MUNAM 20 años: Homenaje a Carlos Mérida

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MUNAM 20 AÑOS

CARLOS MÉRIDA

GUATEMALA, C.A




Este catálogo fue realizado para la exposición MUNAM 20 AÑOS, homenaje a Carlos Mérida, por el 128 aniversario de su nacimiento y por los 20 años que este museo lleva su nombre. MUSEO NACIONAL DE ARTE MODERNO “CARLOS MERIDA” Salón No. 6, Finca Nacional “La Aurora”, zona 13. 010013 Guatemala C.A www.museocarlosmerida.org




MUNAM 20 AÑOS HOMENAJE A CARLOS MÉRIDA MUSEO NACIONAL DE ARTE MODERNO “CARLOS MÉRIDA”

Exposición 2 de diciembre 2019 - 17 de febrero 2020 Guatemala, C.A


Créditos Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala Viceministerio del Patrimonio Cultural y Natural Curaduría/museografía Rudy Cotton Redacción y edición Andrés Herrera Diseño y diagramación Fernando Alonzo Fotografías de las obras Juan Carlos Mencos Helga Salamanca Texto Rudy Cotton Carlos Mérida “El pintor del trópico”

Agradecimientos: A Corporación Donovan Werke® y sus directivos.

Primera edición 2019 Impreso en Visión Digital 1000 ejemplares ® Derechos reservados




Gracias a su patrocinio, este proyecto ha sido posible.




El pintor moderno del trópico Carlos Mérida Lo que llama la atención de esa época es la afluencia de muchos inmigrantes venidos de diferentes países sobre todo de Europa, españoles, alemanes, italianos e ingleses, así llegan además de empresarios, comerciantes, médicos, abogados y también artistas.

“Delante de la obra de Mérida plena de evocaciones, con resonancias de paisaje tropical que baja al río guiando recua de estrellas, con la mañana como una campanita al cuello, he creído revivir y he revivido mi esperanza de vida, mi fe artística y mi amor a la tierra que nos vio nacer” (1)*

La formación de Carlos Mérida, tiene sus orígenes en Quetzaltenango, con el profesor Manuel Carrera en el instituto de Artes y Oficios entre 1896 y 1905, también se relaciona con Santiago Vichi, maestro en arte y luego su amistad con el músico y etnógrafo Jesús Castillo, quien le inicia a su educación musical a través del piano, pero por problemas auditivos, abandona esta y decide seguir el camino de la pintura, allí surge también su amistad con Rafael Arévalo Martínez a quien más adelante le ilustraría su obra “El hombre que parecía un caballo”.

CARLOS MÉRIDA (Carlos Santiago Ortega) Guatemala 1891- México 1984 Nació el 2 de diciembre de 1891 en la ciudad de Guatemala en la casa No 78 de la 4ª avenida sur, (hoy 4ª ave 14-32 zona 1), de una familia clase media ascendiente, sus padres el Lic. Serapio Santiago Mérida, y la Profesora Guadalupe Ortega Barnoya, tuvieron una familia de seis hijos, siendo Carlos el mayor. La vida de la familia Santiago Ortega transcurre, entre la ciudad capital de Guatemala y la ciudad de los Altos Quetzaltenango, impulsados por el futuro de sus hijos, deciden proveerles la mejor educación y ampliar su desarrollo integral, según sus capacidades económicas. El Quetzaltenango de aquella época, era una ciudad en auge debido a la exportación del café, es la segunda ciudad más importante del país. Cuatro fueron las ciudades que marcaron la vida de Carlos Mérida, Guatemala ciudad, Quetzaltenango, Paris y México.

El interés del padre de Carlos, el Lic. Serapio Santiago, pudo de cierta manera predestinar el camino de su hijo al ver sus primeras obras, las cuales fueron unas reproducciones de una Virgen de Dolores y de una obra de Murillo hacia 1910, en donde firma como “Carlos S Mérida O”, de allí en adelante el destino estaba marcado por una estrella, lo que hoy conocemos como Carlos Mérida.

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Hacia el año de 1912, la familia logra asumir los gastos de viaje para que Carlos Mérida, viaje a París la ciudad luz de la época, acompañado de su íntimo amigo Carlos Valenti, además de la complicidad y amistad que encontraron en Jaime Sabartés, quien los anima y orienta a tomar la decisión de viajar a Francia. El catalán Jaime Sabartés quien en 1903 había conocido a Picasso en Barcelona en el café de “Els Quatre Gats ” lugar de citas entre artistas, poétas y músicos, un establecimiento hostelero en Barcelona activo hasta 1903, se convirtió en uno de los lugares de referencia del modernismo catalán. ​ Picasso que en esa época estaba influenciado por Toulouse Lautrec, durante el final de su época azul. Sabartés que inició su carrera como escritor, siempre soñó vivir de la literatura conocido como “el poeta decadente” ambos jóvenes amigos en 1904, deciden dejar Barcelona, con el sueño de la conquista del arte, Picasso viaja a París tras la búsqueda de su genialidad, donde tres años más tarde pinta en su taller del “Bateau lavoir”, en el barrio de Montmartre su obra maestra, que más adelante cambiaria el rumbo de la historia del arte “Las señoritas de Aviñón”. Sabartés por su parte decide viajar a Guatemala, en busca de un mejor destino, durante su estadía acá escribió dos de sus obras, Don Julian y Son Excellence, no serán conocidas y editadas en París que hasta por los años cincuenta, cuando ya era el secretario privado de Picasso. A su llegada a Guatemala, conoce a un grupo de artistas jóvenes llenos de sueños y de entusiasmo: Carlos Mérida, Carlos Valentí, Rafael Yela Günther, Jesús Castillo, Rafael Arévalo Martínez, Carlos Wyld Ospina, Alberto Velásquez, Agustín Iriarte, entre otros, se reúne con ellos en grandes tertulias, donde les manifiesta lo que está pasando en Europa y que si en verdad querían concretizar su sueño como artistas el único destino era París.

La familia Mérida-Ortega hacia 1912, antes del viaje a Europa de Mérida. Primera fila: Luis Mérida Ortega, doña Guadalupe Ortega de Mérida, Marta Mérida, Serapio Santiago Mérida, Víctor Manuel Mérida; segunda fila: Carlos Mérida Ortega, Ana Mérida Ortega y José Mérida Ortega

Así deciden Mérida y Valenti, viajar a la ciudad luz, centro del arte mundial de aquella época, se embarcaron en el puerto de Santo Tomas de Castilla, llevaban consigo una carta de parte de Sabartés para su amigo el pintor Pablo Picasso, quien los recibe y los presenta con Kees Van Dongen quien dirigía una escuela de arte, lugar en donde ambos logran inscribirse, y se relacionan con un selecto grupo de artistas de la época, entre ellos

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Amadeo Modigliani, a quien visitan frecuentemente, era la época de la “Coupole” en Montparnasse y del “Moulin Rouge” en el barrio rojo de Pigalle, famoso por la celebridades que por allí pasaron y vivieron sobre todo el de Henri de ToulouseLautrec. Muy poco tiempo duro la ilusión de los jóvenes guatemaltecos de conquistar Paris, Valenti entra en una gran depresión cuando le diagnostican ceguera, lo cual no lo soporta y se suicida dejando a Carlos en la orfandad parisina, una tragedia traumatizante sobre todo por la ilusión que ambos llevaban, en ese sueño que los llevo a instalarse en ese París fulgurante de principios del siglo veinte. Con la pérdida de su gran amigo no le queda otro camino a Carlos Mérida que continuar con su estrella y su destino, decide entonces viajar para conocer los museos más importantes de Europa, y así de alguna manera, olvidar la pérdida del compañero de ruta. Durante esos dos años de esta estadía en Paris, Mérida también tuvo el encuentro con Diego Rivera, David Alfaro Sequeiros y José Vasconcelos, quien más adelante sería secretario de Educación de México, y que el destino los encontraría de nuevo más adelante en la ciudad de México. A su regreso a Guatemala, en 1914, le esperaban sus familiares y amigos entre ellos Sabartés, quien le organiza una exposición en 1915. La amistad entre Mérida y Sabartés hizo posible que el guatemalteco montara “su primera exposición de arte moderno en Latinoamérica”, en el edificio Rosenthal de la 9ª. Calle oriente de la ciudad de Guatemala. La muestra se constituyo por 43 obras en dónde podía apreciarse la influencia de Picasso, Modigliani, y otros artistas de la época bohemia parisina, algunos paisajes parisinos, como guatemaltecos. Ese mismo año se aleja del realismo en busca de su propia personalidad creativa, a través de la estilización del pasado precolombino. La búsqueda continua para Mérida y en 1917, decide viajar a Nueva York, respaldado y animado por Juan José Tablada, expone sus primeras obras en la ciudad estadunidense. En 1919, envía una de sus obras a París para participar en el nuevo salón de los independientes. A su regreso de Nueva York conoce a su futura esposa y compañera de toda su vida Dalila Gálvez, con quien contrae matrimonio únicamente por lo civil. Dejan Guatemala para instalarse en la Ciudad de México, país que lo adoptaría hasta su muerte y que hoy día México lo considera como su hijo adoptivo, es importante señalar que Mérida vivió 93 años y que nunca se nacionalizo mexicano, muriendo como guatemalteco. En 1922 forma parte del grupo muralista el “Renacimiento Mexicano”, al lado de Jean Charlot, Amado de la Cueva, Xavier Guerrero, de los grandes Orozco, Rivera y Siqueiros, Mérida fue ayudante de Rivera en la decoración de la Escuela Preparatoria

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y en 1923 decoró la Biblioteca Infantil de la Secretaría de Educación Pública, comisionado por José Vasconcelos, Ministro de Educación en aquella época, ambos se habían conocido en Paris, años atrás. En 1927 regresa por segunda vez a Europa para vivir en París por algún tiempo, dando comienzo a un ciclo de pintura abstracta, sufriendo su arte, una transformación radical, lírica y poética en su ambiente, pero siempre reteniendo las raíces americanas. Edita el álbum litográfico Imágenes de Guatemala en el taller y galería de les “Quatre Chemins”, sobre esta edición el crítico de arte André Salmon escribió: “Joven ardiente a usted hay que darle de nuevo el nombre de Libertador, si logra arrancar a un mundo el Imperio del Sol de la esclavitud pedagógica, o de las ataduras de los etnógrafos. Esto sería bastante. Pero el trazo, su decisión, sus posibilidades de rupturas fecundas y una ciencia ya profunda de la distribución de tonos, nos garantizan y nos aseguran que pronto, mañana, usted habrá satisfecho todas sus ambiciones, alcanzando un arte nacional comprensible, inteligible a toda la juventud universal de la plástica. Es suficiente la prueba beneficiosa, muy sabida, que un poco de vértigo parisino es necesario para mejor conocerse a sí mismo”. En esa misma época se encuentra en París con Luis Cardoza y Aragón, y Miguel Ángel Asturias, en donde este último era reportero del diario el Imparcial en Guatemala, escribió varios textos sobre Mérida y de la intelectualidad de los guatemaltecos residentes en aquella época en Paris, textos que fueron publicados en ese diario y luego editados por la Colección Archivos UNESCO, “París 1924-33, Periodismo y Creación Literaria”. En esta época se introduce en la etapa de la abstracción originada a través del neoplasticismo, en donde evidentemente reafirma lazos de amistad ya establecidos haciendo notar la influencia y conocimiento de la obra de Mondrian, Malevich, Kandinski, Kupka, Esteve, entre otros. “Pero lejos de mí la idea de hacer el estudio de Carlos Mérida en el corto espacio de que se dispone en el periódico, y más habiéndolo, ya realizado tan admirablemente Luis Cardoza y

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Aragón. La crónica que aquí concluye, lector, fue escrita con el objeto de contar la grata impresión que se siente cuando uno ve el nombre de un compatriota anunciado en la esquina de Paris, aunada a la de poder contemplar después en una las galerías francesas de más fama, paisajes y tipos de Guatemala, cielo y caras que a través del pincel del artista, parecen tendernos la mano invitándonos al retorno” (2)* A partir de 1929 la profesión de artista le abre los caminos para seguir con su búsqueda formal de su obra, regresa a México y realiza numerosas exposiciones tanto en Nueva York como en la misma capital mexicana. En 1931 funda la Escuela de Danza de la Secretaría de Educación Pública, la que dirige durante tres años consecutivos. Dentro de los conceptos usuales del surrealismo comienza a desarrollar el uso de la línea para encerrar la forma o el color, dándole el mismo o mayor valor a ésta que al color, hasta el punto que la línea a veces parece como incisiones en la superficie pictórica; la línea puede ser como un contrapunto, si utilizaríamos esa terminología musical tan cara a Mérida. Usa perfiles indígenas prehispánicos y etnológicos, particularmente mayas. Acaso podemos señalar la influencia de Max Ernst y también de Miró, quienes utilizan la línea ondulante como arabesco sin fin, que Mérida tiende a convertir en una especie de ornamento seríado. “En la obra de Mérida, los colores han ganado la frescura primitiva de que la humanidad se valió cuando por las primeras veces quiso trasladar a forma plástica su emoción de la vida, su manera de ver; privan, y esto no porque copie las telas de nuestros trajes autóctonos, el rojo y el amarillo, colores llamados populares, colores de sol y de sangre, colores que no necesitan para apreciarse de la media luz de los salones que se discuten y gozan a media calle, entre las multitudes, colores juveniles, del presente, del trópico, de la fiesta del trópico.” (3)* En 1949 inició sus investigaciones sobre la integración plástica en la arquitectura, y escribe alrededor de su propuesta, dicta varias conferencias sobre su postura en universidades, centros culturales, diarios y revistas especializadas. Durante el muralismo mexicano constituido por Rivera Siqueiros y Orozco, resaltaba la importancia del “arte para el pueblo”, la temática de este movimiento radico exclusivamente en resaltar lo que fue la revolución mexicana de 1910 y proclamar un arte a escala para el pueblo, de tal manera que Mérida fue testigo y perteneció a dicho movimiento. Más adelante Mérida y Tamayo, se orientan más por la obra de Orozco y allí nacen sus propuestas de lo que es políticamente correcto, que el arte debe ir dirigido a las masas y al pueblo, pero más allegados a Orozco, por su mural “El Hombre en llamas”, Tamayo propone un arte purista en donde el arte sea dirigido al pueblo, sin olvidar el aspecto creativo y de la exaltación del arte popular, alejándose de lo social político, asimismo Mérida, comparte la misma idea del arte para el pueblo, y propone lo que se le conoce como la “integración plástica

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en la arquitectura”, en donde el arte visual se fusiona con la arquitectura y de donde surge esa mezcla imponente, parte de esta unión arquitectura - arte visual, lo cual podemos observar sobre todo en el centro cívico de la capital guatemalteca, y en algunos edificios en México, a esto agrega Carlos Mérida: “Por ello, a veces no me siento en perfecta consonancia con los pintores mexicanos, tan estáticos, demasiado tradicionales, un tanto rutinarios, en todo caso me gustan más los pintores jóvenes que aquellos que fueron de mi generación. Detesto este arte grandilocuente, teatral, que fue característico de mis contemporáneos. Abomino la pintura de “tesis”, “el teatro” en la pintura, “el aparato” en la plástica.” Lo anterior evidentemente se refiere a la oficialización de esa pintura que efectivamente no deja de ser grandilocuente por Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Poca duda cabe que esa actitud les hizo el camino difícil a los artistas que vivían en México, que seguían otras tendencias, tales los casos del mismo Mérida y Tamayo. Pese a lo anterior, Mérida guardo amistad y respeto mutuo hacia los grandes muralistas mexicanos, como no podría ser de otra manera, dado el modo noble y sencillo de Mérida. El triunfo de Mérida se dio como circunstancia exterior por su extraordinaria y dinámica longevidad, que hizo posible que la influencia de estos tres grandes de la pintura mural mexicana, fuera en parte apartada y que tanto Mérida como Tamayo, adquirieran su propia importancia y vigencia que les hicieran triunfar, sobre todo a partir de 1970 en donde ambos recurren al mundo de la estampa, el grabado. En 1950 realiza su tercer viaje a Europa, es nombrado cónsul por el presidente Arévalo en la embajada de Italia, visita Europa en viaje de estudio, y se especializa en la técnica del mosaico veneciano, que más adelante en 1959 pondrá en evidencia con el mural exterior de la Seguridad Social del edificio del Instituto Guatemalteco del Seguro Social. Durante la Primavera Democrática que duro de 1944-54, Guatemala se convirtió en la meca de intelectuales y artistas democráticos de la época, fue el país mas progresista de América latina. A ello contribuyo que

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desde el inicio en 1945 se dieron oportunidades al sector artístico, para estudiar en el exterior y actualizar la docencia en las artes (artes visuales, música, literatura) con lo cual se obtuvo una mejor formación y producción. Indiscutiblemente hubo claro interés en apoyo hacia las artes y letras, asignándose también mejores presupuestos para las instituciones culturales. En otras palabras, las políticas culturales gubernamentales a partir de 1954 han sido débiles, erráticas y contradictorias. En 1953, Mérida escribe sobre los nuevos rumbos del muralismo mexicano: “El proceso actual es diferente: se trabaja en colaboración con los arquitectos desde que nace el edificio; se hacen planes, se estudian técnicamente los problemas que habrá que resolver; se actúa en una colaboración estrecha y técnica entre pintores, escultores y arquitectos. Los resultados no se hacen esperar: la labor plástica queda introducida en el cuerpo arquitectónico como parte de él, no como mera orientación. Si se le retira, se desintegra el edificio de su concepción” La continuidad y la energía creativa de su obra hace que participe en grandes manifestaciones, en 1957 participó en la IV Bienal de Sao Paulo, Brasil, bajo el patrocinio de la Unión Panamericana, obteniendo el premio “Acquisition Prize Nelly Jaffe” por su pintura “Estabilidad sobre dos puntos” que se encuentra en el Museo Nacional de Arte de Sao Paulo. En 1961 cuando cumplió 70 años, el Instituto Nacional de Bellas Artes presentó una extensa exhibición de sus obras en el Museo de Arte Moderno en la ciudad de México, en 1964 realizó una enorme cortina para el Cine Manacar en la Ciudad de México, colaborando con el Arq. Carral y en 1965 termino los grandes murales en cobre esmaltado para los nuevos edificios del Centro Cívico, Banco de Guatemala, Crédito Hipotecario Nacional, los murales interiores del Edificio de la Municipalidad de Guatemala, y el mural exterior “la Seguridad Social” del edificio del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. La integración del arte visual en la arquitectura del Centro Cívico, fue obra de los Arquitectos, Jorge Montes, Roberto Aycinena Echeverría, Jorge Raúl Minondo, Carlos Haeussler, Pelayo Llarena y los artistas, Guillermo Grajeda Mena, Dagoberto Vásquez, Roberto González Goyri, Efraín Recinos y Carlos Mérida. Durante su longeva vida creativa Mérida fue objeto de grandes exposiciones y homenajes por parte de instituciones sobre todo mexicanas y guatemaltecas, exaltando su personalidad y su continuo trabajo por el arte. Fallece en 1984 en la ciudad de México a la edad de 93 años. En 1999, por acuerdo gubernativo 428-99, el Museo Nacional de Arte Moderno de Guatemala, lleva el nombre del maestro “Carlos Mérida”, hoy reconocido como el pintor más universal de los guatemaltecos.

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En el 2019 el MUNAL de México le rindió homenaje por los cien años de su llegada a este país, con una impresionante exposición “Retrato escrito”, este mismo año, el Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida, de la ciudad de Guatemala realiza un homenaje a su memoria, inaugurando la exposición “MUNAM 20 años” en conmemoración del 128 aniversario de su nacimiento y por los 20 años que este museo lleva su nombre. Mérida fue un inquieto investigador de las posibilidades tecnológicas contemporáneas de su época en la pintura, el grabado y el mural. Recordemos, por ejemplo, utilizó el papel de amate o el de fibras de maguey como materiales básicos para sus pinturas, igualmente, hizo tapices murales, en sus últimos años, como la utilización del esmalte o el mosaico en sus obras de integración arquitectónica, esto último es el aporte más grande de Carlos Mérida al arte y la historia universal. Rudy Cotton Director Museo Nacional de Arte Moderno “Carlos Mérida” Guatemala. 2019

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MUNAM 20 AÑOS



Retrato de Carlos Valenti Oleo sobre tela Año: 1911 48 x 33 cm Colección MUNAM


Paisaje de París Oleo sobre tela Año: 1914 33 x 41 cm Colección MUNAM

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India Oleo sobre tela Año: 1926 57 x 49 cm Colección MUNAM

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Sueño y realidad Oleo sobre tela Año: 1944 48 x 59 cm Colección MUNAM

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El vaticinio Oleo sobre tela Año: 1942 44.5 x 56 cm Colección MUNAM

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Glorificación al Quetzal Oleo sobre tela Año: 1965 299 x 386 cm Colección MUNAM

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El mensaje Oleo sobre tela Año: 1944 100 x 81 cm Colección MUNAM

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Hombres pétreos Oleo sobre tela Año: 1947 39 x 49 cm Colección MUNAM

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Laca en la tarde Oleo sobre tela Año: 1943 59 x 48 cm Colección MUNAM

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Ofrenda al maíz Oleo sobre cartón piedra Año: 1928 58 x 76 cm Colección MUNAM


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Serie: Imágenes de Guatemala (10 obras) Pochoir Año: 1928 2 de 27 x 23 cm y 8 de 23 x 27 cm Colección MUNAM


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Personajes en la mesa Serigrafía Año: 1984 56 x 38 cm Colección MUNAM

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Juego doble Serigrafía Año: 1984 56 x 35 cm Colección MUNAM

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Diálogo Serigrafía Año: 1973 56 x 44 cm Colección MUNAM

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El abuelo ixmucane Serigrafía Año: 1966 76 x 56 cm Colección MUNAM

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La máscara mágica Serigrafía Año: 1966 56 x 44 cm Colección MUNAM

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Aprendiz de agorero Serigrafía Año: 1969 56 x 45 cm Colección MUNAM

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Los cofrades Serigrafía Año: 1971 56 x 44 cm Colección MUNAM

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Ave lira Serigrafía Año: 1971 56 x 44 cm Colección MUNAM

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Ensueño de un sueño Serigrafía Año: 1982 76 x 56 cm Colección MUNAM

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Un cantico a la sulamita Serigrafía Año: 1982 76 x 56 cm Colección MUNAM

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Serie: Estampas del Popol-Vuh (10 obras) Litografía Año: 1943 31 x 27.2 cm Colección MUNAM


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Serie: Trajes regionales de México (10 obras) Edición de 25 obras Serigrafía Año: 1941 40.7 x 33 cm Colección MUNAM


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Serie: Trajes indigenas de Guatemala (10 obras) Litografía Año: 1951 36 x 26 cm Colección MUNAM


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Un canto al libro sagrado No.1 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Un canto al libro sagrado No.2 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Un canto al libro sagrado No.3 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Un canto al libro sagrado No.4 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Un canto al libro sagrado No.5 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM


Un canto al libro sagrado No.6 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Un canto al libro sagrado No.7 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Un canto al libro sagrado No.8 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Un canto al libro sagrado No.9 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Un canto al libro sagrado No.10 Serigrafía Año: 1978 40 x 29.5 cm Colección MUNAM

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Serie: Danzas de México (10 obras) Litografía Año: 1937 43 x 31.5 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.1 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.2 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.3 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.4 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.5 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.6 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.7 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.8 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Cielos luminicos No.9 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM


Cielos luminicos No.10 Serigrafía Año: 1979 38 x 30 cm Colección MUNAM

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Serie: Carnaval de México (10 obras) Litografía Año: 1937 43 x 31.5 cm Colección MUNAM


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Serie: Trajes Mexicanos (10 obras) Edición 25 obras Serigrafía Año: 1945 31 x 23.5 cm Colección MUNAM


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Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) - AĂąo 1959 Arquitectos: Jorge Montes CĂłrdoba - Roberto Aycinena

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Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) AĂąo 2019

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La seguridad social Mosaico veneciano Año 1965 2.10 x 33 mt Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS)

Fotografías año 2019

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Crédito Hipotecario Nacional Año 1965 Arquitectos: Jorge Montes Raúl Minondo Carlos Haeussler


Fotografías año 2019

Proyecto para murales Mosaico sobre cobre esmaltado Año 1963 Crédito Hipotecario Nacional

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Murales, lado sur Año 1963 Crédito Hipotecario Nacional

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Fotografías año 2019

Banco de Guatemala 1965 Arquitectos: Jorge Montes Raúl Minondo

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Mural : Los sacerdotes danzantes Murales en cobre esmaltado 1964 Banco de Guatemala

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Mural : Los sacerdotes danzantes Murales en cobre esmaltado AĂąo 1964 Banco de Guatemala

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Fotografías año 2019

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Fotografías año 2019

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Municipalidad de Guatemala Año 1965 Arquitectos: Pelayo Llarena Roberto Aycinena


Mural Mosaico veneciano AĂąo 1965 Municipalidad de Guatemala

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Fotografías año 2019

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Mural Mosaico veneciano AĂąo 1965 Municipalidad de Guatemala

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Agradecimientos Fundación Paiz, para la Educación y la Cultura Fundación Rozas Botrán Crédito Hipotecario Nacional Instituto Guatemalteco de Seguridad Social Banco de Guatemala Municipalidad de Guatemala Corporación Donovan Werke Embajada de Francia Embajada de México Instituto Cultural de México Dido FotoTienda

Ing. Carlos Aguilar y Sra Sr. Fernando Paiz y Sra Sr. Jose Rozas Botran Sr. Jean François Charpentier Sr. Romero Ruiz Sra. Dolores Repetto Sra. María Christina Navas Mérida Mónica Mérida Ana Lucia Gómez Rita María Elizondo Hugo Quinto Juan Pablo Lojo Sra. Olga de Biguria Sr. Jorge Castañeda Francis Dávila Mónica Mérida Itziar Sagone Adrian Lorenzana Thelma Castillo Mariana Solorzano Arq. Rodrigo Álvarez Pedro Solís K. Víctor Martínez

Al equipo técnico y administrativo del MUNAM





Referencias Bibliográficas

• París 1924-1933 Periodismo y Creación literaria, Colección archivos UNESCO. 1988. *(1-2-3) Miguel Ángel Asturias. Paris 28 de enero 1928 / Paris 14 de febrero, 1930 /Paris 30 de mayo 1928 • “Carlos Mérida en las plásticas latinoamericanas”. Catálogo Exposición-Homenaje a Carlos Mérida. Guatemala, Museo Nacional de Historia y Bellas Artes,1971. Roberto Cabrera • Carlos Mérida Madrid, Ediciones de la Gaceta Literaria, 1927. Luis Cardoza y Aragón • Jaime Sabartés en Guatemala: 1904-27. Guatemala, Luis Lujan Muñoz • “Carlos Mérida y Sabartés” en Homenaje a Carlos Mérida. Guatemala, Programa Permanente de Cultura de la Organización Paiz, 1983 Luis Lujan Muñoz • Carlos Mérida Precursor del arte contemporáneo Latinoamericano. Luis Lujan Muñoz. Ediciones cuadernos de la tradición guatemalteca.1985 • “Carlos Mérida y la integración a la arquitectura” en El Imparcial. Guatemala, 8 de diciembre de 1981. Jorge Montes Córdova • “Seis décadas de Carlos Mérida” en Diseños de Carlos Mérida, México, D.F. Galería Arvil, 1981. Xavier Moyssen

• “Carlos Mérida, pintor moderno” En Diario de Centroamérica. Guatemala, 4 de julio de 1914 Jaime Sabartes • “Carlos Mérida” en portafolio Imágenes de Guatemala. Paris, Editions Les Quatre Chemins, 1972. André Salmon • Integración Plástica (1954-1976) Arq. Jorge Mario López. USAC. Guatemala 1916




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