Alexis Kawabonga Edición, diseño e ilustraciones Luis Téllez-Tejeda Corrección de estilo
Las ilustraciones que se muestran a continuación no surgieron por generación espontánea, tampoco aparecieron las antiguas musas por la calle y me susurraron mágicamente lo que debía de hacer. El alumbramiento de estas imágenes se dio gracias al buen sabor de boca que me dejó El libro de la selva de Rudyard Kipling, que a su vez me motivó a plasmar el mundo fantástico que surgió en mi mente. Aunado a esto, la búsqueda constante de material para ampliar mi imaginario constituyó una gran parte del material que conformaría esta serie, intitulada El canto del pueblo libre.
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Número 5 | Agosto 2017
Estos gráficos recogen fragmentos del universo del que formo parte. Un claro ejemplo es la segunda imagen, cuya composición está basada en el óleo Paisaje nocturno (1947) de Diego Rivera o la aparición de una burda representación de los volcanes emblemáticos del Valle de México en la primera ilustración. Aun con toda la gráfica sobre otros continentes y lugares que se encuentra a nuestro alcance, no podía dejar de imaginar la historia fuera de mi contexto. Por ello, el temible asesino de bueyes, Shere Kahn, se convierte en el imponente Ra Balam; el jefe de la manada deja de llamarse Akila para convertirse en Poktli, y el cachorro humano Mowgli adopta el nombre de Xocoyotl.
Segunda edición
Todos somos capaces de crear universos y para ello las lecturas, las imágenes, las películas y todo el entorno que nos rodea son elementos importantes para consolidar nuestro instinto creativo, sólo tenemos que prestar atención y dejar que nuestra mente enlace los elementos que se encuentran afuera.