Galán Mazuecos, Marcos “Marco Galán”

gAlán mAzuecos, marcOs

“MARCOS GALÁN”

Matador de toros y banderillero, nacido en Alcázar de San Juan, Ciudad Real, el 19 de septiembre de 1980. Sus comienzos fueron como los de todos los muchachos que sueñan con ser toreros. “Tuve mis ilusiones y, para mi dicha, creo que he sido el torero que más ha apoyado su pueblo, en este caso el mío, Alcázar de San Juan. Debuté en mi pueblo sin picadores, allí me presenté con los del castoreño y allí tomé mi alternativa que, como caso insólito, los tres matadores éramos hijos del pueblo” El 5 de septiembre de 1999 debutó con picadores en su patria chica, con Jesús Aguado y Jaime Castellanos lidiando utreros de la ganadería de Javier Pérez-Tabernero, contando dos orejas al novillo de su debut y siendo ovacionado en el otro. Pese al triunfo conseguido en su presentación con las plazas montadas, no le fueron bien las cosas en la temporada de 2000, en la que se vistió de luces en una sola ocasión, en su pueblo, logrando dar una vuelta al ruedo en su primer novillo, pero viendo con pesar como se silenciaba su segunda faena. Tampoco fue mejor la temporada del año 2001, en la que volvió a torear una sola corrida, también en Alcázar de San Juan, aunque triunfando en esta ocasión al cortar tres orejas. Viendo las pocas esperanzas que tenía de superar el listón que durante tres años no pasaba de una corrida, decidió tomar la alternativa en su ciudad natal, Alcázar de San Juan, el 31 de agosto, de grana y oro, con toros de Carmen Segovia, de manos de Aníbal Ruiz y Jaime Castellanos de testigo. El toro cedido por su paisano Aníbal fue “Atrevido”, negro, número 5, de 490 kilos, con el que le fue premiada su faena con una vuelta al ruedo, aunque en el que cerró plaza, ya con los nervios más templados le cortó las dos orejas y salió a hombros de sus paisanos por la puerta grande en unión de sus compañeros de cartel. Ese éxito le dio la oportunidad de torear otra corrida en Alcázar, el 31 de agosto. Tras su alternativa y viendo que tenía pocas esperanzas de torear en España se marchó a Perú, de hecho, en 2003 no se vistió de luces en España. Se lo contó en entrevista a Luis Plá Ventura “Me marché a Perú y allí toreé ocho corridas de toros porque aquí lo veía todo muy negro; la competencia era tremenda y había que buscar nuevos horizontes. Yo creo que me faltaron condiciones, nunca me quise engañar y mucho menos ahora el reconocerlo. Por ello en el 2004 decidí hacerme subalterno a las órdenes de Iván Magro, ahí empezó mi andadura en la categoría de plata en el toreo”. La nueva etapa no era nada fácil. La competencia era muy grande,

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como ahora, porque banderilleros hay muchos y los puestos a ocupar, son muy pocos. Por mediación del novillero Damián Castaño, con el que había toreado alguna vez, y lo conocía bien, cuando se enteró que había cambiado el oro por la plata pensó en él y lo recomendó a su hermano Javier, que le dio la primera oportunidad en Francia, y desde entonces –2001– continuó en su cuadrilla como peón de confianza, y desde entonces su nombre sonó incluso con más fuerza que el de algunos matadores de toros. “Este ha sido otro sueño cumplido. Jamás creí que pudiéramos despertar tanta admiración por parte de los aficionados, todo un sueño que se ha tornado realidad para mi satisfacción personal y, cómo no, la de mi matador y mis compañeros. Pienso que ante todo hemos formado un equipo compacto, tan unido que, tanto el maestro como nosotros, nos une el denominador común por hacer las cosas muy bien hechas para el regocijo del público y aficionado que son los que pagan y, cuanta más calidad le ofrezcamos, más respeto tendremos, algo tan sencillo como la vida misma”. Se dio la circunstancia de que Javier Castaño, en el ruedo de Las Ventas, dio la oportunidad de lucirse a sus hombres, sujetando él solo al toro. “...gracias a aquella gesta estamos recibiendo, como antes comentábamos, toda serie de plácemes y de premios habidos y por haber. Como diría uno de nuestros sabios refranes, algo tendrá el agua cuando la bendicen, algo que le agradezco profundamente a Javier Castaño, más que un jefe de filas al que le debemos respeto y cariño, un amigo que nos permite el lucimiento puesto que, lucirnos nosotros no es otra cosa que su propio pavoneo”. Sin embargo, como todos sabemos, la Fiesta también tiene su cruz, y no todo son triunfos. El lunes, 10 de septiembre por ejemplo, toreando en Valladolid con su jefe de filas Javier Castaño, que cortó una oreja, el único trofeo que se cortó en la tarde, por cierto, deslucida por la lluvia, Marco Galán fue herido por el quinto toro de la tarde en la ingle derecha al entrar a banderillear. Alternaba esa tarde Javier Castaño con El Fundi y Joselillo. El parte facultativo emitido por el equipo médico de la plaza decía: “Herida inciso contusa por asta de toro de unos 20 cm. de longitud de trayecto ascendente desde su entrada en región inguinal izquierda que en su trayecto perfora la aponeurosis de los músculos oblicuos del abdomen, contunde el oblicuo menor y el transverso y expone el peritoneo sin evidencia de perforación en la exploración quirúrgica. Además el paciente presenta una contusión cervical que se inmoviliza con collarete y otra de hombro derecho. En la técnica operatoria, anestesia general, apertura amplia de todo el trayecto, limpieza y extirpación de los

músculos contundidos y reconstrucción por planos de la pared abdominal, dejando dos drenajes. El paciente es trasladado al clínico de Valladolid para estudio radiológico del cuello y valorar la contusión del hombro derecho. Pronóstico grave”. Firmado por el Dr. Antonio María Mateo, cirujano jefe de la enfermería. La cara de la moneda le llegó al año siguiente, 2013, en la plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla la tarde del 22 de abril lidiando una corrida de Miura que ponía punto y final a la tradicional feria de abril sevillana. El titular de Roberto García-Mingullán de Gregorio no podía ser más expresivo: “Magnífica actuación del manchego Marcos Galán en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla”. Decía el cronista: “La Miurada que puso el tradicional cierre de oro a la feria de abril de Sevilla, puso en bandeja el triunfo de la terna, pero sin duda uno de los momentos estelares de la recién concluida feria Sevillana llegó de las manos de un prodigioso torero manchego; y más en concreto, el de uno de los miembros de la cuadrilla del diestro Javier Castaño, hablamos del torero de plata: Marcos Galán, quién lidió de manera soberbia los dos toros que le tocaron en suerte a su matador, una vez más, otra cumbre de este subalterno de brega, natural de Alcázar de San Juan. Premio a su exitosa labor, el sabio público maestrante se puso en pie con unas palmas de lo más toreras, e incluso llegó a sonar la banda de música del maestro Tejero, teniendo que saludar toda la cuadrilla de Javier Castaño en ambas intervenciones, a quién el mal manejo de la espada le esfumara la tan anhelada Puerta del Príncipe”. Marcos Galán también triunfó de manera rotunda en Castellón, y como reconocimiento a su actuación en la feria de La Magdalena de la presente edición, y de nuevo, con ejemplares de Miura, los miembros del jurado lo consideraron digno ganador del trofeo de la feria. Y llegó el día 1 de junio de 2013, fecha que quedó enmarcada en el corazón de los toreros que formaban la cuadrilla de Javier Castaño: David Adalid, Fernando Sánchez y Marco Galán dedicado por completo a la brega, y el picador Tito Sandoval, porque aquel día se produjo el caso insólito en la historia del toreo que esos cuatro hombres dieran una insólita vuelta al ruedo a petición del respetable que puestos en pie la solicitaron alborozados tras la faena realizada a un toro de Cuadri, desde que comenzó la brega de Marco Galán, pasando por el impresionante tercio de varas para continuar con los apasionantes pares de banderillas. En ese tiempo, Javier Castaño había logrado, en palabras del propio Adalid, “formar un equipo revolucionario que fue la sensación de la tauromaquia de aquel momento, y lidiaron aquella

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temporada 41 corridas en las ferias taurinas más importantes de España, y Adalid y Sánchez se desmantelaron 39 tardes, lo que da una idea del grandioso espectáculo que ofrecían”. Para culminar aquella gesta, la Diputación Provincial de Madrid autorizó poner una placa en la que se puede leer junto a la bandera de la Comunidad de Madrid: “PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS. FERIA DE SAN ISIDRO 2013. Premio al mejor toreo de brega al alcazareño Marcos Galán Mazuecos de la cuadrilla de Javier Castaño la cual escribió una tarde histórica el día 1 de junio dando una apoteósica vuelta al ruedo en la corrida de Celestino Cuadri. Alcázar de San Juan plaza de toros que lo vio nacer como torero. 6 de septiembre de 2013”. En 2014 la cuadrilla de Javier Castaño volvió a ser noticia en la feria de Málaga y Carlos Crivell, que cubrió el festejo tituló su crónica con el siguiente titular: “Un toro de Victorino y una cuadrilla de lujo” (...) “La primera parte fue soporífera. Lo mejor llegó por la actuación de los banderilleros David Adalid y Fernando Sánchez, ambos en la cuadrilla de Castaño, que animaron el ambiente de La Malagueta. El tercio de banderillas del segundo fue un dechado de torería. La exhibición de ambos es una parte fundamental de la corrida. En el quinto volvieron a repetir su sensacional actuación con los palos entre el clamor de la plaza. El capote de Marcos Galán fue nuevamente modelo de sobriedad y eficacia”. En 2015 volvió a ser noticia, esta vez por una grave cogida sufrida en Madrid el 8 de junio por un toro de Miura al intentar cuadrar en la cara del toro al poner un par de banderillas. El parte médico decía lo siguiente: “Herida por asta de toro en escroto, que produce contusión y evisceración de testículo izquierdo. Puntazo corrido en pierna izquierda. Contusiones y erosiones múltiples. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Pasando al hospital San Francisco de Asís. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia. Fdo. Dr García Padrós”. Sin embargo no nos podemos quedar en la noticia, triste noticia de su cogida, sino que debemos ir más allá y conocer la verdadera dimensión del torero. Para ello nada mejor que transcribir parte de la crónica que escribió Javier Fernández-Caballero en “Cultoro”: “Ser un tío, en la vida, es estar detrás sin que nadie se percate de una labor crucial para una gran obra. Ser un tío, en la vida, es saberse para sus entrañas mejor que los demás pero expresarse de cara a la galería con la humillada que caracteriza a los valientes. Ser un tío es, en la vida, congeniar con sabios e ignorantes para acabar encontrando tu propia verdad. La verdad de tu vida. Ha tenido Marco Galán que pechar en sus días con sabios, resabiados