EL DESARROLLO DEL LENGUAJE
Durante los primeros años de vida se asientan las bases anatómicas, emocionales y cognitivas que sustentan un desarrollo de la comunicación equilibrado, estructurador del pensamiento, facilitador de relaciones sociales y del desarrollo íntegro de todas las personas. En este camino las familias somos el primer y más importante agente de desarrollo de nuestras criaturas. Por este motivo es importante mimar este proceso durante esta etapa de la vida, poniendo cuidado en cómo nos dirigimos, cómo potenciamos y si sería posible mejorar en algún aspecto. A continuación os vamos a presentar algunas directrices que la mayoría de las familias ya conocéis pero que conviene recordar y tener presentes: • Las conversaciones ricas, divertidas, ajustadas a los intereses de nuestros hijos e hijas: aprovechemos los momentos de encuentro, durante las comidas, libres de pantallas que nos desconectan. Ellos nos pueden contar qué tal el cole, pero padres y madres también podemos compartir qué tal nos ha ido el día, anécdotas que nos han pasado,... • Tener paciencia ante tiempos largos de respuesta: a veces nos podemos adelantar a lo que nos quieren decir por querer ayudar. Desde la calma, es mejor opción esperar a que busquen las palabras adecuadas. • Nunca imitar una forma incorrecta de hablar. Conviene además cuidar nuestro propio lenguaje. LOS NIÑOS NOS APRENDEN.
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Si detectamos que dicen alguna palabra de forma incorrecta, NUNCA indicar que está mal dicho porque podemos restar ganas de que nos quieran contar. Mejor parafrasear para asegurarnos de que tienen el modelo adecuado. NIÑO: “Yo no lo sabo” MADRE: “Yo sí lo SÉ. ¿Quieres que te lo cuente?” Una actitud abierta a la equivocación en general, donde no se castiga el error, favorece que los niños y niñas se atrevan e intenten superar sus dificultades por no tener miedo al fracaso.
• Da “la vuelta” a sus preguntas animándole a pensar y a manifestar sus opiniones con preguntas como ¿tú qué crees? ¿a ti qué te parece? • Aprovecha las ocasiones en las que el niño disfruta contigo para hablar con él, juega con él, cuéntale cuentos a veces leídos, otras inventados o recordados… Varía la forma de contar cuentos: los cuentos orales, sin imágenes estimulan la imaginación, la atención… los cuentos pautados con imágenes, donde podamos invitar a los niños y niñas a participar en la narración, ayudan a estructurar el lenguaje... • Recuerda acontecimientos de la familia con él (¿te acuerdas de cuando…?) • Anticípale situaciones, especialmente aquéllas que pueden generarle temor, qué va a encontrar (por ejemplo, la primera vez que va al dentista) • Hacer juegos de toda la vida como las adivinanzas, el “veo, veo”, juegos de manos (piedra, papel o tijera…) ajustados a su edad. • Limitar la exposición a las pantallas (televisión, videojuegos, móviles): el tiempo que está ante una pantalla es tiempo perdido para la socialización, el juego,... El mejor juego, el parque con otros niños y niñas. La mejor pantalla, la apagada. • Respetar los momentos de “vergüenza” ante desconocidos: no forzar a hablar. • Cuidar los hábitos de alimentación, con alimentos con texturas variadas que favorezcan la masticación. Evitar el uso de tetinas, chupetes, biberones. Con 3, 4 años es frecuente encontrar niños y niñas que presentan tartamudeo, nerviosismo al hablar, formas de hablar que apenas se entienden… En principio, son momentos de la evolución del niño o niña que irán desapareciendo y mejorando. Lo importante es que este proceso no pare. Desde la escuela, estamos todo el equipo de maestros y maestras muy atento al desarrollo del lenguaje y la comunicación. Pero, indudablemente, las familias sois las que mejor conocéis a vuestros hijos e hijas, así que si os preocupa y observáis alguna dificultad, se lo podéis transmitir al tutor/a.