Marina Tomàs-Folch (coord.) Maria Dolors Bernabeu, Diego Castro, Mar Duran-Bellonch, Georgeta Ion, Trinidad Mentado
La investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género
Título: La investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género Primera edición impresa: abril de 2015
Primera edición: abril de 2015 © Marina Tomàs-Folch © De esta edición: Ediciones Octaedro, S.L. Bailén, 5 - 08010 Barcelona Tel.: 93 246 40 02 - Fax: 93 231 18 68 octaedro.com - octaedro@octaedro.com Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. ISBN: 978-84-9921-711-6 Diseño y digitalización: Editorial Octaedro
S
umario
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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1 Introducción teórica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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3 Resultados de la investigación y discusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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4 Conclusiones.
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Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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El equipo investigador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Índice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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2 Metodología de investigación .
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I
ntroducción
La universidad española como organización va integrando poco a poco los cambios sociales, políticos y económicos que experimentan las sociedades modernas. Uno de estos cambios tiene que ver con el papel que desempeñan las mujeres como profesionales de la educación superior y, concretamente, como investigadoras que lideran grupos de investigación en ciencias sociales. Para dar respuesta a estas cuestiones, este informe se estructura en cuatro partes. En la primera parte hemos hecho una síntesis de la literatura revisada sobre los tópicos del estudio a la luz de las aportaciones de reconocidas personas que han investigado en el campo objeto de estudio. La segunda parte presenta la metodología de la investigación. Después de señalar los objetivos y las hipótesis de partida, hemos planteado el diseño de la investigación así como las tareas previstas para su desarrollo. Concretamente se describen los instrumentos seleccionados para la recogida de información, los criterios para su aplicación, así como los criterios para la selección de la muestra y las decisiones respecto al análisis de los datos. La tercera parte se dedica a los resultados de la investigación. Resultados procedentes de cada uno de los instrumentos utilizados en el estudio: entrevistas en profundidad y análisis del discurso de las producciones científicas de las investigadoras entrevistadas. Finalmente, la cuarta parte se dedica a la síntesis y discusión de los resultados obtenidos en el estudio en relación con los objetivos y la exposición teórica planteada en la primera parte. En definitiva, este trabajo pretende ser una aportación a los estudios de género que buscan impulsar el papel de la mujer en la universidad. Los resultados obtenidos en el presente estudio nos proporcionan un conoci-
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la investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género
miento más exhaustivo sobre el papel de las mujeres que lideran grupos de investigación en la universidad. Aunque somos conscientes de la sensibilidad que todos estos temas despiertan en la comunidad universitaria, queremos explícitamente expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos aquellos participantes en este estudio por su disponibilidad y receptividad ante las diferentes peticiones que les formulamos. Sin su colaboración este trabajo no hubiera podido realizarse.
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Introducción teórica
La investigación en Ciencias Sociales y su evaluación ha sido objeto de preocupación por parte de la misma comunidad investigadora y las instancias que la administran, como las universidades y agencias de calidad como la AQU, desde hace una década como mínimo. Así como en otros campos científicos ha sido posible y fácil establecer criterios de evaluación y de divulgación de la investigación realizada y la correspondiente producción científica, en Ciencias Sociales y Humanidades cuesta encontrar puntos de acuerdo y consenso. Así lo demuestran las diversas Jornadas organizadas por la AQU (28 y 29 de enero 2010, 31 de mayo de 2005 «¿Cómo y por qué se evalúa la investigación?»), los grupos de trabajo creados para la elaboración de criterios de evaluación (Informe del 3 de marzo de 2005), etc. La misma UAB, mediante el Observatorio de la Igualdad organizó unas Jornadas sobre el tema en el 2008. Una de las conclusiones de estos encuentros ha sido que las políticas de evaluación deberían tener en cuenta el contexto de oportunidad para llevar a cabo la investigación. Las políticas de financiación existentes y la inserción en grupos de investigación potentes son aspectos que pueden condicionar las oportunidades de hacer investigación. Pertenecer a un grupo con mucha productividad, donde a menudo el número de autores de los trabajos es elevado, incrementa la posibilidad de recibir citaciones posteriores. El grupo de investigación, como estructura objeto de evaluación (grupos consolidados, etc.), es singular de nuestro sistema universitario, y facilita el trabajo colectivo e interdisciplinario, así como la inserción de investigadores noveles en el sistema de investigación, la captación de recursos y su optimización. Sin embargo, aunque el sistema actual se vertebra a través de los grupos de investigación, no habría que olvidar que hay otras unida9
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des de investigación como son los investigadores individuales que todavía trabajan más o menos en solitario por las especificidades propias de su área de conocimiento, o bien formas más colectivas de investigar y publicar, como por ejemplo las redes. Las políticas que se pongan en marcha deberían tener en cuenta estas otras unidades de investigación, también importantes.
1.1. La investigación universitaria en ciencias sociales La literatura sobre la investigación desarrollada en el contexto universitario viene destacando un conjunto de elementos: las políticas de investigación, las estructuras, su dimensión grupal, la singularidad de las diversas áreas de conocimiento, la financiación y la evaluación de la actividad investigadora. Las políticas de investigación en nuestro país se vienen caracterizando por dos rasgos: la débil financiación agravada por la crisis financiera y una concentración histórica de la investigación en los centros universitarios. De acuerdo con la encuesta sobre actividades de I+D del INE citada por el informe de la Fundación CyD (2010), en 2009 el gasto interno total en I+D se redujo un 0,8% respecto al año anterior. Esta reducción se debió, básicamente, a una caída en el gasto interno en I+D empresarial, el cual bajó un 6,1% entre 2008 y 2009. Según el informe de la Fundación CyD (2010: 219) la universidad es el principal sector institucional productor de publicaciones científicas, con una aportación del 60,2% del total de publicaciones españolas, seguido del sector sanitario y del CSIC, con un 25,5% y 17,6%, respectivamente. La producción científica de las universidades españolas en revistas internacionales se redujo un 4,9% entre 2008 y el 2009, rompiendo de esta manera la tendencia creciente observada desde el año 2000. Tomando la variable estructural, Rey, Martín y Sebastián (2008) definen las diferentes maneras de llevar a cabo la investigación en la universidad. En el análisis sobre la sociabilidad en investigación y la productividad de esta señalan que hay tres niveles de organización: macro, la investigación llevada a cabo por los organismos públicos y privados, entidades más o menos especializadas que ofrecen marcos normativos y organizativos propios, de soporte a la investigación como sería el caso de las universidades; un nivel meso, que se situaría en los institutos y centros de investigación, y un nivel micro, en el que ubicaríamos a los equipos de investigación. Nosotros nos vamos a interesar por estos últimos aunque asumimos que estos se ven condicionados por los niveles meso y macro. 10
1. introducción teórica
Como referente en nuestro análisis es importante destacar los denominados equipos consolidados de investigación (SGR) como referente del sistema de organización científica en Catalunya. Estos grupos facilitan la producción científica colectiva e interdisciplinaria y también la inserción de investigadores noveles, la captación de recursos y su optimización, etc. Cada vez son menos los investigadores que mantienen líneas de investigación de forma individualizada consolidándose la idea de desarrollar la investigación en equipos de investigación. Tomando en cuenta la variable grupal, Ion y Duran (2013) sostienen que las mujeres priorizan dentro de su carrera investigadora la consolidación de equipos de investigación y es esta dimensión grupal la que consideran un factor de éxito, ya que asegura el debate, la formación de noveles, la posibilidad de relación con otros equipos y conformar redes, etc. Desde la variable de las áreas de conocimiento, Del Pozo (2010) sostiene que no tiene sentido epistemológicamente hacer una distinción antagónica entre la cultura científico-tecnológica y la social-humanística. A pesar de estar de acuerdo en el sentido de la finalidad de la ciencia existen características que permiten diferenciar entre unas y otras disciplinas. Los elementos de racionalidad que se usan en ciencias naturales no son suficientes para investigar en ciencias sociales. En opinión de Subirats (2010) las ciencias sociales se interesan por lo particular y no solo por lo general y se busca entender las formas en que funciona el mundo real, muchas veces impredecible. La teoría que se deriva de este conocimiento difícilmente podrá ser situada y valorada al mismo nivel que la que se produce en el ámbito de las ciencias naturales. Botella (2010) advierte que junto al reconocimiento de las singularidades de la investigación en ciencias sociales también el investigador debe perseguir un ideal universalista, debe hacer llegar sus resultados a toda la comunidad científica sea esta de la misma disciplina o de otra. Las ciencias sociales no son disciplinas donde la investigación que se desarrolla sea totalmente homogénea. Dentro de las ciencias sociales hay un gran número de disciplinas muy diferenciadas y con particularidades muy notables y dimensiones variables respecto a la actividad investigadora. Entendemos que se pueden considerar disciplinas de ciencias sociales las siguientes: Derecho, Economía, Geografía, Historia, Pedagogía, Psicología, Sociología. Panchón (2010) señala como aspectos problemáticos en la investigación de ciencias sociales los siguientes: • La ambigüedad de los límites entre ciencias sociales y humanidades y cuáles son las áreas que pertenecen a una y otra. • El estilo propio de investigar en ciencias sociales debido a la complejidad de los fenómenos sociales y educativos. 11
la investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género
• El debate ideológico que acompaña dicha investigación por la importancia que tiene el acercamiento desde una u otra perspectiva a estudiar un fenómeno social. • La necesidad de revisar los criterios de valoración existentes sobre evaluación de la actividad investigadora y el impacto de esta. Si consideramos la evaluación de la actividad investigadora hay que señalar que ello ha sido motivo de preocupación desde hace algo más de una década tanto por parte de la misma comunidad investigadora como de las instancias que la administran y de las universidades y agencias de calidad. Así como en otros campos de ciencias experimentales y tecnológicas ha sido posible y fácil establecer criterios de evaluación y de divulgación de la investigación realizada y su correspondiente producción científica, en ciencias sociales y humanidades ha sido más difícil encontrar puntos de consenso para la evaluación de la actividad investigadora. Una de las opiniones más extendidas por los especialistas en evaluación de ciencias sociales ha sido que las políticas de evaluación deberán tener en cuenta el contexto de oportunidad para llevar a término la investigación (AQU, 2010). Las políticas de financiación existentes y la inserción en grupos de investigación potentes son aspectos que pueden condicionar las oportunidades de hacer investigación. La financiación de la investigación en ciencias sociales debe poner énfasis en la capacidad de esta para hacer frente y contribuir a superar problemas sociales presentes y futuros. Debe replantearse su financiación considerando el bajo interés que tienen las empresas para financiar dichos proyectos. Esto lleva a plantearse el debate de si hay que financiar la investigación en ciencias sociales con fondos públicos o privados, o incluso, si deben establecerse sistemas de protección financieros específicos a la investigación de esta área. Los indicadores de rendimiento del personal académico (Bruneau y Savage, 2002; Morley, 2003) incluyen aspectos como el número de publicaciones o el presupuesto de la investigación y sus resultados representan un indicador fundamental para la promoción a los niveles profesionales superiores o para obtener otras «ventajas» profesionales. Un ejemplo clarificador de ello lo supone la consideración que tienen los artículos publicados en revistas del JCR, siendo este el indicador más valorado en todos los campos de conocimiento.
1.2. Mujeres, investigación y ciencias sociales A pesar de que las mujeres españolas obtuvieron el soporte legal necesario para acceder de forma generalizada a la universidad en 1910 (Guil, 2004) 12
1. introducción teórica
continúan existiendo serias dificultades para acceder a lugares relevantes y de poder en el mundo académico. Los datos existentes sobre la situación de la mujer en la ciencia y la universidad ponen en evidencia las dimensiones de discriminación y desigualdad en el momento de la promoción profesional concluyendo que su plena incorporación a la universidad no ha implicado su promoción en el mundo académico, en concreto en la investigación. Actualmente, las universidades españolas pretenden colocarse en una mejor posición para la cooperación interna y la competencia internacional, creando, transmitiendo, desarrollando y produciendo conocimiento científico y tecnológico y de transferencia a la sociedad, para poder ser más atractivas en la sociedad actual y en el mundo globalizado. Una de las medidas adoptadas, además de los cambios funcionales y estructurales, para dar una mejor respuesta social como trasmisora de valores, es lograr una sociedad más tolerante e igualitaria, en la que se respete la igualdad entre hombres y mujeres. De esta manera, la LOM-LOU (2007) hace alusión directa a la «Paridad en la representación de los órganos de gobierno para garantizar la igualdad de oportunidades y no discriminación por razones de sexo, tanto para docentes como estudiantes y personal de administración y servicio». En la misma ley se fomenta la igualdad en la investigación, así como la creación de estructuras específicas que en el seno de las universidades garanticen el desarrollo de funciones destinadas al principio de igualdad entre mujeres y hombres. En relación a la política nacional de igualdad en España (Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres), el Ministerio de Educación desempeña un papel fundamental en el desarrollo de políticas para conseguir la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Así se diseña un conjunto de acciones a desarrollar en los próximos años, a la vez que se perfilan algunas normas legales como la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Un ejemplo de ello es la creación de la Unidad de Mujeres y Ciencia (UMYC) creada desde el Ministerio de Educación (MEC) y adscrita al Ministerio de Ciencia e Innovación como el órgano encargado de poner en práctica el principio de transversalidad de género, o mainstreaming, en los ámbitos científico, tecnológico y de innovación para promover una presencia de las mujeres en todos los ámbitos del sistema de ciencia, tecnología e innovación; promover la inclusión del género como categoría transversal en la investigación científica y en los desarrollos tecnológicos y la innovación. Entre las notas biográficas del Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC) es posible conocer mujeres ilustres que han pasado a la historia de la academia por sus legados, pero todas ellas corresponden al ám13
la investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género
bito de conocimiento de las ciencias llamadas duras –desde la química a la medicina–. El estudio de la élite académica es importante no solo porque forma parte de la sociología del poder, como apunta García de León, 2001, como tema sustancial en ciencias sociales y nos informa sobre cómo se distribuye el poder en la ciencia, sino porque además puede relacionarse directamente con lo que llamamos «el cambio social». Las élites son la «punta del iceberg» (García de León, 2001) de los procesos de cambio. Los estudios sobre la producción de conocimiento permiten ver las cualidades de los diferentes productos, los orígenes ideológicos de los discursos subyacentes y los procesos sociales que participan en su configuración. En los últimos años algunas aproximaciones a la investigación desde la perspectiva de género han ayudado a esclarecer como mínimo la distribución por sexos del personal investigador (Pérez Sedeño 2001, 2004, 2005; Arbor 2002, Miqueo et al., 2008), así como las categorías profesionales que ocupan globalmente las mujeres y hombres, pero hasta el momento carecemos de datos mínimamente fiables sobre la productividad e impacto de su trabajo. Aunque la universidad actual catalana ha experimentado en los últimos años cambios importantes, este proceso no va acompañado por un cambio en la distribución igualitaria entre hombres y mujeres en el ámbito de la investigación en general y en ciencias sociales en particular. Efectivamente, y así lo expresa el informe Académicas en cifras 2007, publicado por la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Educación, que pretende servir de instrumento de trabajo para conocer la situación real de las mujeres en el sistema universitario español: «Ellas son mayoría entre los titulados en la universidad pública (60% en el curso 2005-2006), mientras que el número de catedráticas no alcanza el 14%». La presencia de las mujeres en la mayoría de los campos de la vida económica, social y política es cada vez mayor, sin embargo sigue siendo minoritaria en la investigación científica. Aunque la representación femenina en el panorama universitario –sobre todo entre quienes acaban sus estudios universitarios– es cada vez mayor, a medida que va aumentando el escalafón académico el porcentaje se reduce sustancialmente. A nuestro entender son los factores personales y socioculturales los que constituyen el llamado «techo de cristal» académico, que como barrera invisible obstaculiza o ralentiza el acceso a las mujeres a ocupar puestos de élite en las universidades españolas. De igual manera que la mayor presencia de mujeres entre el profesorado universitario ha ido acompañada de una mayor dedicación de estas a determinadas disciplinas consideradas más «femeninas» (humanidades y ciencias sociales y jurídicas), es también un dato relevante que aquellas que acceden al escalafón superior en la investigación prefieren profundizar en 14
1. introducción teórica
temas relacionados con la mujer. Efectivamente, entre sus objetivos está la creación de espacios, recursos e iniciativas sobre mujeres o el aumento de la capacidad de integración de estas. El cambio acelerado que está experimentando la sociedad en los últimos años está teniendo un correlato equivalente en la educación superior, sobre todo en la última década, donde se ha experimentado un proceso constante de reformas y adaptación a las transformaciones sociales, políticas y tecnológicas, y donde las universidades ponen en marcha políticas que fomentan la igualdad de oportunidades y no discriminación y paridad en los órganos de gobierno. En este sentido, es extensa y profusa la bibliografía y numerosos los trabajos realizados en torno al campo de la mujer y la posición que debe ocupar en nuestro organismo social. De igual manera, muchos han sido los estudios dedicados a la función docente, pero poco se ha dicho de la función investigadora en la universidad. Después de revisar algunas fuentes internacionales, podemos afirmar que mientras la investigación representa solo una de las facetas del trabajo académico (junto a la docencia, las tareas administrativas y la innovación), Hobson, Jones, y Deane (2005) observan cómo en la universidad moderna la investigación se considera como el aspecto más importante de la actividad académica. La figura del profesor/a ya no es concebida como la del profesional que se dedica a repetir lo que otros especialistas han escrito sobre su materia, sino que es un profesional con autonomía para producir conocimientos y buscar permanentemente su desarrollo personal. En menor medida, se ha profundizado en el estudio de la figura de la mujer en la investigación. A esta situación hay que añadirle que nos encontramos en una época en la que la atención se dirige hacia los indicadores de rendimiento del personal académico (Bruneau y Savage, 2002; Morley, 2003; Ramsden, 1999), incluyendo aspectos como el número de publicaciones o el presupuesto de los proyectos, la investigación y sus resultados representan un indicador fundamental para la promoción a los niveles profesionales superiores o para obtener otras «ventajas» profesionales. La publicación de artículos en revistas del JCR es el indicador más valorado en todos los campos de conocimiento. Es de vital importancia considerar la investigación dado que también permite la orientación de la universidad hacia el mercado y la sociedad (Olssen y Peters, 2005). De hecho la universidad juega un papel fundamental y busca cumplir sus funciones sustantivas, destacando entre ellas, la función de extensión, es decir, como instancia que vincula el quehacer universitario con la sociedad, y específicamente con el sector productivo y de mercado. 15
la investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género
Ante esta situación, comprender la relación entre el género y la actividad de investigación toma importancia para entender los resultados diferentes que tienen las mujeres y los hombres en el sector. A continuación reproducimos un fragmento de Sandra Acker que sintetiza claramente el tema: Not only have academic women been rendered invisible by the sheer physical predominance of men and excluded from male patterns of socialization and informal networks (Delamont, 1989), their confidence is shaken by what appear to be the greater achievements of men within the predominantly meritocratic, «gender-neutral» discourse of the academy (Davies, 1993; Morley, 1994). Add to this the individualized and often aggressive, combative modes of operation in committees (Prichard, 1996), at conferences and in academic journals and you have «a competitive display of masculine skills» (Morgan, 1981, cited in Collinson y Hearn, 1994) and self-promotion with which women are said to feel uncomfortable (Marshall, 1984, 1995). «Academic machismo» at the level of institutional decision-making and knowledge production combines with an emphasis on academic objectivity (Brewis y Grey, 1994) and unspoken patriarchal assumptions concerning «the binary nature of reason» (Yeatman, 1995) to mean that many women in the academy might come to feel what they have been perceived to be: a contradiction in terms (Acker, 1993)
Las investigaciones de tema que se han llevado a cabo, hasta el momento contemplan diversos tópicos, entre ellos: los roles académicos y el género, los obstáculos que las mujeres investigadoras tienen en su carrera y los factores que contribuyen al éxito.
1.3. Los roles académicos y el género Existe numerosa investigación sobre las diferencias otorgadas a cada género. En síntesis se presentan a continuación las principales conclusiones realizadas en el ámbito universitario: a) Existe una relación tradicional entre lo masculino y las ciencias. La academia se percibe de manera tradicional como elitista, masculina y patriarcal (Asmar, 1999; Poole et al. 1997; Ruth, 2005). A pesar de que en los últimos años se han experimentado progresos, estas percepciones siguen estando presentes (Amâncio, 2005; Asmar, 1999; Bagilhole, 2007). b) La literatura pone de manifiesto que, a pesar de que se han hecho progresos en la participación de las mujeres en la educación superior, to16
1. introducción teórica
davía hay diferencias de género en cuanto a los roles que tienen en las universidades (Sagaria y Aganas, 2006; Saunderson, 2002; Smeby y Try, 2005). c) La presencia de las mujeres en la gestión universitaria y en los núcleos de poder es claramente minoritaria. Los escalones superiores siguen dominados por hombres (Bagilhole, 2007; Ruth, 2005) d) Las universidades son «bastiones» de los hombres y la discriminación aún existe en forma de redes, especialmente de investigación (Kyvik y Teigen, 1996; Webster, 2001) e) El aumento del número de mujeres en las universidades no ha ido acompañado por un cambio en las actividades de estas en ellas. f) Las mujeres tienen menos productividad investigadora que los hombres (Olssen et al., 1995)
1.4. Los obstáculos que las mujeres investigadoras tienen en su carrera Uno de los tópicos más investigados por aquellos que se preocupan por comprender por qué existen diferencias de género en el rol académico, que acaban derivando en desigualdades, son las barreras u obstáculos que las profesoras encuentran en su trayectoria profesional. Entre estos obstáculos se encuentran: a) La división de género en la actividad académica (las mujeres se dedican más a la docencia y los hombres más a la investigación (Bagilhole y White, 2003; Park, 1996). b) Las mujeres tienen menos confianza en sus habilidades y menos acceso a las redes académicas (Britton, 1999; Dean, Johson, Jones y Lengkeek, 1996; Doherty y Manfredi, 2005). c) La existencia de presiones entre la vida personal y la profesional (Forster, 2000; Preobert, 2005). d) La falta de redes y de trabajo colaborativo que provoca que el acceso a la financiación sea reducido (Lafferty y Fleming, 2000). e) Las mujeres obtienen menos financiación, menos recursos y tienen menos ayudantes de investigación (Toren, 1993). f) En ciencias sociales y humanidades la cultura organizativa es tradicionalmente más individualista (Asmar, 1999). g) Las mujeres producen menos publicaciones y esto genera que haya menos financiación para sus proyectos –el ciclo de la productividad de la investigación (Soliman y Soliman, 1997). 17
la investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género
1.5. Los factores que contribuyen al éxito Aunque pocas, también existen profesoras que han llegado a cierto grado de reconocimiento como investigadoras en sus áreas de conocimiento. Es especialmente interesante estudiar qué condiciones se han dado para que las barreras anteriormente citadas hayan sido superadas en sus casos. Cabe mencionar que hay menos investigación dedicada al estudio de los factores de éxito que a los obstáculos en la carrera académica de las profesoras. La investigación que da lugar a detectar algunos de estos factores es la siguiente: a) Se analizan los programas de mentoring en los que pueden participar las mujeres para mejorar sus capacidades investigadoras. b) Se analiza la formación recibida por las investigadoras a nivel formal e informal. c) Se analizan las estrategias, las culturas de trabajo y los contextos asociados al éxito (Dever y Morrison, 2009). d) Se relacionan la actividad docente y la investigadora, mayoritariamente se considera la docencia como un obstáculo para la investigación. Además, las profesoras se dedican preferentemente a la docencia. Las mujeres que han tenido éxito en la investigación cumplen su función docente de la siguiente manera: considerándola como «una pausa» en la investigación; relacionándola con sus líneas de investigación; organizando el tiempo de manera funcional priorizando tener intervalos continuos en los que concentrarse en la investigación. e) La flexibilidad asociada al nivel de autonomía y la capacidad de gestionar el tiempo de forma efectiva. El tiempo pasado fuera del campus universitario se valora como el mejor utilizado. Los resultados muestran que no se puede trabajar de manera efectiva en los despachos, excepto aquellas personas que trabajan en laboratorios. f) La relación familia-trabajo. La familia no aparece como un obstáculo para realizar investigación, pero sí supone dificultades para avanzar en la carrera investigadora. Puede ser más difícil cuando se han de atender necesidades familiares (Toren, 1993). Un estudio realizado por Ginther y Kahn (2006) demuestra que en ciencias sociales, excepto en económicas, la familia tiene un menor impacto sobre la productividad científica. El matrimonio no afecta significativamente las probabilidades de éxito de hombres o mujeres. Sin embargo, tener hijos pequeños influye negativamente en las mujeres que se dedican a la ciencia económica o la psicología. En ciencias sociales las mujeres solas no tienen una producción significativamente diferente a la de los hombres y las mujeres casadas no tienen una producción significativamente diferente a la de los hombres casados. 18
1. introducción teórica
g) Se analiza la satisfacción asociada al trabajo investigador. Las mujeres perciben sus condiciones de trabajo como más satisfactorias en términos de satisfacción «intrínseco-subjetiva» frente a los hombres que se dejan conducir por motivación «extrínseca-objetiva» como: estatus, sueldo, condiciones de trabajo (Poole y Langan-Fix, 1997) h) Se detectan como indicadores de éxito: los resultados de investigación, el trabajo duro y la productividad (Harris, Thiele, Currie, 1998).
1.6. Otros factores que afectan a la carrera investigadora Si bien las instituciones de educación superior se han feminizado en los últimos años y el acceso de la mujer a los órganos de decisión y en la investigación de alto nivel es cada vez mayor, siguen existiendo procesos discriminatorios para la mujer. La literatura especializada aborda, aparte de los aspectos ya referenciados, otros factores que inciden directamente en el rumbo de la trayectoria profesional de las profesoras universitarias. a) La evaluación o la acreditación para la promoción son otros factores analizados en los estudios de género en la universidad. Los criterios de evaluación cambian y eso dificulta el rendimiento. Véanse los estudios sobre la RAE (UK) que analizan su impacto en la investigación y en la organización del trabajo. b) El nivel de estrés. Coin (1998) hace la diferencia entre «las mujeres insatisfechas» y «la naturaleza del profesionalismo moderno». Las mujeres se sienten «quemadas» o «agotadas».
1.7. Lengua y el género La relación entre lengua y género se puede abordar desde diversas perspectivas. Se puede estudiar desde el uso del lenguaje no sexista, desde una perspectiva antropológica y cultural, desde la manera en que hombres y mujeres hacen uso del lenguaje, desde el uso del lenguaje en la comunicación científica, entre otros. Todas ellas relacionan lengua y género aunque enfatizan aspectos diferentes. Desde la primera perspectiva hay que decir que muchos son los esfuerzos que se han hecho desde instituciones internacionales, europeas, nacionales y de las instancias académicas de la lengua catalana y castellana para impulsar un uso no sexista del lenguaje para normalizar el género por la 19
la investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género
importancia que se le reconoce a la lengua. Un ejemplo claro son las Guías para el uso de lenguaje no sexista del catalán y del castellano. Desde una perspectiva antropológica hay que decir que el ser humano siempre busca satisfacer las necesidades de comprender la realidad y comunicarse. Para tal efecto recurre a los signos lingüísticos y extralingüísticos que cumplen con la función de significar, adquiriendo sentido cuando se usan de acuerdo con las convenciones culturales. Y es la sociedad misma la que selecciona determinados signos para confeccionar sistemas de significación, que permiten establecer relaciones de comunicación estables entre sus miembros, con una finalidad estrictamente práctica (Di Santi, 1988). Uno de los ámbitos preferentes de la antropología lingüística es la relación entre la lengua y la cultura. Más allá del debate sobre el tipo de relación, o sus fundamentos o, incluso, qué elementos lingüísticos nos sirven como prueba, es importante tener claros cuáles son los límites de esta relación. Y los límites son aquellos rasgos –ya sea culturales o lingüísticos– que son universales o que están sujetos a reglas que no podemos controlar (Junyent, s/f). Según Junyent (s/f), cuando establecemos la relación entre «sexo y lengua», o «género y lengua», deberíamos tener presente que no es el sexo lo que correlacionamos, sino el sexismo, es decir, un hecho cultural, y que la lengua tiene múltiples maneras de referirse al sexo de las personas, algunas de las cuales –como el género– inseparables de las reglas de la gramática. Por ello, hay que diferenciar los rasgos que permiten la identificación de los interlocutores y de las terceras personas, y el género como categoría gramatical. Entre los primeros encontramos unos cuantos que pueden ser relacionados con el sexismo, y entre los segundos intentaremos mostrar que, como categoría sujeta a las reglas de funcionamiento de la gramática –o si se quiere, del lenguaje–, no se puede correlacionar con ningún elemento extralingüístico. La comunicación científica de los resultados de la investigación es uno de los ámbitos de interés de esta relación. Si entendemos como Calsamilglia (2007) que la recontextualización se encuentra en la base del estudio del discurso divulgativo, es decir, que el contexto de la comunicación de la ciencia pasa por entender que se elabora primero un discurso científico, el propio de cada ámbito científico y este luego se reconceptualiza en un segundo discurso divulgativo, analizar el discurso de las producciones científicas pasa por entender este proceso de transformación. El uso de la lengua se debe realizar teniendo en cuenta los diversos tipos de contexto que se dan conjuntamente en cada evento comunicativo, tanto oral como escrito. Estos contextos Calsamilglia (2007) los resume en:
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1. introducción teórica
1. Contexto de la situación: identidad, origen, estatus, sexo, edad, nivel de instrucción, clase social de los participantes. Relaciones asimétricas o simétricas entre los interlocutores. Lugar y espacio, finalidades y tema tratado. 2. Contexto social y cultural: conjunto de formas de vida, de conocimientos comunes, creencias y valores compartidos por los participantes. Instituciones y estructuración social de la comunidad, sector o grupo. 3. Contexto cognitivo: las representaciones mentales o esquemas cognitivos que permiten producir las inferencias necesarias para la comunicación. Aquí se sitúan los presupuestos, la información implícita, que, sin ser dicha, actúa de manera determinante en la comunicación. 4. Contexto verbal, oral o escrito, que rodea la producción/interpretación de los enunciados. Cada enunciado es interpretado en función de un antes y un después. El sentido de cada enunciado no aparece fuera del contexto lingüístico sino incrustado en el texto anterior y proyectado en el siguiente.
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E
l equipo investigador
El equipo de investigación trabaja en los últimos años sobre temas de cultura organizacional de las universidades, innovación educativa, liderazgo, dirección y gobierno de instituciones educativas así como la universidad desde la perspectiva del género. La investigación realizada por el grupo en relación a las inequidades de género está vinculada fundamentalmente a la educación y de forma más específica a la universidad. Hemos abordado en diferentes proyectos aspectos relativos a la gestión en la universidad (participación, liderazgo, gobierno), a la docencia (planes de estudio, creación de la identidad en la educación infantil, dedicación docente del profesorado) y a la investigación (las mujeres de ciencias sociales como investigadoras, la visibilidad de las profesoras universitarias). Todos ellos han sido resultado de convocatorias competitivas del Ministerio, del Instituto de la Mujer o del Institut de les Dones. Los componentes del grupo de investigación son:
Marina Tomàs-Folch Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona. Profesora. Departamento de Pedagogía Aplicada. Universidad Autónoma de Barcelona. Ha dirigido investigaciones relacionadas con la cultura organizacional, el liderazgo, la dirección, la participación y el género en el marco universitario publicadas en revistas internacionales y nacionales. También es autora de diversos libros de investigación publicados en Octaedro y otras editoriales.
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la investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género
Maria Dolors Bernabeu-Tamayo Doctora en Pedagogía. Investigadora. Departamento de Enfermería. Universidad Autónoma de Barcelona. Autora de varios libros y capítulos de libros especialmente sobre el aprendizaje basado en problemas. Las líneas de investigación están relacionadas con el aprendizaje basado en problemas, la innovación y temas de género en la universidad.
Diego Castro Diplomado en Educación Social y licenciado en Pedagogía. Máster en Dirección de Recursos Humanos y doctor en Ciencias de la Educación. Profesor del Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona desde 1998. Está especializado en el ámbito de la dirección y gestión de instituciones educativas, siendo una de sus líneas de trabajo prioritarias la gestión y el gobierno universitario y sus procesos de innovación y mejora. Es además asesor y formador de diferentes universidades y centros en nuestro país y en América Latina.
Mar Duran-Bellonch Doctora en Pedagogía. Investigadora. Departamento de Pedagogía Aplicada. Universidad Autónoma de Barcelona. Trabaja, entre otros, temas relacionados con el género en las organizaciones, como son la carrera académica de las mujeres en la universidad o la formación continua de las mujeres en la empresa. Se centra, en especial, en el análisis de los procesos grupales en las organizaciones.
Georgeta Ion Profesora en el Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Es licenciada en Psicología y Ciencias de la Educación por la Universidad de Bucarest y Máster en Management y Evaluación Educativa por la misma universidad. Desde 2007 es doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona con la tesis titulada «Cultura organizativa y el liderazgo. Estudio etnográfico». Sus temas de investigación se relacionan con la organización y la gestión de las universidades y los aspectos de género. Al mismo tiempo trabaja en 104
el equipo investigador
temas de evaluación centrada en competencias. Colabora con grupos de investigación españoles y europeos en temas relacionados con la educación basada en investigación.
Trinidad Mentado Doctora en Pedagogía. Investigadora. Departamento de Didáctica y Organización Educativa. Universidad de Barcelona. Maestra en Educación Primaria y licenciada en Psicopedagogía. Es profesora del Departamento de Didáctica y Organización Educativa de la Universidad de Barcelona. Miembro del Grupo FODIP (Formación Docente e Innovación Pedagógica), Grupo Consolidado de Innovación Docente y Grupo Consolidado de Investigación por la Generalitat de Catalunya y coordinadora del Grupo RELFIDU (Red Europea y Latinoamericana de Formación e Innovación Docente Universitaria). Participa en investigaciones nacionales e internacionales de carácter competitivo y es autora de diversas publicaciones relacionadas con la gestión y la política de instituciones educativas.
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ndice
Sumario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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1 Introducción teórica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.1. La investigación universitaria en ciencias sociales . . . . . . . . . . . . . 1.2. Mujeres, investigación y ciencias sociales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.3. Los roles académicos y el género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.4. Los obstáculos que las mujeres investigadoras tienen en su carrera. 1.5. Los factores que contribuyen al éxito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.6. Otros factores que afectan a la carrera investigadora. . . . . . . . . . . 1.7. Lengua y el género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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2 Metodología de investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. El diseño inicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.1. Previsión de las técnicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Análisis del discurso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Entrevista focalizada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El grupo de discusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.2. Sistemas de calidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.3. Muestra teórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.4. Fases y tareas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. El desarrollo de la investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1. El diseño de los instrumentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Entrevistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Análisis de documentos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2. Plan de trabajo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3. Análisis de los datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.4. Principales incidencias en el proceso de investigación . . . . . . . . . .
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3 Resultados de la investigación y discusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1. Mapa de grupos de investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2. Resultados de las entrevistas en profundidad. . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.1. Intereses, preocupaciones y elementos que favorecen y que dificultan la producción científica de las mujeres en la universidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Factores individuales que favorecen o dificultan la producción científica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Factores referentes al funcionamiento del grupo que favorecen o dificultan la producción científica. . . . . . Factores organizativos que favorecen o dificultan la producción científica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.2. Las decisiones metodológicas de los grupos de investigación liderados por mujeres . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.3. Ideas de las entrevistadas que contribuirían a reducir las preocupaciones y a aumentar las facilidades en y para la investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3. Resultados del análisis del discurso. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3.1. Respecto a los procesos lingüísticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3.2. Respecto a los procesos psicológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3.3. Respecto a los procesos cognitivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1. Respecto al mapa de grupos y tópicos de la investigación en ciencias sociales de las universidades estudiadas. . . . . . . . . . . . . . 4.2. Respecto al uso del discurso en las producciones científicas de las investigadoras de estas universidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3. Respecto a las decisiones metodológicas de los grupos de investigación liderados por mujeres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.4. Respecto a los intereses y preocupaciones de investigación de las investigadoras de ciencias sociales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.5. Respecto a los elementos que favorecen y que dificultan la producción científica de las mujeres en la universidad . . . . . . . . .
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Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Direcciones electrónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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El equipo investigador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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La investigación académica en ciencias sociales desde una perspectiva de género es una investigación desarrollada por el equipo de investigación Cambio de Cultura de la Universidad Contemporánea (CCUC), dirigido por la Dra. Marina Tomàs-Folch, adscrita al Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona. La finalidad del estudio es conocer la percepción y las vivencias de las mujeres que dirigen equipos de investigación consolidados, es decir, aquellas investigadoras que han tenido éxito. Se ha utilizado la metodología interpretativa, usando la técnica de la entrevista en profundidad. Se presentan los resultados relacionados con las condiciones, características, presiones y circunstancias en las cuales las mujeres lideran los equipos de investigación. A este estudio le preceden otros sobre el liderazgo ejercido en los cargos académicos en la universidad o las barreras y oportunidades de promoción que tienen las profesoras universitarias. Tras varios estudios que han tomado como referencia la universidad y la forma en que las mujeres ejercen este liderazgo, se van perfilando ciertas tendencias convergentes en su forma de actuar, ya desarrollen la función investigadora, docente o directiva: compromiso, cuidado de las relaciones interpersonales, trabajo en equipo, preocupación por la promoción de los miembros de su equipo, autoexigencia y una constante preocupación por la calidad de sus logros. El libro será de interés para las personas que estén vinculadas a la universidad, aquellas que tengan inquietud por el liderazgo de los grupos de investigación o por la misma tarea investigadora, y las que se pregunten por la naturaleza de la investigación en áreas sociales.