Diplomacia ¿Quién es Donald Trump? Fuente: Internet
Viernes 11 de Noviembre de 2016
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un presidente de EEUU adicto a sí mismo
La revista 'The New Yorker' definió ya en 1997 al candidato republicano como "un tipo escurridizo y naíf, astutamente calculador y temerariamente despreocupado de las consecuencias" Datos personales: Fecha de nacimiento: Junio 14 de 1946 Lugar de nacimiento: Nueva York, Nueva York Nombre completo: Donald John Trump Padre: Fred Trump, constructor de bienes raíces Madre: Mary (Macleod) Trump Matrimonios: Melania (Knauss) Trump (junio 22 de 2005 – actualidad); Marla (Maples) Trump (diciembre 1993 – junio 1999, divorciados); Ivana (Zelnicek) Trump (1977-1990, divorciados) Hijos: con Melania (Knauss) Trump: Barron, Marzo 20 de 2006; con Marla (Maples) Trump: Tiffany, Octubre 13 de 1993; con Ivana (Zelnicek) Trump: Eric, 1984; Ivanka, Octubre 30 de 1981; Donald Jr., diciembre 31 de 1977. Educación: Universidad de Pensilvania, Escuela Wharton de Finanzas, 1968 Otros datos Empresario y constructor estadounidense famoso. Presidente y cabeza de la junta directiva de la Organización Trump. Apodo: “El Donald” (The Donald).
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Quién es Donald Trump? Cuando era solo un chaval, el nuevo presidente de Estados Unidos vio por primera vez su nombre en un periódico después de hacer un 'homerun' en un partido de béisbol. Aquello, según contaría muchos años después a uno de sus biógrafos, le encantó. “Fue asombroso”. En esa mención en las páginas de un pequeño diario local tuvo el primer chute de una droga, la de la atención, a la que se enganchó. Y nada para calmar la exigente adicción tras años de ir incrementando las dosis como fijar la diana en la presidencia de Estados Unidos y hacerlo, a sus 70 años, poniendo patas arriba tradiciones políticas, sociales y mediáticas. También desde que era solo ‘Donny’ a Trump le ha ido la pelea. Disfrutó del ambiente de confrontación masculina, verbal y física, que respiró en la Academia Militar de Nueva York, donde Fred y Maryanne Trump le internaron cuando tenía 13 años tratando de poner coto a su indisciplina. Y nada mejor para calmar esas ansias de greña de un fan declarado del boxeo que un combate encarnizado como el que el candidato republicano ha librado en esta campaña, primero frente a 16 rivales de su actual partido (porque entre 1999 y 2012 cambió siete veces de afiliación) y, los últimos tres meses, con Hillary Clinton. Su lucha por la Casa Blanca pareció inicialmente la enésima maniobra de promoción de alguien muy acostumbrado a promocionarse. Porque lleva haciéndolo desde que en 1971 tomó el control de la empresa inmobiliaria con que su padre, hijo de inmigrantes alemanes, había construido viviendas residenciales para gente de ingresos medios en Queens y Brooklyn. Primero la rebautizó, personalizándola con el apellido que luego empezaría a colocar por doquier en enormes letras doradas, y pronto llegaron el salto a Manhattan, el giro hacia los hoteles y los rascacielos con apartamentos de lujo, los casinos, la compra de una aerolínea, el yate... Todo, según confesó en 1990 a 'Playboy', eran “atrezos para el show. Y el show es Trump”. UN CERDO CON PINTALABIOS Para cuando concedió esa entrevista ya hacía tres años que había publicado 'The Art of the Deal', un libro que estuvo 48 semanas en la lista de los más vendidos de 'The New York Times' (13 en el número uno) y con el que había expandido su imagen de exitoso hombre de negocios (un mérito del que ahora se arrepiente el escritor que lo redactó, Tony Schwartz, que ha dicho que lo que hizo fue “ponerle pintalabios a un cerdo”). Y en esas páginas se leían reflexiones que hoy dan mucho que pensar. “Juego con las fantasías de la gente”, se lee. “Quieren creer que algo es lo mayor y lo mejor y lo más espectacular. Lo llamo hipérbole veraz. Es una forma inocente de exageración. Y
es una forma muy efectiva de promoción”. En realidad, muchos negocios de Trump, que pasó dos años por la Universidad de Fordham y en 1968 se graduó en Económicas en Wharton, no parecen haber sido tan exitosos como presume. Seis veces se ha tenido que acoger a las leyes de bancarrota y Trump University, el pomposo nombre de los cursos que creó, está bajo investigación por fraude. Aunque él cifra su fortuna en 10.000 millones de dólares (9.041 millones de euros), según Forbes no llega a los 4.000 (3.616 millones de euros). Y quizá sea cierto lo que ha dicho también Schwartz: “Miente a menudo, sobre todo respecto al dinero”. De lo que no cabe duda es de que Trump ha creado una marca, y no solo con sus distintas líneas de productos, sus edificios, sus hoteles y campos de golf, clubs como el exclusivo Mar-a-Lago, aventuras inmobiliarias internacionales, los concursos de Miss Universo y Miss USA o, sobre todo, con las 14 temporadas de The Apprentice, el reality show donde popularizó orgulloso la frase “¡estás despedido!” La marca es él, un hombre casado tres veces y con cinco hijos que durante la campaña electoral ha tenido que enfrentar su largo historial de maltratar a las mujeres como objetos o juguetes sexuales, alguien a quien la revista 'The New Yorker' definía ya por 1997 como “un tipo escurridizo y naif, astutamente calculador y temerariamente despreocupado de las consecuencias”. PRIMER CANDIDATO VIRAL Trump se ha confirmado también como el primer candidato viral. Y no es solo porque haya usado con maestría Facebook o la cuenta de Twitter que abrió en 2009, cuyo primer mensaje escribió en tercera persona para publicitar su aparición en un programa de televisión y que ha usado también para promocionar teorías conspiratorias como la de que el presidente Obama no nació en EEUU. Como los expertos de márketing, Trump sabe que los enlaces y mensajes que más se comparten son los que provocan reacciones emocionales inmediatas, sean estas positivas o negativas. Y ha aplicado esa lección al discurso político. “Su mayor temor es ser ignorado, subestimado o irrelevante” según ha contado Michael D’Antonio, que en 2014 publicó 'La verdad sobre Trump' y que ha explicado también que Trump es “un hombre con una fijación en su propia fama y despectivo con los que caen”. Las urnas le dirán si debe despreciarse a sí mismo. Pero la obsesión, y la adicción, las tiene más que cubiertas.
LA TRUMP TOWER, SÍMBOLO DEL PODER DEL EMPRESARIO, FUE INAUGURADA EN 1982 EN NUEVA YORK. | FUENTE: DGUIDES.COM
EN ENERO DE 2005 SE CASÓ CON LA EX MODELO ESLOVENA MELANIA KNAUSS-TRUMP. | FUENTE: GETTY IMAGES LAS FRASES MÁS SALVAJES DEL PRESIDENTE DONALD TRUMP El multimillonario estadounidense ha combinado ignorancia, racismo y machismo en la mayoría de sus intervenciones. Recopilamos sus frases más absurdas durante la campaña para llegar a la Casa Blanca
México nos envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas, crimen, que son violadores Sobre Megyn Kelly: “Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía sangre de su... donde sea” Podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos Restablecería el ahogamiento simulado para los sospechosos de terrorismo Pido el bloqueo completo y total a la entrada de musulmanes en EEUU Si gano las elecciones, devolveré a los refugiados sirios a casa Un muro en la frontera con México nos ahorraría muchísimo dinero Este es un país en el que hablamos inglés, no español John McCain no es un héroe de guerra. Prefiero a los que no han sido capturados
Cuando eres una estrella puedes hacer cualquier cosa. Agarrarlas por el coño, lo que quieras máquinas de votar que estarían cambiando los votos republicanos por demócratas Sobre Clinton: “Eres una asquerosa” Si yo llego a estar al mando, dudo que los terroristas del 11S hubiesen entrado al país Tristemente, el sueño americano está muerto. Pero si fuera elegido presidente, lo traería de regreso más grande, mejor y más fuerte que nunca y haríamos a Estados Unidos grandioso de nuevo
La historia del magnate. Donald Trump nació en Queens, New York el 14 de junio de 1946, estudió en la Escuela de Negocios de Wharton de la Universidad de Pensilvania y se graduó en 1968, con un grado de Bachiller en Ciencias, Economía y Antropología. Su madre era una inmigrante escocesa y sus abuelos paternos de origen alemán. Técnicamente, Trump es un descendiente de inmigrantes, como millones en Estados Unidos. Su carrera empresarial. El magnate de la construcción no comenzó desde la pobreza ni desde la clase media. Su visión empresarial fue respaldada desde un inicio por una fortuna familiar que le permitión lograr rápidamente importantes hazañas en el mundo de las bienes raíces. Tras el retiro de su padre del negocio, heredó la Trump Organization, pero fueron sus osadas decisiones y estrategias las que hicieron crecer a la empresa al punto que la revista Forbes lo ubica en el puesto 405 en la lista de los más ricos del mundo, con una fortuna de 4 mil millones de dólares. El origen de la fama. Sus talento empresarial, su matrimonio con Ivana Zelnickova Winklmayr, luego conocida como Ivana Trump (1977); la construcción del Grand Hyatt (1980) y la apertura de la Trump Tower (1982) le permitieron a Trump conseguir atención de los medios de espectáculos y de economía. Sus millonarias deudas y sus lujosas adquisiciones también le ayudaron a elevar su fama. Posteriormente, su aparición en distintas producciones del “show business” y su reality ‘The Apprentice’ le dieron la fama a nivel global. Carrera política. Entonces llegó la política. En 1999 intentó postular a la presidencia a través del Partido Reformista de Jesse Ventura, pero decidió finalmente no presentarse. En 2004 se convirtió en presentador del reality show para emprendedores The Apprentice, convirtiéndose en una celebridad global. En 2012 coqueteó con la posibilidad de postular al partido republicado por primera vez, pero terminó apoyando a Mitt Rooney. Además, cuestionó la nacionalidad de Barack Obama y solicitó que mostrara su acta de nacimiento. Aun así, no pudo evitar su reelección y la victoria demócrata. El 16 de junio del 2015, después de haber lanzado duras críticas contra las élites políticas estadounidenses, oficializó su precandidatura para las elecciones de noviembre de 2016, su slogan es “Make America Great Again” (Hagamos a Estados Unidos grande otra vez). Desde entonces, Donald Trump ha logrado dos cosas muy distintas una de la otra. Primero, sumar una enorme lista de enemigos por sus declaraciones contra los inmigrantes ilegales. Segundo, más y más electores conservadores a favor de sus posturas nacionalistas y radicales, que lo ven más cercano al espíritu de su partido que al resto de candidatos. El análisis de su éxito. “El estilo directo y populista en el discurso de Trump, muy alejado del habitual tono de los políticos, le ha conferido a una pátina de autenticidad a ojos del sector más desencantado del electorado de la derecha. Los analistas políticos hacen cábalas y han elaborado hipótesis de lo más variopinto para explicar su éxito”, asegura la revista JotDown. “Por un lado resulta obvio que el mensaje de Trump es populista, maniqueo y reduccionista. Parece guiarse por la vieja máxima de perseguir que se hable de él, aunque sea mal. Toda publicidad es buena”, y desde luego, ha gozado de cantidades ingentes de publicidad aunque en su mayor parte consistan en ataques.