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Alternativamente Roberto Valadez Pineda Página
Por: Roberto Valadez Pineda Fotografía: Oskar Ruizesparza
rvp67@yahoo.com Imán de glamour y egos, los carteles de postín
No cabe duda que los Carteles de Postín son un imán de egos y glamour dentro de una plaza de toros y más en la Nuevo Progreso de Guadalajara, que el domingo anterior atrajo a diversas personalidades del ámbito político, empresarial, artístico y de diversas índoles, mismas que no suelen pararse en el coso tapatío en ninguna novillada, festival o corrida en la que no haya una primerísima figura del toreo, pero que no perdonan un corridón. Recuerdo perfectamente que esta temporada 2012-2013 en la Plaza Nuevo Progreso arrancó con su serial de novilladas y en los tendidos del coso tapatío, desde la primera tarde, se respiraba ya un ambiente especial, motivado por volverse abrir las puertas del redondel y terminar con el ayuno taurino. Pasaron los domingos y Ricardo Frausto fue el único novillero que jaló la gente a los tendidos. Expectación por verle torear una vez más y tocar pelo se percibía en los aficionados taurinos de Guadalajara, pero el desfile de políticos, empresarios, artistas y personajes del glamour estaba lejos de suscitarse. Pareciera que esperan el cartel importante, el cartel de postín para hacer acto de presencia y pasar lista de una forma extraordinariamente sonriente, como los políticos, que son sin duda como algunos toreros, los más histriónicos al ingresar a los tendidos. Y lo hacen como si estuvieran en su primer día de servidores públicos, ondeando sus manos efusivamente y saludando a cuanto se le pone por delante, hasta de mano saludan a los que ni conocen, pero el objetivo es hacerse notar, es hacerse sentir y en resumen es decir: “Señores, aquí estoy, ya llegué”. Por otra parte en el mundo de la socialité van llegando con toda la familia y uno a uno los propietarios de barreras de sombra, acompañados de sus cuñados, comadres, primos, compadres, suegros, concuños, primos terceros y todos aquellos
que nunca se paran en los tendidos, pero que esta vez permanecer ausentes significaría estar “out” o fuera de la jugada.
Llegan también deportistas de otras disciplinas, incluso toreros de otras latitudes, que tampoco se quieren quedar fuera del cartelazo y de una extraordinaria tarde de toros.
Los artistas ni se diga, desfilan con su indumentaria “discreta”, según ellos camuflageados pero con un séquito de guaruras que les delatan, ! ha pero eso sí, con lente oscuro y sombrero para que nadie los reconozca !
Lo interesante del fenómeno es que los taurinos van, como cada domingo de toros, a ver toros y toreros, a apreciar el arte en una tarde de toros prometedora porque viene las máximas figuras de la tauromaquia, mientras que los demás que no asisten con frecuencia, llegan atraídos a los tendidos por ver quién va y quién no, que por ver toros y toreros.
Considero que tanto unos como otros pagan su boleto por asistir a un espectáculo taurino con sus muy válidas intenciones y objetivos, pero lo trascendente es que la tauromaquia tiene en verdad ese embrujo, ese misticismo, ese arte de atraer a cualquier clase de gente y que si las empresas supieran explotar en todos sus sentidos, tendríamos entonces una fiesta brava renovada, repleta, atractiva, pero para ello hay que innovar mucho.
Hay que usar las bondades de otro arte, el de la mercadotecnia y el de la publicidad, para hacer cosas distintas, diferentes, que abarquen cada domingo tanto a los que siempre vamos a la plaza, como a los que
Pero si pudiéramos encontrar ese equilibrio para meter a todos en cada tarde de toros, tendríamos domingos como el que pasó o como el que se avecina, con otro cartelazo de postín, en el que Morante de La Puebla será capaz de reunir nuevamente a toda la socialité tapatía, pero también a todos los taurinos de cepa. Ojalá hubiera más tardes como estas.
Y me despido con mi frase célebre preferida, del filósofo griego Sócrates, que aplicada al mundo taurino me viene siempre como anillo al dedo: “Yo sólo sé que no sé nada, por eso sé más que el que cree saber que todo lo sabe”. Nos leemos hasta la próxima