UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE HUMANIDADES Y ARTES PROGRAMA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
SEXO Y EDAD EN LAS CONDUCTAS SEXUALES DE RIESGO EN ADOLESCENTES DE 13 A 18 AÑOS
Proyecto de Investigación presentado por: Laura A. SATURNO HERRERA
Profesor Guía: María A. PERNALETE
Barquisimeto, Julio 2012
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE HUMANIDADES Y ARTES PROGRAMA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
SEXO Y EDAD EN LAS CONDUCTAS SEXUALES DE RIESGO EN ADOLESCENTES DE 13 A 18 AÑOS
Proyecto de Investigación presentado por: Laura A. SATURNO HERRERA al Programa de Licenciatura en Psicología Como un requisito parcial para obtener el titulo de Licenciado en Psicología Profesor Guía: María A. PERNALETE
Barquisimeto, Julio 2012
A DIOS pilar fundamental en mi vida y en todas las cosas que he logrado y por haberme dado salud y fortaleza en todo momento. A todos quienes forman parte de mi vida: papá, mamá, hermana, tía malala, familia entera; fueron ustedes fuente de inspiración y apoyo fundamental en todo momento. A todos quienes fueron, son y serán adolescentes en algún momento de la vida. Ustedes en quienes me inspire para realizar este trabajo.
AGRADECIMIENTOS Dios y Divina Pastora, gracias por darme fortaleza y salud siempre y estar en todos los momentos de mi vida. Abuela, que desde el cielo siempre me has llenado de bendiciones y protección. Te amo Mamá, Papá y Hermana, siempre apoyándome y creyendo en mí, nunca han dejado de confiar y por comprender mis rabietas y malos humores. Los amo TíaMalala, siempre conmigo en todo momento, siempre al pie del cañón y preparada para darme tu ayuda incondicional. Te amo Familia y amigos, su apoyo fue parte importante de esta parte del camino que estoy culminando. Los quiero mucho Mari y Gaby, por siempre estar incondicionalmente en todo momento. Las quiero mucho Dra. Ma, Auxiliadora Pernalete, tutora y maestra, gracias por su invaluable ayuda y entrega, este trabajo es hoy una realidad. Siempre presente sin esperar nada a cambio. Dios la bendiga Prof. Cecilia Garmendia, desde los comienzos de la carrera llenándonos de sus conocimientos y ahora que esta por terminar este camino le agradezco a Dios, su compañía y gran aporte a este trabajo y por su importante representación como Mi Tutora, porque así la considero también. Prof. Víctor López, Prof. Eunice Ugel, Prof. Yudit Ontiveros, por entregar sin mezquindad sus conocimientos y por siempre poder contar con su ayuda. Fueron fundamentales en la realización de este trabajo. Profesores del programa de psicología, por cada semestre regalarme sus conocimientos y por su importante aporte durante mi formación. Al departamento de Genética del decanato de ciencias de la salud de la UCLA, por siempre contar con su apoyo, ayuda y por brindarme sabios conocimientos de su experiencia profesional. A la Escuela Técnica Robinsoniana y Zamorana “Ambrosio Perera”, de Barquisimeto, Edo. Lara, por su gran apoyo y disposición desde los comienzos de ésta investigación. A todos, quienes por falta de espacio físico no mencioné, pero que pusieron un granito de arena para que este trabajo llegara a su final. Están Presente siempre A USTEDES, GRACIAS Y QUE DIOS SIEMPRE LOS BENDIGA Y LOS LLENE DE SALUD……
ÍNDICE DE CONTENIDO DEDICATORIA…………………………………………………………………..ii AGRADECIMIENTOS………...………………………………………………...iii ÌNDICE DE CONTENIDO………………...…………………………………….iv ÌNDICE DE TABLAS………………………...………………………………….vi ÌNDICE DE FIGURAS……………………………………………………..…...vii RESUMEN………………………………………………………….………..…viii INTRODUCCIÓN…………………………………………………………….….1 MARCO TEÓRICO…..…………………………………………………...…......3 Adolescencia….………………………………………………………......3 Etapas de la adolescencia……..………………………………......5 Sexualidad en la adolescencia………..…………………………...……....6 Conductas Sexuales de Riesgo………………..……………………………........12 Sexo…………..……………………………………………………...…...18 Relación de la edad, sexo y conductas sexuales de riesgo………….……20 MÉTODO……….………………………………………………………...……...22 Problema……..……………………………………………………....…...22 Objetivos………………………………………………………..………..23 Variables…………..…………………………………………………...…24 Tipo de investigación………..……………………………...…………....27 Diseño de investigación ………………………..……………....………..27 Población y muestra……………….………………………………......…28 Instrumento ……………………………………………………...…........29 Procedimiento…………………………………………….………….......32 Hipótesis…………………………………………………………............33 Consideraciones éticas………………………………………….…..…....35 RESULTADOS……………………………………………………………........36 iv
DISCUSIÒN………………………………………………………………..........44 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES……………………………….....47 REFERENCIAS BIBLIOGRÀFICAS……………………………………..........49
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ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Esquema del diseño del Análisis Factorial 2x2………………………...28 Tabla 2. Esquematización de la escala de Auto-eficacia para evitar conductas sexuales de riesgo para el contagio del VIH/SIDA en adolescentes (SEA27)…...........................................................................................................31 Tabla 3. Puntajes e interpretación del Instrumento SEA-27………………….....32 Tabla 4. Análisis de Varianza de la influencia del sexo y la edad sobre las Conductas Sexuales de Riesgo….….………………………………….....40
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ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Descripción de la muestra: Sexo y Edad……………………………....36 Figura 2. Influencia de la variable “sexo” sobre las conductas sexuales de riesgo según el SEA 27…………………………….………………………..…..37 Figura 3. Influencia de la variable “edad” sobre las conductas sexuales de riesgo según el SEA 27……………………………………………………........38 Figura 4. Factor A: capacidad para negarse a la petición de tener relaciones sexuales, según edad y sexo…………………………..……………........40 Figura 5.Factor B: Uso del preservativo y capacidad para comprarlo………….41 Figura 6. Factor C: Preguntar a la pareja sobre conductas sexuales de riesgo.....42 Figura 7. Factor D: Matrimonio, fidelidad y hablar con los padres sobre sexo...43
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Resumen En el presente trabajo de investigación se tuvo como objetivo principal analizar la influencia del sexo y la edad sobre las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes de 13 a 18 años. La muestra estuvo conformada por 177 estudiantes de la Escuela Técnica Robinsoniana y Zamorana “Ambrosio Perera”, de Barquisimeto, Edo. Lara, en donde 51,4% fueron hembras y 48,6% fueron varones y a su vez 52,5% eran de la adolescencia tardía y 47,5% de la adolescencia media. A la muestra se le aplico la escala SEA-27 (escala de Autoeficacia para evitar conductas sexuales de riesgo para el contagio del VIH/SIDA en adolescentes) (López, et al, 2009). Éste fue un estudio de tipo Ex Post Facto y para lograr los objetivos se usó un Análisis Factorial 2x2 y se encontraron resultados que indican, que los adolescentes masculinos tienden a tener más conductas sexuales de riesgo que las mujeres con una (p<0,005), y de igual forma la edad ejerce una influencia significativa en la población adolescente y son los de la adolescencia tardía quienes mostraron tener menos eficacia para evitar las conductas sexuales de riesgo(p<0,005). Sin embargo, no se encontró una interacción significativa entre las dos variables en conjunto. Se destaca que para próximas investigaciones se aumente la muestra y se tome en cuenta el tipo de centro educativo e incluir otras variables como: religión, tipo de familia, edad de inicio de las relaciones sexuales, así como también la creación de programas de educación sexual. Palabras Claves: Sexo, adolescencia, sexualidad, conducta sexual de riesgo, VIH/SIDA.
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INTRODUCCIÓN “Ojalá no hubiese edad entre los diez y los veintitrés, o que los jóvenes pasasen ese tiempo durmiendo, porque no hacen más que preñar mozas, ofender a los mayores, robar y pelear” palabras de un pastor en el “Cuento de Invierno” de William Shakespeare (1564-1616). La concepción de la adolescencia como etapa difícil sigue vigente en nuestros días en la mayoría de las personas (Dobbs, 2011). Y es que la conducta de los jóvenes sorprende de muchas formas. El riesgo es parte de su cotidianidad y,la conducta sexual recién descubierta por ellos, es tomada como una aventura más en la vida de muchos. Se denomina conducta sexual riesgosa aquella actividad sexual con mayor probabilidad de un embarazo no deseado, de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS) o el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) (Snyder, 2006). Numerosos estudios evidencian que en la adolescencia se presenta una mayor búsqueda de sensaciones sexuales, esta característica genera, en muchas oportunidades, conductas sexuales de riesgo (Teva, Bermúdez y Buela-Casal, 2011). Un trabajo de Benthin (1993), en los Estado Unidos, mostró que los jóvenes, de la población estudiada, tenían conocimiento de los peligros de la actividad sexual sin protección, no obstante, el no usar preservativos no era considerado una conducta imprudente. Los principales riesgos que corría esta población era el no evitar los embarazos ni las (ETS) (Goncalves, Castellá y Carlotto, 2007). Se han determinado algunos parámetros para definir las conductas sexuales riesgosas, los cuales incluyen los siguientes aspectos: la cantidad de parejas durante seis (6) meses, tener sexo sin preservativo y sin anticonceptivos. Además,las conductas sexuales de riesgo parecen depender de algunas variables importantes, a saber como: la manera de afrontar situaciones estresantes, la presión social, la edad y el sexo (Bermúdez, et al., 2009; García-Vega, et al., 2010).
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Como puede observarse en estos últimos resultados, la edad y el sexo son variables consideradas como influyentes en la cantidad y el tipo de conducta riesgosa en la actividad sexual de los adolescentes. Por esta razón, y por considerar que el tema reviste mucha importancia en la actualidad, se realizó una revisión bibliográfica de la cual se extrajeron datos que justifican una investigación en este sentido, ya que son escasos los estudios hechos en nuestro medio sobre la materia. El presente trabajo de investigación pretende que los resultados que se obtengan sean de utilidad para la creación de programas de prevención para las ETS, el SIDA y embarazo en los adolescentes.
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MARCO TEÓRICO En este segmento se abordan los aspectos básicos relacionados con esta investigación, aquellos que se consideran fundamentalespara comprender la influencia del sexo y la edad sobre las conductas sexuales de riesgo en los adolescentes. Para tal fin se presentan conceptos esenciales sobre la adolescencia, sus características y etapas, lasexualidad, lasconductas sexualesde riesgo, y por último, lo relacionado a la interacción de las variablesdel estudio:el sexo yla edad con las conductas sexuales de riesgo.Todo ello con la finalidad de dar basamento conceptual y teórico al objetivo de esta investigación.
Adolescencia La Real Academia española (2005) define adolescencia como la edad que sucede a la niñez y que transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo. Esel período desde la pubertad hasta la adultez temprana, una complejaetapa caracterizado por cambios rápidos
y profundos cerebrales,
hormonales, físicos, emocionales y sociales (Howard, 2006). Según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S), este periodo está presente entre los 10 y 19 años de edad y se compone de varias etapas, a saber: adolescencia temprana de 10 a 12 años, adolescencia media de 13 a 15 años y de los 16 a los 19 años la adolescencia tardía (Krauskopf, 2007; Naranjo-Abreu, et al., 2008; Amselem, 2009; García, et al., 2010). En la actualidad se calcula que alrededor del 30% de la población mundial está constituida por jóvenes adolescentes, por tanto estudiar sus características está ampliamente justificado (Naranjo-Abreu, et al., 2008) y en Venezuela representan el 19% de la población (UNICEF, 2010). La adolescencia es una etapa del ser humano con características singulares, (García, Guridi, Dorta, Noda y Reyes, 2006). Es una época de cambios drásticos,
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relacionados con los aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Pero, además de los rasgos que confiere la edad, las personas están influenciadas por otras características (López, Carcedo, Fernàndez-Rouco, Blázquez y Kilani, 2011). Papalia, Wenkos y Duskin (2001) afirman que en la adolescencia se producen cambios biológicos como la producción de las hormonas gonadales, encargadas del crecimiento de los caracteres sexuales primarios y secundarios.Y, cambios emocionales
y
psicosociales.Por
ejemplo
durante
este
tiempo
se
busca
independencia,se está en capacidad de tomar decisiones importantes y se presenta una gran necesidad de alcanzar reconocimiento social (Masías, 2006). También la búsqueda de identidad, juega un papel fundamental en la vida de los adolescentes. Se refiere esto a la exploración deroles a asumir dentro de la sociedad. Incluye aspectos en el área vocacional, religiosa, laboral y sexual. Además los cambios a nivel cognitivo no se pueden ignorar, en esta etapa se desarrolla el pensamiento abstracto (Masías, 2006), y son capaces de formular hipótesis y de un pensamiento deductivo en la resolución de problemas (Mikkelsen, 2009). La adolescencia termina con la asunción de los deberes y derechos sociales, económicos y legales de la vida adulta y con el alcance de la madurez sexual. Esta última se logra con los recursos psicológicos y sociales obtenidos en las etapas anteriores. Al final de la adolescencia, se emprenden funciones que facilitan la identidad propia y la planificación de un proyecto de vida (Krauskopf, 2007). La adolescencia, entonces, es el periodo en el cual el ser humano va formando su camino a la adultez en el cual influyen factores individuales, familiares, sociales e históricos (Mikkelsen, 2009). Como se ha visto es la adolescencia un período complejo, eso explica la dificultad para una definición que abarque toda su dificultad. En palabras de Arillo (2008):
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Efectivamente, desde las Ciencias Sociales, no es posible definir “la adolescencia” como un concepto único, amplio y que encierre toda la fenomenología que esta etapa significa, sino que podemos hablar de “adolescentes”, múltiples, diversos, concretos, históricos, diferenciados por clase social, estrato socioeconómico, género, escolaridad, ocupación, religión y/o contexto familiar. Esta es la riqueza conceptual de las definiciones alternativas, que no se ciñen a un criterio unívoco, como la edad, y que están considerando la diversidad cultural y social para describir lo que se puede entender como adolescencia (p.18). Debido a lo expuesto, se debe tomar tener en consideración entonces que actualmente no existe un concepto único de lo que es la adolescencia y para poder acercarse a la definición de esta etapa evolutiva del ser humano se deben tener en consideración diversas variables y fenómenos tal como como lo afirma, Arillo, (2008).
Etapas de la Adolescencia. Adolescencia Temprana (10 a 12 años): se le conoce también, como periodo peripuberal, en esta etapa existen cambios físicos y biológicos. Por ejemplo, en las hembras se presenta la primera menstruación o menarquía. Esta fase viene acompañada por cambios psicológicos, como la disminución del interés por los padres quienes son sustituidos por el grupo de pares del mismo sexo; hay un aumento de las capacidades cognitivas, preocupación por la apariencia física y por los cambios que se experimentan;con frecuencia existe falta de control de los impulsos y las metas que se proponen son,por lo general, irreales (Issler, 2001). Adolescencia Media (13 a 15 años) es el periodo adolescente literalmente hablando, cuandoestá casi completa la formación de los caracteres sexuales secundarios (mamas, pene yestatura). En esta etapa, los jóvenes comienzan a relacionarse y a comunicarse mejor con los padres. El autor considera que en este lapso se inicia en promedio, las relaciones sexuales ycon frecuencia, se asumen conductas que implican riesgos físicos y psicológicos para ellos y para los demás. Otro rasgo de este período es el interés por la moda y por mantener una buena apariencia física (Issler, 2001).
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Adolescencia Tardía (16 a 19 años): los cambios físicos son pocos en esta etapa, el o la adolescente comienzan a aceptar su cuerpo y se espera que se manifiesten valores y actitudespropios del de adulto. También,las relaciones íntimas se remplazan alas relaciones entre los pares y comienza a desarrollarse el proyecto de vida y demetas más realistas(Issler, 2001; García, et al., 2006; Amselem, 2009). Es importante destacar que existen variaciones y diferencias individuales dentro de cada etapa, y que éstas van estar influenciadas por la cultura de cada individuo (Issler, 2001). No se debe olvidar que, en una etapa con cambios tan rápidos y radicales, pueden ocurrir problemas de adaptacion y de conducta, posibles generadores de estados depresivos y ansiosos. Estos últimos pueden conducir al consumo de sustancias, al fracaso escolar, a la violencia y a conductas sexuales irresponsables y de riesgo(Amselem, 2009).
Sexualidad en la adolescencia La sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas, psicológicas y afectivas que caracterizan el sexo de cada individuo (Real Academia Española, 1992). La sexualidad, está determinada por la anatomía, la fisiología, la cultura, las relaciones con otros y las experiencias evolutivas a través del ciclo vital. Esto incluye, la percepción de ser hombre o de ser mujer, las ideas privadas y las fantasías, al igual que la conducta (Kaplan y Sadock’s. 2007). Se define como Sexualidad Humana a; Un aspecto central del ser humano, está presente a lo largo de la vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas y papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencias o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos,
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políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales (Organización Mundial de la Salud y La Organización Panamericana de la Salud, 2000).
La conducta sexual, por su parte, es diversa y está determinada por una compleja interacción de factores. Esta afectada por las relaciones interpersonales de cada individuo, por las circunstancias vitales y por la cultura en la que se vive. La sexualidad es un componente de la personalidad, con su estructura biológica y son su sentido general de sí mismo. Incluye la percepción de ser hombre o mujer y refleja las experiencias sexuales a lo largo del ciclo vital(Kaplan y Sadock’s. 2007). El término sexualidad es, como se ha descrito, muy amplio y abarca todos los aspectos en la vida humana desde que el individuo nace y lo acompaña a lo largo de toda la vida. La conducta sexual, es una expresión de la sexualidad y se refiere lo relacionado con la atracción sexual y el coito, tiene participación el sistema nervioso central, ya que es el encargado de controlar los impulsos sexuales y el proceso de estimulación que lleva a la actividad sexual. La respuesta sexual es, en verdad, una experiencia psicofisiológica y los factores hormonales tienen un rol protagónico (Sadock y Sadock. 2007). Son, precisamente, los cambios hormonales los que marcan el inicio de la pubertad y despierta la sexualidad en los humanos, estos cambios se suceden de forma secuencial. Las transformaciones son diferentes para los varones y paralas hembras. Estos cambios son de carácter físico y biológico (Berger, 2007) y corresponden al desarrollo de las características sexuales primarias y secundarias (Papalia, Wendkos, y Duskin. 2001). A continuación se describirán los cambios con detalle: Características sexuales primarias: Según Berger, (2007), son las que ocurren en los órganos que participan en la concepción y el embarazo. En las niñas aumenta el tamaño de los ovarios, el útero y el área externa de la vagina se hace más visible. También suceden variaciones
internas cuyos órganos siguen su proceso de
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maduración. En los varones sucede el crecimiento del pene, de los testículos y del escroto. Estos cambios van acompañados por losde la menarquía (primera menstruación) en las hembras, y espermarquía (primera eyaculación) en los varones. Las características sexuales primarias han sido definidas como las peculiaridades anatómicas y fisiológicas que distinguen a los hombres de las mujeres y que generan la definición del sexo de cada individuo (Papalia, et al, 2001, Krauskopf, 2007). Características sexuales secundarias: son los cambios anatómicos y fisiológicos que dotana los individuos de las características propias (aparte del sistema reproductor) que diferencian la anatomía y fisiología de hombres y mujeres. Estos cambios se desarrollan, por la acción de las hormonas sexuales (testosterona, estrógenos y progesterona). Características sexuales secundarias en hembras:Se refiere a la aparición del vello púbico y axilar, la formación de las mamas, el ensanchamiento de las caderas yel cambio en la voz, aunque no es tan notable como en el varón. Características sexuales secundarias en varones:La aparición del vello púbico, axilar y en la barba y, con frecuencia, en el pecho; se presenta un cambio de voz más evidente que en las hembras (Papalia, et al, 2001, Krauskopf, 2007). Vernieri (2006), además describe algunas características sociales de los adolescentes de ambos sexos que se exponen a continuación: - Importancia de formar parte de un grupo. - Comunicación confusa y difícil con padres y adultos en general. - Labilidad afectiva, el adolescente puede pasar de un estado de ánimo a otro de forma rápida.
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- Deseo de formar parte del mundo adulto, pero con carencia de herramientas para lograrlo. - La mayor parte del tiempo es ocupado por la televisión, los celulares, las computadoras y otros dispositivos electrónicos. - Inicio de las relaciones sexuales. 66% aproximadamente (promedio: 15 años para varones y 16 para hembras). - Inicio de uso de sustancias de riesgo como alcohol y drogas y se incrementan los impulsos sexuales. La sexualidad en el adolescente puede tomar caminos variados y con frecuencia tiene resultados no deseados como: el inicio a edades muy tempranas, embarazos en adolescentes, contagios de ETS y SIDA. No obstante,no todas las conductas de los jovenes son negativas(Andrade-Palos, Betancourt-Ocampo, Palacios-Delgado, 2006). La cultura, por otra parte, tiene una influencia marcada en la sexualidad del adolescente, en la actualidad los jóvenes se enfrentan a cambios sociales y económicos que han modificado los patrones tradicionales. Entre estos cambios están los ocurridos en la
dinámica familiar, una educación sexual poco eficaz y el
incremento en el consumo de sustancias, todos estos factores tienen influencia en la sexualidad del adolescente(Garcia – Vega, et al; 2010).
Los adolescentes, manifiestan curiosidad y conductas enfocadas al placer, las cuales son esperadas para la edad. Sin embargo, existen estudios como el de Lòpez, Carcedo, Fernández y Blázquez (2011), que muestra que las hembras y los varones tienne diferentes formas de manifestar su sexualidad. Los varones presentaron mayor cantidad de conductas masturbatorias, de fantasias sexuales, de tocamientos e intentos de tener relaciones sexuales, así como mayor predisposición a mirar los organos sexuales. Las hembras, por el contrario, se inclinan mas a las caricias, los besos, las conductas seductoras y a la masturbacion con objetos. Lo anterior sugiere que la
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sexualidad de los varones se basa en la busqueda de placer y exitacion, mientras que las hembras,predomina el aspecto afectivo y relacional. Los autores aclaran que las diferencias entre los sexos no significa que las conductas que predominan en un sexo estén ausentes en el otro. Existe evidencia de que la sexualidad en los varones está relacionada al éxito social. Los chicos acostumbran a hablar de sexo con sus amigos con mayor frecuencia que las hembras y expresan en sus conversaciones sus experiencias y deseos sexuales (Navarro – Pertusa, Reig – Ferrer, Barberà – Heredia, Ferrer – Cascales, 2006). La OMS menciona que los adolescentes son mas vulnerables a tener conductas de riesgo en cuanto a la sexualidad que personas de otras edades. Entre estas conductas se mencionan el tener relaciones sexuales a temprana edad, no usar preservastivos ni otro mètodo anticonceptivo, lo que puede llevar a consecuencias como embarazos no deseados y/o contagio de alguna ETS o SIDA (Arillo, 2008). Los patrones de comportamientos referidos al sexo y a la actividad sexual se considera una característica de la adolescencia ya que, en este momento sueleaumenta el interés por el sexo y es probable que se den las primeras relaciones sexuales (Espada-Sánchez, Quiles-Sebastián, Méndez-Carrillo, 2003;Granero, Poni y Sánchez, 2007).Se debe destacar que la cultura, en la que está inmerso el y la adolescente, juega un papel fundamental en el desarrollo de su conducta sexual (Issler, 2001). Las expresiones relacionadas al sexo como el cortejo a la otra persona, el tomarse de las manos, las caricias, etc., el interés por una mayor intimidad física en las relaciones amorosas, están reguladas por las costumbres sociales, los valores de cada familia y de comunidad social. Estas manifestaciones en algunas oportunidades conllevan riesgos para la salud y el futuro social de los jóvenes, como se ha mencionado, estos riesgos están representados por los embarazos en adolescentes, el contagio de una ETS o SIDA (Berger, 2007; Shaffer y Kipp, 2007).
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Algunos estudios mencionan diferencias en la expresión de la sexualidad según el sexo. En los varones lo asocian a impulsividad y descontrol, mientras que en las hembras, lo relacionan a sumisión, pasividad moral, entrega, y afán de proporcionar placer a la figura masculina (Llobet, 2005). A pesar de esa diferenciación por sexos, en general los adolescentes, independientemente del sexo presenta características comunes tales como: poco control de los impulsos, ambivalencia emocional, cambios en la conducta e inicio temprano de la sexualidad (García, et al., 2006). Shaffer, et al., (2007), y Krauskopf, (2007) expresan que la conducta sexual del adolescente depende de los cambios hormonales. Es decir, es en esta etapa cuando se producen las hormonas gonadales (testosterona, progesterona y estrógenos), lo cual genera a un aumento del impulso sexual y los jóvenes comienzan a tener mas conciencia de su sexualidad, que enfrentarán, como se expresó anteriormente, de acuerdo a la cultura y al medio social al que pertenece.Cada país o región imparte la educación sexual de acuerdo a sus normas sociales. En las sociedades más restrictivas, las expresiones sexuales son evitadas, mientras que en las culturas más permisivas, se habla y se expresa más libremente la sexualidad y, pueden existir programas eficientes de educación sexual. Vale agregar que según datos de la O.M.S, en los Estados Unidos y Canadá,a los 14 años, el 25% de los adolescentes se ha iniciado sexualmente, un 50% a los 17 y de esta edad en adelante un 90% ya es sexualmente activo. Por su parte, en Finlandia y Noruega las hembras tienen relaciones sexuales en edades posteriores a la de los varones, a diferencia de Portugal y Grecia donde, por el contrario, las mujeres se inician a mas temprana edad que los varones (Berger, 2007). En Venezuela la edad promedio de iniciación sexual está entre los12 y los 14 años, en el resto de Latinoamérica se manejan cifras similares (Vilella, 2010).
El tema de la sexualidad en los adolescentes ha retomado importancia en el ámbito de la salud pública debido al aumento de los embarazos precoces, a las altas
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tasas de jóvenes con enfermedades de transmisión sexual, SIDA, y al descenso en la edad de inicio de las relaciones sexuales (Andrade – Palos, et al, 2006). Así que entre los retos que deben enfrentar los adolescentes están los relacionados al manejo de su sexualidad y de los riesgos que supone para su salud reproductiva y su futuro social(Naranjo-Abreu, et al., 2008).
Conductas Sexuales de Riesgo Se denomina conducta sexual de riesgo a la exposición de situaciones que ocasionen daños a la salud propia o de otros, como la posibilidad de embarazos no deseados, de contraer alguna ETS o SIDA. También se incluyen como conducta sexual de riesgo el aborto, el inicio de actividad sexual a edad temprana, el consumo de alcohol y de sustancias y, al cambio frecuente de parejas. Las conductas sexuales de riesgos pueden tener consecuencias a corto y largo plazo, muchas de las cuales son de carácter irreversible. Estas conductas son practicadas, en ocasiones, para evitar la crítica de compañeros (López, 2003; Moliner y García, 2003; Pérez, 2006; Wiscarz y Laraia, 2006; Rodríguez y Álvarez, 2006; Gallegos, Villarruel, Loveland-Cherry, Ronis y Zhou, 2007; Goncalves, et al., 2007; Palacios, Bravo y Andrade, 2007, Teva, et al., 2011; Paramo, 2011). Una razonable toma de riesgo es parte de la adolescencia, esto le proporciona seguridad desde el punto de vista social y deportivo. Los problemas ocurren cuando los riesgos tienen consecuencias tan negativas que ponen en peligro la seguridad física, psicológica o social de los adolescentes. Estos riesgos incluyen conducir de manera imprudente, el uso de drogas y alcohol, las prácticas sexuales sin protección y las autoagresiones(Sadock y Sadock. 2007). Los jóvenes asumen riesgos de todo tipo, algunos son de carácter físico, como la práctica de deportes peligrosos, trabajos riesgosos, el consumo de cigarros, de drogas licitas e ilícitas, apuestas en juegos de azar,conducir a altas velocidad, etc.
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También, con frecuencia, buscan sensaciones novedosas e intensas en la actividad sexual (Horvath y Zuckerman, 1996). A partir de los años 60 ha habido cambios culturales de importancia, entre estos cambios se observa una mayor libertad en las conducta sexual, lo cual ha generado mayor actividad sexual de los adolescentesy un comienzo más temprano de las relaciones sexuales, que en épocas anteriores. También, se evidencia la existencia de menor preocupación por contraer alguna ETS, el SIDA o de tener embarazo, estos comportamientos son considerados como conductas sexuales de riesgo (Coleman y Hendry, 2003). Influyen en la expresión de estas conductas la poca educación en el ámbito afectivo-sexual de los adolescentes (Vinaccia, Quiceno, Gaviria, Soto, 2007). Para Espada, et al, (2008) existen factores que propician el contagio de una ETS y del SIDA. A continuación se describen esos factores: -Factores físicos, como la exploración de la sexualidad. -Factores psicológicos, la búsqueda de identidad propia y la aceptación en un grupo social. -Factores cognitivos; dificultad para percibir riesgos, los riesgos se conciben a corto plazo aunque el pensamiento abstracto debe aparecer en esta edad, en muchos casos aun persisten deficiencias. Por ello, los adolescentes son vulnerables a realizar prácticas sexuales riesgosas. -Factores sociales; como consecuencia del distanciamiento de los padres y a conceder mayor importancia a la opiniones del grupo de pares con quienes se comparten valores y pensamientos, muchas veces esto los induce a realizar prácticas sexuales sin preservativo e incluso con diferentes parejas. Estos factores son un riesgo adicional en lo que es la actividad sexual de los adolescentes. Para los autores, existen variables pueden explicar las conductas sexuales de riesgo como son:
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- Variables cognitivas: entre las que se encuentran las informaciones erróneas y el poco conocimiento sobre las causas del contagio de una ETS o del SIDA - Variables relacionadas con las creencias del grupo de pares al que pertenece el adolescente, (por ejemplo, usar o no, el preservativo según lo que hagan los otros) a esto se le llama percepción normativa. - La percepción de riesgo, hace referencia a la poca importancia que le conceden los jóvenes a los riesgos a pesar de las campañas de educación y concientización sobre la posibilidad de contraer una ETS o SIDA. - El siguiente factor es la percepción de la gravedad de las ETS y SIDA, los jóvenes no le temen a las consecuencias de sus conductas de riesgo. - Por otra parte, el autor piensa que existe confusión y contradicciones en la información suministrada, lo cualcrea duda sobre la eficacia de los métodos de protección para las ETS y SIDA. - Variables relacionadas a las actitudes y comportamientos: en esta clasificación se encuentra la práctica de actividad sexual después del consumo de alcohol y sustancias, así como el tener varias parejas o mantener relaciones sexuales con diferentes personas sin protección y el estar con personas de quienes se desconoce su estado de salud. - En adición a lo anterior, existen otras variables como las diferencias individuales, las creencias religiosas y el acceso o cercanía a personas que padezcan alguna ETS o SIDA. En este mismo orden de ideas Teva, et al., (2011), realizaron una revisión teórica sobre la influencia de los estilos de afrontamiento, el estrés social y la búsqueda de sensaciones sexuales en relación con la conducta sexual adolescente. Los autores recopilaron información de bases de datos electrónicas y de revistas especializadasen publicaciones entre los años 1998 y 2007. Concluyeron que los adolescentes que puntuaron más alto en la búsqueda de sensaciones sexuales se
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implicaban más en conductas sexuales de riesgo (mayor frecuencia de relaciones sexuales, diversas parejas, poco uso de preservativo). En concordancia a lo dicho la OMS afirma que existe un aumento en los índices de jóvenes contagiados con alguna ETS y con SIDA. La organización manifiesta que cada año aumenta 15% la cantidad de adolescentes con dichas enfermedades, que casi el 11% de las jóvenes entre 14 y 19 años salen embarazadas y que menos del 8% de los jóvenes a nivel mundial, usa preservativo (Pérez, 2006). Algunas investigaciones han explorado las percepciones y comportamientos de riesgo en la vida sexual y reproductiva de los adolescentes y han concluido que existen diferencias en la percepción de los riesgos según el sexo. Así, las jóvenes manifestaron que el embarazo es un tema que sólo les concierne a ellas, mientras los varones tienen un enfoque considerado machista, ya que juzgaron al aborto como un método idóneo para salir de la situación. (Rodríguez, et al., 2006, Moral y Ortega, 2008). También se han estudiado las conductas sexuales de riesgo en relación con el consumo de alcohol. En el estudio realizado en México con una muestra de 1000 jóvenes (485 varones y 515 hembras), concluyó que los adolescentes que consumen alcohol tienen mayor cantidad de prácticas sexuales de riesgo porque no usan preservativo y tienen varias parejas al mismo tiempo (Palacios, et al., 2007)
Otra investigación realizada en Brasil efectuada a 389 estudiantes sobre los agentes que pueden predecir conductas sexuales de riesgo en adolescentes, concluyóque los varones presentan mayor cantidad de conductas de riesgo que las hembras, debido que tenían más parejas y más consumo de alcohol que las hembras, en la muestra estudiada (Goncalves, etal., 2007).
Vinaccia, et al (2007), evaluaron las conductas sexuales de riesgo para el SIDA en adolescentes de Medellín, Colombia. Los autores seleccionarona300 jóvenes de colegios públicos y privados, mediante un muestreo aleatorio.Los resultados
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mostraron poca información sobre los riesgos del SIDA. Hubo diferencias según el sexo, en cuanto a la actitud frente a los enfermos de SIDA, los varones manifestaron creerse menos vulnerables y con menor sensibilidad que las hembras (Vinaccia, et al., 2007).
Las conductas sexuales de riesgo han sido medidas en muchos estudios, mediante un instrumento realizado con base a la conceptualización hecha por Capaldi (2002), Beadnell (2005) y Villagran (2002), la cual ha sido utilizada en diversos estudios en población adolescente, dicha escala explora los siguientes tópicos: la edad de la primera relación sexual, la frecuencia de la actividad sexual, la cantidad de parejas en un determinado tiempo y uso de anticonceptivos y preservativo durante las relaciones sexuales (Palacios, et al., 2007). También para medir dicho constructo se han usado cuestionarios basados en el conocimiento de la prevención de las ETS y SIDA, el uso de preservativo y el uso de métodos anticonceptivos (Hernández, et al., 2006; Goncalves, et al., 2007; Gutierrez-Martinez, et al., 2007). Otros estudios usaron el Cuestionario de Prevención de SIDA de Ballester, Gil y Bravo (2004), el cual consta de 65 ítems que indagan la información acerca de esta enfermedad como: vías de transmisión, comportamientos y métodos preventivos. El instrumento consta de 64 ítems, y a su vez presenta 3 (tres) subescalas: conocimiento, comportamiento y actitudes sobre el SIDA (Vinaccia, et al., 2007)
En una investigación de Gutiérrez - Martínez, et al., 2007, que relacionó la búsqueda de sensaciones sexuales con las conductas sexuales de riesgo y la preocupación por contrae alguna ETS y SIDA en adolescentes españoles entre los 13 y 18 años. En dicha investigación se aplicó la adaptación al español de la escala de búsqueda de sensaciones sexuales de Teva y Bermúdez (2007), el cuestionario VIH/SIDA para jóvenes de Andalucia de Bimbela y Giménez (1999) y la adaptación al castellano de la Escala de infección por SIDA de Gutiérrez - Martínez, et al., (2007). Los resultados reflejaron que quienes tenían más conductas sexuales se implicaban mayormente en riesgos y a su vez puntuaron mas alto en la búsqueda de
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sensaciones sexuales, adicionalmente los adolescentes que mantenían relaciones sexuales casuales presentaron mas preocupación por las ETS y SIDA que quienes mantenían una pareja sexual estable. Los autores concluyen en la importancia de seguir realizando este tipo de investigaciones en población adolescente y también incluir en la formación sexual del joven programas de prevención que incluyan estrategias para que aprendan a satisfacer su búsqueda de sensaciones sexuales y sensibilizarlos en cuanto a los riesgos de tener relaciones sexuales sin prevención alguna. En la etapa entre los 10 y 19 años las conductas sexuales de riesgo son frecuentes a nivel mundial, por ello un alto número de los fallecimientos de jóvenes es a causa de embarazos en adolescentes, de ETS y del SIDA. La vulnerabilidad propia del adolescentes favorece las conductas sexuales de riesgo (Shultz, et al., 2010). A pesar de las variaciones de los diversos estudios mencionados, existen algunas ideas que se repiten en diversos trabajos. Entre ellas están que las conductas sexuales de riesgo son comunes entre adolescente, que la edad de inicio de la primera relación sexual ha disminuido, que a pesar del conocimientos sobre métodos anticonceptivos y preservativo son pocos los adolescentes que los usan. Además los jóvenes tienen la fantasía de que ellos no tendrán consecuencias como embarazo y contagio de una ETS o del SIDA. Que la edad del joven y el sexo influyen en las diferentes manifestaciones de los riesgos. Además existe la idea generalizada entre los estudiosos del tema, de que es en la adolescencia cuando la persona presenta una mayor búsqueda de sensaciones sexuales (Gutierrez-Martinez, et al, 2007, Palacios, et al, 2007; Hernández y Juárez, 2008).
También en los diferentes estudiosestán de acuerdo en que se debe indagar mássobre el estudio de conductas sexuales de riesgo en poblaciones adolescentes ya que son escasos los resultados que hasta la fecha se encuentran en dicha población (Horvath, et al., 2006; Goncalvez, et al, 2007; Gutierrez-Martinez, et al., 2007;
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Bermúdez, et al., 2009; Teva, et al., 2011). Igualmente, existe la idea generalizada de que el sexo de los individuo influye en la forma de percibir el riesgo, en el comportamiento y las actitudes (Rodríguez, et al., 2006; Moral et al., 2008; Teva, et al., 2008).
Sexo1 Se denomina “sexo” a la condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas (Diccionario de la Real Academia Española, 2002). La OMS y la Organización Panamericana de la Salud, definen como Sexualidad Humana a “un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas y papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencias o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales (OMS y OPS, 2000). Las personas poseen características comunes, pero que a su vez tienen diferencias marcadas entre los individuos. El sexo es una variable que imprime condiciones individuales. Entre el hombre y la mujer existen diferencias de tipos anatómicas y fisiológicas, como la forma en la que el cerebro regula las hormonas para cada sexo y la función reproductora. Durante la adolescencia ocurren cambios físicos y fisiológicos que generan las diferencias sexuales y las conductas 1
Se utilizó el término Sexo “” y no “Género” para esta variable, siguiendo lo expresado por el “Diccionario Panhispánico de Dudas” editado por de la Real Academia Española(2005)en el cual aparece que aunque se puede utilizar género como una categoría sociocultural, es inadmisible hacerlo como mero sinónimo de sexo. Acota que “las palabras tienen género, pero los animales y las plantas tienen sexo”.
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marcadamente diferentes, en muchos aspectos. Los varones, manifiestan deseos de tener relaciones sexuales dándole poca importancia al compromiso y a lo afectivo. Las hembras, a pesar de que llegan a tener conductas sexuales parecidas a la de los varones, encuentran más placer en las caricias, la comunicación y el aspecto afectivo de una relación. Por consiguiente, las hembras y los varones presentan diferencias, sin embargo, es importante aclarar que el sexo como tal se refiere al dimorfismo sexual biológico, que es conocido dentro de todas las sociedades, es decir, la diferenciación entre masculino y femenino(Toldos, 2002). Pero, también se tiene el sexo fenotípico, al que se denomina género, y se comprende desde sus funciones sociales (Moral, et al, 2008). En los adolescentes se presentan diferencias de conductas dependiendo del sexo, es decir, en el aspecto sexual las hembras se manifiestan de una forma en contraste a los varones. No obstante estas diferencias, la cultura juega un papel importante en la expresión de los comportamientos (Arillo, 2008; García – Vega, et al., 2010). En algunos trabajos de investigación, contrariamente a lo expuesto sobre las diferencias entre los varones y las mujeres, concluyen que las desigualdades entre los sexos se han ido equilibrando así, las chicas han ido bajando la edad del inicio de las relaciones sexuales, mientras los chicos, por su parte, se están aproximando a las relaciones de pareja con motivaciones afectivas (Navarro – Pertusa, et al, 2006).
Relación de la edad y sexo con conductas sexuales de riesgo Diversos estudios concluyen que los varones se inician sexualmente antes y, presentan mayores conductas de riesgo que las hembras (García – Vega, et al, 2010). Esta situación podría estar influenciada por la cultura, ya que las conductas sexuales, como la mayoría de las conductas, se ven influenciadas por el contexto cultural. Es una creencia común pensar que los hombres se inician sexualmente antes que las mujeres, como prueba de su masculinidad. Por el contrario, el rol de la mujer se considera más pasivo en cuando a las relaciones sexuales, y se le ha prescrito la protección de los embarazos, la prevención de las ETS y del SIDA. Por tanto, los
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hombres podrían tener mayor cantidad de conductas sexuales de riesgo como consecuencia de estos patrones culturales, sin tomar en cuenta que la responsabilidad de las consecuencias de las acciones de la pareja recae sobre cada uno de los participantes (González, et al, 2007).
En un estudio de González, et al, (2007) realizado el centro de medicina reproductiva y desarrollo integral de la adolescencia (CEMERA) en la Universidad de Chile, cuyo objetivo fue indagar los comportamientos sexuales y las diferencias según el sexo en adolescentes usuarios de un sistema público de salud universitario, mostró que la edad promedio de inicio de las relaciones sexuales fue de 15,7 años, para ambos sexos. En cuanto al número de parejas, las mujeres presentaron mayor cantidad de parejas que los varones. Otro hallazgo fue que los varones que acostumbraban usar preservativos lo hacían como protección de enfermedades, más no para evitar embarazos. Otro estudio realizado, con la finalidad de conocer las diferencias según el sexo en cuanto al significado, la actitud y las conductas sexuales en una ciudad al noreste de México, con una muestra de 395 estudiantes de psicología mostró diferencias significativas. Así, las mujeres dan más valor a la sexualidad dentro de la pareja y son más inhibidas que los hombres. (Moral y Ortega, 2008). En otro estudio realizado en México, cuyo objetivo fue relacionar la eficacia para prevenir el VIH/SIDA, y las conductas sexuales de riesgo según el sexo en jóvenes. La muestra constó de 962 participantes (57% de mujeres y 43% de hombres). En el resultado, las mujeres mostraron mayor eficacia que los hombres para evitar conductas sexuales de riesgo y para rechazar relaciones sexuales. También son las hembras quienes exigen el uso de preservativos y/u otros métodos anticonceptivos y quienes, acostumbran conversar más con la pareja y con los padres sobre temas sexuales (López, et al, 2001).
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García – Vega, et al, (2010) en un trabajo con el fin de evaluar la relación entre el sexo de los participantes y su comportamiento sexual, realizado con una muestra de 8.015 adolescentes elegidos al azar, pertenecientes a tres instituciones públicas de enseñanza secundaria de Asturias(España) obtuvieron el siguiente resultado: la mayoría de los jóvenes siguen los estereotipos tradicionales, es decir, los varones tienden a exagerar sus conductas masculinas y las hembras sus conductas femeninas. Se encontró diferencias en cuanto a la edad de inicio de las relaciones sexuales y en la cantidad de conductas sexuales de riesgo, porque los varones se inician primero y asumen más conductas sexuales de riesgo que las hembras.
En el presente marco teórico se realizó un esfuerzo para sintetizar y elegir estudios que demuestran la relevancia y la pertinencia de las variables consideradas en la presente investigación. De tal revisión bibliográfica se evidencia la importancia de profundizar en el estudio de las conductas sexuales de riesgo. Por lo que en el siguiente estudio se propone como objetivo principal conocer la relación entre las conductas sexuales de riesgo según la edad y el sexo de adolescentes entre 13 a 18 años de la Escuela Técnica Robinsoniana y Zamorana “Ambrosio Perera” en Barquisimeto (Estado Lara), con la finalidad de obtener datos para implementar programas educativos en la materia.
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MÉTODO Problema La adolescencia es una etapa de la vida humana cargada de significados, ocurren cambios físicos, bilógicos, psicológicos, sociales y de la personalidad (Krauskopf 2007). Estos cambios tienen diferentes manifestaciones según el sexo, masculino y femenino, al que se pertenezca (Toldos, 2002). Según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S) la adolescencia transcurre entre los 10 y los 19 años, está constituida por tres etapas con diferencias entre ellas: la temprana de los 10 a los 13 años; la intermedia de 14 a 16; y la tardía desde los 17 a los 19 años (Naranjo-Abreu, et al, 2008). Autores comoDomnberg y Pao (2005), consideran que en la adolescencia se viven sucesos estresantes que implican un riesgo para la salud física y psicológica del joven (Chico, 2000; Bermúdez, et al; 2009). Los adolescentes presentan conductas de riesgo para la salud física y psicológica, tales como: consumo de drogas, relaciones sexuales sin protección y conducción temeraria (Teva y Bermúdez, 2008; Bermúdez et al; 2009). Como se observa, una de las conductas riesgosa de relevancia es la relacionada con lo sexual, (Espada, et al, 2008). Son conductas sexuales de riesgo aquellas que favorecen y aumentan las posibilidades de contraer una ETS, el SIDA, oel embarazo en adolescentes (Moliner y García, 2003). También el adolescente incurre en conductas de riesgo al explorar su sexualidad porque puede hacerlo de manera improvisada,a escondidas, y sin tomar previsiones (uso de preservativo, diferentes parejas) por las restricciones familiares y/o sociales. En esas circunstancias puede poner su vida y la de otros en peligro (López, 2003).
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En la ejecución de las conductas sexuales de riesgo influyen factores comunitarios, familiares (tipo de relación con los padres), sociales, individuales, (Teva, et al., 2011). También, influye el sexo, ya que estudios muestran que las hembras y los varones se diferencian en algunas conductas (Bermúdez, et al., 2009. López, et al., 2011). También, García – Vega (2010), basados en los resultados de sus investigaciones, sugieren que sea la variable género, el objeto de estudio en siguientes trabajos sobre conductas sexuales en adolescentes.
Según lo revisado en la investigación bibliográfica sobre el tema se concluye que es interesante descubrir si las conductas sexuales de riesgo frecuentes en la adolescencia tienen variaciones según el sexo y la etapa evolutiva o edad del adolescente. A esta interrogante se agrega que, se encontraron pocos datos sobre la relación de estas variables en nuestro medio. Los resultados podrían ser útiles en cuanto a las orientaciones que se le impartan a; 1) los jóvenes en los liceos; y 2) a los padres para ayudar a sus hijos y evitar riesgos innecesarios.
Por todo lo anterior, se sostiene que la presente investigación se encuentra enfocada en la obtención de datos útiles para conocer de manera objetiva si la edad y el género tienen influencia sobre las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes de 13 a 18 años.
A continuación los objetivos que se pretenden alcanzar con el presente trabajo de investigación: Objetivo General Analizar la influencia del sexo y la edad sobre las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes de la Escuela Técnica Robinsoniana y Zamorana “Ambrosio Perera”, de Barquisimeto, Edo. Lara.
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Objetivos Específico Identificar si el sexo influye sobre las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes. Identificar si la edad influye sobre las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes. Describirla influencia del sexo y la edad sobre las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes
Variables Variables Independientes (V.I): Sexo Definición conceptual: Sexo se refiere a la categorización universal que afecta a los seres humanos, es la diferencia sexual de tipo biológica, hembra y varón o masculino y femenino (Toldos, 2002). Definición Operacional: Fuela obtenida de los participantes en la hoja de identificación en la primera página del instrumento. Se codificó Masculino como cero (0) y Femenino como uno (1). Edad Definición Conceptual: La cantidad de años cumplidos hasta el momento de la aplicación de la evaluación. Definición Operacional: La edad cronológicafue la reportada por los integrantes de la muestra en la hoja de identificaciónantes del instrumento. Se tabuló en dos categorías edades; de 13 a 15 años, Adolescentes Medios y, de 16 a 18 años pertenecientes a la Adolescencia Tardía.
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Variable Dependiente: Conducta sexual de riesgo Definición Conceptual:Se denomina Conducta Sexual de Riesgo a aquella actividad sexual que expone a los participantes a daño de la salud propia o la de terceros (Goncalves, et al., 2007). Se enumeran algunos factores como generadores de tales conductas, ellos son: el inicio temprano de las relaciones sexuales, las parejas múltiples y la falta de prevención al contagio de una ETS o del SIDA (Palacios, et al., 2007). Definición operacional: Puntaje obtenido en la escala de Auto-Eficacia para medir las conductas sexuales de riesgo para el contagio del VIH/SIDA, Elaborada por López y Moral (2009). Los indicadores que mide esta escala son los siguientes: -
Capacidad percibida para decir “no” a tener relaciones sexuales.
-
Capacidad percibida para preguntar al compañero sobre relaciones sexuales anteriores y otras conductas de riesgo como consumo de drogas.
-
Capacidad percibida para adquirir y utilizar correctamente condones.
Dicha escala, arroja puntajes los cuales permiten detectar en los sujetos bajos o altos niveles de auto-eficacia para evitar conductas sexuales de riesgo (Moral y Lopez, 2001).
Variables Intervinientes: Se refiere a los aspectos, situaciones, hechos del entorno, características de quienes participan en la investigación, método de investigación que se presentan o intervienen en el proceso de interrelación de las variables independientes y dependientes (Bernal, 2006). En el presente estudio dichas variables no se controlarán, ya que las variables a investigar son las mencionadas anteriormente como variables independientes y variable dependiente aunque se tiene conocimiento que pueden ejercer influencia en la consecución de las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes.
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Educación sexual: Es el derecho que tienen los niños y adolescente a recibir educación e información de acuerdo a su desarrollo sexual para una conducta sexual y una paternidad responsable, sana, sin riesgo y voluntaria (Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (LOPNA), 2010). Historia Sexual – Familiar: Este aspecto incluye diversas variables que pueden influenciar en la conducta sexual de los adolescentes, tales como: familias monoparentales, permisividad por parte de los padres, interacción de los padres con una o varias parejas, poca supervisión de los padres sobre los jóvenes, nivel educativo de los padres (Andrade – Palos, et al, 2006). Clase social: Es la posición social de una persona en comparación a los demás miembros de una determinada sociedad, es el mayor o menor estatus o estracto social (Schiffman y Kanuk, 2005). Variables Controladas: Son aquellas variables que tienen relación con los participantes y que también surgen de la situación(Ramos,Catena y Trujillo, 2004). En el presente estudio, las variables a controlar fueron las siguientes: Variables originadas por los sujetos: Nivel de instrucción: Participaron en la investigación los adolescentes que estudian algún nivel de bachillerato que asisten a la Escuela Técnica Robinsoniana y Zamorana “Ambrosio Perera” Edad: Participaron solo los estudiantes con edades entre 13 y 18 años de edad cumplidos, al momento de la aplicación del instrumento. Variables originadas por la situación: Ambiente: se propició un ambiente sin ruidos externos y se mantuvieron las mismas condiciones de temperatura y luminosidad para cada grupo.
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Contexto: el instrumento fue aplicado en salones de clase de la institución con una mesa y una silla para cada participante. Instrucciones y procedimiento: se les dio las mismas instrucciones a cada grupo de participantes. El procedimiento, y el tiempo (30 minutos) para responder el instrumento fueron los mismos para todos los grupos.
Tipo de Investigación La investigación es de tipo no experimental la cual también es conocida como Ex Post Facto, ya que no hubo manipulación de las variables (Ávila, 2006). Es una investigación de corte transversal, los datos se obtuvieron en un solo momento para su análisis y descripción (Hernández, Fernández y Baptista, 2006).
Diseño de Investigación Para el logro de los objetivos de la presente investigación se usó un diseño factorial 2x2. El mismo permite el análisis simultáneo de las variables independientes y comprobar la existencia o no de la interacción significativa de éstas. Este diseño se compone de dos variables independientes con dos niveles cada una de ellas (Pascual, Frías y García, 1996). De esta forma este diseño permite cuatro posibles combinaciones, A1B1, A1B2, A2B1, A2B2, esos grupos representan las combinaciones de las variables independientes. La muestra se consiguió al azar por medio de un criterio de asignación aleatoria (Arnau, Anguera y Gómez, 1990). A continuación se presenta el esquema del diseño de investigación en forma gráfica, con las dos variables independientes y dos categorías de cada una: edad (adolescencia media y adolescencia tardía) y sexo (masculino y femenino); y, la variable dependiente, conductas sexuales de riesgo (presencia o ausencia de riesgo).
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Esquema del diseño del Análisis Factorial 2x2 VARIABLE A: SEXO Femenino
Masculino
(A2)
Edad (13 a 15) (B1)
AIB1
A2B1
Adolescencia Media
Puntaje que se obtenido en la escala de Auto-Eficacia para medir las conductas sexuales de riesgo el sexo femenino de 13 a 15 años de edad.
Puntaje obtenido en la escala de AutoEficacia para medir las conductas sexuales de riesgo el sexo masculino de 13 a 15 años de edad.
Edad (16 a 18) (B2)
A1B2
A2B2
Adolescencia Tardía
Puntaje obtenido en la escala de AutoEficacia para medir las conductas sexuales de riesgo el sexo femenino de 15 a 18 años de edad.
Puntaje obtenido en la escala de AutoEficacia para medir las conductas sexuales de riesgo el sexo masculino de 16 a 18 años de edad.
VARIABLE B: EDAD
(A1)
Población y muestra La población de estudio estuvo conformada por los estudiantes de la Escuela Técnica Robinsoniana y Zamorana “Ambrosio Perera”, de Barquisimeto, Edo. Lara, con edades comprendidas entre 13 y 18 años de edad entre primero (1ro) y sexto (6to) año de bachillerato la cuál tiene seis secciones por año que van desde la A hasta la F respectivamente. Dicha institución cuenta con un total de 850 estudiantes en total inscritos en el año escolar actual el cual es Septiembre 2011 – Julio 2012. Para obtener y determinar la muestra se tomó en cuenta la totalidad de los estudiantes y para la muestra final se eligieron a los participantes según el sexo y edad por medio de un muestreo al azar de forma aleatorio (Hernández, et al, 2006), la edad se tomó como criterio inclusión, es decir, participaron en el estudio como
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muestra los estudiantes con edades comprendidas entre 13 y 18 años de las secciones A, C y E (Hernández, et al, 2006).
Instrumento Conductas Sexuales de Riesgo: Las conductas sexuales de riesgo se midieron mediante la“Escala de Autoeficacia para evitar conductas sexuales de riesgo para el contagio del VIH/SIDA en adolescentes (SEA-27)” traducción de López y Moral, (2009) (“Self-Efficacyfor AIDS de Kasen.Esta prueba está constituida por 27 reactivos con respuestas tipo Lickert de 5 puntos. Este instrumento permite obtener información acerca de: a) los niveles de auto-eficacia para evitar conductas sexuales de riesgo; b) la capacidad para rechazar relaciones sexuales; c) el uso de anticonceptivos y/o preservativo; d) el tipo de comunicación de la pareja sobre temas como sexualidad, virginidad y fidelidad; y e) el tipo de comunicación con los padres sobre temas sexuales (López, et al, 2009). Este instrumento tiene como objetivo mostrar a los sujetos con bajos niveles de auto-eficacia para evitar conductas sexuales de riesgo, tales como: rechazar relaciones sexuales, usar el preservativo, preguntar a la pareja sobre conductas de riesgo, mantenerse virgen hasta el matrimonio, ser fiel a la pareja y platicar de sexo con los padres. Una vez detectados los puntajes sean altos o bajos se podrán usar entonces para diseñar programas para adolescentes. El instrumento tiene una hoja de respuesta y un manual adecuado para ser aplicado en centros de salud y de educación secundaria. Se ha utilizado para trabajar en la prevención del SIDA, tanto a nivel teórico como de la investigación de campo y docencia (López, et al, 2009). Propiedades Psicométricas del SEA-27: La escala cuenta con una consistencia interna de 0.92, evaluada mediante el alfa de Cronbach, con variación según los factores de 0.94 para el primero a 0.80 para el cuarto. El centil está constituido por puntuaciones directas cuyos valores son interpretados de la siguiente manera: 1 y 14 representa nivel muy bajo de auto-
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eficacia; de 15 a 29, nivel bajo; de 30 a 49 nivel promedio-alto; de 70 a 84 alto; y entre 85 y 100 nivel muy alto de auto-eficacia (López, et al, 2009). En el manual de la escala de auto-eficacia se expone el estudio de la confiabilidad para este instrumento. El estudio se realizó con una muestra de 97 participantes, de centros de salud y de estudiantes universitarios, en septiembre de 2006. La edad promedio de los participantes fue de 16,05 años, con un 60% de mujeres. Todas las correlaciones dieron significativas con una p<.0001 y las correlaciones entre los factores varían entre 0,801 a 0,716 entre los cuatro factores de la escala y la correlación media entre los ítems fue de 0,635. La escala consta de 4 factores distribuidos de la siguiente forma: Factor (A) (Parte A de la escala): onceítems que miden la capacidad para decir no a las relaciones sexuales con una consistencia interna de 0.92. Factor (B) (Parte C de la escala): constituido por ocho elementos referidos al uso del condón. La consistencia interna es de 0.75. Factor (C) (Parte B de la escala): tiene 4 reactivos que evalúan la opinión del participante sobre el matrimonio, la fidelidad y la comunicación de la pareja y de los hijos y los padres sobre las
relaciones sexuales. Esta escala obtuvo una
consistencia interna de 0.75 Factor (D) (Parte C de la escala): tiene 4 elementos que indagan sobre la confianza entre la pareja para hablar sobre relaciones sexuales anteriores y otras conductas que implican riesgo como el consumo de sustancias. La consistencia interna es de0.80 (López, et al, 2009) (Ver tabla Tabla 1).
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Tabla 2 Esquematización de la escala de Auto-eficacia para evitar conductas sexuales de riesgo para el contagio del VIH/SIDA en adolescentes (SEA-27): Variable Conductas sexuales de riesgo, evaluadas mediante la Escala de Auto-Eficacia (SEA-27)
Dimensiones Factor A (Parte A de la escala) Capacidad de decir NO cuando te proponen tener relaciones sexuales.
Indicadores
Ítems
Capacidad de decir no a las relaciones sexuales en diferentes circunstancias interpersonales
1,2,3,4,5, 6,7,
1,2,3,4,5, 6,
Factor B (Parte C de la escala) Uso del condón al tener relaciones sexuales, usarlo correctamente, usarlo si vas a tener relaciones sexuales luego de tomar alcohol y/ò de usar drogas, usarlo aunque tu pareja se niegue, negarte a tener relaciones sexuales si tu pareja no usa condón, tener dinero para comprarlo e ir a la tienda a comprarlo.
Uso del preservativo y capacidad para comprarlo.
Preguntar a la pareja sobre conductas sexuales de riesgo
Factor D (Parte C de la escala) No tener relaciones hasta el matrimonio, tener relaciones sexuales con una sola persona toda la vida, hablar con los padres sobre temas sexuales.
7,8 (de la parte C de la escala)
1,2,3,4.
Factor C (Parte B de la escala) Preguntar a tu pareja si se ha inyectado alguna droga, hablar sobre prevención del SIDA, hablar sobre si ha tenido relaciones sexuales en el pasado y preguntar si ha tenido alguna experiencia homosexual.
8,9,10,11.
Matrimonio, fidelidad y hablar con los padres sobre sexo.
9,10,11,1 2 (de la parte C de la escala)
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Respuestas y puntuaciones: Tabla 3. Puntajes e interpretación del Instrumento SEA-27 Respuesta
Puntuación T
Puntuación directa
Nada seguro
1
Algo seguro
2
Medio seguro
3
Muy seguro
4
Totalmente seguro
5
Centiles
Interpretación
50.01– 70
1-15
Nivel muy bajo de auto-eficacia
70.01 - 85
16-30
85.01 - 100
31-50
Nivel promedio-bajo de auto-eficacia
100.01 – 115
51-70
Nivel promedio-alto de auto-eficacia
115.01 – 130
71-85
Nivel alto de auto-eficacia
86-100
Nivel muy alto de auto-eficacia
Nivel bajo de auto-eficacia
Procedimiento Se concertó una visita preparatoria a la Escuela Técnica Robinsoniana y Zamorana “Ambrosio Perera”, de Barquisimeto, Edo. Lara, en la cual se entrego a los directivos un documento con el fin de obtener la autorización para realizar la investigación en dicha institución. En el documento, además, se presentaron, los objetivos, las condiciones y los instrumentos que se aplicarían en la investigación. Se
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hizo la aclaración de que los participantes no pondrían ninguna identificación por lo tanto serán anónimas. Al obtener la autorización de los directivos se procedió a hablar con los estudiantes para obtener su consentimiento de participar en la investigación. Posterior a dichos trámites administrativos, se concertó una fecha para la aplicación de los instrumentos. Sólointervinieron los alumnos y las alumnas con edades entre13 y 18 años de edad, de primero (1ro) a sexto (6to) año de bachillerato por sorteo al azar. Se comenzó con los participantes de primer año (1ro) y se finalizó con los de sexto año (6to), manteniendo las mismas condiciones para todos. Se les dieron las consignas respectivas para comenzar a llenar el instrumento; además se les realizó la presentación de quien les iba a aplicar el test dejando claro nombre, apellido, semestre actual y la finalidad del estudio que se estaba realizando, y se enfatizo en el hecho de que los datos serian anónimos y solo serian utilizados con fines investigativos. Por otro lado se les dieron las instrucciones para responder al instrumento, el tiempo con el que contaban para terminar de llenarlo y el pasos que debían seguir en caso de alguna duda; por último se les agradeció la colaboración prestada. Posterior a lo mencionado anteriormentese vaciaron y analizaron los datos con el paquete estadístico SPSS 15.0.
Hipótesis Variable A: Sexo Variable B: Edad Variable AxB: Interacción entre sexo y edad
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Variable A: Ho 1:La variable A no influye en las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes de 13 a 18 años. HI
1:La
variable A influye en las conductas sexuales de riesgo de los
adolescentes de 13 a 18 años.
µ
Ho 1:
A1.CSR =
µ
A1.CSR ≠
HI 1:
µ
A2.CSR
µ
A2.CSR
Variable B: Ho
1:
La variable B no interviene en las conductas sexuales de riesgo de los
adolescentes de 13 a 18 años. HI
La variable B interviene en las conductas sexuales de riesgo de los
1:
adolescentes de 13 a 18 años..
µ
Ho 1:
B1.CSR =
µ
B1.CSR ≠
HI 1:
µ
B2.CSR
µ
B2.CSR
Variable AxB: Ho:La variableAxBno tiene influencia en las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes. HI:La variable AxB tiene influencia en las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes.
µ
Ho 1: HI 1:
A1.B1.CSR =
µ
A1.B1.CSR
µ
A1.B2.CSR =
µ
A2.B1.CSR =
µ
A2.B2.CSR
≠µ A1.B2.CSR ≠ µ A2.B1.CSR ≠ µ A2.B2.CS
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Consideraciones Éticas Debido a que se trabajó con menores de edad se tuvo en consideración la Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente (LOPNA), la cual vela porque sean respetados los derechos y deberes de los niños y adolescentes. También, se tuvo en cuenta el Código de Ética del Ejercicio de la Psicología, con el fin de que la investigación fuera de carácter anónima para los participantes y se realizó de manera objetiva enmarcada dentro de los lineamientos científicos para estudios en Psicología. Se hizoun compromiso en el cual se dejó claro que no habríaalteración de los datos obtenidos. Se respetó el derecho de autor, es decir, no se incurrió en plagio deinformación alguna. Los datos y resultados obtenidos mediante éste estudio son información útil para la sociedad y específicamente para motivar a la creación a futuro de programas donde se tenga como contenido evitar las conductas sexuales de riesgo en los adolescente (Ley del ejercicio de la psicología, 1978).
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RESULTADOS Este capítulo contiene los resultados obtenidos en este trabajo de investigación. Se inicia con una descripción de la muestra; luego se procede a explicar los análisis que se utilizaron con los datos obtenidos de la prueba SEA-27, (análisis descriptivo, seguido de un análisis de varianza, ANOVA), y al final se calcula el tamaño del efecto mediante el coeficiente Eta2. La muestra estuvo constituida por 177 alumnos. De los cuales 51,4% (91) fueron del sexo femenino y 48,6% (86) del sexo masculino. Según la edad, expresada por etapas (adolescencia media y tardía) la distribución de la muestra fue la siguiente: 47,5% (84) pertenecientes a la adolescencia media y, 52,5% (93) pertenecientes a la adolescencia tardía. A continuación el gráfico de estos resultados en la Figura 1. Figura 1 Descripción de la muestra: Sexo y Edad
60
Porcentajes
50 40 30 20 10 0 Femenino
Masculino
Adolescencia Intermedia
Adolescencia Tardìa
37
Las conductas sexuales de riesgo fueron evaluadas mediante el SEA-27. Vale recordar que esta prueba considera la siguiente clasificación para los resultados: puntajes altos indican buen nivel de auto-eficacia para evitar las conductas sexuales de riesgo y lo contrario sucede con las puntuaciones bajas (Ver Tabla 3. Cap. anterior). A la escala SEA-27 se le aplicó la prueba de confiabilidad Alfa de Cronbach, el cual es in indicador indirecto de validez y se obtuvo un resultado de 0,93, lo cual demostró ser una escala confiable y valida para su aplicación en adolescentes entre 13 y 18 años. A continuación el análisis de los resultados obtenidos en el instrumento aplicado para evaluar las conductas sexuales de riesgo: Figura 2 Influencia de la variable “sexo” sobre las conductas sexuales de riesgo según el SEA 27.
120
Puntuaciones
100 80 60 40 20 0 Femenino
Masculino
Como puede observarse en la Figura 2., las adolescentes obtuvieron puntuaciones medias de M(media)=111,46 (DT=21,95), este resultado es considerado
38
dentro de la clasificación “Promedio-alto”. En tanto los participantes del sexo masculino, cuya puntuación media fue de 92,97 (DT= 22,19) estuvieron dentro de la clasificación “promedio-bajo”. A continuación el la Figura 3 que muestra los resultados de la prueba según la etapa evolutiva o edad de los participantes (adolescencia media y tardía). Figura 3 Influencia de la variable “edad” sobre las conductas sexuales de riesgo según el SEA 27.
120 100
Puntajes
80 60 40 20 0 Adolescencia Media
Adolescencia Tardìa
Se nota que los adolescentes de 13 a 15 años puntúan más alto (M=106. DT= 23,66) que los de 14 a 18 años (M=97,85. DT=23,36). Estos resultados, igual que en el caso anterior, se sitúan en diferentes niveles de clasificación. Así, los de adolescencia media están dentro de lo considerado promedio-alto, mientras que los de la adolescencia tardía tiene puntuaciones dentro de promedio-bajo. Para cumplir con los supuestos y aplicar la prueba estadística ANOVA se realizo una prueba de Levenecon la finalidad de verificar la homogeneidad de las
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variables. Los resultados obtenidos de dicha pruebaseñalan que se cumple con la homogeneidad requerida. Para determinar la importancia de estos datos y cumplir los objetivos del estudio se utilizó un ANOVA de efectos fijos cuyo resultado F= 31,85, p 0.05 revela que existe una diferencia significativa entre las puntuaciones. En conclusión el sexo influye en la auto-eficacia para evitar situaciones de riesgo. Además muestra un coeficiente eta de[Eta2=, 151] que indica que un 15% de la conducta sexual de riesgo puede ser explicado por el sexo y reflejó según la literatura una magnitud del efecto grande f= 0,42. Los resultados revelaron que la edad,también influye de modo significativo en el nivel de autoeficacia para evitar situaciones sexuales de riesgo [F= 7,28, p< 0.05]. Por tanto, tal parece que el paso del tiempo, mejora la capacidad para evitar conductas sexuales de riesgo; teniendo un [Eta2= ,040], mostrando que el 4% de la conducta sexual de riesgo se puede deber a la edad en la que se encuentre el adolescente y presentando f= 0,20 que sugiere una magnitud del efecto de bajo a mediano; los datos mencionados se muestran en la Tabla 4. Tabla 4 Análisis de Varianza de la influencia del sexo y la edad sobre las Conductas Sexuales de Riesgo f (magnitude del efecto)
Fuente Sexo
F 31,857
Significación ,000
Eta al cuadradopar cial ,156
Edad
7,283
,008
,040
0,20
Sexo * Edad
3,191
,076
,018
-
0,42
40
Resultados de la prueba SEA-27 según los factores: Como se acotó en el capítulo anterior, la prueba SEA-27 está constituida por cuatro factores a saber: A, capacidad para negarse ante la propuesta de relaciones sexuales; B, uso de preservativo y posibilidad de adquirirlo; Factor C, tipo de comunicación de la pareja sobre las conductas sexuales de riesgo; y Factor D, conceptos sobre el matrimonio, la fidelidad y, el tipo de comunicación,del adolescente,con los padres sobre temas de sexualidad. A continuación se muestran los resultados sobre el análisis de cada uno de los factores, así como también se presentan las medias (M) según el sexo y la edad. Figura 4 Factor A: capacidad para negarse a la petición de tener relaciones sexuales, según edad y sexo.
50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 Femenino
Masculino
Adolescencia Media
Adolescencia Tardìa
Como se nota en la figura anterior, el sexo femenino obtuvo en la prueba puntuaciones más altas (M=48,84) que los varones (M=35,92). Igualmente la variable edad también presenta variaciones, ya que, los participantes de la adolescencia media
41
obtienen mayores (M=44,79) puntuaciones que los de la adolescencia tardía (M=40,20). Para comprobar la significación de esa diferencia se aplicó un ANOVA y se constató que la variable sexo,ciertamente, contribuye en forma significativa en la capacidad para decir “no” ante la propuesta de relaciones sexuales F= 52,05, p0.05. Igualmente, la edad también interviene significativamente sobre este factor F= 6,38, p0.05. No obstante, la interacción de las dos variables no tiene influencia relevante en la capacidad para negarse ante la petición de relaciones sexuales F= 0,20, p 0.05. Figura 5 Factor B: Uso del preservativo y capacidad para comprarlo.
40 35
Puntajes
30 25 20 15 10 5 0 Femenino
Masculino
Adolescencia Media
Adolescencia Tardìa
En el Factor B, referido a el uso del preservativo y la posibilidad de comprarlo, la edad es la única variable estudiada que influye de modo significativo F= 1,18, p=0.05 sobre ella. El sexo y la interacción de las variables no tienen diferencias significativas. Los adolescentes medios obtuvieron puntuaciones significativamente más altas (M=36,20) que los de la adolescencia tardía (M=31,58) (Ver Figura 5).
42
Figura 6 Factor C: Preguntar a la pareja sobre conductas sexuales de riesgo
16 14
Puntajes
12 10 8 6 4 2 0 Femenino
Masculino
Adolescencia Media
Adolescencia Tardìa
En el factor C ni el sexo F= 3,48, p=0.05, ni la interacción de sexo y edad F=1,75, p=0.05, influyen sobre las conductas sexuales de riesgo, específicamente en el hecho de preguntarle a la pareja si antes se ha inyectado alguna droga, conversar sobre el SIDA o ETS con la pareja, y conocer si ha tenido experiencias sexuales homosexuales. No obstante, la edad si mostró una diferencia al límite de la significación, F=4,15, p=0.05, los de la adolescencia media (M=15,68) mejores puntuaciones en este factor que los de la adolescencia tardía (M=14,30).Este resultado se muestra la Figura 6.
43
Figura 7 Factor D: Matrimonio, fidelidad y hablar con los padres sobre sexo
14 12
Puntaje
10 8 6 4 2 0 Femenino
Maculino
Adolescencia Media
Adolescencia Tardìa
En lo que respecta al factor D, tanto el sexo [F=8,89, p=0.05], mujeres (media 13,84), hombres (M=11,59) como la edad [F= 6,32, p=0.05] adolescentes medios (M=13,67, adolescentes tardíos M=11,77) y la interacción entre ellos dos [F=6,358, p=0.05] mostraron diferencias consideradas significativas. Lo que se interpreta como que cada una de las variables y la interacción entre ellas, influyen en el factor descrito. Los resultados se muestran en la Figura 7. Lo expuesto anteriormente, que tanto el sexo como la edad intervienen en la realización de conductas sexuales de riesgo de los adolescentes de 13 a 18 años, sin embargo de la interacción de éstas con respecto a las conductas sexuales de riesgo por el contrario no influye; vale destacar que quienes obtuvieron puntajes mas altos fueron las hembras y con respecto a la edad quienes manifestaron ser mas autoeficaces para evitar conductas sexuales de riesgo fueron los jóvenes de la adolescencia media.
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DISCUSIÓN El presente trabajo de investigación tuvo como objetivo investigar la influencia del sexo y la edad sobre las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes de 13 a 18 años. Para alcanzar tal fin se aplicó la prueba SEA-27 a un grupo de adolescentes, alumnos de una institución educativa. La muestra estuvo conformada por participantes escolarizados de primero a sexto años de bachillerato, este dato concuerda con algunos de los trabajos revisados (López, 2001; NavarroPertusa, et al, 2006; Gonzales, 2007; Goncalves, et al, 2007; Palacios, et al, 2007; García – Vega, et al, 2010); López, et al, 2011), aunque la cantidad de los participantes fue diferente, ya que en el presente estudio la muestra fue más pequeña que en las investigaciones mencionadas en otras latitudes. La distribución de la muestra estudiadapresentó una ligera predominancia del sexo femenino sobre el masculino, igualmente, la cantidad de participantes pertenecientes a la adolescencia media fue ligeramente mayor que los de la adolescencia tardía. De los resultados obtenidos se pudoobtener como primera conclusión que el sexo influye de modo significativo sobre las conductas sexuales de riesgo.Este dato coincide con lo expuesto por Bermúdez, et al., (2009); y López, et al., (2011). Los datos mostraron que quienes pertenecen al sexo femenino puntuó más alto (promedio alto) que el masculino (promedio bajo). Lo cual sugiere que las mujeres se perciben como más autoeficaces para evitar conductas sexuales de riesgo que los hombres de su edad. Estos resultados concuerdan con otros estudios (López, et al, 2001; Gonzales, et al, 2007; Goncalves, et al, 2007 y Teva, et al, 2011) que afirman que el sexo masculino se implica más en conductas sexuales de riesgo y descuidan normas de prevención contra de las ETS y el SIDA, aunque los estudios mencionados consideraron, además de la edad y el sexo, otras variables como: clase social, tipo de instituto (privado/publico), consumo de alcohol.
45
En los resultados también muestran que existen diferencias significativas según el sexo en todos los factores que mide, la prueba aplicada, en algunos a favor del sexo femenino y en otros lo contrario. Así, las participantes femeninas, superaron en puntuaciones a los hombres en (factores A, C, y D) la capacidad para negarse a la petición de tener relaciones sexuales, para preguntar a la pareja sobre conductas sexuales de riesgo y sobre los conceptos de matrimonio, fidelidad y comunicación con los padres sobre sexo. Estos resultados están acorde con el estudio de López, et al, (2001), en el cual se expresa que mujeres puntuaron más alto que los hombres en los factores A y D de SEA-27. En cuanto a la edad, la investigación concluyó que ésta influye de modo significativo sobre las conductas sexuales de riesgo. Este dato coincide con los hallazgos de García – Vega, et al, (2010), quienes encontraron diferencias según la edad para los siguientescomponentes: el momento del comienzo de las relaciones sexuales y en la cantidad de conductas sexuales de riesgo, siendo los varones quienes tenían más conductas sexuales de riesgo que las mujeres. Siguiendo con la influencia de la edad sobre los factores de riesgo, los resultados permiten inferir que los jóvenes que están dentro de la adolescencia tardía son los que más incurren en conductas sexuales de riesgo. En otras palabras, los jóvenes ubicados dentro de la adolescencia media son significativamente más eficientes en todos los factores que evalúa la prueba: la capacidad para negarse a la petición de tener relaciones sexuales, para el uso de preservativo y modos de conseguirlo, para preguntar a la pareja sobre conductas sexuales de riesgo y sobre los conceptos de matrimonio, fidelidad y comunicación con los padres sobre sexo. En cuanto al factor B, uso de preservativo, no hubo diferencias según la edad. Estos resultados coinciden con otras investigaciones, en las cuales se afirmanque los adolescentes a medida que avanzan en edad tienden a implicarse más en conductas sexuales de riesgo, (López, 2001; Gonzales, et al, 2007; Goncalves, et al 2007; y Teva, et al, 2011).
46
De los expuesto se concluye que el sexo y la edad intervienen, significativamente, en las conductas sexuales de riesgo, en concordancia con los resultados de trabajos anteriores (Gonzales, et al, 2007; y Goncalves, et al, 2007). No obstante, la interacción de estas variables no mostró efectos significativos sobre las conductas sexuales de riesgo en el presente trabajo, y se considera que debe ser abordada tomando en cuenta diferentes aspectos como lo son: la religión a la que pertenecen, tipo de institución, tipo de familia: parental o monoparental, entre otras diferencias individuales. En consideración a lo mencionado, se puede decir que una explicación para este dato podría ser que dicha conducta está influida por múltiples variables, como la mayoría de las conductas humanas, y estudiar sólo dos de ellos, por importantes que sean, es insuficiente. En la literatura revisada se encontraron trabajos que consideraron otros factores como: clase social, edad de inicio de las relaciones sexuales, tipo de centro educativo (privado/público), consumo de alcohol y/o drogas, los cuales podrían ser valorados en próximos trabajos (López, et al, 2001; Gonzales, et al, 2007; Goncalves, et al, 2007 y Teva, et al, 2011).
47
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Esta investigación surge de la necesidad de conocer si en los adolescentes influye la edad y el sexo sobre la realización de las conductas sexuales de riesgo. En la elección del tema se consideró la importancia de los resultados sobre la población a la que pertenecía la muestra. Los resultados indican que los adolescentes masculinos tienden a tener más conductas sexuales de riesgo que las mujeres. Así mismo, la edad ejerce una influencia significativa en la población adolescente y son los de la adolescencia tardía quienes mostraron tener menos eficacia para evitar las conductas sexuales de riesgo. No obstante, no se encontró una interacción significativa entre las dos variables en conjunto. El presente trabajo de investigación cumplió con los objetivos propuestos, sin embargo, hubo algunas limitaciones que opacan la importancia de los resultados, en comparación con la literatura revisada, entre ellos se encuentran: el tamaño de la muestra, ignorar otras variables influyentes como clase social, estructura y valores de la familia y edad de inicio de las relaciones sexuales. De las conclusiones se desprende la necesidad de creación de programas de educativos eficientes que aborden la sexualidad como parte de la educación y formación general, que incluya valores éticos, respeto por los derechos propios y ajenos, metas a mediano y largo plazo. Estos proyectos deben atenderse no sólo en contextos educativos, sino también, en lugares que sean de acceso público como centros de salud, lugares de esparcimiento y dentro de las comunidades. En atención a lo mencionado se proponen las siguientes recomendaciones para futuras investigaciones: Aumentar el tamaño de la muestra. Considerar diferentes tipos de institutos educativos: privados, públicos y mixtos.
48
Incluir variables sociodemográficas como: clase social y afiliación religiosa y tomar en cuenta las diferencias individuales. Incluir dentro de los datos la edad de inicio sexual. Implantar programas de educación sexual en edades tempranas y que incluyan, prevención primaria, secundaria y terciaria. Y de manera especifica focalizar los programas al sexo masculino, ya que fue la población que resulto ser más vulnerable a tener conductas sexuales de riesgo con respecto a las mujeres e incluir en dichos programas a docentes, padres, familia y a quienes conforman el entorno de los adolescentes.
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