Alameda Saénz Peña en Barranco

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Alameda Saénz Peña en Barranco


La Alameda Saénz Peña, se empezó a habitar hacia principios del siglo XX, según los planos, era ruta de un canal de regadío, y sus áreas siempre lucían plenas de vegetación.


Se encuentra ubicada entre la avenida Grau, y las calles Pérez Roca por el lado norte y Martínez de Pinillos / Carlos Zegarra por el sur, y con la Glorieta del malecón Sousa por el Oeste.


Se inicia con una base en el centro del jardĂ­n, donde colocaron una placa recordatoria de cuando realizaron una importante refacciĂłn, hacia la dĂŠcada de 1980.


La cual se encuentra a pocos metros de la pista de la avenida Grau


Una de las casas mรกs modernas es la ubicada justo en la esquina, cerca de la calle Cajamarca, porque la otra residencia cercana a la esquina de la calle Miraflores, fue demolida


Toda la alameda tiene un pequeĂąo declive imperceptible, por ello al llegar a la Glorieta es preciso descender algunas gradas. A un lado de la Glorieta, se encuentra el parque Berkemeyer.


La Alameda fue diseĂąada con el mismo estilo que el Paseo Colon, del cercado de Lima.


Hacia la dĂŠcada de 1920, ya existĂ­an al menos media docena de residencias, la mayorĂ­a con amplios jardines alrededor.


Hasta mediados del siglo XX, fue un lugar con la más hermosa reunión de residencias, la mayoría de estilo francés.


El nombre de la alameda fue asignado en homenaje al general argentino Roque Sáenz Peña, quien participó en la Guerra del Pacífico (1879). En el año 1922, se colocó el obelisco a San Martín, en el centro de la Alameda y de la pista de la avenida San Martín.


En la Alameda Saénz Peña, residían familias acaudaladas, que habían decidido instalar sus viviendas en el distrito de Barranco, por haberse convertido en el barrio de moda.


Hacia finales de la dĂŠcada de 1930, las dos primeras cuadras estaba totalmente edificadas, manteniĂŠndose a la fecha la mayorĂ­a de estas, por ser considerado Patrimonio del distrito de Barranco.


Sin embargo, hasta casi mediados del siglo XX, todas esas residencias, se abastecĂ­an de agua, mediante un sistema de pozos de agua y molinos.


Los diseĂąos arquitectĂłnicos de cada una de las residencias son totalmente distinta a la casa vecina.


Por ello al admirar las construcciones, pareciera que viajara a cada uno de los lugares donde esas edificaciones fueron originarias.


Encontrará estilo renacentista, republicano, morisco, victoriana, clásica, Art Nouveau, moderna de la escuela alemana de diseño, la Bauhaus, y las últimas edificaciones son minimalistas.


Las รกreas verdes tanto de las bermas laterales como central, siempre estรกn muy bien cuidadas, con diversas flores, arbustos y รกrboles.


Yo, acostumbraba pasear por la Alameda Roque Sáenz Peña, durante mi niñez y juventud, por ello uno de las estrofas de mi poema titulado "Barranco", evoca aquel hermoso lugar, en especial porque en la zona siempre había palomas picoteando la vereda.


Hacia la dĂŠcada de 1970, demolieron una hermosa residencia de dos niveles, para edificar un edificio de siete niveles que malogrĂł toda la belleza arquitectĂłnica de la Alameda.


En esa misma década, se empezó la construcción de un edificio de departamentos al final de la alameda, entre la calle Tacna y el malecón Sousa, la cual se mantuvo paralizada durante casi 30 años, hasta culminarla, sin ningún detalle similar a la belleza de todas las otras casas vecinas.


En la década de 2010, por alguna extraña razón se permitió la construcción de un edificio de 8 niveles, que también destroza la armonía arquitectónica de este hermoso lugar.


Esa construcciĂłn fue realizada en los jardines, en alguna ĂŠpoca intangibles, de una residencia ubicada en la tercera cuadra de la Alameda, en esquina con la calle Tacna.


Otras dos extrañas edificaciones se han realizado en esta alameda, hermosas residencias fueron demolidas para construir horribles edificios, sin algún valor arquitectónico, además de ello, son departamentos que malogran la perspectiva de la Alameda.


Sin embargo, si se han mantenido y cuidado diversas estatuas, que permanecen por dĂŠcadas en el mismo lugar, en especial, aquella en homenaje al dios Neptuno.


AsĂ­ como varios adornos ubicados dentro de los jardines, como estas esculturas, refugio de las palomas.


Era tambiĂŠn mi ruta para ir a la playa Barranquito, justo por el acantilado, era muy sencillo descender por ese cerro, prĂĄcticamente en 7 minutos llegaba a la arena.


En la Alameda existen negocios de galerĂ­as de arte, centros de enseĂąanza, teatros, universidades, embajadas, hoteles, artesanales, y otros comercios, asĂ­ como diversas viviendas.


Ninguno de esos negocios tiene habilitado รกreas de estacionamiento, lo cual perjudica la viabilidad vehicular y peatonal de la zona.


El lugar debe haber sido demasiado hermoso, porque a pesar de todas estas transgresiones al valor patrimonial, el lugar continua siendo muy bello.


Sean los meses de invierno, otoño, primavera o verano, siempre será un deleite caminar por la Alameda Saénz Peña.


Alameda Saénz Peña siglo XXI Fátima

Rodriguez

Serra


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