Boletin del Embajador - octubre de 2015

Page 1

Embajador de la Esperanza Edici贸n 97. Octubre 2015

www.fazenda.org.br

Foto: Maur铆cio Araujo

de la

El carisma Esperanza


El arte como expresión de unidad, fue esto lo que sucedió en el encuentro de jóvenes y carismas, en la Fiesta de la Familia y en los shows con el grupo Gen Rosso.

E

n cada época la humanidad enfrenta alguna dificultad, debido al deseo que el ser humano tiene de poseer, consumir, estar por delante… Estrés, depresión y problemas síquicos están cada vez más presentes en nuestra sociedad y son un verdadero flagelo para muchas personas. Cuando en Europa se puso de relieve la alta cultura, con imponentes bibliotecas en donde se conservaba la cultura clásica, además de señores de grandes propiedades de tierra, Francisco fue un ejemplo de desprendimiento y amor al prójimo. Él comenzó sus actividades reconstruyendo pequeñas iglesias y encerró su misión con la consolidación de la Orden de los Frailes Menores. Solo reformó la primera capilla, pero necesitó de sus hermanos para hacer que su obra se difundiera. En momentos en que el mundo vivía el odio y la violencia, Chiara Lubich y sus compañeras fueron un rayo de luz que señaló la unidad como un camino para una relación armoniosa entre los pueblos. Era 1943, cuando en medio de los refugios antiaéreos de Trento (Italia) las jóvenes comenzaron a compartir el amor, aquel que ninguna bomba podía destruir. Se fundó el Movimiento de los Focolares. El pequeño grupo dio el impulso y la inspiración, pero fueron otras miles de personas que hicieron que el carisma llegara a los confines de la tierra. A mediados de 1983, Fray Hans Stapel, ofm, era párroco desde hacía poco tiempo de la Parroquia Nuestra Señora de la Gloria, en Guaratinguetá/SP. Sus sermones que unían la pobreza franciscana y la espiritualidad focolarina impulsaban a los parroquianos en las acciones sociales que nacían. En esta realidad es que Dios hace nacer el Carisma de la Esperanza, que nadie – ni siquiera Fray Hans – conocía por este nombre. Un nuevo carisma Además de Fray Hans, Nelson Giovanelli, Irací Leite y Lucilene Rosendo también buscaban vivir el evangelio acogiendo a los leprosos de nuestro tiempo. El proyecto,

2 - Boletín del Embajador - Edición 97 - octubre 2015

que muy pronto ganó prestigio, era recibir jóvenes adictos (as) por las drogas y el alcohol, proponiéndoles un nuevo estilo de vida basado en la convivencia en familia, en la espiritualidad para encontrar un nuevo sentido de vida y el trabajo como parte del proceso pedagógico. Muy pronto las Fazendas de la Esperanza – masculinas y femeninas – fueron solicitadas y abiertas en diversos estados de Brasil. Los obispos que acompañaban el desarrollo de las comunidades aconsejaron a los fundadores a mirar con cariño lo que estaba naciendo, ya que muchos jóvenes, matrimonios, sacerdotes y religiosas se sentían motivados para colocarse a disposición de aquellos que sufrían algún tipo de adicción. Posteriormente, además de recuperar personas del mundo de las drogas, se emprendieron otras misiones: acoger niños abandonados, cuidar de portadores del virus VIH, ofrecer instrucción y educación a niños en guarderías y escuelas, etc. El carisma no sólo era para los que buscaban la recuperación; era para todos. Pronto creció el número de los que tenían el deseo de entregarse a los que de alguna forma, sufrían; y ellos entendieron cuál era su misión: ofrecer la esperanza. Con el acompañamiento y aprobación del Cardenal Aloízio Lorscheider, entonces Arzobispo de Aparecida/SP, nació la Asociación de Fieles “Familia de la Esperanza”. “El número de miembros de la Familia de la Esperanza creció… su carácter internacional aumentaba: llegaba de todos los rincones del mundo, rusos, latinoamericanos, europeos, por fin los africanos, también de otras Iglesias, de otras Religiones”, destaca el Padre César dos Santos, formador y responsable de la Fazenda de la Esperanza en México. La llegada del Papa Benedicto XVI, el 2007, ayudó a dar a conocer y divulgar la comunidad. Cuando él nos visitó existían un poco más de 40 unidades; hoy ya pasaron de 110. Hace cinco años que la Iglesia reconoció


el trabajo de la Familia de la Esperanza como un carisma para la Iglesia y para la humanidad y, por eso, estamos de fiesta con diversos eventos en nuestras comunidades. En estos momentos de fiestas que se han programado, la intención es aumentar nuestra amistad con los Embajadores de la Esperanza, por eso regionalizamos nuestros encuentros y finalizamos con un hermoso musical.

Mantener viva la esperanza Así como la espiritualidad franciscana y focolarina, esta Familia sólo llegó a lugares inimaginables porque muchos ofrecieron sus vidas. Hoy, Polonia y Estados Unidos son dos de los más de 50 lugares en el mundo en donde la Fazenda de la Esperanza es requerida para hacer presente su carisma. “Somos Esperanza Viva, porque manifestamos a los otros lo que tenemos en el corazón. No escondemos lo que Dios nos dio. La esperanza tiene un nombre: ¡Jesucristo!”, destaca Mons. Bernardino Marchiò, obispo de Caruaru/PE. Don “Dino”, como también es llamado, conoció la Fazenda de la Esperanza en 1985, dos años después de su fundación. Esta manifestación del Carisma de la Esperanza realizada por aquellos que optaron por entregar todo su tiempo sólo es posible con la ayuda de usted, Embajador de la Esperanza. Tenga muy claro dentro de sí que su papel es muy importante en la vida de las personas que sufren con las drogas y otros males. Muchas gracias por formar parte de nuestra familia.

Sucedió conmigo Conocí la Fazenda de la Esperanza a través de mi hermano sacerdote, padre Luis Menezes, cuando tenía 7 años de edad, pero me apasioné por esta Obra cuando tenía 14 años, en una visita a la Fazenda de Guaratinguetá/SP. Allí sentí que Dios me pedía algo. El día de esta visita percibí un “clima” diferente y esto me hizo reflexionar, ¿cómo en medio de jóvenes con tantos problemas puede existir un ambiente tan bueno? Esto fue algo que nunca había experimentado y esto sin duda me estimuló para ir en busca de una respuesta. Cuando volví para casa, en Lagarto/SE, sentía que tenía un cronómetro marcando mi tiempo para volver y vivenciar de manera más intensa la experiencia. Dejé mi rutina, como el trabajo y las tareas del día a día y vine en busca de este nuevo estilo de vida. El 2010 se hizo una invitación a los miembros de la Familia de la Esperanza para ir a Italia y participar del momento en que recibiría por parte de la Iglesia el Reconocimiento Pontificio. Este viaje era como una misión, en donde necesitábamos hacer actividades para recaudar el valor del pasaje y de los gastos. Al llegar a Italia, fue una alegría muy grande estar en el corazón de la Iglesia y vivir lo que significaba la aprobación del carisma de la Familia de la Esperanza. Los momentos que pasamos en la plaza de San Pedro, como cuando escuchamos al papa Benedicto XVI mencionar el nombre de la Familia de la Esperanza, fue muy emocionante. Nos dio la confirmación de todo lo que nos gustaría vivir y llevar a la Iglesia y a la humanidad. El día en que se recibía el reconocimiento, sólo algunos pudieron entrar en la sala para participar de dicha solemnidad. La mayor parte quedó a la espera con una gran ansiedad de recibir la noticia de la aprobación. Al encontrarnos todos fue vivir la emoción de haber ganado un sello de existencia para el mundo; poder llevar para todos esta Esperanza que tantos necesitan y ahora es confirmado por la Iglesia.

Maria Goretti dos Santos Menezes, 34 años, Lagarto/SE


Destacable La alegría de ser misionero La unidad femenina en Italia ya recibió el nombre de su patrona, Fazenda Refugio Santa María de la Belleza. Ella está localizada en Conflenti, cerca de la unidad masculina. El grupo de 8 misioneras que comenzó la misión el día 28 de julio, formado por diferentes nacionalidades y una variedad muy rica de culturas, estuvieron con la disposición de amar y dejar la nueva casa con la “cara” de la Fazenda de la Esperanza. El grupo de misioneras que con el pasar de los días fue ganando nuevas integrantes, el día 30 de julio fue a visitar la unidad masculina, en Lamezia Terme y fueron recibidas con una gran fiesta y una cena para celebrar el inicio de las actividades. Las dos Fazendas están cerca y tienen en común la iglesia de Nuestra Señora de la Quercioula. La comunidad fue muy receptiva a la Fazenda, que recibió a las misioneras en varias oportunidades, en la celebración de la misa o en un café. Gestos que mostraron esta atención a las nuevas habitantes, como fue el recibir la visita de dos señoras vecinas, que trajeron tomates, albahaca y berenjenas, todo esto de sus propias plantaciones, fue una gran alegría. Acompañar las reformas y realizar algunos trabajos, muchas veces fue necesario, pero esto no le quitó la belleza y disposición de la misión. Las tareas se dividieron de manera que hubiese armonía en la realización y en el resultado, así sucedió con el jardín y la pintura de la casa. Una manera de presentar el estilo de vida propuesto por el carisma de la Esperanza es estar abierto a las propuestas de cada día. Esto sucedió cuando las misioneras con la comunidad, el día de Nuestra Señora de las Nieves (devoción de dicha región), se dispusieron a arreglar la iglesia para recibir a los fieles, con la limpieza de la misma, la decoración con flores y pétalos de rosas blancas por todo el camino por donde las personas pasarían.

Mons. Luigi, obispo que acompañó a la unidad masculina y que también se hizo presente con el grupo de la Fazenda Refugio Santa María, participó de celebraciones litúrgicas y estuvo junto a las misioneras en distintas oportunidades. El apoyo recibido por parte del obispo y por el párroco, padre Adamo, es especial, ellos son un vínculo de unión con las personas. Otra visita muy especial fue cuando tres jóvenes del Movimiento de los Focolares fueron a la Fazenda para garantizarnos su unidad en esta divina aventura, esto sirvió de estímulo para todas. El lugar en que ya se desarrollaron distintas actividades de la iglesia, ahora alberga a la nueva Fazenda femenina, que tiene la misión de llevar la Esperanza y llevar a las personas aún más cerca de Dios. La llegada de 8 hermanas Clarisas que van a dar inicio al monasterio junto a la Fazenda fue celebrada con mucha alegría. Junto a este grupo estaba la Escuela de Comunión femenina, que se juntaron al grupo de misioneras en Conflenti/Italia. Los días de misión guardan momentos especiales de intercambios de experiencias entre las misioneras y con las personas de la comunidad, a medida que se van conociendo, durante las actividades de trabajo o en las sorpresas del día a día de la misión de apertura, siempre trae crecimiento y madurez para los que participan. La inauguración de la Fazenda Refugio Santa María de la Belleza está prevista para comienzos del 2016. Las misioneras dejan un mensaje de entusiasmo y Esperanza para toda la Familia: “... días de profunda alegría. Un grupo diverso, por lo tanto completo, con Clarisas y misioneras. Fue un tiempo para recordar y actuar como Iglesia joven y viva.”

www.facebook.com/ fazendadaesperanca twitter.com/retornoavida www.youtube.com/ user/fazendaesperanca

OBRA SOCIAL NOSSA SENHORA DA GLÓRIA - FAZENDA DA ESPERANÇA Departamento Retorno à Vida - Caixa Postal 529 - CEP 12511-970 Guaratinguetá-SP Tel.: (12) 3128 8900 E-mail: adm.rv@fazenda.org.br


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.