Hernández Serrano, Antonio “Chamaquito de Granada”

pasar putas a Iván Fandiño cuando se perfilaba para estoquearlo, haciéndole coger el olivo precipitadamente. Vamos poco a poco para no cansar y dar al relato la pasión que el mismo merece. (...) Y vamos al toricantano madrileño, Valentín Mingo, que hoy se ha doctorado en Roa de Duero para su currículum y recuerdo gozoso. Le tocaron a Mingo dos peladillas de Navalrosal, una de 515 kilos que abrió plaza, un toro hecho, cuajado, serio pero noble y bravo que metió bien la cara, llamado “Segurito”. El diestro brindó a su padre y como anécdota decir que llevaba en uno de sus brazos un brazalete negro que ponía: “Va por ti”, referido a su mozo de espadas César, recientemente fallecido, y por quien elevó al cielo las dos orejas obtenidas tras su faena en un emocionante recuerdo. El nuevo torero fue doctorado por Morenito de Aranda en presencia de Fandiño a las 18,55 de la tarde, tras entregarle los trastos, deseándole suerte y dándole un abrazo, entre la ovación del público. Pese al solazo de castigo, la solanera contenta y cantando feliz. En el que cerraba plaza y que recibió por fas o nefas tres puyazos estuvo muy bien lidiado por la cuadrilla y que el diestro sacó a los medios para mejor lucimiento. Acabó con el animal de una estocada al encuentro, algo perpendicular, pero que bastó para mandar al desolladero al ejemplar que terminaba tarde y corrida. Después costaleros tardíos sacaron en hombros a Valentín Mingo y a Morenito de Aranda por la puerta grande de la plaza de Roa con la ovación del respetable y los ramos de flores entregados por la reina y damas de las fiestas”. Valentín Mingo había llegado a su doctorado con 30 novilladas picadas. Tras la alternativa, esta fue la única corrida que toreó como matador de toros.

Hernández serrAno, antOnIO

“CHAMAQUITO DE GRANADA”

Matador de toros nacido en Granollers (Barcelona), el 9 de marzo de 1976, aunque de padres granadinos y residente en Granada desde su adolescencia. Ser hijo del novillero Antonio Hernández “Chamaco” ó “El Accitano”, como también se anunció posteriormente por aquello de ser natural de Guadix, influyó decisivamente en su ánimo de ser torero, al fomentar éste su afición desde que tuvo uso de razón llevándolo a todos los festejos que se celebraban en la plaza Monumental de Barcelona y posteriormente, influyendo de forma decisiva para que el chiquillo tomara la firme decisión de ser torero. Sus primeros contactos con el toro no fueron

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fáciles, siempre en sueltas de vaquillas de fiestas populares o en festejos ínfimos de pueblos donde apenas se podía dar un capotazo, y por fin, el 24 de septiembre de 1994 le llegó el momento tan soñado de ponerse delante de un becerro –regalo de su padre– para torearlo y estoquearlo a puerta cerrada. Dos días después se puso por primera vez un traje de luces prestado para la ocasión por el banderillero Joaquín Ruiz “El Ruilo”, en la actualidad, profesor de la Escuela Taurina de Granada, para actuar en la parte seria del espectáculo cómico-taurino “El Bombero Torero” por intermediación del autor de esta obra. El 23 de octubre de ese mismo año toreó como sobresaliente en Trévelez (Granada), en un festejo en el que alternaron mano a mano los novilleros Rey Vera y El Poli. Las oportunidades eran escasas y el tiempo pasaba inexorablemente y de forma aún más rápida para quien como Chamaquito no vivía más que para ser torero. Esa frustración de no poder torear lo llevó a saltar de espontáneo en una novillada celebrada en Güevejar (Granada), y tras un intento fallido en la feria de Almería, logró saltar de nuevo, esta vez en Loja (Granada), donde logró darle varios muletazos a un toro. Al salir de la plaza fue detenido junto a su progenitor y ambos llevados a la comandancia de la guardia civil. En este festejo, mixto, por más señas, celebrado con motivo de las Fiestas Patronales, actuaba el caballero rejoneador Fermín Bohórquez, que lidiaba dos toros, y los novilleros Juan Muriel y Rubén Cano “El Pireo”, mano a mano, otros cuatro novillos-toros. Esto ocurría en agosto de 1995. Aquel día presenciaba el festejo el empresario granadino Francisco Pérez “Pancho”, hermano del banderillero Pedro “Chicote” (padre del matador de toros Pedro Pérez Roldán “Chicote” y del banderillero Carlos Chicote) quien varios meses después le ofreció la oportunidad de anunciarse por primera vez en un festival celebrado en Chimeneas (Granada), el 8 de diciembre, compartiendo cartel con Ramón García “Paulita” y el incombustible “Nene de Santafé”. Chamaquito obtuvo un gran triunfo al cortar dos orejas y el rabo del novillo que le tocó en suerte. La temporada de 1996 se presentaba complicada, porque para poder torear de nuevo en una plaza de toros tuvo que hacer frente a la sanción impuesta por la Subdelegación de Gobierno ya que si no la hacía efectiva, el Ministerio del Interior le retiraría su carné de aspirante profesional y no podría participar en ningún festejo taurino durante un periodo de dos años. Por fin, pagada la sanción, pudo hacer su debut vestido de luces en la novillada celebrada en La Zubia (Granada), el 30 de junio, alternando con Sergio Rodríguez Miranda, con el aditamento ecuestre de los rejoneadores Jesús

Callejón y Juan Fernández. Los novillos eran de la ganadería de José Núñez. En tal ocasión el debutante perdió los trofeos por el mal uso de la espada, cosa lógica en quien empieza. El 3 de agosto del mismo año toreó su segunda novillada sin picadores. Fue en Darro (Granada), alternando en la lidia de novillos de la ganadería de Cebada Gago, con los también granadinos, Curro Gea y Alberto Guzmán. En esa ocasión, Chamaquito cortó los máximos trofeos. Aún torearía un festejo más antes de dar por finalizada su primera temporada como novillero sin picadores. Fue en Carchelejo (Jaén), el 17 de agosto, con el mismo cartel de toros y toreros, y Chamaquito de Granada volvió a dejar una gratísima impresión al cortar los máximos trofeos. Con tres festejos dio por finalizada su primera temporada, y en la siguiente, 1997, por encontrarse realizando su servicio militar, sólo pudo ajustar un festejo, celebrado el 25 de abril en la localidad granadina de Belicena, compartiendo cartel con Jesús Márquez y Paulita, con novillos de Cebada Gago. Chamaquito dejó ver de nuevo su garra torera y consiguió dos orejas de uno de sus novillos. Licenciado de la mili, aumentaron sus contratos en 1998 a once festejos celebrados en las localidades granadinas de Santafé, Almuñécar, Güéjar Sierra, Cogollos de Guadix, Lanteira, Armilla y Huéscar; Benalmádena (Málaga), y en las jiennenses de Cabra de Santa Cristo y Jódar, donde resultó herido. Así pues, puede considerarse esta localidad como el lugar en el que se produjo su bautismo de sangre. Además toreó un festival en el que tomaron parte el rejoneador Álvaro Montes, y los Matadores Alcazabeño y El Fandi, el banderillero El Castrileño e Israel Carra, hijo del antiguo matador de toros Manolo Carra. Bajaron sus contratos en la temporada de 1999 a siete novilladas, con el aliciente de hacer su presentación sin picadores en una plaza de tanta categoría como la de Málaga, y de cerrar la campaña con un balance de diez orejas y un rabo. Los festejos ajustados se celebraron en Atarfe, Güéjar Sierra, Beas de Granada, Fuengirola, Guadahortuna, Málaga, donde hizo su presentación sin picadores y Órgiva. En la temporada del año 2000 se despidió sin picadores en la localidad costera granadina de La Herradura; fue el 18 de marzo con novillos de la ganadería de “Fuente Ymbro”, con corte de cuatro orejas y dos rabos. Y tras 24 novilladas sin picadores y varios festivales, debutó con picadores el 30 de junio de 2000 en Atarfe (Granada), alternando en la lidia de utreros de David y Ángel Vilariño Fontecoba, con el hijo del ganadero, David Vilariño y Luis Alfonso Oliveira. El balance de su actuación fue de oreja tras aviso y oreja con salida a hombros de la plaza. Otras dos novilladas más toreó antes de

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dar por finalizada la temporada. La primera, el día 13 de agosto en Güéjar Sierra, donde cortó las orejas a un novillo de Hermanos Garzón, y la segunda, en Cadiar (Granada), donde obtuvo un apéndice de su primero y resultó cogido por el segundo de su lote, que le produjo una lesión en el maxilar. Desde entonces las oportunidades que se le presentaron de torear fueron escasas. En 2001 toreó una novillada picada el 13 de junio en Cogollos Vega (Granada), alternando mano a mano con Sánchez Mora, con corte de dos orejas y salida a hombros de la plaza. Toreó además un festival con picadores en Vícar (Almería), el 16 de junio a beneficio de la A.E.C.C., con el resultado artístico de ser ovacionado; y aún torearía un festejo sin caballos el 18 de agosto en Diezma (Granada), en el que se silenció su labor. Mejoró algo el balance de sus actuaciones en 2002, ya que toreó cuatro festejos, con triunfo grande en Granada la tarde del 3 de mayo, fecha de su presentación como matador de novillos con picadores ante sus paisanos, lidiando reses de Rocío de la Cámara con Jesús Márquez, de Santafé, y Antonio López “El Rubio”, de Lorca. Los otros tres festejos los toreó en El Salar (Granada), el 27 de julio, alternando mano a mano con el mejicano Antonio Macías en la lidia y muerte de novillos-toros de la ganadería de Enrique Valenzuela. Chamaquito cortó tres orejas y un rabo. El 17 de agosto toreó en Mora de Rubielos (Teruel), con Mario Campillo, mano a mano. En esta ocasión, por el mal juego de los astados, la labor de Chamaquito fue silenciada en sus dos toros. Dio por terminada la temporada con la novillada que toreó en la feria de Cehegín (Murcia), el 10 de septiembre, alternando en la lidia y muerte de novillostoros de la ganadería de Fermín Bohórquez, con Enrique Peña y Roberto Galán. Cortó la única oreja que se concedió en el festejo. En 2003 toreó tres novilladas: la primera en Cogollos Vega (Granada), el 14 de junio, compartiendo cartel con el rejoneador Genaro Tent y el novillero Carlos Doyagüe. Se lidiaron novillos-toros de la ganadería de Miranda y Moreno y a sus manos fueron tres orejas. Su segunda actuación fue en el festejo que se celebró en Orce (Granada), el 15 de agosto, con novillos de Gabriel Rojas, y el rejoneador Juan Carlos Jiménez y el novillero Javier Portal como compañeros de cartel. Cortó otras tres orejas a los novillos de su lote, y cerró la temporada en Carranque (Toledo), el 6 de septiembre, alternando en la lidia de novillos de Palacios, con Alejandro Trillo y Manuel Sandín, con el resultado final de una oreja de cada uno de sus novillos con salida a hombros de la plaza. En 2004 sumó el mismo número de festejos, los dos primeros en Benalmádena (Málaga), y ambos festejos fueron corridas mixtas. La primera,

el 27 de junio, en la que cortó una oreja a cada uno de sus toros de la ganadería de Hermanos Segura, compartiendo cartel con los matadores de toros Rey Vera y Rafael Osorio. La siguiente, en la misma plaza, el 1 de agosto, esta vez compartiendo cartel con los matadores de toros Alcazabeño y Paco Alba, con tan mala suerte de que su novillo de Hermanos Segura, le propinara una tremenda voltereta cuando toreaba de muleta con la mano izquierda, teniendo que ser trasladado de urgencia al Hospital Clínico Universitario de Málaga, donde quedó ingresado. El parte médico facilitado decía así: “...El paciente llega al centro con pérdida de conciencia, y tras recobrarla presenta amnesia de lo ocurrido: se le practican T.A.C cráneo y T.A.C. Abdominopélvico; RX: cervicales, abdomen y pelvis. Presenta un traumatismo craneoencefálico no complicado; fisura de cabeza radial del codo izquierdo, esguince cervical y contusiones múltiples. Permanece estable en observación 24 horas hasta su alta”. Días después, y apenas sin recuperarse, toreó el día 15 de agosto en Güéjar Sierra (Granada); con José Antonio Cejudo “El Güejareño” y Alejandro Morilla, alternando en la lidia de novillos-toros de la ganadería de Maria del Carmen Camacho. Fue ovacionado en su primero, único que pudo lidiar al ser cogido al entrar a matar al novillo que había herido a su compañero y había pasado a la enfermería. El parte médico dijo que había sufrido “...aplastamiento del tendón rotuliano de la rodilla izquierda”. Tras los percances sufridos en estos dos últimos festejos decidió no volver a torear, aunque lo que más influyó en esa decisión fue el agravamiento de la enfermedad de su padre, que desgraciadamente, falleció el 4 de agosto de 2005, por lo que en dicha temporada no se vistió de luces. Tras superar una depresión, volvió a enfundarse el terno de luces en 2006, para torear el 12 de marzo en Güéjar Sierra (Granada), sólo con la pretensión de poder brindársela a su padre. La novillada era a beneficio de los familiares de enfermos de ICTUS. Se lidiaron astados de la ganadería de “Guadiamar”, y como el balance de su actuación fue muy satisfactorio con corte de dos orejas y vuelta al ruedo, y sobre todo, con muy buena acogida por parte de los aficionados y de la crítica especializada, decidió continuar en los ruedos y repitió actuación el 25 de abril en Belicena (Granada), compartiendo cartel con Enrique Guillén y Javier González y novillos de Rocío de la Cámara, cortando en tal ocasión tres orejas. La tercera corrida de la temporada de 2006 fue la celebrada en el ciclo ferial del Corpus Christi granadino, el 11 de junio, volviendo a cortar una oreja a un novillo de José Luis Osborne. Alternó con Jesús Fernández “Yiyo” y El Taranto. Cortó una oreja a cada uno de los

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novillos de su lote y salió a hombros por la puerta grande de la plaza con sus compañeros y el mayoral de la ganadería. El siguiente festejo, lo toreó en Serón (Almería), el 14 de agosto, una corrida de toros mixta, compartiendo cartel con el rejoneador David Vázquez y el matador de toros José David, que no era otro que el que hasta ahora se había anunciado en los carteles como El Alcazabeño. Chamaquito cortó tres orejas y un rabo a su lote, que lució la divisa de “La Dehesilla”. El 10 de septiembre volvió a lucir el terno de luces, esta vez en Humanes (Guadalajara), mano a mano con El Palentino, lidiando novillos-toros de la ganadería de Enrique Guzmán, sin que esta vez le sonriera la suerte, ya que se silenció su labor tras estoquear a su primero y resultó cogido por el segundo de su lote, sufriendo un fuerte traumatismo craneoencefálico con diversas contusiones en rostro y cuello, según rezaba el parte médico emitido por el equipo de facultativos de la plaza. Por fin, y como punto final a la temporada, toreó un festival benéfico en Atarfe (Granada), cuya originalidad era que los espadas eran todos banderilleros, y las cuadrillas estaban formadas por matadores. El festejo se celebró a las doce de la mañana con un tiempo gélido, y el que escribe estas líneas puede dar fe de que aún pasado tanto tiempo, no ha entrado en calor. Chamaquito tuvo la mala fortuna de resultar cogido y volteado por un novillo al ejecutar un par de banderillas, y sufrir fractura de cúbito y radio de un brazo. La temporada de 2007 no pudo empezar peor, porque el festejo en el que estaba anunciado Chamaquito en Belicena (Granada), –una corrida mixta– con los matadores de toros El Califa y Andrés Romero fue aplazada y posteriormente se celebró con otro cartel en el que ya no fue incluido. Inexplicablemente la empresa Taurotoro, que regía los destinos de la plaza de toros de Granada, tampoco lo contrató para el ciclo ferial de 2007 pese a celebrarse ese año tres novilladas con picadores y ser Chamaquito de Granada uno de los triunfadores del año anterior, contratando a otros novilleros que no habían hecho ningún mérito, algo que influyó de manera muy negativa en el ánimo del torero, que sólo toreó en el campo durante esa temporada. ¡Las injusticias del toreo! Tampoco fue incluido Chamaquito por la empresa de González de Caldas en la Feria del Corpus de Granada en 2008, y el balance de sus actuaciones se vio reducido a dos novilladas, la primera, celebrada en Torrenueva (Granada), el 13 de julio (ovación y silencio); y la segunda en Cardeña (Córdoba), el 23 de agosto (silencio y silencio). También hizo el paseíllo como director de lidia en La Calahorra (Granada), y como sobresaliente el 17 de agosto. La temporada de 2009 fue muy parecida, ya

que toreó otras dos novilladas: el 12 de julio en Benalmádena (Málaga), con corte de una oreja, y en Albondón (Granada), el 23 de agosto, alternando con los granadinos Joaquín Agudo y Miguel de Fernando, en la lidia de novillostoros de la ganadería de Montes de Oca, con corte de dos orejas y salida a hombros de la plaza. Además actuó en La Calahorra el 16 de agosto como Director de Lidia y sobresaliente. La temporada de 2010 se presentaba prometedora, inaugurándola con un festival en Píñar (Granada), con El Güejareño, Canales Rivera y José Palma, como compañeros de cartel. Chamaquito cortó las dos orejas y el rabo, y toreó su primera corrida de la temporada en Navas de San Juan (Jaén), el 26 de junio, con novillos de Apolinar Soriano, compartiendo cartel con Francisco de Castro y Luis Olmo. Chamaquito tuvo una tarde gris y escuchó palmas tras su actuación. Toreó otro festival en Alomartes (Granada), el 5 de agosto, con novillos de la ganadería granadina “La Prusiana”, compartiendo cartel con El Güejareño y Miguel de Fernando, con corte de dos orejas. Lo volvimos a ver anunciado en Benalmádena (Málaga), los días 5 y 12 de septiembre en sendos festejos mixtos con el mismo cartel: el rejoneador José Antonio Mancebo y el novillero Juan Carlos del Moral, y reses de los hermanos Ángel y David Vilariño Fontecoba, a los que cortó una oreja cada día. Aún toreó en Benalmádena un Festival, el 19 de septiembre, con astados de Hnos. Astolfi, compartiendo cartel con Alcazabeño y Juan Carlos del Moral, siendo la única oreja que otorgó la presidencia la que ganó Chamaquito de Granada. Tras este festival, se había anunciado la tan esperada alternativa de matador de toros de Chamaquito de Granada para el 12 de octubre en la plaza de toros de Atarfe (Granada), único coso cubierto de Andalucía, con motivo de la Fiesta de la Hispanidad. El cartel estaba formado por Antonio Barrera, que actuaría de padrino de la ceremonia y el granadino Jesús Fernández “Yiyo”, que actuaría de testigo de la misma, con toros de Santiago Domecq. Sin embargo, el festejo se suspendió el día anterior por inclemencias meteorológicas, a pesar de que hizo buen tiempo. Por fin, en 2011, pudo Antonio Hernández “Chamaquito de Granada”, hacer realidad su sueño dorado de toda la vida de tomar la borla de Doctor en Tauromaquia tras la alternativa frustrada del día 12 de octubre del año anterior en Atarfe. Habían transcurrido nada menos que once años desde que debutara con picadores, y hubo momentos en los que el torero pensó que la alternativa era un sueño inalcanzable, porque tras el importante triunfo conseguido en la feria del Corpus de 2006, no contaron con él en las siguientes temporadas. Pero había llegado el momento, 19 de

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junio y en la Feria del Corpus de Granada nada menos, y Chamaquito, con muy poco bagaje, pero muy mentalizado –había matado algunos toros a puerta cerrada– hizo el paseíllo con un original terno fucsia y oro con cabos negros, con la plaza ocupada en menos de su mitad del aforo, y aguardando en los chiqueros, cinco toros de la ganadería de Zacarías Moreno (La Gloria) - primero, segundo, tercero, sexto y séptimo; uno de San Martín (quinto), y otro de Partido de Resina (antes Pablo-Romero), que salió en cuarto lugar para el caballero rejoneador. Los toros, por orden de su lidia, pesaron 504, 479, 467, 544, 540, 548 y 517 kilos. El cartel, aunque modesto, según los más puristas (no me gusta en absoluto ese término) tenía el atractivo de estar formado por tres toreros de la tierra, El Güejareño, Yiyo y el rejoneador Sergio Vegas que aunque poco toreados, tenían ganas de salir al ruedo como tres leones y habían levantado gran expectación entre los aficionados granadinos que conocíamos la lucha y el sufrimiento de los tres diestros. Y salió el primer toro de la corrida, “Travieso”, marcado con el número 187, negro mulato, nacido en diciembre de 2006, justo de fuerzas pero con muy buena condición y mucha clase. José Antonio Cejudo “El Güejareño” le cedió los trastos toricidas en presencia del también amigo Jesús Fernández “Yiyo”, que curiosamente, hubiera sido el testigo en aquella frustrada alternativa en la plaza de toros de Atarfe. Chamaquito de Granada brindó la muerte de este toro a la memoria de su padre, y sobreponiéndose a tarde de tanta responsabilidad y nervios, fue capaz de cortar una oreja a su oponente tras una faena con altibajos en los que en los mejores pasajes hubo reposo y buen gusto. En el que cerró plaza, un toro sobrero de Zacarías Moreno, que también sacó buen fondo, Chamaquito de Granada volvió a gustarse en algunos momentos, porque la faena también sufrió de altibajos, cosa comprensible teniendo en cuenta la falta de continuidad de su carrera. Al esportón fue a parar la segunda oreja que le abrió la Puerta Grande. José Antonio Cejudo “El Güejareño”, de turquesa y oro, no quiso perder su soñada oportunidad y demostró sus enormes ganas de ser torero, protagonizando una de sus mejores tardes de toros en Granada. Al primero de su lote le cortó una oreja, pero lo mejor llegaría en el quinto, de la Ganadería de San Martín (encaste Conde de Santa Coloma), al que toreó con mucha quietud y valor en algunos pasajes, de forma muy reposada y con temple. Cortó la oreja que le faltaba para abrir la Puerta Grande y salió en unión de Chamaquito de Granada, que en contra de la opinión de la mayoría, no se cortó la coleta tras el doctorado, porque como dijo el diestro en entrevista previa a María Dolores

Martínez en IDEAL.ES, “...Tengo muy claro que ningún empresario me va a prostituir y que nadie frenará mi ilusión. Pase lo que pase no me cortaré la coleta en la tarde de mi alternativa” Jesús Fernández “Yiyo”, de lila y oro, pese a haber cortado otras dos orejas, una a cada uno de sus toros, no pudo salir a hombros, porque por desgracia, salió por otra puerta en ambulancia, en dirección a la Clínica de la Inmaculada. Yiyo había resultado cogido al descabellar a su primer enemigo, con el que estuvo además de brillante con capote y muleta, valentísimo. Escuchó palmas, y entró a la enfermería donde se le apreció una herida en el tercio medio del muslo derecho, de pronóstico reservado, siendo operado por el equipo del Dr. Sánchez Ortiz. Sin embargo, Yiyo no estaba dispuesto a perder la ocasión, y aunque muy mermado de facultades, decidió salir a lidiar al segundo oponente de su lote. La tragedia se presentía en los tendidos. Jesús Fernández, tiró la moneda al aire...a cara o cruz. No importaba jugarse la vida si había que demostrar a los paisanos que él era torero y podía escalar puestos más altos. Y lo demostró realizando una faena con altibajos, pero de gran calado en los tendidos en series de mucho mérito, como anteriormente lo había hecho con el capote. Al final, entre olés y los acordes de la música rindió al público y el presidente le concedió las dos orejas Sergio Vegas, caballero rejoneador vallisoletano, tuvo el gesto de anunciarse en Granada con un toro de la ganadería de partido de Resina en puntas. Desde luego era un gran desafío y eso honraba al rejoneador, máxime, cuando salió el toro a la arena, un toro impresionante de arboladura como los de las estampas de La Lidia. Un toro muy serio, de aspecto viejo, que fue recibido con una gran ovación. A partir de ahí, se mascaba la tragedia desde que el torero inició la faena con los rejones de castigo. En cada embroque, un ¡¡Ay!!, por él y por las cabalgaduras, que llegó a su máximo extremo en banderillas, y sin embargo, el caballero realizó una faena pulcra hasta el final, una faena cargada de emoción extrema y de riesgo máximo sin que ningún caballo saliera herido. La tragedia llegó a la hora de matar. Sergio Vegas echó pie a tierra y armado de muleta y estoque se dirigió al burel de impresionante encornadura. El “Pablorromero” empitonó al caballero en el primer viaje, y cuando estaba igualándolo para entrar a matar por segunda ver, fue perseguido y empitonado de muy fea manera en el tórax. Ese momento lo vivimos con angustia, porque el rejoneador quedó prendido del cuerno hundido en el pecho y el rostro desencajado por el dolor. De inmediato nos vino la imagen del desgraciado José Cubero “Yiyo”, que murió al instante por una cornada parecida.

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Sergio Vegas fue trasladado a la enfermería en medio de la conmoción general. El equipo médico de la plaza con el Dr. Sánchez Ortiz al frente logró estabilizarlo antes de trasladarlo en ambulancia al Hospital Ruiz de Alda, donde fue operado de una cornada calificada en principio de muy grave. Afortunadamente, luego se evidenció que el pitón no había profundizado tanto como se temió en un principio y no había afectado a órganos vitales. Dentro de la gravedad, quedó internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de dicho centro. La cornada tenia veinticinco centímetros de profundidad y los cirujanos calificaron de “milagro” lo ocurrido, pues en un principio se pensó que el cuerno “...podría haberle perforado el pulmón, por escasos milímetros, se ha salvado de una muy gorda”, según informó su apoderado Luis Algora, quien explicó que el rejoneador tenía dos costillas rotas. Chamaquito no volvió a vestir de luces en corridas de toros, pero no lo ha prostituido ningún empresario haciéndolo pasar “por el tubo”, con el orgullo de poder sentirse muy TORERO. Ese año actuó de Director de Lidia en Santiago de la Espada los días 17 y 18 de agosto. Tampoco toreó ninguna corrida de toros en 2012, pero sí actuó de sobresaliente en Antequera (Málaga), en una corrida celebrada el 20 de octubre, en la que Manuel Escribano toreó seis toros como único espada; y posteriormente, el 9 de diciembre, toreó un festival en Valle-Niza (Málaga), con José Antonio Cejudo “El Güejareño” y Joselete, con reses de la ganadería de Tomás Sánchez Cajo. La temporada de 2013 fue un calco a la anterior. Figuró como sobresaliente en una corrida de toros de San José del Valle (Cádiz), el 1 de junio, en la que alternaron Julio Benítez “El Cordobés” y Nicolás López “El Nico”; en otra de rejones celebrada el 23 de agosto en Cogollos de Guadix (Granada). Y por fin, el 15 de septiembre, toreó un festival en Mijas (Málaga), con el matador de toros inglés Frank Evans y el novillero Israel Diánez, con reses de la ganadería “Guadaira”, con corte de dos orejas. El 28 de junio de 2014, hizo el que fue sin duda el paseíllo más importante de su vida al contraer matrimonio en la iglesia de Atarfe con Beatriz Román. El autor de este libro tuvo el honor de ser invitado y guarda un entrañable y emotivo recuerdo de la celebración en la Finca Cobo, propiedad del que fuera rejoneador Manuel Carvajal, con quien compartió mesa. Desde entonces continua apartado de los ruedos.

Hernández serrAno, antOnIO “cHAmAquito de grAnAdA”. Colección del autor.