz para la BMW en Austria. Quiero mencionar también los casos de Nadia Manjarrez, quien se encuentra trabajando en el despacho internacional de diseño Badgley Mischka, con sede en Nueva York, y de Andrea Garza Padilla, cuyo logotipo resultó elegido para la celebración de los sesenta años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y México, y sobre el cual ella comenta: “Se me ocurrió hacer triángulos coloridos, como nuestra cultura, los cuales dan forma al símbolo de la estrella de David, que aparece en la bandera de Israel”. La Fundación también favoreció la colaboración con la Universidad La Salle Oaxaca para facilitar la participación de sus estudiantes en los programas internacionales de la UDEM.

También se concibió un programa de verano en conjunto para estudiantes ex-

tranjeros, se dio asesoría para el desarrollo de un plan estratégico de internacionalización para la ULSA Oaxaca y se trabajó en forma conjunta un programa de formación en competencias interculturales. Adicionalmente, se concretó la posibilidad de recibir a sus estudiantes en programas de intercambio nacional y se desarrolló un taller de exportación-importación para ser impartido en la institución oaxaqueña. Convencido estoy de que estas iniciativas constituyen sólo las primeras acciones de un proceso constante y continuo de colaboración entre instituciones hermanas. Gracias al fondo de becas de la Fundación, hemos recibido en la UDEM a estudiantes destacados procedentes de los estados del sur. Tres estudiantes de Veracruz y Tabasco

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se han graduado ya, y están por terminar otros tres provenientes de Quintana Roo y Oaxaca. Todos ellos expresan continuamente su gratitud, e incluso Ofelia Treviño, que se sintió inspirada por el apoyo recibido, ha comenzado una pequeña ONG que busca ayudar a más jóvenes que no cuentan con suficientes recursos para continuar con sus estudios. “Muchas gracias a la Fundación Harp Helú por haberme dado la oportunidad de estudiar en la UDEM y por seguir dándola a otras personas que, como yo, tenemos en mente la idea de superarnos tanto personal como profesionalmente. Si yo tuviera la oportunidad de brindar una ayuda como las que ustedes otorgan, lo haría sin pensarlo”, señala. La Universidad de Monterrey dio la bienvenida a la primera alumna indígena de su historia: Elisa Felipe Cristóbal, becada por la Fundación Alfredo Harp Helú. Procedente de Asunción, Oaxaca, Elisa es la hija menor de un campesino y un ama de casa que no hablan español. Tiene dos hermanos: Baldemar y Héctor, de 37 y 35 años respectiva-

Actualmente, la UDEM tiene 12 000 alumnos y ofrece

mente; el mayor de ellos es su tutor, vive en la

39 carreras, 10 programas de maestría, 5 especialida- ciudad de Monterrey, Nuevo León, y se dedica a la comercialización de dulces. des de posgrado y 35 especialidades médicas. El cambio de ciudad y cultura llevó a Elisa a experimentar algunas dificultades, por lo que se le ofreció apoyo en el Centro de Éxito Estudiantil UDEM durante el semestre de otoño de 2011, con la finalidad de brindarle acompañamiento académico y consejería experta para acrecentar sus posibilidades de adaptación, desarrollo personal y éxito académico. Los reportes entregados por el psicólogo a cargo mostraron cambios positivos y se reportó a Elisa lista para continuar con sus estudios. En la primavera de 2012, Elisa decidió cambiar de carrera y comenzó con mucho entusiasmo el semestre. En él continuó recibiendo acompañamiento del Centro de Éxito Estudiantil, con lo que aumentó considerablemente su promedio y, ante esta nueva condición, se ha manifestado muy satisfecha: “De pequeña, yo pensaba que al terminar la secundaria me iba a casar y ahí terminaría mi formación académica”, afirma. Fue gracias al impulso de su padre que continuó sus estudios, y luego, gracias al apoyo de su directora de preparatoria, decidió continuar con una carrera. Finalmente, Elisa conoció la UDEM por medio de una amiga, quien le platicó sobre las posibilidades de beca. “Jamás soñé con estar en una universidad tan prestigiosa, estoy muy agradecida con Dios y con el benefactor, a quien espero poder dar las gracias personalmente algún día”, concluye. Por jóvenes como Elisa, Andrea, Erika y todos los estudiantes que son beneficiados por los donativos que la Fundación ha hecho a la UDEM, quiero expresarles nuestra gratitud y reconocimiento.

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UNIVERSIDAD ANÁHUAC DEL SUR

La Universidad Anáhuac busca formar líderes de manera integral, profesionistas capaces de ejercer una influencia positiva al poner sus talentos al servicio de los demás. La formación integral se entiende como la atención a las diferentes dimensiones que integran a la persona humana: intelectual, humana, profesional, social y espiritual. Hombres y mujeres que, convencidos de la visión cristiana del hombre y de la sociedad, sobresalgan por su honestidad, su preparación profesional y cultural, y por su profunda responsabilidad ante los problemas sociales. La Fundación Alfredo Harp Helú, de acuerdo con la formación integral del ser humano, otorgó donativos para incrementar el número de becas escolares, impulsar la educación a distancia, generar proyectos de impacto social y desarrollar la infraestructura de la Universidad.

FORMACIÓN INTEGRAL

ABRAHAM CÁRDENAS GONZÁLEZ

HACE TIEMPO LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP OTORGÓ BECAS PARA LOS estudiantes de la Universidad Anáhuac del Sur; de hecho, el señor Harp participó en la selección de los alumnos que recibirían su beca. El dinero entraba a la operación de la Universidad y quedaba documentado el alumno que recibiría la beca. Fue un proceso muy ordenado, y fue posible gracias a un hombre generoso. Ahora tenemos becas culturales, deportivas y académicas. Poco a poco, la Universidad ha tenido mayor solvencia y la capacidad de buscar buenos exalumnos que aporten para el Fondo de Becas. A los alumnos de alto rendimiento académico y de recursos limitados se les da una beca del 100%. Los alumnos de mejor promedio en las escuelas del interior de la república llegan a la Universidad y son becados. Además, ahora existe también el crédito educativo con tasas de interés marcadas por CETES, y el plazo del pago es de tantos años como haya estudiado el alumno. También abrimos 35 lugares para alumnos que no hayan sido aceptados en

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las universidades públicas, pero que lleven muy buen promedio; les otorgamos becas de casi 93% con colegiaturas de mil pesos mensuales. De los cuatrocientos alumnos que ingresaron este año, alrededor de 220 tienen algún porcentaje de beca, que puede ser 10, 20, 30 o hasta 98%. Para fortalecer al Fondo de Becas de la Universidad, a partir de enero de 2013 dimos inicio al Fonatón, que es un programa dirigido a los egresados para la recaudación de donativos vía telefónica. En relación con el programa de educación a distancia, que también tuvo un aporte considerable de la Fundación Harp, hoy inauguramos cinco maestrías en línea. Alfredo Harp fue un visionario en la Universidad, porque hace diez años le apostó a la educación a distancia; él confió en nosotros. A raíz de ese aporte tuvimos experiencias, altas y bajas, pero ahora tenemos siete maestrías en línea, que son las carreras exitosas en nuestra universidad: MBA/Dirección de Empresas, Dirección del Capital Humano, maestría en Logística y Comercio Internacional, Derecho de las Empresas, Mercadotecnia y Gerencia de Marcas, Finanzas Corporativas y Bursátiles, y Liderazgo en Periodismo; todas son totalmente en línea.

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Otro proyecto que desarrollamos con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú fue la ampliación de nuestra infraestructura. Un edificio completo fue construido gracias al apoyo del señor Harp. El edificio en forma de H cuenta con instalaciones bien equipadas para la carrera de gastronomía. Es una fortuna porque tiene tres cocinas: una para preparar los alimentos, otra de demostración y otra más de repostería; las tres son el orgullo de nuestras instalaciones; cuando vienen los chefs extranjeros a impartir clases a los alumnos se sorprenden de lo bien equipadas que están. El edificio también cuenta con una biblioteca, oficinas y, en la parte superior, aulas. Es el edificio más eficiente de toda la universidad porque de un lado tiene cinco pisos y del otro tiene tres. La biblioteca cuenta con sala de lectura, sala de consulta equipada con computadoras y un salón de conferencias; su acervo es de 120 000 títulos aproximadamente. Cuenta con libros y revistas relacionados con todas las áreas del conocimiento, aunque somos más fuertes en las áreas humanísticas, artísticas, arquitectura, diseño, turismo, derecho, administración y finanzas. Además, la Universidad hizo un esfuerzo muy grande por rescatar la música novohispana de las catedrales, a veces compuesta por autores indígenas educados por maestros españoles; es un gran tesoro que logramos poner a disposición de quien lo quiera utilizar. Primero rescatamos el acervo y luego organizamos conciertos para ejecutar las piezas con diferentes músicos. Muchas de esas piezas se grabaron en varios discos y luego se digitalizaron y archivaron, y están a disposición de quien las necesite en esta biblioteca. La consolidación de la Universidad estimula a seguir formando un mayor número de profesionistas de alta calidad ética y de elevados conocimientos en las diferentes materias que les competen, lo cual proporcionará oportunidades de triunfo en su vida profesional, familiar y económica, para influir de manera determinante en un México próspero.

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INICIO DE UNA LARGA AMISTAD

SUSAN GRILLO

CONOCÍ A LA FAMILIA HARP PORQUE ALFREDO HARP CALDERONI ESTUDIÓ en la Universidad Anáhuac del Sur y me tocó ser su maestra. Era un muchacho con múltiples cualidades que lo hacían un ser especial: inteligente, preparado, guapo, generoso, pero además se esforzaba por ser agradable con los demás, era muy solidario. Esas particularidades hicieron que se convirtiera en un alumno distinguido a quien aprecié muchísimo. Llegamos a ser grandes amigos, fomentamos ese cariño que se construye con la afinidad y el paso del tiempo. A pesar de haber sido su maestra, la diferencia de edades no era muy grande (nueve años), pues yo había empezado a dar clases desde muy joven. En verdad, su pérdida ha sido muy significativa para mí, extraño su amistad. En aquel entonces, además de las clases, tenía en la Universidad un puesto parecido a una vicerrectoría. No existía el cargo, pero las funciones que desempeñaba eran ésas; trabajaba de manera muy estrecha con la rectoría, se trataba de la Dirección General de Desarrollo Institucional. Me tocaba conseguir el financiamiento para múltiples proyectos. Fue así como entré en contacto con el padre de Alfredo, don Alfredo Harp Helú, a quien aprecio desde entonces y con quien he trabajado desde distintas instituciones. Al ver el compromiso que tuvo con nosotros, el rector Dermot McCluskey lo invitó a presidir el Área de Desarrollo Institucional de la Anáhuac —que en realidad era el inicio del patronato universitario—, a lo cual aceptó con gusto. Todos los proyectos que le presentábamos eran apoyados de inmediato. Don Alfredo dio una aportación importante para becas y otra para ampliación de la infraestructura —con ella se construyó uno de los

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edificios que albergan a la Universidad—, pero además impulsó la educación a distancia y lo que ahora llamamos el fundraising, que eran esfuerzos muy serios de procuración de fondos. Estaba convencido de que otros empresarios debían apoyar a la Universidad, por lo que había que buscar a sus egresados más exitosos. Tuvo razón; bajo su liderazgo empezamos a recibir donaciones importantes y creamos un fondo sólido. Con ese apoyo, la Universidad creció bastante en infraestructura, en investigación, en tecnología; inclusive el deporte creció de una manera impresionante: se construyeron las canchas deportivas y aumentó el número de atletas y de alumnos para los equipos universitarios. Con la asesoría directa de Alfredo Harp la Universidad Anáhuac generó múltiples proyectos de beneficio social, donde participaron los egresados y los estudiantes.

EL PRIMER EMPUJÓN

EMILIO TRABULSE AMOR

Fue gracias al apoyo de don Alfredo Harp Helú que tuve la oportunidad de contar con una beca durante parte de mi carrera y toda la maestría en la Universidad Anáhuac del Sur. Desde aquellos años he estado muy cerca de la familia Harp, han sido una parte muy importante en mi desarrollo académico y laboral. Comencé trabajando en la Universidad, fue mi manera de contribuir y agradecer lo que había recibido. Posteriormente, alrededor de 1998-1999, estuve en la organización Roberts, donde me desempeñé en la parte comercial y de mercadotecnia. Cuando se lanzó Accitrade, el sistema de inversiones en línea de Banamex, platiqué con don Alfredo, le conté lo que tenía en mente y lo que me gustaría hacer; fue así como llegué al mundo de las finanzas por medio de Banamex. Después, en 2002, entré a grupo Martí, en donde trabajo hasta la fecha. Estoy muy agradecido con don Alfredo en todo momento. Cuando me ha tocado escuchar a otros hablar de él, he notado que siempre se dicen cosas positivas y elogiosas, porque además del nivel de empresario que es y de los éxitos que ha cosechado en ese terreno a lo largo de su vida, también es admirable su vocación social, su parte altruista y él mismo como persona. Su apoyo ha sido tremendo conmigo y con toda mi familia, desde mi padre y su pasión por la música, hasta mi prima, quien ahora trabaja en el acervo histórico del Instituto Cultural Mexicano Libanés. Don Alfredo me ayudó dándome el primer empujón, pero también me dio la oportunidad de probarme a mí mismo y de trabajar por lo que quiero. Alguna vez me dijo: “Te dejo con esta persona para que platiques, y de ahí lo que tú logres hacia adelante; si te estancas, yo ya no meto las manos”, y eso es muy importante. Por lo honesto que es él, por lo recto que es, me dijo: “Simplemente te dejo y tú te encargas. Si creces, si te sabes mover, ya es boleto tuyo”. Ya estaba el primer empujón, lo demás era mi responsabilidad, y creo que eso me ha ayudado mucho a echarle ganas, a moverme, a tratar crecer en el ámbito que escogí.

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Deporte

MUSEO TEXTIL DE OAXACA

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DIABLOS ROJOS DEL MÉXICO

Los Diablos Rojos del México es un equipo de beisbol mexicano creado en 1940 que ha jugado ininterrumpidamente. En 1956 ganaron su primer campeonato. Con ello, se inició un largo recorrido de triunfos en los campeonatos de la Liga Mexicana del Beisbol. A mediados de la década de 1990, el equipo inició una nueva y brillante era, ya que se incorporó a su directiva el señor Alfredo Harp Helú, gran apasionado del beisbol, quien inició cambios sustantivos para los jugadores, sus aficionados y la población mexicana.

LOS DIABLOS Y EL ÁNGEL

JORGE ALUM KAHWAGI

DECIDIMOS REUNIRNOS PARA HABLAR DE LAS ANÉCDOTAS EN DIABLOS Rojos; grandes invitados estaban convocados a esta plática entre amigos. El primero en llegar fue el muy querido Ramón “Diablo” Montoya, como siempre el más dispuesto a cooperar en todo. Estaba esperando a que llegara el resto del grupo. Poco a poco se fueron sumando los otros triunfadores del equipo escarlata: José Luis “Borrego” Sandoval; Víctor “Flamingo” Bojórquez; Iván Terrazas; Miguel Ojeda, “el Negro de Guaymas”, y don Pedro Mayorquín, todo un emblema en nuestra institución. La idea era compartir de manera informal las experiencias de cada uno en el besibol, en particular en los Diablos Rojos del México, y la manera en que cada quien participa en la labor social que desempeña la Fundación Alfredo Harp Helú. Cuando Alfredo Harp Helú adquiere el equipo Diablos Rojos del México el factor de responsabilidad cambió en favor de la gente. Añadimos muchos programas para los jugadores y pusimos en práctica Home Runs Banamex, programa que beneficia a más de seiscientas organizaciones civiles, además de programas sociales paralelos en beneficio de los aficionados escarlatas y la sociedad mexicana en general. Para don Alfredo, el beisbol es una de sus más grandes pasiones, parte fundamental en su vida; es por ello que cuando decidió escribir y publicar su autobiografía la tituló

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de los incunables y le entregó una copia a Freddy, quien después se la dio a María Isabel. Hicimos una visita con el rector y nos dimos cuenta del deterioro. Requerían, por lo menos, una estantería adecuada, porque estaban arrumbados en unas cajas en el piso. El rector salió de la Universidad por problemas políticos y el proyecto quedó ahí. Después vino Guillermo Tovar y de Teresa a consultar el acervo y no podía creer el estado en que se encontraba. Me propuso que me encargara de la parte política y él conseguiría el financiamiento para ordenar y clasificar el acervo, pero tampoco se pudo hacer nada. Mientras tanto, el acervo pasó de un lado a otro, de la Biblioteca Pública del Estado al edificio central de la Universidad y al hoy Instituto de Humanidades, de ahí a Ciudad Universitaria. Freddy organizó a unos cuarenta muchachos de servicio social para que le ayudaran a proteger los libros: armaron los pocos estantes que quedaban, limpiaron los libros de orines de rata y polvo que entraba por los balcones abiertos de la planta alta y los devolvieron a sus estantes de acuerdo con la clasificación que tenían anotada todos los volúmenes: estante, cajón, orden y volumen, trabajo que les llevó seis meses, pero no era suficiente. El siguiente paso era cotejar los libros con el inventario impreso que existía. Sin embargo, le hacían la vida imposible por tratar de hacer algo por proteger ese acervo y acudió a mí buscando a quien le hiciera caso respecto al valor de esos libros. Cuauhtémoc Medina fue quien me puso en contacto con María Isabel Grañén, quien había hecho su doctorado en Historia del Arte en España y tenía estudios en libros antiguos. Cuando la invité a venir a Oaxaca, acababa de regresar de España. Aceptó trabajar en la clasificación de los fondos conventuales. Aunque no fue fácil, porque había oposición de algunas personas. Gracias a que Freddy Aguilar, Hilda Fernández y la Chatita Natera habían estado en el sindicato de la UABJO, el sindicato no se opuso a la catalogación, pero María Isabel tuvo que enfrentar varios conflictos, le costó trabajo. Después organizamos algunas exposiciones en el MACO, una de los fondos conventuales y otra del Archivo de la Reforma Agraria, que por cierto, debemos luchar para que ese archivo se quede en Oaxaca, porque tiene material muy bueno, planos y documentos

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de Mexicali. Finalmente dejé la escuela, me fui a Costa Rica y empecé a destacar en el deporte. A los dieciocho años ya había incursionado en la vida profesional del beisbol. Desde esa edad conocí a Aurora, me casé con ella y empecé mi otra carrera. Pero todavía a los dieciséis años andaba descalzo, pizcaba algodón, vendía periódico, boleaba zapatos, andaba de panadero o de lechero en los ejidos, en donde se pudiera para tener un poco de dinero. Fue una niñez muy dura. Crecí en un barrio donde no entraba la policía. El deporte fue mi salvación. Por su parte, la señora Aurora comenta que el beisbol es muy bonito. Le gustan los batazos, las carreras y las atrapadas, pero afirma que el deporte también tiene sus tristezas, porque a veces los jugadores deben ausentarse en momentos importantes para la familia. Cuenta que cuando el Diablo estaba en pleno campeonato se les murió una niña, así que sólo llegó para el entierro y se tuvo que regresar a jugar. El Diablo afirma que nunca le ha gustado dejar el trabajo y hasta ahora sigue pensando igual: “Cuando uno es profesional, el trabajo es lo primero”. Doña Aurora menciona que a su marido le acaban de operar una rodilla y que además ha tenido seis fracturas; pero que cuando lo llaman los muchachos de la Academia, “aunque esté recién operado ya le urge ir para atenderlos. Dice que le gustaría morirse en el campo de beisbol; las jugadas, las atrapadas, los batazos son para él su vida”. Pedro Mayorquín nos interrumpe y agrega: “Por eso a las es-

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posas de los beisbolistas las llaman las viudas del beisbol, porque cuando están en temporada se olvidan de ellas, se olvidan de la familia y de todo porque se tienen que entregar enteramente al juego”. Es el turno de Víctor “el Flamingo” Bojórquez, quien empieza diciendo que tanto José Luis Sandoval como él son de San Miguel Zapotitlán, en Sinaloa, y proceden de familias humildes. Dice orgulloso que lo que han logrado ha sido gracias al beisbol, y también reconoce que lo que tienen ahora se lo deben a los que estuvieron antes: “Ellos son los que han ido sembrando para que nosotros cosechemos, y los que vienen después de nosotros nos van a agradecer los beneficios que logremos, es una cadena”. El Diablo recuerda los viejos tiempos cuando las cosas eran diferentes: “El camión donde viajábamos no tenía aire ni baño. Llegábamos a Reynosa con un calorón a comer un sándwich y luego a jugar. Lo bueno es que todo va cambiando. Ahora el camión tiene todo: televisión, aire acondicionado…, hasta chofer automático. Las nuevas generaciones encuentran cambios positivos, están mejor ahora”.

Ahora que es dueño de los Diablos, don Alfredo nos ha

Pedro Mayorquín, subgerente deportivo de

instruido a que los niños y adultos mayores entren al

los Diablos, entró al beisbol profesional en 1965

Foro Sol de manera gratuita; nadie se quedará sin en- y desde entonces ha estado en el equipo, con excepción de los dos años que se fue a Tampico. trar a un partido. Coincide en que los beisbolistas en general provienen de sectores muy humildes, pero que “a pesar de todo no nos maleamos. Encontramos en el deporte un lugar para vivir haciendo el bien y por eso estamos agradecidos, porque alguien nos protege desde arriba; además proyectamos una imagen, servimos de ejemplo”. Nos cuenta que cuando don Alfredo compró Diablos cambió todo, el beisbol se volvió otra cosa. Admira su calidad humana, pues a pesar de la vida difícil que tuvo “se hizo él solo y llegó a ser grande”. Cuenta que don Alfredo invirtió mucho en las instalaciones deportivas, porque “le parecían inaceptables las condiciones tan precarias en que jugaban los deportistas. Él cambió las condiciones para los muchachos: mejores instalaciones, mejor ropa, mejor alimentación, viajes más cómodos (ahora los deportistas viajan en avión). Él se da cuenta de que el beisbolista no es una máquina de jugar: es un ser humano, y no se trata nada más de ponerse el uniforme y jugar, el ser humano es lo que importa”. José Luis “el Borrego” Sandoval nos cuenta que tiene muchas cosas que agradecerle a don Alfredo, porque ha cambiado mucho el equipo, para bien. Dice que gracias a él, la parte emocional y personal de cada quien es tomada en cuenta. Admira su sencillez, pues asegura que “le da lo mismo platicar con personas muy importantes que con los beisbolistas. Su parte humana es muy importante”. Víctor Bojórquez comenta que don Alfredo siempre está contento, y que ha ayudado personalmente a todos:

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Creó un fideicomiso para jugadores retirados. Es una tranquilidad saber que tenemos una ayuda mensual de por vida. Antes, muchos jugadores terminaban su carrera y no tenían dónde vivir, porque se gastaban el dinero en cosas ostentosas, en carrazos o cosas sin valor. Actualmente, don Alfredo siempre está insistiendo en que los deportistas tengan primero su casa y luego lo demás. Nos hizo cambiar, se ha preocupado por que tengamos dónde vivir. Además, son de admirarse todas las acciones que hace fuera del beisbol. A mí me da mucho gusto poder participar en esas labores altruistas que hace don Alfredo por medio de sus fundaciones. Me tocó ir a una casa hogar para ancianos y la verdad me conmovió ver cómo viven solos, prácticamente abandonados por sus familias. También me ha tocado ir a hospitales donde hay niños con cáncer. Por un lado es bonito saber que hay alguien que los ayuda, pero también es triste verlos en esa situación. La señora Aurora afirma: “Don Alfredo es un ángel sin alas” y le agradece enormemente el apoyo que le ha dado a su esposo y a su familia para solventar las dificultades que han enfrentado. El Diablo la interrumpe y comenta que le estarán siempre muy agradecidos, que él no sabe qué hubiera hecho, porque un beisbolista retirado ya no tiene forma de generar dinero.

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Iván Terrazas, un nuevo ídolo escarlata, afirma que no deja de asombrarse con todas las cosas que hacen en la Fundación. “Don Alfredo nos regaló el libro Vivir y morir jugando beisbol y fue maravilloso ver la cantidad de proyectos que ha apoyado. Además, nos gustó mucho, tanto a mi esposa como a mí, que igualara su vida con el beisbol: que hablara de sus carreras, sus hits, etcétera”. Y agrega: Mi padre, Martín Terrazas, jugó con los Tigres en los años setenta. Desde pequeño iba a apoyar a los Tigres, crecí con eso; los Tigres eran mi equipo. Pasaron los años y me alejé un poco de la Liga Mexicana, porque me fui a Estados Unidos con el equipo de Atlanta y luego con Monclova, y no fue sino hasta 2008 que el destino quiso que regresara a México. Roberto Mansur me llamó para que ingresara a los Diablos Rojos. Pensé que finalmente podría jugar en la ciudad donde había nacido. “Ahora sí voy a jugar en donde yo vivo”, pensaba. Mayorquín señala que Terrazas llevó a su papá, a toda la familia y a muchos amigos para verlo en su primer juego en México. Justo en ese juego, recién llegado, pegó su primer jonrón y la porra inmediatamente celebró feliz ese primer triunfo tan espectacular; todos aplaudían y gritaban, hasta don Alfredo estaba feliz. Continúa Terrazas: La primera vez que jugué en México fue una noche muy especial, era la inauguración contra Guerreros. Me tocaba mi primer turno y ese mismo día era el último de la ca-

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rrera de Daniel Fernández. Con él en segunda base di el batazo, hice mi primer jonrón en México y él logró su última carrera. Ésa fue la primera de muchas satisfacciones que hemos tenido con Diablos Rojos. Luego me tocó jugar la primera “Guerra Civil” —Tigres contra Diablos Rojos— en el Foro Sol. Estaba muy emocionado y muy nervioso, era la vibra de la Guerra Civil. Cuando juegan, el estadio está a reventar. Se llena, la mitad de las gradas de azul y la otra mitad de rojo, porra contra porra. Fue un día especial para mí cuando me tocó jugar por primera vez contra los Tigres. A lo que agrega: Los Diablos son los Yankees de México, todos los jugadores en la liga saben que jugar contra los Diablos es difícil, fuerte, agotador. Es un equipo muy competitivo, y al resto de los equipos no les gusta venir a México porque saben que el equipo es muy bueno. Es una organización muy completa, donde no te falta nada, te sientes respaldado y respetado. Por ejemplo, hace poco tuve una lesión bastante seria y me sentí muy apoyado por el equipo. En otros equipos, muchas veces hay sanción económica cuando alguien se lesiona, o mandan a los jugadores a los tratamientos médicos más económicos o más cercanos. Aquí en Diablos tenemos al mejor doctor, Cuauhtémoc Reyes, a quien le decimos “San Cuauhtémoc”, porque es un excelente médico; cura como debe ser y el trato que nos da es excelente. Si hay milagros, el doctor Cuauhtémoc los ha hecho con todos los lesionados.

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Mayorquín recalca: “Volvemos al trato para el jugador, que no es una máquina de jugar beisbol, es humano y tenemos que darle un trato humano. Las manos del hombre son el instrumento de Dios en la tierra para curar, porque Él no se va a materializar; el doctor aprende y sus manos curan”. Miguel Ojeda, “el Negro de Guaymas”, quien a los diecisiete años ingresó al equipo, es actualmente el mánager de Diablos. Dice Mayorquín: “Este hombre es nuestro dirigente, es quien marca la línea. Es el hombre más solo, porque todos tenemos un rechazo a la autoridad y entonces la figura de autoridad siempre se siente sola. Como se hizo aquí, todos lo conocen y él conoce a todos”. Ojeda comenta que tuvo una infancia bonita; que el padre de su mamá y sus hermanos se dedicaban a la pesca del camarón y a él le gustaba subirse a los barcos camaroneros. Agrega que le hubiese encantado tener una oportunidad como la que tienen los niños de la Academia de Beisbol: “Hay niños en la Academia de trece o catorce años que van a los cursos de verano. Ya hubiésemos querido ese espacio para entrenarnos. No, qué va. Yo jugaba en la línea amateur de fuerza; Alejandro Acuña había sido jugador de Diablos y fue quien me recomendó con el equipo.

El eslogan de nuestro equipo es un pensamiento de don

Me hicieron pruebas de campo y me aceptaron,

Alfredo: “Jugamos con pasión, ayudamos de corazón”.

luego empecé a trabajar en un curso de verano; ahí vivíamos en la casa club para jugar en el es-

tado. A México llegué como outfield (jardinero), pero quería jugar como catcher”. Considera que es importante apoyar a la Fundación. Cuenta que cuando don Alfredo creó los programas Aporta un Árbol o Desayunos para los Niños comprometía más al equipo. Todas las actividades sociales que organiza don Alfredo han sido un compromiso para los beisbolistas. Su entrada a Diablos en 1994 hizo que fuera diferente el equipo. Puro compromiso para hacer las cosas mejor. Sin que suene barbero ha sido como nuestro segundo padre; junto con el licenciado Mansur han sido pilares de la organización. Como nuestras carreras son tan cortas, siempre pensamos en nosotros mismos, pero con don Alfredo se aprende a pensar en otros y a ayudarlos. Trato de ayudar a la gente cuando se puede. Don Alfredo tiene esa gran virtud de querer apoyar a quien lo necesite. Las carreras que anotamos sirven a muchas familias, para construir sus casas, para dar desayunos escolares, para hacer mejoras en las escuelas comunitarias. Para nosotros es un gran compromiso, no nada más de palabra. Lo aceptamos con mucha responsabilidad. Rompimos el récord de carreras y supimos que era un gran logro y una buena causa. Lo hacíamos gastar más, pero para una causa noble. Él no nos dice “aporten”; pensó una fórmula para motivarnos a jugar mejor y así ayudarlo a apoyar a los orfanatos, a los hospitales. En los partidos, la voz oficial del estadio dice: “Esta carrera es para tal cosa, este hit para tal otra…”, y la ovación responde, motiva para seguir adelante.

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Iván Terrazas recuerda sus visitas a diferentes hospitales donde apoyaron con la infraestructura de las instalaciones, con aparatos para los niños, o con simple compañía. Todos los integrantes del equipo se dividen y se reparten por semanas las visitas a las diferentes organizaciones que apoya la Fundación Harp. Todo gracias a don Alfredo y a la gente que lo apoya. También multiplica la conciencia, porque de otra manera no hubiéramos ido a esos lugares. Yo veo a muchísima gente que no tiene conciencia. Ver a los niños batallando con sus sillas de ruedas, con sus aparatos y pensar que la Ciudad de México no está preparada para los discapacitados es algo terrible. Ahora que estoy lesionado pienso en aquellos que tienen que pasar el resto de su vida en una silla de ruedas. Por eso somos seguidores de lo que hace la FAHH y nos gusta ver cómo se apoya y cómo se quiere cambiar. Se trata de cambiar la mentalidad a la gente para que tenga conciencia. Ojeda añade que a veces es difícil, sobre todo cuando se está de gira. Pero cuando don Alfredo nos pide, lo hacemos con gusto, porque de manera indirecta también formamos parte de ese apoyo. El eslogan de nuestro equipo es un pensamiento de don Alfredo: “Jugamos con pasión, ayudamos de corazón”. México tiene un gran hombre que apoya en todos lados, en todos los municipios alrededor de la Ciudad de México, en todos los estados; estamos muy contentos de ser parte de su equipo. Te compromete al cien por ciento, ¿cómo le dices que no? Él nunca te ordena, él te pregunta si tienes el tiempo para ir. Estás comprometido con él. Es algo que te sirve como formación, como ser humano; aprende uno estando cerca de él. Iván interrumpe: “Es un ejemplo para todos nosotros. Los sueños que tenga uno se pueden lograr trabajando. Es el ejemplo que nos ha dado a todos los Diablos y los Guerreros. La gente que está alrededor de él lo entiende de esa manera. Verlo como un patrón que quisiéramos seguir. Hace un tiempo me dijo que ganar y perder no es algo muy relevante, sino la manera en que ganes o pierdas. Tenemos que saber ganar o perder, con honor. Es una filosofía que trato de aplicar en mi vida y trato de transmitírsela a mis hijos”. Ojeda insiste: “Estamos eternamente agradecidos con él, por su persona. No sólo por lo que don Alfredo significa para mucha gente, sino como dueño de nuestro equipo, como pilar de Diablos. Agradecemos todos los gestos que tiene para con nosotros, la sencillez, su calidad humana, que es inmensa. Estamos contentos de que esté tan cerca de nosotros”. Quién mejor que don Pedro Mayorquín para concluir la plática con una sabia frase: “En el beisbol y en la vida se gana y se pierde, pero se lucha hasta el final, haciendo el mejor esfuerzo”.

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GUERREROS DE OAXACA

En 1995, los Guerreros de Oaxaca se convierten en el equipo de beisbol que tanto añoraban los oaxaqueños. A partir de entonces, la afición beisbolera gozó de los beneficios de tener un equipo en casa. Además de fomentar el deporte y representar un impulso para la economía del estado —por la cantidad de empleos que se generan y el incremento al turismo que se fomenta—, los Guerreros comparten con la Fundación Alfredo Harp Helú diferentes programas de beneficio social, como Home Runs Banamex y Un Hit un Árbol, programas que apoyan a diferentes organizaciones civiles que trabajan por el bienestar social y el cuidado del medio ambiente.

GUERREROS DE OAXACA, UNA FRANQUICIA DE GRANDES HAZAÑAS GUILLERMO SPÍNDOLA

EN OCTUBRE DEL 1995, EN PLENA SERIE MUNDIAL DE BEISBOL, ALFREDO HARP Helú recibió la noticia de que el equipo de los Charros de Jalisco estaba en venta. Como aficionado de toda la vida, y consciente de los beneficios que este noble deporte puede aportar a una comunidad, la posibilidad de llevar la franquicia beisbolera al estado de Oaxaca le resultaba particularmente atractiva. Una vez conseguido el apoyo del gobierno estatal y la aprobación de la Convención Internacional de Beisbol, se anunció que el estado contaría finalmente con su propio equipo, lo que causó revuelo en cada una de sus regiones, ya que durante largos años el sueño deportivo de la entidad había sido contar con beisbol profesional de buen nivel. El esfuerzo que representa tener un equipo profesional de beisbol en Oaxaca rinde poco a poco sus frutos. Los habitantes del estado han encontrado en el beisbol una fuente de esparcimiento sana y segura, que sirve para reunir a las familias y acercar a los niños y los jóvenes a un deporte que exige de ellos inteligencia, disciplina y solidaridad. Por otra parte, los Guerreros atraen turismo a la entidad y, por ende, una derrama económica. Se

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trata de una empresa que genera oportunidades para los jóvenes que han elegido al rey de los deportes como su medio de vida, ya que genera fuentes de empleo que benefician a miles de familias oaxaqueñas de forma directa e indirecta. Con Guerreros, cada carrera cuenta, lo que ha permitido apoyar a diversas organizaciones sociales y proyectos culturales. Por medio del programa Home Runs Banamex se han apoyado a más de setecientas instituciones no lucrativas ubicadas en el estado de Oaxaca. Aunque su historia es corta en la Liga Mexicana de Beisbol, los Guerreros de Oaxaca nacieron para convertirse en los protagonistas del máximo circuito veraniego de beisbol, y en cada temporada han forjado en los diamantes gloriosas hazañas para beneplá-

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cito de los oaxaqueños. Guerreros cumple ya diecisiete años en Oaxaca desde que en el marco de la Convención Internacional de Beisbol, celebrada en Los Ángeles, California, se anunciara la adquisición de la franquicia Charros de Jalisco con el propósito de llevarla a la ciudad de Oaxaca. La Verde Antequera, como también es conocida la sede de los Guerreros de Oaxaca, recibió al equipo y, desde ese momento, la organización ha consolidado el arraigo de la disciplina del beisbol, ya que hablar de Oaxaca es hablar de un gran diamante de ocho regiones, en donde la afición practica y sigue de cerca al rey de los deportes. Fue el 14 de marzo de 1996 cuando el equipo comandado por Alfredo “Zurdo” Ortiz comenzó a

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forjar la historia de una franquicia destinada a grandes hazañas, como la que protagonizara sobre el diamante Nelson Barrera Romellón, “el Almirante”, quien con su récord de carreras impulsadas en 1996 hizo vibrar a la afición, logrando para Oaxaca el primer título en la Liga Mexicana de Beisbol en su faceta de mánager-jugador. Hablar de los Guerreros de Oaxaca es hablar de las batallas épicas de Nelson Barrera Romellón, quien en 1999 impuso nueva marca de cuadrangulares al quebrar el récord del inmortal Héctor Espino; pero también es hablar del pasado reciente y las luchas memorables del equipo en pos de conseguir un segundo título. Hablar de los Guerreros de Oaxaca es hablar de historias de vida de corazón guerrero, como la de la maestra Emelida Cárdenas, hija de la aficionada número uno del equipo: doña Blanquita, de quien heredó la pasión y el

Para los Guerreros de Oaxaca el beisbol no es sólo un

juego, es una empresa que genera oportunidades para juego, Blanquita es la primera en llegar al esta- los jóvenes que han elegido al rey de los deportes como dio Eduardo Vasconcelos, y espera con emoción su medio de vida. Es también un generador de fuentes a que inicie el partido. de empleo que benefician a miles de familias oaxaHablar de los Guerreros de Oaxaca es hablar queñas de forma directa e indirecta. de esa gran familia beisbolera que día con día se da cita en el Eduardo Vasconcelos para apoyar a su equipo; es hablar de historias como la de Ramón Marín Quijano, “el Yuca”, entusiasta aficionado, quien llegó a Oaxaca hace cincuenta años y que, desde la llegada del equipo, ha convertido al beisbol en parte de su vida. Hablar de Guerreros es también hablar de Juan Hernández Martínez, el señor del cuerno y del tambor, que con su llamado diario a la batalla alienta desde la tribuna a cada uno de los seguidores y contagia de alegría al estadio Eduardo Vasconcelos. Así, la Verde Antequera se ha convertido en el fértil terreno sobre el cual se cosechan año con año talento, grandes batazos, grandes jugadas y jonrones a favor en las diversas expresiones deportivas, culturales y de conocimiento que han convertido la historia de Oaxaca en la historia de una franquicia de grandes hazañas. En Oaxaca, como dice don Alfredo Harp, “¡Todos somos Guerreros!” gusto por el rey de los deportes. En los días de

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ACADEMIA DE BEISBOL ALFREDO HARP HELÚ

En el año 2004 se inicia la construcción de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, con el fin de ofrecer a los jóvenes beisbolistas la oportunidad de convertirse en profesionales. El objetivo es impulsar a los jóvenes con capacidades para el juego del beisbol para que desarrollen sus habilidades físicas e intelectuales mediante un programa enfocado en tres áreas: deporte, educación y cultura. La Academia de Beisbol recluta a jóvenes de catorce a diecisiete años con talento para este deporte. Los jóvenes beisbolistas tienen oportunidad de ser jugadores profesionales en el futuro; por ello, la práctica del beisbol y los estudios se conjugan para prepararlos y proporcionales un fundamento y orientación para su vida posterior.

ACADEMIA DE BEISBOL ALFREDO HARP HELÚ

EDUARDO DE LA CERDA

EN 1994 SE INICIÓ LA REALIZACIÓN DEL SUEÑO DEL SEÑOR ALFREDO HARP Helú de convertirse en socio de los Diablos Rojos del México. Un año después, toma la decisión de apoyar en el plano deportivo a la ciudad en la cual había enfocado sus proyectos sociales y culturales: Oaxaca. En 1996 se conforma el equipo de los Guerreros de Oaxaca como una unidad que resalta dentro de la Liga Mexicana del Beisbol. Siguiendo con ese afán deportista y de pasión hacia el beisbol, el señor Harp inició en 2004 la construcción de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú en el paraje de San Bartolo Coyotepec, a diez minutos del aeropuerto de la ciudad de Oaxaca. La Academia se pensó como un lugar de entrenamiento y profesionalización para jóvenes beisbolistas. Su objetivo primordial es impulsar a jóvenes con capacidad y gusto por el juego del beisbol. Para ello, imparte un modelo educativo basado en el equilibrio del deporte, la educación y la cultura. La Academia recluta en todo el país a jóvenes de catorce a diecisiete años con talento para este deporte y les propone una educación integral. Los

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lozanos beisbolistas son apoyados con un alto porcentaje de beca y tienen la oportunidad de convertirse en jugadores profesionales en el futuro. Para ello, la práctica del beisbol y los estudios se conjugan con el fin de prepararlos y proporcionarles un fundamento y una orientación para su vida posterior. Los muchachos son entrenados por beisbolistas de primer nivel, como Ramón “Diablo” Montoya, Edgar Raúl Aquilera Rodríguez y otros entrenadores de renombre nacional; además, reciben educación escolarizada y hacen múltiples visitas y excursiones a lugares emblemáticos de Oaxaca con el fin de enriquecer su bagaje cultural y ampliar su experiencia. El recinto de beisbolistas cuenta con instalaciones propias, pensadas para el mejor desempeño de las actividades de la Academia. La parte exterior cuenta con tres campos de beisbol, un área de jaulas de bateo y una pista, además de una plazuela con áreas verdes y dos estacionamientos. En el interior, el edificio cuenta en la planta baja con un área para oficinas administrativas y de dirección deportiva, un área de comedor situada en la parte central en donde se integra un espacio de juego para los jóvenes deportistas, así como un auditorio. Los espacios de cocina, lavandería y mantenimiento están situados en la parte posterior del edificio, en el ala derecha, junto con los baños de los entrenadores e internos. El ala izquierda está constituida por el área de gimnasio, consultorio médico y fisioterapia. La planta alta está constituida por las habitaciones con capacidad para 48 internos, las habitaciones de los entrenadores, dos salas de televisión y una biblioteca. Todos estos espacios son resultado de un cuidadoso proyecto pensado exclusivamente en preparar buenos deportistas, posibles triunfadores de las ligas profesionales. Los muchachos entrenan en las mejores condiciones posibles en un ambiente agradable, disciplinado, con un control alimenticio y de salud aunado a los programas de los distintos niveles educativos que tienen que cursar. Todo ello permite el desarrollo pleno de sus capacidades físicas y mentales. El señor Alfredo Harp pensó en la Academia como una verdadera escuela formadora no sólo de prospectos para el beisbol, sino de hombres de bien en beneficio de la sociedad.

LOS SUEÑOS SE CONSTRUYEN DÍA A DÍA

ERNESTO ALONSO CÁZAREZ ARIAS

ME LLAMO ERNESTO ALONSO CÁZAREZ ARIAS; NACÍ EL 6 DE NOVIEMBRE DE 1995 en Culiacán, Sinaloa. Mi papá trabaja en Teléfonos de México y mi mamá es ama de casa. Comencé a jugar beisbol a los cuatro años en la liga Tres Ríos en Culiacán. Me llamó mucho la atención este deporte porque mi hermano Diego lo practicaba cuando yo tenía tres años y, desde entonces, me despertó el interés por jugarlo. Antes de llegar a la Academia de Beisbol jugaba en ligas pequeñas o infantiles. Me enteré de la Academia cuando fui a un torneo nacional de regiones en Tijuana, Baja California. Ahí, un buscador de talentos habló sobre la Academia, las instalaciones, los

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entrenamientos, sobre mis estudios, etc. Se lo comenté a mis papás. El buscador habló con ellos y comprendieron que podría ser una buena opción, y a lo mejor una oportunidad única en mi vida, así que decidieron apoyarme, cosa que les agradezco mucho porque me dieron su confianza. Lo primero que pensé cuando me iba a ir a Oaxaca a la Academia fue que tendría que dejar a mi familia, mis amigos, etc. Fue algo muy difícil para mí salir de mi casa a los catorce años; pero en el momento en que llegué me di cuenta de que había sido una buena decisión. Las instalaciones de la Academia están excelentes, los campos se encuentran en muy buenas condiciones. ¡Nada que ver con los campos donde jugaba! Los dormitorios siempre están bien aseados y equipados; el área del gimnasio es muy completa, ya que tiene los aparatos que necesitamos como jugadores. También hay un preparador físico para asesorarnos y cuidarnos. Él está al pendiente por si sufrimos alguna lesión. Nos ayuda a rehabilitarnos y a realizar los ejercicios para obtener la fuerza necesaria a la hora de un partido. En cuanto a los instructores, es algo muy bueno porque tenemos a personas con la experiencia suficiente para este deporte, inclusive exjugadores que han llegado al Salón de la Fama, como Ramón “Diablo” Montoya, y eso es algo que nos ayuda para que nuestra preparación sea más profesional y podamos llamar la atención de los buscadores nacionales o extranjeros. El programa de entrenamiento está muy completo: tenemos el espacio, el tiempo y los materiales para practicar; sólo necesitamos disposición para realizar las cosas. Como

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pitcher practico mi mecánica para desarrollar la velocidad y evitar cualquier tipo de lesión que se pueda presentar en esta posición. En cuanto a mis estudios, que fue una condición que pusieron mis papás, la Academia me ha ayudado mucho, cubriendo los gastos escolares, y eso lo veo como una oportunidad muy grande en mi vida y mi formación como persona. Ya estando en la Academia, continué con mis estudios en la secundaria Solar Juvenil Oaxaqueño, donde cursé mi tercer año de secundaria y tuve mi graduación en el salón Fortín Plaza. Pero antes de terminar el ciclo escolar tenía que resolver dos cosas: mis instructores en la Academia ¿me convocarían para el siguiente curso?, y, de ser así, ¿a qué escuela iba a asistir? Tomé la decisión de presentar el examen de admisión en la Universidad La Salle. Ariel Gracia, otro compañero de la Academia, estaba estudiando ahí y me hablaba muy bien de la escuela. Por fortuna, todo resultó como lo había planeado: los instructores me confirmaron que sí podía regresar al siguiente curso y aprobé el

El porvenir de los jóvenes jugadores se construye en este

examen de admisión en La Salle.

juego de la vida. El deporte se concibe así como un reto

En febrero de 2012 regresé a la Academia y ya estaba inscrito en el primer semestre de bachille-

para mejorar y crecer personalmente dentro del ámbito del beisbol profesional.

rato en La Salle. Confirmé que es una escuela muy buena; me gusta mucho porque tiene un gran prestigio académico y eso me ayuda no sólo a terminar mis estudios, sino que mi nivel académico es mejor y más alto. Cuando llegue el momento, me gustaría estudiar para médico cirujano o ingeniero civil; se me hacen unas carreras muy interesantes y llenan mis expectativas. La Academia ha sido una experiencia en mi vida que me ha dejado muchas cosas para que la formación de mi persona sea mejor. Siento que he mejorado en el aspecto deportivo, en mi mentalidad. Y los valores que aplico más seguido no los tomaba en cuenta como ahora; uno de ellos muy importante: ser responsable. El no tener cerca a tus papás hace que tú mismo te des cuenta de que no siempre te van a estar dando las cosas en la mano, que tienes que esforzarte para alcanzar tus metas. Para llegar a donde quieres tienes que mejorar continuamente. No es necesario esperar a que un buscador nos vea para que ese día le pongamos todas nuestras ganas, tenemos que hacerlo todos los días para que cuando llegue el momento estemos más que preparados y podamos demostrar que tenemos las facultades para jugar en un nivel más alto, que sería el beisbol profesional. Mi motivación es ser mejor cada día, saber que mis padres se sienten orgullosos de mí, que los demás vean que soy una persona con disciplina, que ha luchado por estar en el lugar en que se encuentra y se den cuenta de los sacrificios que ha hecho. Dejar a la familia y los amigos, perderse fiestas familiares, reuniones, etc., todo eso tiene que ser recompensado de alguna manera, y todas las acciones buenas que realices han dado y darán frutos en los momentos más inesperados.

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FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ PARA EL DEPORTE

La Fundación Alfredo Harp Helú para el Deporte es una asociación civil creada con el propósito de impulsar el desarrollo de una cultura física entre los mexicanos, pero sobre todo, con un profundo amor hacia México y el honesto compromiso de contribuir al mejoramiento de nuestro país, ya que el deporte, además de ser una actividad de recreo, un pasatiempo y una diversión, es un complemento en la formación de mejores seres humanos.

UNA RAZÓN PARA ESTAR AQUÍ

CLEMENTE GARCÍA SALAS

DESDE PEQUEÑO ME IBA CAMINANDO A LA ESCUELA CON MI HERMANO Gerardo. Nos gustaba ir juntos y platicar en el camino mientras llegábamos a nuestro destino. Mi hermano me convenció para que nos inscribiéramos al deportivo que estaba junto a la escuela para que, al terminar las clases, lo acompañara a practicar. Aunque el deportivo tenía instalaciones muy austeras, la pista nos servía para entrenar. Nunca imaginé que algún día podría entrenar en instalaciones profesionales con pista de tartán. Ni siquiera sabía lo que era eso. Un día nos invitaron a una competencia de atletismo y cuál fue nuestra sorpresa que resultamos ganadores. En ese momento de triunfo fue cuando decidí iniciarme en el deporte de manera más seria. Gracias a mi hermano, que me insistió tanto, logré adquirir el gusto por el deporte. Gerardo se convirtió en mi entrenador porque le gustaba leer sobre distintas cosas y ponerlas en práctica conmigo. Después, nos hablaron de la Fundación Alfredo Harp Helú para el Deporte, que tenía un proyecto a largo plazo para apoyar a los jóvenes deportistas para sacarlos desde abajo hasta arriba. La Fundación mandaba a los deportistas al Comité Olímpico o a diversos lugares de entrenamiento. En una de nuestras sesiones de alto rendimiento se presentó el doctor Lalú, un representante de la Fundación, y supo que servíamos para esto. Nos

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dijo: “Ustedes no se están equivocando, tienen una razón para estar aquí”. Ahí me enteré de que los deportistas debían revisarse la sangre, cuidar la alimentación y las horas de sueño, así como vigilar otros aspectos importantes. Después de ese entrenamiento, el doctor nos realizó los análisis de sangre y se sorprendió muchísimo porque ni el campeón tenía los niveles de tolerancia a la lactosa que teníamos mi hermano y yo. Me imagino que le dijo a Othón Díaz, el director de la Fundación, que había dos jóvenes con esas cualidades fisiológicas para desarrollar a futuro. Cuando entramos a la Fundación nos pusieron a Jordi Llopart Ribas como entrenador. Él es un atleta español especializado en la prueba de marcha atlética. Ahora, con él, mi hermano se está preparando mejor como entrenador. Además, nos dieron un estímulo económico. Ya podía llegar a la casa y decirle a mi mamá: “Mira, me dieron tanto”. Ya podía aportar algo a la casa y comprarme mi ropa. Fue un cambio importante en mi vida porque me hizo independiente de mis padres y hasta les podía dar algo. Nos costaba trabajo

Nuestro proyecto se enfoca básicamente en la detección

creer que podíamos recibir un pago por hacer lo

de jóvenes promesas del deporte mexicano con altas

que más nos gustaba. Ese apoyo de la Fundación

posibilidades de obtener la preciada medalla olímpica, me siguió motivando para echarle ganas. y a la implementación de acciones que en conjunto conCuando fuimos a Guanajuato, estaba prepatribuyan a su desarrollo deportivo y personal. rado para los 20 kilómetros, pero me torcí el tobillo y me tuve que parar en el kilómetro 6. Para que no me quedara con esa sensación, Gerardo y Jordi me plantearon la posibilidad de participar al siguiente día en la competencia de los 50 kilómetros, aunque caminara sólo 35. Me convencieron. Me aplicaron una pomada en el pie y al siguiente día estaba preparado para competir. Iba a caminar con cincuenteros de mucha experiencia. En el kilómetro 25 seguía al parejo con ellos, así que en ese momento decidí terminar los 50. Se lo comuniqué a Jordi: “¡Sí me aviento a terminarlos!”. Logré posicionarme en el décimo lugar. Vi que tocaron la campanita de que habíamos terminado y me sentía bien, pero me llamaron para decirme que me había faltado una vuelta. No lo podía creer, estaba seguro de que había hecho todas. Entonces el entrenador me dijo: “Échatela para que no quede en 48”. Así que de nuevo a la pista, y todos empezaron a decir: “¿A éste qué le pasa?”. Cuando terminé los jueces me dijeron: “Nos equivocamos, sí habías hecho los 50”. En ese momento supe que tenía la capacidad para esforzarme más físicamente y lograr lo que me proponía. Era el chico desconocido, todavía soy el chico que no conoce nadie. Ése es el problema de las instituciones, que no se dan cuenta que tienen atletas que le echan muchas ganas y que se están impulsando desde abajo, que vienen creciendo, vienen desarrollándose. Somos como arbolitos, digámoslo así. Ellos solamente ven un árbol grande y ya se quieren cobijar en su sombra. ¡No, no! Yo empecé desde abajo. Solamente con el apoyo de la Fundación salí adelante. Qué fortuna haberme metido al deporte. En mi colonia había muchos jóvenes

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con los que me juntaba que ahora son vándalos, drogadictos o madres solteras. Cosas tan desgarradoras que parece que no son reales, pero son verdad. Yo tengo una vida sana con más expectativas. Me siento muy afortunado de haber llegado a este lugar y conocer a las personas que ahora conozco. Qué bueno que Dios me guió por este camino y no me dejó quedarme solamente con lo que había. En la Fundación somos un equipo; no está sólo el deportista sino está todo el equipo: el doctor, los entrenadores, Othón, Cristian, David. El señor Harp es el principal miembro del equipo; está su apoyo, lo sentimos y lo sabemos. Yo creo que nos conoce, debe ver los informes, me imagino. Ha de sentir padre que uno de los jóvenes que está apoyando esté trascendiendo como él quiere. Quiero que sepa que lo que él hace se refleja en la felicidad y la alegría de cada atleta que apoya. Pero no solamente se trata del dinero: contar con el apoyo de una persona tan buena, tan generosa, que ayuda a tanta gente es algo excepcional. Yo creo que se va a ir al cielo, porque sin conocer a las personas las apoya, las ayuda a cumplir sus sueños. A mí me tocó esa fortuna. Esto no es de un día para otro, se necesitará tiempo y mucho trabajo para que se cumplan mis sueños. Todos giran en torno a algo, y siento que todos giran en torno a mis sueños.

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NOS HAN CAMBIADO LA VIDA

GERARDO GARCÍA SALAS

ACTUALMENTE SOY ENTRENADOR DE ATLETISMO EN LA ESPECIALIDAD DE marcha por parte del Centro Nacional de Alto Rendimiento (CeNARD) y es lo mejor que me pudo haber pasado, aunque no fue fácil llegar aquí. Siempre traté de mejorar lo que me enseñaban. En general así soy: trato de aprender todo lo que se pueda y mejorarlo. Soy aventado y cuando algo se me mete en la cabeza veo la forma de hacerlo, aunque en un principio no sepa muy bien cómo. Mi primer contacto con el deporte fue con mi hermano. Íbamos en la secundaria Juan Rulfo, que es el autor de El Llano en llamas. Desde ahí veíamos a un grupo de muchachos que entrenaba en el terreno que se encontraba a espaldas del lugar donde estudiábamos. Yo le insistí a Clemente para que nos fuéramos a entrenar después de la escuela, para no andar en las calles. Cuando me enteré de que no se tenía que pagar nada empecé a entrenar; me sentí muy bien y, al poco tiempo, invité a mi hermano para que entrenáramos juntos con el profesor Quiroz. El lugar se llamaba El Arenal y era sólo una pista trazada en la tierra; ahora ya no existe, la rehabilitaron y es una plaza pública. Teníamos quince y dieciseis años. No teníamos grandes aspiraciones, sólo queríamos entrenar. Sin embargo, empezamos a competir en el barrio, en el municipio y en otros estados. Íbamos poco a poco, de acuerdo con los procesos selectivos. Mi hermano era quien sobresalía. Nuestro grupo de El Arenal se estaba deshaciendo un año después de que empezamos; el profesor Quiroz tuvo un accidente y ya no podía continuar. Le dije que no quería que se deshiciera el grupo, que yo podría tomar las riendas, que con lo que aprendí de él les podría enseñar a los chavitos. Todos eran niñitos de diez o doce años, y unos hasta más grandes que yo; todos me hacían caso, a mí, que tenía diecisiete. El entrenador se sentía muy orgulloso de lo que yo estaba haciendo. Sin embargo, al cabo de ocho meses, mi hermano y yo nos dimos cuenta de que teníamos que superar esa etapa: necesitábamos cambiarnos y entrenar en una pista con mejores condiciones, porque aquélla era muy rústica y no nos permitiría avanzar. Así que nos movimos de sede. Emigramos para Ciudad Deportiva, a veces íbamos hasta sin comer. Le dije a mi hermano que yo lo entrenaría, él ya tenía cierto nivel y no podíamos perder todo el trabajo que ya habíamos hecho. Me preparé, leía muchísimo sobre entrenamiento deportivo, indicadores de salud y periodización. Los libros que más me sirvieron fueron Periodización. Teoría y metodología del entrenamiento, de Tudor O. Bompa, pues explica aspectos importantes del entrenamiento de alto nivel o planificaciones que proponen diferentes autores, que él retoma y pone en textos sencillos y fáciles de entender; Teoría general del entrenamiento deportivo olímpico, de Vladimir Platonov, y uno de Jesús García sobre indicadores de salud. Leer fue mi gran salto, porque mi entrenamiento era más profesional que lo que hacía en El Arenal. Le diseñé a mi hermano un plan muy

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completo de entrenamiento y juntos fuimos viendo qué funcionaba y qué no; con los libros es cosa de ensayo y error. Empecé a ser el entrenador de mi hermano por amor y pasión, sin nadie que nos apoyara. Una vez fuimos al CeNARD y le pedimos a un entrenador que nos dirigiera. Nos bateó muy feo, nos dijo que para qué íbamos ahí, que no teníamos posibilidades de entrar, o a lo más como costales para los boxeadores. Así que decidimos pagar la cuota mensual en la Ciudad Deportiva para que mi hermano entrenara. A mí me dieron permiso para ser su entrenador sin pagar, pero cuando cambiaron a los directivos me querían cobrar también. Fue difícil. No ganábamos nada ni teníamos ingreso para entrenar, lo hacíamos por gusto, y también nos sentíamos con posibilidades de competir. Cuando estábamos un poco más preparados nos fuimos a Chihuahua, con el apoyo de nuestros padres, a una competencia clasificatoria para el mundial de marcha. Fue nuestro primer campeonato internacional, y mi hermano logró la clasificación. Ahí fue cuando Othón Díaz, el director de la Fundación Alfredo Harp Helú para el Deporte, nos vio y nos dijo que valía la pena apoyarnos. A mí me dieron una beca como entrenador y a Clemente como atleta; no era mucho, era algo simbólico, pero nos ayudaba con los pasajes y para comprar comida; ahí empezó nuestro camino. Yo estaba muy contento porque era mi primer ingreso como entrenador. Con esta beca pudimos dejar de ser

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jardineros en las zonas habitacionales y dedicarnos al deporte. Fue cuando pudimos ingresar finalmente al CeNARD. Ahí se me ocurrió la idea de formar un grupo de jóvenes: identificar a chavos pequeños en las escuelas primarias y secundarias para entrenarlos por parte del CeNARD. Funcionó, es un programa que está rindiendo frutos. En México no se da seguimiento a los programas de detección de talentos. Y lo malo es que sí hay muchos jóvenes que tienen el potencial para ser deportistas, pero no lo saben y nadie los busca. Ahora el CeNARD me apoya, tengo un grupo de niños que entreno y me prestan una camioneta para ir a las escuelas. Hemos encontrado a niños que serán muy buenos deportistas. Otro de los apoyos por parte de la Fundación Alfredo Harp Helú fue la contratación del entrenador Jordi Llopart; con él trabajamos juntos entrenando a mi hermano y en el proyecto de búsqueda de talentos, al que nombramos “El ABC de la marcha”. La Fundación ha influido en mi formación educativa, porque con Jordi he aprendido mucho, además de que estoy tomando cursos universitarios a distancia. La Fundación también apoya a la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme) en el área de capacitación. Yo he tomado todos los cursos de la Codeme, en los tres niveles, gracias al apoyo de la Fundación. Me siento muy agradecido porque me han abierto puertas, he estudiado, he ampliado mi conocimiento, he conocido a personas y lugares que no conocía, estoy en el CeNARD, que es de los mejores lugares en México para entrenar. La verdad estoy muy agradecido, la influencia de la Fundación en mi formación ha sido invaluable, también han apoyado mucho a mi hermano y a muchos otros deportistas. Nos han cambiado la vida. Yo creo que la Fundación es sinónimo de cambio. Vale la pena seguir haciendo esos esfuerzos por el simple hecho de saber que se está haciendo el bien.

TRANSMITIENDO LA EXPERIENCIA

JORDI LLOPART RIBAS

VINE A MÉXICO INVITADO POR LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ Y LA Conade, pues en conjunto notaron la necesidad de tener un técnico que ayudara a unificar criterios con todos los entrenadores mexicanos. No es la primera vez que vengo a México, he visitado este país en distintas ocasiones desde hace más de treinta años; unas veces para entrenar yo mismo y otras para trabajar con otros entrenadores. A partir de 2010 vine específicamente a un proyecto de cuatro años, con el propósito principal de estandarizar los métodos de entrenamiento entre los marchistas con potencial olímpico. En el camino surgió también un programa de captación de talentos en escuelas primarias y secundarias; funciona muy bien: hemos descubierto a jóvenes que darán buenos resultados. Como atleta llevo toda la vida entrenando, mi papá fue mi primer entrenador, fue muy importante para mí. El que me descubrió a nivel profesional fue el profesor Jerzy

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Hausleber, “el padre de la caminata”, es mi segundo padre deportivo. Él fue quien me trajo a México para que pudiera revolucionar la marcha, para que lograra mejores resultados en condiciones más difíciles de altitud. Llegué aquí, por primera vez, a los veintiséis años, pero la caminata la hacía desde los dieciseis. También estudiaba, obtuve mi título de Enfermería y trabajé en mi especialidad una temporada. El cambio en mi vida se dio cuando logré ser campeón de Europa en 1978, cuando gané la medalla de oro. Entonces, me dieron una beca de excelencia para poder entrenar tiempo completo. A los dos años, en 1980, gané la medalla de plata olímpica en Moscú. De México aprendí la técnica y los sistemas de entrenamiento también; siempre me enfoqué a los campamentos de altitud. Yo me llevé toda la técnica para España y Europa, y en 1992, que no califiqué para los Juegos Olímpicos de Barcelona, “no hay mal que por bien no venga”, pude entrenar al primer campeón olímpico, medallista de oro, del atletismo español, que fue Daniel Plaza, en 20 km marcha. El atleta superó al entrenador, superó el resultado que yo obtuve doce años atrás. Recientemente, en mi trabajo como entrenador, me puse de acuerdo con Othón Díaz, de la FAHHD, y entonces vine a México para formar un grupo muy potente de entrenadores. La idea es estandarizar los criterios técnicos que ya ahora están trabajando, y así también podemos planear un programa para ir formando a otros entrenadores. Con los jóvenes atletas lo que intentamos es que ellos logren comprender nuestras enseñanzas

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y las hagan suyas, que entiendan que nuestra experiencia y lo que hemos aprendido les puede servir. Tenemos métodos de entrenamiento bastante rigurosos. A los atletas se les hacen estudios cotidianamente, y entonces podemos saber en qué condiciones están, tanto física como psicológicamente; así, basándonos en nuestras experiencias y conocimientos, podemos saber qué les hace falta o cómo podemos mejorar su salud y rendimiento. De la misma manera, con la biomecánica podemos analizar la perfección de la caminata, por ejemplo, para respetar la regla de que un pie siempre tiene que estar en contacto con el suelo. Cada tres o cuatro meses les hacemos una revisión nutricional a los atletas, para ir modificando su dieta en función de sus entrenamientos y competencias, tomando en cuenta las necesidades de cada uno. Con la Fundación trabajé este periodo olímpico y cada vez tenemos mejores resultados, ya tenemos un 4° lugar preolímpico y dos olímpicos en 20 km. Considero que el trabajo está rindiendo frutos y que el interés integral de la Fundación de darles oportunidades a los atletas que tienen potencial debe continuar.

EL DEPORTE FUE MI VERDADERA ESCUELA

IVÁN GARCÍA NAVARRO

N ACÍ EN 1993 EN GUADALAJARA, JALISCO. CUANDO TENÍA SIETE AÑOS empecé a entrenar porque era muy inquieto, tenía muchos problemas de conducta en las escuelas. Los doctores me habían diagnosticado un problema de déficit de atención con hiperactividad. Era muy latoso. Los psicólogos decían que iba a ser un delincuente. La directora, mis maestros y mis padres estaban muy preocupados; ya no sabían qué hacer conmigo y vieron que lo mejor para mí era que practicara algún deporte, para que pudiera canalizar la energía que tenía adentro. Necesitaba quemar todas las energías y cansarme. Así fue como empecé en los clavados, y sí funcionó. Realmente me calmé porque este deporte es muy desgastante, te cansas mucho. Al principio lo hacía por darle gusto a mis papás, pero seguí entrenando y en 2004, cuando tenía once años, saqué mi primera medalla. Fue en ese momento cuando empezó el gusto por los clavados, ya no lo hacía por exigencia de mis papás, sino porque me gustaba realmente. En 2010 gané mi primera medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe; luego, en Singapur, ese mismo año, gané otra de bronce, en los Juegos Olímpicos de la Juventud; después, en el 2011, dos de oro en los Juegos Panamericanos: una en la plataforma de los 10 metros y otra en plataforma de 10 metros sincronizado junto a Germán Sánchez, que también está en la Fundación; por último, en los Juegos Olímpicos de 2012, en Londres, una medalla de plata en plataforma de 10 metros sincronizado, también con Germán.

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Cuando tenía como catorce años empecé a recibir apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú. Todavía no tenía buenos resultados, era muy chico, apenas estaba empezando mi carrera deportiva. Se puede decir que me apoyaron desde pequeño porque, contrariamente a lo que hacen muchas marcas, que apoyan a los deportistas cuando ya están hechos, cuando ya son estrellas, en la FAHH decidieron apoyarme cuando vieron que tenía cualidades para este deporte. Estoy muy agradecido con la FAHH, porque gracias a ellos he alcanzado todas mis metas, he realizado todos

El programa posee una estructura diversificada que

mis sueños. Independientemente del apoyo eco-

incluye a entrenadores, instalaciones deportivas apro- nómico, sentir que alguien confía en ti, y más una piadas, equipo multidisciplinario de apoyo, especial- fundación tan importante a nivel nacional, te immente de laboratorios científicos para el estudio y pulsa a seguir adelante. Llegas a los entrenamientos y a las competencias más tranquilo. determinación de sus verdaderas posibilidades. Realmente me apoyaban en bastantes cosas: me dieron una beca, además de solventar otros gastos, como la alberca, el gimnasio, los viajes nacionales —que nos sirven bastante para el fogueo— y también los viajes internacionales para las competencias. Todas las competencias que gané se las debo a mi entrenador y a la ayuda generosa de la Fundación. Para esto, nos hacían pruebas de distinto tipo, y aun cuando las de sangre me hacían sufrir sabía que eran muy útiles para conocer las partes del cuerpo donde tenía que aumentar fuerza. Esta medalla olímpica que acabo de ganar creo que fue un éxito importante también para ellos. Le apostaron a un chavo del que no sabían siquiera si ganaría alguna competencia o si se iba a quedar en el camino. Creyeron en mí y gracias a Dios siento que el apoyo se vio reflejado en los resultados. El deporte fue mi verdadera escuela porque me enseñó sobre los valores, a tener respeto, ser humilde, saber que nada es imposible, soñar, saber que con esfuerzo todo se puede realizar. El deporte es la mejor escuela que pude haber tenido. Mi entrenador, Iván Bautista, ha sido también un maestro porque aunque estaba a cargo de un niño muy latoso entendía perfecto que simplemente era un niño que tenía un problema y que había que apoyarlo. Estoy también muy agradecido con él. Me supo comprender y guiar en el camino. Lo que más trabajo me costó fue tratar de hacer las cosas bien aquí en el CODE (Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y Apoyo a la Juventud), porque me tenía que alejar de mi familia, sufría de miedo, de frío; porque al entrar aquí estás dedicado sólo al deporte; te enseñas a ser hombre, no macho, sino un ser humano con principios que respeta y es respetado.

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A corto y mediano plazo quiero seguir en el mundo del deporte, en los clavados, seguir entrenando. Tengo planeado salirme en el 2017, si todo sale bien en el Campeonato Mundial de Natación que va a ser aquí en Guadalajara. Pueden pasar muchas cosas todavía. Espero poder lograrlo. Estoy concentrado y voy a trabajar muy duro para hacerlo. También estoy estudiando la carrera de Administración de Empresas y espero que el dinero que he ganado en los deportes me sirva para poner un negocio. Si tengo hijos me gustaría que fueran clavadistas, pero eso será cuestión de ellos. Una vez que saqué medallas se me acercaron bastantes marcas, pero repito, se acercan porque ya soy conocido, y ahora medallista olímpico; en cambio, la Fundación me apoyó desde pequeño. El deporte cambió mi vida, es cierto, y hasta el momento todo ha sido para bien, pero sí es complicado vivir la parte de la fama, no sé cómo llevar ese camino bien. Como dice mi entrenador: “Todo nace con un pensamiento y todo se puede hacer realidad”. Hay que enfocar las energías en algo positivo —lo que sea: deporte, danza, música— y no estar en la calle vagando, sino haciendo algo positivo para que México algún día te lo agradezca.

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HAY QUE PENSAR EN GRANDE

GERMÁN SAÚL SÁNCHEZ SÁNCHEZ

TENGO VEINTE AÑOS Y LLEVO DIEZ AÑOS EN LOS CLAVADOS. HE TENIDO varios entrenadores, pero con Iván Bautista, a los catorce años, di el brinco competitivo, mejoré mucho mi técnica. Él me enseñó a no limitarme, siempre me dijo: “Tú sí puedes, sí puedes”. Es un soñador, siempre piensa en grande. Pero si hablamos de profesores de vida, mi padre fue quien me enseñó por primera vez a echarme un clavado. Cuando yo llegué a entrenar por primera vez, ya sabía echarme mortales y del trampolín, él fue quien me enseñó. Tuve el privilegio recientemente de aventarme con él clavados sincronizados, lo cual me hizo muy feliz, fue como celebrar juntos. Con Iván Bautista mis entrenamientos se volvieron mucho más profundos, empecé a lograr clavados nuevos y llegó la primera oportunidad de competir en los Juegos Centroamericanos Juveniles. Ganamos el primer lugar, luego fuimos a los Juegos Panamericanos Juveniles y lo mismo, quedamos en primero. Más adelante, en un mundial a finales de 2007, en la etapa clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Beijing, Iván siempre me apoyaba, me decía que yo podía ganar. No me la creía, pues veía con quién me tocaba competir, pero él me decía que no les tuviera miedo —me cambiaba los pensamientos—, que estaba muy preparado y con muy buenos clavados, y así fue: gané ahí también. Lo mismo en la Copa del Mundo: clasificamos y pudimos competir en los Juegos Olímpicos. Para mis primeras competencias internacionales, la Fundación Alfredo Harp para el Deporte me apoyó, además de otorgarme una beca, incluso antes de que mi propio estado lo hiciera. Yo estoy muy agradecido por la confianza. Ellos no piden nada a cambio, simplemente es un apoyo para lograr un cambio profundo en México. En nuestro caso como atletas, nos apoya para ser mejores, para lograr nuestras metas y tener buen nivel de competencia. Estaremos siempre muy agradecidos con las personas de la Fundación. Tuve la oportunidad de conocer al señor Alfredo y al señor Othón, del área de deportes. La Fundación tiene un gran líder y todos sus integrantes responden igual, pues él es una excelente persona, lo que están logrando es un cambio para bien. Quisiera hacer también otras cosas, aunque nunca perdería totalmente el vínculo con este deporte que me ha dado tanto. Además de terminar la carrera de Mercadotecnia, el sueño que tengo es trabajar en algún momento en el Cirque du Soleil, donde podría poner en práctica mucho de lo que he aprendido como clavadista y en los entrenamientos. Pero lo más importante, sin duda, lo que más quiero, es tener una familia y enseñar a mis hijos todo lo que he aprendido de mis padres, de mis entrenadores y de este deporte que me llena completamente. Como dice mi Iván: “Hay que pensar en grande”.

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MÁS RIESGO, MÁS ADRENALINA

ALEJANDRA OROZCO LOZA

NACÍ EN EL ESTADO DE JALISCO EN 1997. EMPECÉ EN EL DEPORTE PORQUE de pequeña era excesivamente activa, tenía mucha energía. Le pedí a mi mamá que me metiera a practicar algún deporte. A los nueve años entré a gimnasia y estuve ahí como cinco meses; pero fue en realidad cuando visité el CODE (Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y Apoyo a la Juventud) y vi la fosa de clavados que me quedé impactada; me gustó más, se me hizo como más arriesgado y de más adrenalina aventarse desde allá arriba. Era un reto tratar de brincar desde la plataforma, dejarme llevar como quien cae a un abismo. Lo que más me gusta es entrenar y el miedo que se siente al tirarse los clavados, un miedo que a la vez se siente bien, pues poco a poco logras dominar el vértigo y vas avanzando y logrando clavados más difíciles. Empiezas en el trampolín de 1 metro, luego pasas a los de 3, 5 y 7.5 metros, y finalmente llegas al de los 10 metros. Ya que logras los 10 metros vas haciendo más complejos los clavados. También están los clavados

En el programa de Alto Rendimiento Deportivo, im-

sincronizados en trampolín y en plataforma.

pulsado por la FAHHD, los atletas de diversas disci- Cuando comencé con los sincronizados me senplinas reciben atención integral por medio de un tía feliz, era algo que siempre había querido entrenamiento técnico, táctico, competitivo y psi- hacer. Me llamaron y me sentí muy contenta. Los clavados son un deporte muy estético; te cológico, así como la orientación de sus necesidades califican todo: estar derechita al salir de la plataacadémicas, sociales y personales. forma y al entrar al agua, tomar una altura adecuada, tener buen impulso, buena velocidad en el aire y una buena posición de cada parte del cuerpo. Un deportista se hace a base de entrenamiento, ya en la competencia tienes que hacer lo mismo que en el entrenamiento, con mucho esfuerzo. Debes aprender a dominar tu cuerpo, a controlarlo, para obtener la posición correcta, la inclinación deseada. El CODE tiene un sistema de educación en el que puedes tomar clases entre el entrenamiento de la mañana y el de la tarde; así hice dos años de primaria y los tres de secundaria. Es una especie de internado, porque estudias y entrenas todo el día. Actualmente curso la preparatoria, pero afuera, en la preparatoria abierta; voy los viernes y así lo combino con el resto del trabajo que tengo en la semana. Ahora le dedico más tiempo a los entrenamientos que a la escuela: son ocho o nueve horas diarias de entrenamiento, la mitad en la mañana y la otra mitad por la tarde. Yo disfruto mucho cada día. Cuando fui a los Juegos Olímpicos yo iba con la mentalidad de aprovechar, aprender y disfrutar. Estoy muy chica para pensar en los nervios o en el compromiso, tenía quince años cuando fui a Londres. Fui a disfrutar y a dar lo mejor de mí. Son experiencias que no se vuelven a repetir y es mejor no sufrirlas. Además, fui a competir en clavados sincronizados con Paola Espinosa, que es una campeona y es alguien a quien siempre he

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admirado; ella siempre me ha apoyado y me motiva para seguir. Cuando ganamos la medalla de plata en Londres fue fantástico. Como que todo llegó muy rápido, y aun así el esfuerzo previo había sido inmenso. Lo que esa victoria me hizo sentir es que yo quería más, que no quería que todo terminara ahí. Quiero seguir adelante, seguir compitiendo. Quién sabe qué pueda pasar en cuatro años, pero me gustaría ir a las siguientes olimpiadas, así que en los entrenamientos pienso todo el tiempo en la siguiente competencia, la que viene ahora. Mi motivación es siempre seguir adelante. Me involucré con la Fundación hace muy poco, otros atletas empezaron más pequeños, pero yo todavía no me había metido. Un poco antes de los Juegos Olímpicos el entrenador Iván Bautista le propuso a la Fundación que también me apoyara. Consideraba que estaba haciendo bien el trabajo y ellos aceptaron su propuesta. Es un apoyo muy grande para los deportistas, porque en la Fundación no te apoyan cuando ya ganaste algo, sino desde que estás iniciando; confían en ti y en lo que puedes llegar a hacer. La Fundación confió en mí antes de que ganara la medalla. Me sirvió mucho, porque es un apoyo motivacional y también para lo necesario en la vida de un atleta, que no es fácil.

EL DEPORTE REQUIERE UN TRABAJO INTEGRAL

IVÁN BAUTISTA VARGAS

HABÍAMOS OÍDO HABLAR DE LOS APOYOS QUE LA FUNDACIÓN ALFREDO Harp para el Deporte otorgaba a los atletas. En una olimpiada nacional me acerqué a Alfredo Harp Calderoni para comentarle que mis clavadistas eran los mejores de México en las categorías que trabajaba la Fundación y que quería ver si podían ser considerados para gozar de algún estímulo. Efectivamente, dijo que la Fundación estaba en busca de

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los mejores deportistas del país y que, por supuesto, evaluaría a mis atletas. Así fue como lo conocí; era un gran apasionado del deporte. Es una desgracia que se nos fuera tan pronto. A partir de su muerte cayeron los ánimos, porque él era quien estaba al frente de las actividades deportivas de la Fundación. Posteriormente, Othón Díaz se hizo cargo y me dijo que sabía que mis atletas eran los mejores de México —ahora son Iván García, Julián Sánchez, Aranza Chávez y Alejandra Orozco—, pero que si sabía de otros se los propusiera; así que le recomendé a una chica de Baja California Sur y otros de Monterrey para que también ingresaran. El éxito es un asunto de iniciación temprana. A la mayoría de mis atletas los tengo desde pequeños porque así los puedo ir formando y entrenando con tiempo. Éste es un aspecto que, de todas las instituciones deportivas que hay en el país, sólo la Fundación entiende realmente: las instituciones se fijan en los atletas consumados, pero nadie le apuesta a los que empiezan. Y sucede lo mismo con los entrenadores: nunca son tomados en cuenta, su trabajo no es reconocido. La FAHHD es la primera institución que apoya específicamente a los entrenadores: nos da nuestro lugar, como debe ser. Casi todas las instituciones se fijan solamente en los deportistas; en cambio, la Fundación estimula a entrenadores, atletas e incluso preparadores físicos. Mi historia es muy curiosa: no soy clavadista, estudié educación física en la Escuela Nacional de Educación Física. Cuando me tocó hacer mi servicio social recibí una invitación del Seguro Social para trabajar con los clavadistas en la Clínica 23. Acepté participar y a partir de ahí le tomé gusto a los clavados. En 2006 nos fuimos a la Conade, y fue estando ahí que consideré buscar patrocinios. Los de la FAHHD fueron los únicos que le apostaron a atletas que resultaron olímpicos. Fue la más certera de todas las instituciones deportivas; los apoyaron desde peque-

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ños y esa confianza rindió frutos. De la Fundación recibimos ayuda económica y en especie, pero también hacen un seguimiento físico de los atletas: llevan sus registros médicos, les hacen análisis de sangre y de resistencia física. Desde 2009, y por lo regular, he llevado al equipo de la selección nacional de clavados, incluso en las últimas olimpiadas del 2012. Casi siempre llevo más de la mitad de la selección. Resulta que las federaciones y la misma Conade muchas veces no pueden apoyar con los viajes. La FAHHD nos ayuda con los boletos de avión nacionales e internacionales y hospedaje para todos. Tres de los chicos que entreno fueron medallistas, y la FAHHD, en reconocimiento a su esfuerzo, les dio un premio de $250 000. A los entrenadores también nos tocó; en mi caso fue un bono de $50 000. Recuerdo que el

La FAHHD es la primera institución que apoya especí-

padre de uno de los chicos le escribió al señor Alfredo Harp una carta de agradecimiento por

ficamente a los entrenadores: nos da nuestro lugar, como debe ser. Casi todas las instituciones se fijan sola-

haber creído en su hijo. La situación económica

mente en los deportistas; en cambio, la Fundación esti-

de la familia no permitía enviarlo a las compe-

mula a entrenadores, atletas e incluso preparadores físicos.

tencias internacionales, y justo cuando pensaban que no podría competir llegó el dinero de la Fun-

dación. Gracias a ese apoyo pudo competir y sacó la medalla. La ayuda no hay que dimensionarla en la cantidad, sino en lo significativo que es para los atletas y los entrenadores. El deporte es como una empresa: requiere planeación, recursos, trabajo y supervisión constante. Veo el deporte como un compromiso. Trabajo con jóvenes y niños, y me dedico a desarrollar el potencial que traen. Lo segundo es crear las mejores condiciones de entrenamiento. Hallar espacios donde puedan entrenar varias horas diarias y donde puedan llevar a cabo tanto sus actividades deportivas como sus estudios. Consulto con otros entrenadores, busco especialistas, analizo los indicadores que muestran si va bien el atleta para competir a nivel internacional. Hay que saber de planificación, de técnicas, de ciencia del deporte, entre otras cosas. La FAHHD apoya en esta parte. Busco por todos lados para que los muchachos estén lo mejor supervisados que se pueda. El deporte requiere un trabajo integral. La verdad es que estamos muy agradecidos con la Fundación por creer en nosotros, con el señor Alfredo y con su familia, con todo el personal que lo acompaña en esta labor —el doctor Othón y todo el equipo de la Fundación—, porque su apoyo ha hecho toda la diferencia para nosotros.

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GRUPO MARTÍ / SPORT CITY

En un país como el nuestro, que tiene graves problemas de salud por delante y grandes retos como sociedad, es fundamental trabajar por la salud física. Grupo Martí ha cuadriplicado su tamaño desde que Alfredo Harp lo adquirió. Actualmente, busca generar sinergias entre las diferentes empresas que lo conforman: Tiendas Martí, Sport City, Emoción Deportiva, Sport City University, Fitness Total, Sportravel y City Café, para presentar propuestas integrales y proyectos sociales que beneficien a la población en su conjunto.

TRABAJAR PARA LA SALUD

PAUL SMITH

ESTOY ENAMORADO DE ESTA EMPRESA, DE LO QUE HACEMOS, DE LA FORMA en que se lleva este negocio y de la cultura que tiene. Para mí es un orgullo dedicarme al tema de la salud. Entré a Sport City porque buscaba ser parte de un grupo con compromiso ecológico, que trabajara por la gente, por una vida más sana. Es justamente en esto donde tengo la mayor empatía con don Alfredo; desde que adquirió Grupo Martí, los proyectos sociales han sido una actividad fundamental, su preocupación por la gente es impresionante. En un país como el nuestro, que tiene graves problemas de salud por delante y grandes retos como sociedad, es fundamental trabajar por la salud física. Si seguimos con la tendencia actual, en un futuro no habrá recursos suficientes para cuidar a la población; claramente estamos en un camino que nos esta llevando hacia la hipertensión y la diabetes, todo esto crónico y provocado por no activarse físicamente. Éste siempre ha sido un negocio muy cambiante, todo el tiempo hay que estar innovando y no hay un día en que diga: “Vine a hacer lo mismo que hice ayer”. El resultado ha sido un crecimiento brutal: Grupo Martí ha cuadriplicado su tamaño, y actualmente busca generar sinergias entre las diferentes empresas que lo conforman: Tiendas Martí,

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Sport City, Emoción Deportiva, Sport City University, Fitness Total, Sportravel y City Café. Cuando llegué al grupo había 73 tiendas y estábamos abriendo el noveno club; el día de hoy tenemos 245 tiendas y 40 clubes con más de 100 000 socios en 15 ciudades distintas. Aquel año corrieron 10 000 personas, mientras que este año correrán 320 000 en carreras organizadas por nosotros. Todo un crecimiento en los números y en el impacto social, eso es lo que me gusta tanto de esta empresa. Este desarrollo se ha conseguido gracias a la intervención de don Alfredo Harp. Con la anterior estructura no había cómo seguir creciendo, tampoco se tenía una visión tan enfocada para explotar el potencial del grupo. Las compañías que lo conforman eran completamente autónomas e independientes; de hecho, por regla general, la gente de Sport City no podía participar en las juntas de Martí y viceversa, y entonces, lejos de haber sinergias, cada quien estaba en su nicho. La diferencia es que hoy nos sentamos todos juntos, está mezclada gente de Martí con la de Sport City para hacer colaboraciones cruzadas. Este tema lo trajo don Alfredo, trajo la visión de que teníamos que unirnos para pensar en el cliente. El hilo conductor en todas las unidades es siempre el bienestar, la salud, el deporte, el ejercicio y transmitir a la gente los beneficios que tiene la actividad física en el ser humano. Esto es lo que nos liga a todos. Buscamos generar una experiencia integral para el usuario final desde el comensal de City Café, el corredor de Emoción Deportiva, el socio de Sport City y el cliente de Martí. Atendemos a toda la gente, desde la que está iniciando hasta atletas de alto rendimiento. Tenemos diferentes unidades para apoyar y asesorar a los deportistas en todos los campos, desde la venta de productos y eventos hasta la parte nutricional, de entre-

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namiento y tratamiento de lesiones; es decir, aquí tenemos la posibilidad de ofrecer un trato integral tanto a socios como a no socios, los acompañamos en el camino para evitar lesiones y para que su progresión sea más rápida y tangible. Sabemos que la gente se motiva al ver mejoras y así continúa con el ejercicio, por eso vamos con ellos de la mano para que poco a poco vayan entrenando y midiendo sus resultados. Emoción Deportiva domina el mercado de carreras, porque los valores agregados que le entregamos al corredor son completamente distintos, y todo esto es gracias a don Alfredo, quien nos dijo: “A mí no me hace ningún sentido que todos vean al deporte y no se hablen entre ustedes, que todos tengan casi al mismo cliente y no aprovechen la interacción con ellos”. Mucho de lo logrado ha sido porque don Alfredo ha tenido la confianza en que podemos obtener un resultado diferente. El Maratón de la Ciudad de México es la carrera más exitosa que tenemos en Grupo Martí. Este año cerramos las inscripciones con 9 000 participantes, pero teníamos la demanda para hacerlo de 17 000 personas. El de este año fue el primero que se organizó bajo esta nueva visión, que no fuera sólo una carrera, y por ello se le propuso a las autoridades del gobierno capitalino un plan de seis años para lograr posicionar al Maratón de la Ciudad de México en el top ten del mundo. Para lograr este objetivo hay que cumplir algunos propósitos, entre otros, que 25 000 corredores crucen la meta. Tenemos que duplicar el número de gente que lo termina. Para lograrlo vamos a ligar esfuerzos con el gobierno para que más gente participe y sea una fiesta para la ciudad. Las autoridades van a promover el tema a través de la Secretaría de Turismo. Este año tuvimos mucha más producción, como en los mayores maratones del mundo: se regalaban pruebas de pisada, accesos a la carpa de recuperación, puntos de hidratación, exhibición de productos; hasta hubo un City Café y guardería para niños. Fue un gran evento que recibió comentarios increíbles, hubo cosas que no se habían visto antes en México. Medimos el tema de percepción neta y los resultados fueron muy positivos: un 93% de aprobación. Cuando me ofrecieron la dirección, don Alfredo ya tenía algún tiempo como accionista y su participación era principalmente a través de consejos. Cuando se llegó al punto en el que las aspiraciones del grupo eran más grandes que los recursos que se tenían, don Alfredo decidió tomar un rol más relevante en la empresa y tuvo la visión para realizar los cambios necesarios en la estructura para potencializar el crecimiento. Nos impulsó a hacer sinergias. Quiero hacer énfasis en que si no hubiera sido por don Alfredo, no habría historia que contar, porque puedes tener tu camino, pero tiene que haber alguien con visión para decir: “Vamos a hacerlo”. Tener la visión y la pasión para impulsar un grupo de este tipo no se encuentra en cualquier persona; él quiere resultados, cambios tangibles, una experiencia que te deje vibrando, ésa es su aspiración.

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PROYECTOS SOCIALES DE GRUPO MARTÍ

EMILIO TRABULSE AMOR

GRUPO MARTÍ SE HA PROPUESTO PROMOVER LA ACTIVIDAD FÍSICA DE UNA manera organizada y eficiente, gestionando campañas globales entre clientes y aliados para ayudar a que México llegue a la sustentabilidad en materia de salud mediante la disminución de enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad. A partir de que Alfredo Harp adquirió este grupo se han realizado diferentes esfuerzos para generar sinergias y utilizar todos los brazos de Grupo Martí para el bien común. Ahora se tiene una relación muy cercana con la Fundación Alfredo Harp Helú y con la Fundación Alfredo Harp Helú para el Deporte; hacemos esfuerzos conjuntos y trabajamos de la mano con ellos. En Sport City buscamos el bienestar integral mediante la cultura del deporte, la actividad física y la alimentación saludable. Como socio de Sport City tienes derecho a diferentes beneficios, desde descuentos en tiendas Martí y acceso a la asesoría de un entrenador de piso o un entrenador personal, hasta la aplicación de un biotest, el cual arroja resultados a partir de los cuales se te asigna un plan de entrenamiento personalizado según tus necesidades específicas. Otro beneficio es el programa de tratamiento de lesiones MAT —muscle activation tecniques, por sus siglas en inglés—, que consiste en dar el tratamiento necesario con personal especializado en rehabilitación para curar la lesión integralmente. La intención es llevarte de la mano para lograr tus objetivos, supervisando tu evolución y que veas los resultados. Buscamos entrar en la mente de las personas que no ven al ejercicio como su aliado, llegar a un público que hoy no tiene tan cercana esta experiencia, ofreciéndoles activida-

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des en las que no se necesita equipo o vestimenta especial, pero al mismo tiempo procuramos que vayan viendo los beneficios. Queremos que en vez de considerar el ejercicio como algo agotador y complicado, consigan bienestar y calidad de vida gracias a la actividad física, la cual a su vez es un factor de prevención de enfermedades relacionadas con el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y las enfermedades coronarias. Un cuerpo sano es un cuerpo en movimiento. Todas las pequeñas acciones ayudan, y queremos que la gente haga conciencia de ello. Cuando alguien se acerca con nosotros y no sabe cómo empezar lo impulsamos y acompañamos, tratamos de ser sus aliados en este camino hacia la activación física. Tenemos diversas campañas y proyectos de impacto social, esfuerzos y labores altruistas, todos relacionados de una u otra forma con la salud y el deporte. La campaña Vida en Movimiento busca llegar al público en general, acercando el ejercicio a la vida cotidiana. Queremos que la actividad física sea parte de la rutina de cualquier persona, que la vean como un aliado para la salud y para una vida plena. El deporte es parte de la alegría de vivir y puede ayudar en la convivencia con la familia, con los seres queridos, con grupos afines a un interés común, compartiendo una vida sana y de buena calidad. Uno de los pilares de la empresa es Emoción Deportiva que organiza aproximadamente ochenta carreras pedestres al año, así como diversas actividades de ciclismo y natación. Este año vamos a cerrar con 300 000 participantes aproximadamente en las diferentes carreras a nivel nacional. Organizamos carreras para niños y adultos, para que la gente le pierda el miedo al deporte. Buscamos que en el evento pueda participar toda la familia de diferentes maneras, ya sea que hagan una pequeña caminata, o bien con actividades físicas que se realizan de manera paralela a la carrera, como clases de baile y ejercicio. Las carreras más grandes que organizamos son el Medio Maratón del Día del Padre y el Maratón de la Ciudad de México. Buscamos que sean una gran fiesta, pues los eventos de Emoción Deportiva van dirigidos a todas las personas: niños, mujeres y hombres de cualquier edad.

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Al interior de Sport City tratamos de predicar con el ejemplo, así que los principales promotores somos los propios empleados de Grupo Martí; un buen porcentaje tiene acceso a los clubes para entrenar y disfrutan de cortesías para todos los eventos de Emoción Deportiva. También tenemos beneficios y descuentos para los productos de Martí y en los restaurantes de City Café. Somos alrededor de 7 000 personas las que trabajamos en Grupo Martí, lo que significa el mismo número de voceros a favor de una vida

El cáncer de mama puede ser curable si se detecta a

saludable. La vinculación con la Fundación Alfredo Harp

tiempo y se brinda la atención médica adecuada.

Helú es diversa, desde el proyecto Quiero Sonreír, pasando por otros como La Vuelta al Mundo Nadando, Sport City Fan, Kilómetros por tu Corazón, Jugando a Ganar Salud, Tocando Vidas-Ejercitando Emociones (cruzada contra el cáncer de mama) y el Programa de Reforestación en colaboración con el bosque de Chapultepec. Desde hace cuatro años hemos realizado actividades que generan beneficios a terceros. Involucramos a los deportistas a acumular puntos: por cada kilómetro recorrido o nadado hay un beneficio social. Tenemos prácticamente una actividad al mes donde procuramos que se genere un bien a un tercero. Este año lo comenzamos con Kilómetros por tu Corazón, donde el esfuerzo en el agua se tradujo en ayuda para prevenir enfermedades cardiovasculares. Luego tuvimos Jugando a Ganar Salud y el Maratón de la Ciudad de México, que por primera vez tuvo una causa específica al igual que los grandes maratones del mundo, donde asociaciones civiles son las beneficiadas. Así, están presentes los dos esfuerzos: por un lado se tiene un patrocinador y por el otro el mismo atleta es quien pone un donativo y su esfuerzo físico. En el Maratón de la Ciudad de México cada participante puede elegir correr con causa y así donar para alguna de las instituciones. Aunque al final todo es promoción y difusión del deporte, también buscamos que un porcentaje de la inscripción a las carreras de Grupo Martí se done a alguna causa social. En el proyecto de Reforestación en el Bosque de Chapultepec, se hizo un estudio minucioso para saber cuáles especies eran más apropiadas para sembrar. Gracias a esto se ha logrado una buena mancuerna con el Bosque. Nos dieron dos kioscos que están en la pista de corredores El Sope, donde habrá una tienda Martí y un City Café. Se realizarán diferentes actividades gratuitas para todo el público, para que la gente nos conozca y toda la familia pueda ir a la pista. Se van a ofrecer tanto los servicios de Quick Test y las pruebas de pisada, como clínicas, pláticas y clases. El objetivo es abrir los servicios que

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hay en las tiendas y clubes a todos los visitantes del Bosque de Chapultepec. Sumándonos a todos los esfuerzos ecológicos, nos estamos alineando a las políticas del parque y buscamos nuevas alternativas de promoción del deporte. Esto se está haciendo en colaboración con las autoridades del Bosque, la Asociación Probosque, la Secretaría del Medio Ambiente y el Consejo Rector Ciudadano del Bosque de Chapultepec. Grupo Martí contribuye también con la Cruz Roja Mexicana, pues se realizará un evento para donar un gimnasio con aparatos de rehabilitación. Incluso ya se tiene contemplado el espacio donde estará. El punto es generar el donativo y que Grupo Martí comparta con la gente. Nos agrada demostrarle a las personas que su esfuerzo también es una forma de apoyar y hacer un donativo. Con el programa Nada + se apoyó a los niños del Teletón. A los socios les encanta participar en este tipo de dinámicas, donde un esfuerzo personal se traduce en un beneficio para alguien más. En este caso, dependiendo del día en que se participara, se donaba un estudio especializado o algún aparato necesario para los niños en rehabilitación. Otra actividad es Tocando Vidas-Ejercitando Emociones, mediante el cual Grupo Martí se une a la cruzada rosa contra el cáncer de mama. Buscamos perderle el miedo a la autoexploración y a lo que pueda venir después. Invitamos a los socios de Sport City a acumular 500 horas de actividad física en diversas clases especiales y, gracias a su esfuerzo, Banamex aportó 500000 pesos a la Asociación Mexicana contra el Cáncer de Mama, con

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los cuales apoyaran a 3000 mujeres de escasos recursos para la detección y tratamiento oportuno de esta enfermedad. A final de año realizamos una colecta de juguetes para niños de casas hogar de toda la república, muchas de las cuales vienen directamente a pedir el apoyo, y otras lo reciben a través de las distintas escuelas de escasos recursos que apoyan los Hermanos Lasallistas. Considerando un universo de más de 100000 socios y clientes, conseguimos un muy buen alcance para hacer felices a muchos pequeños. A los niños mayores que ayudan mucho en las casas hogar les ofreceremos que formen parte de Grupo Martí y así iremos generando crecimiento a la vez de que tendrán un ingreso con su primer trabajo. Impulsamos el programa de becas para atletas, con el que se apoya a quienes no tienen los recursos para desarrollarse en la disciplina que les interesa. Hoy en día tenemos alrededor de trescientos atletas becados en diversas áreas, desde corredores, nadadores, alpinistas y gimnastas. Tenemos un convenio muy importante con la Conade para dar apoyo a sus atletas que cumplen ciertos resultados y que se encuentran entre los mejores promedios. Normalmente los apoyamos con las instalaciones en Sport City para que puedan entrenar, pero si alguno tiene un proyecto específico vemos la manera de ayudarlo. Sport City University es un sistema de capacitación de Grupo Martí. Todos nuestros entrenadores personales y asesores deportivos tienen que cumplir con cierta capacitación, así que sentimos la necesidad de crear un centro de capacitación especializado, y desde hace poco más de diez años está operando. Cualquiera que busque enfocar su vida

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profesional al entrenamiento personal o al deporte puede estar en Sport City University. Incluso tenemos entrenadores capacitados aquí que no trabajan para Grupo Martí: entrenadores de la Conade, de la Federación Mexicana de Natación y otras instituciones. Su sede básicamente es virtual: tienen oficinas y un par de aulas en Sport City Universidad, pero en realidad los cursos se dan en toda la república, en cualquiera de nuestros clubes. La idea es que Sport City University tenga gente muy preparada, al grado de que otras instituciones nos solicitan clases para sus alumnos. Finalmente tenemos el proyecto mensual Grupo Martí Sale a las Calles, donde la idea es llevar la actividad física a las calles y para todos. Programamos clases abiertas en parques públicos, donde la gente puede acceder de manera gratuita. Tenemos un sistema donde se ofrece una probadita de todos los servicios de Grupo Martí. Somos una empresa que vende un producto tan noble como lo es la salud y la actividad física. Todos pueden formar parte de Grupo Martí. Todos, desde quien se acerca a una tienda a comprar su primer par de tenis hasta aquel atleta que entrena todos los días en Sport City para cumplir alguna meta; desde el corredor de Emoción Deportiva que se inscribe en el Maratón de la Ciudad de México hasta aquella persona que salió de trabajar y fue a comer a City Café; todos al final terminan siendo clientes de Grupo Martí, pues no somos un grupo exclusivo ni excluyente, todo lo contrario, quien busque mejorar su estilo de vida es nuestro objetivo.

DONACIÓN DE BALONES

EMILIO TRABULSE AMOR

GRATA SORPRESA

HACE VARIOS AÑOS, ALREDEDOR DE 2005, LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP Helú estaba en proceso de hacer un donativo de 50 000 balones para distribuir en diferentes localidades y escuelas públicas en los 570 municipios de Oaxaca. Eran 25 000 balones de basquetbol y 25 000 de futbol, me acuerdo perfectamente. Los balones se iban a fabricar en Pakistán y acababan de llegar las muestras para su aprobación. Cada balón tenía impresos los logos de Martí y de la Fundación Alfredo Harp Helú. Me fui de inmediato a Sport City Loreto para presentarles a todos el prototipo, de manera que pudieran evaluar su calidad, acabados, resistencia, etc. De ser aprobado, se iniciaría la producción de los 50 000 balones, razón por la cual tenía que estar autorizado por todos los directivos. El plan de distribución ya estaba realizado: a quién se iban a donar, qué presidentes municipales iban a apoyar la entrega, en fin. Cuando Alejandro Martí vió el balón me dijo: “¡Está padrísimo, está perfecto!”. Todos lo aprobaron, así que tenía que regresar a la oficina para enviar la orden de inico de la producción. En el momento en que esperaba mi turno, en una máquina para pagar el estacionamiento, me jaló un vigilante de la plaza y me preguntó: “¿Puedo ver el balón?”. Resulta

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que había reconocido el logotipo de la Fundación. Se le quedó viendo y me dijo: “Éste es el logo de don Alfrtedo Harp... Déjame decirte que yo trabajé con don Alfredo Harp”. Para ser honesto, no recuerdo el nombre del señor ni en dónde me dijo que había trabajado con don Alfredo, pero lo que recuerdo muy bien es que se desvivió en palabras positivas, en elogios al presidente de nuestra Fundación: “Qué persona tan respetuosa, tan ética, tan generosa; daba un trato cercano a la gente, independientemente de quién fuera”. Me dejó impresionado, me quedé escuchando al vigilante decir tantas cosas buenas de don Alfredo. Me agarró confianza y me platicó cómo lo apoyó con un problema familiar que tuvo, toda la historia. Sucedió de repente, sólo de ver un logotipo impreso en un balón le vinieron todos esos recuerdos. Me dijo: “Si tienes oportunidad, salúdamelo mucho, dile que estoy eternamente agradecido con él”. Es una escena que te conmueve, que se te queda grabada. Estoy seguro de que casos como ése debe haber muchos en todo el país, de personas que están muy agradecidas con él. Seguramente los niños que jugaron con esos balones que les regaló la Fundación también estarán agradecidos, a su manera, por ese obsequio que les dio horas de alegría.

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Salud



CONSTRUCCIÓN Y EQUIPAMIENTO DE HOSPITALES EN OAXACA

La Fundación Alfredo Harp Helú ha participado en la construcción y el equipamiento de diversos hospitales en el estado de Oaxaca —entre los que destacan el Hospital de la Niñez Oaxaqueña, el Hospital General Aurelio Valdivieso, el Hospital de Especialidades, el Hospital de Juchitán Macedonio Benítez, el CRIT Teletón, el Hospital de Tuxtepec y la Cruz Roja— con la finalidad de mejorar los servicios médicos que atienden a los sectores más desprotegidos de la población.

EL MÉDICO SIN BATA

OCTAVIO MANUEL CORRES CASTILLO

TENGO 35 AÑOS DE EJERCICIO MÉDICO ATENDIENDO LOS TRES ÁMBITOS importantes de la medicina: salud pública, atención médica y asistencia social. Mi filosofía de vida me ha encaminado a nunca cobrar una consulta; es una satisfacción grandísima que poca gente se puede dar. Fui médico cirujano clínico, sanitarista de especialidad y ahora regreso a la asistencia social, en la Casa Hogar para Ancianos “Los Tamayo”. Bendito sea Dios que me ha dado la oportunidad de atender a distintos tipos de pacientes, desde niños hasta adultos mayores, mujeres y toda persona que ha necesitado de mis servicios. La Fundación Alfredo Harp Helú ha sido un benefactor importantísimo para el sector salud en Oaxaca. Otorgó equipo e instrumental médico, ambulancias y una serie de apoyos para muchos hospitales que realmente lo necesitaban. Además, don Alfredo Harp es un ejemplo de vida, de dedicación, de entrega y de cariño para con los enfermos. En realidad, éste es un aspecto de él que muy pocos conocen, y es justo que los que sabemos cuánto bien ha hecho para la salud de Oaxaca le brindemos un agradecimiento. Personalmente, estoy enterado de que también en el ámbito nacional ha aportado muchísimo, pero en Oaxaca lo viví, lo constaté y lo puedo demostrar. Conozco a don Alfredo porque sus primos son amigos míos de toda la vida —Lila, Luis Alberto, Antonio y toda la familia Harp Iturribarría—, aunque mi primer acerca-

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miento con él se dió allá por la década de los noventa, cuando dirigí por primera vez la Casa Hogar para Ancianos “Los Tamayo”. Lo recuerdo con mucho cariño, porque vino a visitar a una de las residentes: Angelita Aguilar. Lo quería muchísimo y era su consentido; hablaba tan hermoso de don Alfredo que a través de ella pude ver lo carismático y solidario que era. Tuvimos un encuentro muy agradable, es una persona que se caracteriza por una sencillez extraordinaria, cien por ciento empática. Recuerdo con gran emoción cómo iniciamos el proyecto del Hospital de la Niñez Oaxaqueña. Un día, trabajando en el Hospital General Aurelio Valdivieso, tuve la bendición de conocer a doña Almita Altamirano, mamá del entonces gobernador, quien con gran interés me preguntó: “¿Dónde se atiende a los niños?”. Le respondí que hacía años que el Hospital Pediátrico había sido absorbido por el Hospital Civil y que nece-

La Fundación Alfredo Harp Helú ha sido un benefac-

sitábamos un hospital para atender únicamente

tor importantísimo para el sector salud en Oaxaca.

a los niños. Al poco tiempo llegaron a la Casa

Otorgó equipo e instrumental médico, ambulancias y Hogar doña Alma y don Diódoro, y quedaron una serie de apoyos para muchos hospitales que real- maravillados con ella. Hicimos bosquejos y comente lo necesitaban. mentamos cuál sería la mejor manera de construir el hospital para los niños. El sueño era claro: si lográbamos reunir a unos diez Rufinos Tamayo podríamos hacer un hospital. Así que, ilusionados con la nueva meta, iniciamos el proyecto. Mi especialidad es la administración de hospitales, y precisamente me encontraba en ese momento desarrollando como tesis doctoral el planteamiento de un hospital de esta naturaleza. Les reiteré que si Rufino Tamayo había podido construir la Casa Hogar, necesitábamos gente con un gran corazón como el de él, para que nos apoyaran. Empezamos a idear la forma de concretar el proyecto. Fue entonces cuando el decano de los pediatras —que de hecho había sido pediatra de don Alfredo, de Diódoro, de todos sus hermanos, mío y pediatra de más de mil oaxaqueños— Guillermo Zárate, llegó como pieza clave del rompecabezas. Don Diódoro organizó una reunión con él, y también invitó a don Jorge González, al doctor Erasto Pérez, al maestro Horacio Tenorio, al doctor Sergio Velázquez Rosas, a Juan José Gutiérrez y a su esposa Layita; se concretó así un sólido patronato. Paralelamente, doña Almita organizó el voluntariado y don Alfredo Harp, al enterarse de este proyecto, nos apoyó muchísimo. Él fue uno de los mayores benefactores; influyó directamente en la construcción del hospital, apoyó en la infraestructura e incidió para que se pudieran adquirir diversos equipos. Aquel inolvidable día de la inauguración, el 28 de octubre de 1998, cuando los sueños se volvían realidad, ¿cómo olvidar a don Alfredo, cuando llegó con su mamá y con María Isabel? Recuerdo todo como si fuera ayer… Posteriormente, la Fundación Alfredo Harp Helú y la Fundación Río Arronte siguieron apoyando, lo mismo que Home Runs Banamex, y no sólo al Hospital de la Niñez, sino a todo Oaxaca. Todavía se pueden observar en el hospital las placas de agradecimiento a

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don Alfredo Harp y a la Fundación Río Arronte, distinguiéndolos como piezas claves en la conformación de este hermoso proyecto. Año con año Home Runs Banamex apoyaba al hospital, desde el significativo cambio de sillas de la sala de espera, hasta la innovación y cambio de equipamiento. Personalmente don Alfredo siempre apoyó mi gestión dentro de los hospitales. Él ha sido parte decisiva en el impulso de las campañas que han cambiado el panorama epidemiológico de los niños de Oaxaca. Antiguamente no había dónde se atendieran. Es increíble cómo la atención pediátrica en terapia intensiva pasó de tener unos pocos e insuficientes ventiladores neonatales y pediátricos (en su lugar utilizábamos medios más rudimentarios, como el ambú, un reanimador manual para bombear aire a los pulmones) a la modernización y el equipamiento adecuado, con el instrumental y equipo médico necesarios. La Fundación ha apoyado muchísimo a proyectos importantes en el ámbito médico. Personalmente he constatado su apoyo dirigido a la Cruz Roja, a Reto —que es una asociación civil que apoya a las mujeres operadas de cáncer de mama—, a la Estancia Fraternidad, cuyo objetivo es brindar apoyo a personas de escasos recursos que provienen del interior del estado y tienen familiares internados o en tratamiento en el Hospital General Aurelio Valdivieso, y otras instituciones de salud. Para el proyecto del Hospital de Juchitán Macedonio Benítez, la Fundación Alfredo Harp proporcionó ventiladores, cunas térmicas y monitores; todos ellos necesarios para

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el funcionamiento correcto y pleno del hospital. El ventilador es de fundamental importancia en caso de que se presente una patología que provoque insuficiencia respiratoria, porque la falta de una buena ventilación puede provocar la muerte de neuronas. Las cunas térmicas son necesarias para los recién nacidos prematuros que necesitan cuidados intensivos. Este tipo de cuna tiene integrado un regulador de calor, sensores para mantener la temperatura del paciente y lámparas de fototerapia para cuando presentan ictericia. En todas las unidades críticas, tanto en urgencias como en las terapias, es importante tener monitoreados a los pacientes. Con el equipo que nos proporcionó la Fundación Alfredo Harp es posible monitorizar a nivel central. El médico y la enfermera pueden ver continuamente el estado de los pacientes, su frecuencia cardiaca, su respiración, su presión, los signos vitales y otros. Por eso digo que don Alfredo cambió y revolucionó la atención médica en Oaxaca. Se incrementó la calidad de atención y disminuyó la mortalidad infantil. Lo digo con mucho gusto y con mucho orgullo; esto detonó también que se iniciara la construcción del Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca. Nuestro benefactor es una persona que ya trascendió en el ámbito de la salud. Lo podemos considerar un promotor de la vida, de su conservación y de la lucha en contra de nuestras enfermedades. Es un médico sin bata. El aspecto preventivo también lo atiende; la disciplina del deporte, la alimentación y la actividad física son importantísimas. Es increíble, apoya la prevención primaria, para evitar la presencia de las enfermedades; la secundaria, para efectuar un diagnóstico temprano y brindar un tratamiento oportuno, y la terciaria, con la rehabilitación. Don Alfredo intervino notoriamente para la construcción en territorio oaxaqueño del Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, una institución de gran nobleza. Como uno de los proyectos a futuro en colaboración con la Fundación Alfredo Harp, está la creación de una casa de día para pacientes con Alzheimer. Esto representa un problema de salud pública. Necesitamos una institución que ofrezca a los familiares la tranquilidad de saber que su paciente con Alzheimer cuenta con la seguridad, protección, tratamiento y atención de calidad y digna que todos merecemos. Es muy loable, muy meritorio y espiritualmente enriquecedor lo que el conjunto de manos que conforman la Fundación Alfredo Harp ha realizado. Definitivamente, Alfredo Harp tiene que pasar a las tintas indelebles de la historia de la salud pública, porque lo que ha hecho por la salud en Oaxaca es un ejemplo a seguir. Son experiencias y vivencias que no se pueden olvidar. Cuando veo a Alfredo Harp sé que siente afecto por mí, como yo por él; es recíproco y le viviré eternamente agradecido. María Isabel, su esposa, es muy afín a Luz, mi esposa; se llevan muy bien. Es muy sencilla, muy inteligente; la sentimos tan de nosotros que la consideramos una amistad sincera y franca. Nos congratulamos de que ellos nos cuenten entre sus amistades. Siempre nos toman en cuenta, nos invitan, y nosotros felices de poder estar con ellos.

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REHABILITACIÓN INFANTIL

Fundación Teletón es una institución privada y sin fines de lucro creada para servir a los niños con discapacidad, cáncer y autismo. La institución fomenta una cultura de inclusión y fortalece la prevención y detección temprana del cáncer, la discapacidad y el autismo en nuestro país. La Fundación Harp Helú aportó recursos para la construcción y operación del Centro de Rehabilitación Teletón Oaxaca. Además, participa como donante y gestor de diversas actividades artísticas y culturales para los niños con discapacidad.

LA DISCAPACIDAD COMO UN MOTOR PARA LA VIDA ESTUDIÉ

MARÍA ELENA MARRUFO

ADMINISTRACIÓN EN EL ITAM Y TRABAJABA PARA BANAMEX

cuando nació mi hijo Andrés. Nos dimos cuenta de que el bebé tenía parálisis cerebral severa y, desde entonces, dejé de trabajar para poder atenderlo. La gente me decía que era una bendición, que si me había tocado un hijo con problemas era por algo. Les respondía que yo no quería esas bendiciones, que quería ver a mi hijo correr, jugar y valerse por sí mismo. Vivíamos en Jalisco cuando anunciaron que el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) abriría sus puertas en Guadalajara para atender a los niños con discapacidad. Mi familia y yo brincábamos de emoción al escuchar la noticia. Nos imaginábamos un lugar donde Andrés podría ser atendido y apoyado para lograr su desarrollo. Por desgracia, justo por esa época le avisaron a mi marido que terminaba su trabajo, lo que significaba que tendríamos que regresar a Oaxaca. Ni hablar, aceptamos el cambio con la esperanza de que nos trajera nuevas sorpresas. Un día, mi hermana y mi familia me dijeron: “¿Por qué no juntas firmas y vas a hablar con el señor Alfredo Harp Helú? Él está haciendo muchas cosas buenas por Oaxaca y, además, es uno de los dueños de Banamex, el banco del Teletón”. No sabía ni remotamente cómo podría acercarme a don Alfredo, y menos cómo pedirle que nos apoyara con algo tan difícil, pero aun así decidí juntar firmas entre las personas que conocían la situación de

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Andrés o que tenían hijos con problemas similares. Supe que la doctora María Isabel Grañén, la esposa del señor Harp, es una persona muy sencilla y que era la directora de la Biblioteca Francisco de Burgoa, así que decidí visitarla para pedirle una cita con don Alfredo. Le presenté mis inquietudes y le mostré los papeles con las firmas. Me respondió que su esposo no daba citas a través de ella, pero que en un par de meses se presentaría un libro en la biblioteca y él estaría presente. Esperé con mucha emoción y esperanza. Cuando llegó el día y asistí a la presentación. En cuanto la doctora María Isabel me vio, me señaló inmediatamente a su marido y me dijo: “Vaya hablar con él ahorita”. Me dirigí a don Alfredo para explicarle la propuesta. Me comentó que estaba al tanto de la situación y que ya había un camino andado. Comentó que la esposa del entonces gobernador también había planteado la necesidad de crear un CRIT en Oaxaca, y que él mismo estaba interesado. Me pidió mis papeles con firmas y también me dijo algo que nunca olvidaré: “Usted, señora, haga algo. No espere al CRIT; haga lo que pueda, yo la apoyo”. En ese momento se abrió un mundo totalmente nuevo para mí, donde tuve que pensarme como facilitadora de un proyecto para apoyar no sólo a mi hijo, sino a otros niños con discapacidad. Le tomé la palabra a don Alfredo y así surgió El Convite, una asocia-

El CRIT Oaxaca ha atendido a 1209 pacientes, ha otor-

ción civil que hasta la fecha continúa recibiendo

gado 916 416 citas y ha brindado 72 servicios por fa-

apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú.

milia. De su población atendida, 56% son niños y 44% niñas; 5892 personas conforman su voluntariado.

El tiempo corrió, y durante el Teletón 2010, en la madrugada, empezamos a recibir muchos telefonemas de todas las personas que habían fir-

mado mis papeles: uno tras otro me decían que don Alfredo acababa de anunciar en la televisión que se abriría un CRIT en Oaxaca. Fue una gran noticia para todos los que desde distintos frentes habíamos impulsado ese sueño. El terreno lo puso el gobierno de Oaxaca y la construcción la llevó a cabo la Fundación Teletón. Desde su inicio hasta la fecha, el CRIT Oaxaca opera con la aportación, en una tercera parte, de la Fundación Teletón, otra tercera parte del gobierno del estado y la última tercera parte de la Fundación Alfredo Harp Helú. Fui la primera en apuntarme como voluntaria. No sabía cómo, pero Andrés tenía que entrar al CRIT y yo haría todo lo posible para que lo consiguiera. El doctor Roberto Uribe, que era el director médico, se puso en contacto conmigo a través de la asociación Piña Palmera para que lo ayudara a resolver algunos asuntos personales. Fue así como empezó mi relación con el proyecto. De ser una voluntaria más, terminé encabezando el trabajo del voluntariado; organizaba diferentes actividades y me maravillaba de lo que era la Fundación Teletón, a la par que El Convite crecía y se consolidaba. Tiempo después, tuve el honor de que me nombraran directora general de la institución. Un cambio inusitado en mi vida, y todo gracias al apoyo que quise darle a mi propio hijo. Él fue quien me motivó para colaborar como voluntaria y para organizar tantas cosas en el CRIT. Desde aquí he constatado que con esfuerzo se pueden lograr las metas más insospechadas. Cada

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vez son más los niños atendidos y más los cambios en su calidad de vida y la de sus familias. Un alto porcentaje de ellos, cerca del 95%, son de bajos recursos y reciben una beca del 99%. De trescientos niños que atendíamos en un principio, ahora podemos atender a mil quinientos, que asisten por lo menos a ochenta sesiones al año en el CRIT. La Fundación Teletón ha avanzado. Anteriormente, el enfoque era más asistencialista, pero ahora trabajamos en función de la integración familiar: que el niño con discapacidad se incorpore a las actividades de la familia, para facilitar después su inclusión en la sociedad. Buscamos la rehabilitación y la integración al mismo tiempo. El CRIT atiende la discapacidad motora neuromusculoesquelética. Para nuestro trabajo dividimos la gama de discapacidades motoras en distintos grupos: el de parálisis cerebral clínica con todas las discapacidades motoras que no son cerebrales (lesión medular, niños amputados, malformaciones congénitas, etc.), y otro grupo de estimulación temprana, donde se encuentran los niños que pudieron haber tenido un riesgo por un parto complicado. Los niños que permanecen más tiempo son los del grupo de parálisis cerebral; los de estimulación temprana son quienes se rehabilitan más rápido. El tiempo de estancia de un niño en el CRIT depende del tipo de discapacidad y de su severidad, pero en promedio es de tres años. En el caso de niños con amputaciones, el tiempo de estancia depende de su preparación para colocarles una prótesis, el proceso del implante y la rehabilitación para su uso.

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Además del apoyo que da para la manutención del CRIT, la FAHH organiza diferentes actividades artísticas para los niños. En el CRIT Oaxaca tenemos varios talleres —como arte, música y deportes— que facilitan la integración de los niños a la sociedad. Este modelo de trabajo en Oaxaca se ha reproducido en los otros CRIT del país. Otro apoyo de la Fundación Harp consiste en la vinculación del CRIT con diversos proyectos que impulsa la FAHH; por ejemplo, siempre somos sede del festival musical Instrumenta, que se realiza a fin de año; además, invitan a nuestros niños a las exposiciones que organizan (como la de Alexander Calder, donde los pusieron a hacer piezas artísticas sorprendentes que actualmente se están exhibiendo en San Pablo). En lo que toca a los deportes, estamos experimentando con el beisbol, un deporte que era poco acostumbrado para la rehabilitación, pero que ahora están empezando a jugar en el CRIT. Los niños reciben la visita de los Guerreros de Oaxaca y el instructor recibe entrenamiento por parte del equipo. Otra actividad que impulsamos es la investigación, pues tenemos un banco de datos magnífico. Actualmente, estamos certificados por el Consejo de Salubridad General y por un organismo internacional, la Commission on Accreditation of Rehabilitation Fa-

En los talleres de arte para niños con discapacidad orga-

cilities (CARF). Como Sistema CRIT, somos los

nizados por CRIT Oaxaca han participado 424 pacientes, y en los de música, 434.

únicos en México que cuentan con esa certificación. Teletón es un parteaguas en México en favor de la cultura de la rehabilitación de los

niños con discapacidad. La llegada de un CRIT a un estado motiva un cambio de mentalidad de la población. Recuerdo a una mamá que me comentaba haberse sentido avergonzada de tener un hijo con discapacidad, y que ahora, por el contrario, se siente orgullosa de él, no porque tenga discapacidad, sino porque es un ser humano integrado a la sociedad. Éste es un cambio que alcanza también al resto de la familia; además de aceptar el hecho de la discapacidad, adquieren herramientas prácticas para salir adelante con esa situación de vida. Nuestro mayor logro es cuando un niño egresa del CRIT escolarizado. Tenemos unos pintores increíbles. A un niño que perdió sus brazos con unos cables de alta tensión lo apoyamos con sus prótesis y su tratamiento, y ahora es un gran pintor digno de exponer en cualquier galería de arte. Tenemos que ser realistas, sin embargo: trabajar con lo que tienen los niños, con lo que sí pueden hacer, para enseñar a sus padres a canalizar el potencial, en lugar de que pretendan que su hijo haga lo que no puede hacer. Hoy digo que mi hijo Andrés sí fue una bendición, fue un motor de cambio en mi vida, me condujo a un trabajo mucho más bonito que el que yo pensaba ejercer. Gracias a ese “Haga algo, señora” de don Alfredo, ahora tengo una experiencia de vida que no cambio por nada.

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HISTORIAS QUE HABLAN DE AMOR

CONCEPCIÓN DEL CARMEN DÍAZ HUERTA

Si pienso en la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca como persona creyente, la veo como la continuación de los milagros que Dios sigue haciendo a través de dos personas generosas, don Alfredo Harp Helú y la doctora María Isabel Grañén Porrúa. Si no creyera en Dios consideraría, aún así, esta obra como una gran fábrica de sueños hechos realidad para muchas personas. Hace diez años, don Alfredo donó un colegio a su entrañable Oaxaca, no sólo pensando en educar a la niñez y juventud oaxaqueñas, sino en crear fuentes de trabajo, de lo cual, como muchos más, soy beneficiaria. Lo anterior también me hace sentir orgullosa, ya que al ser parte de esta obra tengo el gusto de mostrarla y presumirla a familiares y amigos cuando vienen de visita, siempre poniéndole apellido: Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, el nombre ya lo tiene: Colegio La Salle. Quiero compartir, desde mi trabajo en esta institución, al menos tres experiencias que dejan constancia de la solidaridad y naturaleza humanitaria que caracteriza el apoyo que brinda la FAHHO. En una ocasión fui a buscar a su negocio a unos padres de familia para comentarles que en la escuela habíamos observado que uno de sus hijos estaba retraído y triste. Los

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encontré a todos trabajando —mamá, papá e hijos—, y eso me llamó la atención: todos cooperaban. Los padres me dijeron que para el siguiente curso escolar iban a retirar a sus hijos del colegio por falta de recursos. Ya lo habían platicado con ellos; pasaban por problemas económicos y no había otra salida, ya que tenían que darles a todos las mismas oportunidades y el dinero no alcanzaba. Sabiendo que una de las áreas que apoya vigorosamente la FAHH es la educación, me atreví a pedir ayuda para esta familia. Mi sorpresa fue grande cuando les otorgaron no sólo la beca completa, sino también la inscripción, los útiles, las cuotas y los uniformes. Cuando los papás recibieron esa gran noticia no lo podían creer. Lloraron. Pensaban que aquello era un milagro de Dios para ellos; no salían de su asombro y se preguntaban cómo es que alguien que no los conocía siquiera estaba dispuesto a ayudarlos de esa manera. La historia tuvo un final feliz, ya que ahora su hijo sigue estudiando junto con sus hermanos en la escuela y ha vuelto a sonreír. Si bien no ha sido ésta la única beca otorgada por la Fundación, me parece que es una de las más significativas. APOYO A LOS MENOS FAVORECIDOS En la comunidad de Santa Marta Chichihualtepec (Ejutla de Crespo) vive Catalina, una niña que nació con una malformación en su espalda. La pequeña no camina porque sus piernas no se desarrollaron de manera normal, presenta discapacidad intelectual (su habla consiste sólo en sonidos guturales) y, por si eso no bastara, a los siete años de edad fue necesario operarla de un tumor en la matriz. Casi no sale de su casa de lámina y cartón y parece un animalito asustado cuando alguien se acerca a ella.

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Conocí a la familia en 2005, mientras asistía a este poblado en el marco de las misiones de Navidad junto con mis compañeros maestros. Los padres de la niña son campesinos de condición muy humilde que aman profundamente a su hija y quieren lo mejor para ella; pero su futuro es incierto: no hay recursos y lo poco que ganan apenas alcanza para comer. Les preocupa pensar en lo que sería de Catalina si ellos llegaran a faltar. Buscando un milagro me acerqué a don Alfredo y a la doctora María Isabel, para ver si la Fundación podía ayudar a la familia. Así empezó la transformación de la vida de Catalina en todo lo humanamente posible: fue recomendada en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña, donde operaron sus piernas para enderezarlas y habilitarla en lo posible para caminar; se le ayudó con medicamentos, análisis, aparatos ortopédicos, suplementación alimenticia, etc. Aparecía por primera vez una gran luz de esperanza para Catalina: una mejor calidad de vida para ella y para su familia. Ahora ya también ella sonríe, ya no se asusta cuando hay gente cerca, incluso juega. Su familia pudo construir un cuarto de ladrillo y cemento para ella, su mamá dejó el

La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca conjunta

campo para poder atenderla y seguir con su te-

esfuerzos con diversos organismos e instituciones para

rapia. Catalina ya no se enoja cuando la visita-

apoyar a personas en circunstancias adversas. En el ámbito de la salud busca acercar los servicios médicos

mos, sino cuando nos despedimos. En esta misma comunidad, otra niña de nombre Alejandra tenía problemas para cami-

a personas y sectores desprotegidos de la población, porque la salud es un derecho y la base para el crecimiento

nar. Trató de ingresar al CRIT para tener acceso a

individual y comunitario.

una terapia, pero todo eso estaba fuera de su alcance, ya que había mucha demanda. Pedimos también, por medio de la FAHHO, la ayuda necesaria y, una vez más, se obró el milagro de la generosidad, otro sueño cumplido, logró entrar al CRIT. Después de casi dos años de asistir a terapias, Alejandra ya puede caminar, correr y asistir a clases. Es feliz, y antes era imposible pensar en ello. Falta espacio para describir el apoyo que aporta la FAHHO en educación, arte, cultura, arquitectura, recuperación de archivos, deporte, música, ecología, salud, medicina, investigación y tantos otros campos. Yo sólo he querido compartir, por medio de estas pocas experiencias, que he podido participar de algunos de los sucesos más maravillosos que estas personas han vivido y que han cambiado radicalmente sus circunstancias. He atestiguado muchísimos milagros o sueños de vida realizados por la FAHHO, pero para dar cuenta de ellos tendría que escribir un libro enorme y me llevaría algunos años, que no sé si tendré; pero lo que sí me queda todavía es una inmensa gratitud hacia ellos. Estos pequeños milagros son los que hacen grande a un hombre o a una mujer. ¡Gracias!

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INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN SALVADOR ZUBIRÁN

El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán presentó un proyecto a la Fundación Alfredo Harp Helú con el fin de promover la investigación médica. Para ello, se impulsó la creación de una Red de Apoyo a la Investigación con la participación de múltiples instituciones. La FAHH aportó además infraestructura y equipamiento de la más alta calidad para facilitar y propiciar el trabajo de investigación.

RED DE APOYO A LA INVESTIGACIÓN

DAVID KERSHENOBICH STALNIKOWITZ

EN UN MUNDO CON TENDENCIA A LA GLOBALIDAD, MÉXICO REQUIERE DE mentes visionarias. Ésa fue mi primera impresión al conocer a Alfredo Harp Helú. Acudí a él con objeto de plantearle la necesidad de fomentar la investigación científica y el desarrollo tecnológico en nuestro país, y hacerlo en forma interinstitucional. Me llamaron la atención su energía, pasión, inteligencia y compromiso con México. A lo largo de la plática me di cuenta de que era un hombre sencillo, de ideas, que sabe dar e innovar. La creación de una Red de Apoyo a la Investigación (RAI) que cuente con la participación interinstitucional —en un principio del Instituto Nacional de Cancerología, el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, el Instituto Nacional de Medicina Genómica, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para posteriormente ampliarse a otros institutos nacionales de salud y hospitales regionales de alta especialidad— indudablemente contribuirá a fortalecer la calidad de la investigación y la formación de futuros investigadores en una atmósfera que permita un amplio intercambio de experiencias y conceptos. Alfredo Harp Helú no sólo comprendió la necesidad e importancia de esta Red, sino que de inmediato aportó ideas para el desarrollo del proyecto, contribuyendo a que se fijaran nuevas y ambiciosas metas que contemplan, entre otras, la difusión de los resul-

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tados de las investigaciones a la población general, en particular a los niños, con el claro propósito de fomentar la educación, la cultura de investigación científica y la formación de capital humano de alto nivel. Es así como comprometió recursos para estos propósitos a través de la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHH). No cabe duda que Alfredo Harp es generoso, atrevido, con imaginación en sus objetivos y con metas claras por alcanzar. Es evidente su preocupación por las generaciones del futuro, para que tengan la oportunidad de descubrir nuevas cosas en el ámbito de la

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medicina y de la ciencia en general. Es difícil imaginar al México del futuro en el campo de la investigación médica sin la contribución del sector privado, en alianza con el sector público, para desarrollar una plataforma cada vez más amplia en los horizontes del conocimiento. La Fundación Alfredo Harp Helú ha contribuido, como lo marcan sus objetivos, a la consolidación de la RAI. La UNAM otorgó plazas de alta especialidad y la FAHH aportó infraestructura y equipamiento de la más alta calidad, así como nuevas ideas para las formas de adquisición, impulsando la participación de otras instituciones filantrópicas en el proyecto. Las investigaciones que se emprenderán en la RAI son originales y tienen el claro propósito de contribuir a la creación de nuevo conocimiento que se traduzca en la calidad de la atención a los pacientes y en la calidad de vida de la población en general. Entre otros objetivos, se pretende avanzar en el diagnóstico y tratamiento de los padecimientos que más afectan a la población mexicana, buscando soluciones innovadoras que contribuyan a la salud pública, a la vez que se pretende una mejor comprensión de la fisiopatología de las enfermedades, enfocándose en particular a conocer sus características genéticas. Es propósito que México participe con liderazgo en la investigación médica, que fomente la investigación nacional e internacional mediante la construcción de un escenario de vinculación; en otras palabras, que el impacto de la ciencia mexicana sea global.

I N S T I T U T O N A C I O N A L D E C I E N C I A S M É D I C A S Y N U T R I C I Ó N S A LVA D O R Z U B I R Á N

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HOSPITAL INFANTIL DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ UNIDAD DE HEMATO-ONCOLOGÍA E INVESTIGACIÓN

Llevar servicios médicos a personas y sectores desprotegidos de la población es un principio que sostiene la Fundación Alfredo Harp Helú, porque la salud es un derecho y la base para el crecimiento individual y comunitario. Es por ello que la FAHH participó en la construcción y equipamiento de la Unidad de Hemato-Oncología e Investigación, así como en la adquisición de equipos de patología digital para el laboratorio de oncología y endoscopía, con el fin de que la población infantil de bajos recursos socioeconómicos reciba atención médica de calidad en el Hospital Infantil Federico Gómez.

ONCOLOGÍA PEDIÁTRICA EN MÉXICO Y EN EL MUNDO JOSÉ ALBERTO GARCÍA ARANDA

EN EL MUNDO, EL CÁNCER SE ENCUENTRA ENTRE LAS PRIMERAS CAUSAS DE mortalidad en niños. Su incidencia oscila entre 100 y 190 casos por millón de individuos menores de dieciocho años, por año. Se estima que 80% a 85% de los casos de cáncer en niños ocurren en países subdesarrollados, donde la supervivencia a cinco años es apenas de 10%, lo que contrasta con el 70% que se logra en Estados Unidos y Europa occidental. En México, el cáncer pediátrico pasó del decimotercer lugar como causa de muerte en 1971 al segundo lugar entre la población de uno a catorce años a partir del año 2000; en nuestro país la tasa de cáncer en niños y adolescentes se estima entre 4 780 y 7 822 por año. A partir del año 2006, el gobierno federal puso en marcha un programa, a través del Sistema de Protección contra Gastos Catastróficos del Seguro Popular, para otorgar tratamiento en forma gratuita a los niños y adolescentes con cáncer que no contaban con seguridad social. Diversas investigaciones demostraron que existen grandes contrastes en los resultados obtenidos en las distintas unidades que tratan cáncer pediátrico en México. Nuestro hospital fue uno de los dos centros en que se encontraron tasas de supervivencia a tres años del 80%, a diferencia del 17% de otras instituciones.

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ONCOLOGÍA PEDIÁTRICA EN EL HOSPITAL INFANTIL DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ En la historia del Hospital Infantil de México la oncología ha tenido un lugar destacado. Nuestro hospital fue el primer centro en brindar atención especializada a niños con cáncer en México y uno de los primeros en América Latina. Fue también uno de los primeros hospitales del mundo en que se utilizó quimioterapia antineoplásica en niños para el tratamiento de leucemias y tumores sólidos. Con la creación del primer servicio para el tratamiento del cáncer, en el Hospital Infantil de México nació también la escuela mexicana de oncología pediátrica. En los últimos veinticinco años se han dado los cambios que han llevado al Hospital Infantil de México a ser uno de los centros con mejores resultados en el tratamiento del cáncer en niños y adolescentes. Hace treinta años, y a pesar de la creciente demanda asistencial, el Servicio de Oncología era

Anualmente, se reciben alrededor de 250 casos nuevos

pequeño, conformado por tres médicos y una

de cáncer en menores de dieciocho años; de ellos, 40%

corresponden a leucemias agudas, 13.5% a tumores del área para la administración de quimioterapia sistema nervioso central, 10.2% a linfomas, 6.2% a tuambulatoria. Los recursos para el tratamiento mores de células germinales, 5.5% a retinoblastomas y eran limitados y no existían aún las organiza- el resto lo conforman diversos tumores sólidos. ciones no gubernamentales de ayuda a niños con cáncer, de manera que los pacientes debían conseguir no sólo la quimioterapia, sino también un sitio donde aplicarla. La mortalidad era muy elevada y muchos pacientes abandonaban el tratamiento oncológico ante la imposibilidad de cubrir los gastos que implicaba. A principios de los años noventa se creó el Servicio de Quimioterapia Ambulatoria y se introdujeron técnicas novedosas para el diagnóstico de las leucemias agudas; en 1994 se creó el Servicio de Cirugía Oncológica; en 1996, la Clínica del Dolor y, en 1997, la Unidad de Trasplante de Médula Ósea. A fines de esta década, el curso de Oncología Pediátrica se integró a los programas de especialidades médicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. En el año 2004, se reestructuró el Departamento de Oncología en clínicas de atención por padecimiento para favorecer la especialización de los oncólogos pediatras, mejorar la calidad de la atención e incrementar las tasas de supervivencia. La Unidad de Radioterapia fue inaugurada en el año 2005. La incidencia de cáncer en nuestro hospital se ha mantenido relativamente estable en los últimos diez años. Anualmente, se reciben alrededor de 250 casos nuevos de cáncer en menores de dieciocho años; de ellos, 40% corresponden a leucemias agudas, 13.5% a tumores del sistema nervioso central, 10.2% a linfomas, 6.2% a tumores de células germinales, 5.5% a retinoblastomas y el resto lo conforman diversos tumores sólidos. sala de doce camas, que no contaba con un

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La nueva Unidad de Hemato-Oncología Pediátrica cuenta con instalaciones de vanguardia y, al ser parte de un hospital pediátrico de alta especialidad, cumple con el principio de terapia integral, que es la clave de la curación de los pacientes con cáncer. El apoyo de la Fundación Harp Helú, a través del Patronato del Hospital Infantil de México, para la construcción de la nueva Unidad de Hemato-Oncología y para la adquisición de equipo de vanguardia para la investigación de cáncer en niños ha sido una invaluable contribución a la curación de estos pacientes.

UNA HISTORIA DE ÉXITO Amarely Condado García llegó al Hospital Infantil de México Federico Gómez en marzo de 2007, a la edad de catorce años, procedente del pueblo de Santa María Jacatepec en Oaxaca, de un medio socioeconómico muy bajo. Fue referida del Hospital General de Tuxtepec, Oaxaca, por un tumor que se originaba en el seno maxilar izquierdo y que deformaba la mitad izquierda de su cara. El día 4 de abril se sometió a cirugía y sólo fue posible extirpar una parte del tumor. El diagnóstico fue rabdomiosarcoma, un tumor maligno derivado del músculo. Los estudios demostraron que el cáncer se había diseminado a ambos pulmones, a varios huesos y a la médula ósea. Debido a lo avanzado de la enfermedad, su posibilidad de sobrevivir a tres años era menor del 10%. En el Hospital Infantil de México recibió quimioterapia por más de un año, además de radioterapia, con lo que se controlaron todos los tumores. Inició vigilancia en noviembre de 2008. Actualmente, Amarely tiene 20 años, está por terminar la preparatoria y presentará examen de admisión a la universidad; en los últimos años, ella ha sostenido sus estudios con el dinero que gana en un pequeño negocio que inició con su hermana en su pueblo; también participa en grupos de jóvenes que trabajan en la prevención de adicciones. Este caso es uno de los muchos ejemplos que demuestran cómo el trabajo multidisciplinario que realizan los médicos del Hospital Infantil de México puede lograr la curación de pacientes cuyo pronóstico sería malo en cualquier parte del mundo. Pero también comprueba que la labor de nuestro hospital se extiende a los sitios más recónditos de nuestro país, al lograr la supervivencia de seres humanos valiosos que contribuyen al desarrollo de sus comunidades y al desarrollo de México.

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QUIERO SONREÍR, CIRUGÍAS DE PALADAR HENDIDO

Quiero Sonreír es un programa creado por Mariel Hawley Dávila, a través del cual atletas mexicanos y médicos especialistas —apoyados por la Fundación Alfredo Harp Helú, la Clínica de Labio y Paladar Hendido Brimex, el Centro Médico ABC, Sport City y Grupo Martí— contribuyen a cambiar la vida de niños de escasos recursos que padecen labio y/o paladar hendido (LPH), problemas auditivos o secuelas de éstos derivadas del LPH. El programa consiste en otorgar una cirugía por cada kilómetro de nado. Mediante una o varias intervenciones quirúrgicas, así como terapia del lenguaje, estos niños ¡aprenden a sonreír!

LA MAGIA ESTÁ EN TRABAJAR

MARIEL HAWLEY DÁVILA

SOY LA PRIMERA MUJER MEXICANA EN COMPLETAR LA TRIPLE CORONA DE nado en aguas abiertas y soy campeona nacional Masters de natación desde hace 10 años. Mi nombre es Mariel Hawley Dávila, tengo 44 años, soy mamá de Eduardo, de 14 años, y Andrea, de 12. La Triple Corona de Natación en aguas abiertas consiste en nadar de manera individual los tres nados más emblemáticos de la disciplina, que son: el nado alrededor de la isla de Manhattan, que completé en junio de 2009, el canal de la Mancha, en agosto de 2011, y el canal de Catalina, en agosto de 2012. Soy parte del equipo Sport City México, que en 2007 logramos hacer un cruce cuádruple en relevo al canal de la Mancha, obteniendo así un récord Guinness por este resultado, mismo que sigue vigente hasta el día de hoy. Soy conferencista, Días azules es mi primer libro y, además, trabajo en Grupo Martí para apoyar al deporte y a los deportistas mexicanos. El gusto por nadar en aguas abiertas ha sido parte importante de mi vida. He participado en varios eventos de esta naturaleza y estoy convencida de que el éxito en mi carrera como deportista se basa en la constancia, la disciplina y el trabajo diario para llegar a los objetivos. En esto no hay sorpresas. Cuando uno tiene facultades o facilidad para un de-

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porte, no sirve de gran cosa si no se trabaja muy duro. El entrenamiento diario es lo que construye la plataforma para poder llegar alto, la disciplina y constancia son la base del éxito. La magia está en trabajar muy duro, pero disfrutarlo. Yo soy una apasionada de la natación; adicional a las aguas abiertas, me fascina competir en alberca en 800 m y 400 m libres, 400 m combinado individual, 200 m dorso y pecho. La natación competitiva y la natación de larga distancia son diferentes, pero ambas me gustan mucho y forman parte de mi vida diaria. Nadar es mi pasión y, como tal, me gusta compartir la natación con mi familia; disfruto entrenar con mis hijos, con mis amigos y seres queridos, y principalmente compartir mi deporte de tal manera que lo que yo haga nadando le otorgue un beneficio a un tercero. Es así como partiendo de esta idea nació el proyecto Quiero Sonreír. Nadar para beneficiar a niños con labio y paladar hendido ha sido una bendición para mí, me ha dado una motivación especial en momentos difíciles, donde el cansancio, el frío, las olas y el viento

QUIERO SONREÍR, CIRUGÍAS DE PALADAR HENDIDO

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En México, aproximadamente 3500 niños nacen anual-

hacen muy complicados los nados, pero el pen-

mente con labio y paladar hendido (LPH) ya sea por des-

sar que estoy nadando para que puedan atender

nutrición, medicamentos mal empleados durante el quirúrgicamente a un niño me hace continuar embarazo, adicciones de los padres o falta de ácido fólico, dando brazadas siempre hacia adelante. entre otras causas. En 2010, participé en el evento La Vuelta al Mundo Nadando, organizado por Sport City, mediante el cual, entre todos los participantes logramos sumar el número de kilómetros que mide la circunferencia de la Tierra; con ello, la Fundación Alfredo Harp Helú donó los recursos económicos para llevar a cabo cien cirugías para niños con LPH. Estos eventos motivan a seguir dando brazadas, una tras otra, hasta cumplir el objetivo. Cada nado es un viaje especial. He recorrido muchos kilómetros nadando y cada uno de ellos implica una travesía por lugares increíbles. He viajado nadando por mares, ríos, lagos; he atravesado tormentas, vientos enfurecidos, lugares mágicos y aguas de todos los tonos de azul que existen. En ocasiones he nadado sola, pero también, he tenido la fortuna de nadar acompañada por mis hijos, amigos muy queridos y aguamalas, delfines y lobos marinos. Mi nado individual al canal de la Mancha es el viaje más difícil y complicado que he hecho en toda mi vida, pero al mismo tiempo el viaje más fantástico y extraordinario. Cuando llevaba nueve horas nadando, mi cuerpo estaba al límite; tenía mucho frío, los hombros me pesaban mucho en cada brazada. La lengua la tenía tan hinchada a causa del agua salada que no podía hablar, me dolía la garganta cuando intentaba dar un trago de mi bebida de abastecimiento; los ojos, rojos e irritados por el agua de mar que se me filtraba en los goggles, me lagrimaban y me ardían, y estaba tan cansada por el esfuerzo que en un momento pensé que no podría terminar. El viento soplaba tan fuerte que provocaba olas que constantemente me revolcaban y me desviaban del objetivo, la corriente me empujaba hacia otra dirección y cada brazada me sentía más cansada y más lejos de llegar a la costa francesa. Dice el Zorro, personaje de uno de mis libros favoritos, El Principito de Antoine de SaintExupéry, que “sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos”. Cuando me detuve a las nueve horas y media para tomar mi abastecimiento, con lágrimas en los ojos y con mucho dolor, lo dije: “¡Ya no puedo más!”. Tomé mi bidón con ambas

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manos, como para tratar de calentarme un poco, e intenté dar tragos pequeños para que el dolor fuera menos intenso. De la lancha escuché palabras de aliento para que continuara y decidí intentarlo media hora más. En esa media hora hice un recuento de todo lo que me había llevado a estar ahí en ese momento, en la mitad del canal de la Mancha, y recordé muchos momentos: un sueño y la complicidad con mi papá al compartirle que quería nadar el canal, al poco tiempo falleció, pero en ese momento sabía que me estaba acompañando y me daba ánimo; el amor y apoyo de mis hijos Eduardo y Andrea, de mi esposo Eduardo y de mi familia; el entusiasmo y cariño de amigos con los que compartí desde el día uno este proyecto. Reviví muchos kilómetros nadados

La Fundación Alfredo Harp Helú dona los recursos eco-

durante mis entrenamientos… en el carril y en

nómicos para las cirugías, Sport City apoya en los evenaguas abiertas. Recordé la emoción que sentí al tos deportivos, la Clínica Brimex del Centro Médico leer la carta de Fundación Alfredo Harp Helú con- ABC provee la parte médica para las cirugías y los atlefirmando su apoyo a mi cruce mediante un do- tas nadan para obtener más kilómetros y más cirugías. nativo para Brimex, equiparando una cirugía a cada kilómetro nadado... Recordé la carita de tantos niños que han logrado sonreír gracias al trabajo de los médicos de la Clínica y me di cuenta de que no estaba nadando sola… estaba nadando acompañada de un gran equipo y eso me fortaleció y me inyectó la gasolina que necesitaba para poder terminar. Nadé cinco horas más y terminé casi a media noche, después de nadar 14 horas y 33 minutos. La Federación de Pilotos y Nadadores del Canal de la Mancha emitió un certificado que valida mi nado. Lo celebro y lo comparto con mi equipo: mi familia, mi casa Sport City, Quiero Sonreír, Fundación Alfredo Harp Helú, Centro Médico ABC y Brimex Clínica de Labio y Paladar Hendido. Gracias por haberme fortalecido. En este cruce al canal de la Mancha no sólo nadé 57 kilómetros para llegar de la costa inglesa a la costa francesa, logrando con esto 57 cirugías para niños con labio o paladar hendido; además de nadar, aprendí a tejer y trenzar. Dejé de ser un hilo suelto para formar parte de un tejido que ha logrado transformar la vida de muchos niños. Conseguí el triunfo nadando con el corazón. Imaginando que mi triunfo es el triunfo de otros, mi sonrisa es la de otros niños. Nadé sintiendo el cariño y amor de mi familia y amigos y la grandeza del océano y del universo. Todavía hoy, ¡cierro los ojos y lo sigo disfrutando! A lo largo de estos casi seis años desde que nació Quiero Sonreír, he conocido a algunos de los niños que se han atendido, y para mí ése ha sido el premio de todos los kilómetros nadados. He formado un equipo muy grande en el que cada parte es fundamental. Hoy me sigo preparando para continuar con este tejido maravilloso que transforma vidas para nadar ¡un nuevo reto!

QUIERO SONREÍR, CIRUGÍAS DE PALADAR HENDIDO

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CAMPAÑA VISUAL

En el año 2008, el doctor Jorge Villar Kuri (q.e.p.d) le propuso a la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca iniciar una campaña por la recuperación de la vista para personas de escasos recursos. Planteaba la operación de catarata, glaucoma o trasplante de cornea, además de consultas y lentes para personas que los necesitaran. El proyecto fue aceptado y la FAHHO se comprometió a dar un donativo a la Fundación Padre Ángel Vasconcelos, para que ellos organizaran y administraran esta campaña. De esta manera, el doctor Villar Kuri, aliado con el doctor Federico Iturribarría Bolaños Cacho, anestesiólogo, y el doctor Sergio Velásquez Rosas, cardiólogo, atendieron cerca de un centenar de personas. La FAHHO compró el material quirúrgico, los lentes intraoculares y gafas, y apoyaba con los gastos de traslado, alimentos y hospedaje de pacientes y familiares. La Campaña Visual se llevó a cabo en la Sierra Norte, la Costa y Valles Centrales.

LA HISTORIA DE IGNACIO MALDONADO DOMÍNGUEZ JUANA VÁSQUEZ VÁSQUEZ

MI VECINA, LA SEÑORA ELVIRA DOMÍNGUEZ PABLO, TIENE SEIS HIJOS, cuatro hombres y dos mujeres. Nachito es el cuarto de los hermanos. Ella nunca se percató del problema de visión de Nachito hasta que ingresó a la escuela primaria, donde su maestro notó las dificultades del niño para leer los libros o para distinguir las letras en el pizarrón. El director de la escuela le notificó a doña Elvira que el niño tenía problemas visuales y le hizo ver la necesidad de llevarlo con un oculista. Sin embargo, Nachito continuó asistiendo a la escuela y tuvo que repetir primero y segundo año de primaria. Mi sobrina Yunitza me habló preocupada por esta situación, por lo que decidí ir a ver a doña Elvira, con quien tenemos muy buena amistad, y me parecía importante tratar este asunto. Le comenté que Yunitza me había dicho que Nachito no veía de cerca, que tenía muchos problemas para

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ver y me ofrecí para investigar quién podría ayudar al niño. Acudí a la Fundación Alfredo Harp Helú para averiguar si seguía en marcha su campaña en apoyo a los débiles visuales, a la que en alguna ocasión me habían invitado a participar. Les expliqué el problema de Nachito y de inmediato una representante de la Fundación me puso en contacto con el oftalmólogo Jorge Villar Kuri; tanto él como su hijo, Jorge Villar Castillo, eran conocidos en Oaxaca por apoyar a las personas con bajos recursos. El médico examinó al niño en la ciudad de Oaxaca e hizo saber a la familia que Nachito necesitaba un trasplante de córnea. Cuando me explicaron que mi hijo necesitaba un trasplante de córnea en los dos ojos —comenta doña Elvira— pensé que era algo imposible, porque no tenía dinero para pagar la operación. Rogaba a Dios que mi hijo no perdiera la vista. Conforme me iban explicando la gravedad del problema de vista de Nachito pensé que se debe dar mucha atención a los niños para detectar a tiempo las enfermedades que pueden traer de nacimiento. Me di cuenta de que la atención médica es necesaria desde el nacimiento. Nunca supe que era importante tomar ácido fólico durante el embarazo y que la falta de este ácido puede provocar la ceguera. Con el apoyo de la Fundación, el doctor Villar Kuri llevó a cabo, en el 2008, el primer trasplante de córnea de Nachito en el Hospital para Evitar la Ceguera en México, y en el 2009 hizo el segundo trasplante. “La visión de mi hijo ha mejorado notablemente. Ahora Nachito va bien en la escuela”, comenta su madre. Ignacio Maldonado Domínguez tiene catorce años de edad, cursa la secundaria, su lengua materna es el zapoteco y su segunda lengua el español. Sus padres son campesinos. Nachito, como todos lo conocemos, es muy juguetón y bromista, disfruta mucho

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las fiestas de su escuela y de la comunidad, pero también sabe cumplir con sus obligaciones en casa. Le pedimos a Nachito que nos platicara cómo era su visión antes del trasplante de córnea. Como siempre, el niño responde sonriente y bromista: “¡Ahora veo más guapas a las chavas!”. Afirma que antes de la operación apenas veía: “Pensé que así me iba a quedar siempre, porque mis padres son pobres; nunca iban a poder juntar el dinero para una operación. Pero gracias a la amistad con Yunitza, porque ella viene a jugar con nosotros o nosotros vamos a su casa, fue como mi mamá se dio cuenta de mi problema. Tener buena amistad con la gente puede ayudarnos en algún momento de necesidad, podemos apoyarnos de diferentes maneras”. Nos cuenta que fue una gran sorpresa cuando le avisaron que tenían que ir a la ciudad de Oaxaca porque le iban a revisar los ojos: Llegando a Oaxaca, unas personas de la Fundación me estaban esperando. Me compraron dulces y pelotas. El doctor me hace poner la cara en unos aparatos. Luego me hace ver unas letras de diferentes tamaños. Yo diciendo, dentro de mi corazón: “Esta persona me va salvar los ojos”. El doctor nos dice que tiene que conseguir la córnea para el injerto. Yo no entendía nada de esas cosas, sólo pensaba que me iba a curar y que la operación iba ser en la Ciudad de México…, no me acuerdo el nombre de hospital. “Tan pronto se consiga la córnea, les aviso para que se trasladen a México”, nos dijo. La señora Elvira dice que cuando les avisaron de la Fundación que tenían que trasladarse a la Ciudad de México, estaba muy emocionada: “Por fin se iba a curar mi hijo. La Fundación había arreglado todo para nosotros, y el doctor Villar Kuri nos esperaba en el hos-

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pital”. Cuenta Nachito que al llegar al hospital “les dijimos que éramos de Oaxaca y les dimos mi nombre. De inmediato nos recibieron y nos llevaron a la Dirección, donde estaba el doctor Villar Kuri. Luego llegó una señorita vestida de blanco y nos acompañó para llenar unos papeles. Todas las personas que me atendieron me trataron muy bien: sin conocerme ya sabían mi nombre”. Nachito se quedó una semana en la Ciudad de México para las curaciones de la primera operación. De esos días recuerda: Sucedió algo muy bonito en el hospital. Se me acerca una señora y me regala dinero y me dice: “Es para tus medicinas”. Ese detalle nunca se me va olvidar; es una enseñanza para mí el que podemos ayudarnos los unos a los otros. Eso en zapoteco se llama gwzon. Antes de regresar a Oaxaca me llevaron a la Basílica de Guadalupe. Nos fuimos en el metro. Yo estaba muy contento de viajar en el metro, hasta conocí un poco la Ciudad de México. Poco a poco empecé a ver mejor con el ojo operado. La segunda operación se realizó en el mismo hospital. Al poco tiempo Nachito ya veía muy bien. Para mí fue como un nuevo amanecer, porque ya podía ver los cerros que tenemos del otro lado del pueblo, podía caminar sin problemas, ver brillar las estrellas, ver la luna… Hasta entonces me di cuenta de que yo no veía nada. Ahora voy en sexto de primaria y con mis lentes veo mejor; pero mis compañeros me dicen cuatro ojos, por eso a veces no quiero ponérmelos. Pero el maestro me apoya y les explica a mis compañeros que no deben burlarse de la gente que usa lentes porque tienen una enfermedad en los ojos. “Algún día ustedes van a necesitar usar lentes”, les dice. No hay que ocultar nuestro sufrimiento. Muchas veces nos da vergüenza decir que tenemos una enfermedad. Pero si nos damos la mano, como me pasó a mí, que mucha gente me apoyó para recuperar la vista, podemos recibir la atención médica que necesitemos. En Yalálag no tenemos médicos para revisarnos la vista, por eso yo agradezco de todo corazón a las personas que me devolvieron la vista. Ahora gozo viendo la lluvia y mirando cómo crecen las plantas, como la milpa que pronto nos dará elotes. Gracias a la Campaña Visual, Nachito pudo recuperar la visión, ahora las consultas y el seguimiento de su tratamiento los da el doctor Jorge Villar Castillo. La enfermedad pudo haber sido evitada si la madre hubiese tenido la información de consumir ácido fólico durante el embarazo. Por fortuna para Nachito, él ahora “puede ver las montañas”. Es importante difundir la información en todos los rincones del planeta, por más apartados que estén.

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CIRCUITOS DE LA SALUD

El Circuito de la Salud es un programa de prevención primaria en la salud impulsado por la Fundación Alfredo Harp Helú, Sport City y Deportes Martí. Consiste en la instalación de equipos de gimnasio al aire libre en parques públicos para que cualquier persona tenga la posibilidad de ejercitarse con equipo adecuado y gratuito. El ejercicio continuo se considera prevención primaria porque ayuda a evitar la obesidad, la hipertensión y muchas enfermedades crónico-degenerativas. El programa contempla la instalación de circuitos en parques de toda la república.

GIMNASIOS PARA TODOS

JORGE SPÍNDOLA

LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ BUSCA INCENTIVAR LA PRÁCTICA deportiva, propiciar la integración familiar, evitar la violencia y prevenir enfermedades. Es por ello que diseñó los Circuitos de la Salud, que son gimnasios gratuitos al aire libre. Cada circuito consta de veinte estaciones para practicar ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, y para realizar estiramientos. Pueden ejercitarse más de 45 personas al mismo tiempo. Bicicletas estacionarias, aerocaminadoras, elípticas, péndulos, pulls de brazos y hombros y twisters son algunos de los veinte aparatos instalados en cada circuito. Si una persona realiza una serie en las veinte estaciones contribuye considerablemente a mejorar su salud física y mental. En agosto de 2012 se inauguró el primer Circuito de la Salud en Oaxaca, en el parque Luis Donaldo Colosio en el municipio de San Felipe del Agua. Actualmente, hemos instalado tres circuitos más, uno en el parque Ciudad de las Canteras y dos más en la unidad deportiva El Tequio. En la Ciudad de México hemos instalado alrededor de 200 gimnasios en colonias de recursos bajos-medios que han gozado de gran aceptación por parte de los habitantes de esas zonas; tanto así que han llegando solicitudes a la Fundación Alfredo Harp para el Deporte para que coloque más circuitos.

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Queremos instalar estos gimnasios en los

La FAHH tiene como objetivo la instalación de 10 000

parques de estados de la república, para contri-

Circuitos de la Salud; lo que significa que se utilicen

todos los días, en forma gratuita, por un millón de percomo éstos han demostrado su efectividad en sonas aproximadamente. todo el mundo, y cuentan con el aval de profesionales del deporte y la salud en el ámbito internacional. Si un usuario utiliza sucesivamente cada una de las máquinas por un minuto hasta completar todo el circuito de veinte estaciones, tiene garantizado un desarrollo aeróbico de excelencia. Así combatimos la obesidad y la hipertensión, pero también reducen la violencia, porque se genera un espacio para que los jóvenes utilicen su energía en cosas positivas. Capacitamos a los responsables de los parques para que asesoren a los usuarios. Es increíble la cantidad de personas que van a hacer ejercicio. En la Ciudad de las Canteras, por ejemplo, aproximadamente mil personas por semana usan las estaciones tiempo completo; el parque no cierra en ningún momento, así que los usuarios llegan a cualquier hora. El parque Colosio, en San Felipe, sí tiene horarios, pero son bastante accesibles, lo mismo que en la unidad deportiva El Tequio y en el bosque El Tequio. Daniel González, encargado de los parques de Oaxaca, nos comenta que los espacios se ocupan todo el tiempo, sobre todo por personas de la tercera edad. Están tan convencidos buir a mejorar la salud de la población. Circuitos

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de los beneficios del programa que incluso están buscando más parques donde instalarlos. Es de destacar, además, el cuidado con el que los usuarios emplean los aparatos; ellos mismos les dan mantenimiento. Recuerdo que en una ocasión encontré a un señor engrasando una pieza. Se apropian de su gimnasio, lo sienten suyo. Nos sorprende que los jóvenes no lo ocupen tanto como los adultos. A un lado de Ciudad de las Canteras está el estadio de beisbol Benito Juárez. En él entrena un equipo infantil de futbol americano de Oaxaca. El equipo completo, en sus dos entrenamientos, hace ejercicio en nuestro Circuito de la Salud. Los entrenadores los supervisan para usar correctamente cada estación, y como la gente observa a todos esos jóvenes ejercitándose en los aparatos se siente motivada para hacer lo mismo. El diseño del circuito es tan eficiente que en veinte minutos se trabajan todas las partes del cuerpo. A don Alfredo le entusiasma este proyecto porque él mismo es un gran deportista. Le encanta el deporte y qué mejor que fomentar la salud y la convivencia social. Otro ejemplo de apropiación de los circuitos es el del parque Colosio, donde los mismos habitantes de la zona se organizan para dar clases y orientar a los demás usuarios; así que quien no sabe usar bien los aparatos puede pedirle asesoría a cualquier vecino. Se propicia una bonita convivencia en los Circuitos de la Salud. Valdría la pena además vincularlos con un programa de nutrición y huertos orgánicos, porque el deporte y la nutrición van de la mano: hay que saber comer bien para poder aguantar el ejercicio. En la inauguración del circuito en San Felipe, el señor Harp le explicó el funcionamiento al gobernador y ambos comentaron que era preferible pagar circuitos de la salud en todo el estado que pagar los gastos de hospitalización por sobrepeso e hipertensión. El Circuito de la Salud ayuda a disminuir los gastos de salud porque es un programa preventivo.

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ALFREDO HARP HELÚ Y LA FUNDACIÓN GONZALO RÍO ARRONTE

La Fundación Gonzalo Río Arronte se creó en el año 2000 y desde entonces ha financiado múltiples proyectos en las áreas de salud, adicciones y aprovechamiento del agua. Alfredo Harp Helú es integrante de su patronato y une esfuerzos con la Fundación Río Arronte para mejorar el equipamiento de hospitales y apoyar a instituciones que, sin fines de lucro,realizan actividades destinadas a la captación, distribución y mejor uso del agua.

PROFUNDA VOCACIÓN HUMANITARIA

JAVIER MOCTEZUMA BARRAGÁN

EN EL MUNDO DE LA FILANTROPÍA, ALFREDO HARP HELÚ ES RECONOCIDO como una personalidad con profunda vocación humanitaria, su ejemplo promueve iniciativas altruistas y solidarias en la sociedad mexicana. Además de atender sus propias instituciones benefactoras, se da tiempo para colaborar con creatividad y dinamismo en el desarrollo de otras organizaciones como la Fundación Gonzalo Río Arronte. Don Gonzalo Río Arronte fue un empresario exitoso, nacido en Atlixco, Puebla, en el año 1912. Fundó la fábrica de dulces y chocolates Luxus, que en su época fue el referente en la industria nacional del dulce. En la década de los sesenta dedicó su inteligencia y sagacidad para llevar a cabo atinadas inversiones y prósperos desarrollos inmobiliarios. En 1993, don Gonzalo Río Arronte decidió dejar su importante legado en beneficio de los mexicanos más desfavorecidos, a través de la Fundación que llevaría su nombre. Para ello invitó a Alfredo Harp Helú, junto con otras reconocidas personalidades del escenario filantrópico nacional, a una reunión celebrada en la notaría que daría fe de su voluntad. En esa ocasión expresó a los presentes, con meridiana claridad e inspiradora efusividad, los objetivos humanitarios y de bienestar social que tendría la institución que él deseaba se constituyese después de su fallecimiento. Su anhelo era que la organización

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pudiese perdurar para beneficiar a muchas y distintas generaciones de mexicanos. Don Gonzalo Río Arronte falleció en 1999. Al año siguiente, Alfredo Harp formó parte del grupo que iniciaría aquel proyecto esbozado por el distinguido filántropo. Don Gonzalo legó los recursos económicos y el esquema a seguir; el grupo se ocuparía de crear la Fundación Gonzalo Río Arronte, como una institución de asistencia privada, con el objetivo de impulsar proyectos sociales en las áreas de salud, agua y adicciones. Aquel grupo fundador empezó por instaurar políticas y mecanismos administrativos y funcionales para la toma de decisiones del nuevo patronato; para invertir con prudencia, eficacia y oportunidad los recursos a fin de que tuviesen un carácter permanente; para otorgar los donativos atendiendo fielmente los objetivos sociales, y que la gestión administrativa guardase la sobriedad y austeridad acorde con el mismo principio rector de permanencia imaginado por don Gonzalo. Los demás miembros del distinguido grupo de patronos, presidido por el ingeniero Gilberto Borja Navarrete, reconocieron a Alfredo Harp Helú “por su prestigio profesional, por su gran experiencia y honorabilidad probada”, y resolvieron nombrarlo tesorero y presidente del Comité de Administración y Finanzas. En ese órgano administrativo estaría acompañado por otras dos reconocidas personalidades: Miguel Mancera Aguayo y Rafael Moreno Valle Suárez.

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Para proteger el patrimonio de la Fundación y desarrollar con eficacia y eficiencia sus actividades a favor del bienestar social, Alfredo Harp propuso al patronato un programa sobre ingresos globales y flujo de efectivo, políticas de manejo de capital y reglas de operación y aplicación de recursos. Sugirió, entre otros mecanismos, que el Comité de Administración y Finanzas propusiese al patronato los montos anuales a ejercer y de esa manera alinear la disciplina financiera a los objetivos filantrópicos de la institución. El Patronato de la Fundación Gonzalo Río Arronte reconoció la extraordinaria labor del comité dirigido por Alfredo Harp, cuya gestión permitió apoyar proyectos importantes de amplio impacto social, beneficiando a múltiples comunidades marginadas. Así, en el año 2007, el grupo de patronos decidió nombrar a Alfredo Harp vicepresidente, además de ser ya tesorero de la Fundación. Cinco años después, el Patronato resolvió nombrarle presidente de la institución para el periodo 2012-2013, como reconocimiento a su destacable trabajo dentro de la organización. Alfredo Harp llega a la presidencia de la Fundación en un contexto de crisis financiera nacional y mundial que auguraba una disminución sustantiva de recursos filantrópicos, con consecuencias graves para el financiamiento de los proyectos sociales. Bajo su atinado liderazgo, sumado a las capacidades profesionales y talentos de quienes conforman el patronato, la Fundación Gonzalo Río Arronte inició una profunda transformación en su estructura organizativa y funcional. El patronato trazó un plan a fin de consolidar lo realizado durante los once primeros

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años de vida institucional y emprendió las innovaciones necesarias para dotar de mayor flexibilidad organizacional a la Fundación y de ese modo fortalecerla como institución donante permanente, tal como lo ambicionó don Gonzalo. Como presidente de un órgano colegiado, como es el Patronato, Alfredo Harp dio pauta al debate y a la toma de decisiones conjunta. En diciembre de 2013, Alfredo Harp Helú concluyó su gestión como presidente de la Fundación Gonzalo Río Arronte, una de las instituciones filantrópicas más importantes de México. Lo hizo con la satisfacción del deber cumplido, con el reconocimiento de sus colegas del Patronato, con la admiración y aprecio de quienes tuvimos el privilegio de colaborar con él y con el sensible agradecimiento de todas aquellas organizaciones de acción y servicio social que se beneficiaron de los donativos otorgados por la Fundación Gonzalo Río Arronte. Alfredo Harp Helú despliega su liderazgo de manera constructiva y eficaz. Tiene la virtud de quien sabe exigir resultados concretos, a la vez que se muestra comprensivo y humano. Sabe escuchar, ponderar y dar instrucciones claras y precisas. Fija el rumbo y está siempre atento al cumplimiento de los objetivos trazados. Nunca pierde de vista la importancia del impacto social y entabla un diálogo profundo y afable con quienes se benefician de su esfuerzo filantrópico, al que dedica muchas horas, siempre fructíferas. Su reconocimiento social es amplio, como su intensa labor a favor de México.

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BOSTON CHILDREN’S HOSPITAL

El Boston Children’s Hospital, afiliado a Harvard, realiza diversas investigaciones en el campo de la medicina, la bioquímica, la genética y otras ramas de la ciencia. Entre sus proyectos de investigación destaca el Programa de Células Madre. El hospital se ha propuesto ser el primero en ofrecer células personalizadas para los pacientes y así inaugurar una nueva era en la medicina. La Fundación Alfredo Harp Helú es un aliado de este programa que busca transformar la medicina a escala global. Este trabajo no tiene fronteras geográficas y su impacto será enorme. El objetivo es desarrollar las primeras terapias y curas basadas en células para algunas de las enfermedades que más afectan a la población mundial.

“NOS DIJERON QUE IBAN A QUITARLE LA VIDA”

ANDRÉS TREVIÑO

LA HISTORIA DE ANDY Y SOFÍA

EN MAYO DE 1999, A LAS 48 HORAS DE NACIDO EN UN HOSPITAL DEL ESTADO de México, mi hijo Andy sufrió una infección en la sangre causada por una rara bacteria conocida como Listeria monocytogenes. Recibió altas dosis de antibióticos intravenosos, pero tras la primera infección padeció cuadros de neumonía, meningitis, osteomielitis y diarrea, así como múltiples infecciones por bacterias, virus y hongos que ponían en peligro su vida. Era urgente dar con un diagnóstico para la condición de Andy, pero las pruebas sólo arrojaban resultados negativos. Llegó un momento en el que tuvimos que importar medicamentos y equipo médico de Estados Unidos para mantenerlo vivo. Después de agotar todos los recursos decidimos buscar opciones de tratamiento en otras partes, principalmente en Estados Unidos. Un conocido nos recomendó el Boston Children’s Hospital como una institución de excelencia y la más indicada para un caso como el nuestro. Entramos en contacto con el

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doctor Samuel Nurko, gastroenterólogo mexicano que trabajaba en ese hospital, y emprendimos el viaje a Boston vía Chicago, un viaje que Andy tuvo que hacer en condición grave, pues tenía ya otra infección en la sangre. Afortunadamente, al llegar logramos que lo atendieran directamente en urgencias. El hospital funciona con una filosofía de atención centrada en la familia, de manera que nos consideraron desde un principio parte del equipo junto con los doctores, enfermeras e investigadores. Nos resultaba increíble que los padres pudieran acompañar a sus hijos todo el tiempo en el hospital, aun cuando estuvieran en terapia intensiva.

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Después de dos meses en el hospital de Boston, el doctor Jordan Orange, investigador inmunólogo, logró encontrar la raíz genética de la enfermedad. De los 25000 genes en el cuerpo de Andy, uno de ellos presentaba una mutación que hacía que fallara su sistema inmunológico. Se trataba de un gen encargado de producir una proteína muy importante llamada NEMO. El problema de Andy era que cualquier bacteria o virus podía quitarle la vida porque no tenía forma de defenderse adecuadamente. El doctor Orange, médico muy brillante (hoy en día Jefe de Inmunología del Texas Children’s Hospital), fue quien nos dio opciones para curar a Andy. Había tres caminos: 1. Mantenerlo con una fuerte dosis de medicamentos, antibióticos, antivirales y medicinas contra hongos. Andy estaba tomando más de trece medicinas tres veces al día, además de infusiones de gammaglobulina

El gran potencial de la terapia celular radica en la

cada dos semanas para mantenerlo a salvo.

creación de células sanas que no sean rechazadas por

Pero sabíamos que con este tipo de medicinas

el cuerpo del paciente. Los métodos más prometedores consisten en cultivar remplazos de las propias células

no llegaríamos muy lejos. 2. Terapia genética. Arreglar el defecto genético cedimiento no era seguro todavía. En ese en-

del paciente que sean cien por ciento compatibles. Estas células personalizadas son la clave del éxito de la terapia celular, porque al eliminar el problema del

tonces unos niños en Inglaterra habían

rechazo se disminuye el riesgo.

en sus células. Desafortunadamente, el pro-

desarrollado cáncer después de recibir células genéticamente modificadas. 3. Trasplante de células madre. Remplazar sus células defectuosas con células nuevas. Consideramos que ésta era nuestra mejor opción, pero para que el trasplante fuera exitoso necesitábamos células cien por ciento compatibles. Nos dimos cuenta de que el dolor de un hijo es mucho más fuerte que el dolor propio. Toda infección conlleva dolor, náuseas y mucho malestar. Andy tuvo todo tipo de infecciones y de las más fuertes. Estuvo en terapia intensiva tres veces, y en salas de operaciones treinta veces. Conoce más de 150 doctores y lo cuidaron más de 450 enfermeras. Cerca de mil días y noches en el hospital y aún así siempre nos regaló una sonrisa, incluso cuando le tomaban radiografías, porque decía que iba a salir en la foto. Decidimos estar siempre a su lado. Sabíamos que nos encontrábamos en el lugar adecuado, haciendo equipo con el personal médico y los investigadores. Recibimos mucho apoyo de familiares y amigos. Dedicamos todo nuestro tiempo a encontrar un diagnóstico y salvarle la vida. Andy tenía una enfermedad terminal y necesitaba un trasplante de células madre de la médula ósea. Se nos informó que con células compatibles el porcentaje de éxito del trasplante era de 95%; con células no compatibles la probabilidad era menor a 30%. A partir de ese día

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nos dimos a la tarea de buscar células compatibles en los registros públicos de donadores de médula en México, Estados Unidos, España y en todo el mundo. En Estados Unidos había más de cinco millones de personas registradas y sólo 250 000 eran latinos. No encontramos a nadie compatible. México, con una población de cien millones de habitantes, tenía solamente 3000 personas registradas; tampoco ahí encontramos donadores compatibles. Fue entonces que el doctor Orange nos presentó otra opción para salvar la vida de Andy: tener otro bebé. La idea era planear la llegada de un bebé para que después de nacer tomáramos células madre del cordón umbilical para usarlas en el trasplante y curar a Andy. En un principio la idea nos pareció de ciencia ficción, pero decidimos hacerlo; cualquier cosa para evitar más sufrimiento a Andy. Utilizamos fertilización in vitro y una técnica conocida como diagnóstico preimplantatorio para encontrar un embrión compatible. Cuatro días después de fertilizado el óvulo se realizó una biopsia. Una sola célula del embrión basta para verificar la compatibilidad y observar si presenta la mutación en el gen NEMO. El análisis se llevó a cabo en un laboratorio de Chicago, desde donde nos avisaron que teníamos dos embriones femeninos compatibles. Los embriones fueron transferidos en el verano del 2003 y mi esposa Paulina quedó embarazada. Con mucha suerte logramos encontrar a Sofía, que nació el 14 de marzo de 2004. El plan ahora era remplazar células defectuosas de Andy con células sanas del cordón umbilical de Sofía. Así que, en octubre de 2004, Andy recibió las células sanas que le permitirían adquirir la funcionalidad inmunitaria que confiere el gen. El procedimiento era radical: los médicos nos dijeron, en pocas palabras, que durante el trasplante iban a quitarle la vida a Andy para luego revivirlo con las células nuevas. Su conteo de células en la sangre bajó a cero con la quimioterapia y fue hasta que las nuevas células madre se incorporaron a la médula ósea que empezaron a producir células de sangre nuevas y sanas.

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Nos sentimos muy afortunados por haber encontrado la raíz genética de la enfermedad, lo que abrió el camino de la curación, y aún más afortunados por haber encontrado a Sofía. Hoy día la vida de Andy es como la de cualquier otro niño. Cuando alguna infección se presenta, sus células nuevas lo ayudan a combatirla. Hubo un día que Andy y Sofía se pelearon en la casa, como todos los hermanos se pelean. En esa ocasión Sofía le recordó firmemente a Andy que ella le había donado células para el trasplante. La respuesta de Andy, después de una breve pausa, fue recordarle a Sofía que sin su diagnóstico ella no hubiera nacido. Se tienen respeto mutuo. Después de pasar tanto tiempo en el hospital junto a Andy, ahora me dedico a compartir la historia de mis hijos y a recaudar fondos para el Boston Children’s Hospital. Mi esposa Paulina y yo pensamos que compartir nuestra historia ayuda a otras familias y esperamos también que contribuya al avance

La misión de la Fundación Alfredo Harp Helú es me-

de la medicina. Sigo muy de cerca los avances

jorar la vida de otros por medio de alianzas filantrópi-

cas en temas de salud, educación, cultura y artes. El Están tratando de hacer en el laboratorio lo que Programa de Células Madre del Boston Children’s Hosnosotros hicimos para curar a Andy: sustituir pital, cuya meta es transformar la medicina a escala global, es totalmente compatible con ese cometido. células defectuosas por células sanas. del Programa de Células Madre en el hospital.

A fines de 2010, una familia de México que había quedado muy agradecida con el tratamiento que había recibido en el hospital se reunió conmigo para preguntarme de qué manera podían apoyar a la institución desde México. Coincidimos en que presentar el trabajo del Boston Children’s Hospital en la Ciudad de México podría ser una buena forma de ayudar. Establecimos contacto con Sissi Harp; así, en noviembre del 2011, la FAHH anunció un donativo de un millón de dólares al Programa de Células Madre del Boston Children’s Hospital. Es el primer donativo de una institución mexicana o latinoamericana a esta institución. La misión de la Fundación Alfredo Harp Helú es mejorar la vida de otros por medio de alianzas filantrópicas en temas de salud, educación, cultura y artes. El Programa de Células Madre del Boston Children’s Hospital, cuya meta es transformar la medicina a escala global, es totalmente compatible con ese cometido. Los doctores Len Zon, George Daley y su equipo están muy cerca de desarrollar los primeros tratamientos y curas basadas en células para algunas de las enfermedades que más nos aquejan. Esperamos arribar pronto a un futuro en el que muchos otros niños tengan a su alcance una oportunidad como la que tuvo Andy.

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CENTRO DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD EN HAITÍ

En 2009 la República de Haití contaba con una población de más de 10 millones de habitantes. Actualmente, es considerado el país más pobre de América, caracterizado por tener cerca del 80% de su población bajo la línea de la pobreza. El 12 de enero de 2010, Haití sufrió un terremoto en el que perecieron más de 230 000 personas y 1.5 millones quedaron damnificadas. Ahora que la emergencia terminó comienza la reconstrucción. La Salle y la Fundación Alfredo Harp Helú participan en esta jornada.

EDUCACIÓN EN EL BARRIO DE CAZEAU

ANDRÉS BALDERAS

ENTRE EL HACINAMIENTO, EL CRECIMIENTO IRREFRENABLE Y LA POBREZA de Puerto Príncipe, el Centro de Educación para la Salud del barrio de Cazeau, apoyado por la Fundación Alfredo Harp Helú, es un verdadero oasis de salud para las madres de familia que acuden en busca de mejores niveles de higiene y de nutrición para sus familias. Para prestarles ayuda, no hay condiciones de edad. El único límite está marcado por el alcance de los recursos. Sobre un terreno de 4850 m2, ubicado cerca del aeropuerto internacional de Puerto Príncipe, se edificó el Centro Educativo La Salle Haití, donde se imparten estudios de primaria y secundaria para más de ochocientos niños de escasos recursos, aunado a ello se habilitó el Centro de Educación para la Salud, un comedor y 1 200 m2 de áreas deportivas. El Centro está conformado por un salón que generosamente puede recibir a ochenta personas; una cocina escuela con su despensa y bodega; varias habitaciones que acogen a quienes tienen la voluntad de obsequiar una parte de su vida, y que por lo mismo son llamados voluntarios; dos consultorios médicos y dispensarios; un área techada que regala sombra fresca a los niños, con sanitarios propios para ellos y otros para los adultos; así como una huerta experimental para abrir el paso a nuevas hortalizas y frutales. Todo efecto tiene una causa, y el Centro de Salud la tiene desde luego: el empeño de ayudar

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que mueve a la Fundación Alfredo Harp Helú, y que pone al alcance de la gente de Cazeau la diferencia entre la enfermedad y la salud, entre la muerte y la vida. Lo mismo que significa para el extraviado un oasis en el desierto. Las hermanas de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres son conocidas como las hermanas azules, color que la gente traslada del hábito religioso que las identifica a la comunidad que conforman. Cuando esa comunidad azul tuvo noticia de que los Hermanos de La Salle trabajaban en Haití, se avivó su interés para unirse a su trabajo, pero desde su carisma, que es el área de la salud de los pobres, bajo la divisa “Sólo Dios”, creada por su fundadora: Jeanne Émilie de Villeneuve, beatificada en el año 2009. Desde Castres, Francia, y desde su fundación en 1836, las hermanas han seguido el llamado para misionar en cerca de veinte países de África y América Latina. En México, D. F., tuvieron un primer encuentro donde explicaron a los Hermanos Lasallistas el espíritu que las mueve a velar por los pobres, sobre todo por las mamás y los niños, educando en la higiene y la sana alimentación. Han sugerido la creación de pequeños huertos y hortalizas para mejorar la dieta familiar, sin encarecerla. A raíz del terremoto de Haití en enero del 2010, los colegios lasallistas de México se unieron en una intensa campaña para hacer posible la construcción de una escuela, a cambio de tantas que con el sismo quedaron reducidas a la nada. Este esfuerzo, sumado a donativos procedentes de Europa, convierte en realidad el proyecto. Don Alfredo Harp, animado por su hijo Santiago, que escuchó en la primaria del Colegio La Salle Oaxaca la inquietud y consternación ante el sismo, ofrece ayuda, y los Hermanos sugieren dirigir su donativo a la construcción del Centro de Salud de Cazeau, cuyo avance pone a prueba la paciencia y la esperanza de quienes ansían ver en sus espacios la presencia azul de las hermanas de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres. El Centro de Salud de Cazeau es un proyecto que vive por el carisma de las hermanas de velo azul. Los Hermanos de La Salle han sido instrumento para hacer realidad ese espacio de consuelo y salud.

CENTRO DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD EN HAITÍ

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Desarrollo social y proyectos productivos



FOMENTO SOCIAL BANAMEX

Fomento Social Banamex es un organismo no lucrativo cuya misión es llevar a cabo programas de compromiso social que contribuyan a impulsar el desarrollo sustentable de comunidades con altos grados de pobreza y elevar su bienestar social. Se creó para consolidar un compromiso empresarial por México, con un fondo para apoyar las actividades y servicios de instituciones no lucrativas, impulsar su fortalecimiento, favorecer la capacitación técnica y la creación de empleos.

COMPROMISO CON LOS MÁS DESPROTEGIDOS

FERNANDO PEÓN

LA RELACIÓN QUE TENGO CON ALFREDO HARP SE REMONTA A UNOS TREINTA años; siempre le he tenido mucho afecto y he admirado la visión social que nutre los proyectos que emprende. En 1993, Alfredo me invitó a participar en la conformación de Fomento Social Banamex; se trataba de crear una asociación para contribuir de alguna manera al desarrollo social de México. Nos tomó varios meses delinear los principios fundamentales de Fomento Social Banamex. El Banco Nacional de México tiene una posición líder en el sector empresarial de este país, así que aprovecharíamos su estructura y liderazgo para conformar esta asociación con miras a un bien común. Primero, nos constituiríamos como una asociación civil, pero no de carácter asistencialista: buscaríamos que los beneficiarios de los proyectos se involucraran responsablemente. Segundo, trabajaríamos no solamente con los recursos del banco y lo que Alfredo Harp y Roberto Hernández aportaran, sino también con el apoyo internacional que pudiéramos conseguir. Considerando la presencia de la institución, sabíamos que podíamos lograr una buena convocatoria; nuestra meta era conformar una asociación de gran envergadura. Tercero, los retos más importantes de fines del siglo XX y comienzos del XXI en los que se enfocaría la asociación serían la educación de calidad, el combate a la pobreza y la conservación del medio ambiente.

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Respecto al tema de la pobreza, planteamos dos estrategias de abordaje: por un lado, proyectos de bienestar social y, por el otro, desarrollo de la productividad y el empleo. Los aspectos más relevantes en los que nos enfocamos en torno al bienestar social son educación, salud, vivienda, alimentación, electrificación y agua. Tan importantes como el bienestar social son la productividad y el empleo; por tanto, teníamos la obligación de revisar los temas de la pobreza, tanto rural como urbana. Decidimos empezar con la pobreza rural, con ambos tipos de proyectos: bienestar social y proyectos productivos. A fines de 1993, México ingresó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por lo que temíamos un retroceso en el apoyo internacional a proyectos filantrópicos nacionales. La estrategia para contrarrestar esta insuficiencia fue aprovechar la iniciativa del sector privado y proponer una alianza con la OCDE y con el gobierno para enfrentar la pobreza. Era necesaria una coordinación entre el sector pri-

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vado y los órganos de gobierno con el fin de sacar adelante al país, con una visión de mediano y largo plazo. Concluimos que los grandes problemas y las grandes soluciones de este país ya no podían ser responsabilidad de un solo sector y que teníamos que aprender a trabajar en conjunto. Alfredo Harp propuso entonces una idea: por cada peso que el gobierno aportara a proyectos que coincidieran con el interés de esta nueva asociación, nosotros pondríamos otro peso; de la misma manera, por cada dólar que un organismo internacional donara, nosotros aportaríamos otro dólar. Uno de los primeros proyectos que apoyamos en el estado de Oaxaca fue el de llevar plantas potabilizadoras a las regiones más alejadas del estado. El entonces gobernador de la entidad había solicitado nuestro apoyo para

Respecto al tema de la pobreza, planteamos dos estra-

hacer frente a un brote de cólera en la entidad, que

tegias de abordaje: por un lado, proyectos de bienestar social y, por el otro, desarrollo de la productividad y el

no podía erradicarse en tanto las comunidades no

empleo. Los aspectos más relevantes en los que nos enplantas potabilizadoras marcó un parteaguas en focamos en torno al bienestar social son educación, nuestra perspectiva y determinó una ruta a seguir. salud, vivienda, alimentación, electrificación y agua. Con objetivos más a mediano plazo, comenzamos otro proyecto de gran envergadura en Oaxaca. Recibimos una solicitud del Gobierno del Estado de Oaxaca para atender la parte que ocupaba la antigua huerta del exconvento de Santo Domingo de Guzmán, pues estaba lleno de grava y canchas de futbol, y no se estaba aprovechando al máximo. Francisco Toledo había sugerido construir ahí un jardín histórico etnobotánico. Se unieron al proyecto otros artistas y organismos de apoyo a la cultura. A partir de nuestros acuerdos con el gobierno estatal y con Conaculta, pudimos formar un equipo muy sólido. En 1995, tras la salida del personal militar del exconvento de Santo Domingo, comenzó la gran obra de restauración —una de las más importantes en la historia de México—, ya no sólo del traspatio, sino de todo el complejo. Llegamos a tener hasta mil trabajadores entre arquitectos, restauradores, canteros, yeseros, doradores, ebanistas, herreros y albañiles. Se rescataron viejos oficios y se brindó una importante oportunidad a los estudiantes de arquitectura para ejercer la práctica en su último año de estudio. Fue un proyecto de gran significación cultural. Se trabajó con cantera verde, respetando las minas en todos los lugares donde estuvimos. La restauración de Santo Domingo tomó unos tres años aproximadamente. La belleza y el esplendor del lugar renacieron. Emprendimos posteriormente el proyecto del Centro Cultural Santo Domingo, cuyo fondo para asuntos sociales y culturales estaría a cargo de Amelia Lara, pero con la participación del gobierno estatal, el gobierno federal y Fomento Social Banamex. Otro proyecto de gran relevancia fue el rescate de bibliotecas. Un tiempo antes de que llegara Alfredo, María Isabel Grañén había estado trabajando en el rescate de lo que hoy es la Biblioteca Francisco de Burgoa, que también se encuentra en Santo Domingo. María Isabel tuvieran acceso al agua potable. Este proyecto de

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se había propuesto rescatar más de 30 000 libros que se encontraban apilados en cajas en los sótanos de la UABJO, para lo cual se acercó a nosotros. Necesitaba financiamiento para mandar a hacer los libreros que albergarían el acervo. El conjunto quedó dividido en cinco instancias independientes: el Jardín Etnobotánico, el Museo de las Culturas el Centro Cultural Santo Domingo, la Biblioteca Francisco de Burgoa y la Hemeroteca Nestor Sánchez. Una de las razones por las que Oaxaca resulta tan atractivo para el turismo es precisamente Santo Domingo (aunado a Monte Albán y Mitla, la gente, la comida y la autopista). Oaxaca experimentó un boom. Nuestro interés se dirigió entonces a San Pedro y San Pablo Teposcolula, donde se inició una obra de gran alcance, particularmente en la Capilla Abierta. Luego vinieron Yanhuitlán y Coixtlahuaca. A diferencia de Santo Domingo, donde entramos con muchos recursos de varias instancias, para estos proyectos no se contó con el mismo apoyo, de manera que el trabajo se abordó por etapas, para ir alcanzando metas específicas. Participamos de una manera muy activa, sobre todo en San Pedro y San Pablo Teposcolula. Con el tiempo, se fueron disolviendo los fideicomisos y quien se quedó apoyando los proyectos fue la FAHHO. Otra de las grandes estrategias que planteamos en un inicio, y que es de especial interés para Alfredo, es el asunto de la productividad y el empleo. Se abrió en aquel entonces, en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Multilateral de Inversiones

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(Fomin), que arrancó con la participación de diez o quince países. El programa incluía una serie de fondos para proyectos productivos, así que decidimos, por indicaciones de Alfredo, crear un fondo para la productividad y el empleo en el sector rural de la república mexicana, el cual contaría con participación del BID y de Fomento Social Banamex. El BID

nunca había trabajado en términos de igualdad de derechos con otros socios; pero

nosotros participamos como socios igualitarios. Si alguien sabía de créditos éramos nosotros, lo único que pedíamos era que esto se respetara. Aceptaron nuestra propuesta y desde entonces Alfredo Harp preside este fondo para la productividad y el empleo que llamamos Fondo Acción. A través de él, llegamos a prestar hasta tres o cuatro millones de dólares a proyectos económicamente viables. A fines de 1993, en plena crisis económica, en un contexto de inflación y devaluación, el fondo arrancó tambaleándose. Tuvimos que moderar nuestras expectativas respecto al proyecto. Acordamos, por ejemplo, que su alcance no fuera nacional y decidimos comenzar donde consideramos que más se necesitaba, así que empezamos por Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, la sierra norte de Puebla, la península de Yucatán (especialmente en la zona sur del estado) y Veracruz. Con el tiempo, fuimos especializándonos en diversos temas; el primero de ellos fue el café orgánico. En ese momento, con el desplome de los precios de las variedades convencionales de café, debido al volumen de las exportaciones de Vietnam, nos dimos cuenta de que había una gran demanda internacional de café orgánico de altura. Decidimos especializarnos en esas zonas e impulsar la producción, pues es la que mejor

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mantiene los precios a escala internacional. Es un café de élite que se da en regiones muy pobres, y justamente por eso le dimos prioridad. Entramos también con fuerza a la producción de maíz en Oaxaca, Veracruz, Puebla y el Estado de México. Por ejemplo, la comarca de La Frailesca en Chiapas, cuyo potencial como motor de desarrollo en el sur de la república es equiparable al de Sonora en el norte, producía solamente tres toneladas por hectárea en condiciones óptimas. Propusimos intercambios horizontales de experiencias en Guadalajara y el Estado de México, y esas zonas pasaron de producir tres a catorce toneladas por hectárea. Se han generado cientos de miles de empleos en todos los ámbitos de alcance de nuestros proyectos. En Chiapas tuvimos también otro acuerdo muy importante con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Alfredo Harp propuso que se creara un

Uno de nuestros propósitos es contribuir a impulsar el

fondo a partes iguales entre la CDI y nosotros

desarrollo sustentable, a mejorar la calidad de vida y a

para apoyar proyectos de beneficio social.

Fue impresionante la voluntad de Alfredo por superar la pobreza en regiones y comunidades con altos niveles de marginación. En el periodo de 1994 a 2012, apoyar a estas zonas. Llegamos a la conclusión hemos desarrollado una diversidad de acciones y apo- de que alcanzaríamos una presencia importante en 20% de las microrregiones más pobres de yado proyectos orientados al desarrollo comunitario. México. Propusimos la instalación de plataformas tecnológicas en el corazón de estas comunidades, en donde se brindaría educación en los sistemas de información para que estuvieran más al día en cuanto a métodos, tecnologías y mercados. El objetivo era que en esas plataformas tecnológicas se implementara un plan regional de largo plazo para el desarrollo de las zonas. Fue un proyecto al que le dedicamos mucho trabajo y del que cosechamos buenos resultados. Fomento Social Banamex sigue consolidándose como una asociación preocupada por la gente; está dirigida por personas sensibles a la realidad social de nuestro país y al contexto mundial; se renueva constantemente, colabora con nuevos actores y se engrandece. Para no perder la continuidad de los proyectos emprendidos, hemos creado fuertes vínculos con la sociedad civil. Somos un sector privado comprometido con un sector social organizado, que trabaja en conjunto, que impulsa a que los gobiernos, periódicamente renovados, se sumen a nuestros grandes proyectos. Nuestro compromiso sigue siendo con la gente, con las comunidades y con el bienestar social.

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HOME RUNS BANAMEX

Home Runs Banamex es un programa creado por la Fundación Alfredo Harp Helú y Fomento Social Banamex que vincula las buenas jugadas de dos equipos de beisbol —los Diablos Rojos del México y los Guerreros de Oaxaca— durante la temporada regular de la Liga Mexicana de Beisbol, con la donación de recursos a instituciones mexicanas públicas y privadas, que destacan por su trayectoria de trabajo y compromiso social a favor de quienes más lo necesitan. Home Runs Banamex apoya acciones relativas a la educación, cultura, deporte, salud, ayuda legal, investigación, difusión científica, infraestructura, asistencia social y cuidado del medio ambiente.

UN JUEGO EN EL QUE TODOS GANAMOS

FERNANDO PEÓN

LA PASIÓN DE ALFREDO HARP POR EL DEPORTE, EL BIEN COMÚN Y EL BEISBOL se conjugan para crear el fideicomiso Home Runs Banamex. Se trata de premiar las buenas jugadas de los beisbolistas de manera que éstas apoyen el bien común; es decir, los deportistas premian con su esfuerzo a organizaciones civiles que reciben apoyo de Fomento Social Banamex y la Fundación Alfredo Harp Helú. Cada hit, cada carrera, cada buena jugada que realicen los Diablos Rojos o los Guerreros de Oaxaca se traduce en puntos, es decir dinero, que la Fundación y Banamex colocan en un fideicomiso para apoyar a cientos de organizaciones civiles. El contador Alfredo Harp, como copresidente de Fomento Social Banamex, copropietario de los Diablos Rojos y los Guerreros de Oaxaca y promotor de la Fundación que lleva su nombre, ideó una manera para estimular a los jugadores y apoyar el esfuerzo de personas comprometidas con la sociedad, que entregan su vida a los proyectos que desarrollan. Mientras mejor jueguen los beisbolistas, más instituciones se podrán apoyar.

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Todo está computarizado y contabilizado con un programa especial diseñado para conjuntar estas grandes pasiones. Home Runs Banamex es el único fideicomiso que apoya todo tipo de actividades y diferentes áreas de trabajo. Así, son apoyadas acciones relativas a la educación, cultura, deporte, salud, ayuda legal, investigación, difusión científica, infraestructura, asistencia social, cuidado del medio ambiente, publicaciones, en fin: cualquier asociación civil, organización social o institución de asistencia privada sin fines de lucro que presente un proyecto viable puede participar en Home Runs Banamex. Fomento Social los califica y algunas asociaciones reciben apoyo y capacitación administrativa, fiscal o social. El comité toma en cuenta la trayectoria y el compromiso de las instituciones, la solidez y calidad de su trabajo, el impacto de sus acciones en la creación de bienestar social, así como el cumplimiento de los parámetros que anualmente se establecen en las bases del programa. El programa arrancó en 1996 y otorgó donativos a organizaciones en toda la república mexicana. A partir de 1998, la asignación de recursos se concentró en instituciones de Oaxaca y el valle de México: sedes de los dos equipos que participan en el programa. Cada año, las instituciones seleccionadas reciben un donativo, que además de contribuir al desarrollo de sus actividades, representa un reconocimiento a su mérito y trayectoria, y les sirve como referencia para conseguir otros apoyos.

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Home runs Banamex ha aportado más de 146 millones de pesos para 815 organizaciones sociales.

Recuerdo, entre muchas otras, una asociación que ha recibido el apoyo de Home Runs Banamex por más de cinco años consecutivos: el

Centro de Atención Infantil Piña Palmera. Se trata de una organización civil que desde hace veinte años ha trabajado el tema de la discapacidad con personas de comunidades rurales, en su mayoría indígenas. El eje central de su trabajo es el respeto hacia las diferencias y la formación de una sociedad incluyente. La extrema pobreza y los problemas sociales se suman a los problemas de salud. Empezaron con niños y de ahí su nombre, pero luego se dieron cuenta de la demanda para otras edades y decidieron apoyarlos también. Trabajan en la costa sur del estado de Oaxaca con rehabilitación, integración social, información, y prevención de todas las formas de discapacidad: física, intelectual o de conducta. Piña Palmera promueve programas de concientización y rehabilitación para familias, escuelas y comunidades locales. Estos programas enseñan a la gente a usar equipos adaptados y técnicas terapéuticas, así como el cuidado general de las personas con discapacidad. Los resultados son niños, jóvenes, adultos y ancianos con discapacidad mejor integrados en su vida cotidiana. Han sido atendidos por ellos más de 5 000 personas con diferentes discapacidades. Otras organizaciones que trabajan en ámbitos poco atendidos y que han sido beneficiadas por Home Runs Banamex son las fundaciones Michou y Mau, y Te Queremos Ayudar. Ambas trabajan con niños que sufrieron quemaduras graves y concientizan a la sociedad sobre la problemática que enfrentan los niños quemados en México y, en particular, en Oaxaca. Plantean que con una adecuada atención se puede lograr la sobrevivencia de las víctimas de quemaduras extensas y profundas con calidad de vida. La Fundación Michou y Mau impulsó el establecimiento de los primeros servicios médicos avanzados para niños quemados, y continúa su trabajo para que en México se establezcan más y mejores medios de atención para personas quemadas. En Oaxaca, la Fundación

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Te Queremos Ayudar trabaja en la zona del Papaloapan y tiene un vínculo con el Hospital Valentín Gómez Farías. Ambas fundaciones promueven la cultura preventiva y dan asistencia a niños quemados canalizándolos a centros especializados para que reciban el mejor tratamiento posible. También brindan apoyo a la comunidad médica y procuran impulsar el desarrollo de unidades avanzadas y servicios actualizados para el tratamiento de niños quemados. Tenemos cientos de historias conmovedoras, podría contar más de ochocientas. Todas con una fuerte convicción de servicio.

PROPICIAR EL CAMBIO

MARÍA ISABEL GRAÑÉN PORRÚA

SIEMPRE HE PENSADO QUE HOME RUNS BANAMEX ES UN PRETEXTO DE Alfredo Harp Helú para ayudar a los más necesitados, un enlace más entre su afición por el deporte y las causas sociales que busca apoyar. Se trata de unir voluntades, de darnos las manos para crear una cadena cada vez más amplia, que tenga un gran alcance para abrazar a nuestro querido México. Cada año se celebra este evento en Oaxaca, y me confirma la existencia de muchas personas que entregan su vida para ayudar a los demás. Juntos nos hemos comprometido con la cultura, el medio ambiente, el deporte y el servicio a los más necesitados. Me sorprende la diversidad de proyectos tan benéficos que se apoyan cada año. Me alegra que estemos unidos, saber que ninguno de nosotros está solo y que juntos encaminamos nuestros esfuerzos en el mismo sentido, en busca de un nuevo amanecer: un país más

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justo, más equitativo, con mejores oportunidades. Cada día, al ver salir el sol, vuelvo a agradecer que exista gente que comparta los mismos sueños y trabaje para lograrlos. Nuestro país necesita gente comprometida, y qué mejor que la cadena se fortalezca con la unión de Banamex y la FAHHO. Es necesario que las colaboraciones crezcan para propiciar el cambio que tanto anhelamos. Ésta es una invitación que les hace un pitcher para mirar hacia sus horizontes, a los cuatro puntos del diamante. Al recibir su donativo, ustedes están en el plato, listos para dar un gran batazo. Con él impulsarán a los beneficiarios de sus proyectos que ya pisan las almohadillas y lograrán anotar carreras. Espero que ellos también se entusiasmen, corran rápido y promuevan un voluntariado que permita sumar más esfuerzos. Los invito a ser también el ejemplo para aquellos que esperan su turno al bat, a fortalecer la redes de colaboración y comprometer a otros donantes para que esta suma de esfuerzos crezca. El triunfo está en la medida en que cada uno impulse al otro. Ustedes tienen un camino andado, miren lo que han hecho y diversifiquen sus alianzas estratégicas. Porque la participación es dar y recibir. A veces nos toca hacer los outs y otras batear. Sigamos labrando un camino de esperanzas, unos y otros haremos que los campos sean verdes, que nuestro mundo sea cada vez más humano. No olviden que los Home Runs Banamex impulsan más y más carreras, así que les pedimos a nuestros queridos Guerreros de Oaxaca que continúen haciendo grandes jugadas.

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FUNDACIÓN VIDA DIGNA

Fundación Vida Digna nace en 1995 para brindar a los niños rarámuris de la sierra Tarahumara la oportunidad de mejorar su formación personal e integral, habilitándolos para contribuir a la preservación de su cultura. Con esta finalidad, la Fundación aporta becas que cubren un amplio espectro de servicios, las cuales se distribuyen entre distintas escuelas-albergues de las poblaciones serranas. Su actividad se extiende además a la provisión de otros apoyos para la comunidad en su conjunto. Desde sus inicios, Vida Digna trabaja en colaboración con la Fundación Alfredo Harp Helú y la empresa Interceramic. Buscando unir esfuerzos, Vida Digna propició también el acercamiento con el Padre Luis G. Verplancken, quien sirvió a la Compañía de Jesús durante 50 años; y así, aprovechando su experiencia, trabajamos en equipo para mejorar la calidad de vida en la sierra Tarahumara.

OPORTUNIDAD PARA EL DESARROLLO INTEGRAL

VÍCTOR ALMEIDA

L A SIERRA TARAHUMARA SE ENCUENTRA UBICADA AL SUROESTE DEL estado de Chihuahua, abarca una extensión de 60 000 kilómetros cuadrados. Ahí habita una de las etnias mejor preservadas del continente americano, los rarámuris, comúnmente conocidos como tarahumaras. Actualmente viven en la sierra alrededor de 60 000 rarámuris, a los que se suman grupos de tepehuanes, guarijíos y pimas, con poblaciones muy reducidas. La escasez de agua, la tala inmoderada de árboles, el drástico crecimiento de las zonas urbanas y los efectos de su sobrepoblación han deteriorado la calidad de vida y las perspectivas futuras de los habitantes de la sierra, que hoy padecen enfermedades, hambre y desnutrición. A lo anterior se suma un bajo nivel educativo en la población, ya que

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existen pocas escuelas en la región y también pocos maestros que hablen español y rarámuri, por lo que es evidente un alto índice de analfabetismo. En 1995, Chihuahua se vio afectada por una fuerte sequía. La hambruna no tardó en aparecer en la sierra, causando enfermedades entre la población y la muerte de más de treinta niños. Era necesario diseñar un mecanismo que garantizara la provisión regular de ayuda; fue con esta idea que se constituyó la Fundación Vida Digna, que actualmente ofrece apoyo a estas comunidades en servicios médicos, educativos y de acceso al agua. En la sierra Tarahumara existen cerca de 7 000 localidades indígenas. Su dispersión poblacional es muy elevada, lo que dificulta la integración social y la educación de los jóvenes. Esta dispersión se debe a factores como la geografía de la zona, la necesidad de

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habitar cerca de tierras cultivables y el espíritu de independencia y libertad que caracteriza a los rarámuris. A ello contribuye además el desplazamiento estacional de varios grupos, que descienden a las barrancas durante el invierno, a causa del frío, y regresan a las mesetas en la primavera o el verano. En este contexto, las diversas escuelas-albergues que se han instalado en la sierra representan una solución al problema educativo de los niños indígenas, pues al reunirlos durante cinco días a la semana les ahorran los desplazamientos diarios y aseguran su presencia en clase. En Vida Digna apoyamos el trabajo de las escuelas-albergues mediante becas que cubren alojamiento, educación, alimentación y servicios médicos para cada niño. Con esto se busca proporcionar a los pequeños una base educativa, pero también sembrar en ellos

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el anhelo de un desarrollo personal y propiciar una disposición de servicio a su comunidad. De esta manera se fomenta además el orgullo por su cultura y un sentido de pertenencia a su maravillosa etnia. Durante el año 2012, apoyamos a 240 niños que se alojan en distintos albergues localizados en comunidades de la sierra Tarahumara, tales como Cerocahui, Sisoguichi, Norogachi, Chinatú, Creel, Rejogochi, San Pablo de la Sierra y Matachí. En agosto de 2008 adoptamos el albergue Aldea Infantil Warupa, ubicado en San Pablo de la Sierra, lo que nos ha permitido dar un seguimiento personal a cada uno de los treinta pequeños que residen en él (número que confiamos aumentar pronto hasta alcanzar la capacidad total del lugar, que puede dar servicio a ochenta niños). Aldea Infantil Warupa se distingue por ser un albergue plenamente sustentable, ya que cuenta con dos hectáreas de hortalizas y con huertos para la cosecha de cuatro distintas variedades de maíz autóctono, destinadas al consumo propio. En Vida Digna no olvidamos a nuestros becados una vez que han terminado su ciclo escolar. Siempre nos llena de orgullo descubrir que algunos de ellos se han incorporado exitosamente al mundo laboral o que comparten los beneficios de su formación con su comunidad. Es el caso, por ejemplo, de Felipe Chávez Ramírez, nacido en la localidad de Humirá, quien pudo cursar su educación básica en la escuela primaria de Rejogochi,

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Creel, apoyado por una beca de la fundación, y que el día de hoy presta sus servicios a esa misma institución como profesor. Otra de nuestras beneficiarias es Carmen Soledad Baiza, originaria de Norogachi, quien recibió una beca para realizar sus estudios de secundaria y actualmente se desempeña como auxiliar de enfermería en el hospital San Carlos Norogachi. Un caso más de éxito es el de Diana Ernestina Sarabeachi, oriunda de Ojachichi, que terminó su educación secundaria gracias a una beca de la fundación y actualmente cursa la carrera de idiomas en la Universidad la Salle. Diana espera en un futuro próximo poder utilizar sus conocimientos en beneficio de su comunidad. Si bien no todos los niños se encuentran en posibilidades de continuar con sus estudios, en Vida Digna consideramos un logro importante haber contribuido a su desarrollo personal ayudándolos a adquirir hábitos saludables y las habilidades básicas de lectoescritura y matemáticas, herramientas indispensables para interactuar con el mundo bicultural del que ya forman parte. Nuestra labor, sin embargo, no se ha limitado a los más pequeños; en todos estos años hemos beneficiado a más de 5 000 personas, entre niños, jóvenes, adultos y ancianos mediante distintos tipo de apoyos. En lo que respecta a los servicios médicos, Vida Digna cubre los honorarios de siete médicos en tres hospitales, localizados en Creel, Norogachi y Sisoguichi, que atienden gratuitamente a los habitantes de distintas comunidades rarámuris. Uno de los factores que contribuye de manera decisiva a los problemas de salud y desnutrición que aquejan a los miembros de las comunidades serranas es la escasez de agua y el limitado acceso a ella. Es por esto que, a partir de 2012, decidimos emprender dos proyectos con la participación del Centro de Acopio para la Tarahumara. El primero consiste en almacenar agua de lluvia, pero con la misma calidad del agua potable; el segundo se propone colocar tomas domiciliarias que puedan acarrear el agua de los manantiales cercanos. En el primer año de trabajo pudimos dotar de agua a 71 familias indígenas en extrema pobreza de las localidades de Santa Rosa, Bashigochi y Wakareachi, y a 21 familias de las localidades de Sepochi, Wakichi y Morisochi. Es así como Vida Digna ha garantizado la regularidad de los apoyos a los rarámuris, principalmente en las áreas de educación y salud. Nuestra labor ha sido resultado de un enlace de esfuerzos entre Interceramic y la Fundación Alfredo Harp Helú, que se distingue por sus actividades filantrópicas, interés por erradicar la pobreza del país y apoyos en programas educativos. Año con año esta Fundación renueva su compromiso de participar en nuestro objetivo de proporcionar a los niños rarámuris oportunidades para un desarrollo integral con un orgullo por sus orígenes. Agradecemos a la Fundación Alfredo Harp Helú ser uno de los pilares primordiales en el logro de nuestros proyectos.

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PROYECTO TRILINGÜE

El Proyecto Trilingüe es una iniciativa que busca preparar tecnológicamente a los jóvenes para el siglo XXI. El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú, diversas instituciones educativas nacionales —como el Bachillerato Integral Comunitario (BIC) de San Andrés Soloaga, el BIC de Teotitlán del Valle, el Centro de Lenguas Ollin Tlahtoalli, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y la Universidad La Salle Oaxaca— e internacionales —como Los Alamitos High School, Branford High School, Bright Star School y Willowridge High School—.

DESARROLLAR UNA CULTURA DE PARTICIPACIÓN

RICHARD HANSON

O AXACA VIVE UN MOMENTO CRÍTICO EN SU HISTORIA, DEBIDO A LAS presiones económicas y a las tendencias globalizadoras. En este escenario, uno de los retos principales es tratar de adaptarse a los cambios internacionales sin sacrificar la riqueza de la cultura local. El uso de tecnología innovadora en la educación intercultural en comunidades indígenas representa un gran paso adelante en la formación de los jóvenes y la preservación de sus culturas y lenguas. A diferencia de lo que se piensa muchas veces, el aislamiento cultural, aunque fuera posible, no fortalece a la cultura. Al contrario, es la proyección al mundo, así como el acceso al conocimiento y a culturas diferentes, lo que permite que las culturas florezcan según sus propios valores. Estamos convencidos de que el intercambio enriquece y ayuda a preservar lo que se tiene. Es por ello que utilizamos la tecnología que está a nuestro alcance para propiciar intercambios culturales entre jóvenes de México y Estados Unidos. El objetivo es crear un modelo sustentable y reproducible, que pueda encabezar un movimiento para mejorar las relaciones sociales y ofrecer recursos educativos innovadores para los jóvenes con menos recursos. Esta iniciativa es posible gracias a la unión de esfuerzos de distintas

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organizaciones que consideran necesario reforzar el estudio y la reflexión, así como consolidar la identidad de los muchachos. Videos, imágenes, foros en línea, wikis, videoconferencias y otras herramientas multimedia nos sirven para acercar el conocimiento a los jóvenes y a los maestros que capacitamos, además de propiciar el intercambio cultural entre distintos países. Consideramos que esta experiencia sirve para desarrollar las habilidades cognitivas, sociales, afectivas y técnicas. Promovemos la preservación y comprensión cultural, las relaciones positivas y la integración social entre jóvenes de comunidades económica y culturalmente diversas. Hemos comenzado a formar una comunidad de aprendizaje por medio del diálogo y la colaboración constructiva con el fin de que los jóvenes de distintas culturas exploren y compartan historias, experiencias, opiniones y estudios académicos en varios idiomas.

PROYECTO TRILINGÜE

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Los estudiantes han elaborado sesenta videos, cien textos en distintos idiomas, diversos productos multimedia y material educativo. Citaré algunos ejemplos para mostrar de qué manera se realizan estos intercambios culturales y tecnológicos. El primero se realizó entre el BIC de San Andrés Solaga y la preparatoria Willowridge en Houston, Texas. La mayoría de los jóvenes de Willowridge son de familias de América Latina que emigraron a Estados Unidos, mientras que los alumnos de Solaga han sido testigos del impacto de la emigración en su

El proyecto promueve la reflexión y el intercambio cul-

comunidad. Con base en estas condiciones es-

tural entre jóvenes vinculados con Oaxaca y que se en- tructuramos un diálogo referente a la migración cuentran en distintas partes del continente americano. y cómo ésta contribuye a la pérdida o valoración Los jóvenes establecen un diálogo por lo menos en tres de la cultura. Solicitamos que sirvieran de inspiidiomas —inglés, español y algún idioma indígena del ración las experiencias de los jóvenes que se han sur de México— con una perspectiva intercultural. ido de su comunidad y los que han permaneCon el uso de la tecnología, el Proyecto Trilingüe busca cido. Esta actividad se prestó para que los estudesarrollar una cultura de participación que culmine diantes contestaran y reflexionaran acerca de preguntas como “¿A ti qué te gusta de tu comucon proyectos que beneficien a las comunidades. nidad?” o “¿Qué cambiarías de tu comunidad?”. La discusión no sólo rompió estereotipos acerca de los cambios en el estilo de vida de cada joven, sino también fomentó la valoración de los recursos locales a su alcance. Además, permitió expresar las esperanzas que tienen respecto a su comunidad. Los intercambios culturales permiten que los estudiantes se comprendan de una manera más profunda, a pesar de las brechas culturales y geográficas. El resultado de estos diálogos recae en la visión que tienen de sí mismos y de los demás, cambiando la perspectiva del mundo que les rodea. En Teotitlán del Valle organizamos un diálogo entre los estudiantes del BIC 29 y los alumnos de Branford High School. Destacaron preguntas como las siguientes: “¿Podrías mostrarnos a tus papás tejiendo y explicarnos el proceso del tejido?”, “¿Cuál es la historia y la importancia de la Virgen de Guadalupe?”, “¿Cómo dices ‘buenas tardes’ en zapoteco?”. El VoiceThread es un programa para estimular la imaginación y la creatividad; es un recurso didáctico aplicable a cualquier disciplina. Nos permite crear álbumes multimedia en los cuales es posible insertar documentos PDF, Word, Excel o PowerPoint, o bien, imágenes, audio y video. Como la herramienta permite que los jóvenes dejen comentarios de voz y de texto, estimula la reflexión y la demostración de conocimientos, el

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diálogo, la colaboración y la creatividad en relación con un tema específico. Para la enseñanza de este programa, veinte estudiantes del BIC 29-Teotitlán del Valle y del BIC 26San Andrés Solaga lo ocuparon para hacer una interpretación narrativa del arte del pintor oaxaqueño Francisco Toledo. Con una serie de grabados del maestro, los estudiantes partieron de una planeación cronológica para narrar un cuento, haciendo uso de diferentes lenguas originarias como mixe, chinanteco, zapoteco (del Valle y Sierra Juárez) y español. ¿Qué necesitan saber nuestros jóvenes para poder enfrentar los retos del siglo XXI mientras aumentan las oportunidades y el acceso a los recursos a través del internet y la tecnología? Las habilidades frecuentemente citadas como necesarias en este contexto reflejan las siguientes categorías de aprendizaje: cognitivas (aplicación de conocimientos y desarrollo del pensamiento crítico), afectivas (reafirmar la identidad, valorar la diversidad y comprender otras culturas), sociales (realizar productos colectivos, comunicación y retroalimentación) y técnicas (ocupar varias herramientas para el aprendizaje). Necesitamos jóvenes autónomos, con iniciativa propia, que valoren sus raíces, que sepan navegar la información y aplicar la tecnología para beneficio propio y de sus comunidades. Debemos enseñar a pensar críticamente acerca de la información encontrada en internet, saber analizarla y discernir entre los contenidos superfluos y los que realmente ayudan a la formación. Es importante conocer distintas tecnologías para comunicarse y colaborar creativamente con otros y así apreciar la diversidad de historias, identidades y culturas de otros jóvenes. Éstos son los jóvenes mejor preparados para el mundo actual y el futuro.

PROYECTO TRILINGÜE

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CENTRO CULTURAL ZAPOTECA UKEN KE UKEN

Con el deseo de valorar a los pueblos indígenas con su lengua, tradiciones y costumbres, la FAHHO apoyó la creación de un espacio digno para mejorar las condiciones de la comunidad: El Centro Cultural Zapoteca Uken ke Uken, que significa “Espíritu emprendedor”, difunde la enseñanza de métodos modernos que contribuyen a mejorar la situación actual de los pueblos, a partir del uso de nuevas tecnologías: computación, radio, televisión, internet y fotografía. El centro promueve la cultura a través de una biblioteca, exposiciones de arte, talleres, cursos, la banda de música comunitaria y conferencias que permiten reforzar los valores de las tradiciones de los pueblos.

EL SUEÑO DEL CENTRO CULTURAL ZAPOTECA UKEN KE UKEN JUANA VÁSQUEZ VÁSQUEZ

EN 1980, UN GRUPO DE CAMPESINAS Y CAMPESINOS PREOCUPADOS POR LA pérdida de la cultura del pueblo reflexionaron seriamente sobre la importancia de recuperar y fortalecer la identidad zapoteca, la conservación de su lengua, la revaloración del tequio, los servicios municipales gratuitos, la asamblea comunitaria y la necesaria autosuficiencia en la producción del maíz nativo, porque del maíz se alimenta la cultura de los pueblos indígenas. Durante los años ochenta, para hacer posibles las actividades culturales solicitamos el apoyo solidario de varias instituciones: la Universidad Nacional Autónoma de México dispuso de un lingüista para la enseñanza de la escritura en la lengua zapoteca; integrantes de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco estuvieron en la comunidad para la elaboración de viñetas para las cartillas en lengua zapoteca con temas sobre tradición agrícola, salud, educación, medio ambiente, entre otros; la Fundación Tamayo

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envió un maestro para dar clases de pintura, actividad que aglutinaba a niñas y niños que plasmaban su vida y su cultura en los dibujos. La comunidad también contó con el apoyo decidido de los migrantes, que estaban conscientes de la importancia del proyecto de desarrollo comunitario porque en aquel entonces no se contaba con participaciones municipales como ahora. El trabajo de estos primeros años rindió frutos y para la década de los noventa existía un renovado interés entre los campesinos, incluso jóvenes y niños, para revalorar su cultura. Los adultos se reunían con ellos para mostrarles las antiguas danzas zapotecas haciéndoles ver cuál era representativa de cada barrio; de esta manera, los jóvenes tomaron en sus manos la tarea de recuperar esta tradición y lograron que los distintos barrios redescubrieran sus danzas. En 1997, la Fundación Alfredo Harp Helú donó al Taller de Investigación y Difusión Zapoteca Uken ke Uken un lote importante de libros y muebles, que tanta falta hacían para los usuarios de la Biblioteca, que ocupaba un local del palacio municipal y que venía funcionando con muchas limitaciones pero con mucha disposición de los ancianos y ancianas para compartir su sabiduría con las y los jóvenes, niñas y niños. Con un maestro de lectoescritura de la lengua zapoteca, originario de la comunidad, publicamos un libro con los trabajos de los niños titulado Yi Kube (Fuego nuevo). Pese a problemas políticos continuamos con los trabajos culturales. Llegaron estudiantes de la Universidad Iberoamericana a dar clases de pintura a cientos de niños de la comunidad, que esta vez aprendieron a pintar sobre tela; con los trabajos se llevó a cabo una exposición a la que

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acudieron los padres de familia para apreciar los trabajos de sus hijos, hasta que un grupo de personas desalojó a la asociación civil del Ayuntamiento, quedando secuestrados los bienes materiales que allí se encontraban por varios años, hasta su recuperación en 2001. A la vista de los hechos, la organización se propuso construir un pequeño local para sesiones y talleres, y continuar con el trabajo de rescate y conservación de los valores culturales. Se contaba ya con un terreno adquirido por la Unión de Mujeres Yalaltecas. La construcción del local fue asumida por las mujeres, porque siempre participaron en los trabajos comunitarios del Ayuntamiento. De inmediato emprendieron la tarea de

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conseguir la tierra para los adobes y se ocuparon de su elaboración; las jóvenes, entre relajos y risas, empezaron a preparar el barro, que amasaban con los pies, ya que no se contaba con recursos. De esta manera, con muchos sacrificios lograron producir 5 000 adobes. Pero también se necesitaba comprar material industrializado para emprender la construcción del local. Se recurrió a las instancias del gobierno estatal y federal para el financiamiento del proyecto, pero no hubo respuesta porque era fin de año. Los primeros días de 2002, la doctora María Isabel Grañén Porrúa y el señor Alfredo Harp Helú dieron a la organización la grata noticia de que ellos se ocuparían de financiar el proyecto. Para los miembros del Taller, esa ayuda, “como caída del cielo” no podía haber llegado en mejor momento. Nuevamente la Unión de Mujeres Yalaltecas encabezaron la iniciativa de una construcción bien

Entre otros proyectos productivos, se pretende promover

diseñada, se organizaron para limpiar el te-

la adecuada comercialización de las artesanías zapoterreno, hicieron una cadena larga entre mujeres, cas: huipiles, rebozos, servilletas, huaraches, camisas y ancianas, niñas y niños para depositar a la orilla otros productos. También promueve diversas actividades de la carretera todos los escombros. Después, que permiten reforzar los valores de la cultura zapoteca, los hombres de la organización derribaron los como el uso de la lengua, la tradición agrícola del maíz muros viejos y dejaron el espacio listo para ini- y el trabajo comunitario. ciar la nueva construcción, no sin antes nombrar un comité para la construcción. Así, se inició la obra con los recursos económicos recibidos y con el tequio. Las mujeres no escatimaron esfuerzos, acarreaban ladrillos, arena y grava; estuvieron al tanto de la obra con entusiasmo y alegría. En cada colado de la construcción se encargaban de preparar el alimento para todos los participantes. En la comunidad de Yalálag, la mayoría de las casas estaban techadas con tejas, por lo que la organización consideró importante rescatar la tradición de la elaboración de tejas. Nuevamente las mujeres jugaron un papel importante en la búsqueda de un maestro que supiera construir el horno para las tejas y en hacer el acopio del material para este fin. El objetivo era que los jóvenes y niños vieran cómo se elaboran las tejas y ladrillos. Cuando se prendió por primera vez el fuego para el horno con ladrillos fue un día de fiesta; se ofreció la comida y el pozontle que no debe faltar, realizamos una gran convivencia alrededor del horno. Al terminar la obra, y viendo su tamaño, consideramos conveniente que fuera un centro cultural. Antes de la inauguración llegaron hombres y mujeres cargando su costal de maíz, frijol, panela, leña y otros productos para compartir. Aquí radica la importancia de fortalecer la tradición agrícola que hace posible la alimentación de cientos de invitados. Se inicia el Centro Cultural Zapoteca Uken ke Uken en marzo de 2003. Así es como el trabajo comunitario nos hermana y mantiene vivos el corazón y la mente.

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COMEDOR SANTA MARÍA

Comedor Santa María es una asociación civil —apoyada por la Fundación Alfredo Harp Helú y distintas instituciones nacionales e internacionales— que ayuda a la población infantil más débil de la sociedad a cubrir una de las necesidades primarias: la alimentación. Al brindar este apoyo a los infantes, junto con la transmisión de valores humanos y un trato digno y cariñoso, les brinda la oportunidad de ser mejores personas, para que en un futuro se conviertan en miembros productivos de la sociedad. Comedor Santa María tiene dos líneas de acción: nutrición y formación humana. Además de seguir una dieta especializada, con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud, la asociación cuenta con un programa que pretende dar a conocer a los niños y a las familias los valores universales que dignifican al ser humano.

“ESTÁN EN SU CASA”

VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ

UNA SEÑORA VESTIDA CON UNA SUDADERA COLOR ROSA MEXICANO Y pantalones oscuros nos hacía señas desde arriba del pequeño peñasco, nos indicaba que habíamos llegado y que nos estaba esperando. Detrás de ella se vislumbraba la precaria casa hecha con cartón acanalado cubierto con chapopote. Varios niños pequeños bajaron a recibirnos; sonrisas tímidas, ojos brillantes y cachetes colorados nos daban la bienvenida. Teníamos que subir unas escaleras improvisadas hechas con costales de harina raídos rellenos de tierra. La señora Maribel nos esperaba lista para mostrarnos su hogar. “Pásenle, pásenle, es por aquí”. Nos indicaba el camino por un minúsculo corredor detrás de la casa marcado por el límite con las piedras del monte. Incrustadas en las piedras del peñasco, tres varillas corrugadas a manera de asador, encima una olla de peltre, negra de tanto uso. Era la cocina y la olla su único instrumento. Otra señora joven, María Ignacia, que después entendí que era la madre de Maribel, nos abrió la puerta hecha con tablas

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de una vieja construcción. “Pásenle, están en su casa”. El olor a miseria se hizo presente; el pequeño cuarto apenas iluminado por un foco era un espacio que permitía tener dos camas matrimoniales y una minúscula cómoda. No pudimos entrar todas, porque a un costado de la cama con doble colchón nos pusimos la gerente de organización y yo, y junto, las dueñas de casa y un par de niños que las acompañaban; no había espacio para más, sus hermanos y el resto del grupo permanecieron afuera. Mi compañera comenzó con las preguntas y la señora María Ignacia respondía. Yo estaba muda, tratando de procesar el impacto que me causa la pobreza, tratando de no articular palabra que pudiera sonar a falta de respeto o a intromisión en un espacio que es abrumador; no por ese espacio, sino por lo que significa: la desigualdad, la miseria, la explotación, la injusticia, la falta de oportunidades, la corrupción, la impunidad y un largo etcétera. Todo se sintetizaba en esa pequeña casa que habían ordenado para nuestra visita, para recibirnos con dignidad y mostrarnos la casa de María del Pilar, de Anuar, de Cristian…, asiduos visitantes al Comedor Santa María. Escuchaba las preguntas como un eco ajeno; sabía que eran lo de menos, eran simplemente para señalar que los niños habían sido escogidos justo por vivir en esas condiciones. Las palabras sobran, la realidad es tan contundente, tan desgarradora que no hay manera de nombrarla…, o sí: se llama pobreza extrema y la viven a diario millones de mexicanos, por no decir ciudadanos del mundo. Sabía bien a lo que iba. Veinticinco años atrás había trabajado en la zona, cuando aún no existía lo que tiempo después se convirtió en Santa Fe, entre las delegaciones Álvaro Obregón y Cuajimalpa en la Ciudad de México. Recordaba que las casas en aquella época eran cuevas o estaban hechas con los empaques de cartón para la leche. Creía que esas colonias ya no existían por la enorme urbanización que se emprendió en la zona. Pero no, Alicia Mier y Terán, creadora y responsable del programa, me informó que esas colonias siguen ahí, y es justo la zona donde Comedor Santa María decidió trabajar, además de otras zonas de pobreza extrema en la ciudad y en el país. Esta vez me tocó visitar Acopilco, porque es un comedor que está bajo el patrocinio de la Fundación Alfredo Harp Helú. Este comedor está prácticamente en el bosque. La situación es diferente de otros comedores porque, por lo menos, las casas están rodeadas de árboles que, aunque están en una zona fría, dan un cobijo que no da el concreto. Fuimos en verano; no quisiera imaginar la temperatura de esa casa en el invierno, el frío se cuela por todas partes. Después de hablar sobre el oficio del marido de la señora Maribel —ayudante de carpintero—, de enterarnos de que en realidad son dos familias las que viven ahí, de que en las noches bajan el colchón sobrante para que los niños puedan dormir en el espacio que queda entre las dos camas y otras intimidades familiares, nos despedimos dando las gracias por permitirnos invadir su privacidad.

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Nuestra siguiente visita era a la casa de doña Yolanda Pérez, que padece diabetes aguda, con un marido sin trabajo, alcohólico y drogadicto, y es madre de siete hijos. Su casa es de concreto, es un cuarto que cumple al mismo tiempo todas las funciones. El agua la acarrean y la almacenan en una lavadora cilíndrica que hace las veces de tinaco. En este caso, Comedor Santa María les da a todos la única comida que tienen durante el día. Quien no come ahí es el marido. La señora Yolanda cuenta que se enteró del Comedor porque pasaba en diciembre y vio que entregaban despensas. Casualmente, pasó el día de Navidad, que es el día —además de los cumpleaños— que Comedor Santa María da un regalo extra para que se lo lleven a sus casas. Normalmente, la comida sólo se come dentro del comedor y nadie puede sacarla. Así que le dijeron que era sólo para los beneficiarios y que si quería serlo tendría que llenar la solicitud, cumplir con los requisitos para poder entrar y anotarse en la lista de espera. En realidad, fue bastante rápida su integración al Comedor, era evidente su necesidad. Las reglas son muy claras en el Comedor Santa María. Las familias atendidas deben vivir en pobreza extrema y no contar con los servicios básicos; la atención a los más jóvenes se reserva para edades desde los cuatro meses hasta los dieciséis años. En situaciones de excepción —como el caso de doña Yolanda y el de una muchacha con parálisis cerebral que tiene veinticinco años— también brindan el servicio a mayores de edad. Ahora tocaba la visita al Comedor, un espacio pensado para atender la necesidad básica primordial: la alimentación. En una construcción con ladrillo aparente por el exterior y pintada toda de blanco por el interior, se atiende a los niños de la localidad de Acopilco.

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Me impresionó el orden, la limpieza y la organización del lugar. Está más limpio y ordenado que cualquier hospital. Cuentan con dieciocho manuales que describen todas las actividades que se efectúan en el comedor, desde acciones mínimas, como la forma de sentar a los niños o de ordenar los cubiertos, hasta las recetas diarias y la manera de servir el agua; desde la admisión de niños, la capacitación del personal, el equipamiento, el mantenimiento, la operación del servicio, el programa de valores, hasta el día de Navidad y la peregrinación, etc. Todo está calculado, medido, pesado y organizado de tal manera que las encargadas aseguran que a la misma hora en todos los comedores se realizan las mismas actividades, se come la misma comida con la misma receta y se cantan las mismas canciones. Todo, absolutamente todo, está planeado, organizado y publicado en manuales. La plática que me dieron, la manera en que lo hi-

Durante los primeros mil días de vida se determina la

inteligencia futura y los hábitos alimentarios de los Las madres que ayudan a lavar los platos una vez bebés, por ello es importante que durante este tiempo al mes tienen instrumentos especiales para los infantes reciban todos los nutrientes necesarios para cieron, las palabras que dijeron están publicadas.

desarrollarse plenamente. Comedor Santa María pronera tiene tarjetas especiales para seguir al pie de porciona comidas bien balanceadas a más de 4 000 la letra la receta que, evidentemente, preparó una niños de cero a dieciséis años en diecisiete comedores nutrióloga; cuentan con básculas para pesar los ubicados en zonas de pobreza extrema. medir la cantidad de jabón utilizada; cada coci-

alimentos, gavetas para guardar la cantidad exacta y una despensa que permite reservar los alimentos que pueden prepararse previamente, para que a la hora de comer todo esté a tiempo y conforme a las reglas. Las chicas que limpian las mesas tienen trapos bordados con su distintivo y un recipiente con cloro y tapa para que se guarden ahí y estén diferenciados unos de otros; además, pesan, miden y dan seguimiento continuo a los niños, y todo, por supuesto, está publicado en el manual correspondiente. Los niños pueden vivir en ese espacio, el otro lado de la moneda. Después de escuchar las canciones y los cuentos que transmiten valores y probar la comida que les dan a los niños, me despedí agradecida con las señoritas uniformadas que participan en esta experiencia. Agradecida porque llevan a cabo un proyecto que les cambia la vida a esos chicos que tienen la posibilidad de asistir a Comedor Santa María. En el camino de regreso a Santa Fe, lugar de las oficinas administrativas del Comedor, Andrea Flamand me entregó un paquete impecable con un folleto informativo, una invitación para colaborar con Comedor Santa María, una tarjeta personalizada agradeciendo mi visita y una cuchara de cartón plastificado con los datos de las redes sociales del Comedor por un lado y, por el otro, la frase “Alimentando esperanzas, Comedor Santa María”. Esa cuchara se convierte en el símbolo de todo el proyecto, en una invitación, en un recordatorio, en un pendiente que todos tenemos.

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CENTRO DE DESARROLLO DE LA COMUNIDAD

Desarrollo de la Comunidad (CDC) es una asociación civil no lucrativa, constituida en 1985 por iniciativa del doctor Juan Lafarga Corona. La asociación forma miembros de comunidades desfavorecidas como promotores en desarrollo humano. Como respuesta a la inseguridad que se ha extendido en nuestro país, los promotores del CDC se han convertido en promotores de paz, que reconstruyen el tejido social desgarrado por la violencia. Basado en la filosofía humanista, el modelo de desarrollo humano comunitario instituido por el CDC ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas y las motiva a superarse y a tener esperanza en su futuro. Los programas, que se llevan a cabo en 361 instituciones públicas, son apoyados por la Fundación Alfredo Harp Helú. Durante 2012 se atendió a 22 799 personas, distribuidas en ocho delegaciones del D.F. y trece municipios del Estado de México.

EL CDC ANTE LA VIOLENCIA SOCIAL

JUAN LAFARGA CORONA

ANTE LOS ALTOS ÍNDICES DE DESEMPLEO, SUBEMPLEO Y VIOLENCIA QUE SE registran en nuestro país, está surgiendo un deplorable fenómeno en las comunidades donde trabajamos: el crimen organizado, y especialmente el narcomenudeo, se está convirtiendo en una opción laboral. Opción que para algunos resulta válida dentro de la “cultura” de la violencia en la que se encuentran inmersos. En el CDC somos conscientes de que quienes se dedican a actividades ilícitas son los menos, y de que la gran mayoría de los mexicanos son personas honestas, trabajadoras y empeñadas en mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias. Desde esa óptica, hace varios años que nuestra asociación viene cultivando una singular opción laboral en las comunidades que busca contrarrestar la “cultura” de la violencia. Mediante el Proyecto de Desarrollo Humano para Padres seleccionamos a los beneficiarios más destacados y

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los invitamos a formarse como promotores comunitarios mediante un diplomado con reconocimiento de la Universidad Iberoamericana. Una vez que concluye el proceso formativo, con una duración de alrededor de dos años, esos promotores reciben una retribución económica digna por multiplicar los programas de desarrollo humano e impulsar las potencialidades de los miembros de las comunidades, previniendo la violencia intrafamiliar y social. La iniciativa de ofrecer opciones laborales a los promotores comunitarios tiene un gran potencial: al reconstruir el tejido social desgarrado por las actividades ilícitas y la violencia de unos pocos, las personas desfavorecidas y con desesperanza vuelven a confiar en la posibilidad de un mundo mejor para ellos y sus familias. El siguiente testimonio de Arturo Escobar, uno de nuestros beneficiarios, es una clara muestra del impacto que tienen nuestros programas de desarrollo humano en la prevención de la violencia y en el desarrollo personal y familiar. Cuando tenía nueve años me fui de la casa de mi madre porque mi padrastro me golpeaba. Hui a refugiarme a la casa de mis padrinos y allí empezó una soledad tremenda. A los mismos nueve años conocí a mi padre; fue un poco difícil al principio el poder aceptarlo. A partir de ahí, visitándolo, pude empezar a conocerlo, y él a mí. A lo largo de los diecinueve años que convivimos pude llegar a creerle, a admirarlo, a sentirme orgulloso de él. Desgraciadamente a él lo asesinan, y en ese momento me

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llené de mucho rencor, mucha rabia, que guardé y guardé. Quería vengarme, quería hacer lo mismo que le habían hecho a mi padre. Mi madre se preocupaba mucho; ella me conocía y sabía que soy una persona que cumple lo que dice. Sabía que iba a ir a buscar al que había cometido eso con mi padre y que lo iba a asesinar. Así, fue hasta hace como dieciséis meses, cuando alguien me invitó a tomar el Diplomado de Desarrollo Humano del CDC. Se abrió entonces una puerta, vi una luz de esperanza, gente que me ayudaba, que me escuchaba —tenía gran necesidad de eso—. Al ver que ese dolor lo puedes ir sacando, te das cuenta que te puedes reconstruir a partir del dolor, en el día a día, trabajando para ser una mejor persona — llegar a ser persona a veces no es tan fácil—; se trata de poder vivir, acompañar a vivir y hasta ayudar a vivir. Logré darme la oportunidad de perdonar; he perdonado y le doy sentido a mi vida por mis hijos. Cuando conocí a mi padre tenía nueve años, la edad que tiene mi hijo ahora. Es muy importante para mí poder romper con este círculo de violencia, enfocar lo mejor hacia los míos, hacia mi hijo. A lo mejor lo que yo ya no tengo, lo que ya se fue, es ese apego que tenía, ese rencor sañudo. Ahora me

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estoy dando la oportunidad de darle amor a mi hijo, a mi hija y a mi esposa, porque creo que el verdadero sentido, el verdadero camino hacia esta choza de felicidad ahí está. Aquí lo he aprendido; módulo tras módulo te vas reconstruyendo. Los testimonios de los beneficiarios de los programas con promotores no dejan de sorprendernos. En diferentes momentos nos hemos preguntado cómo es posible que después de recibir un programa de tan sólo veinte horas puedan afirmar que se sienten satisfechos consigo mismos, que les resultan más gratificantes las relaciones con sus seres queridos, que han aprendido a identificar los factores que detonan la violencia y a evitar que ésta se desencadene en sus relaciones con los demás, y que se sienten más contentos con el estilo de vida que están adoptando. Nuestra sorpresa se debe a que conocemos muchos casos de personas que llevan años de psicoterapia o psicoanálisis y no se observan cambios positivos en ellos o en su forma de relacionarse. Las respuestas que hemos dado al por qué de esos cambios tan importantes en tan breve tiempo son las siguientes: • Haber llevado una vida en la que predominó la carencia y la insatisfacción, con muy limitadas oportunidades para salir adelante en la vida. • Darse cuenta de que el promotor no quiere venderles algo o sacarles provecho, sino que está genuinamente interesado en ellos como personas. • Encontrar un espacio grupal donde pueden hablar con libertad sobre lo que realmente les interesa o les preocupa, y donde (por primera vez para muchos de ellos) otras personas los escuchan con interés y atención. • Encontrar un lugar donde se les acepta como son, no se les etiqueta ni se les critica; donde se atreven a hablar, y al hablar a escucharse a sí mismos, lo que les permite reconocer sus habilidades y recursos. • La experiencia de darse cuenta de que lo que tienen que decir es importante tiene un efecto significativo en su percepción de sí mismos del mundo. • Aprender una serie de estrategias que les ayudan a afrontar de una mejor manera sus problemas cotidianos. • La posibilidad de convertirse en promotores comunitarios y ser sujetos del mismo reconocimiento y gratitud que ellos sienten por el promotor que les abrió el mundo. Muy probablemente lo anterior también explica por qué varios de los promotores han abandonado su militancia en movimientos radicales de izquierda, al encontrar en el CDC una alternativa congruente y viable que les permite construir un nuevo proyecto de vida, tanto personal como familiar y comunitario.

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CENTRO INFANTIL COMUNITARIO NILAHUI

Nilahui es un centro infantil comunitario ubicado en la periferia del municipio de Ocotlán, en el estado de Oaxaca. Es una experiencia educativa basada en el proyecto Nezahualpilli, creado por el Centro de Estudios Educativos en la década de los ochenta en Ciudad Nezahualcóyotl. Alrededor del trabajo educativo con preescolares se organizan diferentes actividades que promueven la interacción entre niños y adultos en un proceso individual y comunitario. De esta manera, el proyecto se convierte a su vez en una metodología para que la comunidad evalúe y aproveche críticamente su propia experiencia. Este centro infantil comunitario, sostenido por un grupo de amigos alemanes que viven en Hannover, recibió el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca para emprender obras de infraestructura que han permitido mejorar la calidad de los servicios educativos que ofrece a la comunidad.

EDUCACIÓN COMUNITARIA

LUZ ELENA MOCTEZUMA

SI, COMO DECÍA FREUD, A LOS CINCO AÑOS LA PERSONALIDAD YA ESTÁ formada, entonces la educación familiar en los tres primeros años de vida y la educación preescolar, de los cuatro a los seis años, es una etapa decisiva que nos marca para toda la vida. Tal vez por eso el investigador James Heckman, del Instituto Upjohn de Chicago, sostiene que “la inversión educativa que más rinde es aquella que se destina a la educación de los niños en preescolar”. Juan Manuel Moreno, especialista del Banco Mundial, opina lo mismo: “El euro mejor invertido es el dado a preescolar”. Sabemos que en 2002 la educación preescolar se hizo obligatoria por ley. Pero también sabemos que el Estado cuenta con un presupuesto y una infraestructura que sólo le permiten atender a la mitad de los siete millones de niños mexicanos en ese grupo de edad. ¿Qué hay del resto? En 1995, la Asociación Civil Nilahui hizo una investigación en la pe-

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riferia de Ocotlán y encontró que la mitad de los niños en edad preescolar no asistían a la escuela. El proyecto del Centro Infantil Comunitario Nilahui comenzó en una casa prestada por la señora Alejandrina. En aquella primera etapa, el centro atendía a un grupo de diez preescolares (actualmente, su matrícula es de cien niños, distribuidos en seis grupos). Más adelante, el señor Javier Maya obsequió un terreno de 3 000 m2 donde, con apoyo de mucha gente y organizaciones que creyeron en el proyecto —entre ellas la Fundación Alfredo Harp Helú—, se construyeron tres salones, sanitarios secos, un auditorio (La Tejavana), una salita de entrevistas y un comedor. Hoy, dieciocho años después, hay un turno matutino y otro vespertino, con lo que se aprovechan al máximo las instalaciones. Lo más importante, sin embargo, es el proyecto educativo. El centro Nilahui ha adaptado a la realidad oaxaqueña la metodología Nezahualpilli, desarrollada durante los años ochenta por el Centro de Estudios Educativos, en Ciudad Nezahualcóyotl. El proyecto original plantea que el trabajo con padres de familia, educadores, promotores, profesionistas y niños es una estrategia educativa que funciona con muy bajos costos y logra una instrucción de alta calidad; asimismo, propone trabajar con la experiencia educativa y cultural de las comunidades y aprovechar la educación preescolar como una herramienta de trabajo de un grupo de familias. El trabajo con los niños se plantea desde diferentes puntos de vista: el cognitivo-lingüístico, el socioemocional y el psicomotriz. Los contenidos educativos se organizan a partir de los espacios físicos y mediante una rutina de actividades sin descuidar el trabajo con la comunidad. En esta experiencia, los padres de familia participan en la construcción de una alternativa educativa; el trabajo con el preescolar se convierte en un mecanismo generador de alternativas de educación no formal con los padres de familia de la comunidad. Además de que los niños y niñas crecen felices, autónomos, solidarios y con capacidad de resolver problemas, los beneficios se extienden más allá de la población infantil. El proceso educativo debe alcanzar también a los padres de familia, jóvenes y demás participantes. En Nilahui, las madres coordinadoras de grupo llevan casi veinte años de capacitación teórica y práctica. La escuela de padres ocupa un lugar central en un proyecto que enriquece enormemente a los niños más pobres de la periferia de Ocotlán de Morelos.

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ADULTOS MAYORES. APOYO A CASAS DE RETIRO

La Fundación Alfredo Harp Helú apoya también a los adultos mayores a través de casas de retiro: el asilo de ancianos El Buen Señor y la Residencia Cedros de Líbano.

Las nuevas instalaciones del asilo de ancianos El Buen Señor en Mazatepec, Morelos, inauguradas en 2007, han permitido albergar y asistir a adultos mayores abandonados en extrema pobreza que son incapaces de hacer frente a sus necesidades básicas de subsistencia. También cuenta con un programa de entrega de despensas mensuales para adultos mayores que no viven en El Buen Señor. La Residencia Cedros de Líbano es un espacio de atención integral para adultos mayores donde las personas pueden desarrollar sus últimos años con una mejor calidad de vida. La Fundación Alfredo Harp Helú, a través del Fondo Suhad Helú de Harp, otorga becas a los residentes que no pueden pagar los servicios de este nuevo hogar, que transforma positivamente la perspectiva de sus últimos años.

EL BUEN SEÑOR Y LA CASA DEL ABUELO

SUSAN GRILLO

TENGO UNA FUERTE DEBILIDAD POR LOS ADULTOS MAYORES, DESDE QUE tengo uso de razón he ayudado a muchos adultos mayores naturalmente, sin ningún entrenamiento. Hice una extensa investigación en Morelos para encontrar un asilo que pudiese ser apoyado por la Fundación Alfredo Harp Helú. Finalmente encontré uno que estaba rentando un espacio en Mazatepec. Allí encontré el lugar ideal y le presenté el proyecto al señor Alfredo. Le comenté: “Son diez u once abuelitos que viven hacinados; es un lugar que maneja una persona maravillosa que da masajes, y lo que gana con sus masajes se los da de comer a los abuelitos, pero lo que puede dar es té con un pan, eso es su cena. Me encantaría ayudarlos; no necesitamos mucho, creo que lo que debemos hacer primero es que tengan una buena alimentación”. ¿Pero qué pasó realmente?

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Con apoyo de la Fundación y otras instituciones conseguimos un terreno y logramos construir una obra para el asilo en forma. Instalaciones para atender a más de 35 abuelos de tiempo completo. Pero entonces pensé: “Todo este esfuerzo para nada más 35 personas, ¿cómo? Todos los asilos están así. Esto no puede ser solución para los adultos mayores”. Era importante usar los mismos recursos del asilo El Buen Señor para apoyar a más gente. Pensamos que los abuelos no tenían por qué vivir aquí, sino que les podíamos llevar la comida a sus casas. Y allí nació un programa de despensas inmenso, que ha repartido más de 10 000 despensas para viejitos. Ese proyecto pequeño, hoy es un asilo en toda la forma; es un programa de despensas para los externos, es un programa de alimentación, porque a cualquier abuelo que llegue allí se le da alimentación. Aparte de los 35, comen los que lleguen. Y nació otro programa. Unas personas se dieron cuenta del trabajo que se había realizado en el asilo y decidieron donar una propiedad, que convertimos en una casa de día: Casa del Abuelo. La Fundación va a participar muy pronto; además, ahí mismo abrimos el Centro de Prevención, que ya está empezando a trabajar, y ahora estamos desarrollando un proyecto de investigación. Después de todos estos años de aprender no sólo a tratar, sino a entender la problemática de los adultos mayores, creo que es muy importante para la sociedad hacer algo que prepare a sus integrantes para ser viejos muchos años. Con los avances científicos ahora la población vive más años, nos hemos vuelto longevos. Este centro ofrece actividades para mantener el cuerpo y la mente sanos: tai chi, yoga y gimnasia cerebral; pero queremos crear más cosas, también con el apoyo de la Fundación Harp. Que la gente sepa cuáles son sus derechos como adulto mayor. Los papás siguen creyendo que si sus hijos les dan poquito dinero les está haciendo un gran favor y les besan los pies, cuando es una obligación de un hijo mantener a sus padres. Es una obligación de ley. Estamos trabajando muy fuerte en la investigación para poner la información al servicio de quien la necesita. Significa picar piedra, es un tema que a veces la gente ni siquiera piensa. Tratar de despertar esa conciencia es lo que queremos. Los jóvenes cuando me oyen piensan que están muy lejos de la vejez, y les digo: “No, jovencito, porque a tu

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generación lo que le toca es mantener a los dos papás cuando lo necesiten. Si tú no ayudas a que tus padres empiecen a tomar conciencia al que se le viene el problema es a ti”. Entonces preguntan qué tienen que hacer. De entrada, ayudar a sus padres a mantenerse activos, ejercer el pensamiento, ejercitar el cerebro, llegar a la vejez con salud. A los cincuenta años comienza el declive, y hay que preguntarse qué debes hacer para prepararte económicamente, para estar bien de salud, bien en todos los sentidos. Esa población es a la que queremos atender en nuestro Centro de Prevención. Es así como una experiencia que empezó de una manera muy sencilla, hoy es un proyecto integral.

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FONDO SUHAD HELÚ DE HARP

MARUS FARAH

LA RESIDENCIA CEDROS DE LÍBANO, DEL CENTRO LIBANÉS, SE CONSTRUYÓ hace nueve años. Iniciamos como una residencia para adultos mayores funcionales con una vida activa, pero también trabajábamos con personas de manera preventiva mediante tratamientos de estimulación física y mental, control del estrés, uso de antioxidantes y nutrición balanceada. Con estos tratamientos, a pesar de que la persona envejece no se deteriora tan fácilmente como si estuviera inactiva y sin estimulación. Las personas se conservan y mantienen una buena calidad de vida por más tiempo. Sin embargo, el envejecimiento es un proceso que no se puede detener, y con el paso de los años notamos que, a pesar de los tratamientos, muchos residentes desarrollaban enfermedades que requerían otros tipo de servicios. En otras instituciones, cuando las personas se vuelven dependientes tienen que salir de la residencia. Nosotros nunca aceptamos esa idea, sino que planteamos lo contrario: que se quedaran con nosotros. Sin embargo, esta decisión trae consigo una serie de problemas que surgen cuando las personas que ya no tienen las mismas capacidades conviven con quienes aún las conservan y viceversa. Por lo anterior, planteamos la imperiosa necesidad de tener una unidad especializada, lo que llevó a la construcción de un edificio completamente separado y con toda la infraestructura para atender estos casos. En el 2004, desde que iniciamos con la Residencia, Alfredo Harp donó diez becas completas a través del Fondo Suhad Helú de Harp, esto lo hizo en nombre de su mamá. De hecho, estuvo con nosotros una muy amiga de la señora Harp, doña Felisa Zacarías, quien fue también una de las becadas por este fondo y vivió hasta los 101 años. La señora Suhad era maravillosa, un gran ser humano; gracias a ella, su amiga y otras personas han podido estar aquí con nosotros. En la Unidad Funcional los residentes van y vienen a la hora que quieren. Viven con toda la libertad. Deciden qué hacer o no hacer. Reciben visitas y las pueden invitar a comer en la Residencia o pueden salir a comer si así lo prefieren. En la Unidad Especializada todo tiene que ser controlado, porque la persona ya no tiene las capacidades para tomar ese tipo de decisiones. Tenemos personal preparado para tratar a estos residentes, como es el caso de nuestro geriatra, quien se especializa en casos de demencia. Contamos con gericultistas en lugar de cuidadores, quienes están especializados en atender a adultos mayores con problemas. Se crean rutinas específicas por grupo; dependiendo de sus capacidades se crean los programas de actividades y de estimulación continua. Las actividades son diferentes en cada unidad. La atención de enfermería es de veinticuatro horas en ambas, pero el número de enfermeros cambia: uno para veinte personas en la Unidad Funcional, y uno para tres en la Especializada, donde los residentes reciben tratamientos tanto farmacológicos como no farmacológicos.

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Muchas personas tratan de ingresar a sus familiares a la Unidad Funcional, sin percatarse de que su condición física o mental amerita otra clase de servicio. Por eso es importante trabajar con los familiares y darles toda la información necesaria. Tenemos grupos de contención donde gradualmente les ayudamos a comprender la situación real de su familiar. Esto completa el triángulo que nos permite mantener la calidad de vida de los residentes: un tratamiento farmacológico, un tratamiento no farmacológico y la intervención familiar. Recuerdo un caso que nos conmovió a todos en la Residencia. En diciembre del año pasado me encontré con una paisana muy conocida de aquí que estaba muy triste y hasta demacrada en su aspecto físico. Me dijo que estaba sumamente deprimida porque su madre padecía Alzheimer y no había tenido más remedio que llevársela a casa con ella. No había quien la cuidara y ella no contaba con recursos económicos para contratar una enfermera; se veía en la necesidad de cuidarla sin entrenamiento o conocimiento previo sobre la problemática de los pacientes

La residencia cuenta con programas de recreación y

con Alzheimer. Al faltar la estimulación necesa-

entretenimiento para que los adultos mayores puedan

ria, su madre había sufrido un rápido deterioro;

convivir y compartir con otras personas intereses simien el transcurso de unos cuantos meses había lares; asimismo, fomenta el vínculo estrecho con la faperdido diez kilos y desarrollado lesiones im- milia y sus tradiciones. portantes en la piel, cuadro que se complicaba aún más por la diabetes que ya desde antes padecía. En ese estado, la señora ya no reaccionaba y permanecía con la mirada perdida; de hecho, el geriatra que ocasionalmente la visitaba daba por perdido el caso. Por otra parte, esta situación estaba afectando profundamente la dinámica familiar. Me di cuenta de que el cuadro era preocupante, así que presenté el caso a la Fundación Harp para ver si podían apoyar a esta persona con una beca para ingresar a su madre a la Residencia. Por fortuna se la dieron. Ahora, la señora está recuperada y cuenta con los cuidados necesarios que le brinda personal especializado. Su calidad de vida mejoró considerablemente, además de que la familia pudo regresar a su dinámica normal. No se trataba de una vida, sino de cinco vidas que estaban viéndose muy afectadas por el mismo problema. Por fortuna pudimos ayudar a nuestra paisana y ella es la más agradecida con la FAHH; se desvive enviándoles bendiciones. Además, se ha vuelto voluntaria, junto con sus hijos, quienes vienen a leerles a los residentes y nos apoyan en cualquier actividad que les propongamos; participan con gusto y visitan constantemente a su abuela. Para mí es muy satisfactorio ver la transformación de esa familia y saber que mi trabajo pudo contribuir para la recuperación de todos.

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AHORA ELLA ESTÁ BIEN

DIANA CURI DE KATTAS

MI MAMÁ VIVÍA EN SU DEPARTAMENTO CON UN TÍO, PERO LOS DOS ESTABAN grandes y mi madre se enfermó cuando tenía ochenta años. Decidí entonces llevármela a casa a vivir con nosotros. Se convirtió en una niña chiquita, era como un bebé. En vez de ir para adelante fue para atrás. Tenía Parkinson y diabetes, luego vinieron las cataratas y la operaron de los ojos, pero cada día perdía más independencia. Cayó en mí la responsabilidad de bañarla, cambiarle pañales, ayudarla a subir y bajar escaleras, atenderla y cuidarla todo el tiempo. Decayó mucho, se puso muy mal, por unos cambios de azúcar le empezaron a salir llagas, ampollas en los pies cada vez más grandes, se ponían rojas. Yo le lavaba los pies en una tinita, se los lavaba a conciencia, pero no le cicatrizaban, porque es diabética. ¡Eran unas ampollas impresionantes! Tenía que llamar al geriatra a cada rato, pero cuando lo llamaba no podía llegar en el momento necesario y era muy difícil transportarla. Dejó de caminar. Llegó un momento en que tuve que bajar a mi mamá y pasarla a mi habitación con mi marido. Tengo que agradecer siempre el apoyo que me dieron él y mis tres hijos; porque no cualquier marido aguanta ese ritmo y qué adolescente te ayuda a atender a tu mamá. Tengo unos hijos maravillosos, me ayudaron en lo que pudieron, aprendieron a inyectarla y todo lo que yo sabía hacer. Fueron cinco años de atender a mi mamá con mis propios medios. Obviamente ya no podía subirla, bajarla, cargarla, bañarla, cambiarla continuamente. En el hospital medio aprendí al ver cómo la cambiaban, la giraban para un lado y luego para el otro. Yo hacía un desastre, pero al final lo lograba. Mi vida cambió por completo, ya no salía y además mi tía también se enfermó. Soy hija única, no tengo hermanas que me ayuden, así que me tocó atender a las dos viejitas. Todo el mundo me decía: “Pon una enfermera”, pero yo no podía pagar ese tipo de atención. Las cosas empeoraban y no podía con todo. Para mí fue muy difícil, estaba desesperada. Ya no salía, no acompañaba a mi marido a ningún lado; a mi hija la descuidé porque no podía atenderla como antes. Empecé a adelgazar y me deprimí muchísimo porque no encontraba la manera de salir de esa situación. No sabía por dónde. Un día me invitaron a una comida en el Club Libanés, una comida del Consejo. No pensaba ir, pero mi marido insistió en que fuera para que me distrajera un rato. Finalmente llegué al Club y me encontré un ángel, ese día Marus Farah me preguntó: “¿Cómo estás?, ¿cómo está tu mamá?”. ¡No me hubiera preguntado! En ese momento me convertí en un mar de lágrimas: le conté mi situación, le hablé de mi desesperación, me solté como nunca, porque traía mil cosas en la cabeza. Y Marus me dijo: “Te voy a ayudar”. Y me ayudó, buscó apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú para que mi mami pudiera entrar a la Residencia Cedros de Líbano. Evidentemente yo no podía pagarla. Por más que quisiera no tenía manera de hacerlo. Hicimos todos los trámites y por fortuna me apoyaron con una beca. No sé cómo puedo terminar de agradecérselos.

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Mi mamá llegó a la Residencia casi muerta. Cuando Marus la vio no lo podía creer. No sé qué hubiera pasado si se quedaba más tiempo en la casa… Necesitaba tratamiento profesional. Aunque yo hacía lo que podía por ella, no soy doctora, mis cuidados no eran suficientes. Era muy complejo controlarle el azúcar. Estuvo hospitalizada ocho días, hasta que la estabilizaron…, pero a los dos días otra vez tenía 500 de azúcar. Mi mamá era un bulto, era un muerto; llegó un momento en el que tenía que amarrarla cuando la sentaba en la silla, pues se resbalaba. No controlaba ya su propio cuerpo. Gracias a Marus y gracias a Alfredo Harp y al voluntariado del Club está mi mamá en la Residencia. Se los agradezco en el alma, ¡Que Dios los bendiga! Gracias a eso mi mamá está comiendo bien, antes ya no comía, camina otra vez y ya habla. Mi mamá está viva gracias a esta Residencia y gracias a los que me apoyaron para poder tenerla en este lugar. Mi familia y yo estamos tan agradecidos que apoyamos todo lo posible con labor social en la Residencia. Ver bien a mi mamá es algo que todavía no puedo creer. Yo juraba que ya no viviría. Yo juraba que iba a fallecer. ¡Que Dios los bendiga!

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CONVENTO DE AXAPUSCO

A finales de la década de 1990, Gilberto Martínez, Hermano Lasallista, se acercó a Alfredo Harp Helú para que apoyara la construcción de una capilla para las madres clarisas del Sagrado Corazón. Alfredo Harp autorizó un donativo y el seguimiento del proyecto estuvo a cargo de Susan Grillo.

LAS MADRES CLARISAS DEL SAGRADO CORAZÓN

SUSAN GRILLO

SUPE DE LAS MADRES CLARISAS PORQUE ME TOCÓ DARLE SEGUIMIENTO A un proyecto que Alfredo Harp quería apoyar. Fue cuando me enteré de que todavía existían monjas de claustro sin vínculos directos con el mundo y que dedican su vida a la oración. Alfredo Harp me comentó que le había prometido a uno de los Hermanos Lasallistas ayudar a las madres a construir una capilla. Me solicitó que coordinara las acciones necesarias para que la capilla estuviera bien construida, que no gastaran de más en la obra, que se les asesorara, porque como ellas no pueden salir sin permiso del obispo, las cuestiones pragmáticas les son muy complicadas. “Te lo encargo”, me dijo. Fui a buscarlas al Estado de México, casi en el límite con el Estado de Hidalgo, para ver qué necesitaban. Estaban en una brecha, adelante de las pirámides de Teotihuacán, en un lugar que se llama Axapusco; no había forma de llegar sin ayuda, la brecha ni siquiera estaba marcada. Cuando llegué me di cuenta de que tenían muchas carencias, y en ese momento me pregunté: “¿Cómo es posible que lo único que pidan sea una capilla?”. Se acababan de mudar de la Ciudad de México, porque ya no podían mantener el lugar donde estaban y lo vendieron. Con eso compraron parte de un terreno en las afueras —porque consiguieron donada otra parte— y la construcción que habían logrado hacer era muy precaria. Las ventajas de género me permitieron entrar a la parte más importante del lugar (el claustro), analizarlo y ver más o menos en qué condiciones vivían. Después de ver su situación, de ver dónde y cómo estaban, de saber que no podían salir al mundo

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y no tenían comunicación de ningún tipo, que estaban en una brecha polvosa, que el autoconsumo no era suficiente y que lo que estaban pidiendo ¿era una capilla?, pues el “Te lo encargo” se transformó en que yo no estaba de acuerdo en que las madres hicieran una capilla. Así que les hice el planteamiento de que primero resolviéramos sus necesidades más básicas. Que para resolverlas teníamos que hacer un análisis de oportunidades, donde se generara un ingreso. Y una vez que lográramos generarlo, y que ellas vivieran de una manera diferente y pudieran seguir su proceso de crecimiento con otras jóvenes novicias que estaban entrando al claustro, ya podríamos pensar en una capilla, pero que primero resolviéramos las necesidades básicas. Las convencí y regresé con Alfredo a plantearle lo acordado. Con el mismo monto que me había autorizado para la capilla, cambiamos el proyecto; transformamos el lugar de ser un terreno lleno de lodo en un precioso jardín donde se construyeron habitaciones sencillas y un espacio para la meditación, además creamos un espacio para cursos para otras órdenes religiosas. Dar el servicio tuvo muchas dificultades, porque había que contratar gente que vinculara a las madres con los clientes, ya que ellas no podían hacerlo personalmente (tenían que ser mujeres obligatoriamente para que pudieran entrar), pero el contacto con ellas debía ser muy limitado; que pudieran atender a las personas que venían de fuera para meditar o tomar cursos, aunque ellas no las vieran. Una serie de complejidades que tuvimos que solventar. Logramos que hubiera línea telefónica (en ese momento el cableado no llegaba hasta la brecha). No se trataba de contratar la línea, sino lograr que se cableara hasta el convento y lo logramos, beneficiando además a los pocos vecinos. Después de resolver las actividades organizacionalmente, por fin inauguramos las habitaciones. Empezamos con cinco habitaciones y conseguimos más donativos. Hicimos del conocimiento de la gente del pueblo que ellas estaban allí un poco abandonadas y nos ayudaron a conseguir donativos. Y hoy por hoy, las madres son autosuficientes, tienen comunicación —en la medida en que su claustro lo permite—, la brecha ya está pavimentada, tienen sus habitaciones y por supuesto, con los propios ingresos, su capilla. Compramos una camioneta, ya aumentaron el número de habitaciones y nunca volvieron a pedir un donativo. Alfredo fue y conoció el lugar, invitó a sus hermanas y a su mamá. El hermano Gilberto Martínez estaba muy agradecido, Alfredo estaba muy contento y las madres felices. Hasta la fecha no han vuelto a llamar para pedir ayuda, eso significa que son autosuficientes. Además, ellas hicieron un vínculo con el pueblo de Axapuzco y la gente les ayuda. Fue un proyecto que nos llevó muchos años, pero fue muy satisfactorio. Seguimos en contacto con ellas, sólo porque cada año nos mandan tunas, galletas y rompope, además de recordarnos que siempre estamos en sus oraciones. Podría contar múltiples proyectos que llevamos a cabo con el apoyo de Alfredo Harp Helú, pero como él me dijo recientemente: “Más que concentrarnos en los pequeños proyectos es importante mencionar los veinte años de amistad que hemos tenido”.

CONVENTO DE AXAPUSCO

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TALLERES COMUNITARIOS ZEGACHE

Los Talleres Comunitarios de Zegache están situados en el curato del templo de Santa Ana Zegache, Ocotlán, Oaxaca. Fundados por el maestro Rodolfo Morales para evitar la migración, los Talleres se convirtieron en una escuela/factoría dedicada a restaurar la obra colonial que resguarda la iglesia dominica del siglo XVII. Apoyados por la FAHHO, jóvenes de la comunidad se preparan y aprenden oficios como restauración de obras de arte, talla en madera, aplicación de hoja de oro, pintura al temple, etc. Para lograr la sustentabilidad dentro de los talleres realizan objetos artesanales con técnicas antiguas y reproducen marcos de espejos barrocos del siglo XVIII, cuyos originales se encuentran en el templo.

EL ARTE ENRIQUECE LA VIDA

GEORGINA SALDAÑA WONCHE

SIGUIENDO EL CAMINO TRAZADO POR EL MAESTRO RODOLFO MORALES, CON la valiosa asesoría del restaurador Manuel Serrano y el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú, un equipo de diecisiete jóvenes habitantes de Santa Ana Zegache llevaron a cabo los trabajos de restauración de cinco retablos del siglo XVIII y crearon un espacio de formación en el área de restauración de obras de arte (nueve egresados de este taller trabajan ahora como técnicos en restauración en el INAH y en el Taller Restauro de la Ciudad de México). Estos jóvenes han podido reproducir su experiencia formativa impartiendo cursos para artistas de Suecia, Croacia, Italia y otras partes de Europa; asimismo, han recibido en Zegache las enseñanzas de colectivos de artistas de diversos países del mundo. Hemos constatado, a lo largo de estos años, que el arte enriquece la vida de las personas, que las transforma desde su interior y que se convierte en un estímulo poderoso para salir adelante. Escuchemos a continuación las voces de distintos integrantes de los Talleres, quienes han vivido personalmente la experiencia.

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Ángel Omar Martínez nos dice: Me gusta intercambiar cultura y proyectos con otros estados y países, para que beneficien a las comunidades, y también quiero aprender sobre otras culturas. A mí los Talleres Comunitarios de Zegache me han enseñado a restaurar retablos e imágenes de los santos. Antes no sabía nada de restauración ni de propiedades antiguas, pero después de haber restaurado una parte de un retablo, me he interesado en aprender muchas cosas más. Podemos constatar que las necesidades que en su momento consideró apremiantes el maestro Morales han sido atendidas, y con los Talleres se ha creado una opción para que la gente permanezca en su localidad. En este sentido, María Benito Guatemala comenta:

Diversos artistas contemporáneos han apoyado este

Este proyecto significa algo muy importante

proyecto con talleres de capacitación, intercambios in- para mí, porque he aprendido muchas cosas que ternacionales o realizando donaciones de su obra plas- no sabía, porque inicié este proyecto en cero, y mada sobre los marcos para espejos, mismos que han mi idea era aprender todo lo que no sabía. Yo essido reproducidos por los miembros del taller. Esta co- taba muy feliz cuando di un paso en este taller, lección ha recorrido la república para exhibir el trabajo porque vi cosas que nunca había visto. En este que se realiza en Oaxaca. lugar se prendió una luz en mi camino, y dije: “Tendré que aprender todo”, y paso a paso he aprendido muchas cosas; por ejemplo: cómo restaurar una pieza de un retablo, tener mucha paciencia, mucho cuidado. He participado en lijar cuadros de madera y aplicar preparación a la creta; he hecho reproducciones del siglo XVIII; he trabajado con el oro fino y con la plata, que es un poco más fácil (el oro es muy delgado y delicado para manejarse). He visto cómo se trabaja una pintura, y cómo se trabajan los espejos de artistas nacionales e internacionales. También veo mucho beneficio para el pueblo y para nuestra iglesia, porque se le ha dado mantenimiento, se han restaurado retablos e imágenes y se han limpiado las capillas. Otro beneficio es el apoyo a los jóvenes del pueblo, porque acá está escaso el trabajo y muchos emigran, dejando a sus familias para ir a conseguir un trabajo. Gracias a este proyecto sigo con mi familia y he salido adelante con mi hijo. Al realizar un trabajo colectivo, además de la posibilidad de enseñar un oficio, también se fomentan distintos valores. José Luis Gutiérrez nos habla de su experiencia: Los Talleres Comunitarios de Zegache me han dado la oportunidad de aprender, explorar capacidades e inducir el trabajo en equipo, para mejorar la calidad de lo que

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producimos. Esto habla no sólo de lo individual, sino de nuestro equipo de trabajo. También me ha inculcado el ingenio, la coordinación y valores como la responsabilidad, honestidad, puntualidad, respeto, gratitud, solidaridad, empatía, entre otros tantos más. Así que para mí no sólo es un taller, sino también parte de mi desarrollo como ser humano. Talleres Comunitarios de Zegache lleva a cabo proyectos interdisciplinarios, de intercambio artístico y cultural con diversos grupos artísticos del mundo, entre ellos Performing Pictures. Los nuevos medios, el arte ornamental y el patrimonio cultural se funden a través de un intercambio de conocimientos, oficios y tecnología que posibilita nuevos contextos artísticos. En la primavera de 2012, dos integrantes de los Talleres, Mónica y Antonio, tuvieron la oportunidad de compartir su experiencia en Suecia. Mónica Galván nos cuenta: Tuvimos la suerte de viajar a Europa, ya que fuimos los seleccionados para representar a los Talleres Comunitarios de Zegache en Suecia. Fue una experiencia única para ambos. Era un poco complicado, pero muy interesante, llegar a un lugar donde no se conoce la cultura de la gente. Yo observé cosas como, por ejemplo, la ciudad muy limpia, la gente muy amable y todo muy ordenado. Todos tienen el tiempo exacto para sus actividades. Si el transporte llega un minuto tarde ya no te cobra. Casi todos

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funcionan como robots. La comida es muy distinta. A mí me gustó mucho la comida, en cambio a Chiquis no le gustó; regresó a Zegache con unos kilitos menos, pero muy feliz. Hasta anduvo nadando en el mar de Malmo, un mar helado y dulce. Cuando nos dijeron que hacía mucho frío, él no entendía que tan frío podía ser; pensó que con su chamarrita era suficiente, pero no, allá le tuvieron que prestar ropa. Estábamos a cuatro grados centígrados. Al menos no nos tocó el invierno, cuando la ciudad está bajo cero. Allá no existe el tráfico automovilístico. Algo muy padre es que el medio de transporte de la gente es la bicicleta, que además es muy buen ejercicio (casi no vi gente obesa). Eso es algo que nosotros debemos rescatar aquí en México. A nosotros también nos tocó andar en bici allá en Estocolmo. Eso fue muy emocionante: yo sentía que la bicicleta estaba al revés, ¡y no podía creer estar manejando en el centro de Estocolmo!

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Estuvimos conviviendo con varias personas de otros países. David Cuartielles es de España, él fue quien nos recibió en Malmo y nos llevó a conocer varios lugares. También se encargó de convocar a la gente que estuvo tomando el taller que presentamos Chiquis y yo en Malmo, Suecia. Dimos talleres de aplicación de hoja de oro, talla en madera y carpintería. Al taller llegaron personas de Barcelona, Estonia, Italia y Suecia. Les gustó mucho cómo trabajamos, desde empezar algo hasta terminarlo. Dicen que allá no es así, que si no hay alguna herramienta ya no terminan el trabajo, dicen que allá el europeo todo lo quiere fácil… Chiquis no se daba abasto en enseñar carpintería: todos querían aprender con él; fue muy divertido. Al final, también aplicaron pintura en los objetos que cada quien hizo, tomando el diseño con flores de los espejos de Zegache. Finalmente terminamos el taller y visitamos casi tres días a nuestros amigos del colectivo Performing Pictures en Estocolmo. ¡Gracias a todos por esta oportunidad! En 2012, las autoridades municipales estaban

Los jóvenes de Zegache han compartido su trabajo en

entusiasmadas con la idea de hacer un arco en la

diversas partes del mundo mediante intercambios con

entrada del pueblo para dar la bienvenida a los

diferentes artistas.

visitantes de Zegache. Los Talleres y Performing Pictures propusieron construir dos pequeñas capillas al pie del arco, una enfrente de otra, donde se representara, con esta tecnología, a los santos venerados en el pueblo: Santa Ana y la Virgen en una capilla y el Dulce Nombre de Jesús en otra. El colectivo Performing Pictures realizó varios bocetos de diseños de arcos en conjunto con las capillas. El proyecto que presentaron planteaba ciertos requisitos materiales: las capillas serían de adobe, material tradicional de la comunidad; el arco tenía que ser ecológico, con vegetación nativa de la comunidad, y había que crear un sistema de irrigación y energía solar. El proyecto contemplaba asimismo la asesoría de arquitectos y otros especialistas, además de la impartición de un taller sobre el uso de energía solar. La propuesta tuvo éxito y se construyó primero la capilla de la Virgen y Santa Ana. El día que se inauguró, los niños brincaban y se empujaban para ver a la Virgen moverse. Hubo una ceremonia religiosa donde se bendijo la capilla (los artistas afirmaban que una capilla sin bendición no es capilla). Y como buen final: chivo, música y fiesta para celebrar a los santos. Los Talleres Comunitarios de Zegache funcionan gracias al apoyo mensual que reciben de la Fundación Alfredo Harp Helú. Son quince los jóvenes de Santa Ana Zegache que mantienen a su familia y se preparan aprendiendo oficios dentro de la misma comunidad. De esta forma, al tener un contacto directo con el arte y la cultura, enriquecen plenamente su calidad de vida y se comprometen con su lugar de origen.

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TALLER DE ARTES Y OFICIOS POLVO DE AGUA

El Taller de Artes y Oficios Polvo de Agua, coordinado por José Luis García, promueve un proyecto productivo en el corazón de la Mixteca. Los integrantes producen piezas únicas de barro y de palma. En este proyecto trabajan sobre todo mujeres quienes utilizan tierras de colores para pintar sus obras, después las bruñen con piedra de pedernal o cuarzo y, por último, las meten al horno. El taller produce también tapetes, canastas y carpetas a partir de las fibras mixtecas. La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca apoya al taller con capacitación técnica y administrativa, mejoramiento de infraestructura y con el análisis del vidriado. Juntos fomentan el deporte en las comunidades mixtecas como una manera de generar espacios para los jóvenes.

CÓMO SERVIR A MI COMUNIDAD

JOSÉ LUIS GARCÍA

ESTUVE FUERA DE HUAJUAPAN DE LEÓN, MI TIERRA NATAL, UNA LARGA temporada. Salí para estudiar artes plásticas y volví a la Mixteca como artista, habiendo aprendido diversas técnicas creativas. A mi regreso, observé que parte importante de los jóvenes de la localidad no tenía oportunidades laborales, por lo que decidían buscarlas en el extranjero. Ante lo que percibí como una inminente migración, decidí emprender un proyecto que convocara a todos aquellos que quisieran aprender un oficio artesanal. Nació así el Taller de Artes y Oficios Polvo de Agua para elaborar trabajos de cerámica, escultura y palma. El taller se convirtió en un espacio de capacitación, producción y comercialización de piezas diversas. En él, los jóvenes aprenden, además de técnicas para la elaboración de piezas de cerámica vidriada, lo que representa trabajar en equipo. Polvo de Agua se preocupa por impartir la instrucción necesaria para elaborar piezas libres de plomo, ya que este material, muy utilizado en otros tiempos, es nocivo para la salud. En el taller no se producen dos piezas iguales, cada una tiene su propio diseño, su propia esencia.

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TA L L E R D E A R T E S Y O F I C I O S P O LV O D E A G U A

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Bernabé es uno de los integrantes del taller cuya historia también es digna de mención. En una ocasión, cuando visitaba la localidad de Suchixtlahuaca, noté la presencia de Bernabé en una silla de ruedas. Llamó particularmente mi atención el ver que Bernabé estaba tejiendo con estambre, ya que es difícil encontrar a un hombre que use agujas para tejer. Impulsado por la curiosidad, quise ver cómo tejía y busqué la forma de entablar una conversación con él. Le comenté: “Lo que haces es más difícil que lo que hago con palma. ¿Te gustaría aprender a tejer con palma?”. Bernabé, entusiasmado, respondió que sí, que estaba dispuesto a aprender a tejer con palma. Le dije que era importante armar un equipo de trabajo y que si él organizaba a su familia como un grupo, con ellos se podría montar un taller.

La Fundación Alfredo Harp Helú apoya al Taller de

La familia se entusiasmó también y estuvie-

Artes y Oficios Polvo de Agua en la mejora de las instalaciones del taller, en la realización de estudios científicos

ron dispuestos a aprender lo que les quería en-

sobre los materiales empleados y capacitación especiali-

reticente, pues le preocupaba que si María en-

señar. En un principio, el abuelo se mostró

zada de los nuevos artistas. Al promover actividades pro- traba al equipo abandonaría las labores domésductivas en la región se atienden dos grandes problemas ticas, sobre todo la cocina. Les expliqué que sociales: la falta de empleo y la migración. María tendría que participar y que todos tendrían que aprender también a resolver juntos las labores domésticas, que ésa era mi condición. Finalmente, la familia aceptó y me trasladé un tiempo a San Miguel para montar el taller y enseñarles lo que había aprendido. El trabajo con palma es excepcional. Es una labor minuciosa que requiere dedicación. El esfuerzo familiar poco a poco se vio cristalizado en piezas fantásticas, a tal grado que comenzaron a llamarlos para que realizaran exposiciones en el extranjero. Antes Bernabé estaba atado a su silla, ahora viaja con ella. La Fundación Alfredo Harp Helú reconoce el esfuerzo colectivo de Polvo de Agua y ha apoyado de diversas maneras al taller. También, en un esfuerzo conjunto, fomentamos el deporte en las comunidades mixtecas como una manera de seguir construyendo vínculos y generando espacios para que los jóvenes se puedan desarrollar sanamente. A lo largo de este tiempo hemos podido ver que existe una relación estrecha entre la Fundación Alfredo Harp y el Taller de Artes y Oficios Polvo de Agua; en eso consiste la misión: inventarnos y nacer juntos.

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MANOS QUE VEN

El taller de alfarería fundado por José Antonio García es uno de los talleres productivos apoyados por la FAHHO. La excelencia en el trabajo artesanal generó el interés por impulsar y difundir la obra de este magnífico alfarero. El objetivo del taller es preservar las técnicas tradicionales del trabajo de barro a través de la creación de distintas piezas de ornato y utilería.

TALLER DE ALFARERÍA JOSÉ ANTONIO GARCÍA

GUILLERMO SPÍNDOLA

JOSÉ ANTONIO GARCÍA, MEJOR CONOCIDO COMO EL SEÑOR DE LAS SIRENAS, afirma que a los siete años descubrió su amor por el barro. “Es algo con lo que uno nace, es un don”, comenta. Desde entonces elabora en San Antonino Castillo Velasco —una localidad muy cercana a Ocotlán, Oaxaca— diversas figuras de barro, aunque sus preferidas son las sirenas. Comenta que la belleza de la mujer, de su mujer, es inigualable, y podemos observar cómo todas las mujeres y sirenas de barro que él elabora tienen las mismas trenzas y el mismo lunar en la cara que tiene su mujer. “La mujer siempre ha sido bella”, afirma. Don José descubrió que a través de la alfarería podía expresar sus sentimientos más íntimos, podía crear personajes fantásticos y seres increíbles que casi cobraban vida al salir del horno. Estas piezas de barro le dieron una distinción especial. Se conocieron en el estado de Oaxaca y fuera de él. Muchas personas buscaban el trabajo de este distinguido alfarero. Una enfermedad inesperada, el glaucoma, le desencadenó la ceguera. Podríamos decir, sin embargo, que don José Antonio no perdió la vista, sino que la traspasó a sus manos, pues continuó con su trabajo y logró vencer las adversidades que su enfermedad conlleva. Domina con tal maestría su oficio que no necesita los ojos, sus manos le dictan el camino. Para él “es toda un alegría plasmar la imaginación en el barro. Con el barro se pueden hacer miles de cosas, del tamaño que uno guste. Trabajamos con el tacto y es hermoso, porque los otros sentidos responden y me permiten seguir plasmando en el barro lo que nos fue dado”.

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El sentido del tacto aumenta la maestría de sus piezas. Sus manos dialogan con el barro, lo sienten, lo palpan; moldean y modelan los personajes que crea. No hay dos piezas iguales, cada una tiene su propio brillo, su propio diseño, su propia esencia. Su esposa, Reyna Teresita Mendoza, y sus hijos le ayudan a preparar el barro con técnicas tradicionales, a amasarlo y a terminar los detalles. El taller tiene un equipo familiar de producción artesanal. Entre todos conforman esta pequeña cofradía de alfareros reconocida actualmente con varios premios. Las manos de don José Antonio son las que guían: árboles de la vida, personajes fantásticos, sirenas, sobre todo sirenas de diferentes formas y tamaños, nacimientos, ángeles, mujeres hermosas con los trajes típicos de las diferentes regiones del estado, macetas y macetones, sahumerios y un sinfín de piezas hechas con tanto detalle que parecen filigrana de barro. Todas terminadas en color natural, sello característico de su trabajo. Para don José Antonio preservar las vivencias cotidianas, sus costumbres y tradiciones es lo que lo impulsa a seguir creando piezas. Sabedor de que es heredero de un llamado de la tierra, ha sabido transmitir esa herencia a su familia, que sintetiza el orgullo de ser un digno artista de la alfarería oaxaqueña.

MANOS QUE VEN

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MICROCRÉDITOS

Alfredo Harp Helú ha apoyado con gran interés los microcréditos. En 1994, otorgó un donativo y asesoró de manera directa a un grupo de jóvenes entusiastas para que arrancaran su proyecto de microcrédito llamado Compartamos. El principal objetivo era brindar oportunidades de desarrollo a mujeres de bajos recursos y satisfacer sus necesidades financieras a través de una oferta amplia de servicios con una regulación que cuidara sus intereses y fomentara sus capacidades financieras.

PROYECTOS UNIVERSITARIOS DE IMPACTO SOCIAL

SUSAN GRILLO

UNO DE LOS PROYECTOS MÁS IMPORTANTES QUE SE GENERARON EN LA Universidad Anáhuac del Sur con la asesoría directa de Alfredo Harp Helú fue Compartamos donde participaron muchos estudiantes, entre ellos tres jóvenes que presentaron un proyecto de microcréditos pensado para la gente de escasos recursos. Impresionante fue la visión de Alfredo Harp en el futuro del proyecto y que trabajamos con ellos de la mano. Fue un proceso de aprendizaje en muchos aspectos, porque los apoyamos en todos los detalles que debía contener un proyecto para presentarse con calidad. Era un proyecto que valía la pena. Cuando se lo presentaron terminado a Alfredo, teníamos una gran expectación y esperábamos sus comentarios; dijo: “¡Me encantó! ¡Muy bien! Es sólido”. Yo estaba feliz, porque sabía el tiempo que le habíamos dedicado. Alfredo les hizo preguntas muy concretas y respondieron perfectamente. Cuando ellos se fueron y estábamos recogiendo las cosas Alfredo me dijo: “Voy a poner un donativo de tantos millones a este proyecto”. Me quedé sorprendida: “¿Es en serio?”. Y me respondió: “Sí, quiero que los apoyemos, esto es lo que necesita nuestro país. Es por aquí por donde tenemos que ayudar a disminuir la pobreza. Éste es un esquema en el que debemos participar muy activamente”. Y, en efecto, aportó los recursos y, además, le dedicó después muchas horas de trabajo; realmente estaba convencido y comprometido. Ese

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capital semilla que Alfredo Harp puso hizo toda la diferencia en el éxito de Compartamos, de no tener más que un sueño a tener un capital importante para impulsar los préstamos. Eso fue lo que generó lo que hoy es el Banco Compartamos. Y aquí es importante establecer que esos recursos se donaron para un proyecto social. Nació como una asociación civil y Alfredo les dio el donativo para que el proyecto creciera y para hacer de éste un proyecto meramente social. Se aclara, por la dimensión que hoy ha adquirido el Banco. El programa consistía en otorgar préstamos a grupos de treinta o cuarenta mujeres para que cada una pudiera ejercer la actividad empresarial de su agrado. Había quienes

MICROCRÉDITOS

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hacían tortillas, gelatinas, artesanías, lavaban ropa, cocinaban, bordaban, hacían tejate, cuidaban niños, exportaban desde su pueblo legumbres o pan, entre otras actividades. El compromiso solidario que asumen estas mujeres es que todas tienen que pagar el crédito; esto funciona debido a que unas y otras se obligan a cubrirlo, pues con una que falle ya no se vuelve a otorgar el siguiente préstamo. Alfredo me pidió que siguiera acompañando a los muchachos y así lo hice. Vinieron diferentes experiencias de capacitación, de intercambio con lo que sucedía en otros países en el tema de microcrédito. También seguimos haciendo procuración de fondos desde la Dirección de Desarrollo de la Universidad Anáhuac del Sur que presidía Alfredo Harp. Con la autorización del rector, desde ahí atrajimos muchísimos recursos más, de otros empresarios que creyeron en nosotros y que generaron recursos adicionales para ese proyecto. Así empezó a crecer exponencialmente. El microcrédito estaba en el “ojo del huracán” en el mundo; era visto como la solución de la pobreza. Asistimos a un seminario en Washington sobre microcrédito. Ahí estaba la reina de España, Hilary Clinton, los fundadores del microcrédito en Bangladesh; estaba de verdad la gente interesada en el microcrédito desde el punto de vista social. En ese seminario aprendimos un mundo de cosas, pero también detectamos que había muchísimas en las que había que capacitarse. Decidimos ir a la Universidad de Colorado en Boulder y mejoró el programa de una manera sustantiva. Nosotros seguíamos apoyándolos, consiguiéndoles fondos de capitalización; y de repente se presenta una oportunidad con el Banco Interamericano de Desarrollo. Resulta que el BID en ese momento lanzó un proyecto para un centro de capacitación en microcrédito. Y entonces me pregunté: “¿Por qué no lo hacemos desde la Universidad?”. Un año y medio después, lo-

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gramos un donativo de tres millones de dólares que fueron entregados en Washington por Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, para establecer un centro de capacitación en la Universidad Anáhuac del Sur en México. Actualmente ofrece servicio a Compartamos y a otros países de nuestro continente. Hasta la fecha es un proyecto que continúa. Los jóvenes de Compartamos se concentraron en todos los esquemas financieros vinculados al microcrédito. El proyecto siguió creciendo, lo soltamos y ellos crearon su propia estructura. Fue así como abrimos la temática, como logramos que la Universidad tuviera un liderazgo en el tema de microcrédito y como se inició un proyecto financiero con intereses sociales.

CONTRIBUIR PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN MUNDO MEJOR CARLOS LABARTHE / CARLOS DANEL

ÉRAMOS UN GRUPO DE JÓVENES RECIÉN EGRESADOS DE LA UNIVERSIDAD con una profunda inquietud por emprender proyectos sociales. A través de una institución de asistencia dedicábamos nuestro tiempo y trabajo a proyectos que encaminaban esa inquietud por la vía de las microfinanzas. Así, en 1994, cuando todavía operábamos como una ONG, un conocido nos ofreció contactar a don Alfredo Harp y nos ayudó a programar una cita con él. Don Alfredo mostró un gran interés en nuestra actividad y quería conocer nuestra operación. En la reunión nos encontramos con la grata sorpresa de conocer a una persona que compartía nuestra visión y que contaba con un gran ímpetu social. Además, había ciertas afinidades que nos unían, como era el gran cariño que sentíamos por el estado de Oaxaca, que fue donde nosotros iniciamos nuestra actividad. La cita tuvo lugar en sus oficinas, donde le presentamos nuestro modelo de negocio y el impacto que teníamos a través de nuestros créditos. El interés y la confianza que don Alfredo mostró hacia nosotros fueron inmediatos. Ése fue el parteaguas de una relación de profunda amistad entre don Alfredo y Compartamos, de quien, sobra decir, aprendimos y seguimos aprendiendo. Alfredo Harp llegó en el mejor momento a Compartamos, cuando estábamos experimentando un periodo de crecimiento, teníamos un modelo bien armado, y lo único que necesitábamos era que alguien confiara en nuestro proyecto. Fue, sin duda, un aliado clave para lograr el éxito; compartiéndonos su tiempo, convicción y compromiso. Él es un firme creyente en que Compartamos es y será relevante para nuestro país y su desarrollo. En su momento, hicimos unos dos o tres viajes para que don Alfredo conociera la operación. El primero de ellos, a Oaxaca, fue el más importante: ahí tuvo la oportunidad

MICROCRÉDITOS

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de conocer y palpar de primera mano todo aquello de lo que le habíamos venido hablando. Posteriormente, formamos un consejo consultivo con él. Lo veíamos cada trimestre, entre tres o cuatro veces al año, con el fin de presentarle nuestros avances, actualizarlo en cifras y conversar sobre el crecimiento del modelo de negocio. Eran reuniones muy provechosas, de las que siempre salían cosas importantes. Por ejemplo, en una ocasión nos presentó en Monterrey a un grupo de personas con quienes emprendimos nuevos proyectos para expandirnos e iniciar operaciones en Nuevo León. El tiempo y el compromiso que nos ha brindado Alfredo Harp son factores clave en nuestra historia. A fines de los noventa, la industria de las microfinanzas estaba viviendo muchos cambios; entre ellos, la tendencia de las instituciones a abandonar el mundo de las ONG y volverse entes financieros regulados. Don Alfredo supo llevarnos con su consejo a través de esa transición. Como buen banquero, siempre insistió en la importancia de mantener una actividad financiera profesional y trasparente. Empujó para que institucionalizáramos la operación de Compartamos y la labor de intermediación de recursos, que en ese entonces provenían de donativos. Su visión, además de su forma de ser, fue muy aleccionadora para nosotros. Nos abrió muchas puertas con instituciones como el Banco Mundial, el CGAP y el BID, entre otros. Tener su gran nombre como respaldo era una especie de sello de garantía. Bajo la figura legal de ONG, don Alfredo a menudo nos invitaba a participar en diversos proyectos, y siempre que podía nos apoyaba; era como un nodo articulador que daba frutos en relaciones relevantes que nosotros cultivábamos, pero que siempre tenían el sello de confianza de Alfredo Harp. Compartamos y don Alfredo han construido una relación muy cercana y reunido a muchas personas para que este proyecto sea lo que es hoy. Dios nos puso en el mismo camino y él ha sido una figura tutelar en nuestra historia. Cuando nos convertimos de ONG

a Sofol confió en nosotros y nos dijo: “Vamos a entrarle como familia”; así, adqui-

rió el 10% de la institución, y su hijo Alfredo participó con la misma dedicación que su padre. Hoy, somos afortunados de contar con la participación de sus familiares más cercanos en nuestro consejo de administración, pues Luis Narchi, su yerno, es consejero titular y Charbel, su hijo, es consejero suplente. A lo largo de la historia de Compartamos, don Alfredo ha participado en todas las decisiones clave que ha tomado la institución. Sabemos que contamos con él y que una gran pasión de su vida es darse a los demás. Tenemos una razón profunda que nos une, creemos en lo mismo, queremos un mejor país y contribuir en la construcción de un mundo mejor. Buenas personas tratando de hacer el bien es lo que nos ha unido.

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ORGANIZACIÓN DE CAFÉ EN CHIAPAS UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

Atendiendo a una petición de la cooperativa de producción de café Ts’ umbal Xitalha’ , la Universidad Iberamericana, la Fundación Alfredo Harp Helú y Fomento Social Banamex impulsaron distintas estrategias con la intención de generar alternativas de producción, distribución y consumo que permitieran a los productores mejorar sus condiciones de vida.

DE LA MATA A LA TAZA

LORENA ÁLVAREZ MORENO

EL PROYECTO SE ORIGINA EN LAS MONTAÑAS DE LA SIERRA NORTE DE Chiapas, en los municipios de Chilón, Sitalá y Yajalón, zona en la cual, desde 1958, trabaja la Misión de Bachajón y que se caracteriza por ser una región cien por ciento productora de café de altura, de bosques de niebla, ubicada a 1 200 metros sobre el nivel del mar. En este territorio, las riquezas naturales contrastan con la pobreza extrema y de exclusión social que viven las comunidades tzeltales que se asientan en la región, en parte ocasionadas por los sistemas injustos de usura y coyotaje en la venta de su principal rubro de producción. Razón por la cual, en 1993, se creó la microindustria procesadora de café Bats’ il Maya, con la intención de generar alternativas de comercialización que permitieran a los productores el control local de los procesos. Otra de las estrategias de desarrollo impulsadas por la Misión fue buscar el fortalecimiento de sus medios de subsistencia y la conservación de sus recursos naturales por medio de la capacitación en prácticas agroecológicas, como la producción orgánica del café, lombricultura, apiario y milpa, siempre respetando y fortaleciendo sus propias formas de organización y cultura. En 2003, un grupo de veintidós productores de café orgánico de Nuevo Progreso conformó la cooperativa Ts’ umbal Xitalha’, y pidieron apoyo al padre Óscar Rodríguez, S.J., para que —junto con Bats’ il Maya— pudieran romper el encadenamiento

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al bajo y volátil precio del café como materia prima sujeta a la bolsa de valores. Querían darle valor agregado a su producto. En el 2006, por solicitud del padre rector de la Universidad Iberoamericana, la Coordinación de Responsabilidad Social Institucional inició un proceso más cercano con las obras de la Misión de Bachajón, bajo la premisa de que una de las funciones debía ser sumar los esfuerzos y conocimientos de la Universidad para ponerlos al servicio de las obras del apostolado social de la Compañía de Jesús, de tal manera que poniendo lo mejor de cada uno, buscáramos juntos la construcción de situaciones de mayor justicia y humanidad. En el verano de ese mismo año se invitó estratégicamente a un grupo de profesores que encontraron que Bats’il Maya era una empresa muy pequeña con muchas carencias en cuanto a su organización y planeación, que tenía poca o nula participación en el mercado, pero que contaba con un buen producto. Los procesos de producción de la empresa eran muy rudimentarios, ya que no disponían de la tecnología necesaria para

Conociendo el compromiso de Alfredo Harp Helú con

procesar el café. Su sistema de distribución era

el desarrollo de las comunidades más pobres del país,

muy limitado: con una venta de menudeo prác-

en 2007 la Universidad le presentó a su Fundación el ticamente destinada al consumidor final y pocas proyecto “Optimización y adquisición de maquinaria y cadenas institucionales. Al analizar esta probleequipo para el beneficio húmedo y seco del café orgá- mática, la Universidad se comprometió a largo plazo y abordó la situación como una suma de nico certificado y en transición”. pasos pequeños en un proceso de amplia duración para buscar alternativas conjuntas y solucionar los nuevos retos que se presentaban para consolidar la obra. En este caminar, alumnos y profesores fueron asumiendo con mucho compromiso la profesionalización de los procesos en la medida en que fueron conociendo la riqueza de la cultura tzeltal y a desarrollar admiración por la calidad humana de los productores, mayoritariamente hombres y mujeres con cargos comunitarios que dan un servicio gratuito y a quienes, por ello, se les dio preferencia para ser parte de la cooperativa para que pudieran mejorar sus ingresos y seguir dando su servicio. La cercanía con la gente hizo evidente la enorme carga que implica para los productores y sus familias la producción del café. Las largas caminatas de una o más horas del cafetal a la comunidad —con costales que pueden pesar entre 50 y 70 kilos—; el cansancio que implica el proceso del beneficio húmedo, especialmente para las mujeres que lo llevan a cabo de manera manual; los largos días para completar el proceso de secado y la frustración que provoca estar sacando y metiendo el grano para que no se moje con la lluvia; en general, el exceso de trabajo y la baja remuneración. Recuerdo claramente la impresión que nos causó saber que después de tanto trabajo, el ingreso anual de Tatic Pío Quinto, uno de los productores, había sido de tan sólo $800,

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debido al bajo precio que tuvo el café en la bolsa ese año. Imposible no sentirse conmovidos y motivados a seguir actuando con compromiso para tratar de revertir esta situación. Muchos alumnos participaron en concursos en la búsqueda de financiamiento para los proyectos. Pronto se hizo evidente que si se quería tener éxito en la meta de darle valor agregado al café y la miel producidos por la cooperativa y lograr un comercio justo era necesario hacer sinergia con otras organizaciones y fundaciones que complementaran la aportación que pudiera hacer la Universidad. Por ello, conociendo el compromiso de

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Alfredo Harp Helú con el desarrollo de las comunidades más pobres del país, en 2007 se le presentó a su Fundación el proyecto “Optimización y adquisición de maquinaria y equipo para el beneficio húmedo y seco del café orgánico certificado y en transición”. Debido al conocimiento experto en temas de desarrollo y de acompañamiento a cooperativas que tenía Fomento Social Banamex, el contador Harp Helú les pidió que revisaran el proyecto presentado y a partir de ese momento, más allá del financiamiento para la maquinaria y la construcción de dos módulos ecológicos, el equipo del licenciado Fernando Peón enriqueció muchísimo el proceso; su experiencia, asesoría y acompañamiento han sido claves en las mejoras obtenidas en el proceso de producción y distribución del café. Después de un largo proceso, en febrero de 2010 se inauguró en la Universidad Iberoamericana la cafetería Capeltic como resultado de un proyecto elaborado y presentado a licitación por un grupo de alumnos que se había comprometido con la cooperativa. En febrero de 2013 inauguraron, junto con la mesa directiva de los productores, la Planta y Escuela de Café en Chilón, con lo que se logró completar la cadena de valor. Hoy por hoy los logros son muchos: en relación con la cooperativa, lo que comenzó con 22 productores en una comunidad se ha ido expandiendo poco a poco hasta alcanzar a 244 productores en 31 comunidades, que se han organizado en siete regiones con sus respectivos equipos para una mayor atención y apropiación, y va creciendo poco a poco, con base en resultados y generación de demanda. En lo comercial, se ha logrado que el 50% del producto se exporte a Estados Unidos y que se haya inaugurado una segunda cafetería en la Ibero de Puebla, y para el 2014 se abrirá una próxima cafetería en el ITESO en Guadalajara. En lo productivo, la nueva planta —que también funciona como escuela de café— ha permitido que el pago del producto se haga por calidades del grano procesado a nivel de oro. Para ello, se promueve la participación activa de los productores en todos los momentos de la cadena de agregación de valor ofreciendo un

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medio de aprendizaje y organización que los anima a mejorar la calidad de su producto y de sus ecosistemas, impulsándose la intensificación de las áreas cultivadas a través de la recuperación de los saberes agroecológicos, la incorporación de abonos orgánicos y el control de plagas de manera natural. En lo administrativo, se ha conformado un equipo diferenciado y profesionalizado que ha permitido que cada cual se dedique a una tarea particular, desde los equipos regionales y el equipo técnico, conformado por jóvenes tzeltales, hasta los cargos que van ocupando las diferentes empresas que hoy conforman esta iniciativa: la cooperativa Ts’umbal Xitalha’, Bats’il Maya y Capeltic son dirigidas por Alberto Irezabal y José Andrés Fuentes, egresados de la Ibero, que se comprometieron con el proyecto desde que eran estudiantes y que hoy buscan una solución para trabajar de una manera integrada a

La creación de Yomol A’tel como empresa integradora

través de la figura de Yomol A’tel. En comparación con los primeros momen-

tiene como objetivo dar el paso final a la lógica de empresa social y lograr la viabilidad a través de mecanismos

tos de la cooperativa, en que la gran preocupa-

de gobernabilidad, propiedad social y reestructuración

ción era encontrar subsidios para cubrir los

financiera.

gastos operativos de Bats’il Maya, en los últimos años se ha empezado a transitar de la lógica de ONG a la lógica de empresa de economía social y solidaria (EESS). Ha sido un proceso largo en donde cada vez se ha hecho mayor énfasis en potenciar a las empresas generadoras de riqueza, pasando del subsidio a la fortaleza económica que pueda sustentar el trabajo social que se destina al territorio, lo que ha logrado un crecimiento anual promedio de 61.1% desde el 2007, año en que comenzó la relación con la Ibero, a la fecha. La creación de Yomol A’tel, como empresa integradora que tiene como objetivo dar el paso final a la lógica de empresa social y lograr la viabilidad a través de mecanismos de gobernabilidad, propiedad social y reestructuración financiera, ha logrado que a pesar de que este año el precio del café en bolsa ha perdido un 50% de su valor, la cooperativa ha mantenido el precio al productor, generando una dinámica territorial históricamente única en donde la diferencia entre el precio de la cooperativa de $46 por kilo es mucho mayor a la del coyote, de $25 por kilo. La propuesta de estructuración a través de la constitución de Yomol A’tel plantea la última etapa de esta transición a EESS. El proyecto se encuentra en un momento de consolidación económica y de crecimiento empresarial; se empieza a plantear la creación de una microfinanciera para evitar la usura y establecer un sistema de finanzas solidarias. El proyecto crece con pasos sólidos y firmes. La experiencia de la vinculación demostró la importancia de la sinergia con organizaciones como Fomento Social Banamex y la Fundación Alfredo Harp. Yomol A’tel busca sumar más instituciones educativas y organizaciones de la sociedad civil a este proyecto. Estamos muy agradecidos por haber sido parte tan importante en el desarrollo de esta iniciativa.

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EcologĂ­a y medio ambiente



VIVEROS DE ALTA TECNOLOGÍA

En el parque El Tequio de la ciudad de Oaxaca se creó en 2008 el primer banco de germoplasma del estado, equipado con tecnología sueca de punta. El banco tiene el objetivo de ubicar, recolectar, seleccionar, conservar, preservar y disponer de plasma germinal de plantas que son representativas del estado. Los viveros tecnificados utilizan este recurso genético para la producción de plantas que serán destinadas a la reforestación de las zonas más devastadas del estado de Oaxaca. Los viveros de alta tecnología funcionan con una infraestructura computarizada y automatizada que permite la producción a gran escala de plantas. La Fundación Alfredo Harp Helú se sumó a este esfuerzo para aumentar el número de centros de acopio. Actualmente promueve quince viveros de alta tecnología en Oaxaca, uno en Morelos y uno en Tabasco, cada uno de los cuales produce cerca de un millón de plantas anualmente.

ESPERANZA DE VIDA

VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ

FUE EN EL INSTANTE EN QUE VI LAS SEMILLAS RECIÉN GERMINADAS CUANDO todo cobró sentido. En esas múltiples cajas de Petri cubiertas con algodón húmedo se presenciaba la vida misma. Esas pequeñas semillas germinadas representaban una esperanza de continuidad vital para Oaxaca, para México y, sin temor a exagerar, para el planeta. Un símbolo del esfuerzo humano en interacción con los misteriosos procesos de la vida. Me acababan de mostrar los conos recolectados, las grandes máquinas que separan las semillas, las radiografías hechas a cada semilla para determinar su estado, los microscopios, el almacén, las computadoras programadas para el riego. Sin embargo, todo se sintetizaba ahí, en esas cajitas de vidrio bajo las máquinas que miden la temperatura, la luz y la humedad, y que permiten que las semillas seleccionadas germinen.

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Lo que vino después fue la confirmación de que estaba en lo cierto. Almácigos al por mayor, plantas en crecimiento, pequeños árboles, cientos, miles, millones de árboles para reforestar. Me mostraron también mapas donde se localizan las áreas de acción. Hay viveros en las ocho regiones de Oaxaca para reforestar las zonas más críticas. Conforme avanzaba, Félix Piñeiro, creador del proyecto, me impresionaba cada vez más. “Con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se construyeron quince viveros equipados con tecnología sueca a los cuales se sumaron otros 32 construidos con recursos de la Federación. Siguiendo el mismo esquema, se construyó la red estatal de germoplasma forestal, destinada a preservar la riqueza biológica del estado y a abastecer de semilla de alta calidad a los procesos de producción en los viveros tecnificados”. Esta infraestructura se convirtió en la red pública regional más importante de Latinoamérica y la sexta experiencia en el mundo con esta tecnología. “Con esta infraestructura se restauraron más de 32 000 hectáreas deforestadas, se ha preservado la biodiversidad, promovido la captura de carbono y, sobre todo, se han apoyado acciones tempranas para mitigar el cambio climático global. De igual forma, se contribuye a

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fortalecer los servicios ambientales hidrológicos y a la protección y recuperación de los suelos”, comentaba orgulloso Piñeiro. Y para continuar con el 32, Félix comenta que tienen la capacidad de sembrar 32 millones de árboles anualmente. ¿Qué significan todos estos datos? Que con el trabajo colectivo se puede dar marcha atrás a los destrozos que el ser humano ha infligido al planeta. Si en el mundo entero equipos como éste se multiplicaran, podríamos pensar que el proceso de deforestación se puede detener y, con ello, contribuir a que el calentamiento global se detenga. El trabajo de Félix y su equipo es, en verdad, una esperanza de vida.

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VIVERO DE ALTA TECNOLOGÍA EN MORELOS

SUSAN GRILLO

CUANDO DECIDÍ VIVIR EN CUERNAVACA, ME QUEDÉ CON EL COMPROMISO de atender ciertos proyectos de la Fundación Alfredo Harp Helú, uno de ellos fue la instalación de un vivero de alta tecnología en Morelos. Teníamos que seguir el mismo esquema de trabajo que se había implementado en Oaxaca, buscando el beneficio de la comunidad como parte de nuestra responsabilidad social. Conseguir inversiones tripartitas con aportaciones federales, estatales y las de la Fundación Alfredo Harp Helú. Conseguimos recursos aportados por Sagarpa, y el Gobierno del Estado de Morelos aportó la otra parte. Con el apoyo de Félix Piñeiro, el responsable de los quince viveros con alta tecnología en Oaxaca, y de Griselda Blankenagel, representante de la tecnología sueca en México, logramos instalar el vivero en Tetela del Volcán. Les preguntaba todo, no sabía gran cosa sobre viveros; pero Félix fue muy generoso, me mandó toda la información y me puso en contacto con la empresa proveedora de equipos de alta tecnología para los viveros. Ellos vinieron a Morelos, me ayudaron a entender la tecnología y luego buscamos a un biólogo con quien armamos el vivero y el banco de germoplasma, que también vendieron los mismos proveedores. El vivero se acondicionó también para el riego, porque no había en el terreno asignado. Logramos comprar otro robot con otros recursos.

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Se donaron muchísimas plantas y semillas, y logramos que el donativo creciera de una manera importante. El Gobierno del Estado de Morelos aporta el espacio físico donde está el robot, hace el trabajo de sembrado y organiza el banco de germoplasma. Todo lo relacionado con la semilla se puso a través de Sagarpa, y la Fundación Harp participó pagando el equipo. Lamentablemente, el gobierno estatal en turno no hizo un esfuerzo posterior para incrementar el número de viveros en el estado. Contra toda burocracia logramos este proyecto. Por algo se empieza; quizás vengan tiempos mejores en algún momento y podamos ampliar esta experiencia tan importante para contribuir con el cuidado del medio ambiente.

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H2A: PLANTACIÓN URBANA Y RESERVA ECOLÓGICA

Al norte de la ciudad de Oaxaca, en las faldas del cerro San Felipe, la FAHH creó el parque H2A, una reserva ecológica de diecisiete hectáreas, en donde crecen catorce mil nuevos árboles y plantas de diferentes especies endémicas, que es ya un pulmón de la ciudad. La reserva está dividida por una cañada formada por los escurrimientos de agua del cerro San Felipe. Esta cañada rocosa se utilizó como pared para construir dos compuertas y contener agua suficiente para el riego durante la temporada de secas. Se hicieron varias terrazas para evitar que la lluvia arrastrara la tierra fértil, buscando también aminorar la erosión y reducir la velocidad del agua para que ésta se filtre a la tierra.

AL RAYO DEL SOL

VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ

“TIENES QUE CONOCER EL H2A”, ME DIJO UN DÍA PINA HAMILTON, RESPONSABLE del área de ecología de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. En ese momento no tenía claro qué significaba ese nombre. Sabía que hacía referencia a un parque, pero ¿por qué se llamaba así? Pronto caí en cuenta de que H2A son las iniciales invertidas del presidente de la Fundación, un juego de palabras a partir de la fórmula del agua. ¡Claro!, se trata de un proyecto que tiene que ver con el agua, y es que la reforestación y la formación de terrazas son cuestiones vinculadas a los recursos hídricos. Nos pusimos de acuerdo y pronto estábamos en las faldas de San Felipe, disfrutando de un lugar maravilloso, lleno de árboles, a sólo unos quince minutos del centro de la ciudad. Ahí, Pina me enseñó el trabajo que realizan y señaló la diferencia entre el terreno reforestado y los terrenos aledaños, que mostraban el característico tono amarillento seco causado por el abandono, la erosión y otros males. Una a una me fue mostrando las terrazas construidas y la manera en que almacenan el agua captada para disponer de ella

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en época de secas. Me presentó a Fidel, su inquieto ayudante, responsable de plantar los árboles en el centro histórico y dar mantenimiento a todas las plantas que se encuentran en las distintas instituciones que componen la Fundación Alfredo Harp Helú. Recorrimos también el vivero, donde me daba el nombre de cada planta cultivada. En el proyecto trabajan otras catorce personas, también al cuidado de plantas y árboles, tanto en la reserva como en las calles de la ciudad. A nuestro regreso al centro de la ciudad, Pina señalaba las calles donde se han sembrado árboles: “Mira, éstos todavía están chiquitos, pero ya se nota la diferencia entre una calle arbolada y otra sin árboles”. Me contó también sobre el trabajo que realizan con los vecinos que viven en esas calles para comprometerlos a regar y cuidar los árboles. Casa por casa, tocan para explicarles el proyecto y tratar de convencerlos para que participen. A veces se puede complacer la petición de plantar determinado árbol, a veces no, pero se logra algún consenso. Se trata de un minucioso trabajo hormiga que está cambiando el aspecto de la ciudad, árbol por árbol; se inicia con poco y de pronto son manzanas enteras las que han cambiado su fisonomía. La forestación urbana inició hace cuatro años en el centro histórico y se extendió al río Atoyac y al Mercado de Abasto; en total han sembrado alrededor de cuatro mil árboles. Cuenta Pina: “Nosotros los plantamos, abonamos, regamos, fumigamos y podamos cuando se necesita. Cumplimos cuatro años desde los

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primeros árboles sembrados. Todos los árboles

La reserva también cuenta con un vivero que alimenta

que ves en el centro histórico fueron sembrados

las diferentes instalaciones de la Fundación y propor-

ciona especies arbóreas para el programa de plantación cableado subterráneo del alumbrado y el drenaje. urbana. Mediante este último programa, se busca Quiero decirte que muy buena parte de la pobla- plantar árboles que provean sombra y otros beneficios ción nos ayuda en el cuidado y desarrollo de los a los habitantes del centro histórico de la ciudad, a árboles, aunque también nos topamos con quien quienes lo visitan o laboran en él. no quiere apoyar o, peor, los destruye”. También me explicó que con el fin de permitir la circulación fluida en las aceras del centro histórico eligieron árboles de copas altas. Entre los ejemplares seleccionados incluyeron macuiles, rosas y fresnos, variedades nativas de América cuyas características les permiten resistir las difíciles condiciones de la ciudad, como el intenso calor, la mala calidad de la tierra, la escasez de agua y la contaminación. Por otra parte, como sus raíces son pivotantes (crecen verticalmente hacia abajo) no representan un riesgo estructural para las construcciones cercanas. El director del Jardín Etnobotánico, Alejandro de Ávila, sugirió el uso de estas variedades, teniendo en cuenta sus cualidades y el hecho de que en el país no existen viveros especializados en árboles para forestación urbana. En la actualidad, ensayan con tres variedades más: arrayán, familiar de las guayabas, grevilia y pata de vaca. Con un seguimiento constante a lo largo de cuatro años han logrado un por la Fundación Harp, justo cuando se hizo el

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adecuado crecimiento de estos árboles. Si bien el deterioro ocasional causado por actos de vandalismo obliga a plantar de nuevo algunos ejemplares, el mantenimiento continuo de la cuadrilla de trabajadores encabezados por Fidel conserva una dotación estable gracias al cuidado intensivo de los más pequeños. El paisaje urbano se transforma, los árboles son cada vez más robustos. La Fundación ha donado preciosos árboles a varios de los jardines de la ciudad: El Llano, El Conzatti, Jardín Madero, Jardín Morelos, Jardín San Pablo, El Carmen Alto, Parque Colosio y la explanada del Atrio de Xochimilco. A lo anterior se suman los árboles plantados en un área de siete kilómetros alrededor del río Atoyac, así como la atención a vecinos de las colonias Reforma y San Felipe, que han solicitado árboles comprometiéndose por escrito a cuidarlos. El cambio, en tan poco tiempo, es notorio: la ciudad está cambiando su fisonomía y pronto, cuando crezcan más esos árboles, va a ser totalmente diferente. Nos detuvimos en un alto y pude percatarme de algo que le comenté a Pina: “¿Ya viste dónde están reunidas esas personas que esperan el camión?”. Los pasajeros no se encontraban justo en la parada, sino unos cuantos metros atrás, debajo de un árbol; curiosamente, el punto de abordaje lo marca ahora el arbolito que sembraron Pina y Fidel. Ella observó: “Es otro tipo de experiencia para ellos. No es lo mismo esperar el camión al rayo del sol que hacerlo a la sombra de un árbol; la diferencia es significativa”.

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FOMENTO ECOLÓGICO BANAMEX

Fomento Ecológico Banamex es un organismo no lucrativo que busca impulsar la inversión en el cuidado del medio ambiente. Su compromiso es preservar la ecología, difundir y fomentar el cuidado del medio ambiente y su diversidad e impulsar un desarrollo sustentable. Fomento Ecológico Banamex participa activamente en la conservación del patrimonio natural de México mediante programas de restauración, manejo, conservación y aprovechamiento de los recursos naturales, con un enfoque en el desarrollo sustentable en las áreas naturales protegidas.

SIN PRISA, PERO SIN PAUSA

FERNANDO PEÓN

PARA MÍ HA SIDO UN PRIVILEGIO EN LA VIDA HABERME REENCONTRADO con Alfredo Harp Helú. Cada día reafirmo mi admiración hacia él, cada día me gusta más como ser humano: su generosidad, su amistad, su humildad; es impresionante lo que logra cautivar. Ha sido un privilegio trabajar con él. Yo quisiera seguir acompañándolo en estas obras sociales por el resto de mi vida. Tiene una visión integral sobre la transformación de nuestra sociedad. El tema del cuidado del medio ambiente lo empezamos a tratar desde Fomento Social Banamex, pero no fue sino hasta septiembre de 2000 cuando Alfredo Harp y Roberto Hernández crearon Fomento Ecológico Banamex, una asociación civil que aprovecha la experiencia de Fomento Social Banamex y con quien trabaja estrechamente. En Fomento Ecológico Banamex tenemos tres ejes principales: agua y reforestación —como un binomio inseparable—, áreas naturales protegidas y especies en peligro de extinción. Este fondo no nació con muchos recursos, pero después de diez años se ha fortalecido. Estamos trabajando en la reforestación del Iztaccíhuatl y del Popocatépetl a través del

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programa Fábricas de Agua del Área Metropolitana. Nuestra teoría es que, en poco tiempo, la vida en el área metropolitana será prácticamente imposible si no trabajamos a marchas forzadas por la reforestación, en especial en zonas clave como ésta y el Nevado de Toluca, que es donde nace el río Lerma. A la fecha llevamos sembrados millones de árboles. El objetivo de este programa es asegurar la conservación del bosque y la producción de agua mediante acciones de conservación, restauración, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales generando una alternativa de sustento para las comunidades que se encuentran dentro de estas áreas naturales protegida; también buscamos involucrar a los propietarios y habitantes de las comunidades cercanas en labores de reforestación, vigilancia y mantenimiento a través de la generación de empleos. El componente más importante del trabajo que realizamos es asegurar un índice de sobrevivencia del 80% de las plantaciones realizadas. Al mismo tiempo que se logra la recuperación de estos bosques, se ha logrado identificar la recuperación de especies animales endémicas que habitan en ambos parques nacionales: el conejo teporingo y el venado cola blanca. Trabajamos también en la Reserva de la Biosfera Montes Azules, en el estado de Chiapas. En 2008 suscribimos un convenio de colaboración con la ONG Natura y Ecosistemas Mexicanos para elaborar diversos estudios para la construcción de un desarrollo

FOMENTO ECOLÓGICO BANAMEX

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ecoturístico de baja densidad, con la finalidad de conservar y proteger los ecosistemas de El Jolochero, impulsar la diversificación de las actividades productivas y ayudar a mejorar los ingresos de la población sin destruir el espacio natural. Actualmente, en la Reserva de la Biosfera de Montes Azules, las mujeres de la zona están aprendiendo a aprovechar los recursos naturales de manera sustentable, para que las generaciones futuras puedan gozar de mejores condiciones de vida. Es preciso enseñar que se puede vivir de la conservación y no de la depredación de las tierras. En 2012 Canto de la Selva abrió sus puertas para recibir a viajeros con conciencia ambiental, deseosos de disfrutar el privilegio de conocer la selva y de contribuir a su conservación. Sus visitantes tendrán la oportunidad de descubrir grandes tesoros naturales, apoyar el desarrollo de una comunidad comprometida con el medio ambiente, y disfrutar un espacio de descanso y confort rústico en el que se pueden hacer recorridos por la selva, ríos, arroyos y lagunas. Tenemos presencia en varios estados. Estamos trabajando en la cuenca del río Usumacinta (Chiapas y Tabasco), en la Reserva de la Biosfera El Triunfo (Chiapas) y en Serranías del Burro (Coahuila), que comprenden dos de las áreas naturales protegidas más importantes de la zona: el área de protección de flora y fauna Maderas del Carmen, y Cuatro Ciénegas. En esta zona se presentó el incendio más grave de la historia de México, donde se quemaron 425 000 hectáreas; ahí estamos trabajando con fundaciones estadounidenses y canadienses. Dado que se trata de la zona en donde se generan tornados que llegan hasta Texas, los investigadores estadounidenses la tienen muy monitoreada.

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La estrategia de intervención en esta zona consiste en crear, capacitar y equipar adecuadamente a 1 154 personas de las comunidades que formarán parte de las brigadas de vigilancia para mantener un control permanente en la zona y realizar acciones preventivas y de combate de incendios forestales, así como promover la educación y conciencia ambiental con actividades dirigidas a las pequeñas comunidades, ranchos y pobladores de las zonas de influencia. Se capacitará a quinientos maestros para el uso del manual de educación ambiental, que contempla el conocimiento de tres de las especies emblemáticas del estado: águila real, oso negro y perrito llanero. Se protegerán sitios de anidación y poblaciones de presas del águila real. Se contará en principio con mil hectáreas bajo un esquema de conservación de perrito llanero. Se capacitarán seis municipios en el manejo de oso negro. Estamos trabajando en diversos proyectos de conservación de la tortuga marina en trece de los diecisiete estados que dan al mar. En Oaxaca, por ejemplo, apoyamos los esfuerzos del Centro Mexicano de la Tortuga. También promovemos algunos viveros de manglares en Playa La Escobilla, la cual es considerada el santuario de la tortuga marina en México, por el número de hembras que salen a desovar al mismo tiempo, un fenómeno conocido como “arribazón” o “arribada”. Los habitantes de la comunidad Playa La Escobilla realizan una labor muy importante en la educación ambiental de la comu-

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nidad y llevan a cabo un proyecto ecoturístico que les permite recibir turistas interesados en observar a las tortugas y realizar actividades amigables con el medio ambiente. En México anidan siete de las ocho especies de tortugas marinas que existen en el mundo, así que en 2003, junto con otras fundaciones, lanzamos una campaña para protegerlas. Gracias a la respuesta de la gente y a la suma de esfuerzos de diversas instituciones, creamos el Fondo para la Conservación y Protección de la Tortuga Marina. A partir de 2004, y hasta 2008, 55 campamentos fueron equipados con cuatrimotos para hacer recorridos por la playa, equipos de comunicación, de medición y cámaras fotográficas para los registros. Además, se impartieron talleres y pláticas para fomentar la educación ambiental entre los niños, jóvenes y adultos que habitan las zonas costeras. Al mismo tiempo se generaron empleos con los recorridos, la recolección y supervisión de nidos; su protección en corrales y la liberación de crías en 1 500 kilóme-

Estamos trabajando en la cuenca del río Usuma-

tros de playa.

cinta (Chiapas y Tabasco), en la Reserva de la

Alfredo ha tomado el tema de las especies en peligro de extinción con mucho cariño y con una gran

Biosfera El Triunfo (Chiapas) y en Serranías del Burro (Coahuila), que comprenden dos de las áreas

naturales protegidas más importantes de la zona: el en la recuperación de la población de tortugas ma- área de protección de flora y fauna Maderas del rinas, oso negro, pavo de monte, venado cola blanca, Carmen, y Cuatro Ciénegas. conejo teporingo y águila real, entre otros. Como todas las cosas importantes de la vida, he llegado a la conclusión de que estos retos deben abordarse sin prisa, pero sin pausa. Nuestro problema cotidiano es enfrentarnos a los cambios de gobierno, por la falta de continuidad que esto implica. Muchos proyectos cambian en función de la metas de cada administración. Ahora le apostamos más a trabajar con las organizaciones de la sociedad civil, porque a la larga podemos esperar mayor estabilidad. Tenemos, por otro lado, una alianza estratégica con Al Gore. Por medio de The Climate Reality Project, estamos capacitando líderes jóvenes en el extranjero, con el fin de que sean voceros contra el calentamiento global y fomenten una mayor conciencia ambiental entre la población. Al interior de Banamex también se impulsaron diversas acciones concretas en pro del medio ambiente, como la reducción de equipo de impresión, la invitación a los colaboradores de todas las áreas a que se incorporen como voluntarios en las campañas de reforestación, y la propuesta “Más árboles con tu estado de cuenta electrónica”, que invita a los cuentahabientes a consultar su estado de cuenta por internet. Alfredo invita a la agente a hacer cosas en vida por el bien de la sociedad y el medio ambiente, cosas concretas al alcance de las posibilidades de cada quien. responsabilidad. Hemos puesto especial atención

FOMENTO ECOLÓGICO BANAMEX

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FONDOS PARA DESASTRES NATURALES

El calentamiento global y la explotación excesiva de los recursos naturales ocasionaron fenómenos naturales extremos que, unidos a patrones de asentamiento inadecuados, han producido desastres de gran repercusión social, económica y ambiental en diversas regiones del país y del mundo. Los daños han sido graves en la vivienda, la infraestructura de servicios y las actividades productivas de muchas poblaciones. Una de las líneas prioritarias de Fomento Social Banamex ha sido el apoyo a las poblaciones damnificadas.

COMPROMISO PARA SIEMPRE

FERNANDO PEÓN

CUANDO SE PRESENTÓ EL HURACÁN PAULINA EN LAS COSTAS DE OAXACA, EL gobierno del estado y el de la república hicieron un llamado a Fomento Social Banamex para solicitar su participación en la reconstrucción de las zonas afectadas. Alfredo Harp, con la gran generosidad que lo caracteriza, me pidió crear un fideicomiso que agrupara a interesados en ayudar en ocasiones de desastres naturales, y que se llamara Amigos de Oaxaca. Recibimos más de 90 000 donaciones durante algunos años, tanto de México como del extranjero; fue un éxito. Harp ideó y puso en práctica, por primera vez, una metodología que ahora todo mundo utiliza, llamada “Uno por uno”, que consiste en que por cada peso que alguien aporta para determinado fin, él contribuye con otro peso. Para atender el caso del huracán se reunió una gran cantidad de recursos, los cuales, por medio de una mesa muy ágil de toma de decisiones, se destinaron a restauración de suelos, a escuelas, a vivienda, a puentes, a infraestructura, etc., según el caso. Estas acciones dieron una gran difusión a Amigos de Oaxaca. Al poco tiempo, se presentaron las inundaciones de Chiapas y el gobernador solicitó que se brindara a su estado un apoyo similar. Creamos entonces el grupo Empresarios Unidos por Chiapas, para reunir los fondos necesarios. Más adelante vinieron Todos por Tabasco, Juntos por Veracruz y Comprometidos con Hidalgo. Se fueron constituyendo así varios fondos para desastres naturales, que en la

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actualidad suman alrededor de veinticinco en todo el país. La mecánica es similar en todos los casos: se juntan recursos de diversos sectores: público, privado y social, y cada quien atiende su propio ámbito. El programa ha sido muy exitoso y se ha reproducido en varias partes, lo que me lleva a recordar una frase de Oscar Wilde: “La imitación es el más profundo de los halagos”. Es inmenso lo que hemos dado a partir de esta iniciativa de Alfredo Harp. Tenemos presencia en veintidós estados de la república, y ahora ya existe una organización para desastres. Más adelante se presentó el primer tsunami en Indonesia. Muchos clientes nos llamaron para preguntarnos qué haríamos para apoyar. Fue tal la cantidad de peticiones, incluida la del propio gobierno de México, que decidimos emprender el viaje a Indonesia. Nuestra primera acción fue la construcción de 3 500 casas en la ciudad de Banda Aceh, en la isla de Sumatra. Sin embargo, no bien habíamos comenzado cuando los pobladores nos hicieron ver que no debíamos construir en esa zona por el riesgo de que los alcanzara otro tsunami; así que volvimos a empezar, pero esta vez en las faldas de la montaña. Para ese proyecto nos asociamos con varios países y con la United Nations Foundation. Luego llegó el Katrina, que azotó con fuerza las costas de Louisiana en 2005. Por solidaridad con un país que había apoyado a México en ocasión de otros desastres naturales, nos dirigimos a Nueva Orleans, donde encontramos una enorme destrucción e inundaciones impresionantes. Alfredo me pidió que abriéramos una cuenta para concentrar los recursos, y al poco tiempo estábamos llevando con él y con Javier Arrigunaga casi tres millones

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de dólares de ayuda. En Estados Unidos no podían creer que un apoyo de esa magnitud estuviera llegando desde México. Entregamos el dinero a cuatro grandes organizaciones sociales no lucrativas. Con su apoyo y el de Mexicanos en Nueva Orleans, además de la participación de la Iglesia católica y sus parroquias, comenzamos los trabajos de restauración. Recorrimos con Harp los lugares más afectados, fue una experiencia muy conmovedora.

F O N D O S P A R A D E S A S T R E S N AT U R A L E S

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Cómo olvidar, por otra parte, el caso de Haití, que padeció un devastador terremoto en enero de 2010, y donde recientemente todavía entregamos dos obras. Para apoyar al país, abrimos nuevamente nuestro programa Uno por Uno. Se construyeron cuatro escuelas, de las cuales dos fueron de educación para la vida y el trabajo, con el objeto de formar electricistas, plomeros, albañiles y enfermeros, entre otros oficios. Construimos también dos escuelas muy grandes en Tabarre, una de ellas con ayuda de la fundación Nuestros Pequeños Hermanos (creada en 1954 en Cuernavaca), y otra con el apoyo de Mensajeros de la Paz, cuyo presidente y fundador es el padre Ángel García Rodríguez, muy amigo de Alfredo. Estuvimos trabajando, con el apoyo de las madres salecianas, en orfanatorios y en un centro que alimentó durante un año a 18 000 personas, con cocinas

Fomento

Social Banamex y la Fundación Alfredo Harp Helú reúnen y aportan recursos para convertir el desastre en una oportunidad para impulsar el des-

que el Ejército nos vendió; actualmente, estamos dando 4 500 comidas diarias cerca de Puerto Príncipe. También reconstruimos quince mer-

arrollo de las zonas afectadas. Más de 2 000 millones cados y una central de abastos en la ciudad de de pesos se han aplicado en la atención de las necesi- Gonaïves, con bastante éxito. No es fácil siquiera comenzar a describir mi dades de familias y comunidades damnificadas, en obras de construcción, reparación y mejoramiento de vi- experiencia en Haití, un país donde el promedio vienda e infraestructura de servicios, recuperación de de vida es de 45 años —a las personas de esa edad se les considera ancianas—; un alto porfuentes productivas y prevención de desastres. centaje de la población afectada por el VIH/sida; un millón de huérfanos en un país de diez millones de habitantes; la enorme dificultad para trabajar con la sociedad civil: la Iglesia es la única institución más o menos organizada. Nuestros cargamentos de agua, alimentos o infraestructura no podían bajar de los barcos si no entregábamos “mordida”, ya que los funcionarios y los trabajadores públicos no reciben sueldo; hay mucha hambre. Recibimos incluso una carta del cardenal pidiéndonos permanecer en Haití, preocupado por lo que sería de ellos si nos íbamos. Pasé del horror a la atracción, quedé comprometido para siempre con este país. Definimos con Alfredo que todo desastre natural tiene tres etapas: la preventiva —en la que a los mexicanos nos falta mucho por aprender—; durante el desastre, que es donde actúan instituciones como Cáritas, el Ejército, Protección Civil y otros, y finalmente, el momento posterior al desastre, que es el más ingrato y en el que nos especializamos nosotros. Cuatro, cinco, seis años después del desastre, cuando ya a todo mundo se le ha olvidado, nosotros seguimos trabajando ahí. Cada vez que hay oportunidad, Alfredo va a las comunidades afectadas. Es una forma de demostrar que sigue con ellos, que no olvida.

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AGUAXACA

Aguaxaca es un proyecto coordinado por el Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca (INSO) y apoyado por la Fundación Alfredo Harp Helú que busca cambiar la relación entre el agua y la sociedad en los Valles Centrales en beneficio de la naturaleza y de la gente. Busca contribuir a tener fuentes abundantes y estables de agua para todos sin afectar su ciclo. Aguaxaca nació en 2003 como una estrategia conjunta de la sociedad civil, organizaciones privadas y el gobierno de Oaxaca para proteger los recursos y procesos naturales de los que depende nuestro acceso al agua. Busca también mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la ciudad y del campo.

REGENERANDO CAÑADAS: EL CONTAGIO DE LA ESPERANZA JUAN JOSÉ CONSEJO

EMPEZAMOS A TRABAJAR EL CENTRO DEMOSTRATIVO DE PERMACULTURA El Pedregal en 2004, como parte de la iniciativa Aguaxaca que la Fundación Alfredo Harp Helú, junto con otras instituciones y fundaciones, ha apoyado desde su inicio. El Pedregal se encuentra en una pequeña cañada del arroyo del Sauce, en San Andrés Huayapan. Nos propusimos tres cosas: regenerar la cañada para recuperar su capacidad de captación y filtración de agua, ofrecer opciones de producción sustentable a familias de la comunidad y establecer un centro de experimentación y capacitación en técnicas de agricultura orgánica, restauración de cañadas y manejo integral del agua. Para Aguaxaca la regeneración es un aspecto muy importante. Se debe recuperar el equilibrio perdido en muchos lugares de los Valles Centrales, situación que afecta el ciclo del agua. El desequilibrio actual no radica tanto en que haya menos agua, sino en que ésta deja de beneficiar a la gente, plantas y animales; incluso se vuelve nociva: en un lugar deforestado, el agua, en vez de fluir y filtrarse gradualmente a la tierra, arrastra con fuerza

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el suelo desnudo y agrava cualquier problema

El Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca

preexistente.

(INSO) promueve el manejo racional del agua. Plantea

Observemos, por ejemplo, lo que sucede en la

restaurar las redes de agua potable de ciudades y pue-

cordillera que se ubica al norte del Valle de Etla

blos; captar el agua de lluvia; volver más eficiente el riego agrícola; ahorrar y racionar el agua de la ciudad;

y el Valle Grande. Las partes altas de los cerros

apoyar a las comunidades que aseguran el manteniahí llueve más que en las partes bajas de los va- miento del agua, y devolver el agua usada de manera lles y la cubierta vegetal actúa como una enorme limpia a sus cauces naturales. esponja natural. Buena parte del agua que cae es aprovechada por las plantas, se va filtrando al subsuelo o desciende poco a poco por un gran número de cañadas, nutriendo los depósitos superficiales o subterráneos de agua. Lo que hay que hacer con estos bosques es dejarlos en paz: impedir su tala y evitar plagas e incendios. Veamos ahora lo que pasa un poco más abajo, en los lomeríos y cañadas al pie de los cerros boscosos. La tala de árboles, pastoreo, agricultura y, recientemente, la urbanización han afectado gravemente esta zona. Es aquí donde debemos realizar el trabajo más intenso de regeneración, como hemos hecho en El Pedregal: reforestación y pequeñas obras de zanjeo y terraceo, micropresas o gaviones, con resultados rápidos en cuanto a captación de agua y posibilidades productivas. Y es que un cinturón verde, productivo, será la mejor manera de amortiguar el crecimiento desordenado de la ciudad. Además, se recuperará la función fundamental de las cañadas: filtrar el agua y conducirla hacia abajo. Finalmente, se crean oportunidades de desarrollo para las comunidades que se asientan están cubiertas de bosques de pinos y encinos,

AGUAXACA

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en esta zona; en vez de verse obligados a emigrar, malbaratar sus tierras o desplazarse a zonas más altas y alterar más el monte, los campesinos podrían optar por el cultivo de plantas, la cría de animales, el turismo comunitario o una larga lista de etcéteras. Tenemos el caso de don Pedro Santiago, quien ha dedicado la mayor parte de su vida a las labores del campo, el servicio comunitario y la conservación del patrimonio natural. Hoy es un líder querido y respetado en su pueblo, se ha convertido en una figura de la conservación en el ámbito regional y nacional. El propio don Pedro afirma que su deseo de rescatar los terrenos que le heredó su padre provino de la misma tristeza que le dio observar cómo, año con año, sus tierras de cultivo perdían sus propiedades y quedaban reducidas a lo que la gente llama tepetate. Don Pedro es hoy uno de los principales productores orgánicos de los Valles Centrales y se ha asociado con otros para mejorar y comercializar sus productos. También imparte cursos y talleres de elaboración de compostas y producción en invernaderos. Por otra parte, el Centro Demostrativo de Permacultura El Pedregal actualmente es visitado por cientos de personas cada mes: grupos infantiles y escolares, autoridades de diversas comunidades y visitantes extranjeros. Lo que pueden ver abarca más de setenta

El ámbito de acción de Aguaxaca son las montañas, la

módulos, que muestran cómo manejar adecua-

zona conurbada y las riberas de los ríos Atoyac y Sa- damente el agua, proteger los suelos y producir lado, en donde habitan alrededor de 600000 personas. orgánicamente. Pueden apreciar también el reEl rápido poblamiento de la zona ha incrementado la sultado de la siembra de plantas de cobertura, demanda de agua de manera incontrolada, a la vez que frutales, árboles locales, cactáceas, milpa, hortaha reducido el área de captación. En lo que concierne al lizas, así como la cría de abejas, peces y animadrenaje, la situación es de desastre: el río Atoyac es hoy les de corral. El Pedregal ha mostrado lo que puede haconsiderado uno de los más contaminados del país. cerse en estos lugares. Un trabajo similar se está haciendo en el parque La Encantada, de la Fundación Alfredo Harp Helú, y el ejemplo va prendiendo ya en otros lugares de Huayapan, en otras comunidades de los Valles Centrales —nada menos que dieciséis hasta ahora— e incluso en otras regiones de Oaxaca y el país. Sin embargo, el ejemplo de contagio más notable es el de San Pablo Etla. En 2010, la autoridad comunal y un grupo de vecinos de San Pablo y Santa Cruz Etla visitaron el centro demostrativo El Pedregal. Su entusiasmo fue tal que de inmediato se pusieron a trabajar en una propuesta para hacer un proyecto semejante. Pronto desarrollaron el Proyecto de Conservación y Educación Ecológica. Se propusieron regenerar los ecosistemas para asegurar el abasto del agua y garantizar que los miembros de la comunidad, especialmente las nuevas generaciones de niños y jóvenes, valoraran la naturaleza, comprendieran la ecología y las técnicas de conservación. Con una suma de esfuerzos públicos, privados y comunitarios, incluyendo a la Fundación Harp Helú, crearon en 2011 el Centro de Capacitación Ecológica. El Centro se

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ubica en la cuenca conocida como La Mesita y es la entrada principal a la reserva ecológica de la comunidad. El proyecto de recuperar y conservar esta zona fue aprobado por unanimidad en la asamblea de comuneros. Hoy en día sus veinte hectáreas son el mejor ejemplo del contagio de la esperanza: se desarrollan acciones de conservación que a la vez son demostrativas de varias técnicas de manejo integral y captación de agua, permacultura, agroforestería y control. El Centro de Capacitación Ecológica es ya un lugar para la educación ambiental aplicada, basada en la observación y la ejecución de prácticas en el lugar. En las palabras de don Primitivo, expresidente del Comisariado y uno de los principales impulsores del proyecto: “La visión es que el Centro de Capacitación Ecológica llegue a ser para nuestra comunidad y otras comunidades un foco y ejemplo vivo y vibrante de aprendizaje y de acciones prácticas realizadas por el pueblo y sus aliados para conservar el agua y el patrimonio natural”.

AGUAXACA

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HUERTOS ORGÁNICOS ESCOLARES

El proyecto de Huertos Orgánicos Escolares se lleva a cabo en escuelas primarias de los Valles Centrales del estado de Oaxaca, impulsado por la Fundación Alfredo Harp Helú en colaboración con la Fundación Lazos. El objetivo del proyecto es que la comunidad escolar aprenda en la práctica las técnicas básicas para sembrar hortalizas sin el uso de fertilizantes químicos ni pesticidas. La Fundación Alfredo Harp Helú apoya también diversas actividades que el Centro de Información y Comunicación Ambiental de Norte América organiza en las escuelas públicas, particularmente el programa Huertos Escolares en el centro histórico de la Ciudad de México.

DE SOL A SOL, LA COSECHA EN LA ESCUELA

SAÚL HERNÁNDEZ

DESPUÉS DE EXTENSAS Y LABORIOSAS JORNADAS DE TRABAJO, PODEMOS decir que nuestro huerto prospera. Y es que, como el paisaje, un huerto es el resultado de pequeños pero siempre necesarios, acaso contundentes, esfuerzos individuales y colectivos. Entre sus frutos se encuentran algunos alimentos —tomate, chile, rábano y amaranto—, pero también muchos aprendizajes: los suficientes para construir, usar y cuidar un huerto orgánico; es decir, los necesarios para llevarlo más allá de la escuela y reproducirlo en casa. Porque no queda ninguna duda: todos los que se reúnen alrededor del huerto, quienes conocen el proceso de trabajo, otorgan una importancia distinta a lo que comen y a lo que allí cosechan. Aunque muchas personas entienden, en principio, el concepto de huerto orgánico, conviene precisarlo, aun a riesgo de sonar reiterativos: un huerto orgánico es aquel en el que no se han utilizado productos químicos para controlar plagas, ni otros tantos para acelerar el crecimiento, ni mucho menos se han empleado semillas modificadas.

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HUERTOS ORGÁNICOS ESCOLARES

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Margarita Hipólito Martínez, una de las mujeres que cuidó y cultivó el huerto de la escuela José Vasconcelos, es unas de las personas que mejor puede hablar de esto. Miembro de una familia de artesanos, Margarita construyó un huerto orgánico en su casa y otro en la casa de su hermano. Sembró tomates. Poco después comenzó a hacer rotación de cultivos. Durante algún tiempo vendió tomates en el mercado del pueblo. En una ocasión, según cuenta, logró eliminar una plaga que amenazaba con quedarse. Trató sus plantas con agrohomeopatía, técnica que utiliza los principios básicos del método homeopático. Escuchando a Margarita narrar su experiencia nos percatamos de que esta técnica representa para ella uno de sus aprendizajes más significativos. Y es que las diferencias entre estos frutos y aquellos que nos ofrece el mercado son evidentes, pues pocas veces, o casi nunca, “vemos todos los químicos” que contienen y sus consecuencias ocultas.

Con el programa Huertos Orgánicos Escolares, im-

Y es en el sabor donde Margarita y otras per-

pulsado por la FAHH, los estudiantes de diversas co- sonas coinciden. Es en el sabor donde Lorena munidades ponen en práctica conocimientos del Harp, encargada del Departamento de Ecología programa para producir, a lo largo del ciclo escolar, de la FAHH, hace hincapié. “Es más sabroso lo hortalizas libres de agroquímicos y agentes contami- que está fresco”, asegura con voz suave Victoria nantes. El aprendizaje en los Huertos Escolares se ha López Hernández, una de las madres de familia reproducido al interior de las familias y se han multi- que trabaja en el huerto de la primaria de San plicado los huertos familiares. Miguel del Valle, también en Tlacolula. Además, Victoria reconoce otros beneficios: “Ya no compramos muchas cosas”, dice tímidamente. “No gastamos mucho dinero”. Hay que aprovechar “las cosas que se dan”, concluye. Ella así lo ha hecho: construyó un huerto en su casa, y mientras observa cómo crecen lechugas, rábanos, chiles y tomates, se prepara para sembrar más, para diversificar su cosecha y disfrutar de ella. Victoria López Hernández y Margarita Hipólito Martínez conocen bien el proceso de trabajo y la importancia, precisamente, de esa palabra: proceso. Quizás sea éste uno de los motivos por los que Margarita se incorporó al equipo. Ahora, aunque continúa con su huerto en casa, viaja a escuelas de comunidades aledañas para compartir sus conocimientos y ofrecer su experiencia y testimonio como incentivo. Al final de la jornada, es evidente: si hablamos de un huerto, hablamos de tiempo, de ciclos vitales, y de una y otra y muchas manos trabajando en conjunto, una y muchas más como las de Victoria y Margarita.

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EL CAMBIO EMPIEZA EN CASA

LORENA HARP ITURRIBARRÍA

SON LAS NUEVE DE LA MAÑANA, “LAS NUEVE EN PUNTO DE LA MAÑANA”, Y la huerta escolar está inundada de color. Las madres de los pequeños se organizan para cosechar lo que sembraron días antes. Todas con moños de colores en las trenzas y faldas tableadas brillantes acompañadas de su mandil y su rebozo. Es cierto lo que afirman los científicos: “Donde hay luz, hay color”. Mujeres luminosas y sonrientes platican en zapoteco, su algarabía se percibe desde la calle. Los padres las acompañan del otro lado de la malla ciclónica; ellos preparan la tierra, le agregan estiércol, hojas secas y verdes, le dan vuelta y vuelta. Entre todos destaca Daniel, un pequeño de dos años que apenas puede caminar y ya carga su palita miniatura. Él también quiere participar, también remueve la tierra y va a echarla al gran montón que alimentará posteriormente la huerta. Las mujeres guardan silencio al vernos entrar, se colocan en fila a lo largo del perímetro del huerto. Unas cargan cajas de almácigos, otras traen hierbas que quitaron de la huerta, otras más cargan lechugas y rábanos. En medio del terreno, una niña alza una lechuga

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orejona a manera de trofeo; la acaba de sacar, todavía tiene restos de tierra entre las manos. Finalmente, la envuelve en su rebozo como si fuera su bebé. Pedro comienza la clase y trabaja con los hombres, Margarita con las mujeres. Ambos tienen experiencia en los huertos orgánicos, ambos tienen el deseo de transmitir su conocimiento a otras personas para evitar el uso de fertilizantes y agroquímicos que afectan tanto a la tierra. Están comprometidos con el proyecto, creen en lo que hacen. Saben perfectamente que cuesta más trabajo lograr las cosechas de ese modo, pero también saben que el resultado es mejor para la salud de todos. Su trayectoria y el cariño por su trabajo hace que todo fluya con mucha naturalidad en las escuelas que atienden. Margarita empezó como parte de un grupo escolar y ahora es la responsable frente a los grupos. Pedro trabajaba en Grupedsac, y ahora con la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.

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Frente al grupo, Pedro indica los pasos que hay que seguir para garantizar una buena cosecha: 1) Hacer un diagnóstico: observar el terreno y las necesidades del huerto; 2) elaborar la composta con desechos orgánicos, estiércol de ganado, hojas secas y verdes, y preparar el lombriabono; 3) seleccionar semillas en función de las comidas tradicionales; 4) construir cajas para almácigos e introducir las semillas; 5) preparar camas con composta; 6) hacer la siembra directa; 7) dar mantenimiento al huerto (observación y conservación); 8) controlar plagas y enfermedades; 9) seleccionar plantas de buena calidad para la producción de semillas; 10) cierre, cosecha y recolección de semillas. Margarita revisa los almácigos que prepararon las mujeres. Pedro indica a los hombres cómo utilizar el aspersor con agua filtrada: “Las plantas no comen composta, comen nutrientes, y ésos son los que se quedan en el agua después de que pasó por la composta; a ese líquido se le llama abono foliar”, les dice Pedro mientras vierte en el aspersor un líquido chocolatoso. A pesar de haber tanta gente trabajando al mismo tiempo, hay un orden tácito; distribuyen sus funciones sólo con la mirada. Deshierban, limpian, riegan, miden los almácigos y esperan a Pedro para que indique cuáles verduras están listas para cortarse. Él les comenta: “Tenemos que ayudar a que las plantas cicatricen. El abono foliar les va a servir, pero no se debe colocar de manera agresiva; por eso se tiene que aplicar con el aspersor, para que no se agreda a la planta y logre cicatrizar”. El cariño con el que la gente trata su huerto da cuenta de lo que éste representa: “Antes comprábamos en Tlacolula, ahora lo tenemos aquí y más fresco”. Además, con las clases de nutrición aprenden a combinar mejor los alimentos. Se trata de cultivar vegetales con diferentes nutrientes y tener variedad en la dieta. Muchos han reproducido la experiencia en sus casas: “Yo le enseñé a mi papá y a mi hermano; ahora todos cuidamos la huerta”. Finalmente, colocan las verduras en un tablón grande. Parece una ofrenda llena de color, donde hay una rica variedad de lechugas, calabazas, flor de calabaza, espinacas, acelgas, cebollas y rábanos. Todos son colocados en orden para distribuirlos de manera equitativa, cada quien su parte. Han hecho, como siempre, paquetes también para nosotros. “¿Por qué?”, pregunto. “Es su trabajo, disfrútenlo”, les comento. “Gracias por enseñarnos; es por ustedes que aprendemos”, dice la presidenta del comité. Este acto de entrega es una muestra de agradecimiento al trabajo que apoya la Fundación. Como de costumbre, en todas las comunidades que uno visita siempre comparten lo que tienen: si tienen cuatro te dan dos, si tienen uno te dan medio; además, no te puedes ir sin almorzar. En realidad, somos nosotros los que tenemos que aprender de ellos: esa conciencia colectiva, esa entrega en el trabajo, ese compartir lo que se tiene.

HUERTOS ORGÁNICOS ESCOLARES

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LECHUGAS EN EL ASFALTO: HUERTOS ESCOLARES EN EL CORAZÓN DE LA CAPITAL

MARGIE SIMÓN DE ORTIZ

LA VIDA EN LAS CIUDADES NOS BRINDA POCAS OPORTUNIDADES PARA entender nuestra relación con la naturaleza, lo que agrava aún más el deterioro ambiental que pone en riesgo la vida en el planeta. Es por esto que en el Centro de Información y Comunicación Ambiental de Norte América (CICEANA) nos hemos dado a la tarea de desarrollar estrategias de educación y comunicación ambiental que promuevan en los ciudadanos el interés, el conocimiento y la adquisición de competencias para actuar en beneficio del ambiente y, por lo tanto, mejorar su calidad de vida. Una de estas estrategias ha sido la promoción de la agricultura urbana, donde ha destacado el programa de Huertos Escolares en el centro histórico de la Ciudad de México, apoyado desde el año 2003 por la Fundación Alfredo Harp Helú. CICEANA busca crear una red de ciudadanos respon-

¿Por qué un huerto escolar en el área históri-

sables con el medio ambiente y promueve en la Ciudad

camente más urbanizada del país? ¿Qué interés

de México la producción de hortalizas, de plantas aro- puede tener para niños y niñas de la era digital máticas y medicinales, y de plantas de ornato en las conocer una planta de jitomate o preparar la tieazoteas. rra para la siembra? ¿Cómo invitar a los profesores a que vean su huerto como una herramienta y no como trabajo extra? ¿Qué beneficios brinda el programa de Huertos Escolares para los habitantes y usuarios del centro histórico? Éstas son algunas de las muchas preguntas que nos planteamos durante el desarrollo del proyecto y que compartimos el día de hoy. Cuando llegamos a una escuela para iniciar el proyecto hay mucha expectación de la comunidad educativa: se tienen las mejores intenciones y la mayor disposición de trabajar. A medida que el huerto se instala, las plantas crecen y requieren atención y cuidado. El proceso pone a prueba los conocimientos adquiridos en las capacitaciones y la gente se dan cuenta del compromiso y responsabilidad que conlleva el cuidado de estos seres vivos. Después viene un nuevo reto: aprender a usar el huerto como herramienta didáctica en el día a día. Los maestros creativos y resueltos necesitan romper hábitos y salir del salón a dar su clase en el huerto. Ahí pueden diseñar actividades y generar evidencias de sus nuevas clases. Los alumnos, por su parte, también quieren salir: siempre es mejor que estar encerrado en el aula. Durante el primer año de trabajo con la escuela acompañamos a la comunidad en este conocimiento de su huerto y de todo lo que ahí pasa: cosechas, riegos, plagas, nuevas plantas, fertilización, uso de herramientas, etc. Se establece un nuevo diálogo entre alumnos, profesores, plantas y otros seres vivos que habitan este pequeño oasis en medio de la isla de concreto que es el centro capitalino.

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En el segundo año de trabajo se deben renovar los esfuerzos por incorporar el huerto a la enseñanza cotidiana. Todos se preparan para mostrar al final del año el trabajo realizado. Alumnos y docentes preparan materiales, muestran fotos, videos y trabajos realizados en el huerto. Desde los alumnos pequeñitos de preescolar hasta los jóvenes de secundaria exponen con orgullo, y a veces con timidez, lo que han aprendido. Todos coinciden: les gusta trabajar en su huerto. Al inicio del tercer año de trabajo la escuela plantea proyectos ambientales que mejoren el entorno escolar. CICEANA los acompaña y asesora, pero el mérito es de la escuela. Analizan las necesidades de su plantel y de su comunidad, y sobre eso trabajan: se han desarrollado trabajos para el aprovechamiento de los residuos sólidos, la reforestación de banquetas y jardineras, la creación de un aula de lectura en el huerto y el cambio de llaves y sanitarios para hacer un mejor uso del agua en la escuela. El huerto se

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vuelve fuente de inspiración y paz. Son muchas las historias de los alumnos y maestros que han tenido la oportunidad de trabajar en el huerto escolar y que han adquirido aprendizajes para la vida. La mayoría de ellos han sido sutiles y se notan después de un tiempo: se adquiere confianza, paciencia, disciplina. Con los alumnos de preescolar ha sido claro el efecto de ese primer acercamiento a las plantas, porque al final del año los vemos interactuar con ellas sin maltratarlas. Aprenden nuevas palabras, disfrutan tocar la tierra, las plantas y los animalitos que ahí viven. Acabando de hacer la cosecha llevan las plantas a Carmelita, la cocinera, para que las prepare con sus alimentos. Los pequeños en la primaria son muy atentos a las indicaciones y reclaman a su profesora cuando no han bajado al patio o no se han seguido las indicaciones para el cuidado del huerto. Cuando la asesora de CICEANA les pregunta por qué no regaron las plantas, los niños responden: “La maestra no nos bajó porque tuvimos examen, pero sí le diji-

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mos”. Están molestos porque saben que el huerto era su responsabilidad esa semana y no les gusta fallar. Para los jóvenes de secundaria es el lugar ideal para poner a prueba sus conocimientos sobre medio ambiente, para convivir fuera del salón y para relajarse. Jocelín escribe a Fernanda, amiga suya en otra secundaria del rumbo de Tepito: “Éste es mi último año en la secundaria, así que pienso poner toda mi atención a los nuevos integrantes del Comité Ambiental Escolar y asesorarlos para que sigan con este proyecto tan bueno. Después de todo siento el huerto como mío, porque yo estuve desde el inicio. Es tan bonito poder comer los frutos que nosotros hemos cosechado y a los que hemos dedicado tiempo y cuidado…”. Gerardo, del mismo plantel de Jocelín, dice:

El programa Huertos Escolares de CICEANA contribuye

“He pasado días muy divertidos en el huerto de mi escuela. En algunas ocasiones me ha cam-

a la creación de áreas verdes principalmente en escuelas del centro histórico de la Ciudad de México, busca fo-

biado el humor estar ahí. He estado triste y con

mentar la conciencia de los problemas ambientales entre

sólo estar ahí me pongo de buenas”. Incluso amo-

alumnos, maestros y padres de familia, y promover la importancia del desarrollo de una vida sustentable.

res han ido y venido al respirar el aire del huerto. Cuando Ezra era alumno de una secundaria

cercana a la plaza de Garibaldi se incorporó al huerto escolar y llevó ese conocimiento a su casa, con lo cual fortaleció la comunicación e integración con su familia, pues todos participaron de esta actividad y encontraron, en la meta común de cultivar, la ocasión para conocerse más. Ezra obtuvo un reconocimiento por el trabajo realizado y eso lo motivó a invitar a sus vecinos a instalar una pequeña huerta en su edificio. Fue un sencillo proyecto que le enseñó sobre liderazgo, organización y, sobre todo, que las metas se hacen realidad con trabajo. En la actualidad, Ezra estudia su preparatoria en California y está diseñando una huerta escolar para su nuevo colegio. Recientemente hemos sabido de la profesora Teresa, directora de secundaria, que se ha interesado por llevar el conocimiento de su huerto escolar hacia la comunidad. Ella es activista y ha impartido talleres de agricultura urbana con las vecinas de su colonia, quienes a su vez quieren promover una huerta en un alberge para personas sin hogar. Es así como el huerto escolar permea poco a poco en la comunidad del centro histórico de la capital y más allá. El trabajar con la tierra no sólo nos enseña sobre ciencia y cultura, también sobre la vida y sobre las personas con las que vivimos. Con esta filosofía, la Fundación Alfredo Harp Helú y CICEANA vamos juntos en la formación de los nuevos líderes y ciudadanos que necesita nuestra Pachamama, nuestra Madre Tierra.

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DESARROLLO INTEGRAL DE MICROCUENCAS

El proyecto de Regeneración Integral de Microcuencas en los valles centrales de Oaxaca, apoyado por la Fundación Alfredo Harp Helú, tiene como columna vertebral el cultivo y la cosecha del agua de lluvia. Por medio de la construcción de pequeñas represas de roca y de gaviones, se logran retener abundantes cantidades de agua limpia convirtiendo las microcuencas en fábricas de agua, suelo, aire y vegetación. El agua es un factor clave para el bienestar de las comunidades. Con este programa estamos buscando construir un modelo innovador de sustentabilidad hídrica.

CULTIVAR LA LLUVIA

ANTONIO GONZÁLEZ ROSER

TUVE UN SUEÑO... VEÍA VEINTE REPRESAS TÉCNICAMENTE PLANEADAS Y construidas en cada uno de los cien municipios de los Valles Centrales. Llenas de agua, abastecían a la población y fomentaban el desarrollo ecológico y económico. Un millón de personas bailaban bajo la lluvia la Danza de la Sustentabilidad y todas las generaciones futuras aplaudían el espectáculo. Cada año caen en los valles centrales de Oaxaca 4 500 millones de metros cúbicos de agua de lluvia. No veo por qué no podíamos hacer realidad este sueño y me pregunto por qué sufrimos desabasto de agua en cantidad y calidad. Que suceda en los desiertos del norte de México se entiende, pero no aquí, donde llueve a cántaros durante cinco meses. Los Valles Centrales de Oaxaca son como una gran olla de barro café, rodeada de verdes montañas, cuyas cañadas y arroyos (cuencas) funcionan como magníficos embudos por donde escurre la cristalina agua de lluvia. En esta privilegiada meseta donde vivimos un millón de personas (la cuarta parte de los habitantes de nuestro estado), cae del cielo 58 veces más agua de la que se necesita para sembrar productivamente y vivir dignamente.

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Ante esta alentadora realidad natural, la clave para buscar la sustentabilidad hídrica en los Valles es cultivar y cosechar la lluvia. Para eso hay que desarrollar de manera técnica e integral todas y cada una de las microcuencas que rodean los valles. Este desarrollo metódico implica un estudio integral de cuencas, serio e interdisciplinario, de cada municipio, de tal manera que se pueda diseñar el sistema óptimo para retener la lluvia con baterías de represas de roca y gaviones. Esa agua, bien aprovechada, será el detonador de un desarrollo integral: conservación de suelos, reforestación, fauna reintegrada, alimentación de los mantos freáticos, uso humano, proyectos productivos, etc. Estamos parados sobre un tesoro y no nos percatamos de ello. Tenemos cientos de microcuencas

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y un nivel envidiable de precipitación. En vez de quejarnos y pedir limosna, abramos el cofre y aprovechemos este tesoro. Si cada municipio vallista construye veinte represas, la región de los Valles Centrales volverá a ser lo que fue: ¡un jardín! La buena noticia es que este sueño que nació en 2005 ya camina y va creciendo día a día. Gracias al financiamiento de fondos municipales y estatales y al apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca ya hemos elaborado seis estudios integrales municipales: Ocotlán de Morelos, Tlalixtac de Cabrera, San Felipe del

Con la construcción de las represas El Filón y El Pan-

Agua, Guadalupe Victoria, San Luis Beltrán y Tri-

teón se retienen 40000 m3 de agua. Cada una cuenta

nidad Viguera. Pero no sólo hay proyectos, tam-

con un filtro de gaviones hecho con cantera verde para limpiar el agua y retener los sólidos. Sólo por estas dos

bién realizaciones. Ya son ocho las represas construidas, que son como la primicia promete-

represas pasan dos millones de metros cúbicos al año. dora del gran proyecto: dos de roca en Ocotlán de En Ocotlán de Morelos se construyeron, en el cauce Morelos, dos de roca y dos de gaviones en Gua- del río Ocotlán, la represa La Esperanza, que retiene dalupe Victoria, una de roca y una de gaviones en 20 000 m3, y la represa La Mazorca, que cuenta con San Luis Beltrán. Cada vez que cae un aguace- un vaso de 60 000 m3. razo, de esos típicos de la época de verano, cierro los ojos y pienso: en este momento estamos reteniendo 150 000 m3 de agua que antes se iban a contaminar al río Atoyac. Es el equivalente a 15000 pipas de 10 m3 cada una. En Ocotlán de Morelos, los pozos que dan agua a los 20 000 habitantes de la población están cerca de las represas. Antes de 2005, funcionaban unas horas y luego había que dejarlos descansar para recuperarse. Desde que están las represas bombean día y noche, estiaje y lluvias, y ahora el problema es cambiar la red de distribución de agua. Los campesinos de los alrededores han visto subir el nivel de agua de sus pozos y muchos de ellos ahora riegan con aspersores. Los patos y las garzas han regresado a beber y nadar en el espejo de agua. Lo que antes era un río seco, un pellejo de tierra renegada, hoy vuelve a cobijar la flora y la fauna de la que platicaban los abuelitos. Los mantos freáticos se van regenerando poco a poco, tal como se formaron hace cientos de años. Se respira un nuevo equilibrio ecológico. Un sueño, nueve años de lucha, seis estudios integrales, ocho represas, 150 000 metros cúbicos de agua. Cosechar la lluvia es crear riqueza, detonar desarrollo y dar pasos firmes hacia la anhelada sustentabilidad hídrica. No cabe duda de que las futuras generaciones de los Valles Centrales de Oaxaca tendrán más y mejor agua que las actuales. Vamos aprendiendo que “no se puede mandar sobre la naturaleza si no es obedeciéndola” (Francis Bacon).

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OAXACA ES MÁS BELLA EN BICICLETA

Oaxaca es más Bella en Bicicleta es un proyecto promovido por Mundo Ceiba y apoyado por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. Organiza e invita a la población en general a recorridos en bicicleta por la ciudad de Oaxaca. La gente se reúne en una plaza propuesta con anticipación para realizar un paseo definido con una distancia aproximada de doce kilómetros. La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, la Casa de la Ciudad y Mundo Ceiba unen esfuerzos para impulsar la movilidad no motorizada con otros proyectos encaminados para el mismo fin, como es la iniciativa de instalar biciestacionamientos en la zona centro de la ciudad de Oaxaca.

PROMOVER EL USO DE LA BICICLETA

RUBÉN GARCÍA

EL LETRERO ANUNCIA QUE EL DOMINGO 7 DE JUNIO HABRÁ UN PASEO EN bicicleta, comenzará a las nueve de la mañana y terminará a las doce del día. Llegado el día el parque está lleno de carteles que invitan a la gente a sumarse a la experiencia. En esta ocasión tocó el parque Conzatti, otras veces nos reunimos en el atrio de Santo Domingo o en el Zócalo. Hay de todo: grupos de niños liderados por un adulto, familias, adultos solos, un padre acompañado de su hijo, una madre que no trae bicicleta, pero que prepara al pequeño para pasear en su triciclo, jóvenes que se ve que tienen amplia experiencia en andar por las calles en bicicleta, pero que ahora quieren sumarse al grupo. Se distingue un pequeñito muy bien equipado que apenas puede con su bici. Trae llantitas en la parte posterior, un casco de colores chillantes que se ve a kilómetros de distancia, un silbato que le cuelga al cuello y un entusiasmo que le hace verse muy seguro de sí mismo y listo para emprender la carrera de los cien metros con todo y obstáculos. Se siente un bullicio que muestra la ansiedad antes de la partida. Los chamacos brincan

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de gusto, ya quieren salir, pero todavía no es el momento. El padre trata de calmarlos: “Paciencia, paciencia, ya pronto nos vamos”. Cascos, gorras, cachuchas, sombreros, de todo para cubrirse del sol y protegerse; ropa de colores llamativos, rojos, naranjas, verdes, amarillos, un arcoíris que combina perfecto con los colores de la ciudad. Poco a poco se aglutinan los ciclistas. Todos revisan la presión de las llantas, comprueban que los frenos estén en buen estado y examinan la cadena para asegurarse de que no se zafará. Siempre revisamos que todos lleven consigo un silbato. Hay quien trae trompetas de las que usan los aficionados en los partidos de beisbol y otros más tocan bocinas que llaman la atención de cualquiera. Indicamos la ruta y damos las instrucciones: todos deben mantenerse en el carril derecho, no subir a las banquetas, no rebasar. Es importante formar una masa compacta y mantenerse dentro del contingente de ciclistas. Asegúrense de usar el silbato cuando sea necesario. A los ciclistas que vienen de zonas alejadas les sugerimos formar grupos para retornar a sus hogares. Llegó la hora de partir. Por favor, asegúrense de permanecer en el grupo. La hilera se forma con un orden natural, como si practicasen diariamente. Éste es uno de los momentos donde se manifiesta claramente que los humanos podemos comunicarnos sin palabras. Las acciones fluyen, todos están de acuerdo y poco a poco avanzamos sin parar. La

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gente que camina por las calles comenta siempre

Los participantes pueden llevar su propia bicicleta o

algo al respecto de este grupo de ciclistas que

usar una prestada, haciendo un donativo para su man-

hemos formado para recorrer las calles de Oaxaca.

tenimiento. Este proyecto es un reto, pero también, y De pronto, el silencio dominical se rompe; sobre todo, una gran oportunidad para fomentar el uso vamos juntos, seguimos un ritmo, decenas de de la bicicleta como medio de transporte; una ocasión ciclistas por las calles disfrutando del paseo sin para mejorar la calidad de vida en la ciudad de Oaxaca. sentirnos agredidos por los coches que circulan desesperados por llegar. Los conos anaranjados nos sirven de guía y marcan nuestro territorio, ningún coche puede interferir en esa ruta marcada especialmente para el paseo. Hay una gran camaradería, como si nos conociéramos de años. Esta masa compacta es un montón de gente disfrutando de la misma manera una actividad sana. Somos parte de un equipo, un equipo que quiere cambiar la forma de trasladarse en Oaxaca, un equipo que quiere disfrutar la ciudad de manera diferente, que recorre sus calles y hace ejercicio al mismo tiempo. Nos apropiamos del espacio sin agredirlo, sin invadirlo, simplemente lo disfrutamos.

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CICLOVÍA ARCO SURESTE Y BICIESTACIONAMIENTOS

GUSTAVO MADRID

ANTE EL INCREMENTO CONSTANTE DE LOS PROBLEMAS DE MOVILIDAD EN la ciudad, y como estrategia para mitigar el inminente crecimiento de la contaminación del medio ambiente, el equipo de trabajo de la Casa de la Ciudad se dio a la tarea de generar una estrategia de movilidad no motorizada que ayudará a mitigar esta problemática. Luego de un primer análisis del estado de las cosas, se identificó la existencia de una ciclovía preexistente en la zona metropolitana al oriente de la mancha urbana, sobre lo que fueron las vías de la línea férrea que conectaba a ésta con la ciudad de Tlacolula. Partiendo de esta realidad y luego de analizar los pros y contras de la operación de dicha infraestructura en ese momento, se tomó la decisión de generar una propuesta de mejora y ampliación de este eje, a fin de usarlo como columna vertebral de un nuevo sistema. El resultado fue un trazo en forma de arco que conecta la parte sur de la ciudad, en la zona del aeropuerto internacional, con el este en Santa María del Tule. Al proyecto lo denominamos de manera consecuente: Arco Sureste. El arco se desplaza por 14.4 km, conecta siete municipios —con una población de casi 400000 personas—, une cinco centros universitarios y tres conjuntos comerciales. La intención es que esta disposición genere un aumento de quienes optan por la bicicleta como medio de transporte. En la parte oriente del sistema, el arco conecta el importante municipio de Santa María del Tule con la parte central de Oaxaca de Juárez. Desde mediados de 2013 se iniciaron las obras de construcción de esta primera etapa que a finales de este mismo año representará una nueva alternativa en operación, que permitirá lo mismo realizar recorridos turísticos entre estos dos lugares que abrir una opción más de movilidad funcional en la ciudad. Contar con un mobiliario urbano como el de los biciestacionamientos reduce la posibilidad de robo de bicicletas, facilita su uso y aceptación por parte de la ciudadanía, ordena el espacio público, reduce los conflictos por espacios de estacionamiento entre ciclistas, peatones y automovilistas y brinda a los comercios, edificios públicos, oficinas y centros de actividades un medio viable de vinculación espacial con los flujos de ciclistas.

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La gestión de este proyecto inició formalmente a finales de 2011 con la colaboración de la Dirección del Centro Histórico, Tránsito Municipal, Protección Civil, Mundo Ceiba y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO). Un primer paso fue seleccionar el lugar donde se instalarían después de realizar un cuidadoso análisis sobre el tráfico de ciclistas y la viabilidad, entre otras variables. En mayo de 2012 la FAHHO entregó al municipio un donativo para la construcción de los biciestacionamientos. Afortunadamente, el proyecto contó con el apoyo de la sociedad civil; a la fecha, el Colegio de Arquitectos del Estado de Oaxaca, el Colegio de Urbanistas, el Liceo Federico Froebel, la Plaza Santo Domingo, Berlitz y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, delegación Oaxaca, han contribuido con la instalación de este mobiliario urbano. El proyecto de instalación de biciestacionamientos en Oaxaca consta de tres etapas; la primera es colocarlos en lugares con demanda existente y con una estimación de uso potencial elevada, es decir, en la vía pública. En la segunda etapa se propone instalarlos en predios privados y públicos, lo cual presupone el uso creciente de la bicicleta como medio de movilidad. La tercera etapa contempla su instalación en escuelas. Que una ciudad cuente con este mobiliario trae múltiples beneficios para sus habitantes. Al proporcionar al ciclista las facilidades necesarias para el estacionamiento de su vehículo de forma segura, se fomenta el uso de este medio de transporte con sus consecuencias positivas para la movilidad urbana y la salud. Asimismo, promueve afluencia a centros de reunión social, lo que a su vez propicia integración comunitaria. A la fecha se han instalado catorce biciestacionamientos en el centro histórico de Oaxaca.

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JARDÍN ETNOBOTÁNICO

El Jardín Etnobotánico de Oaxaca se creó gracias a la iniciativa de Francisco Toledo y al establecimiento de un fideicomiso integrado por el Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (Pro-Oax), el Gobierno del Estado de Oaxaca, Conaculta-INAH y Fomento Social Banamex. Forma parte del Centro Cultural Santo Domingo y se localiza en lo que fue la huerta del convento. El Jardín muestra en vivo cientos de especies de plantas originarias de Oaxaca que provienen de diferentes regiones del estado, tanto de climas áridos como húmedos, de las zonas tropicales bajas y de las áreas montañosas templadas y frías. El Jardín representa así la gran diversidad de climas, formaciones geológicas y tipos de vegetación que caracterizan al estado, y relaciona esa complejidad natural con la historia cultural de México.

RESIGNIFICAR EL ESPACIO

ALEJANDRO DE ÁVILA BLOMBERG

ANTES DE QUE SE RESTAURARA EL EXCONVENTO DE SANTO DOMINGO DE Guzmán en esta ciudad de Oaxaca, en 1993, el maestro Francisco Toledo me invitó a proponer un proyecto para el traspatio del conjunto arquitectónico. En enero de 1994 los soldados desocuparían finalmente el edificio, que fungía como cuartel, y la idea era resignificar ese espacio que había estado ocupado por dormitorios, estacionamientos, canchas deportivas y otras instalaciones militares. En ese entonces acababa de nacer el Pro-Oax, desde donde hicimos diversas propuestas. Los artistas planteaban crear talleres educativos para jóvenes en el exconvento: escultura, orfebrería, grabado y uno de producción de papel; además, que en la antigua huerta se montaran exposiciones de arte a la intemperie: esculturas de gran formato y otras piezas resistentes. Esas propuestas no me parecían viables, pues para alimentar un taller de papel, aunque fuera pequeño, se requeriría más espacio del que había para cultivar plantas que produjeran la fibra.

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En un proyecto diferente que le presenté a Francisco Toledo en el seno del Pro-Oax, propuse que hiciéramos un jardín etnobotánico con la idea de ligar la historia natural y la diversidad cultural de Oaxaca. Yo planteaba organizar el jardín por áreas temáticas que formaran un discurso integrado. Propuse una serie de especies que me parecían prioritarias y una lista de personas con las que podríamos colaborar para armar un equipo. Al maestro Toledo le gustó el proyecto y lo avaló como propuesta del Pro-Oax. En un principio, el gobierno del estado no vio con buenos ojos nuestra iniciativa, ya que la Secretaría de Turismo planeaba instalar ahí un centro convenciones, un hotel de lujo y un estacionamiento. Por fortuna, logramos rebatir ese proyecto y entonces se constituyó el Fideicomiso para el Jardín Etnobotánico, donde participaban Pro-Oax, Conaculta-INAH, el Gobierno del Estado de Oaxaca y, gracias a Alfredo Harp, también Fomento Social Banamex. Estuve fuera de Oaxaca cuatro años, cursando mi doctorado, tiempo en el que el espacio destinado al Jardín tuvo otros usos. A mi regreso todavía seguía la restauración del edificio virreinal, y el terreno que ocuparía el Jardín estaba lleno de materiales de construcción y del escombro que salía de la obra. Había mucho movimiento de trabajadores, que ocupaban todo el espacio. Tuvimos que esperar hasta fines de 1997 para empezar la sección occidental del Jardín. Mientras tanto, yo había preparado la lista de especies que sembraríamos y dediqué mucho tiempo a recopilar información y consultar a mis colegas antropólogos y biólogos.

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Formamos un grupo de trabajo: Claudina López Morales, quien colaboró en el diseño del Jardín; Luis Zárate, quien tomó la mayor parte de las decisiones estéticas, y yo, dedicado a la parte conceptual y técnica. Nos reuníamos muy seguido y trabajábamos mucho; fueron meses de tequio, pero finalmente presentamos un planteamiento de diseño. Nuestro proyecto proponía mostrar que hay una integralidad del Jardín con el Museo de las Culturas y la Biblioteca Burgoa, además de manifestar la riqueza de la flora y la sofisticación del conocimiento tradicional de las plantas en Oaxaca. El Jardín no podía estar aislado del conjunto, tampoco debía ser únicamente un escenario hermoso para el edificio, queríamos que representara un diálogo entre el interior y el exterior del museo. Que los visitantes pudieran visualizar juntos ambos discursos. El museo está dedicado a la diversidad cultural y compendia 13 000 años de historia, desde los cazadores-recolectores hasta los migrantes transnacionales. La evidencia arqueológica más temprana del estado se exhibe en la sala introductoria: allí se exponen los restos de las plantas domesticadas y de fibras del periodo arcaico. Las salas etnográficas ya no presentan trajes expuestos en maniquíes, sino que dan cuenta de la forma en que están estructuradas las comunidades: formas de gobierno, agricultura y economía, tradiciones, cambios y transformaciones. Esa secuencia de 13 000 años está plasmada en el museo. Tenemos además la historia propia del convento, los quinientos años de presencia de los dominicos en Oaxaca, el imponente edificio como testigo de esa historia, el acervo de la Biblioteca Bur-

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goa. La propuesta conceptual que intenté formular contemplaba la cohesión entre los componentes del Centro Cultural, ligándolos al entorno, al medio ambiente donde se generaron esas experiencias humanas. Oaxaca es un mosaico muy heterogéneo, y nuestra apuesta fue que podíamos mostrar en vivo que no es una casualidad que un territorio con tanta variación fisiográfica, geológica, climática y biológica haya albergado también una trayectoria humana tan compleja, reflejada en la diversidad cultural, en las lenguas, en la música, en la gastronomía, en los textiles. Al recorrer el Jardín, la persona que llega sin conocer Oaxaca se da cuenta de que hay un vínculo; que no es fortuito que en este espacio tan biodiverso se haya desplegado un abanico tan amplio de heterogeneidad cultural y procesos históricos tan interesantes y trascendentes como el inicio de la agricultura. Tenemos en Oaxaca los restos más antiguos de semillas cultivadas en todo el continente, no sólo en México. Los primeros indicios de domesticación de plantas vienen de la cueva de Guilá Naquitz, que está a unos 40 kilómetros de esta ciudad de Oaxaca. Por eso propuse que una sección en el Jardín apuntara físicamente hacia Guilá Naquitz; en ella, el visitante aprende que la calabaza se cultiva desde hace unos 10 000 años en el Valle de Oaxaca. Y el arriate donde está sembrada la calabaza tiene una forma geométrica que evoca el arte precolombino. Estos vínculos se traducen en un mapa de plantas que se pueden ubicar en el terreno y mostrar en vivo a quien visita el Jardín. Están representadas zonas de todo el estado: diversos tipos de bosques, árboles de tierras altas y bajas, regiones húmedas, áreas secas, cimas de montañas y costas. Antes de abonar y descompactar la tierra para comenzar a plantar el Jardín, hubo una exploración arqueológica de todo el predio. Se hicieron calas y aparecieron testimonios

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fascinantes. Quizá el hallazgo más significativo fue un horno de cerámica, donde los arqueólogos encontraron tiestos de mayólica —no cualquier tepalcate—, evidencia de que allí se había fabricado una cerámica muy sofisticada en términos físicos y químicos: requería conocer bien las propiedades de la arcilla, los pigmentos, el vidriado, la cocción. Nos dio un buen tema de diseño: por un lado nos interesó la ortogonalidad del vestigio, su geometría, pues el horno de cal estaba dentro de un aposento, rodeado por un cimiento; entonces, a propuesta de Luis Zárate, proyectamos el contorno, seguimos la geometría del cimiento y plantamos órganos como si dibujáramos las líneas de proyección. Las hileras de órganos, que son cactos columnares, dialogan así con el vestigio y cuentan la historia del lugar. Los arqueólogos también encontraron crisoles en el horno, lo que atestigua la presencia de un herrero, de lo que ningún historiador había dado noticia. Burgoa, quien hizo la crónica de los dominicos en el siglo XVII, no habla de la vida cotidiana del convento, no menciona que había herreros y mucho menos alfareros. Los tiestos de mayólica y los crisoles dieron pie a un segundo

No es una casualidad que Oaxaca, con un territorio

aspecto del diseño de esa sección del Jardín: al-

de tanta diversidad geológica, climática y biológica,

rededor del horno plantamos especies que pro-

haya propiciado una trayectoria humana muy comveen colorantes, fibras, resinas, adhesivos y otras pleja, reflejada en la diversidad cultural, en las lenguas, materias primas para las artes tradicionales del en la comunalidad, en el arte y en la vida diaria. estado de Oaxaca. Un ejemplo muy palpable y atractivo es el de la grana cochinilla. En los cuadrantes que circundan al horno plantamos nopaleras para mostrar cómo se criaba el insecto del cual se extraía el tinte. Sabíamos que los órganos se cultivaron históricamente para delimitar las parcelas y para proteger a las nopaleras del ganado, y así lo hicimos en el Jardín: plantamos los nopales y los rodeamos de órganos. De esa manera quisimos mostrar la diversidad de nopales de Oaxaca, para que fuera evidente que aquí también ha habido un proceso de domesticación. A los lados plantamos nopales silvestres fuertemente armados con espinas y al centro pusimos los nopales domesticados indefensos; por un lado los que se comen y por otro los que son hospederos de la grana, que son inermes porque les fueron eliminadas las espinas por selección humana, para facilitar la cría del insecto. Es una vista espectacular, uno puede observar la grana criándose en la penca, al lado de un muro espléndido, conversando con una esquina muy bella de Santo Domingo: el parlatorio y el cubo de la escalera con sus yeserías doradas que se perciben a través de las ventanas. Cuando el visitante se detiene un momento en esa nopalera entiende cuál fue el sustento económico que permitió construir Santo Domingo, la misma fuente de riqueza que hizo de Oaxaca la tercera ciudad de la Nueva España en términos demográficos y productivos. El Jardín Etnobotánico nos remonta a esa época de bonanza y nos recuerda que el vínculo entre la diversidad biológica y la complejidad cultural de Oaxaca sigue vivo.

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REFORESTACIÓN DE LOS CEDROS DEL LÍBANO

Para contribuir a revertir los estragos causados por la deforestación en Becharre, Líbano, la FAHH contribuye con recursos para la plantación de cedros, la construcción de un lago que capta el agua de nieve y de la casa ecológica destinada a promover la siembra de cedros y promover la conciencia ambiental. Actualmente, en Becharre hemos sembrado 40000 árboles, reforestado 130 hectáreas y captado 25000 m3 de agua. El lago cuenta con una capacidad de riego para 100 000 plantas.

QUE LOS MONTES REVERDEZCAN

NABIL SEMAAN

Benditas sean las manos que plantan los cedros de Líbano.

EL VIERNES 14 DE JULIO DE 2006, DON ALFREDO HARP HELÚ Y SU FAMILIA caminaban por el bosque de los cedros bíblicos de Líbano en Becharre. En aquel día, el bosque parecía abandonado y triste, ya que la guerra entre Hezbollah e Israel había estallado súbitamente dos días antes, y casi el millón de turistas o visitantes que tenía el País de los Cedros buscaba desesperadamente cómo salir de Líbano por tierra, ya que el aeropuerto de Beirut había sido uno de los primeros blancos del bombardeo aéreo. Alfredo y María Isabel habían admirado pocos días antes, con profundo aprecio, las raíces de los cedros milenarios arraigados en la tierra de Becharre. Comentaban entre ellos que el mejor mensaje de solidaridad para Líbano en esos tiempos difíciles sería la plantación de decenas de miles de cedros en las laderas deforestadas del monte Makmel, que rodean el bosque de Arz el-Rab, conocido como el Bosque de los Cedros Divinos. El nombre de Cedrus libani, mencionado más de setenta veces en el Antiguo Testamento, es un género distinguido de árbol por su longevidad milenaria, por soportar temperaturas de hasta –20 °C y por su capacidad de sobrevivir bajo una capa de nieve de varios metros de grosor seis meses al año. En nuestra historia moderna, es el símbolo nacional de Líbano por excelencia.

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Cuando Líbano recuperó la calma, visité el bosque en Becharre llevando la propuesta de reforestación a nombre de don Alfredo. Fui en busca de la asociación ecológica más seria dedicada a la reforestación: el Comité de los Amigos del Bosque de Cedros en Becharre. André, a cargo de la caseta de la entrada al bosque, se comunicó a la oficina del comité, diciéndole al responsable por teléfono: “Les mando a un loco… ¡Dice que quiere plantar unos veinte mil o treinta mil cedros!”. Sostuve una decena de reuniones de trabajo con el ingeniero Kozhaya Tawk, asignado por el comité para darle seguimiento a nuestra iniciativa. El comité es una asociación de voluntarios constituida legalmente en 1985, con el objetivo de mantener y proteger el bosque milenario, entonces de sólo 11 hectáreas de superficie. Posteriormente, amplió sus actividades en el campo de reforestación y consiguió el permiso de

El proyecto contempla la plantación de 40 000 plantas

la alcaldía para disponer de 227 hectáreas de te-

de cedros en 130 hectáreas, así como su mantenimiento

rrenos municipales áridos para reforestarlas.

y riego hasta el 2014; reemplazo de las plantas muertas Por hectárea se plantan trecientos cedritos en y colocación de un alambrado perimétrico de 5 km, ha- promedio, traídos de un vivero a la edad de dos bilitación de 5 km de caminos peatonales y la instala- años. Una vez plantados, requieren cinco años ción de una casa ecológica de 300 m2 . de cuidado y mantenimiento, sobre todo de riego constante en la época de sequía, entre junio y septiembre. El área de reforestación, situada a una altitud promedio de 2 100 metros sobre el nivel del mar, queda prácticamente cubierta de una gruesa capa de nieve entre noviembre y mayo. El comité contaba con las cooperaciones de los patrocinadores, cada uno de los cuales adoptaba un cedro de por vida con una aportación de cien dólares. Según Kozhaya, el comité había podido conseguir hasta aquel entonces el patrocinio de casi 16 000 cedros, o sea, sólo cerca del 25% de la meta para cubrir la totalidad de los terrenos que había conseguido de la alcaldía. Para cumplir con nuestro objetivo firmamos tres acuerdos de principio entre el comité ejecutor, la alcaldía como autoridad local y propietaria del terreno, y la Fundación Alfredo Harp Helú como patrocinador y financiador del proyecto. El protocolo de cooperación se firmó el sábado 21 de junio de 2008, durante la visita de don Alfredo y su familia a Becharre. El pueblo de Gibran Khalil Gibran entregó por primera vez la llave de esa ciudad a una persona cuyo nombre se ha escrito con las ramas de cedros sobre las faldas del monte Makmel, el filántropo Alfredo Harp Helú, como muestra de afecto y agradecimiento a su generosa donación y apreciada iniciativa. El protocolo contemplaba la plantación de 40 000 plantas de cedros sobre una superficie de 130 hectáreas, así como su mantenimiento y riego hasta el 2014. También incluía el reemplazo de las plantas muertas y la colocación de un alambrado perimétrico de 5 km para la protección de las cabras, además de la habilitación de otros 5 km de caminos

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peatonales, la instalación de una casa ecológica de 300 m2 para actividades culturales y la producción de un audiovisual con el equipo de proyección necesario para promover la plantación de los cedros en las áreas deforestadas. Con la presencia de centenares de personas, Alfredo Harp Helú manifestó su compromiso de ampliar su apoyo y contribución más allá del protocolo firmado. Subrayó la necesidad de unir esfuerzos en paralelo entre las instituciones públicas y los diferentes componentes de la sociedad civil para lograr el éxito deseado con el proyecto a largo plazo. Prometió financiar lo más pronto posible la construcción de un lago para juntar el agua del deshielo, con el fin de garantizar el riego abundante de las nuevas generaciones de plantas y hacer frente así a la escasez de agua en la época de sequía. En noviembre de 2008, se hizo realidad el lago de captación pluvial con una capacidad superior a los 20 000 m3. Cubierto de una membrana plástica, recibió, apenas terminado, las primeras nevadas de la temporada. Durante su visita en julio de 2010, don Alfredo y su familia pudieron apreciar los 40 000 cedritos completamente prósperos que formarían el futuro bosque. En ese viaje hacia la tierra de la santidad y los héroes, que previamente titulé “Desde las profundidades hasta las cumbres”, la familia Harp visitó la cumbre mayor, el Qurnat as Sawda’, ubicado a 3 089 metros sobre el nivel del mar, así como el Valle de Qadicha o Valle de los Santos. Asistieron a una misa en el bosque divino Arz el-Rab celebrada en memoria de Alfredo Harp Calderoni, que en paz descanse. Ese día, el 5 de julio, se conmemoraba el primer aniversario de su fallecimiento; emocionado por esa ocasión, don Alfredo se

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comprometió ante los amigos de los cedros a seguir adelante, duplicando esfuerzos con buena voluntad y más fe en la vida. En julio de 2012, don Alfredo y su familia visitaron la reserva de cedros Tannourin, una de las más grandes del país, y quedaron impresionados con la magnitud del bosque, que cubre una superficie de casi 600 hectáreas. Al siguiente día, don Alfredo manifestó en Becharre su voluntad de instalar un vivero de alta tecnología para la producción de 100 000 plantas de cedros y otras especies, como preámbulo para ampliar el proyecto de reforestación y unir los dos bosques de Becharre y Tannourin, separados actualmente por un área deforestada, a lo largo de casi 14 kilómetros de aldeas montañosas situadas entre

Con el actual proyecto del vivero de alta tecnología y

1 800 y 2 500 metros de altitud.

las miras hacia una macroproducción, la mancha ción técnica mexicano-sueca, enviada por don verde se extenderá. La FAHH abre con ello un amplio Alfredo, visitó Becharre. Ellos analizaron los pre- horizonte de reforestación masiva, que será indudaEl pasado mes de abril de 2013, una delega-

blemente el más ambicioso e importante proyecto de redios para la instalación del vivero prometido, forestación de cedros en la historia moderna de Líbano. planeada para finales de ese verano. La delegación destacó la necesidad de instalar simultáneamente un laboratorio de semillas o banco de germoplasma, que haría particularmente próspera la germinación de la semilla de Juniperus excelsa, o Lezzab, un género de árbol resistente, cuya plantación tiene éxito a altitudes que pueden alcanzar los 2 700 metros sobre el nivel del mar, o sea, a una altitud 500 metros superior a las condiciones que requiere el cedro. Con el actual proyecto del vivero y las miras hacia una macroproducción, la mancha verde se extenderá. La FAHH abre con ello un amplio horizonte de reforestación masiva, parativos, junto con el comité, y realizaron estu-

que será indudablemente el más ambicioso e importante proyecto de reforestación de cedros en la historia moderna de Líbano, según lo manifiesta el doctor Youssef Tawk, pionero en la plantación de cedros. Las mantas de bienvenida en la entrada de Becharre, el tapete rojo extendido para recibir a don Alfredo, las placas conmemorativas —puestas en el área como muestra de aprecio y agradecimiento por la generosa contribución de la FAHH y sus incesantes esfuerzos encaminados hacia la ampliación de este proyecto con éxito— se quedan cortos para expresar el sentido de las palabras que suenan en el corazón de cada uno de nosotros: “Benditas sean las manos que labran para reverdecer las cumbres de cedros”.

R E F O R E S TA C I Ó N D E L O S C E D R O S D E L L Í B A N O

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SOCIEDAD PARA EL ESTUDIO DE LOS RECURSOS BIÓTICOS DE OAXACA

La Sociedad para el Estudio de los Recursos Bióticos de Oaxaca (SERBO) es una asociación civil no lucrativa, fundada en 1991, cuyo fin último es la conservación de los recursos naturales de Oaxaca. Sus principales actividades se enfocan en documentar el conocimiento tradicional de los seres vivos, generar y difundir información sobre la diversidad biológica del estado de Oaxaca, integrar los resultados de la investigación de campo en bases de datos y sistemas de información geográfica, y sensibilizar a las comunidades y a la sociedad en general sobre la conservación de los recursos bióticos mediante educación ambiental. La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca apoya a SERBO para continuar con su labor de investigación, difusión y concientización en torno al patrimonio natural del estado.

DOCUMENTAR LA BIODIVERSIDAD Y CONSERVAR EL LEGADO GENÉTICO

ALEJANDRO DE ÁVILA BLOMBERG

CONFORMAMOS LA SOCIEDAD PARA EL ESTUDIO DE LOS RECURSOS BIÓTICOS de Oaxaca (SERBO) a fines de la década de los ochenta. Somos un grupo que nace afiliado al Grupo de Apoyo al Desarrollo Étnico, A.C., con quienes colaboramos durante algunos años. Desde 1991 nos constituimos como asociación civil independiente para producir información de calidad relacionada con los recursos bióticos del estado. En SERBO establecimos dos líneas de investigación: la etnobiología, para documentar el conocimiento tradicional del medio ambiente, enfocándonos especialmente en la etnobotánica, aunque también en la etnomicología y etnozoología, el conocimiento tradicional de hongos y animales. Nuestra segunda línea de investigación tomó forma cuando se integró al equipo una pareja de investigadores formidable: Silvia Salas, quien estudiaba su licenciatura en biología en ese momento, y Leo Schibli, un colega suizo que había sido formado como técnico químico, quien tenía un talento impresionante y

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se enamoró de Oaxaca. Juntos conformamos un grupo de trabajo bien equilibrado; planteamos lo que consideramos que era importante investigar sobre los recursos naturales en Oaxaca y que en ese entonces se desconocía. Para la línea de etnobotánica recibimos apoyo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés). Después se canceló el programa de conservación de plantas del WWF, pero un colega norteamericano que obtuvo financiamiento de él siguió colaborando con nosotros. Un poco más adelante nos visitó el encargado de los proyectos en México, el doctor Mario Ramos, quien radicaba en Washington y a quien llegamos a estimar mucho. Le interesó lo que estábamos haciendo y nos impulsó a presentar un proyecto que generara información confiable sobre la biodiversidad de todo el estado. Así lo hicimos. Apoyados por el WWF y con fondos de la Fundación MacArthur —posteriormente sólo con apoyo de la última— emprendimos un ciclo completo de trabajo de campo y de análisis de imágenes satelitales de la región. Ese trabajo nos dio, por primera vez en Oaxaca, una visión detallada de la cobertura de la vegetación en el estado con base en criterios objetivos de evaluación. Realizamos a la par un análisis de las imágenes satelitales, que contrastamos con información que recabamos en campo. Se verificaron más de 5 000 localidades. Implicó un trabajo descomunal, en campo y en escritorio. A muchas localidades sólo se podía llegar caminando, a veces durante varias horas. Se registraban las coordenadas geográficas de cada sitio con un geoposicionador, que en ese entonces era un equipo caro que pocos investigadores usaban. La ubicación precisa era clave para poder verificar la información espectral de las imágenes de satélite con las observaciones que hacía nuestro grupo sobre el terreno. Se trataba de caracterizar de manera precisa la vegetación de cada lugar, recolectando y herborizando especímenes de plantas, además de registrar las características fisiográficas de la localidad. Fueron varios años de trabajo arduo, pero se generó información muy sólida. El equipo preparó un reporte técnico para cada fase del proyecto y publicó un par de estudios florísticos microrregionales, pero nunca logramos hacer disponible para consulta todo el material en conjunto. Los reportes le sirvieron a mucha gente, pero nunca pudimos dar a conocer toda la riqueza de la información que se había generado, porque habría sido una publicación muy onerosa y había otros proyectos que demandaban trabajo para mantener a flote a la asociación civil. Además, en 1994 falleció Leo Schibli. Fue una gran pérdida para el equipo, personal y profesionalmente, porque era un gran amigo. Por razones de seguridad, solamente él tenía el código para acceder a los archivos electrónicos que contenían toda la cartografía. Diecinueve años después, los avances tecnológicos nos permiten reconsiderar la utilidad de la información que generó el proyecto. Hemos encontrado una oportunidad para compartir ese trabajo. No sólo para su difusión, sino como punto de partida para

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evaluar los cambios en la vegetación de Oaxaca durante los últimos veinte años. El interés de Alfredo Harp y la buena disposición de la FAHH nos han permitido darle nueva vida a este proyecto y generar información a partir de imágenes satelitales al día y herramientas de análisis más sofisticadas. La relevancia de esta nueva etapa fue comprendida por Alfredo Harp al ofrecernos apoyo para darle continuidad al proyecto. Conformamos un nuevo equipo de trabajo con Silvia Salas a la cabeza: Ralph Eichenberger, suizo también, quien trabajó con Leo hace veinte años; Gonzalo Juárez García, un colega oaxaqueño muy capaz y Gustavo Rodríguez Alcaraz, un colega de Guadalajara, con mucha experiencia, con quien estamos en comunicación constante por internet. Han pasado veinte años desde que hicimos el primer balance y nos parece relevante examinar cómo ha cambiado Oaxaca, pues en ese lapso no hay información analizada con este nivel de precisión. El nuevo equipo ha iniciado un análisis comparativo entre las imágenes de satélite que se trabajaron de manera manual a principios de los noventa y las actuales. Es muy revelador, y a veces impactante, observar cómo ha cambiado la vegetación en este lapso. Hemos generado información de base que nos permitirá evaluar los efectos del cambio climático, podremos ver cómo los cambios globales van afectando a nuestra región. Esto tiene implicaciones en diversos ámbitos, pues permitirá tomar decisiones informadas para el manejo sostenido de los suelos y la gestión del agua, al aportar información sobre la capacidad de la vegetación para captar agua de lluvia, por ejemplo. Partimos de que Oaxaca es el estado con mayor biodiversidad de México, una de las áreas de mayor riqueza natural en el planeta; sin embargo, sabemos también que hay zonas muy deterioradas, regiones en las que ha habido un crecimiento poblacional muy acelerado, y obras de infraestructura que amenazan con destruir extensiones considerables de la vegetación natural. El interés del proyecto no se restringe a la conservación de las áreas naturales, que fue el objetivo inicial, sino que también busca identificar cuáles son los puntos críticos hoy día, donde se está dando el impacto ambiental más drástico. La idea a largo plazo es sumar esfuerzos, trabajar con las comunidades rurales, que también están preocupadas por el cambio su entorno; con la academia, con las organizaciones civiles, con el sector privado y las instituciones públicas, de tal manera que los esfuerzos no se diluyan. El objetivo conjunto es conservar la biodiversidad, mantener el legado genético de esta parte del mundo. Nuestro agradecimiento con la Fundación es profundo. Trabajar de esta manera es realmente una bendición, pues nos ha dado mucha flexibilidad en la investigación. El proyecto lleva ya seis meses caminando. Recibir este apoyo es vivir un sueño: nos permite hacer investigación que nos apasiona porque sentimos que es relevante para el futuro de nuestra sociedad.

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MOSAICOS MEXICANOS

Mosaicos Mexicanos es una iniciativa para la conservación del patrimonio natural de México. La propuesta es reunir a los sectores público, social y privado alrededor de una visión común de desarrollo económico compatible con la conservación. Mosaicos Mexicanos plantea proyectos piloto en la Península de Yucatán y la Península de Baja California como modelos que puedan replicarse en el largo plazo a mayor escala. La inversión para esta iniciativa está impulsada por fondos de contrapartida de Alfredo Harp Helú y Roberto Hernández y Claudia Madrazo, a razón de un dólar por cada dos dólares recaudados por The Nature Conservancy.

UNIDOS POR UNA VISIÓN COMÚN

CLAUDIA MADRAZO La generación anterior no tenía conciencia del impacto

de los problemas ambientales, y para la próxima generación será demasiado tarde. En nosotros está la responsabilidad de generar nuevos esquemas de desarrollo. Roberto Hernández Ramírez

R OBERTO

HERNÁNDEZ, PREOCUPADO POR EL CUIDADO DEL MEDIO

ambiente, desde hace varios años formó parte del consejo de The Nature Conservancy (TNC), una de las organizaciones mundiales líderes en la conservación. Este acercamiento le permitió conocer una manera más sistemática para lograr la conservación de la naturaleza. De ahí que decide crear Mosaicos Mexicanos para colaborar con ellos e invitar a Alfredo Harp Helú a participar, como en tantas otras cosas que han hecho juntos a lo largo de la vida. Los tres sabíamos que la iniciativa era viable, que podría hacer una diferencia, generar resultados y ser un foco de optimismo en la conservación del medio ambiente en

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México. La pregunta central era cómo lograr un balance entre el desarrollo económico y el uso sustentable de nuestro capital natural. Mosaicos Mexicanos es una iniciativa que propone plasmar una visión integradora con la participación de todos los actores sociales mediante proyectos piloto en Yucatán y Baja California, logrando así éxitos de conservación a corto plazo con modelos que se puedan replicar a mayor escala. El inicio del trabajo fue muy impactante, porque empezamos a conocer más a fondo el estado real de las cosas. El 75% de los arrecifes de coral del planeta está bajo amenaza. En los últimos años hemos perdido entre el 65 y el 75% de la biomasa del Arrecife Mesoamericano, que es el segundo más importante del mundo. Es la barrera coralina más larga del hemisferio oeste y es el hogar de más de 500 especies de peces; 60 especies de corales; 350 moluscos y mamíferos marinos, algas y hierbas marinas. También hay especies en peligro crítico de extinción como: el cocodrilo marino, las tortugas verde, carey y caguama; el mero de Nassau y el mero guasa; la población más grande de manatíes del Caribe occidental y la agrupación más grande de tiburón ballena del mundo. Además, los peces que habitan en el Arrecife Mesoamericano son cimiento de la economía local y de un sector turístico que genera millones de dólares anuales. Veintitrés cooperativas pesqueras y cerca de 2 000 pescadores dependen del arrecife para alimento y bienestar económico. Decidimos convocar a organizaciones de todos los sectores a sumar esfuerzos: ONGs, científicos, organizaciones de pescadores investigadores, instituciones públicas ambientales como la SEMARNAT, la CONANP, la CONABIO, etc. Todos reunidos para formar una alianza. Mundialmente hay una estrategia de conservación que funciona muy bien, son los refugios pesqueros que se establecen para blindar una zona, los mismos pescadores son quienes los definen. Ellos se comprometen a no pescar en esa región y dejar que se regenere la biomasa. Nosotros decidimos adoptar esta estrategia. El primer paso era convencer a los pescadores y definir con ellos los refugios. Esa fue la punta de lanza que sirvió para alinear al resto de los actores y unir fuerzas hacia un mismo lugar. Así, con una visión compartida, generar estrategias complementarias a los refugios pesqueros. Recuerdo habernos metido a nadar con los pescadores, para delimitar con ellos los lugares donde realmente hay reproducción y biodiversidad. Era importante constatar que

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esos sitios sí tuvieran las características que los refugios pesqueros necesitaban para que fueran efectivos. Está comprobado científicamente que la biomasa se regenera, si se deja en paz. Se puede llegar a quintuplicar en un tiempo relativamente corto, pero el tema principal es en verdad dejarla y blindarla. Esta estrategia es un foco de luz, sí puede dar esperanzas. Teniendo una visión sistémica integral, con todas las interconexiones claras y con la participación de las ONGs, los pescadores, y ciertas instancias académicas, gubernamentales y organismos internacionales lanzamos con la Fundación Alfredo Harp Helú una convocatoria para la procuración de fondos. Una inversión considerable para esta iniciativa se impulsó por fondos de contrapartida de Alfredo Harp Helú, Roberto Hernández y quien esto escribe, a razón de 1 dólar por cada 2 dólares recaudados por TNC. Nos dimos cuenta de que varias organizaciones estaban haciendo lo mismo y había espacios que nadie atendía. Esta alianza nos permitió tener una visión diferente y crear proyectos específicos como una granja de restauración de coral, un sistema de información geográfica para identificar las siguientes generaciones de refugios pesqueros y otros seis nuevos proyectos. A la fecha, se han establecido —con un consenso de todos los actores—

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las primeras siete zonas de refugio pesquero, las cuales fueron reconocidas en el Diario Oficial de la Federación, con lo que se estableció un precedente legal en México, algo histórico en nuestro país. Adicionalmente, se han promovido alternativas económicas para los pescadores, marco legal, capacitación y comunicación. Se ha posicionado mejor el producto de los pescadores, porque ahora la langosta caribeña está certificada por el Marine Stewardship Council (MSC). El tema es la pesca sustentable. Es un cambio de conciencia y de hábitos, en todas las líneas, desde cómo los pescadores ven el producto, cómo lo pescan y cómo lo comercializan. Parte de la decadencia de sus ingresos provenía de la decadencia de la calidad pesquera. Con estas medidas lograron una certificación, y con eso en Japón y en Europa les pagan mucho más por su producto.

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Actualmente, ya se están viendo resultados, hay más langosta, más caracol, ya se empieza a ver un poco el cambio. Siguiendo la misma estrategia que utilizamos en el arrecife hemos actuado también en las selvas de Yucatán, que forman parte del bosque tropical más extenso de América después del Amazonas y son el reservorio de carbono más importante de México. Veinte proyectos articulados bajo un plan de acción regional apuntalan la conservación a gran escala de bosques y selvas. El mismo mecanismo integral utilizamos en el Golfo de California y las costas que lo rodean, ya que es uno de los mares más productivos y biodiversos del mundo. En esta zona estamos trabajando con el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN) y TNC que han unido esfuerzos para movilizar la voluntad política y el financiamiento a gran escala e implementar la conservación costera y marina de las zonas identificadas por la CONABIO. Para 2015, cuatro millones de hectáreas se añadirán a las actualmente protegidas. Finalmente, la intención de Mosaicos Mexicanos, misma que compartimos con Alfredo Harp y su Fundación, es no sólo proteger el medio ambiente, sino incidir positivamente en los individuos para que aprovechen la riqueza natural de la que disponen sin destruirla. Cuidando lo que se tiene es posible alcanzar el desarrollo económico y mejorar como sociedad, y eso es lo que queremos demostrar y reproducir a largo plazo. Alfredo siempre confía en Roberto, hasta en entrar a hacer algo que desconocíamos, como resolver problemas sistémicos de conservación, pero ahí está, apoyando, creyendo, interesado y apasionado. Saber que están los dos apoyándose mutuamente en estos problemas tan grandes para México y el planeta es algo increíble. Roberto y yo compartimos con la Fundación Alfredo Harp Helú la vocación de servicio desde una perspectiva donde lo importante es establecer relaciones humanas constructivas que generen cambios por el bien de México y del mundo. Para mí, Alfredo y María Isabel son y serán una inspiración, porque son ejemplo de una vida en el servir. Si logramos o no cambiar algo en el largo plazo, no lo podremos saber, pero las relaciones que establecemos cuando estamos en contacto con estas múltiples realidades, nos van puliendo el alma y el corazón. Estas experiencias te enamoran del país, de su naturaleza y su gente. Con esta forma de servir te enriqueces y te haces parte de un proceso de evolución cultural consciente.

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Dirección MARÍA ISABEL GRAÑÉN PORRÚA Coordinación editorial VERÓNICA LOERA Y CHÁVEZ Diseño BERNARDO RECAMIER Corrección JOSÉ LUIS ACOSTA Asistencia editorial MASAYA LASTRA SALAS LILLY RAMOS HERNÁNDEZ URIAH SAMUEL BRAVO Fotografía FIDEL UGARTE Abraham Saraya, Alejandro Garza Ramos Martínez, Andrés Treviño, Cecilia Salcedo, César Flores, Christian Thornton, Cristina Kahlo, Daniel López Salgado, Elsa Sánchez Díaz, Enrique Lastra de Wit, Eumelia Hernández, Fernanda Martínez, Francisco León Pacheco, Freddy Aguilar, Gibrán Morales, Hertzain Vásquez Hernández, Jordi Llopart, José Ángel Rodríguez, José Luis Santibáñez, José Luis Tenorio, Julio Antonio Ortega, Lilly Ramos Hernández, Luz Marina Fique, Marcus Winter, Marcela Taboada, María Isabel Grañén Porrúa, Marina Corres, Mireya Olvera, Nabil Semaan, Nicholas Johnson, Ricardo H. Serrano, Richard Hanson, Roberto Ortiz, Ronald Spores, Rubén García, Salvador Maldonado, Selene Molina, Selma Arámbula Castillo, Uriah Samuel Bravo, Víctor Máximo, Víctor Hugo Semeón. Fotografías de archivos ADABI A.C., Amiga de la Obrera A.C., Biblioteca Andrés Henestrosa, Biblioteca BS-IBBY México / A leer, Biblioteca Francisco de Burgoa, Biblioteca Fray Juan de Córdova, Archivo Biblioteca Jorge Luis Borges, Boston Children s Hospital, Casa de la Ciudad, Centro Cultural Santo Domingo, Centro Cultural Uken ke Uken, Centro de las Artes de San Agustín, CICEANA A.C., Comedor Santa María A.C., Comunidad y Biodiversidad A.C., CRIT Oaxaca, Desarrollo de la Comunidad, A. C., Emoción Deportiva, Feria Internacional del Libro de Oaxaca, Fomento Cultural Banamex, Fomento Ecológico Banamex, Fomento Social Banamex, Fundación Alfredo Harp Helú, Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Fundación Alfredo Harp Helú para el Deporte, Fundación Gonzalo Río Arronte, Archivo Fundación Vida Digna A.C., Fundación UNAM, Grupo Compartamos, Grupo Martí, Hermanos Lasallistas, Hermanas de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres, Instituto Cultural Mexicano Libanés, Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, Instituto Politécnico Nacional, Instituto Tecnológico Autónomo de México, Instituto Tecnológico Autónomo de México, Instrumenta Oaxaca, Los Diablos Rojos del México, Museo de Arte Contemporáneo de la UNAM, Museo de Filatelia de Oaxaca, Museo Textil de Oaxaca, Proyecto de Restauración de los Órganos de la Catedral Metropolitana, Proyecto Ritual Sonoro Catedralicio, Quiero Sonreír, Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, Sport City, Taller de Restauración y Encuadernación de la Biblioteca Francisco de Burgoa, Talleres Comunitarios de Zegache, The Nature Conservancy: Alianza Kanan Kay, Alianza Itzincab, Universidad Anáhuac México Sur, Universidad Iberoamericana, Universidad La Salle Nezahualcóyotl, Universidad de Monterrey. Cartografía Nicholas Johnson


La filantropía de

ALFREDO HARP HELÚ una forma de vida TOMO II

se terminó de imprimir el 11 de marzo de 2014 en los talleres de Offset Rebosán, S.A. de C.V. Av. Acueducto 115, col. San Lorenzo Huipulco, Tlalpan, 14370, México, D.F. El cuidado de la edición estuvo a cargo de María Isabel Grañén Porrúa, Verónica Loera y Chávez y Bernardo Recamier.



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