Vol. I - Covid

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Vol. 1 - Covid


Dedicado a quienes están luchando por su vida y a los que perdieron la batalla.

Vol. 1 - Covid Juan Julio Asenjo Alegría Carolina Cabada Vassi Nicolás Garrido Huguet

Estamos todos atrapados entre el pasado que extrañamos y la realidad que enfrentamos. Es una sensación en común. La diferencia radica en que nuestros presentes no son los mismos… Basándonos en historias reales, lo que buscamos a través de este proyecto, es zambullirnos en algunos de los escenarios que se viven durante la pandemia. Entre experiencias complicadas y otras, aparentemente no tanto, somos testigo de lo que sucede en nuestra sociedad.


I El Peso del Aire Basado en la historia real de Elías y Vicenta


78 ¿Cuántas lágrimas ya han derramado? ¿Cuántas más faltan? ¿Cuántas se habrán tragado? Esperando Cristo no esperó tanto por su cruz En esas colas, ¿cuántas horas Se puede aguantar la pena? Los calvarios son siempre cuesta arriba Por cada escalón subido, faltan dos Se multiplica el dolor, se multiplican Los llantos, las deudas, el silencio Apostando la espalda en cada grada Los vecinos dándole las suyas

76 ¿Cuántas moléculas de esperanza Se consumen en cada aliento? ¿Cuántos abrazos les di a mis hijas? No fueron suficientes Pienso en navidad ¿Cuántos regalos no llegaré a darles? Pienso en graduaciones, bodas ¿Quién las grabará recibiendo el diploma? ¿Quién las llevará al altar? ¿Qué tamaño tendrá mi ausencia? Hace diez días mi cuñado murió Estaba solo, estaba en el hospital…


74 Las boletas gritan desde el velador ¿Cuánto puedes pagar por un día de vida? ¿Cuánto tiempo de vida me costó cada sueldo? ¿Cuántos sueldos se han hecho aire? La vida medida en centímetros cúbicos La muerte a la vuelta de la esquina La vida se reduce a un número de suspiros El miedo pega un estirón Morir es un lujo, tengo que trabajar Alguien tiene que pagar las deudas Alguien tiene que llevarlas al altar El aire sin R.U.C, mi señor, boleta nomás.


Dentro de lo malo; lo mejorcito I

A rturo, sin miedo a la enfermedad, descargó tinder para aliviar su soledad.

A muchas les puso un corazón pero pocas le hacían perder la razón. Dentro de estas pocas se encontraba una damisela cuya figura resaltaba. La damisela inició la conversación y rápidamente Arturo entró en una confusión. ¿Será esto amor? Arturo se preguntaba, haciendo caso omiso a las señales que ella le daba. Dado que la cuarentena fue nuevamente declarada Arturo le propuso conocerse por videollamada. El pobre Arturo, ilusionado, lució su mejor traje y su mejor peinado. La damisela, en la videollamada, le confesó que de otro andaba enamorada. Y, sin ser eso suficiente, que su novio era su conviviente. Arturo, preso de la decepción, cuestionó su presencia en la aplicación. Frente a lo que la damisela replicó que estar en una relación abierta era la explicación. Arturo, pese a la tristeza, no perdió la oportunidad de sacarse las dudas de la cabeza.

Le preguntó cómo funcionaba aquello que tanta curiosidad le daba. La damisela todo se lo explicó y Arturo, molestia y tristeza en ella notó. ¿Qué es lo que pasa? Le preguntó. Es que odio este tipo de relación. Amo a mi novio, pero no quiero esta situación. Arturo, psicólogo de profesión, decidió poner lo estudiado en acción. ¡Llama a tu pareja! Le dijo a la damisela. ¡Es hora de que se acaben estas quejas! Y fue así como la virtual cita terminó siendo una terapia gratuita.


Dentro de lo malo; lo mejorcito II

A lejandra, cansada de la soledad decidió buscar compañía por medio de una app. Varios fueron y vinieron sin una historia decente que contar, hasta que encontró a alguien que le dio una anécdota para llevar. Se trataba de un caballero cuyo desempeño dejaba que desear pero Alejandra se conformó con lo que él le podía dar. Varias fueron sus aventuras hasta que llegó el momento de la tortura. Alejandra, como de costumbre, fue a casa del caballero a intentar alcanzar la cumbre. A inicios de su visita llegó una mujer no invitada a la cita. La mujer gritos profería reclamándole al caballero el amor que por ella no sentía. El “caballero” mal la trató y con Alejandra la comparó. El “caballero” de su casa la echó pero la mujer, insistente, se negó. Alejandra entendió la situación: la mujer deseaba con el caballero una relación pero él solo por Alejandra sentía esa atracción.

Alejandra escapar intentó pero para mala suerte de todos el toque de queda los atrapó. Alejandra se dio por vencida y entre gritos y llantos ajenos se quedó profundamente dormida. Al día siguiente se levantó y sin hacer ruido se marchó. Decidió al caballero no volver a ver y sus mensajes de WhatsApp tampoco responder.


II Diario de Trinchera Basado en la historia real de una doctora en primera línea







Dentro de lo malo; lo mejorcito III

A ntonia, con una vida estresante, consideraba el swipe right

como una actividad relajante. Ella no era muy selectiva debido a sus bajas expectativas. Antonia no buscaba ni sexo, ni amor, ni nada en particular, solo con quien en sus ratos libres poder conversar. Así logró hacer muchas amistades, quienes esporádicamente la acompañaban en algunas actividades. Un día Antonia hizo match con un extranjero y pensó: ¡oh no, alguien pónganme un babero! El extranjero fuera del país se encontraba pero sorprendentemente eso no fue impedimento para el romance que rondaba. El extranjero viajar decidió y así fue como a Antonia en persona conoció. Pasaron juntos el fin de semana y él pensó: me quedo con esta peruana. Tanta fue la emoción, que al acercarse la navidad, él decidió pasar con ella la festividad. Sin embargo, con el paso de los días, Antonia tuvo una revelación.

Ella no quería con el extranjero tener una relación y no sabía como había escalado tanto esa situación. El extranjero ya habia comprado el pasaje y Antonia no quiso hacerle semejante desplante antes del viaje. El extranjero llegó y en casa de la familia de Antonia se quedó. De los regalos de navidad para todos los miembros no se olvidó. Lamentablemente, él ningún presente recibió; y Antonia, el 25 de diciembre, una pelea ficticia inició. Así fue como esta triste historia terminó.


Dentro de lo malo; lo mejorcito IV

A urelio era un chico normal que decidió descargar Bumble para huevear.

Qué guapo soy -pensaba Aureliosi tan solo supieran a lo que voy. Pero nada sabía él, sobre lo que estaba a punto de suceder. Hizo match con una fan de Sabina que en fotos aparentaba ser muy fina. Quedaron para verse en casa de ella así que él decidió llevar una botella. La conversación fluía muy bien, se reían hasta más no poder. Cuando él creía que iba a suceder, de pronto, llegó otra mujer. Al verlos se molestó y con un portazo se retiró. La fan de Sabina se desesperó y le contó a Aurelio algo que lo desconcertó. “Ella es mi prometida y al verte ha quedado muy herida”. “Si alguien pregunta que has venido aquí a hacer, el anillo de bodas me estás ayudando a escoger”.

La fan de Sabina siguió a la mujer, esperando su perdón obtener. Aurelio a su casa volvió y decepcionado, Bumble eliminó. En cuanto a la peculiar pareja, supo que la fan de Sabina fue dejada por pendeja.


III IN MEMORIAM

Luis Arévalo Montalván A un papá que me enseñó a enfrentar los golpes de la vida, con la misma facilidad con la que me enseñó a levantarme de la pista cuando me caía de la bicicleta. A un abuelo que nos enseñó de historia y cultura, con la misma magia con la que nos contaba cuentos. A un suegro que me enseñó de lealtad y familia, con su solo ejemplo. Siempre nos harás falta. Tu hija, tus nietos y tu yerno.

¿Quién fue? Basado en las miles de familias que se hacen esa pregunta







Epílogo ¿QUIÉN TIENE LA CULPA?

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A los doctores, técnicos, enfermeros, y demás personal de salud: gracias infinitas. Hacer este proyecto nos ha permitido conocer el testimonio de un médico y su experiencia en el hospital tratando pacientes de COVID-19. La entrega y sacrificio son admirables. Arriesgan su vida y la de sus familias día a día, sin contar con que, además, ponen en juego su salud mental. Estas personas, que lo dan todo por sus pacientes, son casi desconocidas por ellos debido al uso de mascarillas. Es por eso que hemos completado sus rostros con dibujos. Gracias infinitas, además, a todas las personas que compartieron sus historias con nosotros y le dieron vida a este fanzine.

*Pudo ser cualquiera, pudo ser ninguno.



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