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Rodríguez Correal, Félix Jesús “Félix Jesus Rodríguez”

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“FÉLIX JESUS RODRÍGUEZ”

Matador de toros natural de Alamillo (Ciudad Real), donde nació el 20 de julio de 1970, sin antecedentes taurinos en su familia, aunque sin duda, el ambiente taurino que había creado Paco Alcalde en el pueblo, entonces en sus mejores momentos, indujo al muchacho a emular sus glorias. Y decidido a ser torero, debutó vestido de luces el 25 de junio de 1985 en El Pedernoso (Cuenca). Tres temporadas estuvo toreando novilladas sin picadores por los pueblos de La Mancha, hasta que creyéndose preparado para aventuras mayores, debutó con las plazas montadas, el 5 de junio de 1988 en Ciudad Real, con novillos de Víctor y Marín, alternando en su lidia con Joaquín Romero y Valentín Cuevas, que también debutaba en dicha fecha. Félix Jesús Rodríguez solamente pudo matar su primer novillo, primero de la corrida, al que cortó una oreja, porque resultó herido de pronóstico grave, quedando el festejo reducido a un mano a mano. No volvió a torear ese año, y en los siguientes toreó un reducido número de festejos picados por temporada, generalmente en las localidades manchegas. Un ejemplo de su actividad es que en 1989 toreó 1 novillada; 4 en 1990; 10 en 1991; 6 en 1992 y 3 en 1993. En 1994 toreó 5 novilladas, una de ellas la de su presentación ante la afición madrileña de Las Ventas, el 17 de abril, alternando con Vicente Bejarano y José Antonio Galdón Varela “Niño de Belén”, que también debutaba en Madrid, con 4 novillos de “Río Grande” (3º, 4º, 5º y 6º), y 2 de Román Sorando Herranz (1º y 2º). Félix Jesús Rodríguez fue silenciado en sus dos toros, uno de cada ganadería. El primero de su lote, que también lo fue de la corrida, fue “Sentador”, negro listón chorreado, número 40 y 451 kilos. En 1995 toreó una sola corrida, y seguramente, valorando las pocas expectativas que tenía de triunfar como matador de toros, optó por cambiar el oro por la plata y hacerse banderillero. Como tal ya toreaba en esa misma temporada, pues se le vio en Villanueva de Córdoba integrado en la cuadrilla del novillero Jaime Ortega el 3 de junio. Luego se colocó con carácter fijo en la cuadrilla de Aníbal Ruiz, con quien estuvo dos temporadas, para pasar seguidamente a la del diestro de Espartinas (Sevilla), Juan Antonio Ruiz “Espartaco” con quien toreó una temporada. Después ha toreado con muchos matadores de toros, entre otros con el cordobés José Luis Moreno, del Valle de los Pedroches; Jesús Millán, El Califa, Carnicerito de Úbeda, Antón Cortés, desde 2005 hasta

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20008; con David Mora en 2009, con quien tuvo una gran actuación en las Ventas, teniendo que desmonterarse a petición del respetable, y acompañó y disfrutó de sus grandes ferias. Evidentemente estamos hablando de un excelente profesional de plata que en 2015 nos sorprendió con la noticia de su retirada a causa de una antigua lesión en la espalda. El propio diestro lo comunicó al periodista Julio César Sánchez del Diario “Lanza”: “No es tan sorprendente. Llevo dos años muy mermado físicamente. Tengo dos hernias discales que me están impidiendo disfrutar y realizar mi profesión al nivel que a mí me gusta y que siempre he querido. Además, en el escalafón de banderilleros hay mucha competencia y no siempre es competencia leal. A todo esto, se une el hecho de que los toreros con los que empecé también se han retirado, y la ilusión no es la misma. Por todo esto he decidido retirarme de los ruedos”. Efectivamente no era tan sorprendente. Lo que verdaderamente sorprendió, y gratamente, es que se retirara como matador de toros, porque pensaba tomar la alternativa antes de retirarse: “Eso es una pequeña gran locura. Todo se fraguó conversando con dirigentes de Almadén. Me propusieron que me retirara tomando la alternativa, y me dieron todas las facilidades. Es curioso que vaya a conseguir aquello por lo que tanto luché hace veinte años. En un principio no quise aceptar la propuesta, pero luego, pensándolo, cambié de opinión. Sé que es un embolado gordo para mí, porque como te he dicho, estoy realmente tocado de la espalda, y si ya me costaba trabajo banderillear dos toros, ahora voy a tener que banderillearlos, por supuesto, pero también pararlos con el capote y torearlos con la muleta. Y, lógicamente, quiero hacerlo lo mejor posible, y marcharme con un buen sabor de boca de la profesión a la que he dedicado mi vida. Sé que va a ser duro, pero me ofrecieron organizar la corrida a mi gusto por completo; elegir toreros, ganadería… Y el marco es incomparable. La plaza de toros de Almadén es una de las más bonitas de la provincia y de España. Además, está muy cerca de Alamillo, mi pueblo, y va a ser un día muy emotivo para mí. Allí estará mi familia y todos mis amigos del mundo del toro, matadores con los que he toreado que están retirados como Aníbal Ruiz o José Luis Moreno, David Mora que está intentando recuperarse de la cornada de Madrid del año pasado…el cartel es muy bonito para mí, porque la alternativa me la va a dar Luis Miguel Vázquez, un torero con el que he ido muchos años y que además de gran torero, es una grandísima persona. Y debutará con picadores Emilio Bresó, el novillero de Almadenejos al que llevo ayudando varios años con mucho esfuerzo. Lo

que falta por decidir es la ganadería. Estoy pensando en varias opciones, pero puede que finalmente los toros sean de Benjumea, es decir, el segundo hierro de Núñez del Cuvillo. La ventaja que tengo es que, a pesar de los problemas físicos, no me he abandonado en ningún momento. Correr me cuesta mucho trabajo, pero camino más de una hora todos los días y sigo en forma. Ahora lo que toca es intensificar un poco la preparación. Sobre todo, torearé becerras en el campo y mataré un par de novillos para probarme con la muleta, porque hace mucho tiempo que no ejerzo de matador, y el cambio es radical”. Y llegó el día soñado, el 25 de julio de 2015, y Jesús Félix Rodríguez, vestido con un precioso terno sangre de toro y oro, hizo el paseíllo en la plaza de toros de Almadén (Ciudad Real), en un festejo mixto, en el que como hemos visto más arriba su padrino fue Luis Miguel Vázquez y el testigo, el novillero Emilio Bresó que debutaba con picadores, con toros de “Benjumea”. El toro del doctorado fue “Pajarillo”, burraco, marcado con el número 118, al que el toricantano cortó una oreja y las dos al que cerró plaza, saliendo a hombros de la misma con su testigo, que cortó tres trofeos, dos al primero y uno al segundo de su lote. Por su interés, transcribo parte de la crónica que al día siguiente escribió Julio César Sánchez: “El embolado al que Félix Jesús Rodríguez accedió a meterse cuando amigos de Almadén le propusieron tomar la alternativa en el coso hexagonal de la ciudad minera no fue pequeño. Arrastra desde hace dos años una molesta lesión en la espalda, y no le hacía falta demostrar nada a nadie. ¿O sí? Quizás a nadie más que a sí mismo, después de pasar años de auténticos sacrificios de todo tipo a principios de los noventa, persiguiendo un sueño –triunfar como novillero con picadores y tomar la alternativa– que al final se le escapó de las manos. Pero ayer, en Almadén, sin esperarlo, lo consiguió. Y con mucha dignidad. En su primer toro acusó, como es lógico, los nervios. En la plaza se encontraban muchos amigos de la infancia que vivieron junto a él aquel sueño truncado. Y también muchos de los toreros a cuyas órdenes actuó como banderillero desde que en 1995 tomara la decisión de cambiar el oro por la plata. En el callejón pudimos ver a Espartaco, Aníbal Ruiz, Antón Cortés, David Mora o José Luis Moreno, además del propio Luis Miguel Vázquez. Su primero no tuvo suficiente raza ni fondo para facilitar un toreo lucido y de relajo, sino que se trató de una faena de apuntes, queriendo hacer las cosas con gusto. Pero el de Benjumea no terminaba el viaje y soltaba la cara feamente. Pero mató bien, como ocurriría en el cuarto, y una oreja fue a parar a sus manos. En

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el cuarto Félix fue otro torero. Se notó desde el saludo de capote, inspirado, y rematado con una muy buena media verónica de remate. Clavó banderillas con oficio, sorprendiendo en uno de los pares, en el que citó al toro sentado en una silla, y clavando al quiebro. El toro, manso encastado, permitió a Félix gustarse por momentos por el pitón derecho, y tirando de garra y la gran estocada de remate, cortar las dos orejas y rabo que ponen colofón a una más que digna carrera como torero, tanto de oro como de plata”. Esta fue su única corrida como matador de toros, porque inmediatamente después se cortó la coleta. Félix Jesús Rodríguez tomó la decisión de poner punto y final a su etapa como torero de la manera más bonita que se puede esperar, tomando la alternativa. Aquella con la que tanto soñó desde sus inicios de novillero, y que por circunstancias de la vida, le hicieron cambiar el oro por la plata. El 25 de julio, lo hizo al contrario, a la antigua usanza, en esta ocasión, la plata por el oro. Y es que a pesar de que Félix Jesús Rodríguez se quiso ir de puntillas de la profesión por culpa de la lesión de espalda y cervicales debida a algunos percances sufridos que le hacen casi imposible poder llevar una vida dedicada al toro por los grandes dolores que sufría, sus amigos casi le obligaron a hacerlo por la puerta grande. El propio torero se lo comentó al periodista Roberto García-Millán: “La idea fue en broma al principio. Estábamos una tarde unos amigos y aficionados que sabían que iba a dejar de torear. Parecía que me iba por la puerta de atrás. Un poco en broma o en serio, me dijeron que tomara la alternativa aquí. A los pocos días, me dijeron que el proyecto que habíamos hablado en broma iba hacia adelante. Yo al principio me negué, pero finalmente me convencieron. Es una forma bonita de decir adiós, rodeado de mis amigos, con un torero amigo, y tengo la esperanza de que esta plaza se vea llena como yo quiero verla. Recuerdo a amigos que en su día disfrutaron muchísimo por esta plaza y son muchos recuerdos. Esta profesión a mí me lo ha dado todo. Desde que era pequeño y quería ser torero matando mi primer novillo aquí en Almadén ha sido todo. Tenía mi alternativa preparada en Ciudad Real, pero por problemas no pude tomarla. Gracias a Dios he estado veinte años de subalterno y ha sido una gran alegría para mi vida. He disfrutado de los triunfos de mis matadores y esta forma de irme creo que es algo muy bonito”. Y se fue como merece un torero de su talla y clase. Puesto que, la discreción siempre fue su sello de identidad, no se podía ir de incognito alguien al que se le admira por sus condiciones humanas y profesionales, como lo demostró el hecho de tener

que saludar montera en mano por su calidad en la brega y excelentes pares de banderillas. Además, una de las características principales de este torero de plata, siempre que le gustaba torear con sus amigos, sin importarle la cantidad de festejos, ya que según manifestaba, para él lo más importante era sentirse a gusto. Y lo demostró en su despedida, como no podía ser menos, volviendo a recordar sus inicios con sus compañeros infatigables. Su padrino, Luis Miguel Vázquez, el diestro de Daimiel, con quien fue en su cuadrilla a lo largo de toda su carrera, y su testigo, un modesto novillero a quién él ayudaba. La amistad por encima de todos. En un principio Félix Jesús Rodríguez pensó que su última actuación hubiese coincidido con la despedida de Aníbal Ruiz puesto que acompañó al torero de Alcázar de San Juan durante toda su trayectoria, pero una oferta por parte de los responsables políticos del Ayuntamiento de Almadén, hizo que reconsiderara la situación y su despedida fuese por todo lo alto, tomando la alternativa, pero fiel a sus valores y rindiendo culto a la amistad, demostrando una vez más ser un romántico, no fue una alternativa al uso con dos figuras del toreo, que podría haberlo hecho, sino “su gente”...sus amigos. Lo demuestra el hecho de que los matadores de toros con los que Félix Jesús Rodríguez fue en sus cuadrillas hicieran los siguientes comentarios en una entrevista de Manuel del Moral Manzanares: JOSÉ LUIS MORENO: “Félix es una persona muy importante para mí en mi carrera y como buen amigo que es no podía faltar a este día que es muy bonito. La verdad es que ha dado una tarde estupenda y grandiosa. Lo he visto con mucho desparpajo y con mucha torería y ha sido el resumen de su carrera tanto de oro como de plata. Hoy ha sido un día para él muy especial, era su sueño y pienso que ha tenido una tarde redonda, la tarde soñada”. ANÍBAL RUIZ: “Félix y yo hemos toreado juntos muchas tardes desde mis comienzos y estoy orgulloso de ser su amigo y ser como su familia. Sobre todo, como ha estado con el segundo toro que ha estado muy bien, por encima del toro. Ha visto al toro mejor de lo que era y nos ha emocionado a todos, está la gente muy contenta y feliz. Ha toreado sensacional con el capote, con las banderillas ha estado perfecto destacando el par de la silla y con la muleta ha estado de lujo rematando la faena matando como se matan los toros. Creo que no se podía soñar mejor marco y mejor resultado para un día tan especial para él y todos los que queremos a Félix Jesús”. LUIS MIGUEL VÁZQUEZ: “He sentido mucha alegría por una parte, porque ha cumplido un sueño que él tenía toda su vida de torero, la de tomar la alternativa y

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aquí en su tierra, ha sido muy bonito en ese sentido, pero a la vez he sentido tristeza porque se va un gran profesional y un gran amigo, aunque espero que nos siga acompañando cuando tenga ocasión. Hoy ha estado sensacional con el segundo toro que ha sido el que más se ha movido, pero él ha estado muy bien, parece que ha toreado veinte corridas de toros. Chapó por él”. JUAN ANTONIO RUIZ “ESPARTACO”: “Hemos visto un torero que parece que lleva veinte corridas de toros toreadas. Nos ha sorprendido a todos. Estábamos viendo a este segundo toro con más dificultades de las que realmente él le ha visto, lo ha visto más rápido que todos los que estábamos aquí en el callejón. Ha estado realmente sensacional, le ha cortado el rabo con una fuerza tremenda, pero le hubiese cortado el rabo en cualquier otra plaza de toros, además de lo bien que lo ha matado. Ha tenido una trayectoria profesional impecable, como torero, con amor a la profesión, respetando todos los cánones del toreo, un torero grandioso de plata y hoy hemos visto que se ha retirado como se merece de oro. Es un honor para mí estar hoy aquí”. ANTÓN CORTÉS: “La verdad es que me ha impresionado como ha estado. Es más una alternativa de alguien que empieza con proyección que de un torero que se retira. Ha estado sensacional toda la tarde sobre todo con este segundo toro. Desde el callejón estábamos hablando los compañeros con el maestro Espartaco que no lo veía por ningún lado y Félix Jesús se ha inventado una faena y ha estado cumbre con el capote, banderillas, muleta y espada. De su trayectoria decir dos cosas muy importantes, que ha sido un pedazo de profesional, date cuenta los toreros que hoy están aquí y no han querido perderse esta tarde, toreros que nos ha acompañado Félix en muchísimas ferias de España y América y otros muchos que no han podido venir y luego como persona ha mejorado si cabe, con lo difícil que es, ha mejorado la persona al torero y eso que ha sido un grandioso torero. Le deseo todo lo mejor, le quiero mucho y si es lo que ha decidido y lo que él quería no ha podido tener mejor broche que la tarde de hoy”. DAVID MORA: “Los sentimientos están a flor de piel. Sinceramente me ha emocionado mucho porque es una etapa la cual va a acabar. Desde mis comienzos como novillero estuvo en todo momento, además de ser compañero en la plaza ha sido un gran amigo y la verdad es que es duro recordar todo lo que hemos vivido empezando por esos pueblos, comienzos complicados para empezar a ser torero hasta llegar a las grandes ferias, los sinsabores, las glorias, los triunfos y la verdad es que he sentido muchas cosas y he recordado todas esas vivencias. Hoy se despide un torero y un amigo.

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