García Gómez, Iván “Iván García”

gArcíA gómez, IVán

“IVÁN GARCÍA”

Matador de toros y banderillero nacido en Madrid el 1 de octubre de 1983, aunque se le considera de Móstoles, por haberse criado en aquella localidad. Se inició en la profesión en la Escuela Taurina de Madrid, de la que salió para debutar en público el 15 de septiembre de 1999 en Torre de Esteban Hambrán (Toledo), vestido de corto, y poco después, lo hizo de luces en Boadilla del Monte (Madrid). Dos años estuvo toreando novilladas sin picadores siendo uno de los alumnos aventajados de la Escuela, hasta que debutó con picadores, en la plaza de Vistalegre, ahora llamado “Palacio de Vistalegre”, el 4 de febrero de 2001, de grana y oro, con novillos toros de Victoriano del Río, junto a Leandro Marcos y César Jiménez. Triunfó en tan señalada tarde al dar una vuelta al ruedo tras estoquear al novillo de su debut con los del castoreño, “Adinerado” de nombre, y consiguió una oreja de su segundo oponente. Terminó su primera temporada como matador de novillos con picadores con 35 corridas, una de ellas la de su presentación ante la afición sevillana del coso de la Real Maestranza de Caballería, dejando buen sabor de boca al dar una vuelta al ruedo. Fue el 20 de mayo con novillos de “Yerbabuena”, propiedad entonces del matador de toros Ortega Cano, con Julio Pedro Saavedra y Enrique Peña, de Sevilla. Iván García, que era el más joven de la terna, fue el triunfador del festejo al dar una vuelta al ruedo en el de su presentación, aunque se silenció su labor en el último de la tarde. Fue una gran temporada en la que también triunfó en las Ferias de Novilladas de Algemesí, Arnedo, Villa del Prado, etc. En la temporada de 2002, con mucha fuerza, arrancó la temporada en San Sebastián y después fue a Castellón, triunfando en ambas plazas al cortar una oreja en cada una de ellas. Toreó bastante y con éxito antes de presentarse en Madrid ante el público de Las Ventas, de blanco y oro, el 30 de mayo, con 5 novillos Román Sorando y 1 de “Navalrosal” (3º), acartelado con Matías Tejela y Salvador Vega. Era la vigésimo corrida de la Feria de San Isidro, y triunfó al cortar una oreja a su segundo novillo y ser ovacionado en su primero, de “Navalrosal”, de nombre “Silencioso”, negro, número 33 y 515 kilos. Volvió a la misma plaza el viernes, 4 de octubre con 6 novillos de “El Ventorrillo”, en la 1ª corrida de la Feria de Otoño, con Matías Tejela y Reyes Ramón, y en esta corrida, de nuevo volvió a triunfar en tono mayor, porque saludó en su primero, y cortó las dos orejas a su segundo oponente, quinto del festejo. “Cuando empiezas a querer ser torero tienes muchos

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sueños: debutar con caballos, tomar la alternativa, confirmar, y sobre todo, poder salir algún día por la puerta grande de Madrid que es tan deseada por todos los toreros. Para mí fue una de las tardes más bonitas de mi vida, aunque fuera como novillero. Tuve la suerte de que me tocó un gran novillo de El Ventorrillo en la Feria de Otoño y lo pude cuajar y cortarle dos orejas. Supuso un antes y un después en mi carrera, porque me dio la posibilidad de tener una alternativa de lujo y se me puso todo un poco más a favor”. Efectivamente, tras sus triunfos en la temporada de 2002, recibió la alternativa, de blanco y oro, en la primera feria importante del año, en la de La Magdalena de Castellón de la Plana, el 27 de marzo de 2003, de manos de José Manuel Arroyo “Joselito”, que con Julián López “El Juli”, le cedió el toro “Rugidor”, negro, marcado con el numero 43, de 515 kilos, perteneciente a la ganadería de Juan Pedro Domecq. Fue ovacionado en sus dos toros, y tras triunfar rotundamente en Móstoles al cortar cuatro orejas y un rabo, revalidó en Las Ventas su reciente alternativa, el 16 de mayo, acartelado con Jesulín de Ubrique y Morante de la Puebla, lidiando toros de “El Puerto de San Lorenzo”, en la 7ª corrida de la Feria de San Isidro. Se silenció la faena con el toro de la reválida, “Billetito”, negro, número 17, de 538 kilos, y cortó una oreja a su segundo toro, sexto de la corrida. “Y otra a un toro de Murteira Grave antes de una feria de San Isidro, que luego cogí una sustitución en la feria, en una de Cuadri que no pudo torear Luis Miguel Encabo porque estaba cogido. Luego, en una de mis últimas actuaciones, di una vuelta al ruedo con un toro de Martín Lorca, que para mí es una de las mejores tardes que he dado como torero. Pero orejas había cortado una de novillero, las dos orejas del de El Ventorrillo, una en mi confirmación y la del Murteira, y luego la vuelta al ruedo la tarde de 2013”. Ese mismo año debutó en Francia, de celeste y oro, en la plaza de Nimes, el 6 de junio, con Joselito y El Juli y toros de Juan Pedro Domecq, a los que cortó una oreja a cada uno de su lote, saliendo a hombros por la puerta grande con sus compañeros. El toro de su debut en Nimes fue “Mernos”, negro bragado, número 141, que dio en la bascula un peso de 473 kilos. Al finalizar la temporada debutó en América en la plaza de Maracaibo (Venezuela), el 16 de noviembre, con toros de “Rancho Grande”, junto al rejoneador Luis Augusto y los matadores de toros Leonardo Coronado y el español Matías Tejela. No estuvo afortunado Iván García con el toro de su debut, “Candelero” de nombre”, número 23 y 490 kilos, con el que escuchó dos recados presidenciales y se silenció su faena. En el otro también estuvo desafortunado

con la espada y escuchó un aviso y se guardó un respetuoso silencio tras arrastrar el toro. En 2019 concedió una entrevista en el semanario taurino “6 Toros 6”, número 1.306, correspondiente al martes, 9 de julio, en la que hacía una reflexión de su carrera al periodista Manolo Guillén: “Examinando mi carrera, quitando algunas corridas después de que confirmé la alternativa, que fui a Nimes con una de Juan Pedro Domecq con el maestro José Miguel Arroyo “Joselito” y “El Juli”, de ganaderías buenas tampoco es que haya matado muchas, siempre han sido más bien tirando a duras. Soy consciente y analizando mi carrera unas veces a lo mejor yo no he estado como debía haber estado, o a lo mejor los he pinchado, o a lo mejor no he cruzado esa “rayita” que tenía que haber cruzado. Pero si es verdad que otras veces he tenido triunfos importantes, como cortar tres orejas en Barcelona, que me llevé todos los premios de una temporada. En el mismo año indulté un toro en Beziers, salí a hombros en muchos lados, corté una oreja en Sevilla a una corrida de Palha, y es verdad que por unas circunstancias o por otras nunca he podido competir en ese circuito. Tampoco quiero echar la culpa a los apoderados, porque creo que no es de ley. Unas veces porque yo no he estado como he tenido que estar y otras veces porque a lo mejor no se ha hecho justicia como se tenía que haber hecho, me quedé ahí, a las puertas”. Y continua reflexionando el diestro:”Nosotros empezamos a torear desde muy pequeños, prácticamente con 16 o 17 años. Depende de la personalidad de cada cual, pero muchas veces no estás lo maduro que tienes que estar, y claro, cortas una oreja en Madrid de novillero y puedes creerte que ya lo tienes todo hecho. Ese error es cosa de la madurez. Cuando eres más mayor, ese tipo de cosas no te pasan. Sabes que todas las tardes son importantes aunque sea un pueblo, que todas las tardes tienes que estar bien y puntuar, porque lo difícil no es llegar, es mantenerse. Todas las tardes hay que dar lo mejor de uno mismo, no te puedes dormir, aunque salgas a hombros de Madrid y tengas una temporada buena, nada, cada tarde es importante, porque cuando menos te los esperas se te va”. A raíz de romper su relación de apoderamiento con Simón Casas y Enrique Patón marcó su temporada de 2004, porque aunque toreó en Madrid el 1 de junio, en la vigésimo cuarta corrida de la Feria de San Isidro, con 5 toros de Atanasio Fernández y 1 de Carlos Núñez (1º), acartelado con David Luguillano, que resultó herido leve, y Javier Valverde, y dejó buen sabor de boca en la afición madrileña al ser ovacionado en su primer toro, el 3º de la corrida, lo cierto es que el resto de la temporada no piso ruedos de categoria, porque no toreó más que en

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plazas de segunda y tercera categoría donde los triunfos no suponen un empujón en la carrera. En la campaña de 2005, apoderado por José Antonio Campuzano, logro torear 22 corridas de toros, estando presente en Las Ventas, y en Sevilla. En Madrid toreó el 8 de mayo, con 5 toros de Joaquín Murteira Grave, de Portugal, y 1 de “Cortijoliva” (5º), con Sergio Martínez y Paulita. Iván García cortó una oreja a su segundo toro, sexto de la corrida y dejó su crédito en alto, lo que le permitió ir a Sevilla el 15 de agosto, festividad de la Virgen de los Reyes, dejando también su impronta de gran torero, al dar dos vueltas al ruedo. Alternó con Juan Manuel Benítez, de Dos Hermanas, y Fernández Pineda en la lidia de reses de Domecq. Ese mismo año había debutado en Ambato (Ecuador), el 29 de febrero, con toros de “Huagrahuasi”, alternando con el salmantino Juan Diego y Cruz Ordóñez, siendo aplaudido en el primero y triunfó al cortar una oreja al segundo de su lote. Al finalizar la temporada española en 2005, debutó en Lima (Perú), el 6 de noviembre, de azul marino y oro, con el toro “Lancero”, de 494 kilos, en la lidia de toros con Luis Francisco Esplá y Luis Miguel Encabo, lidiando toros de tres ganaderías: 4 toros de “Montegrande”, 1 de “Aucallana” y 1 de Juan Bernardo Caicedo, con el resultado artístico de ser silenciado en su primer toro, y cortar una oreja al segundo oponente. Un mes después debutó en Colombia, también de azul marino y oro, en la plaza de Cali, el 29 de diciembre, con Luis Miguel Encabo y Paco Perlaza y toros de la ganadería de Ernesto González. En tal fecha obtuvo un clamoroso excito al indultar al segundo toro de su lote, del que le otorgó la presidencia las dos orejas simbólicamente. En el de su debut, fue aplaudido. Estos éxitos y otros obtenidos en otras plazas de las repúblicas americanas fueron un balón de oxigeno para afrontar la temporada de 2006, aunque en cosos de menor categoría, como Pantoja, Olías del Rey y Humanes y Riaza, por ejemplo, y tras triunfar en un festival benéfico en Alcalá de Henares el 26 de marzo, toreó en Sevilla el 18 de abril una corrida de Palha, de desigual presentación y buen juego a excepción del último, acartelado con José Ignacio Uceda Leal, que no pudo matar el cuarto por resultar lesionado al clavarse una banderilla en la parte interna del muslo izquierdo, por encima de la rodilla, y Sergio Martínez. Iván García, según la crónica de elmundo. com fue “todo disposición”, según el titular: “La disposición de García quedó patente desde un quite por ceñidas chicuelinas al primer toro de la tarde. Quite también a la verónica en el segundo, y estimables lances de igual guisa ya en su toro, al que puso también en suerte con un vistoso galleo por

chicuelinas. Tomó el hombre “los palos” para dejar dos pares de poder a poder y uno de dentro a afuera con suma facilidad. Pero lo verdaderamente transcendente vino con la muleta, desde el primer pase de la primera serie, todos muy seguidos, limpios y perfectamente hilvanados. La plaza fue un jaleo de olés ya en esa tanda de cuatro y el de pecho. Música y faena a más en cantidad y calidad, y eso que el toro no era tan claro por el lado izquierdo, aunque también le pegó la pertinente serie al natural. Vuelta al pitón derecho y en el mismo son, es decir, cada vez más largo y muy despacio, con exquisito regusto. Y cumplido lo fundamental, otras “cositas”, unos recortes de mucha torería. El pinchazo previo a la estocada definitiva no fue óbice para que le concedieran la oreja con mayoría. Lástima que el lote de García no fue completo, pues vino a tocarle el único garbanzo negro de tan buen encierro como el que echó Palha. El sexto fue malo de verdad, toro duro, basto y brusco, que por si faltaba fue también muy mal lidiado y banderilleado por la cuadrilla. García, no obstante, se puso por los dos pitones, y aunque sin resolver faena desde el punto de vista artístico, aquello tuvo mucho mérito. Las palmas en los remates y la ovación final en la despedida fueron de un absoluto reconocimiento”. Este triunfo le abrió las puertas de plazas importantes francesas como Nimes, Vic Ferzénsac, Dax y Beziers. En esta última plaza tuvo un triunfo importante al cortar tres orejas y un rabo ante toros de “Valdefresno”. Obtuvo posteriormente triunfos muy importantes al indultar un toro de Baltasar Ibán, y pocos días después, obtuvo un importantísimo triunfo al cortar tres orejas en Barcelona, llevándose todos los premios de la temporada. Continuó triunfando en plazas de pueblos, como en Morata de Tajuña, el 13 de septiembre, donde cortó cuatro orejas. En la temporada de 2007, con nuevos apoderados –Alejandro Silva y Andrés Caballero– continuó triunfando y haciendo paseíllos en la Plaza de Las Ventas, donde era un torero respetado, pero sin que el éxito importante esperado llegara y lo catapultara a los circuitos de las grandes ferias. En 2010 debutó en México, en la plaza de Zacopoaxtla, el 2 de mayo, con trozos de “Boquilla del Carmen”, con Rafael Ortega, mano a mano, y el rejoneador Rodrigo Santos. Una oreja cortó al toro de su presentación y fue ovacionado en el otro. Sería tedioso continuar detallando temporada a temporada los éxitos de Iván García, que nunca decepcionó a la afición, y sin embargo, tampoco terminó de “romper” en plazas de categoría. Algo le faltó para ser figura del toreo, y llegó la temporada de 2015 y toreó en Cenicientos (Madrid), el 15 de agosto, acartelado con Octavio Chacón y Salvador Cortés

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para lidiar toros de José Escolar (3), y otros 3 de Adelaida Rodríguez (4º, 5º y 6º), sin que la suerte le sonriera, pues se silenciaron sus dos faenas. El mismo cuenta en una entrevista concedida a Luis Plá Ventura en diciembre de 2016 lo que sucedió tras aquella corrida: “Imagina que maté el primer toro y el cuarto porque no me quedaba tiempo para coger el avión puesto que tenía que marcharme a Perú que tenía dos corridas contratadas. Me marché corriendo con la ilusión de llegar a tiempo al aeropuerto y, de repente, una vez allí, no me preguntes las razones, pero le dije al mozo de espadas que no nos marchábamos; que anulara todo que me quedaba en España y, lo que era peor, no me vestiría nunca más de torero. Así. Quiero pensar que se me encendió una luz para que comprendiera que mi camino no era el correcto, que ya había luchado bastante durante trece años y dije basta. En aquellos instantes no tenía nada decidido, pero pasaron unos días, reflexioné y pensé que yo quería seguir en ese mundo que tanto amo, el mundo de los toros. ¿Solución? Me pregunté. Y muy pronto encontré la respuesta, hacerme banderillero. Pero yo sabía lo difícil que sería todo. No creas que siendo banderillero ya está todo hecho; somos muchísimos los que aspiramos en hacernos un hueco en la profesión pero, al respecto, he tenido toda la suerte del mundo. Fíjate que, tantos años penando en el mundo del toro y, en este año de gracia para mí ser, he encontrado el éxito y el reconocimiento a todos los niveles. Estoy muy contento porque al margen de las actuaciones en las que he toreado con Iván Fandiño, he podido alternar muchísimo con otros matadores, algo que me ha llenado por completo. Es más, lo bendigo porque he encontrado mi lugar y soy feliz en el mundo que tanto amo y en el que siempre quise estar”. Y así fue como este hombre, que parecía destinado al estrellato poco a poco, se fue apagando su estrella, hasta encontrarla en este nuevo camino que tomó. Ni él mismo supo que la corrida de Cenicientos seria la ultima que torearía como matador de toros. Hasta ese momento había toreado 62 novilladas picadas y 136 corridas de toros. Dos años figuró en la cuadrilla de Cayetano Ordóñez, temporadas en las que acumuló buen numero de trofeos en las mejores ferias de España. Sorprendentemente abandonó la cuadrilla de Cayetano al finalizar la temporada de 2018, y entró al inicio de la temporada de 2019 en la cuadrilla del joven matador de toros Valenciano Román, ocupando el hueco que dejó Raúl Martí, junto a César Fernández y El Sirio. Anteriormente había estado en la de su amigo Iván Fandiño, desde que en 2016 se inició como banderillero, cuadrilla que dejó en 2017 para ingresar en la de Cayetano.