Fernando Hurtado Vélez

Una noche del 20 de noviembre de 1960 el cielo brillo inusualmente con una luz radiante, casi cegadora. Era el poder de la naturaleza anunciando que un hermosos bebé llamado Fernando Hurtado Vélez acababa de nacer para alegrar este mundo frío, grís y hostíl. Hoy su luz sigue iluminando y guiando esta humanidad eclipsada por la sociedad de consumo padre y madre de la angustia existencial llamada estrés.