MARIA FERNANDA LOZANO CAMPOS.
OBSERVACIÓN Y ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA ESCOLAR.
Miércoles, 15 de febrero de 2017.
APRENDER EN LA VIDA Y EN LA ESCUELA. JUAN DELVAL. CAPITULO V. LA FUNCIÓN DE LA ESCUELA. Para entender el principal problema que es por qué los alumnos no aprenden como se espera, es importante entender para qué sirve la escuela y qué funciones tiene. Su función tradicional es facilitar la inserción del individuo en el mundo social, sin embargo hay muchas más funciones que implica esta institución extremadamente compleja. Desde su invención en las culturas de oriente próximo y Egipto, la escuela ha estado reservada a unos pocos y su función era proporcionar formación técnica. Y en enseñar habilidades básicas como leer, escribir y calculo. En Grecia la primera educación se daba en casa a cargo de una especie de criado que se conocía como “pedagogo” y tenía como misión formar al niño en los valores y ocuparse de las habilidades básicas, sobre todo de tipo social. Después ingresaban a la escuela a aprender a leer, escribir y las matemáticas. La formación que se recibía del pedagogo se consideraba más básica y fundamental. De este modo se estableció la diferencia entre “educación” e “instrucción”, la primera consiste en una formación general que prepara para la vida y la segunda consiste en el aprendizaje de conocimientos técnicos y científicos que desempeñan un papel secundario. El cambio que ha vivido la enseñanza actual es que la instrucción ha pasado a ocupar el lugar principal y la formación en ese sentido amplio ha dejado de tener tanta importancia. A partir del siglo XVIII la educación comienza a extenderse, aunque la idea de educar a personas de clase baja no era correcta para algunas personas porque creían que los llevaría a querer ocupar otra posición que “no era la suya”. Pero algunos señalaban además que la asistencia a la escuela es lo único que puede garantizar la adquisición de los valores dominantes en la sociedad y que debe ser el vehículo preferente para la socialización y esta fue la idea que se impuso.
MARIA FERNANDA LOZANO CAMPOS.
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LA ENSEÑANZA OBLIGATORIA. En la actualidad la mayoría de los países tiene la educación obligatoria, sin embargo en gran parte de estos países solo se cumple esta ley parcialmente, ya que existe una gran cantidad de alumnos que abandonan la escuela por diversas razones. La obligatoriedad implica que todos tienen que asistir y se admite implícitamente que todos tienen que servir para estudiar. Por razones que son complejas y múltiples bastantes alumnos no consiguen aprender lo que se les pretende enseñar. Entonces la situación que se produce es que la escuela tiene la obligación de mantener en ella a los chicos, supongamos que hasta los 16. Por su parte los alumnos desean que abandonen la escuela. Como decíamos las causas por las que los alumnos no obtienen buenos resultados son de muchos tipos, de inteligencia de los sujetos, de interés o razones de tipo social. Pero si la asistencia es obligatoria y no ven utilidad a lo que se les enseña, no lo entienden y siempre fracasan, se les generará una mayor aversión a la escuela y será difícil que muestren interés por seguir en ella, al mismo tiempo que se ven obligados a hacerlo. FUNCIONES DE LA ESCUELA. Guardar a los niños: su función es mantenerlos ocupados mientras sus padres están en sus actividades diarias. Socialización: Ponerlos en contacto con otros niños, favorecer la interacción, enseñarles normas básicas de conducta social y prepararlos para el mundo del trabajo. Adquirir conocimientos: adquirir las habilidades básicas instrumentales, leer escribir, expresarse, aritmética, adquirir el conocimiento científico. Ritos de iniciación: someterlos a pruebas que sirven de selección para la vida social, establecer discriminaciones entre ellos.
MARIA FERNANDA LOZANO CAMPOS.
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CAPÍTULO VI. LA ESCUELA Y EL APRENDIZAJE ESPONTÁNEO. EL APRENDIZAJE EN LA VIDA COTIDIANA. Los niños aprenden continuamente desde que nacen actuando sobre la realidad, transformándola y observando los resultados de sus acciones. Estos conocimientos resultan significativos y es por eso que permanecen con ellos. De esta forma los niños aprenden las conductas esenciales para la vida, como comer, hábitos de limpieza, moverse en su entorno, etc. Esto les permite sobrevivir y actuar sobre la realidad. Es un conocimiento para la acción y que permite obtener resultados prácticos. EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. Probablemente la dificultad para entender la ciencia proviene de que muchos nunca llegan a comprender su naturaleza y eso debe tener alguna relación con que no se transmite de una forma adecuada. Muchas de las cosas que se enseñan en la escuela no responden a los problemas cotidianos de la vida de los alumnos, se proporcionan soluciones para problemas que no existen para ellos. Es una enseñanza que no está conectada con la vida del niño ni con los problemas que realmente le preocupen por lo que está desconectado del contexto y lo que se enseña no le sirve para la acción. El conocimiento científico está separado de la vida y no facilita la acción. CAPITULO VII. ALGUNOS PROBLEMAS DE LA ESCUELA. Hemos visto que el conocimiento científico no es lo más importante para la supervivencia pero la sociedad le ha ido atribuyendo una importancia cada vez mayor y hoy resulta fundamental para integrarse a ella y ocupar un puesto importante. ¿QUÉ SE PRETENDE ENSEÑAR? El conocimiento científico tiene una extraordinaria importancia social pero el trabajo científico lo realizan unos pocos y la mayor parte no participa ni lo entiende más que en una medida muy elemental. En la escuela, se aprende a someterse a normas, horarios y prácticas que no siempre son muy racionales. La ciencia no se presenta como un proceso continuo sino como la verdad y una serie de resultados definitivos. Por esto, la escuela es una institución paradójica y contradictoria pues
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parece encaminarse a unos fines cuando se orienta hacia otros. Podría pensarse entonces que no existe un deseo real de que la gente se forme en la escuela en el pensamiento científico y creo que no es un accidente que la gente no adquiera en la escuela la capacidad de pensar de forma autónoma. LA TELEVISIÓN Y LA ESCUELA. Los medios de comunicación son otro factor que ha alterado la vida de la escuela y la vida social en conjunto. La introducción masiva de la televisión constituye uno de los fenómenos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, llega a la mayor parte de los hogares en todo el mundo y pasan horas viéndola. Así se ha consagrado como un medio para crear opiniones y difundirlas. Tiene la ventaja de que nos proporciona información inmediatamente e información visual y auditiva que resulta atractiva. Pero esto también tiene su desventaja y es que pierde la noción de las distancias, los espacios y los tiempos distintos y facilita la confusión de la realidad y la ficción. La televisión da mensajes cortos, simples y no deja espacio para la reflexión y no proporciona un conocimiento bien fundamentado que se pueda contrastar con la realidad. Otro aspecto son los mensajes publicitarios que tratan de dirigir nuestra conducta en un determinado sentido, que aceptemos lo que se nos presenta y obremos como se nos indica. Además los medios de comunicación nos saturan y dificultan que pensemos por nosotros mismos. A eso hay que añadir que reducen las interacciones y el contacto social, lo que conduce a una sociedad más aislada. Ya no hay que salir de casa para estar en contacto con el mundo, pero esos contactos no satisfacen las necesidades sociales. Además la televisión produce una devaluación social de la tarea de la escuela y de los profesores, ya que los alumnos creen más fácilmente lo que se dice en ella que lo que aprende en la escuela. Lo que hay que favorecer en la escuela es el pensamiento crítico. Es éste el que permite examinar una situación y relacionarlo con teorías que lo expliquen y con otros hechos que puedan concordar o diferir. Esto es lo más difícil de realizar y lo que la escuela no facilita al producir un aprendizaje basado en demasía en la autoridad del maestro o del libro de texto.