EDITOTIAL 102
DOOM PATROL ¿LOS HEROES MAS EXTRAÑOS? DEFINE ESO Lea este texto con la siguiente canción: IN MY ROOM del grupo Beach Boys, 1963 “Los héroes más extraños del mundo” así bautizo el editor de DC Comics Murray Boltinoff a Doom Patrol, un singular grupo de personajes que hicieron su debut en la entrega número ochenta de My Greatest Adventure, fechada en junio de 1963, una revista dedicada a la ciencia ficción de la edad dorada. Tal vez para ese momento si lucirían extraños, pero hoy día pasarían de largo en nuestra extravagante cotidianidad. Sin embargo, sería bueno definir las categorías de héroe y extraño, solo para verificar o revaluar este epíteto hecho por Boltinoff. El héroe suele personificar los rasgos más sobresalientes y valorados de su cultura de origen; esto acarrea grandes hazañas, actos que ningún mortal en su sano juicio haría, que ayudan a incrementar su capital simbólico dándole fama y admiración en la comunidad a la que sirve. Por otro lado, extraño es un adjetivo que refiere a una persona o cosa que es ajena a la condición de otra de la cual forma parte. Sin duda estamos ante un oxímoron en tanto que la Doom Patrol no encarna lo mas sobresaliente de su cultura y a pesar de sus buenas intenciones jamás encajaran en la sociedad a la que pertenecen en el mundo de boy scouts de DC Comics. ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Por qué llegaron a este plano material? ¿a quien en su sano juicio se le ocurriría algo así? Preguntas que nos llevaran a recorrer los pasillos de la mansión de Niles Coulder y sus intenciones de reclutar a un grupo de inadaptados, quebrados y reacios seres con dones que nunca quisieron tener. La primera pista nos lleva a Arnold Drake, celebre creador de personajes como Deadman y los Guardianes de la Galaxia, quien noto el creciente éxito de la editorial Marvel Comics y quería dar una estocada inesperada con una idea muy radical para la editorial DC Comics. Drake pensó lo siguiente: ¿Qué pasaría si juntamos a un grupo de seres desplazados, desiguales y reacios a sus dones, liderados por un hombre en silla de ruedas, que salvan a la humanidad de amenazas metafísicas nunca antes vistas por el lector o lectora habitual? La respuesta convoco a su amigo Bob Haney quien dio forma a este equipo que rememoraba las preocupaciones sociales y culturales de aquellos agitados años tanto por la segregación racial como por la guerra de vietnam. Boltinoff en cierto modo atino con el epígrafe, en especial por las condiciones dadas por My Greatest Adventure
como escenario para relatos de ciencia ficción, un lugar propicio para la aparición de esta propuesta, en especial recordando la definición de Darko Suvin: «un género literario cuyas condiciones necesarias y suficientes son la presencia del extrañamiento y la cognición, y cuyo recurso formal más importante es un marco imaginativo distinto del ambiente empírico del autor» Un relato de vanguardia que tardaría un buen tiempo en encontrar un buen escritor que le diera el impulso definitivo y la convirtiera en una serie de culto. No esperemos mas ¿imagino que leíste el Muscle Mistery de Flex Mentallo? ¿no lo has hecho? Bien, no importa, vayamos a la mansión de Miles y veamos que encontramos Ficciorama junio de 2020
FICCIROSEBUDD: MY GREATEST ADVENTURE
LOS CREADORES
Arnold Drake (1 de marzo de 1924 - 12 de marzo de 2007) fue un escritor y guionista de cómics estadounidense mejor conocido por cocrear los personajes de DC Comics Deadman y Doom Patrol , y los personajes de Marvel Comics The Guardians de la galaxia , entre otros.
El título era originalmente una serie de antología con historias de aventuras contadas en la narrativa en primera persona . Con el tiempo, los tipos de historias cambiaron de simple aventura a ciencia ficción . Con el número 80 (junio de 1963), el formato de la antología se descartó y se reemplazó por historias con Doom Patrol. El número 85 fue el último en llevar el título de My Greatest Adventure ; La serie pasó a llamarse The Doom Patrol a partir del número 86.
Robert G. Haney (15 de marzo, 1926 - 25 de noviembre 2004) fue un estadounidense de cómics escritor, más conocido por su trabajo para DC Comics . Co-creó a los Teen Titans , así como a personajes como Metamorpho , Eclipso , Cain y Super-Sons .
OPINIÓN FICCIORAMICA
Inadaptados, reacios y quebrados: una patrulla condenada al extrañamiento
A finales de 1992 llegaron a las tiendas de discos las copias del álbum debut de la banda Rage Aganist the Machine, una respuesta contestaria al establishment musical que dejaría su huella en el inconsciente juvenil. Para la portada del disco se escogió uno de los registros fotográficos que David Halberstam, reportero del New York Times, tomo de un macabro ritual realizado en una concurrida calle de Saigón el 11 de junio de 1963. El incidente nos lleva a un monje budista, Thích Quảng Đức, que llego al lugar en un Austin azul, bajo del vehículo y se sentó en posición de flor de lotto. Un compañero lo roció con gasolina y le prendió fuego, a los pocos minutos el cuerpo cae. Este acto iba dirigido a iba dirigida contra el presidente de Vietnam del Sur Ngô Đình Diệm por el maltrato hacia su comunidad religiosa, conocida también como bonzos por su técnica de suicidio por inmolación por fuego. Tanto la salida del disco de los Rage Aganist the Machine como el incidente del monje establecen un marco temporal en el que se inscribe la creación y desarrollo de uno de los comics mas extraños, cuyos personajes encajan en el perfil de inadaptados, reacios a sus dones y quebrados psicológicamente: The Doom Patrol.
Todo comienza en ese mismo mes de junio que el monje decide ejecutar este acto radical en 1963. Por aquel entonces la editorial DC Comics tenia una cabecera que deleitaba a los lectores más fervientes de la ciencia ficción: My Greatest Adventure. Se trataba de una serie antológica con relatos contados en primera persona y con sugestivas portadas inspiradas en los viejos Pulp como Amazing Stories o Astounding Magazine. Para la entrega número ochenta de My Gresatest Adventure decide introducir a un peculiar grupo de “héroes” que desafían la norma con el nombre de The Doom Patrol (La Patrulla Condenada). Los responsables de este título serán Arnold Drake (1924-2007) y Bob Haney (1926-2004). La idea de Drake era muy sencilla: ¿Qué pasaría si juntamos a un grupo de héroes reacios a sus dones, con problemas mentales y liderados por un hombre en silla de ruedas? Un momento ¿no les suena familiar? ¡Claro! Se parece a… ¿The X-Men?... No, esto no puede ser posible. Aunque suene raro si, Drake sembró la semilla que luego Stan Lee y Jack Kirby potenciarían con los Hombres Equis unos meses mas tarde en su primera entrega, pero esta es otra historia, mejor sigamos adelante.
Niles Coulder, un brillante científico en silla de ruedas, recluta a un particular grupo de rarezas entre las que se encuentra Clive Steele “Robotman”, Larry Trainor “Negative Man”, Rita Farr “Elasti Girl”, Steve Dayton “Mento” y Garfield Logan “Chico Bestia” (este último se integrara a los Jovenes Titanes creados por Bob Haney en 1964). Juntos se enfrentaban a los maléficos planes de dominación del general Immortus, el hombre animal-vegetal-mineral y a la hermandad del mal lideradas por Brain. de-
fine con este epíteto a La Doom Patrol: un grupo de inadaptados súper poderosos cuyos “dones” les causaron alienación y trauma, los “Héroes más extraños del mundo”. Para 1968 la popularidad de la Doom Patrol había decaído y fue entonces cuando tuvo su primer encuentro con la muerte editorial. En la entrega 121 el encabezado rezaba lo siguiente: “este es el comienzo del fin de la Doom Patrol”. Con arte de Joe Orlando la portada mostraba las tumbas de sus integrantes y sus almas contemplándolas. Era su primer encuentro con la muerte, pero no su fin. Para 1977 (año en que nace este servidor quien suscribe estas líneas) el guionista Paul Kupperberg retoma el título y lo hace en una extraordinaria edición publicada en julio de ese mismo año. En la portada se mostraba a los integrantes combatiendo a la hermandad del mal y en el fondo estaban el general immortus y Niles Coulder en una tonalidad que dejaban ver que eran recuerdos de una época distante. La segunda resurrección no resulto como se esperaba. El editor Bob Greenberg tomo cartas en el asunto y recomendó darle este encargo a un joven guionista proveniente de Glasglow que ya trabajaba en la editorial con Animal Man y escribía el borrador de una impactante novela gráfica llamada Arkham Asylum: Grant Morrison. El buen muchacho decidió antes de afrontar el desafío nutrir su retina y su red neuronal con algunos referentes: las animaciones de Jan Svankmajer, cortometrajes de vanguardia como Meshes of the Afternoon de Maya Deren y los filmes de Kenneth Anger, las reflexiones de Douglas r. Hofstadter y una novela de una paciente con síndrome de personalidad múltiple When Rabbit Howls. Con esta dieta conceptual Morrison se lanza al vacío y en ese vertiginoso descenso nos brindara una de las historias mas brillantes y creativas que merecía este grupo de inadaptados. Desde la entrega numero 19 hasta la 63, que duro desde 1988 hasta 1992 (el mismo año en que se lanza el disco de Rage Aganist the Machine) Morrison Incorporó sociedades secretas extrañas, elementos de Dada, surrealismo y la técnica de corte iniciada por William S. Burroughs y Brion Gysin. También tomó prestadas las ideas de Jorge Luis Borges y Heinrich Hoffmann. El creador original, Arnold Drake, expreso que lo aportado por Morrison eran los únicos
que reflejaron la intención de la serie original. En esta celebrada etapa Morrison nos presenta a un Clive Steele traumatizado con la muerte de sus compañeros; un piloto llamado Larry Trainor que recibe la visita de un ente negativo que lo fusiona con una enfermera para convertirse en Rebis, la perfecta unión alquímica; una chica bautizada como Crazy Jane con 64 personalidades y sus respectivos poderes (como convertir palabras en navajas filosas), un ex héroe llamado Tempest que ahora sirve como médico oficial del equipo como Joshua Clay y liderados de nuevo por Niles Coulder. Por sus páginas desfilaran Hombres Tijera, Asesinos con delirios de deidad, El Señor Nadie, Los Hombre de N.A.D.I.E, jinetes del apocalipsis, hermandades misteriosas, calles travestis y otras delirantes ocurrencias han convertido esta etapa en una de las mejores y la que ha despertado mayor culto entre los seguidores del mago del caos narrativo. Este año han ingresado a la programación del canal Cinemax en una serie de 15 episodios y que toma los elementos de la primera etapa Drake-Haney y la tercera etapa de Morrison. Por ende, se hace necesario revisar algunos aspectos e ilustrar a las mentes núbiles y refrescar la memoria de los lectores veteranos, con el fin de comprender por qué Doom Patrol tiene tanto por contar y aportar a este mundo agobiado con tantos fakes y basura televisiva de medio pelo. No perdamos mas tiempo y tomemos el bus hacia la calle Danny. No olvides leer The Muscle Mistery, será de mucha utilidad.
POR: Felipe Rodríguez Torres
LA DOOM PATROL DE MORRISON
El final de la década de los 80 coincidió con la llegada de la segunda oleada de autores británicos al territorio del comic book americano. Autores como Peter Milligan, Neil Gaiman, Jamie Delano y por supuesto, Grant Morrison, entraron al mercado americano de la mano de Karen Berger, para continuar una revolución iniciada por Alan Moore y que cambiaría para siempre el panorama del tebeo de superhéroes norteamericano. Grant Morrison aterrizó en DC Comics con tres proyectos muy diferentes entre si, pero que servirían no solo para presentar en sociedad internacional al autor más atrevido de la nueva hornada de autores que romperían el medio, sino para preconizar unas ondas expansivas que alcanzarían a la industria, incluso hasta la actualidad. Morrison llevó a la Patrulla Condenada, a lo largo de una etapa que duraría cuatro años, a cotas jamás imaginadas por un tebeo de superhéroes. Si Animal Man era una oda, homenaje y ensayo teórico acerca de los límites de la ficción en general y del medio del cómic en particular, casi un arte místico que permitía abrir fronteras entre mundos y dimensiones, en la Doom Patrol hace lo mismo, pero reflejándose e inspirándose en el arte de las vanguardias, en especial el surrealismo, el dadaísmo y el futurismo. Este último en concreto es homenajeado en la primera
página de su etapa -casi una declaración de principios- concretamente en la reproducción del accidente que convertía a Cliff Steele en Robotman. Una página compuesta por nueve viñetas, donde el movimiento cinético, el dinamismo, la velocidad representada a partir de líneas diagonales y el amor por las máquinas, reproducían con las formas del arte secuencial, los preceptos del arte futurista y definían perfectamente aquello que el escocés pretendía integrar al lenguaje y al universo de las viñetas. Dicha revolución en las viñetas fue introducida por el autor de Los Invisibles de manera gradual, de la misma manera que lo hiciera en Animal Man. Si Animal Man arrrancaba como una revisitación de un personaje de los años 60 con la mentalidad posmoderna y con conciencia ecológica de finales de los 80, para acabar convirtiéndose en un ensayo acerca del concepto de realidad y creación, la Doom Patrol se iniciaba como una recreación cercana a los trabajos de reconstrucción iniciados por Alan Moore en dicha década con La Cosa del Pantano. Pero donde Moore destacaba por el desarrollo de estructuras narrativas férreas, el tebeo de Morrison destacaba por un mirar hacia delante donde la locura que impregnaban sus relatos, iban parejos al atrevimiento de Morrison para convertir un tebeo de superhéroes conservador en una oda a la imaginación, a la revolución (ya fuera mental, política, social, sexual o de género) que serviría además como campo de pruebas para su obra magna, Los Invisibles. No es casual que los personajes más relevantes de la larga etapa - cuatro años de historias en 44 ejemplares desde diciembre de 1988 hasta noviembre de 1992- fueran un veterano del serial, Larry Trainor AKA Negative Man, que ya en su primer ejemplar era transformado en un ser omnigenérico y multirracial, que rompía y se elevaba de su prisión carnal, que Morrison aprovechaba para desarrollar un discurso acerca de las limitaciones impuestas por una sociedad temerosa de todo aquello que amenazara el sofocante establishment, representado en esos tenebrosos hombres de negro, habitantes de un Pentágono que servía como
símbolo del control social, político, cultural y mental de nuestras sociedades contemporáneas. El segundo personaje fundamental de la etapa, que incluso cierra con un brillante epílogo la etapa morrisoniana es Crazy Jane, una mujer víctima de abusos, cuya incapacidad para aceptar el maltrato de su padre biológico, provoca la fractura y escisión de su mente en 62 personalidades diferentes. Un personaje que surgió en la mente de Morrison tras leer el libro “When Rabbits Hole” (1987), transcripción de las conversaciones reales de Truddi Chase -una mujer con 92 personalidades diferentes- con su psicóloga. A través de ella, Morrison transmite su visión de la figura femenina, los límites impuestos por la sociedad hacia las mujeres y la represión sexual fruto de los condicionantes culturales. Incluso para el propio Morrison, su etapa en la serie regular de Doom Patrol fue el punto de arrranque para su explosión como autor. No solo porque en este serial trabajó por primera vez con una plétora de artistas que se convertirían con el paso de los años en leales compañeros de armas, tales como Steve Yeowell o Duncan Fegredo, que le acompañarían en trabajos posteriores como Los Invisibles, sino que además, le dio las herramientas a Morrison para desarrollar los dos ejes en los que se moverían sus trabajos futuros: el primero, en tebeos más dirigidos al mainstream, gracias a su habilidad para reconstruir tanto el presente como el pasado de personajes canónicos y que sería reflejado en todo su esplendor en trabajos posteriores como su etapa al frente de los X-Men entre los años 2001 y 2005 o su largo arco argumental al frente de Batman, entre el 2006 y el 2013. En segundo lugar, el tema central que anida dentro de sus trabajos más personales, revolucionarios y alternativos: las fronteras entre imaginación y realidad, entre libertad y coerción, que se vislumbraría a lo largo y ancho de toda su obra, pero que destacaría especialmente en sus dos trabajos más crípticos pero también más apasionantes: la ya mencionada Los Invisibles (1994-2000), su obra maestra y compendio de todos los elementos esparcidos a lo largo y ancho de una extensa obra y El Asco (2002-03): escisión, apuntes a pie de
página y (r)evolución de los preceptos en los que se basaban Los Invisibles, pero tamizados por una capa de purulenta degradación y hermetismo que la acabaría convirtiendo casi en el Inland Empire lynchiano de Grant Morrison.
http://lahabitacionnumero26.blogspot. com/2019/02/la-importancia-de-ladoom-patrol-de.html FICCIORAMA DESCRIPCIONES PROFÉTICAS INTROXICANTES / NÚMERO 102 JUNIO de 2020 DIRECCIÓN FICCIORAMA COMITE EDITORIAL UNIDAD DE INVESTIGACIÓN METACOGNITIVA POSCULTURAL COLABORAN EN ESTE NÚMERO FELIPE RODRÍGUEZ TORRES / lahabitacionnumero26.blogspot.com PORTADA ficciorama DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN sindicato de artefinalstas secciòn 24