EDITOTIAL 78
Lealo con esta canción: Coming to L.A. ( They live Original Sountrack de Carpenter y Howart)
¡Nos han cegado con la mentira! Nuestro espíritu humano se ha corrompido ¿¡Por qué les rendimos culto!? Porque más allá del límite de nuestra vista se alimentan de nosotros posados sobre nuestros cuerpos desde que nacemos hasta que morimos. Nos tienen controlados, son nuestros dueños, nos poseen. ¡Despertad, están a vuestro alrededor y en vuestro interior!”
istia la Matrix desde entonces… Bueno no es de extrañar que Matrix, el filme de culto que llevo al cyberpunk mas allá de su marca, tomara la premisa de They Live y la trasladara a la realidad virtual donde incluso para muchos“La ignorancia es felicidad”. Carpenter hace una denuncia social que ya venia desde movimientos como el situacionismo (1962) con Guy Debord y su “Sociedad del Espectaculo”, en la que se criticaba fuertemente el como confiamos más en la representación de la realidad que en la realidad misma, en las símbolos que el lenguaje construye de ella, de enaltecer la apariencia; no es coincidencia que Ray Nelson escogiese una palabra como “Nada” como apellido para el protagonista de su cuento. A decir verdad en ocasiones tenemos la sensación de ser Nada si no consumismos, Nada sin los preciados bienes adquiridos tras recibir el pago por nuestras jornadas de trabajo, Nada sin las obligaciones que adquirimos para poseer todo aquello que produce el mundo del algodón de azúcar.
Discurso de un sacerdote callejero. They Live (1988)
H
El argumento de Carpenter es: un trabajador encuentra fortuitamente unas gafas que permiten ver a las personas en su aspecto auténtico, así descubrirá que importantes personajes de la vida política y social son en realidad extraterrestres. Durante su particular cruzada podrá observar cómo esta raza alienígena ha llenado el mundo de mensajes subliminales que pretenden convertir a los humanos en una especie esclava. ¿Esclavizarnos? No, eso no tiene sentido ¿Alienígenas que nos someten en un orden neo-liberal? O sera que… Ya ex-
Barbara Kruger (1945) es una reconocida artista que trabaja con frases y slogans que reflejan las conductas consumistas de la sociedad americana. En esta obra “Compro luego existo” resignifica a Descartes “Pienso luego Existo” señalando a la sociedad moderna y su devoción a las mercancias y como estas los definen
ficciorama n78
ay momentos en los que sentimos que todo es una ilusión, como el algodón de azúcar, que hacemos parte de un engaño que deshabilitó nuestros sentidos para confiar plenamente en representaciones de la experiencia directa. Ray Nelson, escritor de ciencia ficción y caricaturista, exploro esta idea en su cuento “Eight o’Clock in the Morning” publicado en 1963 y que inicia con estas líneas:“Uno de los hipnotizados despertó del todo. Esto nunca había sucedido antes. Su nombre era George Nada y parpadeó entre el mar de caras en el teatro, al principio sin ser consciente de nada fuera de lo habitual.” George Nada descubrirá los riesgos de no seguir la ilusión en la que estamos atrapados por el influjo consumista y su control sobre nuestro ser. Este relato corto fue tomado por el maestro John Carpenter, quien lo toma como base para uno de sus brillantes filmes: They Live (1988).
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A LAS OCHO EN PUNTO DE LA MAÑANA por Ray Nelson Este cuento de Ray Faraday Nelson (1931 – presente) nos muestra esa otra cara de los gobernantes de nuestro mundo: hay siempre algo más. ¿Estamos realmente despiertos o sólo caminamos y vemos lo que queremos ver? Un cuento esclarecedor que fue utilizado por John Carpenter para su película They Live (1988). Un cuento perfecto para un domingo de elección (en el mismo tono, “La fe de nuestros padres”, de Philip K. Dick).
Al final de la demostración, el hipnotista dijo a los presentes: “Despierten”. Algo inusual ocurrió. Uno de los presentes despertó del todo. Aquello era un hecho sin precedentes. Su nombre era George Nada: parpadeó ante el mar de caras de los presentes en el teatro, al principio sin ser consciente de que hubiera algo fuera de lo habitual. Luego se percató: estaban ahí, entre la muchedumbre, eran rostros nohumanos. Eran los rostros de los Fascinadores. Ellos habían estado ahí todo este tiempo, por supuesto, pero sólo George estaba realmente despierto, así que sólo él podía reconocerlos como lo que realmente eran. Entendió todo en un instante, incluyendo el hecho de que si era demasiado obvio, ellos lo notarían y de inmediato le darían la orden de volver a su estado habitual, y entonces él volvería a obedecer. Por intervalos, George observaba los carteles que colgaban y mostraban fotografías de los Fascinadores y sus múltiples ojos a lo largo de la calle. Debajo de ellas, inscritas, aparecían varias órdenes, tales como “trabaja ochos horas”, “juega ocho horas”, “duerme ocho horas” o “cásate y reprodúcete”. Una televisión colocada en el aparador de una tienda captó la atención de George, pero él desvió la mirada de inmediato. Si no veía al Fascinador en la pantalla, podría resistir la orden: “siga sintonizando esta emisora”. George vivía solo en un pequeño dormitorio. Tan pronto como llegó a casa, desconectó el televisor. A pesar de ello, podía escucharse el rumor de las televisiones encendidas de sus vecinos. Las voces eran humanas, la mayor parte del tiempo, pero ahora, de un
momento a otro, él podía escuchar las voces arrogantes, los extraños graznidos de los alienígenas, semejantes a los de un ave. “Obedece al Gobierno”, decía uno de los graznidos. “Somos el Gobierno”, decía otro. “Somos tus amigos. Tú harías cualquier cosa por un amigo, ¿no?”. “Obedece”. “Trabaja”. De repente sonó el teléfono. George contestó. Era uno de los Fascinadores. “Hola”, chilló. “Habla tu control, el Jefe de policía Robinson. Usted es un hombre viejo, George Nada. Mañana a las ocho en punto, su corazón se detendrá. Por favor repítalo”. “Soy un hombre viejo”, dijo George. “Mañana a las ocho en punto mi corazón se detendrá”. El jefe de policía Robinson colgó. “No, no pasará”, susurró George. Se preguntó por qué lo querían muerto. ¿Sospechaban, acaso, que se encontraba despierto? Era probable. Alguien podía haberlo notado, darse cuenta de que George no actuaba como el resto de las personas. Si al pasar un minuto después de las ocho él seguía vivo, entonces estarían seguros. “No tiene caso esperar el final aquí”, pensó. Salió de nuevo a la calle. Los espectaculares, los televisores o las órdenes ocasionales dictadas por los extraterrestres parecían no tener ningún poder definitivo sobre él, aunque todavía se sentía tentado a obedecer, a ver las cosas de la misma forma en que su amo deseaba que las viera. Entró a un callejón y se detuvo. Uno de los alienígenas se encontraba allí, solo, apoyándose en la pared. George caminó hacia él. “Sigue caminando”, gruñó la cosa, enfocando sus letales ojos sobre George. Para seguir leyendo escanea el QR que te envia a la historia completa
THEY LIVE (ELLOS VIVEN) WHO ARE THEY? AND WHAT DO THEY WANT?
DIRECTOR | John Carpenter ESCRITOR | Ray Nelson; John Carpenter ELENCO | Rody Piper, Keith David, Meg Foster Alive Films | EUA | 1988 | 93 minutos | R
They Live (1988) es uno de los filmes mas destacados por su tematica dentro de la filmografia de John Carpenter. Escribió el guion, bajo el seudónimo de Frank Armitage basado en el relato de Ray Nelson que incialmente fue el cuento escrito y una adaptación a cómic hecha por Bill Wray para la editorial Eclipse Comics, esta última hasta incluso comparte el nombre del protagonista, siendo el de la película John Nada y el del cómic George. El filme empieza con nuestro protagonista el Sr. Nada, llegando desde las vías del tren, desempleado y buscando trabajo. vemos su camino por la ciudad, mientras pasan rodando los créditos del inicio, ambientado con un motivo músical incidental, algo repetitivo, que toma algo del sonido western. Después de ser rechazado tras una entrevista, vemos la primera observación curiosa de este filme: un cura predica, como si fuera un loco en la calle, sobre algo que nos engaña, que nos ha segado, que el espíritu esta corrupto y el porqué veneramos la avaricia; ante esto el protagonista no puede evitar a quedarse a mirar un rato, impertérrito pero con signos de interés. Luego pasamos de escena hasta donde nuestro protagonista John, interpretado por Roddy Piper, al fin consigue trabajo en una construcción, donde rápidamente se hace amigo de Frank, interpretado por Keith David. La relacion entre John y Frank a lo largo de la película, nos dejan en sus conversaciones reflexiones sobre un entorno social que decae en el modelo neoliberal, la película esta llena de mensajes como: “La regla de oro: Quién tiene el oro hace las reglas“. Ahí es donde el misterio empieza a revelarse. John se empieza a interesar en saber qué ocurre, las palabras del reverendo toman sentido, aunque un tanto incredu-
lo. John descubre que los coros del sacerdote son solo una grabacion que sirve como ruido de fondo y una caleta llena de cajas con lentes de sol. Cuando descubre que los lentes revelan la capa oculta de la realidad, John emprendera una rebelión contra los alienigenas que pretenden gebernarnos con mensajes subliminales conductistas Carpenter, usando topicos de la ciencia ficción, realizó esta cinta con un presupuesto muy reducido, pareciendo que fuese mala a propósito, por ende un clásico de culto en el “cine B”, pero más allá de esto, y en sintonia con los problemas de aquella decada de los ochenta, podriamos decir que este filme propone una mirada a los efectos del modelo economico de la administración Reagan en Estados Unidos y Tatcher en Inglaterra. Del blog La Covacha tomo los siguientes extractos que me parecen muy simpaticos para aderezar esta nota: “Carpenter se esforzó mucho por mantener la esencia del cuento intacta, por eso vemos la película cargada de mensajes a favor de las revueltas, del descontento y del “despertar” del hombre trabajador. Aunque cambió algunas partes (como el hecho de que Nada encuentra unos lentes que le permiten ver la verdadera forma de los seres) para hacer la película menos ambigua, más de ciencia ficción y más disfrutable.” “Su protagonista, interpretado por Roddy Piper, tiene el carisma de una papa vieja y la habilidad actoral de un cactus, y esto es justamente lo que la hace especial. El que se abra paso gracias a sus puños para salvar a la humanidad es muy entretenido y, aunque diluye un poco el mensaje principal de la película, es la empatía que genera el personaje la que nos hace creer en su odisea.” “Ya van 29 años de su estreno y la película se mantiene bastante bien. Aunque en estos días el estereotipo de héroe rambonesco no sea tan descarado (porque ahora pueden poner hasta a Justin Timberlake o a Cíclope como salvadores del trabajador clasemediero), las escenas de acción están bien coreografiadas y el suspenso muy bien construido, mucho mejor que varias películas que se encuentran ahora en cartelera (los estoy viendo a ustedes, Vin Diesel y Samara).”
ELLOS VIVEN NOSOTROS DORMIMOS
ŠBarbara Kruger
ElLocoPensante