Después de un año de poner la música en pausa, más no en silencio, ¡Nos volvimos grandes! ¡Sos grande, Fanátika! Después de un escándalo orquestado de ocho años ininterrumpidos: ¡Nos agigantamos! Quizá alguno pueda recordar la anécdota de Napoleón que al no poder alcanzar un libro de la repisa más alta de su estudio, le solicitó a uno de sus guardias que se lo diera, quien al momento dijo: “Es que soy más grande” y Napoleón lo corrigió de inmediato: “No, eres más alto. Yo sí soy grande”. Efectivamente, Fanátika creció a un tamaño de 17.5 x 25.5 centímetros, incrementó su número de páginas, llegando a 100. Ahora, también se agrandó por la calidad de los colaboradores y sus aportaciones a la revista. Fanátika es ahora más alta y más grande, digamos que cumple con la aclaración Napoleónica, lista para conquistar el mundo y los reinos conurbados.