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Abriendo Oportunidades

Abriendo Oportunidades® y los espacios seguros para mejorar los resultados de educación para las niñas indígenas en Guatemala

En los últimos 18 años, la oficina de Guatemala del Population Council ha trabajado en asocio con las entidades de gobierno designadas para la protección y educación de las niñas indígenas. La evidencia que aporta el Council a través del programa Abriendo Oportunidades (AO), demuestra que es posible trabajar junto al Gobierno para mejorar los resultados de educación para las adolescentes indígenas entre los 10 y los 14 años y vincular a las adolescentes mayores de 15 años que están fuera de la escuela a trayectorías de vida más autónomas.

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En Guatemala, las niñas indígenas enfrentan discriminación por género, pobreza y etnicidad. Muchas de ellas viven en comunidades rurales remotas, donde los servicios básicos y oportunidades de desarrollo son limitadas en pleno siglo XXI. Las niñas indígenas, desde edades tan tempranas como los 8 años, enfrentan barreras que las empujan a salir de la escuela en la adolescencia. Desde la pobreza hasta las normas sociales que otorgan más valor a la educación de los niños. Esto las expone a malos resultados como deserción escolar, matrimonios y uniones infantiles, tempranas y forzadas y violencia sexual.

En respuesta a esta situación, el Council ha buscado fortalecer los enfoques programáticos de oficinas de Gobierno como la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI) y la Dirección General de Educación Extraescolar (DIGEEX) para implementar planes piloto que se han traducido en más años de educación, menos casos de matrimonios y uniones infantiles y más espacio para la toma de decisiones informada para las niñas que participan en Abriendo Oportunidades.

Si bien las condiciones de educación han mejorado para toda la niñez del país en el nivel primaria, la inscripción en secundaria sigue siendo un reto; en particular para las adolescentes indígenas mayores de 15 años. Nuestra investigación ha demostrado que, en la medida que los programas sociales sigan excluyendo a los segmentos de niñas indígenas en los 10 a 14 y 15 a 19 años, va a ser imposible revertir las tendencia negativas en educación y matrimonios y uniones infantiles.

Abriendo Oportunidades es un programa diseñado para atender específicamente la trayectoría de vida de las niñas y adolescentes indígenas desde los 8 hasta los 18 años. El programa AO aborda a líderes comunitarios, centros educativos y madres para establecer espacios seguros en la comunidad— por lo general un salón de la escuela en horas de la tarde— donde las niñas y adolescentes se reúne todas las semanas para ampliar conocimientos y fortalecer sus capacidades de liderazgo. AO invierte en capacitar y formar a mujeres indígenas jóvenes a quienes llamamos “mentoras”. En AO la mentoría es una forma de servicio cívico comunitario, que se reconoce a través de un estipendio y oportunidades de certiticación. Las mentoras viven en las mismas comunidades que las niñas, hablan su idioma, conocen sus necesidades y utilizan guías curriculares para trasladar conocimientos.

Al invertir de manera simultánea en niñas y mentoras, Abriendo Oportunidades ha generado modelos de interacción entre mujeres que antes estaban desmovilizadas. Este modelo de transformación social tiene el alcance de trazar planes de vida para que las niñas vivan libres de violencia y cumplan sus planes para el futuro, empezando por acceder a las oportunidades de educación que se merecen.

Desde la versión piloto en 2004, el programa AO se ha implementado en 350 comunidades indígenas del país, trabajando con cerca de 20,000 niñas y adolescentes entre los 8 y los 18 años y formado a la nueva generación de mentoras que hoy conforman una red de 350 mujeres en diferentes municipios de Guatemala. Una evaluación de impacto apoyada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2017 demostró que AO reduce los matrimonios y uniones tempranas en niñas entre los 12 y 17 años y reduce la exposición a violencia en el hogar y en la comunidad.

En los próximos años, el Council tiene como meta trabajar de la mano con la administración del Presidente Giammattei y del Vicepresidente Castillo para aportar la evidencia necesaria y mejorar los programas que hoy atienden a las niñas indígenas del país. Estamos convencidos que esta es la ruta para fortalecer la autonomía de las niñas indígenas, ampliar sus espacios de oportunidad e interrumpir los ciclos de exclusión que las han afectado históricamente.

EL CAMINO HACIA UNA DEMOCRACIA LIBRE, JUSTA Y ATENTA

Rudolf Teuwsen Director y Representante de la Fundación Konrad Adenauer para Guatemala, Honduras y El Salvador Cynthia Fernández - Coordinadora de proyectos del área: Estado de derecho y política Ricardo Barreno - Becario KAS

En las recientes décadas, el mundo en general y la región centroamericana en particular han vivido un proceso de profundas transformaciones de distinto signo. Una de ellas fue la expansión de la democracia que no se ha traducido necesariamente en su consolidación.

Aún quedan desafíos para establecer un modelo con capacidades para impulsar y sostener políticas públicas que aseguren eficiencia económica y bienestar social. mecanismos de integración regional, y formación política.

El camino hacia una democracia libre, justa y atenta implica reconocer una realidad que debe ser transformada. Sin embargo, ¿qué necesita el país para

Al respecto, el Índice de Desarrollo Democrático (IDD-LAT) publicadao en 2016 por la Fundación Konrad Adenauer y la consultora PoliLat, señala que Guatemala:

Presenta un deterioro en desarrollo democrático del 43%. Por tercera vez consecutiva se ubica en el último lugar del ordenamiento regional. Se mantiene en el grupo de países con mínimo desarrollo democrático. En las dimensiones de: democracia de las instituciones, social y económica, pertenece al grupo de países con mínimo desarrollo democrático.

¿Qué reflexiones a futuro nos ofrece esta expansión sin consolidación? Quizá un punto de inicio sea la urgencia de promover la incidencia ciudadana. Es decir, maximizar el alcance que tienen las articulaciones sociales para influir en la construcción de la agenda gubernamental con respecto a la planeación, diseño e implementación de una política pública.

La oficina de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) en Guatemala y en más de 120 países, reconoce que la promoción ciudadana para la incidencia es clave para el desarrollo democrático y del Estado de derecho. Por más de 40 años, la KAS ha acompañado proyectos orientados -aunque no limitados- al fortalecimiento de instituciones, promoción de gobernabilidad democrática, el logro de una incidencia ciudadana permanente?

La incidencia ciudadana requiere de:

Un contexto estable y confiable. Un marco normativo coherente con la realidad social. Un sistema de organizaciones políticas con capacidad de representar. Canales para la comunicación que permitan a los representantes de gobierno dar a conocer las acciones que proponen para el fortalecimiento democrático; y que la ciudadanía construya una cultura de auditoría ciudadana para asegurar que las acciones políticas están siendo transparentes y orientadas hacia el bien común.

Al respecto, el Manual de Marketing y Comunicación Política publicado en 2018 por la KAS y la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) señala que el sistema de comunicación del siglo XXI permite indagar, observar, compartir, escuchar, conversar, todas las acciones que fortalecen la convivencia democrática.

Así como los ciudadanos empiezan a apropiarse de estos recursos para expresarse, para verse, para relacionarse, los políticos inician a cambiar la vieja costumbre de monologar frente a los votantes y aprovechar todas estas posibilidades que ofrecen los nuevos contextos para empezar a conversar con los ciudadanos y convertir el mensaje político en una auténtica comunicación.

Entonces, ¿le apostamos a construir una democracia libre, justa y atenta?

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