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Innovación abierta y cooperación anfibia en Frena la Curva Raúl Oliván, Director General de Gobierno Abierto e Innovación Social del Gobierno de Aragón Patricia Horrillo, Redes y Comunicación de Frena la Curva
El 12 de marzo aún no sabíamos la dimensión que iba a tener la crisis del Covid-19 pero en el LAAAB (El laboratorio de gobierno abierto de Aragón) sí que intuimos la envergadura de la ola social que se iba a desencadenar, por lo que sentimos el deber de crear un dispositivo que canalizara toda esa energía de solidaridad ciudadana, quizá el mayor activo que tiene una sociedad resiliente frente a una crisis sistémica. Las primeras decisiones habrían de determinar el futuro de un proyecto que entonces aún no sabíamos cómo iba a evolucionar. En primer lugar, decidimos que fuera un espacio abierto a todos: emprendedores, activistas, organizaciones sociales, gobiernos, makers… No queríamos capitalizar o institucionalizar una respuesta, no podíamos ser refractarios al talento y las sensibilidades de algunos actores clave. En segundo lugar, la iniciativa tenía que ser fundamentalmente ágil y digital. Y finalmente decidimos que, al igual que el propio virus, no tenía sentido que tuviera fronteras. ¿Por qué invertir tanto tiempo en una herramienta cerrada que solo sirva para Aragón y no dejar los códigos abiertos para que todo el mundo pueda aprovechar el trabajo generado? Así nació www.frenalacurva.net que definimos como una experiencia de innovación abierta y cooperación anfibia. La bola de nieve no dejó de crecer. Lo primero que se puso en marcha fue un foro de iniciativas ciudadanas. Entendíamos que hacía falta agrupar en un único lugar todo tipo de informaciones, tanto fundamentales en relación a la salud y a las indicaciones oficiales, como lúdicas, culturales o laborales, para un periodo de confinamiento que empezaba de la noche a la mañana. Ese espa-
cio creció de forma increíble en las primeras semanas y alberga ya 1.000 iniciativas ordenadas por categorías que facilitan su localización: educación, cultura, cuidados,... Entre todas las personas que han ido construyéndolo día a día, el foro se ha convertido en un repositorio abierto de innovaciones ciudadanas contra la crisis con cientos de miles de visitas. En pocos días, nos dimos cuenta de que no sólo era importante listar esas iniciativas volcadas por ciudadanía de todo el país, sino que muchas de las propuestas y actividades se ofrecían en lugares específicos. Entonces ¿por qué no hacerlas visibles geolocalizándolas? Ese fue el siguiente gran salto: la creación de un mapa en el que colocar con “chinchetas” ofrecimientos y también necesidades que estaban surgiendo como fruto del confinamiento. Esa herramienta sería el punto de encuentro en el que poner en relación a
personas en situacióń de vulnerabilidad con voluntarias y organizaciones para facilitar su asistencia. El mapa, diseñado por Kaleidos.net con soporte de Ushahidi y Open Street Map, cuenta con cerca de 10.000 chinchetas de colores: en verde, ofrecimientos, en naranja y rojo, necesidad de ayuda con y sin intermediación, y en azul, información de servicio público. Y ha permitido canalizar la solidaridad entre vecinas y entre organizaciones sociales e instituciones, en un dispositivo accesible e intuitivo. Aparte de lo que se muestra con esas chinchetas, somos conscientes de que el impacto social puede ser mucho mayor, habiendo acumulado medio millón de visitas desde su puesta en marcha el 20 de marzo. Hay que tener en cuenta que muchas personas en situación de vulnerabilidad pueden entrar al mapa y, sin la necesidad de exponer lo que necesitan, pueden localizar