Revista El Faro Chile

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3 de Septiembre

MACHADO Ballet

y lo nuestro


BELLA Y BREVE HISTORIA DE AMOR


¿Por fin, un día todo cambia de pronto. Es ella que aparece tal como siempre había sido en las galerías de sus sueños. Se llama Leonor, y tiene una belleza dulce, tocada de una suave gravedad. Su padre, dueño de la pensión donde se hospeda don Antonio, es -¡Oh cruda paradoja! - un guardia civil retirado, alcohólico y violento. Soria ya no es para el poeta la misma: Estrena otra luz, otro aire, en torno a la figura de la amada, y hablan de los olmos, los campos, las roquedas, un lenguaje profundo. Don Antonio, tímido como un adolescente junto a ella, dice, al apartarse, en sus adentros, todo lo que ha callado en su presencia. A mediados de 1909 se celebra la boda. Leonor ha cumplido 16 años, menos de la mitad de los que tiene don Antonio y la muchachada del Instituto refunfuña: -¡Este carcamal...! El viaje de novios es una diminuta eternidad gozosa en las playas de Irún y Fuenterrabía, frente al mar azulado y plácido en su calma veraniega que hace gritar de dicha a Leonor. De nuevo en Soria, don Antonio prepara sus Campos de Castilla, da clases, pasea; siempre con ella ahora. En esas deliciosas caminatas va contándole punto por punto toda su vida de ayer, desde la infancia, junto al Guadalquivir lejano, hasta sus noches de opositor entre diccionarios y gramáticas, pasando por su bohemia madrileña y los meses vividos en Paris. Leonor quiere saber cada detalle y, a veces -muchas veces-, hay que volver atrás. Sobre Paris insiste mucho: ¿Cómo es Paris? Don antonio adivina el secreto deseo de la amada, y por primera vez en su vida, pide. La petición es atendida por la Junta de Ampliación de Estudios. Ella verá Paris.


Poco tiempo después recorren juntos Montmartre, los bulevares, las orillas del Sena, los museos... Mira el poeta tanta belleza junta en los ojos ingenuamente iluminados de Leonor. ¡Sí, la vida es muy hermosa! Sin embargo... De un día para otro se ensombrece y trastrueca. Leonor sufre de pronto una hemoptisis, y la felicidad, tan cercana y henchida de ilusiones, se desvanece como un sueño. A los pocos días de regresar a Soria, la enferma parece mejorar. Es un chispazo de esperanza, el último, porque la recaída no tarda en producirse, para desolación del poeta, que está más enamorado que nunca. Soria se conmueve viendo pasar cada mañana a don Antonio hacia la solana del Mirón. Va empujando suavemente un cochecillo de ruedas, donde ella, cada día más pálida, más inmaterial, sonríe dulcemente. Por entonces, trae el correo un pequeño envoltorio; es un libro, Campos de Castilla, que acaba de aparecer. Ella lo hojea un instante y lo aprieta en seguida sobre su corazón, como si fuera el hijo no logrado. El libro significa la consagración definitiva del poeta. Unamuno, Ortega y Gasset, Azorín, todas las grandes firmas de la época, se ocupan de el, pero don Antonio ni siquiera sonríe. Ella está cada vez peor. Ya no sale de casa, y pronto no podrá levantarse. El poeta hace esfuerzos terribles para que el sollozo que al verla se le sube a la garganta no estalle. ¡Que no sufra, que no sufra ella---! Por fin, una noche de verano, Leonor se duerme dulcemente para siempre. El poeta otra vez solo, deshecho el corazón, aguanta hasta que se extingue el último rezo, y en seguida huye de aquellas tierras ensombrecidas, desiertas para él.


NUNCA PERSEGUÍ LA GLORIA

Nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canciòn; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabòn. Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar ME DIJO UN ALBA DE LA PRIMAVERA Me dijo un alba de la primavera: —Yo florecí en tu corazòn sombrío ha muchos años, caminante viejo que no cortas las flores del camino. Tu corazòn de sombra, ¿acaso guarda el viejo aroma de mis viejos lirios? ¿Perfuman aun mis rosas la alba frente del hada de tu sueño adamantino? Respondí a la mañana: —Sòlo tienen cristal los sueños míos. Yo no conozco el hada de mis sueños, ni sé si está mi corazòn florido. Pero si aguardas la mañana pura que ha de romper el vaso cristalino, quizás el hada te dará tus rosas; mí corazòn, tus lirios.

ANOCHE CUANDO DORMÍA Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que una fontana fluía dentro de mi corazòn. Di: ¿por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida en donde nunca bebí? Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que una colmena tenía dentro de mi corazòn; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que un sol ardiente lucía dentro de mi corazòn. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar, y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar. Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusiòn!, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazòn.

ANTONIO MACHADO


IVAN ZULUAGA CALI - COLOMBIA Colaborar estable ÉRIKA VERSUS EL CÁNCER

De paciente terminal a rival acérrima de la enfermedad

TEXTO: Todas las luces se encuentran encendidas y se escucha el rumor de voces en un auditorio abarrotado de personas, en su mayoría mujeres. Algunas no tienen cabello y cubren su calvicie con pañoletas. Otras, evidentemente demacradas, hacen un notable esfuerzo para estar ahí. Otras silenciosas y con miradas tristes y apagadas, aguardan por un milagro que les devuelva la esperanza de vivir. Ellas comparten algo que nadie quisiera compartir: tienen cáncer. Al cabo de unos minutos sube a la tarima una mujer. Como estoy en primera fila noto que es joven, con enormes y bellos ojos azules e irradiadora de una desbordante energía. Al parecer es la conferencista. “Se ve muy joven y demasiado saludable como para entender el trance que viven estas mujeres”, pienso apresuradamente. A mi lado derecho se encuentra sentada una mujer lívida, con los labios resecos y descoloridos. En pocos minutos he aprendido a reconocerlas. Es otra paciente. Prefiero llamarlas pacientes porque siento que si me refiero a ellas como enfermas es como si les pusiese una lápida. Le pregunto por la joven que está en la tarima. Mi interlocutora responde: “Ella es Erika Quintero y mientras yo tenga vida vendré a todas sus conferencias”. Vaya que estaba equivocado. Ella es la mujer que yo esperaba, ella es de quien voy escribir, ella es quien dicta sus charlas desde la experiencia vivida, pues también es una paciente oncológica. Las luces se atenúan. “Buenas noches” saluda Érika a la concurrencia. “Esta noche vamos a hablar de cómo enfrentar el cáncer y la importancia del autoexamen del seno para la mujeres sanas”. Es paradójico, la chica que está allá trepada, tratando de alentar a estas mujeres y transmitirles un mensaje de vida, conoce bien lo que es estar cerca de la muerte. Ella es paciente, sobreviviente, soñadora, conferencista y creadora de la Fundación Puertas Abiertas: Amor a la Vida. Con su fundación, Érika se ha dado a la tarea de brindar charlas sobre esta enfermedad, entre muchas otras actividades, todas dirigidas a mitigar los estragos que provoca el cáncer.


Pongo tanta atención a la disertante como si yo fuese un paciente más. Absorto, no le quito la mirada de encima. Siento que casi puedo tocarla con los ojos. Y cómo no interesarme en el tema si el cáncer una vez irrumpió en mi casa. En esa ocasión la paciente no fue la amiga de fulano o la vecina de zutano. Fue mi madre. Otra sobreviviente. Pero eso es otra historia. Luego de casi dos horas, Érika termina su conferencia. La audiencia se pone en pie y los aplausos estallan en el recinto. En las caras que hasta hace un rato se veían ensombrecidas, brilla una ilusión. Todo parece indicar que la chica de arriba cumplió con su cometido. Les infundió a las presentes algo que los medicamentos no pueden. Les inyectó una buena dosis de ánimo. Érika desciende de la tarima y varias mujeres se acercan para saludarla y felicitarla. Intento meterme entre la aglomeración, para llegar hasta mi futura entrevistada. Me empujan, me pisan e incluso me miran con el ceño fruncido, como si se preguntasen: “Este tipo qué hace aquí”. Finalmente llego hasta donde está Érika. Me saluda amablemente y pregunta: “¿Iván?”. “Sí”, le respondo, “soy el que te contactó por correo electrónico. Pensé que eras mayor”. Para poder hablar nos dirigimos a un lugar con menos ruido y menos gente. Fue tan emotivo y vehemente el discurso, que unas pintas de sudor resbalan por la sien de la expositora. Ella las seca con un pañuelo y con una sonrisa pintada en su cara me pregunta: “¿Qué quieres saber?”. “Todo”, le contesto. “Entonces empecemos por el principio”, me dice. Érika me cuenta que antes de la enfermedad era como una especie de nómada que buscaba un norte en su vida. “Estaba siempre lista para armar una maleta e irme de viaje”, recuerda. Cuando terminó sus estudios de publicidad, pasaban los días y hallar un buen empleo se hacía cada vez más difícil. “De todas formas nunca me quedo quieta fui comerciante, trabajé con un canal de televisión y viajé a Estados Unidos, en varias oportunidades, para ver si podía encontrar en ese país un sentido a mi existencia. Pero siempre regresaba sin hallar respuestas sobre mi vida. Iba y venía sin sentirme a gusto conmigo misma. Siempre pensando y añorando algo que no terminaba por entender”.

TENGO CÁNCER En vísperas de sus 32 años, una noche de viernes, como cualquier otra, mientras veía televisión, Érika palpó su seno derecho y percibió una extraña bola que no debía estar ahí. Como ya existía un antecedente de cáncer, pues hace un año y medio le habían detectado un tumor incipiente en el cuello de la matriz que pudo ser erradicado, al siguiente día pidió una cita con su ginecólogo. Después de valorarla el especialista de inmediato la remitió con el oncólogo. Días después, Érika celebró su cumpleaños con inquietud y desconcierto, porque quizás algo en su organismo no marchaba bien, pero había que esperar los resultados de las pruebas para saber qué era.




TU AUSENCIA Es extraño ..... Siempre crei que lo que me inspiraria a la hora de escribir mis letras serias tù. que mi motivo de vivir serias tú. que el alborozo de mi alma cada mañana seria ver tu rostro al despertar. que mi dicha estaria marcada por contemplar juntos el ocaso cada tarde. que envejeceria contigo, a tu lado, de tu mano...... para acarariciar tu cabeza cuando el otoño le comenzase a adornar. veia a tu lado las mieles mas dulces que solo se ven en colmenas de amor. Pero no es asi... no..... La que me inspira es esa, esa que duele, esa que quema, esa que mata tan lento como el cigarro y que abruma tan fuerte cual tormenta de mar, cual la peor de las pesadillas. la que me inspira es esa... !!!TU AUSENCIA!!!! y quiero llorar y no hay lagrimas.... han sido tantas que mis ojos se secaron. y quiero gritar y no puedo,.... mi voz se apaga. y como gritar? !!mi grito mas fuerte eras tu!! y quiero morir mas no acierto,... no es cobardia... es la certeza que da la razòn. morir solamente seria dejar de soñar, seria perder mis recuerdos y no quiero. Porque tu ausencia me lleva al recuerdo y el bello recuerdo me lleva a escribir. Por eso mis letras se manchan de negro, por eso es tan triste mi historia de amor, y escribo poemas con versos muy tristes y muero tan lento que no hay un reloj por eso mi vida se hincha de ausencia y manos escriben un verso de horror


VOY A CONSIDERARME MUERTO Voy a considerarme muerto solo cuando... Mi pluma no escriba un poema.. Mi alma no reconozca tu voz.... Mi piel deje de sentir.... Tu risa no acaricie a mis sentidos.. Mientras esto no suceda, y aĂşn cuando tu amor se haya ido... Estoy Irremediablemente vivo...!! Leonel UrielAlzate POETA COLOMBIANO


Quien eres?

MYRIAM B. MANZONE

Nunca vi una foto tuya, No curiosee tus datos, No se mucho de tú vida, pero te conozco profundamente. Eres un ser transparente, que le teme al amor, eres franqueza en tus palabras, un amigo de valor, eres el perfume en el viento, el susurro en el dolor. La palabra fe esta en tus labios, le hablas a un DIOS, tu corazón esta en llamas, entrégate a tu amor, se feliz amigo, no le digas adiós. Ella tiene suerte, un tesoro encontró, entre tus brazos fuertes, una mujer llora, y te pide que la llenes, de tu amor.


Amor virtual COLABORADORA ESTABLE No se como eres, De que color son tus ojos, Ni el olor de tu piel. Solo veo tú inteligencia, Leer los pensamientos, Las respuestas, De mi virtual amado. Quisiera besar esos labios, De donde salen tus palabras, Quisiera que me acaricien, Aquellas manos, Que tocan el teclado, Penetrar en este mundo, Imaginario, Oscilar entre la verdad, Y la mentira, Ser la evolución, De este texto, Liberando mis sentimientos, Gritar al viento, Estoy detrás de esta pantalla, ¡Ven amado! A mí, a mi encuentro.





Hoy revestiré mi corazón de dura piedra y ataré con dureza las lagrimas que aún quedan renunciaré a seguir siendo tu mendigo y tus palabras ya no me atravesarán ... con su envenenado filo. ... Dime lo impensado para matar la esperanza arroja de tu alma las caretas has valer tu verdad, sin temor a la venganza que ya no seré más en tu vida la estorbosa piedra. Dicen que es de valientes el aceptar la derrota te dejaré caminar solo en tu destino no se puede beber vino en una copa rota ni la más bella flor nace entre maleza y espinos. Ya se acaba la función de este burdo teatro no hubo final feliz para esta princesa el principe azul seguira siendo un sapo y en el castillo ahora la soledad es la reina. YOLI PAZ DIAZ COLOMBIANA Colaboradora Estable





EDITORIAL Como es nuestro interés, no sólo mostrar el trabajo de los artistas, en esta edición hemos contado la historia de Leonor, amada del maestro Antonio Machado. En ella rendimos un sentido homenaje a todas las musas que hacen posible que arte exista, de no ser por ellas, los artistas sólo serían mortales comunes y corrientes, ellas son las que los convierten en inmortales. Las imágenes en esta ocasión corresponden a una de las más bellas demostraciones de cuanto puede lograr el cuerpo humano, con técnica y disciplina . Hubiésemos querido ponerle música, pero cada quien asuma la que le gustaría dejar de fondo. Nuestro amor ágape a nuestras colaboradoras y a Leonel Uriel el más cálido abrazo.

Atte. Ariel Figueroa Ortega


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