Fairfield University Art Museum | Peter Anton: merecidos postres

Page 1


Peter Anton: merecidos postres

10 de mayo - 27 de julio de 2024

Prefacio de la directora

Peter Anton: solo postres es pura diversión. A las puertas del verano, estamos encantadas de llenar la Galería Walsh del Museo con esta exuberante exposición que muestra una selección de las extraordinarias esculturas Pop Art de Peter Anton. Los modelos de Anton para esta muestra espectacular de caramelos, pasteles, especialidades heladas y postres proceden de productos que le resultan familiares al espectador y evocan la nostalgia de los clásicos de la infancia (y de la edad adulta). El hiperrealismo de las obras y sus enormes dimensiones las convierten en una experiencia artística fascinante y entretenida.

Estamos muy agradecidas a Peter Anton por su colaboración en la planificación e instalación de esta exposición y por habernos prestado todas las obras; nada de esto habría sido posible sin su colaboración entusiasta en este proyecto. También nos gustaría dar las gracias a Bob Schnabel, marido y ayudante de Peter en el estudio, por toda la ayuda que nos ha proporcionado.

Queremos dar las gracias a Linda Traut por permitirnos reproducir en las páginas siguientes su ensayo sobre la obra de Anton, escrito para el catálogo de una exposición en la Galería David Klemm de Wiesbaden (Alemania) en 2021.

Gracias, como siempre, al excepcional equipo del museo por su duro trabajo para hacer posible esta exposición y su respectiva agenda de eventos: Michelle DiMarzo, comisaria de Educación y Compromiso Académico, Megan Paqua, registradora del museo y Heather Coleman, asistente del museo. Gracias también por todo su apoyo a Edmund Ross, Susan Cipollaro, Dan Vasconez y Tess Brown Long, así como a nuestros compañeros y nuestras compañeras del Quick Center for the Arts y del Media Center.

Carey Mack Weber

Directora ejecutiva Frank y Clara Meditz

Traducción de Laura Gasca Jiménez, PhD (Associate Professor of Modern Languages and Literatures)

Peter Anton

“Un artista suele hacer su mejor trabajo cuando se centra en algo que conoce muy bien y tiene experiencia y conocimientos sobre ese tema. En mi caso fue la comida”.

Un enorme sándwich de helado. Un bollo suizo gigante. Un donut gigantesco. Bailan frente a un cielo azul claro, sostenidos por dos manos frente a una cámara. Peter Anton presenta sus obras recién terminadas en su cuenta de Instagram. Eso dice mucho del escultor Peter Anton. En primer lugar, que realiza objetos de aspecto muy real, pero gigantescos y no comestibles, es decir, esculturas. En segundo lugar, que disfruta con su trabajo, que tiene sentido del humor y que lo presenta con orgullo. En tercer lugar, que, aunque obviamente utiliza las redes sociales para promocionarse, él mismo no es el centro de atención. Peter Anton prefiere que los focos se centren en su obra.

El escultor Peter Anton nació en 1963 en New Haven, Connecticut, Estados Unidos. Estudió arte y se dedicó al cine. De ahí su afán por la ilusión perfecta y la extravagante puesta en escena de sus exposiciones. Desde 1991 sus obras se han presentado en numerosas exposiciones. Su primera exposición individual tuvo lugar en 1993 en la Henri Gallery de Washington DC. Ante todo, Peter Anton siente un innegable entusiasmo por la comida y lo comparte con el mundo, como refleja su trabajo desde hace 30 años.

Obras de arte: dulce o salado.

“Disfruto con todo tipo de comida y golosinas. Nunca he sido muy exigente con la comida. Me como un bombón todas las noches antes de acostarme. Crecí en una época en la que toda la familia se sentaba a cenar. No se trataba sólo de comer algo bueno y con una presentación cuidada, sino también de charlar en la mesa”.

Peter Anton es conocido principalmente por sus esculturas de bombones gigantes, aunque su gama de obras incluye pasteles y tartas, además de caramelos. Gracias a sus dotes artísticas, los objetos tienen un aspecto extraordinariamente realista, en particular los de superficie glaseada. Por eso, en algunos artículos suelen referirse a Anton como un artista del dulce o como “Candy Warhol”. Las cajas de bombones y donuts encabezan su lista de obras, seguidas de helados en distintas variantes, tartas y pasteles, piruletas, gominolas de fruta y macarons, corazones de azúcar y manzanas de caramelo, así como un conejo de Pascua de chocolate. Los modelos de sus esculturas proceden principalmente de Estados Unidos, por lo que algunos dulces no desarrollan plenamente su efecto icónico y nostálgico en Europa. Un ejemplo sería “Polo doble”: un polo con dos palitos que se puede partir para luego compartir. Al igual que los productos congelados reales, los colores parecen especialmente intensos e incluso chillones. En concreto, sus versiones de pasteles en rosa y turquesa resultan insólitas a los ojos del público europeo. Pero es esta pasión por el color lo que explica el atractivo de las obras de Peter Anton.

Las obras “saladas” de Peter Anton incluyen huevos fritos, tocino, hamburguesas, pescado, sushi, bistec, cacahuetes o pizza. También hay varias

frutas, algunas bañadas en chocolate. Al igual que sus esculturas “dulces”, son más grandes que las frutas en la vida real y contienen todo lujo de detalles. Los alimentos salados en los que basa sus esculturas son tan calóricos y apetitosos como los dulces. Sin embargo, su efecto es algo diferente. Por un lado, cuesta más acostumbrarse al atractivo estético de un filete o un trozo de pescado crudos que al de un donut. Incluso un huevo perfectamente frito o un trozo de tocino frito no resultan tan apetecibles por la textura de su superficie en comparación con un suave glaseado de azúcar o chocolate. Por otra parte, está la cuestión ética sobre el consumo de productos animales que ha cobrado protagonismo en los últimos años.

Técnica: la ilusión perfecta.

Para Peter Anton, lo más importante es la ilusión perfecta. Por eso dedica mucho tiempo a perfeccionar las técnicas que utiliza para realizar sus esculturas. No revela todo el proceso creativo, probablemente para evitar imitaciones, pero le gusta mostrar su enfoque básico a través de las redes sociales. Su primer paso es examinar cuidadosamente los modelos de alimentos. Además de investigar los alimentos con una lupa y numerosas muestras de sabor y textura, también estudia las recetas. Este examen preciso es la base de la riqueza de matices de sus obras. Los materiales utilizados varían según los objetos. La resina, el metal, la madera y la arcilla sirven de base escultórica. Para la forma utiliza a veces moldes especiales. Las pinturas acrílicas y al óleo crean una gama de colores realista. Él mismo fabrica todos los detalles, incluso los moldes para los bombones, ya que el tamaño que necesita no se puede conseguir en las tiendas de repostería.

Exposiciones: de la feria a los templos.

Las reseñas de las exposiciones de Peter Anton, especialmente sus inauguraciones, suenan como un espectáculo para los sentidos. Dos de esas presentaciones son las exposiciones en la UNIX Gallery de Nueva York en 2015 y en Art Miami en 2012, durante la semana de la feria de arte Art Basel Miami.

La semana de Art Basel Miami, la edición estadounidense de Art Basel en diciembre, es conocida por sus instalaciones de arte alternativo. La insólita presentación de Peter Anton en 2012 encaja en esta categoría. El artista invitó al público a una montaña rusa con el título “Azúcar y Gomorra”. Como en una feria de atracciones, dos visitantes podían sentarse uno junto al otro en un vagón de la montaña rusa. A continuación, recorrían un mundo inspirado en “Sodoma y Gomorra”, lleno de esculturas “dulces” y escenas eróticas -aunque no aptas para menores- representadas por modelos reales. A diferencia de una visita clásica a una galería, los visitantes no podían determinar la duración de su estancia frente a las obras y escenas individuales. La música de fondo y el diseño de toda la atracción acentuaban su carácter de diversión, sin tiempo para la contemplación artística.

La UNIX Gallery de Nueva York exhibió una producción igualmente espectacular en 2015, esta vez bajo una apariencia diferente: la exposición individual “El templo foodista” (la palabra “foodista” es un juego de

palabras entre “food” (comida) y “budista” y describe un estado mental zen con respecto a la comida y la alimentación). La experiencia aquí fue completamente distinta: con el fin de facilitar el debate contemplativo, la galería se cubrió de alfombras y cojines, se creó una atmósfera singular mediante una iluminación tenue y se le pidió se le pidió al público que se descalzara. En las paredes rojas, enmarcadas con estuco dorado, colgaban diversos alimentos de gran tamaño, desde sushi hasta cajas de bombones.

En ambos casos, Peter Anton escenifica el encuentro con sus obras de arte o con la comida como un acontecimiento. Para él, representan la estrecha relación que las personas mantienen con la comida: como alimento y estimulante. Ambas presentaciones subrayan el carácter humorístico e irónico y el enfoque emocional que Peter Anton adopta en sus obras.

Pop Art, consumo y tentación.

“La gente es muy apasionada con la comida y la conversación puede volverse acalorada a veces, igual que cuando se habla de política. He observado el poder que tiene la comida sobre todos nosotros y siempre me fascina”.

En su presentación “Azúcar y Gomorra” de 2012, el aspecto de la tentación se hace especialmente evidente. Solo era posible echar un rápido vistazo a cuerpos casi desnudos y dulces deliciosamente presentados. Anton es consciente del efecto magnético de sus obras y lo explota. Para muchos, sus llamativas esculturas le sitúan en la tradición de Andy Warhol, razón por la que algunos se refieren a él como “Candy Warhol”. No cabe duda de que hay similitudes entre los dos artistas: ambos eligen temas familiares, atractivos y atrevidos. Pero las obras de Anton atraen a los visitantes de la exposición no sólo por el tema, sino también por su minuciosidad. La ilusión es tan intrigante que funciona tanto de lejos como de cerca. Sus obras invitan a mirar de cerca y examinar el material. Aunque las obras no son comestibles, te invitan a un “consumo” detallado con los ojos. Y el consumo es, en última instancia, lo esencial. Bombones a medio comer, donuts perdidos y polos de helado a los que les falta un trozo: estos manjares son retratados en pleno proceso de ser comidos. Sin embargo, Peter Anton no practica la crítica

Cat. 11

al consumo, sino que se entrega al placer, y sus exposiciones individuales son un festín para los sentidos y una celebración de la comida. Al mismo tiempo, ofrece al público algo sobre lo que reflexionar: ¿Qué me hace sentir esta comida? ¿Qué emociones me provoca? De este modo, hace visible una sucesión de pensamientos que a menudo pasan desapercibidos en la vida cotidiana.

La ilusión perfecta: el hiperrealismo.

Son sobre todo sus cajas de bombones abiertas las que hechizan al público. La elegancia perfecta de una imagen publicitaria se ve alterada por vasos de papel vacíos o incluso bombones mordidos y devueltos a la caja. Hacen que las obras se vuelvan hiperrealistas y cuentan una historia. ¿Por qué se han devuelto los bombones mordidos? ¿Acaso el relleno de licor era demasiado amargo? ¿Fue el repentino temor a las calorías? Las obras “usadas” crean un consumidor imaginario, con el que involuntariamente se establece una conexión. Este protagonista desconocido puede haber tenido pensamientos, sentimientos y deseos similares al mirar los bombones.

Peter Anton nos muestra objetos, formas y colores familiares. Como resultado, sus obras establecen una conexión inmediata con el público. El hecho de que el espectador no se sienta inseguro por lo que se representa y de que el tema sea reconocible posibilita una contemplación más profunda de las obras de Anton. Al principio, el espectador puede reflexionar sobre el trabajo artesanal del artista y comparar la obra con sus inspiraciones en la vida real. A partir de ahí surgen preguntas y cuestiones. Peter Anton ofrece al espectador seguridad y un acceso sencillo a sus obras.

¿Así de fácil? Arte democrático.

Muchos artículos y trabajos sobre las obras de Peter Anton contienen, casi siempre al principio, una descripción de impresiones sensuales, como el deseo de comerse sus obras de arte (lo que sin duda no es un enfoque típico de periodistas o historiadores del arte a la hora de describir obras de arte). Sin embargo, es precisamente este elemento de conexión el que ejemplifica la percepción sensual de sus obras. Es algo en lo que todo el mundo puede estar de acuerdo, proceda o no de la historia del arte. Incluso los más pequeños, sobre todo los niños, pueden entender este efecto. Esta es una de las características más destacadas de las obras de Peter Anton, que en última instancia les ha dado un lugar en tantas colecciones. Independientemente de las perspectivas e interpretaciones, sus obras hablan de forma directa y personal y ofrecen un punto de partida fácil para empezar a hablar de arte. Sus obras no requieren ningún conocimiento histórico previo del arte. Se puede tener en cuenta a Duchamp o Andy Warhol, pero no es necesario. Sus obras son fáciles de reconocer por su temática, y el efecto y la técnica son indiscutibles. Esto hace de Peter Anton un artista muy democrático cuyas obras son accesibles a todo el mundo.

Increíblemente delicioso: De Alice y Charlie.

“El humor es uno de los elementos más importantes que tenemos para afrontar y sobrevivir en este mundo”.

El tamaño de las obras de Peter Anton y la presentación en sus exposiciones individuales recuerdan a “Alicia en el país de las maravillas” o “Charlie y la fábrica de chocolate”” La razón es la falta de congruencia provocada por el tamaño, el tema y la perfecta ejecución. Las obras también podrían formar parte de una producción real de la madriguera del conejo de Alicia. Nuestra perspectiva se altera repentinamente. ¿Somos pequeños o el objeto es grande? ¿Qué reglas se aplican en un mundo en el que una yema de huevo tiene el tamaño de una sartén? Como adultos, experimentamos la curiosidad infantil a través de este cambio de escala: los objetos familiares se redescubren a través de su ampliación y se ven de forma diferente a cuando se fríe un huevo en la propia cocina. Lo que antes era ordinario se convierte de repente en extraordinario, pero al mismo tiempo nos resulta familiar. Esta pizca de humor, que Peter Anton aporta al mundo del arte con sus obras, se desarrolla a partir de la pregunta “¿Y si...?”. Y nos aporta elementos de reflexión que funcionan al margen de las críticas de los consumidores y de la conciencia nutricional. Toma a los espectadores de la mano y les da la sensación de que él es igual que ellos, comparte su placer infantil y despreocupado por la comida. Los colores, el sabor, el olor, la textura, quizá incluso la nostalgia.

De las galletas al arte.

Con el transcurso de los años, Peter Anton ha alcanzado renombre en el mundo del arte y sus obras figuran en colecciones de gran prestigio. Sin embargo, al principio de su carrera, sus obras fueron rechazadas por las galerías. Aquí se pone de manifiesto lo paradójico que resulta a veces el mercado del arte: por un lado, el deseo de cosas realmente nuevas; por otro, la seguridad de lo probado. Al principio, los galeristas se enfrentaban sin duda a la pregunta: ¿es esto arte? En retrospectiva, la definición aquí está, como en muchos otros casos, determinada por la presentación y la recepción en el contexto del “arte”. Dicho de otro modo: un vaso de leche sobre un zócalo en una galería de arte se percibiría como una obra de arte y, en consecuencia, también se definiría como arte, mientras que el mismo objeto en nuestra propia cocina no es más que una bebida con un alto contenido en calcio. Un hecho indiscutible desde Duchamp.

No obstante, la obra de Peter Anton va más allá. Sus obras son un comentario sobre nuestra relación con la comida. Su tamaño por sí solo invita al análisis. La intensidad de este análisis está en correlación con las relaciones personales o sociales existentes con la comida. Su enfoque del tema es tan irónico y lúdico que nadie debería sentirse ofendido. De este modo, deja espacio para la contemplación despreocupada.

Linda Traut, M.A., 2021

Escrito originalmente para el catálogo publicado por la Galería Davis Klemm

Cat. 16 (detalle), vista de instalación

Lista de obras

Todas las obras de Peter Anton © 2024, técnica mixta. Todas las obras son cortesía de la artista a menos que se indique lo contrario.

1. Helado de tarta de fresa

80 x 28 x 8 pulgadas

2. Cruller francés 48 x 48 x 26 pulgadas

3. Caos oscuro de helado 58 x 35 x 28 pulgadas

4. Gran surtido deluxe 48 x 48 x 5 pulgadas

5. Tarta de fin de fiesta 65 x 42 x 42 pulgadas

6. Manzana de caramelo 33 x 16 x 15 pulgadas

7. Donuts sensacionales 28 x 37 x 6 pulgadas

8. Sándwich de helado 20 x 10 x 4 pulgadas

Colección de Lauren Muzinich and Robert Dickinson

9. Dulces con mensaje (Instalación de 24 piezas sueltas de pared) 9 x 9 x 3 pulgadas cada una

10. Pop-Tart 65 x 43 x 6 pulgadas

11. Polo de naranja helado 55 x 16 x 7 pulgadas

12. Dulce selección 48 x 36 x 36 pulgadas

13. Chocolate caliente terrorífico 45 x 27 x 12 pulgadas

14. Madeleines de Daniel 40 x 30 x 6 pulgadas, 2022 Colección de Lauren Muzinich and Robert Dickinson

15. Surtido de cupcakes 56 x 33 x 33 pulgadas, 2013

16. Tarta feliz 72 x 30 x 6 pulgadas, 2020

17. Les Macarons 16 x 9 x 9 pulgadas

16

Cat.

Programación

Los eventos que figuran a continuación con una ubicación son programas presenciales en directo. Cuando sea posible, estos eventos también se retransmitirán en thequicklive.com y las grabaciones se publicarán en nuestro canal de YouTube.

Inscríbase en: fuam.eventbrite.com

Jueves 9 de mayo, 5 p.m.

Conferencia inaugural: Confecciones de Connecticut: la historia dulce y salada de nuestra comida local Eric. D. Lehman y Amy Nawrocki, autores de Historia de la comida de Connecticut

Salón de actos de la Dolan School of Business y retransmisión en thequicklive.com

Jueves 9 de mayo, 6-8 p.m.

Recepción inaugural: Peter Anton: Just Desserts  Recepción: Salón de actos de la Dolan School of Business y Visita a la exposición: Galería Walsh

Sábado 1 de junio 12:30-2, 2:30-4 (2 sesiones)

Día familiar: Manualidades con dulces Galería Walsh

Sitio web de la exposición: Fairfield.edu/museum/ peter-anton/es

Portada: Cat. 1

Contraportada: Cat. 4

Portadas interiores: Cat. 9

Cat. 10 (detail), 1

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.