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Los agricultores deberán elaborar un plan de abonado a partir de 2024
La propuesta es tomada para reducir el consumo de nitrógeno
Según figura en el decreto del pasado diciembre por el que se establecen normas para la nutrición sostenible en los suelos agrarios, cada agricultor deberá elaborar un plan de abonado basado en un balance de nutrientes para ajustar el consumo de nitrógeno procedente de fertilizantes minerales convencionales o de otras fuentes a partir de 2024.
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El Gobierno ha asegurado que esta es una de las mayores apuestas para ajustar el consumo de nitrógeno, aclarando que el decreto de diciembre, que surti- rá efecto a partir del 1 de enero de 2024, aunque dispone de la elaboración de este plan y el seguimiento de buenas prácticas, no impone restricciones concretas al uso de fertilizantes convencionales en volumen.
El Gobierno ha destacado que el MAPA está trabajando para que los agricultores puedan realizar una campaña de abonado con normalidad que permita mantener la productividad de sus explotaciones. Mientras, se sigue realizando un seguimiento del mercado y la adaptación normativa para valorizar los residuos, el impulso a las estrategias de disminución de las dosis de fertilizantes, el incremento de la oferta de microorganismos o el fomento de nuevas tecnologías son otras de sus líneas de trabajo. pia empresa o el fomento a la instalación de nuevas empresas del sector agroalimentario de transformación y comercialización”, y serán las personas físicas o jurídicas y comunidades de bienes que desarrollen activi - dades de preparación posterior a la cosecha, la fabricación de aceites esenciales o la industria de la alimentación o fabricación de bebidas, las que podrán optar a un máximo de 2 millones de euros de ayuda por empresa.
La Comisión Europea, por su parte, ha expuesto una serie de vías para hacer frente a los problemas actuales de precio y suministro del sector de los fertilizantes inorgánicos, destacando especialmente los nitrogenados. Entre ella se encuentran acciones como, por ejemplo, las que facilitan medidas de apoyo financiero a agricultores e industria, valorizar los residuos o cambiar la producción en la industria del amoníaco.
