Parralo Ginebrosa, Alejandro “Alejandro Parralo”

vio con el peor lote se fue de vacío. Fue ovacionado en su primero y se silenció la labor a su segundo oponente. Según la crónica de la corrida “Palencia pasó prácticamente de puntillas con el lote más complicado en conjunto. Ni el complicado primero, que desarrolló mucho genio, ni el peligroso quinto le permitieron apenas ponerse delante. Bastante hizo con salir indemne del trance”. Esa fue la última corrida de su carrera y la que hacía la número 2. Había llegado a la alternativa con 52 novilladas picadas. Cuatro años después, pudimos leer en la revista “Aplausos” de 10 de febrero de 2018 que el diestro cambiaba el oro por la plata. Daniel Palencia había tomado la decisión al comprobar “lo difícil que está abrirse camino en el escalafón superior”.

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“ALEJANDRO PARRALO”

Matador de toros nacido en Madrid, el 20 de mayo de 1985. Inscrito en la Escuela Taurina “Marcial Lalanda” de Madrid desde 1997 fueron sus maestros los matadores de toros retirados, “Serranito”, “Macareno”, José Luis Bote “El Bote” y Carlos Neila, de la que salió cuando estos los consideraron preparado para hacer su debut en público vestido de corto, el 19 de octubre de 1999 en Alba de Tormes (Salamanca), con novillos de Pérez-Tabernero. Vestido de luces lo hizo por primera vez, el 21 de julio de 2001 en Colmenarejo (Madrid), año en el que cerró la temporada con 10 actuaciones, para aumentar a 27 en la temporada de 2002. Tres años estuvo toreando novilladas sin picadores, hasta que pasó al escalafón inmediatamente superior el 11 de junio de 2005 al debutar con los del castoreño en Navas de Oro (Segovia), con novillos de Jiménez Pasquau y José Pérez “Joselillo” y Javier Portal como compañeros de cartel, teniendo una brillante actuación al cortar dos orejas y salir a hombros de la plaza. Tras una etapa novilleril larga en la que fue de más a menos, pudo presentarse en Madrid, el 14 de junio de 2012, de sangre de toro y oro, con novillos de “Rehuelga”, alternando con Salvador Barberán y Víctor Barrio. Se silenció su faena en el novillo de su debut, “Dadivoso”, número 10, de 482 kilos, y pitado en el segundo de su lote. Se dio la circunstancia de que la presentación estaba prevista para el 22 de marzo anterior, pero fue vetado, al parecer injustamente, por la Comisión de Seguimiento del Convenio. Viendo que sus contratos iban a menos, tras torear varias novilladas en la zona centro,

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como en Villamanta, el 15 de mayo de 2011, o en las Matas, donde cortó tres orejas a los novillos de Amparo Valdemoro, alternando con el granadino Miguel Hidalgo y Luis Gerpe en 2012, decidió dar el paso definitivo y doctorarse en Móstoles, (Madrid) el 15 de septiembre siguiente, de verde botella y oro, con toros de “Sierra Borja”, de manos de David Mora, y Esaú Fernandez de testigo. El toro de la cesión fue “Repique”, número 21, al que cortó las orejas y otras dos al que cerró plaza. “Fueron varias temporadas de novillero en las que toree más de 30 novilladas picadas y pasando por las mejores plazas. Como Madrid, Sevilla, Arlés (Francia), México, etc. Y no, yo creo que no me precipité para nada; es más, tardé demasiado porque estaba viendo cómo se estaban poniendo las cosas y quería asegurarme con algún apoderado”. Una semana antes de la alternativa, la revista “Aplausos” hizo un breve juicio crítico de Alejandro Parralo que, por su interés, reproduzco: “Alejandro Parralo ejecuta un toreo muy próximo a lo que es el toreo de salón, queriendo hacer siempre bien las suertes, y buscando la perfección en los muletazos, aunque en ocasiones eso le hace parecer que está más agarrotado de lo que realmente está”. Solamente toreó ese año la corrida de su alternativa, y en 2013 no se vistió de luces, como tampoco en 2014, año que debutó en América en la plaza de Jesús (Cajamarca), en Perú, de Burdeos y oro, con 2 toros de “Salahual” (1º y 6º), 1 de “Vista Alegre”, 1 de “La Viña”, 1 de “Huacaruero” y 1 de “Moyocucho”, alternando con Emilio Serna y Paco Céspedes, con el resultado artístico de ser silenciado en el toro de su debut y de cortar las dos orejas al segundo de su lote, con salida a hombros de la plaza en solitario. Respecto a su estancia en Perú, Plá Ventura preguntó al diestro qué motivó que emigrara a Perú, a lo que Alejandro respondió: “Precisamente por eso, para querer torear. No soy ni me he criado para tomar la alternativa y quedarme parado, mirando o esperando a las mentiras que te dice tu pueblo de que bien has estado el año que viene estás puesto. Soy torero y vivo para ser torero y donde haya toros y los empresarios reconozcan a los toreros, allí estaré yo, sea donde fuere. Pero al mismo tiempo es bonito que poco a poco, lo que haces, por lo menos aquí, te lo agradecen y vas teniendo tus recompensas. Humildemente, prefiero estar en la “tercera división” y aprovecharlo todo, antes de estar en primera y no aprovechar nada más que Madrid una vez al año para seguirse manteniendo de la cuerda”. La última vez que toreó vestido de luces fue en Querocotillo (Perú), el 16 de septiembre de 2016, con toros de “Monte Carmelo” alternando con Manolo Muñoz y César Bazán “El Yeta”,