FICCIROSEBUDD
Editotial 65 Lealo con esta canción: Tattva / Kula Shaker
Una idea incandescente prendió la chispa de papel barato y tinta litográfica para crear relatos sobre titanes y metahumanos que resguardaban este mundo de las fuerzas de la obsolescencia. Dicha idea moldeo nuestro entorno, es y será el combustible que ha impulsado grandes cambios culturales en la humanidad, incluso han ejercido cierto poder en quien las usa, son, en ultimas, el insumo de una gran magia que habita en los creadores narrativos y visuales. Esta idea cayo sobre Grant Morrison - escritor y guionista de cómics nacido en Glasgow, Escocia – y le ha permitido dar al noveno arte un millar de ideas radicalmente innovadoras que lo han convertido en uno de los narradores mas elocuentes tanto del siglo XX como del XXI. Bajo su pluma recaen los créditos de la renovación de Animal Man, Doom Patrol, Justice League, Superman y Batman; al igual que sus emblemáticas obras The Invisibles, The Filth, WE3, Vimanarama, Joe el Bárbaro y de su incursión en la historia del comic SUPERGODS. A partir de este número y durante dos ediciones mas profundizaremos en su prolífica obra y sus etapas de escritura, iniciando con su proceso de dibujante-escritor para Near Myths hasta su llegada a Animal Man y Doom Patrol. Las siguientes entregas hablaremos de Arkham Asylum al Multiverso de DC comics. Por lo pronto ajusten sus cinturones, ingresare las coordenadas del vórtice y viajaremos a 1970, en sus marcas, listos. Zap.
Publicada en Agosto de 1966, la entrega 163 de The Flash marco un antes y un despues en la imaginación del pequeño Grant Morrison.
FICCIORMA, Noviembre de 2016
El mismo Morrison lo confiesa: “una de las primeras historietas que marco profundamente mi joven mente .”
Firmada por John Broome y dibujada por Carmine Infantino, el relato inicia con el Inventor Ben Haddon, quien ha creado un dispositivo que emite una radiación que hace que la gente de la Ciudad Central olvide a Flash. Sin la creencia de la gente, Flash comienza a desaparecer de la existencia. Haddon ahora es libre de cometer robos, para comprar su pequeño escondite de la isla. Flash encuentra a una niña cuya creencia en él es lo suficientemeinte fuerte para traerlo de vuelta a la existencia física. Con la ayuda de las amigas, Flash es capaz de revertir los efectos de la radiación de Haddon y restaurar la creencia de la ciudad en él. Flash sigue a Haddon y lo lleva a la justicia.
El siguiente articulo, fechado de noviembre de 1976, es el primer registro de la futura carrera de Grant Morrison como guionista dibujante. Tras unas cuantas historietas dibujadas y escritas decidio concentrarse en escribir y contratar dibujantes para captar mas ingresos. The Press, Viernes, 12 de noviembre, 1976.
Dibuja rápido – ¡Ese es Grant! Por Michael Kernan Os perdonamos si os pensáis que los personajes aquí incluidos han sido creados por un escritor de cómics famoso. Y que han sido dibujados por un dibujante profesional. Pero ellos son, en realidad, el trabajo – y la idea – de un chico de aquí de 16 años. Son parte de un hobby que se ha convertido en toda una forma de vida para Grant Morrison de Corkerhill. Hace cuatro años, Grant empezó a leer cómics americanos protagonizados por legendarios superhéroes como Iron Fist, Mighty Hulk, Batman y Superman. Y ha estado dibujándolos desde entonces, empezó haciendo bocetos de algunos de sus personajes favoritos – y encontró el talento para hacerlo. Pronto progresó y creó sus propios personajes y les dio nombres como Monad y Luch de Long. Ahora, con la ayuda de dos jóvenes amigos, produce historias completas en formato cómic, protagonizadas por sus propios héroes. Recientemente, Grant escribió una carta a Marvel Publications, la firma que produce la mayoría de esos cómics americanos de superpoderes – y pidió un trabajo. De su obra, el editor de cómics Neil Tennant dijo: ‘Estamos muy impresionados con esto… Me he quedado con una muestra de tu arte así como con tu nombre y dirección por si surge alguna vacante en Marvel en el futuro.’ Ahora mismo ya ha contribuido con su trabajo en Marvel. Grant no tiene ninguna fórmula para sus historias. ‘Creo un argumento básico y voy construyendo la historia a medida que avanzo’, nos explicó. Y él fácilmente revolotea de una historia a otra, añadiendo una viñeta aquí y allí. Generalmente puede hacer dos páginas por día. Como estudiante de quinto curso de la Alan Glen’s Secondary School, Grant ya ha conseguido el nivel ‘O’ de arte y espera estudiar algún día en la escuela de Bellas Artes. Él dijo: ‘Espero estudiar arte. Si no surge, tengo otras cosas en mente’. Grant, que también escribe poesía y ha escrito media novela basada en las leyendas artúricas, dice de su propio trabajo: ‘Creo superhéroes porque pienso que es lo que la gente quiere leer ahora. Me gusta poner a mis personajes en una situación superheroica y ver cómo actúan’ Un chico con un gran futuro, ese es Grant Morrison“. Un look muy acorde a una frondosa cabellera, el mismo peinado que usara Gideon Stargrave y Mr. Six en The Invisibles
Near Myths fue una revista de cómics publicada en Edimburgo a finales de los años setenta, que sólo duro cinco números. El editor inicial fue Rob King y fue producido por Galaxy Media. La importancia de esta reside en ser el punto de partida de las primeras obras de Grant Morrison y Bryan Talbot (quien asumió el cargo de redactor de la quinta edición final), así como Graham Manley y Tony O’Donnell. Grant dibujo y escribió estas historias: “Time is a Four-Lettered Word” en el número 2 de Octubre de 1978. “Gideon Stargrave” en los números 3 y 4 de Diciembre de 1978 y Enero de 1979. Y finalmente “The Checkmate Man” en la última edición de 1980.
Zenith fue una de sus aportaciones que comenzaron a consolidar los cimientos de su estilo y de su influencia. Zenith fue una historia publicada en la revista 2000 A.D., publicación por la que han pasado las grandes figuras del cómic británico, y fue una nueva apuesta ya que al contrario del resto de historias, más ambientadas en el género de Ciencia Ficción, proponía una historia de género superheroico. Esto hizo que la publicación de la obra se retrasara durante un tiempo. Steve Yeowell da lo mejor de su estilo clásico cuidando en todo de brindar buenas páginas. El juego con el blanco y el negro es magistral dándonos un dibujo detallado y perfectamente entendible.
El relato va así: Berlín, 1944: El Übermensch alemán Masterman ha derrotado al héroe de guerra británico Maximan. Una victoria efímera, ya que los aliados lanzan una bomba nuclear sobre su localización, matando a ambos soldados. Transcurridos más de cuarenta años, el mundo está demasiado familiarizado con la existencia de superhombres. Pero tan solo queda uno: Robert McDowell, alias Zenith, estrella del pop egoísta y carente de cualquier tipo de heroicidad. Por desgracia para la humanidad, los dioses oscuros extradimensionales conocidos como los Multiangulares utilizan al hermano gemelo de Masterman para intentar dominar la Tierra. ¡Y en su camino tan solo se interponen Zenith y un pequeño grupo de héroes de otra generación!
Esta obra recoge el sello más característico del guionista escocés, mostrándonos de manera muy primaria ideas que desarrollaría tiempo después en títulos de mayor nombre. La humanización y normalización del superhéroe, la psicodelia, las ideas multi-dimensionales, la conspiración de seres de otras realidades… tienen aquí sus primeros reflejos y son mostradas de una manera más simple, adecuándose a la idea de dar una historia de mero entretenimiento.
Cuando Morrison asume Animal Man, un personaje que hizo parte de sus lecturas de infancia, hace de Buddy Baker, a quien los aliens le dieron sus poderes, y tiene que estar cerca del animal específico cuyo poder canaliza, es torpe, pero tambien un gran personaje, precisamente porque es tan torpe y normal como muchos de nosotros. Morrison lo retrata como un hombre común. Inseguro de sí mismo, quiere jugar a ser un héroe, pero al mismo tiempo duda de ello. Vive una vida en los suburbios de USA y se junta con los vecinos. Está casado y tiene dos hijos, Cliff y Maxine. Y a diferencia de otros superhéroes que tienen familia, el en realidad pasa la mayor parte de su tiempo con ellos, es padre y esposo primero y héroe después. Él ama a sus hijos, incluso cuando sus chico de 9 años lo insulta por sentir que no se preocupa lo suficiente de él, el actúa como el adulto responsable y padre amoroso que es. Él ama a su esposa y su esposa lo ama, pero ella se frustra mucho con su matrimonio y la manera en cómo él se comporta, no le aguanta todas sus tonterías pero si es comprensiva, creando una relación natural y creíble. En última instancia, el secreto del éxito de Morrison es esta combinación: Al mismo tiempo que hace preguntas filosóficas grandes para que tu mente quiera explotar, él nos da como lectores una historia clara e interesante a seguir. Nunca olvida que los cómics son para contar historias comprensibles con las que el lector se pueda relacionar. Él sólo quiere estudiar y diseccionar la naturaleza de las historias, al mismo tiempo que él las cuenta. Este doble objetivo es tanto la marca y el genio de la obra de Grant Morrison. La fórmula Morrison es: “Una historia compleja pero fácil de seguir + filosofía envuelta en meta-narrativa = éxito con la crítica y éxito de ventas entre los fans”.
Los primeros cuatro números configuran una transición entre el Universo DC y el personal universo de Morrison en el que el grupo se iba a mover bajo su batuta. A partir de ahí los guiones, más complejos de lo que son habituales en éste tipo de historietas, se volverán crecientemente surrealistas, en ocasiones rozando el absurdo e, incluso, haciéndose casi incomprensibles. Cabe destacar la visita de la Patrulla a una mística Barcelona, donde utilizará el templo de la Sagrada Familia como arma definitiva contra el Apocalipsis. No obstante, más allá de sus excesos, la Patrulla Condenada de Morrison es un producto original, en ocasiones inquietante y habitualmente divertido, en el que se evidencian las inquietudes intelectuales, artísticas e, incluso, religiosas de su autor. Morrison cumplió con creces el objetivo que se marcó al asumir los mandos: hacer realidad el lema con que la Patrulla Condenada fue bautizada desde sus orígenes: «el grupo de superhéroes más extraño del mundo». Morrison, con la colaboración de Kupperberger, guionista de la serie original, se deshizo de los personajes que no le interesaban, conservó a los que sí e introdujo alguno de su propia cosecha. No obstante, mantuvo el esquema de la Patrulla original, con Niles Caulder como cerebro y estratega del grupo (desarrollando su lado más oscuro, misterioso y maquiavélico), y una tríada (formada por dos hombres y una mujer) como núcleo del equipo de campo: Cliff Steele, Rebis y Crazy Jane (como en origen fueron Robotman, El Hombre Negativo y Elasti Girl). Dentro del surrealismo que dominó sus tramas, Morrison desarrolló con sutilidad y profundidad la personalidad de estos personajes, así como las relaciones establecidas entre ellos. “El cómics es un medio muy especializado de arte, donde habitan muchas cosas raras, talento e imaginación.” Grant Morrison
ElLocoPensante