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Vicente Martín, Jesús “Jesús Fernández”

y me di tiempo, fui a Colombia, volví a torear de salón… y me mareaba porque a consecuencia del golpe en la cabeza tenía una inflamación… Se piensan cosas, pero quiero probar suerte en España”. En 2014 regresó a España con la idea de debutar como matador de toros tras su estancia de doce largos años en Méjico en los que toreó una media de tres novilladas por temporada, sin que pudiera llegar a hacerlo, quedando totalmente inédito en nuestro país. El “Diario Palentino” le realizó una entrevista el 17 de febrero, en la que entre otras cosas, El Palentino manifestó que había cumplido su sueño de convertirse en matador de toros, pero le faltaba otro, que era ser figura del toreo. “También entonces, cuando me marché allí me decían aquí está muy complicado, ¿por qué no te vuelves a España? Y ya ves conseguí mi sueño. Podía parar ahí, pero no. Me queda otro sueño por cumplir. No quiero ser más que nadie, pero tampoco menos. Me hubiera gustado haber tomado la alternativa en Palencia, lo pedí, pero me dijeron que las figuras no querían, así que la tomé en México. Solo pido una oportunidad en Palencia”. Tras pasar 2014 en blanco en España y resultar herido el 16 de abril en un tentadero en la finca de Cebada Gago, regresó a Méjico, donde toreó su última corrida vestido de luces, el 16 de septiembre de 2015, en Tlaxcala (México), un festejo mixto en el que alternó con David Aguilar y Karla de los Ángeles, y el novillero Ramón Fernández. Los toros fueron de “Zacatepec”, consiguiendo cortar un apéndice. Solamente toreó 3 corridas de toros en México y ninguna en España.

Vicente mArtín, Jesús “JESÚS FERNÁNDEZ”

Matador de toros catalán, nacido en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), el 22 de septiembre de 1983, donde sus padres, de raíces onubenses emigraron como tantos otros españoles, buscando mejores condiciones de vida laborales. Jesús Fernández fijó su residencia en Valladolid desde 2012, justo cuando su plaza de Barcelona cerraba sus puertas. Hermano del banderillero Vicente Osuna, con quien empezó su andadura taurina, se inscribió en la Escuela Taurina de la Ciudad Condal donde hizo la trayectoria propia de todos los novilleros que despuntan hasta llegar a debutar en público en El Repilado, una localidad onubense, el 26 de junio de 2000, con añojos de “Monteoliva”, ocasión en la que dio una vuelta al ruedo y cortó una oreja a su segundo oponente. Durante las dos temporadas siguientes, 2001 y

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2002, apenas toreó, pues entre las dos sumó 3 festejos. Tras varios años más toreando escaso número de novilladas sin picadores debutó con ellos en Barcelona el 14 de mayo de 2008, con novillos de Casasola y Enrique Guillén y Román Pérez completando el cartel. Permaneció tres años toreando cómo y cuando podía, generalmente corridas difíciles, hasta que pudo presentarse en Madrid, el 25 de junio de 2011 con novillos de los Hnos. Torres Gallego, junto a Francisco Montiel, también nuevo en Madrid, y Emilio Huertas. Tuvo suerte y fue ovacionado, dejando muy buenas sensaciones en los aficionados. Esa temporada hizo muy buena campaña, no solo en número de actuaciones sino también y sobre todo por los buenos resultados obtenidos. En 2012 pisó de nuevo el ruedo de Las Ventas para lidiar novillos portugueses de Murteira Grave, en la novillada nocturna celebrada el 1 de julio, 1ª del Ciclo de Novilladas Nocturnas, alternando con Manuel Fernández Hernán “Mazzantini” y Ángel Sánchez Pérez “Ángel Puerta”, que se presentaba en Las Ventas. El comienzo del festejo se adelantó dos horas para no coincidir con la final de la Eurocopa de fútbol en la que participaba España, pese a lo cual la plaza estuvo casi vacía. Jesús Fernández, de marfil y oro con cabos negros, que toreaba su primera novillada de la temporada resultó herido muy grave por su primer novillo, segundo de la tarde al pasarlo de muleta, que le infirió dos cornadas que le produjeron grandes destrozos, pese a lo cual, terminó con el novillo antes de entrar en la enfermería. El Dr. García Padrós dio el siguiente parte facultativo: “Dos heridas por asta de toro, una en el tercio superior del muslo derecho de 15 cm con destrozos en recto anterior y contusiona la femoral. Otra en el muslo izquierdo, en el triángulo de escarpa, de 20 cm. Pronóstico grave. Dr. Máximo García Padrós”. Jesús Fernández no se arredró cuando el novillo lo cogió la primera vez, y continuó firme ante la cara del toro –porque era un toro– hasta enviarlo al patio del desolladero, y ahí fue cuando resultó cogido por segunda vez con una cornada en cada muslo. “Lo fácil hubiese sido meterse para dentro tras la primera cornada, pero venía dispuesto a todo”, declaró el torero a “ABC”. El propio cirujano, Dr. Padrós manifestó que “está bien, pues se siente satisfecho de lo que hizo, la serenidad con la que afrontó la situación y el eco que ha tenido su actuación por los comentarios favorables que le llegan”, y apostilló: “Los médicos no somos partidarios de que estando herido se resista a entrar a la enfermería, pero demostró un gran valor. No es bueno seguir toreando así, ni siquiera con el torniquete, porque a veces no se sabe si

presionando sobre la zona afectada se puede agravar el percance”. El 23 de septiembre del mismo año repitió en Madrid, en la 4ª novillada correspondiente al Ciclo de encastes minoritarios con 3 novillos de Sobral (4º, 5º y 6º), 2 de “Hoyo de la Gitana” (1º y 2º), y 1 de los Hros. de Alfonso Sánchez Fabrés, alternando con Mario Alcalde y Jesús Duque. En principio la corrida estaba anunciada con tres novillos de “Hoyo de la Gitana” y otros tres de los herederos de Sánchez Fabrés, pero de estos últimos dos no pasaron el reconocimiento y fueron sustituidos por dos de la ganadería portuguesa del Conde de Sobral. Mario Alcalde, herido grave solamente pudo matar un novillo, dando la vuelta al ruedo su cuadrilla. Jesús Fernández tuvo que matar tres, con el resultado de silencio en el primero y ovación en los otros dos. En la temporada de 2013 fue anunciado nuevamente Jesús Fernández en Las Ventas el domingo, 30 de junio, con novillos de “Montealto”, que sustituyeron a los anunciados de “Martelilla” que fueron rechazados en el reconocimiento, junto a Mario Alcalde y Juan Viriato, que resultó herido leve. Jesús Fernández fue silenciado en sus dos toros, recibiendo un aviso presidencial en cada uno de ellos. Aún así, debió gustar a los aficionados, porque volvió a ser incluido en la novillada del 29 de septiembre en la 5ª y última novillada del Ciclo de encastes minoritarios, novillada Concurso de Ganaderías: 1 de Juan Luis Fraile Martin (1º), 1 de Sánchez Cobaleda (2º), 1 de José Joaquín Moreno Silva (3º), 1 de Manuel Quintas Resines (4º), 1 de Paloma Sánchez-Rico de Terrones (5º), y 1 de “La Interrogación” (6º), alternando con Francisco Pajares y Alberto Escobar. Jesús Fernández, resultó herido leve, siendo el resultado de su actuación de silencio en sus dos faenas. Decididamente, Jesus Fernandez, era torero de Madrid, porque aunque no tuviese triunfos grandes, era contratado con frecuencia en Las Ventas, y en 2014 toreó de nuevo el 30 de marzo, en el segundo festejo de la temporada, lidiando 4 novillos de José Luis Pereda (1º, 2º, 3º y 4º) y 2 de “La Dehesilla”, alternando con Juan Ortega y Tomás Campos. Al terminar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento días antes del que fuera durante años cirujano del equipo médico de la plaza, Dr. Enrique Alcorta. Jesús Fernández fue aplaudido en sus dos novillos, y resultó herido leve. Al día siguiente, el diario “ABC” publicó la crónica de la corrida de la que transcribo unos párrafos: “Para Jesús Fernández torear en Madrid significa un cara o cruz constante, la cara del triunfo o la cruz de la enfermería, no le valen medias tintas: El novillero catalán no pudo abrir la puerta grande, pero sí dejar buenas sensaciones, ya que volvió a demostrar

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su ideal en la tarde de ayer. La cara buena de la moneda fue llevarse el reconocimiento de los profesionales por torear como él siente”. Por su parte, Jesús Fernández manifestó que “por momentos hice el toreo como lo siento, por abajo, encajado de riñones, sometiendo al toro. Cada vez que toreo en Madrid deseo que al día siguiente se hable de mí, no me queda otra. Las sensaciones de la tarde de ayer son positivas pese a no triunfar como esperaba. Mostré un buen nivel, traté de cuidar a mis toros todo lo que pude, apenas los piqué, pero no me ayudaron mucho. Yo necesito un toro que se mueva, que tenga emoción, sino es imposible”, puntualizó Fernández. “Cada vez que voy a Madrid lo doy todo, que pase lo que tenga que pasar, me podrán reprochar mi concepto como torero, pero nunca me podrán recriminar la entrega, ya que es absoluta por mi parte. Ayer fueron tres volteretas y una cornada, la temporada pasada fue una lesión de rodilla y en 2012 fueron dos cornadas”. Evidentemente ganas no le faltaban al torero, ni valor tampoco, pero lo cierto es que ya venía siendo habitual que cada tarde que toreaba en Madrid viviese la parte negativa del toreo y se hablase de él por sufrir una nueva cornada. Sin embargo, su entrega y tantos sacrificios hechos tuvieron poca recompensa, porque en 2015 tras casi un año sin torear desde que lo hizo por última vez en agosto en Carcassone (Francia) con una novillada de Rocío de la Cámara, se dispuso a tomar la alternativa: “Por desgracia no he toreado nada este año, llevo desde el 31 de agosto en Carcassone sin ponerme el traje de luces, y bueno, he hecho cinco o seis tentaderos, tampoco son muchos, sabemos que cada vez es más difícil ir al campo, los contactos son los justos, pero bueno...estoy mentalizado, he entrenado como si fuera a torear cincuenta tardes, he llegado incluso a perder en estos días casi cinco kilos, y seguro que el día doce estaré a la altura. Llevo tanto tiempo sin pisar el ruedo de una plaza que me tomo la alternativa como un volver a empezar, parto de cero y ojalá sea el principio de una larga trayectoria. Aquella última tarde tuve sensaciones raras, ya son muchos años de novillero, sin torear demasiado, uno va madurando y al verme allí con novilleros a los que sacaba 10 años llegué a sentir poca motivación. Es difícil de explicar porque sí sentía la ilusión. Un triunfo allí me podía valer para volver como novillero, pero yo buscaba la alternativa. Necesitaba el paso al toro, pensar en triunfar como matador de toros, que me sirva para poder, por ejemplo, confirmar en Madrid, que es muy difícil, pero en Las Ventas creo que me gané mi punto de confianza. Por eso, después de este año sin torear, volveré a vivir un día muy especial, como un volver a empezar.

Además, me he hecho un vestido nuevo, ver a mi gente conmigo otra vez… Se van a juntar tantas cosas que este año así no me va a pesar en absoluto”. La fecha marcada para el paso al escalafón superior de matadores de toros estaba prevista para el 12 de julio de 2015 en Las Navas del Marqués (Ávila), con toros de Sánchez Urbina, de manos de César Jiménez y Manuel Escribano de testigo. Jesús Fernández, de sangre de toro y oro, cortó dos orejas al toro de su alternativa, “Aladín”, número 7 y 535 kilos de peso. Como es lógico salió en lor de multitudes por la puerta grande con su padrino, que cortó un apéndice a cada uno de sus toros. En entrevista concedida a Paco Piriz el 22 de junio, poco antes de la alternativa, Jesús Fernández le confesó importantes datos de su dura vida profesional que por su interés reproducimos. Respecto a su alternativa, dijo: “Es la tarde que llevo soñando desde que empecé hace quince años cuando maté mi primer becerro. Esa es la meta que uno se pone, llegar a ser matador de toros para luego llegar a ser figura del toreo. Sé que es casi un imposible, porque hay que reunir unas condiciones muy difíciles. Pero no renuncio a abrirme un camino en ese otro circuito que llaman de las corridas duras y poder vivir por y para el toro. Son ya 31 años los que tengo, debo tener los pies en el suelo y sé que debo ir por esa especie de camino alternativo, ese circuito de las duras, no me queda otra. Ya en mis últimos años de novillero es el camino que he llevado, sobre todo en Francia y también en Madrid. Es el único hueco que veo para seguir en el mundo del toro e intentar entrar en ferias donde estén esas mal denominadas corridas duras. Lo tengo bien claro y solo pido, a partir del día 12, tener alguna oportunidad para demostrarlo, porque considero que estoy capacitado para cualquier corrida que surgiera. Han sido siete tardes en Madrid desde que debuté en 2011, me llevé tres cornadas en dos de ellas y en otra una lesión de rodilla. Se pueden buscar defectos, claro, pero en cada una de ellas se pudo comprobar mi entrega, además fui conociendo a esa afición, sus gustos, me anunciaron con encastes minoritarios, sientes la dureza… Y cuando uno va entregado a Madrid y las novilladas no ayudan puede pasar lo que pasó, que los novillos te cojan. Por desgracia nunca he triunfado, he estado a punto, como la tarde televisada de las dos cornadas que podía haber cortado una oreja si meto la espada. Pero estoy contento con mi paso por Madrid, incluso a veces ha sido la propia empresa la que me ha llamado para anunciarme porque creían que para matar algunos de esos encastes yo tenía esa capacidad. El oficio se consigue a base de años, mi trayectoria es larga pero no con muchos

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festejos, aunque parezca mentira el no torear te da mucho, como se dice, el banquillo curte y yo, poco a poco me he mentalizado de que la oportunidad llegará y para ello tengo que estar preparado. No queda otra. Siento nostalgia de cuando hace 15 años empecé con ilusión con mi hermano, Vicente Osuna, a los que prácticamente nadie ha ayudado en su carrera. Veo a aquellos dos chavales en la sierra de Huelva buscando tentaderos ilusionados con ser figura del toreo, pero ahora mismo me volvía a cambiar a aquel tiempo. Todo no ha sido como imaginábamos, pero muy orgulloso de haber conseguido las cosas, un poco por cabezón si quieres, pero quería que llegara este momento y va a llegar. Tampoco ha habido nadie que me haya querido echar de esto. Fíjate que son siete tardes en Madrid y nunca escuché un qué haces aquí, un quítate. Me han respetado, quizás porque también se ha entendido mi trayectoria, muy marcada por el cierre de Barcelona. Por eso estoy orgulloso, aunque no ha sido la carrera que hubiera deseado lógicamente, pero sí he luchado conmigo mismo y la he sacado adelante, con muy poca ayuda. En estos 15 años me habré perdido muchas cosas que otra gente de mi edad puede haber vivido, pero he ganado otras, he vivido todo lo que he podido para el toro y con la mente siempre pensando en torero, aunque haya tenido que trabajar, pero siempre pensado en el toro y en torero. Los políticos me han hecho daño, no me van a permitir cumplir un sueño que tenía desde pequeño. Los que mandan en Cataluña están eliminando todo lo que tiene que ver con la cultura española, la afición la mataron cuando prohibieron entrar a los menores. He tenido muchos bajones y sí he llegado a pensar en tirar la toalla. Pero sí tenía claro que si decía me quito no era para decir al año que volvía. Y eso también me ha ayudado para llegar hasta aquí, aunque haya sido toreando una sola novillada al año, intentar mantener la ilusión para que llegara ese día 12. He llegado entrenando mucho, combinándolo con el trabajo, sufriendo también junto a los de mi alrededor. Lo de Barcelona fue muy fuerte, tenía la palabra de la empresa de tomar la alternativa aquel mismo 2011, pero al ser solo dos corridas en vez de tres en aquella Mercé me quedé sin hueco. Fue un frenazo muy fuerte, porque aparte de haber tomado la alternativa en una plaza como Barcelona, la de mi ciudad, donde yo empecé a ver toros, supuso que no pudiera empezar la temporada siguiente como matador de toros y con una perspectiva diferente. Ya han pasado casi cuatro años. Pero también no solo no he tomado la alternativa porque no haya querido, no porque no me gustara, sino porque tampoco la iba a tomar de cualquier manera. Varias

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