MARIA FERNANDA LOZANO CAMPOS.
PRÁCTICAS SOCIALES DE LENGUAJE.
RESEÑAS. Reseña: 2. “La lengua y los hablantes” Capítulo 3. “Contexto cultural” Pág. 37. Editorial Trillas. Autor: Raúl Ávila.
María Fernanda Lozano Campos. Lic. en Educación Preescolar. Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”
Introducción: Existen diferentes tipos de contexto: el semántico, el situacional y el físico. Y otro, que es el más amplio de todos: el contexto cultural, se puede decir que es todo el cúmulo de conocimientos que tiene el hablante por el simple hecho de vivir en una comunidad. Tiene conocimientos adquiridos en la escuela o de su experiencia, esto nos ayuda a interpretar lo que oímos.
Contenido: Las ideologías constituyen un contexto cultural que hay que tener en cuenta para interpretar ciertas palabras, por ejemplo la palabra “comunista” para un ciudadano de la unión soviética, es un ser respetable, honesto y normal, mientras que el “capitalista” para la misma persona es un ser despreciable. En cambio para un habitante de los estados unidos el caso puede ser el opuesto. Otro ejemplo es si alguien dice “se cree Napoleón” y la persona conoce un poco de historia, imaginará que el hombre se cree dominante, decidido y no muy cuerdo. En cambio si no tiene nociones de historia no entenderá el mensaje, en este caso el conocimiento de historia forma el contexto necesario para la interpretación. También la formación profesional de una persona tiene implicaciones para la significación de las palabras ya que constituye un contexto cultural distinto. Por ejemplo “semiología” para un médico es el estudio de los síntomas y por un lingüista como el estudio de los signos, es muy importante tener conciencia de este hecho, para que no nos metamos en discusiones sin fin. Por eso conviene sobre todo en trabajos técnicos o redacción de artículos, establecer la interpretación que se da a un término dado.
Conclusión del autor: El contexto cultural es sumamente amplio y tiene implicaciones en la interpretación de lo que oímos, es importante tener eso en cuenta al comunicarnos con los demás para evitar confusiones o malos entendidos.
Conclusión personal: El contexto cultural influye en cómo nos comunicamos con los demás, desde la nacionalidad hasta religión o formación profesional pueden tener un impacto en el significado o la interpretación que le dan las personas a las palabras, ya que puede ser distinta a la que le demos nosotros. Es importante saber esto al momento de comunicarnos con los demás.
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Reseña: “Enseñar a comprender nuestro María Fernanda Lozano Campos. sistema de escritura” Lic. en Educación Preescolar. Autor: Gloria Rincón B. Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Profesora Universidad del Valle Camacho”
Introducción: Esta ponencia tiene como propósito presentar algunas reflexiones generadas a partir de aportes de investigaciones psicolingüísticas sobre la construcción del sistema de escritura en los niños, en la definición de una didáctica para la enseñanza de la lectura y la escritura en los grados iniciales de la escolaridad que pretenda privilegiar interacciones orientadas hacia el avance en su formación como lectores y productores de textos de los maestros y maestras, los niños y las niñas y a través de ellos una comunidad educativa.
Contenido: El proceso de construcción del sistema de escritura en los niños, no había sido visible, entre otras, por dos prejuicios que impidieron que pudiéramos ver las cosas de otra manera. En primer lugar fue necesario superar la idea de que la escritura y la lectura eran materias escolares y en segundo lugar, fue necesario disociar el conocimiento sobre el lenguaje escrito de la habilidad para leer y escribir. En la década de los setenta los niños no eran considerados sujetos activos al cambiar esto, se fue comprendiendo que también ante el sistema de escritura como objeto social, los niños intentan hipótesis y las ponen a prueba con el propósito de leer y escribir cuando estas prácticas les interesan, así no hayan iniciado la escolaridad. La escritura que los niños pueden producir está constituida por signos gráficos, que tienen rasgos inequívocos de la escritura convencional, aprendidas porque alguien se los ha enseñado o por algunos textos. No atribuyen un valor estable a sus grafías. En este período descubren el ordenamiento lineal de la escritura y la arbitrariedad de las formas utilizadas. La segunda propiedad que los niños exigen para que un texto pueda ser leído es la de variedad de grafías, así va estableciendo la variación progresiva, sobre los ejes cualitativo y cuantitativo. Una partición en silabas es la primera que dan los niños, se le denomina hipótesis silábica. Diversos estudios demostraron que el lenguaje escrito no es la transcripción gráfica de la lengua oral ya que no siempre son intercambiables, unas solo pueden ser satisfechas por lengua escrita y otras por legua oral. El lenguaje escrito y el oral se diferencian en que al escribir se hacen unas separaciones que al hablar no, en lo escrito existe ortografía y debe restituirse el contexto para facilitar la comprensión. Al deslindar el lenguaje escrito de la escritura, se hicieron visibles los procesos de la composición escrita y de la comprensión como espacios de trabajo preescolar. Junto a esto se fue transformando el concepto de enseñanza y aprendizaje escolar, también se trasforman las prácticas escolares aunque poco acompañadas de investigación y de mucha prescripción, emergiendo también en este proceso la didáctica de la lengua como campo de saber propio. Si en esta etapa los niños están consolidando la diferencia entre dibujo y escritura, entre representaciones escritas y significados, lo conveniente es proponerles actividades que les ayuden a darse cuenta que el texto escrito está vinculado con el discurso oral, no con partes del mismo.
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Conclusión del autor: Es así como hoy, a pesar de las divergencias del desarrollo teórico, se ha llegado a construir consensos en cuanto a las condiciones básicas para una adecuada enseñanza de la lengua escrita en la que resalta la necesidad de orientar las prácticas pedagógicas teniendo muy presente la naturaleza y uso social del lenguaje escrito, la variedad de funciones y la diversidad textal, así como la complejidad de los procesos de construcción del sistema de escritura. También el consenso gira en torno a la idea de que se puede y se debe enseñar a comprender y a producir textos desde los primeros años de la escolaridad y en este marco incidir en la construcción del sistema de escritura, superando así la tradicional separación entre “alfabetización en sentido amplio”
Conclusión personal: Los niños pequeños se encuentran en grandes problemas al adentrarse a la lectura y escritura ya que como nos queda claro con la lectura los niños atraviesan diferentes fases, las cuales empiezan por distinguir primero entre imagen y un texto hasta que generen un conocimiento correcto de lectura y escritura, respetando siempre las puntuaciones y ortografía respectivamente. Se han realizado diversos estudios para registrar precisamente este proceso tan complejo que sufren los niños para desarrollar correctamente la lectura y la escritura. La dependencia directa entre la conciencia fonológica y el avance en la escritura, que conduce a ignorar que los criterios cuantitativos y cualitativos que los niños pre silábicos están planteándolos al escribir no tienen relación con la pauta sonora, la relación no es entre significantes si no con el significado, las partes que a ellas les preocupa no son las partes de la palabra oral sino lo que completa la palabra, partir palabras orales en sílabas, para los niños es realmente una tarea fácil, pero que hacerlo no es causa para que al escribir hagan una relación con estas sílabas.
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Reseña: El aprendizaje escolar de las competencias comunicativas. Pág. 18-35 Autor: Carlos Lomas
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María Fernanda Lozano Campos. Lic. en Educación Preescolar. Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”
Introducción: Una lengua forma parte del repertorio de usos comunicativos de la acción humana, por lo que comunicarse es hacer cosas con las palabras con determinadas intenciones: al emitir un enunciado, su autor intenta hacer algo, el destinatario interpreta (o no) esa intención y sobre ella elabora una respuesta, ya sea lingüística o no lingüística. Lo dijo Humboltd hace casi dos siglos ("el lenguaje es esencialmente enérgeia, no ergon", actividad, no producto), y lo reiteró hace poco Jakobson al recordar que "la lengua debe concebirse como parte integrante de la vida en sociedad" por lo que el discurso "no se da sin intercambio". Pese a ello, con demasiada frecuencia se ha olvidado, en la historia de la lingüística y en las escuelas, algo tan obvio como que lo que justifica la creación de un texto es la intención de producir un efecto y de construir el sentido en la interacción. Parece obvio, por tanto, que la educación obligatoria debe dirigirse a favorecer el aprendizaje de las habilidades necesarias para hablar, entender, leer y escribir cuando se habla, escucha, lee o escribe que, por tanto, la adquisición gradual en el seno de la escuela de estas habilidades contribuye al logro de unos objetivos educativos que aluden de forma reiterada a capacidades como las referidas a la comprensión y expresión de mensajes orales y escritos, a la obtención y selección de la información, al intercambio comunicativo tolerante y solidario o al análisis crítico de los valores sociales.
Contenido: La escuela debe favorecer la adquisición y el desarrollo de las habilidades discursivas de los aprendices, si deseamos en fin ser coherentes con los fines comunicativos inherentes al trabajo pedagógico de quienes enseñamos lengua y literatura, habrá que empezar a entender el gula de lenguaje como. un escenario cooperativo de creación y recepción de textos de diversa índole e intención, en el que se atienda tanto a afianzar las destrezas comprensivas y expresivas del alumnado como a iniciar la reflexión sobre los rasgos formales, semánticos y pragmáticos implicados en los usos verbales y no verbales de las personas. Concebir la educación lingüística y literaria como un aprendizaje de la comunicación debe suponer orientar las tareas escolares hacia la apropiación por parte de los alumnos y de las alumnas -con el apoyo didáctico del profesorado- de las normas, conocimientos y destrezas que configura La competencia comunicativa de las personas. Esta competencia (lingüística, discursiva, semiológica, estratégica, sociocultural...) es entendida, desde la antigua retórica hasta los enfoques pragmáticos y sociolingüísticos más recientes, como la capacidad cultural de oyentes y hablantes reales para comprender y producir enunciados adecuados a intenciones diversas de comunicación en comunidades de habla concretas. Intervenir en un debate; escribir un informe, resumir un texto, entender lo que se lee, expresar de
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forma' adecuada las ideas, sentimientos o fantasías, disfrutar de la lectura, saber cómo se construye una noticia, conversar de manera apropiada, descubrir el universo ético que connota un anuncio o conocer los modos discursivos que hacen posible la manipulación informativa en televisión: he aquí algunas de las habilidades expresivas y comprensivas que hemos de 'aprender en nuestras sociedades si deseamos participar de una manera eficaz y crítica en los intercambios verbales y no verbales que caracterizan la comunicación humana.
Conclusión del autor: Diversas investigaciones psicológicas han subrayado la escasa utilidad de una enseñanza de los contenidos educativos ajena a los esquemas que rigen el pensamiento, el conocimiento cultural, la acción y la interpretación de los escolares. Por ello, el aprendizaje sólo será funcional si parte del nivel de desarrollo de los alumnos y si, en consecuencia, tiene en cuenta lo que en cada momento san capaces de hacer y de aprender. Si no es así, éstos se limitarán a memorizar de forma mecánica un enunciado o una fórmula sin que la apropiación temporal de esas nociones se inscriba de forma duradera y significativa en sus acciones futuras. De ahí que sea preciso concebir los saberes culturales, y los contenidos escolares, no sólo como conceptos, hechos o principios que nos hablan de las personas, de los objetos o del entorno físico y social, sino también cómo un repertorio de procedimientos que nos permite actuar sobre las personas o sobre los objetos, dominar métodos de observación de la realidad, poner en juego estrategias de consulta y resolución de problemas e interpretar de forma crítica los modos culturales en que se articula la organización de la sociedad.
Conclusión personal: Por lo que se refiere a la enseñanza de la lengua, la psicolingüística de orientación cognitiva ha demostrado que el aprendizaje de la comunicación sólo es posible en consecuencia si se construye a partir del capital comunicativo que los alumnos y las alumnas ya poseen y si tiene en, cuenta lo que en cada momento son capaces de hacer, decir y entender. Por ello, los contenidos de la enseñanza de la lengua no sólo han de en tenderse como un conjunto de saberes lingüísticos (conceptos gramaticales y hechos literarios), sino sobre todo como un repertorio de procedimientos expresivos y comprensivos (un saber hacer cosas con las palabras, un saber decir, un saber entender) orientado a afianzar y fomentar las competencias discursivas de los aprendices, sin olvidar la conveniencia de enseñar los valores que hacen posible la adquisición escolar, de actitudes críticas ante los prejuicios lingüísticos, ante los usos discriminatorios del lenguaje y ante las diversas estrategias de manipulación y persuasión utilizadas en los intercambios comunicativos.
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Reseña: Lengua y cultura: Primer acercamiento superficial Pág. 9-23 Autor: Raúl Ávila
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María Fernanda Lozano Campos. Lic. en Educación Preescolar. Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”
Introducción: La lengua es el principal aspecto que tenemos para poder ya sea entablar una conversación o para poder comunicarnos con otras personas, en las distintas partes del mundo se utilizan las distintas lenguas y distintos modismos, la lengua ha existido desde el principio de los tiempos y siempre será la herramienta más útil que tendremos.
Contenido: La lengua es el sistema de comunicación más complejo inventado por el hombre, la lengua nos permite comentar acerca de la cultura. Se dice que una imagen vale más que mil palabras pero eso es algo mal dicho ya que una imagen no dice nada sino se tienen las palabras. La lengua se podría decir que es un producto del ser humano que sirve de instrumento para interpretar los demás hechos culturales, otro aspecto a considerar y que es muy cierto es el hecho de que la lengua se adquiere no se aprende, porque al momento de asimilarla esto se hace inconscientemente. La lengua es algo que todos nos ayudan a adquirir, ya que se explica cuando algo está mal dicho o cuando hablamos de forma incorrecta. Cada uno de nosotras sabe cómo comportarse respecto a la situación, persona, o tema del cual se está tratando, se ajusta el tema o el lenguaje según la situación en la que estemos. Una lengua implica una determinada manera de organizar los objetos, en las distintas partes del mundo se piden los distintos productos de la ciudad o pasó lo mismo con los modismos de las personas. El comunicarnos con otras personas es un hecho que es meramente necesario, la lengua se puede decir que abarca cada una de las cosas de este mundo. La lengua como todo tiene un origen, y se creó por una necesidad de comunicarse entre las personas. La lengua es un producto cultural y sobre todo productor de cultura, tiene una capacidad de identificarnos como miembros de la comunidad y esto es desde hace aproximadamente 10 siglos, las palabras que compartimos nos acompañan todos los días, nos identificamos ya que son parte de nuestras tradiciones y nuestra cultura.
Conclusión del autor: Según lo que dice el autor es que la lengua es el aspecto más importante ya que es el medio por el cual todos nos comunicamos y entablamos conversaciones con las demás personas
Conclusión personal: En mi conclusión personal creo que lo que se dice acerca de la lengua es muy importante y muy cierto ya que la lengua es la forma en la cual nos comunicamos con otras personas, la lengua se adquiere por medio de distintos medios pero lo principal es nuestra madre desde ahí es cuando tenemos una influencia de la lengua, con el proceso de adquisición el entorno que nos rodea no ayuda a adquirir palabras e ir adquiriendo un correcto leguaje, para poder comunicarnos.
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Reseña: “Escribir en la escuela: qué, cómo y para quién” María Fernanda Lozano Campos. Autor: Ana María Kaufman. Lic. en Educación Preescolar. Licenciada en Ciencias de la Comunicación Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Investigadora, profesora universitaria y Camacho” asesora de Lengua.
Introducción: En las aulas primarias, secundarias y universitarias se encuentran con tantos niños y jóvenes que no saben leer ni escribir. No se trata, claro está, de analfabetas que no conozcan las características básicas de nuestro sistema de escritura, sino de personas que desconocen datos importantes del lenguaje escrito, desconocimiento que redunda en dificultades de comprensión lectora y en la producción de textos pobres, confusos, no pertinentes, ineficaces. Los de tipo más general suelen ser de lenta y trabajosa resolución. Se refiere a las dificultades que engendra la transformación del rol docente, del tránsito que debe recorrer un maestro conductista para encarar situaciones de enseñanza-aprendizaje de tipo constructivista. En esta ponencia se remarca que la variable que parece presentar mayores escollos corresponde a la intervención docente en lo que respecta al suministro de la información y a la intervención docente en lo que respecta al suministro de la información y a la intervención frente al error. Para decirlo en forma sencilla: muchos maestros pasaban de una alternativa en la que informaban todo permanentemente y corregían todos los errores sistemática y automáticamente a otra en la que prácticamente no daban información y no corregían nada. Se detectan 3 cuestiones que consideran pueden constituirse en obstáculos para una adecuada enseñanza de la lectura y la escritura: No todos los docentes tenían un conocimiento apropiado de las características peculiares de los distintos tipos de texto de circulación social que debían leer o producir sus alumnos. En los grados medios y superiores de la escuela primaria, la enseñanza de nociones de gramática oracional, desvinculaba absolutamente de los textos, resultaba ajena y a veces distractora de la tarea de aprender a leer y escribir. Las actividades de escritura que realizaban en la escuela solían carecer de destinatarios reales, a partir de lo cual, el tiempo de las reescrituras y revisiones era habitualmente insuficiente y desvalorizado.
Contenido: El proceso de construcción del sistema de escritura en los niños, no había sido visible, entre otras, por dos prejuicios que impidieron que pudiéramos ver las cosas de otra manera. En primer lugar fue necesario superar la idea de que la escritura y la lectura eran materias escolares y en segundo lugar, fue necesario disociar el conocimiento sobre el lenguaje escrito de la habilidad para leer y escribir. En la década de los setenta los niños no eran considerados sujetos activos al cambiar esto, se fue comprendiendo que también ante el sistema de escritura como objeto social, los niños intentan hipótesis y las ponen a prueba con el propósito de leer y escribir cuando estas prácticas les interesan, así no hayan iniciado la escolaridad. La escritura que los niños pueden producir está constituida por signos gráficos,
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que tienen rasgos inequívocos de la escritura convencional, aprendidas porque alguien se los ha enseñado o por algunos textos. No atribuyen un valor estable a sus grafías. En este período descubren el ordenamiento lineal de la escritura y la arbitrariedad de las formas utilizadas. La segunda propiedad que los niños exigen para que un texto pueda ser leído es la de variedad de grafías, así va estableciendo la variación progresiva, sobre los ejes cualitativo y cuantitativo. Una partición en silabas es la primera que dan los niños, se le denomina hipótesis silábica. Diversos estudios demostraron que el lenguaje escrito no es la transcripción gráfica de la lengua oral ya que no siempre son intercambiables, unas solo pueden ser satisfechas por lengua escrita y otras por legua oral. El lenguaje escrito y el oral se diferencian en que al escribir se hacen unas separaciones que al hablar no, en lo escrito existe ortografía y debe restituirse el contexto para facilitar la comprensión. Al deslindar el lenguaje escrito de la escritura, se hicieron visibles los procesos de la composición escrita y de la comprensión como espacios de trabajo preescolar. Junto a esto se fue transformando el concepto de enseñanza y aprendizaje escolar, también se trasforman las prácticas escolares aunque poco acompañadas de investigación y de mucha prescripción, emergiendo también en este proceso la didáctica de la lengua como campo de saber propio. Si en esta etapa los niños están consolidando la diferencia entre dibujo y escritura, entre representaciones escritas y significados, lo conveniente es proponerles actividades que les ayuden a darse cuenta que el texto escrito está vinculado con el discurso oral, no con partes del mismo.
Conclusión del autor: Es así como hoy, a pesar de las divergencias del desarrollo teórico, se ha llegado a construir consensos en cuanto a las condiciones básicas para una adecuada enseñanza de la lengua escrita en la que resalta la necesidad de orientar las prácticas pedagógicas teniendo muy presente la naturaleza y uso social del lenguaje escrito, la variedad de funciones y la diversidad textal, así como la complejidad de los procesos de construcción del sistema de escritura. También el consenso gira en torno a la idea de que se puede y se debe enseñar a comprender y a producir textos desde los primeros años de la escolaridad y en este marco incidir en la construcción del sistema de escritura, superando así la tradicional separación entre “alfabetización en sentido amplio”. Como apreciación personal al ver el producto terminado y haber compartido con los chicos el esfuerzo del proceso, me queda destacar la rica experiencia y gran satisfacción al haberlos visto utilizar con ganas y naturalidad sus conocimientos, el lenguaje y los textos para lo que han sido concebidos; para transmitir ideas, sueños, ganas, emociones o para hacer volar la imaginación.
Conclusión personal: Los niños pequeños se encuentran en grandes problemas al adentrarse a la lectura y escritura ya que como nos queda claro con la lectura los niños atraviesan diferentes fases, las cuales empiezan por distinguir primero entre imagen y un texto hasta que generen un conocimiento
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PRÁCTICAS SOCIALES DE LENGUAJE.
correcto de lectura y escritura, respetando siempre las puntuaciones y ortografía respectivamente. Se han realizado diversos estudios para registrar precisamente este proceso tan complejo que sufren los niños para desarrollar correctamente la lectura y la escritura. La dependencia directa entre la conciencia fonológica y el avance en la escritura, que conduce a ignorar que los criterios cuantitativos y cualitativos que los niños pre silábicos están planteándolos al escribir no tienen relación con la pauta sonora, la relación no es entre significantes si no con el significado, las partes que a ellas les preocupa no son las partes de la palabra oral sino lo que completa la palabra, partir palabras orales en sílabas, para los niños es realmente una tarea fácil, pero que hacerlo no es causa para que al escribir hagan una relación con estas sílabas.