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Mayte Sancho, experta en planificación gerontológica
“Un replanteamiento del modelo de residencias debe ir liderado por las Administraciones Públicas” El modelo de las residencias de mayores se ha visto cuestionado durante la crisis del coronavirus. Estos centros se han convertido en el principal foco de contagio, junto a los hospitales, y muchos expertos siguen preguntándose por qué. Algunos apuntan a la falta de personal, otros a la tardía aplicación de protocolos o a que no estuviesen medicalizados, pero también los hay que van más allá y que piensan que hay que replantearse de raíz el propio modelo residencial. Uno de estos teóricos es la experta en planificación gerontológica Mayte Sancho, que entiende que de esta pandemia debemos salir con un nuevo modelo que trate a los mayores más como personas y menos como pacientes. Pablo Recio (65ymás.com)
¿Por qué las residencias se han convertido en el principal foco de coronavirus de España? Creo que lo que ha pasado ha sido sólo en algunas residencias, no en todas. No es generalizado, pero sí, escandalosamente frecuente. En cuanto al porqué, lo primero que hay que reconocer es que nos ha pillado desprevenidos y sin saber muy bien cómo reaccionar. Sabíamos que es un virus especialmente virulento con las personas mayores que tienen además otras enfermedades crónicas. Y la reacción del sistema ha sido aislarlas dentro de las residencias. No han tenido posibilidad de acceder a la atención médica hospitalaria especializada, cuando es un derecho de toda la ciudadanía española. Ese, en mi opinión, ha sido un problema muy grave. Lo puedo comprender, porque ha habido un bloqueo tremendo. Pero el problema es que se ha partido de que podían estar atendidos en unos centros que
no son hospitalarios ni pretenden serlo. ¿Cómo se ha extendido tan rápido el virus? El contagio es muy virulento y en las residencias hay un grupo grande de personas mayores dependientes. La media de edad ronda los 84 años y la mayoría tienen niveles altos de dependencia con una esperanza de vida de 2 ó 3 años de media. Además, el propio modelo residencial de este país puede favorecer, en parte, que estas cosas pasen. Por ejemplo, el que una persona no tenga derecho a tener una habitación individual puede suponer un elemento más de contagio o que se reúnan en estas “naves” a 50 ó 60 personas en torno a un televisor. Luego, está el asunto de los profesionales. Todos rotan continuamente y no son estables en las plantas. Con cosas que llevamos tiempo reivindi-
cando desde la Atención Centrada en la Persona: debe haber un profesional de referencia que vele por mí. Y no sucede en estas residencias, se interviene de manera global. En un entorno familiar, más cerrado y más controlado, el contagio podía haber sido menor, aunque de momento no tenemos evidencias claras de ello, estamos aún trabajando. Lo que sí que sabemos es que el modelo clásico no es deseable para ninguna persona y menos en la última etapa de su vida. ¿Los centros no estaban preparados para la pandemia? El contacto ha sido inevitable por la propia concepción arquitectónica. Luego, ha habido otros elementos, como que haya habido otras personas, familiares y trabajadores, que han entrado y salido. Pero lo más grave es que como no ha habido acceso a pruebas, se ha mezclado a personas contagiadas con residentes sanos, algo que se está evitando ahora, pero el desastre ya se ha producido. Con todo, lo importante ahora, a parte de esta terrible tragedia