¿Cambiarán leyes migratorias con Biden? Por Alexcia E. Negrete Ahora que el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva revirtiendo las órdenes migratorias del expresidente Donald Trump, los activistas proinmigrantes se han tornado optimistas, pero no se toman un descanso de sus esfuerzos, ya que hay más trabajo por hacer. A lo largo de la historia de Estados Unidos, el tema migratorio ha sido uno de debate. Los inmigrantes indocumentados, especialmente aquellos que no provienen del continente europeo, enfrentan innumerables obstáculos en este país. Algunos de los desafíos más difíciles que enfrentan son el proceso de obtener una visa y convertirse en ciudadano naturalizado de EEUU. Con un tiempo de espera variable, puede tomar de seis meses a dos años — en muchos casos, aún más- convertirse en ciudadano estadounidense. Otro desafío también puede ser el costo de estos trámites. La tarifa de solicitud cuesta $640 y los servicios biométricos cuestan $85. Estas tarifas por sí solas suman un total de $725, y cuando se acumula el costo de los servicios legales, la cantidad total adeudada se vuelve inasequible para muchos inmigrantes y sus familiares. El costo y el proceso de solicitud son solo una parte. Muchos inmigrantes también enfrentan obstáculos, como temor a ser deportado, obtener atención médica asequible, recibir un salario digno, entre otros. Estos contratiempos han alimentado a los activistas durante décadas. Otro detalle significante que provocó un aumento del activismo en 2018 fue la póliza de Tolerancia Cero implementada por el expresidente Trump. La implementación de esta política llevó a que familias de inmigrantes indocumentados fueran separadas en la frontera y, hasta la fecha, cientos de niños aún no se han reunido con sus padres.
Para la joven activista, hacer conciencia y enseñar a otros sobre los problemas que ocurren en la comunidad es una forma de empoderamiento que no debe pasar desapercibida. Las promesas de campaña de Biden le cayeron bien a Santillán, pero “él no puede simplemente cumplir con las órdenes ejecutivas. Es necesario que haya acción después de eso”, ella explica. Los activistas están prestando mucha atención, ya que buscan promesas cumplidas y grandes cambios.
él no puede simplemente cumplir con las órdenes ejecutivas. Es necesario que haya acción después de eso
Temas como estos son los que motivan a los activistas a luchar por cambios. La estudiante y activista Laisha Santillán recién ingresaba a la preparatoria cuando Trump lanzaba su primer campaña presidencial, durante la cual hizo comentarios negativos sobre migrantes. “Muchas de sus palabras me calaron”, dice Santillán.
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Después de ver ese tipo de odio en su comunidad, comenzó a investigar para obtener más información sobre el tema, y luego creó una plataforma educativa en su página de Instagram para difundir y crear consciencia entre sus seguidores. Santillán también ha participado en múltiples protestas y hasta organizó una protesta de Black Lives Matter en la ciudad de Buena Park.
Robert Herrera, director de participación comunitaria en Resilience OC, es uno de los muchos activistas del país que mantiene la esperanza. “Respiramos profundamente después de las elecciones”, dice Herrera, explicando la sensación de alivio que sintió — el cambio podría estar en el horizonte, pensó.
Herrera creció en Santa Ana y, después de ver lo que sucedía en su comunidad, decidió trabajar para lograr un cambio. Resilience OC es una organización sin fines de lucro ubicada en el condado de Orange que ayuda a las personas más jóvenes que enfrentan problemas de inmigración al difundir información útil a la comunidad. Como líder en la organización, Herrera visita escuelas e imparte información para que los alumnos aprendan más sobre las políticas de inmigración —como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés)- de cuales ellos y sus familias puedan beneficiarse.