Boletin del Embajador - Junio de 2016

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Embajador de la Esperanza www.fazenda.org.br

Ediciรณn 105. Junio 2016

Reconstruir la

Esperanza Foto: Archivo de la Fazenda de la Esperanza

Nuestra misiรณn es la de ayudar a los jรณvenes a dejar las drogas


O

Cuando nos unimos por un objetivo en común logramos transformar nuestras vidas y también las estructuras que

frecer la oportunidad a los (as) jóvenes a recuperarse de las drogas es optar por un nuevo estilo de vida, es la misión de la Fazenda de la Esperanza. En más de 33 años, miles de personas ya han pasado por nuestra comunidad y lograron volver a escribir sus historias, es decir, transformar el dolor en amor. Cada uno llega a la Fazenda destruido por las angustias que las drogas causan; abandonados, vacíos, sin vida. En la mayoría de los casos, cuando recibimos una propiedad para implementar una Fazenda de la Esperanza, las casas necesitan de reformas. Un grupo de misioneros se entregan voluntariamente por dos o tres meses a realizar las reformas y adaptaciones que el local necesita, visitan las escuelas y parroquias y preparan a la comunidad para recibir una unidad de la Fazenda de la Esperanza. “La Iglesia, después que nos dio el reconocimiento que el Carisma de la Esperanza es el que da sentido y alegría de vivir a tantos jóvenes y familias, desea que el trabajo se difunda. Pero esto no es posible se no surgen más voluntarios y Embajadores de la Esperanza, porque son los que, sabiendo cómo se desarrolla una Fazenda, pero no pudiendo estar con nosotros en el día a día, quieren apoyar y contribuir, incluso financieramente”, explica Nelson Giovanelli, fundador. El 2015, por ejemplo, los Embajadores de la Esperanza, con su colaboración, participaron de distintos proyectos realizados en distintas Fazendas con el objetivo de mejorar las estructuras para favorecer aún más la recuperación de nuestros jóvenes. Sin embargo, en este momento, tenemos la necesidad de ampliar nuestros espacios para que más jóvenes sean recibidos y tengan la posibilidad de encontrar un nuevo camino. (Vea los cuadros de algunos ejemplos que, con su colaboración, hicimos el 2015 y lo que, con la ayuda de más Embajadores, podríamos construir) 2 - Boletín del Embajador - Edición 105 - Junio 2016

“Aumentando el número de contribuyentes, tenemos la oportunidad de invertir en las Fazendas que ya existen porque, cuando se cubren las vacantes, llegan los pedidos de nuevas casas, reformas, locales de trabajo para los jóvenes, además de los pedidos para abrir nuevas unidades. Esta colaboración que hacen los Embajadores, nos ayuda, justamente, para ampliar las estructuras”, agrega Nelson Giovanelli. Una nueva casa En diciembre de 2013, un incendio destruyó la casa de la Fazenda de la Esperanza Femenina de Guapimirim/RJ.


Sucedió conmigo

reciben a nuestros jóvenes en las Fazendas

En ese momento las jóvenes tuvieron que ser trasladadas para otras unidades de nuestra comunidad. Más tarde, se improvisó una casa y ellas regresaron para Guapimirim. Luego, diversas acciones sociales tenían un único objetivo: reformar la casa destruida. “Hace cuatro meses llegué aquí para recuperarme y en este periodo experimenté junto con las otras chicas esta lucha para reformar la casa. Tengo un problema de hernia de disco, lo que me impide hacer algunos trabajos, pero me dediqué con ellas en la composición del jardín, cuidando de cada plantita para que todo quedara más lindo. Para mí fue como reconstruir nuestra vida”, nos cuenta Danusa Prates Veloso, de Montes Claros/MG. Robson Luiz do Prado es otro ejemplo de quien volvió a reconstruir su vida a través de la Fazenda de la Esperanza, el 2009. “El uso de las drogas destruyó mucho mi relación con mi familia. En la Fazenda, lo que más me marcó fue el amor y el aprender a vivir un nuevo estilo de vida, que llevo conmigo hasta hoy”. Actualmente Robson trabaja en la Residencia Terapéutica, que recibe a hombres que necesitan de acompañamiento psicosocial para regresar a sus familias. Mi participación Son muchos los Embajadores de la Esperanza que han colaborado para que podamos ampliar nuestros espacios y así poder recibir a nuevos jóvenes. Pero los pedidos de ayuda no dejan de llegar, ya que cada día más personas son afectadas por las drogas. Por eso, lo (la) invitamos a Ud. que recibe nuestro Boletín a hacer su colaboración fielmente para que podamos construir casas, extender los espacios de trabajo y ofrecer a los jóvenes la oportunidad de cambiar sus vidas y las de sus familias.

Soy una ex recuperanda del año 2011. El 2015, comencé mi experiencia como responsable en la Fazenda Nuestra Señora de Lourdes, en Guapimirim/RJ. Cuando llegué aquí, al principio, sólo sabía que necesitaba reconstruir una casa que se había quemado, en diciembre de 2013. La idea de reconstruir siempre estuvo muy fuerte en todos los que llegaban hasta este lugar, pues la Fazenda necesitaba de armonía y una casa adecuada para la recuperación de las chicas. No teníamos dinero, y esto era un obstáculo para tener el valor para comenzar las obras. Pero necesitábamos creer en la providencia, y, en una conversación con Lucy, una de las fundadoras, ella me habló de confiar y de recordar siempre esta frase: “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. Fuimos a conversar con Mons. Gregorio, obispo de Petrópolis, y él nos incentivó a ir a las parroquias. En este contacto con la Comunidad, estaba muy fuerte el llamado similar al de San Francisco de Asís: “Ve y reconstruye mi Iglesia”. Esto nos llevó a ser más responsables en la vivencia del Evangelio entre nosotras, y nuestro compromiso de vida se vio reflejado en providencia para la obra. En julio de 2015, con la llegada de las chicas de la Escuela Misionera, tuvimos la gracia de vivir juntas por un mes, yendo a las parroquias, eventos de la Diócesis y escuelas; bautizamos este proyecto con el nombre “Reconstruyendo la Esperanza”. Comprendimos que el incendio fue una “oportunidad” que Dios nos dio para juntas llevar el Carisma de la Esperanza a muchas personas. El fruto de este año de reconstrucción es poder ver la vida de las chicas reconstruida y la de cada voluntario que se acercó a dar su “Sí” para esta Obra de Dios. Un año después tenemos una linda casa, lista para recibir a muchas jóvenes, madres con sus hijos y para todo aquel que quiera vivir una experiencia concreta con el Evangelio.

Mariah de Mesquita Couto, 30 años, Belén/PA


Destacable Franciscanas misioneras de Nuestra Señora Las Hermanas Franciscanas Misioneras de Nuestra Señora, llegaron a la Fazenda de la Esperanza “Nuestra Señora de Luján” en el 2008 por una invitación de Monseñor Aurelio Kuhn, hoy obispo emérito de Dean Funes, Córdoba. Viendo la necesidad de una presencia femenina en la Fazenda de la Esperanza masculina, invitó a las hermanas Franciscanas de Nuestra Señora para ser una presencia viva de María, en medio de los jóvenes. Las hermanas nos comparten un poco su experiencia: “Nuestra misión aquí, es sobre todo la de ser madres, aportando todos los valores que contiene nuestro ser femenino, cristiano, consagrado y franciscano. Somos madres escuchando, acompañando espiritual y humanamente. Nos ocupamos también de la liturgia, de la catequesis para los distintos sacramentos; preparamos temas de formación. Junto con los responsables y padrinos queremos que esta experiencia sea una escuela de vida, no sólo para los jóvenes sino también para nosotros. Por eso todos los días lunes por la mañana comenzamos nuestra semana con la Eucaristía. Sentimos que tenemos que colocar todo lo que será la semana en manos de Aquel que nos conduce en el acompañamiento de los jóvenes, porque en realidad quien recupera es Él, en medio nuestro Hace poco el Papa Francisco enviaba un mensaje a nuestros jóvenes de todas las Fazendas del mundo y él decía: ‘¡Todos somos débiles, todos! ¡Todos somos pecadores, todos! Pero todos tenemos la Palabra de Dios, que no sólo nos dice un mensaje, sino que nos sostiene parados, nos sostiene de pie, Dios te da la mano y te alza’.

Nosotras queremos ser esas manos, que con nuestra presencia, oración y trabajo queremos ayudar a levantar a estas personas que quieren recuperar su dignidad como personas y como hijos de Dios”. Hna Sara, Hna Mariela, Hna Olga

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OBRA SOCIAL NOSSA SENHORA DA GLÓRIA - FAZENDA DA ESPERANÇA Departamento Retorno à Vida - Caixa Postal 529 - CEP 12511-970 Guaratinguetá-SP Tel.: (12) 3128 8900 E-mail: adm.rv@fazenda.org.br


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