PRIMER ACTO (Se sube el telón)
La compañía teatral Patatín Patatán ha llegado a la ciudad. (Suena el redoble de un tambor). TITIRITERO: ¡Acérquense, damas y caballeros, niñas y niños, la función va a comenzar! (Se oculta en el interior del carromato y comienza a hablar con voz más grave). En la lejana tierra de Nuncavolverás, en lo más alto de la montaña más alta, se encuentra un castillo protegido con pestillo y defendido por una bestia increíble, horrible y terrible: un dragón de enormes colmillos afilados y ojos de serpiente; un monstruo capaz de escupir fuego y bramar espeluznantes gruñidos. DRAGÓN: ¡Ahhh! ¡Ehhh! ¡Ihhh! ¡Ohhh! ¡Uhhh!
TITIRITERO: Entretanto, atrapada en la torre más alta del castillo, se encuentra la Princesa Pimpollesa que espera angustiada a que el intrépido, el paladín, el valeroso Príncipe Hermososo acuda a su rescate. La desgraciada princesa llora y clama… Llora y clama… Llora…¡Y CLAMA! DRAGÓN: (En voz baja). Psss, Mariela. Psss, psss, Mariela, despierta, que te toca. MARIELA: ¿Eh? ¿Qué? Ah, sí… ¡Oh, Príncipe Hermososo! ¡Buaa, buaa! ¡Oh, amado príncipe! ¡Buaa, buaa! ¿Dónde os halláis? ¡Venid a liberarme de las garras de esta bestia inmunda! (Se gira hacia el dragón). Perdona, Dragontxu. DRAGÓN: No es nada…, digo, ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Requeteahhh!
TITIRITERO: Todo parece perdido para la Princesa Pimpollesa. Aunque, ¡un momento! Una noble figura con armadura muy dura se aproxima a lomos de un corcel de nivel. PRÍNCIPE: Por supuesto que sí, yo soy el Príncipe Hermososo, aquí me tenéis. Así pues, sosegaos mi bella dama, ya nada habéis de temer. ¡JA, JA, JA! (Con un rápido gesto lanza hacia atrás su melena). ¡Y tú, monstruo del infierno, prepárate a saborear el acero de mi espada recién cromada y afilada! ¡JA, JA, JA!
MARIELA: ¡Ahhh! ¡Ehhh! ¡Ihh…! DRAGÓN: (En voz baja). ¿Mariela, qué haces?, esa frase es mía. MARIELA: ¿Eh? Ah, es verdad, lo siento… PRÍNCIPE: (Ataca aprovechando el descuido del dragón). ¡Muere, criatura horrenda, bicho feo! ¡JA, JA, JA! DRAGÓN: ¡Ag! ¡Eg! ¡Ig! ¡Og! ¡Ug!