Embajador de la Esperanza
Foto: Chirlis de Souza
www.fazenda.org.br
Ediciรณn 106. Julio 2016
A
l amanecer del día 7 de junio, decenas de buses estacionaron a orillas de la carretera TO-10 con jóvenes que venían de los distintos municipios de la región. En el portón de entrada, recibían la camiseta del encuentro y caminaban algunos metros hasta el lugar central en donde las actividades se realizarían. Durante el programa, testimonios, músicas, presentaciones teatrales y, principalmente, mucha alegría. Promover la prevención en cuanto al uso de drogas. Con este objetivo se realizó la Fiesta de la Juventud de la Fazenda de la Esperanza de Lajeado/TO. Es la 15ª vez que se realiza y participaron cerca de 2.000 jóvenes de Palmas, Tocantínia, Miracema, Porto Nacional, Lajeado y ciudades vecinas. La fiesta tuvo como tema, el mismo para la Familia de la Esperanza 2016: “Misericordia, camino de esperanza”. “Es la primera vez que participo. Junto con mi amiga, acostumbramos participar de estos encuentros concernientes a la juventud, conociendo distintos lugares. Lo que se hace aquí es muy bueno, ya que incentivan a las personas a recuperarse. Los testimonios de los jóvenes nos conmueven y nos enseñan mucho. Me gustó mucho y espero volver otras veces”, nos cuenta Juliana Rodrigues Reis, que llegó de Araguaína. Lo que atrajo más la atención de Juliana fueron los testimonios de los jóvenes. En concreto el de Liviana, una joven de la Fazenda de la Esperanza de Palmas, que desde niña fue testigo de conflictos familiares y se entregó al mundo de las drogas. Liviana también entró en el mundo de la prostitución, contrajo el virus VIH e intentó suicidarse. Ahora Liviana ha comenzado a reconstruir su vida y, a pesar de los problemas que carga, aprendió a tener esperanza y a vivir en plena libertad. Las experiencias que los jóvenes de la Fazenda de la Esperanza cuentan, sobre cómo eran antes y como son
ahora – debido al cambio de vida que descubrieron – es lo que más contagia a los jóvenes que participan de la fiesta. Y este es uno de los aspectos más importantes del evento. “Este día es la culminación, pero la fiesta comienza 60 días antes, cuando jóvenes y voluntarios recorren todas las escuelas municipales de Palmas, y de las ciudades vecinas, para hacer la invitación para participar de la fiesta y hacer, a su vez, un trabajo de prevención. Nuestro objetivo es llegar al máximo de personas con las ayuda de los voluntarios, benefactores, y trasmitir que la esencia de la prevención, en el fondo, es descubrir a Dios Amor. Si descubrimos esto temprano, vamos a tomar decisiones que van a edificar nuestra vida”, explica Fátima Roriz, responsable por la Región Centro-Norte de la Fazenda de la Esperanza, que está compuesta por siete unidades masculinas y dos femeninas. “Lo importante fue que todos entendieron el sentido de la fiesta, incluso los jóvenes de la Fazendas, que se sintieron más motivados para terminar su año de recuperación, y mantener la esperanza. ¡Cuántos de los que estuvieron aquí, después de escuchar los testimonios, se van a cuidar más y no van a entrar en el mundo de las drogas!”, refuerza Valdinei Westin, un ES de la fazenda y hoy voluntario y también responsable regional. Fiesta para la familia El evento es una oportunidad para encontrarse los jóvenes de la Fazenda con sus familiares, como fue el caso de Divino Francisco Rodrigues Junior. Hace dos meses él se está recuperando en la Fazenda de la Esperanza de Lajeado y, por causa de la fiesta, recibió la visita de Camila, su pareja. “Es muy bueno en el sentido de comprender que las personas pueden, divertirse, bailar, alegrarse en la presencia del Señor, sin tener que usar drogas. Esta experiencia ha fortalecido mi caminata”.
Sucedió conmigo
“Estoy muy agradecida a la Fazenda de la Esperanza porque esta es una fiesta muy bonita. Todo esto es muy importante y rápidamente veo los cambios en él”, afirma Camila. Unidad Un día antes de la fiesta, varias tiendas son colocadas para que las comunidades participantes vendan productos que los ayuden en su sustento. Seminaristas, religiosos y laicos consagrados pasan un día juntos compartiendo sus carismas y conociendo más sobre la vida de los jóvenes de la Fazenda. “La acogida de los jóvenes, y de sus familias, crea un ambiente muy bonito. Ellos, que llegan de una vida sufrida, son el motivo para que nosotras estemos aquí”, nos cuenta la Hermana Teresinha, de la Comunidad Toca de Asís. La Arquidiócesis de Palmas siempre está presente para esta fiesta, ya sea con Mons. Pedro Brito Guimarães, como los seminaristas de la Capital. Mons. Pedro nos habla de la importancia del encuentro. “Creemos que esta fiesta tiene un gran futuro, porque el tema es muy urgente, la necesidad lo exige, el mundo pide a gritos una fiesta como esta. Entonces, las personas trabajan en la línea de la prevención, mostrando el camino de la misericordia, el camino de Dios, que vale la pena que las personas crean en Él y en el prójimo”. Amplitude La Fiesta de la Juventud es uno de los eventos clave dentro del calendario de la Familia de la Esperanza, pero muchos otros son realizados para hacer ver a los jóvenes de la sociedad que las drogas pueden llegar a todos. Además de esto, permite que nuestros jóvenes de las Fazendas tengan contacto con las personas y con ellas intercambien experiencias positivas. Usted Embajador de la Esperanza puede colaborar para que eventos como este puedan realizarse y den una vida nueva a los que necesitan. ¡Únanse a nosotros!
Yo estaba llevando una vida desenfrenada, haciendo sufrir a mi familia. Soy hijo único y desde pequeño siempre tuve todo. Viví cinco años en el mundo de las drogas, usando marihuana. Mi padre me decía de dejarla pero yo no le daba mucha atención. Cada día yo despertaba y no arreglaba mi cama; era mi padre quien lo hacía. Mi vida estaba totalmente desordenada. Tan pronto como llegué aquí, una palabra que me tocó fue: “Estén despiertos y recen”. Ella me animaba para estar siempre en la capilla, donde me gusta, porque allí es donde vive el dueño de este lugar. Y en estos días, preparando la Fiesta, viví una experiencia que me marcó bastante, cuando fuimos a Gurupi/TO. Nuestro objetivo era vender galletas y divulgar la Fiesta de la Juventud, mostrando la programación a las personas. Después de la experiencia que vivimos, nos dimos cuenta de que esto era nuestra voluntad, no la de Dios. Llegando allí, supimos que el tío de un hermano que se recuperó en la Fazenda había fallecido. Él tenía 98 años. Nosotros pensamos que iríamos a quedar un poco en el velorio y después continuaríamos divulgando la Fiesta, pero nuestro coordinador nos dijo que deberíamos pasar el día allí, haciendo compañía a los familiares. La Palabra del día era “El amor cubre una multitud de pecados”. Nos quedamos allí acompañando y, al final, vimos que cada uno de los familiares nos vino a agradecer, a pesar del dolor de ese momento. En una situación tan difícil como esta, pudimos llevar amor para esta familia. Actos como este son los que ayudan a mantenerme de pie aquí en la Fazenda. Poco a poco la fazenda de la Esperanza me está devolviendo la vida y tengo la alegría de, en estos días, completar mi año aquí en la Fazenda.
Ítalo Dielson de Jesus Goianésia/GO
Destacable Gen Rosso en el Cono Sur Después de casi dos meses de gira, el Gen Rosso concluyó su tour con la esperanza de volver. Comenzamos en Uruguay y terminamos en Paraguay, recorriendo las ciudades de Montevideo, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Asunción (Paraguay). Forte sin Violencia, es un proyecto innovador de prevención contra las drogas y la violencia. Comenzamos, tomándolo como un gran desafío y pensando que era voluntad de Dios, para el bien de los chicos de la Fazenda y sus familias. En cada lugar que estuvimos, se requirió de un gran esfuerzo de todos, tanto, como los de la Fazenda de la Esperanza, como de otros grupos que también quisieron participar con nosotros. Fuimos muy respetuosos con la realidad de cada pueblo y una oportunidad para nosotros de vivir lo que siempre procuramos en nuestras Fazendas: La Palabra. Una gracia particular fue la experiencia en Tucumán, en donde tuvimos la oportunidad de presentarnos ante más de nueve mil personas, en la noche de los jóvenes, en el Congreso Eucarístico Nacional. En todos los lugares era muy fuerte el trabajar junto a nuestros hermanos mayores del Movimiento de los Focolares. Nuestro carisma de la Esperanza, nace del Carisma del Focolar, de Chiara Lubich, su fundadora, y juntos sentíamos reavivar el fuego del ideal de la Unidad, que se expresaba en las distintas tareas que debíamos realizar para llevar con los doscientos jóvenes, para cada espectáculo.
Sentimos de agradecer a todos los que nos ayudaron a que este proyecto se hiciera realidad, pero de manera particular a nuestros fundadores y miembros de la Presidencia que nos acompañaron en las distintas ciudades. Queremos seguir construyendo la civilización del amor, con la esperanza de un mundo nuevo, más unido, y con la certeza que nos expresaba un joven de Uruguay: Sin Dios nada se puede…. Porque con Dios todo puede ser posible. Analía Rodríguez – Marcelo Rodrigues Regionales Cono Sur
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