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500 Años de Juegos y Muerte Paraíso / Peter Brueghel Alicia Benítez, José Arfuch, Walter Coelho Curaduría: Federico de la Puente
Edición Digital San Martín, Buenos Aires. Argentina Noviembre 2020 Alicia Benítez, José Arfuch, Walter Coelho Grupo PARAISO https://www.instagram.com/grupoelparaiso Curaduría y edición: Federico de la Puente https://www.instagram.com/fede.delapuente Fotografía de obra: Julio Sevald https://www.instagram.com/juliosevaldph
Este proyecto cuenta con el apoyo de ROJO AL FRENTE - ESPACIO DE ARTE https://www.rojoalfrente.com
500 Años de Juegos y Muerte Paraíso / Peter Brueghel
Mirar a través del tiempo: Brueghel a través de Paraíso
“Hablando en términos antropológicos o psíquicos, la sombra es un fantasma,un miedo visual que emana de los cuerpos, los pone en peligro o nos pone en peligro a quienes los miramos.” George Didi-Huberman. El Gesto Fantasma. La figura de Pieter Brueghel el Viejo (1526-1569) puede enmarcarse en la crisis de la pintura planteada a partir de la segunda década del siglo XVI. La representación, la destreza técnica y el artilugio óptico habían llegado a un grado que parecía insuperable. Contexto que, combinado a la iconoclasia de la Reforma Protestante, modificaría la circulación y significación de imágenes religiosas en el flamante mundo del arte moderno. ¿Cómo sostener la investigación artística? ¿Qué función cumple la pintura? Grupo PARAISO, en plena contingencia pandémica y aislamiento, retoma algunas imágenes del mencionado pintor brabanzón. En este caso, la Historia del Arte vuelve como un gran cofre de signos que nos sirven para generar lecturas abiertas y desplazadas de nuestro tiempo. Si bien este ejercicio tenía como objetivo continuar el trabajo pese al distanciamiento, nos permite también revisar las pinturas de Brueghel mediante otro lente. La pintura del primero de los Brueghel se constituye como un observatorio de la humanidad y un manifiesto moral. El primer rasgo se da a partir de la descripción del campesinado como en “Juego de Niños” (ca. 1560) y el segundo es visible en la pintura más alegórica como “El Triunfo de la Muerte” (ca.1562). En ambos casos las pinturas se vuelven grandes narraciones de un centenar de acciones simultáneas que constituyen un momento de excepción. Ya sean sospechosamente apacibles, o tortuosas y de una crueldad extrema. ¿Qué es la moral sino la forma en la creemos posible vivir juntxs?
Al espejo histórico del horror, se suma una nueva capa de sentido: el procedimiento. Esta es la primera serie de trabajos que José Arfuch, Alicia Benítez y Walter Coelho no comparten el trabajo en cada una de las piezas. Debido al aislamiento, cada artista trabaja individualmente sosteniendo una comunicación fluída y compartiendo consignas con el resto del colectivo. Esto nos permite ver la caja de herramientas de cada unx. Podemos identificarlos, y ver cómo cada decisión funciona junto al compañerx. Podemos hacer un ejercicio: imaginar ambas pinturas en una pantalla partida. En un juego dialéctico alrededor de lo que consideramos normal, la excepción y el horror. Si “El Triunfo de la Muerte” no refiere a la peste negra, es claro que contiene aún resabios del imaginario de un mundo que atraviesa una enfermedad endémica desde el s XIV y que lo hará hasta principios del s XVIII. “Juego de Niños” funciona como una descripción enciclopédica de más de 80 juegos diferentes que ocupan toda una aldea. La escena se maneja en tensión entre el goce y el caos. Otra pregunta aparece: ¿cuál es la noción de infancia vigente en el contexto de la obra? ¿Cómo entendemos el juego, hoy en día?. Sin duda, traer a la conversación estas pinturas, estudiarlas y desarmarlas nos permite volver a organizar los elementos que las constituyen. Así como volver sobre la idea de moral que tenían como sustento. Las pinturas originales sirven en este caso de acervo de imágenes -en el ejercicio de la transposición- arrastran sentidos y generan contrastes. ¿Qué diferencias percibimos entre el imaginario de aquel tiempo y el que construimos hoy en día? ¿Cómo se representa el dolor, el miedo y la amenaza? ¿Sigue la muerte triunfando como entidad autónoma y encarnación del mal? El Grupo PARAÍSO nos invita a este ejercicio de óptica. Mirar la obra de Brueghel a través nuevas imágenes, para buscar los reflejos huidizos de nuestros días en los espejos de aquellos tiempos. Federico de la Puente Lic. en Curaduría e Historia de las Artes
Alicia BenĂtez Luces y Sombras AcrĂlico sobre bastidor 40 x 50 cms
Walter Coelho Paseo por la Vida Ă“leo sobre tela 50 x 40 cm
José Arfuch Peter el viejo, rojo León Pintura acrílica, tinta y colage sobre tela 40 x 50 cms
El jardín más bello, Gabo Ferro De niño era el jardín más bello Reventaba en pétalos plenos de perfume y color Una exuberancia fresca de matices insolentes Violento de tan suave de tan fragante El pasatiempo de mamá resultó en podar mis flores Con su tijera de jardinera cortaba las mejores Desgarraba las frutas como un ave de presa Talaba árboles tiernos endurecía la tierra con sus manitos de madre removía la tierra arrancaba las raíces de las plantas más bellas Los hombres no debíamos ser jardines sino campos de Marte o rústicos baldíos El jardín quedó desierto y pasé desolado de vergel imponente a campo abandonado Soñaba en primavera con tanto color ahogado de un oasis sumiso de un edén arrancado De niño era el jardín más bello Estallaba en pétalos plenos de perfume y color Una exuberancia fresca de matices insolentes Violento de tan suave de tan fragante.
Alicia BenĂtez Juegos sin Sonrisas AcrĂlico sobre bastidor 50 x 40 cms
José Arfuch Raíces Dibujo a tinta y colage, sobre papel de 420 gramos. 25 x 17 cms
Walter Coelho Luz y sombra Grafito y lรกpiz blanco sobre papel 74x58 cm
MAURICIO KARTUN, “TERRENAL: PEQUEÑO MISTERIO ACRATA” CAÍN: Pumba Abel Cae CAÍN: Yo no fui. Defensa propia. Yo le di el alto. Legitima defensa. Vivimos en contínua zozobra. Acá te matan por el ser y la nada. No hay justicia. No hay ley. Por Díos… No hay castigo. ABEL: (Agonizante) Chirino… Caín lo remata de otro golpe. CAIN: Pumba. (Golpea su quijada) Pumba, Pumba… Sangra como loca, pobre sombra móia y la tierra se le toma la sangre a tragos. Llovió recién y ya tiene sed de nuevo. Cómo será vivir sin tu sombra… (Canturrea. Desafina) Cómo será vivir sin tu sombra. Tengo menos ritmo que la tos. Se alarma. Arrastra el cuerpo de Abel y lo esconde también bajo la chapa. Por el lugar de siempre Tatita aparece lento. Conmovido. Y cansado. Se ha sacado el peluquin. TATITA: (Pregunta lo que ya sabe) ¿Adónde está Abel, Caín? CAÍN: Y… Yo que sé, ¿Soy Yo acaso el guardián de mi hermano? (Tiempo) ¿Por qué está tan serio? ¿Por qué calla? ¿Está llorando? Le vino el vino triste...
Walter Coelho Rodeo Acuarela y tinta sobre papel de 220 grs 70x50 cm
JosĂŠ Arfuch Ronda y disfraz Dibujo a tinta y colage, sobre papel de 420 gramos. 25 x 17 cm
Alicia Benitez Troquelando Espacios AcrĂlico y aguafuerte sobre canson 300 grs. 50 x 60 cms
Grupo PARAISO José Arfuch, Alicia Benítez, Walter Coelho
JosĂŠ Arfuch Juegos de la tristeza Colage y tinta blanca, sobre cartulina negro 25 x 17 cm
Alicia Benitez Voces en Silencio Pastel tiza sobre lienzo crudo sin bastidor 100 x 160 cms
Walter Coelho Ronda Acuarela sobre papel de 320 grs 17x25 cm
Alicia Benitez (tĂtulo, 2020) (tĂŠcnica)
José Arfuch, Alicia Benítez, Walter Coelho Grupo PARAISO
Alicia Benitez PerdiĂł Facundo AcrĂlico y pastel tiza sobre gabardina de algodon sin bastidor 80 x 130 cms
Walter Coelho (título, 2020) (técnica)
JosĂŠ Arfuch Pulp Fiction Dibujo a tinta y colage, sobre papel de 420 gramos 25 x 17 cms
Walter Coelho (título, 2020) (técnica)
Walter Coelho Hambre Tinta sobre papel de 320 grs. 17x25 cm
Walter Coelho (título, 2020) (técnica)
Alicia Benitez, Apostillas Brueghel.
Amberes y Bruselas donde transcurrio la vida de Brueghel, eran dos centros florencientes. Se afirmó en el arte muy jóven, pero creó las mayores obras maestras en los últimos seis años de su breve existencia. El interés que Brueghel ha demostrado en gran parte de su obra por el mundo rural hace suponer que procedia de una aldea perdida en los cultivados campos de Flandes. Nace probablemente entre 1525 y 1530 en Breda al norte de Bramante y muere en Bruselas el 5 de setiembre de 1569, cerca de los 40 años. Bruegel dejó dos hijos, ambos buenos pintores, Pieter y Jan. Del estudio de sus obras es posible suponer que su vida transcurrió entre los más grandes desordenes políticos y durante el periodo mas difícil y reñido de Flandes, viendo en torno a él tan sólo guerras, hambre y saqueos. Viaja a Italia, como lo hicieron la mayor parte de los artistas nórdicos del entre los siglos XVI y XIX. Pieter Brueghel no era sólo un viajero atento y curioso, su cultura se había nutrido de clásicos como Homero, Horacio y Virgilio y habia prestado mucha atención a la gran lección de Erasmo de Rotterdam. En todas su obras, la riqueza de su fantasia, su profunda humanidad y su evidente conocimiento de las materias humanisticas y clásicas, demuestran fehacientemente su estrecho contacto con el mundo culto del Humanismo. De la epoca romana de Brueghel quedan algunos dibujos encontrados en su retorno a los Paises Bajos, imagenes impresionantes de los Alpes: montañas, rios, arboles, picos y valles parecen como transfigurados por una fuerza creadora fuera de lo común, la misma fuerza, que dirigida más tarde en otros sentidos, permitió al artista realizar sus obras maestras, desde su extraordinaria maestría del dibujo. Fue uno de los primeros artistas independientes: elegía los temas con plena libertad; poseía un rostro barbudo y severo que aparece en varias obras, en el “Banquete Nupcial” es la figura pintada de negro situada en el extremo derecho del cuadro, con bigote y barba rojiza cubriendo gran parte de su rostro.
El aspecto mas desconcertante y “moderno” del arte de Brueghel es su modo de pintar a la multitud: masa devota de fieles, masa turbulenta del pueblo, ella es la gran protagonista de sus cuadros y, en cierto modo de toda la pintura flamenca desde sus principios hasta nuestros tiempos. Fantasia y satira, sonrisa y tragedia, en el mas grandioso retrato de la vida flamenca del siglo XVI. El mundo alucinante de Jeronimo Bosch produjo en Brueghel una honda impresion que puede encontrarse en algunos detalles espeluznantes con todas sus referencias al mundo del Bosco. El estudio e interes de Brueghel por la tradicion artistica de su pais se reflejan en todo su obra en la que, frecuentemente elaborados y apropiados por el, aparecen ecos de los artistas que lo precedieron. Hieronymus Bosch es el nombre de mayor relieve, sobre todo por la tecnica fantastica empleada en los demonios y mostruos . Un inmenso terror y un silencio congelante – interrumpido tan solo por el resonar de una campana – emanan del “El Triunfo de la Muerte”, ante nosotros se extiende un mundo desolado y yermo, un mundo sin sol, sumido en el ocaso, cuya livida luz se reaviva solamente con el reflejo de los incendios. Los niños flamencos conjuntamente con los proverbios fueron significativos tema en sus obras, en “Juegos de Niños” se cuentan mas de 80 diversiones infantiles, el aro, el saltamontes, el caballo de madera, volteretas, piruetas, niños que se pelean, que juegan a divinar, etc, juegos sin alegria, gestos que recuerdan mas que la despreocupada serenidad de la infancia, la locura humana de los proverbios flamencos. Alicia Benítez San Martín. Agosto, 2020.
Pieter Brueghel el Viejo. Juego de NiĂąos (1560)
Pieter Brueghel el Viejo. El Triunfo de la Muerte (ca. 1562)
500 Años de Juegos y Muerte Paraíso / Peter Brueghel San Martín. Buenos Aires, Noviembre 2020